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Las palabras

de la Representación
PR
Las palabras Boletín

de la Representación
4/2013

Las palabras
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RepresentacIOn
de la Representación
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de la Representación
representacionprofesoral2013@gmail.com

Las palabras
Boletìn de la Representación Profesoral en el CSU
2013-2015
s
n Consultas profesorales:
s dudas y debate.
Jaime Rafael Nieto López

n
Representante profesoral al CSU.

s
En la sesión del Consejo Superior Universitario del pasado 27 de
agosto se decidió la designación de los profesores Ramón Javier Mesa
Callejas, David Hernández García y Juan Carlos Alarcón Pérez, como
decanos de las Facultades de Ciencias Económicas, Comunicación
Social y Química Farmacéutica, respectivamente. Tales designaciones
estuvieron precedidas de consultas universitarias (profesores,
estudiantes y egresados). Con la excepción de la Facultad de Química
Farmacéutica en la que se presentó un solo candidato, en las dos
restantes se presentaron dos candidatos para la consulta. Luego de

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efectuadas las correspondientes sustentaciones por parte de los can-
didatos a cada una de dichas dependencias, el CSU procedió a las
respectivas designaciones ya indicadas. ¿Cómo votó la
Representación Profesoral? Como era predecible: según el criterio
establecido en su plataforma como Representante Profesoral
consistente en votar por el candidato que obtuviera el mayor número
de votos en las consultasuniversitarias. De este modo, para la
designación de la decanatura en la Facultad de Ciencias Económicas

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votó por el profesor Ramón Javier Mesa Callejas; para la decanatura

s
de la Facultad de Comunicación Social por el profesor Jaime Alberto
Vélez Villa; y para la decanatura de la Facultad de
Química Farmacéutica (candidato único) por el profesor Juan Carlos
Alarcón Pérez.

Como puede corroborarse según acta de dicha sesión, la votación


mayoritaria del CSU coincide con los resultados de la consulta
universitaria en dos casos: Ciencias Económicas y Química

n
Farmacéutica, no así en la de Comunicación Social. Estos resultados
corroboran lo ya sabido, las consultas universitarias no son

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vinculantes al acto de designación de decanos por parte del CSU, lo
cual devela el “tamaño de la democracia universitaria” tantas veces
cuestionada por los universitarios.
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Sin embargo, la experiencia conocida de estos procesos de consulta universitaria,
especialmente la que se realiza entre el profesorado, no deja de suscitar reflexiones,
interrogantes y dudas. Ya lo habíamos planteado en nuestro anterior boletín #3, y
consideramos pertinente y urgente volver sobre el punto nuevamente. Es un hecho,
que las consultas profesorales por lo general siguen preceptos básicos de un
ejercicio democrático; muchas de ellas (no todas) son precedidas de procesos
colectivos de deliberación, de creación de espacios democráticos para la
sustentación y discusión de propuestas y plataformas académicas y de difusión de
las mismas, entre otros. Sin embargo, también es un hecho evidente, que muchas de
las dependencias académicas de la universidad están gobernadas con base en un
sistema capilar de prestaciones y contraprestaciones personales o de grupos
efectuados entre ciertas “élites” en el poder y sectores claves de la base profesoral,
configurándose muchas veces un engranaje molecular clientelista y personalista,
que posibilita que poderes, prácticas y actores enquistados históricamente en
dichas facultades se perpetúen en el tiempo. Como en La Ley de Herodes, estas
micromaquinarias de poder absoluto y perpetuo en las facultades se despliegan
eficazmente sin violentar en absoluto, sino, por el contrario, afirmar y respetar
celosamente la normatividad universitaria.

De manera que por debajo de los procesos democráticos de consulta, a veces vela-
damente y otras abierta y groseramente, operan lógicas de poder de facto que con-
tradicen completamente la naturaleza y sentido democráticos de las consultas. Al
final, al momento de tomar decisiones, de elegir entre una y otra opción, muchos
profesores en muchas facultades se ven impedidos de votar según el criterio que
reflexiva y autónomamente se han formado respecto de las propuestas y candidatos
en competencia. En la lógica de los engranajes clientelista o personalistas, lo que
termina imponiéndose en muchos casos, en las consultas profesorales, es la afirma-
ción de lealtades, la expectativa de retribuir contraprestaciones personales o de
grupos, el paternalismo, la coacción o el chantaje. Esto, por supuesto, hace mayor
carrera entre aquel grupo de profesores en situación laboral precaria y vulnerable,
como es el caso de los profesores de cátedra y ocasionales, pero de lo cual no están
exentos grupos importantes de profesores vinculados.
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De acuerdo con lo anterior, lo que se observa en muchas facultades en relación con
las consultas profesorales es una perversión clara del criterio democrático y no sólo
el hecho de que el CSU no acate sus resultados. Para la Representación Profesoral
esto último sigue siendo válido y necesario, pero requiere ser sujeto de vigilancia y
control, de depuración, tanto por parte de los propios profesores como de las
instancias académico-administrativas competentes para ello. Todo esto, con el claro
propósito de que se cuente como democrático no sólo el hecho mismo de marcar en
el sistema X o Y opción por parte de cada profesor que participa en las consultas,
sino también condiciones institucionales y laborales que garanticen que el proceso que
antecede al acto de marcación en el sistema esté libre de coacciones, chantajes, acoso labo-
ral, prebendas clientelistas, o cualquier otro mecanismo dirigido a
interferir o desvirtuar el pleno ejercicio de la autonomía y libertades personales de cada
profesor en la consulta. En particular, deben pensarse mecanismos que aíslen en lo
posible los procesos de consultas profesorales de la renovación de contratos a
profesores ocasionales y de cátedra, de forma que sus evaluaciones y renovaciones
contractuales no estén sujetas a tales eventos “políticos” en las dependencias
académicas.

Mientras se avanza en las direcciones indicadas, la Representación Profesoral segui-


rá ateniéndose a los resultados de las consultas universitarias, tal cual, para efectos
de la votación en el CSU. Sin embargo, allí donde se tenga información o indicios de
consultas manipuladas o de propuestas que contradigan aspectos importantes de
su plataforma como Representación Profesoral, respetaremos los resultados de las
consultas, pero dejaremos constancias sustentadas, tal como ocurrió para los casos
de la designación de decanos para las facultades de Ciencias Económicas y Comu-
nicación Social, según consta en las resoluciones superiores 1861 y 1862.

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PR
Dignidades, democracia, intolerancia.
Queda un aire enrarecido en el Instituto de Educación Física y Deportes tras la
designación de su nueva Directora por parte de la Rectoría de la Universidad. Dos
hechos producidos en el contexto de esa designación parecen indicarlo. Por un lado,
la no renovación del contrato a la profesora Sandra Pulido como profesora
ocasional vinculada por 15 años ininterrumpidos a esa dependencia con desempeño
meritorio en su labor, quien había manifestado públicamente su aval a la
candidatura de la profesora Rubiela, alterna a la Directora designada; y por otro lado,
la apertura preliminar de un proceso disciplinario contra la misma profesora Rubiela,
a primera vista con visos de retaliación a raíz de la disputa por la designación al
mencionado cargo. Los dos casos llaman la atención, no sólo por producirse
directamente asociados al contexto indicado sino por el papel destacado que las dos
profesoras jugaron en el transcurso del proceso mismo de designación. Tal
situación amerita una investigación esclarecedora por parte de las instancias
académicas y administrativas competentes, como en efecto lo hemos solicitado al
señor Vicerrector de Docencia en el caso particular de la profesora Pulido y lo
extendemos para el caso de la profesora Rubiela.

Como lo indicamos en comunicación al señor Vicerrector de Docencia, Profesor Juan


Carlos Amaya Castrillón, es grave que en nuestra universidad se pongan en riesgo
principios fundamentales de la vida universitaria y del orden constitucional
colombiano, como la autonomía personal, la libertad de cátedra y la participación
democrática, a raíz de los procesos de consulta y designación de las autoridades
administrativas y académicas en las dependencias universitarias, las cuales se
inspiran aparentemente en preceptos de democracia universitaria. No es
universitario que profesores o profesoras, que en su libre ejercicio de su autonomía
personal, sientan menoscabados sus derechos como universitarios y ciudadanos
por el sólo hecho de disentir de otras opciones académicas y políticas diferentes a
las suyas, y menos aún si una de esas opciones diferentes resulta designada para
los cargos administrativos y académicos en sus respectivas dependencias. Ningún
universitario, independientemente del tipo de vinculación laboral con la universidad,
debe sentirse atemorizado, ni coaccionado, por participar en procesos de consulta
(que, dicho sea de paso, aún están muy lejos de ser democráticas) para la designa-
ción de directivos en sus respectivas dependencias. El acoso laboral y la persecución
política a raíz de tales eventos no sólo contradicen el espíritu pluralista, tolerante,
respetuoso y democrático, que deben imperar en la universidad pública. Lo único
que no se puede tolerar es la intolerancia. Como Representantes Profesorales,
invitamos a los universitarios y a las directivas universitarias a estar vigilantes y
rechazar este tipo de prácticas. El aire enrarecido que hoy se respira en el Instituto
de Educación Física y Deportes amerita ser investigado y esclarecido.
PR

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¿Qué representa hacer oposición política
en el IUEF y tener un contrato ocasional?
Estamentos profesoral, estudiantil y administrativo del
Instituto de Educación Física

Hoy puedo exponer claramente lo que pienso, lo que significa ser y hacer oposición
en esta comunidad educativa y por tanto, denunciar abiertamente prácticas que
pueden ser catalogadas de acoso laboral y persecución política, más aún siendo
ocasional, entiendo la postura de los otros frente a cualquier participación política.

Después de 15 años en la Universidad (2 como supernumeraria, 13 como docente en


los que se incluye medio tiempo durante 3 años como directora a la Corporación
Biogénesis) y en particular en esta dependencia, me he dedicado a la docencia, la
investigación, la extensión y la administración. Tiempo en el que adelanto proyectos
de investigación nacional e internacional en calidad de investigadora principal o
coinvestigadora, vinculada a la dinámica de diferentes grupos de investigación,
participación en la coorganización de eventos de la talla de Expomotricidad (versión
2007 y 2009), procesos de capacitación y actualización docente, con producción
científica y con encargo a la edición de la Revista Educación física y deporte en
calidad de directora (2003-2004), apoyo editorial (octubre de 2004 a 2009), editora
técnica (junio 2009-2012), directora/editora (agosto 2012 – enero de 2013) y desde
febrero de 2013 a agosto 5 de 2013 como editora; participación que se produce luego
de la convocatoria interna (IUEF) para conformar el Comité de publicaciones de la
dependencia. Esta trayectoria no ha sido suficiente para avanzar con una nueva
contratación, pese al encargo en un proyecto estratégico institucional como lo es la
Revista Educación Física y deporte y el acompañamiento a la proyección del PES,
grupo de investigación al que pertenezco.

Próxima a las vacaciones de mitad de año (a un mes de la terminación de mi contrato


como ocasional de tiempo completo), consulté, como es práctica en este tipo de
contratación, a la jefa académica del momento y hoy directora de la dependencia,
Gloria María Castañeda Clavijo, de las responsabilidades para el siguiente semestre
(2013-2) y en las que se pacta docencia, investigación (investigadora principal),
coordinación evento del grupo PES en Expomotricidad, reuniones del grupo PES,
círculos académicos, atención a estudiantes, edición de la Revista Educación física y
deporte y producción académica. Además de otras asignaciones de docencia que
requieren ser definidas por el inicio de la cohorte de Maestría del Instituto de
Educación (2013-2), en la que el grupo PES atiende la línea de Educación Física en lo
Escolar (con 5 estudiantes inscritos) y asesoría a una estudiante de maestría de la
PR

Facultad de Educación.

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Cartas asuntos profesorales

Medellín
septiembre 09 de 2013
Señores
Vicerrectoría de Docencia
Comité de Asuntos Profesorales

Universidad de Antioquia

Asunto:

vicisitudes itinerantes hacia un plan de trabajo, requerimiento de una alternativa. Un


ejemplo de cómo se acuerda la vida laboral en el IUEF con los profesores que tienes
divergencias con las directivas.

Por medio de la presente quiero comunicar a las instancias administrativas de la Uni-


versidad de Antioquia las dificultades las dificultades, obstaculizaciones e incohe-
rencias administrativas de las directivas del IUEF para acordar un plan de trabajo,
aspectos que he venido experimentando de cara a mi plan de trabajo 2013 – 2, como
docente titular adscrita al Instituto Universitario de Educación Física (IUEF)

Itinerario:

1. Desde antes de terminar el semestre 2013 – 1 manifesté (amparada en las normas


del estatuto profesoral en mi condición de profesora titular) a la jefe de
departamento Gloria Castañeda mi interés de orientar un curso de énfasis, de
continuar con el Seminario V y con Sociología del Deporte, este último servido en
pregrado en Entrenamiento Deportivo.

2. Al momento de concertar el plan, me di cuenta de que no se había incluido ni el


curso del Seminario V, ni el de énfasis, porque al decir de la profesora Castañeda, “no
me daba por las 300 horas de asignación a la dirección de la revista” (Pregunta: “no
darme” quiere decir que ¿no podía tener horas cátedra en mi plan? ¿Por qué se
garantiza más cursos y cátedras a docentes ocasionales que a los titulares?)
También se me explicó que “no había en comunitarias” porque el
profesor Víctor Molina lo había tomado (ahora me entero de que también son en
cátedra); indagué por el énfasis en escolar y se me respondió que ya lo tenía el
profesor León Jaime Urrego, y que era un docente vinculado (este profesor
pertenece a la generación vinculada con la convocatoria 200 años1.
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3. Propuse, además, la elaboración de dos proyectos de investigación para los
cuales se me reconocieron 90 horas en total y se me explicó que era lo mismo si
eran uno o dos proyectos, porque se había establecido que para la formulación de
proyectos era esa la asignación. Ante esto retiré uno (sobre el cual habíamos
avanzado para atender la convocatoria de extensión –investigación).

4. Así las cosas, organizamos el plan conforme a estas disposiciones: mitad de


un curso contextual de maestría, mitad de un curso de línea en maestría, un
curso en el pregrado de Entrenamiento Deportivo, asesoría a un estudiante de
maestría, 300 horas para la revista, 90 horas para un proyecto, 90 horas para
producción académica y las demás en reuniones (círculos y grupo de
investigación2).

5. El día 29 de agosto presenté mi renuncia formal (provocada) a la dirección


de la revista, con lo cual quedaron 300 horas pendientes en el plan 2013 – 2.

6. Luego de insistir toda la semana del 2 al 5 de septiembre (en la que la nueva


jefe de departamento seguía incapacitada y la nueva directora estuvo muy ausente)
para revisar el plan y reasignar este tiempo, me atendió la actual directora en
calidad de jefa de departamento, el jueves 5 en horas de la tarde. Para evitar malos
entendidos asistí acompañada del profesor Saúl Antonio Franco, pues me asiste
una profunda desconfianza ante las prácticas administrativas. (Como verán tengo
pendiente una cita con la Unidad de Asuntos Disciplinares por un comentario que
hice al terminar un Consejo de IUEF y ello me ha hecho “sospechante”)

7. La reunión fue bastante tensa y la profesora Castañeda abrió mi plan en pantalla e


iniciamos otro tramo de este difícil acuerdo: la profesora Castañeda me pregunta
qué propongo, mi primera respuesta fue: volver a los dos proyectos en diseño, pero
con asignación de 90 horas para cada uno. Ella responde que no es posible porque
sería inequitativo con los demás profesores. Le pregunté por qué una profesora en el
2012 tuvo 220 horas para ello y así aparecía tanto en el plan como en el informe de
la misma docente y me respondió que era un error. Le dije que sí no había un trato
diferenciado en relación con las trayectorias, con la productividad, con las historias
personales que deben mediar en el “trato equitativo” y me respondió que ella sabía
muy bien la diferencia entre trato igualitario y trato equitativo, empero no hubo una
derivación hacia mi caso de ese conocimiento.

1 Según el Vicerrector de docencia, los profesores vinculados por las convocatorias 200 años,
ingresan en el escalafón docente una vez se titulen, de ahí que ese primer año estarán en
periodo de prueba. El profesor León Jaime Urrego no se ha titulado.
2 Debo aclarar que estas reuniones las celebro con quienes estoy planteando los proyectos y
con grupos diferentes a Cultura Somática.
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Le comenté que veía un alternativa en producción académica, pero que recordaba
que en otro momento ella había hablado de igual número de horas (90 horas), para
todos los profesores y que ante la pregunta que le hiciera el profesor William
Moreno: si era lo mismo un pasquín de iglesia que un artículo en A, ella había respon-
dido que sí. La profesora negó haber contestado afirmativamente esto. Sin embargo,
a renglón seguido, demuestra que sí parte de esa premisa. Me explico: la profesora
me dice que si lo que quiero es un curso pues que lo diga y que me da el de algún
profesor, que ella eso lo soluciona muy fácil. Ante esa opción vuelvo sobre mi peti-
ción inicial de énfasis y ella me responde que no hay disponibilidad y que no puede
entregarme el de escolar porque lo tiene el Profesor León Jaime y él es vinculado y
tiene mis mismos derechos, (allí interviene el profesor Saúl, alegando mi condición
de titularidad, y la profesora insiste en que lo que importa es que ambos somos
vinculados). Le indagué si dicho profesor no dejó ningún curso al asumir el cargo de
Editor de la revista con 300 horas de asignación y me respondió que no, porque él
solo tenía dos cursos. (pregunta: ¿Cómo se había acordado ese plan que podía
recibir 300 horas más sin ser modificado? O ¿este profesor sí puede tener cátedra?)

La respuesta de la profesora Castañeda evidencia que ignora el estatuto profesoral


y al parecer otras normas, pues su práctica administrativa más habitual es decir
“abajo lo resuelven, abajo deciden”. Para el caso TÍTULO SEGUNDO. La carrera del
Profesor.

CAPÍTULO II: El Profesor titular


Artículo 59: Parágrafo. Los profesores titulares gozarán de la prerrogativa de tener
prelación en la escogencia de los cursos, asumir la representación profesoral ante
los Consejos Superior y Académico, y dedicarse preferentemente a la investigación
y a la producción académica; en este último caso deberán acreditar ante el
respectivo Consejo de Facultad, su trayectoria en los campos de la investigación y de
la producción académica.

Frente a mi solicitud del curso de énfasis también dijo que estaba el que manejaba
Viviana Vargas, pero que era en gimnasio y que ella sí creía tener un criterio para
decirme que eso no era para mí. (Realmente es el énfasis que menos me interesa
pero me pregunto: ¿De dónde surge ese criterio? ¿Por qué ella supone que eso no es
para mí? ¿Por qué, en otros casos, sí se asignan énfasis a personas que no han
tenido experiencia en campo?).

Indagué entonces por el seminario V y hubo un silencio y no supe quién lo tiene, allí
desistí de un curso porque aunque se había dicho que era factible todo lo que propo-
nía era objetado y, por lo demás, estaba en el ambiente la idea de “quitarle a un
profesor un curso” y “dejar sin un curso a uno de cátedra”, esto me pareció muy com-
plicado e injusto, tanto con los profesores como con los estudiantes en un semestre
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ya iniciado; sobre todo porque temo al rumor ya familiar ente nosotros de “tal le quitó
el curso a tal”.
Ante esta situación me sentí desesperada y la profesora Gloria Castañeda también,
permanentemente decía que conmigo era con “la única profesora que tenía
problemas con el plan”, sé que no es cierto porque he escuchado muchas quejas3,
pero sé también que esa postura de la profesora cabalga sobre mi estigma “de
profesora problema” adjetivación muy útil para inhibir la crítica. (Preguntas ¿Porqué
alguien que lleva tantos años de jefa académica no ofrece alternativas a una situa-
ción determinada? ¿Por qué alguien con tanta experticia como administradora no
puede resolver la situación con un subordinado? ¿Por qué los planes míos suelen
ser traumáticos? ¿No será que la jefa/directora no es tan neutra?)4

Muchas veces en la reunión del 5/09/2013 le pedí a la profesora Gloria Castañeda


que me propusiera ella una opción, que me dijera qué podía hacer, pero fue en vano,
ella insistía en que hiciera mi plan y lo enviara al Consejo de IUEF (en mi cabeza me
rondaba la idea del sinsentido de enviar esto al Consejo de IUEF pues hasta ese
momento lo ha conformado ella en la doble condición de directora/jefa de departa-
mento, la jefe CICIDEP y la representante profesoral cooptadas –casualmente del
mismo grupo de investigación- por la administración, en fin que era intentar lo
mismo con los mismos interlocutores y que era alargar la agonía).

Insistí en realizar una propuesta, le dije que me preocupaba esperar el Consejo IUEF
porque faltaban varios días para sesionar y eso alargaría el proceso; ella, por su parte
insistía en que el problema era que de Vicedocencia le devolvían los planes cuando
no se ajustaban a la normativa. Le recordamos, el profesor Saúl y yo, que el
Vicerrector de docencia nos había dicho –a partir de la normativa- que los planes
eran una concertación con el jefe académico y que cada dependencia tenía
potestad; no obstante la profesora Castañeda insistió en que el filtro lo hacía la
asistente del Vicerrector – ¿aplicación discrecional de la norma?-.

3 La carta enviada por el profesor William Moreno el día 09/09/2013 da cuenta de “otros docentes con proble-
mas frente al plan”

4 Vienen a mi memoria las dificultades con los planes del 2011 donde desaparecieron horas asignadas al Parque
de la Vida y me tocó acudir al Consejo de IUEF, de nuevo citar el estatuto y anexar la carta del mismo Consejo en
la que se me asignaban un número de horas que se desconocía en el plan; año que concluyó con la negación del
reconocimiento al que fui postulada por producción académica y, en este caso, ante la pregunta por el desconoci-
miento de un artículo publicado internacionalmente y de la coordinación y artículo en el monográfico de Cultura
Somática de la revista de Educación Física y Deporte, la profesora respondió que había sido un error (Y, por
supuesto, no lo rectificó).
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Pedí que esta fuera la última opción a considerarse porque no es mi caso en tanto
tengo cursos en pregrado y en maestría, y aduje que lo último que quería era adeudar
cursos.

Esas fueron mis alternativas y, claro está, continuar con el curso de Sociología del
Deporte y con los de la maestría, asesoría a un estudiante de maestría y demás
compromisos adquiridos al inicio del semestre, exceptuando la dirección de la
revista, cuya renuncia fue aceptada por el Consejo de IUEF.

Ahora propongo (esto no lo dije en la reunión del 05/09/2013) que se revise también
la opción de preparación de cursos para la maestría, que si bien se reconocen con el
doble número de horas, creo necesario estimar un tiempo para la preparación.

(Lo que manifiesto aquí con respecto a la reunión del jueves 05/12/2013 puede ser
constatado por el Profesor Saúl Antonio Franco, quien da fe de lo expresado)

Aún no he obtenido respuesta relativa al plan y estoy profundamente preocupada


por las consecuencias, no obstante y a pesar de estar en receso he cumplido mis
horarios (hasta el día de ayer que fui incapacitada en horas de la tarde y hasta el
miércoles 11 incluido) y puedo demostrar producción académica permanente.

Quedan en tintero las siguientes preguntas:

¿Este tratamiento a mi situación es un anticipo a lo que nos espera en el trienio que


ahora se inaugura con la profesora Castañeda?

¿Se continuará en el IUEF la línea hegemónica, perseguidora, excluyente y


sancionadora a la oposición?

¿La administración seguirá actuado desde el desconocimiento del de las normativas


institucionales y constitucionales estatuto?

¿Se aplicará la estrategia de desprestigiar e invisibilizar a otro para justificar acciones


en su contra?

¿La aplicación de la norma seguirá siendo discrecional y obstaculizante?

¿Por qué se actúa desde la certeza de que en el IUEF todo se puede?

Señores Vicerrectoría de Docencia, señores asuntos docentes, con esta carta quiero
manifestar mi interés en que este proceso concluya satisfactoriamente para la Uni-
versidad y para la academia. Quisiera que los cobros políticos por haber aceptado mi
postulación a la dirección del IUEF y por la realización de una propuesta para dicha
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gestión (propuesta que en principio valoré seria e interesante, pero que ahora apre-
cio ingenua, pues la transparencia y el cambio están fuera de moda y le interesan a
pocos), cesaran ya. Desde el lunes 12 de agosto me he visto acosada laboralmente,
conducida a proceso disciplinario, con un saldo lamentable en lo tocante a cercanos
a mí en el IUEF, ahora está en juego mi plan de trabajo y con ello mi prestigio como
empleada de la Universidad de Antioquia (francamente temo que esto me afecte en
el actual proceso disciplinario y temo que “todo lo que diga pueda ser usado en mi
contra”, en suma, soy una docente de la U. de A. asediada por el miedo, que siente
habitar un terreno minado).

Pido a las instancias universitarias que se me trate como corresponde a mi condición


de docente titular, con años de servicio a la Universidad de Antioquia y a la
comunidad; soy una de las personas con mayor antigüedad en la dependencia,
“prejubilable”, con un prestigio académico construido a pulso, con una formación
profesional meritoria, que no he escatimado en brindar mi saber y mi aportes al
campo, vigilante cuidadosa del erario5, que he representado ampliamente a la
institución en instancias locales, nacionales e internacionales. Finalmente, solicito
que se me respete en mi integridad, se me reconozcan los derechos concedidos en
el estatuto profesoral y en la constitución y ruego se me oriente sobre los pasos a
seguir de cara a esta circunstancia y en la perspectiva vivir, el que espero sea mi
último año laboral, en las condiciones adecuadas y pertinentes para el disfrute del
ejercicio docente, como todos nos merecemos, y seguir aportándole a la
Universidad.

Espero una respuesta oportuna.

Rubiela Arboleda Gómez


Docente Titular IUEF.
Con copia a: jefatura académica/dirección del IUEF, al Consejo IUEF
Anexo a queja de acoso laboral oficina de Talento Humano

5 Debo decir que en 10 años solo he solicitado apoyo a la dependencia para un viaje a Washington en
el que tenía compromisos académico con LASA 2013 y se me brindó un millón de pesos. He evitado
consumir los dineros públicos y todos los viajes representativos (no pocos) que constan en mi hoja de
vida han corrido por mi cuenta.

cuando no los asume el evento en cuestión, he pagado todo aquello que he podido cubrir, incluso dos
libros de 13 y 12 millones respectivamente, de mi propio bolsillo, con el propósito de no abusar de la
institución pública y de retribuir de alguna manera lo que creo ha invertido en mí. Por todo ello me
resulta preocupante, irrespetuoso y mal intencionado la sospecha que se quiere extender sobre el
incumpliendo de mi carga laboral.

()
Medellín, septiembre 3 de 2013. Profesora Pulido

Profesor
JUAN CARLOS AMAYA CASTRILLÓN
Vicerrector de Docencia
Universidad de Antioquia.

Estimado Profesor Amaya:

Leo con preocupación el comunicado firmado por la Profesora Sandra Maryory


Pulido Quintero del Instituto de Educación Física de la Universidad de Antioquia, en
el que hace graves acusaciones acerca de la situación de acoso laboral y
persecución política de la cual al parecer es objeto por parte de las directivas de esa
dependencia. Adicionalmente, la profesora Pulido exhibe una rica y meritoria
trayectoria en su desempeño como profesora ocasional, con notable productividad
académica e impacto en las publicaciones del Instituto, acompañada de
evaluaciones ampliamente positivas por parte de los estudiantes, todo lo cual da
cuenta de su alto desempeño académico y su valiosa contribución a esa
dependencia durante el tiempo que ha estado vinculada a ella.

Como se infiere del Comunicado firmado por la Profesora Pulido, la suspensión del
contrato como profesora ocasional, se produce en el contexto de la pasada consulta
profesoral para la designación de las directivas académicas y administrativas de esa
dependencia, en la cual ella apoyó explícitamente el nombre de la candidata que no
fue designada y participó activamente del colectivo que respaldó dicha candidatura.
Para la Representación Profesoral ante el Consejo Superior Universitario es grave
que en nuestra universidad, fundada en el ejercicio de la libertad de cátedra, la
garantía de los derechos de cada uno de sus miembros y la participación
democrática, se ponga en riesgo el respeto de tales preceptos con ocasión de las
consultas profesorales. En este contexto de consultas profesorales -en las que los
docentes, vinculados, ocasionales y de cátedra, deberán gozar de todas las garantías
democráticas para expresar autónomamente y sin coacciones de ninguna
naturaleza su decisión de respaldar a uno u otro candidato o candidata para la
dirección de sus dependencias académicas-, la decisión de suspender el contrato
laboral (o la amenaza abierta o velada de suspensión) al profesor o profesora debido
al ejercicio personal de dichas autonomías y libertades, connota una clara actitud de
intolerancia y de retaliación política y laboral, de la cual como profesores, como
representantes profesorales y como ciudadanos, no podemos sino rechazar
categóricamente. La ocurrencia de situaciones como estas envía un mensaje
nefasto a la comunidad universitaria y a la sociedad, y puede estar develando el
grado de corrupción, politiquería y clientelismo que envuelve la gestión
administrativa y académica de nuestra vida universitaria.
Dado que la delicada situación denunciada por la Profesora Pulido no puede
reducirse (ni resolverse) al aspecto meramente contractual, en términos de
“terminación de contrato”, solicito respetuosamente a la Vicerrectoría de Docencia y
especialmente a Usted, se adelanten prontamente las investigaciones del caso y se
adopten los correctivos o sanciones a que dieran lugar.

Cordialmente,

JAIME RAFAEL NIETO LÓPEZ


Representante Profesoral al CSU.

cc. Profesora Gloria María Castañeda Clavijo, Directora Instituto de Educación Física.
----Profesora Sandra Maryory Pulido Quintero.
---Rector, Alberto Uribe Correa.

()
PR
CARTA ABIERTA A UN INQUISIDOR
DEL PENSAMIENTO CRÍTICO
Doctor Alejandro Ordoñez Ilegítimo
Procurador General de la Nación

Guió don Quijote, y habiendo andado como doscientos pasos, dio con el bulto que hacía la
sombra, y vio una gran torre, y luego conoció que el tal edificio no era alcázar, sino la iglesia
principal del pueblo, y dijo: -Con la iglesia hemos dado, Sancho. -Ya lo veo -respondió
Sancho-. Y plega a Dios que no demos con nuestra sepultura; El Quijote.
Miguel de Cervantes Saavedra

El pasado 4 de septiembre tuve conocimiento a través de los medios oficiales de


comunicación de la decisión tomada por su despacho de destituirme de mi condición de
docente de la Universidad Nacional de Colombia e inhabilitarme por 13 años para ejercer
cargos públicos; un fallo que llama la atención tanto por la sevicia con que pretende
eliminarme del espacio público y universitario, como por la pobreza intelectual y
argumentativa que acompaña el mismo, haciendo uso de pruebas ya superadas en el
proceso judicial y limitando el legítimo derecho a la defensa que me asiste.

La investigación disciplinaria en mi contra la inició su despacho con base en una noticia


publicada por el periódico El Espectador, el 27 de mayo de 2009, circunstancia que -como lo
anotó en su momento mi defensa- dejaba en claro su interés específico en el caso, y aunque
la investigación fue asignada al Procurador 1o. Delegado para la vigilancia administrativa, no
escapa a mi entendimiento que Usted funge como “titular y jefe único del Ministerio Público,
ante el cual todos los demás funcionarios que trabajan en la procuraduría son subordinados,
incluyendo desde luego el mencionado procurador delegado y los abogados y abogadas
que le asisten en su función, junto con todos y cada uno de los procuradores judiciales en lo
penal”.

¿Podría esperarse una decisión distinta de una entidad oficial donde algunos de sus
empleados han sido designados no por sus capacidades y competencias jurídicas, menos
aún por sus calidades éticas, sino como parte de un entramado clientelista, en el que Usted,
como cabeza visible de ese organismo, vinculó laboralmente a personas ligadas con lazos
familiares o de amistad a servidores públicos que intervinieron para su reelección como
procurador? La ecuanimidad no ha sido precisamente una de las virtudes que ha
caracterizado su ejercicio profesional; su flagrante violación al artículo 126 de la
Constitución Política Nacional, así lo corrobora.
PR
También habla de su falta de imparcialidad el hecho de que antes de iniciar el proceso disciplinario
en mi contra, se hubiese pronunciado públicamente señalando la validez de los supuestos
computadores del guerrillero de las FARC, abatido en Ecuador, “Raúl Reyes”, impugnando la
decisión de la Corte Suprema que declaró su ilegalidad y aduciendo que se obtuvieron “en un
contexto de lucha contra el terrorismo, al amparo de la seguridad nacional e internacional, en el
marco del desarrollo de un conflicto no internacional”, eliminando así las garantías mínimas para un
proceso justo.

Curiosa “justicia” la de este país tanto tiempo consagrado al Sagrado Corazón de Jesús, donde el
Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, INPEC (adscrito al Ministerio de Justicia y del Derecho)
niega mi condición de servidor público para mantenerme durante más de dos años en una prisión
de alta seguridad, junto con peligrosos paramilitares, narcotraficantes y guerrilleros; mientras que
su Ministerio Público ratifica tal condición para iniciarme una investigación disciplinaria, en el
momento en que los jueces validaban una captura ilegal, producto de mi secuestro, tortura y
expulsión de México; acción en la que, cabe anotar, participaron funcionarios públicos colombianos
y sobre la cual no hay la más mínima alusión en su pliego de cargos, pese a que fueron puestos de
presente ante la Viceprocuradora General, por una delegación de reconocidos juristas mexicanos, y
circunstancias que yo mismo relaté en mi testimonio ante la juez cuarta penal del circuito
especializado de Bogotá, en presencia de la Procuradora Penal II que allí concurría en calidad de
agente especial de su despacho.

¿Olvidó Usted y su delegada que como entidad que representa a los ciudadanos frente al Estado es
un deber de la Procuraduría “vigilar el cumplimiento de la constitución, las leyes, las decisiones
judiciales y los actos administrativos; proteger los derechos humanos y asegurar su efectividad,
con el auxilio del Defensor del pueblo; y defender los intereses de la sociedad” (Art. 277 de la
Constitución Nacional)? ¿Es esta la democracia garantista que tanto se enorgullecen los
gobernantes colombianos?

El fallo que ha proferido su despacho causa indignación porque siendo Usted constitucionalmente
el garante de los derechos fundamentales de la sociedad colombiana ha sido el primero en
pisotearlos; sin embargo, no es un azar que provenga de alguien que ha militado en la Fraternidad
Sacerdotal San Pío X (Fraternitas Sacerdotalis Sancti Pii X), la misma que en cabeza del ex
arzobispo Marcel Lefevbre calificó la dictadura argentina -en la que hubo más de treinta mil
desaparecidos- como “un gobierno de orden, que tiene principios”; y que a través del obispo
británico Richard Williamson –ordenado por el mismo Lefevbre- afirmó que el holocausto era “un
mito prefabricado” y que “ningún judío había muerto en la cámara de gas” (El País, febrero 1 de
2009).
PR
Ante sus correligionarios Usted puede ufanarse de ser un consecuente soldado de los caballeros
templarios porque en pleno siglo XXI anuncia con sus trompetas de guerra que el aborto es un
delito de lesa humanidad; porque persigue con su espada católica las uniones entre
homosexuales; porque reivindica la Iglesia que legitimó el genocidio contra los pueblos originarios
de América y ejerció el “santo oficio de la inquisición” a través de la tortura, la hoguera y el
descuartizamiento; porque justifica los miles de “infieles” que murieron a mano de los cruzados;
porque guarda en una de las gavetas de su escritorio un índice de lecturas prohibidas ( Index
librorum prohibitorum et expurgatorum) y porque asiste a las ceremonias lefebvristas que se ofician
en la Iglesia de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, de espalda a los feligreses y en latín,
quizás para excluir de la santificación a quienes, además de la pobreza, sólo poseen el don de las
lenguas vernáculas.

Como muchos compatriotas de mi generación me formé en escuelas y colegios que siendo


públicos profesaban la fe católica, y a sus estudiantes se les exigía presentar para su ingreso la
partida de bautizo, y el registro de matrimonio de los padres. Además contábamos con los servicios
espirituales de un capellán, siendo obligatoria la asistencia a las celebraciones litúrgicas, que si nos
atenemos a su parecer ya estaban contaminadas del “humo de Satanás” porque no se celebraban
en latín. En estos centros educativos los cursos de religión constituían una asignatura más donde
estudiábamos la biblia, en su edición oficial (la de Jerusalén) porque las demás estaban proscritas;
fue muchos años después que comprendí que existían otros libros sagrados como el Corán, el
Talmud, el Tao, o el Popol Vuh; y que en el mundo además de católicos existían protestantes, judíos,
musulmanes, budistas, gnósticos, agnósticos, mormones y animistas entre muchas otras doctrinas
religiosas, y, lo más importante, entendí que no era un pecado pertenecer a ellas. Así mismo, advertí
que en la Iglesia católica coexistían corrientes “progresistas” y, también, “tradicionalistas” como la
que Usted adscribe.

Ese conocimiento y ese respeto hacia los creyentes y no creyentes fue posible gracias a la
formación que me brindó la Universidad Pública, donde la libertad de cátedra, y el pluralismo
ideológico fueron siempre pilares fundamentales, como una valiosa conquista del movimiento
universitario de Córdoba (1918) que se expandió a todo el continente. Son esos mismos principios
los que su despacho acaba de cercenar gracias a su arbitraria decisión contando con la impasible
mirada del rector de la Universidad Nacional, Ignacio Mantilla, quien frente al caso no sólo ha
guardado un silencio cercano a la estolidez, sino que ha invocado el poder ilegítimo que Usted
ostenta para solicitar su actuación disciplinaria sobre los trabajadores y funcionarios del Alma
Mater que se han movilizado para reivindicar sus legítimos derechos. Acción que menoscaba la
autonomía universitaria y que pretende ser repicada hoy por las directivas de otras universidades
públicas.
PR
Ante sus correligionarios Usted puede ufanarse de ser un consecuente soldado de los caballeros
templarios porque en pleno siglo XXI anuncia con sus trompetas de guerra que el aborto es un
delito de lesa humanidad; porque persigue con su espada católica las uniones entre
homosexuales; porque reivindica la Iglesia que legitimó el genocidio contra los pueblos originarios
de América y ejerció el “santo oficio de la inquisición” a través de la tortura, la hoguera y el
descuartizamiento; porque justifica los miles de “infieles” que murieron a mano de los cruzados;
porque guarda en una de las gavetas de su escritorio un índice de lecturas prohibidas ( Index
librorum prohibitorum et expurgatorum) y porque asiste a las ceremonias lefebvristas que se ofician
en la Iglesia de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, de espalda a los feligreses y en latín,
quizás para excluir de la santificación a quienes, además de la pobreza, sólo poseen el don de las
lenguas vernáculas.

Como muchos compatriotas de mi generación me formé en escuelas y colegios que siendo


públicos profesaban la fe católica, y a sus estudiantes se les exigía presentar para su ingreso la
partida de bautizo, y el registro de matrimonio de los padres. Además contábamos con los servicios
espirituales de un capellán, siendo obligatoria la asistencia a las celebraciones litúrgicas, que si nos
atenemos a su parecer ya estaban contaminadas del “humo de Satanás” porque no se celebraban
en latín. En estos centros educativos los cursos de religión constituían una asignatura más donde
estudiábamos la biblia, en su edición oficial (la de Jerusalén) porque las demás estaban proscritas;
fue muchos años después que comprendí que existían otros libros sagrados como el Corán, el
Talmud, el Tao, o el Popol Vuh; y que en el mundo además de católicos existían protestantes, judíos,
musulmanes, budistas, gnósticos, agnósticos, mormones y animistas entre muchas otras doctrinas
religiosas, y, lo más importante, entendí que no era un pecado pertenecer a ellas. Así mismo, advertí
que en la Iglesia católica coexistían corrientes “progresistas” y, también, “tradicionalistas” como la
que Usted adscribe.

Ese conocimiento y ese respeto hacia los creyentes y no creyentes fue posible gracias a la
formación que me brindó la Universidad Pública, donde la libertad de cátedra, y el pluralismo
ideológico fueron siempre pilares fundamentales, como una valiosa conquista del movimiento
universitario de Córdoba (1918) que se expandió a todo el continente. Son esos mismos principios
los que su despacho acaba de cercenar gracias a su arbitraria decisión contando con la impasible
mirada del rector de la Universidad Nacional, Ignacio Mantilla, quien frente al caso no sólo ha
guardado un silencio cercano a la estolidez, sino que ha invocado el poder ilegítimo que Usted
ostenta para solicitar su actuación disciplinaria sobre los trabajadores y funcionarios del Alma
Mater que se han movilizado para reivindicar sus legítimos derechos. Acción que menoscaba la
autonomía universitaria y que pretende ser repicada hoy por las directivas de otras universidades
públicas.
PR
Estas lejanas vivencias y aprendizajes que marcaron mis primeros años de estudio hasta concluir
el bachillerato, me permiten recordarle que cuando Usted valida las supuestas pruebas del
computador de Reyes y la USB, a sabiendas de que son ilícitas e ilegales y que fueron analizadas y
superadas en el proceso judicial, a la vez que me señala de difundir con mis escritos el pensamiento
revolucionario de las FARC; divulgar sus ideas en foros internacionales; organizar eventos en la
Universidad Nacional “con sentido político” invitando a los estudiantes a que se unan a las filas de
las FARC y pretender crear un centro de investigación de esta organización armada, está faltando
una vez más al octavo mandamiento de la Ley de Dios “No levantarás falsos testimonios, ni
mentirás”. Y digo una vez más, porque ya lo hizo en el proceso contra la Senadora Piedad Córdoba.

En su conocido catecismo el Padre Gaspar Astete nos recordaba que había tres tipos de mentiras:
jocosa, la que se recurre para hacer un chiste; oficiosa, la que se dice por utilidad propia; y
perniciosa, la que busca dañar al prójimo. Déjeme decirle, señor procurador, que Usted ha incurrido
en las tres: ha dicho una mentira jocosa porque acusarme de que participé en eventos nacionales e
internacionales para difundir el pensamiento revolucionario de las FARC francamente produce risa;
ha recurrido a una mentira oficiosa para defender sus convicciones político-religiosas personales y
ha dicho una mentira perniciosa que tiene como propósito mi eliminación física del campus
universitario colocando en alto riesgo mi integridad personal y la de mi familia (y desde ya lo
responsabilizo de las consecuencias que esta temeraria falsedad pueda tener).

Las dos primeras mentiras son pecados veniales, pero la última constituye –en la interpretación
que hace el padre Astete- un pecado mortal. No quisiera preocuparlo, señor Procurador, pero sus
contravenciones a los principios cristianos son muchos más graves que esto, porque además de
sus mentiras perniciosas ha incurrido en perjurio ya que en el momento de su posesión, Usted Juró
solemnemente que ejercería “el control disciplinario del servidor público, adelantando las
investigaciones y sancionando a los funcionarios que incurran en faltas disciplinarias en el
desempeño de sus funciones y desarrollando investigaciones cuando se presenten irregularidades en
el manejo del patrimonio público”.

Pero Acaso ¿no pidió Usted absolver al coronel Alfonso Plazas Vega condenado por la
desaparición de 11 personas en los sangrientos hechos del Palacio de Justicia? ¿No solicitó eximir
de responsabilidad penal a oficiales, suboficiales y soldados judicializados por caso de “falsos
positivos”(ejecuciones extrajudiciales realizadas por el Estado)en Bosconia (Cesar) argumentando
que estos crímenes se hicieron para defender la institución? ¿No desestimó las contundentes
pruebas contra el ex senador –y primo del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez- Mario Uribe por
sus vínculoscon el paramilitarismo? ¿No se enfrentó a la Corte para buscar la absolución del
político Mauricio Pimento, electo gobernador del Cesar con votos amarrados a través del terror
paramilitar? El filo de su espada justiciera no ha rozado ni de cerca a los servidores públicos que
han defraudado el erario público, no obstante ha sido desenvainada para inhabilitar a quienes
hemos disentido de las políticas oficiales, denunciado el terrorismo de Estado y propugnando por
una salida dialogada al conflicto armado y social colombiano.
PR
La Doctrina Católica enseña la obligación de cumplir con los mandamientos para alcanzar la
salvación divina, esto lo consagra ya no digamos el Concilio Vaticano II, -el que tengo entendido
Usted aborrece por su ecumenismo y excesiva liberalidad- sino el mismísimo Concilio de Trento.
Créame que no es mi aspiración verlo abrasado por las ardientes llamas del infierno; no desearía
para Usted la suerte que corrieron decenas de ejemplares de obras escritas por Marx, Descartes,
Friedrich Nietzsche, José María Vargas Vila y Gabriel García Márquez, entre muchos otros, cuya
quema pública Usted propició en sus años juveniles. Le aclaro sí, que no le escribí para recordarle
sus deberes de cristiano que tanto lo desvelan; soy respetuoso de las creencias políticas y
religiosas y estoy seguro que los dolores del alma que deben asistirle por su torcido proceder serán
purificados en su fuero interior gracias el sacramento de la penitencia.

Mi carta es para hacer pública mi indignación por el reiterado daño que Usted le ha venido
causando a la sociedad colombiana, prevaricando e incumpliendo sus responsabilidades como
funcionario público y regando la simiente de la intolerancia, en un país donde las élites gobernantes
se han caracterizado precisamente por excluir y aniquilar todo lo que se opone a sus mezquinos
intereses, como lo hicieron con la Unión Patriótica, organización política y legal, a la que le
asesinaron más de cinco mil militantes; y como lo sigue haciendo el gobierno del presidente Juan
Manuel Santos con líderes populares que han participado en las recientes movilizaciones sociales.
Su nociva actuación no es nueva: como presidente del Consejo de Estado Usted favoreció las
fumigaciones con glifosato de cultivos de uso ilícito, vulnerando los derechos colectivos de las
comunidades a disfrutar de un ambiente sano y permitiendo que se atentara contra la salubridad
pública y la conservación del ecosistema; de este modo despejó el camino para la aplicación de las
políticas antidrogas, acrecentando la pérdida de nuestra soberanía nacional y el afianzamiento de
las estrategias contrainsurgentes que han tenido continuidad bajo la actual administración.

Todavía está fresca en la memoria de los colombianos su desempeño como magistrado del
Consejo de Estado frente a los procesos de la parapolítica. Particularmente, frente a la solicitud de
pérdida de investidura del entonces congresista William Alfonso Montes Medina -quien reconoció
haber firmado el “Pacto de Ralito” suscrito entre paramilitares y políticos para ‘refundar’ la
patria- Usted se pronunció señalando que “no obran en el proceso suficientes elementos probato-
rios que permitan afirmar la pertenencia del congresista a los mismos, de la sola firma del docu-
mento arriba señalado no se puede inferir tal aseveración” (Bogotá, D.C., 20 de noviembre de dos
2007), pruebas que Usted minimizó y que fueron suficientes para que la Corte Suprema condenara
penalmente al ex congresista a 90 meses de cárcel; Otro tanto sucedió con los congresistas Ciro
Ramírez, Álvaro Araujo, Erick Morris, Jairo Enrique Merlano y Luis Humberto Gómez Gallo, entre
muchos otros que la Corte condenó ¿determinaron estos complacientes pronunciamientos su
nombramiento como Procurador General de la Nación?
PR
¡Qué lejos estamos de aquellos tiempos en que el entonces Procurador General de la Nación,
Carlos Jiménez Gómez, se levantó erguido y con pruebas en mano reveló a la comunidad nacional
e internacional los nombres de 163 personas involucradas en actividades de paramilitarismo, espe-
cíficamente relacionadas con los escuadrones del MAS (Muerte a Secuestradores)! Entre los com-
prometidos figuraban 59 miembros de las Fuerzas Armadas en servicio activo, incluido al hoy
general® Álvaro Velandia Hurtado, responsable de la desaparición forzada de la estudiante Nidya
Erika Bautista!. La Procuraduría ordenó la destitución de este oficial en 1995, sin embargo, siete
años después Usted, como magistrado del Consejo de Estado, votó la revocatoria de la sentencia,
logrando la restitución de este general comprometido en delitos de lesa humanidad.

Pero Usted también le ha hecho otros favores al paramilitarismo: a principios del 2010, por ejemplo,
conceptuó que los vicios de trámite de la ley que convocaba al referendo reeleccionista, con el cual
pretendía perpetuarse en el poder el ex presidente Álvaro Uribe Vélez eran subsanables y pidió que
se declarara exequible. En un país donde los procesos burocráticos caminan tan lentamente, entre-
gó su fallo dos semanas antes del tiempo previsto por la ley ¿tanta prisa tenía para garantizarle a
su mentor político la posibilidad de un tercer mandato?
No nos digamos mentiras, señor Procurador (I), sus convicciones religiosas a las que refería al
iniciar esta carta son solo una fachada para llevar adelante la tarea servil que le han encomendado
las élites bipartidistas de este país: esto es, borrar del camino cualquier vestigio de oposición políti-
ca y social; pues si con el accionar de las fuerzas militares y paramilitares en Colombia se elimina
al contradictor político, y con el apoyo de la rama judicial se fabrican falsos positivos judiciales; con
el Ministerio Público que usted regenta de manera ilegítima, se ha buscado inhabilitar políticamen-
te a figuras representativas de la oposición; no de otra manera se explican las arbitrarias investiga-
ciones que abrió contra el senador Jorge Robledo, la senadora

Gloria Inés Ramírez y el concejal Jaime Caicedo, como lo hizo en su momento con la Doctora Piedad
Córdoba y, ahora intenta hacerlo con los funcionarios públicos que han viajado a La Habana a
entrevistarse con la delegación de las FARC . Esta mesa de diálogo con representantes del gobierno
se instaló hace cerca de un año para concertar salidas políticas al conflicto armado y social colom-
biano ¿Pretende criminalizar, también, las expresiones de apoyo al proceso de paz? Ni el mismo
senador republicano Joseph McCarthy se hubiera atrevido a tanto.

Con esta misiva pongo a su disposición mi libro La Vorágine del Conflicto Colombiano: una Mirada
desde las Cárceles, que recoge relatos de vida de los protagonistas del conflicto armado y social
(militares, paramilitares, guerrilleros, milicianos y delincuentes sociales), los cuales recopilé durante
los dos años que estuve injustamente privado de la libertad sindicado de rebelión y concierto para
delinquir. Tengo la sospecha que este ejemplar terminará alimentando sus piras bibliográficas (en
su momento los guardias penitenciarios realizaron acciones similares con las bibliotecas que
creamos los presos políticos en La Modelo y la Picota); lo invitó, sin embargo, a que venza sus
prejuicios medievales y lo lea, quizás le ayude a recordar la verdad a gritos de los estrechos nexos
que han tenido el Estado Colombiano, las Fuerzas Militares, latifundistas y políticos nacionales y
locales con las organizaciones paramilitares; también le aportará algunos elementos sobre el
oscuro desempeño del ex comisionado de Paz Luis Carlos Restrepo, a quien ha defendido con
PR
vehemencia su despacho.
Finalmente quisiera decirle que pese a la falta de ponderación en sus decisiones, he cumplido, a
través de mi defensa, con el ritual de apelación, que Usted deberá resolver en los próximos días.
Desde mi secuestro en México, el 22 de mayo de 2009, el Estado colombiano ha menoscabado
casi todos mis derechos fundamentales; los regímenes autoritarios suelen instrumentalizar a
organismos como la Procuraduría y a personajes como Usted para conculcar los derechos
humanos y las libertades públicas, por eso no puedo más que rememorar la digna actitud asumida
por el astrónomo y matemático Giordano Bruno cuando fue condenado a la hoguera por el Santo
Oficio de la Inquisición:

“Bruno escucha en silencio, arrodillado delante de sus jueces. Pequeño, flaco, descarnado, con la
barba oscura y descuidada, agotado por casi 2.800 días de prisión, por las privaciones, la tortura, por
una inquietud que duró siete años y nunca compartida con alguien, por nadie confortado, Bruno se
yergue, la mirada orgullosa y llameante. Luego se alza, mirando en derredor con una mirada torva y
amenazadora, colmada de un desprecio incontenible, y pronuncia las últimas palabras de las que se
tiene testimonio seguro. Son palabras ásperas, duras, que surgen de un espíritu que domina al de los
jueces y de los presentes, que está más allá de la muerte ya inminente. Son palabras proféticas que,
sin que nadie las comprenda, anuncian el futuro de la Iglesia y tal vez, de la humanidad: ‘Tal vez
tenéis más temor vosotros al pronunciar mi sentencia, que yo al recibirla’ [Primitivo Martínez
Fernández. La Inquisición. El Lado Oscuro de la Iglesia]

Atentamente,
Miguel Ángel Beltrán Villegas
Profesor Asociado. Universidad Nacional de Colombia Bogotá,
octubre 3 de 2013

()

PR
?
Es posible hablar
de poder constituyente universitario?
Francisco Cortés Rodas
Director del Instituto de Filosofía

La propuesta política que se plantea en varias universidades del país de un poder constituyente
universitario orientado a la transformación de la forma de gobierno universitario que rige a las
universidades públicas a partir de la Constitución y la ley 30 de 1992, se basa en un diagnóstico
negativo sobre las posibilidades de la democracia y la participación del estudiantado y el
profesorado en el gobierno de las universidades públicas.

En este diagnóstico se afirma que en la universidad se limita el ejercicio pleno de la democracia y la


participación, no se garantiza a todos el bienestar institucional, no hay transparencia en los
procesos administrativos, las estructuras de gobierno actuales están viciadas por el clientelismo y
por prácticas reeleccionistas que llevan a perpetuar en el poder a unas élites administrativas, no
académicas, que actúan contra el espíritu de la Constitución del 91, y que mantienen y reproducen,
además, la idea de universidad impuesta por la ideología neoliberal.

De este diagnóstico deriva como alternativa al orden universitario vigente la propuesta de una
constituyente universitaria que se fundamenta en la idea del derecho constitucional del poder
constituyente. A partir de esto se trata de explorar otras formas de gobierno universitario, como la
asamblea universitaria para realizar la elección popular de las propias directivas o de un proceso
constituyente parecido al cabildo popular para proponer una forma de gobierno universitario
alternativa a la vigente.

El diagnóstico contiene un lado falso y uno verdadero. El lado verdadero muestra que hay
limitaciones para el ejercicio pleno de la democracia y la participación en la universidad. Esto es
verdadero no solamente para la universidad, sino también, para el país en general. La democracia
debe por esto radicalizarse. El lado falso del diagnóstico consiste en suponer que el ejercicio pleno
de la democracia y la participación en la universidad se da mediante la convocatoria de una
asamblea constituyente universitaria que nace por la invocación del poder constituyente que radica
en los estudiantes y profesores.
PR
Es tarea de la crítica teórica señalar y denunciar las soluciones meramente verbales e indicar sus
consecuencias negativas: superficialidad, incoherencia, trivialización, retórica. Proponer como
mecanismo alternativo al trámite legislativo, que el movimiento universitario, como poder
constituyente, pueda darse sus propias leyes o pueda transformar la forma de gobierno
universitario que rige a las universidades públicas, es proponer que los poderes públicos sean
ejercidos por el movimiento universitario o el pueblo de la manera que sea, es afirmar que el poder
del pueblo es ilimitado. Por esto, hay que decir contra el neopopulismo universitario: no es
suficiente con que se convoque el constituyente; si no hay límites sustanciales a las decisiones de
una asamblea constituyente, ella puede, democráticamente, suprimir por mayoría la democracia y
con esto el orden político vigente en las universidades. Aseverar la omnipotencia del poder
constituyente, del pueblo o de la mayoría universitaria, es una manera muy reducida de entender la
democracia. 1

Ahora bien, lo que puede ser viable constitucionalmente, pero que es complejo y especialmente
dilatado, es proponer una reforma de la Constitución para buscar que algunos contenidos
esenciales del proyecto de ley nacional de educación propuesto por la Mane sean establecidos en
términos de derechos fundamentales. La Constitución del 91 contempla esta posibilidad al
establecer que el pueblo participe en los procesos de su reforma. “La Constitución Política podrá ser
reformada por el Congreso, por una Asamblea Constituyente o por el pueblo mediante referendo.”
(Artículo 374 de la C.P.). La Carta permite, según el artículo 375, que grupos representativos de
ciudadanos presenten proyectos de acto legislativo (Artículo 155 de la C.P.). En relación con el
ejercicio del control político, el artículo 40 consagra el derecho a participar en la conformación, ejer-
cicio y control del poder político, no sólo mediante la facultad de elegir y ser elegido, sino también
por medio del ejercicio de mecanismos de participación directa, -como el referendo-, a través de los
cuales la democracia pasa de ser meramente representativa a ser realmente participativa. En suma,
es viable constitucionalmente la convocatoria de una Asamblea Constituyente para proponer una
nueva constitución (Artículo 376 de la C.P.), es factible reformar la constitución mediante la
iniciativa popular para presentar proyectos de ley o de reforma constitucional al Congreso, es
posible también la participación directa mediante el referendo; pero es inviable la idea de una
constituyente universitaria, que pretende reducir el constituyente primario al estamento
universitario y pretende actuar al margen o por fuera del orden constitucional y legal vigente.

1. Para una crítica al populismo en América latina ver: http://www.rlfp.org.ar/la-democracia-en-america-latina/


PR
Una situación constituyente es una situación original, que no es producida por actos jurídicos y por
tanto carece de normas superiores a ella. Una situación constituyente es la expresión de un poder
constituyente, que en democracia es el pueblo. El poder constituyente es el fundamento externo del
derecho mismo, reside siempre en el pueblo, tiene un carácter político más que jurídico, y con su
actuación constituye los demás poderes jurídicos, los poderes constituidos. El poder constituyente
es atribuido a los sujetos naturales que conforman el pueblo como titular de la soberanía. Estos
sujetos no pueden ser los estudiantes ni los profesores, solamente pueden ser los ciudadanos de
una comunidad política. El poder constituyente lo puede tener un grupo revolucionario y sus actos
son actos constituyentes, como sucedió en la Revolución americana, la francesa o la rusa. Es
importante entonces diferenciar entre el sentido político fundante, constituyente, que resulta de las
actuaciones del pueblo, y el sentido político fundado o constituido que resulta de las demás
actuaciones de los ciudadanos.

()
PR
del poder constituyente,
del poder constituido
y del fetichismo constitucionalista.
Por: Marco Antonio Vélez V. - Profesor Titular Departamento de Sociología U de A.

En reciente artículo, aparecido en este portal, se preguntaba el profesor Francisco Cortez sobre la
legitimidad para invocar una constituyente universitaria tal cual la proponía la MANE-Mesa Amplia
Nacional Estudiantil-, y tal cual la proponen otros sectores del movimiento universitario. La
argumentación giraba en torno a la posibilidad de convocar un mecanismo salido de los marcos de los
procedimientos del poder constituido, léase, fuera del procedimentalismo clásico de las democracias
constitucionales. Estas tendrían formas y mecanismos de configuración legal del poder que hacen de
este, un poder constituido, según normas constitucionales y legales definidas. Formas alternativas de
constitución del poder democrático, tal como las asambleas constituyentes, formarían parte de un
expediente de excepcionalidad en la configuración del citado poder, lo que por lo mismo las pondría
fuera del juego normal del poder político en su ejercicio.

Más allá del “fetichismo constitucionalista” que refleja esta posición –en otra época, los revolucionarios
rusos hablaron de “cretinismo parlamentario”-, muy propia de los discípulos del pensador Habermas
posterior a un texto como Facticidad y validez, es necesario dejar en claro el asunto de la legitimidad de
una constituyente universitaria como posibilidad en la actual coyuntura política o quizá para una futura
negociación de la reforma de la ley 30 que es el tema que vienen planteando la MANE y el movimiento
universitario desde 2011. En principio el mecanismo de una constituyente focalizada a la reforma
universitaria, no es una idea ni descabellada, ni salida de los dominios del constitucionalismo
democrático, así sea de excepción. Se invoca con ella la posibilidad de superar un expediente normal de
reforma por la vía congresional, en un tema que concita la atención del conjunto de los colombianos,
pues, hace alusión a la concepción de educación superior que nos debe regir. El congreso, si bien es el
órgano democrático del poder constituido no representa en el día de hoy, no responde a los clamores y
demandas del pueblo colombiano. Órgano desprestigiado, deslegitimado y con incapacidad para
abocar las reformas de fondo que requiere la nación –caso de la reforma a la justicia, reforma agraria,
etcétera-, su flagrante desprestigio lo ha hecho una institución no viable para reformar lo que necesita
ser reformado. Lugar de presencia de delfines, de intereses creados, de personajes vindicables de
transgresiones de la ley, en fin aparato que no reúne como debería ser, lo mejor de la sociedad
colombiana.
PR
En otra perspectiva de análisis, el asunto de un poder constituyente especial, para reformar de una
manera localizada lo atinente a la ley de educación superior, adquiere otra dimensión si lo que ponemos
en juego es la coyuntura política de la negociación de la paz, de la terminación del conflicto que
atraviesa la nación. Las negociaciones de la Habana han puesto sobre el tapete la dimensión de un
poder constituyente abocado a las trasformaciones del posconflicto. Allí en dicho escenario de
finalización de la confrontación fuerzas guerrilleras-Estado, cabe válidamente, pensar en abordar este
cambio necesario en la concepción y la legislación sobre lo educativo en el nivel superior. Y si bien este
no es un tema de la agenda de la Habana, una constituyente podría ampliar su campo de aplicación para
dirimir este asunto de la agenda nacional, del mayor interés y de la mayor pertinencia. Sabemos que el
gobierno ha optado por el camino del referendo asociado al proceso electoral de 2014, pero, ello no es
obstáculo para, desde el movimiento universitario reclamar la asamblea constituyente dentro del
conjunto de cambios transicionales que debe enfrentar el país ad portas del posconflicto.

La confluencia planteada, debe orientarnos a considerar que lo constituyente como poder no es el


monopolio de ningún grupo o de ningún colombiano. Es la exigencia misma de la configuración de una
nueva forma de poder transicional, de un cambio en la legislación, de un agendar las necesarias y
urgentes reformas; eso es lo que propicia esta alternativa. No se trata de desmarcarse de aquellos que
invocan, este, como un procedimiento legítimo. Se trata de considerar los imperativos de una
reconfiguración en las relaciones entre lo constituyente y lo constituido en el actual momento político.
No es con el fetichismo de las formas de lo constitucional con el cual podemos hacer nugatoria toda
reforma y todo cambio que surge de la dinámica misma del contexto nacional. Lo imperativo es
establecer las lógicas de poder y de relación de fuerzas políticas, para poner en juego uno u otro
procedimiento legal o constitucional. La vía del referendo escogida por el gobierno Santos, deja sentir su
sabor electorero en la pretensión de arrastrar el favor popular para la opción reeleccionista. Lo urgente
de las reformas nacionales queda atrapado en la red clientelar de la política electoral.

Los diversos sectores que hacen presencia en el movimiento universitario, hacen mejor en aprovechar
la coyuntura para impulsar la discusión sobre el proyecto de reforma propuesto ya al país por la MANE,
los 60 o más artículos por ella enunciados, deben dar lugar a un amplio debate que puede culminar en
la exigencia de una constituyente, cuya espectro de acción se puede igualmente ampliar a la dimensión
política del los problemas que aquejan a la nación y a las urgentes reformas de estructura. Seguir
pensando que es pertinente respetar las formas constitucionales normales es quedar presos en la forma
de la ley y no avanzar hacia las fuentes del poder legal y del poder constituyente. El poder constituido
está deslegitimado por su escasa conexión con los problemas nacionales, luego no queda otra vía que
la de la excepcionalidad constituyente e impulsar las transformaciones perentorias de un gobierno de

()
transición.
PR
Medellín, septiembre 24 de 2013.
Señor
SERGIO FAJARDO VALDERRAMA
Presidente
Consejo Superior Universitario
Universidad de Antioquia.

Respetado Señor Gobernador:

La Representación Profesoral al CSU ve con suma preocupación lo ocurrido el día martes 16 de septiembre
cuando efectivos del ESMAD, con el aparente propósito de contener la acción de grupos de encapuchados
dentro de la universidad, incursionaron violentamente en los predios universitarios, desplegando de
manera indiscriminada y profusa el uso de gases tóxicos, recargados al parecer con otros elementos de
impacto, afectando negativamente condiciones elementales de salud y bienestar de la población
universitaria, lesionada sobre todo con afecciones respiratorios y visuales, generando malestar masivo,
situaciones de miedo y zozobra y el inevitable desalojo de las instalaciones de la universidad por parte de
estudiantes, empleados y personal docente, quienes tuvieron que suspender abruptamente sus
actividades universitarias.

No es esta por supuesto la única vez en que en tiempos recientes el ESMAD interviene violentamente
contra la universidad. Días anteriores, unidades de este mismo ESMAD habían incursionado contra
manifestaciones pacíficas de universitarios en los al rededores de la universidad en las que expresaban su
solidaridad con la protesta social legítima protagonizada por campesinos, indígenas, mineros y
camioneros contra la política neoliberal y antipopular del presidente Santos. Nos preocupa que
progresivamente y casi imperceptiblemente, la fuerza pública que constitucional y legalmente Usted dirige
se esté convirtiendo en una seria amenaza para la convivencia en el campus universitario, y que se esté
retornando a prácticas desgastadas de convertir al ESMAD en fuerza de ocupación contra los
universitarios, tal como ocurría con excesiva frecuencia durante la gestión del exgobernador Luis Alfredo
Ramos, hoy judicializado por para-política, y de la cual Usted se ha manifestado públicamente contrario.

Para nosotros no es claro ni coherente que la Gobernación esté comprometida, por un lado, con una Mesa
de Interlocución de la que participan además algunos estamentos universitarios e instituciones oficiales
de defensa de los derechos humanos y oficiales de la Policía nacional, con el propósito de discutir y
establecer posibles acuerdos para encarar la situación de conflicto y violencia de la universidad a través
de estrategias no violentas, mientras que, por otro lado, continua desplegando la proverbial acción
agresiva del ESMAD contra los universitarios.
PR
Sabemos que la situación de conflictividad y violencia en la Universidad no es un asunto fácil ni simple.
Pero también es claro para nosotros que hoy por hoy el ESMAD se viene convirtiendo en “punta de lanza”
del manejo autoritario del orden público con el claro propósito de provocar a los ciudadanos y destruir sus
manifestaciones públicas legítimas, tal como ha ocurrido con las recientes protestas sociales agrarias,
mineras y estudiantiles. El recurso expedito de la acción del ESMAD menoscaba el esfuerzo que muchos
universitarios venimos haciendo por deslegitimar con argumentos y con firmeza la violencia en el campus
universitario, como por ejemplo, la iniciativa “Cartas Sobre la Mesa” y la cátedra universitaria “Protesta,
Violencia y Democracia en la Universidad”, al tiempo que legitima a quienes ven en ella supuestamente la
vía predilecta para protestar y conflictuar.

Como universitarios y como miembros del CSU que Usted preside, manifestamos nuestro rechazo a las
acciones del ESMAD contra la comunidad universitaria; así mismo, le solicitamos claridad al respecto y en
consecuencia le explique a la comunidad universitaria las razones de las intervenciones persistentes y
violentas del ESMAD en los predios de la Universidad.

Cordialmente,

Jaime Rafael Nieto López


José William Cornejo Ochoa
Representantes Profesorales al CSU.

Adhieren:
Representación Profesoral al Consejo Académico
Junta Directiva Asociación de Profesores.
PR
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con el smad
Que hacer
?

Por Juan Diego Restrepo E.*
OPINIÓNES Urgente intervenir a los Escuadrones Móviles
Antidisturbios (ESMAD). Sus prácticas contra la población
civil rayan con lo criminal. Las evidencias son alarmantes.

La escena es pavorosa: un joven es perseguido por un piquete de hombres del Escuadrón Móvil
antidisturbios de la Policía Nacional (ESMAD) por una calle polvorienta de uno de los barrios
marginales de Cáceres. Cuando le dan alcance, lo golpean brutalmente y lo detienen.

Caminan con él unos cincuenta metros y junto a otros uniformados lo vuelven a agredir
brutalmente. Ante la reacción de la comunidad, lo dejan tirado en medio de la vía. Los vecinos
gritan “¡está muerto, está muerto!”, pero cuando llegan a él, lo recogen y afortunadamente
reacciona. Su cabeza sangra profusamente.

La golpiza quedó registrada en un video de celular que hoy rueda por las redes sociales. Ocurrió
el pasado 19 de julio, cuando las protestas mineras en el Bajo Cauca se hicieron más agresivas.
Pero no ha sido la única golpiza. El ESMAD también arremetió contra los periodistas que cubren
en esta subregión de Antioquia la manifestación. Entre los lesionados está Eder Narváez Sierra,
un comunicador social que registraba los hechos ocurridos en Caucasia. Un piquete de agentes lo
golpearon en la cabeza brutalmente. Las acciones quedaron registradas en una cámara de video.
PR
Las agresiones contra la población civil también se han presentado en la región del Catatumbo,
dondetranscurre desde hace varias semanas una protesta campesina. Allí también atacaron a una
periodista de Prensa Rural, un medio alternativo. Gases lacrimógenos disparados sin control, ataques
brutales con sus bastones, golpizas y patadas hacen parte de su repertorio. Parecen máquinas sin con-
trol. ¿Qué tipo de formación reciben para que estos seres humanos se conviertan en máquinas violentas
irreflexivas? ¿Qué los ha llevado a obedecer ciegamente a sus superiores y actuar sin mínimos criterios
de respeto hacia todos aquellos que protestan pacíficamente?

De acuerdo con la Política Estratégica Operacional y del Servicio de la Policía, los “Escuadrones Móviles
Antidisturbios – ESMAD, son unidades policiales especializadas para el manejo y control de multitudes,
conformadas por personal capacitado y dotado de los equipos y elementos necesarios para el restable-
cimiento del orden ciudadano”.

Su misión es “apoyar a las unidades policiales a nivel nacional en la prevención y control de manifesta-
ciones y disturbios, con personal altamente capacitado en el manejo y conciliación, en la protección de
los derechos fundamentales, que permitan restablecer el orden, la seguridad y la tranquilidad de los
habitantes de Colombia”.

Esa política advierte sobre las “condiciones mínimas del integrante del ESMAD”. Según lo establecido,
“los integrantes del ESMAD, están capacitados en técnicas para el manejo y control de multitudes, dere-
chos humanos, derecho internacional humanitario, primeros auxilios, sociología y problemas colombia-
nos”.

Quienes hemos visto actuar a estos escuadrones, ya sea por videos o directamente en las calles, sabe-
mos que nada de lo establecido en los documentos oficiales se cumple a cabalidad. ¿Alguien ha sido
testigo de su “capacidad de conciliación”? ¿Cuándo golpean en grupo, de manera anónima, a un mani-
festante, se les puede legitimar como protectores de los derechos fundamentales? ¿Ha visto alguien a
un agente del ESMAD prodigar primeros auxilios a un ciudadano en medio de una protesta?

Las criminales actuaciones de este escuadrón no pueden respaldarse en la defensa de los derechos de
aquellos que se ven perjudicados con un cierre de vías, una pedrea estudiantil o una manifestación
sindical. Cada vez que aparecen en escena con sus escudos, sus uniformes negros, sus pasamontañas
y sus armas de ataque, tienen licencia para agredir salvajemente a quien retengan sin que la ley los san-
cione. Actúan bajo total impunidad.

Las manifestaciones campesinas del Catatumbo y del Bajo Cauca, por reseñar las más recientes, reve-
lan la condición de violadores de derechos humanos del ESMAD. Nadie podrá alegar que sus actuacio-
nes son en legítima defensa porque mediante ese argumento se justificaría su actuar violento, sin
medida, sin proporcionalidad, indiscriminado y por fuera de la ley.

La tecnología de los celulares permite hoy que las constantes violaciones de los derechos fundamenta-
les de los ciudadanos colombianos afectados por el ESMAD no queden en la impunidad. A través de
ellos se pueden observan actos de tortura, como el ocurrido al joven perseguido en Cáceres, y las agre-
siones contra los campesinos del Catatumbo.
Pero también hay otros derechos vulnerados, tales como el decomiso de cámaras de video a los perio-
distas, sin que medie orden de juez alguno. Por eso insisto: cuando actúan estos escuadrones, la Consti-
tución Política y el Código Penal quedan suspendidos. Cada manifestación es tratada con un régimen de
excepción, en el que las libertades civiles quedan supeditadas a la arrogancia de los miembros de los
escuadrones.

¿Alguien sabe cuántas sanciones se han proferido contra los miembros del ESMAD desde su creación,
el 24 de febrero de 1999, por parte de algún juez de la República o de la Procuraduría General de la
Nación? ¿Dónde están los procesos penales por las muertes causadas por el ESMAD durante los años
de intervención callejera? ¿Hay sanciones a sus miembros por los excesos cometidos y las violaciones
a los derechos humanos infringidas en gavilla y en el absoluto anonimato contra campesinos, estudian-
tes, obreros e indígenas?

Ante la cantidad de hechos acumulados desde febrero de 1999; que conjugan homicidios, torturas,
detenciones arbitrarias, decomisos ilegales, destrucción de bienes de la población civil, ataques indiscri-
minados con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras, así como con elementos prohibidos por el
Derecho Internacional Humanitario; es urgente que se intervenga el ESMAD de manera estructural y se
revisen su formación académica y sus acciones en terreno.

Además, es imprescindible abrir un debate en el que participen entidades del Estado, organizaciones
defensoras de derechos humanos, las asociaciones de periodistas y la academia, sobre cómo ponerle
límites a una actitud y a unas acciones que rayan con lo criminal. Algo hay que hacer con el ESMAD, y
pronto.

*Periodista y docente universitario


()
CARTAS SOBRE LA MESA. ¡HABLEMOS!
La Representación Profesoral en el CSU, junto con otros estamentos y miembros de la
comunidad universitaria, como la Asociación de Profesores, Apenjudea, Sintraudea, el Progra-
ma de Egresados, la Asociación de Padres de familia, la Rectoría y el CSU de la Universidad de
Antioquia, entre otros, vienen desarrollando la iniciativa Cartas Sobre la Mesa. ¡Hablemos!

Esta iniciativa busca generar espacios y dinámicas permanentes de deliberación universitaria,


democráticos, pluralistas, en los que la reflexión, la argumentación y el despliegue de la
palabra, nos permitan afrontar los problemas de violencia en el interior del campus, la
convivencia democrática y la protesta y encarar los debates y desafíos que la situación del país
nos plantea como universidad.

Carta Sobre la Mesa ¡Hablemos! Es una iniciativa colectiva que compromete una pluralidad de
voces y pareceres universitarios, que creen firmemente en la capacidad de la conversación y la
palabra diáfanas para anudar respuestas colectivas o individuales frente a situaciones o
expresiones que arriesgan el propio proyecto de universidad y nuestra condición de universita-
rios. También desde aquí hay una apuesta arriesgada por el tropel, pero por un tropel de voces,
de palabras, que muestren o develen la inutilidad de la violencia en la universidad y la potencia
creadora del encuentro discursivo, dialógico, entre universitarios. En un primer momento, la
aparición de esta invitación busca que en un ejercicio de sensatez de los universitarios
reconozcamos que ante la fuerza debemos anteponer los argumentos y que el diálogo es el
puente para entender las diferencias. El horizonte es que esta iniciativa pueda perdurar en el
tiempo, se potencie y se afiance como un referente constitutivo de nuestra condición de
universitarios. Estamos todos convocados a convertir esta iniciativa en ethos universitarios.
El próximo 23 de octubre en horas de la mañana se llevará cabo el acto formal de lanzamiento
de esta iniciativa, con la presencia de dos invitados especiales, el profesor Carlos Medina y el
líder de la minga indígena del cauca, Feliciano Valencia.
A dónde irá la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia?
Serios desafíos encara el profesorado universitario en la coyuntura actual, particularmente el
profesorado de la Universidad de Antioquia: la brecha salarial, la desfinanciación de la universidad
pública por parte del Estado colombiano, la ampliación de cobertura, el proceso de transformación
organizacional, el bienestar universitario, la democracia universitaria, la informalización laboral y el
incremento sostenido de los profesores de cátedra y ocasionales, entre otros. Tales desafíos requieren
adecuar o refundar su forma tradicional de asociación. Nuestra Asociación de profesores ha jugado un
papel histórico de primer orden en la defensa de los intereses del profesorado universitario y de la
universidad pública. Sin embargo, hoy, la Asociación requiere ser repensada a la luz de estos nuevos
desafíos: por un lado, en el sentido de ganar mayor poder de negociación frente a las directivas
universitarias, y por otro lado, en el sentido de ampliar su base de representación hacia la inclusión de
las nuevas y crecientes modalidades de vinculación laboral de profesores de cátedra y ocasionales.
Muchos de estos últimos, desde hace varios años, se han organizado autónomamente en Aprocátedra
y hoy transitan hacia la vinculación a ASPU, asociación sindical de profesores universitarios de carácter
nacional.

¿Debe transformarse nuestra Asociación en Sindicato de Base? ¿Debe abrir su afiliación a todos los
profesores, incluidos los de cátedra y ocasionales o abrir un capítulo especial para estos últimos dentro
de sus estructura gremial? ¿Debe convertirse en una seccional de Aspu? Estos y muchos otros
interrogantes han aflorado entre los miembros de la Junta Directiva y muchos de sus asociados. Es
claro que cualquiera sea la decisión que se tome no será precipitada y será, además, producto del ejer-
cicio reflexivo, crítico y democrático en sus bases. Es por esto que desde la Representación Profesoral
vemos positivamente que este debate sea abierto, razón por la cual nos disponemos a apoyarlo e
impulsarlo, en un diálogo constructivo y fraternal con los compañeros de Aprocátedra o cualquier otra
expresión organizada del profesorado.

Medellín, septiembre 23 de 2013.

Señores
Junta Directiva
Asociación de profesores
Universidad de Antioquia.
Respetados compañeros y compañeras:
Para la Representación Profesoral al CSU es de especial importancia que el debate que se inició en
pasadas reuniones de Junta Directiva acerca de la conveniencia de la transformación o refundación de
la Asociación de Profesores hacia una forma de sindicalismo de base articulado a formas regionales o
nacionales de asociación sindical, sea llevado a las bases del profesorado y se nutra de la discusión
democrática y pluralista desarrollado en su seno. Consideramos que de este modo empezamos a
encausar las múltiples inquietudes y preguntas que han surgido en la coyuntura actual entre el profe-
sorado, incentivado por la configuración de nuevas formas de organización gremial del profesorado
ocasional y de cátedra en la universidad (como Aspudea) con posibilidades abiertas para la afiliación
de los profesores vinculados.

De acuerdo con esto, la Representación Profesoral está organizando un panel o foro sobre el tema:
Sindicalismo-Universidad-Profesorado, para la segunda semana del mes de octubre, al cual los esta-
mos invitando no sólo en calidad de ponentes o invitados, sino sobre todo en calidad de organizadores
y convocantes del mismo. A este respecto ya hemos adelantado conversaciones con los directivos de
Aprocatedra y Aspudea, quienes han manifestado su interés en participar en su organización y convo-
catoria junto con la Asociación de Profesores y la Representación Profesoral. Una primera reunión en
este sentido la estaremos realizando el próximo miércoles 2 de octubre a las 9am (por confirmar el
lugar), a la cual esperamos su asistencia.

Cordialmente,

Jaime Rafael Nieto López


Representante Profesoral al CSU.
La Representación Profesoral en el CSU fue invitada al evento de creación de la seccional
AspUDEA en el marco del cual saludamos entusiatamente este importrante proceso de
organización de un sector importante del profesorado de la Universidad de Antioquia. La liber-
tad sindical es un componete importante de la democracia y un instrumento valioso para la
defensa de los intereses individuales y colectivos de sus asociados y de la universidad pública.
Desde este boletín reiteramos nuestro beneplácito con la conformación de este valioso espa-
cio de lucha y de construcción universiatria, el cual confiamos contribuirà a fortalecer al profe-
sorado como sujeto colectivo en la universidad de Antioquia. Igualmente, esperamos que
dicho proceso redunde en formas más eficaces de articulación e integración con el trabajo
que viene realizando nuestra Asooación de Profesores.

NACE EL SINDICATO DE PROFESORES Y PROFESORAS UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA


SECCIONAL ASPU

El 31 de Agosto de 2013 alrededor de 50 profesoras y profesores de la Universidad de


Antioquia, en su mayoría de contratación temporal –de cátedra y ocasionales–, nos reunimos
para constituir el Sindicato de Profesoras/es de la Universidad de Antioquia, seccional ASPU,
sindicato que se encuentra afiliado a la CUT y a la Internacional de la Educación. Dicha
organización sindical tiene como requisito, para la creación de seccionales en las diferentes
Instituciones de Educación Superior del país, la afiliación de mínimo 25 docentes y cuenta ya
con seccionales en varias ciudades y departamentos del territorio nacional 1 . En el caso de
nuestra universidad, la seccional creada quedó con la denominación: AspUdeA.

Para afiliarse a la Asociación Sindical de Profesores Universitarios se requiere ser o haber sido
docente de una Institución de Educación Superior oficialmente aprobada, presentar la
respectiva solicitud y autorizar el pago de la cuota de admisión y las de sostenimiento. En sus
estatutos, ASPU tiene dentro de sus fines principales la defensa de la educación pública y la
defensa de los derechos de sus afiliadas y afiliados a través de asesorías jurídicas y la
presentación de pliegos de peticiones, derechos de petición y otras solicitudes consagradas
constitucional y legalmente con relación a las condiciones de trabajo. Para la defensa de la
educación pública, ASPU hace parte activa de las propuestas que se adelantan como
proyectos alternativos de la Ley de Educación Superior, reivindicando el valor de la dignidad
para todo el componente humano de las comunidades universitarias, su autonomía, su
pluralidad, su participación democrática y su compromiso con lo público2; con respecto a la
defensa y fomento de los derechos de sus afiliadas y afiliados, actualmente ASPU tiene en
trámite varios pliegos de peticiones ante diferentes universidades3 y adelanta además un
pliego de carácter nacional en el que se promueve: el mejoramiento del régimen salarial y
prestacional de las y los docentes de la Educación Superior, la protección de la actividad
universitaria y sindical desde los principio de los Derechos Humanos y el fomento de la
actividad investigativa4.

1.Ver el sitio Internet http://aspucol.org


En cuanto al régimen salarial y prestacional, ASPU reivindica el incremento y nivelación de los
salarios de profesoras y profesores de planta, además del derecho a la igualdad que al
respecto deben tener quienes tengan contratación temporal –de cátedra y ocasionales–,
adjuntando la demanda de que se les vincule por periodos no inferiores a 11.5 meses. Es
justamente esta última petición la que se articula a lo que ya venía demandando la Asociación
de Profesores de Cátedra –APROCATEDRA-, y que como consecuencia de la soledad y falta de
voluntad política en la Universidad de Antioquia, tomó la iniciativa de crear en nuestra
institución esta seccional de ASPU con la cual compartimos su agenda acadèmica, política y
reivindicativa, tales como: la necesidad de establecer condiciones de vinculación que
garanticen mayor estabilidad laboral mediante contratos anuales; el aumento de las
condiciones salariales y los estímulos económicos otorgados por la experiencia docente, la
calidad en el desempeño, la productividad académica y las actividades asociadas al ejercicio
de la labor docente; además del derecho, que por principio de igualdad, dignidad y deuda
histórica5, debemos tener todas y todos desde nuestro ejercicio docente, para investigar y
obtener también una forma de remuneración con la subvención total de nuestra formación
universitaria de posgrado (maestrías y doctorados). Estas peticiones, y aquellas que adelanta
ASPU a nivel nacional, confluyen en una defensa común y abierta de la dignificación de la
profesión docente y en la defensa y la preservación del derecho a una educación pública
DIGNA; confluencia que hoy lleva el nombre de AspUdeA y abre sus puertas a todas aquellos
docentes de Cátedra, Ocasionales y Vinculados, que coincidan en estos valores y
reivindicaciones.

Igualmente, invitamos a toda la comunidad universitaria para el 24 de octubre, bloque 19-104,


de 2 a 6 pm al Foro de presentación del sindicato: Educación y Trabajo Digno.
Fraternalmente,

Junta Directiva AspUdeA


Sitios WEB: http://aspudea.blogspot.com/ y http://aspucol.org/sitio/
Correo electrónico: aspudea@gmail.com

2En: http://aspucol.org/sitio/wp-content/uploads/2012/06/propuesta-de-reforma-ley-30-7-de-junio.pdf
3http://aspucol.org/sitio/pliego-de-peticiones/pliego-de-peticiones-en-tramite-ante-diferentes-universidades/
4Ver: http://aspucol.org/sitio/wp-content/uploads/2013/04/PliegoPeticionesNacional-de-ASPU-vimp.pdf
5Es de recordar que ya son dos décadas en las que la mayor parte del ejercicio docente recae en profesoras y profesores de contratación temporal.
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