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EGIPTO - PIRAMIDES DE GIZEH

Las pirámides de Gizeh fueron construidas para los faraones Keops, Kefrén y Micerinos en torno a 2550 a.C ubicadas a pocos kilómetros al oeste del Nilo y a unos
veinte del centro de El Cairo, en un territorio conocido como La necrópolis de Gizeh, y probablemente su construcción fue dirigida por el arquitecto Hemiunu,
visir del propio Keops.

Keops, Kefrén y Micerinos fueron faraones egipcios pertenecientes al periodo histórico conocido como Reino Antiguo de la Dinastia IV que duro 460 años,
quienes pretendían alcanzar la inmortalidad con estos impresionantes monumentos y que de cierta manera lo consiguieron al lograr que sus obras perduraran a
lo largo del tiempo, sus métodos eran escalonados o adintelados por la relación con el camino a la luz y a la vida, haciendo referencia, al Nilo y al sol, y que
además era inundadas de textos que mostraban el conocimiento de la época y, sobre todo, su fuerte cultura religiosa.

Los egipcios daban por hecho que, al ser sepultados en estas condiciones, pronto resucitarían y ascenderían al cielo convirtiéndose en estrella y vivir
eternamente entre los dioses, alineando asi sus templos en busca de la Maat, el orden cósmico, y perfeccionaron patrones de orientación astronómica que los
ayudasen en este propósito.

Su religión se vinculó mucho a la astronomía. Tanto los dioses tenían referencias a la misma, como las pirámides y otras construcciones se realizaban teniendo
en cuenta con detalle la disposición de las estrellas. Por ejemplo, todas las pirámides en Egipto tienen su entrada el norte. Las alineaciones polares se producen
con dos estrellas, Thubán y Kochab.

Otra teoría reciente dice que los antiguos egipcios aprovecharon el equinoccio de otoño para conseguir que las pirámides de Guiza fueran construidas con una
alineación casi perfecta y sus caras mirando a los puntos cardinales.

En astronomía, los días en los que hay equinoccios, el Sol se sitúa en el plano del ecuador celeste. Alcanza el punto más alto en el cielo y su intersección con el
plano del ecuador es prácticamente perfecta. Los egipcios pudieron determinar con precisión esa posición solar con un instrumento de la época, el gnomon, una
vara que mide el recorrido de su sombra tras clavarla en el suelo, semejante a un reloj solar.

La Teoría de Correlación de Orión propone que las tres pirámides de Giza están alineadas intencionalmente con las tres estrellas centrales del cinturón de Orión,
formando una imagen de sus estrellas en la tierra.

La altura de las pirámides es de: Keops (146m), Kefrén (143m) y Micerinos (65m), y junto a ella se encuentra una obra custodia llamada la Esfinge, una
majestuosa criatura de 20 metros de altura y 50 metros de Longitud que representa al faraón Keops, en su interior están conformadas por un sistema de
cámaras, túneles, pasillos y galerías.

Durante mucho tiempo se pensó que las pirámides fueron construidas por esclavos, pero la realidad es que fueron obreros libres y asalariados quienes
trabajaban en agotadores turnos, pero que fueron bien tratados y alimentados por sus contratadores y de esta manera levantaran las construcciones con mayor
valor espiritual, y su paga por lo regular se componía de sal, trigo y cebada. Además, eran alojados en la llamada "ciudad de los trabajadores", una ciudad a 500
m al este de las pirámides, al sur de los muelles del templo inferior. Este lugar estaba separado del resto del sitio de construcción por un muro alto y albergaba a
la población de trabajadores con todo lo que era necesario para su vida allí: panadería, herrero, médico, etc.

Una teoría sobre su construcción dice que lo primero en construirse fue su núcleo interior de escaleras en zig-zag con bloques más ligeros y pequeños, luego las
cámaras y pasillos interiores eran construidos al mismo tiempo que se levantaban los distintos niveles, y las piedras mas pesadas de la cubierta exterior se
colocaban gracias al uso de andamios.

Sobre este núcleo piramidal, se colocaron los bloques del revestimiento exterior, constituidos por caliza local, y la hilera más exterior en caliza fina blanca de
Tura y/o granito rosa de Asuán. En ambos casos, el revestimiento más exterior fue en su mayor parte transportado por el Nilo desde las canteras del otro lado de
este y desde Asuán, y arrastrados por rampas desde los embarcaderos situados probablemente donde hoy están los templos bajos de cada una de las pirámides.

El rio Nilo se convirtió en el mayor medio de comunicación y de comercio del país, impulsando de esta manera el desarrollo de la escritura, los jeroglíficos, el
arte o la grandiosa arquitectura como lo fueron las pirámides.

Aproximadamente 170.000 toneladas de bloques de piedra de 2 a 80 toneladas cada uno fueron trasportados en barcas de madera unidos por cuerdas por
aguas del rio Nilo desde canteras situadas a 1.000 km y elevados a alturas muy superiores a los 100 metros y posteriormente llegaron al lugar de las obras
mediante un sistema de canales. Partiendo de las cifras de casi 3 millones de bloques colocados y unos 100.000 hombres trabajando sin descanso, para poder
concluir la pirámide en los veinte años, para esto se estima que se debió haber colocado, situado, orientado, pulido y grabado un bloque cada tres minutos.

Esas formas de bloques irregulares funcionan como método constructivo antisísmico, es por esto que se han mantenido intactas incluso luego de fuertes sismos
que han derrumbado edificios a su alrededor, y su colocación respondía a un “aparejo por hiladas”, donde las piedras se colocaban unas sobre otras sin ningún
material de unión. Como las piedras no eran de la misma altura, estas hiladas debían retocarse con otras piedras, para que juntas, dieran la altura requerida.

El complejo funerario se compone de varios elementos como lo son las pirámides en sí, el templo alto, el templo bajo, la carretera (660m de largo), las pirámides
anexas, cementerios del este (Reinas) y del oeste (Miembros de la familia y altos funcionarios), el barco solar.

Arquitectónicamente, la carretera se construyó con una rica piedra caliza local ricamente decorada, por supuesto, en sus caras internas. Algunos de estos
bloques han sido reutilizados, lo que nos ha permitido mantenerlos hasta hoy.

El territorio que ocupaba Egipto es posible describirlo como un ¨oasis longitudinal¨ por su clima seco y estable y junto con las periódicas inundaciones del Nilo,
que parece mantener un orden natural eterno.

El Nilo corre de sur a norte, estableciendo una dirección espacial primaria, el sol al salir por el oeste, marca la otra dirección, unidos los elementos
fundamentales de la naturaleza egipcia establecen una estructura espacial simple, representada con un corte a través de un valle, con el cielo arriba y el sol que
lo atraviesa.

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