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EL SECRETO DE LA
CUADRATURA DEL CÍRCULO
Pedro Tomás Vela
ISBN: 978‐84‐9916‐112‐9
DL: PM 1125‐2009
Impreso en España / Printed in Spain
Impreso por Bubok
Índice
Introducción ..................................................................... 7
PRIMERA PARTE
1. El referente histórico .................................................. 11
2. Leonardo cuadró el círculo ....................................... 19
3. El Hombre de Vitruvio ................................................ 23
4. Las claves en el Hombre de Vitruvio .................... 29
5. El “secreto” ....................................................................... 41
6. El triángulo rectángulo ............................................... 47
7. La solución lógica .......................................................... 53
8. El cuadrado del dibujo de Leonardo ..................... 63
9. La solución de Leonardo da Vinci ........................ 71
10. ¿Una solución manual? ............................................ 89
11. La búsqueda de la solución ....................................... 97
12. La solución digital .................................................. 115
13. La solución matemática ......................................... 121
14. Otras claves del dibujo de Leonardo .......... 127
15. La trisección de un segmento ...................... 133
16. La circunferencia trazada a partir
del cuadrado ........................................................ 139
17. El significado de las dos circunferencias
de trazado ............................................................. 147
SEGUNDA PARTE
18. Un mito del antiguo Egipto ............................. 157
19. El diseño de las pirámides ............................. 169
20. Los planos de las pirámides .......................... 179
21. La Pirámide de Kefrén ..................................... 187
22. La Gran Pirámide de Keops ............................ 191
23. El enigma de las dos pirámides .................... 201
24. El Secreto de la Cuadratura del Círculo .... 209
25. Una reflexión final ............................................. 213
Bibliografía .......................................................... 217
En este mundo hay problemas que parecen
imposibles de resolver. No por falta de solución,
sino por falta de voluntad para encontrarla.
Con voluntad y acciones solidarias en favor
de las personas que en muchos países del mundo
padecen enfermedades, hambre, pobreza o
injusticias, estas circunstancias deberían dejar
de ser un problema.
Introducción
Los secretos mejor guardados son aquellos cuyo
contenido y solución, están expuestos a la vista o al
alcance de cualquier persona y es precisamente por
ello, por lo que pasan desapercibidos, porque nadie
repara en ellos, o porque nadie los identifica como
tales y aunque se intuya la presencia de lo oculto,
únicamente los iniciados, aquellos a los que les son
trasmitidas las claves o tienen acceso a la explicación,
pueden lograr su comprensión.
El problema de la “cuadratura del círculo” es un
reto de la geometría y del dibujo lineal, del que es
probable que pudo haber sido planteado en una época
muy remota, por personas que pertenecían a grupos
cerrados que poseían gran “autoridad” y “jerarquía”,
los cuales alcanzaron “conocimientos avanzados” para
su época y que fueron considerados como “secretos
sagrados” a los cuales solamente podrían tener acceso
las personas “elegidas”, pertenecientes a “grupos de
escogidos” o de aquellas personas que recibieran una
“educación y preparación adecuadas”, necesarias para
comprenderlos, guardarlos y transmitirlos.
Tratándose de un problema de dibujo lineal, es
preciso tener en cuenta que en épocas pasadas, o más
bien, hasta fechas recientes, únicamente se disponían
de herramientas muy elementales, como son la regla y
el compás, tanto para hacer los dibujos como para
7
tomar las medidas y realizar los cálculos, por cuanto la
verificación de los resultados que así fueran obtenidos,
difícilmente habrían alcanzado nunca, la precisión con
la que se pueden obtener en la actualidad.
La utilización de herramientas informáticas y de
programas de dibujo a los que se tiene acceso en la
actualidad, ofrecen la posibilidad de tratar esa misma
información con gran precisión y fiabilidad, tanto en la
realización de los dibujos, como en la obtención de
medidas a partir de ellos que hacen incuestionables los
cálculos y la valoración de los resultados.
Es comúnmente aceptado que es un problema
imposible de resolver, conclusión a la que se llegó por
la vía de la demostración matemática; sin embargo,
utilizando las mencionadas herramientas informáticas,
la lógica nos hará ver que sí tiene solución, aunque a la
vez quedará evidenciada la dificultad para encontrarla.
De cualquier forma, para comprender esa solución
lógica, es preciso conocer el “secreto de la cuadratura
del círculo”, el cual consiste sencillamente, en conocer
cómo se trazan un número ilimitado de cuadrados de
medidas diferentes, a partir de una circunferencia.
Como consecuencia y por lógica, uno y solo uno de esos
cuadrados, tendrá una superficie igual a la del círculo
dado.
En este trabajo únicamente se pretende mostrar lo
que parece haberse ocultado tras un “enigma”,
aparentemente sencillo pero a la vez fascinante,
porque ha permanecido muy bien guardado, aunque
haya estado a la vista de todo el mundo durante varios
siglos, como un “secreto”, en uno de los dibujos más
famosos de la Historia.
8
Leonardo Da Vinci realizó en el año 1492, un
dibujo enigmático conocido como El Hombre de
Vitruvio, en el que se relaciona la figura de un hombre
con las figuras de una circunferencia y un cuadrado,
perfectamente encajado entre ellas y que tiene además,
unas anotaciones con las proporciones anatómicas
ideales de aquél.
Desde un punto de vista lógico y de una forma
elemental, al verificar la existencia de una relación de
proporciones muy definidas y especiales, entre la
circunferencia y el cuadrado, el dibujo de Leonardo
cobrará la auténtica dimensión en todos sus detalles,
mostrando cómo se realizó el trazado completo del
mismo, lo cual posibilitará la comprensión del objetivo
real del citado dibujo.
Sin duda, habrán sido numerosas las personas que
hayan expresado opiniones referidas al citado dibujo,
en el sentido de afirmar que en él se oculta la solución
del “imposible problema”.
Hasta nuestros días ha llegado este milenario
problema, como si de un mito se tratara. Un mito cuyo
origen se remonta hasta la época en que fueron
construidas las pirámides de Egipto. Es muy probable
que aquellos que las diseñaron y las construyeron,
llegaran a conocer el problema y su solución, la cual
podría encontrarse en las medidas de las dos
pirámides más esbeltas y de mayor perfección como
las que fueron construidas en la meseta de Gizeh,
durante el período que duró la extraordinaria cultura
egipcia.
9
Se trataría pues de un Secreto que ha permanecido
muy bien guardado durante varios milenios, en un
lugar y de una forma inimaginables, al que se accede
mediante el dibujo geométrico, de la circunferencia y
del cuadrado...., y con la ventaja de poder utilizar las
nuevas tecnologías informáticas.
Considerado como el paradigma de los problemas,
se dice de todo aquello que representa algo muy difícil
o imposible de resolver, la búsqueda de la solución de
la cuadratura del círculo, ha sido abordada desde la
más remota antigüedad hasta nuestros días. Sin duda
seguirá siendo un problema de actualidad, quizás
también, porque en el fondo se intuye que la solución
existe y de hecho, muchas personas la seguirán
buscando.
10
1
El referente histórico.
El mítico problema de la cuadratura del círculo
pudo haber tenido sus orígenes en el antiguo Egipto.
Las numerosas pirámides existentes en aquel país, son
unas construcciones extraordinarias, cuyas estructuras
geométricas destacan por su grandeza y su perfección;
además, muchas de esas pirámides parecen guardar
algún tipo de semejanza entre ellas, como si sus formas
o proporciones respondieran a unos patrones de
diseño muy semejantes, aún cuando por sus tamaños
difieran considerablemente. A lo largo de la historia
han causado verdadera fascinación entre aquellos
viajeros que las visitaron, especialmente por las
inevitables dudas que suscitan acerca de su finalidad,
pero sobre todo, en lo referido a los medios o técnicas
que habrían sido utilizados para su construcción.
Con estos antecedentes, se puede formular al
menos una interrogante, referida al hecho de si tan
antiguo problema, pudo haber sido enunciado por los
constructores de las pirámides de Egipto.
“Existe constancia de que el problema de la
cuadratura del círculo ya era conocido entre las
diferentes civilizaciones de la antigüedad. Para los
babilonios y los egipcios, el problema consistía en “hallar
una razón expresable entre el área de un círculo y la de
un cuadrado inscrito o circunscrito”. Como ejemplo, es
11
muy conocido el llamado Papiro de Rhind, en el cual
aparece reflejado el enunciado de este problema. Según
reconoce su propio autor, un escriba llamado Ahmés,
dicho papiro fue copiado aproximadamente en el año
1650 a. de C., de otro papiro al que atribuía al menos
unos 300 años más antiguo. El papiro Rhind es
semejante a un manual que recoge de forma elemental,
los enunciados y las soluciones de algunos problemas
básicos, sobre conocimientos elementales de aritmética y
geometría, o por ejemplo, sobre cómo realizar cálculos
para obtener el grado de inclinación de las pendientes
de las pirámides”.
Parece oportuno reflejar algunas de las referencias
históricas relacionadas con este problema, pues de
forma generalizada, aparecen en muchas de las páginas
web que tratan sobre este problema, en las que además
de reflejar opiniones muy interesantes, establecen
diferentes puntos de vista y planteamientos, o incluso,
llegan a representar la solución al mismo. Las
referencias que sobresalen de forma especial, son las
que hacen mención a nombres de la antigua Grecia.
“Durante la época de la Grecia antigua, este
problema fue mencionado de forma muy común entre
destacados filósofos y maestros que se dedicaron al
estudio de las ciencias y de forma especial a la
Geometría. No resultaría arriesgado pensar que algunos
de los conocimientos científicos que experimentaron
grandes avances en dicha época, fueron “heredados” de
civilizaciones más antiguas. Según recogen diferentes
escritos, es un hecho que muchos y conocidos hombres de
ciencia griegos, viajaron a Egipto interesándose por las
12
grandiosas construcciones y por la cultura de esa tierra
y donde probablemente, algunos llegaran a recibir
enseñanzas de los propios sacerdotes egipcios.
La geometría griega presentaba planteamientos de
problemas que fueron clásicos durante esa época. La
trisección del ángulo, que planteaba el poder “dividir un
ángulo cualquiera en tres partes iguales”. La cuadratura
del círculo, cuyo enunciado consistía en “encontrar el
lado de un cuadrado de igual área que la de un círculo
de radio conocido”. La duplicación del cubo, cuyo
enunciado era el de “hallar el lado de un cubo de
volumen doble que el de otro cubo de lado conocido” y
del que, según relató Plutarco, “dándole vueltas a este
problema, llegaban hasta construir modelos de cubos
físicos”.
De estos tres problemas, el problema de la
cuadratura del círculo fue sin duda el más famoso entre
los grandes escritores y filósofos griegos. El postulado
común a todos estos problemas, era la imposibilidad de
ser resueltos con los recursos comunes de la geometría
de la época, mediante líneas y círculos, o lo que es lo
mismo, con la única utilización de una regla y un
compás.
Ha de destacarse los nombres de algunos de los más
importantes filósofos y matemáticos de la cultura
griega, de los que existen referencias que los relacionan
con este problema, y de los que posteriormente, sus
obras tendrían una gran influencia entre destacados
personajes de las Artes y las Ciencias durante el
Renacimiento.
13
Anaxágoras (siglo V a. de C.) fue uno de los primeros
griegos en plantear el problema de conseguir, con el sólo
uso de la regla y el compás, un cuadrado de igual área
del círculo dado.
Brisón de Heraclea (siglo V a. de C.) intentó realizar
la cuadratura mediante la inscripción de polígonos
regulares en el círculo, con duplicación indefinida del
número de sus lados, dio un paso más al considerar de
forma simultánea los polígonos inscritos y los
circunscritos.
Hipócrates de Quíos (siglo V a. de C.) del que se
cuenta que era un comerciante de Atenas que se
convirtió en un hábil geómetra. Investigó la cuadratura
del círculo, y aunque no encontró la solución, consiguió
la cuadratura de una clase particular de algunas
lúnulas, especie de figuras planas limitadas por dos
arcos de círculo de radio diferente, con la convexidad
hacia el mismo lado.
Euclides (330275 a.C.) fue autor de los Elementos,
un conjunto de trece libros que continúan siendo
considerados como un libro de Geometría por excelencia.
Las formulaciones de Euclides sobre la concepción de
una geometría, en la que los problemas se resuelven a
través del trazado de las figuras con la regla y el
compás. Trazar una línea recta desde un punto a otro
cualquiera, tiene el significado de que existe una única
recta que pasa por esos dos puntos, cualesquiera que
sean. Consideraba que tratar de hallar un cuadrado de
área igual a la del círculo dado, era imposible de
resolver con el método de la regla y el compás.
14
Arquímedes (287212 a.C.) inventó un método para
obtener el número PI, relación entre la longitud de una
circunferencia y su diámetro, con una aproximación que
utilizó para la medición de polígonos regulares, inscritos
y circunscritos a un mismo círculo. Algunas de sus
contribuciones más importantes en geometría, fueron
las cuadraturas de superficies planas y curvas, tratando
de buscar soluciones a problemas como el de la
cuadratura del círculo y otras figuras curvilíneas”.
Durante la época medieval, destaca la figura de un
humanista y escritor: Ramón Llull (Palma de Mallorca,
1235‐1315) que trató el problema en algunas de sus
obras, de una forma expresa y con afirmaciones que
parecen sugerir que conocía de alguna forma la
solución. Llull fue un gran erudito en muchos campos
del conocimiento de su época, además de persona
religiosa y viajera, fue considerado también como
conocedor o estudioso de los secretos de la alquimia.
Es muy probable que tuviera acceso a documentos o
enseñanzas de la antigüedad, donde además de otros,
trataban sobre este problema ya clásico en su época.
“Llegó a proponer en sus escritos lo que consideró
como una solución propia, aunque más bien parece que
se trataría únicamente de formular los planteamientos
del problema, ocultando la forma de obtener la solución,
suponiendo que la hubiera llegado a conocer. Inspirado
precisamente en las obras de Euclides, Los Elementos,
escribió dos monografías geométricas: “De Quadratura e
Triangulatura de Cercle” y “Liber de Geometría Nova et
Compendiosa”.
15
En esta última obra, aparecen varias series de
extraordinarios dibujos, en los que se representan
diferentes figuras geométricas.
De entre todas las figuras, destacan dos por ser
especialmente significativas: La primera es la que Llull
denomina “figura plena”, constituida por un círculo, un
cuadrado y un triángulo que comparten el mismo
centro y que, según el propio autor, tienen la misma
área.
Figura Plena de Llull.
16
La segunda de las figuras está compuesta por las
figuras de un círculo y un cuadrado que comparten el
mismo centro y con la expresión “quadratura cercle”
escrita en su interior. Aparece representado en otro de
los capítulos, en el que Llull hace una referencia
expresa a la solución del problema de la cuadratura del
círculo.
Figura de la cuadratura del círculo de Llull.
Como se ha comentado, estas dos figuras forman
parte de unas series de dibujos que hacen referencia a
este problema, los cuales están contenidos en el
manuscrito 1036, de los fondos de Llull, en la
Biblioteca Pública de Palma. Dicha obra contiene una
referencia muy específica que muestra como el
problema de la cuadratura del círculo, seguía vigente
17
durante la época medieval y fue objeto de atención y
estudio dentro de la disciplina de la Geometría.
La obra que se cita, junto con muchas otras obras
de Ramón Llull, pueden verse en la página web de la
Biblioteca Virtual del Patrimonio Bibliográfico del
Ministerio de Cultura:
http://bvpb.mcu.es/ca/catalogo_imagenes/grupo.cmd?p
osicion=1&path=11000998&forma=&presentacion=pagina.
En una época más reciente destaca la figura de
Ferdinand Lindeman (18521939), matemático alemán
que demostró que era imposible la solución del problema
con regla sin graduar y compás, ya que el número Pi no
es construible, por ser un número trascendente y con ello
llegó a demostrar dicha imposibilidad de la cuadratura
del círculo, aún cuando no fue absoluto en su afirmación,
y lo condicionó expresamente postulando "mediante el
álgebra o con la sola utilización de la regla y el compás”.
Con certeza queda evidenciado que fueron muchas
y destacadas las personalidades que a lo largo de la
historia, mostraron su interés acerca de este problema,
en la creencia de poder encontrar la solución, o porque
llegaron a conocerla.
De entre todas ellas, destaca una por ser todo un
símbolo de la genialidad: Leonardo da Vinci.
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2
Leonardo cuadró el círculo.
Leonardo da Vinci
De entre las grandes personalidades que han
destacado a lo largo de la Historia, en el campo de las
Artes y de las Ciencias, sobresale con fuerza la figura de
un genio.
Leonardo da Vinci. (1452‐1519). Nació en Vinci,
pequeño pueblecito entre Florencia y Pisa. Su vida
transcurrió entre diversas ciudades y estados en los
que residió, como Florencia, Milán, Venecia, Roma y
Francia.
19
Su formación artística abarca numerosos campos:
la pintura, la escultura, la arquitectura, la óptica, la
geometría, las ciencias naturales, la anatomía y la
música. Una gran parte de sus obras se recogen en
diversos documentos llamados Códices, así como en
numerosos apuntes realizados en libretas y hojas
sueltas, en los efectuaba las anotaciones y realizaba los
dibujos, siempre de forma manuscrita.
De entre los estudios dedicados a la arquitectura y
la geometría, existen referencias acerca de que el
problema de la cuadratura del círculo ocupó y
preocupó a Leonardo, “quién no solo estudió formas
mecánicas de resolver el problema, sino que llenó
numerosas libretas con anotaciones sobre cuadraturas".
De existir la solución de este problema, sin duda que él
fue capaz de resolverlo.
Como referente claro y preciso de la mencionada
dedicación, destaca esta cita de Augusto Marinoni:
“El problema de geometría que absorbió a Leonardo
interminablemente fue la cuadratura del círculo. A
partir de 1504 en adelante, dedicó cientos de páginas de
sus cuadernos a esta cuestión que fascinó a su mentor
Pacioli. Mientras que estas investigaciones no
produjeron apreciables progresos en matemáticas,
Leonardo creó una multiplicidad de complejos y
preciosos diseños"
En algún momento, Leonardo llegó a declarar
haber encontrado la solución al viejo problema de la
cuadratura:
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“La noche de San Andrés encontré la solución a la
cuadratura del círculo, cuando se acababa el candil, la
noche y el papel en el que estaba escribiendo; lo concluí
al alba”
Leonardo realizó innumerables bocetos y dibujos
recogidos en sus famosos Códices, fruto de estudios y
de investigaciones, sobre todas las disciplinas a las que
dedicó su interés y atención, desde la naturaleza y la
anatomía humana, hasta la mecánica y la ingeniería
militar. De entre todos sus dibujos, destaca uno porque
resulta difícil de encuadrar en alguna de dichas
disciplinas.
Un dibujo que generalmente ha sido relacionado
con la arquitectura, pues refleja una parte de las
enseñanzas que aparecen en la obra del arquitecto
romano Vitruvio (siglo I a.C.); sin embargo, también
aparenta ser un dibujo sobre anatomía humana, pero
también pudo haber sido realizado por Leonardo con
otro objetivo más especifico, como sería el representar
en forma de enigma algún otro conocimiento de mayor
trascendencia.
Es el dibujo conocido como El Hombre de Vitruvio.
21
22
3
El Hombre de Vitruvio.
El dibujo de El Hombre de Vitruvio, parece realizado
como si fuera la representación de un enigma, ya que
contiene a la vez el problema y su solución.
23
El Hombre de Vitruvio es uno de los dibujos más
famosos de la Historia. Fue realizado en 1492, sobre
una hoja de papel utilizando una pluma y tinta; tiene
unas medidas de 34,3 x 24,5 centímetros y se conserva
en la Galería de la Academia de Venecia.
El dibujo representa la figura de un hombre
desnudo, con los miembros superiores e inferiores
dibujados en dos posiciones diferentes, inscrito dentro
de un círculo y de un cuadrado, trazados de tal forma
que las tres figuras aparecen perfectamente encajadas
entre sí.
Las figuras geométricas aparentan haber sido
trazadas con el único propósito de enmarcar la figura
del hombre y se representan dibujadas con unas
medidas adecuadas para dicha finalidad, sin que se
presuma la existencia de cualquier otra relación
aparentemente distinta entre ellas. Sin embargo, esa
relación existe y como se verá, está perfectamente
definida, aunque muy bien disimulada.
Sobre las partes superior e inferior del dibujo,
figuran unas anotaciones que describen el canon de
proporciones anatómicas ideales para la figura de un
hombre, según las definía Marco Vitruvio Polión (siglo
I a. de Cristo), arquitecto e ingeniero militar romano,
cuyos escritos fueron recogidos en su tratado De
Architectura, una obra que está compuesta por 10
tomos, referidos a conocimientos sobre la teoría y la
práctica de la arquitectura en la antigüedad clásica, en
los que destacan de forma primordial, la armonía en las
proporciones y las medidas que debían guardar todas
las construcciones arquitectónicas.
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Como se ha mencionado, dichas anotaciones están
distribuidas entre las partes superior e inferior del
dibujo y la descripción de su texto es la siguiente:
Texto en la parte superior.
“Vitruvio, el arquitecto, explica en su obra sobre
Arquitectura que la naturaleza dispone las medidas del
cuerpo humano de la siguiente manera: Una palma es la
anchura de cuatro dedos, un pie es la anchura de cuatro
palmas, un antebrazo es la anchura de seis palmas, la
altura de un hombre son cuatro antebrazos, un paso son
cuatro antebrazos y veinticuatro palmas son un hombre.
Estas eran las medidas que usaba en sus edificios. Si abre
tanto las piernas de forma que su altura disminuya en
1/14 y extiende los brazos, levantándolos hasta que los
dedos medios estén a la altura de la parte superior de su
cabeza, el centro de los miembros extendidos estará en el
ombligo y el espacio que comprenden las piernas
formará un triángulo equilátero.”
25
Texto en la parte inferior.
De forma centrada y bajo la línea inferior que
aparece dibujada de forma paralela bajo la figura del
cuadrado aparece la frase:
“La longitud de los brazos extendidos de un hombre
es igual a su altura”.
Y a continuación el resto del texto:
“La distancia entre el nacimiento del pelo y la
barbilla es un décimo de la altura de un hombre, la
altura de la cabeza hasta la barbilla es un octavo de la
altura de un hombre, la distancia entre el nacimiento del
pelo a la parte superior del pecho es un séptimo de la
altura de un hombre, y entre la parte superior del pecho
y la parte superior de la cabeza, una sexta parte, la
altura de la cabeza hasta el final de las costillas es un
cuarto de la altura de un hombre, la anchura máxima de
26
los hombros es un cuarto de la altura de un hombre, la
distancia entre el codo al extremo de la mano es un
quinto de un hombre, y entre el codo y la axila, la octava
parte, la longitud de la mano es un décimo de su
estatura; el inicio de los genitales marca el centro del
hombre, la distancia entre la planta del pie y la base de
las rodillas es la cuarta parte de la altura de un hombre
y entre la base de la rodilla y el inicio de los genitales
también la cuarta parte, la distancia entre la barbilla a
la nariz es un tercio de la longitud de la cara, la
distancia entre el nacimiento del pelo y las cejas es un
tercio de la longitud de la cara, la distancia entre el
nacimiento del pelo y la oreja es un tercio de la longitud
de la cara.”
A primera vista, se puede deducir que el propósito
de las citadas anotaciones, es el de expresar la relación
de proporciones que deben guardar las medidas de una
figura humana masculina, con el propósito de dibujarla
o de esculpirla. No obstante, también están expresando
una relación de proporciones que se pueden trasladar
a las figuras geométricas del círculo y el cuadrado, ya
que algunas de ellas relacionan a ambas.
Conviene señalar que en el texto original de la
obra de Vitruvio, hay algunas otras frases que
relacionan claramente la figura de un hombre con el
círculo o con el cuadrado y sin embargo, no figuran en
las anotaciones citadas, aunque son esas las relaciones
que precisamente utilizó Leonardo, reflejándolas en el
dibujo de una forma indudable.
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Vitruvio cita lo siguiente:
“El ombligo es el punto central natural del cuerpo
humano. En efecto, si se coloca un hombre boca arriba,
con sus manos y sus pies estirados, situando el centro del
compás en su ombligo y trazando una circunferencia,
esta tocaría la punta de ambas manos y los dedos de los
pies. La figura circular trazada sobre el cuerpo humano
nos posibilita el lograr también un cuadrado: si se mide
desde la planta de los pies hasta la coronilla, la medida
resultante será la misma que se da entre las puntas de
los dedos con los brazos extendidos; exactamente su
anchura mide lo mismo que su altura, como los
cuadrados que trazamos con la escuadra.”
También destaca de una forma muy evidente, el
hecho de que las proporciones que figuran en dichas
anotaciones, aparecen señaladas sobre el dibujo
mediante unas líneas o marcas que están trazadas
sobre la figura del hombre. Son aquellas marcas o
líneas que aparecen bajo el cuello, sobre los hombros,
los codos, las muñecas, a la altura del pecho, en el pubis
y en las rodillas.
Existen numerosas citas según las cuales,
Leonardo declaró haber resuelto el problema de “la
cuadratura del círculo”. También es muy probable que
tuviera acceso a conocimientos mucho más antiguos a
su época, por lo que no resultaría aventurado pensar
que la solución de dicho problema, se encuentra de
alguna forma “oculto” en este dibujo.
28
4
Las claves del Hombre de Vitruvio.
Hay problemas en los que para hallar la solución, es
preciso salirse de los límites que marca el enunciado del
propio problema.
En este caso, los límites aparentan estar marcados
por el propio dibujo. Las dos figuras geométricas, el
círculo y el cuadrado, no están trazadas al azar para
enmarcar en ellas la figura de un hombre desnudo,
como a primera vista puede aparentar, sino que
guardan entre sí una cuidadosa relación en sus
proporciones y son el resultado de un trazado muy
definido que se desarrolla en varias fases. Sobre la
figura masculina, aparecen señaladas algunas de las
proporciones mediante las marcas o líneas que ya han
sido mencionadas, algunas de las cuales pueden ser
interpretadas también a modo de claves.
La figura de la circunferencia parece enmarcar a
todo el dibujo, y está perfectamente encajada con la
figura del cuadrado; ambas se cortan entre sí en seis
puntos diferentes y son tangentes en un punto que se
sitúa en la parte inferior de lo que sería el eje vertical
imaginario que divide exactamente por la mitad a las
citadas figuras. Son estos unos puntos de intersección
que resultan cruciales para comprender la finalidad del
dibujo.
29
Cada una de las dos figuras geométricas tiene un
punto como centro y cada uno de los cuales coincide
con puntos perfectamente señalados sobre la figura del
hombre. El centro de la circunferencia (a), coincide con
el punto dibujado como el ombligo y el centro del
cuadrado (b), está señalado con unas marcas sobre la
pelvis.
Ambos centros están marcados sobre el mismo eje
vertical imaginario que ya se ha citado. Dichos centros
no están trazados al azar, sino que guardan entre sí
una distancia que, como se verá más adelante, está
perfectamente definida, como una consecuencia que
resulta del desarrollo propio del dibujo, en las
diferentes secuencias que han de ejecutarse para su
localización.
Un poco más abajo hay un tercer punto (c), situado
sobre el mismo eje vertical ya citado, exactamente en el
centro de la línea paralela dibujada bajo el lado inferior
del cuadrado. Este punto es una referencia que resulta
imprescindible para obtener la relación que guardan
entre sí las dos figuras geométricas.
Los dos puntos (a y b) tienen una transcendencia
muy especial, pues se corresponden con los centros de
lo que podrían definirse como dos circunferencias de
trazado. Son dos circunferencias que no aparecen
visibles en el dibujo, pero que resultan imprescindibles
para el trazado completo del cuadrado y de la
circunferencia, tal como los vemos en el dibujo de
Leonardo.
Los tres puntos citados, aparecen señalados en la
imagen siguiente.
30
Los centros del dibujo a, b, y el punto c.
En la práctica, ha de considerarse que no son
circunferencias en el sentido específico, sino que su
objetivo sería el de obtener y marcar las mediciones
que se hacen con un compás, para ir localizando y
marcando sucesivamente otros puntos de referencia,
precisos en el desarrollo completo de las dos figuras
geométricas, y cuyo trazado se realiza utilizando
exclusivamente “un compás y una regla sin graduar”.
31
Los radios de las dos circunferencias de trazado,
son (ac) y (bc) respectivamente, cuyas medidas se
relacionan entre sí por el punto (c) para obtener el
radio de la circunferencia que se ve en el dibujo.
Las dos circunferencias de trazado y sus respectivos radios.
La distancia desde el centro (a) hasta el punto
medio (c) de la línea inferior, corresponde al radio de
la primera circunferencia de trazado, y su finalidad es
obtener la medida del lado del cuadrado, mediante
unas proporciones específicas en relación con la
medida del radio de dicha circunferencia y que se
obtienen con la sola utilización de un compás.
32
La proporción que guarda la medida del radio de
esta circunferencia respecto a la medida del lado del
cuadrado es de 6 ‐ 4, es decir, el radio (ac) multiplicado
por 6 y dividido por 4, da como resultado la medida del
lado del cuadrado.
Es lo mismo que decir que un lado del cuadrado
tiene la misma medida que 1,5 radios de la referida
circunferencia.
En la siguiente imagen se muestra la primera
circunferencia de trazado y la proporción que guarda
respecto al lado del cuadrado.
El lado del cuadrado es igual a 1,5 radios.
33
La medida desde el centro (b) hasta el punto
inferior (c), corresponde al radio de una segunda
circunferencia de trazado, cuyo propósito, como se
verá más adelante, es precisamente la de obtener o
marcar el punto (c). Un punto que será la referencia
que servirá para obtener el radio de la circunferencia
final tal como la vemos en el dibujo.
La medida que divide el cuerpo en 4 partes iguales.
“La altura de la cabeza hasta el final de las costillas
es un cuarto de la altura de un hombre. La anchura
máxima de los hombros es un cuarto de la altura de un
hombre. La distancia entre la planta del pie y la base de
34
las rodillas es la cuarta parte de la altura de un hombre
y entre la base de la rodilla y el inicio de los genitales
también la cuarta parte.”
Hay que resaltar de esta imagen que la segunda
circunferencia de trazado, de radio (b‐c), pasa
exactamente por 8 puntos intermedios, coincidentes
con las 4 partes iguales en que se dividen cada uno de
los lados del cuadrado.
Entre las posibles claves que se ocultan en las
anotaciones o en las marcas del dibujo, están las
posiciones diferentes en que aparecen los brazos y las
piernas. Unas posiciones que representarían a unos
ejes imaginarios: La posición en cruz representaría los
ejes horizontal y vertical, perpendiculares entre sí. La
posición en aspa, representaría los ejes transversales.
Unos ejes dibujados sobre la circunferencia, a la
que dividen en ocho partes iguales y podrían estar
sugiriendo la figura geométrica de un octógono.
Otras claves son aquellas marcas sobre la figura
del hombre que la dividen en ocho, seis y cuatro partes
iguales, respectivamente.
Unas divisiones que pueden tener relación con la
medida del lado del cuadrado.
35
La línea que aparece marcada a la altura de la
barbilla, señalaría una división del cuerpo en ocho
partes iguales.
La medida que divide el cuerpo en 8 partes iguales.
“La altura de la cabeza hasta la barbilla es un
octavo de la altura de un hombre.”
36
Bajo la garganta aparece dibujada otra línea
horizontal que señala una división del cuerpo en seis
partes iguales.
La medida que divide el cuerpo en 6 partes iguales.
“La distancia entre la parte superior del pecho y la
parte superior de la cabeza, es una sexta parte.”
Sobre el tórax y las rodillas, y en sentido vertical
en ambos antebrazos, figuran las marcas que dividen el
cuadrado en cuatro partes iguales, tanto en sentido
horizontal y como vertical.
37
Con las citadas referencias, se trazan todas las
líneas y cada uno de los lados del cuadrado, quedarían
divididos en cuatro partes iguales. El resultado serían
los 16 pequeños cuadrados iguales en su interior, tal
como ya se ha mostrado en una imagen anterior.
Probablemente una de las principales claves que
contiene el dibujo, sea la línea dibujada bajo el lado
inferior del cuadrado, de forma paralela al mismo y con
la misma medida. Presenta unas marcas o divisiones en
sus dos extremos que podrían indicar “medidas”.
El centro de dicha línea (c), es el punto de
referencia que, como se ha indicado, relaciona los
radios de las dos circunferencias de trazado,
imprescindibles para señalar el centro y obtener el
radio de la circunferencia tal como la dibujó Leonardo.
La línea inferior del cuadrado y el punto medio (c).
La citada línea inferior, presenta además otros
detalles. Está dividida en 4 partes iguales, de las que las
de los dos extremos están subdivididas a su vez con 6
marcas cada una, lo que trasladado a toda la línea,
indicaría una subdivisión total de 24 marcas.
38
“Un antebrazo es la anchura de seis palmas. La
altura de un hombre son cuatro antebrazos. Un paso son
cuatro antebrazos y veinticuatro palmas son un
hombre”.
Las citadas marcas no parecen corresponder a
medidas convencionales, tales como centímetros o
milímetros, por lo que sugieren que podría ser algún
tipo de escala, o una simple referencia.
Las anotaciones que realizó Leonardo en el dibujo,
no transcriben de forma textual las proporciones
humanas tal como las describió el arquitecto Vitruvio,
sino que algunos datos fueron añadidos por el propio
Leonardo, como los resaltados en negrita:
“Si abre tanto las piernas de forma que su altura
disminuya en 1/14 y extiende los brazos, levantándolos
hasta que los dedos medios estén a la altura de la parte
superior de su cabeza, el centro de los miembros
extendidos estará en el ombligo y el espacio que
comprenden las piernas formará un triángulo
equilátero”.
Detalles como estos, hacen pensar que el propósito
del dibujo y de sus anotaciones, tienen objetivos
distintos al simple hecho de reflejar unas proporciones
del cuerpo humano, por otra parte ya conocidas y
atribuidas a Vitruvio, para ser transmitidas a modo de
una simple ilustración, sino que sugieren ser algo más.
Leonardo parece transmitir en su dibujo la
existencia de unas claves que han de interpretarse
convenientemente, para poder llegar a conocer el
“secreto” que parece que se oculta tras el mismo. Un
39
“secreto” que puede tener relación con el problema de
la cuadratura del círculo y que al ser obra de un genio,
aparece representado en forma de enigma, pues
contiene a la vez el problema y las claves para
comprender la solución.
“Leonardo declaró haber alcanzado la cuadratura
del círculo y es muy común pensar que la solución de
Leonardo a este enigma geométrico, se encuentra en el
dibujo del Hombre de Vitruvio.”
La principal conclusión que se puede extraer de las
anotaciones que Leonardo hizo en el dibujo, es que las
proporciones anatómicas que señala para la figura del
hombre, han de trasladarse a las figuras geométricas,
para establecer la relación de proporciones que ambas
han de guardar y poder llegar a comprender la
verdadera intención que tras ellas se oculta.
De entre todas las posibles claves que se han
reflejado en este capítulo, algunas resultan tan simples
que no deberían considerarse como claves por sí
mismas. Probablemente algunos detalles o claves no se
hayan interpretado adecuadamente, o incluso otras se
habrán pasado por alto. Por ello, únicamente se han a
tener en cuenta, aquellas cuya explicación entra dentro
de los objetivos que se persiguen en este trabajo.
Para dicho objetivo, las claves que se destacan
como primordiales son: las dos circunferencias de
trazado y las proporciones de las medidas 4 ‐ 6 – 24.
Unas proporciones con las que resultará posible
desentrañar el dibujo de Leonardo y descubrir el
“secreto” de la cuadratura del círculo.
40
5
El “secreto”.
El dibujo de El Hombre de Vitruvio, oculta el
significado de algunas claves que Leonardo anotó
sobre el mismo que, convenientemente interpretadas,
nos muestran como Leonardo se las ingenió para
transmitir de una forma enigmática, un conocimiento,
“un secreto” que significa la posibilidad de resolver el
problema de la cuadratura del círculo. El dibujo oculta
ese “secreto” y para llegar a “descubrirlo” basta con
trazar sobre el mismo, algunas de las líneas sugeridas
entre las claves que se han descrito en el capítulo
anterior.
Sobre el propio dibujo y con una regla, se trazan
dos líneas horizontales, en las dos marcas señaladas
sobre la figura humana, a la altura del pecho y a la
altura de las rodillas, hasta cortar ambos lados del
cuadrado.
Dichas líneas se unen entre sí y se forma un
rectángulo sobre la parte central del cuadrado que
tiene una medida igual a la mitad del cuadrado.
41
Sobre dicho rectángulo se traza una diagonal (d‐e)
formándose un triángulo rectángulo (tal como aparece
sombreado sobre la imagen).
Ambas figuras quedan sobre el dibujo tal como se
muestra a continuación:
El triángulo rectángulo sombreado es la clave.
Seguidamente con un compás, desde el centro del
cuadrado (b) y con un radio igual a la mitad de la
hipotenusa (b‐d) del triángulo rectángulo, se traza una
circunferencia. Hay que resaltar un importante detalle,
y es que la circunferencia pasa por los cuatro vértices
del rectángulo o los tres del triángulo.
42
Y pasa también por el punto medio (c) situado en
la línea inferior bajo el lado del cuadrado.
Se traza una nueva línea (f‐g), entre los dos puntos
opuestos donde la circunferencia se corta con los dos
lados horizontales del cuadrado. Dicha línea es un eje o
diámetro, perpendicular a la hipotenusa (d‐e), con el
que los dos lados del rectángulo se cortan en los
puntos (h)‐(i), de forma que dividen dicho eje en
cuatro partes iguales.
El triángulo rectángulo sombreado sobre el dibujo
es la clave que muestra el “secreto” que permitirá
comprender buscar la forma de resolver el problema
de la cuadratura del círculo.
El significado de esa clave, es mostrar la forma en
que se puede realizar el trazado de un número
indefinido de cuadrados a partir de una circunferencia,
y cuyo enunciado se podría definir como sigue: Si
desde el vértice de un eje de una circunferencia, se
traza una línea recta hasta cortar el perímetro circular
en un punto opuesto cualquiera y desde dicho punto,
se traza otra línea que pasa por el vértice opuesto del
mismo eje, el resultado es que dichas líneas forman
siempre un ángulo de 90 grados.
Con el trazado de las tres líneas indicadas, se
forma siempre un triángulo rectángulo, del que el eje
de la circunferencia será la hipotenusa, la línea trazada
hasta cortar el perímetro circular será el cateto mayor,
y la línea trazada desde ese punto hasta el vértice
opuesto del eje, será el cateto menor.
Si se considera el cateto mayor como lado de un
hipotético cuadrado y con un compás se mide y se
traslada la misma medida sobre la prolongación del
cateto menor, se obtiene el segundo lado del cuadrado.
43
Con estos dos lados como referencias, resultará
muy sencillo completar dicho cuadrado. Siguiendo
siempre los pasos tal como han sido detallados, se
podrán trazar, a partir de una sola circunferencia, un
número indefinido de cuadrados, uno de los cuales
deberá tener necesariamente y por lógica, la misma
superficie que el círculo a partir del cual se traza.
Hay que resaltar que el trazado de todas las líneas
y marcas, tal como se han señalado, se realizan con la
sola utilización de un compás y una regla sin graduar.
Con el compás se realizan las mediciones que se
trasladan para señalar los puntos necesarios, y con la
regla se trazan líneas rectas a partir de los puntos
previamente marcados.
Observando las mismas pautas, se pueden ejecutar
los dibujos utilizando una herramienta informática de
dibujo, sin necesidad de realizar ninguna medición.
Ante esta interpretación, cabría expresar muchas
interrogantes, acerca de si Leonardo pudo haber tenido
acceso a conocimientos, respecto a la forma de resolver
este problema, o si realmente logró resolverlo por sí
mismo y encontró la solución.
Lo que sí es seguro es que conoció la forma de
resolver el problema, aunque por los motivos que
tuviera la mantuvo oculta, reflejando tan solo y de un
modo enigmático, un dibujo en el que únicamente
representó las claves para comprenderlo.
¿Qué razones movieron a Leonardo da Vinci para
no revelar un conocimiento como este, aparentemente
tan elemental y para mantenerlo en secreto?
¿Quizás porque no encontró una solución con la
exactitud precisa para considerarla como tal?
44
Por alguna razón reflejó ese conocimiento en
forma de enigma, realizando un dibujo que muestra
unas claves que hacen posible descubrir ese “secreto”,
quizás con el aparente propósito de que cualquier
persona pudiera desentrañarlo y comprender cómo se
realiza su trazado, ya que en realidad, el famoso dibujo
puede ser considerado también como la solución que
Leonardo dio al problema.
¿Qué razones o circunstancias pudieron existir en
el pasado, para que un conocimiento como este
permaneciera oculto con el paso de los siglos, como si
de un secreto sagrado se tratara?
“Leonardo tuvo acceso a escritos que guardaban
secretos y conocimientos de la antigüedad, y conocía el
peligro que tenía revelar alguno de los secretos a los que
él tuvo acceso, por ello, muchas de sus anotaciones
particulares y algunas de sus obras públicas, están
realizadas en una clave secreta que permite ocultar a la
vista general, la información que el artista plasma para
un futuro lector, y que con la clave indicada, podrá
descifrar en su momento.”
45
46
6
El triángulo rectángulo.
En este capítulo se presenta una serie de dibujos
elementales que muestran algunas relaciones que hay
entre la circunferencia, el triángulo rectángulo, el
rectángulo y el cuadrado, con el único objetivo de
verificar como a partir de la circunferencia se puede
obtener un número indefinido de cuadrados, con la
sola utilización de un compás, una regla y sin realizar
ninguna medición.
Se dibuja un triángulo rectángulo (a‐b‐c) y sobre la
hipotenusa (a‐c), se marca el punto medio con el
compás.
b c
47
Tomando dicho punto como centro y con un radio
igual a la distancia hasta uno cualquiera de los vértices
del triángulo, se traza la circunferencia que pasa por
los tres vértices.
b c
De la figura así obtenida, se resalta el detalle de
que la hipotenusa de un triángulo rectángulo, será
siempre el eje de una circunferencia (a‐c), cualquiera
que sea la medida de sus catetos (a‐b) ó (b‐c). Este
detalle singular, aparentemente muy simple, verifica el
enunciado expuesto en el capítulo anterior.
Cualquier línea trazada desde el vértice de uno de
sus ejes o diámetros, hasta cortar el perímetro circular
en un punto y desde dicho punto se traza otra línea que
pase por el vértice opuesto del mismo eje, ambas líneas
forman siempre un ángulo de 90 grados.
48
El rectángulo.
Continuando con el dibujo anterior, desde el
vértice (b) formado por los dos catetos, se traza la línea
que pasa por el centro de la circunferencia, hasta
cortarla en un punto opuesto (d), el cual marca el
vértice por el que se trazan los otros dos catetos
opuestos, con el resultado de un rectángulo.
a d
b c
Como se puede deducir de este dibujo, en un
rectángulo, cualesquiera que sean las medidas de sus
lados, se trazan las dos diagonales, se toma como
centro el punto donde se cortan y con un radio igual
hasta uno cualquiera de los vértices, se traza una
circunferencia que pasa por los cuatro vértices del
rectángulo. Esta es una característica que se da
igualmente en el cuadrado.
49
El cuadrado.
Continuando con la figura del rectángulo anterior,
con el compás se toma la medida del lado mayor (b‐a),
y se traslada a la línea prolongada del lado menor (b‐c)
con lo que se obtiene el segundo lado de un cuadrado
(b‐a’).
De la misma forma y sobre la línea prolongada del
lado opuesto (a‐d), se realiza el mismo trazado y se
obtiene el tercer lado (a‐b’), completándose el
cuadrado con la línea que une los puntos (b’‐a’).
a d b'
c a'
b
50
Del resultado final cabe resaltar un detalle sobre la
importancia que tiene la línea o eje (b‐d) que se traza
desde el vértice formado por el triángulo rectángulo,
pasa por el centro y marca un punto opuesto (d) en la
circunferencia.
Dicho punto (d) es una referencia que resulta
imprescindible para completar los lados de cualquier
cuadrado, cuando se utiliza únicamente un compás y
una regla sin graduar.
De esta forma tan elemental se puede comprender
como se ha de trazar cualquier cuadrado a partir de
una circunferencia y uno cualquiera de sus ejes o
diámetros.
Como conclusión, es importante comentar la
relación que existe entre todas estas figuras
geométricas. Las figuras del círculo, del cuadrado y del
triángulo, en este caso un triángulo rectángulo, son las
figuras que fueron mencionadas por personajes que
destacaron en el estudio de la Geometría en otras
épocas y que, como en el caso de Ramón Llull, dejaron
constancia en alguna forma sobre los conocimientos
que tenían acerca del problema de la cuadratura del
círculo.
51
52
7
La solución lógica.
Aquellos que postularon este milenario problema,
sin duda conocieron la forma de resolverlo. De su
enunciado debería deducirse que se trata de un
problema esencialmente de dibujo geométrico.
En el capítulo anterior hemos visto como resulta
muy sencillo obtener cualquier cuadrado partiendo de
una circunferencia. Basta con trazar una línea recta
desde el extremo de un eje o diámetro cualquiera,
hasta cortar la circunferencia en un punto y desde
dicho punto, se traza otra línea que pase por el punto
opuesto del mismo eje. Ambas líneas forman, junto con
el citado eje, un triángulo rectángulo a partir del cual se
construye un rectángulo o un cuadrado.
Con este conocimiento tan elemental, el siguiente
objetivo consistiría en conocer las diferentes formas
con las que se puede trazar un número indefinido de
cuadrados, para encontrar aquél cuya superficie ha de
ser igual a la del círculo, tratando con ello de resolver
el histórico problema, cuya solución debería ser
posible encontrar, cuando menos desde una hipótesis
teórica.
Para demostrarlo de una forma lógica, basta con
dibujar a partir de una circunferencia los dos
cuadrados muy específicos: El cuadrado inscrito y el
circunscrito.
53
Para ello, se trazan dos ejes o diámetros de la
circunferencia, uno vertical y otro horizontal, ambos
perpendiculares entre sí. Uniendo los cuatro vértices
de ambos ejes, se obtiene un cuadrado inscrito. A
continuación, con la misma medida de lado que la de
los ejes o diámetros, se traza el cuadrado circunscrito.
El razonamiento resulta ser muy simple: El
cuadrado inscrito tiene una superficie inferior a la del
círculo, mientras que la del circunscrito es mayor.
En consecuencia y como se muestra en este
capítulo, desde el vértice superior del eje vertical hasta
cualquier punto situado sobre el perímetro circular
comprendido entre las medidas de los lados de ambos
cuadrados, se pueden trazar un número ilimitado de
líneas, cuyas medidas irán aumentando de forma
progresiva desde la medida del lado del cuadrado
menor, hasta la del mayor. De dicha progresión, con
toda lógica, al menos una de las líneas deberá tener la
medida que el lado de un cuadrado, cuya superficie
será igual a la del círculo dado.
En los siguientes dibujos se muestra con detalle el
trazado de lo expuesto.
54
1. Se traza una circunferencia y se marcan los
puntos por los que se trazan los ejes horizontal y
vertical, perpendiculares entre sí. Se trazan las líneas
que unen los cuatro vértices de los ejes y se obtiene el
cuadrado inscrito cuyo lado tiene la medida (a–b) y
cuya superficie es, con toda evidencia, inferior a la
superficie del círculo.
La superficie del cuadrado inscrito es menor que la superficie del círculo.
55
2. Con la misma medida que el diámetro (a‐c) como
lado, se traza el cuadrado circunscrito, cuya superficie
es mayor que la superficie del círculo.
c
La superficie del cuadrado circunscrito es mayor que la del círculo.
56
3. Sobre el perímetro circular situado entre los dos
puntos señalados como b y c, correspondientes a los
extremos de lados del cuadrado inscrito (a‐b) y los del
cuadrado circunscrito (a‐c), existe una hipotética línea
(a‐x) que trazada desde el punto superior del eje
vertical (a), hasta un punto (x), situado en el citado
perímetro circular (b‐c), tendrá por lógica, la misma
medida que el lado de un cuadrado cuya superficie será
igual a la del círculo dado.
c
La superficie de un cuadrado con lado (ax) es igual a la del círculo.
57
4. Una vez trazada esa primera línea (a‐x), que sería
el primer lado de un cuadrado, el resto se completaría
como sigue:
Se traza otra línea desde el punto (x) pasando por
el punto (c) prolongándola. Con el compás, se toma la
medida del primer lado (x‐a) y se traslada sobre la
prolongación de la línea (x‐c), con lo que se obtiene el
segundo lado del cuadrado.
Desde el vértice inferior (x) se traza la línea que
pasa por el centro de la circunferencia, hasta marcar un
nuevo punto (d) sobre la misma.
90
x
58
5. Desde el vértice superior (a) y pasando por el
punto (d), se traza la línea a la cual se traslada con el
compás, la misma medida del lado inicial (a‐x),
formando el tercer lado del cuadrado.
Finalmente, se unen los dos puntos extremos de los
lados anteriores, trazando el cuarto lado, con el que
queda completado el cuadrado.
90º
x
El cuadrado trazado a partir del círculo.
59
Con un razonamiento tan elemental como este, se
ha mostrado una hipótesis con la cual el problema de la
cuadratura del círculo, si bien fue demostrado
matemáticamente que resulta imposible de resolver,
aparentemente si puede tener una solución geométrica
que, al menos por lógica, resultaría en teoría posible.
Quedaría finalmente por determinar cómo o de qué
forma, se podrá trazar esa primera línea del lado de un
cuadrado, cuya superficie habrá de ser igual a la del
círculo y en consecuencia, debería ser la solución que
resuelva el problema. Esto es lo que se planteará en los
próximos capítulos.
Planteado de una forma muy elemental, si por un
punto pasan un número infinito de líneas rectas, por
dos puntos únicamente pasa una línea.
En base a ello y partiendo siempre de un punto
conocido (a), situado en el vértice de un eje cualquiera
de una circunferencia, es necesario encontrar un
segundo punto por el que trazar la línea buscada. Un
punto que deberá estar situado a lo largo de la
hipotética línea (a‐x), o en su prolongación. Dentro o
fuera del círculo.
Lógicamente, para encontrar dicho segundo punto,
habrá que localizar el trazado de otras dos líneas,
rectas o curvas, a partir de otros puntos previamente
señalados en el círculo, de forma que se corten entre sí
exactamente en el punto buscado. El número de
posibilidades que existen para el trazado de esas dos
líneas o para encontrar dicho punto, son prácticamente
infinitas.
Evidentemente, para afirmar que se ha resuelto el
problema, es necesario conocer de forma previa, el
trazado de las líneas que se cortan en ese segundo
60
punto, por donde se debe trazar el primer lado del
cuadrado, es decir, que una vez se encuentre la
solución, se podrá realizar el dibujo cuantas veces se
desee, con regla y compás, sin necesidad de realizar
ninguna medición.
Algo semejante a un problema de adivinanza.
Imagen de la solución lógica al problema de la cuadratura del círculo.
61
62
8
El cuadrado del dibujo de Leonardo.
Conforme la tradición señala desde Arquímedes,
para encontrar los vértices del cuadrado a lo largo del
perímetro circular, las operaciones de diseño o trazo,
nunca habrían de ser más de tres.
Tal como ha quedado reflejado en el capítulo
anterior, es preciso buscar un segundo punto para,
trazar la primera línea del lado de un cuadrado; es esta
una operación que ha de hacerse a partir de otros
puntos que son marcados en la circunferencia, de una
forma lógica o natural, como por ejemplo, a partir de
los ejes o de otras semicircunferencias.
Como ya se ha hecho constar, son casi infinitas las
formas posibles de realizar un dibujo con estas
características, pero en este primer ejemplo, se va a
trazar un cuadrado que guarda una relación especial
de proporciones, con respecto a la circunferencia a
partir de la cual se va a trazar.
Son las mismas proporciones que se reflejan en el
resultado final del trazado de las figuras geométricas
del famoso dibujo de Leonardo.
63
1. Con el compás se traza una circunferencia y con
la regla se traza una línea que pasa por el centro, un
diámetro o eje; en este supuesto es el eje vertical.
Con el compás algo más abierto que la medida del
radio y desde los puntos superior e inferior de dicho
eje, se marca el punto medio a un lado de la
circunferencia, desde el cual y pasando por el centro,
con la regla se traza la línea del eje horizontal.
Con la abertura del compás igual a la medida del
radio y desde los dos puntos exteriores del eje
horizontal, se marcan sobre la circunferencia dos
puntos en la parte superior e inferior. Se trazan las
líneas que unen dichos puntos entre sí y que marcan
los puntos medios (d1) y (d2), en cada una de las dos
mitades del eje horizontal.
d1 d2
El eje horizontal queda dividido en cuatro partes iguales.
64
2. Desde el punto superior del eje vertical (a), y
pasando por el punto medio (d1) del eje horizontal
izquierdo, con la regla se traza una línea hasta cortar la
circunferencia en un punto (x).
Dicha línea es el primer lado (a‐x) de un cuadrado.
Desde el nuevo punto marcado (x) y pasando por
el punto inferior del eje vertical (c), se traza otra línea
prolongándola más allá de dicho punto.
Desde el vértice (x) que forman ambas líneas, con
el compás se toma la medida del primer lado (x‐a) y se
traslada a la nueva línea, formando el segundo lado del
cuadrado.
d1 d2
Primer y segundo lados del cuadrado
65
3. Desde el punto inferior del eje vertical (c) y
pasando por el punto medio (d2) marcado sobre el eje
horizontal derecho, se traza una línea hasta marcar el
punto donde se corta con la circunferencia (y).
El mismo punto (y) se puede marcar igualmente
trazando la línea desde el vértice (x) y que pasa por el
centro de la circunferencia.
d1
d2
La línea desde (x) pasa por el centro marcando el punto (y).
4. Desde el punto superior del eje vertical (a) y
pasando por el punto (y) se traza otra línea prolongada
66
más allá de dicho punto, a la cual se traslada con el
compás la misma medida del lado inicial (a‐x),
obteniendo así el tercer lado del cuadrado.
Finalmente, se traza la línea que une los extremos
de los lados segundo y tercero, con la cual se completa
el cuadrado.
d1
d2
El cuadrado queda completado.
67
Las dos líneas que pasan por los puntos medios del
eje horizontal (d1 y d2) del dibujo anterior, son parte
de un rectángulo que se forma y que tiene la misma
proporción, respecto a la circunferencia, al que aparece
en la siguiente imagen del dibujo de Leonardo.
El cuadrado del dibujo de Leonardo.
68
Partiendo del dibujo tal como quedó en el punto 4,
se traslada la circunferencia hasta hacerla coincidir con
el mismo centro que el del cuadrado y el resultado es
que ésta se corta con los lados del cuadrado en 8
puntos, exactamente aquellos que marcan la cuarta
parte de cada uno de los lados.
Trazando las líneas que unen cada uno de esos
ocho puntos, con los puntos de sus lados opuestos, el
cuadrado quedará subdividido en 16 pequeños
cuadrados iguales.
d1 d2
La circunferencia y el cuadrado trazados desde el mismo centro.
69
La relación de proporciones existente entre ambas
figuras, es que el radio de la circunferencia, es igual a la
distancia desde el centro del cuadrado, hasta uno
cualquiera de los ocho puntos que marcan una cuarta
parte de sus lados.
El dibujo final resulta tener la misma proporción
que se da entre el cuadrado del dibujo de Leonardo y
una de las circunferencias de trazado, cuyo propósito
se mostrará en el siguiente capítulo.
70
9
La solución de Leonardo da Vinci.
“Y yo cuadro el círculo, excepto una porción tan
minúscula como el intelecto sea capaz de imaginar, es
decir, como el punto visible”.
Leonardo da Vinci resolvió el antiguo problema de
la cuadratura del círculo, según el postulado original:
“A partir de un círculo construir un cuadrado que
tenga la misma superficie, sólo con el empleo de un
compás y una regla sin graduar”.
El dibujo de El Hombre de Vitruvio aparenta estar
hecho con un propósito enigmático, como si de una
adivinanza se tratara, o cuyo objetivo fuera ocultar algo
que únicamente aquellos que sepan interpretarlo
puedan llegar a comprenderlo.
Sin embargo, dicho dibujo representa mucho más
que un enigma que espera ser desvelado: Es una
solución que el genio dio al problema, puesto que
continuando el dibujo que vemos de las dos figuras
geométricas, únicamente falta por trazar el cuadrado
objeto de la solución, para lo cual, los puntos
necesarios por los que se trazarán las líneas de sus
cuatro lados, están claramente marcados, ya que son
algunos de los puntos en los que la circunferencia y el
cuadrado se cortan entre sí.
71
En este capítulo se desarrollan a lo largo de tres
fases consecutivas, varias series de dibujos que
muestran paso a paso, la forma en que Leonardo da
Vinci realizó el trazado de las dos figuras geométricas,
la del cuadrado primero y la circunferencia después,
perfectamente encajadas entre sí, de tal forma que se
marcan sobre la última, los puntos por los que se
trazarán las líneas del cuadrado que constituye la
solución buscada.
Las series de dibujos que se representan a
continuación, han sido realizados con un programa
informático de dibujo y cada una de las citadas fases, se
realiza mediante la sucesión de circunferencias o
líneas, sin ninguna medición, ya que todos los dibujos
se obtienen de la misma forma que si el desarrollo del
dibujo se realizaría manualmente, utilizando solo un
compás y una regla.
72
Primera fase.
En la primera fase desarrolla el trazado del
cuadrado que podemos ver en el dibujo de Leonardo,
que se obtiene a partir de una primera “circunferencia
de trazado” que es la utilizada como punto de partida
para obtenerlo de acuerdo con una especial relación
de las proporciones de ambas figuras.
Unas proporciones que están basadas en el texto
escrito en la parte superior del citado dibujo, donde
aparecen claramente señaladas. Es el párrafo que hace
referencia a la proporción 4 ‐ 6 ‐ 24.
“Vitruvio, el arquitecto, explica en su obra sobre
arquitectura que la naturaleza dispone las medidas del
cuerpo humano de la siguiente manera: 4 dedos forman
1 palma, 4 palmas son 1 pie, 6 palmas son un codo y 4
codos son la altura de un hombre. Y 4 codos forman un
paso, y 24 palmas son un hombre.”
El significado es la proporción en las medidas que
deben guardar los lados del cuadrado, respecto del
radio de esa primera circunferencia de trazado. La
medida de la suma de los 4 lados del cuadrado tiene
que ser igual a la medida de la suma de 6 radios de la
circunferencia.
Con la referida proporción, la medida de un lado
del cuadrado debe ser igual a la medida de un radio y
medio, o igual a la medida de las tres cuartas partes del
diámetro.
73
1. A partir de un punto (x) como centro, con el
compás se traza una circunferencia y sobre ella un
diámetro o eje vertical.
Para obtener el lado del cuadrado con la
proporción anteriormente referida, se marca el punto
medio (h1) del radio, en la parte superior del diámetro,
de forma que la distancia (h1‐h2) es igual a un radio y
medio.
Esa es la distancia igual a la medida del lado del
cuadrado que se va a trazar.
h1
h2
74
2. Sobre el eje vertical y desde cada uno de los
puntos (h1) y (h2), con el compás se marca el punto
medio (b) que será el centro del cuadrado.
Desde dicho punto (b), con el compás, se toma la
medida igual a la mitad del lado (b‐h1), con la cual y
desde los puntos externos de ambos ejes, se van
marcando sucesivamente los cuatro vértices, desde los
cuales se trazan las líneas que unen sus extremos hasta
completar el cuadrado.
h1
x
b
h2
El punto (b) es el centro del cuadrado.
75
Segunda fase.
Esta fase consiste en localizar el centro de la
circunferencia que aparece en el dibujo de Leonardo.
3. Una vez se ha trazado el cuadrado, utilizando
siempre el compás, se marcan los puntos medios de
cada uno de sus lados y a continuación se marcan los
puntos intermedios, de forma que cada uno de los
lados queden divididos en cuatro partes.
Se trazan las líneas que unen dichos puntos con los
opuestos entre sí, de forma que el cuadrado quedará
subdividido en 16 pequeños cuadrados iguales, tal
como se muestra en la siguiente figura.
h1
x
b
h2
76
4. Con el compás y desde el centro del cuadrado
(b), se toma como radio la medida hasta uno cualquiera
de los ocho puntos marcados en los lados del cuadrado.
Desde el centro (b) se traza una circunferencia, la
cual marca un punto (c) sobre la parte inferior del eje
vertical prolongado. Es la “segunda circunferencia de
trazado”.
Este nuevo punto (c) marca la distancia hasta una
línea que si se traza paralela bajo el lado inferior del
cuadrado, resulta idéntica a la que aparece en el dibujo
de Leonardo.
h1
x
b
h2
c
La segunda circunferencia de trazado marca el punto (c).
77
5. Con el compás, se toma la medida del radio de la
primera “circunferencia de trazado” (x–h2).
Desde el punto (c) como centro, se traslada la
medida del radio sobre el eje vertical, marcando un
nuevo punto (a), situado entre el centro de la
circunferencia inicial (x) y el centro del cuadrado (b).
Este punto (a) es el centro de la circunferencia que
culmina el dibujo de Leonardo, en lo referido a las dos
figuras geométricas.
h1
x
a
b
h2
c
El punto (a) es el centro de la circunferencia final.
78
6. El radio se obtiene tomando con el compás la
distancia desde (a) hasta el punto (h2) donde el eje
vertical se corta con el lado inferior del cuadrado.
Con dicha medida (a‐h2) se traza la circunferencia
que es tangente al cuadrado en el punto inferior del eje
vertical y que completa el trazado de las dos figuras
geométricas del dibujo de Leonardo.
h1
x
a
b
h2
c
La circunferencia con radio (ah2) es la del dibujo de Leonardo.
La imagen final muestra la circunferencia y el
cuadrado, las dos circunferencias de trazado y sus
respectivos radios.
79
Tercera fase.
En esta fase culmina el trazado del cuadrado cuya
superficie es igual a la del círculo del dibujo.
Es la parte que falta para descubrir la que podría
ser la “pista” que dejó Leonardo Da Vinci, ocultando un
“secreto” que significa comprender como se puede
buscar la solución al problema de la cuadratura del
círculo.
El objetivo del dibujo, una vez eliminadas las dos
circunferencias de trazado, es marcar los cuatro puntos
de intersección entre la circunferencia y el cuadrado,
situados de forma opuesta entre sí, en cada una de las
dos mitades en que las divide el eje vertical.
Son los puntos (d1 ‐ d2) y (d3 ‐ d4)).
d3 d2
x
a
b
d1 d4
h2
c
Las dos figuras geométricas del dibujo de Leonardo.
80
7. El trazado del cuadrado final objeto del
problema, puede ser realizado indistintamente sobre la
mitad izquierda o sobre la derecha, ya que únicamente
son necesarios dos de los puntos opuestos.
Continuando con el trazado, se utilizarán los dos
puntos opuestos (d1 ‐ d2), por los que se trazan las
líneas que han de formar el cuadrado final.
Para ello, desde el punto superior del eje vertical
(d) de la circunferencia, con la regla se traza la línea
hasta el punto de intersección (d1).
Es el primer lado del cuadrado.
d2
x
a
b
d1
h2
c
La línea (dd1) es el primer lado del cuadrado.
81
8. Desde este punto (d1) y pasando por el punto
inferior del eje (h2), se traza una línea prolongándola
más allá de dicho punto.
Tomando con el compás la medida del primer lado
(d1‐d), se traslada a esta segunda línea.
Es el segundo lado del cuadrado.
d2
x
a
b
d1
h2
c
82
9. Desde el punto (d1) y pasando por el centro de
la circunferencia (a), se traza una línea para marcar el
punto opuesto que coincide con el otro punto de
intersección (d2) entre la circunferencia y el cuadrado.
Desde el punto superior del eje vertical (d) y
pasando por el punto marcado (d2), se traza una línea
prolongada, a la que con el compás se traslada la
misma medida del primer lado (d‐d1). Es el tercer lado
del cuadrado.
Finalmente, se traza la línea que une los extremos
de estos dos últimos lados, con lo que se completa el
cuadrado que tiene la misma superficie que el círculo.
x
a
b
d
h
c
El cuadrado trazado a partir del dibujo de Leonardo
83
El dibujo de Leonardo Da Vinci representa la clave
que posibilita encontrar la solución que resuelve el
problema de la cuadratura del círculo.
Con el trazado del dibujo quedan marcados sobre
el círculo los puntos de intersección con el cuadrado,
necesarios para obtener el cuadrado objeto de la
solución. Es el resultado del ensamblaje perfecto entre
un cuadrado y un círculo que han sido trazados con
una proporcionalidad perfectamente calculada.
Un trazado que se puede realizar en su conjunto
de forma manual, utilizando un compás y una regla sin
graduar.
Fotografía del dibujo realizado manualmente.
84
Medidas del dibujo y cálculos.
El dibujo ha sido realizado con un programa
informático, del cual se obtienen unas medidas con
gran precisión.
El siguiente cuadro refleja dichas medidas y los
cálculos realizados.
La circunferencia del ejemplo, tiene un radio de
unos 6,8 centímetros, una medida aproximada a la del
dibujo real. Entre los datos figura la medida calculada
del lado del cuadrado exacto (121,3808310), cuya
superficie sería igual a la del círculo del ejemplo.
La medida del lado que se obtiene con el dibujo de
Leonardo, difiere tan solo en 0,0976 milímetros
respecto a la medida que resultaría ser esa solución
matemática exacta.
El porcentaje de error calculado sobre la medida
exacta del lado, es de un 0,08% por defecto.
85
La diferencia de las superficies calculadas, da un
resultado muy apreciable, de unos 24 milímetros
cuadrados, demasiado grande como para considerar
que fuera la solución del problema, de la que no cabría
ninguna discusión.
Sin embargo, y aunque “los números no cuadren”,
se puede valorar que la solución de Leonardo da Vinci,
además de ser genial e imaginativa, da un resultado de
gran aproximación, tanto como para considerar que el
mismo dibujo realizado de forma manual, fuera una
solución válida.
Es una diferencia ínfima si se considera que, tanto
el trazado como las mediciones, resultan imposibles de
realizar con la misma precisión, en un dibujo realizado
manualmente sobre una hoja de papel, con un lápiz, un
compás y una regla sin graduar.
De cualquier forma, la afirmación de que esta no es
la solución exacta, básicamente se puede argumentar
en razón a que el dibujo haya sido también realizado
con un programa informático.
86
El “secreto” de El Hombre de Vitruvio.
El cuadrado completa la solución del “enigma”.
Es un “secreto” muy bien guardado en un dibujo
genial, en el que únicamente faltan por trazar las
cuatro líneas de un cuadrado que significa la solución
del “enigma” y permite comprender la intencionalidad
real del dibujo.
Con seguridad se podría afirmar que Leonardo da
Vinci conoció la solución, o que resolvió el problema de
la cuadratura del círculo.
Sin embargo, únicamente legó para la posteridad
un dibujo en forma de “enigma”, ya que representa a la
vez el problema y las claves precisas para comprender
la solución.
87
Hay un último aspecto sobre el que habría que
reflexionar: El trazado de las figuras geométricas, con
los pasos que se han desarrollado en este capítulo,
resulta demasiado complejo como para considerarlo
una solución propiamente dicha.
De esto se podría deducir que, si Leonardo realizó
numerosos dibujos tal como afirman algunas fuentes,
pudo haber encontrado la solución exacta, la cual no
reveló, transmitiendo en su lugar ese conocimiento en
un dibujo en forma de enigma, con la intención de no
revelar públicamente ese secreto, por las razones que
tuviera.
De la misma forma, también se puede considerar
la circunstancia opuesta como razón, es decir, que no
encontrara una solución verdaderamente satisfactoria
y cuyos resultados hubieran sido incuestionables.
En cualquier caso, una vez se conoce la forma de
resolver el problema y con la posibilidad de utilizar las
nuevas tecnologías en el campo del dibujo informático,
se puede establecer que encontrar la solución es algo
puramente secundario, ya que queda reducido a
encontrar esa primera línea exacta que sin duda alguna
existe.
Hacer público un “secreto” que ha permanecido
muy bien guardado en el maravilloso dibujo de El
Hombre de Vitruvio es mostrar un reconocimiento,
más grande si cabe, de la figura de un genio que fue
Leonardo da Vinci.
88
10
¿Una solución manual?
Sin duda que Leonardo Da Vinci conoció y
transmitió el “secreto” del problema de la cuadratura
del círculo. Algunos testimonios que hacen referencia a
sus numerosas obras, manifiestan que dedicó mucho
tiempo a este problema y realizó numerosos dibujos
buscando la solución. Como se mostrará más adelante,
pueden ser infinitas las formas de trazar un cuadrado a
partir de una circunferencia, aunque por lógica, sólo
una puede ser la solución “exacta”.
La representación que muestra el dibujo de
Leonardo da Vinci, no ha de considerarse como una
solución en sí, ya que podría tratarse de una solución
“encriptada”. Algo así como que el objetivo del dibujo,
hubiera sido exclusivamente el de transmitir ese
conocimiento de una forma esotérica, hermética, oculta
para los profanos, mediante la elaboración de un
dibujo con la clara y única intención de seguir
manteniendo oculto un secreto, dejando a la vez una
constancia evidente de que conocía la forma de buscar
la solución.
Algunas de las claves que reflejó en el dibujo,
pueden interpretarse en el sentido de que Leonardo
conoció la solución que él interpretó como correcta, o
incluso otras muchas con unos resultados que nunca
consideró que fueran exactos, aunque lo fueran de una
gran aproximación.
89
Por otra parte, no ha de descartarse que hubiera
tenido acceso a documentos de la antigüedad, en los
que de forma secreta, recogieran las claves para
resolver el problema o incluso la solución exacta.
De cualquier forma, para la valoración de los
resultados que hubiera obtenido de los numerosos
dibujos que realizó, habría que tener en cuenta el
posible valor de la constante PI, utilizado en su época.
Como se mostrará más adelante, a lo largo de siglos
fueron conocidos o utilizados, diversos valores para
dicha constante.
Se ha de tener en cuenta también los múltiples
trazados que pueden ejecutarse para buscar la
solución. Así, en muchos de los dibujos ejecutados
manualmente, con lápiz y sobre papel, tomando las
mediciones de forma manual, los resultados que se
pueden obtener, resultan en muchos casos casi
imposibles de distinguir unos de otros, puesto que las
líneas trazadas para los lados del cuadrado, son de tal
aproximación que resultan, al menos de forma visual,
coincidentes en la práctica.
La posibilidad de utilizar programas informáticos
de dibujo, aportan una gran precisión en las medidas,
por lo que bajo esa nueva circunstancia, es preciso
ratificar que, por lógica, la solución exacta únicamente
ha de poder verificarse utilizando un ordenador.
Como ya se ha reflejado, de los dibujos realizados
por ordenador, se obtienen unos resultados tan
precisos que encontrar la solución exacta, se convierte
en una tarea todavía más compleja, debido a que el
número de opciones diferentes, es prácticamente
infinito.
90
Por ello y por tratarse de un problema planteado
en la antigüedad, probablemente hace milenios, parece
lógico partir de la premisa de que para aceptar como
válida una solución, el dibujo objeto del problema ha
de ser realizado de forma manual.
El dibujo cuyo trazado se representa a
continuación, pudo haber sido uno de los muchos
realizados por Leonardo de Vinci. Es un dibujo que al
ser realizado de forma manual, tras la conclusión del
mismo, y tomando las mediciones también de forma
manual, los resultados que se obtienen son de tal
aproximación que muy bien podría considerarse como
una “solución manual”.
1. Utilizando un compás y una regla, se parte de
una circunferencia en la que se trazan los dos ejes
perpendiculares entre sí, el vertical, el horizontal, y los
dos ejes transversales, de forma que la circunferencia
queda dividida en ocho partes iguales.
91
2. Se trazan las cuatro líneas que formarían un
cuadrado inscrito, uniendo los vértices de los ejes
transversales,
Sobre la mitad inferior del lado izquierdo de dicho
cuadrado, con el compás se marcan los puntos
equidistantes para señalar un punto intermedio (d).
Desde el punto superior del eje vertical, y pasando
por el punto señalado (d), se traza la línea hasta cortar
la circunferencia en el punto (x).
Dicha línea es el primer lado del cuadrado.
92
3. El trazado de los otros tres lados se ejecuta
siguiendo los mismos pasos que ya han sido detallados
en capítulos anteriores. Se traza una línea desde el
punto (x), pasando por el punto inferior del eje vertical,
a la que se traslada con el compás la misma medida del
primer lado.
Se traza una línea desde el vértice (x), que pasa
por el centro hasta marcar en la circunferencia el
punto opuesto (y).
Desde el punto superior del eje vertical, se traza
una línea pasando por (y), con la misma medida del
lado inicial.
Finalmente, se traza la línea que une los dos
extremos de los lados anteriores, completando el
cuadrado.
Figura de una ¿solución? manual.
93
Se trata de un dibujo sencillo y fácil de ejecutar,
tanto de forma manual como utilizando un ordenador.
Con el propósito de hacer una valoración de los
resultados comparando los datos tomados de ambos
dibujo, se reflejan en primer lugar las medidas y los
cálculos correspondientes al dibujo realizado por
ordenador y que figuran en el cuadro siguiente.
La medida del lado del cuadrado utilizado en este
dibujo es de 534,6590000 milímetros. La medida
calculada del lado del cuadrado cuya superficie
resultaría igual a la del círculo, es de 534,5898099
milímetros. La diferencia de las medidas entre estos
dos lados, es de tan sólo 0,0692 milímetros.
Es esta una diferencia que resultaría imposible
distinguir visualmente sobre el mismo dibujo realizado
de forma manual, aunque tuviera las mismas medidas
(la medida del radio de la circunferencia es de unos 30
centímetros).
El margen de error del lado sobre la medida del
lado exacto es del 0,013%. La diferencia de superficies
sí que es muy significativa, de unos 74 milímetros
cuadrados.
94
Valorando estos resultados se puede deducir que
las medidas de los lados del cuadrado obtenido,
resultarían imposibles de distinguir de las medidas
exactas, sobre el mismo dibujo realizado de forma
manual. Esto supone afirmar que, en otras épocas, este
dibujo podría haber sido considerado como la solución
manual del problema o que este mismo ejemplo habría
suscitado sin duda debates acerca de la exactitud o no
de sus resultados, basándose en las mediciones poco
precisas hechas de forma manual.
Esto mismo sucedería hoy, si se prescindiera de la
utilización de herramientas de dibujo informático para
verificar los resultados.
Fotografía del dibujo realizado manualmente.
95
Por ampliar el razonamiento de este ejemplo,
valorando las medidas tomadas sobre el dibujo
manual, dejando constancia de que es evidente que
carecen de la precisión necesaria, se desprende que los
resultados de los cálculos son muy relativos, ya que
“ajustando necesariamente” las cifras decimales, por la
dificultad de precisar más allá de las fracciones de
milímetros, éstas representarían la “solución” del
problema, como refleja el cuadro siguiente.
Se plantea pues, una nueva dinámica para verificar
la solución del problema de la cuadratura del círculo.
Por una parte debe cuestionarse buscar la solución
de forma manual, ya que como se deduce del ejemplo
presentado, resulta imposible precisar las mediciones
con la exactitud necesaria.
En consecuencia, es una circunstancia que sitúa el
problema de la cuadratura del círculo en una
dimensión virtual, ya que los resultados dependen de
unas cifras decimales tan mínimas que la solución
exacta, ya únicamente será posible verificar utilizando
un ordenador.
96
11
La búsqueda de la solución.
En este capítulo se representan algunos ejemplos,
tratando de mostrar las innumerables y diferentes
formas posibles de ejecutar los dibujos, para buscar la
solución del problema de la cuadratura del círculo. El
objetivo será localizar un segundo punto por el que
trazar la primera línea del lado de un cuadrado, cuya
superficie habrá de ser igual a la del círculo.
En general y respetando lo que señala la tradición,
para encontrar el primer punto o vértice del cuadrado
a lo largo del perímetro circular, las operaciones de
trazado habrían de ser pocas y elementales.
Para ello, los dibujos que se representan a
continuación, aunque hayan sido realizados por
ordenador, se ha observado siempre las siguientes
condiciones:
- No se realiza ninguna medición previa.
- Las medidas se toman y trasladan mediante
compás, utilizando para esta finalidad el trazado de
circunferencias, cuyos radios se obtienen tomando la
distancia desde un punto hasta otro, previamente
marcados.
- Los puntos se marcan por la intersección de dos
líneas, rectas o curvas, o bien trasladando una medida
tomada entre dos puntos, desde un punto ya conocido
a otro.
97
- Las líneas rectas se trazan entre dos puntos que
también hayan sido previamente marcados, igual que
si se utilizara una regla.
- Para la comprobación de los resultados, las
mediciones del radio de la circunferencia y del lado del
cuadrado, se realizan tras la finalización de los dibujos.
- Todos los dibujos se presentan de forma muy
esquematizada y con unas explicaciones muy simples,
tratando que sean fácilmente comprensibles, con el
único objetivo de mostrar que existen infinidad de
posibilidades distintas.
- En la práctica, todas estas condiciones significan
que la ejecución de cada uno de los dibujos, ha de
poder ser realizado de forma manual, utilizando un
compás y una regla sin graduar.
Las medidas de cada uno de los dibujos, con
valores representados en milímetros, se muestran en
cuadros, en los que se pueden verificar los cálculos y
los resultados correspondientes.
Dibujo 1
A partir de una circunferencia, se trazan los ejes
vertical y horizontal. Desde los dos extremos del eje
horizontal y con la misma medida del radio, se marcan
con el compás los puntos por los que se traza un
hexágono.
Sobre un lado del hexágono, opuesto al eje vertical,
se marca el punto medio (x).
98
Desde el punto superior del eje vertical y pasando
por dicho punto (x), se traza la línea del primer lado
del cuadrado.
El resto de los lados se trazan igual a como ha
quedado reflejado en los ejemplos de capítulos
anteriores.
Los resultados obtenidos son:
99
De los datos y cálculos realizados se hace una
breve valoración explicativa, como referencia general
que será idéntica para el resto de los ejemplos que
siguen a continuación y en cuyos cuadros respectivos,
deben valorarse los datos de la misma forma.
Los datos se toman a escala de milímetros. Con
esto, el radio de la circunferencia utilizada sería de
unos 30 centímetros.
Las superficies dan como resultado una diferencia
de algo más de 152 milímetros cuadrados.
Sin embargo, la diferencia en la medida sobre la
longitud exacta del lado que daría la solución correcta,
es de tan solo 0,14 milímetros.
El porcentaje de error, sobre la medida del lado
obtenido en este ejemplo, es del 0,0267%.
Dibujo 2
A partir de una circunferencia, se trazan sus dos
ejes y como en el dibujo anterior, se traza un hexágono.
Desde el punto inferior del eje vertical se traza
una semicircunferencia, con el mismo radio que la
circunferencia inicial.
Desde el punto medio donde el lado izquierdo del
hexágono se corta con el eje horizontal, se traza una
línea hasta el punto inferior del eje vertical.
Dicha línea se corta con la semicircunferencia en
un punto (x).
Desde el punto superior del eje vertical y pasando
por dicho punto (x), se traza la línea que es el primer
lado del cuadrado.
100
Finalmente se completan los otros tres lados del
cuadrado, de la misma forma ya indicada
Los resultados son:
101
Dibujo 3
Se traza una circunferencia y los ejes vertical,
horizontal y los transversales, quedando dividida en
ocho partes iguales.
Tomando como centro el punto inferior del eje
vertical, se traza una semicircunferencia con radio
igual al de la circunferencia inicial.
Se marca el punto medio del arco formado por una
de las ocho partes, sobre la parte inferior derecha
contigua a la semicircunferencia dibujada.
Se traza una línea desde el punto izquierdo del eje
horizontal, hasta el punto medio del arco señalado.
Dicha línea se corta con la semicircunferencia en
un punto (x).
Desde el vértice superior del eje vertical y pasando
por el punto (x), se traza la línea que forma el primer
lado del cuadrado.
Finalmente se completan los otros tres lados del
cuadrado, de la misma forma ya indicada.
102
x
Los resultados son:
103
Dibujo 4
Se traza la circunferencia y los ejes vertical,
horizontal y los transversales. La circunferencia queda
dividida en ocho partes iguales.
Se traza uno de los lados del octógono, en el
cuadrante inferior izquierda, desde el eje horizontal.
Sobre este lado se traza la línea que marca su
punto medio. Desde el mismo vértice del eje horizontal
y con la misma medida del radio inicial, se marca y se
traza la línea que sería el lado del hexágono.
Se traza una semicircunferencia con centro en el
punto inferior del eje vertical y con la misma medida
del radio, hasta el punto donde se cortan las dos líneas
anteriores.
Desde el mismo punto inferior del eje vertical, se
traza una línea prolongada y paralela al eje horizontal.
Dicha línea inferior y la semicircunferencia se
cortan en un punto (y), exterior a la circunferencia
inicial.
Desde el punto superior del eje vertical, se traza la
línea recta hasta dicho punto (y), que se corta con la
circunferencia en un nuevo punto (x).
La línea trazada hasta dicho punto (x) es la medida
del primer lado del cuadrado.
Con dicha medida se completan los otros tres
lados del cuadrado, de la forma ya indicada.
104
Los resultados son:
105
Dibujo 5
Se traza la circunferencia y los ejes vertical,
horizontal y los transversales, de forma que queda
dividida en ocho partes iguales.
Se divide la mitad inferior del eje vertical en tres
partes iguales.
Desde el punto inferior del eje vertical, se traza
una semicircunferencia con el mismo radio que la
circunferencia inicial.
Desde el punto izquierdo del eje horizontal, se
traza una línea hasta el punto que marca el tercio
inferior de la división del eje vertical.
Dicha línea se corta con la semicircunferencia en
un punto (x), por el cual y desde el punto superior del
eje vertical, se traza la línea del primer lado del
cuadrado.
Finalmente se completan los otros tres lados del
cuadrado, de la misma forma ya indicada.
106
x
Los resultados son:
107
Dibujo 6
Se traza la circunferencia y los ejes vertical,
horizontal.
Con el mismo radio, desde el punto izquierdo del
eje horizontal como centro, se marcan dos puntos
sobre la circunferencia, en la parte superior e inferior
de la misma y se traza la línea vertical que los une, para
marcar el punto medio sobre el radio que forma la
mitad del eje horizontal.
Desde dicho punto se traza una circunferencia con
radio igual a la mitad del radio inicial. Con ese mismo
radio y desde el punto izquierdo del eje ya citado, se
traza otra circunferencia igual a la anterior.
Ambas circunferencias se cortan en un punto (x)
por el cual y desde el punto superior del eje vertical, se
traza la línea del primer lado del cuadrado.
108
Los resultados son:
109
Dibujo 7
Se traza una circunferencia y los ejes vertical,
horizontal y los transversales, quedando dividida en
ocho partes iguales.
Se trazan las líneas que unen cada uno de dichas
partes formando un octógono.
Se toma la medida del lado del octógono como
radio y desde el punto derecho del eje horizontal, se
traza una circunferencia que corta dicho eje en un
punto.
Desde dicho punto y con el mismo radio igual al
lado del octógono, se traza una nueva circunferencia
que corta el citado eje en un punto (x).
Desde el punto superior del eje vertical y pasando
por el punto (x), se traza la línea hasta cortar la
circunferencia.
Dicha línea es el primer lado del cuadrado.
110
Los resultados son:
111
Como se puede apreciar en estos siete ejemplos,
los valores que resultan de las superficies de ambas
figuras, verifican unas diferencias muy significativas,
demasiado grandes como para ser consideradas unas
simples aproximaciones.
De entre los dibujos de los ejemplos, en unos
casos, las líneas de los lados de los cuadrados son
ligeramente inferiores a la medida de la línea que sería
el lado exacto y en otros, dichas líneas son ligeramente
superiores.
En consecuencia, el punto que señalaría la línea
buscada, se encuentra situado en un espacio del
perímetro circular extremadamente reducido, aún
cuando el número de puntos situados dentro de dicho
espacio, es en teoría indefinido.
De la misma forma, el punto donde la línea
buscada corta el eje horizontal, se encuentra situado en
un espacio igualmente muy reducido, marcado por las
líneas de los ejemplos. Por señalar una referencia, en el
dibujo 5, la línea del primer lado del cuadrado, pasa
por un punto a una distancia de ‐0,1651 milímetros del
punto por el que pasaría la línea exacta. En el dibujo 6,
esa distancia es de +0,4104 milímetros.
Sobre el radio de las circunferencias utilizadas que
en todos los ejemplos es de 301,610 milímetros, la
distancia entre los puntos donde las líneas del primer
lado, correspondientes a los dibujos 5 y 6 se cortan con
dicho radio, es de 0,5755 milímetros. En esa mínima
distancia se encuentra el punto por donde ha de pasar
esa primera línea que representaría la solución que
resuelva este problema. Un punto que, como se verá en
el capítulo siguiente, puede localizarse con un dibujo
realizado por ordenador.
112
Si lo que se comparan son las medidas de los lados
de los diferentes cuadrados, con la medida que sería la
exacta, las diferencias son tan ínfimas que resultan
imperceptibles al ojo humano. En el dibujo cuyo
resultado es el de mayor aproximación al que sería el
correcto, dicha diferencia es de tan solo 0,08
milímetros, imperceptible si se compara con la medida
del lado del cuadrado que es algo más de 53
centímetros.
Finalmente, la principal conclusión que se puede
deducir de los dibujos que se han mostrado, es que las
posibilidades o alternativas que existen para buscar la
solución son ilimitadas, pero igualmente y en la misma
proporción, son ilimitadas las dificultades para
encontrarla.
113
114
12
La solución digital.
El problema de la Cuadratura del Círculo ha de ser
planteado como un problema geométrico, de dibujo, y no
como un problema matemático. La utilización de
cálculos aritméticos como la vía para hallar la solución,
es la razón por lo que está considerado como un
problema imposible de resolver, siendo que el cálculo se
basa en algo relativo, mientras que del propio enunciado
del problema, hay que deducir que se trata de obtener
algo absoluto, es decir, un cuadrado.
Los cálculos de las medidas de los dibujos
representados en el capítulo anterior, muestran que
ninguno de ellos es la solución del problema. Sin
embargo, dichos cálculos no demuestran que la
solución buscada no exista.
Para justificar esta afirmación, basta con ejecutar
un dibujo con un programa informático, cuyo único
objetivo sea mostrar que existe la línea, con la medida
de los lados de un cuadrado cuya superficie sería
exactamente igual a la superficie del círculo.
El dibujo consiste en ir realizando subdivisiones
de forma sucesiva sobre la mitad izquierda del eje
horizontal, hasta marcar el punto exacto por el que se
traza la primera línea del lado del cuadrado buscado,
mediante el trazado de sucesivas circunferencias que
marcan el punto medio entre otros dos puntos de
referencia, de forma que la distancia entre esos puntos,
115
se va reduciendo progresivamente a la mitad hasta
marcar el punto deseado.
Para ello, se parte de una circunferencia como la
del siguiente dibujo, en la que se han trazado un
octógono y un hexágono. Se trazan las dos líneas
verticales que unen los dos vértices respectivos de
ambas figuras, situados en la parte izquierda, para
marcar dos puntos sobre el eje horizontal. La línea
vertical que une los vértices del hexágono, divide dicho
eje exactamente por la mitad.
El punto buscado ha de localizarse sobre el eje horizontal.
116
Se marca el punto medio entre las dos líneas
verticales y después, de forma sucesiva, se van
realizando nuevas subdivisiones, entre los puntos
medios resultantes, cuya distancia se va acortando a la
mitad en cada operación.
Detalle del eje horizontal donde se van marcando los puntos medios.
El dibujo ampliado con zoom, muestra el trazado
de las sucesivas circunferencias, con las que se van
obteniendo los puntos intermedios, y cuyos radios
disminuyen a la mitad progresivamente.
El número de subdivisiones y el sentido con
respecto al centro de la circunferencia que es preciso
trazar, son los siguientes:
4 subdivisiones hacia el centro.
3 hacia la izquierda (dirección opuesta al centro).
5 hacia la derecha.
1 hacia la izquierda.
1 hacia la derecha.
2 hacia la izquierda.
1 hacia la derecha.
117
Las últimas subdivisiones hasta marcar el punto buscado.
En total se han realizado 17 subdivisiones, la
última de las cuales marca el punto por el que se traza
la línea del primer lado del cuadrado (línea inclinada
transversal de la imagen anterior).
El radio de las dos últimas circunferencias que se
han trazado para marcar el último punto intermedio,
es de 0,0010 milímetros.
La distancia desde el centro de la circunferencia,
hasta el punto señalado es de 157,6586 milímetros y la
distancia desde dicho centro hasta la mitad del radio es
de 150,8050 milímetros.
Una vez obtenido el punto por donde trazar la
línea del primer lado, el resto del cuadrado se ejecuta
igual a como se ha mostrado en capítulos anteriores.
118
La solución digital.
Concluido el dibujo, con las medidas del radio de la
circunferencia y del lado del cuadrado, se obtienen los
resultados que se muestran en el cuadro siguiente.
119
Los resultados muestran que las superficies de
ambas figuras son iguales. Dado el número de
decimales de la constante PI, para ajustar todavía más
el resultado obtenido de la superficie del cuadrado, de
forma que la diferencia fuera de cero sin ningún
decimal, sería preciso que el programa informático de
dibujo facilitara las medidas con más de 4 decimales.
Como se ha dicho, esta “solución” únicamente
puede ejecutarse utilizando un ordenador, por lo que
no cumple con el enunciado del problema, ya que a
partir de un determinado número de subdivisiones, es
preciso efectuar mediciones para ir descartando los
puntos hasta encontrar el que da la medida exacta.
Como es evidente, es imposible ejecutar este
mismo dibujo de forma manual, utilizando un compás,
por lo que el único propósito del ejemplo, es mostrar
que la línea buscada existe, por lo que encontrar la
forma de resolver el problema, se reduce a encontrar
ese segundo punto preciso y que pueda realizarse de
una forma manual, aunque el resultado habrá de
verificarse utilizando un ordenador.
120
13
La solución matemática.
Del propio enunciado del problema, se deduce que
es un problema de dibujo, ya que consiste en el trazado
de dos figuras geométricas, una círculo y a partir de él,
dibujar un cuadrado que tenga la misma superficie, es
decir, se trata de dibujar dos figuras “analógicas” o
“absolutas”.
Por el contrario para verificar la solución, es
necesario recurrir a la demostración matemática, cuyo
método consiste en la utilización de números y
fórmulas, o lo que es lo mismo, hay que utilizar
“valores relativos”, es decir, obtenidos a partir de
determinadas referencias, de medidas o de cálculos,
realizados sobre formas geométricas, líneas o curvas,
lados o radios.
La validez del resultado se reduce pues, a la
comprobación de valores numéricos, es decir, serán los
números los que determinen el resultado correcto o
no, de este problema. El radio de una circunferencia, ha
de ser medido con una regla milimetrada, para ser
transformado en un valor numérico, lo que significa
aplicar una “referencia relativa”, a partir de la cual,
junto con otro valor también numérico de la constante
PI, se relacionan entre sí mediante fórmulas, con las
cuales se obtienen los “valores numéricos” de dicha
circunferencia, como por ejemplo su longitud o su
superficie.
121
Las medidas tomadas con un compás, son medidas
absolutas, analógicas, es decir, tienen la precisión de
que pueden ser trasladadas desde unos puntos a otros,
para marcar distancias equidistantes, o medir unos
segmentos para obtener otros iguales. Las medidas
tomadas con una regla milimetrada, adolecen de esa
precisión, ya que se ajustan a marcas predeterminadas,
de cuyos intervalos es difícil determinar más valores
decimales.
Con el compás se puede tomar la medida de un
segmento, cuyo valor numérico sería por ejemplo de
10,3764 y trasladar ese mismo valor, con total
exactitud a otro segmento, por hacerse de una forma
analógica. Por el contrario, con la regla milimetrada
resulta imposible realizar la misma operación con la
misma precisión de las diezmilésimas, por hacerse de
una forma digital.
Como se mostrará en un capítulo más adelante, los
cálculos efectuados con valores numéricos, pueden
determinar la conclusión de que resulta imposible
realizar el dibujo de una circunferencia, a partir de la
medida del lado de un cuadrado. Sin embargo, la
ejecución realizada de forma analógica o geométrica,
demostrará que dicho dibujo sí es posible.
En el problema que nos ocupa, tratamos de
obtener una solución geométrica y lógica, pero la
verificación que se realiza, queda condicionada al
resultado matemático, es decir, deben “cuadrar” los
números.
Esta es una reflexión que puede carecer de
fundamento, si consideramos que, en la actualidad, la
ejecución de dibujos puede hacerse con herramientas
informáticas; sin embargo, ha de tenerse en cuenta que
122
en otras épocas, no disponían de dichas herramientas,
y por tanto, la verificación y validez de los resultados,
habría de considerarse principalmente para los dibujos
realizados manualmente.
Valores de PI conocidos de distintas épocas.
Existe constancia de que desde épocas remotas de
la antigüedad, se han utilizado distintos valores para la
constante PI. Algunos de esos valores se reflejan en la
tabla siguiente, de los cuales el valor actual es el que
tiene la mayor precisión, aunque tiene un número
mucho mayor de cifras decimales que el que figura.
La diversidad de valores atribuidos a la constante
PI, condicionarían la solución del problema en caso de
que pudiera haber sido conocida o aceptada en épocas
pasadas, como pudo ocurrir en la solución que reflejó
Leonardo da Vinci en su genial dibujo.
Puede parecer este un argumento irrelevante, si
no fuera porque con valores de PI igual a 3,142406 ó
3,139914 ó 3,136540, si existen soluciones, ya que con
123
dichos valores, se obtienen resultados en los que las
superficies del círculo y del cuadrado, coinciden con
total exactitud. Y si existen para esos valores,
indudablemente ha de existir también la solución para
el valor de PI.
En consecuencia, cabe preguntarse si en la
antigüedad, aquellos que formularon el problema, lo
hicieron en forma de reto o desafío para los profanos,
bien porque conocieron “el secreto” pero no la
solución, o bien porque también conocieron una
solución que por ellos mismos fue aceptada como
válida.
En otras épocas, la discusión sobre una posible
solución que pudiera haber sido aceptada como tal, de
algunos de los dibujos que se han mostrado en
capítulos anteriores, resultaría infructuosa ya que, los
mismos dibujos ejecutados manualmente sobre una
misma circunferencia, las líneas de los cuadrados,
resultarían imposibles de distinguir visualmente unos
de otros en la práctica.
La utilización de programas de dibujo por
ordenador, aporta una extraordinaria precisión en las
mediciones y en los cálculos, imposibles de obtener por
métodos tradicionales, pero a la vez se amplía casi
hasta el infinito, la dificultad para encontrar ese punto
exacto, por el que se ha de trazar esa primera línea que
resolvería el problema.
Esta circunstancia transforma el problema de la
cuadratura del círculo, en un problema de realidad
virtual, ya que la solución, si se encuentra, únicamente
se podrá verificar dentro de un ordenador.
124
Habrá que dar por supuesto también que los
programas de dibujo informático no contengan algún
margen de error, lo que contribuiría a hacer más
compleja la búsqueda de la solución.
Como curiosidad, en el programa de dibujo
utilizado, el trazado de circunferencias con un radio
muy pequeño, como las que se han mostrados en
alguno de los dibujos del capítulo anterior, se produce
la paradoja de que, al ser editados de nuevo los citados
dibujos, las circunferencias se han transformado en...
octógonos.
Las circunferencias se transforman en octógonos.
125
126
14
Otras claves del dibujo de Leonardo.
De entre las claves contenidas en el dibujo de
Leonardo, sólo unas pocas han sido utilizadas para
llegar a las conclusiones que ya se han mostrado en
capítulos anteriores. Sin embargo, seguramente
quedarán otras cuyo significado o interpretación
pueden suscitar dudas, o también que no hayan sido
correctamente interpretadas, incluso las habrá que han
pasado desapercibidas.
Una de las anotaciones en el dibujo dice:
“Si abre tanto las piernas de forma que su altura
disminuya en 1/14 y extiende los brazos, levantándolos
hasta que los dedos medios estén a la altura de la parte
superior de su cabeza, el centro de los miembros
extendidos estará en el ombligo y el espacio que
comprenden las piernas formará un triángulo
equilátero.”
¿Cuál puede ser su significado real?
Se retoma el dibujo de las figuras geométricas, una
vez concluida la primera fase de la solución de
Leonardo, vista en un capítulo anterior, en la que se
muestran el cuadrado y la círculo del dibujo, más las
dos circunferencias de trazado, con sus respectivos
radios.
127
Con el compás se marca el punto medio (c) de la
mitad inferior del lado del cuadrado que coincide con
la marca de la figura humana situada a la altura de las
rodillas. Desde este punto hasta la base, se marca el
punto medio, trazando la línea equidistante de los
puntos (c) y (d), de forma que el lado del cuadrado
queda marcado en su cuarta parte
Desde el centro del cuadrado (b) y pasando por
cada uno de los dos extremos de la citada línea
equidistante, se trazan las dos líneas hasta cortar la
circunferencia, se unen sus extremos con una tercera
línea, formando así los lados y la base de un triángulo
equilátero.
El dibujo queda como sigue:
x
a
b
c
d
128
Retomando el dibujo de la figura humana, en el
que el centro de la circunferencia (a) coincide con el
ombligo, el centro del cuadrado (b) con el pubis, la
posición de las piernas abiertas, coincidiría con las
líneas del triángulo dibujado.
Interpretando esta clave desde la óptica del
trazado completo del dibujo, se podría resumir de una
forma esquemática, como que podría ser la indicación
de la clave para el trazado completo que hay que seguir
en la realización del mismo, ya que la diferencia de las
medidas de los radios de la circunferencia intermedia,
con centro en (a) y la menor con centro en (b), es igual
a 1/14 de la medida del radio de la circunferencia
inicial, con centro en (x).
La citada clave, señalaría pues la relación de
proporciones que se precisa buscar: Partiendo de una
circunferencia inicial, trazar un cuadrado y a partir de
él, se ha de trazar una segunda circunferencia menor
que determina la relación de medidas entre los radios
de ambas circunferencias y el lado del cuadrado.
Con la relación de los radios de estas dos
circunferencias, se logra el objetivo que consistiría en
localizar el centro y la medida del radio de una tercera
circunferencia, en este caso con una medida intermedia
entre ambas.
129
El octógono
El trazado del octógono, sería la interpretación de
una clave aparentemente simple, sugerida por las dos
posiciones diferentes de los miembros superiores e
inferiores de la figura humana: La posición horizontal‐
vertical y la posición transversal, cuyo significado
podría estar referido a los ejes perpendiculares entre sí
que dividen la circunferencia en ocho partes iguales.
Uniendo los vértices de dichos ejes se forma un
octógono. Desde cualquiera de sus vértices, se traza
una línea hasta el vértice de un lado opuesto, dicha
línea forma con ese lado un ángulo de 90º.
90º
130
Dicha línea, junto con el lado del octógono y uno
de los ejes, forman un triángulo rectángulo, cuyo
significado se ha mostrado en otro capítulo anterior.
La figura del octógono sería pues, una de las claves
que indicaría cómo se pueden trazar múltiples
cuadrados, a partir de una circunferencia.
El hexágono
De la misma forma, la figura de un hexágono
presenta la misma singularidad, es decir, desde el
vértice de cualquier lado se traza una línea hasta el
vértice de un lado opuesto, se forma un ángulo de 90º.
90º
131
La figura humana del dibujo de Leonardo expresa
una doble posición. La sugerencia de un octógono, o la
división de la circunferencia en ocho partes iguales,
parece resultar elemental. En anteriores capítulos
hemos visto cómo en determinados dibujos, se puede
utilizar dicha figura para iniciar las líneas de trazado
de diferentes cuadrados. Sin embargo esta figura no
resulta imprescindible para ello, puesto que esas líneas
de trazado, también pueden ser realizadas desde otras
figuras diferentes, como por ejemplo desde un
hexágono, o incluso utilizando solo dos ejes.
¿Acaso puede tener algún otro significado más
trascendente la figura de un octógono?
132
15
La trisección de un segmento.
Otra de las claves que puede valorarse como
interesante para interpretar el dibujo de Leonardo, es
la línea que aparece dibujada bajo el lado inferior del
cuadrado, de forma paralela al mismo y que tiene su
misma longitud, sobre la que hay una serie de marcas
que parecen sugerir medidas, porque presentan unas
divisiones iguales.
El punto medio de dicha línea, marcado de una
forma casi imperceptible, sobre la prolongación del eje
vertical imaginario, ya se ha explicado su propósito, el
cual sería el señalar el punto desde el que se relacionan
las medidas de los radios de dos circunferencias de
trazado, para obtener el centro y el radio de una
tercera circunferencia, que es la que aparece visible en
el dibujo.
Pero surge la interrogante sobre el significado o
propósito que pueden tener las mencionadas marcas o
divisiones.
La línea está dividida en cuatro segmentos iguales.
Los dos segmentos centrales no tienen ninguna marca
y los otros dos situados en los extremos, tienen a su
133
vez unas marcas que los dividen en seis partes iguales
cada uno. Las dos marcas exteriores en los segmentos
de los extremos, presentan a su vez 4 pequeñas marcas
iguales. Trasladando las mismas marcas a los dos
segmentos centrales, la línea daría un total de 24
marcas. Si se tienen en cuenta las subdivisiones de las
marcas de los extremos, cada segmento estaría
subdividido a su vez en 24 marcas.
Recordemos que esas cifras representan unas
proporciones que han tenido una significativa
trascendencia para el trazado del dibujo: 4‐6‐24. El
producto de los 4 lados del cuadrado, por 6 radios de la
circunferencia, da el producto de 24, lo que indica la
proporción que han de guardar las medidas entre 1
lado y 1 radio.
Como se ha señalado, la línea inferior tiene la
misma medía que el lado del cuadrado. Si se traslada el
total de divisiones (24) de la línea inferior, al lado del
cuadrado, ¿qué significado podría tener el dividir el
lado del cuadrado en 24 partes iguales?
Resulta elemental dividir cualquier segmento en
cuatro partes iguales, o en ocho, pero resulta más
complejo realizar una división en seis partes iguales, o
en tres.
Con el propósito de mostrar en un capítulo
posterior, un posible significado de la citada clave, se
desarrollan a continuación los pasos que hay que
seguir para realizar la división de un segmento
cualquiera en tres partes iguales, utilizando un compás
y una regla sin graduar.
La división de un segmento en tres partes iguales,
mediante la realización de mediciones o cálculos
matemáticos, únicamente podría hacerse para aquellos
134
segmentos cuyas medidas fueran divisibles por 3,
resultando imposible para el resto de medidas. Sin
embargo y como se muestra a continuación, ejecutando
un sencillo dibujo geométrico, dicha operación puede
realizarse para cualquier segmento, cualquiera que sea
la medida que tenga.
Para ello, se han de ejecutar los pasos siguientes:
1. A partir de un segmento (a‐b), se traza una
línea perpendicular sobre uno de sus dos extremos y se
construye un triángulo rectángulo, de forma que dicho
segmento sea uno de sus catetos.
Son las líneas (b‐c), perpendicular al segmento y la
hipotenusa (a‐c).
a b
135
2. Con el compás se marca el punto medio (d) de
la hipotenusa (a‐c).
Desde este punto (d) se traza la línea hasta el
vértice (b), para formar un triángulo (a‐d‐b).
Sobre esta línea (d‐b), con el compás, se vuelve a
marcar el punto medio (e).
d
e
a b
136
3. Desde el vértice superior del triángulo
rectángulo (c) y pasando por el punto (e), se traza la
línea hasta cortar el segmento en el punto (f).
Dicho punto (f) marca exactamente un tercio de la
longitud del segmento (a‐b).
Desde este nuevo punto (f) como centro y con el
compás, se toma la medida (f‐b) y se traslada sobre el
segmento marcando un nuevo punto (g).
Desde este nuevo punto (g) y con la misma medida
(f‐b), se verifica que es igual a la medida (a‐g) y (g‐f).
d
e
a g f b
El segmento inicial (a‐b) ha quedado dividido en
tres partes iguales: (a‐g) = (g‐f) = (f‐b).
137
El segmento del ejemplo trazado al azar, tiene una
medida de 152,3929 milímetros y cada una de sus tres
partes en que ha sido dividido mide, según el programa
informático 50,7976 milímetros.
Efectuar la trisección de un segmento, es una
característica o propiedad específica que tienen los
triángulos rectángulos, a partir de los cuales, marcando
el punto medio de la hipotenusa y repitiendo la misma
operación sobre el lado del triángulo que se forma
uniendo con una línea dicho punto medio con el vértice
del lado opuesto, es posible dividir cualquiera de los
dos catetos en tres partes iguales.
138
16
Trazado de una circunferencia a
partir de un cuadrado.
De la misma forma que en un capítulo anterior,
hemos visto como se traza un cuadrado a partir de una
circunferencia, con la proporción de las medidas de un
lado igual a 1,5 radios, resulta también posible trazar
una circunferencia en la forma inversa, es decir,
partiendo de un cuadrado y guardando esa misma
proporción.
Recordemos que la relación de proporciones se
establece a partir de que la medida o suma de 6 radios
de la circunferencia, sea igual a la medida o suma de 4
lados del cuadrado.
Dividiendo 6 entre 4, el resultado es 1,5 que es la
proporción que se ha utilizado para trazar un cuadrado
a partir de una circunferencia.
Si se hace el mismo cálculo a la inversa, es decir,
dividiendo 4 entre 6, se obtiene un valor numérico
indefinido de 0,66666666…, lo que significa que, desde
la óptica aritmética, resultaría imposible precisar con
exactitud el radio para ejecutar el dibujo propuesto.
Al menos para todos aquellos supuestos en que la
medida del lado no sea múltiplo de 6.
La solución, cualquiera que sea la medida del lado
utilizada, únicamente puede realizarse obteniendo las
proporciones señaladas de una forma analógica, es
decir, utilizando un compás.
139
Recordemos que la línea situada paralela a la parte
inferior del cuadrado, en el dibujo de Vitruvio, está
dividida en cuatro partes iguales y a su vez, cada una
de esas partes está subdividida en otras 6 partes
iguales. El total de marcas sería igual el producto de 4
por 6, en total 24 partes.
Con estas 24 partes, es posible calcular la relación
de proporciones para obtener el centro y el radio de la
circunferencia que se ha de trazar. Dicha relación se
calcula dividiendo 24 entre 1,5 con lo que se obtiene
un resultado de 16 partes. El radio de la circunferencia
será la 16/24 parte del lado del cuadrado.
Por tanto, para obtener la medida del radio a
partir del lado del cuadrado, es preciso efectuar una
división del mismo en 24 partes iguales, ejecutando los
pasos siguientes:
140
1. Se divide el lado del cuadrado en 8 partes
iguales, marcándolas sucesivamente sobre un eje
vertical central, trazado sobre la mitad del cuadrado.
Para obtener las 24 partes, habría que dividir en
tres partes iguales cada una de las 8 subdivisiones,
utilizando el método de trisección de un segmento,
presentado en un capítulo anterior.
141
2. Con objeto de abreviar el trazado, ya que
únicamente es preciso localizar la marca número 16, la
trisección se ha de realizar sobre el segmento de la
subdivisión número 6, que es donde se halla situado el
punto correspondiente a la 16/24 parte de la medida
del lado.
Para ello se ejecutan los pasos ya mencionados:
Con la línea perpendicular al segmento se forma un
triángulo rectángulo, se marca el punto medio de la
hipotenusa, se forma un nuevo triángulo y sobre esa
línea se vuelve a marcar el punto medio. Por dicho
punto se traza la línea desde el vértice que marca un
tercio sobre el segmento.
Una vez realizada la trisección, la medida
resultante se trasladaría al resto de las subdivisiones,
verificando que el lado ha quedado dividido en 24
partes iguales.
142
3. Como se ha señalado, de las 24 partes iguales, el
centro de la circunferencia que buscamos se localiza en
la marca número 16.
Tomando con el compás la medida del radio,
desde dicha marca 16 hasta el punto medio del lado
inferior del cuadrado, se traza la circunferencia que
guarda exactamente la proporción buscada:
6
1 marca
3 marcas
12 marcas
El lado del cuadrado es igual a 1,5 radios.
143
En el dibujo de este ejemplo, el lado del cuadrado
tiene una medida de 452,4150 centímetros, y el radio
de la circunferencia mide 301,6100 centímetros. Si se
multiplica la medida del lado por 4, ó la del radio por 6,
el resultado es el mismo en ambos casos: 1.809,6600
centímetros.
Este ejemplo resultaría imposible de realizar
manualmente, tratando de hacer el dibujo a partir de
mediciones hechas con una regla milimetrada.
Por otra parte, el dibujo trazado resulta bastante
complejo de realizar. Por ello, es oportuno ver que el
mismo resultado se puede obtener de una forma más
sencilla y rápida, realizando la división en tres partes
iguales, directamente sobre el lado del cuadrado, ya
que el radio de la circunferencia objeto del dibujo, es
igual a las dos terceras partes de dicho lado.
Las fases para obtener el mismo resultado, se
realizan como sigue:
1. Se traza un eje vertical (c‐x) por el centro del
cuadrado. Desde el punto superior de dicho eje (c), se
traza la línea hasta el vértice inferior derecho (e),
formando la hipotenusa de un triángulo rectángulo (c‐
x‐e).
2. Sobre la hipotenusa (c‐e) se marca el punto
medio (1). Desde dicho punto se traza la línea hasta el
punto inferior del eje central (x) formando un triángulo
(1‐x‐e). Sobre esa línea (1‐x) se marca el punto medio
(2).
144
3. Desde el vértice inferior izquierdo (e), se traza
la línea que pasa por el punto (2) hasta cortar el eje
vertical en un punto (a). Dicho punto marca la tercera
parte de dicho eje que es la tercera parte del lado del
cuadrado.
4. Con la medida de esa tercera parte (a‐x) como
radio, con el compás, desde (a) se marca el punto (b)
que es el centro de la circunferencia buscada. Desde
dicho punto (b), se traza la circunferencia con radio
igual a la distancia (b‐x), hasta el punto inferior del
lado del cuadrado.
El resultado es la siguiente figura:
b
1
a
2
x e
Trisección del lado de un cuadrado.
Las medidas correspondientes a las cuatro
divisiones son iguales: (x‐a) = (a‐b) = (b‐c) = (c‐d).
145
Con este ejemplo elemental, se muestra cómo es
posible trazar cualquier circunferencia a partir de un
cuadrado, con la relación de proporciones señalada,
realizando el mismo dibujo que al trazar el cuadrado a
partir de la circunferencia, pero en forma inversa.
Es posible que fuera este un significado que
Leonardo quiso transmitir en su dibujo. Un significado
cuya explicación pone de relieve la relación de
proporciones que existe entre dos circunferencias de
trazado y un cuadrado. De una forma simple, lo que se
pretende mostrar es que resulta posible realizar el
trazado de las figuras geométricas del dibujo de
Leonardo en los dos sentidos, es decir, partiendo de
una primera circunferencia de trazado para obtener el
cuadrado y de éste, la segunda circunferencia de
trazado y la circunferencia final, o de forma inversa,
partiendo de la segunda circunferencia de trazado, se
obtiene el cuadrado de Leonardo y de éste la primera
circunferencia de trazado y la circunferencia final.
En cualquier caso, lo interesante es plantear si la
interpretación de esta clave, como la forma de
establecer que esta relación de proporciones entre tres
circunferencias y un cuadrado, pudo haber tenido una
trascendencia muy especial en épocas remotas de la
antigüedad.
146
17
El significado de las dos
circunferencias de trazado.
En un capítulo anterior, referido a las fases que
han de ser ejecutadas en el desarrollo del dibujo de El
Hombre de Vitruvio, se mostraba porque es preciso
utilizar dos circunferencias de trazado, cuyas medidas,
proporciones y referencias, aparecen señaladas entre
las claves del propio dibujo
El significado de esas dos circunferencias de
trazado, parece ser la posibilidad de establecer la
relación de proporciones que guardan la circunferencia
y el cuadrado, tal como los vemos en dicho dibujo.
Sin embargo, faltaría por comprender que razones
o motivos, pudo haber tenido Leonardo para utilizar
dichas relaciones, o dicho de otra manera, con el
propósito de cuestionar sobre si la utilización que de
ellas hizo Leonardo, fueron fruto de sus propias
reflexiones y trabajos, o si lo fueron como consecuencia
de haber tenido acceso a determinados conocimientos
mucho más antiguos.
Recordaremos a continuación como es su trazado.
147
La primera circunferencia de trazado, es la
representada en la siguiente imagen con centro en (a)
y radio (a‐c).
Primera circunferencia de trazado.
Es la circunferencia que se traza inicialmente y su
objetivo es el de obtener la medida del lado de un
cuadrado que, como ya se señaló en un capítulo
anterior, guarde la proporción de que su lado sea igual
a la medida de 1,5 radios de dicha circunferencia.
148
La referida proporción puede verificarse en esta
otra imagen, en la que se ha trazado la circunferencia
haciéndola coincidir con la base del cuadrado, de forma
que puede comprobarse que las medidas coinciden: el
lado es igual a 1,5 radios.
El lado del cuadrado es igual a 1,5 radios.
149
La segunda circunferencia de trazado, se obtiene
una vez trazado el cuadrado, dividiendo los lados en 4
partes iguales cada uno, lo que uniendo con líneas
dichos puntos con sus opuestos, determina formar 16
pequeños cuadrados interiores.
El centro de dicha circunferencia es el mismo que
el del cuadrado (b) y el radio es la distancia hasta
cualquiera de esos 8 puntos intermedios.
Segunda circunferencia de trazado.
150
La referencia a los ejes horizontal, vertical y los
transversales, que son perpendiculares entre sí, todos
ellos son coincidentes tanto para la circunferencia
como para el cuadrado.
Dichos ejes dividen a la circunferencia en ocho
partes iguales, formando un octógono, una figura que
también podría guardar algún tipo de relación muy
significativa con el resto de las figuras.
Circunferencias de trazado, el cuadrado y el octógono.
151
Una observación detallada sobre la relación de
proporciones utilizadas por Leonardo, pone de relieve
un dato aparentemente extraño:
La longitud de una circunferencia es el producto
de 2PI por el radio. Expresando esto de una forma
desglosada, es como decir que la longitud de una
circunferencia es igual al producto de 6 radios, más el
factor proporcional de PI.
Dicho factor correspondería al producto de 2 por
los valores decimales de dicha constante, o lo que,
expresado de una forma más simple, es el producto de
0,2832... por 1 radio.
En la relación de proporciones que se están
resaltando, resulta evidente que las medidas utilizadas
son siempre el valor entero de “6 radios”, o su valor
absoluto, lo que significa “no tener en cuenta” el valor
decimal de dicho factor de PI, lo que en la práctica
significa “despreciar” los valores decimales de la
constante PI.
Sobre las posibles interpretaciones de la relación
de proporciones que se han comentado en este
capítulo, surgen múltiples interrogantes, sobre porqué
las utilizó Leonardo da Vinci en el dibujo.
¿Descubrió Leonardo estas relaciones como
consecuencia de los numerosos trabajos y dibujos que
al parecer realizó, buscando la solución al problema de
la cuadratura del círculo?
¿Acaso llegó a tener conocimiento de ellas a través
de documentos o informaciones a los que tuvo acceso?
¿Podrían tener algún otro significado la relación de
proporciones entre ambas figuras geométricas?
152
¿Tuvieron alguna transcendencia o fueron
utilizadas las proporciones indicadas, en otras épocas
remotas de la antigüedad?
Son interrogantes de difícil respuesta, pues no
parece que existan documentos o testimonios en que
apoyar este razonamiento. Sin embargo, la última
interrogante si permite, de alguna forma, plantear
algunas hipótesis, en busca de posibles respuestas.
“Leonardo muestra a través de sus dibujos su
maestría en la composición, claridad de expresión y
fundamentalmente un profundo conocimiento de la
antigüedad romana, sus investigaciones sobre los textos
de Vitruvio y la geometría, permite asegurar que tenía
un intenso conocimiento sobre la ciencia antigua y sus
enseñanzas”.
Es preciso recordar finalmente, de que aunque las
dos circunferencias de trazado, se representen de
forma completa en todos los dibujos que se han
utilizado, en realidad se corresponden a marcas o
medidas que se toman con el compás y que, una vez
trasladadas sobre el eje vertical, sirven para obtener
un único círculo y un único cuadrado.
La relación de las medidas entre los radios de
estas dos circunferencias de trazado y la medida del
lado del cuadrado, son las relaciones utilizadas por
Leonardo para calcular el centro y la medida del radio
de una tercera circunferencia final, propósito de dicho
dibujo.
153
También y tal como se ha visto en un capítulo
anterior, la secuencia completa del trazado del dibujo
de Vitruvio puede realizarse en los dos sentidos, es
decir, partiendo de la circunferencia inicial mayor,
obtener el cuadrado y a partir de éste la circunferencia
menor y a la inversa.
La circunferencia y el cuadrado, trazados con un
método semejante, podrían haber sido utilizados en la
antigüedad, más concretamente en Egipto, para el
diseño de los esquemas utilizados en la construcción
de un significativo número de pirámides que reflejan
en sus medidas, una relación de proporciones
semejantes a las que hasta aquí se han puesto de
relieve.
154
SEGUNDA PARTE
155
156
18
Un mito del antiguo Egipto.
Diferentes inclinaciones de las pirámides.
Todo este trabajo comenzó con motivo de un
artículo publicado en una revista, sobre las pirámides
de la meseta de Gizeh, en el que aparecía una fotografía
que mostraba las cinco pirámides, con una perspectiva
en la que destacaba con cierta evidencia que las dos
pirámides mayores y más famosas de Egipto, tenían
unas inclinaciones distintas de sus caras, siendo que las
medidas y el tamaño de ambas, son muy similares.
Se trata de las pirámides de los faraones Kefrén y
Keops. Comparando los ángulos de inclinación de
dichas pirámides, se puede verificar que la pirámide de
Kefrén tiene un ángulo de 53º 07' 48'', mientras que el
de la pirámide de Keops es de 51º 50' 32''. Apenas algo
más de un grado de diferencia, no es sino un pequeño
detalle que suele pasar fácilmente desapercibido, o al
que apenas se da importancia, cuando se leen textos
donde figuran este tipo de datos.
157
Este detalle tan simple, fue el origen de una
inquietud que me llevó a tratar de averiguar si podría
haber alguna causa que motivara esta diferencia, a la
que habitualmente en los libros que tratan temas de
egiptología, no se le da ningún significado, ni mayor
importancia que no sea la de simple información sobre
dichos datos.
La realización de diversos dibujos para el análisis
y la comparación de las medidas de ambas pirámides,
determinó el profundizar en una hipótesis sobre si
habrían sido construidas utilizando de alguna forma,
una posible relación con la circunferencia.
En muchos de los libros que tratan sobre la Gran
Pirámide de Keops, se cita frecuentemente que la
constante PI está contenida en las medidas de dicha
pirámide, por lo que se le atribuye esa relación con la
circunferencia.
158
La circunstancia de constatar que, de alguna
forma, parecía existir algún tipo de relación entre la
circunferencia y las proporciones de algunas de las
pirámides, fue lo que motivó mi curiosidad para
relacionar los datos obtenidos con el problema de la
cuadratura del círculo, ya que históricamente, el
conocimiento de dicho problema se remonta hasta la
época de los antiguos egipcios.
Como consecuencia de haber encontrado posibles
relaciones entre la circunferencia y el trazado de las
pirámides, y de forma especial con el cuadrado que
forma la base de las mismas, finalmente determinó el
dirigir la atención sobre el dibujo de Leonardo da Vinci,
el Hombre de Vitruvio, ya que en el mismo, destacan
espacialmente ambas figuras geométricas y en el que,
según opiniones diversas a las que puede accederse a
través de páginas web en Internet, podría ocultarse la
solución del problema.
La sorpresa se produjo al comprobar que, al
realizar algunas mediciones de las figuras geométricas,
sobre una imagen impresa por ordenador del citado
dibujo, puso de manifiesto la relación de proporciones
semejantes a las que se daban en algunas pirámides de
Egipto. Unas proporciones que fueron la llave para
interpretar algunas de las claves que permiten
desentrañar y comprender el trazado y el objetivo del
dibujo de Da Vinci.
159
Resultaría muy ilusionante poder completar este
trabajo, aportando algún indicio o prueba que
vinculara el problema de la cuadratura del círculo con
los antiguos egipcios. Poder aportar algo más que la
simple ilusión de creer que el enunciado de dicho
problema fue realmente obra de los constructores de
las pirámides de Egipto, y más aún, que aquellos
hubieran conocido la solución.
Realmente, no resulta posible encontrar entre las
innumerables y grandiosas obras que legaron los
antiguos egipcios, ninguna alusión, ni en relieves ni en
papiros, o tablas, o textos, sobre la forma en que fueron
diseñadas las pirámides, o a la existencia de planos o
datos sobre la realización de dichas construcciones. No
se conoce pues, la existencia de alguna información
que permitiera establecer una hipótesis que fuera algo
más que una suposición o creencia, de que el problema
de la cuadratura del círculo tuviera alguna relación con
dichas construcciones.
Durante los últimos siglos se vienen realizado
numerosas excavaciones arqueológicas, así como
estudios muy exhaustivos sobre la cultura egipcia y en
la actualidad se siguen publicando numerosas obras
con informaciones y datos que van revelando los
nuevos descubrimientos que se siguen llevando a cabo.
Resulta difícil encontrar dibujos, grabados o pinturas
que sirvan como referencia para algo más que no sea
destacar simples detalles, ya que son escasos los restos
que muestran en alguna forma que la circunferencia y
el cuadrado, eran habitualmente utilizados por los
egipcios.
160
A pesar de ello se pueden mencionar algunos
hallazgos en los que destacan aquellos detalles que, a
modo de simple curiosidad, pueden ser tomados como
ejemplo.
En Internet, se pueden visitar numerosas páginas
web dedicadas a Egipto y la egiptología, algunas de las
cuales están extraordinariamente documentadas y que
ofrecen gran cantidad de informaciones de todo tipo,
fotografías y estudios sobre el maravilloso mundo de
los egipcios que, después de miles de años, siguen
causando una gran admiración.
Como se ha dicho, por simple curiosidad, se
reflejan a continuación dos ejemplos, en los que se
pueden observar algunos detalles sobre el círculo o el
cuadrado, utilizados para la realización de dibujos o
decorados en templos o tumbas egipcias. El propósito
de estos ejemplos, es mostrar que los egipcios
utilizaban de alguna forma, diseños o planos para la
realización de la mayoría de sus obras arquitectónicas
y decorativas. Por desgracia no existe constancia sobre
la supuesta existencia de planos de los templos y
especialmente de las pirámides, aunque es posible
encontrar algunas alusiones sobre los mismos, en
obras o comentarios de algunos egiptólogos.
Los antiguos egipcios solían utilizar habitualmente
el procedimiento de cuadricular todos sus trabajos, de
forma que los dibujos a pequeña escala, podían ser
reproducidos al tamaño que desearan. Los decorados
de las paredes en las tumbas, los relieves o las pinturas,
eran copiados de esa forma, a escala de los dibujos
cuadriculados que previamente se habrían realizado
sobre papiros o tablas.
161
Entre los hallazgos encontrados en la tumba de
Djehuty, un destacado dignatario de la reina‐faraón
Hatshepsut, esposa del faraón Tutmosis II, se
encuentran unos fragmentos de la que se ha llamado
“tabla del aprendiz”, en la que aparecen representados
dos dibujos o retratos de un faraón egipcio. Uno de
ellos está dibujado con trazos firmes y perfectos,
mientras que el otro presenta trazos dubitativos o
toscos.
“Tabla del aprendiz”
Ambos dibujos o retratos están divididos por unas
cuadrículas, lo que significa que se trataba de un
ejercicio para un discípulo que copiaba el trabajo
dibujado por su maestro.
La mencionada tabla se halla en el Museo de Luxor
y puede verse a través de Internet en la página web de
Amigos de la Egiptología, en la siguiente dirección:
http://www.egiptologia.com/content/view/600/101/
162
Otro ejemplo corresponde a una decoración
encontrada en la tumba de Senenmut, un destacado
personaje al que se atribuye que tuvo un gran poder,
considerado como un arquitecto real y canciller,
también relacionado con la reina ya citada Hatshepsut.
Se trata de un plano astronómico que decora el techo
de su cámara funeraria. Es una reproducción de las
constelaciones del hemisferio norte y una tabla astral
para medir los movimientos celestes de algunos
planetas del sistema solar.
Esquema de las 12 circunferencias del techo de la tumba de Senenmut.
De la decoración destaca lo que es considerado
como un calendario lunar, compuesto por doce
circunferencias distribuidas sobre el techo, tal como
figuran representadas de forma esquemática en la
imagen anterior.
Destaca el detalle de que algunas de dichas
circunferencias están claramente enmarcadas o
circunscritas por cuadrados dibujados en color rojo.
Con toda probabilidad, este detalle indica que el
decorado fue copiado a partir de algún dibujo o
esquema realizado a modo de plano que sirvió de
163
referencia para trasladar las mismas medidas y
proporciones.
Destaca de forma especial el detalle, de que todas
las circunferencias están divididas en 24 partes iguales,
por 12 diámetros perfectamente trazados.
La información referida a este descubrimiento
puede verse a través de diversas páginas web, de las
que se destaca la siguiente:
http://www.geocities.com/antologia_hermes/018egip
cio.htm
Existen algunos papiros en los que se recogen
datos referidos a matemáticas y geometría, además de
otras diversas narraciones. De entre ellos, destaca el
Papiro de Rhind que se conserva en el Museo Británico
de Londres. Su autor fue el escriba Ahmés, hacia el año
1650 a. de C. copiado de otros escritos de unos 300
años más antiguos, como el propio autor reconoce.
El papiro de Rhind comienza con la frase:
"Cálculo exacto para entrar en el conocimiento de
todas las cosas existentes y de todos los oscuros secretos
y misterios”.
Dicho papiro constituye una de las mayores fuentes
de información sobre matemáticas que se conoce de los
antiguos egipcios. Está escrito en hierático y está
compuesto por el planteamiento de ochenta y siete
problemas con sus respectivas soluciones. Recoge
información referida a cuestiones aritméticas básicas,
fracciones, cálculo de áreas, volúmenes, progresiones,
164
reglas de tres, repartos proporcionales, ecuaciones
lineales y trigonometría básica”.
De entre los problemas que recoge, se destacan
algunos por considerar que tienen alguna relación con
el propósito perseguido en este capítulo.
“El problema número 48, cuyo enunciado es:
Comparar el área de un círculo con la del cuadrado
circunscrito. La resolución es como sigue: El escriba
considera un círculo de diámetro igual a 9 y calcula su
área como la de un cuadrado de lado 8. Obtiene así un
valor de 64. Según se ve en la figura del problema, en un
cuadrado de lado 9, se dividen los lados en tres partes
iguales formando luego un octógono. Ahmés elimina los
triángulos formados en los vértices del cuadrado. El área
del octógono es igual a 63.”
“El problema número 50 plantea el cálculo del área
de un círculo. El enunciado es: Calcular el área de un
campo circular cuyo diámetro es 9. En la resolución de
este problema, Ahmés se limita a calcular el área del
círculo considerándolo igual a la de un cuadrado de lado
9. Dice: Resta al diámetro 1/9 del mismo, que es 1. La
diferencia es 8. Ahora multiplica 8 veces 8, que da 64.
Este es el área del círculo".
“El problema número 56, plantea el cálculo de la
pendiente de una pirámide, mediante la relación de las
medidas verticales y horizontales.
El enunciado de este problema es: ¿Cuál es la
inclinación de la cara de una pirámide de 250 codos de
altura y 360 codos de lado en la base?
165
La resolución consiste en que la pendiente es
obtenida al poner verticalmente en codos y medir
horizontalmente en palmos y dedos”.
“En el problema número 57, se plantea al cálculo de
la altura de una pirámide, conocidos la inclinación y la
medida de la base”.
Con el detalle de estos breves ejemplos, se
pretende dejar una pequeña constancia reflejando que
desde hace más de 4000 años, los egipcios tenían
conocimientos de ciencias entre las que destacan la
Astronomía, las Matemáticas o la Geometría, y que
realizaban cálculos relacionados con el cuadrado, con
el círculo y con las pirámides.
También existe la probabilidad de que dichos
conocimientos fueran recogidos en papiros o tablas, de
los que la mayoría se perdieron en la antigüedad, o que
muchos fueran considerados como “conocimientos
sagrados” y por ello, mantenidos cuidadosamente
ocultos. En aquella época, eran precisamente los
arquitectos, los ingenieros, en suma los sacerdotes, los
que detentaban el poder y el saber y los que conocían
todos los métodos y “secretos tecnológicos” que debían
mantenerse alejados del conocimiento de los profanos.
Alguna teoría extendida entre determinados
historiadores y esotéricos, defienden la existencia de
una “leyenda” sobre un posible “archivo central de los
egipcios”, en el que se encontrarían numerosos e
importantes papiros y escritos que explicarían los
muchos misterios que permanecen sin desvelar.
166
“Edgar Cayce, notable psíquico y vidente
norteamericano, fallecido en 1945, llegó a precisar la
ubicación exacta de dicho archivo, en algún pasadizo
secreto situado entre la Esfinge y la Gran Pirámide, así
como también pronosticó la fecha en que serían
encontrados: 1998.
Según Cayce, en dicho año se descubriría bajo la
pata derecha de la Esfinge la entrada a una sala en la
que se encontrarían objetos y documentos procedentes
de una civilización anterior que transmitió a la
civilización egipcia su sabiduría.
Por supuesto que la “profecía” no se cumplió y hasta
la fecha no se ha encontrado ningún pasadizo y mucho
menos unos archivos o documentos, aunque ciertamente
varios equipos de arqueólogos buscaron esa presunta
sala bajo la Esfinge”.
Hace algunos años, Zahi Hawass, la más alta
autoridad en arqueología egipcia auguraba, en una
entrevista que se le hacía en una publicación, sobre
posibles nuevos descubrimientos por realizar en la
pirámide de Keops.
Concretamente, se habría descubierto en dicha
pirámide una cámara vacía, a la que se accedería a
través de un estrecho canal de ventilación de unos 65
metros que partiendo de la Cámara de la Reina,
finalizaba en lo que parece ser una puerta con dos
pequeños picaportes de bronce.
En este sentido, manifestaba:
“Tras esa puerta podríamos hallar una habitación
vacía que, dadas las numerosas modificaciones que
sufrió el proyecto de la pirámide, quedó inacabada. Con
suerte, descubriríamos papiros, tal vez justo aquellos que
167
relatan las vicisitudes para la construcción de la
pirámide. Para la Ciencia, la Historia y, sobre todo, la
Arqueología, sería un tesoro verdaderamente precioso”.
La falta de documentos o planos, sobre cómo
fueron diseñadas las pirámides, no debería significar
ningún obstáculo para suponer su existencia. Para la
obtención de las distintas medidas, líneas, aristas,
pendientes, así como para la ubicación espacial de los
pasadizos y de las cámaras interiores, etc., resultaría
imprescindible realizar unos diseños, o dibujos, o
bocetos a modo de planos, a partir de los cuales hacer
los cálculos, verificar las proporciones y las medidas
necesarias para la supervisión de las obras, conforme
se ejecutaran las construcciones.
Aunque no se hayan encontrado las citadas
referencias, lo que sí es evidente, es que la mejor
información de que se dispone se halla escrita sobre las
piedras, en la gran cantidad de obras artísticas y
arquitectónicas, en forma de relieves, pinturas y
jeroglíficos que en esta forma, se recogen una gran
parte de la historia y de los conocimientos de los
antiguos egipcios.
Y de una forma muy especial, precisamente las
piedras constituyen el mayor y más valioso legado de
aquella civilización. Y si algo destaca por la utilización
más grandiosa que hicieron de las piedras, son las
pirámides. Acaso sería una casualidad demasiado
grande, el que en dichas construcciones estuviera
reflejada una posible relación con el mítico problema.
168
19
El diseño de las pirámides.
¿Utilizaron los egipcios la circunferencia en la
construcción de las pirámides?
¿Existe alguna relación entre la circunferencia y la
pirámide que los constructores egipcios podrían haber
utilizado para el diseño de algunas pirámides?
No resulta aventurado responder afirmativamente
a estas interrogantes, ya que todas las medidas de una
pirámide regular perfecta, se pueden obtener a escala
utilizando una circunferencia, a partir de la cual se
realiza el diseño de un plano o esquema, de lo que sería
la apariencia extendida de la pirámide, del cual se
pueden obtener las medidas de sus líneas, como los
lados de la base, las aristas, la altura, los ángulos de las
pendientes, etc.
Resultaría ser una sorprendente coincidencia, y
debería ser algo más que una simple casualidad, pero
es un hecho que dicha relación existe y viene a resultar
que está determinada por las mismas secuencias y
proporciones que utilizó Leonardo da Vinci, en el
trazado de las figuras geométricas del dibujo de El
Hombre de Vitruvio.
Para dibujar el esquema de un plano, con la base y
las caras extendidas de una pirámide, los pasos
necesarios serían como siguen:
169
1. Se traza una circunferencia y los dos ejes, el
horizontal y el vertical. A continuación se dibuja un
cuadrado, con la misma relación de proporciones que
ya conocemos, es decir, la suma de los 4 lados del
cuadrado, ha de ser igual a la suma de 6 radios, por lo
que el lado del cuadrado es igual a 1,5 radios.
Se marca el punto medio del radio (b) sobre la
parte superior del eje vertical.
El lado del cuadrado tiene la medida de un radio y
medio (b–c).
c
170
2. Para realizar el trazado que se persigue, es
preciso dibujar el cuadrado con el mismo centro que la
circunferencia, para lo cual se vuelve a marcar el punto
medio (b1) que es la cuarta parte del radio.
Con la medida de la mitad del lado (a–b1) se
marcan los puntos y vértices por los que se traza el
cuadrado.
b1
c
171
3. Se dividen los lados del cuadrado en cuatro
partes iguales cada uno. Se trazan las líneas entre los
puntos opuestos de dichas divisiones, formando 16
cuadrados interiores. Los cuatro cuadrados centrales,
forman a su vez un cuadrado, cuyo lado mide la mitad
que el cuadrado inicial. Dicho cuadrado central es la
base de una pirámide.
b1
b
a
c
Los cuatro cuadrados centrales son la base de una pirámide.
172
4. Desde cada uno de los vértices del cuadrado
central o base, se trazan las líneas hasta los puntos
donde los ejes horizontal y vertical se cortan con la
circunferencia, formando cuatro triángulos iguales que
son las caras de una pirámide.
b1
b
a
c
Esquema del plano de una pirámide a partir de la circunferencia.
173
5. El dibujo resultante es el esquema del plano de
una pirámide extendida, de sus caras y su base, a partir
del cual se pueden obtener a escala, todas sus medidas.
Los lados de la base, las aristas, las diagonales y la
altura, así como los ángulos de las pendientes.
h arista
radio
1/2 lado apotema
lado
Esquema del plano de una pirámide y detalle de la altura.
Con este sencillo diseño, la altura de la pirámide
resulta ser igual a la mitad de un radio de la
circunferencia utilizada. Además, guarda la misma
proporción que ya conocemos, respecto del lado del
cuadrado de la base, es decir, la altura es igual a un
lado multiplicado por 4 y dividido por 6.
174
La altura se obtiene mediante un sencillo trazado
con un compás, trasladando la medida de la apotema,
sobre una línea vertical al centro del cuadrado, como
puede verse en estos dibujos.
a
l
t
u
r
a
1/2 lado apotema
Detalles del cálculo de la altura de una pirámide.
175
El dibujo desarrollado, se corresponde con el de
un esquema o plano que guarda una relación muy
especial de proporciones, ya que las medidas de todas
sus líneas a escala, coinciden exactamente con las
medidas reales de la pirámide de Kefrén, además de
otras diversas pirámides en Egipto.
Relación de proporciones en las medidas.
La relación en las proporciones utilizadas para el
trazado de este diseño o plano, es el mismo que el
utilizado por Leonardo da Vinci en el trazado de su
dibujo. Las citadas proporciones que se determinan
entre la circunferencia y el cuadrado, son las mismas
que las utilizadas en el diseño y construcción de
algunas pirámides de Egipto.
Radio: La suma de la medida de la mitad del lado
de la base más la apotema de una de las caras, es igual
a la medida del radio de la circunferencia inicial
utilizada para su trazado. El radio es también igual a la
medida del lado del cuadrado, multiplicado por 4 y
dividido por 6.
Altura: Es igual a la medida del lado del cuadrado
de la base, multiplicado por 4 y dividido por 6.
También es igual a la medida del Radio dividido por 2.
176
Pirámides que tienen la misma relación de
proporciones expresadas.
Con la misma relación de las proporciones
expresadas, entre el radio de una circunferencia y la
altura de una pirámide, pudieron haber sido diseñadas
y construidas un determinado número de pirámides,
como las que se relacionan en el cuadro siguiente, con
excepción de la de Keops, cuyas medidas se detallan,
responden al mismo diseño, de una forma exacta en
varias de ellas, o muy aproximada en otras.
Pirámides diseñadas a partir de la circunferencia.
177
En el cuadro se recogen las medidas reales de las
pirámides relacionadas, en las cuatro columnas de la
izquierda. Las medidas o valores que figuran en las tres
columnas de la derecha, “Suma”, “Radio” y “Altura” son
el resultado de unos cálculos.
La columna “Suma” refleja la suma de la apotema
más la mitad del lado de cada pirámide.
La columna “Radio” refleja la medida del lado del
cuadrado inicial que es exactamente el doble que la
medida del cuadrado de la base, multiplicado por 4 y
dividido por 6. Los datos de las citadas columnas han
de ser prácticamente coincidentes entre sí.
La columna “Altura” refleja la medida calculada,
del lado del cuadrado de la base multiplicado por 4 y
dividido por 6. Dicha medida es también igual a la
mitad del radio.
Estas medidas son coincidentes o muy
aproximadas respecto de las medidas reales que
figuran en la tercera columna.
Los resultados reflejados sugieren la posibilidad
de plantear una hipótesis, referida a que un importante
número de pirámides en Egipto, pudieron haber sido
diseñadas utilizando un mismo sistema o modelo de
planos, basado en la relación de proporciones que se
dan entre el radio de una circunferencia, el lado de un
cuadrado y las medidas de una pirámide .
178
20
Los planos de las pirámides.
Las pirámides de Egipto han causado fascinación
durante muchos siglos a todos aquellos viajeros que las
han contemplado. Impresionan por su grandeza y
también por la perfección de sus líneas, cualquiera que
sea la perspectiva con la que son observadas. Es
evidente que tanto las pirámides como cualquier otra
forma de construcción, han de tener su origen a partir
de unos planos, en los cuales se recogen las formas, los
volúmenes, los espacios interiores y las dimensiones.
Las proporciones con las que los antiguos egipcios
realizaron sus construcciones, parecen estar reflejadas
en los textos del arquitecto romano Vitruvio, cuya obra
fue escrita en el siglo I a. de C., recoge importantes
conocimientos de la arquitectura antigua, de los cuales
algunas de las referencias sin duda que se remontaban
a varios siglos o milenios anteriores a su época.
La siguiente cita se destaca por la referencia que
Vitrubio hace de la simetría que han de guardar los
templos, porque si existen unos monumentos que
guardan una simetría perfecta, esos son las pirámides.
Vitruvio en su Libro Tercero de Arquitectura, en el
que trata del origen de las medidas de los templos,
describe lo siguiente:
“La composición de los Templos depende de la
simetría, cuyas reglas deben tener siempre presentes los
Arquitectos. Ésta nace de la proporción que los Griegos
179
llaman analogía. La proporción es la conmensuración de
las partes y miembros de un edificio con todo el edificio
mismo, de la cual procede la razón de simetría. Ni puede
ningún edificio estar bien compuesto sin la simetría y la
proporción, como lo es un cuerpo humano bien formado.
Compuso la naturaleza el cuerpo humano de suerte, que
su rostro desde la barba hasta lo alto de la frente y raíz
del pelo es la décima parte de su altura. Otro tanto es la
palma de la mano desde el nudo de la muñeca hasta el
extremo del dedo largo. Toda la cabeza desde la barba
hasta lo alto del vértice ó coronilla es la octava parte del
hombre. Lo mismo es por detrás, desde la nuca hasta lo
alto. De lo alto del pecho hasta la raíz del pelo es la sexta
parte; hasta la coronilla la cuarta. Desde lo bajo de la
barba hasta lo inferior de la nariz es un tercio del rostro;
toda la nariz hasta el entrecejo otro tercio; y otro desde
allí hasta la raíz del pelo y fin de la frente. El pie es la
sexta parte de la altura del cuerpo; el codo la cuarta; el
pecho también la cuarta. Todos los otros miembros
tienen también su conmensuración proporcionada;
siguiendo la cual los célebres Pintores y Estatutarios
antiguos se granjearon eternas debidas alabanzas. Del
modo mismo, pues, los miembros de los Templos
sagrados deben tener exactísima correspondencia de
dimensiones de cada uno de ellos a todo el edificio.
Así mismo el centro natural del cuerpo humano es el
ombligo; pues tendido el hombre supinamente, y
abiertos brazos y piernas, si se pone un pie del compás
en el ombligo, y se forma un círculo con el otro, tocará
los extremos de pies y manos. Lo mismo que en un
círculo sucederá en un cuadrado; porque si se mide
desde las plantas a la coronilla, y se pasa la medida
transversalmente a los brazos tendidos, se hallará ser la
180
altura igual a la anchura, resultando un cuadrado
perfecto.
Luego si la naturaleza compuso el cuerpo del
hombre de manera que sus miembros tengan proporción
y correspondencia con todo él, no sin causa los antiguos
establecieron también en la construcción de los edificios
una exacta conmensuración de cada una de sus partes
con el todo. Establecido este buen orden en todas las
obras, le observaron principalmente en los Templos de
los Dioses, donde suelen permanecer eternamente los
aciertos y errores de los artífices.
Tomaron así mismo de los miembros del cuerpo
humano la variedad de medidas, tan necesarias en las
obras, como el dedo, palmo, pie y codo, y las
distribuyeron en número perfecto, que los Griegos
llaman teleion. ......
También hicieron perfecto al número seis, por haber
advertido que el pie del hombre era la sexta parte de su
altura; y que el codo constaba de seis palmos, a saber, 24
dedos”
Architectura de M. Vitruvio. Libro III Capítulo I.
De la composición y simetría de los Templos.
El texto completo al que pertenece esta referencia
puede verse en la dirección de la página web:
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveO
bras/56812842103436117565679/index.htm
181
Vitruvio fue arquitecto, ingeniero, escritor y
tratadista romano, pero primordialmente fue un
militar, lo que pudo significar que por causa de su
participación en expediciones militares, o bien a por su
relación con otros militares romanos, pudo haber
tenido acceso a documentos, textos, planos, etc. Que
recogieran información sobre muchas construcciones
arquitectónicas de la antigüedad.
Es habitual que los pueblos guerreros e invasores
se apropiaran de todo aquello que consideraban
valioso en los saqueos que seguían a sus conquistas.
Los documentos, textos, papiros, tablas, etc., eran
objetos que no solían estar considerados de valor y por
lo general terminaban quemados o destruidos. Excepto
para aquellas personas amantes de la cultura y de los
conocimientos que, como Vitruvio, sí que mostrarían
un especial interés hacia este tipo de objetos y de
información. De lo que no habría de caber duda, es que
una gran parte de los conocimientos que recogió en sus
obras, los obtuvo de otros documentos mucho más
antiguos a su época.
Resulta llamativo que la expresividad y el detalle
con los que reflejó las proporciones de un cuerpo
humano, utilizadas como argumento para resaltar la
importancia de unas proporciones que, según él,
guardaban las construcciones antiguas y de forma
especial, las referidas a construcciones sagradas, como
eran los templos de los dioses.
También resulta significativo que las medidas que
señala para las partes del cuerpo humano, reflejan la
similitud evidente con las medidas utilizadas por los
antiguos egipcios en sus construcciones.
182
En el Antiguo Egipto utilizaban como unidad de
medida el codo. Había dos codos básicos, el codo real
que estaba dividido en 7 palmos, y el codo corto que de
forma más común era el más utilizado, estaba dividido
en 6 palmos, y cada palmo estaba compuesto por 4
dedos.
Curiosamente, las anotaciones del dibujo de
Leonardo, contienen los mismos detalles: “4 dedos
forman 1 palma, 4 palmas son 1 pie, 6 palmas son un
codo y 4 codos son la altura de un hombre.”
Cabe resaltar pues, que son tres los detalles
reflejados por Leonardo que aparecen en este texto de
Vitruvio: Las referencias que hace a los antiguos, a las
proporciones del cuerpo humano, y a las medidas “seis,
cuatro, veinticuatro”.
Quizás sería demasiada casualidad, pero las
citadas proporciones y medidas resultan ser las
mismas que, como se ha visto en el capítulo anterior,
coinciden con las del diseño de los esquemas o planos
de un importante número de pirámides en Egipto.
183
Acaso resulte demasiado evidente como para ser
esa casualidad, si se considera que el dibujo de las
figuras geométricas de Leonardo, tiene el mismo
trazado que el señalado para el diseño del esquema de
las pirámides.
Retomando el dibujo correspondiente al esquema
de la pirámide de Kefrén, sobre él se trazan una
circunferencia con el mismo centro que el cuadrado,
pasando por los 8 puntos intermedios de sus lados, y la
línea inferior bajo el mismo, y el resultado final son las
mismas figuras geométricas de las fases del dibujo de
Leonardo, a falta del trazado de la circunferencia final.
El esquema de la pirámide de Kefrén coincide con el dibujo de Leonardo.
184
Aún cuando únicamente fuera una simple ilusión,
no resultaría muy aventurado expresar que estos
conocimientos, recogidos por Vitruvio y utilizados por
Leonardo, tuvieran algún tipo de relación con el
problema de la cuadratura del círculo, cuyo origen se
remonta hasta el antiguo Egipto. Cabe la probabilidad
de que los constructores de las pirámides pudieron
haber conocido la solución de este problema. De hecho,
algunos historiadores de la antigüedad, hicieron
referencia a esa posibilidad.
De aquellas épocas históricas, muchos fueron los
documentos o textos que se perdieron para siempre y
muy pocos los que se han conservado hasta nuestros
días, gracias precisamente a aquellas personas que
transcribieron los conocimientos que contenían. Es
posible que existieran planos con los que se diseñaron
y construyeron las pirámides de Egipto, aunque no
exista ninguna referencia o constancia de ellos.
De cualquier forma, esta circunstancia puede
resultar secundaria, ya que los planos de las pirámides,
están reflejados en las medidas de las propias
pirámides.
185
186
21
La Pirámide de Kefrén.
Pirámide de Kefrén
Esta pirámide fue erigida por Kefrén, cuarto
faraón de la IV Dinastía y su finalización está datada
hacia el año 2520 a. de C. Las medidas de los lados de
su base son de 215,25 metros y su altura es de 143,50
metros.
Conocidas esas medidas reales, obtener un plano o
esquema similar al que pudo haber sido utilizado para
el diseño de esta pirámide, es relativamente sencillo.
Para ello, basta con tomar la medida de la mitad del
lado de su base y sumarla a la medida de la apotema
del triángulo de una de sus caras, para obtener la
187
medida del radio de una circunferencia, a partir de la
cual se ha de desarrollar un plano a escala.
La medida de la mitad del lado es 107,625 y la
medida de la apotema es de 179,375 metros. La suma
de ambas medidas es igual a 287,00 metros. Con esa
medida de radio a escala, se traza una circunferencia y
se ejecutan los mismos pasos que fueron detallados en
un capítulo anterior, con las proporciones que se
señalan.
Los recordamos brevemente:
Se trazan los cuatro ejes de la circunferencia y
sobre el eje vertical se marca con el compás la medida
de 1,5 radios. Con dicha medida se traza un cuadrado
haciendo que el centro de éste coincida con el de la
circunferencia.
Se dividen los lados del cuadrado en cuatro partes
iguales cada uno y se unen los puntos opuestos entre
sí, formando 16 pequeños cuadrados interiores. Los
cuatro cuadrados del centro forman la base de la
pirámide.
Desde cada uno de los cuatro vértices hasta los
puntos donde los ejes vertical y horizontal cortan a la
circunferencia, se trazan las líneas de los cuatro
triángulos que forman las caras de la pirámide.
La medida de la altura se obtiene trasladando con
el compás la medida de una apotema, desde la base
hasta la línea vertical sobre el centro del cuadrado.
El resultado es el siguiente dibujo:
188
Esquema del plano de la Pirámide de Kefrén.
Se toman las medidas de este dibujo, para cada
una de las líneas señaladas y se verifica que coinciden
con las medidas reales de la Pirámide de Kefrén, tal
como figuran en el siguiente cuadro.
189
Si se comparan las relaciones entre algunas de las
medidas de las líneas del dibujo, las características que
hay que destacar, en el diseño de un plano de esta
pirámide, son las recogidas en los tres apartados
inferiores del cuadro anterior.
(1) La relación entre el lado del cuadrado de la
base y la altura, es que la medida de ésta es igual a la
medida del lado, multiplicado por 4 y dividido por 6.
(2) La altura es igual a la mitad de la medida del
radio de la circunferencia utilizada.
(3) El radio de esa circunferencia es igual a la
medida del lado del cuadrado base, multiplicado por 8
y dividido por 6.
Además, como ya se ha indicado, la medida del
radio de la circunferencia utilizado en el dibujo, es
igual a la suma de las medidas de la mitad del lado de la
base, más la apotema de una de las caras.
La medida de los lados del cuadrado base, es
exactamente la mitad que la de los lados del cuadrado
obtenido a partir de la medida del radio de la
circunferencia, con la proporción ya indicada
La conclusión que se puede extraer sobre lo
expuesto, es que la pirámide de Kefrén fue diseñada
con un plano o esquema semejante, trazado a partir de
una circunferencia y guardando unas proporciones
muy definidas.
190
22
La Gran Pirámide de Keops.
Pirámide de Keops
La Gran Pirámide de Keops, es una de las siete
maravillas del mundo antiguo, que destaca por su
perfección arquitectónica y por sus dimensiones
excepcionales. Es la pirámide por excelencia, una
pirámide perfecta. Ha sido objeto de intensos y
numerosos estudios, a pesar de lo cual, se sigue
manteniendo rodeada de misterios e incógnitas, así
como de numerosas teorías que pretenden explicar
191
todo aquello que sigue resultando inexplicable para los
conocimientos y avances tecnológicos de nuestra
época, ya que, en el fondo o en el subconsciente, nos
resulta imposible aceptar que nuestros antepasados
tuvieran unos conocimientos o utilizaran unas técnicas
que aún hoy día, siguen siendo desconocidas, o sin
haber encontrado una explicación lógica que los haga
comprensibles.
La Gran Pirámide fue construida en la meseta de
Gizeh, en una época que no se ha concretado, por ser
esta una circunstancia que sigue causando una gran
discrepancia entre muchos de los expertos egiptólogos
que sustentan teorías muy diversas, acerca de un dato
tan significativo como sería el datar la antigüedad de
esta gran obra. El faraón Keops, a quien se atribuye su
construcción, reinó entre los años 2551‐2528 a de C.
Sin embargo, algunos de los expertos mencionados
datan su construcción hasta en 3000 años antes, es
decir, hace unos 7500 años.
Muchos son los misterios que rodean el mundo de
los antiguos egipcios, que sigue fascinando a un
número cada vez mayor de personas en todo el mundo.
Y si de misterios se trata, los que mayores
controversias han venido causando a lo largo de
muchas décadas, están relacionados precisamente con
la Gran Pirámide, especialmente en lo referido a la
forma en que fue construida y también a su finalidad,
ya que es considerada una tumba funeraria por unos, o
como un templo sagrado por otros; también hay
quienes afirman que era un observatorio astronómico,
o incluso que sería una máquina para generar algún
tipo de energía.
192
Heródoto, historiador griego, considerado Padre
de la Historia, preguntó a los habitantes egipcios sobre
la construcción de esta pirámide, en un viaje que
realizó a Egipto en el siglo V a. de C., y esto es lo que
transmitió:
“Esta pirámide fue construida así: con forma
escalonada que algunos llamaban “zócalos” y otros
“terrazas”. Cuando la construyeron así, en un primer
momento elevaron las piedras con máquinas formadas
de pequeñas piezas de madera. Las alzaban desde el
suelo hasta la primera hilera de escalones; cuando la
piedra llegaba, era colocada sobre otra máquina que
estaba preparada en la primera grada, y desde ella eran
arrastradas hasta la segunda hilera por otra máquina; o
había tantas máquinas como número de los escalones, o
retiraban la máquina porque era solo una y
transportable, la irían llevando hasta cada fila
sucesivamente, cada vez que descargaban la piedra más
arriba. Lo cuento de las dos maneras tal y como se me
relató. La parte más alta de la pirámide fue terminada
primero y después completaron las partes siguientes,
pero al final de todo terminaron la partes del suelo, que
eran las más bajas de todas.”
De la construcción de esta obra tan grandiosa, tan
sólo algunos pequeños relatos como el que antecede,
escritos miles de años después, han llegado hasta
nuestros días. Un relato escueto y simple que no ofrece
una explicación suficiente que permita comprender la
técnica utilizada, o cómo se construyó realmente dicha
pirámide.
193
Con relación a esta circunstancia hay numerosas
teorías, sobre la necesidad de que habrían de existir
rampas externas o internas, imprescindibles para la
elevación de los pesados bloques de piedras.
Lo que resulta una evidencia innegable, es que la
Gran Pirámide es una excepcional obra arquitectónica,
por la perfecta orientación que guarda respecto de los
cuatro puntos cardinales, por la perfección de sus
proporciones, del cuadrado de su base, del ángulo de
inclinación de sus caras y especialmente por la
precisión en la estructura de las galerías y de las
cámaras construidas en su interior. Sin duda, en un
hecho incuestionable que aquellos que la diseñaron y
la construyeron, tenían grandes conocimientos sobre
Astronomía, Geodesia, Ingeniería y sobre todo de
Geometría.
________________________________
194
Aunque sólo sea una hipótesis, pero es probable
que el diseño de esta pirámide, pudo haber tenido
igualmente algún tipo de relación con la circunferencia,
ya que según se afirma, el valor de PI está contenido de
alguna forma en sus medidas y proporciones.
De hecho, lo que si resulta posible es realizar un
diseño del esquema o plano que podría corresponder
al de esta pirámide, trazado a partir de una
circunferencia, y verificar que las medidas obtenidas
del dibujo, comparadas con las medidas reales, son de
una gran aproximación y muestran también una
relación de proporciones especialmente significativa.
En cualquier caso, lo que si puede afirmarse es que
el método que pudo haber sido utilizado para el diseño
del plano o esquema de la pirámide de Keops, no se
corresponde con el modelo que se ha mostrado en los
capítulos anteriores, referido a cómo habría sido
realizado el diseño de la pirámide de Kefrén y de
algunas otras pirámides en Egipto.
Siguiendo el trazado a escala que se desarrolla a
continuación, utilizando para ello una circunferencia
cuyo radio sea igual a la suma de la mitad del lado de la
base, más la apotema de una de sus caras, se obtienen
unas medidas que son de una gran aproximación,
respecto a las medidas reales de la Gran Pirámide.
El desarrollo del dibujo para realizar el esquema
mencionado, se ejecuta con los siguientes pasos:
195
1. Partiendo de que se trata de un supuesto, el
diseño de la pirámide de Keops pudo haber sido
realizado a partir de una circunferencia, en la cual se
trazan los dos ejes perpendiculares, el vertical y el
horizontal y los dos ejes transversales, de forma que
quede dividida en ocho partes iguales.
Trazando las líneas que unen los vértices de forma
consecutiva de dichos ejes se forma un octógono.
2. Para obtener el cuadrado de la base, se trazan
las líneas que unen los vértices de cuatro de los lados
de forma alterna de dicho octógono, hasta los vértices
de sus lados opuestos, formándose en el centro un
cuadrado que es la base de la pirámide.
El lado del cuadrado de la base tendrá la misma
medida que el lado del octógono.
3. Desde cada uno de los cuatro vértices del citado
cuadrado, se trazan las líneas hasta los vértices de los
ejes horizontal y vertical, respectivamente, formando
los cuatro triángulos de las caras de la pirámide.
4. Desde un punto medio del lado del cuadrado de
la base, con el compás se traslada la medida de la
apotema del triángulo de una de sus caras, hasta
marcar el punto (h) sobre el eje vertical al centro del
cuadrado, con lo cual se obtiene la medida de la altura
de la pirámide.
La figura resultante es la siguiente:
196
h
Esquema del plano de la pirámide de Keops.
El lado de la base mide 230,36 metros. La mitad
del lado mide 115,18 y la apotema mide 186,43. La
suma de ambas medidas es de 301,61 metros.
Trazando una circunferencia con la misma medida
de radio indicada, se obtienen para el resto de las
diferentes líneas, las medidas que se detallan en el
siguiente cuadro:
197
Comparación de las medidas de la Pirámide de Keops
Al comparar las medidas obtenidas a partir del
dibujo con las medidas reales atribuidas a la pirámide,
apenas difieren en unos pocos centímetros.
La relación entre el lado del cuadrado de la base y
la altura de la pirámide (1) es que la medida de ésta, es
igual a la medida del lado multiplicado por 4 y dividido
por 2*PI (6,2832). O lo que es lo mismo, el perímetro
de la base es igual al perímetro de una circunferencia,
cuyo radio es igual a la altura de la pirámide.
Recordemos que, en esta misma relación en la
pirámide de Kefrén, la altura es igual al perímetro de la
base dividido por 6. Se destaca este detalle, en razón a
que la diferencia de la relación entre la base y la altura
de las dos pirámides, corresponde al factor decimal de
PI: La altura está en función del perímetro de los
cuadrados de las bases que se dividen por 6,2832 en la
de Keops y por 6 en la de Kefrén.
198
Finalmente, destacar que la característica más
importante, sobre la relación de proporciones entre la
circunferencia y la pirámide de Keops, es que el lado de
la base tiene la misma medida que el lado del octógono.
¡El octógono! Casualmente es la figura que
Leonardo da Vinci parece sugerir en su dibujo con la
figura humana: Las dos posiciones distintas de brazos y
piernas, parecen señalar unos ejes que suponen una
división en ocho partes.
¿Puede tener algún sentido relacionar esta clave
de Leonardo con la Gran Pirámide y el problema de la
cuadratura del círculo?
199
200
23
El enigma de las dos pirámides.
Las dos pirámides más famosas de la meseta de
Gizeh son muy semejantes, pero no presentan ninguna
evidencia aparente, como para considerar que están
relacionadas entre sí de alguna forma.
Sin embargo, las pequeñas diferencias señaladas
en el capítulo anterior, podrían no ser fruto de la
casualidad por lo que en consecuencia, responderían a
unos esquemas de diseño perfectamente estudiados y
planificados.
Al comparar los esquemas de los planos de las dos
pirámides, buscando una posible relación entre sus
medidas o proporciones, podemos encontrarnos con
unos resultados que, cuando menos, no dejaran de ser
sorprendentes.
201
Esquema del plano de la Pirámide de Kefrén
Recordemos brevemente que para obtener el
esquema del plano de esta pirámide, se parte de una
circunferencia inicial cuyo radio a escala, es la suma de
la mitad del lado de la base más la apotema del
triángulo, una suma que es igual a 287,0000 metros.
Sobre el dibujo del esquema de esta pirámide, tal
como quedó en al capítulo 21, se traza una segunda
circunferencia, desde el centro del cuadrado, pasando
por los ocho puntos marcados sobre sus lados.
Se forma un círculo sombreado como el que
aparece en la siguiente imagen.
Círculo sombreado en el esquema de la pirámide de Kefrén.
202
Esquema del plano de la Pirámide de Keops
Recordemos igualmente el dibujo utilizado para
obtener el esquema de la pirámide de Keops, en el que
se parte del trazado de una circunferencia inicial con
un radio a escala de 301,6185 metros., igual a la suma
de la mitad del lado del cuadrado de la base, más la
apotema del triángulo de una de sus caras.
Se traza el dibujo tal como se señaló en el capítulo
anterior, para finalmente trazar las líneas que unen los
cuatro vértices de los triángulos, para formar un
cuadrado inscrito sombreado como el que aparece
en la siguiente imagen.
Cuadrado inscrito en el esquema de la pirámide de Keops.
203
Las medidas correspondientes de cada una de las
líneas, obtenidas a partir de los dibujos de ambos
esquemas, son las reflejadas en el siguiente cuadro.
Se puede verificar que las medidas de los dibujos
son de una gran aproximación, respecto a las medidas
reales de ambas pirámides.
El dato correspondiente del radio en el esquema
de la pirámide de Keops (301,6185 metros), ha sido
ajustado en las dos últimas cifras decimales en 0,0085
metros, de forma intencionada, con el propósito de
realizar los cálculos con cifras decimales de 4 dígitos.
En la siguiente imagen, se muestran juntos los
esquemas de las dos pirámides, tal como han sido
trazados y con las mismas medidas que figuran en el
cuadro anterior.
El esquema de la izquierda corresponde a la
pirámide de Kefrén, con el círculo sombreado que pasa
por los ocho puntos de los lados del cuadrado. El
esquema de la derecha, corresponde a la pirámide de
Keops, con el cuadrado inscrito sombreado, formado
entre los cuatro vértices de los triángulos que forman
las caras.
204
El enigma de las dos pirámides.
El resultado que pone de manifiesto la relación de
estas dos figuras, es que el círculo sombreado en el
esquema de la pirámide de Kefrén, tiene una
superficie igual a la del cuadrado sombreado en el
esquema de la pirámide de Keops.
En el siguiente cuadro se detallan las medidas
correspondientes al radio de la circunferencia y al lado
del cuadrado, ambos sombreados, así como los cálculos
realizados.
Las superficies del círculo y del cuadrado son iguales.
205
¿Un enigma o una casualidad?
Los cálculos reflejan el resultado expresado, según
el cual, al comparar los esquemas de estas dos
pirámides, las superficies del círculo y del cuadrado
que se trazan a partir de los mismos, son iguales.
De entre los datos señalados, conviene resaltar dos
detalles relevantes: Que los cálculos se han realizado
con 4 decimales y que los resultados son tan exactos
debido al ajuste de 0,0085 metros (8,5 milímetros),
que, como se ha señalado, se ha efectuado en la medida
del radio de la circunferencia del esquema de la
pirámide de Keops; un ajuste insignificante si se tiene
en cuenta que se hace sobre una medida total de casi
302 metros.
También ha de valorarse que las medidas reales
utilizadas, correspondientes a los lados de las bases en
ambas pirámides, han sido tomadas a partir de sus
valores medios, con lo cual resulta cuando menos
sorprendente que del resultado expresado la diferencia
de ambas superficies sea de 0,0613 metros cuadrados,
un valor despreciable si se compara con el valor de las
superficies totales de las dos figuras, que es de unos
182.000 metros cuadrados.
Este hecho sorprendente puede ser una simple
casualidad, o puede significar un enigma, ya que puede
ser una extraordinaria y desconocida relación, entre
las proporciones y medidas con las que fueron
construidas las dos pirámides citadas, cuyo significado
sería que estarían vinculadas entre sí con el problema
de la cuadratura del círculo, y quizás también, tras este
enigma podría ocultarse la solución del problema.
206
Podría existir una vinculación intencionada en la
construcción de ambas pirámides, o podría ser una
extraña e incomprensible casualidad. De significar un
enigma, sería otro más de los muchos y extraordinarios
misterios que rodean a las pirámides del antiguo
pueblo egipcio.
Detrás de las muchas teorías que existen acerca de
la pirámide de Keops, hay misterios que parecen no
tener explicación. Sin embargo, tras cada uno de esos
misterios se encuentran acciones de antepasados
nuestros, de seres humanos que realizaron unas obras
colosales y a la vez geniales, algunas de las cuales nos
parecen incomprensibles porque nos resultan difíciles
de explicar, o porque las explicaciones que se intentan
dar, se alejan de la realidad y de la intención para las
que fueron construidas, ya que muy probablemente,
fueran obras que responden a actuaciones elementales,
sencillas, basadas en la lógica y la naturalidad, y en
unos conocimientos que con el transcurso del tiempo,
dejaron de utilizarse y por ello se perdieron.
207
208
24
El Secreto de la Cuadratura del
Círculo.
La coincidencia casi matemática de los cálculos
que se desprenden de la comparación de las medidas
de los esquemas o planos de estas dos pirámides,
reflejarían lo que ya es sobradamente conocido, y es
que sus constructores tenían unos conocimientos
extraordinarios en materias como la Geometría y la
Arquitectura, aunque cueste creer que en lo referido a
este problema, quisieran dejar una constancia tan
oculta o secreta, y a la vez tan magnificada del mismo,
como si hubieran tenido la seguridad de que nunca se
lograría descubrir o llegar a comprender esta extraña
relación que parece existir entre ambas pirámides.
Alguna de las consecuencias de todo este
planteamiento, es que no resultaría muy aventurado
pensar que Leonardo da Vinci, pudo haber tenido
acceso a informaciones o documentos relacionados con
los maestros constructores egipcios, si se tiene en
cuenta la semejanza existente entre el trazado del
dibujo de Vitruvio, con el trazado del esquema de la
pirámide de Kefrén y de otras pirámides semejantes.
Del citado dibujo se ha visto como Leonardo ocultó
el “secreto” cuyo conocimiento hace posible el
comprender como se puede buscar la solución del
problema.
209
Sin embargo el verdadero Secreto de la Cuadratura
del Círculo, parece que está contenido en las Dos
Pirámides de Gizeh y más concretamente en la relación
de sus medidas. Un “secreto muy bien guardado” que
significaría la constatación del origen del milenario
problema.
En el siguiente dibujo, aparecen representados los
esquemas superpuestos de ambas pirámides. Sobre el
esquema de la pirámide de Kefrén que representa el
círculo, se ha trasladado el correspondiente al esquema
de la pirámide de Keops que representa el cuadrado
inscrito, formando así lo que podría denominarse como
la “Figura Plena de la Cuadratura del Círculo”.
Figura Plena de la Cuadratura del Círculo.
210
Una Figura que contendría en su trazado completo,
un círculo y un cuadrado que tienen la misma
superficie.
En un capítulo anterior, se han mostrado los pasos
necesarios y las proporciones precisas, para ejecutar el
trazado con el que se obtiene la circunferencia
sombreada del esquema de la pirámide de Kefrén, es
decir, como se trazaría la primera fase de esta Figura
Plena.
La siguiente fase, necesaria para encontrar la
“hipotética” solución de este enigma, consistiría en
encontrar los pasos necesarios para obtener la
circunferencia y el cuadrado inscrito del esquema de la
pirámide de Keops, teniendo en cuenta que el trazado
completo, pueda realizarse utilizando un compás y una
regla sin graduar.
Como ya se ha indicado, Leonardo da Vinci realizó
el dibujo de Vitruvio utilizando unas fases y unas
proporciones muy similares a las del esquema de la
Pirámide de Kefrén: Partiendo de una circunferencia
inicial, para trazar un cuadrado con el que obtener una
segunda circunferencia. A continuación, de la relación
de las medidas de los radios de ambas circunferencias,
se obtiene el centro y la medida del radio de una
tercera circunferencia, en ese caso con un radio de
medida intermedia para, perfectamente encajada con
el cuadrado, marcar los puntos por donde se ha de
trazar el cuadrado final.
Para el trazado de la supuesta Figura Plena, la
primera fase resultaría ser idéntica. En la fase
siguiente, el objetivo sería obtener el radio de una
tercera circunferencia, en este caso de radio mayor que
las otras dos, cuyo cuadrado inscrito tendría la misma
211
superficie que la circunferencia inicial de la primera
fase.
Una Figura Plena que puede ser trazada en su
conjunto utilizando un compás y una regla sin graduar,
y que resultaría ser la solución del problema de la
cuadratura del círculo.
Tal como se ha reflejado en uno de los capítulos
anteriores, el trazado completo de la primera fase de la
misma, podría realizarse en cualquiera de los dos
sentidos, es decir, partiendo de la circunferencia inicial
mayor, de la que se obtiene un cuadrado cuyo lado
guarda unas medidas proporcionales con el radio de
aquella, para obtener a partir de éste una segunda
circunferencia menor, o viceversa.
Tan sólo faltaría encontrar la relación de
proporciones entre ambos esquemas para, a partir de
esa primera fase localizar la medida del radio de la
circunferencia de la segunda.
212
25
Una reflexión final.
A las dos pirámides de Gizeh se les atribuye una
antigüedad de unos 4.500 años. Apenas tan sólo unas
pocas décadas parece que transcurrieron entre la
construcción de ambas. La de Keops fue construida
primero y su finalización se data hacia el año 2570 a.
de C., mientras que la de Kefrén se data hacia el año
2520 a. de C, es decir, unos 50 años después.
Como consecuencia de lo expuesto en el capítulo
anterior y aceptando que los datos, los cálculos y los
resultados que se detallan sean correctos, se podrían
plantear algunas hipótesis, o más bien, bastantes
interrogantes, aún cuando las explicaciones o las
respuestas, no pasarían de ser meras conjeturas.
Entre las interrogantes cabría plantearse si
realmente fueron los constructores de estas dos
pirámides, los que enunciaron el problema de la
cuadratura del círculo, o que muy probablemente los
que conocieron la solución, lo cual, a tenor de los
conocimientos que poseían, no supondría una gran
sorpresa, pues se trata de un problema milenario,
sobre cuyo origen existen referencias indudables que
lo sitúan en el antiguo Egipto.
Como ya se ha expresado, sería esta una
circunstancia según la cual, se podría considerar que se
trataría de otro misterio, uno más de los muchos que
rodean a estas impresionantes construcciones.
213
Un misterio que se desprende de las medidas
reales de ambas pirámides, construidas hace miles de
años y que aparentemente estarían relacionadas entre
sí con el problema de la cuadratura del círculo, a la
vista de unos resultados que se han obtenido de los
dibujos de unos planos o esquemas, utilizando unas
medidas reales, muy aproximadas, de las que
únicamente se ha ajustado en unos pocos milímetros la
medida de uno de los radios de las circunferencias
utilizadas y realizando unos cálculos que incluyen la
constante PI…. ¡¡Con el mismo valor que se utiliza en la
actualidad!!
Al realizar una reflexión final, ha de constar que se
hace planteando dos únicas hipótesis, de entre las
múltiples que se podrían considerar, eso sí, siempre
descartando que los resultados que se han mostrado
en el capítulo anterior, sean fruto de la casualidad o
una pura coincidencia.
La primera hipótesis, y quizás la más ilusionante,
sería la de considerar que los constructores de estas
dos pirámides, conocieron la solución del problema de
la cuadratura del círculo. Significaría creer algo así
como que diseñaron los esquemas o planos de ambas a
partir de esa solución, representada por lo que sería un
único esquema como el que se ha denominado “Figura
Plena”, reflejado en el capítulo anterior.
Un único esquema que representaría la relación de
proporciones existentes entre tres circunferencias y
dos cuadrados, a partir de las cuales se pueden obtener
los planos y las medidas de ambas pirámides.
La segunda hipótesis, algo decepcionante, sería la
de suponer que la segunda pirámide hubiera sido
diseñada y construida a partir de las medidas de la
214
primera, de forma que los constructores hubieran
ajustado sus medidas de una forma intencionada para
dicho propósito, es decir, a partir de las medidas
tomadas de la pirámide de Keops, o de un supuesto
plano de la misma, hicieron los cálculos precisos para
obtener así, la medida del radio de la circunferencia
inicial utilizada para realizar después el supuesto plano
con el diseño de la pirámide de Kefrén.
Probablemente, ambas conclusiones deberían ser
consideradas como increíbles, aunque tratándose de
los antiguos egipcios, todo parece resultar posible.
Significaría creer que dejaron constancia intencionada
de su conocimiento acerca del problema de una forma
megalómana, oculto en la relación de las medidas de
tan grandiosos monumentos, manteniendo a la vista de
todo el mundo un “Secreto” muy bien guardado.
Efectivamente, no resulta creíble que en un
período de tiempo tan corto, apenas de unos cincuenta
años, los mismos constructores o los herederos de
estos conocimientos, hubieran realizado unos diseños
que difieren en lo más elemental que a la vez resulta
ser lo más importante, como es la forma de trazar los
diseños o esquemas para obtener las medidas de las
caras y de las bases, a la hora de realizar unas
construcciones tan extraordinarias que tienen unas
medidas muy similares, pero que difieren también,
básicamente y de forma fundamental, en la concepción
espacial de sus estructuras internas.
A menos que la datación que se ha señalado para
la pirámide de Keops no fuera la correcta y, como
sugieren algunas teorías, hubiera sido construida
algunos siglos o milenios antes de la fecha reconocida
como oficial.
215
Quizás también, la explicación que permita la
comprensión de todo esto puede llegar algún día, si se
descubren cuales fueron las finalidades o intenciones
reales para las que fueron construidos estas dos
pirámides.
Las nuevas tecnologías informáticas trasladan el
problema de la cuadratura del círculo a una nueva
dimensión. Permiten ejecutar múltiples y diferentes
formas de realizar los dibujos, para la búsqueda de la
posible solución, con una precisión en la obtención de
unas medidas que resultan imposibles de obtener de
los mismos dibujos, si estos son ejecutados de forma
manual.
Lo que se ha mostrado en este trabajo, no es la
solución del problema, sino el “secreto” que posibilita
el acometer la forma de resolverlo. Al fin y a la postre,
del problema de la cuadratura, lo único que realmente
faltaría por cuadrar son los números, ya que, como se
ha visto en algunos de los ejemplos, presentan unas
diferencias de unos valores tan ínfimos, con unas cifras
decimales que apenas representarían poco más que un
punto, o que si se aplica literalmente al enunciado del
problema y éste hubiera de resolverse únicamente de
forma manual, utilizando un compás y una regla sin
graduar, los resultados son imposibles de verificar o
justificar en su completa exactitud.
En la actualidad, hallar esa solución exacta, es algo
que únicamente se podrá lograr y verificar utilizando
medios informáticos, una circunstancia que sitúa el
problema de la cuadratura del círculo en la dimensión
conocida como Realidad Virtual.
216
Bibliografía
A través de Internet se puede acceder a numerosas
páginas web, en las que se tratan los temas referidos a
la cuadratura del círculo, a la biografía de Leonardo da
Vinci y sobre el antiguo Egipto. En esas páginas se
pueden encontrar una amplia información, contenidos
y datos muy interesantes.
De algunas de las páginas web que se citan a
continuación, se han obtenido algunos de los datos y
referencias históricas que han sido utilizados como
citas para documentar este texto.
He de hacer una mención especial y mostrar mi
agradecimiento a la página web de Amigos de la
Egiptología, por su permiso para utilizar varias de las
imágenes que aparecen en esta publicación.
http://www.egiptologia.com
http://www.bib.ub.es/www7/llull/quadratura.htm
http://www.bib.ub.es/www7/llull/llullu.htm
http://www.leonardo.net/
http://agaudi.wordpress.com/2007/10/09/leonardo
davincielhombredevitrubio/
http://bvpb.mcu.es/ca/catalogo_imagenes/grupo.cmd?
posicion=1&path=11000998&forma=&presentacion=pa
gina
217
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/5
6812842103436117565679/index.htm
http://www.artifexbalear.org/vitrubio/58.jpg
http://www.arqweb.com/vitrum/hombre.asp
http://webs.adam.es/rllorens/picuad/picarta01.htm
http://webs.adam.es/rllorens/picuad/leonardo.htm
http://thales.cica.es/rd/Recursos/rd99/ed990430
01/ed99043001.html
http://www.arrakis.es/~mcj/clasicos.htm
http://www.egiptomania.com/
http://www.egiptologos.es/antiguoegipto.htm
http://www.egiptologia.com/content/view/600/101/
http://www.egiptologia.com/content/view/740/74/
http://www.geocities.com/antologia_hermes/018egipci
o.htm
http://www.institutoestudiosantiguoegipto.com/senen
mut/es/presentacion.shtml
http://www.piramides.org/
http://freepages.history.rootsweb.ancestry.com/~catsha
man/14Egyptian/04calendars.htm
218