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Texto: Ex 3,1-17; 4,1.

10-14

Palabra central: DIOS ENTRE POBRES

1. Leer el texto y resumirlo.

2. Aclaraciones sobre el texto

El trasfondo de este nuevo paso en el conocimiento de Dios es una dura


realidad de esclavitud y opresión en Egipto (Ex 1,13-16), peor aun que la que
sufrimos hoy muchos pueblos. Entonces les reventaban de trabajo de forma
que no tuvieran tiempo ni de pensar. No gozaban ni del derecho a tener hijos
varones.

En la religión egipcia la gente pensaba que los dioses ayudaban con sus
favores sólo a los poderosos. La esclavitud era vista como maldición de los
dioses. El Dios de Abrahán, en cambio, que había pedido que se fiaran de él y
se comportaran como hermanos, dice que él, a diferencia de los otros
dioses, ve la humillación del pueblo, escucha sus gritos, conoce sus
sufrimientos y baja para liberarlos.

Pero esa liberación no la realiza directamente, venida de lo alto en forma


milagrosa, sino a través de personas concretas: “Ve, Yo te envío”. Y a pesar
de las muchas resistencias que pone Moisés, Dios insiste en comprometerlo
a favor de sus hermanos oprimidos.

Algo así nos pide también Dios a nosotros. Y, como Moisés, solemos poner
como pretexto que no somos nadie, que no estamos instruidos, que no nos
van a creer, que no sabemos expresarnos bien, por lo que rogamos que envíe
a otros, pero el Dios de Moisés insiste en que no tengamos miedo, pues él
estará siempre al lado nuestro para ayudarnos.

Este Dios se llama a sí mismo Yavé, o sea, “Yo soy el que estoy activo en
medio de ustedes, los marginados y explotados...” Su presencia es
completamente distinta a la de los otros dioses... Los dioses de Egipto viven
en los palacios, legitimándolos; Yavé vive entre los marginados, ayudándoles
a salir de sus esclavitudes.

3. Dialogo sobre el texto

a) ¿En qué se parecen los problemas de aquellos esclavos a los problemas que
tenemos nosotros hoy? Enumerarlos, si podemos...

b) ¿Conocemos a gente que busca a Dios sólo en medio de los ricos? ¿Qué
pensamos de ellos? ¿Dónde realmente pensamos que actúa Dios?

c) ¿En qué se parecen las resistencias de Moisés a nuestras propias


resistencias para escuchar el llamado de Dios para comprometernos a favor
de nuestros hermanos?

d) ¿Por qué el Dios bíblico insiste tanto en el compromiso a favor de los


marginados y explotados?

e) ¿Sentimos el sufrimiento de la gente como un llamado de Dios? ¿Qué


estamos haciendo para ayudar a que nuestra gente se libere de sus
esclavitudes?

4. Orar el mensaje: Credo, perdón, peticiones, gracias, alabanzas:

·  Creemos, Señor, que tú ves la humillación del pueblo,

escuchas sus gritos,

conoces sus sufrimientos y

bajas para liberarnos.  

· Creemos que te duele de forma especial el sufrimiento de todos los


oprimidos de la tierra.
· Creemos que estás presente en todo lo que lleve a una auténtica liberación.

· Ayúdanos a superar nuestros miedos para poder aceptar tu llamamiento.

· Ayúdanos a prepararnos bien para poder comprometernos a favor de los


más explotados.

· Gracias por las organizaciones populares que nos ayudan a defender


nuestros derechos.

Seguir improvisando algunas oraciones más…

5. Despedida y canto: Oye, Padre, el grito de tu pueblo.

Si los catequistas quieren profundizar en el tema, pueden leer con provecho


el folleto de Carlos Mesters titulado “Un Proyecto de Dios”.

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