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Ionómeros

Los cementos de polialquenoato de vidrio son materiales hechos de un polvo


de vidrio de aluminofluorosilicato de calcio o estroncio (base), combinado con
un polímero soluble en agua (ácido) o también llamado poliácido, produciendo
la reacción ácido-base, que conduce al endurecimiento del material mediante
un sistema de intercambio iónico. Fue Kent quien denominó a estos materiales
como “ionómeros de vidrio” nombre que prevalece hasta la actualidad. Los
ionómeros de vidrio fueron inventados en 1969, siendo reportados en la
literatura científica a inicios de la década de los 70 por Wilson y Kent.
Los cementos de ionómero de vidrio fueron introducidos en la profesión dental
en los años 70 como sustitutos de los cementos de silicato, resultado de la
combinación de las propiedades biológicas y adhesivas de los cementos de
silicato y los cementos de policarboxilato de zinc. Además, se quería evitar los
inconvenientes que tenían los otros cementos:
- Los silicatos, acidez atribuida al ácido ortofosfórico (entonces se pensaba que
la acidez era el problema).
- Los policarboxilatos poco estéticos (debido al óxido de zinc, que daba
opacidad).
- El fosfato por su acidez y opacidad. (1, 4, 7) Posteriormente fueron
desarrollados para su uso clínico por Mc Lean y Wilson en 1974. Tenían como
objetivo la combinación de las propiedades positivas de los cementos de
silicato, de las resinas compuestas y de los cementos de policarboxilato.
El primer ionómero de vidrio restaurador estéticamente aceptado fue el Fuji II,
el cual presentó mejores propiedades físicas que los materiales anteriores. Los
fabricantes han introducido numerosas modificaciones en la composición y
reacción de fraguado de estos materiales, lo que ha dado lugar a una gran
familia de materiales de composición e indicaciones clínicas muy diversas.
REACCIÓN DE ENDURECIMIENTO
Se basa en una reacción ácido–base y la formación de una sal de estructura
nucleada. El ácido ataca al vidrio y salen iones calcio, estroncio, cinc, flúor y
aluminio; queda como núcleo la estructura silícea del vidrio. Primero los iones
bivalentes de calcio y estroncio, luego los de aluminio constituirán la matriz
nucleada del ionómero como policarboxilato de calcio y aluminio. El flúor queda
en libertad y puede salir del ionómero como fluoruro de sodio, mecanismo de
liberación del fluoruro de sodio, mecanismo de liberación del flúor. 1, 13-5 Los
VIR fotopolimerizables endurecen a los 20–30seg y los autopolimerizables
tardan 2–3min. En cambio, los convencionales demoran 4–7min debido a que
contienen más aluminio para que sea menos soluble. 1
SEGÚN SUS INDICACIONES CLÍNICAS
- Tipo I: cementado: (granulación fina, 20um)
- Tipo II: restauración: (granulación gruesa, >45um)
- Tipo III: base/linner (granulación media, 25 a 35 um)
- Tipo IV: miscelánea (Híbridos)
I Tipo I: Cementado: Los CIV para este uso presentan gran fluidez ya que el
tamaño de la partícula es muy pequeño. Al presentar una reacción de fraguado
rápida, no es necesario protegerlo para evitar la absorción de agua inicial, es
suficiente con retrasar el retiro de excesos unos 5 minutos.
Tiene los siguientes usos en odontología pediátrica:
- Cementado de Coronas preformadas.
- Cementado de Bandas de ortodoncia; ideal para disminuír el riesgo de
descalcificaciones. Cabe considerar que la unión química de los CIV a la
estructura dental, es mayor que la adhesión al metal por lo que la banda debe
tener algún tipo de retención mecánica.
- Brackets de ortodoncia: aunque las fuerzas de adhesión de los Cementos de
Ionómero de Vidrio Modificado por Resina han sido determinadas como
adecuadas, son más bajas que los sistemas de adhesión con resina.
Tipo II: Restauración: Se presentan con una relación polvo/líquido de 3:1 ó
mayor para mejor resistencia al desgaste y a la compresión, y se indican en
restauraciones donde la carga oclusal sea baja.
Tipo II a: Quimiopolimerizables: Se recomienda el acondicionamiento
previo de la dentina con ácido poliacrílico durante 10 segundos, mientras
que algunos autores defienden el lavado y secado posterior. Es
fundamental conseguir una adecuada proporción p/l, por lo que es mejor
usar presentaciones encapsuladas.
Es aconsejable proteger su superficie con una resina fluida que
proporciona el fabricante. Sólo se deben realizar los ajustes de oclusión
estrictamente necesarios y si es posible demorarlo 24 horas,
transcurridas las cuales el material es mucho más estable.
Tipo II b: Estéticos modificados con resina (CIVMR): Permiten el
acabado y pulido de la restauración de inmediato. Algunos autores
sugieren aplicar una capa de resina sin relleno sobre el cemento una vez
fraguado, para lograr una superficie lisa y rellenar las pequeñas
porosidades y grietas que pudieran haber surgido durante las maniobras
de acabado.
En contra de este procedimiento se ha argumentado que la resina
pudiera interferir la liberación de flúor, pero lo cierto es que al ser una
resina sin relleno se desgasta rápidamente y permite la exposición de la
superficie activa del cemento. Los acondicionadores representan un
papel más importante para los CIVMR que para los ionomeros
convencionales a la hora de conseguir adhesión.
Por consiguiente, es necesario llevar a cabo el grabado de la dentina
para eliminar la capa de barro dentinario con ácido poliacrílico durante
10 segundos, lavar y secar sin deshidratar.
Tipo II c: Reforzados con metal (CIVMM):
Su manipulación clínica no difiere de lo comentado hasta ahora, pero al
ser su viscosidad mayor se recomienda siempre el acondicionamiento de
la dentina.
- Restauración de clase I (superficie oclusal) y II (superficie proximal
posterior): Es controvertida su indicación en restauraciones de tipo I y II
con carga oclusal que no sean en dentición temporal, salvo que se trate
de obturaciones provisionales.
Los CIV autopolimerizables, se pueden usar, pero tienen mayor
fragilidad, los CIVMR. En muchas ocasiones, han reemplazado el uso de
la amalgama en la dentición primaria. Los CIV también han sido
indicados en preparaciones en túnel o tunelizaciones sin grandes
necesidades estéticas.
- Restauración de clase III (superficie proximal anterior sin compromiso
de ángulo):
Al igual que las restauraciones de clase II, en dentición temporal los CIV
son un material idóneo por liberar flúor en el punto de contacto, en
cambio en dentición permanente sólo se usan de modo “temporal”.
- Restauración de clase V (superficie proximal anterior con compromiso
de ángulo): Se pueden usar en ambas denticiones como material de
obturación o bien como material para tratar la hipersensibilidad dentaria
y descalcificaciones en pacientes con elevado riesgo de caries y/o
déficits salivales.
La técnica restauradora atraumática (ART) se introdujo en países en vías de
desarrollo ya que permite el tratamiento de niños afectados por caries dental
con los mínimos recursos. Esta técnica implica la remoción del tejido afectado
por la caries manualmente y la colocación del CIV en dicha cavidad con una
ratio p/l más elevada para mejorar las propiedades físicas del material.

TIPO III: BASE / CUBIERTA (LINNER):


En el controvertido debate sobre la biocompatibilidad, los CIV presentan
propiedades que los convierten en materiales casi ideales para este propósito.
Se pueden unir directamente a la estructura dentaria y al material restaurador
para actuar como base flexible, absorbiendo la tensión causada por la
contracción de polimerización y también las deformaciones durante la carga
oclusales.
La diferencia entre una cubierta (linner) y una base cavitaria radica en la
intencionalidad de su colocación y en la variación de la proporción polvo-líquido
en su preparación.
Las cubiertas (linners) o adhesivos dentinarios son una fina capa de cemento
que no participa en la retención de la obturación. Aumentando el porcentaje de
polvo se mejoran las cualidades mecánicas del cemento, por lo que puede ser
usado como base o reemplazo de dentina para colocar un material de
obturación sobre su superficie.
La cubierta (linner) ó adhesivo dentinario: Presentan una proporción p/l 1.5:1
que aumenta su fluídez y a la vez; la mayor cantidad de ácido de la preparación
penetra en la estructura dentinaria. Debido a que las bases de CIVMR se
mezclan con una mayor proporción de líquido pueden utilizarse sin previo
grabado, no obstante, algunos acondicionadores dentinarios pueden mejorar la
fuerza de adhesión.
Base Cavitaria, “reemplazo de dentina” o “Técnica Sándwich”: ya que el CIV
queda sobre la superficie dentaria y debajo de la restauración, que suele ser un
composite
III.2.7 Tipo IV: Miscelánea:
Existen productos para distintos usos, por ejemplo:
- Adhesivas: son un excelente grupo de materiales para eliminar los socavados
o zonas retentivas de las preparaciones protésicas, pero no se deben usar para
aumentar la altura o grosor de la preparación. Es posible su uso inmediato,
aunque es recomendable dejar fraguar el material 24 horas antes de tallarlo.
- Selladores de fisuras: Los CIV pueden ser una alternativa en determinadas
situaciones en que los selladores de fisuras convencionales no se puedan
aplicar, como en niños poco colaboradores; en molares permanentes que no
estén completamente erupcionados con dificultades en el aislamiento, o en
situaciones en las que cabe considerar un sellado “temporal” previo a la
colocación del sellado definitivo con resina.
El CIV es un material frágil, se ha demostrado que existe una alta frecuencia de
fractura del material en las fosas y fisuras, aunque el cemento tiende a
permanecer en la profundidad de los surcos, debido a su capacidad de unión
química al diente por lo que prevalece su finalidad de prevención.

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