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Un contrato es, de acuerdo con Pisani (p.

138), un acuerdo sobre una declaración


de voluntad común destinada a reglar los derechos de las partes intervinientes en
él, de lo cual se puede derivar que los contratos mercantiles son acuerdos
comunes y voluntarios con los que se reglamentan los derechos y obligaciones de
las partes, de las cuales, al menos una, tiene naturaleza de mercantil. En este
texto se responden, entre otras, las preguntas ¿qué es un contrato mercantil?,
¿qué tipos de contratos mercantiles existen? y ¿cuáles son las características de
esos contratos? Además, se ahonda en el contrato de compraventa, por ser tal
vez el más representativo de los contratos mercantiles y se abordan la conciliación
y el arbitraje comercial como elementos de resolución de conflictos alternativos,
con el objetivo de aunar conceptos y convertirse en una guía teórica introductoria
al tema contratos mercantiles.

Introducción

Este texto analiza los Contratos Mercantiles. Es importante considerar que cada
contrato tiene una importancia en el ámbito del derecho mercantil o comercial, ya
que la existencia de estas instituciones jurídicas ayuda a que las partes tengan
derechos y obligaciones exigibles.

Primeramente tenemos el contrato de compraventa, que es bastante amplio, el


contrato de comisión mercantil, el contrato de consignación o estimatorio, el
contrato de depósito, el contrato de edición, el contrato de fianza de empresa, el
contrato de préstamo y el contrato de seguro, el contrato de transporte, etc.

También es importante tomar en cuenta que la obligación es un estado de


subordinación jurídica que impone al deudor la necesidad de ejecutar a favor del
acreedor y hecho una abstención de carácter patrimonial o moral.

Tomemos en cuenta también que entendemos por contrato. Dentro de los actos
jurídicos destaca la figura del contrato, al que siendo una especie del genero
convenio, podemos definir diciendo que es el acuerdo de voluntades para crear o
transferir derechos y obligaciones , en tanto que en el convenio en la conjunción
de las voluntades incluye tan bien la modificación y la extinción de los derechos y
obligaciones.

Cada uno de nosotros requiere para desenvolvernos en nuestra profesión, adquirir


conocimientos los cuales nos ofrezcan herramientas para realizar determinadas
labor. Es por tanto, que esta investigación de carácter documental, por lo cual la
utilizaremos como una ayuda imprescindible.

1. Los contratos mercantiles

1.1. Definición de contrato

Un contrato, un acuerdo privado, oral o escrito, entre partes que se obligan sobre
materia o cosa determinada, y a cuyo cumplimiento pueden ser compelidas. Es un
acuerdo de voluntades que genera derechos y obligaciones para las partes. Por
ello se señala que habrá contrato cuando varias partes se ponen de acuerdo sobre
una manifestación de voluntad destinada a reglar sus derechos.

Doctrinariamente, ha sido definido como un acto jurídico bilateral o multilateral,


porque intervienen dos o más personas (a diferencia de los actos jurídicos
unilaterales en que interviene una sola persona), y que tiene por finalidad crear
derechos y obligaciones (a diferencia de otros actos jurídicos que están
destinados a modificar o extinguir derechos y obligaciones, como las
convenciones). También se denomina contrato el documento que recoge las
condiciones de dicho acto jurídico.

Las partes en un contrato son personas físicas o jurídicas. En un contrato hay dos
polos o extremos de la relación jurídica obligacional, cada polo puede estar
constituido por más de una persona revistiendo la calidad de parte.

El contrato, en general, tiene una connotación patrimonial, y forma parte de la


categoría más amplia de los negocios jurídicos. La función del contrato es producir
efectos jurídicos.
Es un acto jurídico bilateral destinado a originar obligaciones, produce efecto
jurídico y existe un acuerdo de voluntades entre las partes de la cual nacen
obligaciones. Aunque el contrato está destinado a producir efectos dentro del
campo patrimonial, se dice que también los puede producir en el campo moral.

1.1.1. Elementos Del Contrato

1. La Capacidad
2. El Consentimiento
3. El objeto Lícito
4. La Causa Lícita

1.1.2. Anomalías del negocio jurídico

Ineficacia: Se entiende como ineficaz de pleno derecho el acto jurídico que no


produce efectos, sin necesidad de declaración judicial.

Inexistencia: Existen dos causales como son:

1. La falta de algunos de sus elementos esenciales al contrato, un ejemplo, la


carencia de precio en una compraventa.
2. Cuando se haya celebrado sin las solemnidades que la ley exija, un
ejemplo, tenemos una compraventa sobre un inmueble en documentos
privado. Tampoco requiere de la declaración judicial.

Nulidad: el código de comercio se refiere a varias clases de nulidad:

1. Absoluta: omisión de cualquier requisito respecto a la especie del acto,


contrato o calidad.
2. Relativa: la acción no corresponde sino a las personas en cuyo beneficio la
ha establecido la ley.
3. Sustantiva: se refiere a la eficacia del acto jurídico.
4. Procesal: se refiere a la invalidez de las actuaciones judiciales.
Imposibilidad: Consiste en la ineficacia en relación con terceros, de ciertos
derechos nacidos en virtud de la celebración de un acto jurídico. Los terceros
pueden defenderse del acto que toca su patrimonio.

1.1.3. La representación voluntaria

Es un acto unilateral, obedece a la manifestación voluntaria de una persona


(poderdante), se entiende que existe cuando se faculta a otra persona para
celebrar en su nombre uno o varios negocios jurídicos.

Algunos de los negocios que acompaña este acto son la agencia mercantil, la
consignación, el mandato. Se debe constar por medio de un documento escrito
público o privado.

1.2. Clasificación de los contratos

 Contratos Unilaterales y Bilaterales: El contrato unilateral es de acuerdo


a voluntad que engendra solo obligaciones para una parte de derechos y de
derecho para la otra. El contrato Bilateral es de acuerdo de voluntades que
da nacimiento a derechos y obligaciones en ambas partes.
 Contratos Onerosos y Gratuitos: Es onerosos el contrato que impone
provechos y gravámenes recíprocos. Es gratuito en que los provechos
corresponden a una de las partes y los gravámenes a la otra. No es exacto,
como afirman algunos autores, que todo contrato bilateral sea oneroso y
todo contrato unilateral sea gratuito.
 Contratos conmutativos y aleatorios: Los contratos onerosos se
subdividen en conmutativos y aleatorios.
 Conmutativo: cuando los provechos y los gravámenes son ciertos y
conocidos desde la celebración del contrato; es decir, cuando la cuantía de
las prestaciones puede determinarse desde la celebración del contrato.
 Aleatorios: cuando los provechos y los gravámenes dependen de una
condición o término, de tal manera que no pueda determinarse la cuantía
de las prestaciones en forma exacta, sino hasta que se realice la condición
o termino.
 Contratos reales y consensuales: Los contratos reales son aquellos que
se constituyen por la entrega de la cosa. Entre tanto no exista dicha
entrega, solo hay un ante contrato, llamado también contrato preliminar o
promesa de contrato.
 Contratos formales y consensuales: Otra clasificación muy importante,
por las consecuencias que tiene en cuanto a la validez y nulidad de los
contratos, es la que los distingue en solemnes, formales o consensuales.
Esta materia relativa a la formalidad o solemnidad la estudiamos ya al tratar
los elementos de validez de contrato; pero ahora, para definir, diremos que
son contratos formales a aquellos en los que el consentimiento debe
manifestarse por escrito. Con un requisito  validez, de tal manera que si no
se otorga en escritura pública o privada, según el acto, el contrato estará
afectado de nulidad relativa. Por consiguiente, el contrato formal es
susceptible de ratificación expresa o tacita; en la expresa se observa la
forma omitida; en la tacita se cumple voluntariamente y queda purgado el
vicio. El contrato consensual en oposición al formal, es aquel que para su
validez no requiere que el consentimiento se manifieste por escrito y, por lo
tanto, puede ser verbal, o puede tratarse de un consentimiento tácito,
mediante hechos que necesariamente lo supongan, o derivarse del
lenguaje mímico, que es otra forma de expresar el consentimiento sin
recurrir a la palabra o a la escritura.
 Contratos principales y contratos de garantía o accesorios: Los
principales son aquellos que existen por sí mismos, en tanto que los
accesorios son los que dependen de un contrato principal. Los accesorios
siguen la suerte de los principales porque la nulidad o la inexistencia de los
primeros originan a su vez, la nulidad o la inexistencia del contrato de
accesorios.

1.3. Los contratos mercantiles


El contrato es una especie del convenio que produce o transfiere derechos y
obligaciones, así que podemos afirmar que el contrato mercantil es el
acuerdo de dos o más voluntades para crear o transferir derechos y
obligaciones de naturaleza mercantil en la cual existe, en una de las partes,
la presencia de un comerciante, ya que su fin es la industria o el comercio o por
el carácter mercantil del objeto sobre el que recae, es decir, es un negocio jurídico
bilateral que tiene por objeto un “acto de comercio.

Un “acto de comercio” es todo aquél acto regulado en el Código de Comercio, o


cualquier otro análogo. Un negocio jurídico puede ser considerado un “acto de
comercio” en función de la condición de las partes que intervienen en él (si son
comerciantes o no), en función de su objeto (si tiene un objeto que el Código de
Comercio reputa mercantil, o no), o en función de los dos criterios tomados
conjuntamente.

Aquellos actos jurídicos de naturaleza mercantil que regula el Código de Comercio


son llamados actos de comercio incluso los de tipo análogo, de tal manera que, un
contrato en su carácter de negocio jurídico puede estar incluido en esta categoría,
ya sea por la condición de las partes que intervienen en él, sean o no
comerciantes; por su objeto, sea o no mercantil, o en función de ambos criterios
en conjunto. Así por ejemplo, el contrato social tendrá siempre carácter mercantil,
cuando su objeto sea el ánimo de lucro basado en la puesta en común de bienes e
industria, con independencia del carácter de comerciante que pudiera tener alguna
de las partes que lo suscriban; mientras que, el contrato de préstamo será
mercantil si cualquiera de las partes es comerciante y las cosas prestadas se
dedican a actos de comercio. (Montero, p. 214)

1.3.1 ¿Cuándo un contrato es civil o mercantil?

La bibliografía coincide en que en su mayoría los contratos que regulan los


códigos de comercio están regulados también en los códigos civiles, por eso se
hace necesaria la distinción entre contratos civiles y contratos mercantiles,
estableciéndose como criterio principal el que el contrato pertenezca o no al
ámbito de la actividad económica de la empresa.

Señalan López y Díaz que (p. 131), el contrato mercantil es un acto de empresa;
es un acto jurídico que se realiza por el empresario con el objetivo de realizar la
finalidad peculiar de la empresa que ejercita. Con esta postura, la doctrina está
acudiendo a un criterio puramente subjetivo, ya que se afirma que el contrato es
mercantil en tanto y en cuanto interviene en él un comerciante. Sin embargo, el
Código de Comercio (hablando de España) parece separarse de esta concepción.
Concretamente, su Exposición de Motivos, declara que el Código responde a una
concepción objetiva, al fijarse principalmente en la naturaleza de los actos o
contratos para atribuirles o no la calificación de mercantiles, con independencia de
las personas que en ellos intervienen. Además, el art. 2 del Código de Comercio
establece: “Los actos de comercio, sean o no comerciantes los que los ejecuten, y
estén o no especificados en este Código, se regirán por las disposiciones
contenidas en él”. Esta aparente contradicción entre nuestro derecho positivo y la
doctrina es justificada por esta en el sentido de que, no obstante lo previsto en la
Exposición de Motivos y en el art. 2, el conjunto del Código traiciona la concepción
objetiva al exigir la participación, por lo menos, de un comerciante, en casi todos
los contratos, como requisito imprescindible para que puedan ser considerados
mercantiles. Aunque en este punto los autores citados se refieren particularmente
al caso español, esta explicación se puede extrapolar a cualquier otra jurisdicción,
teniéndose así entonces que un contrato es mercantil cuando al menos una de las
partes es un comerciante.

1.3.2. ¿Cuáles son las características de un contrato mercantil?

1. Partes. El contrato mercantil requiere de dos partes para ser perfeccionado.


La una el proponente, quien se obliga a dar la cosa, a hacer o no hacer algo
y la otra un aceptante que se compromete a pagar el precio pactado o la
obligación preestablecida.
2. Propuesta. Esta debe ser debidamente aceptada, puede ser verbal o
escrita. El proponente puede retractarse, sin embargo, al hacerlo deberá
indeminzar a su contraparte.
3. Aceptación. Puede ser pura y simple con lo que perfecciona el contrato,
o condicional en cuyo caso se tendrá como propuesta.
4. Perfección. Se llama perfección del contrato al momento en que nace a la
vida del derecho, al momento a partir del cual el contrato comienza a existir
y, por tanto, obliga a las partes contratantes.
5. Prueba. Los contratos mercantiles serán válidos cualquiera que sea su
forma, “con tal que conste su existencia por alguno de los medios que el
Derecho Civil tenga establecidos”.
6. Interpretación. Por norma general los contratos han de interpretarse de
buena fe. Eso implica entender que el contrato ha de ser aplicado pensando
que los contratantes han actuado en forma leal y con confianza recíproca.

1.3.3. Los contratos mercantiles. Video-lección.

A continuación la profesora Andrea Sicardi, del ISIV, hace una exposición bastante
completa sobre el tema de los contratos mercantiles a través de seis video-
lecciones. En la primera hace una exposición general de los conceptos de
obligaciones y contratos; a continuación aborda el contrato de compraventa
mercantil (tema en el que se ahondará en este texto más adelante), explica las
diferencias con otros contratos y los casos en que no se considera como contrato
mercantil, su objeto, las obligaciones y derechos de las partes, entre otros
conceptos de este tipo particular de contrato; en el cuarto video estudia el contrato
de seguro, otro de los más representativos y en los últimos dos videos presenta
una clasificación de algunos de los tipos de contratos mercantiles más empleados
(tema que también se tratará más adelante en este texto). Aunque en algunos
apartes se tocan aspectos específicos de la legislación argentina, los conceptos se
pueden
tomar como referencias generales sobre esta materia.
1.4. Tipos de contratos mercantiles

Entre otros, se tienen:

 La anticresis: Es un contrato en virtud del cual un deudor entrega al


acreedor un bien inmueble para que con los frutos de éste produzca se
pague la obligación. Entonces la anticresis es a la vez que un contrato, una
forma de pago, porque es un contrato para pagar. La entrega del bien se
hace para que con el producido de él se extinga la obligación. En esta clase
tenemos como ejemplo de estos bienes: Casas, apartamentos, edificios.
 Suministro: Contrato por el cual una parte se obliga, a cambio de una
contraprestación, a cumplir en favor de otra, en forma independiente,
prestaciones periódicas o continuadas que pueden ser bienes o servicios.
Es común que lleve una cláusula de preferencia, que consiste en que la
parte que percebe el suministro se obliga a preferir al proveedor. Como
ejemplo tenemos: Los suministros de comida, energía, enseñanza y
conservación de animales.
 Aleatorio: Es aquel en el que dos personas estipulan obligaciones
recíprocas vinculadas a un hecho incierto del cual va desprenderse la
utilidad o la pérdida indistintamente para ambos o cada uno de ellos. En
este caso tenemos como ejemplo: Los contratos de seguro. Las rifas, las
apuestas y la lotería.
 El transporte: El transporte es un contrato por medio del cual una de las
partes se obliga para con la otra, a cambio de un precio, a conducir de un
lugar a otro, por determinado medio y en plazo fijado, personas o cosas y a
entregar éstas al destinatario. Se perfecciona por el acuerdo de las partes y
se prueba conforme a las reglas legales. Como ejemplo tenemos: Las
empresas de domicilios motorizadas. Copetrán y Avianca.
 Seguro: Estos contratos tienen fines específicos como prevenir y disminuir
las consecuencias dañosas de ciertos riesgos, o sea acontecimientos
fortuitos que lesionan los bienes o ciertos derechos de las personalidades
de los seres humanos. Se perfecciona desde el momento en que el
asegurador suscribe la Póliza. Tiene las características de los contratos
aleatorios, bilaterales, condicionales, solemnes, onerosos y de tracto
sucesivo. En general, los seguros recaen sobre tres clases de derechos
subjetivos: El derecho de propiedad en todas sus variedades, los de
responsabilidad y sobre los derechos humanos. Los elementos esenciales
de este contrato son: El interés asegurable, el riesgo asegurable, la prima o
precio y la obligación condicional. Tenemos como ejemplos: los seguros de
vida, los seguros contra incendios, de automóviles, contra catástrofe, etc.
 Fiducia mercantil: La fiducia mercantil es un negocio jurídico en virtud del
cual una persona, llamada fiduciante o fideicomitente, transfiere uno o más
bienes especificados a otra, llamada fiduciario, quien se obliga a
administrarlos o enajenarlos para cumplir una finalidad determinada por el
constituyente, en provecho de éste o de un tercero llamado beneficiario o
fideicomisario. Una persona puede ser al mismo tiempo fiduciante y
beneficiario.
 Los contratos fiduciarios: Son los acuerdos que celebra la fiduciaria con
cada uno de sus clientes para dar nacimiento a los negocios fiduciarios.
Existen dos clases de Contratos fiduciarios como son: La Fiducia Mercantil
y el contrato de encargo fiduciario. Mediante la fiducia mercantil el
fideicomitente se desprende de la propiedad de los bienes que entrega,
sacándolos de su patrimonio. Estos bienes conforman un patrimonio
autónomo, que es administrado por la sociedad fiduciaria.
 Mandato mercantil: Es un contrato por el cual una parte se obliga a
celebrar o ejecutar uno o más actos de comercio por cuenta de otra. El
mandato puede conllevar o no la representación del mandante. El mandato
consta de dos partes:
o El mandante: que se encarga de la ejecución de los actos de
comercio.
o El Mandatario, que se obliga a celebrar o ejecutar los actos de
comercio por cuenta del mandante.
 Comisión: Es una especia de mandato por el cual se encomienda a una
persona que se dedica profesionalmente a ello, la ejecución de negocios en
nombre propio o por cuenta ajena. La Comisión es un mandato sin
representación, en el que las partes se denominan Comitente que ejecuta
los negocios y Comisionista quien recibe el encargo pero actúa a nombre
del Comitente. Como Ejemplo tenemos: Las bolsas de valores, ventas de
bienes raíces.
 La Agencia Comercial: Un comerciante asume en forma independiente y
de manera estable el encargo de promover o explotar negocios en una
determinada rama y zona fija del país como representante de una empresa,
la cual se le denomina Agente, quien es un comerciante y debe cumplir las
reglas comerciales. Como ejemplo tenemos: Las agencias de viajes y las
multinacionales
 Corretaje: Se define como aquel que en virtud del cual una de las partes
(corredor) se compromete a indicar a otra (comitente) las oportunidades de
celebrar un negocio jurídico, o a servirle de intermediario de este negocio a
cambio de una comisión. Tiene como característica principal que es
unilateral, ya que el corredor no se compromete. Como ejemplo
tenemos: Las oficinas de seguros, las inmobiliarias.
 Leasing: Operación de arrendamiento financiero el cual entrega a título de
arrendamiento bienes adquiridos para el efecto, uso y goce a cambio del
pago de cánones que recibirá en un plazo determinado, pactándose al final
del período una opción de compra. El activo se amortizará durante la
duración del contrato, generando la utilidad respectiva. Ejemplo: Oficinas,
maquinaria y otros bienes.
 Franquicias: Contrato en el cual el franquiciador le permite al franquiciador
hacer el mercadeo de un producto o servicio bajo su nombre, contra el pago
de un derecho de entradas para ambos. El franquiciador hace la inversión
necesaria para el negocio bajo las reglas del franquiciador, asumiendo sus
propios riesgos. Especialmente se encuentra relacionado con el Know-
how. Como ejemplo tenemos: Pizza Hut. Mac Donalds.
 Factoring: Es un acuerdo por el cual, una empresa comercial denominada
cliente, contrata con una entidad financiera denominada Compañía de
Facturación, para que ésta le preste un conjunto de servicios en los que
incluye principalmente la financiación de sus créditos con sus clientes,
asumiendo el riesgo del cobro a cambio de una contraprestación. Como
ejemplo tenemos: las facturas de compraventa, las letras de cambio,
 Concesión: Los celebran las empresas con el objeto de otorgar una
persona llamada concesionario la prestación de un servicio o producto, así
como todas aquellas actividades necesarias para la prestación de una obra
o servicio por cuenta del concesionario y bajo el control de la entidad
concedente a cambio de una remuneración. Como ejemplo están: Los
espacios que arriendan en los supermercados para la venta de ciertos
productos.
 Reporto: Es aquel en el cual una persona vende título de crédito o de
inversión a otra, la cual se obliga a transferirle dentro de un plazo títulos de
la misma especie a cambio de un precio, la función es permitir a quien
posee los título (reportado) que no pierda su dominio a quien los adquiere
(reportador) obtener utilidades, recuperando el valor que pago por estos.
Son conocidos como operaciones repo negociados en la bolsa de valores.
 Maquila: Es un sistema de subcontratación internacional realizado por una
empresa llamada maquiladora, quien importa materia prima e insumos y
son exportados para que otra empresa del exterior los incorpore a su
proceso productivo o los envíe a un tercer país. La maquila enmarca dentro
de los llamados sistemas especiales de importación – exportación. Como
ejemplo tenemos: Las fabricas que pulverizan los huesos de los pollos.
 Futuros o forward: Contrato en el cual las partes se obligan a comprar o
vender ciertos activos en un fecha futura, acordando la cantidad, precio y
fecha en que se ejecutará el contrato. Son comunes en las materias primas,
las cuales buscan asegurar frente a los aumentos y bajas en los precios y
sobre las divisas que cubren por adelantado los riesgos de cambio
comprando o vendiendo moneda extranjera. Ejemplo: las cosechas como el
algodón y el trigo.
 Underwriting: Contrato en virtud del cual una sociedad comisionista de
bolsa o entidad financiera se compromete colocar al público los títulos
emitidos por una sociedad. Se pueden presentar comúnmente en
sociedades anónimas, pero existen normas que permiten bonos a las
comanditarias por acciones, de responsabilidad limitada y otras entidades
como cooperativa y sin ánimo de lucro. Tiempo compartido turístico: Aquel
contrato mediante el cual una persona natural o jurídica adquiere, a través
de diversas modalidades, el derecho a disfrutar y disponer a perpetuidad o
temporalmente una unidad mobiliaria turística o recreacional por período de
tiempo cada año, normalmente una semana. Para su validez es necesario
el carácter previo del promotor de inscripción en el registro nacional de
turismo. Ejemplo: Los Resorts y Las Cabañas en conjuntos privados.
 Consignación o estimatorio: Evita que el distribuidor de mercancías
registre pérdidas por no vender mercancías que han pasado de moda o que
no logran penetrar en el mercado. Permite que una persona llamada
consignatario contraiga la obligación de vender a otra llamada consignante,
previa la fijación de un precio que aquel debe entregar a este. Estas
mercancías no pueden ser embargadas ni secuestradas por los
acreedores. Ejemplo: las farmacéuticas, almacenes de calzado.
Montero y otros (p. 264) sintetizan los tipos de contratos mercantiles con el
siguiente esquema:
2. Contratos de compra – venta

La compraventa es un contrato en virtud del cual una de las partes se obliga a dar
una cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquélla se dice vender y ésta comprar. El
dinero que el comprador da por la cosa vendida, se llama precio.

Este contrato es el que tiene mayor importancia entre los de su clase porque
se trata del contrato tipo traslativo de dominio y, además, porque constituye
la principal forma moderna de adquisición de riqueza; es decir, tanto en su
función jurídica como económica, debe merecer un estudio especial.

Como contrato tipo de los traslativos de dominio, aplicaremos sus reglas


principales a la permuta; sufrirán estas modificaciones esenciales en la donación;
también recurriremos a la compraventa para explicar ciertas especialidades del
mutuo, de la sociedad, de la transacción y de la renta vitalicia.

Por otra parte, la compraventa constituye el medio primordial de adquirir el


dominio. Las formas de adquisición del dominio están representadas por el
contrato, la herencia, la prescripción, la ocupación, la accesión, la adjudicación y la
ley. El contrato es en el derecho moderno la forma principal de adquirir la
propiedad dentro de los contratos traslativos de dominio.

La compraventa en el derecho latino moderno, que deriva del Código Napoleón,


es un contrato traslativo de dominio, que se define como el contrato por virtud del
cual una parte, llamada vendedor, transmite la propiedad de una cosa o de un
derecho a otra, llamada comprador, mediante el pago de un precio cierto y en
dinero.

 Compraventa a plazo (en abonos): Es aquella en que el vendedor, por un


lado, realiza la transferencia de la propiedad, y por otro el comprador, se
obliga a realizar el pago fraccionado en un determinado número de cuotas
periódicas.
 Compraventa (al gusto): Es aquella que está sometida a la condición futura
e incierta de superar una prueba o degustación que permita averiguar si la
cosa posee la calidad expresa o tácitamente convenida.
 Compraventa con pacto de preferencia: Es aquella en la que se establece,
para el comprador, la obligación de permitir, en caso de futura venta, que
una determinada persona adquiera la cosa, con prioridad sobre el resto de
eventuales compradores. Igualmente, el comprador estará además obligado
a informar al beneficiario del pacto de preferencia sobre la puesta en venta
del bien.
 Compraventa con pacto de retroventa: Es aquella en que se atribuye al
vendedor un derecho subjetivo, por el que puede recuperar el objeto
vendido. Cabe añadir que la finalidad económica de esta figura gira en
torno a la posibilidad de que el vendedor adquiera liquidez suficiente, con la
futura esperanza de recuperar la cosa. De ahí que existan grandes
facilidades para simular una compraventa con pacto de retroventa,
tratándose realmente de un préstamo garantizado.
 Compraventa con pacto comisorio.
 Compraventa con arras. Esta es un acuerdo, mediante el pago de una
compensación económica de una suma de dinero, conocida como arras.
 Compraventa con garantía hipotecaria: Es aquel que se realiza cuando el
comprador adquiere un bien mueble o inmueble y en el mismo acto está
adquiriendo e hipotecando. Se hace ante la fe de un notario público y para
que se pueda realizar la compraventa en esta modalidad el bien no debe
tener ningún gravamen, esto se debe demostrar con un certificado que
expide el Registro Público de la Propiedad y Comercio del Estado en donde
se esté realizando el contrato.
 Compra – venta con reservas de dominio: Cuando el vendedor se reserva
el dominio de la cosa vendida, puede se mueble o inmueble, hasta que el
comprador haya pagado la totalidad del precio. El comprador sólo adquirirá
la propiedad del bien con el pago de la última cuota del precio, pero tendrá
derecho al reembolso de la parte pagada, en caso de que el vendedor
obtenga la restitución del bien. La reserva de dominio de bienes inmuebles
sólo producirá efectos frente a terceros a partir de la fecha de inscripción
del respectivo contrato en la oficina de registro de instrumentos públicos. La
reserva de dominio de muebles singularizables e identificables y no
fungibles, sólo producirá efectos en relación con terceros a partir de su
inscripción en el registro mercantil, los automotores se regirán, por las
normas que regulan la materia. Ejemplo: las hipotecas, las pignoraciones

2.1. Características

 Es Consensual. - Se perfecciona con el simple consentimiento. Las partes


eligen libremente la forma en que van a hacer su manifestación de
voluntad.
 Es onerosa. - hay un desprendimiento y un enriquecimiento recíproco para
el vendedor porque sale de su dominio, pero ingresa el dinero a su
patrimonio.
 Es Conmutativa. - En sus dos sentidos salvo que sea compra-venta de
bienes futuros o ajenos. Equivalencia del bien y el precio.
 Es un contrato con prestaciones recíprocas. - Las partes son acreedoras y
deudoras al mismo tiempo.
 Es un contrato de ejecución instantánea. - Compra-venta al contado o
escalonada, si es una compra venta a plazos no puede ser de tractos
sucesivos.
 Por la compra-venta en vendedor se obliga a transferir la propiedad del
bien.- se obliga al comprador a pagar el precio en dinero y no en otra cosa
o servicio.

2.2. Semejanzas y diferencias

2.2.1. La Permuta

En la compra-venta el vendedor se obliga a entregar el bien y el comprador a


pagar el precio. En la permuta hay intercambio de bienes. Originalmente, primero
fue la permuta (trueque); al aparecer el dinero, la compra venta pasa a ser más
importante. En ambos casos hay obligación de transferencia de la propiedad, pero
puede ser que la parte del precio se paga en dinero y de acuerdo con la intención
manifiesta de los contratantes, independientes de la denominación que se le dé. Si
no consta la intención de las partes, el contrato es de permuta cuando el valor del
bien es igual o excede al del dinero, mientras que el de compra-venta es menor.

2.2.2. El Arrendamiento

En ambos el titular se obliga a entregar el bien, de vendedor a comprador. El


arrendador al arrendatario. Pero en la compra-venta la transferencia es de la
propiedad y a perpetuidad no existe obligación de devolverlo.

2.3. Elementos  de la compra – venta

Comprador: Es la persona física o jurídica que se compromete a pagar una cosa a


cambio de un precio cierto expresado en dinero o símbolo que lo represente. Este
contrato en el orden general, determina en el Art.1650 c.c., la primera obligación
del comprador, al decir: «La obligación principal del comprador, es pagar el precio
el día y en el lugar convenido en la venta». Este compromiso aunque parece
único, es complejo por lo cual propio para un examen más detallado.

Vendedor: Es la persona física o jurídica que se compromete a entregar la cosa,


igual que en el caso anterior tiene que tener capacidad jurídica. Las obligaciones
se reducen a la entrega y garantía contra los vicios ocultos de la operación. Así lo
confirma el Art.1603 c.c.: «Existen dos obligaciones principales: la de entregar, y la
de garantizar la cosa que se vende». El vendedor tiene el deber y la obligación, al
concluir la venta, de hacer entrega de los bienes o de los derechos definitivos que
existen sobre estos.

No debe confundirse la puesta en posesión de parte del vendedor al comprador,


con la transmisión de los derechos de esta. De ahí que la posesión puede ser
previa a la finalización de la venta definitiva, o posterior. En todo caso, el retraso
de la entrega, no disminuye las obligaciones contraídas, tan solo prolonga la
adquisición física de los bienes, pero no altera el derecho del vendedor, quien
puede reclamar sus derechos.

Elementos Reales:

 La cosa: objeto material, en oposición a los derechos creados sobre él y a


las prestaciones personales. Son bienes o derechos que estén dentro del
comercio.
 El precio: significa valor pecuniario en que se estima algo, valor que se pide
por una cosa o servicio. No es preciso que esté establecido en el momento
de perfeccionar el contrato, ya que puede ser establecido posteriormente
sin necesidad de realizar un nuevo contrato.
 Formales: regularmente los contratos de compraventa no se otorgan por
escrito, ya que la ley no requiere tal formalidad; sin embargo, en la práctica
es habitual que el consentimiento se plasme en un documento privado que
sirva de prueba. Hay excepciones en diferentes ordenamientos jurídicos,
por ejemplo para el caso de bienes inmuebles, o ciertos otros contratos que
se obligan a realizar por escrito, expresa o tácitamente.
 De validez: la capacidad, en donde el principio general dice que toda
persona capaz de disponer de sus bienes puede vender y toda persona
capaz de obligarse puede comprar; y el consentimiento, que se refiere a
que haya un acuerdo de las partes que recaiga sobre el precio y la cosa.

2.4. El bien materia de la venta

Bienes susceptibles de compraventa.- pueden venderse los bienes existentes o


que pueden existir, siempre que sean determinados o susceptibles de
determinación y cuya enajenación no esté prohibida por la ley.

Inasistencia del bien parcial:

 bienes determinados: plenamente identificado se individualiza el bien.


 bienes determinables: no siendo determinado en la actualidad.

Articulo 1532º.- Bienes susceptibles de compra – venta

Pueden venderse los bienes existentes o que puedan existir, siempre que sean
determinados o susceptibles de determinación y cuya enajenación no esté
prohibida por la ley.

Articulo 1533º.- Perecimiento parcial del bien

Si cuando se hizo la venta había perecido una parte del bien, el comprador tiene
derecho a retractarse del contrato o a una rebaja por el menoscabo, en proporción
al precio que se fijo por el todo.

Articulo 1534º.- Compra venta de bien futuro

En la venta de un bien que ambas partes saben que es futuro, el contrato está
sujeto a la condición suspensiva de que llegue a tener existencia.

Articulo 1535º.- Riesgo de cuantía y calidad del bien futuro

Si el comprador asume el riesgo de la cuantía y calidad del bien futuro, el contrato


queda igualmente sujeto a la condición suspensiva de que llegue a tener
existencia.

Empero, si el bien llega a existir, el contrato producirá desde ese momento todos
sus efectos, cualquiera sea su cuantía y calidad, y el comprador debe pagar
íntegramente el precio.

Articulo 1536º.- Compra-venta de esperanza incierta

En los casos de los artículos 1534 y 1535, si el comprador asume el riesgo de la


existencia del bien, el vendedor tiene derecho a la totalidad del precio aunque no
llegue a existir.

Articulo 1537º.- Compromiso de venta de bien ajeno


El contrato por el cual una de las partes se compromete a obtener que la otra
adquiera la propiedad de un bien que ambas saben que es ajeno, se rige por los
artículos 1470, 1471 y 1472.

Articulo 1538º.- Conversión del compromiso de venta de bien ajeno en compra –


venta

En el caso del artículo 1537, si la parte que se ha comprometido adquiere después


la propiedad del bien, queda obligada en virtud de ese mismo contrato a transferir
dicho bien al acreedor, sin que valga pacto en contrario.

Articulo 1539º.- Rescisión del compromiso de venta de bien ajeno

La venta de bien ajeno es rescindible a solicitud del comprador, salvo que hubiese
sabido que no pertenecía al vendedor o cuando este adquiera el bien, antes de la
citación con la demanda.

Articulo 1540º.- Compra-venta de bien parcialmente ajeno

En el caso del artículo 1539, si el bien es parcialmente ajeno, el comprador puede


optar entre solicitar la rescisión del contrato o la reducción del precio.

Articulo 1541º.- Efectos de la rescisión

En los casos de rescisión a que se refieren los artículos 1539 y 1540, el vendedor
debe restituir al comprador el precio recibido, y pagar la indemnización de daños y
perjuicios sufridos.

Debe reembolsar igualmente los gastos, intereses y tributos del contrato


efectivamente pagados por el comprador y todas las mejoras introducidas por
este.

Articulo 1542º.- Adquisición de bienes en locales abiertos al público

Los bienes muebles adquiridos en tiendas o locales abiertos al público no son


reivindicables si son amparados con facturas o pólizas del vendedor. Queda a
salvo el derecho del perjudicado para ejercitar las acciones civiles o penales que
correspondan contra quien los vendió indebidamente.

2.5. Características de los bienes

Los bienes deben existir al momento que se celebra el contrato o deben ser
susceptibles de existir (bienes futuros). Si al momento de celebrarse en el
contrato el bien no existe, el contrato es nulo por falta de objeto. En el caso
de que parte de él haya desaparecido en el momento de celebrarse el contrato se
reduce el precio del bien. Los bienes deben estar dentro del comercio de los
hombres, físicamente posibles. La venta de bienes futuros está sujeta a una
condición suspensiva, la cual significa que el contrato tendrá valor si la cosa llega
a existir totalmente.

Venta de bienes ajenos.- Es posible que se vendan bienes ajenos si el comprador


conocía de la situación, si no fuera así, el comprador tendría derecho al
saneamiento por evicción. Si el comprador adquiere un bien del vendedor, siendo
este bien ajeno no podrá si:

 Establece que el tercero reivindique el bien para pedir el saneamiento por


evicción.
 Demandar la rescisión del contrato que se produce por causal existente al
momento de la celebración del contrato.
 Hacer uso de la acción penal por delito de estafa.

Si el comprador conocía que el bien era ajeno, estaba celebrando el acto con
riesgo. (Art. Del 1541 del CC. Establece los efectos de la rescisión.- Se disuelve
con efectos con efectos retroactivos; las cosas vuelven al estado en se
encontraban en el momento inmediato anterior al contrato pactado, el comprador
debe pagar el bien y el vendedor recibirá lo que ha pagado. La indemnización por
daños y perjuicios (Art. 1542) dice que el adquiriente no puede ser ovacionado o
despojado del bien si la compra está respaldada con su respectiva factura y si se
realizó de buena fe, el vendedor propietario no podrá recuperar el bien, pero
puede demandar la indemnización por daños y perjuicios al que se apropió
indebidamente del bien que era suyo. También puede ejecutar las acciones
penales correspondientes. Aquí hay contradicción en el Art. 68 del Código Penal
que dice que la restitución se hará con la misma cosa aunque se halle en poder de
terceros, salvo el derecho de esta, si fuese culpable para reclamar su valor (ya no
la cosa) contra quien corresponda la norma penal por ser pública prima sobre la
Ley Civil de carácter privado.

El Precio.- Sólo se podrá dar en dinero. Deberá ser fijado de mutuo acuerdo y no
por la sola voluntad de una parte. Sin embargo el precio puede ser fijado por un
tercero a lo cual no podrá ser anulado, salvo que se apruebe que está actuando
de mala fe para beneficiar a una de las partes (Art. 1543-1544) puede ser fijado en
moneda nacional, extranjera o al tipo legal al momento de efectuarse el pago (Art.
1237).

Si no hay precio, no hay compra venta. Lo establecerá normalmente el vendedor


(Art. 1547). Cuando el precio se fija por eso, a falta de acuerdo debe entenderse
que el precio se refiere al precio neto, es decir, al precio que tenga el bien sin
envases y sin empaquetaduras (Art. 1548).

2.6. Obligaciones del comprador y del vendedor

2.6.1. Obligaciones del Vendedor

Entregar la cosa. El vendedor se obliga a entregar la cosa al comprador, con el fin


de que este adquiera su propiedad.

En la compraventa mercantil, la obligación de entrega de la cosa presenta dos


interesantes singularidades:

 Momento en que debe efectuarse la entrega.


 Modo de su cumplimiento.
En primer lugar, el vendedor debe efectuar la entrega en el momento o plazo
convenido y, si nada se pactó expresamente, debe tenerla a disposición del
comprador dentro de las 24 horas siguientes a la realización del contrato.

Por lo que se refiere al modo de la entrega, ésta podrá realizarse mediante la


entrega material de la cosa vendida al comprador o poniendo ésta a su
disposición, sin embargo, el cumplimiento de entregar la cosa por parte del
vendedor no podrá ser exigida por el comprador si no ha pagado el precio pactado
y ofrece pagarlo simultáneamente (en el momento de la entrega).

Por último indicar que el mero retraso en la entrega de la cosa vendida, equivale al
incumplimiento total.

Transmisión al comprador del riesgo de la cosa vendida (que se pierda, se


estropee, etc.): El riesgo sólo pasa al comprador desde que el vendedor ha
entregado la cosa o la ha puesto a su disposición.

Saneamiento: El vendedor queda obligado a garantizar al comprador la posesión


legal y pacífica de la cosa vendida y los posibles vicios o defectos que ésta
tuviese. Por lo tanto el vendedor responde ante el comprador en los siguientes
casos:

Por evicción: Se produce cuando el comprador ve alterada la posesión legal y


pacífica de la cosa adquirida, cuando se le priva por sentencia firme, y en virtud de
un derecho anterior a la compra, de la cosa comprada.

Por vicios o defectos: Todo vendedor, además, está obligado a garantizar al


comprador los vicios o defectos de cantidad o calidad de que adolezcan las cosas
vendidas y entregadas y por lo tanto responder por ellos.

Transmitir la propiedad o título de derecho.

Conservar el bien objeto de la compraventa hasta su entrega.

Entregar el bien.
Garantizar al adquiriente una posesión útil.

Garantizar al comprador una posesión pacífica.

Responder a la evicción.

Responder de los vicios y defectos ocultos que tenga el bien.

2.6.2. Obligaciones del comprador

Pago del precio convenido: Que deberá realizarse en el tiempo y lugar pactado o,
en su defecto, en el tiempo y lugar en que se hace la entrega. En el comercio el
precio convenido comprende a veces simplemente el valor de las mercancías,
mientras que en otros casos, se le añade el coste del transporte hasta el lugar de
destino e, incluso, el coste del seguro.

Por otra parte, el pago puede realizarse al contado o a plazos; recibir la cosa
comprada: El comprador está obligado a recibir o retirar la cosa en el lugar y
momento adecuado. No obstante cuando las mercancías tengan vicios o defectos
de cantidad o calidad o si se pretende su entrega por el vendedor una vez
transcurrido el plazo para la misma, el comprador puede negarse a recibirlas sin
incumplir su obligación.

1ª.- El pago del precio :

Esta obligación es la fundamental del comprador y el precio que se paga debe


reunir las características que exige el Código Civil, es decir, ha de ser un precio
verdadero, determinado y consistente en dinero o signo que lo represente.

En materia del pago del precio es conveniente diferenciar el pago normal del
precio y el pago extraordinario que tiene que ver con que junto al precio se
abonen una serie de cantidades que las partes convengan.

Respecto de la obligación del pago normal el Código de Comercio se limita a decir


que, puestas las mercancías a disposición del comprador y dándose éste por
satisfecho o depositándose judicialmente en los casos previstos en el art. 332
empezará para el comprador la obligación de pagar el precio al contado o en los
plazos convenidos.

A la vista de la regulación del Código de Comercio se da a entender que, salvo


que las partes estipulen lo contrario, la obligación de pagar el precio sigue de
forma inmediata a la entrega de la cosa, por lo que ha de entenderse que en caso
de pretender efectuar un pago aplazado deberá existir un pago especial entre las
partes.

En la práctica comercial son frecuentes las cláusulas que deben completarse con
los usos, que suelen fijar las condiciones relativas tanto al modo como al momento
y lugar del pago. A falta de pactos de este punto, el pago debe hacerse en el
momento y lugar en que se hace la entrega de la cosa vendida al ser de aplicación
el art. 1500 C.Civil con carácter subsidiario.

Para completar este asunto hay que decir que la Ley de Comercio Minorista
establece que cuando los comerciantes acuerdan con sus proveedores
aplazamientos de pago que excedan de 60 días desde la entrega y recepción, el
pago deberá quedar instrumentado en un documento que lleva aparejada
ejecución. Con mención expresa de la fecha de pago que aparece en la factura. El
documento que se utiliza normalmente es un título cambiario como la letra de
cambio.

Si el plazo acordado entre las partes supera los 120 días el vendedor podrá exigir
que queden garantizados los documentos señalados mediante un aval bancario o
un se¬guro de crédito.

Por lo que se refiere al pago extraordinario, en ocasiones el comprador puede


tener a su cargo ciertos gastos que pueden incluirse o no en el precio. Para
regular este aspecto hay que tener en cuenta que en esta materia domina la
disciplina contractual. Pero si no se establecen pactos debe entenderse, por
aplicación de lo dispuesto en el Código de Comer¬cio, que los gastos que origine
el retiro y extracción de la mercancía fuera del lugar de la entrega corren a cargo
del comprador.
Junto a estas normas generales de Código de Comercio en el tráfico, se han
tipificado una serie de cláusulas que tienen distinta finalidad:

1.- Un grupo de ellas tienden a señalar directamente que el comprador está libre
de todo gasto hasta un determinado momento; en este sentido nos encontramos
con las cláusulas F.O.B. Free On Board, o también las de franco-vagón, franco-
camión o franco a bordo, señalan que en el precio se incluyen todos los gastos
hasta que las mercancías estén cargadas en el ferrocarril, barco o camión, siendo
los gastos de transporte y todos los gastos posteriores por cuenta del comprador.

Esta franquicia del comprador puede llegar incluso hasta su propio estable-
cimiento a través de la cláusula “franco lugar de destino”.

2.- En otras ocasiones se detalla que en el precio van incluidos, junto al coste de
la mercancía, la prima de seguro y el precio del transporte, mediante la cláusula
C.I.F. Cost Insurance Freight. Esta cláusula indica la determinación del lugar de
destino, lo que a veces incluso se indica de manera expresa y normalmente son a
cargo del comprador los gastos de descarga del medio de transporte.

La obligación de pago por parte del comprador en la compra-venta mercantil es de


15 años, igual que en la civil. El plazo de prescripción en aquellos supuestos que
no caen bajo la normativa del Código de Comercio será de 3 años.

La Ley de Consumidores prohíbe que repercutan sobre el consumidor los defectos


o errores administrativas, bancarios o de domiciliación de pagos que no le sean
directa¬mente imputables. Prohíbe hacer obligatoria la comparecencia personal
del consumidor para realizar el pago.

2ª.- La Recepción:

El comprador debe facilitar la entrega de la mercancía por parte del vendedor


haciéndose cargo de ella. El alcance de esta obligación dependerá del lugar y del
momento de la puesta a disposición por parte del vendedor.
El Código de Comercio se refiere en diversos artículos a la puesta a disposición,
pero si no se dice nada, se entenderá que la puesta en disposición se produce en
el establecimiento del vendedor.

2.7. Incumplimiento del contrato

2.7.1 Incumplimiento de la obligación de entrega

El régimen del incumplimiento en la compra venta mercantil presenta, en relación


con la obligación de entrega, una de las especialidades más notables en la
normativa que ofrece el Código de Comercio, ya que en este punto, equipara el
incumplimiento de la obligación de entrega al incumplimiento total del contrato. Las
consecuencias de esto, es que el comprador que no ha recibido la cosa en el
plazo previsto puede optar por exigir la resolución del contrato o el cumplimiento
del mismo, exigiendo la indemnización de daños y perjuicios en ambos casos.

Si el vendedor se ha comprometido a entregar una determinada cantidad de


mercancías en un plazo concreto y sólo entrega una parte al comprador, no está
obligado a recibir esa parte, ni siquiera bajo la promesa de que le será entregado
el resto ; pero si el comprador acepta la entrega parcial queda consumada la venta
en cuanto a los géneros recibidos, aunque permanece a salvo el derecho del
comprador a pedir el cumplimiento del contrato en lo que se refiere al resto de las
mercancías.

2.7.2 Incumplimiento de la obligación de pagar el precio

Si el comprador no paga el precio en el momento debido incurrirá en mora y


estará obligado a pagar el interés de la cantidad que debe al vendedor. En
relación con esta cuestión la Ley de Comercio Minorista establece unos intereses
moratorios elevados cuando el comprador es un comerciante que ha comprado
sus mercancías a un proveedor y aquél incurre en mora en el pago.

En este caso se producirá el devengo de intereses moratorios de forma


automática, sin necesidad de que lo solicite el acreedor. Esos intereses
comenzarán a partir del día siguiente señalado para el pago y el tipo aplicable
para determinar la cuantía de los intereses será del 50 % superior al tipo señalado
para el interés legal.

Por otra parte, decir que el vendedor no está obligado a entregar la cosa si no
recibe el dinero, siempre que no se haya pactado un plazo para el pago del precio.

Este derecho se configura como un derecho de retención de la mercancía y está


en el art. 1466 C.Civil.

Además de este derecho de retención, el vendedor tiene un derecho real sobre la


mercancía vendida que se encuentra en su poder, incluso aunque lo esté en
calidad de depósito, que le permite enajenar esa mercancía a un tercero, para
obtener el pago del precio con los intereses de demora. Este derecho se articula
como una especie de prenda legal y se recoge en el art. 340 C.C.

Una vez que el vendedor ha entregado la mercancía y mientras ésta esté en poder
del comprador, el vendedor tiene un crédito por el importe del precio, un crédito al
que se le otorga el carácter preferente reconocido en el art. 1922 C.Civil.

Incumplimiento de la obligación de recibir la mercancía.

Cuando sin justa causa el comprador retrasa el recibo de las mercancías. El


vendedor podrá pedir el cumplimiento del contrato o bien la resolución del mismo,
teniendo en cuenta que las mercancías deberán depositarse judicialmente.

Cuando el comprador demora hacerse cargo de los efectos comprados. El


vendedor podrá solicitar el depósito judicial.

En ambos casos, los gastos de depósito correrán por cuenta del comprador salvo
que el retraso o demora sean imputables al vendedor.

3. La conciliación en los contratos mercantiles

Es un método de resolución de conflictos alternativo del judicial. Se trata de un


proceso adjudicativo informal mediante el cual los conflictos pueden ser resueltos 
por particulares (árbitros)  que no revisten la calidad de jueces estatales.
Producido un conflicto de intereses entre dos o más partes, éstas deciden someter
su controversia y la prueba a un tercero que luego de sopesar la evidencia provee
la solución o decisión conocida como laudo (Decisión o fallo que dictan los árbitros
en un conflicto).

Este método tiene carácter adversarial, pues es un tercero neutral quien decide la
cuestión planteada, siendo su decisión, en principio, obligatoria.

Las partes se convierten en contendientes a efectos de lograr un laudo favorable a


su posición y se obligan a decir la verdad en todo momento pues pueden ser
penalizados por el delito de perjurio (Delito que comete el que miente en un juicio
o una vista habiendo dado promesa de no faltar a la verdad).

El método no es aplicable a aquellos casos en los cuales un fiscal debe intervenir


obligatoriamente o situaciones en las que puede verse afectado algún interés
público.

Es obligatorio para las partes y ejecutable judicialmente; es susceptible de


impugnación judicial por vía de nulidad.

Se diferencian porque:

En el proceso de conciliación las decisiones las toman las mismas partes en


conflicto.

En cambio en el arbitraje las decisiones las toman los árbitros.

Conciliación y arbitraje se diferencian por el origen del resultado, en la conciliación


son las mismas partes las que componen el conflicto por si mismos, diseñándola y
construyendo la solución con la asistencia de una tercero llamado conciliador.

En cambio en el arbitraje el tercero llamado árbitro es el que compone el conflicto


de intereses de las partes. El tercero le impone la solución a las partes., vale decir
en la conciliación el conflicto se soluciona por voluntad de las partes, en cambio en
el arbitraje es por voluntad de un tercero (arbitro).

En la conciliación, el conciliador no toma decisiones, sino asiste a las partes


conciliantes para que encuentren la solución al conflicto por si mismos, pudiendo
proponer soluciones no vinculantes. En cambio en el arbitraje, el árbitro decide, es
el que toma decisiones vinculantes, el que resuelve el conflicto, con carácter
obligatorio para las partes.

Características:

 es un acto jurídico a través del cual las partes recurren a un tercero para
que les ayude a resolver un conflicto.
 requiere la existencia de un tercero, este no decide, se limita a señalar el
camino posible de solución de conflictos, pues las partes se avendrán o no
a las soluciones que ellos mismos estimen conveniente.
 es un mecanismo alternativo de solución de conflicto, ya que las partes
pueden optar por la conciliación, por el arbitraje o por ir al Poder Judicial.
 la oralidad e inmediación están siempre presentes, pues el conciliador
estará al lado de las partes que han solicitado su actuación, las que se
realizaran sin intermediarios. Es inimaginable un proceso conciliador con
escritos que van y vienen, pues la casi totalidad de negociaciones se
efectivizan mejor sin la presencia de documento alguno o de formalidad
especifica.
 ese tercero no propone, no decide, ni siquiera interpreta la norma en
conflicto, menos hace esfuerzo alguno para su aplicación. Se limita
simplemente a señalar el camino posible de solución de conflictos, pues en
última instancia las partes se avendrán o no a las soluciones que ellos
mismo estimen conveniente.
 pretende evitar un procedimiento heterónomo o la simple prosecución del
proceso ya iniciado.
 trata de fomentar un acercamiento entre las partes con miras a demostrar
que este es preferible a su total inexistencia, propiciando que el dialogo
posibilite la solución del conflicto.
 carece de toda formalidad, es un acto informal por excelencia, por eso que
se ha convertido en una herramienta flexible por la amplia libertad
conservada al conciliador; empero nada quita al conciliador que tenga su
propia metodología para lograr el éxito que se ha propuesto al iniciar su
labor conciliadora.

3.1. Presentación e introducción

Preparación: se inicia con la lectura del expediente pude estar compuesto por la
demanda, contestación, escritos, pruebas, etc., de la denuncia y sus descargos,
luego se registra los datos resaltantes, con algunas formulas conciliatorias.

Presentación e introducción: reglas de juego, al iniciarse la audiencia el conciliador


les dará la bienvenida a las partes las identificara y se presentara ante ellas,
disponiendo su ubicación en la sala enseguida les brindara las características de
la Conciliación, su característica y operatividad, sus beneficios y ventajas, sus
límites y sus efectos.

3.2. Versiones parciales

En esta fase el conciliador solicitara a cada parte, individual y sin interrupciones,


manifieste su visión del conflicto.

Es la fase donde se discuten hechos y se escuchan las versiones de ambas


partes.

Redefinición del Conflicto: después de tomar nota de ambas versiones, el


conciliador debe proceder a redefinir el conflicto, es decir redibujarlo y elaborar
una versión única objetiva.
Generación de Opciones: el conciliador solicitara a las partes, para que una por
una, piensen y efectúen el mayor numero de propuestas posible, las mismas que
serán registradas, se recomendara a las partes que generen como mínimo 3
opciones.

Propuestas de Formulas Conciliatorias: queda a criterio del conciliador la


posibilidad de proponer formulas conciliatorias.

Análisis y Evaluación de Opciones: se recurre en el criterio de legitimidad y se


toma como base de los cuales se determina la justicia y validez de las formulas
conciliatorias.

Compromiso: al verificar la elección de una de las opciones vinculantes de


solución, el conciliador dejara constancia verbal de la escogida.

Estructuración del Acuerdo, Consulta y Ratificación: queda únicamente a cargo del


conciliador el diseño del acuerdo que será por escrito (acta de Conciliación),
contendrá términos y condiciones para su ejecución el plazo de cumplimiento, etc.

Filtro Legal: es indispensable que un abogado verifique la legalidad del acuerdo.

Suscripción del Acuerdo: una vez suscrito por un abogado el acuerdo el texto final
será suscrito por las partes.

La Reunión Privada: como herramienta discrecional, durante la audiencia el


conciliador puede sostener reuniones privadas con cada una de las partes, cuando
se evidencian situaciones que impiden el normal desarrollo de la Conciliación, este
tiene la obligación de informar a las partes que estas reuniones privadas puede
llevarse a cabo en cualquier momento, solicitada por una parte o de oficio.

La Negociación: es una ciencia y arte donde configura un proceso voluntario entre


dos partes, en razón de un conflicto en la cual sus resultados son en mutuo
benefició, resolviendo la controversia que los separa, sin necesidad a recurrir a
otro método.
Tipos de Negociación:

Distributiva: es aquella en la cual lo que gana una parte, es lo que pierde la otra.

Integrativa: tiene como meta la satisfacción de los intereses (ganar).

Tácticas: Que afectan a las personas en la negociación amenazas,


aprovechamiento de valores primordiales, rabia real o fingido, agresividad,
dualidad (rol del bueno y el malo), uso de engaños.

Causas del Conflicto: Recursos escasos, comunicación, valores, necesidades


humanas básicas, estructura social, ideología.

Características del Conflicto:

 no necesariamente supone agresión.


 es una diferencia entre partes que pueden ser semejantes, equivalentes o
diferentes.
 es un proceso.
 se construye entre las partes.
 puede ser conducido.

Elementos del Conflicto: situación conflictiva, activa conflictiva y comportamiento


conflictivo.

Entrampamiento del Conflicto: estamos entrampados cuando invertimos nuestro


tiempo y recursos a pesar de percibir que nos encontramos en una circunstancia
desfavorable.

Causas del Entrampamiento:

Subjetivas: económicas y psicológicas.

Objetivas: compromiso de consecuencia, ansiedad en función y falta de metas


concretas.
Como Enfrentamos el Conflicto:

 competidor: gano o pierdo, me mantengo en mi posición.


 colaboración: tengo preferencias, pero me interesa saber su punto de vista.
 comprometedor: ni para mí, ni para ti.
 evitación: para que pelear, para que hacernos problemas.
 complaciente: bueno lo que tu digas.

4. El arbitraje en los contratos mercantiles

4.1. Introducción

Toda relación humana está expuesta a conflictos de múltiples índole en el que


están en juegos diversos.

A medida que el hombre ha ido evolucionando ha tratado de encontrar diversos


medios para solucionar sus diferencias, hasta llegar al ordenamiento jurídico para
garantizar condiciones de vida y normas de conducta dentro de la sociedad, con el
fin de mantener la fuerza y evitar la violencia como métodos orientados a la
administración de justicia, a través de un tercero imparcial que dirima sus
confrontaciones.

Platón enseña que «el mayor bien para el estado, no es la guerra ni la sedición
sino la paz y la buena inteligencia entre los ciudadanos. Pero como la existencia
de intereses contradictorios forman parte de la naturaleza del grupo, el estadista
ha debido crear sistemas que ponga remedio a los disensos, obligando a los
miembros a observar cierras reglas y preventivo que en caso de presentar
desavenencias, un tercero zanje las disputas. Es indispensable que se
establezcan tribunales para cada sociedad y jueces que decidan sobre la marcha,
las diferencias que se susciten. Tribunal que estará compuesto por los jueces mas
integro que se ha posible encontrar. Un estado no sería estado si lo que concierne
a los tribunales no estuviese arreglado como es debido».
El estado crea el derecho para justificar el carácter público de la entidad
jurisdiccional, toda vez que la imponer la obligación debe respetarla, lo que se
traduce en una acción coercitiva de imposición, así pues en las organizaciones
sociales modernas el estado tiene la facultad de promover los órganos que
resolverán esas situaciones de conflictos que alteran el orden social, para
mantener la tranquilidad pública.

Surge entonces la jurisdicción, actividad destinada a restablecer el orden jurídico


alterado por conductas humanas al contrario de las normas establecidas.

Es una sentencia se aplica la imposición de una conducta especifica a las partes


que están obligadas a cumplirlas bajo amenaza de obtenerla en forma coactiva en
caso de resistencia.

La importante en el derecho no solamente radica en resolver el conflicto si no la


forma como se resuelve, por ello cuando un sistema judicial es deficiente, no
cumple su función a cabalidad se convierte en una ficción corriendo el riesgo de
retroceder al pasado en que el hombre ejercía la justicia por su propia mano,
asiendo imposible la convivencia social. Ello explica porque la necesidad de
encontrar otras formas alternativas que puedan proveer las soluciones que en el
sistema público no está en condición de brindar.

El arbitraje puede ser una de las formas a través de la cual las personas
encuentren el acceso a una justicia eficiente administrada por las mismas partes,
dentro de su esfera de libertad y en el marco de sus derechos disponible (Art. 58 y
62, constitución 1993).

Si bien es cierto que descongestionaría la pesada carga procesal. No podemos


concebirla como un competidor de la vía judicial sino más bien como una vía
complementaria en el entendido que el arbitraje no es válido para cumplir clases
de litigio o bajo cualquier circunstancia.

Es regla general que en un litigio que verse sobre el orden público las partes no
podrán recurrir al arbitraje que es de competencia del poder judicial. Desde la
producción de ciertas medidas probatorias la ejecución forzosa del laudo, el
arbitraje requiere la colaboración de los jueces. Es más, si obtenido el laudo se
presentan demoras o través en la etapa de la ejecución judicial en la práctica, las
deudas originalmente controvertidas y previamente reconocidas en el laudo,
quedaran diferidas en el tiempo. Por tanto debemos ser consientes que el arbitraje
debe convivir con la justicia en forma armónica, manteniendo una relación y un
respeto mutuo entre ambos sistemas.

4.2. Importancia del arbitraje

El estado reconoce a las decisiones arbitrales el valor de la cosa juzgada


posibilitando para su cumplimiento los procedimientos de ejecución de sentencias.

El Art. 83 de la ley Nº 26572, prescribe que el «el laudo arbitral consentido o


ejecutoriado tiene valor equivalente a la de una sentencia y es eficaz y de
obligatorio cumplimiento desde su notificación a las partes. Si lo ordenado en el
laudo no se cumple por la parte o partes a quienes corresponda hacerlo, el
interesado podrá solicitar su ejecución forzada ante el juez, especializado en lo
civil del lugar de la sede del arbitraje que corresponda».

Debe tenerse presente que los árbitros no tienen el «imperium», propio de los
magistrados del Poder Judicial, sin embargo los jueces tienen la obligación de
hacer cumplir los laudos en las que ha participado el árbitro.

4.3. Arbitraje

Es un proceso en el cual se trata de resolver extrajudicialmente las


diferencias que surjan en las relaciones entre dos o más partes, quienes
acuerden la intervención de un tercero (arbitro o tribunal arbitral) para que
los resuelva.

De todas las instituciones antes mencionadas, el arbitraje es el que mayor


aproximación tiene con el modelo adversarial del litigio común.
Es un mecanismo típicamente adversarial, cuya estructura es básicamente la de
un litigio. El rol del árbitro es similar al del juez: las partes le presentan el caso,
prueban los hechos y sobre esa base decide la controversia. Sin embargo, no
obstante sus similitudes el arbitraje mantiene con el sistema judicial una gran
diferencia, la decisión que pone fin al conflicto no emana de los jueces del Estado,
sino de particulares libremente elegidos por las partes.

A diferencia de la conciliación y mediación, el tercero neutral no ayuda ni colabora


con las partes a efecto de resolver el conflicto más bien impone una solución vía
LAUDO ARBITRAL, que tiene efectos de sentencia judicial.

Al arbitraje se llega generalmente en forma voluntaria a través de cláusulas


mediante las cuales las partes deciden someter determinadas cuestiones a ser
resueltas por el árbitro en lugar de acudir a la justicia ordinaria.

Nuestra constitución vigente (1993) en su Art. 138 establece «la potestad de


administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el. Poder judicial a través de
sus órganos jerárquicos con arreglo a la constitución y a las leyes» y en su Art.
139 señala «no existe ni puede establecerse jurisdicción alguna independiente,
con excepción de la militar y la arbitral». De igual modo el Art. 62 preceptúa” los
conflictos derivados de la relación contractual solo se solucionan en la vía arbitral
o en la judicial, según los mecanismos de protección previsto en el contrato o
contemplados en la ley» finalmente en relación al propio estado, en la parte del
Art. 63 dispone «el estado y las demás personas de derecho público pueden
someter las controversias derivadas de relación contractual a tribunales
constituidos en virtud de tratados en vigor. Pueden también someterlas a arbitraje
nacional o internacional en la forma en que lo disponga la ley».

Como vemos la constitución al tiempo que garantiza el acceso a la justicia


ordinaria, permite a los particulares y aun al estado, a dejar de lado ese medio
recurriendo al arbitraje como fórmula alternativa.

Por lo demás el estado reconoce la decisión arbitral el valor de cosa juzgada,


considerando para tal efecto el procedimiento de ejecución de sentencia judicial,
como expresamente señala el Art. 83 (ley general de arbitraje 26572) «el laudo
arbitral consentido o ejecutoriado tiene el valor equivalente a una sentencia y es
eficaz y de obligatorio cumplimiento desde su notificación a las partes. Si lo
ordenado en él se cumple por la parte o partes a quienes corresponda hacerlo, el
interesado podrá solicitar su ejecución forzada ante el juez especializado en lo civil
del lugar de la sede del arbitraje que corresponda».

Sin embargo a dudas el arbitraje no pretende reemplazar a los jueces ni mucho


menos desmerecerlos, antes bien complementan el papel que desempeñan dentro
de la sociedad.

Dado el origen privado del arbitraje, es que las partes pueden designar el árbitro o
tribunal arbitral, según sea el caso.

Existen particularidades de la figura que admiten presentarlos conforme al sistema


donde vayan a insertarse.

El arbitraje voluntario proviene de la libre determinación de las partes, sin que


preexista un compromiso que los vincule.

El arbitraje forzoso en cambio viene impuesto por una cláusula legal o por el
sometimiento pactado entre las partes antes de ocurrir el conflicto.

A su vez la elección de la vía supone recurrir a árbitros libremente seleccionados o


bien designar a un organismo especializado (arbitraje institucionalizado).

La decisión (laudo) obliga peor no somete, es decir determina efectos que vinculan
el derecho de las partes, pero la inejecución no tiene sanción de árbitros. En todo
caso son los jueces ordinarios quienes asumen la competencia ejecutiva.

4.4. Convenio Arbitral

Es el acuerdo voluntario entre las partes para solucionar sus diferencias, que
surgen de una relación contractual o no contractual que sean o no, metería de un
proceso judicial, sujeta a requisitos generales establecidos en la legislación civil
para la validez de los contratos.

La ley de arbitraje considera este principio en materia de convenio arbitral,


exigiendo la forma escrita, bajo sanción de nulidad. En la forma de una cláusula
inserta en el texto del contrato, o bajo la forma de un acuerdo independiente.

El objeto del convenio arbitral debe ser lícito y posible. La ley de arbitraje ha
regulado las materias susceptibles de someterse a arbitraje, como son las
materias determinadas o determinables sobre la que las partes tengan la libre
disposición; exceptuándose las cuestiones que versen sobre el estado o
capacidad civil de las personas, ni las relativas a bienes o derechos de los
incapaces, sin la previa autorización judicial. Aquellas sobre las que ha recaído
resolución judicial firme, salvo las consecuencias patrimoniales provenientes de su
ejecución.

En cuanto se refiere a las partes del proceso; las que interesan al orden público, o
que versen sobre delitos o faltas; sin embargo, cabe arbitrarse respecto a la
cuantía de la responsabilidad civil, cuando no ha sido fijada en resolución judicial
firme.

En una palabra no son competentes los árbitros en las que esté interesado el
orden público.

Cuando existe un convenio arbitral, ya no es competente el juez en lo


jurisdiccional, debiendo declinar su avocación. Si el convenio es anterior evita el
proceso judicial, que pueda promoverse y si fuera celebrado estando pendiente un
trámite judicial, produce el efecto de extinguirlo (Art. 1 ley 26572).

4.5. Cuestiones aptas para el Arbitraje

«Son aquellas divergencias producto de transacciones entre partes vinculadas por


relaciones comerciales duraderas, en las que además de resolver el conflicto
puntual, es necesario mantener la relación en términos que les permita seguir
haciendo negocios en el futuro, o lo que se originen en el comercio internacional,
por la publicidad que el arbitraje ofrece en cuanto a elegir no solo la persona de
los árbitros, sino el lugar donde se llevara a cabo el juicio, el idioma, el
procedimiento, etc.».

La eficacia del arbitraje radica en la validez de la decisión que emana del árbitro,
en esa virtud el laudo, está respaldado por la cosa juzgada y es factible de
ejecución al igual que una sentencia judicial.

A través del arbitraje las partes habrán sustituido el juicio de conocimiento y todo
el tramite que se requiere en la justicia para llegar a una sentencia, en menor
tiempo, con menor costo con el mismo resultado.

4.6. Clases de Arbitrajes

Arbitraje institucional

En este arbitraje intermedia entre los árbitros una entidad especializada que
administra y organiza el trámite y presta servicios útiles para resolver la
controversia.

Se rige por un reglamento al que se someten las partes, sin embargo se valen de
instrumentos cada vez más ágiles, de modo de adecuar las reglas de las
necesidades de los usuarios surgiendo reglamentos de «arbitraje común» u otras
variantes como «arbitraje acelerado». Para optimizar la duración del proceso de
gran importancia para el tiempo como factor fundamental.

También hay otras formas Standard, para pactar el arbitraje, a través de modelos
de convenio arbitral y todos los servicios de rutina para posibilitar su arbitraje,
como recibir y modificar las demandas, fijar los honorarios de los árbitros y peritos,
elegir los árbitros, resolver recusaciones contra ellos, sustituirlos por vacancia o
renuncia, fijar la sede del arbitraje o el idioma en que se tramitaran las actuaciones
y en general todo lo relacionado al proceso de arbitraje.
En el arbitraje libre o ad hoc no existe ninguna institución que administre el
sistema: son las propias partes las que suministran las normas sobre las que den
actuar y todo lo necesario para que el arbitraje proceda.

Así les proveen de los mecanismos de elección de los árbitros, indican el lugar, el
idioma, los procedimientos a aplicar, métodos de coerción en caso de
incumplimiento, plazo para laudar y los recursos pertinentes que cabrías contra el
laudo.

La desventaja en este tipo de arbitraje está en que no habiendo intervenido una


entidad que preste el servicio administre el sistema e intermedie entre las partes,
cualquier diferencia que surja entre ellas será resuelta en sede judicial. Si las
partes no se ponen de acuerdo, sobre el árbitro tercero, si se produce una
recusación contra un árbitro, se debe reemplazar, si procede remplazarle al árbitro
por renuncia, fallecimiento o irresponsabilidad al ejercer el cargo.

La elección de estos mecanismos debe ser puesta en conocimiento de las partes


sobre sus ventajas y desventajas.

Arbitraje de derecho o de conciencia

Los árbitros se rigen por normas legales y deciden los asuntos litigiosos con
arreglo al derecho escrito.

En cambio el arbitro de conciencia puede dejar de lado la norma jurídica en el


proceso mismo como en la sustentación del laudo; es decir que resuelven de
acuerdo a su criterio; sin embargo esa discrecionalidad no es ilimitada puesto que
debe respetar el principio elemental de garantizar la defensa en juicio, en el debe
tener en cuenta la equidad.

La ley da prioridad al arbitraje de conciencia, por cuanto contempla que en caso


de no haber pactado que el arbitraje sea de derecho, se tiene por entendido que
es de conciencia (Art. 3, párrafo 3, ley 26572).
La diferencia entre ambos estriba en que en el laudo de derecho, cabe apelación
(Art. 60, párrafo 1, ley 26572), en los laudos de conciencia, no procede ningún
recurso (Art. 60, último párrafo, ley 26572).

Arbitraje domestico o internacional

Esta calificación obedece cuando intervienen un estado o se vincula con más de


uno:

La ley de arbitraje Nº 26572 Art. 91, define como arbitraje internacional cuando
existen los siguientes factores:

a. si las partes tiene al momento de celebrar el convenio arbitral domicilios en


estados diferentes.
b. si uno de los lugares siguientes está situado fuera del estado en que las
partes tienen sus domicilios.

El lugar de arbitraje, si este ha sido determinado en el acuerdo de arbitraje o con


arreglo a él.

El lugar de cumplimiento de una parte sustancial de las obligaciones de la relación


jurídica o el lugar con el cual el objeto del litigio tenga relación más estrecha.

4.7. Arbitraje de Derecho o Conciencia

La legislación nacional señala que el arbitraje puede ser derecho o de conciencia.


Sobre este punto corresponde exclusivamente a las partes convenirlo al momento
de celebrar el convenio arbitral. En caso de que no exterioricen su voluntad, se
interpretará que el arbitraje será de conciencia.

Arbitraje de derecho: Se llama arbitraje de derecho, cuando los árbitros resuelven


la cuestión controvertida de conformidad con las leyes vigentes. Aquí los árbitros
tienen que ser abogados.
Arbitraje de conciencia: Se llama arbitraje de conciencia o equidad, cuando la
solución del conflicto sometido es resuelta por  el árbitro conforme a sus
conocimientos y leal saber y entender. Es decir, la solución que se considere más
justa.

4.8. Los árbitros

El árbitro es la persona elegida por las partes para resolver una controversia, es
por ello la parte esencial del arbitraje mismo, todo el sistema gira en torno a él,
desde que en su integridad moral y buen criterio descansa la confiabilidad y la
eficacia del arbitraje como mecanismo de resolución de conflictos.

El árbitro debe reunir cualidades de idoneidad y experiencia, aplicando su criterio


personal y buen juicio, manteniendo la imparcialidad e independencia frente a las
partes.

4.8.1. Quiénes pueden ser Arbitros

Según la ley puede ejercer como árbitro cualquier persona mayor de edad, en
pleno ejercicio de sus derechos civiles. Exigiendo la ley que el árbitro de derecho
debe ser abogado, puede ser nacional o extranjero. Cuando se designa a una
persona jurídica como árbitro, se entiende que actúa como entidad nominadora
(Art. 20, ley 26572).

Requisitos para ser Árbitro

Los miembros de la Junta de Arbitraje no podrá ser persona directamente


relacionadas con las partes en conflicto, ni vinculadas con ellas por nexos
familiares (4to. de consanguinidad y 2do. de afinidad).

Postulación:

La postulación será acompañada de una declaración de los candidatos de que


aceptan el cargo en caso de ser elegidos, lo mismo se hará, de no haber acuerdo
en la designación del tercer árbitro. Toda designación debe ser notificada.
El artículo anterior contiene una disposición en cuanto al procedimiento para
escoger los tres miembros de la Junta de Arbitraje. Señala que los trabajadores
escogerán a un miembro de una terna que presente el patrono. Este a su vez,
escogerá el segundo miembro de la terna que presenten los trabajadores. El tercer
miembro será escogido por los otros dos miembros elegidos. En caso de que las
partes no se pongan de acuerdo, el Inspector del Trabajo, lo decidirá en forma
sumaria.

En virtud del carácter de la Junta de Arbitraje su constitución es distinta a la Junta


de Conciliación. La Junta de Arbitraje no puede formarla personas relacionadas
directamente con alguna de las partes en el conflicto. La prohibición abarca a los
familiares dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad. El
Arbitraje es un recurso voluntario cuando las partes no pueden ponerse de
acuerdo, cuando fracasa la conciliación; en ese momento se requiere la presencia
de terceros, ajenos a los intereses de las partes en conflicto. La Ley del trabajo
derogada establecía que en el Distrito Federal y en cada uno de los Estado,
debían existir en la respectiva inspectoria, lista de árbitros del trabajo. Se
designaba uno por cada doscientos trabajadores y en el momento de presentarse
el conflicto, se escogían los miembros de la Junta de esas listas. Carácter de los
Miembros de la Junta de Arbitraje:

En su aparte final la norma transcrita ordena que los árbitros designados o


escogidos a la suerte no estén relacionados con la industria u ocupación en que
haya ocurrido la disputa. Con ello se ratifica el criterio de que los miembros de las
Juntas de Arbitraje tienen el carácter de verdaderos jueces, susceptibles de ser
recusados, como todo Juez, si está en tela de juicio su independencia frente a
cualquiera de las partes.

En consecuencia, aunque sea designado por una de las partes, él árbitro no es


representante del interés de quien lo nombra. La intervención de las partes para
constituir la Junta de Arbitraje, en el caso contemplado en el artículo 490 de la
L.O.T., no tiene por objeto que acrediten representantes suyos en la junta, sino
darles garantías en cuanto a la objetividad e imparcialidad del arbitraje.
4.8.2. Impedimentos

Tienen impedimento los Magistrados, con excepción de los Jueces de Paz, los
Fiscales, los Procuradores Públicos y los Ejecutores Coactivos, el Presidente los
Vice-Presidentes, los Parlamentarios y miembros del Tribunal Constitucional,
Oficiales Generales y Superiores de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional,
salvo los profesionales asimilados, los Ex magistrados en las causas que han
conocido, el Contralor General de la Republica en procesos arbitrarios en que
participen las entidades bajo su control (Art. 26, ley 26572)

Conclusiones

Se llega a la conclusión de que resulta de gran importancia para los


estudiosos de las Ciencias Jurídicas el conocer de manera completa y
profunda todo lo relativo a los contratos de Compra-Venta, ya que, este posee
una gran importancia entre los contratos de su clase, porque se trata del contrato
tipo traslativo de dominio y, además, porque constituye la principal forma moderna
de adquisición de riqueza; es decir, tanto en su función jurídica como económica,
debe merecer un estudio especial.

Es por tanto, que ellos constituyen la base de toda una gama de actuaciones
jurídicas que se presenta en la práctica y en el que hacer jurídico del contador,
porque los días están repletos de decisiones fundamentadas ya en el
cumplimiento de contrato, ejecución de contratos, violación de contratos, nulidades
de actos de ventas, radiaciones de hipotecas.

Finalmente, queda la satisfacción de haber hecho  un trabajo conciso y claro que


nos ayuda a comprender algo más de nuestra carrera como contadores, sobre la
base teórica y se aclararon varios aspectos prácticos relacionado con dicho tema.

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