Está en la página 1de 7

Asignatura:

Resolución de conflictos

Título del trabajo


Artículo de opinión

Presentado por:
Angie Paola Martínez Ramírez ID 565160

Docente:
Lina María Rojas

Ibagué Tolima
17 de Octubre de 2020
Introducción

En el siguiente documento se presente un artículo de opinión, en referencia a las lecturas

de El efecto lucifer capítulo 1 y resolución de conflictos en el siglo XXI capítulo 1.


¿Es la guerra el peor conflicto en la sociedad?

Los conflictos han existido desde el comienzo del ser humano desde lo más primitivo, y

hoy día este es aún más fuerte, ya que el hombre hace parte de un mundo complejo.

Lastimosamente la diversidad que existe en este mundo, provoca que entre la misma humanidad

no logren aceptar tales diferencias.

En este último siglo es vital que el propósito este en educar en y para el conflicto a la

ciudadanía en general. La necesidad imperiosa de que los centros educativos y de investigación

aborden de manera rápida los interrogantes que surgen al respecto no se hace esperar.

Durante los últimos años el surgimiento de los grupos racistas, de nacionalismos y entre

otras expresiones de “violencia” no se está educando para la tolerancia sino para la confrontación,

e incluso para la destrucción del otro, del que no es igual, como única forma infalible de vivir en

paz. Donde prevalece el interés de una sociedad egoísta.


Los conflictos en su mayoría suelen acabar en violencia y en el peor de los casos en guerra, se

necesita de una reformulación de conceptos, pues hoy día la agresión y la violencia se pueden ver

como la manera más práctica para solucionar los conflictos.

Con la justificación del porqué de la agresión hace necesario la búsqueda de pretextos para

explicarla y fomentarla. De este modo surgen etiquetas que definen a las personas, los grupos, las

comunidades o las naciones, refiriéndose a estos como: “amigos-enemigos, buenos-malos” etc. En

este caso es la autoridad quien tiene el derecho de imponerlos y de este modo bloquear o privar de

cualquier manera a quien no siga sus ideales.

Este siglo se ha visto inmerso en múltiples conflictos de aspecto internaciones y de índole

interna también, por ejemplo, basta con recordar que con el ataque terrorista a las torres gemelas

en el 2001 se produjeron numerosas consecuencias y amenazas, tanto asó que las amenazas e

intervenciones preventivas en otros países eran algo natural en el día a día de los gobernantes.

El conflicto siempre existirá, más puede atenuarse o acentuarse con la existencia de

organizaciones que ayuden a supervisar y a corregir la manera en que algunos piensan que el

terrorismo es la única forma en que pueden expresar su inconformidad. La ONU representa un

papel de gran importancia frente a los estados que quieren imponer por la fuerza su sistema

económico y cultural.
Es importante que como modelo de sociedad se tenga una organización que refleje solidez, que

construya abiertamente foros en donde se debatan muchas más salidas políticas para contrarrestar

la crisis mundial. Es por esto que la organización de las naciones unidas no puede ser receptora de

amenazas por quienes tienen el poder, sino que más bien esté muy segura de su papel para con la

sociedad y actúe en y para con ella.

Por otra parte, la necesidad de unos buenos líderes es un requerimiento de urgencia en el

contexto del conflicto, pues es necesario un liderazgo maduro y consciente, no uno que se incline

por las soluciones rápidas y devastadoras como la guerra. A veces se nos olvidan ciertas cosas,

sufrimos de amnesia de historia, ya no recordamos que las dos guerras mundiales nos causaron

conflictos internos e interestatales, un bloqueo económico entre países, entre otras consecuencias

negativas. Se nos ha olvidado que lo único que ha logrado la guerra es minimizar las posibilidades

de subsistir, por eso, debemos HACER MEMORIA, para que estas malas experiencias nos

conduzcan a la búsqueda de salidas positivas y pacificas para la resolución de los conflictos.

Por muchos años nuestra sociedad aunque sea “civilizada” ha dejado un lado la democracia, la

participación, su voz. Ahora lucimos como una sociedad dormida y paralizada por los

acontecimientos que cada vez surgen entre naciones, somos amigos de las manipulaciones y le

cedemos nuestro poder de tomar decisiones a los poderosos, como si fuesen ellos quienes solo

pudieran decidir sobre nuestro futuro.


Pensemos en una multitud cuando marcha como manifestación ante la guerra, sin duda alguna,

crece de nuevo la esperanza de poder derrotar al despotismo, nos urge una sociedad así. Como

sociedad civil debemos ser fuertes, solidarios y responsables para saber elegir gobernantes capaces

y que si por alguna razón se llegan a equivocar sepamos que podemos gestionar cambios de rumbo.

El deber en el siglo XXI es educar para la resolución de conflictos de manera positiva, proactiva

y nunca destructiva. Hay que comenzar a reestructurar los verbos presentes en el conflicto por

otros mejores:

Unidad en lugar de individualismo

Democracia en vez de represión

Diplomacia preventiva en cambio de amenaza militar

La pobreza, exclusión y crisis económica se encuentran implícitamente entre los conflictos

armados, empecemos a hacer un análisis desde lo hondo y lo complejo, no desde planteamientos

parciales ni desde las segregaciones simples, pues solamente nos siguen conduciendo al peor

conflicto de la humanidad…a la guerra.


Referencias

Zimbardo. P. (2008). El Efecto Lucifer. Barcelona, España: Paidós Ibérica. Recuperado de

https://202065.aulasuniminuto.edu.co/my/.

Guedán, M. y Ramírez, R. D. (2005). Resolución de conflictos en el S. XXI. Madrid: TRama

editorial. Recuoerado de https://202065.aulasuniminuto.edu.co/my/.

También podría gustarte