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En el camino de las ramas del poder público, nos encontramos con las ramas legislativa, judicial y
ejecutiva. En éstas están representadas las diferentes instituciones de cada uno de los sectores
del poder público.
Por el otro camino nos encontramos con los llamados órganos, éstos se dividen en órganos de
control, organización electoral y otros.
La organización electoral está conformada por el Consejo Nacional Electoral y por la Registraduría
Nacional del Estado Civil, quienes se encargan de velar por la realización y supervisión legítima de
los procesos electorales. |
En lo que atañe a los demás órganos, sobresalen el Banco de la República (como la principal
entidad de control en el manejo de la economía del país) y la Comisión Nacional de Televisión, que
se encarga de crear políticas de censura y control acerca de lo que se ve en la televisión
colombiana.
Sector descentralizado por servicios: Los establecimientos públicos; Las empresas industriales
y comerciales del Estado; Las superintendencias y las unidades administrativas especiales con
personería jurídica; Las empresas sociales del Estado Las empresas oficiales de servicios públicos
domiciliarios; Los institutos científicos y tecnológicos; Las sociedades públicas y las sociedades de
economía mixta;
En el artículo segundo de la Carta Política de 1991 aparece la referencia a los fines esenciales del
Estado. Dicha norma enumera una cantidad importante, que se reproducen a continuación: servir
a la comunidad, promover la prosperidad general, garantizar la efectividad de los
principios, derechos y deberes (que aparecen en la Carta), facilitar la participación
de todos los miembros de la comunidad colombiana en los asuntos que le
competen (económicos, políticos, administrativos y culturales), defender la
independencia nacional, mantener su integridad territorial, asegurar la convivencia
pacífica y asegurar la vigencia de un orden justo. Los enunciados mismos son demasiado
contundentes y claros. No obstante aparecen otros fines en toda la Carta que son integrables a las
finalidades del Estado, tales los fines sociales y los expresados en el preámbulo, y otros más que
aparecen en el recorrido por la preceptiva constitucional.
Esta disposición y las concordantes pueden presentarse de una manera bastante sugestiva, a
través de una pregunta, asumiendo la segunda parte del artículo que dice que las autoridades
en Colombia están para proteger a todos los residentes en el país en su vid,
honra, bienes, creencias y demás derechos y libertades, y para asegurar el
cumplimiento de los deberes sociales.
En términos generales, la fuente originaria de los recursos con los que el Estado cuenta para
realizar sus tareas, es la sociedad. Es decir, todos y cada uno de los ciudadanos tiene la
responsabilidad de contribuir a financiar los gastos del Estado, en la medida que éste establezca
dicha contribución. Lo cual depende de la naturaleza y carácter del propio Estado.
El Estado caracterizado por una búsqueda seria de lograr objetivos de justicia social, entre los que
se identifica claramente una redistribución del ingreso, optará por establecer impuestos que
propicien una mayor participación de las clases mas ricas en las erogaciones del Estado. Por otro
lado, el Estado caracterizado por un mayor compromiso con los grupos de poder económico
buscará el establecimiento de impuestos que no lesionen los intereses de éstos grupos y que
repartan mas la carga fiscal entre toda la sociedad. Este tipo de Estado implementará, entonces,
un impuesto al consumo (como el IVA), el cual no sólo hace participar en igualdad de condiciones
a los desiguales, sino que, además, significa una renuncia a la búsqueda de una redistribución del
ingreso y la riqueza.
Desde luego, existen otras formas a través de las cuales, los ciudadanos contribuyen, de modo
indirecto al financiamiento del Estado. Es el caso de cuando existen empresas públicas que
comercializan bienes o servicios que son consumidos por la sociedad.
Hoy por hoy, frente a la disyuntiva de si el Estado debe o no participar en actividades productivas,
debe considerarse el hecho de que si lo hace puede asegurarse una fuente de financiamiento que
permite que los ingresos y la riqueza de los ciudadanos no se verá mermada.