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¿Cual es la filosofía curricular y el diseño del sílabo que subyace en el

documento de reforma de las lenguas extranjeras?

Una vez leído y analizado el texto, extraemos como conclusión que el


sílabo que subyace en este documento, es claramente procedimental. Para
llegar a esta conclusión partimos inicialmente de los dos tipos de sílabos que
quedan contemplados en las referencias tomadas en clase, es decir:

-Proposicionales
-Procedimentales.

Los proposicionales, tanto sintéticos como analíticos, como por


ejemplo el programa tradicional (introduciendo elementos gramaticales de
forma acumulativa) y el método nocional-funcional, respectivamente, no se
adaptan a la reforma de las lenguas extranjeras cuyo objetivo primordial de
aprendizaje no es la lingüística o la descripción del sistema, sino del uso de la
lengua, la comunicación.

En los procedimentales, no se busca tanto la teoría que sustenta la


lengua, sino la reflexión y práctica de la comunicación y tiene claro que el
lenguaje se adquiere y desarrolla en contextos comunicativos y para
comunicarse. Pero el hecho de que prácticamente nos desvivamos por
conseguir un nivel de comunicación óptimo, no implica un olvido de la
gramática, en absoluto. Ya, tan solo en el intercambio comunicativo, se
adquiere el conocimiento de una gramática implícita, una competentica. Un
saber implícito que no se limita a las reglas por las que se construyen
correctamente las oraciones de una lengua, sino que se extiende hasta el texto o
discurso.

No solo enfoca la enseñanza de una lengua desde ese elemento de


comunicación en su comprensión más reducida, es decir el mero hecho de
llegar a una compresión o entendimiento entre dos o más personas, sino que va
más allá de esta significación comprendiendo el vocablo en su sentido amplio,
en el que entrarían temas tan importantes como el estudio de la lengua y del
contexto socio-cultural. Es decir, no es solo el hecho de comunicarse, sino el
saber cómo comunicarse. De que forma saludar, distancias a mantener,
expresiones adecuadas al nivel de cortesía y en definitiva costumbres y todo
aquello relacionado con la cultura y la sociedad en la que se asienta la lengua
que enseñamos.Es necesario que el lenguaje se adquiera y desarrolle en
contextos y para la comunicación. Claro es que no usaremos un mismo modo
de expresión en una reunión, que cuando charlamos con un grupo de amigos,
por ello, se hace necesario el estudio de la lengua dentro de estos diferentes
contextos y en que medida debemos emplearla para un óptima comunicación.
Se analiza por tanto el uso del código oral o escrito, comportamiento y normas
sociales, marco formal o informal, etc.

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La metodología tiene en cuenta que la competencia comunicativa no es
saber que podamos transmitir desde fuera, sino que los hablantes construyen
movidos por la necesidad de comunicarse. Exige unos procedimientos o
estrategias de enseñanza abiertos a la diversidad de estilos de aprendizaje de
nuestros alumnos y a la diversidad de situaciones de comunicación. Por todo
ello, la metodología se plantea puntos como redefinir o negociar los objetivos
marcados (propio de sílabos procedimentales), definir las necesidades en el
ámbito de contenidos, la selección de materiales y de métodos de trabajo
adecuados, determinación de lugares, tiempos y ritmo de aprendizaje,
evaluación de resultados individuales o colectivos y corrección de la propuesta
pedagógica inicial.

El profesor entra a formar parte de lo que llamamos un aprendizaje


interactivo. Ya no es aquel que posee saber y lo transmite, sino el que hace
posible que los alumnos quieran, sepan y puedan aprender, o sea, que el
profesor crea las condiciones adecuadas para que el proceso de aprendizaje se
produzca normalmente y en un contexto interactivo. Así como los alumnos
deben “aprender a aprender”, el profesor, debe aprender progresivamente a
facilitar dicho aprendizaje. El discurso que el profesor da en el aula, no es
únicamente el típico discurso didáctico, crucial por otra parte para el éxito o
fracaso escolar, sino una gran variedad de discursos. Esto exige una gran
cantidad de material lingüístico que responda a una gran variedad de
situaciones de comunicación, tanto orales como escritas, y a todos los tipos de
discurso, tanto el literario como los propios de la comunicación con finalidad
únicamente práctica. Teniendo en cuenta esto, es muy conveniente y casi
imprescindible, que los materiales de base, los textos, sean documentos
auténticos que permiten que aparezca toda la complejidad de la comunicación.
Además debemos aportar temas sugerentes y próximos a las experiencias
lingüísticas y culturales del alumnado.

En cuanto a la evaluación, debe extraerse esta y tener por objeto el


conjunto del proceso educativo y de los aspectos del aprendizaje lingüístico. Es
especialmente importante la evaluación de los factores que intervienen en la
globalidad del proceso (adecuación de la planificación de actividades a la
realidad del aula y a los objetivos propuestos, intervención del profesor,
coordinación del equipo educativo, …). El proceso de evaluación evita por
tanto el evaluar por separado las actividades correspondientes a los distintos
bloques como si los objetivos de cada uno de ellos no estuvieran relacionados
y centrar la evaluación en los aspectos más fácilmente cuantificables
(conceptos gramaticales, descripción de paradigmas, etiquetación de formas
gramaticales, …). Todo esto no estaría de acuerdo con los objetivo y la
naturaleza del aprendizaje que se propone en el sílabo. Además debemos
enseñar a nuestros alumnos a que sean capaces de auto evaluar su propio
aprendizaje. Del proceso de evaluación el profesor extrae conclusiones en los
aspectos de adaptación si es necesaria del Diseño Curricular Base, de los
materiales curriculares y del proyecto de centro a las condiciones de la práctica
docente; planificación de las actividades o tareas que contemplen diversos

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tipos de aprendizaje; modificación de la planificación de las actividades o
tareas a partir de los logros o dificultades obtenidas; y diseño, aplicación
interpretación y crítica de los procedimientos de observación y otras fuentes de
información para la evaluación del aprendizaje lingüístico y comunicativo.

En resumen, al finalizar la educación primaria, los alumnos habrán


desarrollado las capacidades enunciadas en los objetivos generales que apunto
a continuación:

1. Reconocer y emplear la lengua extranjera como vehículo


comunicativo.
2. Introducir el funcionamiento y aspectos formales propios de la
lengua extranjera.
3. Utilizar los recursos que ya se poseen de la lengua materna y
ponerlos en práctica en el aprendizaje de la lengua extranjera.
4. Desarrollar la conciencia de lo que supone el aprendizaje de una
lengua extranjera para poder marcarse objetivos propios.
5. Aceptarla esta lengua como un vehículo de comunicación.
6. Mostrar una actitud abierta hacia la cultura extranjera.
7. Aceptar los comportamientos distintos que supone la utilización de
otra lengua.
8. Aceptar lo que otras culturas pueden ofrecernos como forma de
enriquecimiento de la nuestra propia.

Los contenidos abarcaran la lengua como un instrumento de


comunicación, como instrumento de reflexión, como instrumento de
autonomización y como portadora de la dimensión socio-cultural.

Todos estos contenidos del documento, nos hacen llevar a la conclusión


primera del sílabo procedimental, que en definitiva se acerca claramente a la
enseñanza-aprendizaje de hoy en día, conclusión clara en vista del resumen del
contenido y puntos clave expuestos durante el desarrollo de la respuesta.

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