Está en la página 1de 9

”AÑO DE LA UNIVERZALIZACIÓN DE LA SALUD “

CURSO:

Ética profesional y responsabilidad social

TEMA:

Ética y Valores

INTEGRANTES:

Marquina Inga Jerson Jordan

Chuquilín Bazán Franz Alberto

Bustamante Rodríguez Cristina

DOCENTE:

Luis Orlando Miranda Díaz

AÑO – 2020
ÉTICA Y VALORES

LOS VALORES

Son entes ideales que se presentan, como cualidades puras y hacen valioso a todo aquel

que se pone en su contacto. Es una instancia objetiva concreta y dependiente de las

cosas.

 Para Max Scheler los valores son aprehendidos por una intuición emotiva

 que nada tiene que ver con el intelecto.

 que nada tiene que ver con las preferencias o la apreciación subjetiva.

 Para Scheler, poseemos un sentimiento intuitivo de los valores (Wertgefühl)

capaz de intuir los valores universales y objetivos de los que algunas cosas

(los bienes) son portadores.

 Para Scheler el hombre se halla rodeado por un cosmos de valores que no

produce sino que tiene que reconocer y descubrir.

 Scheler distinguió esencias de lo que es tangible, real o existente, lo que le llevó

a la afirmación de la independencia de los valores (eternos e invariables)

respecto de los bienes, que serían sólo sus portadores circunstanciales. Esto le

ha supuesto a Scheler la acusación de ser platónico.

 Quizás el mayor descubrimiento de Scheler es el de que ciertos tipos de

sentimientos dotados de objeto le procuran al hombre el acceso a una peculiar

clase de esencias y relaciones de esencias que constituyen un nuevo continente

ontológico: el reino de los valores. Este reino presenta una naturaleza y un orden

muy preciso e irreductible.


CARACTERÍSTICAS Y CLASIFICACIÓN (MAX SCHELER)

I. CARACTERISTICAS

a) El valor es un nuevo tipo de ser: no es el ser real, ni el ser ideal, sino el ser

valioso.

b) Los valores son objetivos: no dependen de las preferencias individuales sino que

mantienen su valor más allá de toda apreciación.

c) Los valores no son independientes de las cosas que son, hacen referencia al ser

pero no se confunden con él.

d) Los valores se presentan siempre frente a un disvalor o aspecto negativo

(polaridad)

Belleza - fealdad.

e) Son totalmente independientes de la cantidad, por eso no pueden establecerse

relaciones cuantitativas entre actos valiosos.

f) Puede establecerse una jerarquía entre los valores: de lo agradable, de lo

bello, de lo justo y de lo religioso (Scheler).

II. CLASIFICACIÓN

1. HEDONÍSTICO

Llamados también del placer: lo agradable y desagradable, lo placentero y

doloroso, lo sabroso y lo asqueroso, etc.

2. ECONÓMICOS

Llamados también técnicos: lo lucrativo, lo provechoso, lo útil, lo eficaz, etc.

3. VITALES

Lo saludable, lo fuerte, lo débil, etc.


4. TEÓRICOS

Llamados también cognoscitivos: lo verdadero, lo falso, lo verosímil, lo seguro,

etc.

5. ÉTICOS

Lo bueno, lo malo, lo justo, lo injusto, lo honesto, etc.

6. RELIGIOSOS

Lo caritativo, lo santo, lo piadoso, lo divino, etc.

SUBJETIVIDAD Y OBJETIVIDAD EN EL PROCESO DE VALORACIÓN

I. SUBJETIVIDAD

Sostiene que el valor es algo subjetivo, que depende de la personalidad del individuo y

de su estatus.

El subjetivismo ha sido argumentado partiendo de observaciones empíricas diferentes.

Se ha dicho que una cosa tiene valor cuando nos gusta y en la medida en qué nos gusta,

que sólo son valiosos las cosas que deseamos o anhelamos, que es nuestro interés lo que

hace que una cosa sea valiosa para nosotros.

II. OBJETIVIDAD

Afirma que nuestras apreciaciones varían de acuerdo a las variaciones de los objetos.

El objetivismo, en un extremo opuesto, argumenta que los valores son descubiertos, no

atribuidos por nosotros a las cosas. El diamante siempre será más valioso que el grafito

por sus propiedades objetivas de dureza, brillo y transparencia. El hombre puede

descubrir la esencia de los valores del mismo modo que puede aislar un color del
espectro; es indiferente a su esencia que una persona los realice en ella o los descubra ya

que los valores no resultan afectados por las vicisitudes humanas: son absolutos y

objetivos. Pese a nadie juzgase que el asesinato es malo, el asesinato seguiría siendo

malo.

El más apasionado defensor de esta postura fue el alemán Max Scheler (1874/1928); a

él debe la axiología contemporánea buena parte de su reflexión. Defiende, entre otros

cosas, que sólo por vía intuitiva (siguiendo las razones del corazón), no por vía racional,

se pueden captar los valores; los valores se nos revelan en las vivencias emotivas del

amor y del odio. También son muy reconocidos los intentos de Scheler para establecer

criterios que nos permitan descubrir la jerarquía de valores existente.

La axiología contemporánea tiende a superar la oposición entre subjetivismo y

objetivismo de los valores: los valores tienen aspectos subjetivos y aspectos objetivos.

El subjetivismo nos ha mostrado la conveniencia de no olvidar la valoración, es decir, la

actividad del sujeto que valora, una actividad marcada por condicionamientos

psicológicos, sociológicos y culturales. Los valores son valores de una sociedad y los

individuos, en su proceso de socialización, los aprenden (o los rechazan). El objetivismo

nos ha mostrado la conveniencia de analizar las características de la cosa que

consideremos un valor, que los valores no son arbitrarios ni gratuitos, que los valores

siempre son valores compartidos.

A los valores las pasa algo parecido al cine, que sólo se comprende su funcionamiento si

consideremos la coparticipación de factores subjetivos y factores objetivos. En el cine

se proyectan fotogramas estáticos a una determinada frecuencia (factor objetivo) que el

espectador, con por su sistema perceptivo (factor subjetivo), interpreta a como

movimiento. Cuando valoramos, actúa nuestra personalidad completa con sus

experiencias positivas y negativas, con los conocimientos que ha incorporado, con su


particular concepción del mundo; pero éste componente subjetivo coparticipa de otro

componente, las cualidades objetivas de, por ejemplo, una pintura (colores, estilo,

temática) o una acción (fines perseguidos, resultados obtenidos).

¿Cómo lograr reducir la subjetividad?

Una solución sería la de eliminar todo tipo de prejuicios para las valoraciones. No

obstante, aunque esto sería lo ideal no es posible, ya que siempre será necesario realizar

algún tipo de valoración cualitativa y subjetiva para un análisis completo. Además,

mucha de la información que tendremos que analizar deberá pasar por un filtro

subjetivo en el que valoremos su idoneidad y fiabilidad para formar parte del proceso de

valoración.

A pesar de que es imposible lograr una objetividad total, sí que podemos tratar de

reducir los prejuicios en las valoraciones a través de una serie de medidas cautelares que

nos protejan lo máximo posible de estos prejuicios. Por ejemplo, es posible reducir la

subjetividad si analizamos compañías que no forman parte de nuestra cartera, ya que

este hecho puede implicar un sesgo positivo en la valoración.

¿QUÉ SON LOS DILEMAS ÉTICOS y MORALES?

Un dilema MORAL O ÉTICO es una narración breve, a modo de historia, en la que se

plantea una situación posible en el ámbito de la realidad pero conflictiva a nivel moral,

y se solicita de los oyentes o bien una solución razonada del conflicto o un análisis de la

solución elegida por el sujeto protagonista de la historia.

Por regla general la situación se presenta como una elección disyuntiva: el sujeto

protagonista se encuentra ante una situación decisiva ante la cual sólo existen dos, y

nada más que dos, opciones (A) o (B), siendo ambas soluciones igualmente factibles y
defendibles. El individuo se encuentra, pues, ante una verdadera e inevitable situación

conflictiva.

Los dilemas éticos profesionales surgen en los trabajadores cuando se les presenta un

conflicto entre dos normas éticas. Son casos en los que existe una dificultad para

establecer cuál es la decisión “correcta”, porque cualquier acción posible implica violar

un principio moral.

Para que exista un dilema ético, debe existir una situación en la cual es necesario tomar

una decisión, basándose a su vez en tres principios:

 Deben existir al menos dos decisiones posibles entre las cuales elegir.

Todas las opciones posibles implican actuar contra un principio ético. Por lo tanto es

necesario sopesar cuál de esos principios es más importante o tiene un peso mayor. En

la mayoría de estos casos, la decisión apropiada suele ser aquella que permita mayores

beneficios o menores perjuicios para los afectados.

 Sin embargo, hay ocasiones en las cuales el dilema es más complejo, porque no

existe una opción que beneficie a una mayoría. Inclusive, puede presentarse el

dilema de beneficiar a una u otra persona. En estos casos suele hablarse de

“dilemas éticos perfectos”, porque no existe un factor que ayude a inclinar la

balanza hacia una u otra opción.

 Estos conflictos provocan parte de los problemas cotidianos de cualquier

profesión. A pesar de que existen códigos de ética en todas las universidades y

empresas, es inevitable que se presenten situaciones complejas que requieren un

análisis especial.

Es aquí donde el individuo tiene que decidir entre:


 Hacer lo que cree honesto, ético y correcto. (Y nosotros sugerimos que para

saber qué es lo correcto, debemos pensar y ponernos en el lugar de la otra

persona involucrada y pensar lo que te gustaría que hicieran, no ver la situación

desde nosotros como el centro de ella, sino hacernos ajenos para tomar una

decisión más racional).

 Hacer aquello que me otorgue un beneficio extra o lo contrario, hacer que

simplemente no me genere algún problema algo cuando ya me iba a surgir uno.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 http://www.xtec.cat/~lvallmaj/agora/subjobj2.htm

 https://www.academiadeinversion.com/la-subjetividad-en-la-valoracion-de-

empresas-e-inversiones/

 https://slideplayer.es/slide/14111069/

 http://concurso.cnice.mec.es/cnice2006/material003/Recursos

%20Materiales/Terminos/FValores.pdf

También podría gustarte