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CONSEJO DE ESTADO
La Sala considera:
Uno de los fines del Estado es asegurar la efectividad de los principios, los
derechos y deberes garantizados en la Constitución; por ello la Carta determina
que “las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las
personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias y demás
derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales
del Estado y de los particulares” ( art. 2º de la C.P.).
De otra parte debe tenerse en cuenta que a todos los colombianos como
miembros de la comunidad, les corresponde cumplir deberes como personas y
como ciudadanos pertenecientes a la organización social.
“Artículo 95
“Artículo 33.
“Artículo 93.
El delito de secuestro
(. . .)
El decreto 1465 fue modificado y adicionado por los decretos 1653 de 1995
y 67 de 1996. Este último amplió las funciones del director del programa
presidencial para la lucha contra el secuestro y demás delitos atentatorios contra
la libertad personal, con el fin de que pueda cumplir también los compromisos
derivados de los acuerdos internacionales de Colombia, según el siguiente texto:
“La Corte precisa, sin embargo, que el hecho de que el Protocolo II,
como instrumento convencional, sólo entre en vigor y adquiera
obligatoriedad internacional por el Presidente de la República, según
lo señala el artículo 23 del propio Protocolo, no implica, en manera
alguna, que las partes en el conflicto armado colombiano puedan
jurídicamente ignorar sus obligaciones humanitarias, puesto que,
como lo señala el artículo 214, numeral 2º de la Carta, en Colombia
“en todo caso se respetarán las reglas del derecho internacional
humanitario”. Y eso significa que, como esta Corporación ya lo
señaló en la sentencia C-574-92 y lo reiterado en esta sentencia, “las
reglas del derecho internacional humanitario son hoy -por voluntad
expresa del Constituyente- normas obligatorias per se sin ratificación
alguna o sin expedición de norma reglamentaria” (Sentencia C-225-
95)
-un oficial superior del Ejercito Nacional y uno de la Policía Nacional, designados
por el Ministro de Defensa;
-un delegado personal del director del DAS;
-un delegado personal del Procurador General de la Nación;
-un delegado personal del Fiscal General de la Nación;
-un delegado personal del Presidente de la República, que cumple las funciones
de director del programa presidencial para la defensa de la libertad personal,
quien lo presidirá.
“Artículo 2º.
La Sala responde:
1.El programa Presidencial para la Defensa de la Libertad Personal sí tiene
competencia para adelantar actividades de difusión del Derecho Internacional
Humanitario, para obtener su cumplimiento en las materias de su competencia;
también para intervenir con fines humanitarios en la solución negociada de
secuestros, según los términos del Protocolo II de la Convención de Ginebra de
1949, ello con el propósito de proteger los derechos fundamentales a la vida y la
libertad individual de la víctima.
2.No existe respaldo jurídico expreso para retardar o dilatar el cumplimiento del
deber de denunciar la comisión del delito de secuestro a la autoridad judicial.
No obstante, tanto la denuncia como el suministro de las informaciones acerca
de las diligencias realizadas para el rescate con vida de los secuestrados, están
amparados en favor del Programa Presidencial para la Defensa de la Libertad
Personal, con el fin de asegurar la integridad de las personas sometidas al
plagio.