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RESTAURANDO LA INTIMIDAD CON DIOS

INTRODUCCION:
DIOS ESTA BUSCANDO HOMBRES Y MUJERES CONSAGRADOS QUIENES
LIDEREN A PARTIR DE UNA INTIMA RELACIÓN CON ÉL.

Todo cristiano, ya sea líder o miembro activo de una comunidad religiosa, debe
tener claro y entender a la perfección la importancia de tener una relación intima
con Dios como la base de su liderazgo y llevar a la práctica pasos específicos
para profundizar esa relación.

En la profundidad de cada alma hay un lugar de encuentro, un castillo donde el


creyente y Dios pueden comunicarse. Para algunos creyentes, el castillo está
lleno de calor, alegría y risa. Para otros está vacío, solitario y casi inexistente. La
elección es suya: cultivar una intensa, productiva vida interior con el Señor o
dejarlo estar estancado y árido.
Sherwood Eliot: The Inner Life of the Believer

I. FUNDAMENTO BIBLICO.
Intimidad es el resultado de un deseo mutuo, incluye una relación de absoluta
confianza, sin ningún temor. Moisés es un ejemplo claro, de cuanta confianza
depositaba en Dios. La Biblia nos dice que hablaba con Él cara a cara. En el
libro de Éxodo podemos leer:

En cuanto Moisés entraba en ella, la columna de nube descendía y tapaba la entrada,


mientras el Señor hablaba con Moisés… Y hablaba el Señor con Moisés cara a cara,
como quien habla con un amigo.

Su relación con Dios era como la que se tiene con un amigo(a).


Jesús lo aclara más en Juan 17:21-22
Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros.

La relación entre Padre e Hijo es a la misma vez modelo de intimidad humana


y divina y una petición que tengamos nosotros la misma experiencia.  Ahora
bien, en una relación íntima de amistad con Dios pueden surgir barreras que
nos impidan desarrollarla.

II. BARRERAS A LA INTIMIDAD.


1. Superficialidad.
Esta se manifiesta en la falta de compromiso y seriedad. Muchas veces
actuamos de esta manera, no dándole la importancia debida a nuestra
relación con Dios. A veces los afanes diarios, el devenir del mundo nos
absorbe y solamente dedicamos una pequeña porción de nuestro tiempo para
acercarnos al trono de la gracia.

En Mateo 13:5-6 nos ilustra esto de la siguiente manera:


Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no
tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se
secó.

La respuesta de Dios, ante esto es que debemos invertir tiempo para


profundizar nuestra relación con Él. En el entendido que muchas de las
bendiciones y verdades para nuestras vidas más grandes para nosotros, se
encuentran en las profundidades donde la mayoría de personas no se toman
el tiempo de descubrirlas.

!Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán


insondables son sus juicios, se inescrutables sus caminos! 
Romanos 11:33

Ahora preguntémonos ¿CONOCEMOS A DIOS PROFUNDAMENTE O


SUPERFICIALMENTE?

2. Falla en Priorizar.
El mundo nos envuelve en lo que podría llamar la “tiranía de lo urgente”, es
una cultura, donde todo es para “YA”. Nos absorbe tanto que nos afecta en
nuestro ser interior, dejándonos estresados, haciéndonos impacientes, a
veces resentidos y peor aún, vacíos. Nuestras vidas giran en torno a
compromisos, ya sean laborales, de estudio, ministeriales; y no nos damos un
respiro para escuchar la voz apacible de Dios, nuestro amigo. El desea
escucharte, que compartas tus penas, tus proyectos, tus necesidades. Lo
primero es lo primero, y todos sabemos que nuestro Dios debe ocupar el
primer lugar en nuestras prioridades.

Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el
alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me
presentaré delante de Dios? 
Salmo 42:1-2

3. Enfocarse en Información en vez de Intimidad.


Podemos saber mucho acerca de Dios y de la santidad sin realmente
conocerle a Él. A veces creemos que, con recopilar todo tipo de información
referente a Dios, estamos en el camino de conocerlo. Esto obviamente, no
significa que no debemos instruirnos en el conocimiento de Él. Al contrario,
somos llamados a prepararnos para llevar a cabo la tarea que se nos ha
encomendado. Para poder llevar a cabo una relación con Dios más efectiva,
es necesario practicar disciplinas espirituales. Estas nos acercaran a Dios
porque se enfoca en Él, en vez de solo en conocimiento.

Los más grandes problemas de nuestra época no son tecnológicos, no son


políticos, ni económicos; son morales y espirituales. Ante esto las disciplinas
espirituales nos mueven de vivir una vida superficial a una vida más profunda
y con propósito. Nos liberan del egocentrismo y del temor. Estas no son solo
para los grandes líderes y pastores, NO. Están dirigidas a todo tipo de
persona, gente común que esté dispuesta a entablar una relación íntima con
nuestro Padre celestial, con el Rey de reyes y Señor de señores.

La intimidad con Dios es una elección y un compromiso. La elección es suya


mí querido lector. Cultivar una profunda relación con Dios y llevar una vida
interior plenamente llena del Espíritu Santo nos ayudara a convertir nuestro
desierto espiritual, en ríos de agua viva.

Invierta tiempo en la Oración y en la Meditación de su palabra, ya que a


través de estas prácticas usted crecerá espiritualmente y su vida será una
vida efectiva, llevando fruto y sumamente VICTORIOSA EN CRISTO JESUS.

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