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Material 53
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1. INTRODUCCIÓN:
Antes de comenzar a hablar sobre este tema tan controvertido y que tanta
visceralidad suscita, quiero hacer algunas premisas. Primero advertir que tengo buenos
amigos que son homosexuales y que los aprecio y los valoro como a cualquier otro de
mis amigos y segundo, que por supuesto, creo que el trato discriminatorio y de rechazo
al que se ha sometido a los homosexuales en la cultura occidental y en otras culturas, es
totalmente injusto. Considero que la condición de homosexual no rebaja ni disminuye
en absoluto la dignidad de la persona. Pero esto no me impide afirmar, como psicólogo,
que la homosexualidad es un “handicap” para la persona que la padece y que puede ser
considerada como un trastorno psicológico de tipo neurótico. Alguno podrá aducir que
en el manual DSM-IV que describe las enfermedades psicológicas, editado por la
Asociación de Psiquiatras Americanos, ya no aparece la homosexualidad. Y en 1990 la
OMS la retiró también de las listas de enfermedades mentales.
Sin ir tan lejos, podemos ver lo absurdo que resulta el hecho de que, movidos por
los colectivos feministas radicales (feminismo de género), hay muchos estudios que
intentan demostrar que las diferencias entre la conducta de hombres y mujeres es debida
exclusivamente a factores culturales, mientras, por otro lado, los colectivos gay tratan
de demostrar científicamente que las diferencias entre heterosexuales y homosexuales es
debida a factores biológicos o genéticos, yendo así contra el más elemental sentido
común.
Por supuesto esto no quiere decir que hemos de menospreciar a la Ciencia, todo lo
contrario, yo como psicólogo experimentalista, creo en la Ciencia; simplemente trato de
poner en guardia contra una aceptación a priori de todo lo que va acompañado por el
adjetivo “científico”.
2. ORÍGEN DE LA HOMOSEXUALIDAD:
Factores genéticos:
Hemos hablado al inicio de factores genéticos que pueden predisponer a la
homosexualidad, como por ejemplo el caso de niños más débiles físicamente, o niños
muy sensibles; también un retraso en la aparición de las características sexuales
secundarias en la adolescencia, etc. Estos aspectos pueden provocar un rechazo a la
relación con los niños de su mismo sexo pues se sienten ridiculizados por ellos o
rechazados en los juegos por ser excesivamente delicados o poco hábiles y ellos mismos
frecuentemente no se sienten a la altura de los demás, eso les lleva a refugiarse en sí
mismos, por lo que es frecuente que tengan pocos amigos o recurran a la relación con
las niñas, con las que se sienten más cómodos y mejor aceptados.
Estos niños a veces sufren también el rechazo más o menos consciente del padre o
en ocasiones una renuncia del padre a mantener una cierta complicidad con él, a tratar
de introducirle en sus aficiones, frecuentemente porque no entienden bien los gustos o
las actitudes del propio hijo, con lo que al niño se le dificulta la identificación con el
propio sexo.
Factores ambientales:
“La mujer es, el hombre tiene que llegar a ser. La masculinidad es peligrosa y
difícil de asir. Se alcanza sólo rebelándose a una mujer, y es confirmada sólo por los
otros hombres.”
Podemos decir que esta afirmación es del todo cierta. En los primeros meses de la
vida del niño existe una relación profunda con la madre, Se puede hablar de
identificación con ella, para el hijo varón esa relación debe romperse para pasar a una
identificación con el padre, mientras que para la niña es simplemente cuestión de seguir
esa relación inicial. Esto explicaría porqué es mucho más frecuente la homosexualidad
masculina que la femenina.
A esto se pueden sumar las interacciones con sus coetáneos, si el niño no se siente
aceptado por los de su sexo o si se burlan de él, etc. se puede acentuar la tendencia a
identificarse con el otro sexo.
Es muy importante que el niño se sienta aceptado como varón por las personas
significativas para él, sobre todo su padre. Si esto no se da el niño tenderá a identificarse
con el sexo femenino e iniciará un proceso de imitación de gestos, juegos, actitudes, etc.
en mayor o menor grado, pero al mismo tiempo se sentirá inferior, con un complejo de
inferioridad frente a su propio sexo, le parecerá que él no está a la altura y generará una
baja “autoestima sexual”. Lo que puede empujarle, desesperadamente a buscar la
aceptación de los de su propio sexo. No es raro que el niño al ver que su padre presta
más atención a su madre y a sus hermanas tienda inconscientemente a imitarlas para
lograr su atención.
Cuando no se da en los tres o cuatro primeros años de vida de los niños una buena
identificación con su propio sexo, se habla de un Trastorno de Identidad Sexual o de
Género. La APA (Asociación de Psiquiátrica Americana) ha dado una lista de síntomas
que pueden servir para detectar en los niños si nos encontramos frente a un caso de TIS,
es la siguiente:
En el caso de las madres solas es muy importante tener en cuenta tres aspectos:
Hay otro aspecto que según las estadísticas influye mucho en la aparición de la
homosexualidad. En encuestas realizadas en USA entre homosexuales aparecen
porcentajes de hasta un 61% de abusos sexuales sufridos en la infancia y
preadolescencia. Cuando se habla de abusos sexuales frecuentemente son relaciones de
tipo sexual que pueden no ser vistas como tales abusos, pues son realizadas por varones
poco más o menos de la misma edad o poco mayores que ellos. Hay que decir que este
tipo de relaciones en niños con cierta predisposición pueden ser determinantes y
empujarles definitivamente hacia la homosexualidad. Aquí vale la pena decir que
estadísticamente se sabe que aproximadamente un 17% de los niños varones entre 12 y
13 años no tienen clara cual es su inclinación sexual, si en esos momentos mantienen
relaciones de tipo homosexual con otros niños de su edad o algo mayores que ellos, al
resultarles muy placenteras, pueden generarles un condicionamiento hacia este tipo de
relaciones y hacerles creer que son homosexuales.
3. LA HOMOSEXUALIDAD FEMENINA:
1. Niñas que tienen una mala relación con la madre, que hayan sido
descuidadas por ésta o bien que la madre misma sea una persona muy sumisa
provocando rechazo en la niña, sobre todo si se da al mismo tiempo una
buena relación con el padre.
2. Niñas que no teniendo una buena relación con la madre o en ausencia de
ella, tienen un padre que en ausencia de hijos varones proyecta en ella sus
expectativas.
3. Niñas que han sufrido abusos sexuales por parte de algún adulto durante
su infancia generándoles miedo hacia los hombres.
4. Algunos psicólogos ponen de relieve también el caso de niñas educadas
por madres muy narcisistas que consideran a la hija como una proyección de
sí mismas y no les dan la oportunidad de sentirse ellas mismas distintas de su
madre. Esto puede darse en un sentido positivo, de exagerado apego de la
madre por la hija o negativo, de rechazo total hacia la hija, en ambos casos
con consecuencias no deseables.
5. En la literatura psicológica sobre el tema se habla también mucho de
madres depresivas y por tanto poco afectuosas, distantes, resultando un
modelo no atractivo para la niña.
6. Se dan casos en los que siendo el padre un maltratador, la niña lo
defiende en un mecanismo denominado “identificación con el agresor”, pues
viendo la niña el maltrato al que es sometida la madre, a nivel inconsciente
concluye que es mejor no ser mujer o no mostrar actitudes femeninas.
En cuanto a las características que presentaría una niña con un TIS, podríamos
destacar el hecho ya mencionado de querer vestir al estilo de los chicos, frecuentar
amistades masculinas, preferencia por actividades deportivas y juegos masculinos,
negarse a vestir atuendos femeninos, como faldas, querer llevar el pelo corto y en los
casos más serios negarse a orinar sentada, haciéndolo siempre de pie y la fantasía de que
con el tiempo le crecerá el pene. En la adolescencia aparecerá un rechazo al desarrollo
de los senos y por supuesto a la menstruación.
Una cosa que si conviene señalar es que así como en el caso de los varones las
actitudes afeminadas son un elemento muy importante y una señal muy clara de una
posible homosexualidad no sucede lo mismo con la niña “marimacho” pues con mucha
frecuencia estas niñas al llegar a la adolescencia se feminizan y no manifiestan ningún
problema de identidad sexual.
Es también interesante hacer notar que en las niñas domina el factor afectivo y la
aparición de las relaciones homosexuales suele ser mucho más tardía, por un lado
porque la conciencia de la homosexualidad va apareciendo a través de una relación
afectiva gradual y por otro, porque las mujeres son mucho menos sexuales que los
hombres; en los niños, en cambio, la toma de conciencia de ser homosexuales se da
mucho antes, en general por una relación sexual experimental.
En el caso de las niñas con TIS, al contrario que en el de los niños, es importante
que el padre se distancie para que la madre pueda acercarse más a la niña y facilitar así
la identificación sexual. No obstante, es siempre importante la presencia afectuosa del
padre y una buena relación con él, lo que ayudará a la niña a sentirse, más tarde, digna
del amor de otro hombre, en cambio un padre ausente o demasiado distante puede
dificultar a la hija el llegar a comprender a los hombres.
Por otro lado, muchas personas piensan ingenuamente que aceptar el matrimonio
homosexual es algo que sólo atañe a los homosexuales y que no puede hacer ningún
daño a la sociedad, y por tanto, ¿Por qué no se va a legalizar? Sin embargo no es en
absoluto cierto, pues la aceptación a nivel legal del matrimonio homosexual va a traer,
entre otras consecuencias, que en todos los medios de comunicación, TV, cine, literatura
y en las escuelas a los niños, ya desde pequeños, se les presente la relación homosexual
como algo totalmente normal y nadie va a poder impedir que a sus hijos les hagan
“propaganda” de la homosexualidad y del matrimonio homosexual, y se les invite a
probar para elegir el modelo que más les guste, y para muestra ahí tenemos “Educación
para la Ciudadanía”.
Basta pensar que ya hay colectivos que están cambiando los cuentos
tradicionales; ya no es la Cenicienta y el príncipe, ni la Bella Durmiente y el príncipe,
¡no! A partir de ahora será el Bello Durmiente que recibirá el beso del príncipe y se
casará con él.
Esta confusión se hará más patente en los niños adoptados por parejas
homosexuales, donde la falta de modelos claros les creará una gran perplejidad pues no
sabrán con quién identificarse; o bien generarán actitudes de tipo homosexual, pues no
olvidemos que según la mayoría de los estudios es claro el componente de aprendizaje
en la aparición de la homosexualidad, de hecho existen ya estadísticas que confirman
que entre los niños educados por parejas homosexuales se da un 60% más de
posibilidades de que sean homosexuales con respecto a los educados en parejas
heterosexuales.
Curiosamente se puede decir que para que los homosexuales puedan contraer
matrimonio no es necesaria ninguna ley pues todos los españoles mayores de edad
pueden hacerlo, lo que se cambia no es la ley, es el concepto de matrimonio y ¿Es al
Estado a quien compete cambiar un concepto universal y tradicional, mantenido durante
milenios en todas las culturas del planeta, sin excepciones? ¿No se estará precipitando el
Gobierno, presionado por algunos colectivos que, además son muy minoritarios? Basta
que pensemos que según el Instituto Nacional de Estadísticas en España existen 1,1%
de varones homosexuales y sin embargo el número de parejas homosexuales sólo
alcanza a 10.474, cifra muy inferior a la que cabría esperar del número de
homosexuales, de esto podemos concluir, primero, que el porcentaje de homosexuales
en la población es mucho más bajo del que los colectivos gay barajan, y segundo, que la
mayoría de los homosexuales no tienen interés en vivir en pareja.
Por otro lado hemos de tener en cuenta que la mayoría de los homosexuales no
están de acuerdo con los planteamientos de los colectivos gays. En este sentido en la
revista “Época” de octubre de 2004, aparece una entrevista realizada a Ricardo de las
Bárdenas, un homosexual de 27 años que hablando del proyecto de ley sobre
matrimonios homosexuales dice: "Hay un gran número de homosexuales que no está a
favor de esta propuesta del Gobierno Socialista, pero que no se atreve a dar la cara". Y
con respecto al matrimonio: "Es una palabra mal usada, el matrimonio se refiere a la
unión de un hombre y una mujer. Que se hable de unión civil, me parece correcto, pero
nunca de matrimonio como tal." Sobre la estabilidad de las parejas homosexuales
afirma: "Es muy difícil encontrar a alguien con el que te quieras hacer viejo. En el
mundo gay hay mucha locura. Encontrar a alguien que lleve una vida medianamente
normal es muy difícil. Hay mucha inestabilidad emocional".
Si nos referimos a los estudios científicos de los que habla el Gobierno, que
demostrarían lo supuestamente beneficiosa que es para los niños la adopción por parte
de parejas homosexuales, es muy interesante leer el artículo “Homoparentalidad” del
profesor de la Universidad de Lyon, Xavier Lacroix, publicado en el “Lexicón”, en el
que pone de relieve las graves deficiencias científicas de los estudios que aparecen más
citados para defender que la adopción de niños por parejas de homosexuales no supone
ningún daño para ellos. Según este profesor, después de analizar detalladamente
decenas de estudios presentados como prueba de la bondad de estas adopciones,
concluye que todos ellos adolecen de graves defectos metodológicos lo que impide que
se puedan tomar en consideración sus resultados. En efecto, estos estudios presentan
serias deficiencias en el muestreo, en el diseño experimental, en el grupo control, en el
material utilizado para la recogida de datos y en la poca seriedad con la que se sacan las
conclusiones.
5. RECUPERACIÓN DE LA HOMOSEXUALIDAD:
Con respecto a la posibilidad de curación de la homosexualidad hay gran cantidad
de psicólogos y psiquiatras que trabajan o han trabajado con éxito en la recuperación de
homosexuales, (Masters y Jonson, Cohen, Van den Aardweg, Bieber, Socarides,
Nicolosi, Hatteter, Gershman, Hadden, Hamilton, Barnhouse, Ellis y muchos otros) y
todos ellos afirman que la homosexualidad es una neurosis que se fragua en la infancia
y cristaliza durante la adolescencia y que, como toda neurosis, es curable. Curiosamente
todos estos estudiosos se encuentran con grandes dificultades para publicar sus trabajos
e investigaciones, pues son boicoteados sistemáticamente por la APA cuando presentan
estudios sobre la posibilidad de recuperación de los homosexuales. En castellano
podemos encontrar algunas publicaciones sobre este tema que pongo en la bibliografía y
también podemos consultar las páginas web: www.peoplecanchange.com o bien la
página en castellano: www.courage-latino.org
Pues bien, a raíz de lo antes narrado, en mayo del año 2001 el dr. Spitzer presentó
una ponencia en la que textualmente reconoce: “Yo, como la mayor parte de los
psiquiatras, pensaba que los comportamientos homosexuales podían ser frenados por
medio del autocontrol, pero no que pudiesen realmente cambiar. Hoy creo que es falso,
porque algunos individuos consiguen realmente cambiar.”
De todas formas hay que decir que el proceso no resulta fácil; por lo que hemos
explicado hablando de cómo se genera la homosexualidad se puede entender que la
homosexualidad es una neurosis que puede llegar a estar fuertemente arraigada en
nuestro inconsciente generando una serie conductas que al ser placenteras quedan
fuertemente reforzadas haciendo muy difícil el abandonarlas, por otro lado el elemento
neurótico de la sensación de inadecuación a la masculinidad empuja con fuerza a la
persona con problemas de homosexualidad, a buscar esa masculinidad que percibe
como ausente en él, de una forma compulsiva muy difícil de controlar.
Por todo lo dicho se entiende que para abandonar la conducta homosexual y hacer
desaparecer la pulsión en esa dirección se necesita una fuerte motivación que con
frecuencia se da en homosexuales de una cierta edad asqueados por el tipo de vida que
han llevado que les ha hecho sentir un gran vacío interior y en gran medida, también en
personas que han tenido una educación religiosa y añoran el amor puro y desapegado
que la religión les propone.
Pues bien resulta interesante escuchar los testimonios de homosexuales que han
podido “curarse” o de otros que aún no habiéndolo hecho siendo conscientes de lo
negativo de la vida homosexual han decidido vivir apartados de ese mundo. Por ejemplo
en una encuesta hecha, en USA a 189 hombres que estaban tratando de dejar la
homosexualidad éstos afirman que están dejando la homosexualidad "por el dolor que
causa la propia vida homosexual" y esto lo afirmaron el 77% de los encuestados.
La mayoría de los homosexuales que no militan en los grupos Gay, (es importante
ser conscientes que dichos grupos sólo representan a una minoría de los homosexuales)
reconocen que la vida que hacen a nivel afectivo y relacional es muy dura y frustrante.
Recientemente hemos tenido el testimonio de dos líderes del movimiento Gay
norteamericano que públicamente se han arrepentido de su conducta y han hablado
claramente. Aquí tenemos el testimonio de uno de ellos, Michael Glatze, Editor de la
revista “Young Gay America”, tal y como aparece traducido en la página Web
www.Courage-latino.org “…reveló en julio de 2007, a WorldNetDaily que ha cambiado
de vida y ahora alienta públicamente a los homosexuales a dejar un estilo de vida que,
para él, "es por naturaleza promiscuo y pornográfico.".
Cuando tenía veintipocos años Michael Glatze ya era el editor de la revista Young
Gay America, con bastante éxito en su "sector". Pero aquello quedó atrás.
Después de años en primera fila del movimiento gay, Glatze empezó a dudar de
por dónde iba su vida. Sus dudas aumentaron repasando un vídeo de una intervención
que hizo en un debate público, en el que él salía como "experto" del bando pro-
homosexualismo.
"No sabía a quién acudir con mis dudas... y me giré hacia Dios", explica. A
raíz de una enfermedad previa -relacionada con su forma de vida-, hacía un tiempo que
ya había establecido una relación con Dios.
"Vi claro, a medida que pensaba el tema, y lo rezaba, que la homosexualidad nos
impide encontrar nuestro auténtico yo interior. No podemos ver la verdad cuando
estamos cegados por la homosexualidad", escribe.
Desde ese momento empezó a llamar a sus deseos homosexuales por su nombre:
lujuria. Y buscó centrarse en su yo más verdadero para empezar un proceso largo de
sanación.
"Sanar las heridas causadas por la homosexualidad no es fácil", dice. "Hay poco
apoyo obvio. El apoyo que puedes recibir es ridiculizado, ofendido, silenciado y
humillado por la retórica, o ilegal a causa de leyes retorcidas. Parte de la agenda
homosexual es que la gente deje de considerar que la conversión es una pregunta
viable, que se puede hacer esa pregunta, dejando a un lado incluso si funciona o no."
Estos son sólo algunos testimonios de los muchos que se podrían citar tomados de
las manifestaciones de tantos homosexuales que reconocen honestamente cuál es la
realidad de la vida que realizan y de muchos que, como decíamos antes, han decidido
abandonar este tipo de vida, precisamente por el malestar y la frustración que les
producía. Todos éstos muestran la verdadera cara de lo que se vive en los ambientes
homosexuales que independientemente de la moral y de las creencias hacen evidente
que el estilo de vida que realizan es duro, frustrante y generador de mucho sufrimiento
por lo que no es aconsejable ni deseable para nadie. Y sin más ahí están las estadísticas
sobre el número de suicidios entre los homosexuales, el número de alcohólicos y de
drogadictos, que es muy superior al de los heterosexuales; los colectivos gay afirman
que eso es debido a la discriminación social que sufren los homosexuales, pero en
sociedades como la de San Francisco en USA o en Holanda, en donde la
homosexualidad está plenamente aceptada desde hace tiempo, los índices antes
mencionados son prácticamente idénticos.
6. CONCLUSIÓN
1. El homosexual es una persona que sufre un handicap, por tanto debemos tener
hacia él una atención especial y brindarle nuestro apoyo.
2. Decirle a un homosexual que su condición es algo normal, es un engaño y
estamos contribuyendo a su infelicidad y a su sufrimiento, no olvidemos que el
mundo homosexual es tremendamente promiscuo y egoísta.
3. La homosexualidad no es algo congénito si no adquirido aunque es cierto que
puedan darse ciertas predisposiciones congénitas.
4. El mundo occidental ha querido reconocer a la homosexualidad como algo
normal acusando de discriminación al que argumenta, incluso con datos
científicos, que la homosexualidad es algo patológico. Pensemos que se trata
simplemente de una corriente de pensamiento basada en valores de tipo
hedonista. No caigamos en la trampa de apoyarlas en nombre de una mal
entendida caridad.
5. La homosexualidad se puede prevenir con una correcta educación y en caso de
presentarse en los niños trastornos de identidad sexual se puede intervenir de
forma muy eficaz para que dicho trastorno no cristalice, llegada la adolescencia,
en una conducta homosexual.
6. Con frecuencia en la adolescencia se pueden presentar dudas sobre la propia
identidad sexual que si son manipuladas por un entorno que ve a la
homosexualidad como algo normal pueden llevar a muchos adolescentes hacia
conductas homosexuales.