Margaret Mead, pionera de la investigación transcultural Margaret Mead fue una antropóloga

estadounidense mundialmente famosa que a raíz de que su madre y su padre la indujeron

desde su infancia a la parte de la psicología y la experiencia de trabajo que ellos desarrollaban
en campo a través de la investigación, de igual forma su abuela quien era maestra de escuela
la introdujo en sus estudios de comportamiento en el que observaba que los niños de
diferentes familias tenían comportamientos diferentes a pesar que convivían en un mismo
ámbito e incluso dentro de una misma cultura.

Su estudio e investigación como antropóloga siguió adentrándose a Samoa, ella lo que

pretendía allí era conocer la cultura más que las personas era conocer esa forma distinta de
convivencia y tradiciones que se compartían allí de hecho quería conocer el desarrollo infantil,
el comportamiento y el grado de estudios de cada una de las personas como también sus
valores y experiencias pero su fin en la investigación era ayudar a predecir los tipos de
comportamientos que pueden suceder en diferentes condiciones de vida

La manera en que los teóricos explican el desarrollo depende, en parte, de la manera en que
conceptúan dos cuestiones básicas:

1) si los niños son activos o pasivos en su desarrollo

2) si el desarrollo es continuo o sucede en etapas.

Existe una tercera cuestión:

3) si el desarrollo tiene mayor influencia de la herencia o del ambiente

A través de ciertas hipótesis se pretende entender si un niño pequeño es como una pizarra en
blanco es decir que el desarrolla un comportamiento por medio de lo que observa o la
sociedad le enseña o cree que los niños nacen como “buenos salvajes” es decir que se
desarrollaban según sus propias tendencias o vivencias naturales positivas pero que esto
puede verse cambiado por la misma mala enseñanza de la sociedad.

Pero para el Filósofo Locke el comportamiento del ser humano es como una maquina es decir
que si sabemos cómo es la maquina podremos saber de qué se conforma, como funciona, igual
pasa con los seres humanos si sabemos que lo conforma interna o externamente podremos
determinar lo que esa persona hará o será y busca precisamente determinar los factores que
inciden que una persona se comporté de una u otra forma, para entender mejor se pone un
ejemplo: Lograr determinar porque las personas ingieren licor una posibilidad de ese
comportamiento se puede deber a publicidad o las malas amistades de personas que también
consumen licor a lo que Locke determino esta investigación como Mecanicista.

Las ideas de Rousseau fueron las precursoras del modelo organísmico del desarrollo. Este
modelo considera que las personas son organismos activos en crecimiento que activan su
propio desarrollo esto quiere decir que inician su comportamiento o evento internamente es
decir por ellos mismos, las influencias ambientales no causan el desarrollo a este
comportamiento ni pueden acelerarlo o retrasarlo. Ya que no es posible predecir que las
personas beban demasiado por la estimulación ambiental es decir por la influencia de los
demás, sino que al contrario el ser humano decide hacerlo por la elección de el mismo y en
que entorno y con quienes quieren participar.
En la actualidad, gran parte de la atención teórica y de investigación se centra en las bases
biológicas y evolutivas de la conducta. Es decir, los científicos buscar reconocer que tipos de
comportamiento muestran continuidad o falta de la misma y qué procesos están involucrados
en cada uno, pero también reconocer que el comportamiento puede ser bidireccional es decir
que las personas cambian a su mundo al tiempo que éste las modifica a ellas.

Existe la probabilidad que una bebé nacida con una disposición alegre obtenga reacciones
positivas de parte de los adultos, lo que fortalece su confianza en que sus sonrisas serán
recompensadas y la motiva a sonreír aún más. A medida que los niños crecen, sus tendencias
naturales los conducen a elegir o iniciar actividades, las cuales desarrollan dichas tendencias
aún más; por ejemplo, estudiar algún instrumento musical.

Sigmund Freud, un médico vienés, llegó a la conclusión de que los orígenes de las alteraciones
emocionales provenían de las experiencias traumáticas reprimidas de la temprana infancia.
Freud propuso tres instancias hipotéticas de la personalidad —el ello, el yo y el súper yo— que
se desarrollan al inicio de la vida. Es decir que los seres humanos en especial cuando son
recién nacidos están gobernados por el ello, es decir deben esperar una gratificación, pero
inconscientemente antes que se les alimente, empiezan a verse como separados del mundo
exterior. El súper yo, que se desarrolla alrededor de los cinco o seis años de edad, contiene la
conciencia; incorpora los “deberías” y los “no deberías” socialmente aprobados dentro del
sistema de valores del niño.

El súper yo es demandante en extremo; si sus demandas no se satisfacen, es posible que el

niño se sienta culpable o ansioso. El yo, en sí mismo consciente, se desarrolla de manera
gradual a partir del primer año de vida aproximadamente y opera bajo el principio de la
realidad.

Freud consideraba que estas primeras tres etapas vividos dentro de los primeros cinco o seis
años de edad deberían ser esenciales para el desarrollo de la personalidad. Sugirió que, si los
niños recibían gratificación de más o de menos durante cualquiera de estas etapas, se
encontraban en riesgo de fijación o estancamiento del desarrollo para llegar a una
personalidad adulta positiva. Los bebés cuyas necesidades no se satisfacen durante la etapa
oral, cuando la alimentación es la fuente principal de placer, pueden convertirse en
mordedores de uñas o desarrollar personalidades críticas. Una persona que, durante su
primera infancia, recibió un entrenamiento demasiado estricto posiblemente este tipo de
persona sea obsesivamente limpia, rígidamente aferrada a horarios o rutinas, o bien ser
rebeldemente desordenada.