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Ensayo de revisión bibliográfica

María Camila Arango Baños, Jorge Wilmar Loaiza Silva y Rafael Meza San Martin

Facultad de Ingeniería,

Universidad de Antioquia.

2552540 - 01: Seminario Integrador I

Carlos Esteven Pulgarin Muñoz

Abril, 18, 2021


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Ensayo de revisión bibliográfica

La energía desempeña un rol importante en el desarrollo humano, económico y en el


bienestar de las sociedades, ya que es el motor de todas las actividades que realiza el hombre.
Sin energía no habría vida y desarrollo. La fuente principal de energía se encuentra en el sol,
que nos proporciona luz y calor. El resto se encuentra en la atmósfera, sobre la superficie
terrestre o en el interior del planeta. Esta energía puede ser renovable y no renovable, dentro
de esta última, encontramos a los combustibles fósiles, tales como: el petróleo, carbón
mineral y el gas natural, los cuales son recursos limitados. (Castro-Martínez, 2012).

Mientras que en la categoría de energía renovable se encuentran los biocombustibles, estos


son aquellos combustibles que se derivan de la biomasa, es decir material vegetal o residuos
animales, “los biocombustibles son aquellos biocarburantes como alcoholes, éteres, ésteres y
otros productos químicos que provienen de compuestos orgánicos de base celulósica
(biomasa) extraída de plantas silvestres o de cultivo, que sustituyen en mayor o en menor
parte el uso de la gasolina en el transporte o destinados a producir electricidad.” (Salinas
Callejas, 2009)

A través de los años el sistema energético mundial ha pasado por dos transiciones energéticas
importantes: la primera de ellas determinó la conversión de recursos energéticos fósiles en
trabajo mecánico, gracias al descubrimiento y uso de la máquina de vapor y la segunda se
caracterizó por el descubrimiento de la electricidad y del perfeccionamiento del motor de
combustión interna. Sin embargo, junto con esto se dio una creciente dependencia del
petróleo como el energético primario que cubriría las necesidades cada vez mayores de
combustibles para la generación de electricidad y para transporte. Hoy en día vivimos en una
época de constantes cambios, de generar y construir un sinfín de herramientas y desarrollos
tecnológicos con el fin de tener una mejor calidad de vida. Por lo tanto, cada vez es mayor la
cantidad de recursos energéticos que necesitamos y por ende existe un uso desmedido de las
materias primas que nos proporcionan energía, como lo es principalmente el petróleo.
(Castro-Martínez, 2012).

De hecho, actualmente tanto las personas del común como las diversas organizaciones
encargadas de examinar a detalle la sustentabilidad del sistema energético a nivel mundial,
reconocen que “hoy en día el sistema energético es insostenible”. El modelo energético está
condicionado y debe estar estructurado por tres factores: 1) la disponibilidad de recursos para
hacer frente a la demanda de energía, 2) el impacto ambiental ocasionado por los medios
utilizados para su suministro y consumo, y 3) la gran falta de equidad en el acceso a este
elemento imprescindible para el desarrollo humano, sin embargo en la mayoría de los casos
estos factores no se cumplen.

Poniendo en consideración una definición dada por la Comisión Mundial para el Medio
Ambiente y el Desarrollo, implementada por las Naciones Unidas, la cual estableció al
desarrollo sustentable como: “el desarrollo que es capaz de satisfacer las necesidades
actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones, tomando
en cuenta los aspectos sociales, económicos y ecológicos” (www.un.org ,2002). El
significado de esto implica un desarrollo basado en términos cualitativos, en el cual se
establecen fuertes vínculos entre aspectos económicos, sociales y ambientales de manera que
se obtiene un equilibrio en el cual el progreso de un aspecto no perjudica al otro. La
sustentabilidad energética es precisamente la producción y consumo de energía, de tal forma
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que soporte el desarrollo humano en sus tres dimensiones: social, económica y medio
ambiental.

De modo que, los biocombustibles se presentan como una fuente alterna de gran importancia
para la producción de energía, pues hacen frente a ciertas problemáticas generadas por el
agotamiento de los recursos no renovables como lo son el petróleo, el carbón y el gas natural,
así mismo contribuyen de una forma rentable y respetuosa con el medio ambiente.

Actualmente, el sistema energético internacional es fuertemente dependiente de combustibles


fósiles (carbón, petróleo y gas): cerca de 80 % del consumo mundial de energía se origina de
esas fuentes, consumo que presentaba un crecimiento anual de cerca de 2 % (media en 20
años), y que en los últimos años creció en media 3,1 % anualmente. Colombia ha venido
desarrollado políticas para la introducción de biocombustibles como mezclas en la gasolina
(nafta) y en el diésel. Esta acción está apoyada en normas que obligan a introducir la mezcla
gradualmente en el territorio nacional, y que podrá impulsar la producción de materias primas
y la producción de alcohol carburante y biodiesel (Delgado, 2015)

Los biocombustibles podrían idealmente tener ventajas sobre los combustibles fósiles con
respecto a sus bajos costos y alto contenido energético, así como también podrían tener una
ganancia de energía neta, ya que se obtendrían beneficios ambientales y pueden ser
reproducibles en grandes cantidades sin impactar el suministro de alimentos (Hill et al.,
2006).

Solamente el biodiesel y el bioetanol son actualmente producidos como combustibles a escala


industrial: una breve historia de su uso y producción se muestra en Antoni et al., (2007);
Goldemberg y Guardabassi, (2009). Por todo lo mencionado anteriormente la intención de
este ensayo es hacer una revisión de la información disponible en materia de biocombustibles
para posteriormente realizar una proyección de la producción necesaria para reemplazar la
demanda de combustible convencional a biocombustible , teniendo como problemática que
diversos investigadores mencionan que la producción de biocombustibles líquidos es una
necesidad mundial y estiman que el uso del petróleo está limitado a 40-50 años (Khanna et
al., 2011; Craig y Sehlke, 2012). Esto como inicio de la problemática debido a que también el
uso indiscriminado de combustibles fósiles ocasiona la emisión de sustancias y gases
contaminantes a la atmósfera (gases de efecto invernadero, GEI), de tal forma que propicia el
cambio climático.

El momento actual de los biocarburantes está relacionado con la situación del sector agrario,
afectado por la Política Agraria Común y otras reglamentaciones relativas a la producción y
comercialización de productos agrícolas (GATT, Acuerdos de Blair House). En esencia, estas
reglamentaciones tienden a reducir la producción agroalimentaria, con el fin de limitar la
producción de excedentes de determinados productos y reducir el presupuesto agrario
comunitario. En este contexto, la PAC propone retirar del uso agroalimentario una parte de
las tierras cultivables, en proporciones que pueden variar anualmente. La producción de
materia prima vegetal para biocarburantes surge así como posibilidad de mantener en
producción (con la siguiente generación de ingresos) las tierras retiradas de la producción
agroalimentaria.”(Marcos, S. O. ,2003, July)

Esto significa que el área de plantación de cultivos bioenergéticos tendría que expandirse
significativamente para satisfacer la creciente demanda de bioetanol en las próximas décadas
en ALC(América Latina y el Caribe) ( Mahlknecht et al., 2020). La expansión puede
potencialmente causar graves problemas ambientales de consumo insostenible de agua dulce,
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cambios dramáticos en el uso de la tierra (es decir, deforestación) y contaminación por la


aplicación de fertilizantes y pesticidas ( Gerbens-Leenes et al., 2012 ). Una comprensión
mejorada y completa de las compensaciones entre la ganancia ambiental global del desarrollo
del bioetanol y las presiones locales sobre la tierra y los recursos hídricos ayudaría a
investigar soluciones viables para la producción sostenible de bioetanol y, por lo tanto,
facilitaría políticas de bioenergía y planificación del uso de la tierra más efectivas para los
cultivos bioenergéticos. plantaciones en diferentes países de ALC.

La adaptación de bioetanol como mecanismo sustituyente de combustibles fósiles, puede


traer impactos negativos a nivel biofísico producidos por cambios en el uso del suelo debido
la expansión de los monocultivos orientados a la extracción de etanol. Esto se puede
evidenciar en casos puntuales como en el gobierno brasileño el cual vuelve a amenazar su
patrimonio natural al emitir un decreto que libera las plantaciones de caña de azúcar en las
regiones del Pantanal y Amazonas. Es probable que la producción de un cultivo no
sancionado se convierta en el factor más reciente de deforestación en estos biomas. La
conversión directa de bosques, la migración de ganado a nuevas áreas boscosas, el aumento
del valor de la tierra, el peligro de que se propaguen los incendios forestales y las emisiones
de carbono de la quema de caña de azúcar durante la cosecha pueden crear una deuda de
balance de carbono y un impacto en el balance de agua que podría tomar siglos para
compensar. y comprometer la sostenibilidad del sector brasileño de etanol.(Lima, 2020)

En Colombia la propuesta es de utilizar el etanol mezclado con la gasolina para aumentar el


rendimiento y disminuir la emisión de gases contaminantes, pero, como el etanol es
producido principalmente de caña de azúcar, eso puede traer inconvenientes diversos. La
principal preocupación es con la producción que puede comprometer la oferta de azúcar y
generar insatisfacción entre los consumidores, causando una variación del precio en el
mercado. Es claro que estos efectos deben ser evaluados con profundidad para que se puedan
tomar las medidas adecuadas. Entre las ventajas de la utilización del etanol está la
disminución de emisiones vehiculares de nitrógeno en un 22 %, de monóxido de carbono en
un 50 % y de hidrocarburos en un 3 %. Por otro lado, el biodiésel está siendo mezclado con
diésel fósil como política de Estado para contribuir en la reducción de gases contaminantes y
la dependencia de petrocombustibles. Este biocombustible se produce en Colombia a partir
de aceite de palma el cual es producido a gran escala por las empresas productoras de aceite.
Debido a que la palma africana es de productividad perenne y teniendo en cuenta las virtudes
y condiciones ambientales favorables para el cultivo de palma africana del territorio
colombiano, su producción se aplica de forma extensiva en varias regiones del país
induciendo a la utilización en gran escala de este aceite. El Gobierno viene apoyando a los
productores de palma africana y caña de azúcar con la ampliación de los distritos de riego y
con inversiones en infraestructura, lo que posibilita una mayor competitividad de estos
productos. Pero aún con este tipo de acciones falta una mejor coordinación entre las políticas
agrícolas adaptadas para la producción de biocombustibles y la política de seguridad
alimentaria en el país. (Delgado, 2015)

Para una gran expansión de producción de bioetanol se necesitan dos puntos criticos que son
la disponibilidad del recurso hídrico y el recurso del suelo agrícola, Como el mayor productor
de bioetanol en ALC, el uso de la tierra de Brasil para cultivos de azúcar aumentaría de 10,4
millones de ha en 2014 a 27 millones de ha en 2040, y su uso total de la tierra para la
producción de cultivos de azúcar representaría el 67% del total de ALC. en 2040. De todos
los factores impulsores, la demanda interna sería el mayor contribuyente (60% del aumento
total).(Honglin Zhong, 2021)
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Ahora, es indispensable aclarar que en lugares de uso extensivo de combustibles


convencionales no es posible hacer un reemplazo efectivo a biocombustibles, pero para tal fin
se necesitan mejorar los aspectos en producción de biocombustibles líquidos como el etanol,
así que las biorrefinerías de etanol deben reducir sus costos generales de producción para ser
económicamente viables. Dos estrategias para lograr esto son reducir los costos utilizando
materias primas más baratas o aumentar el rendimiento de la producción de etanol. Las
materias primas de bajo costo suelen tener un alto contenido de componentes no estructurales
(NSC); por lo tanto, es necesario un nuevo proceso para acomodar estas materias primas y
superar los efectos negativos de la NSC. Estudios han desarrollado un nuevo proceso de
biorrefinería de etanol que incluía un paso de preprocesamiento de biomasa que permitió el
uso de materias primas de menor costo al tiempo que mejoraba la producción de etanol sin
desintoxicación (sobrecalentamiento). Se utilizaron dos tipos de materias primas, astillas
vegetales enteras de baja calidad y astillas de pulpa limpia de alta calidad, para determinar si
el proceso propuesto es eficaz al utilizar materias primas con diferentes contenidos de NSC.
(Pascoli, DU, Suko, A., Gustafson, R. et al.2021)

Por eso los futuros planes de expansión del riego en esos países deben diseñarse
cuidadosamente para evitar una posible sobreexplotación del agua. y la degradación
ambiental dada la demanda de agua de otros sectores agrícolas y socioeconómicos que no se
incluyen. Se recomendaría adoptar tecnologías de riego que ahorren agua para explorar el
beneficio potencial de la expansión del riego en esas regiones. Importación de bioetanol de
otros grandes productores con menor escasez de agua también podría ser una opción para
aliviar el estrés hídrico local.(Honglin Zhong ,2021)

Debido a que asumimos que la política de biocombustibles renovables de Brasil de alto


estándar se adoptaría en ALC, los países con una estructura energética intensiva en carbono
requerirían mucho más biocombustible para reemplazar los combustibles fósiles en 2040, lo
que puede sobrestimar el impacto ambiental.Además, debido a la falta de datos sobre el
comercio interregional de bioetanol entre los países de ALC, asumimos que toda la demanda
adicional de bioetanol se cubriría con la producción nacional dentro de cada país, lo que
puede llevar a una sobreestimación del estrés hídrico y terrestre en el ecosistema local como
algunos países podrían importar bioetanol del mercado internacional para satisfacer su
demanda interna. El comercio interregional de bioetanol reduciría tanto el severo estrés
hídrico local en los países con déficit de agua como la emisión de carbono de los
combustibles fósiles con un impacto ambiental limitado de los países ricos en agua. Se
necesitan más esfuerzos para identificar los efectos del comercio interregional de bioetanol
sobre la tierra y el estrés hídrico en diferentes países.(Honglin Zhong,2021)

Vale la pena señalar que la expansión proyectada de las plantaciones de cultivos de


biocombustible intensificará la competencia por la tierra con otros sectores agrícolas, lo que
generaría preocupaciones sobre la seguridad alimentaria y los impactos ambientales negativos
(es decir, deforestación) en ALC. Por ejemplo, el área de cultivo de cultivos de
biocombustibles (principalmente caña de azúcar) se ha expandido rápidamente en los bosques
nativos brasileños y ha provocado la pérdida de biodiversidad en esos biomas. Esta vasta
expansión de las plantaciones de caña de azúcar también causaría el desplazamiento de
cultivos de alimentos y piensos de tierras altamente adecuadas a aquellas con niveles más
bajos de aptitud ( Rodríguez et al., 2018 ).

Las medidas de adaptación, como la expansión del riego y la intensificación agrícola de los
cultivos de biocombustible y la conversión de pastizales degradados para la plantación de
cultivos de biocombustible, reducirían la demanda de tierra y mitigaría el impacto negativo
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de la producción de cultivos de biocombustible en el ecosistema local ( Bordonal et al.,


2018 ). Se necesitan políticas correspondientes para apoyar la producción sostenible de
biocombustibles en Brasil y otros países de ALC

Referencias bibliográficas:

[1]Castro-Martínez, C., Beltrán-Arredondo, L. I., & Ortiz-Ojeda, J. C. (2012). Producción de


biodiesel y bioetanol:¿ una alternativa sustentable a la crisis energética. Ra Ximhai, 8(3), 93-100.

[2]Salinas Callejas, Edmar y Gasca Quezada, Víctor (2009). Los biocombustibles. El


Cotidiano, (157), 75-82. ISSN: 0186-1840. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?
id=32512739009

[3]Un.org. 2021. Naciones Unidas: Cumbre de johannesburgo 2002. [online] Available at:
<https://www.un.org/spanish/conferences/wssd/desarrollo.htm> [Accessed 18 April 2021].
[4]Hill, J., Nelson, E., Tilman, D., Polasky, S. y Tiffany, D. (2006). Costos y beneficios
ambientales, económicos y energéticos del biocombustible biodiesel y etanol. Actas de la Academia
Nacional de Ciencias , 103 (30), 11206-11210.

[5]Marcos, S. O. (2003, July). Buscando combustibles alternativos: el bioetanol. In Anales de


mecánica y electricidad (Vol. 80, No. 4, pp. 46-53). Asociación de Ingenieros del ICAI.

[6]Mahlknecht, J., González-Bravo, R. y Loge, FJ (2020). Agua-energía-seguridad


alimentaria: una perspectiva Nexus de la situación actual en América Latina y el Caribe. Energía ,
194 , 116824.

[7]P.W. Gerbens-Leenes, A.R. van Lienden, A.Y. Hoekstra, Th.H. van der Meer, Biofuel
scenarios in a water perspective: The global blue and green water footprint of road transport in 2030,
Global Environmental Change, Volume 22, Issue 3, 2012

[8]Delgado,J.E. Perez, R. Salgado,J.J. (julio-diciembre de 2015). Perspectivas de los


biocombustibles en Colombia. Revista Ingenierías Universidad de Medellín .vol 14. pp(15).

[9]Lima, M., Silva, C.A., Deotti, T., Lourencoin, T., Santos Luz, L.M.(12 junio 2020). Caña
de azúcar: las políticas públicas brasileras amenazan los biomas del Amazonas y Pantanal. Asociación
brasileña de ciencia, ecologia y conservacion.Vol(1).

[10]Honglin Zhong, Kuishuang Feng, Laixiang Sun, Zhan Tian, Gunther Fischer, Li Cheng,
Raul Munoz Castillo, Water-land tradeoffs to meet future demands for sugar crops in Latin America
and the Caribbean: A bio-physical and socio-economic nexus perspective, Resources, Conservation
and Recycling, Volume 169, 2021, 105510, ISSN 0921-3449,
https://doi.org/10.1016/j.resconrec.2021.105510.

[11]Pascoli, DU, Suko, A., Gustafson, R. et al. Producción novedosa de etanol utilizando
preprocesamiento de biomasa para aumentar el rendimiento de etanol y reducir los costos generales.
Biotechnol Biofuels 14, 9 (2021). https://doi.org/10.1186/s13068-020-01839-0

[12]Renata del G. Rodriguez, Bridget R. Scanlon, Carey W. King, Fabio V. Scarpare,


Alexandre C. Xavier, Fernando F. Pruski, Biofuel-water-land nexus in the last agricultural frontier
region of the Brazilian Cerrado, Applied Energy, Volume 231, 2018

[13]Bordonal, R.de O., Carvalho, J.L.N., Lal, R., de Figueiredo, E.B., de Oliveira, B.G., La
Scala, N, 2018. Sustainability of sugarcane production in Brazil. A review. Agron. Sustain. Dev. 38
https://doi.org/10.1007/s13593-018-0490-x.
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