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Atrapadas fraude, de que no había demostrado que

era capaz.
puede gatillar problemas de depresión, estrés.
Fue acuñado en 1978 por las psicólogas de la

por el
Cuando se puso a investigar, Paulina Lira Universidad Estatal de Georgia Pauline Clance y
supo que eso de sentirse incapaz de ejercer su Suzanne Imes tras describir la experiencia interna de
puesto, que se le aparecía en sus sueños pero un grupo de mujeres que, a pesar de alcanzar impor-
que también lo había sentido repetidamente, tantes hitos intelectuales, como títulos avanzados y

“síndrome
en forma de martirio, despierta, durante premios profesionales, no eran capaces de internali-
gran parte de su carrera como académica, zar su éxito ni de convencerse de que lo merecían.
tenía un nombre acuñado por la psicología, que Cuarenta años después el concepto sigue vigente.
los últimos años se había vuelto familiar en Celebridades como Tina Fey, Maya Angelou y Sheryl
el ámbito académico chileno. Y empezó a Sandberg han admitido haberse sentido “impostoras”
leer. Se llamaba “síndrome del impostor” en algún punto de sus carreras. Investigadoras, como
y aunque no era una condición psiquiá- la estadounidense Valeria Young, especializada en el
trica diagnosticable, se trataba de un síndrome, autora de “Los pensamientos secretos de

del
sentimiento muy real, estudiado en las mujeres exitosas: ¿Por qué las personas capaces
el mundo, caracterizado por la in- sufren del síndrome del impostor y cómo prosperar a
capacidad de internalizar logros. pesar de ello”, imparte charlas sobre el tema.

impostor”
Quien lo experimentaba sentía que Al teléfono desde Chicago, Valeria Young enumera
engañaba al sistema. Supo que era factores que podrían gatillar los sentimientos del im-
más común en quienes se desenvolvían postor. Los mensajes familiares sobre perfeccionismo
en ambientes competitivos, en los que se o sobre las bajas expectativas. El desenvolverse en
estaba siempre escalando, y donde se era un campo creativo donde el trabajo es juzgado por
minoría. No era exclusivo del medio acadé- normas subjetivas. El ser un estudiante universitario
mico. También estaba en el político y en el de donde el conocimiento es siempre probado.
los altos ejecutivos. –El sentido de pertenencia fomenta la confianza
Era, sin lugar a dudas, más frecuente en –explica Valeria Young–. Si entras a un sala de clases, a
mujeres. una sala de reunión o a una conferencia
Era su caso. Ella se sentía “una y pocas personas se ven o hablan como
Aunque no es una condición psiquiátrica impostora”. “Ciertas tú, esto puede afectar tu confianza,
diagnosticable, se trata de un sentimiento –Era como andar siempre cuesta
arriba, tratando de sacar adelante mis
culturas especialmente si perteneces a un grupo
para el que hay estereotipos sobre
muy real, ampliamente estudiado en proyectos, mis investigaciones, mis organizacio- competencia. Esto podría ser estereo-
el mundo, que se caracteriza por la publicaciones, preguntándome: “¿Qué
diablos estoy haciendo yo aquí?”.
nales, como tipos de género o relacionados con raza
o clase social o discapacidad o edad.
incapacidad de internalizar logros. Se da Vivió con esta sensación mucho la academia, Ciertas culturas organizacionales, como
más en ambientes competitivos –como tiempo. también por ejemplo la de la academia, también
–Fue apareciendo cuando fui pueden alimentar sentimientos de
el de la academia y el mundo de los teniendo más logros. Esos logros no pueden impostor.
altos ejecutivos– y aunque no está me los creía. Sentía que si estaba ahí era alimentar Precisamente por esta razón, en la
solo descrito en mujeres, a ellas las por suerte, porque tal vez nadie más se
sentimientos
academia hay cada vez más instancias
había presentado. Como que el universo para visibilizar el tema.
afectaría más que a los hombres. había confabulado para que yo fuera de La primera vez que Bárbara
Ilustración francisco Javier olea. avanzando en mi carrera a pesar de que Poblete, académica del Departamento
yo no me sentía con la capacidad. impostor”, de Ciencias de la Computación de la
dice Valeria

L
Solo hace cinco años cree que la inse- Universidad de Chile, escuchó del
guridad empezó a decaer. Pero lo ve muy síndrome del impostor fue en 2010, en
a astrónoma Paulina Lira, doctorada presente en el ambiente académico donde Young. Estados Unidos en “The Grace Hopper
y posdoctorada en Reino Unido, se desenvuelve. Todo el tiempo. Las veces Celebration of Women in Computing”,
profesora del Departamento de que ha invitado a su casa a estudiantes, de la reunión anual de mujeres en compu-
Astronomía de la Universidad de magíster, de doctorado o de posdoctorado, tación más importante del mundo.
Chile, recuerda las continuas pesadi- la mayoría académicas jóvenes, y sale Para esa versión, Bárbara Poblete,
llas que tenía años atrás. En el sueño, este tema de conversación, ve cómo sus sensaciones quien participaba como asistente al encuentro,
ella volvía a cursar el pregrado. pasadas son hoy las de la mayoría. Todas tienen la sen- oyó decir a Barbara Liskov –entonces ganadora del
–Empezaba mi carrera de nuevo, tenía una montaña sación “de estar autoflagelándose”. Incluso hay varias Turing Award, el Premio Nobel de computación– que
adelante por superar, mezclada con la sensación de que que tienen pesadillas. “sentía que, en algún momento, se iban a dar cuenta
siendo yo ya académica, nadie se había dado cuenta de que ella no sabía tanto”. Barbara Liskov lo confe-
de que me faltaban cosas básicas por entender y, sin Sentimiento de impostor saba públicamente. Padecía el síndrome del impostor.
embargo, me habían dado el cargo de académico –dice Pese a no ser un problema de salud mental, el sín- No fue la única vez que en “The Grace Hopper...” ha-
Paulina Lira–. Era como la sensación de que era un drome del impostor sí puede llevar a la ansiedad, y blaron del tema. Para ellos se ha tornado un asunto

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clave que abordar. Deanna Kosaraju, fundadora y –Creo que la causa (recae) en un perfeccionismo
CEO de Global Tech Women, directora de “The Grace extremo, al límite de lo obsesivo. Una no se permite
Hopper...” entre 2006 y 2011, dice por qué: cometer errores. Es como que las críticas, o más bien
–Cuando empezamos a hablar del síndrome del im- el miedo de recibirlas, hacen olvidar los éxitos y los
postor, literalmente veía a las mujeres darse cuenta de logros obtenidos. Es como tener la sensación de no
que estábamos hablando de ellas. Se inclinaban hacia estar, en ciertas ocasiones, a la altura. Las causas
adelante en sus asientos; se sentaban un poco más alto, pueden ser múltiples: dinámicas familiares en la in-
se acercaban después de la charla y nos decían que ha- fancia, diferencias salariales, altas expectativas en
blar del síndrome del impostor las hacía sentirse mejor, comparación con la posibilidad real.
que no eran las únicas que lo estaban experimentando. Esto, muchas veces, se subraya en la academia,
En las ciencias estamos a menudo aisladas como muje- donde, explica Mónica Musso, prima “un ambiente
res. A menudo nos faltan modelos que sean mujeres. La muy competitivo, y uno siente como que siempre
clave para aliviar estos sentimientos es la comunidad. tiene que pasar un examen o mostrar que es muy
El año pasado, para el V Encuentro de Mujeres bueno”.
en Computación –la réplica chilena de “The Grace En Beauchef Bárbara Poblete ha visto diferencias.
Hopper...”– la académica –Los hombres lo usan a su favor. Trabajan más y
Bárbara Poblete impartió se exigen más para llegar a ser lo que estiman que el
el primer conversatorio resto espera de ellos. En cambio, el sentirse “imposto-
sobre el síndrome del im- ras” puede llevar a las mujeres a salirse de la carrera
postor en Chile. Esto, al o a retirarse del trabajo que tienen, porque creen que
enterarse de que había va- no son suficientemente buenas, aunque sean buenas.
rias alumnas en Beauchef La inseguridad es mucho más grande, porque estás
que decían haberse sentido estudiando una carrera donde no hay más mujeres o
muy identificadas al escu- hay muy pocas, entonces tú no tienes tantos ejemplos.
char sobre este síndrome. Tú estás siempre descubriendo territorio nuevo. Ahí
–Y lo vemos –dice es donde cuesta.
Poblete–. Vemos el fenó- La astrónoma Paulina Lira lo enfrentó cuando
meno entre las mujeres supo ver que la evidencia estaba ahí: frente a ella.
que estudian acá. Se –Todavía me queda un sesgo –admite–. Y es extraño
tienen menos confianza. porque uno se da cuenta de lo contradictorio que es.
Aunque hayan sido buenas (...) Yo empecé a decirme: “Si hasta ahora siempre has
carla dannemann

y les haya ido bien y uno logrado sacar con éxito a, b o c, ¿por qué no vas a sacar
vea que son muy inteligen- tal o cual pega con éxito nuevamente?”. Es aprender a
tes, piensan que no les va a aquilatar la evidencia. En la carrera uno se va enfren-
ir tan bien o ponen muy en tando a diferentes metas. Mientras esas metas siguen
duda su trabajo. cambiando, nuevamente uno se enfrenta a algo desco-
Paulina Lira dice Durante el V Encuentro de Mujeres en nocido y que te hace dudar. Pero ya llega un momento
que en su caso Computación, las anfitrionas describieron casos de en el que uno ya ha hecho de todo, ha postulado a
el síndrome del mujeres exitosas con el síndrome. proyectos, a fondos, ha formado estudiantes, ha hecho
impostor apareció a –Al mostrar que esto les pasa a mujeres que han lo- clases, ya se ha enfrentado a todas las cosas que te
medida que tenía más grado éxitos profesionales, revelas que sentirte un im- mueven el piso. Uno empieza a ver la experiencia.
logros. postor no te hace un impostor. Ves a otras personas que En sus charlas, Valeria Young diferencia a “impos-
claramente no lo son y también les ha pasado. Te hace tores” de “no impostores”. Dice que los “no imposto-
pensar de que en realidad este fenómeno que me está res” saben que no se le puede ganar a todos, que los
pasando es inseguridad. La idea de hacer estas conver- fracasos y contratiempos dan lecciones valiosas, que
saciones es que uno vea a otras mujeres hablarlo. Aquí la crítica constructiva es un regalo, que no se puede
en Chile nadie sabía de esto –dice Bárbara Poblete. saber todo, que no se puede sobresalir en todo y que
cosas como la suerte, la personalidad y las conexiones
El valor de la evidencia juegan un papel legítimo en el éxito de todos.
Si bien muchos hombres se sienten impostores, Los impostores ven esto (la suerte, la personali-
hay investigaciones, dice Young, que muestran que las dad, las conexiones) como lo que explica su éxito.
mujeres son más propensas a internalizar los errores. –Cuando pido a los asistentes a mis charlas que
Y, por esto, a sentirse más impostoras. levanten la mano si lo que quieren es sentirse segu-
–Si el jefe o el cliente dice que el informe era inade- ros 24/7 mi respuesta es: ‘¡buena suerte con eso!’.
cuado, nosotras escuchamos “soy inadecuada”. Quieren entrar a mi charla sintiéndose impostores y
Coincide Mónica Musso, profesora titular de salir sin sentirse impostores. Pero no es así como fun-
Matemáticas en la UC e investigadora del Núcleo ciona. Los sentimientos son los últimos en cambiar. •
Milenio, Centro de Análisis no Lineal & Ecuaciones
Diferenciales Parciales. Por M. A.

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