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Los métodos de la investigación cualitativa

El método etnográfico es designado por algunos autores como estudios o investigaciones de campo (Babbie,
2001:10; Nachmias & Nachmias, 1992:12); su propósito es estudiar la vida social y cultural de una comunidad,
vecindario, grupos humanos lo más naturalmente posible y en profundidad.
Lo que define y caracteriza este método “reside en la relación directa vivida por el investigador/res en una
sociedad en la que pasará un cierto tiempo, que puede ir de unos meses a unos años, investigando en la lengua de la
sociedad estudiada, o al menos en una lengua vernácula de intercomprensión” (Mucchielli, 2001:116). La entrevista en
profundidad y la observación participante que requieren de la comprensión lingüística son una condición para la
investigación en comunidades ubicadas en otras sociedades y también en la propia del investigador, como pueden ser
vecindarios, complejos habitacionales, gangs, hospitales o escuelas. La historia, fuentes documentales, y testimonios de
expertos, elementos mate‐ dales o restos arqueológicos forman parte también de la base empírica construida en un
estudio en el cual el eje es la búsqueda de la totalidad, y de la reconstrucción de los significados simbólicos de las
relaciones sociales.
El método etnográfico recrea las prácticas sociales, creencias, conocimientos y pautas de comportamiento en una
sociedad o comunidad. Su preocupación por el contexto cultural lo distingue de otros métodos que también utilizan
las técnicas del trabajo de campo. Es un método totalizador en el cual se integran la historia, la economía, la
composición étnica así como las creencias y actitudes de los miembros de la comunidad, grupo, o población (Merriam,
1998:15); es así que la idea de unidad de análisis pierde sentido porque el foco está puesto en la dinámica del todo y no
en aspectos parciales previamente definidos.
Mientras que el método etnográfico aparece asociado a la tradición antropológica de investigación en sociedades o
comunidades, que pueden ser diferenciadas de su contexto social y geográfico, en el estudio de caso uno de los
objetivos es diferenciar los límites de su entorno para establecer qué constituye un caso. El estudio de caso está
generalmente asociado a la tradición sociológica, a los estudios rurales y a la investigación de organizaciones en
economía. Todos comparten la idea de un caso considerado de interés en sí mismo y abordado en toda su complejidad.
Aunque los estudios de caso o casos podrían eventualmente dar lugar a investigaciones cuantitativas, en general se
utilizan métodos cualitativos; sin embargo no se descarta que en algunos estudios de casos se incluyan datos estadísticos
para complementar algunos aspectos del estudio; por ejemplo, la evolución de las ventas o personal de una empresa.
Como el método etnográfico, el estudio de caso requiere de varias estrategias para la construcción de su
evidencia empírica. Descansa fuertemente en entrevistas planteadas alrededor de unos pocos conceptos o ideas, las
que se van desarrollando a lo largo del trabajo de campo cuyos resultados son interpretados simultáneamente a
medida que se van sistematizando.
Como se trata de métodos holísticos vinculados a su contexto inmediato, el estudio de caso, como el método
etnográfico, tienen una fuerte orientación empírica y descriptiva en la cual el detalle y la particularidad no pueden ser
dejados de lado. El todo se entiende en sus partes y éstas en el todo como sucede con un sistema autocontenido. El
contexto está definido dentro del sistema aun cuando las influencias externas puedan ser incorporadas como partes
componentes del mismo.
La versatilidad del estudio de caso permite construir la evidencia empírica asociada a una variedad de enfoques
teóricos y temas. Las entrevistas, pueden ser planteadas en el contexto de la vida cotidiana de personas, por ejemplo
ancianos que viven en una institución, cómo se manejan, su idea de autocontrol financiero, social, de seguridad y salud;
sus historias de vida y los significados que le atribuyen a sus experiencias (Silverman, 2000:32).
Mientras el método etnográfico se aplica a la investigación de sociedades, barrios, vecindarios de existencia real, el
estudio de caso, o casos, puede tratar con entidades reales o construidas teóricamente; es decir pueden ser casos
específicos que deben ser delimitados e indagados durante el estudio, o casos que forman parte de categorías generales
(Ragin, 1992: 8). Un ejemplo de casos reales específicos son los sistemas mundiales (redes de sociedades humanas
interdependientes e interactuantes) que deben ser descriptas y delimitadas en el curso de la propia investigación; otro
ejemplo es la comunidad de vagabundos que viajan en ferrocarril (Harper, 1992: capítulo 6) o las comunidades que
forman los niños de la calle, tienen también existencia real, pero solo es posible establecer sus espacios vitales y
membrecia a partir del propio estudio en el campo.
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Diferente es el caso del estudio de familias; ellas tienen existencia real pero deben ser individualizadas
empíricamente previa definición de sus rasgos característicos. El caso es un conjunto previamente definido. La
interacción continua entre los conceptos teóricos y la evidencia empírica permite además construir casos como por
ejemplo de pacientes que sufren una determinada enfermedad, o de niños definidos como problemáticos en la escuela,
o de movimientos callejeros contestatarios 30.
Con límites reales o teóricamente definidos, los estudios de caso se destacan y diferencian de otros métodos
porque tratan fenómenos contemporáneos en situaciones de la vida cotidiana real; éstas son situaciones en las cuales
los límites entre el fenómeno estudiado y su contexto no son claros, ni identificables en forma inmediata, (Yin, 1994:13)
es decir los casos pueden ser definidos como fenómenos delimitados en un contexto (Merriam, 1998:27). Si el fenómeno
no está delimitado o no puede eventualmente ser delimitado entonces no es un caso. “El caso puede ser un niño; puede
ser un aula de las escuelas con niños; o puede ser un grupo de profesionales que estudian la niñez. El caso es uno entre
otros. En un estudio determinado nos concentramos en ese uno. El estilo de enseñanza de una maestra no es un caso
porque carece de la especificidad y la delimitación para ser llamado un caso. Un programa innovativo de una o más
escuelas pueden ser casos, pero las relaciones entre escuelas, las razones para propender una enseñanza innovativa, o
las políticas de reforma escolar difícilmente constituyan un caso ya que carecen de la especificidad del fenómeno real y
la delimitación que define a un caso” (Stake, 1995:2).
El estudio de caso se caracteriza por tres rasgos. Primero, es particularístico, es decir está focalizado sobre una
situación, hecho, programa, fenómeno en particular, aun cuando en su elección se tenga en cuenta que es un caso
entre otros con los que comparte ciertos rasgos. La particularización y especificidad del caso es el eje del interés del
investigador. Segundo, el estudio de caso tiene un alto contenido descriptivo que permite mostrar las complejidades
del mismo, y señalar que más de un factor o circunstancia contribuye a dicha complejidad. La descripción de los casos
muestra la influencia del tiempo y las secuencias en que los hechos vinculados al caso tienen lugar. En el análisis, para
sostener las descripciones se incluyen citas y transcripciones que lo muestran en total detalle. Tercero, la cualidad
heurística del estudio de caso permite abordar explicaciones en términos de cómo suceden los hechos y por qué; y
cuáles son las razones inmediatas y el contexto en que tienen lugar. Para cumplir con estas tres condiciones el estudio
de caso utiliza una variedad grande de estrategias para producir su evidencia empírica: entrevistas, observación, datos
estadísticos, documentos, etc. (cuadro
2.8.).

Cuadro 2.8. Estudio de caso aplicado al análisis de organizaciones


Orientación:
1. Núcleo temático: i. proceso organizacional, además de los resultados; ii. experiencias individuales.
2. Enfoque metodológico: multiestrategia; análisis de variables; construcción de la realidad a partir de las experiencias de los
miembros.
3. Propósito: i. análisis de estructuras, articulación de partes en todos; ii. reconstrucción de trayectorias; iii. incorporación de la
interpretación y evaluación de los actores.
Etapas del diseño:
1. Comenzar definiendo en forma provisional: i. los limites del caso para lo cual se describe su contexto inmediato (aquel del
cual depende/está vinculado en forma más estrecha o no se lo puede entender si no se tiene en cuenta cómo funciona ese
contexto); ii. el contexto más amplio; decidir dónde se establece el límite entre el caso en si, el contexto inmediato y el amplio.
2. Establecer los límites temporales de los procesos que dan cuenta o están vinculados con el núcleo del caso y su contexto
inmediato.
3. Proponer una composición provisoria de las partes, ejes a partir de los cuales abordar la estrategia observacional‐
recolección de datos.
4. Utilizar estrategias variadas para producir la evidencia empírica (documentos, estadísticas, observación, entrevista,
encuesta).
5. El análisis se lleva a cabo combinando: las partes (3) en sus vínculos (con 1) vistos/presentados en su secuencia temporal
(2).
Menú de estrategias metodológicas. Sus objetivos:
• Encuesta: recoger información sobre aspectos estructurales: composición de la membrecía, partes o secciones de la organización:
organigrama, jerarquías decisionales; mapeo de vínculos, etc. Descripción de roles, puestos.
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• Entrevista semi y no estructurada: análisis de cómo se lleva o se llevó a cabo el proceso decisorio, los conflictos internos, los
diversos puntos de vista. Expectativas y percepciones de los actores; interpretaciones. Funcionamiento real, sistemas de
categorizaciones internas, prestigio! influencia.
Evaluación de roles/puestos.
• Observación: situaciones, reuniones, interacción social cotidiana.
• Grupos: grupos de decisión naturales o armados.
• Trayectorias: identificación de los procesos/trayectos internos/externos. Identificar etiquetas/temas que sirven de guía: por
ejemplo, la incorporación de una tecnología determinada, la selección/promoción de personas; la estrategia de venta al exterior. A
partir de la etiqueta/tema, utilizar informantes claves para reconstruir los trayectos y ramificaciones.
• Historias: reconstrucción de la evolución de la organización durante un período dado.
• Documentos y estadísticas: actas de reuniones: evolución del personal; ventas y origen de los insumos.

Las historias clínicas pueden ser consideradas para un estudio de caso; son casos reales y específicos aunque
intrínsecamente diferentes a otros casos. Primero, lo que constituye su base empírica es espontáneo e inestructurado;
los datos están allí, pueden ser los registros de sesiones de terapia psicológica, o las apreciaciones y comentarios
realizados por profesionales para encarar un determinado tipo de situación o de enfermo. Segundo, los datos se
registran por períodos prolongados de tiempo, con lo cual la secuencia de sucesos y el cambio o permanencia forman
parte del caso. Tercero, la persona sujeto del caso relata situaciones o sucesos, y los interpreta; a su vez el terapeuta o
profesional participante relee los hechos e interpretaciones de la persona y a su vez los interpreta; cuando el
investigador accede a la evidencia, si no es él mismo, el profesional responsable, relee hechos e interpretaciones y a su
vez lo reinterpreta. El análisis de historias clínicas incorpora como parte del propio estudio todas estas circunstancias
que requieren un profundo proceso reflexivo de parte de los investigadores.
Los temas de investigación de casos de historias clínicas pueden involucrar temas vinculados con enfermedades,
físicas o psicológicas, o con situaciones de vínculos generalmente abusivos. Es decir, es un estudio de caso que al no ser
auto‐evidente para el sujeto mejora las posibilidades de captar contenidos u orientaciones inconscientes. Son casos en
vivo, el investigador no produce la situación; ella existe. Koluchova (1996) tuvo la oportunidad de estudiar el efecto de
desamparo y el abandono en el desarrollo fisico, cognitivo y emocional de dos niños criados por sus padres en
aislamiento. Cuando fueron recuperados y llevados a una institución pública luego de cinco años y medio de sufrir todo
tipo de vejámenes, físicos y morales, su caso sirvió para analizar las influencias de lo genético versus lo aprendido.
Existían registros de los niños sobre sus primeros once meses de vida en que estuvieron alojados en una institución
tutora y sobre el período posterior al momento en que fueron retirados de su hogar paterno.
Un ejemplo de un estudio de caso típico real complementado con una historia clínica podría ser el proceso de
adaptación de una familia que tiene un miembro enfermo grave conviviente. En esta situación se estudiaría no solo la
historia clínica del paciente sino también al resto de los miembros del hogar asumiendo que, aunque de manera
peculiar, todo el grupo familiar está enfermo. Este supuesto es más sencillo de sostener en casos de enfermedades
emocionales y psíquicas. En este tipo de estudio la investigación del caso roza con el estudio biográfico y autobiográfico,
ya que no se trata solo de la narrativa espontánea de la persona sino que se incorporan además entrevistas individuales
y colectivas, y a veces observación.
La investigación cualitativa etnográfica o de estudio de caso tiene una fuerte orientación interpretativa. Su
propósito es analizar los procesos y fenómenos sociales, prácticas, instituciones y patrones de comportamiento, para
desentrañar los significados construidos alrededor de ellos, en un contexto o entorno que puede ser de redes de
relaciones sociales, sistemas de creencias, rituales, etc. Justamente este contexto, “círculo hermenéutico” (Bohman,
et. al., 1991:8), es el que permite la tarea interpretativa 31.
La tradición de investigación interpretativa aparece principalmente asociada con la fenomenología, el
interaccionismo simbólico, la etnometodología y el constructivismo social. “Todas ellas comparten además de un interés
común en el rol que el lenguaje y otros sistemas de signos juegan en la construcción de la realidad social” (Alasuutari,
1998:98). En el segundo tipo de métodos cualitativos señalados en párrafos anteriores, el eje del análisis se traslada de
la realidad social como tal, reconstruida ex post‐facto, hacia el análisis de signos, lenguajes, discursos y habla, es decir,
hacia el medio mediante el cual esa realidad social deviene existente 32.
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Todo está en el lenguaje, en las respuestas a un cuestionario, en los documentos o registros o una entrevista,
pero existe una diferencia entre considerar el lenguaje un medio para reproducir, transmitir eventos o experiencias
por un lado y el considerarlo como objeto en sí mismo de investigación. Esto requiere de varios supuestos teóricos.
Primero, los fenómenos sociales pueden ser descubiertos, pero son creados por el lenguaje mismo que se usa para
describirlos. Segundo, el lenguaje organizado en discursos tiene poder para dar forma a la manera en que la gente
experimenta y se comporta en el mundo; esto se aplica inclusive a los investigadores. Tercero, el lenguaje contiene las
categorías básicas que usamos para entendernos entre nosotros afectando el modo en que actuarnos respecto de
diversas categorías de personas (género, raza, poder, clase social, etc.). Cuarto, en el lenguaje reproducimos como nos
definimos a nosotros mismos; nuestras identidades socio‐culturales. Quinto, cuando describimos un fenómeno social
o nos referimos a nosotros mismos, lo hacemos en el entendimiento que nuestros interlocutores saben de qué
estamos hablando; es decir hacemos uso de patrones de significados compartidos (Burman & Parker: 1993). Estos
cinco supuestos llevan a configurar una base empírica que sirve a diversos métodos de investigación que se apoyan en
el lenguaje. Las estrategias para producir esa base empírica son múltiples y dependen fundamentalmente de los
modelos teóricos en los cuales se sustentan los estudios.
La variedad de “métodos” de análisis del discurso es grande ya que no solo se diferencia en sus modelos teóricos
provenientes de distintas áreas disciplinarias (la filosofía, la lingüística, la sociología, la psicología) sino que en las
maneras de abordar y analizar el lenguaje, u otros repertorios de signos, y en la conceptualización misma del corpus de
análisis. En la tradición etnometodológica del análisis de conversación este corpus está constituido por el habla en la
interacción; el mundo se revela en el lenguaje y las relaciones sociales se alcanzan a través del lenguaje (Heritage, 1984).
Para Foucault es en el discurso que el poder y el conocimiento se juntan; los discursos permiten releer o
reconceptualizar la dupla dominante poder/conocimiento. El se refiere no sólo al habla y discusiones espontáneas sino
también a las organizadas de acuerdo a ciertas formas de poder/conocimiento como parte de los discursos. En este
sentido la noción foucaultiana de discurso es una ampliación de la perspectiva de la interacción (Alasuutari, 1995:115).
Sin dejar de reconocer que así como en la tradición etnográfica y de estudio de caso tenemos la interpretación de las
interpretaciones, también nos enfrentamos con el análisis del discurso que analiza discursos. Este punto de corte de una
regresión infinita es una abstracción discursiva en la cual se especifican los enfoques teóricos, los objetivos y los
procedimientos metodológicos. Esta abstracción es en realidad un recorte de la realidad, la especificación de lo que se
tendrá en cuenta y a veces, también se especifica lo que no se tendrá en cuenta 33.
La investigación de conversaciones en la tradición etnometodológica fue desarrollada por Sacks quien estaba
interesado en el lenguaje no por su carácter referencial sino porque a través de él era posible conocer como estaba
organizada la interacción social (ten Have, 1999). Aun en la actualidad el análisis de conversaciones está focalizado en los
detalles de las interacciones reales, es decir en ocurrencias naturales de la vida cotidiana. Los tres supuestos de este
enfoque son: primero, la acción e interacción social exhiben en la conversación pautas de rasgos estructurales estables y
recurrentes. Segundo, la acción comunicativa está doblemente contextualizada, moldeada por el contexto de
expresiones (utterances) verbales y renovando ese mismo contexto. Ambos supuestos están presentes en la obra de
Garfinkel acerca del carácter indexical y reflexivo del habla y la acción. Tercero, ningún detalle puede ser descartado a
priori.
Aunque no los definimos como análisis de conversación, otros estudios realizados en el marco de la
Etnometodología han hecho del habla y de los modos de hablar y de los lenguajes su foco de atención. Tal es el caso del
trabajo de Wieder (1975) “Telling the Code” llevado a cabo entre residentes de un establecimiento para convictos por
abuso de drogas con permiso de salida bajo palabra. El estudio mostró la construcción de un código de significados de
los sucesos y acciones diferente del que podría emanar del lenguaje cotidiano de los no residentes, inclusive del “staff”
encargado de la vigilancia. Otros estudios en la perspectiva etnometodológica están focalizados en investigar los
métodos de la gente común para darle sentido de realidad a sus acciones. Aunque apoyados en el lenguaje, su
preocupación está más orientada a la investigación de la interacción social y la organización social, por ejemplo el
análisis de la conducta de la policía, o los procedimientos burocráticos de una agencia de bienestar social, o el programa
de investigación de prácticas ocupacionales o de los relatos (accounts) de científicos de un laboratorio (Heritage,
1984:303). Una manera de diferenciar los enfoques etnometodológicos es establecer si están interesados
fundamentalmente en el lenguaje como proceso de comunicación per se; o el lenguaje es considerado como una
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manifestación de la cultura y por lo tanto las transcripciones son analizadas con el propósito de determinar cómo la
gente entiende mutuamente la situación social (Schwant, 1997:45).
El lenguaje escrito y oral constituye la materia de prima de los estudios culturales, los que también incluyen el
análisis de pinturas y grabados, filmes, publicidad y propaganda al igual que artefactos. Fuertemente apoyados en el
análisis cualitativo del discurso, sus procedimientos y estrategias para producir los datos son muy variadas; desde
documentos de diverso tipo a la observación y participación en eventos culturales.
La definición de cultura y el modo como se la tiene en cuenta le da su carácter peculiar a los estudios culturales. La
cultura ocupa el papel central y se la distancia de cualquier forma de reduccionismo; lo cual no obsta para que al mismo
tiempo se tenga en cuenta que las prácticas y simbolismos de la vida cotidiana no pueden verse aislados de cuestiones
vinculadas al poder y la política (Alasuutari, 1998:24), es decir a cuestiones vinculadas al género, el grupo étnico y la
clase social34. Otros signos expresan también en sus contenidos esas distinciones.
La orientación más importante de los estudios culturales se ocupa de investigar la manera en la cual los elementos
del discurso están asociados unos con otros y así presentar una imagen de nuestro mundo cultural; por ejemplo las ideas
de negro o mujer que conllevan los conceptos opuestos de blanco y hombre. Estas distinciones en el discurso aparecen
asociadas a distinciones y diferencias individuales que permiten legitimar los arreglos institucionales y la desigualdad
(Alasuutari, 1998:65). Las distinciones culturales expresan así ideas o puntos de vista a través de clasificaciones y
diferenciaciones las cuales están impresas en el lenguaje 35.
Existe acuerdo entre los autores que los estudios culturales se distinguen porque se nutren en una multiplicidad de
perspectivas teóricas y por sus métodos multi o interdisciplinarios. El cuadro 2.9. es un resumen de algunos de los temas
más destacados de los estudios culturales y los procedimientos metodológicos vinculados a su análisis.
El estudio de la cultura como sistema de significación socialmente construida, que se expresa en filmes, historias,
cuentos, relatos, chistes, publicidad, se puede enfocar desde el análisis semiótico que indaga los vínculos entre los signos
y las ideas y las conceptualizaciones36.

Cuadro 2.9. Contenidos temáticos y procedimientos metodológicos en el análisis


cultural
Métodos vinculados a: Contenidos de los objetos de estudio
Semiótica Filmes, TV, artefactos, consumo, imagen publicitaria
Análisis del discurso, textos, análisis de Editoriales de diarios; programas y políticas públicas;
conversación historias populares, cuentos y relatos; artículos sobre
tecnología, artefactos, sexualidad, Sida, propaganda,
publicidad, modelos literarios, religiosos, lenguaje
cotidiano
Análisis situacional etnográfico (observación, Movimientos, fiestas, reuniones; creencias y valores;
entrevistas) grupos focalizados recepción e interpretación de mensajes

El análisis del discurso y textos es tal vez el método más frecuentemente utilizado, generalmente combinado con
otros procedimientos metodológicos. Los contenidos de los estudios incluyen editoriales de diarios, artículos, cuentos y
relatos, publicidad, etc. La mayoría de estos estudios abordan no sólo el análisis de los contenidos sino también encaran
las condiciones de la producción de los mismos con lo cual trascienden el análisis puro del discurso.
La cultura popular, los movimientos, fiestas, efemérides, así como los estudios de la construcción de significados
culturales de la gente común, requieren no sólo del análisis de los contenidos textuales sino también de las condiciones
en que éstos se producen. Este tipo de estudios acerca el análisis cultural a los métodos de investigación etnográfica de
análisis de situaciones, e inclusive a la utilización de grupos focalizados (emociones, sentimientos socialmente
construidos alrededor de significados culturales).
El tercer tipo de métodos cualitativos son los grupos focalizados que se utilizan para una variedad de propósitos. Los
estudios de opinión pública y de publicidad hacen uso y abuso de los grupos; no obstante no incluiría este tipo de
práctica entre las metodologías cualitativas sino entre los denominados grupos de discusión o entre las encuestas y
entrevistas colectivas (por ejemplo el grupo nominal o las técnicas Delphi).
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Lo que entendemos por grupos focalizados en el contexto de la investigación cualitativa está orientado hacia el
estudio de la construcción de modelos y significados en situaciones de interacción social. Planteado desde una
perspectiva fenomenológica el grupo focalizado no es solamente una técnica para recoger datos o producir información
exploratoria o pretest de encuestas sino que es un método para lograr acceder a lo que Schutz (1972) denomina “la
intersubjetividad o descripciones ordinarias de la realidad compartidas por la gente”. “En el ámbito de un grupo los
actores logran la respuesta a sus puntos de vista acerca de la realidad; ellos pueden responderse unos a otros o divergir
en sus ideas. El investigador puede observar esa experiencia de la realidad sin estar directamente involucrado en la
interacción como sucede con la entrevista uno a uno” (Frey & Fontana, 1993:25). No obstante, al igual que la entrevista,
el grupo produce un discurso limitado por las condiciones en que sus miembros fueron reclutados y por las consignas
iniciales que el propio investigador propone, aunque ellas sean mínimas 37. Las transcripciones de la discusión en grupos
dan acceso (abren una pequeña ventana) a un proceso de construcción intersubjetiva que es justamente lo que se desea
investigar. Primero, el intercambio verbal y gestual de significados. Segundo, los mecanismos de influencia mutua,
consenso y desacuerdo. Tercero, la emergencia como resultado de la dinámica de grupos, de fantasías, categorizaciones,
creencias y valores construidos alrededor de las consignas iniciales y de las posteriores que surgen de la propia actividad
del grupo (cuadro 2.10.).

Cuadro 2.10. Supuestos teóricos y aplicaciones de los grupos focalizados


Supuestos teóricos‐metodológicos:
1. Los grupos reales son entramados de prácticas, acciones, comunicación.
2. Las interpretaciones se construyen en la interacción.
3. Los miembros proyectan sobre el grupo; existen dos tipos de organizadores constituyentes de la actividad grupal:
i. psicológico—sociales: fantasías, autopercepción, identificaciones. ii. socioculturales: mitos, ideologías, concepciones, teorías
científicas y filosóficas, creencias, categorización, atribuciones.
4. En las discusiones espontáneas de los grupos emergen los organizadores‐constituyentes grupales; ellos son emergentes colectivos
de elaboraciones psicológicas de modelos y pautas socio‐ culturales. Aplicaciones:
1. Estudio de la percepción y juicio valorativo de personas, situaciones, problemas; selección de atributos/rasgos, categorización
social, atribuciones causales.
2. Construcción socio‐psicológica‐cultural de imágenes políticas o publicitarias.
3. Identificación/rechazo, políticas, consumos.
4. Credibilidad/confianza en instituciones.
5. Construcción intersubjetiva de la realidad social, y los significados anclados a expresiones verbales‐no verbales.
6. Miedos, emociones, creencias, modales y códigos socioculturales.
7. En general, las representaciones sociales que el grupo construye de si mismo y de los otros.

Aunque el grupo focalizado no es una panacea que resolverá todas las limitaciones imaginables de la investigación
cualitativa, sirve para investigar temas difíciles de abordar en una situación de entrevista individual; como son por
ejemplo temores, sufrimientos, prejuicios, sexualidad, enfermedades y también fantasías o ilusiones alrededor del
consumo. El objetivo es averiguar qué significado tienen esas cosas para las personas cuando sus ideas y opiniones son
confrontadas con las de otros en una situación de interacción social (aunque ésta esté artificialmente construida) 38.
Los grupos focalizados pueden servir a varios propósitos. El más importante y muy poco usado en nuestro medio es
la investigación científica. El trabajo de Freidin (2000) sobre donación de órganos es un ejemplo de investigación en la
cual el objeto de estudio dificílmente hubiera podido ser abordado en entrevistas, aunque fueran en profundidad
porque frente a un interlocutor individual el modelo ideal de solidaridad culturalmente construido y difundido por los
medios de comunicación hubiera probablemente predominado sobre los temores y fantasías colectivas acerca de dar el
propio cuerpo o el de los seres queridos. La diferencia entre el grupo y la entrevista individual, es que en el primero uno
o varios de los miembros actúan como detonante para la emergencia inconsciente del colectivo (por ejemplo el miedo a
ser desmembrado o vaciado).
El segundo tipo de propósito es conocer las ideas colectivas acerca de un programa social comunitario, ya sea para
su formulación o evaluación. Los grupos organizados con los propios miembros de la comunidad ofrecen una síntesis de
opiniones y orientaciones. Lo que es importante señalar es que no se puede trabajar con un solo grupo o pocos grupos
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porque la clave del análisis es el tratamiento de todos los discursos como si fueran un solo discurso; es decir se analiza el
contenido del discurso no las opiniones de las personas.
La utilización de grupos focalizados, en el pasado denominados motivacionales, en publicidad y marketing es la más
difundida en nuestro medio. Aunque es factible, difícilmente se hace con un enfoque cualitativo, por ejemplo utilizando
los videos o material impreso como estímulos abiertos a la imaginación colectiva 39.
Mientras los grupos focalizados tratan de reconstruir el microcosmos de relaciones sociales, el método biográfico
interpretativo intenta construir un puente entre ese microcosmos y las macroestructuras sociales e históricas. Su
propósito es establecer cómo el curso de vida de las personas, de los agentes sociales se articula con los procesos
sociales en los cuales sus vidas se desenvuelven.
La biografía, historias y relatos de vida constituyen géneros narrativos en los cuales se cruzan perspectivas y estilos
provenientes de diversas disciplinas, desde la literatura hasta la historia. En sociología y antropología, son utilizados en la
investigación empírica junto con otro tipo de documentos personales, con el propósito de reconstruir las experiencias
personales que conectan entre sí “yos” individuales que interactúan en familias, grupos e instituciones.
Varios autores han realizado clasificaciones de los diversos estudios que utilizan el “método biográfico” definido por
Denzin (1989:7) como “el uso sistemático y colección de documentos vitales, los cuales describen momentos y puntos de
inflexión en la vida de los individuos. Estos documentos incluyen autobiografias, biografias, diarios, cartas, notas
necrológicas, historias y relatos de vida, crónicas de experiencias personales” 40.
La investigación biográfica consiste en el despliegue de las experiencias de una persona a lo largo del tiempo, lo cual
incluye una selección consciente e inconsciente de recuerdos de sucesos o situaciones en las cuales participó directa o
indirectamente; y su interpretación mediada por las experiencias posteriores (Lomsky‐Feder, 1995). Por lo tanto el relato
que hace la persona no es sólo una descripción de sucesos sino también una selección y evaluación de la realidad. Las
investigaciones que se apoyan en el método biográfico combinan esos componentes al plantear el objetivo del estudio y
diseñar las entrevistas o seleccionar los documentos personales. El método se estructura alrededor de un núcleo: la
existencia de un “yo” (self) que ha participado de los sucesos o experiencias recogidos en un texto, ésta es una biografía,
autobiografía, historia de vida o relato de vida, testimonio, trayectoria, narración, carta, diarios personales, etc., que
comienza por ubicar el sujetoprotagonista en su contexto histórico y social y despliega el tema o historia que constituye
el argumento de la narración. La biografía siempre tiene forma discursiva escrita (Smith, 1994:295). El procedimiento
para la construcción de ese texto estará fuertemente condicionado por el tema que hace al argumento y por las
orientaciones epistemológicas y disciplinarias de los propios investigadores.
Para concluir recordaremos que el argumento desarrollado a lo largo de éste capítulo ha sido que el diseño de una
investigación comprende una serie de decisiones articuladas entre sí, entre las cuales la más importante se refiere a la
construcción del marco teórico. A partir de allí se derivan otras decisiones que toman en cuenta las características de la
base empírica que el estudio requiere. Planteando los objetivos que están contenidos en el marco teórico, el método de
investigación constituye la respuesta al deseo de adecuar la base empírica a esos objetivos teóricamente definidos. Los
métodos son procedimientos, y como tales asumen ciertos supuestos acerca de la realidad y la construcción de
conocimiento. En la selección del método el investigador toma en cuenta esos supuestos y evalúa su compatibilidad con
el enfoque teórico elegido.
El punto crucial del argumento es que la teoría comanda todo el proceso de investigación. Que la manera específica
en que es planteado un tema de investigación deriva en objetivos que condicionan los métodos elegidos. Es decir todo
no va con todo. Si nuestro objetivo es analizar la distribución de un fenómeno en una o varias poblaciones y establecer
cuáles son los factores que explican las diferencias entre ellas, el método deberá responder a esos objetivos con lo cual
el margen de elección se mueve en el campo de los métodos cuantitativos, sea la encuesta o los datos estadísticos
secundarios. Si en cambio deseamos conocer las fantasías y temores construidos alrededor de ese fenómeno, o alguno
vinculado a él, la metodología cuantitativa será de poca utilidad. No digo que es imposible aplicarla, digo que por sentido
común conviene elegir algunos de los métodos cualitativos. Esto se aprende en la práctica de la investigación ya que el
investigador no trabaja en aislamiento sino que toma en cuenta las experiencias anteriores propias y ajenas.
La formulación del objetivo a partir del marco teórico es el nudo central de una investigación. En el próximo capítulo
discutiremos qué elementos de la teoría se toman en cuenta para reformular esos objetivos.

Notas:
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11 El hecho de que algunos estudios no expliciten el marco teórico no significa que carezcan de él. Como veremos más adelante, en muchas áreas
temáticas disciplinarias no se dedica gran espacio al desarrollo del marco teórico. Tampoco éste aparece en las típicas investigaciones
aplicadas. En un estudio de marketing o de conductas electorales, así como en aquellos llevados a cabo para la formulación de programas
sociales, el marco está ausente o cuasi‐ausente en forma explícita. En la formulación del objetivo de investigación y en las variables
seleccionadas o en los ejes temáticos, se pueden rastrear las concepciones teóricas y epistemológicas que las sustentan.
12 Por supuesto los grupos hegemónicos en cada disciplina influyen con sus ideas las concepciones consensuadas.
13 La teoría social es una reflexión sistemática acerca del mundo social; ella es abstracta aunque sirve de guía a la investigación empírica; tiene un
alto grado de generalidad, se refiere a clases de dominios a través de los periodos y las sociedades. Y finalmente, es sistemática (Baert, 1998).
14 El investigador reflexiona acerca de cómo la inivestigación fue llevada a cabo, su lugar en ella, los vínculos con las personas o situaciones
estudiadas y las complicaciones y consecuencias de sus interpretaciones.
15 Esta parte reproduce parcialmente una disertación presentada en la Academia Nacional de Educación y reproducida en su Boletín (Sautu,
2000).
16 En el capítulo introductorio al Blackwell Companion to Social Theory (Turner, 1996) se discute qué es teoría socialy qué se entiende por lo
social.
17 El Oxford Dictionary of Sociology (Marshall, 1994) señala que algunos autores argumentan críticamente a veces que lo que se define como
teoría social es filosofía social ya que muchas teorías consisten en especulación metafísica acerca de la condición humana. Sin embargo, aclara
que esa crítica revela un punto de vista minoritario; ya que desde los sesenta la sociología ha sobreenfatizado la discusión de los fundamentos
epistemológicos de la disciplina (pág. 391).
18 Algunas investigaciones definidas como cualitativas porque llevan a cabo un trabajo de campo extenso y complejo, concluyen con un análisis
interpretativo reduccionista en el cual las inserciones estructurales explican las conductas.
19 Las observaciones y mediciones en una investigación constituyen indicios acerca del fenómeno o proceso que se estudia. “La tarea del
investigador es decidir cómo los indicios van a ser interpretados de manera tal de arribar a una construcción lógica. Si se encuentra una
explicación lógica esto le confiere mayor credibilidad a los indicios. Cuando la solución que se propone es considerada correcta (o viable) los
indicios que soportan esa solución a menudo son considerados evidencia.” (Alasuutari, 1998: 32).
20 La definición de teoría e hipótesis de Giere (1991: cap. 2) puede ayudar a clarificar algunos aspectos de ese proceso deductivo en ciencias
sociales. En su libro utiliza la investigación de ADN, para ilustrar distintas definiciones de modelos (escala, mapas, modelos analógicos). Los
modelos teóricos son abstracciones imaginadas del mundo; una hipótesis es la afirmación de que ese modelo se ajusta a algún aspecto de la
realidad investigada. Las teorías a su vez están compuestas por diversos modelos teóricos que postulan el ajuste con la realidad de alguno de
los modelos de la teoría. Datos son sólo aquellos relevantes a la decisión acerca de si el modelo teórico se ajusta o no al mundo. Toda
información no son datos, estos se obtienen en la interacción física activa (experimentos) o pasiva (observación) con aquella parte del mundo
real que se investiga.
21 Las consultoras de marketing han elaborado un índice para clasificar socio‐económicamente hogares, el mismo ha dado lugar a una serie de
categorías denominadas con letras. Es un procedimiento teórico y metodológicamente incorrecto porque sólo a partir de la teoría se
establecen los criterios de medición; los referentes empíricos definen las técnicas para combinar categorías. Un ejemplo donde se cumplen
estos requisitos es el nivel económico social que Germani (1971) construyó con los datos de la encuesta de estratificación y movilidad social.
22 El orden o rango asignado a cada clase representa el carácter estratificado de las clases sociales. En cambio, asignar un puntaje significaría
asumir teóricamente que las clases no son entidades discretas sino continuas.
23 No es aconsejable dedicar la mayor parte del tiempo de una investigación a cuestiones epistemológicas porque se corre el riesgo de no arribar
plenamente a la etapa de realización del estudio; de quedarse en la teoría y de ilustrarla con datos. Tampoco es prudente recoger datos
cuantitativos o cualitativos sin saber un sustento teórico.
24 La evidencia empírica de cualquier investigación en todas las disciplinas se construye; esto significa una serie de operaciones de selección y
abstracción de indicios, emergentes, observables que se afirma están en lugar de o aparecen reflejando entidades que son ideas. Pensemos en
las pruebas de laboratorio de la medicina. Su efecto se mide en condiciones controladas; pero esas condiciones no existen en la vida real
cotidiana. Las definiciones de enfermedad u ocupación están tan construidas como la de identidad o estigma.
25 Un típico esquema de análisis de investigaciones cuantitativas y cualitativas pasa por tres etapas: primera, la transformación de la evidencia
empírica en regularidades estadísticas o pautas de relaciones con alto contenido empírico; segundo, a partir de las mismas la enunciación de
proposiciones o generalizaciones empíricas: y finalmente, el mayor esfuerzo de abstracción se requiere en la última etapa en la cual las
proposiciones empíricas deben integrarse a una teoría. Este es el procedimiento de la explicación científica descripto por Klimovsky e Hidalgo
(1998) aplicado a los resultados de investigaciones en ciencias sociales.
26 En la investigación cuantitativa el investigador también se enfrenta a este tipo de situación y lo resuelve en forma muy parecida, aunque en la
etapa del análisis estadístico de los datos. Cuando en un cuadro aparecen relaciones o patrones que sugieren nuevas ideas o conceptos, el
investigador tiene la posibilidad de continuar profundizando el tema con nuevos cuadros elaborados con la misma matriz de datos. No se trata
de una tarea mecánica sino de una tarea de imaginación teórica creadora. La estadística es un instrumento al servicio del investigador. No
habla por sí misma. La gran oportunidad de poner en práctica la imaginación sociológica se da en esta etapa, tanto cuando los datos sostienen
las hipótesis como cuando las refutan.
27 No es correcto criticar la metodología cuantitativa apoyándose en aquellos viejos manuales de los años cincuenta.
28 La clasificación de las fuentes en primarias y secundarias se aplica también a la investigación cuantitativa. Distingue los estudios en los cuales el
investigador produce la prueba para objetivos establecidos previamente: Las fuentes secundarias ya existen más allá de su utilización en
investigación, como pueden ser los censos y estadisticas (cuantitativos) o las pinturas o los grabados antiguos que pueden ser utilizados para ci
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análisis de la vida cotidiana en una comunidad. La investigación que utiliza fuentes de datos secundarios debe justificar en primer lugar la
calidad de la fuente y en segundo lugar su adecuación a los objetivos de estudio propuestos.
29 En Argentina los métodos cualitativos aparecieron asociados al cuestionamiento de la sociología norteamericana identificada en los sesenta
con el estructural funcionalismo. Vale la pena recordar que en la carrera de sociologia dirigida por Gino Germani se estudiaba la obra de la
Escuela de Chicago, se leía a Mead (1953), Shibutani (1971) y Schutz (1972) todos traducidos al español. Además. Cicourel enseñó metodología
de la investigación en 1963 y llevó a cabo en nuestro medio su investigación sobre la fertilidad.
30 La compilación de Ragin & Becker (1992) incluye como casos construidos teóricamente las conversaciones aceptadas en una comunidad
científica acerca de la manera de considerar categorías de personas, entidades y situaciones, a los cuales en este libro consideramos con el
mismo enfoque metodológico que los tres anteriores.
31 La experiencia de analizar datos censales ha llevado a tomar conciencia de que no trabajamos sobre datos objetivos sino con categorías
previamente construidas, las cuales son interpretaciones del mundo real. La naturaleza interpretativa de la investigación en ciencias sociales y
la interpretación en un contexto está presente también en la práctica del análisis estadístico de datos cuantitativos. Un cuadro, una correlación
o cualquier otro patrón de relaciones debe ser interpretado en el contexto del conjunto de los datos extraídos de un universo que juega el
papel del círculo hermenéutico. No importa cuan sofisticados sean los modelos estadísticos, sus resultados deben entenderse
contextualmente.
32 Lemert (1997: 74) señala que la antropología estructuralista de Levi Strauss y las primeras etapas de l3arthés pueden ser considerados en
buena medida un inicio del “turn” lingüístico provocado con el desencanto de la realidad de la estructura social; esto fue continuado por la
generación postestructuralista de Derrida y Foucault, el Barthés tardio y Lacan. Discutir la estructura social tarde o temprano lleva a discutir los
lenguajes, signos, espectáculos, discursos, retóricas, imágenes y todos los otros medios mediante los cuales las estructuras son conjuradas y
mantenidas frente a un público de creyentes y no creyentes.
33 Para Lemert (1997:113) existen cuatro supuestos que están siempre presentes en forma explícita o implícita: 1. la teoría es una actividad
discursiva; la realidad empírica es mediada por las proposiciones teóricas, sean ellas cuestionarios o entrevistas, u otro tipo de textos; 2. la
realidad empírica siempre es textual; 3. los textos empíricos dependen de los textos teóricos para adquirir valor científico o intelectual y 4. en
algunos casos, no en todos, las interpretaciones discursivas ofrecen comprensiones más o menos adecuadas.
34 Smith (1998:2) señala que el análisis de conversaciones y la Etnometodologia ganaron adeptos después de los años setenta cuando
encontraron maneras de relacionar la acción al significado sin recurrir a normas colectivas o estructuras simbólicas compartidas, y se
concentraron en la producción local del orden social.
35 Kellner (1997) destaca que a diferencia del estructuralismo francés y el post‐estructuralismo los estudios culturales británicos y de la teoría
crítica de la Frankfurt School no se detienen en el “borde” del texto. Su modelo no trata sólo de cuestiones de significación, identidad y
diferencia, sino que incluye además del análisis textual y la política económica de la cultura, la recepción de la audiencia y uso de los bienes
culturales.
36 La semiótica investiga la relación entre conocimiento y signo. El signo es una entidad que porta información, (una palabra, gesto, mapa,
diagrama, pintura) compuesto por un “significador” que es una imagen recibida, y el significante es el significado que el recipiente recibe e
interpreta (Schwant. 1997:144).
37 Los grupos producen un discurso que será materia para la construcción de otro discurso (lbañez, 1992:136). Habida cuenta de esta limitación el
investigador debe resolver si todavía vale la pena realizar los grupos como método de investigación.
38 Basados en las propuestas de Paulo Freire, los grupos de discusión son utilizados para revelar a los propios participantes aspectos conflictivos
de su propia realidad y permitir que tomen conciencia de las condiciones estructurales en que transcurren sus vidas. Es decir que los grupos
son utilizados en el contexto de la investigación‐acción (Padilla, 1993).
39 por la naturaleza privada de los estudios de marketing, no puedo generalizar, lo que he tenido la oportunidad de conocer es decepcionante.
Utilizan grupos de discusión, no focalizados e inestructurados, realizan lo que podríamos denominar encuestas colectivas. Esto no está mal:
está bien pero no son grupos focalizados, tal vez la presión de la ideología cuantitativa, tan denostada pero tan fuerte en nuestro país. explique
ese tipo de abordaje para los grupos.
40 La aplicación del método biográfico en ciencias sociales, se encuentra sintetizado en Valles (1997: capitulo 7) y en Pujadas (1992). La recorrida
histórica de estos autores permite reconstruir los diversos tipos de documentos personales y estilos de investigación preponderantes en
Estados Unidos y Europa, con mención de algunos trabajos latinoamericanos. También en Denzin (1978, cap. 8) se incluye una recorrida por los
varios tipos de estudios que incluye el método biográfico.

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