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Abuso de drogas
¿Qué es?
Muchas de las sustancias que producen adicciones hoy en día se llevan utilizando
desde hace miles de años por la humanidad con diversos fines. Así sustancias como el
alcohol, ciertos hongos alucinógenos (como el peyote), resinas de plantas (como el hachís)
y otras sustancias estimulantes y relajantes que se obtienen de ciertas plantas (cocaína,
opio, etc.) han sido empleadas en momentos determinados de la historia con fines
religiosos, espirituales y médicos. En tiempos remotos, y aún hoy, en prácticamente todas
las sociedades primitivas que subsisten, la medicina, la religión y los ritos espirituales han
estado siempre unidas, lo cual suponía que el brujo, el chamán o el sacerdote conocían los
efectos de estas substancias, y las empleaba en ocasiones concretas y para fines muy
concretos. En el mundo industrial las drogas se emplean también como forma de ocio
socialmente aceptado o no. La razón de que las denominadas drogas actúen de la forma
que lo hacen, produciendo efectos placenteros dispares, es que reproducen en el cerebro la
acción de unas sustancias propias (denominadas “drogas endógenas”), que el organismo
utiliza como soporte de la neurotransmisión de experiencias con las que recompensa ciertos
comportamientos imprescindibles para la vida del individuo y el mantenimiento de la
especie. Estas “drogas endógenas” se segregan de forma natural cuando se está satisfecho
o se siente placer en sus distintas formas. Sin embargo las “drogas exógenas” (que vienen
de fuera del organismo) o drogas propiamente dichas, tienen una potencia mucho más
elevada que las endógenas, y tomadas repetidamente acaban por alterar gravemente e
inhibir conductas básicas normales de quien las consume, hasta el punto de que sólo pueda
obtener satisfacciones a través de dichas drogas y de que su conducta acabe por
encaminarse principal o exclusivamente a conseguirlas. En mayor o menor medida, todas
las drogas producen:
Alcohol
Suelen describirse dos grandes tipos clásicos de patrón de abuso del alcohol: el del bebedor
continuo o diario, que suele beber vino y cerveza (alcoholes de fermentación) y no suele
presentar signos de intoxicación (borrachera), pero que cumple criterios de dependencia o
de abuso (patrón mediterráneo); y el del bebedor episódico, generalmente más joven, que
consume alcohol de alta graduación (alcoholes de destilación) en grandes cantidades los
fines de semana, con intoxicaciones importantes y alteraciones en su funcionamiento los
primeros días de la semana (patrón anglosajón). Cada uno de estos tipos de patrón de abuso
se corresponde con problemas sociales psiquiátricos y hasta complicaciones; médicas
distintas (es frecuente, por ejemplo, que el bebedor con patrón mediterráneo padezca sobre
todo del hígado, y el del patrón anglosajón del páncreas). Los problemas médicos derivados
de ambos tipos de consumo son importantes, desde la hepatitis o pancreatitis (inflamación),
hasta el cáncer. El paciente con un síndrome de abstinencia alcohólica leve cursa con
ansiedad, temblores matutinos y otros síntomas que se alivian cuando bebe alcohol por la
mañana;; en el síndrome de abstinencia alcohólica grave suele aparecer el Delirium
Tremens, que es un cuadro con alteración del sueño, sudoración taquicardia hipertensión y
otros síntomas que reflejan la disfunción del sistema nervioso vegetativo simpático,
alucinaciones visuales (principalmente pequeños animales o animales terroríficos),
desorientación ( no sabe dónde está; o qué día o fecha es), incapacidad para concentrarse y
atender, fluctuación del nivel de conciencia (las alteraciones se producen o se agravan
principalmente por la tarde o por la noche, mientras que en otros momentos del día pueden
parecer normales).
Cafeína
Aunque la cafeína es una droga de la que se abusa muy frecuentemente, que produce
síntomas de abstinencia y que da lugar a dependencia, es una sustancia amplia y legalmente
usada en todo el mundo. No tiene efectos tan nocivos sobre la salud como otras sustancias
de abuso, pero puede producir ansiedad, insomnio, y en personas con riesgo al respecto
puede contribuir a desarrollar hipertensión arterial, etc...
Cannabis
El cannabis está muy extendido en el mundo y se consume principalmente en dos formas
fumadas: como resina (hachís, “porros”) u hoja seca (marihuana, “maría”). También puede
ingerirse vía oral. El efecto de una cantidad moderada de cannabis suele ser el de sensación
de tranquilidad y una euforia discreta. También puede producir alteraciones en los sentidos
(colores más vivos, sensación de oír mejor, etc.). No hay descrito un síndrome de
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abstinencia del cannabis, pero según las cantidades consumidas pueden aparecer distintos
síntomas. Como en el consumo de otras drogas, con el cannabis pueden producirse
diversos trastornos psiquiátricos. Con el uso a largo plazo está descrita la aparición del
llamado síndrome amotivacional, en el cual el consumidor se muestra apático, sin ganas de
hacer nada, etc. pero se discute si este síndrome existe realmente como una consecuencia
del consumo del tóxico o si, más bien, es la consecuencia de que la gente que por otras
razones es menos activa y motivada por y consume cannabis tiende a hacerlo en mayor
cantidad que otros consumidores.
Alucinógenos
Los alucinógenos son sustancias que producen alucinaciones y otras alteraciones curiosas
de los sentidos (se afecta la percepción de las cualidades de las cosas,; y se presentan
sinestesias: por ejemplo los colores se oyen y o las palabras se visualizan, etc.). Hay
muchas sustancias alucinógenas en la naturaleza y como consecuencia de la síntesis
química pero las más conocidas pertenecen a la familia de los indoles (como el LSD) o de
las feniletilaminas (como la mescalina y muchas; de las denominadas actualmente
“pastillas”, incluidas la metilendioxiantetamina y metilendioximetanfetamina o “éxtasis”
que tienen un efecto discretamente alucinógeno, además del efecto principal estimulante).
Algunos alucinógenos son también potentes tóxicos cerebrales. La experiencia que se tiene
tras el consumo de los alucinógenos depende mucho de la neurobiología y de la
personalidad y; biografía de cada persona, del ambiente que le rodea, de la finalidad del
consumo y de las expectativas que hay al consumir. En ocasiones se produce lo que se
llama un “mal viaje” que es una experiencia alucinatoria aterradora tras el consumo.
Aunque no hay evidencia de que el LSD y otros alucinógenos similares den lugar
dependencia ni síndrome de abstinencia, si producen en ocasiones reviviscencias o
“flashbacks”,; rememoraciones muy vívidas de las experiencias acontecidas durante el
consumo que pueden llegar a ser muy angustiantes para el que las sufre.
Opiáceos
El opiáceo más utilizado como droga de abuso es la heroína, un tóxico muy adictivo que se
emplea por vía intravenosa o fumada y produce una sensación inicial de euforia y otra
posterior de tranquilidad con sensación de bienestar e indiferencia emocional ante el medio.
Su consumo regular produce tolerancia, dependencia y un síndrome de abstinencia bastante
conocido y desagradable que inicialmente produce sudores, intranquilidad, “carne de
gallina”, moqueo, y que si no sed trata evoluciona a dolores, agitación, temblores violentos,
calambres musculares, etc. El consumo de heroína se asocia también a muchos problemas
médicos, derivados del uso del tóxico; y de las inyecciones intravenosas sin higiene (SIDA,
infecciones, problemas renales, etc...).
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Inhalantes
Los inhalantes son un grupo heterogéneo de sustancias volátiles como pinturas, colas,
pegamento, barnices y combustibles, que se consumen por inhalación y provocan
sensaciones de irrealidad, mareo, euforia, etc., Suelen ser empleadas por jóvenes con pocos
medios económicos. Suelen ser sustancias tóxicas y el consumo asiduo de muchos de ellos
se asocia a daños cerebrales, renales, pulmonares y hepáticos.
Nicotina
Se trata de otra sustancia de abuso de amplio uso mundial, claramente perjudicial, por
problemas bien conocidos (cáncer de pulmón, bronquitis y otros problemas pulmonares y
cardiovasculares). Es una sustancia muy adictiva que crea tolerancia, dependencia y
síndrome de abstinencia, aunque más leve que con otros tóxicos.
Otros
Hay otras sustancias de abuso, aunque no todas producen dependencia o abstinencia, pero
su uso excesivo es perjudicial. Se trata de anabolizantes, suplementos alimenticios,
productos homeopáticos, sprays nasales para el resfriado, etc...
Tratamiento
El tratamiento de las adicciones no es posible si el afectado no desea realizarlo, y no es fácil
si no está suficientemente motivado. En este último caso, suele requerirse un trabajo
específico motivador y de compromiso con el tratamiento del paciente y de los familiares.
Aunque en los casos más evolucionados es muchas veces un camino largo y difícil para
todos los beneficios de los resultados pueden compensar con creces las dificultades y los
esfuerzos de los primeros momentos.
Alteraciones de la alimentación
¿Qué son?
La alimentación, como función de importancia vital para los animales se rige por un
poderoso conjunto de mecanismos biológicos y psicológicos que denominamos instinto de
supervivencia. El cuerpo ha desarrollado señales (el hambre y las señales fisiológicas que
indican hambre) y conductas asociadas a esas señales que impulsan al animal a buscar y a
tomar alimento cuando le es necesario. Sin embargo, la alimentación ha adquirido también
otras funciones en el largo camino evolutivo del ser humano (funciones sociales,
placenteras, etc.). Muchas personas en los países desarrollados se debaten hoy entre el ideal
de belleza vigente, asociado básicamente a la delgadez y a la preocupación por la obesidad,
y la disponibilidad alimentaria variada y fácil de obtener, propia de sociedades consumistas,
en las cuales, por razones obvias, muchos; tienden al sedentarismo y al sobrepeso.
Anorexia nerviosa
¿Qué es?
La anorexia mental es uno de los trastornos psiquiátricos que más preocupación causan
actualmente en los países desarrollados. Los medios de comunicación se refieren a ellos
con frecuencia y regularidad. Como en el resto de trastornos expuestos hasta aquí, la causa
de la anorexia nerviosa no está del todo clara. La importancia de los factores sociales y
culturales es evidente, si bien parece haber también factores orgánicos, psicológicos y
familiares implicados en el cuadro clínico.
Se trata de una enfermedad que afecta sobre todo a mujeres, aunque el porcentaje de
varones afectados parece haber crecido en los últimos años. Lo característico del trastorno
es el miedo exagerado a engordar, la pérdida de peso excesiva y la alteración de la imagen
corporal que conduce a verse gordo a pesar de que la delgadez extrema es evidente para
todos. La preocupación por determinadas áreas del cuerpo está claramente distorsionada y
la paciente puede continuar considerando llenas de grasa áreas en la que queda poco más
que la piel encima del hueso. La persona afectada suele ignorar los problemas que su bajo
peso le ocasionan, y continúa adelgazando hasta poner en peligro su vida. Según se va
perdiendo peso van apareciendo otros síntomas: desaparición de los ciclos menstruales,
dolor abdominal, piel seca, disminución de la tolerancia al frío, estreñimiento, la aparición
de un vello corporal oscuro denominado lanugo, e incluso otros más graves como arritmias
cardiacas, o alteraciones en electrolitos (como el sodio o el potasio) cuyo correcto balance
es imprescindible para la vida. A pesar de que el término anorexia significa literalmente
falta de apetito, las anoréxicas, sobre todo al principio, suelen tener hambre pero la
reprimen u ocultan por miedo a engordar; los síntomas digestivos que se van produciendo
cuando pierde peso tienden a perpetuar las conductas anoréxicas.
Hay dos grandes tipos de conductas anoréxicas, si bien pueden darse mezcladas en la
misma persona: restrictivas y; purgativas. La anorexia restrictiva se caracteriza por
conductas que tienden a impedir la entrada de alimento, como el ayuno, una excesiva
preocupación por las dietas y control de las calorías que tiene cada alimento mediante
complejos rituales que se despliegan a la hora de comer. Este tipo suele asociarse a rasgos
obsesivos de personalidad como son la tendencia excesiva al orden, al perfeccionismo, la
rutina, etc. La anorexia purgativa, se caracteriza por conductas como vómitos tras las
comidas, abuso de laxantes o de diuréticos, ejercicios desenfrenados tras la ingesta, etc. Se
trata de pacientes más impulsivas, y no es raro que coexista en ellas un abuso de drogas.
Tratamiento
El tratamiento de la anorexia nerviosa es complejo. Algunas veces la paciente acude por
primera vez a un servicio sanitario en condiciones de verdadero riesgo vital y,
generalmente, en contra de su voluntad, pues el propio trastorno le impide tomar conciencia
de que está enferma. Por eso, en estos primeros momentos lo principal es el soporte vital
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que puede requerir nutrición por sonda nasogástrica, lo cual suele causar angustia a estas
pacientes, que se sienten “como si se les estuviera cebando para engordar”. Cuando es
posible la colaboración de la paciente pueden introducirse en principio dietas líquidas en las
cuales es más fácil controlar el aporte calórico, y son mejor aceptadas que las dietas sólidas,
a las que se va pasando progresivamente. El tratamiento de la anorexia más extendido tiene
una importante base psicoterapéutica; conductista, al menos en el primer momento del
ingreso hospitalario: la paciente, por ejemplo, va obteniendo privilegios (desencamamiento,
visitas, posibilidades de ocio y de ejercicio, etc.) según gana peso. El tratamiento es
complicado y exige una vigilancia extrema, pues la paciente suele tender a ocultar comida
en lugar de tomarla, a vomitar a escondidas y falsear su peso mediante los trucos más
impensables.
Bulimia nerviosa
¿Qué es?
Lo característico de la bulimia nerviosa es la ingesta compulsiva de alimentos en forma de
atracones incontrolables de duración variable, que acaban con un gran sentimiento de
culpa; con frecuencia compensan esta ingesta vomitando, o mediante otras conductas
purgantes. Los alimentos elegidos para estos atracones suelen ser precisamente los más
grasos o dulces, y de escaso valor nutritivo. La paciente presenta también una gran
preocupación por la imagen personal y por el control de peso. Los atracones se producen
con frecuencia en momentos de ansiedad que no se distingue bien del hambre, como una
forma de acabar con ella; inmediatamente después sigue un sentimiento de culpa casi
invariable. Se dan también conductas purgantes, que acaban por producir lesiones orgánicas
por el vómito ácido (erosiones dentales, inflamación de las glándulas salivares, úlceras
esofágicas, etc.). Si no se dan las conductas purgantes la complicación habitual es la
obesidad. Las pacientes que vomitan tras la ingesta compulsiva llegan a desarrollar la
capacidad de vomitar a voluntad y sin estimularse el reflejo.
Tratamiento
El tratamiento de la bulimia nerviosa es también largo, complejo y básicamente
psicoterapéutico pero se emplean además, en algunos casos, inhibidores selectivos de la
recaptación de la Serotonina, pues se ha comprobado que algunos de ellos son útiles para
reducir la impulsividad.