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QUAD. PREH. ARQ. CAST.

17, 1996

Fauna y vegetación
en los ritos cultuales ibéricos
Arturo Oliver Foix*

Resumen
El presente trabajo ofrece una aproximación a la problemática que presentan los restos de fauna y vegetación en
los lugares y ritos de carácter cultual o de enterramiento durante la cultura ibérica. Ofrecemos una exposición de los
yacimientos en donde se ha detectado este registro arqueológico, así como las diferentes especies identificadas, y los
tipos de rito en los cuales aparecen, intentando ofrecer una explicación a la presencia de estos elementos.

Abstract
This paper offers an aproximation to the problematic of fauna and floral remainders in places and in rituals of a
worship character or in burials during the iberian culture period. We present the archaeological sites where these regis-
ter have been found-made, different species we identify as well as types of rites, offering a clear explanation of the pre-
sence of these elements.

Las nuevas tendencias metodológicas aplica- van excavando cada vez con mayor rigor, y como
das al análisis del registro arqueológico, que se vie- no, plantearse con un mayor número de elementos
nen considerando últimamente en las excavaciones de juicio, aspectos, ritos y funciones del mundo reli-
de los yacimientos pertenecientes a la cultura ibé- gioso y metafísico del íbero, hecho que parecía
rica, como es el caso de los modelos espaciales y imposible que se conociera a través de los datos de
los estudios de fauna y de vegetación, realizados una excavación arqueológica.
tanto en necrópolis como en asentamientos, nos ha Haciendo uso de la documentación que se
permitido adentrarnos en aspectos de esta cultura aporta a la historiografía ibérica a través de estos
de la antigüedad peninsular, que hasta hace unos nuevos planteamientos, y aprovechando en todo lo
años eran prácticamente insondables. Debido a posible los datos de excavaciones de hace unos
estas nuevas metodologías y a los recursos que se años, hemos querido presentar y plantear una intro-
invierten en los trabajos de campo en el momento ducción a la problemática que puede ofrecer la
de obtener la documentación necesaria, y después existencia de restos de fauna y vegetación en los
de varios años de una visión completamente reno- diferentes ritos de carácter cultual, que se van iden-
vadora de los estudios ibéricos, podemos conocer tificando en las excavaciones de los yacimientos
con mayor conocimiento de causa los planteamien- ibéricos.
tos y estructuración de la sociedad y de la econo- El registro de la fauna y la vegetación identi-
mía ibérica, la funcionalidad y distribución de las ficada, nos permite conocer parte del desarrollo
diferentes construcciones y asentamientos que se de los diversos rituales que los íberos llevaban a

*Servei d’Investigacions Arqueològiques i Prehistòriques. Diputació de Castelló. Campus Penyeta Roja. Edificio D 12080. Castelló de la
Plana.

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cabo tanto en los ambientes domésticos, sagra- Por otra parte, en este mismo yacimiento y en
dos o de enterramientos, así como el valor simbó- el mencionado campo de silos, el silo 101 se usó
lico de las diferentes especies dentro de las como depósito cultual. En la parte inferior de él se
creencias religiosas, a la vez que complementará prendió fuego, y entre el material que allí se utilizó
datos procedentes de otros tipos de fuentes, durante el rito aparecieron restos de trigo y aceitu-
como las iconográficas o las escritas, ayudando a nas.
comprender el complejo y variado mundo cultual y
ritual ibérico que actualmente empieza a presen- 2.- NECRÓPOLIS DE SERRÁ DE DARÓ
tarse perfectamente identificable cada vez con (GERONA)
mayor fuerza en el registro de los yacimientos.
En el presente trabajo recopilamos los yaci- Esta necrópolis pertenece al poblado del Puig
mientos ibéricos en donde la documentación fau- de Sant Andreu de Ullastret, hallándose en la
nística se encuentra integrada en algún tipo de rito vecina localidad de Serrá de Daró. Fue excavada
cultual, relacionándolo además con el espacio y el en 1982, pero no se ha publicado completa; tan
tiempo, así como con las connotaciones religiosas solo en una pequeña nota se nos indica que el
que cada especie pudo tener no solo en el mundo cementerio ofrece una cronología de los siglos V al
ibérico, sino también en algunas de las variadas III aC, aunque la mayoría de las tumbas son del IV
culturas mediterráneas que influyeron en la forma- aC (Martí, 1983).
ción y el desarrollo cultural ibérico. En la incineración número 7, excavada en
1982, se localizaron dos tabas que presentan indi-
cios de cremación.
YACIMIENTOS CON INDICIOS DE ANIMALES
Y VEGETALES EN LOS RITOS CULTUALES 3.- CAMP MAURI, LA VALLDAN-BERGA
(BARCELONA)
Pasamos a exponer de forma somera los
yacimientos en donde se han identificado diferentes En la habitación número 2 de este poblado
ritos cultuales en los cuales animales o vegetales ibérico, se localizó una inhumación infantil en el
se encuentran presentes. Para mayor detalle del pavimento, junto a la cual había un diente perforado
registro arqueológico, remitimos a la bibliografía de lobo. Este hallazgo se fecha entre el siglo III y II
indicada, ya que la exposición completa de los aC (Castillo, Riu, 1962).
datos obtenidos haría demasiado extenso este tra-
bajo. Los yacimientos se relacionan según su situa- 4.- TURÓ DEL MONTGRÒS, EL BRULL
ción geográfica, de norte a sur. (BARCELONA)

1.- MAS CASTELLAR, PONTÓS (GERONA) Yacimiento ibérico del que sobresale su com-
plejo arquitectónico defensivo, frente a una escasa
En este yacimiento consistente en un campo urbanización interior del recinto que encierra la
de silos relacionado con el comercio de cereales muralla. En este asentamiento, que se inicia en el
que se controlaba desde las colonias de Ampurias y bronce final y tiene tres fases de ocupación en
Rosas, encontramos un santuario dedicado a época ibérica, desde los siglos VI al III aC, encon-
Demeter y Core Perséfone, y unos silos que han tramos en el pavimento del llamado “ámbito 3”, per-
sido utilizados para ritos cultuales (Adroher, Pons, teneciente a la última fase, siglo III aC, un depósito
Ruiz de Arbulo, 1993). Todo el conjunto se data compuesto por un esqueleto de oveja (Molist,
entre el siglo IV y la primera mitad del siglo II aC. Rovira, 1986-1989).
En el santuario encontramos una sala, la
número 1, donde se han localizado restos de ani- 5.- CAN RADON DE L’HORT, CABRERA
males en conexión, concretamente perro, cinco DE MAR (BARCELONA)
individuos; toro, dos individuos; ovicáprido, un indi-
viduo; equinos, un individuo; cerdo, un individuo. Necrópolis localizada casualmente en 1881
Los hallazgos se situaban encima del pavimento de en la finca denominada de Can Radon de l’Hort, y
la estancia. En el espacio número 3, ambiente en el excavada por J. Rubio de la Serna tras su localiza-
que había un ara y unos hogares, se menciona tam- ción; no obstante, sus materiales no fueron publica-
bién la presencia de fauna, aunque no se indica la dos hasta 1968 (Barberá, 1968). Posteriormente,
especie. fue objeto de otra excavación (Barberá, 1969-

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FAUNA Y VEGETACIÓN EN LOS RITOS CULTUALES IBÉRICOS

1970), en la que se hallaron cuatro tumbas forma- 7.- CA N’OLIVER DE MONTFLORIT,


das por una amplia fosa excavada en el suelo que CERDANYOLA (BARCELONA)
contenía abundante ajuar cerámico, entre el cual
destacaban las ánforas ibéricas y la cerámica de Yacimiento excavado en los años cincuenta,
barniz negro. Tiene una cronología que abarca del localizándose en él enterramientos infantiles en
350 al 250 aC. Procedente de las dos excavacio- vivienda. El poblado presenta dos fases de ocupa-
nes, se han podido identificar restos de animales, ción, una del 450 al 330 aC, y otra del 250 al 50 aC.
como la perdiz de roca, grajilla de los Alpes, cor- En las últimas campañas de trabajo de campo
dero, conejo, cabra, cerdo, équido, tordo y toro. En (Barrial, Cortadella, 1986), debajo de la banqueta
la tumba II se identificaron huevos de gallina dentro de mampostería de una habitación y junto al muro,
de la urna, y en la tumba IV, un huevo fuera de ella. se encontraron restos de un ovicáprido, el cual
Los enterramientos según su excavador pertene- estaba protegido por un molino, hecho que así
cen a guerreros. mismo sucede en algunos enterramientos infanti-
les. Todo ello se localizaba encima del pavimento.
6.- TURÓ DELS DOS PINS, CABRERA Los huesos, que se han encuadrado entre el siglo
(BARCELONA) IV-III aC, están compuestos de cuatro extremida-
des, el cráneo y costillas. Además, se han locali-
Necrópolis ibérica de gran interés debido al zado fragmentos de huevo, posiblemente de
amplio estudio que ha sido objeto. Ofrece una cro- gallina.
nología del 250 al 180 aC, (García, 1993), y entre
el registro arqueológico podemos distinguir varias 8.- PENYA DEL MORO, SANT JUST
especies de animales, los cuales se localizan DESVERN (BARCELONA)
mayoritariamente en el interior de la estructura
funeraria, los loculi, pero los restos de avifauna y La Penya del Moro, corresponde a un asenta-
huevos se sitúan en el interior de las urnas. Han miento ibérico con una cronología que se inicia a
podido distinguirse trece ejemplares de ovicáprido, fines del siglo VII o principios del VI aC, llegando
de los que el 20 por ciento son jóvenes adultos; el hasta el 300 aC, pero presentando una desocupa-
20 por ciento, subadultos-adultos; el 9 por ciento, ción entre el 500 y el 450 aC De este yacimiento se
adultos; y el 2 por ciento, infantes. De ovejas se han publicado un total de 22 depósitos de animales,
han identificado un total de ocho ejemplares, y los cuales consistían en una fosa en el interior de la
siete de cerdo, de los cuales el 28,60 por ciento habitación excavada en el pavimento y cerca de los
son infantiles jóvenes; el 41,80 por ciento, infantes; muros perimetrales. En total, se han podido identifi-
el 1,30 por ciento, jóvenes o adultos; el 1 por car tres especies, oveja, con once individuos;
ciento, subadultos adultos; y no hay ningún ejem- cabra, cinco individuos; ovicápridos, cinco indivi-
plar de adulto. Continúa en número, la cabra, con duos. Estos animales presentan en conjunto, un
cinco ejemplares, y cinco más de individuos de avi- segmento de edades muy amplio, ya que hay tanto
fauna, y por último un ejemplar de toro. Además, recién nacidos, como adultos, aunque predominan
existen en tres tumbas restos de huevo, posible- los ejemplares entre 30 y 48 meses. Se pueden
mente de gallina, y en cuatro astrágalos que pre- establecer tres grupos en cuanto a las partes del
sentan indicios de cremación. cuerpo de los animales encontrados, el que ofrece
En cuanto a las partes del esqueleto de los el esqueleto completo, el compuesto tan solo por
animales se pueden identificar tres grupos: los huesos largos y el que sólo presenta el cráneo y
las patas. En algunos casos, los huesos han sido
A.- columna vertebral, cintura escapular y pél- depositados en la fosa de forma ordenada,
vica, y húmero y fémur; es decir las partes corres- mediante capas, siendo el cráneo el primer ele-
pondientes a un alto valor alimentario. mento en depositarse, posteriormente los metapo-
dos y falanges anteriores, y por último los
B.- radio, ulna, tibia, cráneo, mandíbula y cos- metapodos y falanges posteriores (Barberá, Campi-
tillas, que forman un valor medio en cuanto a ali- llo, Miró, et alii, 1989).
mentación.
9.- ALORDA PARK, CALAFELL (BARCELONA)
C.- vértebras caudales, carpos, tarsos, meta-
póndios y falanges, que son el grupo de un bajo Yacimiento situado en la costa catalana
valor alimentario (Miró, 1993). correspondiente a un poblado ibérico con varias

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fases de ocupación, una posible que abarcaría del tiles en vivienda, de los cuales el denominado 2M,
siglo VII al VI aC, otras de los siglos VI, V, IV, IV-III y que se encontraba en un hueco debajo la ban-
una última del II aC (Sanmartí, Santacana, 1992). queta de cimentación de la vivienda, estaba acom-
Este yacimiento ha proporcionado varios pañado de un ovicáprido y un conejo (Beltrán,
tipos de depósitos de animales. Cabe destacar los 1976-1978).
situados en un posible ambiente cultual del siglo IV
aC, los cuales se han localizado en tres agujeros de 11.- CABEZO DE ALCALÁ, AZAILA (TERUEL)
unos 20 centimetros de diámetro excavados en el
pavimento, en los que se han podido encontrar tres
En el estrato II perteneciente al momento ibé-
corderos de una edad entre cinco y diez meses,
rico de la acrópolis de este conocido yacimiento
presentando la parte del viscerocráneo, mandíbu-
aragonés, J. Cabré localizó una vasija con un
las, manos y pies, junto a uno de ellos había una
huevo en su interior (Beltrán, 1976,31). La funcio-
valva de Donax. También un perro de edad infantil,
nalidad cultual de la cascara no se ha podido dis-
identificado por el humero. En otro recinto e igual-
cernir con seguridad.
mente en el pavimento, se había enterrado una
oveja de dieciseis a dieciocho meses, y otra entre
doce y quince meses, todos ellos representados 12.- SAN ANTONIO, CALACEITE (TERUEL)
por el viscerocráneo, mandíbula, manos y pies.
Junto a uno de los individuos, el segundo, había En este poblado ibérico de los siglos IV-II
una concha de Glycymeris, y dos vertebras de aC, excavado por P. Bosch, y estudiado años más
pagel. También había una gallina adulta, de la que tarde por F. Pallares, se localizó un interesante
estaba el tarso, el metatarso, el pico, dos vértebras recinto subterráneo, en el centro del cual había un
y tres falanges, y junto a ella una valva del género ara de mampostería y junto a los muros unos ban-
Donax. Todo ello con una cronología del siglo IV cos corridos, sobre los que habían vasijas llenas
aC. En un recinto del siglo anterior se localizó una de cenizas. Entre medio de ambas estructuras y
oveja macho de nueve a doce meses, acompañada sobre el pavimento se encontró gran cantidad de
de dos valvas de Glycymeris. Todo ello estaba en huesos de animales indeterminados (Pallares,
un agujero relacionado con un hogar realizado 1965).
sobre el pavimento. En un edificio que según sus
excavadores podría ser un horreo, también se loca- 13.- TARRATRATO, ALCAÑIZ (TERUEL)
lizaron los restos de una oveja de tres años, repre-
sentada por el viscerocráneo, mandíbula, manos y
Yacimiento al igual que el anterior, excavado
pies. Se encontraba sobre una banqueta de piedras
hacia los años veinte, pero publicado en su
y rodeada de cal. Otros tres ejemplares de ovicápri-
momento. Es un poblado de calle central, y en la
dos, dos de ellos entre doce y dieciocho meses, y
vivienda 6, en un ángulo de la estancia y detrás de
otro de veinticuatro, representados por la dentición,
un zócalo de piedras, había una inhumación infantil.
mandíbulas, maxilares y extremidades, se localiza-
Cercana a la inhumación apareció una pequeña
ron en otro recinto acompañados de una valva de
fosa en donde se depositaron los restos de diversos
Glycymeris y otra de Donax. En una torre se encon-
pájaros (Paris, Bardaviu, 1926).
tró un perro, según indican los restos de mandíbu-
las, fragmentos de cráneo, cinco metacarpos,
costillas, dos metatarsos, ulna y radio; es de edad 14.- EL PALOMAR, OLIETE (TERUEL)
infantil. Otro perro también de edad infantil, mandí-
bula, escápula, radio, húmero, costillas, se ha loca- Espectacular yacimiento de un solo nivel de
lizado junto a los metacarpos de un ovicáprido. Por ocupación perteneciente al ibérico pleno y tardío.
último, una cornamenta de cabra de un ejemplar En él se mencionan varios enterramientos de ani-
adulto, se ha encontrado en una pared del siglo VI males, especialmente cerdos y ovejas, situados
aC (Albizuri, Nadal, 1992). en la entrada de los corrales. En la H-2/16 había
un pozo excavado en la grava, en el cual se loca-
10.- LA ROMANA, PUEBLA DE HIJAR lizó un esqueleto de cerdo o jabalí. Aparecen tam-
(TERUEL) bién enterramientos infantiles de inhumación,
junto a los cuales hay pequeñas cistas con ofren-
En este asentamiento de los siglos III-I aC se das (Vicente, Ezquerra, Escriche, 1990; Vicente,
han exhumado una serie de enterramientos infan- 1981; 1982).

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FAUNA Y VEGETACIÓN EN LOS RITOS CULTUALES IBÉRICOS

15.- EL PUIG DE LA MISERICORDIA, cubierto por una bóveda de adobes. En el centro


VINARÒS (CASTELLÓN) hay un hogar rectangular que contrasta con los cir-
culares del resto de los recintos. En este recinto
Yacimiento con tres fases de ocupación, en la especialmente junto al muro este, había abundan-
segunda de ellas, datada en el siglo VI aC, en un cia de restos de huesos quemados de animal
pavimento de habitación, se localizó un enterra- (Atrián, 1976).
miento infantil, y junto a él habían tres escápulas de
mamífero pequeño, probablemente de conejo de 20.- LOS CABAÑILES, ZUCAINA
pocos días (Oliver, Gómez, 1989). (CASTELLÓN)

16.- EL PUIG DE LA NAU, BENICARLÓ En este yacimiento se han excavado dos recin-
(CASTELLÓN) tos que han ofrecido en su pavimento cinco enterra-
mientos infantiles de inhumación en urna,
Yacimiento con un amplio segmento cronoló- pertenecientes a los siglos VI-V aC. En la urna número
gico desde el siglo VII al V aC. En la fase corres- 5 había una valva de un pequeño molusco parasitario
pondiente al siglo VI aC, se ha localizado en el de la ostra (Gusi, 1970; 1971; 1989a; 1992).
recinto 28 un enterramiento infantil en posición
fetal, junto al cual había la mitad distal de un hueso 21.- LA ESCUDILLA, ZUCAINA (CASTELLÓN)
de oveja de un año de edad.
Ya perteneciente al siglo V aC, concreta- Santuario necrolátrico compuesto por tres
mente a su segunda mitad, encontramos dos dependencias, en la del medio denominada H-1
depósitos localizados en los pavimentos de las hay dos ámbitos, el primero con un betilo central,
viviendas 14 y 21, ambos junto a los muros. En el y el segundo es un espacio cerrado más
primero habían restos de oveja y cerdo, en el pequeño. Frente a la puerta de acceso al departa-
segundo varios huesos de oveja (Oliver, Gómez, mento menor se descubrió un agujero circular de
1989). 1 metro de diámetro y 0,20 metros de profundi-
dad, excavado en la roca y tapado por el pavi-
17.- NECRÓPOLIS DEL PUIG DE LA NAU, mento; en él habían depositado tres perros, dos
BENICARLÓ (CASTELLÓN) ovejas y un jabalí, cuyas articulaciones estaban
en conexión, por lo que no eran restos de comida.
En la necrópolis del poblado de la segunda En el muro medianero de la H-1 y la H-3, al lado
mitad del siglo V aC, se mencionan restos de con- de la puerta, apareció entre dos hiladas semides-
chas en la tumba 8 y en la 17, y de vegetales en la truidas, una extremidad de cordero. Junto a la
primera de ellas, aunque no se han analizado para puerta de acceso y en el mismo paramento, había
conocer las especies. una mandíbula de cordero de corta edad colo-
cada en una pequeña concavidad formada por
18.- CALLE SAN JOSÉ DE ALCALÁ dos bloques de la pared y recubiertos con un ten-
DE CHIVERT (CASTELLÓN) del de barro.
Este santuario se caracterizó por la abundan-
En un posible enterramiento del ibérico tardío, cia de inhumaciones infantiles, un total de 18 indivi-
encontrado casualmente al realizar una zanja en la duos, que se encontraban dentro de urnas, algunas
calle San José para el tendido telefónico, se han conteniendo varios cuerpos. En estas urnas habían
localizado dos cabezas de caballo (Oliver, 1986). los siguientes animales (Gusi, 1970; 1971; 1989;
1992):
19.- ALTO CHACÓN, TERUEL Urna 1: falange de bóvido y ovicáprido; un
incisivo de ovicáprido lechal.
Yacimiento ibérico con una cronología de los Urna 2: fragmento óseo indeterminado.
siglos V al I aC, ofreciendo su mayor desarrollo del Urna 2 bis: mandíbula de un ovicáprido
siglo III al II aC, presentando 25 departamentos y lechal; seis hemimandíbulas izquierdas de cría de
dos calles. En el departamento 19, que es un edifi- ratón de campo; grano de cereal indeterminado.
cio que por sus características constructivas resulta Urna 3: mandíbula de ovicáprido; falange y
singular, presenta junto a su muro oeste, un altar de canino de cerdo o jabalí; mandíbula de cría de ratón.
piedras escuadradas, y a su alrededor hay mues- Urna 4: un diente indeterminado de ovicá-
tras de fuego. El edificio podría haber estado prido lechal.

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Urna 5: un molar de cría de ratón de campo, 26.- MERINEL, BUGARRA (VALENCIA)


hemimandíbula izquierda de musaraña común.
Urna 6: fragmento de tibia de conejo, tres Una de las varias cuevas santuario ibéricas,
dientes de ovicáprido lechal, dos hemimandíbulas con una datación de los siglos IV-III aC. Entre la fauna
izquierdas de cría de ratón de campo. localizada nos encontramos con cerdo joven, espe-
Urna 7: un incisivo de ovicáprido lechal. cialmente las partes craneales, y cordero, del que
tenemos cráneos y mandíbulas (Martínez, 1992).
22.- ORLEYL, VALL DE UXÓ (CASTELLÓN)
27.- CUEVA II DEL PUNTAL DEL HORNO,
Entre el material procedente de las excava- VILLARGORDO DE CABRIEL (VALENCIA)
ciones clandestinas de la necrópolis de Orleyl de
la localidad castellonense de la Vall d’Uixó, la cual Otra cueva santuario con una cronología esta-
ofrece una cronología que abarca entre el siglo VI blecida entre el siglo VI y el V aC. Junto a los restos
y el II aC (Lazaro, Mesado, Aranegui, Fletcher, de fauna llegados allí por medios no antrópicos, tene-
1981), se recogieron cuarenta y seis astrágalos de mos los que han depositado los hombres, que son
ovicáprido, algunos de los cuales presentaban ciervos y ovicápridos (Martí, 1990; Sarrión, 1990).
una perforación o tenían las caras rebajadas.
28.- EL AMAREJO, BONETE (ALBACETE)
23.- SANT JOSEP, VALL DE UXÓ
(CASTELLÓN) En medio de una calle del asentamiento del
Amarejo de Bonete, encontramos un hoyo exca-
En un pavimento del siglo V aC se ha locali- vado en la roca que según su excavador serviría de
zado un enterramiento infantil en urna; formando depósito de ofrenda para una divinidad relacionada
parte del conjunto habían fragmentos de ovicápri- con el tejido.
dos jóvenes (Oliver, Gómez, 1989). Dicho depósito fue utilizado para la cremación
de ofrendas, cubriendose posteriormente con ado-
24.- CASTELLET DE BERNABÉ, LIRIA bes y piedras. La datación de todo el conjunto perte-
(VALENCIA) nece al siglo III aC. Podemos diferenciar ofrendas
vegetales y animales. De los primeros tenemos trigo,
Poblado situado en el llano del campo del cebada y centeno en lo que se refiere a las gramí-
Turia, con una cronología que puede abarcar del neas; habas y un posible guisante en lo relacionado
siglo IV al II aC. En el recinto 6 se localizó un ente- con las leguminosas. Hay también muestras de uva,
rramiento infantil en urna que iba acompañado de así como almendras, ciruelas, bellotas, quejigo, cas-
un esqueleto de musaraña, y de un posible esque- caras de nuez, higo, piñones y escamas de pino.
leto de ratón. También en este recinto bajo una Entre los restos de animales tenemos una
puerta había un omoplato, y un depósito de anima- taba y cascaras de huevo de gallina, además de
les en similares características que los enterra- nueve individuos de ovicápridos, ocho de cordero,
mientos infantiles. En el departamento 3, datado tres de buey, tres de cerdo, dos de cabra, uno de
igualmente en el siglo IV aC, en otro enterramiento caballo, uno de perro y otro de équido sin especifi-
infantil de inhumación en urna, y entre los restos del car. La fauna silvestre la componen dos liebres, dos
ajuar, había una concha de cypraea perforada ratones, ciervo y conejo. De la avifauna hay tres
(Guerin, Martinez, 1987-1988; Guerin, Calvo, Grau, gallinas; se ha localizado también un anfibio, y res-
Guillen, 1989). tos de tiburón en lo referente a la fauna marina, que
se completa con un cefalópodo, sepia, y varios
25.- LA SEÑA, LIRIA (VALENCIA) moluscos como la Collumbella rustica de la que hay
tres elementos, cuatro Cerastoderma edule, dos
Poblado situado también en llano, se puede Haminia quadridens y una Thais haemastona
datar al igual que el anterior entre el siglo IV y el II (Broncano, 1989).
aC. En el departamento 4 de este yacimiento con
una cronología del primer siglo de la ocupación, 29.- LOS VILLARES, HOYA GONZALO
había una inhumación infantil en urna con un indivi- (ALBACETE)
duo, también apareció otro por las tierras inmedia-
tas, con ellos se localizó un molar superior de Interesante y rica necrópolis tumular con tres
conejo (Guerin, Martínez,1987-1988). fases de ocupación y una cronología del siglo VI al

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FAUNA Y VEGETACIÓN EN LOS RITOS CULTUALES IBÉRICOS

IV aC. En la denominada tumba 14 hay tres astrá- metros, que corresponde a una estructura tumular,
galos y en la 25, un diente de bóvido. Este alrededor de la cual aparecieron restos de varias
hallazgo parece ser que corresponde a los restos hogueras. Sobre el enlosado además, se encontra-
de un silicernium. En el enterramiento 28 encon- ron restos de cerámica y huesos de animales. No
tramos grano de trigo; en la 36, semillas de parece que la estructura constructiva indicada seña-
bellota, y en la 62, semillas sin determinar (Blan- lase la existencia de enterramientos. El conjunto se
quez, 1990). data entre el siglo V y II aC (Abad, Alberola, 1990).

30.- HOYA DE SANTA ANA, CHINCHILLA 35.- LA ESCUERA, SAN FULGENCIO


(ALBACETE) (ALICANTE)

Necrópolis excavada en el inicio de los años Poblado ibérico con una cronología de los
cuarenta. Son enterramientos de cremación en siglos IV-II aC, en donde parece que existió un edifi-
hoyo simple y con estructuras tumulares. En la cio cultual. Encima de una plataforma del departa-
tumba 0 habían restos de caballo, datándose en el mento I, y en el estrato IIb, así como entre esta
siglo II aC (Blanquez, 1990). estructura y la pared sur, habían varios restos óseos
de pequeños animales. Por otra parte, el análisis de
31.- EL ZARICEJO, VILLENA (ALICANTE) la sedimentación del estrato indicó la presencia de
abundante material descompuesto, sobre el cual, la
Necrópolis con escultura funeraria fechada en autora del trabajo, se pregunta si era de los anima-
el siglo IV aC. Adolece de un estudio general del les allí sacrificados (Nordstrom, 1967).
yacimiento, pero se menciona la existencia de res-
tos de animales (Soler, 1972). 36.- EL ORAL, SAN FULGENCIO (ALICANTE)

32.- COIMBRA DEL BARRANCO ANCHO, En el recinto III L2 de este poblado de la


JUMILLA (MURCIA) desembocadura del río Segura, habían varios
fragmentos de huevos de avestruz cortados con
En la relevante tumba 70 de la necrópolis, el borde dentado en V y labio biselado. También
datada en el siglo IV aC, dentro de un nicho y for- se localizó un asador, sobre cuya función se dis-
mando parte del ajuar funerario aparecieron cerca cute sí tiene un fin cultual, aunque hay quien
del centenar de tabas, de las cuales diez presenta- opina que es monetal. En otro recinto de esta
ban en su cara retoques de abrasión, y tres tenían construcción, en la H-III L4, había un olpe. El
perforación central. La mitad de ellas están frag- poblado se data en la primera mitad del siglo V aC
mentadas. Hay restos vegetales de gamón y de (Abad, Sala, 1993).
alhalva (Iniesta, Page del Pozo, Garcia, 1987;
Rivera, Obón, 1987). 37.- EL MOLAR, SAN FULGENCIO (ALICANTE)

33.- LA ALBUFERETA, ALICANTE Necrópolis cercana al yacimiento anterior,


con el cual presumiblemente se debe relacionar. En
Amplia necrópolis excavada en los inicios de una excavación de salvamento, se localizó una fosa
los años treinta y de la década siguiente. En la de 2 por 0,60 metros y una profundidad de 0,80
excavación de F. Figueras Pacheco, en las tumbas metros, datada en el siglo V aC. En la base de esta
50, 94 y 100, datadas en el siglo IV aC, se localiza- estructura que sus excavadores consideran un sili-
ron tabas. En la excavación de José Lafuente, en la cernium, había una plataforma cuadrada de arcilla
tumba 15 habían cuarenta tabas; en la 40 siete con- de 0,70 por 0,70 metros, sobre la cual aparecieron
chas de caracol; en la 68, ciento veinte tabas, y en abundantes restos de fauna, entre la que se puede
la 104 treinta y cuatro tabas (Rubio, 1986). identificar oveja, ovicápridos, cerdo, buey, perro y
ciervo, así como varias especies de moluscos,
34.- LA GUALEJA, MONFORTE DEL CID Glycymerys gaditanus, Trunculanopsis trunculus,
(ALICANTE) Caratoderma edulis, en lo que a marinos se refiere,
de terrestres está el Iberus alonensis, Ruminan
Necrópolis destruida por la transformación decollata, y de los fluviales la Cochlicella acutas.
agrícola de la finca. Entre los escasos restos que se Habiendo también restos de galápago (Monraval,
pudieron excavar, destaca un enlosado de 7 por 4 López, 1984).

287
ARTURO OLIVER FOIX

En la excavación de J.J. Senent se cita la individuos más corresponden a asnos, represen-


localización de un ustrinum con conchas. Además, tados por la mandíbula, húmero, radio, pelvis,
los enterramientos se cubrían con una capa de ocre fémur, falange, metatarso. Dos ejemplares más de
o conchas, que aparecen en profundidad variable e un équido del que no se ha podido conocer la
incluso en capa doble, como en la sepultura 30, en especie, están representados por la mandíbula, la
donde por encima de un paquete de lanzas y falca- escápula y la pelvis. Los ovicápridos de los que
tas, había a 0,12 metros de distancia una capa de hay dos individuos se encuentran representados
conchas y sobre ésta a 0,10 metros otra igual. En la por la mandíbula, las costillas y los huesos largos.
sepultura 7 apareció el ajuar entre dos concheros De caballo tan solo hay un ejemplar, del cual tene-
(Senent, 1930). mos la mandíbula, la escápula, la pelvis, los hue-
sos largos y los de los pies y manos. De cabra hay
38.- SAN ANTÓN, ORIHUELA (ALICANTE) un cuerno. Del cerdo, del que tan solo se ha locali-
zado un ejemplar, tenemos el neurocráneo, la
mandíbula, la pelvis y los huesos largos. El perro,
En la ladera de la colina denominada La
un solo individuo, está representado por la mandí-
Muela, el padre J. Furgús excavó una necrópolis a
bula, el atlas, la vértebra cervical, las costillas, el
principio de siglo, y en los lugares donde su excava-
húmero y la pelvis. También del ciervo tenemos un
dor consideró que se había producido la cremación,
único ejemplar. De malacología se menciona Car-
habían huesos de animales, al igual que junto a los
dium, Cyprea y conchas marinas sin especificar.
restos humanos (Furgús, 1937; Llobregat, 1972).
También se indica la existencia de peces en la
tumba 267, y en la 261 huesos de pájaro o roedor.
39.- CASTILLO DE LOS BAÑOS, FORTUNA En la tumba 244 hay muestras de cáscara de
(MURCIA) huevo, presumiblemente de gallina. En cuanto a
las tabas nos encontramos que están representa-
En una excavación de urgencia realizada en das en abundancia, habiendo ajuares con un solo
esta necrópolis, se localizaron cuarenta y tres tum- ejemplar, mientras que otra, la tumba 200, pre-
bas pertenecientes a un segmento cronológico que senta 300 ejemplares de carnero.
va del siglo V al IV aC. Entre los ajuares habían res- En cuanto a los elementos vegetales, se men-
tos de piñones (Rivera, Obón, 1990; Garcia, 1991). ciona cebada y avena (Hopf, 1964). En la tumba
200 se localizó una espuerta llena de trigo y ade-
40.- CABEZO DEL TÍO PÍO, ARCHENA más huesos de aceituna y almendras.
(MURCIA)
42.- CABECICO DEL TESORO, VERDOLAY
En la tumba 3 de la excavación realizada por (MURCIA)
J. San Valero y D. Fletcher, había un cántaros de
cerámica ática de barniz negro, fechado entre el 375
Esta necrópolis de una pedanía de Murcia ha
y el 350 aC, con dos piñones casi enteros, tres frag-
sido el yacimiento ibérico que mayor número de
mentos de cubierta de piñón y una semilla, y varios
tumbas ha ofrecido, un total de 595. Se excavó
fragmentos carbonizados (San Valero, Fletcher,
entre 1933 y 1935, y presenta una cronología entre
1944; Rivera, Obón, 1990; Garcia, Pagé, 1990).
el siglo V y el I aC (Nieto, 1943; 1944; Sánchez,
Quesada, 1991). Entre el ajuar de las tumbas se
41.- EL CIGARRALEJO, MULA (MURCIA)
han localizado varias tabas, ya sea de forma indivi-
dual o como mucho en grupo de dos o tres, o bien
Esta extensa necrópolis que ha sido objeto
en lotes, como la sepultura 117 con treinta y dos, y
de amplios trabajos de excavación, en los cuales
la 323 con quince.
se han puesto al descubierto cerca de cuatrocien-
tas tumbas, ofrece una cronología que discurre de
finales del siglo V al I aC, siendo el período de 43.- LOS NIETOS, CARTAGENA (MURCIA)
mayor utilización el correspondiente al siglo IV
(Cuadrado, 1987). Entre el ajuar de estas tumbas, Necrópolis del siglo IV aC en donde se han
se ha podido verificar la existencia de restos de localizado siete tabas en la tumba 4, y dos fuera de
animales (Morales, Rubio, Salcedo, 1983). Así, contexto. Además, en la tumba 18, apareció una
tenemos la presencia de dos bueyes, de los que posible almendra, y una semilla de planta floral
están las mandíbulas y los huesos largos. Dos semejante al dondiego (Cruz, 1990).

288
FAUNA Y VEGETACIÓN EN LOS RITOS CULTUALES IBÉRICOS

44.- BAÑOS DE LA MUELA, CÁSTULO (JAÉN) 49.- BAZA (GRANADA)

En la necrópolis ibérica de este complejo Necrópolis con enterramientos de cámara


arqueológico de Cástulo, perteneciente al siglo IV pertenecientes al siglo IV aC, en cuya tumba
aC, en la tumba XV hay una concha perforada y en número 9, se localizó entre el ajuar una concha, sin
la XVIII un Pectem jacobeus y un Glicymeris gadita- que se indique la especie (Presedo, 1982).
nus (Blázquez, 1975).
50.- TUTUGI, GALERA (GRANADA)
45.- FINCA DE GIL DE OLID, PUENTE
DEL OBISPO-BAEZA (JAÉN) En esta espectacular necrópolis excavada
hace varias décadas se encontró dentro de un plato
Necrópolis con fosas y túmulos, datada huesos de pájaros, semillas y huevos de gallina
entre el siglo VI y el V aC. En el conjunto E-94 (Cabré, Motos, 1930).
había una vasija con una ofrenda animal sin que-
mar. En el conjunto H-14A una concha de la cual 51.- BOLICHE (ALMERÍA)
no se indica la especie (Ruiz, Hornos, Choclan,
Cruz, 1989). Discutida necrópolis debido a su filiación cul-
tural, aunque parece ser que se trata de enterra-
46.- CASTELLONES DE CEAL, mientos indígenas con fuertes influencias
HINOJARES (JAÉN) fenico-púnicas. Fue excavada por L. Siret a inicios
de siglo, pero publicada recientemente. La necró-
En una singular tumba de cámara de polis tiene una cronología del siglo VII al VI aC, aun-
madera, adobes y piedras, perteneciente a un que hay elementos que se pueden datar en el V aC
individuo masculino adulto, datándose hacia el (Osuna, Remesal, 1981)
370 aC, sobre el techo de madera se depositaron En la sepultura 1 se encontró un huevo de
platos y huevos de gallina como ofrenda ritual. avestruz; en la 3, restos de higos; y en la 47, frag-
Pertenecientes a estas ofrendas se han identifi- mentos de huevo de avestruz.
cado seis fragmentos de dientes y dos posibles
escápulas de ovicáprido, un cráneo y un dentario 52.- CANCHO ROANO, ZALAMEA DE
derecho de lirón, siete costillas, tres vértebras LA SERENA (BADAJOZ)
costales y una vértebra lumbar de un ovicáprido, y
siete costillas, cuatro fragmentos de vértebra cos- En la memoria de excavación de este espec-
tal y 25 fragmentos sin identificar de otro ovicá- tacular templo-palacio, su excavador, J. Maluquer,
prido. A una oveja pertenece el radio y cúbito menciona la existencia con los restos de las piras
derecho, seis carpales y una ulna. También funerarias, de huesos de cabra, jabalí, ciervo y
habían restos de la cascara de un huevo de caballo o asno, que considera podrían pertenecer a
gallina, que ya se había identificado en excavacio- sacrificios, aunque el caballo no sería lo normal
nes anteriores junto a astrágalos (Chapa, Pereira, debido a la situación en alto de la dependencia
Madrigal, López, 1991). (Maluquer, 1981, 282). La relación de los restos de
animales con el culto religioso queda muy confusa,
47.- LA GUARDIA, (JAÉN) pero cabe perfectamente la posibilidad de sacrifi-
cios en este ambiente ritual del edificio del siglo V-
En la tumba número 13 de esta necrópolis tur- IV aC.
detana con enterramientos tumulares de los siglos
IV-I aC, se localizó un huevo de gallina. Entre los 53.- NECRÓPOLIS DE MEDELLÍN
restos de ajuares también hay astrágalos (Blanco, (BADAJOZ)
1959; 1960).
En esta necrópolis de incineración fechada a
48.- CARMONA (SEVILLA) lo largo del siglo VI aC, con interesantes elementos
de importación, tanto del ámbito fenicio como
En una tumba prerromana de esta conocida griego, se han localizado cinco astrágalos de ovicá-
necrópolis, se ha podido identificar perteneciente prido, dientes de oveja; en el denominado bustum
a su ajuar, la presencia de astrágalos (Belén, 29, una ofrenda de cabra; y en el silicernium 9 apa-
1982) recieron varios astrágalos (Almagro, 1977).

289
ARTURO OLIVER FOIX

TIPOS DE RITOS IDENTIFICADOS Porcentaje Porcentaje


de de
Una vez expuestos los diferentes yacimien- Especies Individuos individuos* yacimientos
tos, en donde hemos localizado las evidencias de la
existencia de ritos cultuales en los que encontra- Lobo 1 0,44 1,92
mos la participación tanto de animales como de
vegetales, pasamos a exponer los diversos ritos Jabalí 2 0,88 3,84
identificados en cada uno de los yacimientos aquí Ratón 7 3,09 5,76
presentados. Musaraña 2 0,88 3,84
Ciervo 2 0,88 7,69
LUGARES CULTUALES Liebre 1 0,44 1,92
Rana 1 0,44 1,92
En los últimos años de la investigación de la Lirón 2 0,88 1,92
cultura ibérica, se han localizado una serie de edifi- Galápago 1 0,44 1,92
cios singulares que se les atribuye una funcionali-
dad cultual, a veces incluso han sido identificados Avifauna 13 5,75 17,29
tras el estudio de excavaciones que habían sido Cordero 43 19,02 23,07
realizadas años atrás, estando algunos de ellos Cabra 37 16,37 15,38
integrados en la trama urbana de los poblados. Ovicápridos 47 21,20 23,07
Estos edificios se han sumado a los clásicos san-
tuarios como el de la Serreta de Alcoy, Nª Sra. de la Conejo 7 5,30 11,53
Luz de Murcia, el Llano de la Consolación y el Cerro Cerdo 23 10,61 15,38
de los Santos en Montealegre, o los andaluces del Buey 9 4,86 13,46
Collado de los Jardines en Santa Elena y el Casti-
Perro 8 3,53 9,61
llar de Santistebán, y a la amplia lista de las deno-
minadas cuevas santuario. Al estar en muchas Équidos 10 4,86 17,29
ocasiones en los centros de población, suscitan el Donax 3 6,12 1,92
problema de la relación de los cultos con las casas Glycymeris 13 26,53 5,76
de las clases dirigentes. Dentro de estos lugares
Vieira 2 4,08 3,84
cultuales, también podemos contabilizar los depósi-
tos rituales, los cuales no parece que necesiten Cypraea 3 6,12 3,84
estar relacionados directamente con estructuras Colummbella 3 6,12 1,92
arquitectónicas. Cerastoderma 8 16,32 3,84
Entre los ritos que se pueden entrever en
Thais 1 2,64 1,92
estos lugares, nos encontramos con la presencia
de restos de animales y vegetales, que nos mues- Trunculanopsis
tran claramente la participación de estos en las Haminia 2 4,08 1,92
ceremonias allí realizadas. Estos lugares los pode- quadridens 1 2,04 1,92
mos clasificar en tres grupos: los santuarios en edi- Cardium 11 22,44 1,92
ficios, los santuarios en cuevas y los depósitos de
ofrendas. Sepia 1 2,04 1,92
Tiburón 1 2,04 1,92
Pagel 1 2,04 1,92
Santuarios en edificios Huevos gallina 15,38
Dentro de este tipo, caracterizado por presen- Huevos avestruz 5,76
tar generalmente una construcción similar al resto Astrágalos 25
de las edificaciones ibéricas, podemos señalar el
santuario de Mas Castellar de Pontós, el edificio A * Sobre los yacimientos en los que se especifica el número de
de Alorda Park de Calafell, la cámara subterránea individuos.
de San Antonio de Calaceite, La Escudilla de
Zucaina, El Alto Chacón de Teruel, La Escuera de Tabla 1. Frecuencia de constatación de las especies.
San Fulgencio y Cancho Roano en Zalamea de la

290
FAUNA Y VEGETACIÓN EN LOS RITOS CULTUALES IBÉRICOS

Tabla 2. Relación de especies según lugares cultuales. 1.- Santuario en edificio. 2.- Santuario en cueva. 3.- Incineración. 4.- Inhumación.
5.- Depósito comunal. 6.- Depósito doméstico. 7.- “Banquete funerario”.

Serena. También podría ser que debamos conside- zadas, jabalí, cabra, oveja, caballo, ciervo, perro,
rar el caso del edificio de El Oral de San Fulgencio, buey, cerdo y asno. Estos restos podrían provenir
pues algunos elementos podrían indicarnos un seguramente de sacrificios ejecutados de forma
lugar cultual. regular en estas salas.
Los animales localizados en ellos pueden Los otros centros cultuales presentan los res-
estar situados encima del pavimento, como es el tos en el propio suelo, dentro de un agujero y tapa-
caso del Mas Castellar, Alto Chacón, La Escuera y dos con el pavimento. Parece ser que corresponden
Cancho Roano. Tan solo en este último, y en el pri- a ofrendas que se realizaron tan solo una vez, y pre-
mer yacimiento se especifican las especies locali- sumiblemente, debido a la situación en que se

291
ARTURO OLIVER FOIX

encontraron, en el momento de la construcción de Debemos de indicar no obstante, que hace falta


la edificación. Los animales que se depositaron fue- un mayor número de análisis en estos yacimientos,
ron la oveja, el perro y el jabalí. En ambos ritos, en ya que entre las varias decenas de cuevas localiza-
las salas en donde se localizan los animales, hay das, tan solo se ha estudiado la fauna en dos de ellas.
una estructura central a modo de ara, y restos de
hogares. Depósitos de ofrendas
Otro tipo de ofrenda o depósito de los que se
localiza en los santuarios son los hallados en el Otro tipo de lugar cultual de carácter comunal,
interior de las paredes, por tanto deben estar reali- es el depósito de ofrendas localizado en el asenta-
zados al igual que los anteriores, en el momento miento albaceteño del Amarejo de Bonete, y en el
de la construcción o fundación del edificio. Este gerundense de Mas Castellar en Pontós. En el pri-
tipo de depósito lo tenemos en Alorda Park, con- mero, tal y como hemos indicado, se encuentra un
cretamente en la pared de una construcción amor- gran hoyo en donde se depositaron y quemaron las
tizada por un edificio posterior, el edificio A, que ofrendas. A mitad combustión el fuego era apa-
como hemos dicho, también presenta una funcio- gado, posiblemente con algún tipo de bebida que
nalidad cultual, en él se encontró la cornamenta contendrían las ánforas allí localizadas, ya que en
de una cabra. En las paredes de la Escudilla tam- los ritos de fuego de las culturas mediterráneas,
bién se localizaron las articulaciones de una oveja éste era apagado con vino o cerveza. En el depó-
de corta edad. sito se han encontrado tanto muestras de fauna
Estos edificios cultuales con restos de ani- como de vegetales, que serían ofrecidas a una
males se constatan ya en el siglo VI y perduran diosa relacionada con la tejeduría.
hasta el II aC. Las especies relacionadas con ellos De especies animales están los ovicápridos y
son el jabalí, el ciervo, el cordero, la cabra, el corderos, que son las más abundantes, el buey, el
perro, el caballo, y en cuanto a los moluscos las cerdo, la cabra, el caballo, y el perro, así como el
conchas de Donax.En los santuarios del levante conejo, el ratón, el ciervo, la liebre y la gallina, repre-
peninsular hay tan solo animales domésticos, sentada esta última tanto por el esqueleto como por
mientras que en Cancho Roano existen además el huevo. Vemos pues una muestra amplia de espe-
los salvajes; no obstante, gran parte de los yaci- cies, a la que hay que añadir anfibios, y peces como
mientos pertenecientes a este grupo no presentan el tiburón, la sepia y moluscos tanto bivalvos como
análisis faunístico, por lo que resulta arriesgado univalvos. Las partes representadas son práctica-
hacer conjeturas. mente todo el esqueleto, no faltando especialmente
el cráneo y las extremidades.
En cuanto a los vegetales tenemos gramí-
Santuarios en cuevas neas: trigo, cebada y centeno; leguminosas: habas,
guisantes; también hay uva; así como rosáceas:
Las cuevas como lugar de culto en época ibé- almendras y ciruela; además de bellotas y quejigo,
rica son de sobras conocidas, tanto en la zona nuez, higo y piñones.
valenciana como en la catalana (Aparicio, 1975; Gil, Este depósito se puede datar en el siglo III aC.
1975; Vega, 1987). En ellas se realizarían cultos
relacionados con el agua y las divinidades de la tie- De características similares serían los depósi-
rra, pudiéndose identificar la presencia de libacio- tos realizados en los silos de Mas Castellar de Pon-
nes hechas con pequeños vasos de forma tós (Adroher, Pons, Ruiz de Arbulo, 1993), en los
caliciforme. que encontramos también un rito de cremación. El
Entre los restos faunísticos identificados en culto que se llevaba a cabo en este yacimiento
dos de estas cuevas, la cueva II del Puntal del parece ser que estaba relacionado con la diosa
Horno de Villargordo, y la de Merinel de Bugarra, Demeter, protectora de los cereales. De los varios
podemos mencionar el cerdo, el ciervo y los ovicá- silos que sirvieron de depósito cultual, tan solo se
pridos como elementos relacionados con los ritos indica la presencia de restos vegetales, como el
allí ejecutados. Comprobamos en la cueva de Meri- trigo y la aceituna, en el silo 101.
nel, que las partes predominantes son los cráneos y
las mandíbulas, incluso en el cerdo la proporción Depósitos domésticos
entre los huesos craneales y el resto del esqueleto
del cerdo es de 8:1, siendo individuos infantiles o Se encuentran restos de animales relaciona-
neonatos. dos con un rito de ofrenda y depósito en algunas

292
FAUNA Y VEGETACIÓN EN LOS RITOS CULTUALES IBÉRICOS

viviendas. Estos se pueden localizar a modo de ENTERRAMIENTOS


depósitos en un hoyo cubierto por el propio pavi-
mento de la habitación, o por una banqueta, o tam- El mundo funerario, al igual que en la mayoría
bién se localizan en las paredes. de las culturas, ocupa en la ibérica un importante
Este tipo de ritual se ha identificado en el lugar en la vida, y es en él, donde se desarrollan
Turó del Montgrós del Brull, en Ca n’Oliver de una serie de variados y complejos ritos, en los que
Montflorit de Cerdanyola, Penya del Moro de Sant a veces intervienen los animales. En la cultura ibé-
Just Desvern, Alorda Park de Calafell, Cabezo de rica hemos distinguido tres ritos de carácter funera-
Alcalá de Azaila, el Palomar de Oliete, Puig de la rio, en el que aparecen restos faunísticos o
Nau, y el Castellet de Bernabé. El Oral de San Ful- vegetales: el enterramiento de inhumación infantil
gencio lo podríamos catalogar dentro de este en vivienda, los enterramientos de incineración y
grupo si no consideramos el edificio como un cen- los “banquetes funerarios”.
tro cultual, tal y como ya hemos indicado. Compro-
bamos que este rito se centra sobre todo en el
norte del levante peninsular, incluso el caso del Enterramientos de inhumación infantil
Oral, como ya hemos indicado, podría ser que no en viviendas
perteneciese a él, por lo que la muestra más meri-
dional se situaría en Liria. El hallazgo de los enterramientos infantiles
En el presente rito tenemos las siguientes que se localizaron por primera vez a mediados de
especies: cabra, cordero, ovicáprido, cerdo, gallo y los sesenta, se ha visto incrementado en gran
perro, y de especies malacológicas está la Donax, y manera por las excavaciones realizadas en la
la Glycymeris; además, el huevo de gallina y el de última década (Gusi, 1989b). Estos enterramientos
avestruz, este último elemento, si consideramos el que siguen una pauta ceremonial prácticamente
caso del Oral. Señalemos la falta de animales sal- idéntica en toda la región ibérica del levante penin-
vajes en la participación del rito. Prácticamente sular, se caracterizan por el depósito del cadáver
aparecen todas las partes de los animales, aunque de un recién nacido o de escaso tiempo, ya sea de
predominan los cráneos y los huesos largos. Debe- forma primaria o secundaria, en el pavimento de
mos de indicar que en ocasiones en la Penya del las viviendas y junto a un muro, enterrándose los
Moro, el depósito se ha realizado con sumo cui- niños en una urna o directamente en el suelo.
dado, siguiendo un orden en la deposición de los Generalmente, llevan un ajuar muy escaso o ine-
restos dentro del hoyo. xistente. En algunos casos, junto al niño, se
El significado de los depósitos es muy discu- encuentran restos de animales; ello lo podemos
tido, ya indicamos en otro lugar que las caracterís- ver en Camp Mauri de Valldan-Berga, en la
ticas formales son idénticas a la de inhumaciones Romana de Puebla de Hijar, El Tarratrato de Alca-
infantiles en vivienda, en cuanto a la situación de ñiz, El Palomar de Oliete, El Puig de la Misericordia
los depósitos en los pavimentos, bajo banqueta, de Vinaròs, El Puig de la Nau de Benicarló, Los
junto a los muros, así como algunos elementos Cabañiles de Zucaina, Sant Josep de la Vall
como los molinos. La propia combinación de ani- d’Uixó, El Castellet de Bernabé y La Seña de Liria.
males y niños en un mismo rito, nos lleva a pensar Por otra parte, señalemos que en Alorda Park, y
en un paralelismo o sustitución de un rito por otro, formando parte de un depósito faunístico locali-
estamos ante un ritual similar al molchomar fenicio, zado en el edificio cultual, había un hueso infantil
consistente en la sustitución del niño por el animal de niño, y que en La Escudilla de Zucaina, encon-
(Fedele, Foster, 1988). Se ha considerado tam- tramos un centro cultual necrolátrico con enterra-
bién, que estos restos son las sobras del sacrificio mientos de inhumación, anexo a un templo. En El
realizado en otro lugar, como podrían ser los san- Palomar de Oliete y en El Tarratrato de Alcañiz, la
tuarios, así, salvando la distancia espacial, pode- fauna se encuentra junto a una inhumación, pero
mos indicar que en el Mausoleo de Halicarnaso se no está depositada en el mismo hoyo.
depositaron justamente las partes de ovicápridos Estos hallazgos nos dan una extensión geo-
que no están presentes en el poblado de la Penya gráfica que va de la provincia de Barcelona a la de
del Moro (Barberá, Campillo, Miró, et alii, Valencia, al igual que los depósitos de animales. No
1989,166-167). obstante, debemos de indicar que en Murcia, tam-
En la Penya del Moro se localizó un frag- bién se han localizado enterramientos de recién
mento de huevo de gallina en la pared, cubierto por nacidos en vivienda, pero no parece que estén
el propio enlucido. acompañados de animales. La relación de los ente-

293
ARTURO OLIVER FOIX

rramientos infantiles con los animales se docu- rias, debido al tipo de algunos recipientes encon-
menta también en los tophets fenicios. trados en el ajuar de los enterramientos, como
La fauna que acompaña a estos enterramien- bien demostró G. Nieto (1970); pero últimamente,
tos son, el cordero, el conejo, el cerdo, el buey, el los análisis faunísticos nos han permitido identifi-
ovicáprido, la avifauna, el lobo, el ratón, la musa- car los restos de animales. No obstante, la falta de
raña, y la Cypraea en cuanto a moluscos. Debemos un estudio detallado y pormenorizado, que tan
de indicar, que tanto el diente de lobo como la solo se ha hecho en la necrópolis de El Turó dels
Cypraea, presentaban perforaciones para su sus- Dos Pins de Cabrera, no permite aportar grandes
pensión como collar, por lo que estamos ante un conclusiones, siendo sin embargo el rito más
valor simbólico efectivo incluso durante la vida y extendido en el que participan animales, así tene-
que continuaría después de la muerte. mos la necrópolis de Can Rodan de l’Hort de
Las partes representadas son las extremida- Cabrera de Mar, El Turó dels Dos Pins de la
des, mandíbulas y escápula del conejo; las extremi- misma localidad, la calle San José en Alcalá de
dades y la mandíbula del cerdo, las extremidades Chivert, Los Villares de Hoya Gonzalo, La Hoya de
del buey y las mandíbulas de musaraña y cerdo, y Santa Ana de Chinchilla, El Zaricejo de Villena, La
el esqueleto completo del ratón o en ocasiones tan Guajela de Monforte del Cid, San Antón de
solo la mandíbula; por lo tanto, nos encontramos Orihuela, El Cigarralejo de Mula, Baños de la
con la selección de unas partes muy claras de los Muela de Cástulo, Finca de Gil de Olid de Puente
esqueletos. En cuanto a la edad, la mayoría son del Obispo-Baeza, Castellones de Ceal en Hinoja-
animales de corta edad. res, La Guardia, Baza, Tutugi de Galera, Boliche y
En la Escudilla de Zucaina también se indica Medellín. Además, en Boliche, Tutugi, El Cigarra-
la presencia de restos de semillas en la urna lejo, Los Nietos de Cartagena, Cabezo del Tío Pío
número 1. de Archena, El Castillejo de los Baños de Fortuna,
Ya hemos señalado anteriormente que estos Coimbra del Barranco Ancho y Medellín, se han
enterramientos podrían estar relacionados con los localizado vegetales. Por otra parte en los Nietos,
depósitos de animales domésticos, y que podrían Baza, La Guardia, Cabezo del Tesoro de Verdo-
tener un valor de protección fundacional del edificio. lay, La Albufereta de Alicante, Coimbra del
Los depósitos de animales del Palomar de Oliete, Barranco Ancho de Jumilla, Orleyl de la Vall d’Uixó
están incluso en edificios de corrales, de allí que y la necrópolis de Serrá de Daró, se han encon-
sus excavadores piensen en este caso que son trado astrágalos, que como después veremos pre-
ritos para proteger el ganado. sentan una problemática particular.
El valor simbólico del animal en este rito Por tanto, vemos, que aunque la relación ani-
estará en función del valor que se le otorgue al mal/necrópolis se da en toda la región ibérica, apa-
enterramiento. Si este es un rito propiciatorio el rece en más ocasiones en la parte sur. Los
animal vendrá a reforzar este hecho, mientras que yacimientos que ofrecen este rito van del siglo V al
si es un enterramiento, el animal estará subordi- II aC. Así pues, falta en las necrópolis más anti-
nado al finado como ofrenda, con la misma funcio- guas.
nalidad que veremos posteriormente en las El abanico de especies que participan en este
incineraciones. No podemos de dejar de mencio- rito es el más amplio de todos, tenemos el cordero,
nar el caso del tofet de Tharros, en donde encon- el conejo, la cabra, el cerdo, el buey, avifauna,
tramos al igual que en la cultura ibérica tres tipos perro, caballo, asno, perdiz, grajilla, tordo, ciervo,
de enterramiento diferentes: uno en el que tan solo lirón, y los moluscos Glycymeris, las Pectem jaco-
está el niño, otro en que éste se acompaña de un beus, Cypraeas, Cardium, además del huevo de
animal o resto de él, como una “victima acompa- gallina y de avestruz. En cuanto a las especies
ñante”, y por fin en el que tan solo encontramos el vegetales está el trigo, la cebada, la almendra, la
animal, como “victima sustitutoria” (Fedele, Foster, bellota, el higo, el gamón, la alholva, la piña, la
1988). Podríamos estar ante un paralelismo del rito avena y el dondiego.
del Mlk fenicio que no podemos pasar por alto. En cuanto a las partes del animal predominan
las mandíbulas y dientes, las extremidades y las
pelvis. En el Turó dels Dos Pins, el grupo de huesos
Los enterramientos de incineración con mayor aporte de carnes es el más represen-
tado. Vemos que la mandíbula de los animales ya
En el rito de la incineración, siempre se ha aparece en época prehistórica acompañando a los
considerado la posibilidad de ofrendas alimenta- enterramientos (Vigne, 1982; 1986).

294
FAUNA Y VEGETACIÓN EN LOS RITOS CULTUALES IBÉRICOS

El significado de la participación de los anima- registro arqueológico nos puede indicar un rito simi-
les puede ser variado, tal vez, estemos ante una lar al señalado en el depósito votivo del Amarejo de
ofrenda a los dioses, ante la comida de la parte del Bonete.
banquete que le corresponde al finado, o ante la
comida que éste se lleva para el transito al más allá.
J. D. Vigne interpreta los esqueletos enteros como ESPECIES IDENTIFICADAS EN LOS RITOS
ofrendas alimentarias, al igual que cuando aparece CULTUALES IBÉRICOS
alguna parte del animal (Vigne, 1982,79).
Mención aparte merecen los astrágalos apa- Aunque en algunas ocasiones los autores de
recidos en las necrópolis, así como los restos de los estudios de las excavaciones no nos indican la
huevos, que son simbólicos. Lo mismo parece ser especie de los animales o de los vegetales localiza-
que sucede con las conchas, ya que estas posible- dos, diciendo simplemente que existe abundante
mente llegaron ya descarnadas. fauna o restos de animales, en otras ocasiones y
cada vez más, se empiezan a analizar los restos
óseos que nos permiten una valoración de cada
Banquete funerario una de las especies localizadas en los ritos ibéricos
de los que forman parte.
En tres yacimientos, es el caso del Molar, Los
Villares y Medellín, se ha pensado ante el tipo de
cierto registro localizado en la necrópolis, que se ha OVICÁPRIDOS
realizado un banquete funerario. Estos hallazgos
son cubetas excavadas en el suelo en las que se Las cabras y ovejas son los animales más fre-
han depositado cerámica y restos de animales. La cuentes en los ritos ibéricos, lo mismo que en la
cronología de los yacimientos va del siglo VI al V cabaña ibérica. Se dan en todo tipo de culto, san-
aC, y los animales localizados son la oveja, el tuarios, ritos domésticos, inhumaciones, incinera-
cerdo, el buey, ovicápridos, el ciervo, galápago, y ciones, etc., y aparecen en la gran parte de los
los moluscos Glycymeris, Columbella, Truncula- yacimientos indicados.
nopsis, Cochliella y también hay astrágalos. Estos La oveja es un animal que tenemos en repre-
restos eran quemados en el depósito, y tal vez el sentaciones iconográficas en escenas de sacrifi-
fuego se apagaba con los líquidos que contenían cios, es el caso de la pátera de Tivisa y en un
las ánforas encontradas, como en el caso de la exvoto de procedencia desconocida. También es
necrópolis del Molar, cuyo posible contenido era el un elemento que aparece con frecuencia en los col-
vino. gantes ibéricos del noreste peninsular, y en los
La existencia de banquetes funerarios es exvotos, por ejemplo en el Collado de los Jardines
una costumbre que se da desde la prehistoria de Santa Elena (Jaén).
europea, y se acrecienta en el mundo clásico; de Simbólicamente el cordero representa el
todos son conocidos los banquetes en los entie- hogar, como vemos en los morillos zoomorfos.
rros de los grandes héroes que describe Homero La parte mejor representada del animal es la
en la Iliada. Ello ha llevado a interpretar estos res- cabeza y las extremidades, aunque aparecen ejem-
tos mencionados en el mundo ibérico como las plares completos.
muestras de la existencia de banquetes funera-
rios.
Pero debemos de indicar, que en Grecia CERDO
desde el siglo VIII aC y sobre todo en el periodo clá-
sico (Quesada, 1991, 51), se constata la existencia Es otro de los animales más representados
del denominado “depósito de ofrendas” y de las en los ritos ibéricos, ya que aparece en todos ellos.
“zanjas de ofrendas”, en las cuales se depositan Es también una de las especies más abundante en
ofrendas de alimentos y cerámicas, que eran que- las cabañas ibéricas. Se encuentra en gran parte
madas y no cocinadas, para ser cubiertas posterior- de la región ibérica, y aunque los huesos más
mente, mientras que el banquete funerario o representados son la cabeza, también hay otras
perideipon, se celebraba en la casa familiar. Las partes del cuerpo. El cerdo es uno de los animales
zanjas eran poco profundas, forradas con adobe, relacionados con ritos cultuales en la antigüedad
por tanto similares a las estructuras que se mencio- (Blázquez, 1983,257), aunque en la zona fenicia y
nan en las necrópolis ibéricas. Por otra parte, el griega no encontramos sacrificios de suidos, pero si

295
ARTURO OLIVER FOIX

Tabla 3. Relación de animales domésticos por yacimientos.

que aparecen en las prácticas religiosas de los Como podemos comprobar, incluso por la
galos (Memiel, 1989a). iconografía monetal (López, 1973) estamos ante
un culto de este animal ampliamente generalizado
en la practica totalidad de la región ibérica, lo cual
TORO corrobora el toro de bronce de la acrópolis del
Cabezo de Alcalá de Azaila encontrado en un posi-
Esta especie, está ampliamente representada ble santuario con altar. No obstante, no se solía
en la iconografía ibérica, especialmente en la escul- relacionar con el mundo funerario, hasta que se
tura funeraria, la encontramos en ofrendas, en los empezaron a identificar las esculturas en las
banquetes funerarios, en las incineraciones y en las necrópolis (Llobregat, 1981). Tengamos en cuenta
inhumaciones. El toro aparece en Mas Castellar de también, que el toro se relaciona con los astros, y
Pontós, en las necrópolis del término municipal de éstos a su vez con el mundo funerario, incluso la
Cabrera de Mar, en La Escudilla de Zucaina, en El luna en algunas creencias es la morada de los
Amarejo de Bonete, Los Villares de Hoya Gonzalo, difuntos. La vaca va unida a la luna como alegoría
El Molar y en El Cigarralejo de Mula. Vemos pues, de la fecundidad y de la renovación (Blázquez,
que su distribución geográfica se centra en el 1983,269)
levante peninsular, no existiendo en el sur, aunque La parte de esqueleto que aparecen son cor-
en esta última zona encontramos también escultu- namentas, cráneo, dientes, costillas, tibia, falanges,
ras de toros, como la de Obulco, y a este animal se metapodio, radio, metatarso, mandíbula.
refiere la cita de Diodoro (4,12,2), que nos indica el
carácter sagrado de los bueyes, y los relaciona con
el trabajo de Hércules en la Península. ÉQUIDOS
Su simbolismo religioso debido a la corna-
menta, se encuentra muy arraigado en las culturas Estos animales concretamente, el caballo y el
mediterráneas de la antigüedad, estando relacio- asno, se dan en incineraciones y en el depósito
nado con la mujer, ritos de fertilidad y funerarios, comunal, siendo dudosa su presencia en los san-
como así lo indican las propias esculturas de las tuarios. El caballo lo encontramos en Alcalá de Chi-
necrópolis. El toro es un animal apotropaico. En vert, El Amarejo de Bonete, en La Hoya de Santa
otros casos se considera como el símbolo de la divi- Ana de Chinchilla, El Cigarralejo, Can Rodan de
nidad y de las fuerzas vitales de la Naturaleza l’Hort de Cabrera, en Mas Castellar de Pontós y
(Benoit, 1969, 47). Es un signo astrológico. Sobre la posiblemente en Cancho Roano de Zalamea de la
simbología del toro podemos ver varios artículos Serena. En los tres últimos casos tan solo podemos
referidos a España (Llobregat, 1981; Alvarez, 1962; indicar que son équidos. El asno aparece única-
Blázquez, 1975, 1983; Blanco, 1961-1962) mente en El Cigarralejo.

296
FAUNA Y VEGETACIÓN EN LOS RITOS CULTUALES IBÉRICOS

Las fuentes clásicas Estrabón (3,4,15), ya Las partes del perro son variadas, mandíbu-
nos indican la importancia del caballo en el las, costillas, escápulas, radios, humeros, ulna y
mundo ibérico. Siendo un elemento de sumo inte- pelvis. Tanto en Alorda Park como en La Escudilla
rés para comprender el simbolismo del caballo la son ejemplares infantiles.
identificación de santuarios como el del Cigarra-
lejo con divinidades protectoras de este animal al
modo de una Potnia hippon, divinidades que son JABALÍ
conocidas en varias culturas de la antigüedad.
También en Cancho Roano aparecen varios ele- Este animal relacionado con cultos funerarios
mentos relacionados con la montura, así como lo tenemos representado en La Escudilla, y en El
una estatua broncínea de un caballo, que presu- Palomar de Oliete, aunque no se sabe con certeza
miblemente iría montado, aunque el jinete se ha si es un cerdo o un jabalí, así como en la cueva de
perdido. Merinel de Bugarra. Está relacionado por tanto con
La importancia del caballo enlaza también los depósitos en los santuarios, y tal vez con los
con el prestigio social del individuo, y resaltemos, depósitos domésticos. Es un animal con ciertas
que en el sur, en la zona donde aparecen un mayor representaciones iconográficas, aparece en la
número, hay una distinción social mucho más jerar- pátera de Tivisa, en los frisos de Pozo Moro, y en
quizada que en la zona norte de la región ibérica. fíbulas. El jabalí en la zona centroeuropea era con-
Las partes del esqueleto que encontramos de siderado un animal de culto y relacionado con el
los équidos son la cabeza, la pelvis, mandíbula, mundo funerario.
huesos largos, metatarsos, y falanges. Las partes del cuerpo que se encuentran son
el cráneo, mandíbula, dientes, húmero, pelvis,
fémur, costillas, escápula, prácticamente todo el
PERRO esqueleto.

Este animal aparece en Mas Castellar de


Pontós, Alorda Park de Calafell, La Escudilla de LOBO
Zucaina, El Amarejo de Bonete, El Molar de San
Fulgencio, y en El Cigarralejo; por tanto, está pre- Este animal se encuentra en una inhumación
sente en depósitos de santuarios y domésticos, en infantil de Camp Mauri de la Valldan-Berga. El
los depósitos comunales, en las incineraciones, en carácter cultual de este animal podemos probarlo a
los santuarios y banquetes funerarios. El perro través de la iconografía, pues lo vemos en la pátera
representa la lealtad, y es fiel compañero del hom- de Tivisa, o en las monedas de Ilerda, el torso del
bre. También es un animal de caza, por lo tanto pro- guerrero de Elche, y varias piezas más del arte ibé-
pio de una distinción social. rico. En el yacimiento de Camp Mauri el diente de
En algunos santuarios itálicos el sacrificio lobo que se encontró era un amuleto que se col-
de perros está relacionado con el culto a Deme- gaba a modo de collar, por lo que posiblemente ten-
ter, y las plagas de los cereales (Adroher, Pons, dría un valor apotropaico también durante la vida.
Ruiz de Arbulo, 1993). Por otra parte, no pode- No obstante, el carácter de protector lo vemos en la
mos olvidar el simbolismo del perro dentro de caja funeraria de Villagordo (Jaén), que está
mundo funerario con la imagen del cancerbero, cubierta con una piel de lobo.
guardián de los infiernos, y tampoco pasar por
alto, que para calmar su furor los muertos le echa-
ban la comida que habían puesto en la tumba. En CIERVO
un epígrafe de Tesalia se lee lo siguiente “Oh,
esfinge, perro del Hades, ¿a quién proteges, sen- El ciervo se encuentra en santuarios de cue-
tada sobre los muertos?” (Richter, 1961). Por vas, en incineraciones, depósito comunal y banque-
tanto, se compara con las esfinges y son protec- tes. Se da en la cueva II del Puntal del Horno de
tores de los muertos. En la iconografía griega Villargordo de Cabriel, en El Amarejo de Bonete, El
existen representaciones de perros en escenas Molar de San Fulgencio, El Cigarralejo y en el San-
de banquetes funerarios. En Francia el perro lo tuario de Cancho Roano.
encontramos ya desde época neolítica relacio- El carácter funerario del ciervo se documenta
nado con los enterramientos (Arbogast, Blouet, por la escultura de estos animales en Cástulo. Silio
Desloges, Guillaume, 1989) Itálico menciona la sacralidad del ciervo entre los

297
ARTURO OLIVER FOIX

Tabla 4. Relación de animales salvajes por yacimientos.

iberos. Según J.M. Blázquez este animal está tes del esqueleto, especialmente las mandíbulas,
unido a los cultos solares y se asimila al caballo. nos llevan a confirmar que no son intrusiones en el
Por otra parte, debemos de indicar que esta espe- registro arqueológico.
cie va ligada con la caza mayor, por tanto a un El único simbolismo que tenemos de estos
prestigio social, aparece ya en los enterramientos animales es el de los goces de ultratumba que
neolíticos franceses (Arbogast, Blouet, Desloges, representan las liebres, animal que encontramos
Guillaume, 1989). también en el país galo relacionado con las sepultu-
ras (Memiel, 1989a).

ROEDORES E INSECTÍVOROS
AVIFAUNA
Estos pequeños animales, que en la actuali-
dad muchos de ellos están socialmente mal consi- Hay varias especies dentro de la avifauna
derados, son la musaraña, la rata, el lirón, el conejo identificadas en los ritos ibéricos, así, tenemos el
y la liebre. Los tres primeros se caracterizan por su gallo, la perdiz, la grajilla y el tordo, y otros restos no
pequeño tamaño y su pelaje, siendo el primero un determinados; se señalan en los ritos de la incinera-
insectívoro y los restantes roedores. Las caracterís- ción, la inhumación, y el gallo además en los depó-
ticas fosoras de los roedores e insectívoros, ha lle- sitos comunales y domésticos.
vado a considerar su presencia en el registro Estas especies se dan en El Turó dels Dos
arqueológico como una perturbación, pero su apari- Pins de Cabrera, en la necrópolis de Can Rodan de
ción repetitiva en elementos rituales, nos hacen l’Hort de Cabrera, Alorda Park de Calafell, en El
pensar que son animales que participan en el rito Amarejo de Bonete, en El Tarratrato de Alcañiz,
correspondiente. Incluso en los enterramientos posiblemente también en El Cigarralejo de Mula y
infantiles de La Escudilla, vemos que ha habido una en Tutugi de Galera.
selección de la edad de los animales, ya que pre- El gallo es el símbolo de la fecundidad y de la
sentan la misma que los niños resurrección. Otras aves, como la paloma, simboli-
La rata, la musaraña y el conejo, se dan en zan el alma del difunto, y el pavo real la inmortali-
los enterramientos de inhumación, y el lirón y el dad. No obstante, es de la fauna que menos se
conejo en el de incineración. El ratón también lo indica la especie.
encontramos en el depósito comunal, al igual que el En cuanto a las partes del esqueleto aparece
conejo y la liebre. El ratón y la musaraña aparecen el pico, el tarso, metatarso, vértebras y falanges,
en El Castellet de Bernabé y La Escudilla, y el ratón pero tan solo se indican como mucho en algunos
en El Amarejo de Bonete, y el lirón en Castellones gallos.
de Ceal, yacimientos que presentan una cronología No podemos pasar por alto la existencia de
del siglo VI al III aC. pisteros ornitomorfos de cerámica de técnica ibé-
Del lirón se encuentra el dentario, o el cráneo, rica, los cuales tienen un amplia extensión geográ-
mientras que del ratón y la musaraña está todo el fica, y están muy relacionados con el mundo
esqueleto o las mandíbulas, la selección de las par- púnico.

298
FAUNA Y VEGETACIÓN EN LOS RITOS CULTUALES IBÉRICOS

Tabla 5. Relación de huevos, astrágalos, anfibios y galápagos por yacimientos.

ANFIBIOS Y GALÁPAGOS 1951). En la península Ibérica llega de la mano de


los fenicios como vemos en las necrópolis y en los
La rana tan solo aparece en una ocasión, en poblados fenicios y púnicos, con una cronología ini-
el depósito del Amarejo, encontrándose el esque- cial del siglo VII, llegando al III aC (San Nicolás,
leto prácticamente entero. Este animal ha sido 1975).
objeto de superstición y culto en muchos pueblos, Los huevos podrían ejercer la función de
relacionándose con la lluvia e incluso con el naci- ofrenda en las tumbas, ya que tienen un “...carácter
miento de los niños. sagrado y representan el símbolo en el que se
Las tortuga aparece también en una sola oca- encuentra encerrado el hálito vital, con el que se
sión, en el silicernium del Molar de San Fulgencio. puede volver los muertos a la vida.” (San Nicolás,
Las cáscaras de huevos las encontramos en 1975,75). Para otros autores, pueden tener un sig-
el depósito votivo, en los ritos domésticos, en las nificado diverso, pues podría ser una ofrenda sim-
incineraciones y en las inhumaciones, identificán- bolizando un contenedor de vida, también un
dose en los yacimientos de El Amarejo de Bonete símbolo de resurrección, o una ofrenda de prestigio
(Albacete), Penya del Moro de Sant Just Desvern como objeto raro y precioso que sería dentro de la
(Barcelona), en El Cabezo de Alcalá de Azaila sociedad ibérica (Pereira, 1987).
(Teruel), en El Castellet de Bernabé en Liria (Valen- Más difícil es saber la función que ejercieron
cia), en la necrópolis de Cabrera de Mar (Barce- en poblados como El Carambolo, Toscanos,
lona), en Castellones de Ceal, en El Cigarralejo de Abdera, etc. Para L. Abad y F. Sala es posible-
Mula (Murcia), en El Turó dels Dos Pins de Cabrera mente que en los hábitats ejerzan una función reli-
(Barcelona), en La Guardia, en Galera y en El Oral giosa, lo que reforzaría el carácter sacro del edificio
de San Fulgencio (Alicante). Un total, pues, de once en el que apareció en el yacimiento de El Oral de
yacimientos, de los cuales, en los diez primeros no San Fulgencio (Abad, Sala, 1992).
se indica la especie a la que pertenece el huevo, tal Una consecuencia directa de este simbolismo
vez sean de gallina, el último corresponde a una de los huevos de avestruz, es el que toman los de
cascara de huevo de avestruz. La extensión geo- gallinácea en la península Ibérica, mucho más fáci-
gráfica en que aparece es muy amplia, pues ocupa les de obtener. Vemos que estos aparecen en
prácticamente toda la región ibérica y la cronología ofrendas domésticas de fundación de viviendas.
se extiende por todo el momento ibérico. Indique- Evidente es la función de ofrenda en el caso de El
mos que en El Cigarralejo la cáscara está en rela- Amarejo, que para su excavador corresponde a una
ción con una tumba femenina, y en Cabrera con la ofrenda relacionada con una diosa vinculada a la
de un guerrero. fertilidad (Broncano, 1989, 63). En las necrópolis
Así pues, podemos establecer dos grupos de tendría el mismo significado que en el mundo feni-
rito, los pertenecientes a ofrendas, ya sean domés- cio y púnico.
ticas o en depósitos comunitarios, y los enterra-
mientos. ASTRÁGALOS
La relación de las cáscaras de huevo, concre-
tamente de avestruz con los ritos, se encuentra Como es de sobras conocido, en los yaci-
especialmente en el mundo fenicio y púnico, ahon- mientos ibéricos es frecuente encontrar en el regis-
dando sus raíces en la prehistoria del Próximo tro arqueológico la presencia de astrágalos, más
Oriente y de África. En el siglo VIII aC se generaliza conocidos como tabas, que es uno de los siete hue-
en el mundo fenicio como ofrenda funeraria, aun- sos que componen el tarso, por tanto se sitúa en la
que también hay en tumbas etruscas (Astruc, parte posterior del pie, siendo el único hueso del

299
ARTURO OLIVER FOIX

tarso que contacta con el esqueleto de la pierna. Para R. Olmos la tradición ibérica de este
Generalmente, cuando se referencia la presencia juego vendría de los griegos, concretamente de la
de estos huesos en un hallazgo arqueológico, no se Magna Grecia (Olmos, 1979, 87).
indica la especie a la que pertenece aunque suele La problemática que presentan estos elemen-
ser de ovicáprido. tos son dos, la transformación de algunos de ellos
Este elemento se encuentra ya atestiguado mediante rebajes en una de sus caras o perforacio-
durante el imperio nuevo egipcio, en donde servía nes, y la abundancia con la cual aparecen. Pueden
para jugar. También se conoce sobre todo en el presentarse también sin ningún tipo de modifica-
mundo clásico, tanto griego como romano, siendo ción o aisladas. Ante ello, el significado y la funcio-
objeto de representaciones artísticas: esculturas, nalidad que tuvieron presentan varias hipótesis.
pinturas y cerámica. Si aparecen tabas sin retocar, indudable-
En el mundo griego está relacionado con el mente podrían estar relacionadas con la incerti-
arte adivinatorio, que practicado con este objeto se dumbre del futuro del finado, teniendo pues un
llama astragalomancia, y estuvo muy ligado al tem- simbolismo metafísico, lo que enlazaría con su
plo de Hércules que había en Bura. Como juego empleo como objeto adivinatorio, tal y como hemos
también está constatado, así, lo vemos por ejem- visto.
plo, en la vida del héroe homérico Patroclo, quien Relacionado con el carácter de amuleto o
de niño y tras un acalorado juego con estos ele- talismán serían las que llevan una perforación para
mentos, dio muerte a Anfidamonte, según unos, o a ser enhebradas, ello enlazaría con la hipótesis
Clitónimo según otros. En el juego de las tabas, planteada por P. Cintas para el mundo púnico (Cin-
cada jugada tenía su nombre, correspondiente tas, 1946,128). En este caso podrían usarse como
especialmente a dioses, hasta que se le dio valores colgantes durante la vida. El problema mayor lo
numerales, que convivían con los anteriores. plantean las tumbas que presentan un número ele-
En Roma era el juego de azar más en boga, vado de tabas como en La Albufereta, o las tres-
recibiendo el nombre de alea, nombre generalizado cientas encontradas en la tumba 200 del
para los juegos de azar, o tabus; aunque también Cigarralejo (Cuadrado, 1968, 162). En La Bastida
se consideró en cierto modo adivinatorio, o de deci- de les Alcuses en Mogente (Valencia), en un ámbito
sión hacia hechos futuros. No olvidemos que el de poblado se encontraron dos vasos llenos de
juego es una derivación de la práctica adivinatoria y tabas, concretamente 90 (Fletcher et alii, 1969,
de la fuerza del azar en muchas ocasiones. 175), en El Puntal dels Llops de Olocau, 80 (Valen-
En el mundo fenicio púnico el uso de estas cia) (Bonet, Mata, 1981, 43). Ello ha llevado a E.
piezas óseas está demostrado por el registro Cuadrado a darles un valor intrínseco como mone-
arqueológico, sin embargo, no la encontramos das o fichas (Cuadrado, 1968,162), lo que nos indi-
representada ni mencionada en las fuentes escritas caría un nivel social y económico del finado,
o iconográficas. consideración recogida al estudiar el yacimiento de
Durante siglos ha subsistido la creencia en Coimbra del Barranco Ancho (Iniesta, Page, Gar-
este juego como medio revelador del porvenir. cía, 1987, 52).
Lejos de las culturas mediterráneas, en las tribus En otras ocasiones se ha pensado en su utili-
del centro y norte de África, todavía hoy en día es zación como fichas de juego, equivalentes a los
frecuente la práctica de las tabas como medio adivi- dados (Ramos, 1975), es el caso de Orleyl y Coim-
natorio. En nuestra sociedad el juego de la taba ha bra del Barranco Ancho (Lázaro, Mesado, Arane-
llegado hasta ahora, jugándose con una o cuatro gui, Fletcher, 1981; Iniesta, Page, García, 1987,52).
piezas, en este último caso se juega parecido a los En algunos poblados también se les da esta finali-
griegos, pudiéndose hacer treinta y cinco combina- dad (Lillo, 1981, 429-431), especialmente en La
ciones diferentes, combinando los nombres de los Bastida de les Alcuses de Mogente en donde se
valores con nombres y números: carne, culo, chuco hallaron junto a fichas de cerámica y guijarros
y taba. redondeados (Fletcher, 1969, 175) No obstante, S.
El juego se practicó durante toda la historia Broncano y J. Blánquez nos indican que algunas de
tanto por adultos de ambos sexos como por los las tabas retocadas no sirven para el juego (Bron-
niños, tal y como ya podemos ver en las represen- cano, Blánquez, 1985, 130-133).
taciones clásicas. Para J.A. Santos las tabas al estar asociadas
La arqueología en la cultura ibérica ha identifi- a tumbas de ricos ajuares, serían símbolo tal vez de
cado tanto el uso de las tabas en ambientes de la propiedad de la cabaña doméstica, quizá cada
poblados como de necrópolis. taba indicará un animal (Santos, 1989).

300
FAUNA Y VEGETACIÓN EN LOS RITOS CULTUALES IBÉRICOS

Tabla 6. Relación de especies malacológicas y marinas por yacimientos.

En la necrópolis del Turó dels Dos Pins, tie- llevará por relación indirecta de funciones, a identifi-
nen señales de haber sido quemadas, cosa que no car la concha con la luna, es decir con los ciclos
se da en los otros huesos de animales. eternos, tanto de la mujer como de este satélite. Es
Estamos pues, ante una funcionalidad, o un por tanto, representando a este simbolismo de eter-
simbolismo difícil de discernir, tan solo podemos nidad, que las conchas se introducen en la creencia
señalar que el valor que tuviesen ya sea económico funeraria, las conchas son portadoras de energía
o simbólico, venía dado por la pieza en sí, y no por vital (Servejeau, 1989). El simbolismo sexual y
la pertenencia a una especie animal concreta. ginecológico de las conchas marinas implica una
Las tabas se dan únicamente en el rito de la significación espiritual: el segundo nacimiento.
incineración. Las tumbas que presentan estos ele- No obstante, debemos de indicar que en algu-
mentos son todas ellas de los siglos V-IV aC, nos casos no son moluscos bivalvos, hay cypraeas
exceptuando el Turó dels Dos Pins, con una fecha en el Cigarralejo, o un Thais haemastoma en la
del siglo III aC. misma necrópolis.
En el caso del hogar con la concha en el cen-
tro, también podríamos estar en una relación de
CONCHAS Y OTROS ANIMALES MARINOS similitud con los genitales femeninos, a modo de
simbolismo propiciatorio para la fecundidad del
Las conchas de moluscos las encontramos hogar, al igual que la Donax de Alorda Park apare-
en varios tipos de rito cultual, los depósitos votivos, cida en un rito doméstico de ofrenda.
ritos domésticos, banquetes funerarios, inhumacio- En los banquetes funerarios, nos encontra-
nes e incineraciones. En el primer caso está El mos también con moluscos bivalvos. Estamos ante
Amarejo, en el segundo El Molar, acompañando un rito de enterramiento, que por lo visto se toma-
inhumaciones se da en El Castellet de Bernabé, en ron estos elementos por el valor de la concha en sí,
Can Oliver y Alorda Park, y en las incineraciones en y no por la alimentación que pudieran aportar, ya
La Albufereta de Alicante, Baza, Gil de Olid, Ciga- que están muy rodados, lo que nos indica que se
rralejo, Coimbra del Barranco Ancho, Baño de la recogieron ya muertas (Monraval, López,
Muela, y en Penya del Moro está como rito domés- 1984,150).
tico. Otro significado a tener en cuenta es el de
Dentro del simbolismo de las conchas mari- simple adorno personal, que se llevaría colgado en
nas en el mundo antiguo nos encontramos que se el cuello, como demuestra la perforación de la con-
relacionan con los genitales femeninos (Eliade, cha de El Castellet de Bernabé de Liria. Indudable-
1952, 164), debido a un parecido con la vulva. Ello mente podría llevarse en el cuello con un valor

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ARTURO OLIVER FOIX

Tabla 7. Relación de especies vegetales por yacimientos.

apotropaico. Los excavadores de este yacimiento, sito comunal de El Amarejo de Bonete. Por otra
siguiendo el simbolismo dado por E. Saglio apuntan parte, está el pagel localizado en Alorda Park, que
que pudiera ser un atributo de mujer destinado a no es tan extraño por situarse este yacimiento en la
ejercer la protección materna en el más allá, ya que costa.
este autor reseña que el caracol marino simboliza a Tanto las conchas, como las otras especies
Venus en el mundo clásico (Guerin, Martínez, marinas, al encontrarse en algunas ocasiones a
1987-1988, 67). Por tanto, volvemos a encontrar- varios kilómetros de la costa, nos indica la impor-
nos con la relación concha mujer que veíamos en tancia que tenía su simbolismo, y nos hace pensar
los moluscos bivalvos. que cuando se depositarían serían simplemente
En el Cigarralejo, exceptuando la tumba 308 las partes no perecederas, por lo tanto ya no servi-
perteneciente según E. Cuadrado a un guerrero, en rían para la alimentación. Los excavadores de El
donde se asocia una caracola y una concha Molar ya hacen hincapié en que las conchas esta-
bivalva, el resto de las tumbas donde aparecen ban rodadas, por lo que su valor debemos bus-
muestras malacológicas son tumbas femeninas. carlo en el simbolismo de ellas mismo y no en su
La cronología de estos elementos ocupa carne.
prácticamente toda la cultura ibérica, ya que las
dataciones de los contextos en donde aparecen va
del siglo V al II aC. En las necrópolis se dan espe- LOS VEGETALES
cialmente en la cuarta centuria.
La presencia de conchas en las necrópolis Tan solo diez yacimientos, sobre los más de
concretamente en la orientalizante de La Joya de cincuenta aquí estudiados, presentan restos de
Huelva, J.M. Blázquez la relaciona con el banquete vegetales. Esta baja proporción puede resultar
funerario, buscando su origen en el mundo semita lógica teniendo en cuenta las características de
(Blázquez, 1983, 117). conservación de estos elementos, y que su identifi-
Las otras especies de animales marinos loca- cación en el registro arqueológico es mucho más
lizadas son la sepia y el tiburón, ambas en el depó- complejo que la de los huesos. Los yacimientos en

302
FAUNA Y VEGETACIÓN EN LOS RITOS CULTUALES IBÉRICOS

los que aparecen los vegetales se encuentran junto funerario de algunos enterramientos ibéricos.
especialmente en el sureste y en el sur peninsular. En una tumba perteneciente al bronce argárico
Se han identificados en las incineraciones, en localizada en la necrópolis de Setefilla, en Lora del
las inhumaciones y en los depósitos comunales. Río, podemos ver que en el ajuar de ésta aparecen
Habiéndose encontrado un total de veintiuna espe- las mismas especies identificadas en época ibérica,
cies diferentes de las cuales quince se localizan en es el caso del buey, cerdo, ovicápridos, cabra mon-
el depósito de El Amarejo de Bonete. Las gramí- tes, ciervo e incluso el ratón, del cual está presente
neas como el trigo, el centeno, la cebada y la avena la mandíbula y los huesos largos, al igual que en
son las más abundantes, encontrándose en El época ibérica (Estévez, 1981, 251). También han
Cigarralejo de Mula un capazo lleno. Le sigue en aparecido ofrendas de animales en las tumbas de
cantidad las rosáceas, como las almendras, las Cuesta del Negro de Purullena (Granada), en
ciruelas, posiblemente también manzanas y peras. donde las especies siguen siendo las mismas, ovi-
Existen ejemplos de flores, como el posible don- cápridos, cerdos, bueyes, y de nuevo el ratón (Esté-
diego de Los Nietos de Cartagena, y el higo es tam- vez, 1981, 251). El listado sería mucho más amplio
bién una especie que aparece tanto en las si los registros arqueológicos se acompañasen con
incineraciones como en el depósito. más asiduidad de análisis de fauna y de vegeta-
Como podemos comprobar tenemos dos gru- ción, lo cual, indudablemente, nos ofrecería un
pos de vegetales, los comestibles y las flores, por lo mayor número de los elementos aquí estudiados en
que evidentemente estamos ante un posible depó- contextos cultuales de la prehistoria peninsular.
sito alimentario y una ofrenda floral. Frente a la exigua información que tenemos
Los vegetales, especialmente las flores, han de los cultos prehistóricos y protohistóricos en la
tenido siempre una simbología. Así, vemos que el Península, nos encontramos con amplias referen-
higo que se encuentra ya en sepulturas calcolíticas cias de los cultos en culturas del Mediterráneo occi-
peninsulares, en algunos lugares forma parte de los dental, es el caso de Grecia y Fenicia, lo que ha
rituales mágicos de curación (Rivera, Obón, 1990), llevado a desviar las comparaciones y paralelismos
siendo entre los romanos un símbolo de fecundi- de los cultos ibéricos hacia estas culturas, bus-
dad. El pino está relacionado con una simbología cando siempre las influencias en las colonizacio-
fálica y además es la perpetuidad de la vida. La uva nes. Indudablemente, esta influencia existió, pero
acompaña igualmente a las ideas de inmortalidad. actuó sobre unos cultos ya establecidos y consoli-
También la bellota por ser el alimento de los cerdos, dados. Pensemos por ejemplo, que en zonas
que tal y como hemos dicho en la zona centroeuro- donde las influencias mediterráneas fueron esca-
pea se consideraban sagrados, tienen un carácter sas o no llegaron, en las necrópolis encontramos
sacro. En cuanto al gamón en la cultura griega, ya las mismas especies, como vemos en los enterra-
desde el primer momento se relaciona con el mientos celtibéricos (Cerdeño, Pérez, 1993; Sanz,
mundo funerario, plantándose en los alrededores 1990), por tanto, creemos que estamos ante un
de las tumbas para que sus raíces y tubérculos fue- susbtrato cultual que posiblemente ya se habría
ran el alimento de los muertos (Rivera, Obón, desarrollado durante la edad del bronce. Sin
1987). embargo, no podemos de dejar pasar por alto en
estas influencias mediterráneas, por ejemplo, el
factor fenicio en la introducción del valor simbólico
CONCLUSIONES del huevo, lo que vemos en las necrópolis de
ambiente fenicio, como la de Laurita de Almuñecar,
Las presencia de restos de animales y de en donde se encuentran huevos de avestruz. En
vegetales en los ritos cultuales, indudablemente Villaricos, se localizan estos mismos huevos y tam-
tiene sus orígenes en la prehistoria, se ha dicho bién tabas y conchas. Al hablar de la influencia feni-
incluso que “no hay religión sin animales” (Poplin, cia en los ritos ibéricos deberemos de indicar la
1989). Esta temprana cronología la podemos ver relación de los depósitos de ovicápridos en ambien-
perfectamente en yacimientos franceses (Vignes, tes domésticos con las inhumaciones infantiles,
1982; Dedet, Schwaller, 1990,153; Memie, 1989), y relación que vemos en los tophets y en el rito mlk
españoles. Señalemos el caso geográficamente fenicio, lo cual es evidente, por ejemplo, en el yaci-
más próximo, de la sepultura calcolítica de la cueva miento insular de Tharros. Pero curiosamente, este
Sagrada de Lorca (Murcia), en la cual se han locali- ritual se da en la parte norte de la región ibérica, y
zado restos de higos (Rivera, Obón, 1987), que tal y no en el sur, tal vez cuando se publiquen los datos
como hemos visto, forman también parte del con- de Montemolín, la situación cambiará. No obstante,

303
ARTURO OLIVER FOIX

esta influencia se ejercerá sobre un rito de inhuma- En cuanto a los animales que acompañan a los
ción de infantes ya establecido desde época prehis- enterramientos, nos podemos encontrar con ofren-
tórica (Oliver, Gómez, 1989). Dentro del ambiente das alimentarias, ya sean para el difunto o la divini-
fenicio y orientalizante podemos señalar la existen- dad, pero hay casos, como los animales recién
cia de tabas en las necrópolis de Cádiz, o la presen- nacidos, especialmente roedores, las conchas de
cia de restos de alimentos en el túmulo 1 de la moluscos, y los animales que acompañan al recién
necrópolis del Castillo de Doña Blanca (Cádiz). nacido, que indudablemente no tienen apariencia
En los yacimientos coloniales griegos como de ofrenda alimenticia, sino simbólica. Como talis-
es el caso de la necrópolis de Les Corts de Ampu- mán están otras ofrendas, es el caso de los colgan-
rias, vemos restos de vegetales, como nueces, dáti- tes de conchas y el diente de lobo.
les y avellanas. Como hemos visto, las especies faunísticas y
Otro hecho que nos planteamos en este tra- vegetales aquí identificadas, tienen un alto valor
bajo ha sido la existencia o no de los banquetes simbólico relacionado con el mundo funerario y de
funerarios ibéricos en la propia necrópolis, si el la fecundidad, lo que nos lleva a pensar que las
registro de las necrópolis de El Molar, Medellín y Los ofrendas en muchos casos son simbólicas. Hemos
Villares son los restos de este ágape, o estamos podido comprobar a lo largo de este trabajo a parte
ante zanjas de ofrendas. También, el posible rito de de la intervención de animales en ritos ibéricos, la
apagar los fuegos purificadores de las ofrendas con existencia de ritos de sacrificios de animales reali-
bebidas alcohólicas, tal y como se describe en tex- zados en edificios de funcionalidad cultual, en
tos clásicos griegos, como es el caso de la Eliada, y donde encontramos un ara y un hogar relacionado
que parece que se da también ya en el segundo con el rito, hogares que en algunas ocasiones pue-
milenio entre los hititas (Rafels, 1985,25). Ello ven- den estar en ámbitos domésticos, como pueden ser
dría indicado por la existencia de unos elementos de los decorados del Languedoc (Dedet, Schwaller,
combustión semiconsumidos por el fuego, como 1990,155). Estos sacrificios podrían relacionarse
vemos en el depósito de El Amarejo de Bonete, jun- con los depósitos domésticos encontrados en las
tamente con restos de ánforas que encontramos casas, depósitos que son similares a los que se
también en El Molar de San Fulgencio. Pero, pode- hacen también en los edificios cultuales.
mos pensar, que estamos ante ofrendas de bebi- Resumiendo, podemos indicar, que la relación
das, como bien podrían indicarnos las ánforas de la de los animales en los cultos ibéricos se encuentra
necrópolis de Can Radon de l’Hort en Cabrera. dentro de la línea general de las religiones existen-
La extensión geográfica que abarca estos tes en la prehistoria y en la antigüedad de toda
ritos es toda la región ibérica, incluso tenemos Europa, pues las especies participantes son prácti-
paralelos en el sur de Francia en donde son emple- camente idénticas en todos los cultos identificados
adas las mismas especies (Dedet, Schwaller, en los diversos yacimientos de este continente, y de
1990). No obstante, algunos ritos se dan más en las tierras circunmediterráneas. De algunas espe-
unas zonas que en otras. Lo mismo ocurre en la cies como los ovicápridos, también tenemos mues-
extensión temporal. Los ritos aparecen desde el tras de su sacralización mediante textos escritos, e
surgimiento de la cultura ibérica, siglo VI, hasta el incluso en las culturas mesopotámicas, ligadas al
inicio de la romanización, siglos II-I aC. Mediterráneo a través del mundo semita.
En cuanto a las especies localizadas, aunque Indudablemente los datos aún son escasos y
algunas aparecen especialmente en la parte del hace falta una mayor serie de análisis faunísticos y de
levante y otras no, no hay una distribución clara, ya vegetales para poder relacionar más estrechamente
que parece ser que se pueden dar todas en toda el estos elementos dentro de la religión ibérica. Espere-
área ibérica. mos que las nuevas técnicas de excavación y análisis
Problema aparte ofrece el simbolismo de las aplicadas al registro arqueológico vayan aportando
especies. Tengamos en cuenta que hay un predo- cada vez datos más novedosos al respecto.
minio de los animales domésticos, destacando los
ovicápridos, ya que ante los 225 individuos identifi-
cados a partir de los yacimientos en los que se ha BIBLIOGRAFÍA
realizado el correspondiente análisis faunístico, 126
son ovicápridos, es decir un 59 por ciento. El cerdo AA.VV. (1989): Inhumaciones infantiles en el
representa el 10,69 por ciento; los équidos el 4,65 ámbito mediterráneo español (siglos VII a.E.
por ciento; el buey el 4,18 por ciento; el perro el 4 al II d.E.). Cuadernos de Prehistoria y Arque-
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