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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE NICARAGUA

UNAN-LEÓN

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

TESIS MONOGRÁFICA PARA OPTAR AL TÍTULO DE LICENCIADO


EN DERECHO

“EL DERECHO A LA DEFENSA EN EL PROCESO PENAL


NICARAGÜENSE”.

AUTOR:
Br. ANA YOLANDA MALTA TÓRREZ.

TUTOR:
Msc. LUIS HERNÁNDEZ LEÓN.

León, 3 de Mayo del 2007.


“El Derecho a la

Defensa en el Proceso

Penal Nicaragüense”.
DEDICATORIA

A mis Padres:

Quienes con su cariño, y brillante ejemplo de trabajo y superación, han


iluminado siempre el sendero de mi existencia.

A mis Hermanas:

Neyling, Carolina y Julieth, como una muestra de mi cariño.

A mi Abuelita:

Por lo que representa para mí....

A José Luis:

Con todo mi amor.

A mis Amigos:

Delia, Claudia, Flor, Jade, Josary, Zeyra, Vanessa y Jorge Luis; por su valiosa
y sincera amistad que de una u otra manera han contribuido a mi formación
humana y profesional.
AGRADECIMIENTO

A mis Padres: Gracias por el apoyo incondicional que me brindaron


en todo momento.

A mi Tutor: Msc. Luis Hernández León, por haberme orientado con


sus conocimientos en la elaboración de esta tesis.

Al Lic. Néstor Enrique Murillo: quien no estimando tiempo,


tuvo la paciencia de asesorarme en el presente estudio.

A mi Amiga Zeyra Azucena: por su valiosa colaboración y


apoyo.

Y gracias a todas aquellas personas que directa o indirectamente


contribuyeron al logro de una de mis metas...Obtener mi Título Profesional.

A todos ellos mi profundo agradecimiento...


ÍNDICE

INTRODUCCIÓN .......................................................................................................1

CAPÍTULO I
EL DERECHO A LA DEFENSA Y SU CONTENIDO.

1. Antecedentes Históricos del Derecho de Defensa ......................................................3


2. Concepto de Delito.......................................................................................................8
3. Concepto de Defensa ..................................................................................................9
4. La Defensa Penal .......................................................................................................11
5. El Derecho a la Defensa ............................................................................................12
6. Contenido del Derecho a la Defensa .........................................................................17
6.1. Derecho de Intervención del Imputado en el Proceso.....................................18
6.2. Derecho a la información pertinente y oportuna sobre derechos, cargos, pruebas
de cargo y sobre el devenir del proceso en todos sus momentos trascendentes
..............................................................................................................................20
6.2.1 Derecho a un interprete o traductor ........................................................ .21
6.2.2 Derecho a conocer los propios Derechos ................................................22
6.2.3 Derecho a conocer los cargos (y su clasificación) ...................................23
6.2.4 Derecho a conocer las Pruebas de Cargo ...............................................23
6.2.5 Derecho a conocer la consecuencia de la Admisión de Cargos ..............24
6.2.6 Derecho a ser notificado de las Resoluciones Jurisdiccionales
.................................................................................................................25
6.2.7 Derecho a conocer las Impugnaciones de la Contraparte .......................25

6.3 Derecho de controlar la Legalidad de la Persecución Penal en todas sus

fases y momentos..........................................................................................25

6.4. Derecho a contradecir Pruebas y Razones del Acusador ..............................26


6.5. Derecho a impugnar resoluciones desfavorables ...........................................28

7. Modalidades del Derecho a la Defensa ..................................................................28

7.1. Defensa Material o Autodefensa ....................................................................28

7.2. Defensa Técnica o Formal .............................................................................29

7.2.1. Doble propósito de la Defensa Técnica ..............................................30

7.2.1.1. Representa el Asesor Técnico de un Imputado o Acusado ............30

7.2.1.2. Da Legitimidad al Proceso ..............................................................30

7.3. Defensa General ...........................................................................................30

8. Regulación del Derecho a la Defensa en la Legislación Nicaragüense y en los Diferentes

Tratados y Convenios Internacionales Ratificados por

Nicaragua..............................................................................................................32

CAPÍTULO II

DE LOS DEFENSORES.

1. Concepto de Defensor .............................................................................................35

2. Alcance del Ejercicio de la Defensa y La Autodefensa ...........................................40

3. Deberes del Defensor ..............................................................................................41

4. La Organización de la Defensa Técnica (Arts. 100 y 104 CPP) ..............................42

4.1. Defensor Privado.............................................................................................43

4.2. Defensor de Oficio ..........................................................................................43

4.3. Defensor Público ............................................................................................44

5. La Defensoría Pública ..............................................................................................45

5.1. Origen de la Defensoría Pública .....................................................................46

5.2. Misión de la Defensoría Pública ......................................................................47


5.3. Facultados para solicitar el Servicio Público de Defensa ...............................47

5.4. Servicios que brinda la Defensoría Pública ....................................................47

CAPÍTULO III

EL DEFENSOR EN EL ACTUAL PROCESO PENAL

NICARAGÜENSE.

1. En la Etapa de Investigación Policial ......................................................................49

1.1. Facultad de Intervención ................................................................................52

1.2. Facultad de Conocimiento y de Petición ........................................................52

1.3. Facultad de Investigar ....................................................................................53

2. En la Audiencia Preliminar ......................................................................................53

2.1. Finalidades de la Audiencia Preliminar ...........................................................54

2.1.1. Poner en Conocimiento al Acusado de la Acusación ...........................54

2.1.2. Resolver sobre la aplicación de las Medidas de Seguridad .................54

2.1.3. Garantizar el Derecho a la Defensa .....................................................55

3. En la Audiencia Inicial

..............................................................................................................................56

3.1. Finalidades de la Audiencia Inicial ..................................................................56

3.1.1. Determinar si existe causa o mérito para ir a Juicio .............................56

3.1.2. Iniciar el Procedimiento para el Intercambio de Prueba .......................57

3.1.3. Revisar las Medidas Cautelares que se hayan aplicado y determinar

los Actos Procesales que tomaran lugar de previo al Juicio ................58

3.1.4. La Revisión de la Acusación ................................................................58

4. En el Juicio Oral y Público .........................................................................................59


5. En la Ejecución de Sentencia ....................................................................................61

6. CONCLUSIONES ..................................................................................................63

7. RECOMENDACIONES ........................................................................................64

8. BIBLIOGRAFÍA .....................................................................................................65

9. ANEXOS ..................................................................................................................67
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

INTRODUCCIÓN

Dentro de los deberes básicos del Estado contenidos en la Constitución


Política de Nicaragua, se encuentra el hacer efectiva la tutela de los bienes jurídicos
mediante la Persecución Penal en el marco del respeto de los derechos individuales
de los ciudadanos.

Para el cumplimiento de este deber se vio necesaria la creación del Nuevo


Código Procesal Penal, el cual es respetuoso de las garantías procesales
contempladas en la Constitución Política y en los diversos Tratados y Convenios
Internacionales en materia de Derechos Humanos ratificados por Nicaragua.

El cambio del Sistema Inquisitivo al Acusatorio se nota de manera


especialmente incisiva en el Derecho a la Defensa, pues anteriormente en el sistema
inquisitivo el acusado no tenía prácticamente derecho a nada, tampoco a
defenderse, aunque formalmente aparezca este derecho consagrado en la ley, ya
que la acusación se tejía de manera secreta en su contra, no teniendo obligación las
autoridades públicas de persecución de recoger las pruebas exculpatorias, cercando
además las posibilidades de actuación real del defensor.

El Derecho a la Defensa es un derecho que ha evolucionado con el paso del


tiempo, y que hoy nadie discute, ya que es un derecho de carácter Universal. Es un
derecho que toda persona debe conocer para exigir que se respete por las
autoridades competentes.

Siendo esto lo que me motivo a realizar el presente estudio que lleva por
título: El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense, y que para un

1
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

mejor entendimiento del mismo he decidido desarrollarlo en tres capítulos


distribuidos de la siguiente forma:

El primer capítulo contiene los Antecedentes Históricos del Derecho a la


Defensa, el concepto de Delito, el concepto de Defensa, el Derecho a la Defensa, el
Contenido y Modalidades del mismo y su Regulación en la Legislación Nicaragüense
y en los diferentes Tratados y Convenios Internacionales ratificados por Nicaragua.

En el segundo capítulo abordo lo relativo a los Defensores, el Alcance del


ejercicio de la Defensa y la Autodefensa, los deberes del Defensor, la Organización
de la Defensa Técnica y La Institución de la Defensoría Pública.

En el tercer y último capítulo hago una exposición acera del Defensor en el


Proceso Penal Nicaragüense, tomando como punto de partida la Etapa de
Investigación Policial.

Espero que mi investigación pueda ser de gran utilidad a todas aquellas


personas que desean conocer acerca del Derecho a la Defensa en todas sus
manifestaciones.

2
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

Capítulo I.

El Derecho a la Defensa y su Contenido.

1.- Antecedentes Históricos del Derecho de Defensa.

En la reacción penal a través del Derecho, el hombre ve reflejados sus más


primarios instintos, que lo llevan a proteger con violencia sus intereses particulares,
lo que ya luego en sociedad, reclaman protección por parte del grupo para castigar
al que hubiere atentado contra los intereses de cada uno.

Allí el carácter social de la venganza. A través de la historia, se ha buscado


superar aquellos instintos de reacción violenta, de cuyo estudio debe echarse mano
para comprender los antecedentes del Derecho de Defensa, cuyo estadio superior
está aún por construirse.

El Derecho de Defensa ha pasado por las siguientes etapas:

- Venganza Privada:

En la antigüedad el hombre reaccionaba a la ofensa con la defensa


puramente animal, en un juego de fuerzas naturales donde no puede hablarse de
justicia. Luego los vínculos de sangre y la convivencia social, transportan la reacción
de lo individual a lo colectivo, y la venganza se convierte en un derecho que la gens1

1
Gens (historia) (en latín, “raza”, “tribu”, o “línea de descendencia masculina), término
ocasionalmente usado por los antiguos romanos para referirse a una comunidad, cuyos miembros no
estaban necesariamente relacionados por lazos de sangra, aunque es probable que esta relación se
diera por supuesta. Microsoft Encarta 2006.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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le debe a cada uno de sus miembros, y cuando la reacción de la venganza


intragrupal se convierte en un riesgo, surgen límites en el talión (donde se le
otorgaba facultad a la víctima de hacer justicia por su propia mano), es decir el
afectado ocasiona al ofensor un daño igual al recibido, la que constituía un delito
contra la vida de las personas y en la composición (rescate del derecho de
venganza por medio del pago hecho por el ofensor con animales, armas o
dinero).

Dentro de la venganza privada encontramos las siguiente


subclasificación:

• Venganza Individual: consiste en que el ofendido realiza su venganza por


mano Propia, de manera desproporcional.

• Venganza Familiar: Aparece la ley del Talión, su antecesor más remoto es


el Código Amurabi que ya hace un esfuerzo por evitar la desproporcionalidad
de la venganza del ofendido, donde el grupo familiar del afectado realiza el
acto de justicia causando igual daño al ofensor.

- Venganza Pública:

Era un acto de venganza, pero ejercida a través de un representante del


poder público. Aquí simplemente se traslada la ejecución justiciera a alguien que
represente los intereses de la comunidad, inicialmente en su manifestación más
primitiva de organizarse el Estado se traspasó a órganos especiales (jueces y
tribunales) el arreglo imparcial de las penas arrancándolo a los ofendidos y limitando
su derecho a la venganza. Se organizó todo un sistema probatorio y la pena se fue
objetivando e independizando del sujeto que la señalaba (legislador), e incluso del
que la ejecutaba (autoridades administrativas).2

2
http/www.google.com.ni

4
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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Con el tiempo se pasó a establecer una legislación que garantizaba los


derechos de cada uno y fue en el siglo VII antes de nuestra era que Dracon dictó el
primer cuerpo de leyes que tuvieron los atenienses, considerándose ésta muy
rigurosa por lo que no tuvo aceptación y viéndose en la necesidad de emprender
una obra legislativa en el año 595 ac, entró a desempeñar las funciones de primer
arconte y a instancia tanto de las clases aristocráticas como del pueblo. Se permitía
al orador asistir al litigante ante el Areópago, en el que alegaban la defensa de sus
clientes o las razones legales de sus intereses; pero más tarde por reformas desde
el antifón sustituyeron la presencia del orador por la redacción escrita de los
alegatos; pero siempre era necesaria la compañía de un defensor. Abogar era un
privilegio de ciudadanos ejemplares, de caballeros. El ejercicio de la defensa tenía
que ser moderada, prudente, señorial, no podía pasarse de tres horas, no podía
extremarse la acción, ni en gestos, ni en recursos oratorios.

En Roma fue donde técnicamente se organizó la defensa, surgiendo el


“patronus” o “advocatus”, que eran oradores, defensores asesorados por un
jurisperito que defendían los derechos de los ciudadanos, que actuaban en el foro,
en el cenado y los comicios. También existieron los defensores civitatis o defensores
de la ciudad, designados por el prefecto del pretorio o bien por el pueblo, su función
consistía en proteger a los humildes contra los abusos, opresiones de los poderosos
y atropellos de las autoridades municipales.

Es al Emperador Justiniano, a quien se debe, durante el bajo imperio, la


organización verdadera de la abogacía, en una corporación denominada orden,
convirtiéndose ésta en una profesión, perdiendo alguna de sus originarias
características. En un principio (período republicano), la remuneración era un hecho
privado y no necesario, el cliente no tenía obligación de pagar, ni el abogado de
pedir, pero si el primero daba algo y el segundo lo recibía la donación era válida.

Por otro lado, en el período germano el interesado era quien ejercía su propia
representación y luego a través de la constitutio criminales carolina; se garantizaba

5
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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la intervención de un defensor, y era obligatoria la presencia de éstos en los delitos


graves.

En el derecho canónico, se implementó un sistema inquisitorial, en el que lo


primordial era la detención del culpable para imponerle una pena, quedando así la
defensa del inculpado en un plano secundario, y ésta era entregada a los miembros
del tribunal, en tanto que el Juez era el que dirigía la investigación e imponía una
sanción.

Posteriormente en el año 1882 la ley de enjuiciamiento criminal sustentada


por el Código Procesal Penal francés, daba el derecho al imputado a designar un
abogado; todo esto con la idea de considerar la defensa como un derecho facultativo
del imputado, de cuyo ejercicio era absolutamente dueño dentro de la instrucción.
Esto era partiendo de que, la sociedad exige protección y de la creencia de que el
imputado conociendo su derecho a designar un abogado podía también, ejercitar
con eficacia su propia defensa.

En Francia después de la revolución de 1789, con la modificación del


procedimiento criminalístico, las partes, tenían el derecho de ser apoyadas por
defensores de oficio. Y con la promulgación del Código de Instrucción Criminal de
Napoleón, el 20 de Abril de 1810, se admitió la defensa, haciéndola obligatoria en
aquellos crímenes sancionados con penas aflictivas.

En Nicaragua el Derecho a la Defensa, parte de la defensa y protección de


los indígenas ante el conquistador español, quienes despreciaban al indio como
persona. Siendo esta defensa respaldada por la iglesia católica en la Bula pontificio
“Sublimes Deus” promulgada por su santidad Pablo II, en la cual se reconocen los
derechos individuales de los indígenas, así mismo el respeto a la vida y bienes de
éstos.

6
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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No obstante para obtener tal respaldo fue destacada la labor realizada por
Fray Bartolomé de las Casas, quien sin temor alguno denunciaba los vejámenes a
que eran sometidos los indios. A partir de entonces se inició el proceso de
humanización de la conquista defendiendo y fortaleciendo la creencia de que todos
los hombres son iguales ante la ley, independientemente de sus creencias, sexo,
origen, etc.

En la Constitución Política de Nicaragua, conocida como la Libérrima,


promulgada el 10 de Diciembre de 1893, durante el gobierno de José Santos Zelaya,
que exalta los principios del liberalismo clásico, se reconoce la defensa de oficio, y
en su art. 37 señala: “ninguno puede ser privado del derecho a la defensa”; es
por ello que los historiadores han opinado que fue durante este gobierno de ideas
progresistas que se busco apalear la desigualdad de los ciudadanos ante la ley y las
injusticias que podían provocar algunas normas jurídicas, derecho anteriormente
señalado en el Código de Instrucción Criminal del 24 de Marzo de 1879 durante el
gobierno de Joaquín Zavala.

Es así como el Derecho a la defensa empezó a tener rango constitucional en


nuestro país, en las constituciones promulgadas desde 1939 hasta la de 1987, en
las cuales el Derecho de Defensa ha sido reconocido como un derecho humano
fundamental, inherente a toda persona y siendo en esta última de 1987 en la que se
compilan los Derechos Humanos reconocidos por diversos Tratados y Convenios
Internacionales.

Como parte de las nuevas reformas que ha tenido el Proceso Penal en


nuestro país, se ha creado la Institución de la Defensoría Pública para garantizar el
Derecho a la Defensa a todas aquellas personas de escasos recursos económicos,
con la aprobación de la Ley No.260, Ley Orgánica del Poder judicial.

Actualmente, el Derecho de Defensa se encuentra regulado en el


ordenamiento nicaragüense en los arts. 34 inc. 4 y 5 Cnl, y en los arts. 4 y 100 CPP,

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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a través de los cuales se pretende garantizar el respeto de los Derechos Humanos y


cumplir con las garantías de un debido proceso propias de un Estado Derecho.3

2.- Concepto de Delito.

Etimológicamente la palabra delito proviene del latín delictum, expresión


también de un hecho antijurídico y doloso castigado por una pena. En general es
culpa, crimen, quebrantamiento de una ley imperativa.

Otro tratadista establece que el delito es “el resultado de una acción del
delincuente. Doctrinalmente delito es toda acción típica, antijurídica, culpable y
punible; pero para llegar a esa teoría analítica ha sido preciso recorrer un largo
camino. Inicialmente se pensó que el delito era toda infracción de las leyes de la
comunidad; mientras que el pecado era la conculcación de las normas éticas y
morales. Pero se vio que había infracciones jurídicas que no constituían delito (las
relativas a las ordenanzas de la administración, el contrabando, etc.), y que también
eran consideradas delictivas conductas que poco tenían de criminales (la
conducción sin permiso, las propagandas ilegales y otras figuras de disensión
política). Además, conductas que antes eran delito ahora no lo son: adulterio,
amancebamiento, juegos ilícitos; en tanto que ahora son delitos figuras que hace
años eran conceptuadas infracciones meramente administrativas (las relativas a los
impuestos, al contrabando), esto está determinado por la Política Criminal asumida
por cada Estado. Esa falta de guía o pauta orientadora en torno a que sea
considerado delito lo que es quia malum (porque es estrictamente malo) en tanto
que la infracción administrativa lo es quia prohibitum (porque está prohibido por
la autoridad del momento), solución que no resuelve el problema, sino que lo
traslada a la comunidad encargada de determinar lo malo y lo prohibido. Por eso
quizá lo más práctico es acudir a la solución, tan cínica como práctica, propuesta por

3
Canales Mendoza, Yeremi Vicdalia, et al. El Abogado Defensor en el Proceso Penal Nicaragüense.
León, 2005, 148 págs.

8
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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el inglés Jeremy Benthan: es delito lo que la ley considera como tal. Al fin y al cabo,
la teoría analítica antes enunciada tiene en cuenta éste aserto al exigir el requisito
de tipicidad, esto es, que es preciso que todo delito este catalogado o tipificado en el
código o en alguna ley”.

Como notamos en el pasado, consideraban como delitos normas de orden


administrativo o que no tenían nada que ver con normas delincuenciales y que a lo
largo del tiempo se han ido reformando; de aquí nace la importancia de la defensa,
ya que es necesario que exista una violación a una norma tipificada como delito para
poner en movimiento un proceso penal y que igual que la parte agraviada, la parte
actora (aparentemente) del delito tenga derechos y garantías que no pueden ser
violentados para evitar las injusticias.4

3.- Concepto de Defensa.

Etimológicamente la palabra defensa se deriva del “bajo latín defensa-ae,


creada por influencia del latín vulgar en sustitución del clásico defensio-nis, del
verbo defendoere, “defender”, propiamente “desviar un golpe”, compuesto de
“fendo-ere”, “golpear, herir”. Acción o efecto de defender o defenderse. Amparo,
protección.5 Hecho o derecho alegado en juicio civil o criminal, para oponerse a la
parte contraria o a la acusación.

Beneficio por Pobre: Beneficio legal concedido a quienes carecen de


recursos suficientes para abonar las costas procesales; con cargo de que, si
mejoran de fortuna, han de reintegrar aquéllas6. Este concepto en nuestra práctica
penal, se equipara al del abogado de oficio; sin embargo, si apreciamos el concepto
de abogado de oficio, es aplicable a personas que carecen de recursos económicos;

4
López Ordóñez, María de la Concepción. La Defensoría Pública en Nicaragua. Managua, Nicaragua,
UCA, 2001, 109 págs.
5
López Ordóñez, María de la Concepción.Op. Cit.
6
Cabanellas de las Cuevas, Guillermo. Diccionario Jurídico Elemental. 11va. ed. Argentina, Ed.
Heliasta S.R.L., 1993, P.113.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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en nuestro país cuando una persona no posee recursos para costear su defensa, se
les nombra abogados de la Defensoría Pública, también abogados de oficio, y en
algunos casos, pasantes de derecho de algunas universidades. Pero este beneficio
también se le da al que aparentemente ha delinquido y que es notoriamente
solvente, sin que se realice una acción jurídica en contra de esta persona para que
asuma gastos que le causa al estado, tomando en cuenta que en nuestro país se le
proporciona bajo presupuesto a instituciones como la Defensoría Pública y estos
recursos se deben utilizar en beneficio de los más necesitados.

Podemos decir, que la defensa es el derecho fundamental del penalmente


imputado; es el derecho reconocido constitucionalmente de peticionar ante un
órgano de justicia, reclamando una decisión o una resolución justa en el litigio, en
virtud del cual debe ser asistido antes y dentro de un proceso por un abogado o
persona de su confianza, a su elección, quién habrá de tutelar o interponer a su
favor todos los derechos y recursos que la ley le otorgue.

Una serie de tratadistas definen de diferentes maneras el concepto de


defensa, pero que al final todos giran en que es un derecho inviolable de todo
imputado; así lo afirma Ovalle Favala el que indica: “que implica meras
negociaciones formuladas por el demandado respecto a los hechos o al derecho
invocado por el actor”. Eduardo Pallares, afirma que “se entiende también por
defensa a los hechos o argumentos que hacen valer en el juicio el demandado, para
destruir la acción o impedir su ejercicio”. De Pina y Castillo Larrañaga dice que se
da propiamente el nombre de defensa a la “denegación que el demandado formula
frente al derecho alegado por el demandante”.

Como podemos apreciar estos conceptos se relacionan, ya que en ellos se


establecen la necesidad de defenderse de actos dirigidos en contra de una persona,
denunciada o acusada ante un órgano de justicia.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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El tratadista Guillermo Cabanellas la define como “la facultad otorgada a


cuantos, por cualquier concepto intervienen en las actuaciones judiciales, para
ejercitar, dentro de las mismas, las sanciones, excepciones que, respectivamente
puedan corresponderle como actores o demandados; ya sea en el orden civil o
criminal, administrativo o laboral”7.

4.- La Defensa Penal.

La palabra defensa lleva aparejada, en cualquier caso, la idea de un conflicto,


que nace siempre de una agresión, existente o meramente temida. En un sentido
prejurídico y natural, la defensa se vincula a un elemental mecanismo de actividad
instrumental necesaria: la reacción frente a la agresión, que se posibilita y que tiene
lugar con la vida en sociedad, al salir el hombre de su individualidad.

El concepto de defensa referido al concreto campo que nos ocupa -el proceso
penal- ha de entenderse, pues, como la repulsión de una agresión. Tal agresión se
fundamenta en este caso en un pretendido derecho estatal de penar, que parte de la
comisión de unos hechos presuntamente delictivos, y su finalidad se cifra en
preservar al imputado o inculpado de un tratamiento injusto e inadecuado.

Como señala el profesor Gutiérrez Alviz y Conradi, a parte de ahora, quien


sufra una agresión, no responderá con sus propias fuerzas, sino que acudirá
solicitando la tutela del ordenamiento jurídico, para que éste actúe. Mas con ello no
se piense que se elude el conflicto; lo que ocurre es que la controversia se traslada a
un plano diverso -al proceso-, donde las reglas del juego y de lucha están
preestablecidas minuciosamente.

Al haber desterrado el Estado la autotutela de los derechos, aparece hoy


erigido como titular del derecho de penar -de imposición de sanciones penales-,

7
López Ordóñez, María de la Concepción. Op. Cit.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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ejerciendo este ius puniendi mediante el establecimiento del proceso penal. Olvidada
por fortuna la oscura etapa del procedimiento penal inquisitivo, el proceso penal
contemporáneo -regido por los principios de publicidad, contradicción e igualdad, y
atribuido su conocimiento de modo exclusivo a los órganos jurisdiccionales
independientes e imparciales- resulta el instrumento idóneo al servicio de la
jurisdicción para actuar el derecho penal. Al propio tiempo, el proceso penal tiende a
ser el instrumento que establece y salvaguarda precisamente –en mayor o menor
medida, dependiendo de las circunstancias socio-políticas concretas del momento-
las garantías de los ciudadanos ante una imputación penal que pueda dar como
resultado la privación de la libertad, y con ello se eleva la defensa a la categoría de
derecho. Tales circunstancias han llevado a decir a algún autor que (la historia del
proceso penal moderno no es más que la historia de la mayor y progresiva
ampliación de los derechos de defensa)8.

5.- El Derecho a la Defensa.

El Derecho a la Defensa, es uno de los elementos insustituibles e


irrenunciables del debido proceso en las causa criminales. Forma parte de los
elementos esenciales de un Estado de Derecho. Por eso se afirma que quien ha
dictado sentencia sin oír a la otra parte, no ha sido justo aunque su sentencia lo sea.
Es una garantía del Estado y también una condición necesaria para la interposición
de la pena, en el sentido que durante el proceso gozará de la plenitud de medios y
posibilidades para su defensa. Resultaría inútil el postulado del juicio previo si en
éste se le niega al procesado la oportunidad de hacer valer las pruebas y los
argumentos que le favorecen.

8
Moreno Catena, Víctor. La Defensa en el Proceso Penal. Ed. Civitas S.A., Madrid, España, 1982.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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Así, la escogencia de un abogado según la libre voluntad del procesado para


que lo represente en todo el proceso es un derecho inalienable, cuyo
desconocimiento lesiona mortalmente el derecho a la defensa9.

El Derecho a la Defensa es algo que hoy nadie discute y que se le reconoce


pacíficamente al inculpado en el proceso penal, habiendo adquirido rango
constitucional en la mayoría de los ordenamientos jurídicos, Declaraciones y
Convenios sobre derechos y libertades humanas10.

Nuestra Constitución Política consagra esta garantía en su arto. 34,


numerales 4 y 5 y debidamente desarrollada en el Nuevo Código Procesal Penal en
los artos. 4 y 100. Este derecho consiste en que nadie podrá ser condenado ni
privado de sus derechos sin antes haber sido citado, oído y vencido en un proceso
judicial. Podemos notar también que nuestra constitución desarrolla, en dicho arto.
34, una serie de garantías que asisten al procesado, propiciando un proceso penal
acorde a un Estado Republicano11.

Lo que se busca es impedir que el poder estatal de penar se practique de


manera que deje al imputado en condición de inferioridad frente a la acusación y al
juzgamiento, o que se violen los derechos fundamentales que protegen su dignidad
y que obligan a un trato justo, garantizando igualdad de armas y condiciones.

También se persigue la presencia de un abogado que asegure la vigilancia y


el cumplimiento de las demás garantías y derechos del imputado, asistencia
procesal técnica y continua, para permitir, en igualdad de oportunidades, una justa
composición del proceso penal en la que el imputado o acusado pueda hacerse

9
Postgrado en Derecho Procesal Penal. Módulo I: Principios y Garantías Procesales. Escuela
Judicial, UCM, pág. 6.
10
Moreno Catena, Víctor. Op. Cit.
11
Barrientos Pellecer, César Ricardo Crisóstomo, et al., Curso de Preparación Técnica en Habilidades
y Destrezas del Juicio Oral. Proyecto de Reforma y Modernización Normativa CAJ/FIU-USAID,
Managua, Nicaragua, 2002.

13
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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escuchar, ejercer sus derechos y hacer valer sus razones y argumentos; además el
proceso implica conocimientos específicos que requieren de una asesoría técnica12.

Demás está decir que esta garantía, no comprende el acertado ejercicio del
derecho a la defensa, pues los abogados pueden cometer errores, incurrir en
omisiones que afectan los intereses de sus clientes. Así mismo, se comprende que
no toda irregularidad en el proceso tiene la fuerza para invalidarlo. Sólo tiene cabida
cuando la naturaleza de la irregularidad y su magnitud atente contra las garantías
constitucionales y procesales.

El derecho de defensa resulta consustancial al concepto de proceso, ya que


implica la búsqueda de la verdad material y plantea como método, la contradicción
en el juicio entre la acusación y su antítesis, la defensa. Este derecho subjetivo
público pertenece a toda persona a la que se le imputa la comisión de un hecho
delictivo13.

Considerado desde esta perspectiva, el Derecho a la Defensa resulta


satisfecho y salvaguardado siempre que el imputado o inculpado pueda ejercer
todas las facultades procesales que constituyen la manifestación específica de la
defensa.

En efecto, el Derecho de Defensa se instrumentaliza o articula en una serie


de derechos que la legislación ordinaria reconoce al imputado o acusado, y que son
también reconocidos en nuestra constitución en el artículo 34, precisamente como
derechos fundamentales de la persona.

El primer requisito de la defensa es el conocimiento de la imputación que


motiva la causa a efecto de que se pueda contradecir, eliminar o disminuir la
culpabilidad que se atribuye.

12
Programa de Especialización y Curso de Postgrado en Derecho Procesal Penal. Escuela Judicial /
UCEM. Managua, Nicaragua, 2004, pág. 6.
13
Postgrado en Derecho Procesal Penal. Op. Cit.

14
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

Así, la asistencia jurídica a favor de los intereses y derechos legítimos de un


procesado resulta una actividad de carácter público, puesto que a la sociedad en
general y a cada ciudadano le interesa que no se condene injustamente y que se
juzgue con observancia de los derechos del imputado.

La tarea de la Administración de Justicia, consiste en permitir la debida


defensa en juicio y en lograr que ninguna persona sea perseguida por razones
ajenas a la atribución de un hecho delictivo, razón por la cual deben facilitar en todo
momento la tarea de la defensa14.

Por lo que nuestra Constitución Política, en el ya mencionado arto. 34


establece que “todo procesado tiene derecho, en igualdad de condiciones, a las
siguientes garantías mínimas:

1. A que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad


conforme la ley.
2. A ser juzgado sin dilataciones por tribunal competente establecido por
la ley. No hay fuero atractivo. Nadie puede ser sustraído de su juez
competente ni llevado a jurisdicción de excepción.
3. A ser sometido al juicio por jurado en los casos determinados por la
ley. Se establece el recurso de revisión.
4. A que se garantice su intervención y defensa desde el inicio del
proceso y a disponer de tiempo y medios adecuados para su defensa.
5. A que se le nombre defensor de oficio cuando en la primera
intervención no hubiere designado defensor; o cuando no fuere habido,
previo llamamiento por edicto.

El procesado tiene derecho a comunicarse libre y privadamente con su


defensor.

14
Programa de Especialización y Curso de Postgrado en Derecho Procesal Penal. Op. Cit.

15
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

6. A ser asistido gratuitamente por un intérprete si no comprende o no


habla el idioma empleado por el tribunal.
7. A no ser obligado a declarar contra sí mismo ni contra su cónyuge o
compañero en unión de hecho estable, o sus parientes dentro del
cuarto grado de consaguinidad o segundo de afinidad, ni a confesarse
culpable.
8. A que se le dicte sentencia dentro de los términos legales, en cada una
de las instancias del proceso.
9. A recurrir ante un tribunal superior a fin de que su caso sea revisado
cuando hubiese sido condenado por cualquier delito.
10. A no ser procesado nuevamente por el delito por el cual fue
condenado o absuelto mediante sentencia firme.
11. A no ser procesado ni condenado por acto u omisión que, al tiempo de
cometerse no esté previamente calificado por la ley de manera expresa
e inequívoca como punible, ni sancionado con pena no prevista en la
ley. Se prohíbe dictar leyes proscriptitas o aplicar al reo penas o tratos
infamantes.

El Proceso Penal debe ser público. El acceso de la prensa y el público


en general podrá ser limitado por consideraciones de moral y orden
público.

El ofendido será tenido como parte en los juicios desde el inicio de los
mismos y en todas sus instancias”15.

Garantías estas que son manifestaciones propias del derecho a la defensa,


las cuales serán abordadas más adelante al tratar sobre el contenido del derecho de
defensa.

15
Constitución Política de la República de Nicaragua, 2002.

16
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

El Código Procesal Penal Nicaragüense, contempla dicho derecho en el arto.


4 del título preliminar, como garantía procesal estableciendo que todo imputado o
acusado tiene derecho a la defensa material y técnica y que el Estado, al efecto a
través de la Dirección de Defensores Públicos, garantizará la asesoría legal de un
defensor público a las personas que no tengan capacidad económica para sufragar
los gastos de un abogado particular.

“Si el acusado no designare abogado defensor le será designado un defensor


público o de oficio, con arreglo al procedimiento establecido en la Ley Orgánica del
Poder Judicial. En la misma forma se procederá en los casos de abandono,
revocatoria, muerte, renuncia o excusa del defensor”.

“Toda autoridad que intervenga en el proceso deberá velar para que el


imputado conozca inmediatamente los derechos esenciales que le confiere el
ordenamiento jurídico”.

6.- Contenido del Derecho a la Defensa.

El derecho de defensa es plural en sus manifestaciones, es un haz de


derechos, sin embargo; este es un punto sobre el cual no hay consenso entre los
procesalistas, aunque las diferencias son más de naturaleza semántica que
sustancia16.

Hay quienes consideran que el derecho de defensa comprende los siguientes


derechos:

16
Barrientos Pellecer, César Ricardo Crisóstomo, et al. Manual de Derecho Procesal Penal
Nicaragüense. Ed. Tirant lo Blanch, Valencia, España, 2005, 603 Págs.

17
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

6.1- Derecho de Intervención del Imputado en el Proceso;

6.2- Derecho a la información pertinente y oportuna sobre derechos, cargos,


pruebas de cargo y sobre el devenir del proceso en todos sus momentos
trascendentes;

6.3- Derecho de controlar la legalidad de la persecución penal en todas sus


fases y momentos;

6.4- Derecho a contradecir pruebas y razones del acusador, y,

6.5- Derecho a impugnar las resoluciones desfavorables.

A continuación procedo a hacer una breve exposición de cada uno de


ellos:

6.1- Derecho de Intervención del Imputado.

De la posibilidad de intervención del imputado en el proceso depende el


ejercicio de cualquier otro derecho de los que constituyen el derecho de defensa, y
que en el art. 34.4 Cn. (intervención) y (defensa) son conceptos afines y
complementarios.

Los más destacados actos de intervención directa del imputado, es decir, sin
intervención protagónica del defensor son los siguientes:

a. La Presentación Espontánea ante autoridad competente para ser escuchado,


señalada en el Art. 95.1 CPP.

18
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

b. La intervención en las diligencias de reconocimiento cuando el imputado sea


el sujeto pasivo, siempre que pueda ser habido (art. 235 CPP, a contrario
sensu);

c. Las diligencias de reconocimiento en las que él sea sujeto activo;

d. La declaración del acusado en la audiencia preliminar, implícitamente


dispuesta por el Art. 260 CPP, al señalar que el juez informará al acusado
sobre su derecho de guardar silencio;

e. La necesaria presencia y la declaración del acusado en la audiencia inicial


(arts. 265 p. 2do. ; 267 y 270 CPP) ;

f. La objeción a las preguntas que la contraparte formule a testigos o peritos,


como se desprende del Art. 313 CPP: (Las partes, sus abogados y fiscales
podrán objetar fundadamente las preguntas que se formulen...);

g. La última palabra al final del juicio (Art. 314 in fine), y,

h. La última palabra en el debate sobre la pena (Art. 322 CPP).

La declaración del acusado en el juicio, puede tener una doble naturaleza,


porque es, a demás, testimonio. 1.- Un testimonio del acusado, que debe hacerse
con todas las formalidades propias de ese acto y debe ser valorado igual que otro
medio probatorio, o sea, conforme al criterio racional. Esto último significa que no
podrá dejarse de considerar que el acusado tiene un interés directo en la causa.
Ahora bien, el testimonio del acusado constituye un acto de defensa técnica, porque
el Código Procesal Penal prescribe, que el testimonio adopte una forma de
interrogatorio o responsiva y no narrativa o expositiva (Art. 307, p. 3ro.), quien
interroga es el defensor y contra interroga el Ministerio Público. De manera que sin

19
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

la participación del defensor, más activa aún que la del acusado, no habría
posibilidad de que éste rindiera testimonio. Es, pues, un acto de defensa técnica.

2.- Como última palabra, la que no se valora como medio de prueba, es


manifestación del derecho a ser escuchado en juicio.

6.2- Derecho a la información pertinente y oportuna sobre cargos,


pruebas, derechos y sobre el devenir del proceso en todos sus
momentos trascendentes.

Para poder ejercer la defensa, es indispensable que aquél llamado a hacerla


cuente en el momento oportuno con la información necesaria para orientarla hacia
donde sea preciso. Después del derecho de intervención o participación del
imputado en el proceso, no existe nada más importante para que la defensa sea
posible que el conocimiento preciso y oportuno de los derechos que le asisten al
imputado, de los cargos que se le hacen, de las pruebas que obran en su contra, de
las consecuencias de algunos de sus actos y de todos aquellos actos procesales
que le incumban en su condición de sujeto procesal.

Entre los derechos que atañen a ese conocimiento indispensable para


posibilitar la defensa tenemos los siguientes; aunque algunos de ellos no son
exclusivos de la defensa sino que derivan del principio de contradicción o
contradictorio:

20
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

6.2.1- Derecho a un intérprete o traductor.

Es natural que la primera condición para que un imputado pueda llegar a


tener conocimiento de los actos de la persecución penal, antes y durante el proceso,
sea la de poder recibir la información pertinente en una lengua para él inteligible.

Un principio básico de la teoría de la comunicación, es que para que ésta se


produzca, se requieren tres factores: emisor, receptor y mensaje; y para que éste
último pueda ser descifrado, es preciso un código común.

Si el imputado no comprende el idioma en que se desenvuelven los


procedimientos, no hay comunicación idónea entre las autoridades y él que permita
trasmitirle la información mínima que requiere para su defensa. Y aunque su
defensor sí conozca el idioma oficial, se estaría limitando la posibilidad de
intervención directa del imputado.

Lo anterior explica, la importancia que conceden a la asistencia de un


intérprete o traductor, algunas declaraciones de derechos, como la Convención
Europea para la Salvaguarda de los Derechos del Hombre y de las Libertades
Fundamentales (art. 5.2 y art. 6.3.e), el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y
Políticos (art. 14.3.f) y la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto
de San José de Costa Rica (art. 8.2.a).

No cabe duda, de que el juez, igual que cualquier otra autoridad que lleve a
cabo un procedimiento penal, tiene el deber de brindar al imputado que no conozca
el idioma oficial, los servicios gratuitos de un intérprete (art. 95.11 CPP.). Este
derecho al intérprete gratuito, no afecta, el derecho de elección para aquel imputado
que esté en condiciones de pagar ese servicio.

La admisibilidad del intérprete elegido por el imputado, está sujeta únicamente


a su idoneidad, igual que la del cualquier perito a quién lo asimila el Código Procesal

21
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

Penal en su art. 208. Esta asimilación implica que rigen para el intérprete o traductor
las mismas disposiciones sobre los peritos, entre ellas la que impone el deber de
reserva (art. 206 CPP).

6.2.2- Derecho a conocer los propios derechos.

De poca o ninguna utilidad son los derechos cuando su titular desconoce su


existencia. No pueden hacerse valer, no pueden reclamarse.

Para poder ejercer la propia defensa, o defensa material, el imputado debe


saber cuáles son las armas que la ley ha dispuesto para ese fin. Tiene derecho a
saberlo, y esa información debe ser proporcionada en el momento oportuno; es
decir, desde que necesite defenderse. Y necesita defenderse desde el momento en
que cobre conciencia de su condición de imputado, ya sea porque ha sido detenido
o citado a audiencia inicial o por que es de su conocimiento que es objeto de
persecución.

Éstos derechos que el imputado necesita conocer en el primer momento de la


persecución penal para el ejercicio de su defensa son sencillamente dos:

1. Que tiene derecho a Guardar Silencio (ius tacendi), y,


2. Que tiene derecho a la asistencia de un abogado.

A esto se refiere el Código Procesal Penal, cuando establece en el art. 232.1


literales b) y c), el deber de la Policía Nacional de informar al imputado sobre sus
derechos.

También debe informarse al imputado sobre su derecho al silencio en la


audiencia preliminar (art. 260, último p. CPP.), en la audiencia inicial (art. 270
CPP.) y en la audiencia del juicio (art. 311, p. 2do. CPP.).

22
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

6.2.3- Derecho a conocer los cargos (y su calificación).

No se consagra únicamente el derecho a ser instruido de cargos, sino


también el de serlo antes de la propia declaración, lo que tiene una importancia
enorme para efectos de defensa.

En nuestro CPP, tal derecho se informa en numerosos artículos, en algunos


de ellos se expresa directamente, como en el art. 95.2, que incluye entre los
derechos del mencionado sujeto procesal la información (en el momento de su
comparecencia o detención de manera clara, precisa, circunstanciada y
específica acerca de los hechos que se le imputan), en el art. 232.1 literal a),
que impone el deber de la Policía de informar a la persona en el momento de
detenerla de las causas de su detención en forma detallada y en el idioma o lengua
que comprenda. Así mismo, en el art. 255, que señala que uno de los fines de la
audiencia preliminar es (hacer del conocimiento del detenido la acusación), y en
el art. 260, p.1ro., que dispone que en la audiencia preliminar, una vez admitida la
acusación, (el juez procederá a informarle al acusado en forma comprensible
sobre los hechos y su calificación jurídica).

En otros preceptos del código no se hace referencia expresa al derecho en


cuestión, pero subyace en ellos, por ejemplo en los artos. 77.5, 79.4, 259, 265, 303,
p.3ro y en el art. 356.4, CPP.

6.2.4- Derecho a conocer las Pruebas de Cargo.

Al derecho del acusado de conocer las pruebas de cargo se refieren


implícitamente algunos artículos del CPP. Uno de ellos es el art. 269.2, que obliga al
fiscal y al acusador particular a presentar un listado de pruebas por producir en el
juicio y de las piezas de convicción (pruebas materiales) en poder de la Policía o del

23
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

Ministerio Público. La concordancia de ese precepto con el art. 125 CPP, permite
deducir que de esa lista se dará copia al acusado, que es la contraparte.

Otra disposición en el mismo sentido es la de poner en conocimiento de las


otras partes durante la audiencia del juicio cualquier nuevo elemento de prueba (art.
360, p. 2do.). También el derecho del acusado de conocer todo lo que ha sido
gravado conforme al art. 213, p. 5to., y al 214 CPP.

A lo anterior hay que agregar algo que, quizás por obvio, puede pasar
desapercibido: la importancia que tiene para el conocimiento de las pruebas, entre
ellas, desde luego, las de cargo, el principio de oralidad, en cuanto implica la
necesaria presencia de todas las partes durante la producción de la prueba que
sustentará la sentencia (arts. 13 y 191, p. 1ro.). Ello rige también para el anticipo de
pruebas personales (art. 202, p. 2do.). De manera que la violación del principio de
oralidad afecta indirectamente el derecho de defensa.

6.2.5- Derecho de conocer la Consecuencia de la Admisión de


Cargos.

Habida cuenta de que el juicio oral y público es un derecho del acusado


porque rodea de garantías la eventual determinación de su responsabilidad, es
indispensable que el juez haga de su conocimiento que la admisión de cargos
implica la renuncia a la audiencia del juicio. Esto no significa que también se
renuncie al debate sobre la pena, salvo cuando ésta haya sido objeto de acuerdo.

En dos párrafos el arto. 61 CPP, dispone que es deber del juez informar al
acusado que la admisión de cargos implica la renuncia a un juicio oral y público.
Igual precepto contiene el art. 271, p. 1ro. CPP.

24
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

6.2.6- Derecho a ser notificado de las Resoluciones


Jurisdiccionales.

El acusado tiene derecho a que se le notifiquen a él o a su defensor todas


aquellas resoluciones y actuaciones judiciales que tengan relación con sus
intereses.

El art. 141 p. 1ro. CPP, establece el deber de notificar las resoluciones


dictadas fuera de audiencia. El art. 143 dispone que las notificaciones deberán ser
hechas a las partes personalmente, y no sólo a sus defensores o representantes,
cuando la ley o la naturaleza del acto lo exija. La cédula de notificación deberá
contener íntegra la resolución que se notifica (art. 144.6 CPP). La nulidad de la
notificación depende de que ella cause indefensión (art. 146 CPP).

6.2.7- Derecho a conocer las Impugnaciones de la


Contraparte.

Es consecuencia del principio de contradicción entre las partes y, por tanto,


también del derecho de defensa dar traslado a la parte recurrida sobre el recurso
interpuesto. Así lo dispone el Código Procesal Penal en el art. 374 en cuanto a la
reposición; en el art. 378 en la apelación de autos; en el art. 382 en la apelación de
sentencias y en el art. 393 en la casación.

6.3- Derecho de Controlar la Legalidad de la Persecución Penal en


todas sus Fases y Momentos.

“No es suficiente que la Constitución y la Ley establezcan todo un entramado


de garantías procesales para asegurar su respeto, es preciso que las partes tengan

25
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

la posibilidad de denunciar su ausencia y de objetar o impugnar la validez de los


actos cumplidos en quebranto de esas garantías. En tanto esa denuncia, objeción o
impugnación sean hechas por el defensor o por el imputado mismo estaremos ante
actos de defensa, porque el fin u objetivo de la defensa consiste en preservar al
imputado de un tratamiento injusto o inadecuado.” (CARULLI).

Desde esta perspectiva resulta ejercicio de la defensa la recusación del juez


(arts.32 CPP), con la que se busca hacer respetar la garantía de ser juzgado por un
juez imparcial (art.34.2 Cn. y art. 11 CPP, indirectamente al consagrar el principio
de juez natural. Directamente: en el art. 8.1 del Pacto de San José de Costa Rica, y
en el art. 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos).

También es ejercicio de la defensa en el mismo sentido, oponer excepciones


procesales (art. 69 CPP), hacer ver los defectos de la acusación o la querella,
cuando éstas no reúnan los requisitos señalados por los artos. 77 y 79 CPP,
respectivamente; verificar la licitud del procedimiento probatorio, formular incidentes
de nulidad, velar por el respeto de los plazos, particularmente de los fijados por la ley
como máximo de Duración del Proceso (art. 134 CPP); urgir pronto despacho
cuando se incumplan los plazos para realizar actuaciones o dictar resoluciones (art.
133 CPP), abogar por el respeto a los principios de Legalidad y Proporcionalidad en
la imposición de medidas cautelares (arts. 5, 166, 168 y 169 CPP) y procurar la
sustitución de la prisión preventiva por otra u otras medidas cautelares menos
gravosas.

6.4- Derecho a contradecir pruebas y razones del acusador.

El derecho a la defensa se manifiesta también como derecho a rebatir o


refutar las pruebas y razones del acusador. Es este, sin duda, el aspecto más obvio
de la defensa; el que viene a la mente de primero cuando pensamos en lo que es la
defensa. Ante una parte que acusa y presenta pruebas es natural pensar en que la

26
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

parte acusada debe tener el derecho de defenderse refutando la acusación y su


sustento probatorio.

Y esa refutación sólo puede ser hecha oponiendo las propias razones y, si
ello es posible, presentando pruebas de descargo. A cada exposición de razones del
acusador, debe corresponder la oportunidad para que el defensor o el mismo
acusado expongan lo que consideren pertinente. Al ofrecimiento de prueba de cargo
debe corresponder la oportunidad para que la parte acusada ofrezca prueba de
descargo.

De allí que el Código Procesal Penal, estime que existe abandono de la


defensa cuando el abogado defensor no presenta en su oportunidad información
sobre la prueba que propone para el juicio, salvo que manifieste expresamente que
(la estrategia de la defensa se limita exclusivamente a la refutación de las
pruebas de cargo) (art. 274 CPP). Más importante que la sanción para el defensor,
es en el precepto citado la tutela de la defensa, que se procura salvaguardar de la
negligencia o impericia del defensor.

Hacia la refutación de las pruebas de cargo apunta el contra interrogatorio de


testigos y peritos, hecho por el defensor durante el juicio; la producción de prueba de
descargo interrogando a los propios testigos y peritos e incorporando al juicio la
propia prueba material y documental y, por último, haciendo la crítica de la prueba
del adversario en los alegatos finales.

En lo que toca a las razones, éstas se exponen desde el inicio del proceso, en
la audiencia preliminar o inicial, para alegar los defectos formales de la acusación,
su falta de fundamento o la atipicidad del hecho acusado, o bien, para objetar la
imposición de una medida cautelar o la competencia del juez; en la audiencia
preparatoria del juicio, para exigir transparencia en la información sobre la prueba de
la contraparte o para pedir la exclusión de alguna prueba de cargo; durante el juicio,
para fijar los lineamientos de la defensa, para incidentar u oponerse a los incidentes

27
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

del contrario y, por último para hacer el análisis fáctico, jurídico y probatorio del caso
en los alegatos finales; en el debate sobre la pena, para procurar que la sanción no
sea ilegal o excesiva.

6.5- Derecho a impugnar las resoluciones desfavorables.

Por último, el derecho de defensa comprende también el derecho de


impugnar las resoluciones que causen agravio. Cierto es que el derecho a la
impugnación, mencionado en el Código Procesal Penal entre los principios y
garantías procesales (art.17), no es exclusivo de la parte acusada; sin embargo,
cuando quien lo ejerce es ésta no cabe duda de que es manifestación del derecho
de defensa.

Los recursos que establece nuestro Código Procesal Penal para impugnar
resoluciones que han causado agravio al imputado son los siguientes:

• Recurso de Revisión de Sentencia (arts. 337 CPP).


• Recurso de Reposición (arts. 373 y 374 CPP).
• Recurso de Apelación (arts. 375 al 385 CPP).
• Recurso de Casación (arts. 386 al 401 CPP).

7.- Modalidades del Derecho a la Defensa17.

7.1 Defensa Material o Autodefensa: Es cuando el imputado por voluntad o


iniciativa propia, o por interrogatorio de autoridad competente, ofrece las
explicaciones de los hechos, aporta prueba, manifiesta su inconformidad con otras y
participa activamente en audiencias. El Derecho de Defensa Material no es una

17
Zúñiga, Sandra. Manual del Defensor Público. Proyecto de Fortalecimiento Institucional CHECCH /
USAID y Defensoría Pública de Nicaragua, Managua, Nicaragua, 2004, págs. 20-21.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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obligación, es un derecho personal del procesado, es su derecho de abstenerse, así


mismo es su derecho a declarar y a ser oído; a asistir a las diversas audiencias, a
ofrecer pruebas, a cuestionar la prueba ofrecida por la parte contraria; y desde
luego, incluye conocer los hechos que se le atribuyen y la acusación formal.

Es la defensa que hace el imputado por sí mismo, o sea, sin la intervención


de su defensor.

7.2 Defensa Técnica o Formal: Es la que realiza un defensor, quien asesora


al imputado o acusado y lo representa en los actos procesales no personales. Para
que se cumpla a cabalidad este perfil del derecho de defensa, el defensor debe ser
abogado, sólo un profesional con el conocimiento en leyes podría constituir un
verdadero asesor, cualquier otra opción-entendidos en derecho, estudiantes, etc.-
serán recursos excepcionales con tendencia a desaparecer.

El defensor está dentro del proceso para hacer valer la presunción de


inocencia, para subrayar el carácter excepcional de las medidas cautelares como la
prisión preventiva, para apelar por la objetividad e imparcialidad de los jueces, etc.,
porque debemos aceptar una realidad: en muchos ordenamientos jurídicos entre el
texto de las leyes y la práctica forense, suelen existir abismos, interpretaciones por
lo general restrictivas, violatorias de derechos fundamentales. Es ahí donde el
defensor debe actuar con determinación y conocimiento, para hacer valer, los
derechos y garantías ya reconocidos formalmente en la legislación. Una defensa
técnica inadecuada, improvisada y con intereses contrapuestos puede violentar el
debido proceso si ocasiona indefensión al imputado o acusado18.

18
Rodríguez, Javier Llobet. Proceso Penal Comentado. (Código Procesal Penal Costarricense
Comentado).2da. ed., Ed. J.C., 1998, 507 págs.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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7.2.1- Doble propósito de la Defensa Técnica:

Es importante reconocer que la defensa técnica adquiere un doble propósito


en el proceso penal:

7.2.1.1.- Representa el Asesor Técnico de un Imputado o Acusado: No


cabe discusión al respecto a que el defensor en el ordenamiento nicaragüense es
absolutamente parcial dentro del proceso, vela por los intereses de su representado.
El objetivo es fortalecer la defensa material del incriminado, sin caer en
comportamientos antiéticos o incluso criminales.

7.2.1.2.- Da Legitimidad al Proceso: Debe cuidarse el defensor de no asumir


un rol pasivo, de mero legitimador del proceso. No es suficiente apersonarse en un
expediente como defensor, la defensa técnica es un trabajo intelectual, dirigido a
aplicar una serie de conocimientos y destrezas para ayudar a una de las partes
dentro del proceso penal: el imputado o acusado.

Con pesar muchas veces se visualiza la función del defensor, sólo como la
necesidad de contar con el apersonamiento de un abogado en el proceso, un
profesional que sin embargo, no tiene mayor oportunidad de accionar o intervenir y
en el peor de los casos, como un cómplice de prácticas desviadas o al menos
complacientes, eso se debe corregir.

Suprimir la defensa técnica del imputado implicaría renunciar a la posibilidad


de hallar la verdad en el proceso penal, por que el camino que conduce a ella es la
confrontación entre las razones del acusador y las del defensor. Sin defensa técnica,
por otra parte, la defensa quedaría reducida a la que puede ejercer el imputado por
sí mismo, a todas luces insuficientes por las razones ya expuestas.

7.3- Defensa General: El Derecho de Defensa General o en sentido amplio


(así denominado para distinguirlo de la defensa material o técnica), involucra a todos

30
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

los funcionarios o autoridades que participan en la investigación o en el proceso


penal, consiste en apreciar y consignar todas las situaciones (adversas o favorables
al imputado) y en garantizar a quienes participan del litigio sus derechos y garantías
constitucionales, defensa que sin duda adquiere mayor acento cuando del imputado
o acusado se trata. Velar por el derecho de defensa en los términos descritos es
una obligación para las autoridades, aún cuando, el imputado se encuentre
acompañado de su abogado defensor.

Esta versión del derecho de defensa en sentido amplio es el que explica


muchas de las actuaciones que ordinariamente deberían tener lugar dentro de los
procesos penales: Las prevenciones respecto al derecho de abstención, la
obligación del juez de cerciorarse que el acusado entiende los hechos atribuidos, y
entre otras manifestaciones, la necesaria intervención del juez cuando el abogado
defensor abiertamente deja en estado de indefensión a su patrocinado, como
cuando en juicio representa intereses contrapuestos de dos o más acusados, o
cuando resulte palpable su absoluta inacción.

Esta es una manifestación más de la transformación del sistema inquisitivo al


acusatorio, que vigoriza la presunción constitucional de inocencia, que ampara a
todo ciudadano, así como de la garantía de un debido proceso, porque el Estado
monopoliza la función punitiva pero lo hace sujeto a límites.

La defensa del imputado o acusado es de tal importancia que en el Código


Procesal Penal aparece, en el título preliminar, propiamente en el art.4.

Tres preceptos contienen el texto en cuestión:

a. La enunciación del derecho a la defensa en sus dos aspectos


material y técnico;

31
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

b. La garantía de la defensa técnica pública para el que no pueda


costear los honorarios de un abogado o no quiera nombrar
defensor, y,
c. El deber de toda autoridad judicial de hacer conocer al imputado
sus derechos como tal.

8.- Regulación del Derecho a la Defensa Penal en la Legislación


Nicaragüense y en los Diferentes Tratados y Convenios
Internacionales19.

En el derecho interno nicaragüense son reiteradas las menciones a la defensa


técnica, dicha garantía se encuentra consagrada en nuestra Constitución Política en
el arto. 34 numerales 4 y 5 en los que señala que: “Todo procesado tiene derecho,
en igualdad de condiciones, a las garantías mínimas: Inciso 4- A que se garantice
su intervención y defensa desde el inicio del proceso y a disponer de tiempo y
medios adecuados para su defensa. Inciso 5- A que se le nombre defensor de
oficio cuando en la primera intervención no hubiere designado defensor; o cuando
no fuere habido, previo llamamiento por edicto”.

También, en el Código Procesal Penal Nicaragüense, es evidente el interés


del legislador por realizar la previsión directa ya que en su arto. 4 establece que:
“Todo imputado o acusado tiene derecho a la defensa material y técnica. Al efecto el
Estado, a través de la Dirección de Defensores Públicos, garantiza la asesoría legal
de un defensor público a las personas que no tengan capacidad económica para
sufragar los gastos de un abogado particular. Si el acusado no designare abogado
defensor, le será designado un defensor público o de oficio, con arreglo al
procedimiento establecido en la Ley Orgánica del Poder Judicial. En la misma forma

19
Zúñiga, Sandra. Op. Cit., Pág. 22.

32
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

procederá en los casos de abandono, revocatoria, muerte, renuncia o excusa del


defensor”.

Además, a lo largo del procedimiento descrito en el CPP, son constantes las


alusiones al defensor, como una figura esencial, custodio de los intereses del
imputado o acusado y colaborador esencial dentro del proceso, al punto que de su
asistencia depende la legalidad de muchas actuaciones. Entre otros preceptos que
aluden al defensor tenemos, por ejemplo el arto. 103 sobre el alcance del ejercicio
de la defensa, arts. 303 y 314 respecto a los alegatos de apertura y finales del
defensor en el juicio oral, art. 265 que exige la participación del defensor en la
audiencia inicial, etc.

Esta garantía de contar con un abogado defensor, ha sido reconocida


también por importantes instrumentos internacionales, los cuales han sido ratificados
por Nicaragua, tales como La Convención Americana Sobre Derechos Humanos, la
cual en el art. 8 numeral 2 inc. d y e manifiesta “el derecho del inculpado de
defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor de su elección y de
comunicarse libre y privadamente con su defensor”; “el derecho irrenunciable de ser
asistido por un defensor proporcionado por el Estado, remunerado o no según la
legislación interna, si el inculpado no se defendiere por sí mismo ni nombrase
defensor dentro del plazo establecido por la ley.”, y a lo largo de este artículo
podemos observar diversas manifestaciones del principio de defensa; el arto. 11 del
Proyecto de Reglas Mínimas para la Administración de la Justicia Penal “inc. 1- Sin
perjuicio de defenderse a sí mismo, el imputado en todas las fases del proceso, y el
condenado durante la ejecución de la condena tienen el derecho de contar con un
abogado de su libre elección. Igualmente, el imputado carente de medios tiene
derecho a contar con la asistencia de un abogado.”, así como también la
Declaración Universal de Derechos Humanos establece en su art. 11 inc. 1, que
“toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia,
mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que
se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para la defensa.”; y finalmente

33
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

el art. 6.1.c de la Convención Europea de Derechos Humanos expresa que el


imputado tiene derecho a “defenderse a sí mismo o a ser asistido por un defensor de
su elección y, si no tiene medios para pagarlo, poder ser asistido gratuitamente, por
un abogado de oficio, cuando los intereses de la justicia lo exijan.”

Por lo que resulta incuestionable el reconocimiento al derecho de defensa, y


en específico al derecho de defensa técnica de todo ciudadano, por ser éste un
derecho de carácter Universal.

34
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

Capítulo II.
De los Defensores.

1.- Concepto de Defensor.

El defensor, es toda persona que se hace cargo de la defensa de los


derechos de otra, ante cualquier jurisdicción y en general es quién defiende, protege
o ampara; en el juicio, el defensor puede actuar de palabra o por escrito; así mismo
las partes tienen la libertad de designar al de su confianza siempre que el letrado
acepte; en el proceso penal, la falta de la figura del defensor se consideraría una
condición de invalidez del proceso por ser esta figura una garantía constitucional20.

Para Manzini, defensor es el que interviene en el Proceso Penal para delegar


en él una función de asistencia jurídica, a favor de los derechos y demás intereses
legítimos de un sujeto procesal, en la aplicación de una legalidad de interés jurídico.
De ahí que corresponda al defensor, todo lo que en cuanto a los hechos y al
derecho, pueda contribuir a dirimir o disminuir la imputabilidad y eventual
responsabilidad del acusado.

Por medio del defensor se trata de establecer un equilibrio entre la parte


acusadora, representada por un conocedor del Derecho Sustantivo y Formal, y el
imputado, quien será defendido de igual manera por un profesional del derecho.

El defensor no tiene por función, como el Ministerio Público, la búsqueda de la


verdad y la aplicación correcta de la Ley Penal, sino lo que debe perseguir es hacer

20
López Ordóñez, María de la Concepción Op.Cit.

35
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

valer las circunstancias y tesis más favorables para el imputado, tanto en cuanto a la
cuestión de hecho como a la jurídica. Si bien debe procurar que se aporte al proceso
el material probatorio exculpatorio, no debe proceder de la misma manera con el que
pueda incriminar a su defendido.

El Defensor es parte del sistema de justicia, es un auxiliar de ella, su actividad


es libre, sin más restricciones que las impuestas por la ley, la moral, la probidad, la
dignidad y las normas del debido proceso21.

El defensor es un asistente técnico directo del imputado o acusado y aunque


habrá de guiarse por los intereses de éste, debe impulsar la efectividad de las
garantías procesales, la independencia del Poder Judicial y su propia independencia
respecto del defendido, pues su función no es la de perseguir ventajas indebidas,
complicar, tergiversar el proceso y la realización de la justicia.

Según el arto. 100 del CPP, pueden ser defensores los abogados en el
ejercicio libre de su profesión y los defensores públicos.

La designación del defensor, por parte del imputado estará exenta de


responsabilidades. La simple presencia del defensor en los procedimientos, previa
identificación que acredite su condición profesional valdrá como designación y obliga
al Ministerio Público, al Juez, o al Tribunal, a los funcionarios o agentes de policía u
otros entes ejecutivos o de gobierno a reconocerla. Luego de conocida, la
designación se hará constar en acta.

Cuando el imputado esté privado de su libertad, cualquier persona de su


confianza puede proponer, oralmente o por escrito, ante la autoridad competente la
designación del defensor, la que será comunicada al imputado de inmediato.

21
Programa de Especialización y Curso de Postgrado en Derecho Procesal Penal. Op.Cit., pág.7.

36
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

En realidad para el abogado privado (no para el público ni de oficio), la


aceptación de la defensa, es un acto libre, pero una vez que ha aceptado la defensa
no puede en principio renunciar libremente a la misma sino bajo “excusa fundada”.

Vélez Mariconde, menciona los siguientes casos de excusa atendible22:

“Cuando obedezca a una enfermedad del abogado o de un pariente próximo


al que aquél le debe lógicamente asistencia o cuidado que explican la imposibilidad
de prestar la debida atención a la defensa; si el defensor debe necesariamente
ausentarse con urgencia del lugar del juicio; si está obligado a cumplir un acto de
profesión ante otro tribunal, hasta el grado de impedirle o dificultarle la atención del
asunto siempre, que en éste supuesto haga conocer oportunamente el motivo al
tribunal; si la incomparecencia a una audiencia obedece a inconvenientes
imprevistos de los medios de transporte, etc..,” en la práctica nuestra, los tribunales
han sido muy flexibles respecto al tema de la excusa fundada o justa causa; de
todas maneras, el defensor, que desea renunciar debe seguir actuando hasta que
sea sustituido.

El art. 104 CPP, sobre este punto complementa que, el defensor podrá
renunciar sólo por justa causa (fundada y admitida por el juez) al ejercicio de la
defensa; en este caso, el juez fijará un plazo de tres días para que el acusado
nombre otro. Si no lo hace, será remplazado por un defensor público o de oficio,
según corresponda.

Finalmente en el párrafo final del art.104 del CPP, se establece que “el
defensor renunciante no podrá abandonar la defensa mientras no intervenga quien
ha de sustituirle…”. O sea, hasta que acepte la defensa el otro defensor.

22
Postgrado en Derecho Procesal Penal. Op. Cit.

37
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

En cuanto a la renuncia a la defensa, existen dos límites en el CPP al


establecer en el art. 104 que “no se podrá renunciar ni abandonar la defensa
durante las audiencias, ni una vez notificado el señalamiento de ellas”.

En el arto.105 CPP, se establece lo opuesto a la excusa fundada o justa


causa que es el abandono (injustificado), estableciendo que se procede a su
inmediata sustitución por un abogado público o de oficio, hasta que el acusado
designe a quien haya de sustituirle.

El abandono injustificado genera dos clases de responsabilidades para el


defensor, 1.- le genera responsabilidad disciplinaria, la cual debe ser declarada
por el Consejo de Administración y de Carrera Judicial de la Corte Suprema de
Justicia y 2.- Responsabilidad Civil, declarada por el mismo juez ante el cual se
produzca la falta, consistente en el pago del costo de las audiencias que debieron
repetirse a causa del abandono. Lo anterior es válido para los casos de abandono
por el defensor público o de oficio.

En el caso, de los egresados o estudiantes, no se establece nada al respecto


por el CPP, pero se debe enviar informe a la Universidad correspondiente, para lo de
su cargo, sin perjuicio, de la responsabilidad civil, establecida por el juez penal
correspondiente.

En el caso de los entendidos en derecho, no existirá responsabilidad


disciplinaria, pero sí la responsabilidad civil establecida por el juez penal que el CPP
establece.

Los defensores tendrán, desde el momento de su designación, el derecho de


intervenir en todas las diligencias en las que se procure la prueba.

En cuanto a la Revocatoria, el arto. 106 del CPP, establece que por regla
general en cualquier estado del proceso, podrá el acusado (también el imputado),

38
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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revocar la designación de su defensor, por ejemplo el acusado o imputado, puede


indicar que desea revocar el nombramiento del defensor de confianza y que se le
asigne uno público y viceversa. La excepción en cuanto al momento procesal, es
que no puede ni debe revocar la designación de su defensor durante las audiencias.

Recordándonos el arto. 106 del CPP, que la garantía mínima de la defensa


es irrenunciable.

En cuanto al número de defensores, ya nuestro CPP, establece el derecho a


designar un solo defensor nada más, ya sea simple o complejo el caso; en el arto.
107 del CPP, se establece que la defensa de varios acusados podrá ser confiada a
un defensor común, siempre que no existan entre ellos intereses contrapuestos.

De acuerdo con Borsani y Casorati (Citados por Vélez Mariconde), la


incompatibilidad de la defensa surge de la colisión o conflictos de intereses, de
manera que al excluir o disminuir la culpabilidad de uno se vaya a establecer o
agravar la del otro.

Si ello es advertido (intereses contrapuestos), de oficio se procederá a las


sustituciones que el caso amerite o, de ser el caso, a informar a la dirección de la
defensoría pública para que se proceda a designar a uno o varios sustitutos según
sea necesario.

Finalmente el arto. 108 del CPP, introduce la figura del defensor sustituto,
que como manifestación del derecho de defensa, es una garantía mínima del
imputado o acusado, pero debe producirse con el consentimiento expreso (escrito u
oral, según el caso) del acusado; su intervención sólo se produce cuando el titular
tenga algún impedimento temporal y así lo haya informado previamente al juez o
tribunal, la única excepción es cuando existe en el proceso un defensor público en el

39
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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cual el defensor sustituto es nombrado por la Dirección de la Defensoría Pública y no


por el imputado o acusado23.

2.- Alcance del Ejercicio de la Defensa y la Autodefensa.

En cuanto al alcance del ejercicio de la defensa el art. 103 CPP, prescribe


que: “A partir del momento de su detención, toda persona tiene derecho a que se le
brinden las facilidades para la comunicación libre y privada, personal o por cualquier
otro medio, con su abogado defensor. Se prohíbe estrictamente, bajo
responsabilidad administrativa o penal, la interceptación o revisión previa de las
comunicaciones entre acusado y abogado, o entre éste y sus auxiliares o asesores,
así como el decomiso de cosas relacionadas con la defensa.

Los defensores tendrán, desde el momento de su designación el derecho de


intervenir en todas las diligencias en que se procure la prueba”.

El CPP, en cuanto a la Autodefensa establece “ se permitirá la autodefensa


de quienes sean profesionales en derecho, aunque no estén autorizados para el
ejercicio de la abogacía”, es decir se permite la autodefensa a las y los abogados
autorizados por la Corte Suprema de Justicia, aunque también se permite según la
lectura del CPP a un licenciado en derecho, que no ha realizado su trámite de
incorporación como abogado o que está en trámite, el problema de la autodefensa
ha sido siempre hasta donde es eficiente o no.

El juez puede autorizar la autodefensa técnica, cuando el imputado o acusado


posea suficientes conocimientos técnicos sobre el derecho penal y el Derecho
Procesal Penal; se obsta a la normal sustanciación del proceso, cuando el imputado

23
Ibídem.

40
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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o acusado hace gestiones impertinentes que tiendan a trabar la marcha del proceso,
por ejemplo plantea incidentes o excepciones carentes de fundamento.24

3.- Deberes del Defensor25.

El primer deber del defensor es la parcialidad hacia su cliente. Si el


defensor integra con el imputado o acusado la parte acusada, mal podría esperarse
de él que fuera imparcial. Aún más, el defensor y el abogado de la acusación (fiscal,
procurador o abogado en ejercicio liberal) son parciales para que el juzgador pueda
ser imparcial. Es del choque de visiones contrapuestas de los hechos de donde el
juzgador sacará las luces para decidir la causa.

Pero la parcialidad del defensor, aun siendo no simplemente tolerada sino que
requerida para un cabal ejercicio de su función, no significa que no esté regida por la
ética profesional. Se puede defender a quien esté acusado del más abominable de
los crímenes, incluso sabiendo por ciencia privada que es efectivamente culpable,
sin faltar un ápice a la ética. Y también se puede defender al más puro de los
hombres con quebranto ético. Esto es así, porque la ética en la defensa no depende
de a quién se defienda, sino de cómo se le defienda.

No es ética la defensa fundada en prueba que se sabe falsa, ni cuando el


defensor instruye a su patrocinado que simule, altere o destruya prueba, o cuando
en el informe final pone en labios de testigos o peritos lo que no han dicho, o cuando
trata de engañar al juzgador con citas legales, doctrinales o jurisprudenciales
alteradas o sacadas de contexto.

También falta a la ética, el defensor que crea falsas expectativas en el


patrocinado, que le oculta información, que le da una visión deformada de su

24
Ibídem.
25
Barrientos Pellecer, César Ricardo Crisóstomo, et al. Op. Cit, págs. 219-220.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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situación jurídica, que le genera temores infundados para tratar de justificar los
honorarios o para obtener compulsivamente su pago, o que no comparece a la
audiencia del juicio porque no le han cancelado sus servicios. Tampoco es ético, el
comportamiento del abogado que no prepara adecuadamente su caso: que no
procura estar en óptimas condiciones físicas y mentales en el momento de su
intervención; que no se afana igual en todos los casos.

Pero no contraviene la ética, hacer saber al imputado las consecuencias


negativas que tendría si le fuere encontrada una pieza de convicción, o advertirle
que su presentación ante la autoridad podría dar lugar a su detención, o aconsejar a
un testigo que haga uso de su derecho de abstención, o aprovechar un error de la
contraparte, o guardar silencio ante una omisión de ésta.

Igualmente, no habrá quebranto de la ética si el defensor renuncia al cargo


por haber llegado a conocer que el acusado le ha mentido sobre los hechos o las
pruebas existentes, siempre que no sea durante las audiencias y lo haga con
discreción, sin revelar el motivo de la renuncia y procurando evitar, hasta donde sea
posible, afectar al acusado.

4.- La Organización de la Defensa Técnica (art.100 y 101 CPP)26:

En Nicaragua la Abogacía, como profesión, es liberal; lo que significa en


principio que cada persona, física o jurídica, puede elegir al abogado de confianza
que desee, para la defensa de sus intereses legales, lo que incluye el ámbito penal.
Nada que objetar. La Ley debe amparar esta libertad de elección del profesional, del
abogado, y, por tanto, ha organizado el derecho de defensa de manera que cada
particular pueda escoger al abogado defensor que desee (art. 4, párrafo 2. CPP).
Pero, no es menos cierto que la situación de la mayor parte de la población no
permite sufragar los gastos que implica la defensa por abogado; de ahí que el

26
Ibidem.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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Estado, por ser un Estado social y democrático, a pesar del liberalismo profesional,
esté obligado a organizar un servicio gratuito de abogados que atiendan legalmente,
no sólo en lo penal, a quienes carezcan de capacidad económica suficiente para
ello. Por lo que la defensa técnica en nuestro país está organizada de la siguiente
manera:

4.1- Defensor Privado: Es el abogado expresamente designado por el


imputado para que ejerza su defensa en la causa, desde el momento
del inicio del proceso, y esta designación será comunicada al juez.
Cuando una persona necesita del asesoramiento de un abogado y
elige al que más le agrada entre los abogados que ejercen la profesión,
no hay duda que le otorga una confianza personal.

En este terreno cobra especial significación no sólo la capacidad técnica del


defensor, sino también su sensibilidad, su capacidad de comprensión, su nivel
cultural y los denominados patrones éticos de conducta, porque la personalidad del
hombre que se desempeña como abogado a cargo de la defensa obra y se
manifiesta en su alta tarea, exigiendo a la vez una profunda compenetración con el
defendido y un distanciamiento con todas las circunstancias de hecho del delito.
Sólo así logrará éxito en su misión y será verdaderamente, como una ayuda a la
justicia y no un patrocinador de la delincuencia. El defensor particular se introduce
en el proceso a propuesta del imputado, aceptando el cargo y comunicando dicha
designación al juez27.

4.2- Defensor de Oficio: Es aquel que legalmente se provee al


imputado en aquellos casos en que éste no asume su defensa
personal, ni designa defensor de confianza. EL Art. 100 CPP,
establece, que el defensor es designado por el Juez de la causa, si el
interesado no ha elegido uno particular; esta designación se hará de
manera rotativa entre los abogados en ejercicio. Si no existiera
27
Sevilla Guido, María Félix, et al.La Defensa Penal. León, Nicaragua, 2003, pág.31.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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abogados en la localidad, podrá recaer en egresados de las facultades


de derecho, en estudiantes o en entendidos en la materia. Dicho
artículo también prescribe que los jueces podrán designar defensores
de oficio en localidades donde aún no exista la defensoría pública, y
cuando sean varios los imputados existiendo intereses contrapuestos
entre ellos. Tomando en cuenta que la defensa de oficio es de carácter
social y gratuito, se constituye en un deber el cual no podrá practicarse
más de cinco veces al año. Los honorarios profesionales dejados de
percibir por los Defensores de Oficio a propuesta de éstos, se harán,
tomando como base el salario horario de un Defensor Público, serán
tasados por el juez de la causa y establecido en la resolución judicial
respectiva.

4.3- Defensor Público: El Defensor Público en Nicaragua es un


abogado (a) nombrado (a) por la Corte Suprema de Justicia que recibe
un salario fijo del Estado con fondos del Presupuesto General de la
República. Tiene además la obligación de prestar gratuitamente un
servicio de calidad a las personas de escasos recursos económicos,
tiene el deber de cumplir con la Constitución, la Ley Orgánica del
Poder Judicial y la Ley de Carrera Judicial. La ciudadanía puede
interponer queja en su contra, ante la Dirección de la Defensoría
Pública o ante la Comisión de Administración y Carrera Judicial de la
Corte Suprema de Justicia, la que puede sancionarlo(a) cuando fuere
el caso28.

Mario Casarino Viterbo define al Defensor Público como: “los funcionarios


auxiliares de la administración de justicia que tienen como misión fundamental velar
por los intereses de determinadas personas, la cual en razón de su capacidad
imperfecta o situación material, no puede hacerlo por sí misma”.

28
Poder Judicial. Defensoría Pública, USAID / Nicaragua.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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En mi opinión el Defensor Público, es el abogado nombrado por la Corte


Suprema de Justicia, por medio de concurso y pagado por el Estado, para brindar el
beneficio legal a todas aquellas personas que están siendo procesadas y que por
ser de escasos recursos económicos o por estar procesados como reo ausente se
encuentran imposibilitados de solicitar un abogado privado para su defensa.

5.- La Defensoría Pública.

La Ley No. 406 introduce una serie de cambios en el Sistema de Justicia


Penal, dando un giro de180 grados con relación al antiguo Código de Instrucción
Criminal de 1879, estableciendo el art.7 CPP que el Proceso Penal tiene como
finalidad solucionar los conflictos de naturaleza penal y restablecer la paz jurídica y
la convivencia social armónica, mediante el esclarecimientos de los hechos y la
determinación de la responsabilidad de los acusados, la aplicación de las penas y
medidas de seguridad que en justicia procedan y otras soluciones basadas en la
disposición de la acción penal, la mediación y acuerdo entre las partes en los casos
que autoriza el CPP.

Uno de los cambios más importantes El Reforzamiento del Servicio Público


de Defensa.

De acuerdo a la Convención Americana de Derechos Humanos o Pacto de


San José, el imputado debe contar con un abogado defensor, que debe ser
proporcionado por el Estado en caso de no hacerlo o no tener recursos económicos;
la Constitución Política al respecto establece que todo procesado tiene derecho a
que se garantice su intervención y defensa desde el inicio del proceso y a disponer
de tiempo y medios adecuados, para su defensa. (art.34, numeral 4).

Para dar respuesta a este precepto constitucional se creó el servicio público


de defensa a cargo de la Dirección de Defensores Públicos que es un órgano

45
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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dependiente de la Corte Suprema de Justicia y que goza de autonomía funcional


(art. 211 LOPJ, en conexión con los arts. 110 y 111 del RLOPJ).

La Dirección de Defensores Públicos atenderá gratuitamente a las personas


que no dispongan de capacidad económica para costear los honorarios por servicios
legales profesionales.

Lo anterior, sin afectar el derecho de los imputados y acusados de asistirse


técnicamente por abogados en el libre ejercicio de su profesión. El acusado tiene
derecho a elegir defensor desde el momento del inicio del proceso (arts.101 y 254
CPP); igual derecho tiene desde el inicio de la investigación por parte de la Policía
Nacional; como lo que se regula es el proceso penal y éste según el art. 254 CPP,
inicia si hay reo detenido, con la realización de la Audiencia Preliminar, si no lo hay
el proceso iniciará con la Audiencia Inicial; y es a partir de la detención o de la
citación a dicha Audiencia, cuando el Código Procesal Penal regula la obligación
estatal de proporcionar a una persona todas las facilidades para la comunicación
libre y privada, personal o por cualquier otro medio con su abogado defensor
(art.103)29.

5.1- Origen de la Defensoría Pública.

La Defensoría Pública de Nicaragua tiene su origen con la entrada en


vigencia de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la República de Nicaragua
(Ley No. 260 publicada en el mes de Julio de 1998). La Defensoría Pública,
concebida para coadyuvar en la realización del estado social y democrático de
derecho y consecuentemente con la democratización del país, la igualdad de las
personas, el debido proceso y el derecho de defensa, proporcionando gratuitamente
los servicios jurídicos a aquellos que carezcan de medios económicos para sufragar

29
Barrientos Pellecer, César Ricardo Crisóstomo, et al.Op.Cit., pág. 14-22.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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gastos de un o una profesional del derecho. Es un órgano dependiente del Poder


Judicial.

5.2- Misión de la Defensoría Pública.

Brindar asistencia legal gratuita a los usuarios del sistema de judicial que
carezcan de recursos económicos, a fin de garantizarles el respeto y defensa de sus
derechos y garantías, a través de un personal profesional, con sensibilidad humana
y conciente de la problemática social, comprometido a representar a los usuarios,
con profesionalismo, eficiencia y honestidad, estableciendo una relación de
confianza respeto y comunicación permanente y adecuada.

5.3- Facultados para solicitar el Servicio Público de Defensa.

Son facultados para solicitar éste servicio o asistencia jurídica, la persona


detenida o acusada, sus familiares, sus amigos, vecinos o conocidos, jueces,
policías, personal del Sistema Penitenciarios y organismos de derechos humanos.

Este servicio se puede solicitar al juez que tramita la Audiencia o Juicio, al


funcionario del centro penitenciario en donde la persona esté recluida, en la
Delegación de la Defensoría Pública del lugar dónde se tramita el Juicio y en la
Delegación de la Policía en que se encuentra detenida la persona.

5.4- Servicios que brinda la Defensoría Pública.

¾ Asistencia en materia penal, en todas las delegaciones del país:

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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a. Mediación previa.
b. Juicios penales para adultos.
c. Juicios penales para adolescentes.
d. Incidentes de ejecución de sentencia.
e. Recursos de exhibición personal y de apelación, ante los Tribunales de
Apelación.
f. Recursos de Casación y Acción de Revisión, ante la Corte Suprema de
Justicia.

¾ En Managua, también se atienden a mujeres para casos en materia de


familia:

a. Alimentos, divorcios, adopciones.


b. Reposiciones y rectificaciones de partidas de nacimiento.
c. Guarda de menores, suspensión o pérdida de la relación padre-hijos.
d. Régimen de visitas madre o padre-hijos.
e. Investigación de la paternidad.

¾ En Masaya y Matagalpa, además se atienden:

a. Juicios de familia.
b. Casos civiles y agrarios.
c. Reclamos laborales.
d. Asuntos contenciosos-administrativos.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
_____________________________________________

Capítulo III.

El Defensor en el Actual Proceso Penal Nicaragüense.

Son muchas oportunidades y formas de intervención que en este campo se le


presentan al defensor, para desarrollar su función, para hacer respetar los derechos
y garantías de que goza toda persona que está siendo procesada por la presunta
comisión de un ilícito penal y que se encuentran consagrados en la Constitución, los
Tratados y Convenios Internacionales ratificados por nuestro país:

1.- En la Etapa de Investigación Policial30.

Es la investigación que efectúa la Policía Nacional para permitir la acción


sustentada del Ministerio Público, impedir la fuga del delincuente, resguardar los
elementos de prueba, analizar y conservar los vestigios del delito. Impedir que éste
continúe produciendo efectos lesivos de bienes jurídicos.

La fase de Investigación Policial es previa a la denominada Audiencia


Preliminar, que comprende una serie de actuaciones, básicamente, a cargo de la
Policía y del Ministerio Público. Es una etapa donde tienen plena vigencia los
derechos fundamentales y el respeto al debido proceso, incluido desde luego, el
derecho de defensa material, técnico y en sentido amplio.

El defensor puede asistir a su patrocinado desde la sede policial, puede llegar


con él (art. 95 inciso 1 CPP) o ser llamado por sus parientes para representarlo si
se encuentra detenido (art. 95 inciso 10 CPP). El artículo 103 CPP, garantiza al

30
Zúñiga, Sandra. Op. Cit. Págs. 157, 178-180.

49
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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ciudadano desde el momento de su detención, “el derecho a que se le brinden todas


las facilidades para la comunicación libre y privada, personal o por cualquier otro
medio con su abogado defensor.”

Dentro de la fase de investigación policial tiene lugar una serie de actividades


por parte de la Policía Nacional (recepción de denuncias, actos de investigación,
medidas cautelares como la detención, auxilio a las victimas etc.), existen otras a
cargo del Ministerio Público (recepción de denuncias, formulación de la acusación,
solicitud de medidas cautelares y entre otras, dictado de desistimiento). Dentro de
toda esta actividad, la defensa asume una importante responsabilidad en tutela de
los derechos y garantías de quien en esta fase se denomina imputado.

El Defensor puede tener acceso a las denuncias planteadas en contra de su


representado, analizando por ejemplo, si de los hechos en efecto se deduce un
comportamiento ilícito que amerite la detención; si entre el denunciante y el
imputado existen vínculos de parentesco que exigían realizar la prevención del
derecho de abstención, entre otros.

Al examinar el informe, el abogado podrá valorar si es preciso dialogar


directamente con las autoridades policiales para hacerles ver cualquier error, que
pueda incluso, tornar ilegítima la detención e instar de una vez la libertad del
imputado. Si la policía insistiere en la detención, el defensor también podría dirigirse
al fiscal para solicitar la desestimación del asunto y la inmediata libertad del
imputado, medida que resulta más expedita que la interposición de un Recurso de
Exhibición Personal que sería la otra alternativa, sin dejar de lado por supuesto, la
posibilidad de presentar denuncia penal (por detención ilegal y abuso de autoridad).

En cuanto a las entrevistas al imputado por parte de la Policía Nacional el


defensor deberá verificar que al imputado se le haya explicado su derecho de
abstención, que si deseaba realizar alguna manifestación debía contar con el
asesoramiento de un abogado, si tenía uno de confianza lo podía llamar

50
El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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directamente o a través de un pariente, o en caso de no tener recursos para costear


sus honorarios, se le llamaría uno de la Defensoría Pública, en su defecto un
abogado de oficio, etc. (según el orden establecido en el art. 100 CPP), de
conformidad con el art. 95 inc. 3 y 10 CPP.

El único interrogatorio o manifestación espontánea que podrían admitirse al


imputado en sede policial, serían aquellas realizadas respetándosele los derechos
constitucionales. El defensor debe estar presente en cualquier diligencia y ésta
deberá practicarse al margen de cualquier coacción o agresión al imputado, de lo
contrario esa declaración y lo que se deduzca de la misma serían elementos de
convicción espurios, ilícitos, los cuales el defensor debe estar atento a cuestionar,
alegando su inadmisibilidad o nulidad (según el caso).

En esta fase de investigación policial, el defensor deberá velar por la


integridad física y vida de su representado; si el imputado presentara algún tipo de
dolencia o lesión que afecte su salud, está en la posibilidad de exigir se le conduzca
a un centro hospitalario para su atención, o se le permita el uso del tratamiento
indicado, aún cuando éste es un deber de la Policía Nacional (art.232.6 CPP).
Igualmente; si el abogado defensor conoce de amenazas contra la vida del
imputado, tiene el deber de comunicar la situación a las autoridades competentes,
para su ubicación en un lugar más seguro.

Durante muchos años la investigación penal se consideró un capítulo


exclusivo de la policía y del juez instructor, con la acogida de los sistemas más
acusatorios y garantes de los derechos fundamentales, a la defensa del imputado se
le ha reconocido mayor intervención, como parte del debido proceso material.

La investigación resulta una actividad a la que deben tener acceso todas las
partes del proceso, y en el caso de la defensa destacan las siguientes atribuciones:

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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1.1- Facultad de Intervención:

El art. 101 CPP, garantiza el derecho de intervención del defensor en todas


las diligencias donde se procure prueba; esa posibilidad de intervención surge desde
el momento de su designación; por esta razón, el defensor deberá estar atento
respecto no sólo de la legalidad, sino también de la proporcionalidad y racionalidad
de las diligencias probatorias en tutelas de los derechos y garantías de su
representado.

El defensor tiene derecho a intervenir; eso significa tomar parte de diligencias


o actuaciones de investigación. No es dirigir al policía, ni al fiscal, ni a eventuales
testigos o peritos. Intervenir es observar como se desarrolla la actuación, si se
cumplen todos los requisitos, si se realizan todas las prevenciones, en suma, si se
cumple con la objetividad, legalidad y transparencia que debe caracterizar cualquier
trámite de ese tipo, en ese sentido, el defensor estaría legitimado para oponerse,
para hacer observaciones o solicitar quede constando en actas manifestaciones de
la defensa, es decir no es participante mudo. Por ejemplo si se va a realizar un
reconocimiento y ya fue nombrado como abogado defensor, deberá ser convocado
por la policía para que participe de la diligencia.

1.2- Facultad de Conocimiento y de Petición.

El defensor puede revisar con su patrocinado todas los elementos de


convicción recogidos por la policía o por el Ministerio Público (puede revisar
informes, evidencias materiales, etc.), podría solicitar ampliaciones a los informes, la
inadmisibilidad o invocar nulidades sobre elementos recogidos, e incluso hacer la
propuesta de nuevas diligencias de investigación para que sean realizadas.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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1.3- Facultad de Investigar.

Finalmente, la defensa también tiene la posibilidad de realizar sus propios


actos de investigación, por ejemplo, entrevistar a testigos. El defensor puede
entrevistar a cualquier testigo, sean del Ministerio Público o de la defensa, es más,
para diseñar adecuadamente una estrategia de defensa resulta fundamental realizar
ese tipo de diligencias. Y al ser el defensor un colaborador parcial dentro del proceso
(a favor de su representado) no está en la obligación de suministrar el resultado de
la totalidad de su labor investigadora, podrá limitarse a solicitar que se incorpore
únicamente aquella que beneficia a su representado31.

2- En la Audiencia Preliminar.

La Audiencia Preliminar, es una diligencia jurisdiccional que se programa


cuando el Ministerio Público considera que existe mérito suficiente para formular una
acusación por la comisión de un supuesto delito, y se tiene a una persona privada de
libertad, como autor o partícipe del hecho.

Los Artos. 255, 256 y 257 del CPP, señalan que dentro del plazo perentorio,
de las cuarenta y ocho horas de detención, contados a partir del instante en que se
realiza la detención de la persona, las autoridades correspondientes presentarán a la
persona detenida ante el juez de la audiencia preliminar.

Si el acusado es sometido a prisión preventiva (porque el fiscal lo solicitó y el


juez estimó fundadamente que le asistía la razón), el arto. 264 CPP, exige que en la
misma diligencia el Juez señale fecha y hora para que dentro de los diez días
siguientes, se realice la Audiencia Inicial.

31
Ibídem.

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Antes de esta audiencia, el fiscal deberá presentar la acusación ante el juez


competente. Si este requisito no se cumple, no habrá audiencia, y el imputado no
podrá estar, ni ser puesto a la orden del juez. El fiscal entregará al acusado una
copia de la acusación32.

El Juez analizará la acusación y la admitirá si reúne los requisitos


establecidos en el (Art. 77 CPP). En caso contrario la rechazará.

El juez que se considere incompetente, remitirá la causa de forma inmediata a


quien corresponda conforme a la ley.

2.1.- Finalidades de la Audiencia Preliminar33.

Dentro de las finalidades de la Audiencia Preliminar encontramos las


siguientes:

2.1.1.- Poner en conocimiento al acusado de la Acusación: Es


deber del juez informarle en forma comprensiva sobre los hechos y la calificación
jurídica que hace el Ministerio Público. Es un derecho del acusado a ser informado
en el momento de su comparecencia de manera clara, precisa, circunstanciada y
específica acerca de los hechos que se le imputan (art. 260 CPP), también se le
debe informar al acusado sobre su derecho a guardar silencio.

2.1.2.- Resolver sobre la Aplicación de las Medidas


Cautelares: El Juez es competente para pronunciarse sobre la procedencia,
ratificación, revocación o sustitución de las medidas cautelares. El Ministerio Público
o el acusador particular si lo hubiere deben solicitar en forma motivada la necesidad

32
Aguilar García, Marvin. Audiencias previas al Juicio en el Proceso Penal Nicaragüense. Ediciones
Centro de Documentación e Información Judicial, 2006, pág. 102.
33
Hernández, Sabino. Juicio Oral y Público. Escuela Judicial – UCEM. Págs. 5-7.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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de mantener la prisión preventiva o de sustituirla por otra, igual derecho tiene la


defensa, de proponer cambios de las medidas cautelares.

2.1.3.- Garantizar el Derecho a la Defensa: El derecho a la defensa


es una garantía constitucional y un principio del CPP. En la audiencia preliminar, el
juez debe preguntarle al acusado si tiene un defensor privado. Si no lo ha
designado, le indicará que tiene opción a nombrarlo, pero si el acusado es incapaz
de afrontar los costos de un defensor privado o no quiere contratarlo, el juez debe
designarle un defensor público o de oficio (quien será debidamente notificado, para
garantizar su presencia en la subsiguiente Audiencia Inicial), según corresponda, en
la forma prevista en el CPP, (Art. 4 y 101).

El acusado tiene derecho a designar un abogado de su elección como


defensor, desde el momento del inicio del proceso. La designación del defensor será
comunicada al juez.

Se permitirá la autodefensa de quienes sean profesionales en derecho,


aunque no estén autorizados para el ejercicio profesional de la abogacía.

La inasistencia del defensor a esta audiencia, no la invalida, puesto que la


finalidad de la misma es garantizar el derecho a la defensa.

El ministerio Público o el Acusador Particular, pueden en esta audiencia


realizar la corrección de simples errores materiales o la inclusión de algunas
circunstancias que no modifiquen esencialmente la acusación sin que esto sea
considerado una modificación de la acusación.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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3- En la Audiencia Inicial.

Esta etapa sirve esencialmente para determinar o delimitar el hecho objeto de


la acusación, así como para fijar con exactitud a la persona que se juzga por
atribuírsele un hecho supuestamente delictivo, pone en contacto a las partes.

34
™ La Audiencia Inicial tiene doble carácter :

- Es la primera comparecencia del acusado que no se encuentre detenido y


que ha sido debidamente citado para comparecer, en esta Audiencia, se
garantizarán al acusado las finalidades de la Audiencia Preliminar, es decir se
vuelve mixta.

- Es la segunda comparecencia y la segunda etapa de proceso penal contra


una persona a quien se le realizó previamente una Audiencia Preliminar, ya sea
que esté libre o privado de libertad.

3.1.- Finalidades de la Audiencia Inicial35:

3.1.1.- Determinar si existe causa o mérito para ir a Juicio:


El ministerio público y el acusador particular deben de presentar ante el
juez elementos de prueba que establezcan indicios racionales suficientes
para llevar a juicio al acusado. (Art.265 CPP). En esta audiencia el Juez
realiza un juicio de probabilidad en cuanto a la suficiencia de elementos
probatorios he indicios racionales de culpabilidad del acusado.

34
Hernández, Sabino. Op. Cit., págs. 10-16.
35
Ibídem.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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3.1.2.- Iniciar el procedimiento para el Intercambio Sobre


Prueba: El intercambio de información y prueba es una carga procesal
del Ministerio Público y del acusador particular y optativamente de la
defensa. Dicho intercambio tiene como finalidad indicar qué se pretende
demostrar con cada medio de prueba y se cumple con el principio de
igualdad de armas en cuanto cada parte conoce la prueba con la que se
pretende demostrar distintas posiciones y de esa forma se puede preparar
el contradictorio para verificarlo en el juicio (art.274 CPP).

El Intercambio de Información y Prueba, es un escrito distinto del libelo


acusatorio, que debe de ser presentado en la Audiencia Inicial con carácter
obligatorio y bajo pena de responsabilidad disciplinaria para el fiscal, la
consecuencia jurídica de la no presentación de este escrito genera el cierre definitivo
de la causa por inexistencia del hecho investigado.

El Ministerio Público, el acusador particular y el querellante deben de


presentar este escrito en la celebración de la audiencia inicial. La defensa debe de
presentar al Ministerio Público y al acusador particular un documento de intercambio
de información y pruebas, dentro de los quince días siguientes a la audiencia inicial,
esto es en los delitos graves competencia de los jueces de distrito. Para el caso de
los delitos menos graves competencia de los jueces locales el término para
presentar este escrito es de cinco días.

Si la estrategia de la defensa se limita exclusivamente a la refutación de las


pruebas de cargo, debe indicarlo bajo esos términos procesales con copia al juez, el
incumplimiento de este intercambio da lugar a la declaratoria de abandono de la
defensa y procede a la sustitución del defensor otorgándole un nuevo plazo de igual
duración (ver art. 274 CPP). Dicho abandono injustificado le genera responsabilidad
disciplinaria al abogado defensor. (Art. 105 CPP).

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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En este momento procesal, el defensor deberá proponer de conformidad con


el art. 205 CPP, la práctica de la prueba de valoración psiquiátrica cuando se
pretenda alegar inimputabilidad del acusado.

3.1.3.- Es también finalidad de esta audiencia, revisar las medidas


cautelares que se hayan aplicado y determinar los actos
procesales que tomarán lugar de previo al juicio.

3.1.4.- Como es posible que la audiencia inicial no haya venido precedida


de una audiencia preliminar serán propósitos adicionales de la misma la

revisión de la acusación, para determinar su admisibilidad o no y la


garantía del derecho de defensa.

El acusado, su defensor y el Ministerio Público deberán estar presentes


durante esta audiencia. Si el acusado no se hace acompañar de su defensor a esta
Audiencia, se modificará la finalidad de ésta, adoptando la establecida para la
audiencia preliminar (art. 265 p.3ro. CPP).

El acusado no tiene ningún deber de declarar en este acto. Si lo quiere hacer,


el Juez le informará sobre su derecho de mantener silencio y las consecuencias de
ese derecho. (Art. 270 CPP). En los momentos finales de la audiencia inicial, el juez
dicta auto de remisión a juicio, oídas las partes, que contendrá de acuerdo con el art.
272 CPP:

• Relación del Hecho admitido para el juicio;


• Calificación Legal hecha por el Ministerio Público;
• Fecha, hora y lugar del juicio, y,
• Términos en que se cumplirán las diligencias preparatorias del juicio.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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4.- En el Juicio Oral y Público36.

El juicio se realiza sobre la base de la acusación en forma oral, pública,


contradictoria y concentrada. En esta audiencia, la defensa deberá estar presente de
manera ininterrumpida; si el acusado se rehúsa a estar presente, podrá ser
representado por el defensor. Pero si su presencia es necesaria podrá ser compelido
a comparecer por la fuerza pública.

La defensa deberá estar presente en el día y hora fijados, al igual que las
otras partes en el juicio (Fiscal, Acusador Particular si lo hay).

Después de haber escuchado la exposición de la acusación por el fiscal y el


acusador particular, la defensa hará una exposición de los lineamientos, y tendrá la
oportunidad de evacuar la prueba en el mismo orden en que se efectuaron. Cuando
sean dos los acusados, el juez determinará el orden en que cada defensor deberá
presentar sus alegatos y pruebas. Si una prueba llega a conocimiento de unas de las
partes en el transcurso del juicio que no fue objeto de intercambio; la parte
interesada la pondrá en conocimiento de las otras partes a efecto de que preparen
su intervención.

El Código Procesal Penal, regula la práctica de la prueba testimonial dentro


del Juicio Oral. El testigo es un tercero, persona física, que declara en el juicio sobre
hechos relevantes para el proceso. La defensa podrá interrogar a sus testigos
propuestos, después de tomada la promesa de Ley por parte del Juez, y a
continuación la contraparte podrá formular repreguntas al testigo y terminadas estas,
el defensor podrá nuevamente formular preguntas, limitándose a la aclaración de
elementos nuevos que hayan surgido en el contradictorio, en este caso tanto el juez
como el jurado han de valorar el testimonio en conjunto con las demás pruebas y
con arreglo al criterio de razonabilidad.

36
Sevilla Guido, María Félix, et al La Defensa Penal. León, Nicaragua, 2003, págs. 46-49.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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El acusado tiene derecho a no declarar. Si decide hacerlo, el juez


previamente le advertirá del derecho que le asiste de no declarar, de que de su
silencio no podrá derivarse ninguna consecuencia que le sea perjudicial, y si declara
lo hará previa promesa de ley, y de que en tal caso su declaración se valorará como
cualquier medio de prueba. De igual forma tiene derecho a la última palabra, la cual
no se valora como medio probatorio, en ésta, el imputado no será interrogado por
ninguna de las partes, ni por el juez. Ésta es una manifestación del Derecho a ser
oído durante el proceso.

Durante el juicio, no deberá hacerse mención alguna al silencio del acusado,


bajo posible sanción de nulidad.

El acusado, podrá en todo momento comunicarse con su defensor, sin que


por ello la audiencia se suspenda; para tal efecto se le ubicará a su lado. No
obstante, no lo podrá hacer durante su declaración o antes de responder a
preguntas que se le formulen. (Arto. 311 CPP).

Si durante la práctica de la prueba surgieran circunstancias nuevas, no


contempladas en la acusación, que puedan modificar la calificación jurídica del
hecho objeto del juicio, el fiscal podrá ampliar la acusación incorporando esas
circunstancias; y el Juez informará al defensor que tiene derecho a pedir la
suspensión del juicio para ofrecer nuevas pruebas o preparar su intervención, fijará
plazo por el cual se suspenderá el juicio.

Una vez terminados los alegatos conclusivos, el fiscal podrá replicar, es decir,
referirse a los alegatos de la defensa; a su vez a la defensa le asiste el derecho a la
duplica, es decir, a valorar los argumentos del fiscal con ocasión de la réplica.

De darse un fallo o veredicto de culpabilidad, se procede al Debate Sobre la


Pena, en la cual el juez cederá la palabra al fiscal y luego a la defensa para que se
refiera a las condiciones familiares, sociales modo de vivir y antecedentes de todo

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orden del culpable, se referirán a la probable determinación de la pena y la eventual


concesión de algún beneficio.

En estos alegatos de determinación de la pena, el defensor hará lo posible


por destacar cualquier circunstancia familiar, laboral, médica de su representado con
el propósito de aportar el factor humano muchas veces desapercibido en la
resolución de los conflictos jurídicos. Finalmente dará la palabra al condenado, por si
desea hacer alguna manifestación. (Art. 365 CPP).

5- En la Ejecución de Sentencia37.

El condenado podrá ejercer, durante la ejecución de la pena, los derechos y


las facultades que le otorgan la Constitución Política, los Tratados y Convenios
Internacionales en materia de Derechos Humanos ratificados por Nicaragua, las
Leyes Penales, Penitenciarias y los Reglamentos, y planteará ante el tribunal que
corresponda las observaciones, recursos e incidencias que con fundamento en
aquellas reglas estime convenientes.

El condenado o su defensor, el ministerio público, el acusador particular y el


querellante podrán plantear ante el competente juez de ejecución de la Pena
incidentes relativos a la ejecución, sustitución, modificación o extinción de la pena o
de las medidas de seguridad, tales como: Incidente de Ejecución Diferida, Condena
Condicional, Libertad Condicional, Cumplimiento de Pena etc.

La labor del defensor culminará con la sentencia firme, es decir, una vez
agotados los Recursos de los cuales pueden hacer uso las partes como Apelación,
Casación o Revisión en su caso; sin perjuicio de que continúe en el ejercicio de la
defensa técnica durante la ejecución de la pena. Así mismo el condenado podrá

37
“Gaceta, Diario Oficial”, No. 243 Y 244, Ley No. 406 Código Procesal Penal de la República de
Nicaragua. 2da. Ed., Managua, 2002, págs.189-190.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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designar un nuevo defensor y en su defecto, se le podrá designar un defensor


público o de oficio, en la forma prevista en el Código Procesal Penal.

El ejercicio de la defensa durante la ejecución penal consistirá en el


asesoramiento al condenado, cuando se requiera, para la interposición de las
gestiones necesarias en resguardo de sus derechos. No será deber de la defensa
vigilar el cumplimiento de la pena.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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CONCLUSIONES

Luego de haber desarrollado el tema de mí tesis monográfica he llegado a las


siguientes conclusiones:

1- El Derecho de Defensa, es uno de los elementos insustituibles del debido


proceso en las causa criminales. Forma parte de los elementos esenciales de
un Estado de Derecho. Es un derecho consagrado en nuestra Constitución
Política en el artículo 34, numerales 4 y 5 y en el artículo 4 y 100 del
Código Procesal Penal, reconocido además por diversos Tratados y
Convenios Internacionales ratificados por Nicaragua.

2- El Derecho de Defensa, es el que otorga el Estado a todo imputado o


procesado por un ilícito penal, de carácter irrenunciable; el cual consiste en
que nadie podrá ser condenado ni privado de sus derechos sin antes haber
sido citado, oído y vencido en un proceso judicial; es un derecho que se
instrumentaliza o articula en una serie de derechos que son a la vez
manifestaciones del mismo.

3- La Defensoría Pública, es un Órgano del Poder Judicial, a través del cual el


Estado garantiza el derecho a la defensa a personas de escasos recursos
económicos, que no pueden costear los honorarios de un defensor privado.

4- El defensor, es un asistente técnico directo del imputado o acusado, debe


de guiarse por los intereses de este y debe garantizar la efectividad de las
garantías procesales, es quien defiende, protege o ampara al acusado en el
juicio. El papel del Defensor en el actual proceso penal es de suma
importancia, debido a que es el encargado de vigilar el cumplimiento de las
garantías que otorga la Constitución y el Código Procesal Penal al imputado
o acusado de un delito o falta penal.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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RECOMENDACIONES

Para que en Nicaragua se realice un mejor ejercicio del Derecho a la


Defensa, en el Proceso Penal Nicaragüense recomiendo lo siguiente:

1. Que se informe a la población en general, por todos los medios posibles, del
derecho que le asiste de ser asesorado por un defensor desde el momento en
que éste siendo investigado por la presunta comisión de un ilícito penal.

2. Que se le permita al defensor desde el momento de la detención del


imputado, tener acceso a todas las diligencias de investigación que se
realizan.

3. Que se realicen más nombramientos de un mayor número de defensores


públicos a nivel nacional, para garantizar el Derecho a la Defensa a personas
de escasos recursos económicos.

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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BIBLIOGRAFÍA

™ Aguilar García, Marvin. Audiencias Previas al Juicio en el Proceso Penal


Nicaragüense. Ediciones Centro de Documentación e Información Judicial,
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Nicaragua, 2002.

™ Barrientos Pellecer, César Ricardo Crisóstomo, et al. Manual de Derecho


Procesal Penal Nicaragüense. Ed. Tirant lo Blanch, Valencia, España,
2005, 603 págs.

™ Cabanellas de las Cuevas, Guillermo. Diccionario Jurídico Elemental,


11va. ed. Argentina, Ed. Heliasta S.R.L., 1993, 422 Págs.

™ Canales Mendoza, Yeremi Vicdalia, et al. El Abogado Defensor en el


Proceso Penal Nicaragüense. León, 2005, 148 Págs.

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™ “Gaceta, Diario Oficial”, No. 243 y 244, Ley No. 406 Código Procesal
Penal de la República de Nicaragua, Managua, 2002, págs. 189-190.

™ Hernández, Sabino. Juicio Oral y Público. Escuela Judicial – UCEM, 39


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™ López Ordóñez, María de la Concepción. La Defensoría Pública en


Nicaragua, Managua, Nicaragua, UCA, 2001, 109 págs.

™ Moreno Catena, Víctor. La Defensa en el Proceso Penal, Ed. Civitas S.A.,


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™ Poder Judicial. Defensoría Pública, USAID/NICARAGUA.

™ Postgrado en derecho Procesal Penal. Módulo I: Principios y Garantías


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™ Programa de Especialización y Curso de Postgrado en Derecho Procesal


Penal. Escuela Judicial / UCEM, Managua, 2004, págs. 6-7.

™ Rodríguez, Javier Llobet. Proceso Penal Comentado. (Código procesal


Penal Costarricense, Comentado). 2da. ed, Ed. J. C., 1998, 507 págs.

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Institucional CHECCHI / USAID y Defensoría Pública de Nicaragua,
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™ http/:www.google.com.ni

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El Derecho a la Defensa en el Proceso Penal Nicaragüense.
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ANEXOS

Adjunto copia de los siguientes documentos:


1- Entrevista realizada al Lic. Néstor Enrique Murillo.
2- Convención Americana Sobre Derechos Humanos.
3- Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre 1948.
4- Declaración Universal de los Derechos Humanos.
5- Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las
Libertades Fundamentales.
6- Solicitud de Defensor Público (Del Imputado).
7- Solicitud de Defensor Público (Del Familiar).
8- Designación y Apersonamiento de Defensor Público.
9- Formato de Incidente de Cumplimiento de Pena y Extinción.
10- Formato de Condena Condicional.
11- Formato de Incidente de Libertad Condicional.
12- Intercambio de Información y Prueba.
13- Solicitud de Valoración Médica del Imputado.
14- Modelo de Ficha de Expediente del Área de Ejecución de Sentencia de
la Defensoría Pública.
15- Formato de Informe Mensual de Labores de Defensores Públicos.
16- Constancia de Cierre.

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