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Mecánica
Condiciones interiores
Las normativas de la mayoría de los países fijan unos valores límite para las
condiciones del interior de los recintos. Estos límites vienen determinados por un
lado, por la comodidad de los usuarios y por el otro extremo por el necesario
ahorro de energía. Dependiendo las cargas de la diferencia de temperaturas entre
el exterior y el interior, cuando menor sea esa diferencia, menores serán las
cargas térmicas.
Triana Díaz Tomás Eduardo Ing. Mecánica
Condiciones exteriores
También en este caso las normativas suelen dar unas temperaturas de cálculo
obtenidas a partir de datos meteorológicos tomados a lo largo de una serie de
años.
Condiciones de invierno
La manera de darlas varía de unos países a otros. En algunos se dan zonas
climáticas mediante mapas fijando para cada una de ellas una temperatura de
cálculo. En otros se dan para cada localidad concreta, a veces con una tabla de
ajuste de esas temperaturas para localidades menores (generalmente sin
observatorio meteorológico) en función de la diferencia de altitud con respecto al
nivel del mar, de la localidad con observatorio. En general se dan solamente las
temperaturas y no la humedad relativa.
En España se definen dos temperaturas de cálculo. Una de ellas es la mínima
superada en un 97,5% de las horas de los meses de diciembre, enero y febrero,
para cada localidad; es decir que habrá temperaturas menores durante unas 54
horas en esa temporada, pero teniendo en cuenta que serán horas nocturnas, en
que la calefacción debe de estar reducida. La otra definición es igual pero para el
99% de las horas y se aplica a hospitales, residencias de ancianos, guarderías, en
las que es necesario evitar que en ciertos momentos pueda haber escasez de
temperatura en los ambientes.
Triana Díaz Tomás Eduardo Ing. Mecánica
Condiciones de verano
Para verano deben darse tanto la temperatura de cálculo como la humedad
relativa de cálculo. En general la temperatura se da de dos modos: una
temperatura de cálculo, hallada como media de temperaturas elevadas a lo largo
de cierto periodo extenso, y una temperatura máxima que se puede alcanzar con
cierta frecuencia, pero en periodos cortos, en la localidad o zona.
Respecto a la humedad relativa exterior, se dan los datos del mismo modo: una
humedad relativa media máxima y un valor de humedad relativa punta. Se deja a
criterio del proyectista prevenir una o la otra (la segunda da como resultado
aparatos más potentes), en función del uso de los locales y de la necesidad
específica de comodidad que requieran los usuarios.
También es importante conocer la posición del sol en los momentos más
desfavorables (que se suele dar a finales del mes de julio en el hemisferio norte,
finales de febrero en el sur) para poder calcular el soleamiento que recibirán los
elementos acristalados, para lo que debe conocerse la latitud y la inclinación de
las ventanas. En ese sentido es importante que no haya elementos acristalados
inclinados (ventanas en el faldón de la cubierta) en lugares de clima cálido. En
cuanto a la hora en que esta solicitación se producirá, dependerá de la orientación
de esos elementos acristalados por lo que habrá que estudiar cada fachada según
su orientación, a una hora distinta.
No debe olvidarse que, ante el soleamiento, no valen los aislamientos térmicos
(doble acristalamiento), siendo solo realmente efectivo impedir el soleamiento
mediante elementos que den sombra desde el exterior a las superficies
acristaladas.
Método de cálculo
El método de cálculo de las cargas es demasiado extenso para presentarlo aquí,
pero empieza por el cálculo de pérdidas o ganancias de cada uno de los locales
que componen el edificio a estudiar. Este cálculo permitirá dimensionar el aparato
terminal (radiador, ventiloconvector o caudal y temperatura del aire, mediante sus
conductos y rejillas de impulsión), que climatizará dicho local. La suma de las
cargas de todos los locales, en su caso corregidas para tener en cuenta horarios
distintos en distintos locales, será la potencia de los equipos centralizados de
producción de calor o de frío.
Triana Díaz Tomás Eduardo Ing. Mecánica