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Álvaro Corrales Álvarez

Investigador. Grupo de Investigación PAI HUM 132


“Vrbanitas. Arqueología y Patrimonio”
Universidad de Huelva

alvarcorrales@dhis1.uhu.es

/ Las exequias en el
mundo romano:
fuentes documentales y
documentación arqueológica

Resumen: El presente trabajo se centra en el análisis de la documentación literaria


existente sobre la cosmovisión de la muerte en el mundo romano y su reflejo
en la cultura material registrada en contextos funerarios. Nuestra finalidad es
dar a conocer los diversos recursos utilizados por los individuos de la sociedad
romana para perpetuar su memoria aeterna prestando una especial atención
al papel jugado por las prendas en los ritos funerarios.

Palabras clave: muerte, exequias, textil, recursos documentales, Hispania.

Abstract: This paper focuses on the analysis of existing literary documentation


on the worldview of death in the Roman world and its reflection in the
material culture registered in funerary contexts. Our aim is to present the
various resources used by individuals of Roman society to perpetuate his
memoria aeterna paying special attention to the role played by garments
in the funeral rites.

Key Words: death, funeral rites, textile, documentary resources, Hispania

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Diseño de Moda

Introducción
El impacto del final de la Segunda A partir de las consideraciones de rece como una manifestación del
Guerra Mundial marcó un período base de la historia social resultaba mercado de la sociedad de consumo,
de cambio en la manera de entender viable el tránsito hacia la historia reduciendo su alcance a la esfera
la historia. Así, el decenio de 1945 a de la vida cotidiana cuyo contenido económica6. Desde otra perspectiva,
1955 estuvo caracterizado por un pro- era la expresión intrínseca de la vida la moda se asocia a grupos minorita-
ceso de reflexión epistemológica, por diaria material: la comida y la mesa, rios donde la excentricidad es la nota
el hallazgo de las bases estructurales la casa y el mobiliario, el vestido y la dominante7. En última instancia, un
y geohistóricas y por la aplicación de moda3. De este modo se daba entra- tercer enfoque es el que detecta en la
los conceptos de hecho histórico y de da en la práctica historiográfica a un moda una función de medio de cultu-
tiempo histórico1. A diferencia de la nuevo campo de investigación don- rización de la práctica indumentaria
historiografía escrita hasta esta fecha, de tenían cabida todas las visiones y y de efectiva identificación social e
preocupada por la biografía de los expresiones del mundo que configu- individual8. La ortodoxia sociológica
personajes dirigentes y por el estudio raban un imaginario colectivo: valo- define el ciclo de la moda como un
de los acontecimientos, la nueva histo- res, vivencias, actitudes y sentimien- comportamiento adoptado tempo-
ria fijó muchos de sus objetivos en los tos4. El objeto del historiador de las ralmente por una parte sustancial de
aspectos sociales, dado que la historia mentalidades es lo colectivo. Así, la un grupo social que lo percibe como
social constituye el tronco matriz de la historia de las mentalidades com- socialmente apropiado para la épo-
ciencia histórica, en cuanto compren- portaría el estudio de las meditacio- ca y la situación9. La capacidad y la
de el objeto global de la disciplina2. nes y de la relación dialéctica entre voluntad de los individuos o de un
las condiciones objetivas de la vida grupo social de destinar recursos eco-
de los hombres y la manera en que nómicos a la producción o al uso de
la cuentan y aún en que la viven5. objetos reservados a una minoría en
el mundo romano radican en el obje-
En el panorama de las investigaciones to fundamental del interés y el intento
sobre la moda como fenómeno social, por distinguirse de parte de los miem-
la historiografía tradicional había bros de la élite10. Resulta razonable
producido diversas lecturas. Desde pensar que uno de los aspectos don-
una óptica presentista, la moda apa- de la moda y el lujo convergen con
intensidad fuese el campo de las hon-
ras fúnebres y los monumentos fune-
rarios. En este sentido, se advierte la
necesidad de tratar de comprender
el rol de la moda y los textiles en los
rituales relacionados con la arqueo-
logía funeraria de época romana a
partir de diferentes tipos de eviden-
cias que posibiliten la creación de un
marco de interpretación renovado.

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Teoría e historia de la indumentaria

Las exequias en el mundo romano


En toda conmemoración romana tanto las laudatio funebris como las los compendios de derecho romano
de la muerte pueden apreciarse, al neniae perseguían el elogio del difun- y una forma de aculturación religio-
menos, tres aspectos sociales: la pre- to y la preservación de sus acciones sa que posibilitó la inserción de las
servación y destrucción de la memo- vitales más significativas13. Este fenó- ideas del mundo más allá de la muer-
ria, la integración y competencia con meno se debe en gran medida a la te de Roma, o al menos, de las for-
el resto de la sociedad y la movilidad preocupación existente por parte de mas sociales de representar esas ideas
social y económica11. El funeral aris- los romanos de la aprobación de su de ultratumba, en otros contextos15.
tocrático, de época republicana, ha conducta por parte de los demás,
sido uno de los fenómenos que han sobre todo en lo relativo a la moral de La concepción mayoritaria del mun-
despertado un mayor interés entre sus actos14. De ahí, la exaltación de do funerario romano albergaba la
los investigadores por la singulari- las virtudes desplegadas en vida que idea de que sus muertos continuaban
dad del acto, donde el protagonismo se atestiguan en numerosos carmina su vida en la tumba, donde el alma
recaía más que en el propio difunto epigraphica o la representación de las y el cuerpo mantenían un vínculo
en la familia, garante de la preser- tres virtudes de todo aquel que fuera sempiterno16. De ahí, la necesidad de
vación de la memoria del individuo. digno de la nobleza: clementia, pietas dotar a este lugar que se constituye
y concordia, que fueron plasmadas en como morada eterna con las mayo-
Así, aunque la muerte es un inefable los relieves de los sarcófagos (Fig. 1). res comodidades posibles. Prueba de
hecho biológico individual, si bien, ello serían los relieves interiores del
no es menos cierto que la muerte es El período romano imperial entabló sarcófago descubierto en Simpelveld,
un hecho social que transciende a la contactos con multitud de pueblos datado en el siglo II, en los que se
conciencia de la comunidad12. En este de diversos credos religiosos y dife- aprecia una mujer acostada sobre un
sentido los ritos funerarios se corres- rentes manifestaciones sociales. No lecho rodeado de toda una panoplia
ponden como una forma de memoria obstante, la sociedad romana de la de instrumentum domesticum y otros
oral gentilicia, en la que a través de fase imperial fue capaz de crear una elementos propios de los ambientes
las imagines de los antepasados, las serie de elementos que aglutinaron a residenciales. (Fig. 2). Sin embargo,
máscaras y los discursos celebrados la totalidad de los pueblos con los que el debate historiográfico dista mucho
en honor del difunto se perpetuaba la mantuvieron vínculos. A este respec- de estar concluso, pues otros investi-
memoria de la gens. De esta forma, to, cabe destacar el conocimiento de gadores advierten de la inexistencia

Fig. 1. Sarcófago que representa las tres virtudes de un noble. Siglo II (Veyne, 1994, 165, Palacio Ducal, Mantua).

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de preocupación en el más allá o la
inmortalidad del alma. En este sen-
tido, la opinión más extendida de
esta creencia, incluso entre el pue-
blo, sería que la muerte equivalía a la
nada a una suerte de sueño no fini-
to. No obstante, el arte sepulcral ha
representado en una ingente cantidad
de testimonios la metáfora de la vida
como viaje y la muerte como destino
de descanso tras el intenso periplo17.

El predominio de esta cosmovisión


favoreció precisamente que, duran-
te los entierros, los grupos sociales
utilizaran símbolos para marcar de
forma explícita la pertenencia o pose-
sión del difunto de la dignidad de un
cargo o status18 durante su vida coti-
diana (Fig. 3). Por ello, las exequias
de un miembro de una gens romana
perteneciente a los grupos sociales Fig. 2. Fragmento de un sarcófago que muestra a un notable dominus acompañado
dirigente y de gran poder económi- de su séquito. Siglo IV (Veyne, 1994,116, Museo Arqueológico, Aquilea).
co debía constituir, ciertamente, un
espectáculo capaz de atraer la aten-
ción y mover el ánimo, infundiéndole
dolor a cuantos contemplaran esta
ceremonia de gran transcendencia
en el imaginario social colectivo19.

Finalmente, debe advertirse que uno


de los resultados más importantes
a los que han conseguido llegar las
líneas de investigación relativas a los
ritos funerarios es la corroboración,
mediante una ingente cantidad de
nuevos testimonios en multitud de
ciudades del Imperio Occidental, de
que la cremación y la inhumación,
como principales rituales fúnebres,
coexistieron sin solución de continui- Fig. 3. Fragmento de un sarcófago que muestra a un notable dominus acompañado
dad, a lo largo del período romano20. de su séquito. Siglo IV (Veyne, 1994,116, Museo Arqueológico, Aquilea).

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Fuentes documentales

En líneas generales, tras la purifica- haces, de hachas y de las insignias en la pira funeraria o en la tumba24.
ción del cadáver, el cuerpo inerte era que acostumbran a acompañar a los Cornelio Tácito escribe un pasaje
amortajado con las mejores prendas distintos magistrados, de acuerdo con acerca de los cortejos de las colonias
posibles adecuadas a la dignidad que la dignidad inherente al cargo que itálicas tras la muerte de Germánico:
el finado había disfrutado en vida. cada uno desempeñó en la repúbli-
Para la mayor parte de los ciudada- ca. Cuando llegan al foro, se sientan “Y así sus cenizas marchaban a hom-
nos, la toga se conservó siempre como todos en fila en sillas de marfil; no es bros de tribunos y centuriones, pre-
mortaja, aun en los tiempos en los fácil que los que aprecian la gloria y el cediéndolas las enseñas sin adornos
que se solía llevar la túnica o la pae- bien contemplen un espectáculo más y los haces vueltos. Cuando cruzaban
nula. De tal modo que Juvenal, con la hermoso. ¿A quién no espolearía ver por las colonias, la plebe enlutada
ironía que le caracteriza, sostiene que este conjunto de imágenes de hombres y los caballeros ataviados con trá-
la mayor parte de la gente no lleva- glorificados por su valor, que parecen bea quemaban ricas telas, perfumes
ban toga sino después de muertos21. A vivas y animadas? ¿Qué espectáculo y otras ofrendas fúnebres según los
pesar de ello, el segmento poblacional hay más bello?” (Polyb. Hist. VI, 53). recursos del lugar” (Tac. Ann. III 2).
más amplio en la sociedad romana,
caracterizado por los grupos depau- Otro de los gastos imputables cuya En las ceremonias cuyo rito con-
perados, no portaría a modo de mor- cuantía solía exceder sumas dinera- cluía con la incineración del cuerpo,
taja, más allá de un lienzo negro22. rias cotidianas en los fastos fúnebres la propia pira pasó a ser un aspecto
estaba relacionado con los productos más a tener en cuenta, con la utili-
La exhibición del lujo impregnó varios aromáticos o perfumes que podían zación de maderas nobles y maderas
aspectos del ritual como reflejan tan- ser usados en diversos momentos aromáticas, llegando a construirse
to los testimonios literarios como las de la ceremonia: durante el cortejo, túmulos de gran envergadura (Fig. 4).
evidencias arqueológicas. Así, a las
costumbres etruscas que habían esta-
blecido prácticas relacionadas con la
danza, la música, y diversos ludi en
honor del difunto se unió la ostenta-
ción en el porte exterior romano23.
En lo que respecta al cortejo, los
antepasados y la gloria familiar tras-
pasaban los muros de la casa, donde
se rendía culto de manera habitual,
pasando a dotarse de una dimen-
sión pública, tal como refiere Polibio:

“Cuando fallece otro miembro ilus-


tre de la familia, estas imágenes son
conducidas también al acto del sepe-
lio, portadas por hombres que, por
su talla y su aspecto, se parecen más
al que reproduce la estatua. Éstos,
llamémosles representantes, lucen
vestidos con franjas rojas si el difunto
había sido cónsul o general, vestidos
rojos si el muerto había sido censor,
y si había entrado en Roma en triun- Fig. 4. Giovanni di Stefano Lanfranco, Exequias de un emperador romano, (Museo
fo o, al menos, lo había merecido; el Nacional del Prado, https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/
atuendo es dorado. La conducción exequias-de-un-emperador-romano/fcd6f6c1-52a2-4f9b-93b3-49ce70c23508, Minis-
se efectúa con carros precedidos de terio de Educación, Cultura y Deporte, España).

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Diseño de Moda

Asimismo, fue costumbre por par- con el alma. Desean que ésta parta bres debe ser interpretada como una
te de las dolientes demostraciones radiante y pura, como liberada ya exhibición del status jurídico o de la
de la aflicción con la alimentación después de haber sostenido un enor- dignidad social de los asistentes al
de las llamas de los objetos y efectos me y difícil combate. ¿O tal vez lo acto y no como una manifestación
personales más apreciados por parte sencillo y simple es lo que conviene del luto29. Así, cabe advertir que de
del difunto, especialmente, vestidos de manera especial a las circuns- acuerdo a la mentalidad indumenta-
y joyas en el caso de las mujeres25. tancias luctuosas? Las cosas teñidas ria romana existieron prendas reco-
demuestran gusto por la magnificen- nocidas como normales o apropiadas
El vestido como elemento clave de la cia y la suntuosidad. Lo que se dice para una circunstancia o un tipo de
comunicación no verbal es un trans- de la púrpura puede aplicarse tam- persona30 o bien que ambos aspec-
misor de primer orden de las actitu- bién a lo negro: “falsos son los ves- tos concurriese en un mismo evento
des e intenciones de la persona que tidos, falsos los colores”. Lo que de según se infiere del texto de Plutarco,
lo porta26. Siguiendo esta premisa sí es negro, se muestra teñido por la donde sólo determinadas personas
básica cabe advertir acerca de la naturaleza misma, no por la indus- portarían prendas de color blanco.
importancia de las prendas exhibidas tria humana, y está impregnado de
durante la celebración de las exe- un color sombrío. Sólo lo blanco es Los textos de Cicerón constituyen,
quias. En las dos últimas décadas, el puro, sin mezcla e incontaminado, y también, un rico recurso para cono-
debate historiográfico centrado en el no puede imitarse con la tintura. Por cer las actitudes romanas en relación
análisis y discusión de los vestidos uti- eso es lo más apropiado para quienes a las prendas consideradas como
lizados en señal de duelo en el mundo son enterrados. En efecto, el difun- apropiadas en ocasión del tiempo de
romano ha girado en torno al color to se convierte en algo simple, sin duelo, ya sea en el acto del sepelio o
de las prendas y su significación. En mezcla, naturalmente puro, liberado durante el posterior banquete. Así, en
este sentido, una de las propuestas del cuerpo como de una tintura. Al el informe sobre Publius Vatinius ata-
planteadas sostenía la consagración decir de Sócrates, en Argos, durante ca a su oponente por llevar puesto una
del color blanco a los muertos y al los lutos llevan vestidos blancos lava- ropa inapropiada en la celebración
luto asociado a la idea de pureza27, dos con agua.” (Plut. QR, XXVI). de las exequias del amigo de Cicerón,
mientras que el otro enfoque afirma Quintus Arrius en el año 59 a.C.:
que es el negro el color del duelo vin- Según la segunda de las posturas
culado a la muerte y a la oscuridad28. planteadas puede inferirse que la “I should also like to ask you what
presencia de personas con vestidos design or object you had in view
La polémica radica en la inter- de color blanco en las honras fúne- when you took your place at my
pretación del siguiente pasaje: friend Quintus Arrius´s banquet in
a toga pulla. Have you ever seen or
“¿Por qué en los duelos las mujeres heard of such a thing? Where was
llevan vestidos blancos y redecillas your precedent, what usage were
igualmente blancas?¿Acaso -como you following? You will say that you
cuentan que hacen los magos- inten- did not approve of that thanksgiving
tan asemejarse a lo brillante y lumi- (supplicationes)… Well, suppose the-
noso para enfrentarse al Hades y a re was not thanksgiving: tell me, who
las tinieblas?¿O creen conveniente ever dined in a black gown (atratus)?
que, del mismo modo que amorta- It was a funeral feast, true; but whi-
jan de blanco el cuerpo del difunto, le the function of such a feast is to
vayan también de blanco sus parien- celebrate a death, the feast itself is
tes? Adornan de semejante manera an occasion of good cheer. But I say
el cuerpo porque no pueden hacerlo nothing of the public funeral cele-

. 34
Teoría e historia de la indumentaria

Restos materiales
bration…Whoever dined when in a La generalización de la inhumación en el registro arqueológico, ya sea en
private mourning for a death in the durante el período romano estuvo contextos funerarios o de cualquier
family? Who was ever handed a toga gobernada por tres agentes culturales: otra índole, si bien, la práctica de la
pulla as he came out of the bath, el sujeto del enterramiento (el propio inhumación posibilitó el incremento
except you? When so many thou- muerto), los agentes del enterramien- de testimonios materiales del lujo a
sands were at their tables, when the to (la familia y quizás un maestro de través de los materiales de fábrica de
master of the feast, Quintus Arrius, ceremonias) y los observadores del las estelas, estatuas, relieves o sarcófa-
was in white, you and Gaius Fidulus enterramiento (la comunidad a la gos u otros complementos asociados
(also in black) and the others evil spi- que pertenecía el difunto). El interés a los vestidos como fíbulas, broches,
rits entered the temple of Castor in común de las tres partes implicadas botones, restos de calzados o hebillas
funeral attire…Who but groaned to fue llamar la atención sobre la digni- de cinturón33. Una muestra de ello
see it and grieved for the plight of dad social o status que poseía el difun- lo constituye la sepultura 10 de la
the commonwealth…Did you know to. Para subrayar su posición social necrópolis de la Puerta Occidental de
the custom?...Before the banquet you lo más frecuente era acompañar al Caesaraugusta (Fig. 5) en la que pue-
had seen the master and his friend in cadáver de una panoplia de elemen- den advertirse los diferentes elemen-
a toga pulla, but you did not see them tos de ajuar, entre los que destacan tos de ajuar asociados al difunto34.
dressed so at dinner. What fit of luna- algunos textiles32. En cualquier caso, Otro de los hallazgos relacionado
tic took possession of you to think that salvo contadas excepciones, resulta con complementos de los atuendos
unless you committed sacrilege and muy difícil que los tejidos dejen huella se documentó en la sepultura 95 de
violated the temple of Castor and the
omen of the feast and establishment
custom and the dignity of your host
you would failed to demonstrate suffi-
ciently your opinion that the thank-
sgiving is invalid? (Cic. Vat. 30-32).

En este pasaje, Cicerón da a entender


que los romanos consideraban apro-
piado portar la toga pulla durante la
ceremonia del funeral, pero para el
posterior banquete que se ofrecía ya
a una restringida minoría lo correc-
to era el uso de prendas blancas31.

Fig. 5. Ajuar de la sepultura 10 de la


necrópolis Occidental de Caesaraugus-
ta (Galve, Baena, Obón y Nieto, 2008,
fig. 47).

. 35
la necrópolis norte de Pedrosa de la
Vega35, donde se registraron restos
de unas caligae claveteadas (Fig. 6).

El Digesto recoge los gastos que con-


llevaba dar sepultura al cadáver. Así,
era obligación del padre dar sepulcro
al hijo y del heredero al testador (Fig.
3), pero si alguien, sin ser el heredero,
se hacía cargo de los costes de esta
acción podía exigir ser resarcido de
los gastos (D. 1 1.7.12.3). Se conside-
raban gastos del entierro todo lo que
se invierte en el cadáver: ungüentos,
precio de la sepultura, impuestos,
si existen, etc. (D. 11.7.37.0) y esta
cobertura se deducía siempre de
la herencia (D. 11.7.45.0), por eso,
un heredero obligado a construir
un monumento por un valor deter-
minado podía deducir del precio
fijado el cinco por ciento, valor del
impuesto de la vigesima heredita-
tis. Pero lo socialmente elegante era
construir por valor de la totalidad
de lo señalado, haciendo inscribir
en el monumento la fórmula... sine
ulla dedutione XX hereditatis36.

Fig. 6. Vista de detalle de las caligae


documentadas en la sepultura 95 de la
necrópolis Norte de Pedrosa de la Vega
(Abásolo, Cortés y Pérez, 1997, fig.83).

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Las estelas

Una de las manifestaciones más cla- excepcional peinado en rizos, vestida


ras del proceso de la aculturación con una falda de pliegues verticales,
romana en Hispania viene dada por con marcada diferenciación de la
la epigrafía, al tiempo que se con- falda, hecho que podría resultar un
vierte en una herramienta de vital indicador relevante para una proba-
importancia para el estudio del fenó- ble adscripción a la servidumbre de
meno37. Estos monumentos funera- la mujer representada40. Parece razo-
rios han sido tratados por la investi- nable pensar que Atta Altica pertene-
gación tradicional desde una óptica ciese a este grupo social, pues apare-
en la que se focalizaba en la ono- ce representada un instrumental de
mástica y los aspectos decorativos38, trabajo, sosteniendo entre sus manos
si bien podían aportar numerosos una espata y una carda, mientras que
datos atendiendo a factores como el a su derecha se aprecia un telar. La
material en que estaban construidas, inscripción funeraria que puede leer-
la tipometría de las estelas, la morfo- se es Atta • Altica / Auniae / f(iliae)
logía de las piezas, la disposición de • an(norum) • XX. En el apartado
los elementos esculpidos, las técnicas onomástico cabe advertir la utili-
de construcción, aspectos epigráficos zación de la fórmula matronímica,
y aspectos demográficos, en el caso dado que la antroponimia Aunia es
de un conjunto de muestra amplio, frecuente en España y que es casi
para finalizar con la significación y exclusivamente femenino. Sobre la
cronología. No obstante, conviene significación de la estela, habría que Fig. 7. Vista de detalle de la estela de
aclarar que, la expresión artística, no pensar que gran parte de estos ele- Atta Altica (a partir de Museo Arqueo-
se limita a la técnica en que se reali- mentos formales responden a una lógico Provincial de Burgos).
zaron sino que a raíz de los motivos tradición indígena bien fundamen-
ornamentales pueden llegar a plan- tada, sobre la que la romanización
tearse consideraciones de naturaleza jugó un papel decisivo al introducir
simbólica en relación con los motivos un lenguaje figurado. Tanto por los
ornamentales que aparecen en ellos39. motivos representados como por la
fórmula epigráfica pare plausible una
En este sentido traemos a colación un cronología para los siglos II y III41.
ejemplar de la producción de Lara de
los Infantes (Fig. 7). El análisis de la
piedra en que se talló la estela reve-
ló que se trataba de piedra caliza,
con una tipometría conservada de
(42) x 24 x 9,5 cm. con una morfo-
logía de cabecera semicircular, rota
por abajo. En la parte superior tiene
esculpida una rosa hexapétala situa-
da en el interior de un doble círculo.
Debajo del texto aparece, en la parte
izquierda una figura femenina con un

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Diseño de Moda

Las estatuas

El estudio de la estatuaria funeraria El ricinium es considerado una de las


de algunos de los más importantes prendas más antiguas utilizadas por
núcleos de población hispanorroma- las mujeres según enfatiza Varrón
na sólo podía llevarse a efecto, hasta quien hace derivar el término de la
fechas muy recientes, a partir de tes- voz reicere. En un pasaje de la Ley
timonios escultóricos y epigráficos de las XII Tablas se indica que el rici-
hallados de forma aislada y descon- nium llegó a convertirse en una pren-
textualizada42, si bien este panora- da llevada por las mujeres como un
ma está en vías de cambiar merced signo de dolor ya sea en duelo por un
al objeto de estudio y el enfoque miembro de la familia o en tiempos
de nuevos trabajos43. Resulta razo- de problemas para la vida pública,
nable pensar que las estatuas de los por lo que es probables que el rici-
monumentos funerarios dispuestas nium de color oscuro se asemeje a la
comúnmente al exterior contribuían toga de duelo de los hombres denomi-
a dotar de mayor alcance su mensa- nada pulla que estaba hecha de lana
je. Así, pues, no sólo cumplirían con oscura (Sebesta, 2001: 50). Según
la funcionalidad de preservar viva la Schölls, el sentido que se le da en la
memoria de los difuntos representa- Ley de las XII Tablas al ricinium es
dos en ellas, principal preocupación en relación con el tipo de tela con que
del finado y sus familias, sino que se decoraban las piras funerarias46.
también sirvieron para subrayar la
posición económica y la identidad Para el caso de Hispania se han iden-
social de aquéllos entre su comu- tificado, recientemente, cuatro de
nidad, a modo de exhibición de la estas producciones como representa-
dignidad ostentada en vida. Aspec- ciones de Agripina Maior (Fig. 8), viu-
to, este último, que los propietarios da del emperador Germánico, duran-
de los enterramientos monumentales te las hornas fúnebres decretadas en Fig. 8. Conjunto de estatuas identifica-
se empeñaron verdaderamente en conmemoración del césar. Todas las das como Agripina Maior con ricinium
transmitir a conciencia y de mane- piezas esculpidas tras la muerte de (a partir de Loza, 2010, figs. 4 A- C, 5
ra palmaria, contando para ello con su esposo, en el obligatorio tempus y 6).
el inestimable apoyo de la epigrafía, lugendi, durante el año de luto. Las
para la decodificación del mensa- piezas identificadas remiten a una
je para sus posibles observadores44. serie de esculturas de carácter hono-
rífico y funerario, datadas desde épo-
En lo que respecta a las produc- ca augustea hasta momentos flavios47.
ciones escultóricas existe una tipo-
logía poco constatada. Se trata de
figuras que representan el último
status de las mujeres casadas: la viu-
dez. Estas representaciones femeni-
nas visten una prenda, el ricinium,
característica del período prescrito
para el tiempo de duelo, de un año
de duración, aspecto que permi-
te vincular estas representaciones
a ambientes funerarios privados45.

. 38
Teoría e historia de la indumentaria

Los textiles

La línea de investigación correspon- indicador del prestigio de las élites y gía, como por el hecho de documen-
diente al estudio de los tejidos arqueo- de los individuos que las constituían, tarse en dentro de ella una pieza de
lógicos es ahora reconocida como una ya fueran éstos hombres o mujeres51. vidrio identificada como un ungüen-
fuente sólida de información para la tario, característico de los ajuares,
antropología y la historiografía. En La carestía de bibliografía relaciona- parece razonable pensar que la pie-
las últimas dos décadas algunos acon- da con esta temática en la Península za procediese de un área funeraria.
tecimientos importantes han tenido Ibérica es palmaria, ya no sólo por La pieza, pues, debió ser hallada
lugar, posibilitando un enfoque más el pésimo grado de preservación de en el interior de una urna cineraria
integrador. Los temas tratados van los textiles, procedente de piezas de de piedra caliza fechada en el siglo
desde el desarrollo de una metodolo- fácil descomposición, sino además I por el contexto deposicional de
gía para el análisis de las fibras degra- por la insuficiente divulgación o otros elementos que completaban el
dadas hasta el estudio comparativo de publicación de estos materiales per- ajuar, entre ellos, un espejo cuadra-
las producciones específicas del textil tenecientes, por lo general, a fondos do de bronce, cuya descomposición
y su confección tradicional. Estos tra- de museos52. Para el período roma- pudo preservar la redecilla. Los res-
bajos de textiles arqueológicos abor- no se han documentado al menos tos conservados (Fig. 9) abarcan una
dan temas relevantes que van desde restos de cuatro testimonios textiles superficie de 27 por 16 cm, aunque
la estética y el estilo con el género al procedentes de contextos funerarios. se conservan de forma inconexa seis
desarrollo tecnológico para la pro- fragmentos, si bien en origen la pie-
ducción y el intercambio comercial48. En primer lugar, merece la pena des- za debió tener una mayor dimensión
tacar la noticia sobre una redecilla como puede inferirse de los restos de
Las prendas y la manera en que se dis- para el pelo procedente de Medina una decoración en oro en algunas
pusieron en el contexto deposicional Sidonia (Cádiz). Aunque las circuns- zonas del tejido principal de lino. La
permiten al arqueólogo introducirse tancias del hallazgo no posibilitaron colocación de la decoración tuvo un
en las relaciones entre las prácticas determinar el contexto arqueológico diseño específico que hace posible
funerarias y las creencias religiosas de de procedencia, tanto por su tipolo- deducir una forma cuadrada o rectan-
las sociedades que son objeto de estu-
dio. Pero no sólo eso, más allá de la
problemática funeraria, la ropa y los
textiles ofrecen un marco verosímil
para el examen de las apariencias y
la moda de la sociedad, el rol desem-
peñado en el sector económico y las
actitudes o anhelos de aquellos a los
que cubrían sus cuerpos49. La cultu-
ra de la antigua Roma fue sobre todo
una cultura visual, donde las imáge-
nes y otros elementos de comunica-
ción visual jugaron un papel de vital
importancia. En este sentido, resulta
razonable pensar que la ropa y las
normas corporales de los ciudada-
nos funcionaban como un medio de
comunicación no verbal para identi-
ficar el género y la condición de per-
sona50. En las culturas mediterráneas
la actividad textil estaba, aunque no
exclusivamente sí primordialmen-
te, vinculada a la mujer. Pero el teji- Fig. 9. Vista de detalle de la redecilla hallada en Medina Sidonia (Alfaro, 1983: lám.
do era además en el plano social un III).

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gular para la redecilla, pues la deco- da entre ambos ejemplares residía en oro continuo. Mientras que en el caso
ración en material áureo adoptó una la complejidad de los diseños. En el de la tumba 25 a (Fig. 11) la compleji-
greca paralela al borde de la pieza53. caso de la tumba 25 el motivo utiliza- dad del diseño fue más elevada incor-
do parece haberse correspondido con porando una planta de cuatro hojas,
En segundo término, debe conside- una cinta denominada corolla, muy que parece asemejarse a un trébol,
rarse los fragmentos de textil pro- utilizada entre los adolescentes, que que se incorporaba a las dos ban-
cedente de un enterramiento docu- poseyó, quizás, dos bandas cada una das del textil (Alfaro, 2001: 78-80).
mentado en Munigua. La tumba fue de 15 mm. de ancho de un tapiz de
descubierta en el año 1982 y los restos
textiles hallados suponen, de facto,
una innovación técnica para la región
de Hispania. En el presente caso se
registraron pequeños restos de lo que
parece razonable pensar que se tra-
tase de filamentos de seda de colores
blanco, azul y rojo bermellón, que no
harían sino resaltar la riqueza y alta
dignidad social del cadáver. Pero aun
hay más, oculto para el ojo humano
pudo detectarse con el instrumental
preciso restos de un diseño decorati-
vo en material áureo. Los hilos de oro
estaban trenzados y debían pertene-
cer a un esquema decorativo sencillo
(Fig. 10). Actualmente, sólo se conser-
van tres fragmentos de la propuesta
ornamental de la pieza, cuya longi-
tud máxima es de 2,7 cm54. El análisis
cuantitativo realizado de los meta-
les reveló el uso de un oro de gran Fig. 10. Vista de detalle de hilos de oro procedentes de Munigua (Alfaro, 2005,
pureza (96,34%), con una pequeña fig.1.6).
cantidad de plata (3,22 %) y una
ínfima porción de cobre (0,45%)55.

Finalmente, conviene resaltar los res-


tos de tejidos procedentes de la ciu-
dad de Gadir pertenecientes a dos
tumbas. El análisis cuantitativo reali-
zado de los metales reveló el uso de un
oro de gran pureza (97,41%), con una
pequeña cantidad de plata (1,88%) y
una ínfima porción de cobre (0,71%).
Los fragmentos de oro estaban entre-
lazados con restos de otro tejido a
modo de franja de espiral de hilado,
que bien podría ser lino, seda o lana, Fig. 11. Vista de detalle de decoración
por lo que parece que constituían en forma de hoja en material áureo
parte del motivo ornamental de la procedentes de la tumba 25 a de Cádiz
prenda. La única diferencia constata- (Alfaro, 2001, fig.9.6).

. 40
Conclusión
La visión romana de la muerte care- orden para la provisión de informa- ca era responsabilidad de los magis-
cía de una definida perspectiva de ción relativa sobre como las prendas trados controlar la vestimenta de los
la vida más allá de la muerte, por lo son visualizadas57 como sucedía con ciudadanos; además, este trabajo era
que un individuo, para pervivir como los ejemplos de estatuaria funeraria implementado con la funcionalidad
tal, necesitaba que una persona o aludidos a lo largo del texto. No obs- de los censores, que inspeccionaba
grupo social recordara su existencia, tante, una lectura completa del frag- las vestimentas exhibidas durante los
que rindiera culto a su numen y a su mento de una obra artística de con- actos de la vida pública. La ideología
nomen. Cuando este hecho no suce- texto funerario, no sólo evidenciará oficial romana, no obstante, animó la
día, su individualidad desaparecía y datos de carácter iconográfico, sino austeridad en el vestir a través del uso
el ánima del sujeto en cuestión entra- que, con la observación y recogida de hábitos sencillos y sin pretensiones,
ba a formar parte de una masa inde- de datos precisa, también aportará de los que queda constancia median-
finida, los dii inferi, los manes, de los un marco de interpretación verosímil te la aprobación de varias leyes para
que los romanos creían que podían sobre las etapas productivas del tex- limitar el uso del traje de lujo, joyas
ser perniciosos para el hombre. La til, qué herramientas eran utilizadas y accesorios58. Por este motivo, las
única manera de pervivir dentro y cómo las personas, independiente- exequias de los personajes que ocu-
de la mentalidad romana era, pues, mente de su sexo, ya fueran hombres paban altas dignidades sociales son
que alguien recordase tu existencia: o mujeres, fueron conmemorados en aprovechadas para la exhibición de
memoria aeterna. De este fenómeno sus respectivos roles, como sucede dicho status y crear un espectáculo
se colige que el individuo necesitase en la estela decorada de Atta Altica. que quedase en el recuerdo de toda la
dejar constancia de sus acciones vita- comunidad. Así, el denominado ciclo
les más significativas. La única garan- Las ropas, el lenguaje corporal y la de la moda, caracterizado por el fuer-
tía para ello era dejar tras de sí un comunicación visual cobraron una te ascenso, el apogeo que anuncia el
núcleo de personas que le tuviesen en gran importancia en la cultura roma- inicio del declive y, finalmente, el des-
mente una vez hubiera uno fallecido, na a lo largo de sus diferentes fases: censo hacia lo pasado de moda (Erner,
bien a través de la familia, bien a tra- Monarquía, República e Imperio. 2010: 13) debió jugar un papel rele-
vés de un determinado colectivo, bien Tanto es así, que las tradicional pren- vante en estos rituales, destinados a la
a través del conjunto de la sociedad56. das romanas para el hombre (toga) y consecución de la memoria aeterna
la combinación con la que se recono- en los agentes de la sociedad romana.
La investigación resultante del cruce cía a las mujeres (stola y palla) no obe-
de diversas fuentes de información decen sino a pautas de identificación
como son los autores latinos, de un de sexo y dignidad social que emana-
lado, y la documentación arqueoló- ba de la romanitas. En este sentido,
gica, de otra parte, constituye la base el control social de los ciudadanos
para el análisis de cualquier objeto durante los tiempos de Augusto con
de estudio histórico focalizado en el el decreto de un código de las prendas
período romano. Máxime cuando de vestir para uniformizar la socie-
los vestigios a examinar apenas dejan dad, no resulta una novedad de la
una leve huella en el registro arqueo- época. Ya en tiempos de la Repúbli-
lógico, como sucede con los tejidos
y filamentos que sirvieron para la
decoración de las prendas de vestir.
Como se ha podido apreciar el arte
romano, en general, y de contexto
funerario en particular, es de facto,
una fuente de información de primer

. 41
Diseño de Moda

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