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Tipos de Papel, Tamaños, y Tapas para Libros
Tipos de Papel, Tamaños, y Tapas para Libros
Una de las dudas más habituales de los escritores independientes tiene que
ver con la elección del papel del interior de su libro.
Sí, es verdad que las opciones son casi infinitas (papeles perfumados, de
colores, con texturas imposibles…). Pero también, tristemente, que las
imprentas no tienen un almacén infinito.
El papel es como todo: cuanto más compras, más barato sale. Así que si
quieres calidades raras, el libro se va a encarecer bastante. Conviene
intentar aprovechar los estándares que la imprenta compra al por mayor.
Existen otros materiales para tapa blanda. Quizá el más utilizado después de
la cartulina gráfica es la cartulina verjurado. Se trata de un material
rugoso, que suele ser blanco o marrón, que no se suele plastificar, y que
penaliza la calidad de impresión (al ser rugoso da menos calidad) y la
resistencia a agresiones exteriores (al no ir plastificada) a cambio de un
aspecto mucho más elegante.
Las solapas son la extensión de la cubierta que se dobla hacia dentro (una
por cada lado) y que suelen contener una biografía del autor (o a veces
nada). Contribuyen a mantener la integridad del libro ya que protegen su
plastificado (al llevarse uno de sus bordes al interior del libro), aumentan su
cuerpo (muy interesante en libros finos) y evitan que la cubierta se combe
hacia afuera (ya que crean un contrapeso en su extremo exterior).
La tapa dura puede ser de muchos tipos pero lo más habitual es al cromo, o
estampado cromado en diversos materiales (guaflex, piel, etc.)
La cubierta tapa dura al cromo consiste en una pasta dura de papel sobre la
que se pega una fina lámina impresa, lo que permite ilustrar la cubierta con
lo que se quiera, sin ningún tipo de limitación de color o de calidad.
–Cosido: Es el clásico por excelencia. Consiste en dividir el libro en cuadernillos que se cosen
entre sí. Una vez unidas todas las páginas que forman el interior del libro, se pega el conjunto con
cola a la cubierta por el reverso del lomo. El cosido es más caro y más lento que el pegado, pero
obtiene mejores resultados, sobre todo si hablamos de flexibilidad más que de resistencia. Muy
recomendable en libros demasiado finos o demasiado gruesos, en libros con papel estucado (que
en general pega peor que el papel offset), o en libros que vayan a tener un uso intensivo
(manuales).
–Grapa: Otra encuadernación que sólo se debe usar si no queda más remedio (por ejemplo en
libros demasiado cortos de 16 o 24 páginas).