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Biblioteca de Cataluna 5
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"CATALUNYA EN EL MÓN"
BIBLIOTECA DE LA
FAMILIA PORTER , MOIX
BARCELONA
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RETORICA V POÉTICA
por m. m.
BARCELONA
IMPRENTA Y TUNDICIÓN D E PON8 T O.'
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/v* propiedad.
JIAXUAL
PE
RETÓRICA Y POÉTICA.
CAPÍTULO l-
CAPÍTULO ir.
ELOCUCIÓN
CAPÍTULO I I I .
tí El. LENGUAJE.
1 Yi¿R4¡e el arte m i r l e n ,
í V c u v t i k-ngti.ijc nicnrmlo.
DE RETÓRICA. 9
como dulzura, duro, áspero, etc. Cuarto t en b abundancia
de palabras de muchas silabas, algunas singularmente so-
noras, como heredamiento t bienandanza, servidumbref ele,
18. La riqueza ó abundancia de la lengua castellana con-
siste en el crecido número tle palabras significativas y aun
en los diversos sentidos que sin ambigüedad puede darse
á muchas de ellas. Las palabras o son primitivas ó derivadas
de alguna otra con cuyo sentido tienen relación de depen-
dencia ^ de a c c e s o r i o / e l e . La abundancia de las primeras
se advierte en el gran número tic palabras Llamadas sinóni-
mas 1 y en las series 6 grupos de algunas oirás que, sin ser
tales, iicncu por equivalente en otros idiomas una palabra
sola , como sucede en las dicciones av\o, dueño t señor, pa-
trón, maesfro, maestre^ que en frailees se traducen todas por
jttaitre*
La abundancia de derivados de la lengua castellana $e echa-
rá de ver con una rápida enumeración de sus diferentes clases:
derivado* varíes de una palabra, como de cabeza cohetera,
cabezaít cabezada, cabezuda* ele,; de agua aguasa , aguace*
ro, aguada, atjuazal, etc. Derivados de nombres de animales;
COtno de caballo caballar, de finio tf<¡tuno y gatesco, etc.
Terbas frecuentativas ó que esprepen e\ ruvnuff-eo 6 repetición
de un mismo acto, como vawar, papelear, relampagueart ti-
jeretear, etc. Verbos incoativos á que denotan IR oeeion de
empezar a ¡puna coso + como amanecer, alborear, agostarse
(empezarse a secarlas plantas] , pelechar (empezar k echar
pelo , etc> ¡Nombre? aumentativos como rutean, ceporro,
playazo > palaza ?íombres diminutivos como pobrete, moci-
to, perrillo, arrrjtjuelo, etc. Pdlrthras de acción como per r a -
to, martillazo, empujón, manuten, pedrada . patada* Palabras
afectivas ó que espresaa afectos 6 disposiciones rtcl animo ú
ciertas calidades físicas, como anlojadiso, cuajadlo, des-
contentadizo, enfermizo t pegadizo, encontradizo, etc* Nonv
bres colectivos como manzana11 naranjal, malvar, juncar,
arenal, peñascal* vacada, torada, etc. Adjetivos modificados
ComO }ieyrUzCÓr rrrdo&ú , Otttarillenio, blanquee i nú Derivado*
dublés como golosinear * balbucear, palmotear; de tas frecuen-
tativos golosear r babear, palmear t pkaronato del nutrienta-
tivo picaron, etc ludria Umhipn citarse alpun derivado tri-
pie como de chicn chiQuilo . chiquifitrt, íhiqvirritito; de pillo
pillastre, piltattron, pitlastronain. Finalmente délas diferen-
tes acepciones ú significados que por ostensión puede recibir
uno voz, tenemos ejemplos en lus diversas sentidos de abrir,
en ahrtr tina rala t abrir el dia, abrir tas ttanaa <í<* comer, en
dar una noticia, dar una pesadumbre. davalas. dar gracia* .
dar de rnaitr?, etc.
CAPÍTULO IV.
DE LAS ESlMtESKKíES*
CAPÍTULO V .
DE LAS CLÁUSULAS.
CAPÍTULO VI.
pide* su c-AsnT que. no criibe&tmn L« ajcuruj Dase por supuesto UUÜ nu ¡je d*-
bt flbuwr rfc e-stüí metilos pur muy disimulados y Aun P«ÍT muy íiatm-ole-
qg* sfnn
4 cTc mostraran u mano Inteligente riel hombre las varias obras <U su
induStrin . dc-idc el aífller haitft fí iinvíu,» Esto* conlrfrtteS i éAtitfi tllferetifiA:-
de cAdtMnd (ir^spntJín UP -rir^^ter demQajjtdD mnttrrbl L una faL&n frrnT^lr»/*-
que dlstp inuehfl do lo verdaderamente su UN me.
Entre Im muchos ahiiao-a uue hoy din se cometan He la nnlitesiis especial-
mente (lorlos eserittjrii* frfmcscsy por io* que Imitan su tstll*> . puede oon-
tnne utiaesp^eie dcc&nlrapüSlokm ó deaiicucrrio entre* lfl lúea y la esuTO&iptj.
cuando Aquella es (crandP y «tu vulgar, (o que constituye fAmofen un r.tií*i-
auLpLime o una apariencia Je ealraonlin-Rrio que puede nularsi- ¿II^UEIA^ ver<*>
*n el rmsnio Chatttf ijbrfrnd . especia I Tiente en jgs estulto* histútkas
5
2t> HAHUAL
El uso frecuente iU> tas antítesis es un vicio común en todas
las literaturas degeneradas, cornea en La del tiempo de Lue^no
y Séneca y en la de nuestros culteranos Uiltanse también ari-
tUefrís prodigadas, y entre elltis nu puO-j& sumamente frías, en
nuestros buenos autores especialmente en Granada
18. Gradación ó Climax* Consiste en ordenar las pala-
bras según el grado de importancia, fuerza o sucesión. Ejem-
l>[o de Orvaules : <En curio espacio de tiempo se pensó,
se consultó * se aprobó y se caminó á la ejecución. >
Otro ejemplo:
L.i boca empieza A abrírsele- los brazo P
A estilarse y caer; lánguido dobla
LA cerviE • luc^o el apacible sueno
Su* parpados le cierra
lista forma es rníce^arin siempre que hay aglomeración de
circunstancia*:, Esceptúase los poco? casos en 'que una fts es-
tas nos embarga deatal modo que debemos enunciaría desde
luego. Ejemplo*. «\. c¡ii^a este ídolo de maldición: destruyá-
mosb't por riu base, a* Murió: una lanza habia atravesado su
pecho.»
19. Amplificación, Causista en presentar un pensamiento
por diferentes aspectos o relaciones, a fin de producir una
impresión mas pro-lunch- Aunque esta lorina puede Humarse
lógica , úsala algunas veces la pasión : así un hombre enojado
se complace en recordar no- solo que i'ué insidiado • sino las
varias circunstancias del insulto. La amplificación se vale
muy á menú rio de La Enumeración de partes y de la Distri~
h\tcion que es una enumeración de parle* en cada una de las
cuales se niega o se afirma algo.
Todas estas Formas^ do que SG lia ahjisado uu HOCO , c\t^en
4jüe L-;ida Uiul (in- laí parte» ó elfcun*tancias añada abulia
luería & la idea principal. Bsbi consideración muestra de cuan
IJOCO vafor son las umplibcacionu* hechas simplemente para
amplificar ó para estender el discurso, y da razón del por-
qué muchas veces un simple rasflo ó sentencia dice masque
todassuí; glosas ó comentarios mas detenidos.
20. tíntre las formas ó figuras qiid pertenecen á la clase
ile lógicas, sueleo ponerse algunas que nosotros llamaremos
uriiticios retóricos: La Corrrccittn que consiste en modificar
una uspresion con otra que dice algunas veces menos y ge-
neraimeiiie mas que ella; la Concesión (|uc consiste en con-
cede]- ai contrario algún estremo, pero soio con el objeto
de hacer resaltar mas la verdad de nuestra proposición; la
Preterición que consiste en fingir que tfu pasa por alto algún
objeto del que realmente se va baldando; h DitbUacitm que
consiste cu fingir irresolución con respecto á un becho sobre
el eual se ba tomado ya un partido; U Suspensión que con-
siste en suspender artificiosamente la atención de los oyen-
DE RETORICA. 27
tes 6 lectores para sorprenderla tan algún rasgo inespe-
rado, etc.
Enumerase laminen h Transirían que mas l*fen Í(UC lisura
es mía necesidad iJe la elocución. Las panículas conjuntivas ,
adversativas, cío. forman pequeñas transiciones entre cláu-
sula y clausula; las relaciones de dependencia r contrarie-
dad, modilieatioiu ele, forman las verdaderas imiisiríone*
implícitas entre párrafo y parraYo; y las relaciones de C O I I I Ñ
güidad que présenla el mismo asunto cutre las varias mate-
rias deslíe se compone, forman las verdaderas transiciones
entre parte y parte de un discurso ó cnire capitulo y capi-
tulo. Sin embargo á veces puede el escritor valerse de tran-
siciones ingeniosas é imperceptibles para enlazar un puníu
con o t r o , cuando el arreglo de la materia mi las prescrita
hedías. Algunas veces pueden también prepararse las tran-
siciones.
2 1 . Formttt ¡miélicas. Enlre estas enumeramos la Excla-
mación v Ja hiterr&p&citm, ft>i'iwají i>ralori^s fáciles dt> dis-
tinguir por su forma gramatical correspondiente*
22. Nace la primer» de que el ¡mimo impelido por al-
guna pasión no acierta á valerse de la forma afirmativa \
solo fraila salida por medio de una forma interjectiva, Es-
ios ru.s^os de temor, admiración, amor, tste, cuando so»
oportunos,, es decir* cuando bien sentidos, nunca dejan
de obrar simpáticamente sobre los oyentes.
áó. La iUffirrfKjacttm oratoria consiste no en una prrffiíA-
íar sino una preposición ffuc despajamos de su forma enun-
ciativa ó afirmativa > revestimos de la interjectiva por la
razón de creerla cierta c incontestable.
2A. A la clase de formas patéticas pueden añadirse ; U\
reticencia que ex/síe cuando fa pasión noá impide terminar v
completar la frase ya empezada, y la iranitt que consiste en
valemos de espresiones que significan lo opuesto de lo que
queremos dar á entender. Como la ironía requiere un tono
particular en la pronunciación } tiene menos lugar en el
íerrgt/áje encalo, duitde pudría «'tucuras veces dejar <w duda
el verdadero sentido , que eu el pronunciado. El Bttrcüsmn
es el último grado de ironía.
En cuanto á La imprecación > deprecación, conmina-
ción, etc* debe decirse que se revisten generalmente de la
forma esetamali t»*?, y que SON ía expresión de diversa* pa-
siones , pero no una forma distinta*
t a pasión que pone en movimiento toda la naturaleza, se va-
le mucha? veces ite formas pintorescast especialmente de \u
apostrofe. Pero parece que por su naturaleza £& mas rápida y
severa que la imaginación y que no se complace como r*ú
en detenerse en una iftism& forma
2A MANUAL
25, Formas pintorescas' Descuella cutre estas l¡i perso-
nificación que consiste en atribuir cualidades humana* a los
seres iitfjiiiníulüs ó ¿ los abstractos.
El primer grado de h personificación se reduce á atribuir
uuu simple cualidad humana i\ un ser incorpóreo o abstrac-
to f COUIO cuando decimos tempestad furiosa; estas personí-
locaciones £e cotiLuudeii cotí las me-Ufam \ pueden »$av&e
sin grande calor en la imaginación. Algunas veces la* teyts
nos alargan la espada, (fice Cicerón hablando de la defensa
UnttU'uL
Otro ejemplo:
la codicia ün los brazos de la aueTte
Sí arroja al mar: la ira á las espadas,
¥ la ambiejonse rie du ía muerte. {Bioja.)
El segurado grado de personificación consiste en hablar
con ios seres inanimados como si tuerca capaces de oírnos
'Rompo olro vez, £ templo sanio, el velo;
Babiari. á piedras, de dolor tocadas , etc. 1
j Lope ¿le Vega--
Ksias jicrsonillcacioiiCft van comprendidas en el Apostrofe*
Vero no todos íos apostrofas son perionifiemfoms, puesto
que aquellas c\islen cuando habhmios con personas ausen-
Les ó fenecidas, aunque t! & ten \) hayan csiado dotadas de
vida. La iiuagiuacicut, <juc da origen i todas las huertas
apostrofes, nos prescrita cniíin testimonios de nuestras ac-
ciones y de nutriros asertos k jos ausentes? á las sombras
de nuestros antecesores y aun á los lugares y monumentos
consagrados por tm recuerdo impórtame.
Lít personificación Uc último gvado constata efl Atribuir
vida y habla á los seres inanimados, Deben ser dictadas por
mi ardiente entusiasmo como tas muchas que se hallan en
la sagrada Escritura.
Las personificaciones forradles de seres abstractos son muy
espuertas, y no pueden Yener cnlre nosotros tanta cabida co-
mí) entrií tos griegos y romanos, atendido ol carácter sina-
holico y alegórico de h\ religión de los dos últimos pu&t)íos.
2í¡- Hipérbole* Consiste en atribuir ¿t algún nbjelo cierta
cualidad que en rigor le corresponde t pero no en tan alto
grado como supone el «ine habla. La mejor regla para juzgar
de la oportunidad de las hipérboles es la de {Juintiliano. y
consiste en Í(UC, aunque IOÍMJC se dice sea inverosímil para
el que lo ave, no lo sea para el que lo dice»
«Los bárbaros no? sepultaron bajo SUS fldehasT JD dice UD
autor ftnCRo Esta hipérbole es bella; pero decir, como uno
de los nuestros: «LR3 ííechas Ufaron el sol y aun parecían
apocarle,» es usar de tina exageración eslravagante-
DE RETÓRICA* ü#
27. Imágcnts* Las imágenes son de Jos clases: simple
\ figuradas. LÜS primeras consisten en la represen Lición ó
rectiendo ¿fe un objeto visible , como ;
Cubre Ln gente el sucio;
Debajo tic las velas desparece •
La mar, etc.
Otro ejemplo:
Bu torno del agudo campanario
Blaac&s palomas yu&ters*
Las imágenes figuradas son Las esprcsiones emblemáticas
con que presentamos á los ojos una idea que por lo c o ni un
se espresaría abstrítetatncníe, eomu to de León psra pintar
al hipócrita:
i Golean sus manos sangre "mócenle y álzalas a Dios w~
mú íimpras. *
La Dsscripcivn qüo con&\ste en una suceü'wn de ttfíé^enes
Simple* no CÜ on rigor figura; transcribiremos sin embargo
b qtie dice Bíair sobre ¡0 mnlcria»
«La Descripción es la piedra ríe toque de \n imaginación
rttsí poeta, y la que distingue siempre 1 un ingenio original
ílel ¡rué no BS mas tpue capisl». Cuitnrio un ü¿erilor de segundo
íirdftü se propone describir Lit ndlurtilrzn > !ÍI encuentra acula-
da por los que Juban precedida £j> U UJJ^JIU) carrera, Jíada v^
de nuevo 6 peculiar *n el objeto üue va ó pintar: las nociones
que tiene ÍÍ<? él son v/ig/ts y^eftericA*; y *CM expresiones son
por consiguiente débiles y (z*Mier«lpsL Da palabras en lüpar de
ideas: y en medio. d& un lén^uíije verdaderamente descrip-
tiva y jiuéiicupinla ei objeto con yjoca ú ninguna tuz y clari-
dad. Pero el verdadero poeta nos lmce imaginar que vernos
la natura)t7¿ con nuestros propios o¡u$: nos Ja presenta con
las facciones que la distinguían: la da un colorido devidej y
de verdad T y ía coloca bajo uo punto rtt3 vista que pudiera
Kuiar al pinto i- que tratara da copiarla Rata tálenlo feliz débe-
se priacipálmeme & una fuerte írnuKiriaciun; ia üual recibtt
primero una impresión vivísima d*í objeto; y escociendo y
empleando las circunstancias propias para describirlo, Iras
roüe B*t Jojfl su fuerza a \a i(Bu%in9cioft deoíro* sqo&ila mis-
ma impresión. En esta elección de citen n&laucias esia torio
el arte rte ta descripción pintoresca , etc.w
28, Por lo que hace a} uso Je tos /¿guras cu peperaJ debe
advenirse i,° que no son ellas, sino el sonlimienio que tos
dieta, lo nue constituye su mérito, y que el sentimiento
existe muchas veces e¿ el letigunjü tit&s Mano. 2.ft Que tos
figuras eslítn eu su lugar donde predomina un grado mode-
rado de elevación y de sentimiento, y aun allí solo contri*
httyen aíremiosearc/ discurso T cwan<ío estriban en un pen-
samiento Sólido y en un sentimiento natural; es decir >
euando nacen de s u j o , sin esfuerzo , ni aiencmn ^íriiru-
lar rfeí effrritor.
30 MANUAL
Las ventajas de las figuras son entonces las siguientes:
1. a Enriquecen y hacen copioso el lenguaje*
2 + a Dan dignidad al estilo.
5, J Xos dan el gusto de gostar de dos objetos á un tiem-
po y sin confusión ; de la idea principal que es asumo del
discurso y de la accesoria qire le da el vestido figurado.
Vemos una cosa en otra , dice A r islote tes.
V * Ademas las figuras \;m acompañadas de la ventaja de
darnos frecuentemente una idea mas clara y viva del objeto
priuciiiaUíuG taque uuulliamos si se c&pcesa&e; en Léraunosi
sencillos y desnudo de las ideas accesorias.
Ejemplo de Joun#: «Cuando profundizamos demasiado
oit el placer , estiumüa siempre un sedímeiUa que Lo liacc
ímpuru y nocivo* »
A estas observaciones de Blair tal vez no será inútil añadir
la siguiente:
La figura es la forma estertor que toma el sentimiento o" ía
fantasía ; puedo compararse á la cspresion de nuestros afectos
por medio de la fisonomía; i cuanto mas efecto producirán
nuestras palabras, si los rasaos de nuestro rostro acompañan
y encarecen lo que ciquella? dicen ! De \n misma manera: val-
drá mas y hará mas efecto uno idea si se reviste de una fer-
ina expresiva y poco íomun» Ve-ro del mi sena modu^u& seria
afectado y ridiculo que al apresar una palian peonásemos en
las arrugas de nuestra frente y en los pliegues de nuestros
labios, seria absurdo andar a casa de espresiones figuradas
euand" debo absorbernos la importancia de la idea- En resu-
men los modos de decir singulares y privilegiados que se Do-
man tropos y figuras nacieron a impulso» del corazón v del
acaloramiento de la fantasía y cu vatio se esfuerza el escritor
ingenioso en suplir por medio de ellos famaeTa y corazón.
Debemos ademas tener presente el bel Jo dicho de Fenelon
acerca de Dcmdstcnes : «se valia de las palabras como un
hombre modesto del vestida »
Sin embargo de todo lo dicho y de la necesidad de adquirir
en esta parte un Busto extremadamente severo P no debemos
olvidar que no todas las figuras tienen la misma importancia
ni suponen el mismo Erado de entusiasmo. Hay modos figura-
dos quo contribuyen d Ja tersura y & la elegancia del estilo y
que forman una verdadera belleza", aunque no bellezas de un
orden superior. Mochas veces t-s 5a desidia la ímica cansa
de que no «parezcan en el escrito: una fuerte atención al asun-
to y fllgun esmero en desarrollarlo hac-ejí siempre dar con
aquellas gracias que mas que el corazón ó la fantasía dicta el
ingenio, pero que escocidas por un gusto recular contribu-
yen a la fuerza , 6 la elegancia y aun á la claridad de la elo-
cución ».
I Por ]o r|Uc aquí se dice, pitcdc tvhnrstf rf£ ver que admitimos r o m o
reí le* csttirl(Jr+ corno nierljti fie HHtfFincia a\ \t$o Me algunos trapos y figuras.
Cal p u t d t win*uleirMs* «v tfacta t i t i * m u c h a * raptttcVoitís , * l d t Hl-gitua*-
DE fíETÚflfCA. oí
CAPÍTULO V I I .
DE LOS PENSAMIENTOS.
Este breve resumen dot Iraladu del Sr. Hermosilia sobre los
pensamientos r bastará para dar tina idea á& las antecedentes
DE RETÓRICA. 3,'
clasificaciones! sumamente útiles, bien que no tan aplicables^
casos prácticos couw parece £ primera vj#ja. j j tratar v\ g. de
1a verdad de los pea semientas hay que advertir que será 0
no creída ta!, según sean las convicciones del autor, y que en
mafen'n? üpííifliítfs solo debe exigfrseíe que hable sincera-
mente 6 de buena fe . concienzudamente como ahora se dice
Esta es la medida de la verdad del pensamiento en la mayoj;
pane de los casos: tal nensamiento conjetural, tal razon'dtí
analogía , de armonio fie congruencia que usadas por un es-
crilor sincero produciré r> e) mejor &tec\o por razón de a c -
recer en el escrito con la misma Tuerza que en su alma , em-
pleadas como pruebas positivas y concluyenles por un autor
ambicioso de efecto? y decidido á probar su upínion á cual-
quier costea no presentarán el necesario carácter de convence
miento y por consiguiente fa verdad, al mismo tiempo rjue
de solidez.
Tal vez tampoco será ocioso advertir que en mucho? de
noesír/w escritores del siglo XVJI p se haJJan sobradas muestra*
de pen&omientc-s faltos de lo última cualidad que hemos men-
cionado y que entre otros, excesivamente in^enio&os, es de-
cír, entiles y alambicados, no pucos manoseados y triviales.
CAPÍTULO VIII.
EST1LÜ.
4
sa MANUAL
CAPITULO I X .
SEGUNDA PARTE.'
CAPÍTULO X.
CAPÍTULO XI.
COMPOSICIONES HISTÓRICAS.
CAPÍTULO XII.
CAPÍTULO XIII.
PARTE TERCERA.
POÉTICA Ó TRATADO DE LAS COMPOSICIONES
POÉTICAS.
ELOCÜCION POÉTICA.
CAPITULO XV.
ARTE MÉTRICA CASTELLANA,
i. Metro* — i , ívkínonros ij c | verso ciiftteilanti. — 3. Numero rlc sflíih.™
— 4. ^oUicAoluft (le lo* acírnlt>RH— tí, ftlma.—«, Vario* ínrlrqs.
CAPÍTULO XVI.
CAPÍTUX.0 X V I I .
CAPÍTULO XVIII
CAPÍTULO XIX-
CAP, 1 Preliminares 3
CAP. II Elocución •*
CAR HL„, Del lenguaje - ibid.
CAP. IV De tas espresiones 10
CAP. V* De tas cláusulas* • 13
CAP, VI Lenguaje figurado ó accidentes de la es-
presión. » , , „ . * . . * . 19
CAP. Vil.... De los pensamientos 31
CAR VIII... Estilo 35
CAP- lXm... SEGUNDA PAUTE.—Tratado de kts compo-
íici'&nts prosaicQf. - 3&
CAP. X Tratada de Uis composiciones oratorias. . 39
CAP. 4J Composiciones históricas -14
CAP. XII,.., Composiciones didácticas y epislolarvs. M*
CAP, XIII,., PABTE TEELCEBA,—Poética ñ tratado de tan
composiciones poética* 4K
CAP. XIV t „ Elocución poética ¿¿id.
CAP, XV.*.. Arte mélrita c&siBlia'ña 41
CAP. XVI... Arte métrica (atina 30
C\P, XYll.» Poemas menores (poesía í i r ú a , dítídclica
*» • 'O
BIBLIOTECA DE CATALUNYA
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