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BLOQUE II. EL SER HUMANO: PERSONA Y SOCIEDAD.

TEMA: EL ANIMAL HUMANO: ORIGEN Y EVOLUCION.

1. FILOGÉNESIS.

2. TEORÍAS SOBRE EL ORIGEN DEL SER HUMANO.

-FIJISMO.

-EVOLUCIONISMO: LAMARCK

DARWIN

TEORÍA SINTÉTICA.

3. EL SER HUMANO EN EL PROCESO EVOLUTIVO.


(documental).

Esquema evolutivo de los homínidos.

(Complementar con la lectura de los textos 4,5,6,7,8,9)

4. DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE LA
HOMINIZACIÓN Y DE LA HUMANIZACIÓN.

5. REFLEXIÓN FILOSÓFICA:

SOCIOGÉNESIS

SENTIDO DE LA EVOLUCIÓN (ejercicios).

DARWINISMO SOCIAL (Internet. FILOPOLIS.NET)

http://www.xtec.cat/~lvallmaj/palau/darwin2.htm

6. TEXTOS
INTRODUCCIÓN

El ser humano se ha preguntado siempre sobre sí mismo.

Este interrogante sobre nuestros orígenes nos lleva a la comprensión


del lugar que ocupamos en el cosmos en relación con el resto de
animales.

Comprender cómo surgió nuestra especie y cómo adquirió los rasgos


distintivos, nuestro origen biológico es fundamental para saber quiénes
somos y a dónde vamos.

1.- LA FILOGÉNESIS

Filogénesis (del griego fylon, “especie” y génesis, “generación”) significa


generación de las especies y hace alusión al hecho de que unas especies
proceden de otras.

Tal proceso se conoce con el nombre de evolución y, aunque su


interpretación plantea problemas enormemente complejos, en la actualidad
se considera un hecho indudable. La vida se manifiesta según una sucesión
de formas escalonodas en las que las posteriores se derivan de otras
anteriores y, en último término todas las especies de seres vivos conocidas
no son sino fruto de la evolución otras precedentes.

2.- El SER HUMANO EN EL PROCESO EVOLUTIVO

Salvo alguna que otra opinión aislada (por ejemplo, la de Anaximandro que
sostuvo en el siglo VI a. C. que todos los seres vivos procedían del agua y
que el ser humano había surgido de los animales), hasta el siglo XIX, casi
la totalidad de los Científicos adoptaron una posición fijista, según la cual
se aceptaba la invariabihdad de las especies.

Fue en el sigloXVIII cuando comenzaron a surgir las ideas evolucionistas,


debido principalmente a la nueva mentalidad aportada por la Ilustración
(Condorcet, Buffón Soulavie), y se difundieron a partir de mediados del
XIX.

A) Lamarckismo
Jean Baptiste Lamarck fue el primer científico que elaboró una teoría
completa

sobre la evolución, presentándola en 1809 en su libro Filosofía zoológica.


Como muchos científicos de su época, creía que los seres vivos se
encontraban dotados de una fuerza interior que les empujaba a desarrollarse
de una manera adecuada y positiva, multiplicando sus formas y sus
órganos, y de la cual los procesos evolutivos constituían una manifestación.

Su teoría se basaba principalmente en dos principios:

a) La función crea al órgano. Todo órgano que se usa reiteradamente


tiende a desarrollarse y a aumentar su capacidad; en cambio, el órgano que
no se utiliza se atrofia y puede desaparecer.

b) La transmisión de los caracteres adquiridos. Algunos de los cambios


o variaciones experimentados por ciertos especímenes se transmiten a los
descendientes, dando lugar al surgimiento de nuevas especies.

Lamarck suponía que la estabilidad de las especies guardaba una estrecha


relación con la estabilidad del medio. Las alteraciones que éste (el clima, la
vegetación, los alimentos, los peligros) experimentaba afectaban a los seres
vivos, que se veían obligados a alterar el modo de satisfacer sus
necesidades y, en consecuencia, variaban también sus comportamientos, es
decir, sus actos. Debido a ello, adquirían órganos y conformaciones nuevas
(modificaciones en sus miembros, en su talla, en su forma, en las
proporciones de su organismo, en su destreza).

Lamarck ilustró su concepción con varios ejemplos: la jirafa, para


alimentarse, tiende a esforzarse por conseguir los mejores brotes del follaje
de los árboles, que suelen encontrarse en las ramas más altas. Debido a ello
“todo su cuerpo tira hacia arriba”: las patas delanteras son más largas que
las traseras, la cerviz es elevada y el cuello largo. Las aves palmípedas, al
moverse en las zonas pantanosas, con el fin de permanecer a flote, tienden
a separar los dedos, lo cual hace que se desarrolle entre ellos la piel que las
caracteriza.

B) La crítica contra Lamarck. El fijismo

Las teorías evolucionistas tuvieron escasa resonancia en la primera mitad


del siglo XIX. En primer lugar, tanto las autoridades religiosas como las
científicas daban por supuesto la invariabilidad de las especies. En
segundo, el enorme prestigio del naturalista Georges Cuvier (1769-1832)
ahogó la posible influencia de Lamarck (“Nadie se toma en serio sus
teorías -decía al respecto- para que merezca la pena refutarlas”). En tercero,
sus principios resultaban fáciles de rebatir, pues no resultaba sencillo
apercibirse de que los organismos responde a la acción del medio, ni de que
las modificaciones adquiridas se transmitiesen los hijos. A primera vista,
más bien parecía lo contrario, por ejemplo, los hijos de padres mancos no
nacían mancos.

Sin embargo, Cuvier llevó a cabo notables aportaciones en el campo de la


paleontología y en el de la anatomía comparada, y, curiosamente, sus
trabajos contribuyeron en gran medida al estudio de los fósiles y al
afianzamiento de las teorías evolucionistas; pero él, sin embargo, fue
radicalmente fijista, y mantuvo tanto, la invariabilidad de las especies
animales como la de las vegetales. Ahora bien; sus propias investigaciones
paleontológicas le mostraban que a lo largo de Ios tiempos unas especies
habían desaparecido y habían aparecido otras nuevas. ¿Cómo explicar este
hecho? Cuvier lo hizo recurriendo a una teoría policreacionista: hubo
diferentes creaciones sucesivas, separadas por grandes cataclismos
geológicos, el último de los cuales sería el del diluvio universal, tras el cual
Dios había realizado su última creación.

C) Darwin

Charles Darwin (1809-1882), en el año 1858, presentó su teoría de la


evolución y, al año siguiente, publicó “El origen de las especies”. En esta
obra explica el proceso evolutivo basándose en dos factores: la
multiplicación de la descendencia y la selección natural. Según esto, los
descendientes, incluso los de una misma pareja, son diferentes entre sí y
por otra parte, todos los seres vivos tienden a multiplicarse cuanto se lo
permite su medio. Ahora bien, por este mismo camino, tarde o temprano
llegan a saturar su hábitat, y, una vez que ocurre esto, se ven obligados a
luchar entre sí por la supervivencia, y en tal lucha perecen los individuos
menos aptos y sobreviven los mejor adaptados (selección natural), siendo
éstos los que se reproducen y los que transmiten sus caracteres a los
descendientes.

La teoría de la selección natural se basaba en cuatro premisas:


a) Superproducción. Cada especie animal o vegetal tiende a multiplicarse
hasta saturar su hábitat.

b) Variación. La abundancia favorece la variedad.

c) Competencia y conflicto. Pero dadas la situación de saturación y varie-


dad, resulta inevitable el surgimiento de la competencia y el conflicto
(influjo de las ideas del economista Thomas Malthus).

d) Supervivencia de los más aptos. Una vez surgido el conflicto, los indivi-
duos que posean las combinaciones más favorables tienen mayores proba-
bilidades de sobrevivir.

Estas ideas permitieron a Darwin prescindir de cualquier presupuesto


determinista o finalista y mantenerse en un mero juego de las fuerzas
físicas y biológicas: la evolución carece de todo tipo de dirección,
dependiendo exclusivamente del juego de las fuerzas, siempre variables,
que intervengan en ella. En resumen, no pueden establecerse a priori qué
condiciones resultan más aptas.

Ambas posiciones, sin embargo, dejaban sin explicar -el mismo Darwin fue
consciente de ello- el núcleo del problema de la evolución: por qué se
producen estas variaciones y por qué determinadas variaciones de los seres
vivos eran hereditarias y otras no.

D) Teoría sintética de la evolución

La razón de esta deficiencia hay que ponerlo en la imposibilidad de


distinguir científicamente en esa época entre modificaciones,
transformaciones de los seres vivos que no son hereditarias, y mutaciones,
alteraciones del patrimonio de una especie y que sí lo son.

En la actualidad, el mejor conocimiento de la selección natural, de las


mutaciones y de los mecanismos de la herencia biológica ha permitido
formar un cuerpo de doctrina, que se conoce con el nombre de teoría
sintética de la evolución, o neodarwinismo, y que explica la evolución de
los organismos de manera bastante coherente, aunque no sin lagunas, como
ocurre con toda teoría científica.

Las tesis fundamentales de esta teoría son:


a) Los caracteres de los organismos experimentan variaciones hereditarias
por efecto de las mutaciones, que se producen al azar y que son
relativamente frecuentes en todas las especies.

b) La naturaleza realiza una labor selectiva y anula a los individuos que


resultan con genes desfavorables para sobrevivir en un determinado
ambiente o para competir con otros individuos mejor dotados, quedándose
con aquéllos cuyos genes les hacen más aptos para adaptarse al medio, por
lo que existe una variación progresiva de todos los vivientes, en el sentido
de una mejor adaptación.

La mutación ocasiona al azar las variaciones y la selección natural dirige el


curso de la evolución eliminando las variedades no adaptativas.

2. EL SER HUMANO EN EL PROCESO EVOLUTIVO.


(documental).

Esquema evolutivo de los homínidos.

(Complementar con la lectura de los textos 4,5,6,7,8,9)

Una vez que las teorías evolucionistas dieron cuenta de las líneas maestras
de la evolución, la ciencia (la paleontología, la biología, la genética y la
inmunología) ha ido precisando los escalones concretos de este proceso. La
ciencia ha explicado cómo, a partir de los primeros organismos
multicelulares, se llega hasta el ser humano.

Las clasificaciones que muestran los orígenes del hombre, a partir de la


evolución de los primates, están sujetas a frecuentes cambios, debido a la
rapidez con que avanzan las investigaciones en estas cuestiones.
3. DEL MONO AL HOMBRE. DEFINICIÓN Y
CARACTERÍSTICAS DE LA HOMINIZACIÓN Y DE LA
HUMANIZACIÓN.

Ahora que ya hemos analizado las líneas maestras de nuestra evolu-


ción y el parentesco del ser humano con otros primates, debemos se-
ñalar los cambios más importantes que se produjeron en los
homínidos: la posición erguida, la liberación de las extremidades
superiores y el desarrollo cerebral.

Posición erguida. Los estudiosos de la evolución coinciden en


destacarla como un cambio evolutivo sustancial. A diferencia de
otros primates, los antepasados del ser humano se caracterizaron
por la marcha bípeda, es decir, caminaban sobre los dos pies, sin
utilizar como apoyo las manos. La marcha vertical o erguida
provocó una serie de cambios anatómicos: cambios en Ia
curvatura de la columna, fortalecimiento del cuello..., pero, sobre
todo, permitió la observación de mayores áreas de espacios
naturales y la liberación de las extremidades superiores en los
desplazamientos.

Liberación de las extremidades superiores. Caminar erguido


sin utilizar las extremidades superiores permitió que las manos se
especializasen en funciones distintas de la marcha: la
manipulación de objetos, la caza, la defensa o la construcción.
Las manos sustituyeron a la boca como órgano de defensa y de
trabajo, y posibilitaron la utilización e invención de toda clase de
instrumentos. Sin embargo, para poder fabricar y manipular
objetos no es suficiente tener las manos libres, sino que es
necesario, también, poseer una serie de capacidades que dependen
de la existencia de un cerebro desarrollado y complejo.

Desarrollo cerebral. Entre los Australopithecus y el Homo


sapiens sapiens, el tamaño del cerebro se triplica y, sobre todo, se
hace más ccmplejo. Aunque se desconocen las causas exactas que
propiciaron este aumento cerebral en los homínidos, muchos
estudiosos coinciden en destacar que la liberación de las manos
pudo ser el estímulo de este desarrollo. Cuanto mayor sea la
pericia en la manipulación y fabricación de objetos, mayor será la
capacidad para idearlos y concebirlos. Y al revés, a mayor
capacidad cerebral, mayor destreza manual.

El desarrollo cerebral de la especie fue el elemento que hizo


posible la aparición de las capacidades técnicas y simbólicas del
ser humano.

- Capacidad técnica: es la capacidad de fabricar y utilizar


instrumentos para modificar el entorno y, así, satisfacer nuestras
necesidades. Tanto las toscas herramientas de piedra del
Paleolítico como el láser son consecuencia de la capacidad
técnica del ser humano. A lo largo de la historia, puede apreciarse
un aumento en el grado de eficacia y sofisticación de los métodos
y productos técnicos.

- Capacidad simbólica: es la capacidad que posee el ser humano


de crear y expresarse por medio de símbolos. Los símbolos son
signos, porque están en lugar de otra realidad a la que representan
y sustituyen. Así, un semáforo en rojo simboliza o representa una
orden similar a prohibido pasar.

Los símbolos, además, son convencionales, es decir, no


mantienen ninguna relación causal ni de semejanza con la
realidad a la que representan, sino que la relación que los conecta
ha sido establecida por las personas. Entre el disco rojo y la
prohibición de pasar no existe ninguna conexión natural de
semejanza o proximidad, sino que establecemos su relación
artificialmente.

Una manifestación fundamental de esta capacidad es el lenguaje


articulado. Gracias al lenguaje, el ser humano es capaz de
realizar generalizaciones y abstracciones, y referirse a realidades
pasadas, futuras o imaginarias. Los animales, aunque pueden
emitir y entender signos que expresan emociones básicas, como
dolor, alegría, temor, rechazo o atracción, no pueden expresar
realidades más complejas, como instrucciones, teorías, reglas o
valoraciones. El ser humano, en cambio, mediante el lenguaje, sí
puede hacerlo.
La capacidad simbólica y el lenguaje humano, además,
constituyen los cimientos de la dimensión cultural humana: el
arte, la ciencia, la moral, la religión... Todos estos fenómenos que
forman la cultura son posibles gracias a esta capacidad.

HUMANIZACIÓN-HOMINIZACIÓN

Los seres humanos somos miembros de una especie biológica


cuya constitución culmina en la creación y el desarrollo de la
cultura. La evolución del ser humano tiene, por tanto, dos
aspectos fundamentales: de una parte, el proceso evolutivo, que
conduce hasta la especie biológica humana; de otra parte, el
proceso de desarrollo cultural, mediante el cual los miembros de
la especie humana regulan sus relaciones con el medio físico, así
como sus relaciones sociales. La génesis del ser humano en
sentido pleno no puede entenderse sin tener en cuenta ambos
aspectos.
El conjunto de transformaciones de carácter anatómico y
fisiológico que se han incorporado definitivamente al patrimonio
genético de la especie humana son producto de lo que se suele
denominar con el término “proceso de hominización”. En este
sentido, el perfeccionamiento de la bipedestación, el desarrollo de
los dispositivos fisiológicos adecuados y necesarios para la
fonación, el hiperdesarrollo del cerebro y la prolongación del
proceso de maduración (infancia), estarían incluidos dentro de
este proceso.
Por otra parte, las transformaciones que afectan
fundamentalmente a las relaciones con el medio (fabricación de
instrumentos) o a las relaciones con los propios congéneres
(cooperación, distribución de tareas, organización social) y a la
comunicación (desarrollo del lenguaje) se incluyen dentro de lo
que se suele denominar “proceso de humanización”.
Los procesos de hominización y de humanización se consideran a
veces como si se tratara de dos procesos sucesivos: primero
habría tenido lugar la hominización y después la humanización.
Sin embargo es esta una visión errónea ya que se da entre ambos
procesos una influencia recíproca: una cerebración mayor hace
posible la fabricación de mejores instrumentos, y ésta, a su vez,
actúa sobre la evolución favoreciendo la selección natural de los
individuos más cerebrados.

7. REFLEXIÓN FILOSÓFICA:

SOCIOGÉNESIS
Si los consideramos desde su desarrollo y formación, los seres humanos se
caracterizan por la amplia duración de su dependencia infantil. En casi todas
las especies de los vertebrados, sus descendientes pasan por una etapa más o
menos larga en la que dependen de sus progenitores en cuanto al alimento, la
protección y la «instrucción». En el caso de los seres humanos este periodo de
dependencia es mucho más amplio que en cualquier otra especie, lo cual se
debe a la lentitud de su desarrollo somático y fisiológico.

Esta lentitud en el desarrollo somático y fisiológico tiene sus repercusiones en


los planos psicológico y social: el niño va formando su personalidad y
adquiriendo las destrezas y la cultura de su sociedad lentamente, mediante un
largo proceso de aprendizaje. Y así, si en los niveles somático y fisiológico la
diferencia radical entre los animales y los humanos reside en el tamaño y la
complejidad del cerebro, en los aspectos psicológico y social está en que
mientras los animales viven dentro de su especie y la herencia genética resulta
en gran medida determinante de su comportamiento, los seres humanos, en
cambio, viven en la cultura de su sociedad y son libres para dirigir su conducta.

Vemos, pues, que la sociogénesis resulta inseparable de la antropogénesis.


Los seres humanos somos sociales por naturaleza y, en consecuencia, tan
pronto como surgieron los primeros caracteres humanos debieron surgir las
primeras formas de relación social; es decir, el origen de la sociedad coincide
con el origen de los seres humanos. La persona aislada no existe ni ha existido
jamás. El ser humano siempre se interrelaciona con otros y la sociedad y las
personas no pueden ser concebidos sino en relación intrínseca entre ellas.
Resulta imposible pensar en la sociedad, sin hacerlo ipso facto en las
personas, y viceversa. Allí donde encontremos personas, las encontraremos
viviendo en sociedad.
Ocurre, no obstante, que con frecuencia nos sentimos inclinados a entender la
sociedad en su sentido positivo, como cooperación y armonía entre personas.
Y sin embargo, nunca sido así. El ser humano, en verdad, es indefectiblemente
social, es decir, no puede vivir y desarrollarse más que en sociedad; pero la
realidad social supone la convivencia tanto de amigos como de enemigos, de
personas colaboradoras y de grupos disolventes. Desde esta perspectiva, el
conflicto es inseparable de la cooperación, es decir, el conflicto suele surgir
inevitablemente entre quienes pretenden vivir en armonía y colaborar a un
mismo fin.

«En un frío día de invierno, una manada de puerco-espines se agrupaban


estrechamente para preservarse mutuamente de la temperatura helada -
mediante el calor de sus propios cuerpos. Pero repentinamente sintieron los
pinchazos de sus púas. Lo que les empujó a separarse unos de otros. Cuando
la necesidad de calentarse les empujó de nuevo a aproximarse, volvió surgir el
mismo inconveniente. De tal manera que una y otra vez, de aquí para allá,
oscilaban entre ambas penalidades, hasta que en un momento dado
terminaron por encontrar una posición media que les llevó a una situación
soportable. Así, la necesidad de la sociedad [...] empuja a los seres humanos
los unos hacia los otros; sin embargo, sus numerosas deficiencias y sus
insoportables defectos los dispersa de nuevo. La distancia media, que acaban
encontrando, y por medio de la cual resulta posible la vida en común es la
cortesía y los buenos modales.»

A. SCHOPENHAUER: Parerga y Paralipomena.1926.

SENTIDO DE LA EVOLUCIÓN (ejercicios).

Texto nº 2 y texto de Ayala

DARWINISMO SOCIAL (Internet. FILOPOLIS.NET)

http://www.xtec.cat/~lvallmaj/palau/darwin2.htm
MIRAR EL SEGUNDO ARCHIVO DEL ESTE TEMA . Se
compone de textos y actividades sobre los textos.

PROCESO DE HOMINIZACIÓN
Textos

EVOLUCIÓN. ACTIVIDADES CON LOS TEXTOS.


Texto nº 1:
1. ¿A qué mecanismo reproductivo se refiere el tercer párrafo? ¿Cómo
produce este mecanismo variedad y adaptación?
Texto nº 2:
1. Explica el significado que presentan en el texto las expresiones
subrayadas.
Texto nº 3:
1. ¿Qué significa que la inteligencia no ha seguido desde su aparición
en la biosfera un camíno único?
Textos 4 y 5:
1. ¿Cuál fué el primer humano poblador de Europa?
2. Cuándo se produjo este hecho?. ¿Dónden se han encontrado
evidencias?
3. ¿A qué humanidades diferentes da lugar el Homo Antecessor?
4. ¿Dónde se produce la evolución del Homo Antecessor a Sapiens?
¿Se produjo directamente?
5. ¿Cuándo se supone que apareció el primer Homo Antecessor?
Texto nº 6:
1. Señala 4 caracteristicas del Homo Heidelbergensis diferentes de la
siguiente: Habitó Europa entre 500.000 y 220.000 años.
Texto nº 7:
1. Señala tres diferencias anatómicas de los Neanderthales con respecto
a nosotros.
Texto nº 8:
1. ¿Quiénes son nuestros antepasados más directos?.
2. ¿Cuándo habitaron?
3. Características anatómicas
 que ya poseían y que eran como las nuestras

 que les faltaban para ser como nosotros (o que nosotros


hemos modificado)

Texto nº 9:
1. ¿En qué consiste la hipótesis del origen único o “out of Africa”?
2. Según esta hipóteis, ¿Cuántas salidas de Africa habrían realizado los
diferentes humanos?
Texto 10:
1. Escribe un texto de unos 20 renglones explicando el sentido que
según tú tiene el texto.

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