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Rudy (Plan Nacional de Lecturas)

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La señorita Silvia intentó acomodarse en su silla. No sabemos si lo logró –Uy, ¡si se juntan todos son un arcoíris! –le dijo la dulce Julieta. –Ay, chicos –dijo la dulce Julieta–, por favor, no se peleen por eso.
o no. Porque, como siempre, la primera pregunta llegó antes de que –Y a mi tío José le gustan las chicas, y a mi tío Jorge le gustan los Miren, ustedes son los dos igual de lindos, y ¡¡¡yo soy mucho más linda
terminara de sentarse, de decir “Buenos días”, de terminar de digerir la última muchachos –dijo Eze. que los dos juntos!!!
medialuna y el último mate antes de entrar a clase. –Y Ariel quiere ser matemático, y yo quiero ser jugador de fútbol –dijo –¿Y, seño? –preguntó Ariel–, ¿se da cuenta? ¿Cómo hace la ley para
–Seño, seño –este fue Lucas–, ayer vi por la tele una propaganda que decía: Juan. decidir quién es más lindo?
“Somos todos iguales”. ¿Es cierto eso? –Y yo tengo una hermana que tiene novio, ¡y yo no tengo novio! –dijo la –A la ley no le importa quién es más lindo, Ariel –dijo la seño–,
–Sí, Lucas –dijo la señorita. dulce Julieta. porque, justamente, uno tiene los mismos derechos, aunque sea más
–Pero, seño… ¿iguales a quién? Porque yo no soy igual que Julieta: ¡ella es –Y usted dijo que los grandes votan, ¡pero los chicos no votan! lindo o más feo.
una nena, tiene trenzas, el pelo amarillo, los ojos verdes, le gusta jugar a las –Tengo un amigo que viene a la escuela en bicicleta, ¡y yo vengo –Bueno, pero, ¿y entonces “el derecho a ser lindo”?
muñecas, tiene pecas y grita en voz baja! ¡Y yo tengo el pelo negro, los ojos caminando! –No, Julieta. Lo que dice la ley es que tenés que tener los mismos
marrones, me gusta el fútbol y la compu y tengo tres hermanos…! –Y yo soy de Boca, y tengo un amigo de Estudiantes de la Plata. derechos, y los derechos están en la Constitución Nacional, que es un
–Y yo no soy igual que Juampi –dijo Javi–, ¡él siempre me quiere quitar la –¡Y mi tío Pedro es peronista, mi tía Luisa es radical, y mi abuelito José es conjunto de artículos que rigen para todos los habitantes del país, en el
milanesa a mí, pero yo nunca le quito la milanesa a él! socialista! que están escritos los derechos y los deberes.
–Y yo tengo un abuelito que nació en España, y yo no nací en España, así –Seño –este fue Ariel que, todos sabemos, es muy bueno en –Pero, seño, si ser lindo o linda no es un derecho, ¿entonces es un
que no soy igual a mi abuelito –protestó Ramón. matemáticas–, ¿cómo podemos ser todos iguales, si somos todos tan deber? –preguntó Javi.
–Y yo tengo un hermano que es más alto, y otro que es más bajo, y un tío distintos? –Señorita, señorita, ¡Juampi no hizo los deberes! –dijo la dulce Julieta.
que es más gordo, y otro que es más delgado, y un vecino que habla en inglés, –Paremos un poco... cuando se dice que “todos somos iguales”, lo que –No te burles, Juli, porque para muchas personas Juampi puede ser
y otro que habla en quechua, y una abuelita que me cuenta cuentos, ¡y otra en realidad se quiere decir es que “todos tenemos los mismos derechos”, más lindo que vos, ya que eso es algo subjetivo, una opinión, y además
que me cose los botones! –este fue Joaquín. o que “todos debemos tener las mismas oportunidades”, o que “todos va cambiando con los tiempos, y los lugares… pero por otra parte, eso
–Y mi amigo Maxi es blanco, mi amigo Fede es morocho, mi amiga Lucía es somos iguales ante la ley”, que “la ley debe vernos a todos iguales”. no es ni un derecho ni un deber.
amarilla, desciende de coreanos, y mi amigo Sergio tiene la piel marrón. –¡Seño, la ley debería comprarse unos anteojos especiales para vernos –¿Ah, no?
a todos iguales, porque de verdad, ¡míreme a mí y mírelo a Joaquín! –dijo –Miren, en la Constitución hay derechos como trabajar, navegar
Juampi–, ¡¡¡yo soy más alto, y más lindo!!! y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer,
–¡No seas trapezoide! ¡No, yo soy más lindo! –dijo Joaquín. transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la
prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de
asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y
aprender; y hay deberes como defender a la Patria.
Nº 245 - Mayo 2020

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–Uy, seño… ¡qué complicado es todo esto! ¡Muchas leyes, muchas normas! –A ver, a ver –dijo la señorita–, cuando se habla de “fraternidad”, de que –Paren, che, que la señorita Silvia es una maestra, no es los reyes magos –dijo
–este fue Lucas. “todos somos hermanas y hermanos”, de lo que se está hablando no es Florcita.
–Mirá, Lucas, la verdad: es muy importante que las personas tengamos de que todos vivamos en la misma casa, sino de que “nos tratemos como –Claro que no es “rey”, ¡por eso tenemos Constitución!
derechos. Hasta hace unos 250 años, en casi todos los países había reyes hermanos, nos ayudemos unos a otros, nos escuchemos, compartamos –Bueno –dijo la seño–, ustedes tienen el derecho de peticionar, y yo tengo la
que podían decidir lo que querían, y el resto del país tenía que hacerle caso. cosas. obligación y el deseo de escucharlos, pero la Constitución no dice, y yo tampoco,
El rey podía decidir si uno estudiaba, si uno se podía casar, qué religión –Uy, seño, se ve que los de la Revolución Francesa esa nunca estuvieron en que tenga que darles todo lo que me pidan…
debía tener; hasta podía condenarte a muerte. La gente tenía muy pocos mi casa… ¡Si tengo que tratar a todos como si fueran mis hermanos o mis –Ah, así no me gusta –dijo Juampi–, así que voy a hacer valer mi derecho de
derechos. Recién con la Revolución Francesa y la Independencia de América, hermanas, no voy a tener tiempo para pelearme con tanta gente, seño! hacer escuchar mi opinión: ¡queso y dulce! ¡Queso y dulce! ¡Queso y dulce!
esto empezó a cambiar. –Seño, yo soy hijo único… ¿Me van a meter preso por no hacer lo que dice –¡Libertad, libertad!
–¡Qué lástima que esa revolución haya sido en Francia! –dijo Juampi–. ¡Si –¡Igualdad, igualdad!
la Constitución?
–¡¡¡Arroz con leche, arroz con leche!!!
hubiera sido en Milán, se habría llamado “Revolución Milanesa”. –¿Por qué decís eso, Mati?
–¡Jueguitos de compu, jueguitos de compu! –este fue Lucas.
–La Revolución Francesa le quitó el poder al rey Luis XVI, y estableció una –Porque, seño, usted dijo que la Constitución dice que todos tienen que
–¡¡¡Fraternidad, fraternidad!!! –dijo Lautaro.
república, bajo el lema “Libertad, Igualdad, Fraternidad” –dijo la señorita. tener hermanos, ¡¡¡y yo no tengo!!!
–¡¡¡No, yo peticiono jueguitos para mí solo, no los voy a compartir!!! ¡Si vos
–No lo entiendo –dijo Julieta. –Seño, ¿en mi casa tenemos una constitución? también querés jueguitos, peticioná los tuyos!
–No lo entendés porque es francesa y lo dijeron en francés –dijo Ariel. –No, Fede, la Constitución es una ley nacional, ¡hay una sola para todo el –No, Lucas, ¡te peticiono que peticiones por mí!
–Miren, la idea es que todos somos libres, iguales y hermanos ante la ley. país! –¡Mejor dejate de peticionarme, porque a mí no me gusta que me peticionen! –
–Uy, seño –dijo Ezequiel–. ¡Yo podría entender que me diga que soy igual –Mire, seño, el otro día mi hermano Lautaro fue al doctor, y le dijo que ¡Pero la Constitución me da derechos!
a Julieta, aunque ella es nena y yo varón, pero… ¡no es mi hermana…! tenía un problema en un hueso, ¡que era constitucional! –Seño, seño, ¡Lautaro me está peticionando! Si sigue así, voy a ejercer mi derecho
–Sí, seño –dijo Lucas–. ¡¡¡Yo ya tengo tres hermanos y me peleo mucho –¡Yo también quiero una constitución –gritó Juampi–, aunque sea en mi a armarme en mi defensa, ¡y le voy a dar una trompada!
con ellos!!! ¿Se imagina si todos fueran mis hermanos? ¿Cómo hago para hueso! –Y yo voy a ejercer la igualdad, y te voy a dar una trompada a vos –respondió
que todos vivan en mi casa? ¡Mi mamá me diría “compartí esa torta con tus –¡Señorita, yo quiero queso y dulce! –dijo Javi. Lautaro.
cuarenta millones de hermanas y hermanos”! –¿Y eso qué tiene que ver, Javi? –Seño, seño, ¡Lautaro y Lucas no están ejerciendo la fraternidad!
–Sí, seño –dijo Javi–, ¡mi mamá no puede hacer 40 millones de milanesas! –Que tengo mis derechos, usted dijo que la Constitución dice que tengo –¿Cómo que no? –dijeron los dos al mismo tiempo–, si los hermanos se pelean
derecho de peticionar a las autoridades, y usted es la autoridad en esta todo el tiempo.
clase, ¡así que yo le peticiono queso y dulce! ¡¡¡¡Riiing!!! La señorita Silvia escuchó el timbre del recreo con alivio. En la hora
–¡Y yo le peticiono arroz con leche! –dijo Juampi. siguiente había clase de matemáticas. ¡¡¡Mientras que nadie discuta sobre el derecho
–¡Y yo un jueguito para mi compu! –gritó Lucas a sumar o a restar!!!

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La señorita Silvia intentó acomodarse en su silla. No sabemos si lo logró –Uy, ¡si se juntan t
o no. Porque, como siempre, la primera pregunta llegó antes de que –Y a mi tío José le g
terminara de sentarse, de decir “Buenos días”, de terminar de digerir la última muchachos –dijo Ez
medialuna y el último mate antes de entrar a clase. –Y Ariel quiere ser
–Seño, seño –este fue Lucas–, ayer vi por la tele una propaganda que decía: Juan.
“Somos todos iguales”. ¿Es cierto eso? –Y yo tengo una he
–Sí, Lucas –dijo la señorita. dulce Julieta.
–Pero, seño… ¿iguales a quién? Porque yo no soy igual que Julieta: ¡ella es –Y usted dijo que l
una nena, tiene trenzas, el pelo amarillo, los ojos verdes, le gusta jugar a las –Tengo un amigo q
muñecas, tiene pecas y grita en voz baja! ¡Y yo tengo el pelo negro, los ojos caminando!
marrones, me gusta el fútbol y la compu y tengo tres hermanos…! –Y yo soy de Boca,
–Y yo no soy igual que Juampi –dijo Javi–, ¡él siempre me quiere quitar la –¡Y mi tío Pedro es
milanesa a mí, pero yo nunca le quito la milanesa a él! socialista!
–Y yo tengo un abuelito que nació en España, y yo no nací en España, así –Seño –este fue Ar
que no soy igual a mi abuelito –protestó Ramón. matemáticas–, ¿cóm
–Y yo tengo un hermano que es más alto, y otro que es más bajo, y un tío distintos?
que es más gordo, y otro que es más delgado, y un vecino que habla en inglés, –Paremos un poco
y otro que habla en quechua, y una abuelita que me cuenta cuentos, ¡y otra en realidad se quiere
que me cose los botones! –este fue Joaquín. o que “todos debem
–Y mi amigo Maxi es blanco, mi amigo Fede es morocho, mi amiga Lucía es somos iguales ante la
amarilla, desciende de coreanos, y mi amigo Sergio tiene la piel marrón. –¡Seño, la ley debe
a todos iguales, porq
Juampi–, ¡¡¡yo soy má
–¡No seas trapezoi
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No sabemos si lo logró –Uy, ¡si se juntan todos son un arcoíris! –le dijo la dulce Julieta. –Ay, chicos –dijo
egó antes de que –Y a mi tío José le gustan las chicas, y a mi tío Jorge le gustan los Miren, ustedes son
rminar de digerir la última muchachos –dijo Eze. que los dos juntos!!
–Y Ariel quiere ser matemático, y yo quiero ser jugador de fútbol –dijo –¿Y, seño? –pregu
na propaganda que decía: Juan. decidir quién es má
–Y yo tengo una hermana que tiene novio, ¡y yo no tengo novio! –dijo la –A la ley no le im
dulce Julieta. porque, justamente
gual que Julieta: ¡ella es –Y usted dijo que los grandes votan, ¡pero los chicos no votan! lindo o más feo.
rdes, le gusta jugar a las –Tengo un amigo que viene a la escuela en bicicleta, ¡y yo vengo –Bueno, pero, ¿y e
o el pelo negro, los ojos caminando! –No, Julieta. Lo q
es hermanos…! –Y yo soy de Boca, y tengo un amigo de Estudiantes de la Plata. derechos, y los dere
pre me quiere quitar la –¡Y mi tío Pedro es peronista, mi tía Luisa es radical, y mi abuelito José es conjunto de artícul
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o no nací en España, así –Seño –este fue Ariel que, todos sabemos, es muy bueno en –Pero, seño, si ser
matemáticas–, ¿cómo podemos ser todos iguales, si somos todos tan deber? –preguntó J
ue es más bajo, y un tío distintos? –Señorita, señorit
ecino que habla en inglés, –Paremos un poco... cuando se dice que “todos somos iguales”, lo que –No te burles, Jul
e cuenta cuentos, ¡y otra en realidad se quiere decir es que “todos tenemos los mismos derechos”, más lindo que vos,
o que “todos debemos tener las mismas oportunidades”, o que “todos va cambiando con
orocho, mi amiga Lucía es somos iguales ante la ley”, que “la ley debe vernos a todos iguales”. no es ni un derecho
tiene la piel marrón. –¡Seño, la ley debería comprarse unos anteojos especiales para vernos –¿Ah, no?
a todos iguales, porque de verdad, ¡míreme a mí y mírelo a Joaquín! –dijo –Miren, en la Con
Juampi–, ¡¡¡yo soy más alto, y más lindo!!! y comerciar; de pet
–¡No seas trapezoide! ¡No, yo soy más lindo! –dijo Joaquín. transitar y salir del
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asociarse con fines
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dulce Julieta. –Ay, chicos –dijo la dulce Julieta–, por favor, no se peleen por eso.
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que los dos juntos!!!
ador de fútbol –dijo –¿Y, seño? –preguntó Ariel–, ¿se da cuenta? ¿Cómo hace la ley para
decidir quién es más lindo?
o tengo novio! –dijo la –A la ley no le importa quién es más lindo, Ariel –dijo la seño–,
porque, justamente, uno tiene los mismos derechos, aunque sea más
os no votan! lindo o más feo.
a, ¡y yo vengo –Bueno, pero, ¿y entonces “el derecho a ser lindo”?
–No, Julieta. Lo que dice la ley es que tenés que tener los mismos
es de la Plata. derechos, y los derechos están en la Constitución Nacional, que es un
al, y mi abuelito José es conjunto de artículos que rigen para todos los habitantes del país, en el
que están escritos los derechos y los deberes.
bueno en –Pero, seño, si ser lindo o linda no es un derecho, ¿entonces es un
somos todos tan deber? –preguntó Javi.
–Señorita, señorita, ¡Juampi no hizo los deberes! –dijo la dulce Julieta.
mos iguales”, lo que –No te burles, Juli, porque para muchas personas Juampi puede ser
s mismos derechos”, más lindo que vos, ya que eso es algo subjetivo, una opinión, y además
des”, o que “todos va cambiando con los tiempos, y los lugares… pero por otra parte, eso
todos iguales”. no es ni un derecho ni un deber.
peciales para vernos –¿Ah, no?
mírelo a Joaquín! –dijo –Miren, en la Constitución hay derechos como trabajar, navegar
y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer,
Joaquín. transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la
prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de
asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y
aprender; y hay deberes como defender a la Patria.
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–Uy, seño… ¡qué complicado es todo esto! ¡Muchas leyes, muchas normas! –A ver, a ver –dijo
–este fue Lucas. “todos somos herm
–Mirá, Lucas, la verdad: es muy importante que las personas tengamos de que todos vivam
derechos. Hasta hace unos 250 años, en casi todos los países había reyes hermanos, nos ayud
que podían decidir lo que querían, y el resto del país tenía que hacerle caso. cosas.
El rey podía decidir si uno estudiaba, si uno se podía casar, qué religión –Uy, seño, se ve q
debía tener; hasta podía condenarte a muerte. La gente tenía muy pocos mi casa… ¡Si tengo
derechos. Recién con la Revolución Francesa y la Independencia de América, hermanas, no voy a
esto empezó a cambiar. –Seño, yo soy hijo
–¡Qué lástima que esa revolución haya sido en Francia! –dijo Juampi–. ¡Si la Constitución?
hubiera sido en Milán, se habría llamado “Revolución Milanesa”. –¿Por qué decís es
–La Revolución Francesa le quitó el poder al rey Luis XVI, y estableció una –Porque, seño, us
república, bajo el lema “Libertad, Igualdad, Fraternidad” –dijo la señorita. tener hermanos, ¡¡¡y
–No lo entiendo –dijo Julieta. –Seño, ¿en mi cas
–No lo entendés porque es francesa y lo dijeron en francés –dijo Ariel. –No, Fede, la Con
–Miren, la idea es que todos somos libres, iguales y hermanos ante la ley. país!
–Uy, seño –dijo Ezequiel–. ¡Yo podría entender que me diga que soy igual –Mire, seño, el otr
a Julieta, aunque ella es nena y yo varón, pero… ¡no es mi hermana…! tenía un problema e
–Sí, seño –dijo Lucas–. ¡¡¡Yo ya tengo tres hermanos y me peleo mucho –¡Yo también quie
con ellos!!! ¿Se imagina si todos fueran mis hermanos? ¿Cómo hago para hueso!
que todos vivan en mi casa? ¡Mi mamá me diría “compartí esa torta con tus –¡Señorita, yo qui
cuarenta millones de hermanas y hermanos”! –¿Y eso qué tiene
–Sí, seño –dijo Javi–, ¡mi mamá no puede hacer 40 millones de milanesas! –Que tengo mis d
derecho de peticion
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as leyes, muchas normas! –A ver, a ver –dijo la señorita–, cuando se habla de “fraternidad”, de que –Paren, che, que la s
“todos somos hermanas y hermanos”, de lo que se está hablando no es Florcita.
s personas tengamos de que todos vivamos en la misma casa, sino de que “nos tratemos como –Claro que no es “re
os países había reyes hermanos, nos ayudemos unos a otros, nos escuchemos, compartamos –Bueno –dijo la señ
s tenía que hacerle caso. cosas. obligación y el deseo d
a casar, qué religión –Uy, seño, se ve que los de la Revolución Francesa esa nunca estuvieron en que tenga que darles t
ente tenía muy pocos mi casa… ¡Si tengo que tratar a todos como si fueran mis hermanos o mis –Ah, así no me gust
dependencia de América, hermanas, no voy a tener tiempo para pelearme con tanta gente, seño! hacer escuchar mi opi
–Seño, yo soy hijo único… ¿Me van a meter preso por no hacer lo que dice –¡Libertad, libertad!
ncia! –dijo Juampi–. ¡Si –¡Igualdad, igualdad
la Constitución?
–¡¡¡Arroz con leche,
n Milanesa”. –¿Por qué decís eso, Mati?
–¡Jueguitos de comp
uis XVI, y estableció una –Porque, seño, usted dijo que la Constitución dice que todos tienen que
–¡¡¡Fraternidad, frate
dad” –dijo la señorita. tener hermanos, ¡¡¡y yo no tengo!!!
–¡¡¡No, yo peticiono
–Seño, ¿en mi casa tenemos una constitución? también querés juegu
n francés –dijo Ariel. –No, Fede, la Constitución es una ley nacional, ¡hay una sola para todo el –No, Lucas, ¡te petic
y hermanos ante la ley. país! –¡Mejor dejate de p
e me diga que soy igual –Mire, seño, el otro día mi hermano Lautaro fue al doctor, y le dijo que ¡Pero la Constitución
es mi hermana…! tenía un problema en un hueso, ¡que era constitucional! –Seño, seño, ¡Lautar
os y me peleo mucho –¡Yo también quiero una constitución –gritó Juampi–, aunque sea en mi a armarme en mi defe
s? ¿Cómo hago para hueso! –Y yo voy a ejercer l
mpartí esa torta con tus –¡Señorita, yo quiero queso y dulce! –dijo Javi. Lautaro.
–¿Y eso qué tiene que ver, Javi? –Seño, seño, ¡Lautar
0 millones de milanesas! –Que tengo mis derechos, usted dijo que la Constitución dice que tengo –¿Cómo que no? –d
derecho de peticionar a las autoridades, y usted es la autoridad en esta todo el tiempo.
clase, ¡así que yo le peticiono queso y dulce! ¡¡¡¡Riiing!!! La señorita
–¡Y yo le peticiono arroz con leche! –dijo Juampi. siguiente había clase d
–¡Y yo un jueguito para mi compu! –gritó Lucas a sumar o a restar!!!
asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y
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de “fraternidad”, de que –Paren, che, que la señorita Silvia es una maestra, no es los reyes magos –dijo
está hablando no es Florcita.
e “nos tratemos como –Claro que no es “rey”, ¡por eso tenemos Constitución!
emos, compartamos –Bueno –dijo la seño–, ustedes tienen el derecho de peticionar, y yo tengo la
obligación y el deseo de escucharlos, pero la Constitución no dice, y yo tampoco,
a esa nunca estuvieron en que tenga que darles todo lo que me pidan…
an mis hermanos o mis –Ah, así no me gusta –dijo Juampi–, así que voy a hacer valer mi derecho de
n tanta gente, seño! hacer escuchar mi opinión: ¡queso y dulce! ¡Queso y dulce! ¡Queso y dulce!
o por no hacer lo que dice –¡Libertad, libertad!
–¡Igualdad, igualdad!
–¡¡¡Arroz con leche, arroz con leche!!!
–¡Jueguitos de compu, jueguitos de compu! –este fue Lucas.
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–¡¡¡Fraternidad, fraternidad!!! –dijo Lautaro.
–¡¡¡No, yo peticiono jueguitos para mí solo, no los voy a compartir!!! ¡Si vos
también querés jueguitos, peticioná los tuyos!
ay una sola para todo el –No, Lucas, ¡te peticiono que peticiones por mí!
–¡Mejor dejate de peticionarme, porque a mí no me gusta que me peticionen! –
al doctor, y le dijo que ¡Pero la Constitución me da derechos!
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mpi–, aunque sea en mi a armarme en mi defensa, ¡y le voy a dar una trompada!
–Y yo voy a ejercer la igualdad, y te voy a dar una trompada a vos –respondió
Lautaro.
–Seño, seño, ¡Lautaro y Lucas no están ejerciendo la fraternidad!
titución dice que tengo –¿Cómo que no? –dijeron los dos al mismo tiempo–, si los hermanos se pelean
la autoridad en esta todo el tiempo.
¡¡¡¡Riiing!!! La señorita Silvia escuchó el timbre del recreo con alivio. En la hora
siguiente había clase de matemáticas. ¡¡¡Mientras que nadie discuta sobre el derecho
a sumar o a restar!!!

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