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La Criminología como Ciencia
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Concepto
Según señala Flores (2008), en sus Lecciones de Criminología, ocurre, que una ciencia nunca
es algo acabado, sino algo en evolución, en permanente revisión y cambio (a excepción,
quizás, de las llamadas ciencias exactas). Se podría decir que, a fin de cuentas, en atención a
ese señalado carácter dinámico de la ciencia, como los hombres que la hacen, ella es historia.
Es por esto que el concepto o noción de la Criminología (en cuanto punto de partida) será
provisional, conveniente sólo como necesidad didáctica, pero, en ningún modo definitivo.
Ahora bien, concepto es la idea de lo que una cosa es. Es sinónimo de noción. Idea es la
representación mental de una cosa. Noción puede significar: conocimiento que se tiene de
una cosa; conocimientos elementales o conciencia de algo; y también fundamentos,
rudimentos, elementos, principios.
En ese sentido, como los conceptos se expresan mediante ciertas fórmulas que recogen sus
elementos esenciales, las cuales son denominadas “definiciones”, se puede decir ahora que,
etimológicamente, criminología significa “estudio del crimen” (del latín crime: crimen, y del
griego lagos: estudio, doctrina), (G. Avanesov, 1981).
Al parecer, la palabra Criminología fue usada inicialmente a mediados del siglo XVIII por el
médico y antropólogo francés Paul Topinard, pero fue Raffaele Garofalo, jurista italiano, quien
le dio notoriedad al poner el nombre de Criminología a su obra publicada en Turín en 1885,
obra que se hizo famosa y lo consagró, junto a Cesare Lombroso y a Enrico Ferri, como
fundador de la ciencia criminológica.
La preferencia por la palabra Criminología para denominar esta ciencia, tiene su origen
probable en el hecho de que en Europa central, ha predominado la llamada clasificación
“tripartita” del “hecho punible”, según la cual las conductas penalmente reprimibles se dividen
en crímenes, delitos y contravenciones y, como los crímenes representan el mayor grado de
gravedad del hecho punible, habrían dado la pauta para la denominación de la ciencia que
estudia dicho fenómeno.
Criminología es, sin embargo, desde la publicación de la obra de Raffaele Garofalo, el nombre
consagrado por el uso y la tradición doctrinal.
Conviene ahora señalar que Criminología y Criminalística son palabras parecidas, pero de
contenidos diferentes. La Criminalística, también llamada Policiología y Policía Científica, es
una ciencia aplicada, cuya finalidad es la identificación, pesquisa y captura de los
delincuentes.
Importa, así mismo, destacar que, por ser la Criminología una ciencia reciente (su
sistematización científica comenzó a fines del siglo XIX) es aún una ciencia en expansión, y
esta circunstancia ha hecho que su definición etimológica resulte estrecha hoy día, porque su
objeto ha rebasado los límites iniciales por ella señalados. Por estas razones se ha dificultado
la elaboración de una definición unitaria de la criminología y, en cambio, son muchas las
definiciones elaboradas por los estudiosos de esta ciencia, de las cuales, a continuación y con
mero carácter ilustrativo, se citan algunas:
“Disciplina que se ocupa del fenómeno sociopolítico criminalidad, a fin de reducir ésta a
proporciones compatibles con el desarrollo sociopolítico nacional e internacional, según
exigencias adecuadas de libertad, dignidad, igualdad y seguridad colectivas” (Manuel López-
Rey).
“La Criminología es aquella esfera del conocimiento que considera el delito como un
fenómeno social. Incluye dentro de su campo de acción el proceso de hacer las leyes, de
infringirlas y de reaccionar contra la violación de las mismas. El objetivo de la Criminología es
el desarrollo de un conjunto de principios generales y debidamente comprobados y de otros
tipos de conocimientos relativos a este proceso de la ley, del delito y del tratamiento del
delincuente” (Sutherland & Cressey, 1966).
El Objeto de la Criminología
Durante mucho tiempo estuvo planteada una enconada discusión doctrinal sobre su
autenticidad, pues para muchos se trataba del mismo objeto del Derecho Penal y, por
consiguiente, la Criminología no tendría un objeto propio.
Sin embargo, para los criminólogos y penalistas actuales, éste es ya un asunto resuelto, sobre
el cual no cabe hoy ninguna discusión, porque se entiende que es cierto que la existencia del
delito está vinculada a una realidad normativa (depende de una definición legal), por ello, en
cuanto “ente jurídico” su estudio es objeto de la ciencia jurídica penal; pero se entiende que,
asimismo, también es cierto que el delito es conducta de un hombre realizada en un contexto
social, y que este hecho permite a la Criminología intentar el estudio causal-explicativo del
mismo, sin que exista conflicto alguno, porque lo que ocurre es que el concepto legal del delito
recubre una realidad individual y social, que es anterior a la ley penal y la motiva; es decir,
ambas ciencias, normativa la una, causal explicativa la otra, coinciden en cuanto al objeto
material de estudio, pero difieren en cuanto a sus objetos formales.
– Del suicidio.
– Estudiar los elementos constitutivos del delito. Definir las diferentes especies delictivas.
El Método de la Criminología
En tanto que es una ciencia social, se vale de los métodos sociológicos, tales como: la
estadística, la investigación monográfica, la encuesta social, el estudio de casos, estudios
ecológicos, etc. En cuanto que es una ciencia experimental, se vale de la observación de los
individuos y de los hechos, procediendo por vía de inducción. También se vale de los métodos
de las otras ciencias concurrentes en la síntesis criminológica, tales como la antropología, la
psicología y el psicoanálisis, entre otras.
Resumiendo, se los puede reducir a dos grupos principales: métodos estadísticos (utilizados
en las investigaciones globales y de grupos) y métodos individuales (utilizados en la
investigación del delincuente concreto: estudios de personalidad, por ejemplo).
Una anciana fue asesinada mediante golpes, en su casa. El asesino estaba en su casa
cuando ella regresó por la noche, después de haber salido con dos amigas.
Esto sugiere que quizás la iba espiando con anterioridad, o bien que supiera sus costumbres.
Cuando se estaba desvistiendo en su dormitorio con las luces apagadas, el asesino llegó por
atrás y la golpeó en la cabeza hasta matarla. A partir de la escena del crimen se supo que el
agresor había estado en casa de la víctima un tiempo antes, ya que había una botella de vino
abierta y medio consumida en el vestíbulo, algo que no encajaba con la anciana, una mujer
limpia y escrupulosa. El asesino había tenido el tiempo y la tranquilidad suficiente para buscar
la botella en la despensa, descorcharla y beberla en parte. Además, las fotos de la víctima y
de sus nietos que estaban en el dormitorio habían sido colocadas boca abajo, lo que sugiere
un intento de minimizar su empatía por la víctima.
Por consiguiente, la parte del perfil que asegura que la víctima y el agresor estaban
relacionados podía ser tanto una conclusión inductiva (las víctimas ancianas son asesinadas
con mayor probabilidad por conocidos cuando no hay móvil sexual) como deductiva (los actos
que llevó a cabo en la escena del crimen). Lo propio del método deductivo es la descripción
previa de los movimientos del asesino: el análisis riguroso de la escena del crimen permite
deducir el comportamiento que realizó en la misma. Aunque se favorece esta postura mixta,
se tiende a poner el énfasis en la perspectiva deductiva: las comparaciones con promedios
estadísticos o con tipologías extraídas de los estudios de otros delitos deben ser siempre
secundarias a la interpretación correcta de los comportamientos que se pueden deducir en la
escena del crimen.
En general, la conducta humana es estudiada por diferentes disciplinas científicas; a las que
investigan el origen del hecho humano y su desenvolvimiento natural, como la Biología, la
Psicología y la Sociología, se las denomina causal-explicativas; a las que se ocupan de las
conductas previamente plasmadas en normas legales, se las denomina normativas: el
Derecho, por ejemplo; y a las que, utilizando el material científico producido por las anteriores,
enseñan el modo de resolver problemas prácticos, se las denominan aplicativas o aplicadas:
la medicina, por ejemplo (Reyes E., 1976).
Ahora bien, cuando la investigación está referida a la específica conducta humana que
produce un daño individual o social, de cierta magnitud (delito) puede proyectarse en tres
ángulos diferentes, correspondientes a los tres tipos de ciencias antes citadas. Así: cuando se
estudia el delito en sus causas endógenas y exógenas, y en su desarrollo, se tiene la
Criminología; cuando se estudia el modelo de comportamiento ilícito descrito por el legislador
en los tipos penales, tenemos el Derecho Penal; y, cuando se indagan las circunstancias
personales, instrumentales y temporo-espaciales en que se realizó el hecho delictivo, a fin de
identificar, perseguir y capturar a su autor, se tiene la Criminalística. En consecuencia, la
Criminología es una ciencia causal explicativa, ubicada, por ello, en la esfera de las ciencias
del “ser”; ubicación distinta a la del Derecho Penal, que por ser una ciencia normativa,
pertenece a la esfera de las ciencias del “deber ser”.
Existe un conjunto de ciencias, autónomas unas; auxiliares o accesorias otras, que, total o
parcialmente, con fines teóricos o prácticos, se ocupan de temas o problemas referentes al
delito, al delincuente, a la pena o al procedimiento penal. A este conjunto, al cual pertenece la
Criminología, se lo conoce en la doctrina con el nombre genérico de “Ciencias Penales” o
“Ciencias Criminales”.
Es obvio entonces que, por la comunidad del objeto material de estudio, exista entre ellas
relaciones manifiestas, que los estudiosos de esas temáticas han tratado de mostrar
esquemáticamente en lo que se ha dado en llamar el “Cuadro de las Ciencias Penales” o el
“Cuadro de las Ciencias Criminales”, de los cuales se muestra un modelo en la página
anterior.
Por lo demás, al hacerse referencia a la definición, al objeto, al método y a la ubicación de la
Criminología, se evidenciaron sus relaciones con la Criminalística, el Derecho Penal, la
Biología, la Psicología, Sociología y la Psiquiatría Criminal; disciplinas todas, con las cuales la
criminología mantiene sus más estrechas relaciones.
BIBLIOGRAFÍA
Es la aplicación de los
Medicina Legal conocimientos médicos
a los problemas
judiciales.
Tiene por objeto
descubrir las
Biología Criminal correlaciones
existentes en el seno
de una personalidad.
Estudio de los
delincuentes a partir de
Biotipología Criminal la clasificación de los
mismos de acuerdo
con sus propias
características.
Dedica su atención a La criminología busca la
las glándulas de
Endocrinología explicación de la
secreción interna, sus
Médico - Biológicas reacciones y efectos
criminalidad en alteraciones
sobre el cuerpo. orgánicas -externas e
Estudio de las internas- así como en los
desviaciones y desajustes emocionales
motivaciones de la
Psicología Criminal personalidad, en
relación con el crimen,
como factores
primarios del mismo.
Estudio de los
criminales
Psiquiatría Criminal
psíquicamente
anormales.
Disciplina que trata de
los enfermos mentales
Psiquiatría Forense considerados desde el
punto de vista de las
ciencias jurídicas.
Hechos sociales en
que los hombres, por Examina la totalidad de las
ser violatorios del caudas y los efectos
Sociología Criminal mínimo de los individuales o sociales
mínimos de registrándolos y
moralidad que la describiéndolos en su
sociedad exige, han realidad. La delincuencia
sido incluidos entre como fenómeno social,
los que sancionan las masivo o colectivo, real.
leyes penales,
calificándolos de
criminales.
La formación de sus componentes depende del país y grupo policial en cuestión, sin
embargo, generalmente están compuestas por personal facultativo superior con formación
universitaria (químicos, físicos, biólogos, psicólogos, informáticos...) y por personal de las
diferentes escalas que han adquirido la formación necesaria de manera interna.
Su división interna depende de cada unidad. Sin seguir necesariamente un patrón común,
suele dividirse la actividad en cuatro grupos: investigación, análisis, antropología forense y
balística.