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El rol del docente en la sociedad colombiana ha sido de ser el principal promotor de cultura y de valores

fundamentales que a este pais le ha hecho falta, a lo largo de las decadas, los docentes de distintos
tiempos ha ido moldeando el perfil de multiples personas que hoy en día son grandes personajes, todos
y cada uno de ellos ha hecho un esfuerzo por aportar algo perdurable a la memoria colectiva, no
obstante esto se ha visto poco reflejado, a medias, ya que es una profesión que sido marginada e
infravalorada a niveles estatales, esto a consecuencia de los nefastos gobiernos que dedican mínimas
cantidades de inversión a la educación; después están las cuestiones de por qué abunda y reina la
pobreza en los lugares mas remotos y olvidados del país. En otros lugares, ellos son el pilar principal de
la sociedad, sin docentes no habría politicos, medicos, etc.

Es persistente aclarar que los docentes son de las personas mas entregadas y apasionadas por lo que
hacen, porque, no muchas personas se atreven a soportar durante casi 9 horas de trabajo a individuos
que en cierta parte no estan interesados en prestar atención a lo que dicen, la paciencia es una virtud
excepcional en aquellos que quieren afrontar el reto, ademas de que deben de estar muy involucrados
en esos estudiantes que generan problemas o en los que tienen particulares dificultades de aprendizaje,
la comunicación y la unión con las familias de los jovenes que esta formando es un punto a favor de la
contribución de la buena adquisición de conocimientos por parte los alumnos. Su labor esta encaminada
a orientar la buena percepcion del ser humano frente al medio en que se desenvuelve. Las convicciones
e ideales que transmite a sus estudiantes han de hallar solucion a las tensiones que se observan entre su
labor social o empleado del Gobierno. Una de las grandes batallas de los docentes es cuando existen
estudiantes problemas y llenos de ego que se escudan en sus progenitores y ahí es cuando salen a
relucir las chispas entre la autoridad y la parta implicatoria, muchas veces resultantes en infamias y
falacias, sin embargo, si se defiende con capacidad y perspicacia en pedagogía y ciencias de la
educación, es sencillo que obtenga la victoria con audacia y orgullo.

El reto del docente es tomar distintos modelos, investigaciones, prácticas, estrategias y otros recursos
para modelar un estilo propio que combinado con la propia formación, talento y personalidad pueda
mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje sobre el escenario de la educación de tal manera que se
promueva la construcción de sociedades del conocimiento.

Retomando a los problemas que afectan a los docentes, existe un factor que supone una amaneza para
el sano desarrollo de la educación, ese contexto, el trabajo por la igualdad de oportunidades, discurso
hegemónico, lejos de ser un elemento de lucha por la justicia social, se convierte en un elemento que
consagra las diferencias. La idea es sencilla, mientras todos tengan las mismas oportunidades para
acceder a cualquier puesto de trabajo, a cualquier estrato social, las desigualdades no son tan graves,
están justificadas. Sinceramente, nos cuesta pensar que el trabajo de unas personas vale diez, cien, mil
veces más que el de otras apelando a las leyes del mercado. Frente a ello, parece necesario cambiar el
enfoque de la igualdad de oportunidades por la igualdad de posiciones, esto es algo habitual en países
como este, donde se mira por debajo del hombro a docentes que realmente estan capacitados y poseen
grandes cualidades junto a su trabajo cualificado para dar todo el potencial que require.
Se trata de buscar una distribución de la riqueza y asegurar a todas las personas una base aceptable de
condiciones de vida, de educación, de seguridad y cabe destacar también el valorar y apreciar el
empeño que hacen por los futuros componentes de la sociedad.

La educación, como no puede ser de otra forma, está directamente comprometida, sufre en carne
propia, puede ser el camino para salir de la ignorancia, pero también puede ser el elemento que
contribuya a que la crisis actual de la falta de empatía deje una huella en la inequidad de la cual nos va a
costar décadas salir. Efectivamente, de un lado, y como a nadie se le escapa, con la excusa del control
del déficit se están dinamitando las bases de una educación de calidad con equidad para imponer los
principios ideológicos más reaccionarios. Los recortes en docentes, en ayudas, en inversión superan el
recorte medio del gasto de las Administraciones. La crisis es usada como una excusa para la imposición
de una visión de la sociedad.

Sin la educación difícilmente podemos salir de esta crisis. Es más, si no se aprovechara la crisis para
replantearse el tipo de sociedad que queremos, el tipo de educación que necesitamos para lograrla,
sería una oportunidad perdida de efectos inimaginables.

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