Está en la página 1de 4

Origen de la contabilidad

Edad Antigua - hasta el año 476

Aunque no se sabe cuánto hace que el hombre sabe contar, se dispone de


pruebas de que ya lo hacía hace 30,000 años. Un hueso de lobo, encontrado en
Dolni Vestonice (Chequia), tiene muescas que lo demuestran. Están repartidas en
grupos de cinco, lo que indica que se basaban en los dedos de la mano, no se
sabe qué tipo de contabilidad reflejaban, quizá, un recuento de las piezas
cazadas.
La contabilidad existe desde que el hombre se vincula a otros hombres
organizándose en grupos sociales dando origen a una actividad económica de
cierta relevancia, surgiendo así la necesidad de conservar registro de la actividad
económica desarrollada por esas comunidades. El testamento escrito más antiguo
sobre registro de que se tiene conocimiento, se encontró en Mesopotamia, y es de
origen sumerio, hoy se encuentra en el Museo Semítico de Harvard, en Boston,
Massachussets y data de 6,000 años antes de Cristo. Se trata de una tablilla
hecha a base de arcilla.
Los contadores se conocían en esa época como escribas. Los instrumentos que
se utilizaban eran rudimentarios, pero tenían un alto sentido de lo que era el
control interno, lo podemos inferir por el hecho de que usaban un sello cilíndrico
para firmar cuando realizaban sus transacciones, el cual se iba a la tumba con su
dueño al momento de morir. Los egipcios utilizaron los cuadernos y códigos, que
eran elaborados de dos a diez tablillas enceradas unidas con tiras de cuero.
En Roma encontramos una gran actividad contable desde su fundación, en el siglo
I (a.c.) se utilizaba el libro Adversaria, el cual era una especie de borrador, ya que
debía transcribirse en otro libro llamado Codex o Tubalae, que disponía de una
columna para registrar los ingresos y otra para los gastos, en este último se anota
el nombre del beneficiario, causa de la operación y la cuantía de dicha operación.
Federico Gertz Mareno, en su obra Origen y Evolución de la Contabilidad,
(1996:42), expone: «Se sabe con certeza que, tanto en tiempo de la República,
como del Imperio, la contabilidad fue llevada por lacayos, no así la actividad que
se puede considerar el antecedente de la de auditor, los inspectores que se
comisionaban con el objeto de inventariar y revisar los diversos bienes que
constituían los patrimonios romanos».
Edad Media - hasta el año 1452
En este periodo tiene su apogeo el sistema feudal y, como es lógico, las
actividades comerciales se realizaban entre feudos, y por otro lado estaban los
monjes, que eran las personas cultas encargadas de administrar la educación. La
iglesia católica incrementa significativamente sus feligreses, adquiriendo poder
económico y político.
Esto la obligó a utilizar registros contables para conocer los volúmenes de sus
transacciones y controlar sus activos. De esta época se conserva una ordenanza
de Carlos Magno, el Capitulare de Villas, mediante el cual se exigía a sus
escribanos un inventario anual de las pertenencias del imperio y el registro en
libros de sus transacciones que tuviese por separado los ingresos y egresos.
Dos grandes acontecimientos se descubren en este periodo: los números arábicos
y la imprenta por Gutenberg en el 1450. Estos dos inventos facilitan la difusión
rápida de la contabilidad y las demás ciencias, permitiendo conservar el
conocimiento y transmitirlo a mayor cantidad de persona. Comienza así la
divulgación del sistema de contabilidad por partida doble, que aparece en esta
época con los aportes de Beneddeto Contrugli Rangeo, quien se considera
pionero de este sistema, autor de Della Mercatura et del Mercante Perfecto. En
este libro se toca la contabilidad de manera breve, pero de una forma clara explica
la contabilidad por partida doble.
Describe el uso de tres libros: el mayor General (cuaderno), el Diario (geornale) y
el Borrador (memoriale). Establece que el procedimiento de registro es que del
Borrador se deben trasladar las partidas al Diario y del Diario al Mayor General, el
Borrador viene siendo como la Entrada de Diario. Cada año se verifica la situación
de la empresa y se elaborará un Balance (Bilancione) tomado del libro Mayor
General, las pérdidas y ganancias que arroje la empresa deben pasar a capital, y
recomienda la implementación de un libro copiador de cartas (Libro de Actas).
En 1494 aparece el libro Summa de Arithmética, Geometría, Proportioni et
Proportionalita que definitivamente dejó sentadas las bases del sistema de
contabilidad por partida doble, escrito por el monje Franciscano Luca Pacioli, quien
era oriundo de Sepulcro Toscaza, Italia.
En realidad, Pacioli no era contador, sino un científico matemático, que incluyó en
su obra un capítulo dedicado a la contabilidad c1ue practicaban los comerciantes
de la época.
Sin embargo, lega a la contaduría una serie de aportaciones inconmensurables,
entre las que podemos citar las siguientes: al inicio del año el propietario tenía que
hacer un inventario, listar sus activos y pasivos, indicando que el dinero debía
ocupar la primera posición; las operaciones deberían registrarse cronológicamente
en el libro memoriale; las transacciones debían registrarse en moneda veneciana,
esto significa que había que hacer la conversión a moneda nacional en caso de
que se hicieran transacciones en otras monedas; uso del libro Giornale y el uso de
índices en el Mayor General. Los aportes que Pacioli hizo a la profesión lo han
hecho creedor a ser considerado el padre de la contabilidad.
Ludorico Flori, publica su obra titulada "Trattato del Modo di Tenerse IL Libro
Doppio Doméstico" en 1633, en la que se establecen los procedimientos sobre el
uso correcto de la balanza de comprobación y su utilización en el cierre de los
libros. Trata la información financiera a través de los Estados Financieros con fines
de presentar la situación económica de la empresa.
Ludorico pertenecía a la Orden de los Jesuitas y escribe esta obra para uso de su
congregación. Se lleva el honor de ser el primero en tratar sobre los temas
precedentes.
Blaise Pascal (1653) presenta su máquina de calcular, la Pascalina, capaz de
sumar y restar números mediante juegos de ruedas dentadas.
Edad Contemporánea
Una vez concluida la Edad Media, donde todas las manifestaciones del arte y la
ciencia florecieron, llamándose a este movimiento el Renacimiento, entramos a la
Edad Contemporánea, que se inicia con la Revolución Francesa en 1779 hasta
nuestros días. A partir de aquí, se suceden cambios muy profundos originados por
la industrialización y el intercambio comercial de los países europeos.
El surgimiento de la sociedad anónima o compañía por acciones, donde la
propiedad no es ya de un solo dueño, sino de varios accionistas que dirigen sus
intereses a través de otros, ha influido en el desarrollo del pensamiento y práctica
contable. En este periodo, se originan los conceptos de continuidad empresarial y
el de entidad, dos principios que han servido de soporte para normar los registros
y la información financiera.
La revolución industrial ha contribuido a la evolución de la contabilidad ya que
surgen nuevos elementos que hay que considerar, como son: el costo de
producción y la depreciación, dando lugar al nacimiento de la contabilidad de
costos, que de un sistema de costo histórico evoluciona al sistema de costo
predeterminado, estimado o estándar, cuya ventaja es que se puede determinar el
costo anticipadamente sin necesidad de esperar los costos reales al final del
periodo.
Una serie de acontecimientos se conjugan en este período para que la
contabilidad haya alcanzado el nivel de desarrollo actual, entre ellos se destacan:
el desarrollo de la enseñanza en [ CITATION Jos \l 4106 ]contabilidad; los libros de
textos; la revolución industrial, que da origen a la contabilidad de costos; el
desarrollo de ferrocarriles; los medios de comunicación; la formación de
asociaciones de profesionales; el auge de la sociedad anónima o compañía por
acciones; el control de los impuestos por parte del Estado; los tratados
comerciales entre Francia e Inglaterra; la independencia americana y la teoría
económica de Adams Smith y David Ricardo.

Bibliografía

Caraballo, Jose . Fundamentos de Contabilidad General Tomo I. Santo


Domingo.

También podría gustarte