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GUÍA DE ESTUDIO PARA

EXÁMENES DE COMPETENCIA
PROFESIONAL DE CP – SS
ACCIÓN DECISIVA

RESTRINGIDO CEMIL / IE / 2021


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de estos textos.
OPERACIONES DE ACCIÓN DECISIVA

FUNDAMENTOS ACCIÓN DECISIVA

Concepto Operacional del Ejército Nacional

Figura 1 | Concepto Operacional del Ejército (MFRE 3-0 Operaciones)

Acción decisiva es la combinación continua y simultánea de tareas ofensivas,


defensivas, de estabilidad o de apoyo de la defensa a la autoridad civil. A través de
esta, las unidades ejecutan las competencias distintivas del Ejército. En las
operaciones terrestres unificadas, los comandantes buscan capturar, retener y explotar
la iniciativa mientras sincronizan sus acciones para lograr los mejores efectos posibles.
Las operaciones ejecutadas fuera del territorio colombiano combinan simultáneamente
las tareas ofensivas, defensivas y de estabilidad. Por otra parte, dentro del país,
además de las tres anteriores se incluyen las de apoyo de la defensa a la autoridad
civil.

La acción decisiva comienza con la intención del comandante y el concepto de la


operación. Como una idea única, la acción decisiva proporciona dirección para toda la
operación. Con base en una idea específica de cómo cumplir la misión, los
comandantes y el estado mayor refinan el concepto operacional durante el
planeamiento y determinan la distribución adecuada de recursos y tareas. Lo ajustan a
lo largo de la operación a medida que los subordinados desarrollan la situación o las
condiciones cambian. (Manual MFRE 3-0 Operaciones)

Figura 2 | Acción Decisiva (MFRE 3-0 Operaciones)


Figura 3 | Tareas de la Acción Decisiva (MFRE 3-0 Operaciones)

La simultaneidad de las tareas ofensivas, defensivas y de estabilidad o apoyo de la


defensa a la autoridad civil (ADAC) no es absoluta. Cuanto mayor sea el escalón,
mayor será la posibilidad de tareas ofensivas, defensivas y de estabilidad simultáneas.
En los escalones inferiores, una tarea específica asignada puede requerir de todo el
poder de combate de este para ejecutarla. Por ejemplo, un escalón más alto, como una
división, siempre realiza tareas ofensivas, defensivas y de estabilidad simultáneamente
de alguna forma. Las brigadas subordinadas realizan alguna combinación de tareas
ofensivas, defensivas y de estabilidad, pero no necesariamente pueden realizar las tres
simultáneamente. Sin embargo, dependiendo de la situación del ambiente operacional,
la simultaneidad puede llegar hasta el escalón del batallón. Adicional a lo anterior,
eventualmente pueden presentarse requerimientos de ADAC en las operaciones
conducidas dentro del territorio nacional.
Para cualquier organización asignada a un área de operaciones, siempre habrá tareas
mínimas esenciales de estabilidad deducida o incluso impuesta de seguridad,
alimentación, agua, refugio y tratamiento médico. Si la organización no puede realizar
estas tareas por sí sola, debe solicitar recursos adicionales del escalón superior o pedir
la supresión de esas tareas.

Las operaciones terrestres unificadas abordan más que el combate entre oponentes
armados. Las unidades del Ejército realizan operaciones en medio de poblaciones.
Esto requiere que derroten al enemigo y simultáneamente configuren las condiciones
civiles. Las tareas ofensivas y defensivas derrotan a las fuerzas enemigas, mientras
que las tareas de estabilidad configuran las condiciones civiles. Ganar batallas y
combates es importante, pero esto por sí solo no puede ser la tarea más importante. La
configuración de las condiciones civiles (en concertación con organizaciones y
autoridades civiles y fuerzas multinacionales) a menudo resulta tan importante como el
éxito de la campaña. En muchas operaciones, las tareas de estabilidad o de ADAC a
menudo resultan más importantes que las tareas ofensivas y defensivas.

Figura 4 | Tareas de la Acción Decisiva (MFRE 3-0 Operaciones)


El énfasis en las diferentes tareas de acción decisiva cambia con el escalón, el tiempo
y la ubicación. En una operación dominada por la estabilidad, parte de la Fuerza podría
llevar a cabo tareas ofensivas y defensivas simultáneas en apoyo del establecimiento
de estabilidad y eventualmente ADAC. Las combinaciones simultáneas de las tareas,
que los comandantes adaptan constantemente a las condiciones, son la clave para que
las operaciones terrestres exitosas alcancen el estado final.

Las operaciones requieren unidades versátiles, adaptables y líderes flexibles que


muestren juicios sólidos. Estas cualidades se desarrollan principalmente a partir del
entrenamiento que prepara a individuos y unidades para ambientes operacionales
desafiantes. La gestión del entrenamiento para las OTU desafía a los líderes en todos
los niveles. Entrenar para tareas de la acción decisiva desarrolla la disciplina, la
resistencia, la cohesión de la unidad, la tolerancia a la incertidumbre y el apoyo mutuo.
Además, prepara soldados y unidades para abordar las ambigüedades inherentes a la
estabilidad y ADAC.

Sin embargo, la experiencia operacional demuestra que las unidades entrenadas


exclusivamente para las tareas ofensivas y defensivas no son tan eficientes en las
tareas de estabilidad como las entrenadas específicamente para estas. En aras de
lograr la máxima eficacia, las tareas de estabilidad y ADAC requieren entrenamiento
específico, similar al de las tareas ofensivas y defensivas. Del mismo modo, las fuerzas
que participan en la estabilidad prolongada o ADAC requieren un entrenamiento
intensivo para recuperar el dominio de las tareas ofensivas o defensivas antes de
emprender operaciones de combate a gran escala. El entrenamiento efectivo refleja un
equilibrio entre las tareas de acción decisiva que producen y sostienen las
competencias de soldado, líder y unidad en las tareas individuales y colectivas.

Propósito de la simultaneidad

Conducir simultáneamente tareas ofensivas, defensivas y de estabilidad o ADAC


requiere la aplicación sincronizada del poder de combate. Simultaneidad significa hacer
múltiples cosas al mismo tiempo. Requiere la capacidad de realizar operaciones en
profundidad y de integrarlas de modo que su sincronización multiplique su efectividad a
través de un área de operaciones y a través de múltiples dominios. Los comandantes
consideran toda su área de operaciones, el enemigo y las actividades de recolección
de información necesarias para configurar el ambiente operacional y las condiciones
civiles. Así, montan operaciones simultáneas que inmovilizan, suprimen o sorprenden
al enemigo. Tales acciones anulan la habilidad de este para conducir reacciones
sincronizadas y de apoyo mutuo. La simultaneidad presenta al enemigo múltiples
dilemas. Entonces, este no puede centrarse en un solo problema, obligándose a
ejecutar más de lo que puede manejar eficazmente (la simultaneidad es también un
pilar de las operaciones terrestres unificadas).
Las unidades del Ejército aumentan la profundidad de sus operaciones en tiempo y
espacio mediante armas combinadas, economía de fuerza, reconocimiento continuo,
sistemas avanzados de información y capacidades conjuntas.
Debido a que estas ejecutan operaciones en grandes áreas, el enemigo enfrenta
muchas acciones amigas potenciales. Ejecutar operaciones en profundidad es
igualmente importante en seguridad; los comandantes actúan para evitar que las
amenazas operen fuera del alcance de las fuerzas amigas. En el ADAC y algunas
tareas de estabilidad, la profundidad incluye la ejecución de operaciones que lleguen a
todos los ciudadanos en el área de operaciones, trayendo alivio y esperanza. (Manual
MFRE 3-0 Operaciones)

Tareas de la Acción Decisiva

La acción decisiva requiere combinaciones simultáneas de las tareas ofensivas,


defensivas y de estabilidad o ADAC. Cada una de las tareas asociadas a cada
elemento y los propósitos de cada tarea tienen numerosas tareas subordinadas
asociadas. Cuando se complementa con quién (unidad), cuándo (tiempo), dónde
(ubicación) y para qué (propósito), las tareas se convierten en enunciados de misión.

Dentro del concepto de operaciones terrestres unificadas es importante conocer las


similitudes y diferencias entre las tareas de apoyo de la defensa a la autoridad civil
(ADAC) y las otras tareas de acción decisiva. Las tareas de estabilidad y las tareas
ADAC son similares en muchos aspectos. Ambas giran en torno a ayudar a los
asociados en el área de operaciones. Ambas tareas requieren que las unidades del
Ejército proporcionen servicios esenciales y trabajen mancomunadamente con las
autoridades civiles.

Cuando el Ejército conduce tareas ofensivas, defensivas y de estabilidad lo hace


principalmente con el propósito de prevenir el conflicto, configurar el ambiente
operacional y vencer en la guerra en todo el rango de las operaciones militares. Los
comandantes en el Ejército organizan, equipan, entrenan y emplean sus unidades en
formaciones letales en una amplia gama de condiciones. La letalidad es un requisito en
las organizaciones del Ejército, incluso en condiciones en las que solo la amenaza
implícita de violencia es suficiente para cumplir la misión a través de encuentros y
actividades no letales.

En contraste, al conducir las tareas de ADAC, las unidades del Ejército capturan,
retienen y explotan la iniciativa con el propósito de salvar vidas, aliviar el sufrimiento,
proteger la propiedad y configurar el ambiente para el éxito interagencial. Además,
procuran crear las condiciones para que las autoridades civiles continúen sin el apoyo
militar. Mientras que cada misión de ADAC es única, estos propósitos generales
determinan las acciones que comandantes y líderes ejecutan en cualquier tarea de
ADAC.

TAREAS OFENSIVAS
Las acciones ofensivas son tareas de combate conducidas para derrotar o destruir
fuerzas enemigas, capturar terreno, recursos o centros poblados. Tales acciones
imponen la voluntad del comandante sobre el enemigo. Un comandante también puede
conducir acciones ofensivas para negar recursos a una fuerza enemiga, capturar
terreno decisivo, desviar o engañar al enemigo, desarrollar inteligencia o mantener al
enemigo en una posición. Este capítulo describe las bases de la ofensiva y de todas
sus tareas.

El comandante captura, retiene y explota la iniciativa cuando conduce acciones


ofensivas. Operaciones específicas pueden orientarse sobre una fuerza enemiga
determinada o una característica del terreno como un medio para afectar al enemigo.
Aun cuando se conducen acciones defensivas primarias, despojar al enemigo de la
iniciativa requiere acciones ofensivas.

Propósito de la ofensiva

El propósito principal de la ofensiva es derrotar, destruir o neutralizar la fuerza


enemiga. Adicionalmente, los comandantes conducen tareas ofensivas para asegurar
terreno decisivo, obtener información, negar recursos al enemigo, engañarlo y
desviarlo, mantenerlo en posición, desarticular su ataque y establecer las condiciones
para operaciones futuras exitosas.

Características de la ofensiva

Dentro de las características de la ofensiva se incluyen: audacia, concentración,


sorpresa y un rápido tempo. Las acciones ofensivas efectivas se capitalizan en una
inteligencia precisa, oportuna y otra información relevante sobre el enemigo, el clima y
el terreno. El comandante maniobra sus fuerzas a posiciones ventajosas antes del
contacto. Las tareas de protección, como las operaciones de seguridad, la seguridad
de las operaciones y la información de protección, impiden al enemigo adquirir
información precisa sobre las propias tropas. El contacto con el enemigo antes de la
operación decisiva es deliberado, diseñado con el fin de configurar las condiciones
óptimas para la operación decisiva. Esta última - que es la que determina de manera
concluyente el resultado de la operación mayor, la batalla y el combate - capitaliza la
iniciativa de los subordinados y un panorama operacional común para expandirse a
través de toda el área de operaciones. Sin vacilar, el comandante ejecuta en forma
audaz la maniobra y los fuegos, dentro de la intención del comandante superior, para
quebrantar la voluntad del enemigo o destruirlo.
Figura 5 | Ofensiva

Tareas ofensivas

Una tarea ofensiva es una tarea conducida para derrotar y destruir fuerzas enemigas,
capturar terreno, recursos y centros de población (MFRE 3-0). Las cuatro tareas
ofensivas principales son el movimiento al contacto, el ataque, la explotación y la
persecución.

Movimiento al contacto: El movimiento al contacto es una tarea ofensiva diseñada


para desarrollar la situación y establecer o recuperar el contacto. El objetivo es
establecer un contacto inicial con un elemento pequeño, manteniendo al mismo tiempo
suficiente poder de combate para desarrollar la situación y mitigar el riesgo asociado.
El movimiento al contacto también crea condiciones favorables para las acciones
tácticas subsiguientes. El comandante conduce movimiento al contacto cuando la
situación del enemigo es vaga o no es lo suficientemente específica como para realizar
un ataque. Las fuerzas que ejecutan esta tarea buscan establecer contacto con la
fuerza propia más pequeña posible. Un movimiento al contacto puede resultar en un
combate de encuentro. Una vez establecido el contacto con la fuerza enemiga, el
comandante tiene cinco opciones: ataca, defiende, sobrepasa, retarda o se retira. El
Ejército incluye las tareas de búsqueda y ataque y cerco y búsqueda, como parte del
movimiento al contacto.

Ataque: Un ataque es una tarea ofensiva que destruye o derrota a las fuerzas
enemigas, aprovecha y asegura el terreno o ambos. Los ataques incluyen movimiento
coordinado apoyado
por fuegos. Pueden ser operaciones decisivas o de configuración. Los ataques pueden
ser imprevistos o deliberados, dependiendo del tiempo disponible para evaluar la
situación, planear y preparar. Sin embargo, basado en el análisis de las variables de la
misión, el comandante puede decidir conducir un ataque usando solamente fuegos. Un
ataque difiere de un movimiento al contacto, porque en el primero el comandante
conoce parte del dispositivo enemigo. Este conocimiento le permite sincronizar y
emplear el poder de combate más eficazmente en un ataque que en un movimiento al
contacto.

Las formas empleadas en el ataque tienen propósitos especiales e incluyen:


emboscada, contraataque, demostración, finta, incursión y ataque de desarticulación.
La intención del comandante y las variables de la misión (METT-TC) determinan cuál
de estas formas de ataque se emplea. El comandante puede conducir cada una de
estas formas de ataque, con excepción de la incursión, ya sea como una operación
imprevista o deliberada.

Explotación: La explotación es una tarea ofensiva que usualmente sigue a la


conducción de un ataque exitoso y está diseñada para desorganizar al enemigo en
profundidad. La explotación busca desintegrar las fuerzas enemigas al punto de que no
tengan más alternativa que la rendición o el escape. Además, toma ventaja de las
oportunidades tácticas. Las unidades del escalón división y superior, normalmente
planean la explotación como contingencias o secuelas.

Persecución: La persecución es una tarea ofensiva diseñada para capturar o cortar


una fuerza hostil que intenta escapar con el fin de destruirla. La persecución
normalmente es la continuación de una explotación exitosa. Sin embargo, cualquier
tarea ofensiva puede hacer transición a una persecución si la resistencia del enemigo
se rompe y este abandona el campo de combate. La persecución implica un
movimiento rápido y un control descentralizado, además de una acción audaz e
iniciativa disciplinada, todo esto asociado a un riesgo calculado, como requerimiento
para su conducción.
Formas de maniobra

Las formas de maniobra son combinaciones tácticas de fuego y movimiento con un


conjunto único de características doctrinales que difieren principalmente en la relación
entre la fuerza de maniobra y el enemigo.

El Ejército tiene seis formas de maniobra: envolvimiento, ataque por el flanco, ataque
frontal, infiltración, penetración y movimiento envolvente. Las organizaciones de armas
combinadas cumplen la misión asignada sincronizando las contribuciones de todas las
funciones de conducción de la guerra para ejecutar estas maniobras. El comandante
generalmente escoge una forma sobre la que construye un curso de acción (CA).

El comandante superior raramente específico la forma de maniobra ofensiva; sin


embargo, su guía e intención, junto con la misión y algunas tareas deducidas, pueden
imponer limitaciones como el tiempo, la seguridad y la dirección de ataque, que
reducen las formas de maniobra ofensiva a una sola alternativa. Además, las
características del AO y los dispositivos del enemigo también ayudan al comandante a
determinar la forma de maniobra. Una sola operación puede contener varias formas de
maniobra, como un ataque frontal para despejar un área de seguridad, seguida de una
penetración para crear una brecha en las defensas enemigas. Entonces, el
comandante podría usar un ataque de flanco para expandir esa brecha y destruir la
primera línea de defensa del enemigo.

Figura 6 | Formas de maniobra


Transición

Una transición ocurre cuando el comandante, después de evaluar, decide que la unidad
debe cambiar su enfoque de un elemento de la acción decisiva a otro.
Un comandante detiene la ofensiva solo cuando resulta en una victoria completa y el fin
de las hostilidades, cuando alcanza un punto culminante o recibe un cambio en la
misión por orden de un comando superior. Este cambio en la misión puede ser el
resultado de la interrelación de los otros instrumentos del poder nacional, como una
decisión política.

Todas las acciones ofensivas que no logran la victoria completa alcanzan un punto
culminante cuando el balance de fuerzas cambia del atacante a su oponente. Por lo
general, las acciones ofensivas pierden el momentum cuando las fuerzas propias
encuentran áreas fuertemente defendidas que no pueden ser sobrepasadas. También
alcanzan un punto culminante cuando el reabastecimiento de combustible, municiones
y otros abastecimientos no se mantienen en el nivel de los gastos, los soldados se
agotan físicamente, las bajas y pérdidas de equipo aumentan, las reparaciones y
reemplazos no se mantienen al mismo ritmo.

Debido a los movimientos sorpresivos del enemigo, las acciones ofensivas también se
estancan cuando las reservas no están disponibles para continuar el avance, el
defensor recibe refuerzos o contraataca con tropas nuevas. Varias de estas causas
pueden combinarse para detener una ofensiva. Cuando esto ocurre, la unidad atacante
puede recuperar su momentum, pero normalmente esto solo ocurre después de un
recio combate o una pausa operacional.

El comandante planea una pausa para reponer el poder de combate y en consecuencia


diseña fases en la operación, cuando no puede asegurar anticipadamente los objetivos
decisivos antes de que las fuerzas subordinadas lleguen a sus puntos culminantes.
Simultáneamente, el comandante trata de impedir que el enemigo sepa cuándo las
propias fuerzas se extienden demasiado.

TAREAS DEFENSIVAS

Mientras que en las operaciones de combate el elemento ofensivo es el más decisivo,


la defensa es el más fuerte. Sin embargo, la conducción de tareas defensivas por sí
solas normalmente no puede lograr la decisión. Su propósito es crear condiciones para
una contraofensiva que permita a las fuerzas del Ejército recuperar la iniciativa.

Una tarea defensiva es una tarea realizada para derrotar un ataque enemigo, ganar
tiempo, economizar fuerzas y desarrollar condiciones favorables para tareas ofensivas
o de estabilidad (MFRE 3-0) Si bien el elemento ofensivo de las operaciones de
combate es más decisivo, la defensa es el elemento más fuerte. Las fortalezas
inherentes a la defensa incluyen la capacidad del defensor para ocupar posiciones
antes del ataque y usar el tiempo disponible para preparar las defensas. El defensor
termina su preparación defensiva solo cuando efectúa movimientos retrógrados o
cuando inicia el contacto con el enemigo. Incluso durante el combate, la fuerza
defensora aprovecha las oportunidades que ofrecen las pausas en la acción, para
mejorar sus posiciones y reparar los daños de combate. El defensor no espera
pasivamente ser atacado. En cambio, busca agresivamente formas de atacar y debilitar
a las fuerzas enemigas atacantes antes del inicio del combate cercano. El defensor
maniobra para colocar al enemigo en una posición de desventaja y lo ataca en cada
oportunidad, usando fuegos, guerra electrónica y medios conjuntos como el apoyo
aéreo cercano (AAC). Los elementos estáticos y móviles de la defensa se combinan
para privar al enemigo de la iniciativa. El defensor contiene al enemigo mientras busca
todas las oportunidades de transición a la ofensiva.

Propósito de la defensa

Los comandantes optan por defender con el fin de crear condiciones para una
contraofensiva que permita al Ejército recuperar la iniciativa. Otras razones para
conducir una defensa incluyen retener terreno decisivo o negarle un área vital al
enemigo, desgastar o fijar al enemigo antes de la ofensiva, sorprender la acción del
enemigo o para aumentar su vulnerabilidad forzándolo a concentrar fuerzas.
Figura 7 | Defensiva

Características de la defensa

Una característica de la defensa es el esfuerzo para recuperar la iniciativa ante el enemigo


atacante. El comandante defensor utiliza las características de la defensa (desarticulación,
flexibilidad, maniobra, masa y concentración, operaciones en profundidad, preparación y
seguridad) para ayudar a conducir esta tarea.

Desarticulación: El defensor desarticula el tempo y la sincronización del atacante, con acciones


diseñadas para evitar que concentre su poder de combate. Los comandantes emplean acciones
disruptivas para deshacer los preparativos y ataques del enemigo. Los métodos de
desarticulación incluyen desorientar o destruir las fuerzas de reconocimiento del enemigo, para
dislocar sus formaciones, aislar unidades y atacar o desconfigurar sistemas. Así, los defensores
nunca permiten una completa preparación del atacante. Para esto, emplean ataques de
desarticulación antes de que el enemigo enfoque su poder de combate y contraataque o
consolide ganancias. También emplean los medios de guerra electrónica contra los sistemas
enemigos de mando y control y desorganiza la fuerza atacante en profundidad.

Flexibilidad: La conducción de la defensa requiere planes flexibles. Los comandantes


concentran el planeamiento sobre las preparaciones en profundidad, el uso de la reserva y la
capacidad de cambiar el esfuerzo principal. También incrementan la flexibilidad al designar
posiciones suplementarias, diseñar planes de contraataque y prepararse para contraatacar.

Maniobra: La maniobra le permite al defensor tomar una ventaja máxima del AO y


concentrarse cuando se requiera. Además, la combinación del fuego y el movimiento le permite
lograr una posición de ventaja sobre el enemigo para cumplir la misión. También, abarca
acciones defensivas, como la seguridad y operaciones en el área de apoyo.

Masa y concentración: Los defensores buscan concentrar los efectos de un arrollador poder de
combate donde lo elija y cambiarlo para apoyar la operación decisiva. Los comandantes
retienen y, cuando es necesario, reconstituyen una reserva y maniobra para ganar superioridad
local en el punto de decisión. Los comandantes defensores pueden ceder algún terreno con el
fin de ganar tiempo para concentrar los efectos de la fuerza defensora.

Los comandantes aceptan el riesgo en algunas áreas para concentrar los efectos en otras. Los
obstáculos, las fuerzas de seguridad y los fuegos pueden ayudar a reducir el riesgo. Puesto que
la concentración de fuerzas aumenta la amenaza de grandes pérdidas por armas de destrucción
masiva, los comandantes usan el engaño y la protección para ocultar las concentraciones de
fuerza necesarias. También protegen sus fuerzas con defensa aérea y antimisiles.

Operaciones en profundidad: La aplicación simultánea del poder de combate en toda el AO


mejora las posibilidades de éxito mientras se minimizan las bajas propias. Una acción rápida,
violenta y simultánea en toda la profundidad del AO del defensor puede dañar, confundir e
incluso paralizar a una fuerza enemiga de la misma manera que la fuerza enemiga está más
expuesta y vulnerable.

Tales acciones debilitan la voluntad del enemigo y no permiten que ningún éxito temprano del
oponente construya la confianza de sus soldados y líderes. Las operaciones en profundidad
evitan que el enemigo gane momentum en el ataque. La sincronización de operaciones
decisivas, de configuración y sostenimiento facilita el éxito de la misión.

Preparación: La defensa tiene puntos fuertes propios. El defensor llega al AO antes que el
atacante y utiliza el tiempo disponible para prepararse, estudia el terreno y selecciona las
posiciones que permiten la concentración de los fuegos sobre las posibles aproximaciones.
Combina obstáculos naturales y artificiales para canalizar las fuerzas atacantes en áreas de
combate. Las fuerzas defensoras coordinan y ensayan acciones sobre el terreno, ganando una
profunda familiaridad con el mismo y disponen fuerzas de seguridad, inteligencia y
reconocimiento en toda el AO. Estas preparaciones multiplican la efectividad de la defensa. Los
comandantes continúan los preparativos defensivos en profundidad, incluso cuando comienza
el combate cercano.

Seguridad: Los comandantes aseguran sus fuerzas principalmente mediante la protección, el


engaño militar, las actividades de información e influencia y las actividades cibernéticas
electromagnéticas. Las operaciones de seguridad evitan que la inteligencia, la vigilancia y los
medios de reconocimiento del enemigo determinen las ubicaciones propias, fortalezas y
debilidades. Estas medidas también proporcionan alerta temprana y desarticulan permanente y
continuamente los ataques enemigos. Los esfuerzos de protección preservan el poder de
combate. El engaño militar y las actividades ciberelectromagnéticas representan inexactamente
las propias fuerzas, engañan a los comandantes enemigos y les niegan la capacidad de utilizar el
ciberespacio y el espectro electromagnético. Estas medidas contribuyen a la seguridad del
defensor.

Tareas defensivas

Hay tres tareas defensivas básicas: defensa de área, defensa móvil y retrógrados. Estas se
aplican en los niveles táctico y operacional de la guerra, aunque la defensa móvil se asocia más
con el nivel operacional. Estas tres tareas tienen conceptos muy distintos y solucionan
problemas significativamente diferentes. Por lo tanto, cada tarea defensiva debe tratarse de
manera distinta al planear y ejecutar la defensa. Aunque los nombres de estas tareas defensivas
transmiten el objetivo general de una defensa seleccionada, cada una normalmente contiene
elementos de la otra y combina elementos estáticos y móviles.

En la defensa, el comandante permanece alerta para aprovechar las oportunidades de atacar al


enemigo siempre que los recursos lo permitan. Dentro de una posición defensiva, el
comandante defensor puede conducir un ataque de desarticulación o un contraataque, si así lo
permiten las variables de la misión (METT-TC).
Defensa de área: La defensa de área es una tarea defensiva que se concentra en negar a las
fuerzas enemigas el acceso a un terreno específico, por un tiempo determinado, en lugar de
buscar su destrucción.

El enfoque de esta es la retención de terreno donde el grueso de la fuerza defensora se ubique


en apoyo mutuo en posiciones preparadas. La operación decisiva se enfoca en los fuegos en las
áreas de contacto, posiblemente complementada por un contraataque. El área de contacto es
el área donde el comandante planea contener y destruir una fuerza enemiga con la
concentración de efectos de todas las armas y sistemas de apoyo disponibles. La reserva podrá
o no participar en la operación decisiva. El comandante puede usarla para reforzar los fuegos,
añadir profundidad, bloquear o restaurar la posición mediante un contraataque, capturar la
iniciativa y destruir las fuerzas enemigas. Las unidades en todos los escalones pueden conducir
una defensa de área. Las unidades en todos los escalones pueden utilizar una defensa de área
junto con la búsqueda de la transición de un enfoque en la conducción de tareas defensivas a
tareas ofensivas o a tareas de estabilidad.

Defensa móvil: La defensa móvil es una tarea defensiva que se concentra en la destrucción o
derrota del enemigo, a través de un ataque decisivo por la fuerza que impacta (MFE3-90). Se
enfoca en la derrota o destrucción enemiga permitiendo que las fuerzas enemigas avancen a un
punto donde estará expuesto a un contraataque. La fuerza que impacta es una fuerza que
contraataca en una defensa móvil, constituida por el grueso del poder de combate disponible.
La fuerza que fija complementa a la fuerza que impacta. El comandante emplea la fuerza que
fija para contener el ataque enemigo, canalizarlo en áreas de emboscadas y retener áreas
desde las cuales se puede lanzar la fuerza que impacta.

Una defensa móvil requiere un AO con una profundidad considerable. El comandante debe ser
capaz de configurar el campo de combate, haciendo que una fuerza enemiga sobre-extienda
sus líneas de comunicación (LCO), exponga sus flancos y disipe su poder de combate. Del mismo
modo, el comandante debe ser capaz de mover las propias tropas, alrededor y detrás de la
fuerza enemiga objetivo, para ser cortado y destruido. Las divisiones y formaciones más
grandes, normalmente ejecutan defensas móviles; sin embargo, los ECB y los batallones de
maniobra pueden participar en una defensa móvil, como parte de la fuerza de fijación o fuerza
que impacta.

Retrógradas: Retrógradas es una tarea defensiva que implica un movimiento organizado para
alejarse del enemigo. El enemigo puede forzar estas operaciones o un comandante puede
ejecutarlas voluntariamente. El comandante superior de la fuerza que ejecuta el retrógrado
debe aprobarlo antes de su iniciación en cualquiera de los dos casos. Esta es una operación de
transición; no se realiza de forma aislada. Es parte de un esquema de maniobra más amplio
diseñado para recuperar la iniciativa y derrotar al enemigo.

Las tres formas de retrógrado son acción dilatoria, repliegue y retirada. Una acción dilatoria es
un movimiento en el cual una fuerza bajo presión cambia espacio por tiempo, desacelerando el
momentum del enemigo e infligiéndole el máximo daño sin que inicialmente se comprometa de
forma decisiva (MFE 3-90). En la acción dilatoria las unidades ceden terreno para ganar tiempo
y retener la flexibilidad y libertad de acción para infligirle el máximo daño al enemigo. El
repliegue es un movimiento retrógrado planeado en el que una fuerza rompe el contacto con el
enemigo y se aleja de este (MFE 3-90).

Las unidades que se repliegan, como un todo o parte de la fuerza comprometida, rompen el
contacto con el enemigo voluntariamente a fin de preservar su integridad y liberarse para
emplearse en una nueva misión. La retirada es un movimiento retrógrado en el que una fuerza
que no está en contacto con el enemigo se aleja de este (MFE 3-90). En cada movimiento
retrógrado, de una fuerza que no está en contacto con el enemigo, esta se mueve a otro lugar
normalmente mediante una marcha táctica. En todas las acciones retrógradas, el control firme
de los elementos de maniobra de las propias tropas es un requisito para el éxito.

Formas de la defensa

Las formas subordinadas de la defensa tienen propósitos especiales y sus propias


consideraciones de planeamiento. El Ejército reconoce tres formas de defensa:

•Defensa de un obstáculo lineal.


• Defensa en perímetro.
• Defensa en contrapendiente.

Transición

Si una defensa tiene éxito, el comandante anticipa e intenta la transición a la ofensiva. Si la


defensa no tiene éxito, el comandante pasa de una postura defensiva a movimientos
retrógrados. La transición de un tipo de tarea a otra requiere agilidad mental y física por parte
de los comandantes, estados mayores y unidades involucradas, así como una comprensión
precisa de la situación.

El comandante planea deliberadamente operaciones secuenciales, ayudando al proceso de


transición y permitiendo el establecimiento de las condiciones necesarias para una transición
exitosa. Dicho planeamiento aborda la necesidad de controlar el tempo de las operaciones,
mantener el contacto con las fuerzas enemigas y las propias tropas fuera de balance. Además
establece los procedimientos y prioridades por los cuales una unidad se prepara para la
siguiente misión. De acuerdo con las variables de la misión (METT-TC) establece la organización
requerida de fuerzas y medidas de control necesarias para el éxito.

El planeamiento de las contingencias disminuye el tiempo necesario para ajustar el tempo de


las operaciones de combate cuando una unidad hace transiciones de acciones defensivas a
acciones ofensivas. Esto lo hace al permitir que las unidades subordinadas planeen y preparen
simultáneamente las operaciones subsiguientes. Las preparaciones incluyen típicamente el
reabastecimiento de cargas básicas de unidades y el reposicionamiento o la reasignación de
sistemas de apoyo.

El planeamiento de contingencias del comandante también reduce la cantidad de tiempo y la


confusión cuando una unidad no tiene éxito en sus esfuerzos defensivos y debe pasar a
movimientos retrógrados.
El comandante designa unidades para evacuar víctimas y equipo inoperable usando
movimientos retrógrados para preservar la fuerza como una formación capaz de combatir hasta
que él pueda establecer las condiciones necesarias para una defensa exitosa.

TAREAS DE ESTABILIDAD

Figura 8 | Tareas de Estabilidad


Introducción a la estabilidad

La estabilidad busca crear las condiciones para que la población local perciba la situación como
legítima, aceptable y predecible. El objetivo de la estabilidad es reducir el nivel de violencia;
para lo cual las Fuerzas Militares (FF. MM.) realizan operaciones que se caracterizan
principalmente por la conducción de tareas de estabilidad para apoyar el funcionamiento de las
instituciones gubernamentales, económicas y sociales, y la adhesión general a las leyes locales,
las reglas y las normas de comportamiento.

En la estabilidad, los comandantes y los líderes identifican y mitigan los factores fundamentales
de la inestabilidad para construir condiciones perdurables. Si bien, el desarrollo a largo plazo
requiere estabilidad, esta no precisa el desarrollo a largo plazo. Por ende, las tareas de
estabilidad se centran en identificar y seleccionar las causas profundas de la inestabilidad y la
construcción de la capacidad de las instituciones locales.

Las tareas de estabilidad son aquella que se conducen dentro o fuera del territorio nacional, en
coordinación con otros instrumentos del poder nacional, para mantener o restablecer un
ambiente seguro y proporcionar servicios esenciales de gobierno, reconstrucción de
infraestructura de emergencia y asistencia humanitaria (MFRE 3-0).

Las tareas de estabilidad no pueden tener éxito si solo reaccionan a iniciativas enemigas o
adversarias; deben mantener la iniciativa para alcanzar objetivos que disipen o disminuyan los
factores de inestabilidad.

El éxito de las tareas de estabilidad depende de que el Ejército capture, retenga y explote la
iniciativa para anticiparse a las fuentes que motivan la inestabilidad y que actúe en apoyo del
enfoque integral que garantice +la estabilización, que es el proceso en el cual el personal
identifica y mitiga los factores fundamentales de la inestabilidad para establecer condiciones
perdurables.

A lo largo de la historia, el Ejército de Colombia ha participado en operaciones que se


caracterizaron principalmente por la ejecución de tareas de estabilidad para ayudar a otros
países como parte de una Fuerza de Emergencia en el canal de Suez, en una Fuerza
Multinacional en el Sinaí y en actividades de estabilidad ejecutadas para apoyar al Gobierno de
Haití. Particularmente, en el territorio colombiano, a causa de las circunstancias que el país ha
tenido que enfrentar por causa del conflicto contra los grupos insurgentes, el Ejército ha
desarrollado un papel decisivo en el mantenimiento del orden interno. Sin embargo, las tareas
de estabilidad ejecutadas en una nación anfitriona (en el exterior) o en un gobierno regional o
local (dentro del territorio nacional), se enmarcan como parte fundamental de la acción
decisiva.
Por lo tanto, es importante tener en cuenta que el Ejército de Colombia puede participar en
este tipo de operaciones en cualquier parte del mundo y que, en consecuencia, las tropas
deben mantener el rol de ser garantes de los Derechos Humanos (DD. HH.), del Derecho
Internacional Humanitario (DIH) y del respeto por las tradiciones, la cultura y la religión de la
nación anfitriona.

Los factores de inestabilidad se manifiestan por sí mismos a nivel local. Inicialmente, esta se
debe a la disminución del apoyo al Gobierno, con base en lo que los habitantes realmente
esperan de él. Luego, crece a partir de un mayor favorecimiento a los elementos
antigubernamentales, lo que por lo general ocurre cuando la población local ve cómo estos
pueden ayudar a resolver las necesidades prioritarias. Por último, esta inestabilidad se traduce
en el debilitamiento del normal funcionamiento de la sociedad; en este punto, se debe hacer
énfasis en el regreso a las normas establecidas.

Estabilidad a través del rango de las operaciones militares

Las unidades del Ejército ejecutan las tareas primarias de estabilidad, en combinación con las
tareas ofensivas y defensivas. Las seis tareas primarias de estabilidad son: establecer la
seguridad de la población civil, apoyar la cooperación en seguridad, establecer el control civil,
establecer los servicios esenciales, apoyar al gobierno y apoyar el desarrollo económico y de
infraestructura (ver con más detalle las tareas primarias de estabilidad en el capítulo 2 del
MFRE 3-07).

Antes, durante y después del conflicto, las tareas de estabilidad son importantes para la
conducción de las operaciones. Antes del conflicto, actúa como una medida preventiva y
refuerza las alianzas o demuestra el apoyo de más naciones o países estables (el Ejército
adquiere estos compromisos, como parte del enfoque del Gobierno como un todo, junto con
otros instrumentos del poder nacional). Durante el conflicto ayudan a establecer condiciones
de posconflicto y a mitigar los factores de inestabilidad que fomentan el conflicto (estas
actividades se dirigen hacia las fuentes de inestabilidad para sentar las bases de una estabilidad
a largo plazo). Después del conflicto, se incrementan y son dominantes en las operaciones, con
el propósito de fomentar una estabilidad duradera.

En tiempos de paz, frecuentemente, las tareas de estabilidad son el elemento crítico de la AD;
por ejemplo, en las operaciones de paz (específicamente las de prevención del conflicto) y en la
construcción de las capacidades locales (en la forma de cooperación de seguridad). Durante las
misiones de encuentro militar, cooperación en seguridad y disuasión, las tareas de estabilidad
cumplen un rol importante en las operaciones conducidas para apoyar los objetivos planeados
en la campaña del teatro y los objetivos individuales de los asociados.

Durante las respuestas a las crisis y operaciones de contingencia limitada fuera del país, el
equilibrio de las tareas de combate (defensivas y ofensivas) y de estabilidad varía según las
circunstancias. Algunas de las respuestas, como la asistencia humanitaria en el exterior,
requieren pocas tareas ofensivas y defensivas. Otras, como las diversas clases de operaciones
de paz, precisan un detallado equilibrio de tareas ofensivas, defensivas y de estabilidad, a lo
largo de la conducción y la ejecución de las operaciones.

Un enfoque exclusivo o predominante de las tareas ofensivas y defensivas, en los planes


iniciales de las operaciones mayores o campañas, con frecuencia limita el desarrollo apropiado
de las fases subsiguientes y el éxito de la estrategia; el logro del equilibrio entre las tareas
ofensivas, defensivas y de estabilidad establece las condiciones para la operación actual y las
siguientes. Aun cuando las operaciones sostenidas continúen, la nación anfitriona (en el
exterior) o el gobierno regional o local (dentro del territorio nacional) necesitará establecer o
restablecer la seguridad y el control civil y las tareas de asistencia humanitaria, durante el
tiempo que las unidades ocupen, sobrepasen o —en determinados casos excepcionales,
teniendo en cuenta las normas nacionales e internacionales— regresen áreas a una autoridad
que designe la autoridad civil de acuerdo con el mandato, de la nación anfitriona o de la
autoridad del gobierno regional o local.

Después de alcanzar los objetivos de las operaciones y de las campañas, las tareas de
estabilidad reciben mayor enfoque. Las unidades del Ejército determinan las actividades
trabajando en la identificación de las causas locales de la inestabilidad. El Ejército debe trabajar
en unidad de esfuerzo con la nación o el país apoyado y con las entidades gubernamentales y
no gubernamentales, con el fin de identificar los motivos locales que puedan ser factores de la
inestabilidad. Las tareas se deben enfocar en establecer la seguridad civil para proteger la
población y atender las necesidades humanitarias de los civiles afectados por la guerra.
Simultáneamente, los comandantes mantienen el momentum de las operaciones, a fin de
apoyar el restablecimiento de los servicios esenciales, reparar y proteger la infraestructura
crítica si la situación de seguridad lo permite.

Las tareas de estabilidad apoyan los esfuerzos de una transición civil o autoridad militar cuando
no existe un gobierno legítimo e impulsan las capacidades coercitivas y constructivas de la
fuerza militar, para establecer un ambiente seguro y protegido, que facilite la reconciliación
entre los adversarios locales o regionales, apoye la creación de las instituciones políticas,
legales, sociales y económicas, y facilite la transición de la responsabilidad a una autoridad civil
legítimamente constituida. A través de las tareas de estabilidad, el Ejército ayuda a establecer
las condiciones que habilitan las acciones de otros instrumentos del poder nacional para lograr
el éxito de la transformación del conflicto. Además, ayudan a los esfuerzos del gobierno
legítimo para enfrentar la inhabilidad de mantener la seguridad y el control, ocasionada por un
déficit de sus capacidades.

Tareas mínimas esenciales de estabilidad

Generalmente, la responsabilidad de cubrir las necesidades básicas de la población recae en el


Gobierno colombiano (dentro del territorio nacional), en la nación anfitriona o en las
autoridades civiles, agencias y organizaciones designadas (en el exterior). Cuando esto no es
posible, las FF. MM. deben desarrollar tareas que permitan garantizar las condiciones mínimas
de seguridad, comida, agua, refugio y tratamiento médico a la población local, hasta que las
autoridades civiles puedan asumirla. Los comandantes, en todos los niveles, deben evaluar los
recursos disponibles, con respecto a la misión, para determinar la mejor forma de ejecutar
estas tareas mínimas esenciales de estabilidad y los riesgos que pueden aceptar.

Enlazar esfuerzos militares y civiles

El Ejército Nacional, como parte una fuerza conjunta o multinacional, vincula los esfuerzos
militares y civiles (asociados a la AU) dentro de los cuales se deben desarrollar una serie de
tareas, empezando por crear un enfoque que forme los cimientos para el desarrollo de las
líneas de esfuerzo, las cuales sustentan el enfoque integrado para las tareas de estabilidad
sobre la base de la unidad de esfuerzo. Así, este enfoque asegura que los esfuerzos de las FF.
MM. estén integrados con unas actividades de estabilización más amplias.

Por consiguiente, militares y civiles unen sus esfuerzos en la búsqueda de una meta común y un
entendimiento compartido del estado final deseado; de esta forma se busca una descripción y
una comprensión clara de las líneas formales de autoridad que realcen la unidad de esfuerzo.
Junto con las actividades de los demás participantes, estas tareas contribuyen a la unidad entre
la amplia gama de actores involucrados en cualquier esfuerzo de colaboración.

TAREAS DE APOYO DE LA DEFENSA A LA AUTORIDAD CIVIL

Figura 9 | Tareas de apoyo de la defensa a la autoridad civil (ADAC)


Apoyo del ejército a las autoridades civiles

El Ejército apoya a las autoridades civiles mediante la realización de tareas de apoyo de la


defensa a la autoridad civil como parte de la acción decisiva. Puntualmente, esta clase de tareas
se define como el soporte proporcionado por las Fuerzas Militares de Colombia y todas las
instituciones que integran el sector defensa, en respuesta a solicitudes de asistencia de las
autoridades civiles nacionales para emergencias domesticas de cualquier índole, apoyo a la
imposición de la ley y otras actividades con entidades calificadas para situaciones especiales.

En este sentido, el apoyo tiene dos propósitos: garantizar que las autoridades logren aplicar las
leyes vigentes en una situación de emergencia para restaurar la gobernabilidad y ayudar a
restablecer los servicios básicos de la población para mejorar su calidad de vida. Esto se logra
en coordinación con la autoridad civil competente por medio de la acción unificada.

ALISTAMIENTO: Las características de las operaciones de ADAC son distintas de las otras tareas
que conforman la acción decisiva (AD) —ofensivas, defensivas y de estabilidad—, debido a que
las tareas de esta se enfocan en el empleo de medios no letales, en la medida que las
condiciones y el ambiente operacional lo permitan, con el fin de salvar vidas, mejorar la calidad
de vida, proteger la propiedad (pública y privada) y apoyar la recuperación social del territorio,
salvaguardando siempre los derechos y garantías de la población civil.

Para lograr lo anterior, los comandantes analizan el alistamiento de sus unidades mediante la
evaluación de su competencia en tres funciones de conducción de la guerra (FCG): mando tipo
misión (MTM), sostenimiento y protección. En primer lugar, el requisito para el despliegue de
unidades en un entorno operacional de este tipo, que usualmente se realiza con poca
anticipación, requiere sistemas de MTM que permitan llevar a cabo las coordinaciones con
organizaciones, gubernamentales y no gubernamentales, y que se adapten a las estructuras
lideradas por la organización civil.

En segundo lugar, puesto que el éxito de la misión depende de la capacidad de las unidades
para llevar personal, apoyo médico, suministros y equipos (aprovechando todos los recursos
disponibles), la mayoría de las misiones de ADAC se enfoca en la FCG Sostenimiento. Esto se
constituye como un reto porque, con frecuencia, las FF. MM. Proporcionan apoyo en aquellas
zonas devastadas por desastres y que carecen de agua potable, energía eléctrica y saneamiento
básico; por lo tanto, cuando sea necesario, deben instalar un área de apoyo y servicios para el
combate (ASPC) próxima al área afectada, que les sirva como base durante la misión.

La FCG Protección es la tercera área de evaluación del alistamiento. Es fundamental que los
comandantes tengan en cuenta sus capacidades en este campo y cómo se ejercen legalmente
en el ámbito nacional para integrarlas en el esquema de protección.
CAPACIDAD MILITAR: Los soldados están formados y entrenados para ejercer la iniciativa en el
combate; además, deben entender qué capacidades militares pueden aplicar durante las tareas
de ADAC, ya que esto les permite aprovechar al máximo su iniciativa disciplinada y esfuerzo. De
este modo, los comandantes mantienen un equilibrio entre la voluntad de los subordinados
para realizar cualquier tipo de misión y su capacidad para cumplirla. Estas incluyen:

• Realizar las tareas de manera eficaz y eficiente.


• Hacer las tareas de forma segura.
• Desarrollar las tareas dentro del cuerpo jurídico vigente.

Propósitos de las tareas de ADAC

Aun cuando hay muchas misiones potenciales para los soldados en las tareas de ADAC, como el
apoyo humanitario, las jornadas de apoyo al desarrollo, el fortalecimiento de la presencia del
Estado con oferta estatal y los proyectos productivos y de infraestructura.

Los propósitos principales de estas son siete: salvar vidas, restaurar servicios esenciales,
mantener o restaurar la ley y el orden, proteger la infraestructura y propiedad (pública y
privada), apoyar el mantenimiento o restauración del Gobierno local, configurar el ambiente
operacional para el éxito interagencial y apoyar con la recuperación social del territorio.

En algunas misiones de ADAC se pueden lograr estos fines directamente; por ejemplo, la
tripulación de una aeronave que participa en una operación de búsqueda y rescate está ahí
para salvar vidas, o unos soldados que combaten los incendios en un parque nacional o que
patrullan las calles después de un desastre natural están protegiendo la propiedad pública.

En otras, estos se alcanzan indirectamente; por ejemplo, unos soldados que ayudan al
transporte de suministros médicos, desde un área determinada a una instalación de albergue,
ayudan a reducir la angustia de sus conciudadanos por medio de sus acciones (a pesar de que
no sean ellos quienes los entreguen).

Adicionalmente, es importante aclarar que en ausencia de órdenes o en situaciones de


incertidumbre y caos, cada soldado gobierna sus acciones sobre la base de estos cuatro
propósitos (dentro de sus capacidades y limitaciones).

Tareas primarias del apoyo de la defensa a la autoridad civil

PROPORCIONAR APOYO A LAS INSTITUCIONES CIVILES NACIONALES ENCARGADAS DE HACER


CUMPLIR LA LEY: Inicialmente, se debe evitar la confrontación con los agentes generadores del
desorden público. No obstante, en los eventos en que se sobrepasen las capacidades de la
PolicíaNacional en el mantenimiento del orden público, y previa solicitud de esa institución a las
FF. MM., el Ejército brinda la asistencia militar. Este apoyo puede ser directo (se emplean
tropas con entrenamiento especial) o indirecto (se suministra con material logístico y medios
de comunicación para restablecer el orden público).

PROPORCIONAR APOYO PARA ATENDER EMERGENCIAS QUÍMICAS, BIOLÓGICAS,


RADIOLÓGICAS Y NUCLEARES: Otra de las capacidades militares que tiene el Ejército consiste
en la prevención y atención de desastres de índole QBRN. Aunque no todas las amenazas de
este tipo tienen origen en el terrorismo, o por acción humana, la mayoría de estas sí son
causadas por grupos terroristas dotados con armas de destrucción masiva. En el peor de los
casos, cuando el incidente es producto de un ataque de destrucción QBRN, el Ejército debe
proporcionar capacidades especializadas y unidades de propósitos generales para enfrentarlas.

Adicionalmente, las pandemias (enfermedades epidémicas que se extienden a muchos países o


que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región para las cuales las personas
tienen poca o ninguna inmunidad, y no hay vacuna disponible inmediatamente) y los brotes de
enfermedades infecciosas, que pueden resultar más graves que una gripe contagiosa, se
incluyen en estas tareas de ADAC (esto comprende los animales y cultivos afectados por
hongos, bacterias o virus); por lo cual, es preciso aclarar que el Ejército puede proporcionar
apoyo cuando sea solicitado por las agencias estatales.

PROPORCIONAR APOYO EN INCIDENTES INTERNOS SIN IMPORTAR LA CAUSA, EL TAMAÑO O LA


COMPLEJIDAD: Se denomina incidente cualquier tipo de desastre, emergencia o evento
causado por humanos (o por fenómenos naturales), que requiere una acción para evitar o
reducir al máximo la pérdida de vidas o daños a la propiedad y a los recursos naturales. Por
consiguiente, para prevenir y atender situaciones de emergencia que sean producto de
incidentes, se constituirán los consejos de seguridad y comités de orden público.

Al respecto, el Estado colombiano, a través de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de
Desastres, permite unidad de criterio, acción y esfuerzo de las organizaciones gubernamentales
y no gubernamentales en tareas de prevención y atención de desastres.

PROPORCIONAR OTRO APOYO DESIGNADO: Consiste en cooperación civil - militar, transporte


especial o seguridad adicional, entre otros. Pueden ser eventos como juegos olímpicos,
inauguraciones, visitas de personalidades o actividades donde se necesite el apoyo.

Asimismo, algunas misiones pueden implicar el apoyo solicitado por una autoridad local para
aumentar sus capacidades debido a la escasez de mano de obra o un incremento repentino en
la demanda de algún apoyo autorizado por el Presidente de la República. Por ejemplo, en caso
de que se inhabilite un aeropuerto nacional, se puede emplear uno militar (previa autorización
y coordinaciones); otro ejemplo es el apoyo que se presta a una comunidad con medios aéreos
para garantizar ayuda médica.
DEFENSA NACIONAL Y ACCIÓN DECISIVA

Defensa nacional es la protección de la soberanía, el territorio, la población nacional y la


infraestructura de defensa crítica de Colombia contra las amenazas externas y la agresión u
otras amenazas según las indicaciones del Presidente de la República. El Ministerio de Defensa
Nacional (MDN) tiene la responsabilidad principal de la defensa nacional. La estrategia para
esta (y el apoyo de la defensa a las autoridades civiles) exige la defensa del territorio contra
ataques de actores estatales o no estatales.

Las operaciones de defensa nacional (DN) realizadas en el dominio terrestre podrían ser el
resultado de circunstancias extraordinarias y decisiones del Presidente de la República.

Tanto en esta como en ADAC, el MDN y las unidades del Ejército trabajan en estrecha
colaboración con las otras agencias estatales, regionales y locales. La DN, y específicamente del
dominio terrestre, podría consistir en tareas ofensivas y defensivas como parte de la acción
decisiva. Esta es una defensa en profundidad que depende de la inteligencia, la disuasión
estratégica y regional, la presencia militar y la habilidad de generar y proteger rápidamente
capacidades de combate para proteger al país, los aliados y sus intereses.

Puesto que la probabilidad de una amenaza terrestre convencional es remota y las amenazas
transnacionales e híbridas continúan en aumento, la defensa nacional en el dominio terrestre
está mayormente asociada con el apoyo diario que se brinda al Estado. La DN proporciona este
apoyo a los asociados nacionales e implica el empleo de diversos medios en profundidad. Estos
pueden incluir el apoyo a la imposición de la ley civil, tareas de contraterrorismo y protección
de la Fuerza, la lucha contra las drogas ilícitas y las operaciones de defensa del ciberespacio, así
como la cooperación en seguridad con otros asociados para construir un concepto de
protección integrado y de apoyo mutuo.

Seguridad nacional es el esfuerzo nacional concertado para prevenir los ataques terroristas,
reducir las vulnerabilidades a estos, atender desastres naturales y otras emergencias. Los
términos ADAC, seguridad nacional (SN) y defensa nacional (DN) no son sinónimos. La SN es un
elemento integral de una política nacional y de seguridad más amplia. La protección de la patria
contra el terrorismo es la piedra angular de la SN. Además de las actividades del Gobierno
nacional, existen actividades relacionadas dirigidas por autoridades departamentales, locales,
tribales y territoriales que pueden ocurrir simultáneamente en el área de operaciones. El
desafío general es lograr de manera eficaz y eficiente la unidad de esfuerzo.

La SN describe la confluencia de las amenazas y riesgos en evolución con las responsabilidades


tradicionales gubernamentales para la defensa civil, la respuesta a emergencias, la aplicación
de la ley, las aduanas, el control fronterizo y la inmigración. Al articular estas responsabilidades
bajo una construcción global, la SN rompe las distintas amenazas contra el país que han
subsistido en el tiempo explotadas por aquellos que buscan socavar los intereses de la nación.
En el mismo sentido, la seguridad pública son las actividades de prevención, detección y
neutralización frente a amenazas de crimen organizado y delitos nacionales, transnacionales e
internacionales, que atenten contra las condiciones de bienestar de la población civil, la
prosperidad de las comunidades, la infraestructura y servicios asociados del Estado incluyendo
los recursos naturales. En esta, como en las anteriores, participa en el esfuerzo de la acción
unificada, mediante la aplicación de la acción decisiva.

RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN EN ACCIÓN DECISIVA

Recolección de información es una actividad que sincroniza e integra el planeamiento y el


empleo de sensores y medios, así como sistemas de procesamiento, explotación y difusión en
apoyo directo de las operaciones actuales y futuras.
Integra las funciones del estado mayor de inteligencia y operaciones, enfocado a responder a
los requerimientos de información crítica del comandante (RICC). Este término abarca la
inteligencia, vigilancia y reconocimiento (conocido como ISR). La recolección de información
destaca aspectos que influyen en cómo el Ejército opera como una fuerza terrestre en estrecho
y continuo contacto con el área de operaciones, incluyendo su clima, terreno, amenaza y la
población. En el nivel táctico, las operaciones de reconocimiento, vigilancia, seguridad e
inteligencia son los principales medios por los que un comandante planea, organiza y ejecuta
operaciones de configuración. Estas operaciones funcionan para responder a los RICC y para
apoyar la operación decisiva.

TRANSICIÓN EN ACCIÓN DECISIVA

Conducir una acción decisiva implica más que la ejecución simultánea de todas sus tareas.
Requiere que los comandantes y el estado mayor consideren las capacidades de sus unidades y
su capacitación en relación con cada tarea. Los líderes consideran sus misiones, deciden qué
tácticas emplear y equilibran las tareas de la acción decisiva mientras preparan la intención del
comandante y el concepto de la operación. Ellos determinan qué tareas pueden cumplir sus
unidades simultáneamente, si se requiere el empleo de fases, qué recursos adicionales puede
necesitar y cómo pasar de una tarea a otra.

Las transiciones entre las tareas de la acción decisiva requieren una cuidadosa evaluación,
planeamiento y preparación de las unidades cuando los comandantes cambian sus
combinaciones de tareas ofensivas, defensivas, de estabilidad o ADAC. Los comandantes en
primer lugar evalúan la situación para determinar las tareas aplicables y la prioridad para cada
una. Cuando las condiciones cambian, los comandantes ajustan la combinación de las tareas de
la acción decisiva en el concepto de la operación. Cuando una operación está dividida en fases,
el plan debe incluir estos cambios. El peso relativo otorgado a cada elemento varía con las
condiciones actuales o anticipadas y se refleja en las tareas y recursos asignados a los
subordinados, la organización por tareas (organización para el combate).
La acción decisiva no es un método de dividir en fases. Los comandantes consideran la
conducción recurrente de cada tarea (ofensiva, defensiva de estabilidad y ADAC) en todas las
fases de una operación. La figura 10 ilustra las combinaciones y ponderaciones de las tareas de
la acción decisiva a lo largo de las fases de una campaña u operación. Estas fases son solamente
ejemplos. Una campaña real puede nombrar y organizar las fases de manera diferente.
Además, las operaciones no se mueven necesariamente de manera lineal a través de las fases.
Por ejemplo, una unidad puede pasar de la estabilidad a capturar la iniciativa con poco o ningún
tiempo para la disuasión (véase el MFRE 5-0 para una descripción de las fases).

Figura 10 | Ejemplo de combinación de los elementos de acción decisiva en una campaña hipotética

Los cambios imprevistos o una mejor comprensión de un ambiente operacional pueden dar
como resultado que los comandantes replanteen el problema y modifiquen las operaciones
para adaptarse a la situación cambiante. El éxito imprevisto en la ofensiva que resulte en el
colapso de la oposición enemiga ilustra un cambio imprevisto. Otro ejemplo es la degradación
en las operaciones de paz, lo que resulta en un requisito de transición a tareas defensivas, o
incluso tareas ofensivas, para restablecer la estabilidad. Los comandantes necesitan ajustar la
organización por tareas (y determinar la organización para el combate) para cumplir con los
requerimientos cambiantes. En algunos casos, incorporan fuerzas adicionales proporcionadas
por el escalón superior para ayudar en la conducción de las operaciones. Al efectuar la
transición en las operaciones, los comandantes subordinados deben comprender claramente la
intención del comandante superior, el concepto de la operación y el estado final deseado. Los
comandantes exitosos entienden que las transiciones implican riesgos, cuánto riesgo aceptar y
dónde aceptarlo.

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