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En 1944 formó parte del grupo de fundadores de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y luego fue
enviado a Buenos Aires como agregado cultural; allí permaneció hasta 1953. Al regresar a su
país, fue nombrado director de la Biblioteca Nacional de Quito.
José de la Cuadra
(1903 -1941) fue un político, escritor, abogado, diplomático y
profesor ecuatoriano nacido en Guayaquil. Es considerado el
mejor exponente nacional y primer sudamericano del “Realismo
Mágico”, movimiento literario caracterizado por la inclusión de
elementos fantásticos en la narración.
Se lo ha etiquetado como el “gran señor del cuento
ecuatoriano”. Destaca por su fuerza expresiva y metafórica,
estilo impecable, dominio magistral en el uso de las técnicas
narrativas. De tendencia socialista, creó una universidad popular
en su ciudad natal y ocupó altos cargos en la Administración del
Ecuador. Describió en su literatura el fondo social del país, lo
que evidenció su profundo compromiso con la sociedad y su
labor por revalorizar la cultura popular. Autor de la emblemática obra “Los Sangurimas” y "La
Tigra".
José de la Cuadra es considerado el mejor exponente del Realismo Mágico del Ecuador y el
primero de Latinoamerica, en especial por sus obras relativas al "montubio". Son importantes
también muchos de sus cuentos y dos de sus obras han sido llevadas al cine: "La Tigra" y "Los
Sangurimas".
Novelas
o Olga Catalina (1925)
o Perlita Lila (1925)
o Los Sangurimas (1934)
Cuentos
o El Amor que Dormia (1930)
o Repisas (1931)
o Horno (1932)
o Guashington (1938)
o Los Monos Enloquecidos (1941) sin final †
Ensayo
o El Montubio Ecuatoriano
Alfredo Pareja Diezcanseco
Nacido en Guayaquil, Ecuador el 12 de octubre de 1908, hijo del
Sr. Fernando Pareja y Pareja y de la Sra. Amalia Diez Canseco.
Fue un novelista, historiador, ensayista y periodista, considerado
uno de los mejores y más emblemáticos renovadores de
la novela Latino Americana del siglo XX.
Desde muy joven se inició en el camino de las letras integrando
junto a José de la Cuadra, Joaquín Gallegos Lara, Demetrio
Aguilera Malta y Enrique Gil Gilbert, el famoso
«Grupo Guayaquil», del cual fue posiblemente el miembro más
distinguido. Su primera novela fue «La Casa de los Locos»,
publicada en 1929, y a ella siguió «Río Arriba» (1931), en la que aún no se apreciaba
al escritor de acentuadas características con las que apareció en «El Muelle», en 1933. Por
esa época empezó a proyectarse destacadamente en el campo de las letras, por lo que
en 1934 fue nombrado Miembro de Número del Centro de Estudios Literarios de la
Universidad de Guayaquil. Poco a poco su prestigio como escritor fue creciendo tanto
dentro como fuera del país y aparecieron obras como «La Beldaca» (1935), «Baldomera»
(1938), «Don Balón de Baba» (1939), «Hombres sin Tiempo» (1941) y «Las Tres Ratas»
(1944); las dos primeras publicadas en Santiago de Chile y las otras en Buenos Aires.
Obras
Novelas
La señorita Ecuador (Guayaquil, 1930)
Río arriba (1932)
El muelle (Guayaquil, 1933)
La Beldaca (Santiago de Chile, 1935)
Baldomera (Santiago de Chile, 1938)
Hechos y hazañas de don Balón de Baba y su amigo don Inocente Cruz (Buenos
Aires, 1939)
Hombres sin tiempo (Buenos Aires, 1941)
Las tres ratas (Buenos Aires, 1944)
La advertencia (Buenos Aires, 1956)
El aire y los recuerdos (Buenos Aires, 1959)
Los poderes omnímodos (Buenos Aires, 1964)
Las pequeñas estaturas (Madrid, 1970)
La manticora (Buenos Aires, 1974)
El entenao (Guayaquil, 1991)
Cuentos
Ensayos
Enrique Gil Gilbert dentro de su productividad literaria creó varias obras que dieron deleite y
goce estético al lector. Aprovechó el don de la escritura para plasmar sus pensamientos y
emociones.
Es así que nos dejó varias obras que incluyen dos colecciones de cuentos: Yunga (1933) y La
cabeza de un niño en un tacho de basura (1967); Historias de Emmanuel (1939, que enfrenta el
problema de los hijos ilegítimos); Nuestro pan, novela que obtuvo el segundo lugar en el
concurso inédito de novelas latinoamericanas continentales, organizado por la editorial Farrar &
Rinchart; Esta obra fue publicada en 1945, y posteriormente traducida a varios idiomas.
También escribió dos obras de teatro: La sangre, las velas y el asfalto; y Farsa. Su extensa
producción periodística está dispersa en el periódico El Pueblo, del Partido Comunista, donde
sus artículos aparecieron a menudo sin su firma.
Novelas
Nuestro pan (Guayaquil, 1942).
Relatos de Emanuel (Guayaquil, 1939)
Historias cortas
Los que se van (Guayaquil, 1930)
Yunga (Guayaquil, 1933)
La cabeza de un niño en un tacho de basura (Guayaquil, 1967).
Antologías
El nuevo relato ecuatoriano (Quito, 1951)
Antología del cuento hispanoamericano contenporáneo (1958)
El cuento hispanoamericano (México, 1964)
Antología del relato ecuatoriano (Quito, 1973)
Cuento de la generación de los 30 (Guayaquil, s.f)
Así en la tierra como en los sueños (Quito, 1991)
Cuento contigo (Guayaquil, 1993)
Antología básica del cuento ecuatoriano (Quito, 1998).
Joaquín Gallegos Lara
Obras
Obras
Sus trabajos más importantes ocurrieron en el ámbito literario. El primer texto que escribió
fue La embrujada, obra que fue publicada en una revista en Quito.
Cuatro años más tarde, en 1927, sale a la luz Plata y bronce. Tuvo tanta aceptación como su
primer trabajo. Una familia indígena fue el centro del argumento que desarrolló en la novela y
que transcurrió en la sierra de Ecuador. Trató sobre el tema de la venganza.
Con este trabajo, Chaves participó en concursos y resultó ganador. Marcó un antes y un después
en la literatura ecuatoriana.
Pasaron algunos años antes de que Chaves volviera a publicar una obra de ficción. Fue en 1958
que publicó Escombros, la historia de un matrimonio. Se diferenció bastante de sus trabajos
previos, en gran parte porque ya habían pasado 30 años entre los escritos.
Existen más publicaciones de su autoría, aunque alejados del género novelesco. En 1933
escribió algunos ensayos sobre la situación que vivía la educación ecuatoriana.
Aprovechó el viaje que hizo en su juventud a México para plasmar en una obra una recopilación
de todas sus experiencias.
Gracias a su dominio del alemán, Carta al padre, del judío Franz Kafka, pudo estar disponible
en español para millones de personas. Su traducción estuvo acompañada por un ensayo en el
que analizó la obra en 1956.