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"En el primer año de su reinado, yo, Daniel, miré atentamente en los libros el

número de los años de que habló el Señor al profeta Jeremías, en los que
habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén: setenta años."
Este era, pues, el primer año de Darío. Daniel había entonces visto un nuevo
imperio mundial tomando forma, y se estaba preguntando en cuanto al futuro
de su propio pueblo. Así que Daniel se puso a estudiar la Palabra de Dios.
Leyó el libro del profeta Jeremías, que había dicho que Israel estaría en el
cautiverio por setenta años. En este capítulo la fecha era alrededor del año 537
A.C. Daniel tendría unos 85 o 90 años de edad. Él había sido hecho prisionero
cuando tenía 17 años, lo cual quiere decir que el período de setenta años de
cautiverio estaba llegando a su fin. Era la hora de que aquel pueblo tuviera la
oportunidad de regresar a su propia tierra.
Daniel estaba preocupado por su pueblo. Creemos que estaba afectado por el
cuerno pequeño del cual leímos en el capítulo 8, Antíoco Epífanes, el rey Sirio
de la dinastía Seléucida. Él maltrataría al pueblo de Daniel y profanaría el
templo. Y todo ello le había causado una gran preocupación.
Deberíamos tomar nota de que el factor determinante que impulsó a orar a
Daniel fue su estudio de la Palabra de Dios. La Palabra revela la voluntad de
Dios. Un estudio de la Palabra de Dios seguido de oración, es la fórmula para
determinar la voluntad de Dios. Estas son las promesas que Daniel leyó y que
aparecen en Jeremías 25:11, "Toda esta tierra será convertida en ruinas y en
espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia durante setenta años". Y
también en Jeremías 29:10 debió leer: "10Porque así dijo el Señor: Cuando en
Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré y despertaré sobre
vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar."
Recordemos que Daniel había estado estudiando la profecía de Jeremías sobre
los setenta años. Ahora, cuando el ángel Gabriel utilizó la expresión "setenta
semanas" (usada en el versículo 24), él estaba extendiendo el tiempo de 70
años. Y las setenta semanas cubrirían todo el tiempo de la nación de Israel en
esta época de prueba antes que el reino fuera establecido sobre la tierra.

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