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Los Regocijos Planetarios y Los Orígenes de Los Significados de Las Casas y de Las Triplicidades
Los Regocijos Planetarios y Los Orígenes de Los Significados de Las Casas y de Las Triplicidades
Resumen
El objetivo de este documento es demostrar la existencia de un esquema subyacente,
hasta hoy ignorado, en los fundamentos de la astrología Helenística. Demostraré como
este esquema se relaciona con un número de conceptos astrológicos arcaicos siendo la
razón de la asignación de los cuatro elementos a los signos del zodiaco y que finalmente
parece actuar como el motivo del significado de las casas.
Siguiendo a la mayoría de los autores1, los gozos planetarios son los siguientes:
1
Las fuentes Primarias para los regocijos son Paulus, Introducción, 24; Olympiodorus, Comentario,
23; Firmicus, Mathesis, 2, 15-19; Retorio, Compendio, 54. El único autor que parece seguir un esquema
diferente es Manilius, el cual será discutido màs adelante.
DIAGRAMA 1: LOS GOZOS DE
LOS PLANETAS
Los gozos parecen haber sido el fundamento de una convención según la cual se le
asignaban nombres a algunas de las casas. En lugar de referirse a estas casas por su
número relativo al signo ascendente (e.g “casa 5”) se referían a estas con un nombre
específico.2
2
Para los nombres ver Firmicus, Mathesis, 2, 15-17; Paulus, Introducción, 24; Sextus, En contra de los
Profesores, V: 15-20, Valens, Antología, 2, 16:1.
La casa 11 es llamada “Buen Espíritu” (agathos daimòn).
La casa 5 se llama “Buena Fortuna” (agathē tuchē)
La casa 6 se llama “Mala Fortuna” (kakē tuchē)
La casa 12 se llama “Mal Espíritu” (kakos daimon)
La casa 1 es llamada el “Timón” (oiax), como en el timón de un barco.
A las restantes casas ocasionalmente se les daban nombres, aunque estos no están
directamente relacionados con los gozos, dado que ningún planeta se regocija en ellas:
Los nombres para las casas 10, 7 y 4 son puramente descriptivos en términos de la
ubicación astronómica de estas tres casas. Sin embargo, los nombres para varias otras de
las casas no son astronómicos en naturaleza, en cambio parecen estar asociados con el
planeta que se dice tiene su regocijo en cada una de ellas.
Por ejemplo, la casa 9 se dice que es la casa de “Dios”, y la 9 es la casa donde el Sol
obtiene su regocijo. Opuesta a aquella se encuentra la casa 3, que se llama “Diosa”, y
esta es la casa donde la Luna tiene su gozo. Los dos planetas benéficos, Venus y Jupiter,
se asocian con las dos casas buenas, que son la “Buena Fortuna” y el “Buen Espíritu”,
respectivamente. Por el contrario, los dos planetas maléficos, Marte y Saturno, se
asocian con las casas malas, que son las de “Mala Fortuna” y “Mal Espíritu”,
respectivamente.
De acuerdo con esta doctrina, los planetas se dividen en dos “facciones” o “sectas”. Hay
una secta diurna que está liderada por el Sol, y una secta nocturna liderada por la Luna.
Los planetas clásicos se dividen parejamente entre las dos sectas, con cada una
recibiendo a un benéfico y a un maléfico. Jupiter y Saturno acompañan al Sol como
planetas diurnos, mientras que Venus y Marte acompañan a la Luna como planetas
nocturnos. Mercurio se estima neutral, capaz de unirse a la facción diurna cuando es
lucero de la mañana o a la secta nocturna cuando es estrella del atardecer.3
Un patrón que es inmediatamente evidente en el orden de los gozos es que los tres
planetas diurnos terminan agrupados en el hemisferio superior de la carta, sobre la
tierra, mientras que los planetas nocturnos se agrupan en la parte inferior de la carta,
bajo la tierra. Esto parece estar relacionado con una doctrina paralela relativa a la secta,
donde se dice que los planetas diurnos se regocijan cuando están sobre la tierra de día y
debajo de la tierra por la noche, así como inversamente los planetas nocturnos se dice
que se regocijan cuando se encuentran bajo la tierra de día y sobre la tierra de noche. 4
Mercurio, que es capaz de unirse a cualquiera de las dos sectas, tiene su gozo en la casa
1, que es una de las dos casas donde un planeta puede estar en cualquiera de los
hemisferios del horizonte y aún mantenerse en la misma casa (debido al uso del sistema
de casas de “signos completos” - signo = casa- en la tradición Helenística).5
Además de este patrón relativo a la secta, es notable también que las luminarias,
benéficos, y Mercurio se regocijan cada uno en alguna de entre las así llamadas “buenas
casas” configuradas con el signo ascendente a través de uno de los aspectos clásicos (i.e.
conjunción, sextil, cuadratura, trígono, oposición), mientras que los dos maléficos se
regocijan en dos de las “malas casas” que no se configuran con el signo ascendente. 6
Estos patrones son bastante directos porque remiten a conceptos básicos, aunque he
descubierto recientemente algunos patrones adicionales que conectan los gozos con
numerosos otros conceptos en la astrología Helenística. Serán discutidos a continuación.
3
Cf. Porfirio, Introducción, 4.
4
Valens, Antología, 3, 5.
5
Ver Hand, Signs as Houses (Places) in Ancient Astrology.
6
Firmicus señala esto en el contexto de las casas en Mathesis, 2, 18-19.
Cáncer, Escorpio, Piscis AGUA
7
Valens, Anthology, Book 1, trans. Schmidt, ed. Hand, p. 8, fn. 1.
8
Schmidt, Definitions and Foundations, p. 94.
9
Aunque hay algunas instancias donde Doroteo menciona agua o tierra como siendo una propiedad de
alguno de los signos (e.g. Carmen 5, 10: 2; 23: 2-3; 5, 24: 4-6), el parece estar usando un sistema
diferente al que más tarde se volvería común. Este sistema alternativo, que tiene que ver con las imágenes
asociadas con las constelaciones, fue también mencionado en otros autores tales como Maneto (e.g.
Apotelesmatika, 5: 149-158; 6: 419-422) y Olympiodorus (e.g Comentario, 38,p-136:1-5).
10
Valens, Anthology, 2, 1; Dorotheus, Carmen Astrologicum, 1, 1; Rhetorius, Compendium, 9.
Entonces, mientras que muchos astrólogos agruparon los signos en cuatro triplicidades,
y que asociaron a cada una con un grupo de regentes, no asociaron para nada a estos
signos con elementos particulares. En cambio si asociaron las triplicidades y a sus
regentes con los cuatro vientos, que están conectados con las cuatro direcciones
cardinales, norte, sur, este y oeste. Luego, esta conexión entre las triplicidades y los
cuatro elementos no fue siempre, ni mucho menos, dada por supuesta en la misma
forma en que lo es hoy en día.
Tolomeo, quien fue un contemporáneo más viejo de Valens, no asociaba los elementos
con las triplicidades tampoco, e incluso después del tiempo de Valens el esquema
elemento-triplicidad solo es mencionado esporádicamente por algunos autores
Helenísticos. Retorio menciona definitivamente el esquema en su compendio, el cual
fue compuesto hacia el final de la tradición Helenística durante los siglos 6 o 7 de
nuestra era. Firmicus Maternus también parece haber aludido a los elementos en
conexión con los signos en su texto del siglo 4, aunque la evidencia es algo escasa, ya
que grandes porciones de su Mathesis, donde habría abordado dicho tópico, están
ausentes. Otros astrólogos Helenísticos bien conocidos tales como Porfirio, Efestiòn, y
Paulus guardaron silencio sobre el tema, aunque uno esperaría que mencionaran las
atribuciones elementales en sus textos introductorios si eran consientes o se hubieran
adherido a ellas.
De todo esto podemos concluir que las triplicidades no tienen que estar necesariamente
asociadas con los cuatro elementos, pero podrían. Su asociación puede representar una
adición posterior, o quizás algo sobre lo que los astrólogos no estaban de acuerdo. Lo
último parece ser más plausible, ya que en el caso de Valens y Tolomeo vemos como un
astrólogo emplea las asociaciones, mientras que su contemporáneo que vivió en el
mismo período temporal y la misma localidad, no lo hizo.
Schmidt acuñó la expresión “triadas angulares” para describir una usual convención que
fue utilizada por la tradición Helenística y a través de la cual las casas se agrupaban en
cuatro grupos de tres, con cada uno centrado alrededor de uno de los cuatro ángulos o
pivotes (kentra). Cada tríada angular consiste de una casa-signo-completo, flanqueada
por dos casas-signos-completos a cada lado de la primera. Las dos casas flanqueando
consisten de una casa-signo-completo cadente que se aleja del ángulo, también conocida
como casa declinante (apoklima), y una casa succedente que se mueve hacia el ángulo,
también conocida como post-ascensión (epanaphora).
Cuando los gozos son vistos en el contexto de las tríadas angulares, notamos que caen
en su lugar de acuerdo a los regentes de triplicidad (ver Diagrama 2). El Sol y Jupiter,
que son los dos regentes principales de la triplicidad que consiste de Aries, Leo y
Sagitario, están en dos de las casas que abarcan la tríada angular alrededor de la casa 10.
Saturno y Mercurio, que son los dos regentes primarios de la triplicidad que consiste de
Géminis, Libra y Acuario, están en dos de las casas que comprenden la tríada angular en
torno de la casa 1. A continuación encontramos a la Luna y a Venus, que son los
regentes de la triplicidad que consiste de Tauro, Virgo, y Capricornio, en dos de las
casas que comprenden la tríada angular alrededor de la casa 4. Finalmente, el último
planeta que es dejado de lado es Marte, que es uno de los regentes primarios de la
triplicidad que consiste de Cáncer, Escorpio y Piscis, y lo encontramos en una de las
casas que comprenden la tríada angular alrededor de la casa 7.
Podemos encontrar algún material textual que sustente esta conexión entre los gozos y
las tríadas angulares en la obra del escéptico del siglo segundo Sextus Empiricus. Noten
la decisión de Sextus de listar los nombres de los lugares de acuerdo a las tríadas
angulares en su breve miscelánea de la astrología:
En este pasaje Sextus demuestra que algunas veces las casas se agrupaban de acuerdo a
las así-llamadas “tríadas angulares”, y es sugestivo que el también eligiese referirse a las
casas por los nombres asociados con los regocijos cuando hizo esto. Probablemente no
es un accidente, sino que más bien puede implicar que estaba basándose en una
vulgarmente conocida relación entre gozos y tríadas angulares en el siglo segundo de
nuestra era.
DIAGRAMA 2: GOZOS Y
TRÌADAS ANGULARES
El resultado de este arreglo es que los planetas asociados con el elemento fuego están en
el extremo superior de la carta, los planetas asociados con el elemento tierra en el fondo,
los planetas asociados con el aire a la izquierda, y el planeta de agua queda a la derecha.
Este esquema está construido de una manera que imita o replica la doctrina de los
lugares naturales de Aristóteles,11 cada elemento es dueño de una tendencia natural a
moverse ya sea hacia arriba o hacia abajo, ya sea hacia el centro del Cosmos o
alejándose del centro del Cosmos, con la Tierra en el centro. El Fuego sube hacia las
regiones más altas, mientras que la Tierra se mueve hacia abajo hasta la región más
baja. El Aire asciende hacia arriba y se queda en una posición justo debajo del fuego,
mientras que el agua se establece y descansa sobre la tierra. Entonces la jerarquía de
capas elementales es así:
1. Fuego
2. Aire
3. Agua
4. Tierra
Este ordenamiento de los elementos en términos de las posiciones que se pensaba estos
llevaban en el cosmos fue luego tomada por las escuelas filosóficas Estoica y
Hermética, y entonces habría sido muy difundido y familiar durante el período
Helenístico. La disposición misma parece ser muy deliberada, y el creador del esquema
de los regocijos planetarios habría tenido en mente la doctrina de los lugares naturales al
asignar los elementos a las diferentes tríadas angulares.
Si tomamos este diseño como deliberado, lo cual sería difícil que no sea, entonces
también ofrece una base original para la aplicación de los cuatro elementos a los signos
del zodiaco. Presumiblemente los signos mismos habían sido ya agrupados en
triplicidades y asociados con ciertos regentes planetarios, pero fue este esquema el que
permitió a las triplicidades el llegar a ser asociadas con cada uno de los cuatro
elementos.
La total orientación de Aristóteles hacia los elementos se basa en la noción de que estos
son cualidades contrastantes que se ubican en los extremos opuestos de un espectro, y
que “los elementos todos implican contrariedad en sus mutuas relaciones porque
las cualidades distintivas son contrarias.” El esquema elemento-triplicidad que parece
derivarse de los gozos es problemático desde una perspectiva Aristotélica ya que hace
que los signos de fuego sean literalmente opuestos a los signos de aire en el zodiaco, y
los signos de tierra literalmente opuestos a los signos de agua. Si las asignaciones
zodiacales fueran a seguir el esquema Aristotélico entonces los signos de fuego deberían
oponerse a los signos de agua en el zodíaco, y los signos de aire a los signos de tierra.
En cambio, el esquema elemento-triplicidad que primero aparece en Valens sigue un
modelo que fue abogado por una escuela filosófica rival, los Estoicos. En el sistema
estoico el aire se conceptualiza como frio, y es opuesto al fuego caliente, mientras que
el agua se dice que es húmeda, y se opone a la tierra seca. Esto se ajusta a la
organización de los signos de acuerdo al modelo elemento-triplicidad derivado de los
gozos, y de hecho el modelo Estoico de las cualidades es explícitamente adscripto a los
elementos por Valens, quien describe el aire como siendo frio y al agua como húmeda.
Cuando los Gozos son vistos en el contexto de las tríadas angulares, emerge un patrón.
En ambas los regentes de la triplicidad de fuego y de aire los principales durante el día
van a parar a una casa cadente o declinante, y entonces el regente secundario queda en
una de las casas siguientes dentro de la misma y respectiva triada angular, moviéndose
en sentido contrario a las agujas del reloj (ver Diagrama 4). Esta organización se ajusta
a la asignación de los regentes de triplicidad donde, por ejemplo, el Sol viene primero
de día en la triplicidad de fuego y Jupiter en segundo lugar, o donde en la triplicidad de
aire Saturno viene primero de día y Mercurio segundo.
Este patrón también es cierto para los regentes de triplicidad de tierra y agua, excepto
que los regentes nocturnos son presentados primeros en las casas cadentes, ya que estos
regentes están bajo el horizonte en la carta, lo que se entiende de ellos como y en tanto
que siendo nocturnos en si. Del mismo modo, el patrón sigue la secuencia nocturna de
los regentes de triplicidad. Dentro de este diseño, la Luna está en la casa cadente, y
entonces se vuelve el regente principal de la triplicidad de tierra durante la noche, y
luego sigue Venus a continuación en la casa succedente, entonces se vuelve el regente
secundario de la triplicidad de tierra durante la noche. Marte es el último planeta que
queda, y está ubicado en la cadente casa 6, así que se vuelve el regente principal de la
triplicidad de agua durante la noche.
Es interesante, que este esquema pueda dar cuenta en parte de la justificación para la
asignación del tercero o regente participativo también. Es notable que en cada instancia
el regente de triplicidad cooperando se encuentre más cercano en el diagrama entre los
planetas de la misma secta. Por ejemplo, el Sol y Jupiter son los regentes principales de
la triplicidad de fuego, y Saturno está cooperando porque es el otro planeta
inmediatamente más cercano a ellos. La Luna y Venus son los regentes primarios de la
triplicidad de tierra, y Marte coopera porque es el siguiente planeta más cercano a uno
de ellos. Finalmente, Marte y Venus son los regentes principales del elemento agua, y la
Luna es el regente cooperando porque ella es el siguiente planeta (nocturno) más
cercano.
Configuraciones
Quien haya concebido el esquema alrededor de los gozos planetarios debe haber estado
familiarizado con un número de otros conceptos astrológicos elementales, y puede
demostrarse que aquellos conceptos fueron tomados en consideración para la
formulación del esquema.
El diagrama esta construido de manera que ambas luminarias se configuran con sus
compañeros de secta (ver Diagrama 5). Por ejemplo, el Sol se configura por sextil con
Jupiter y por cuadratura con Saturno, mientras que la Luna hace lo mismo con Venus y
Marte respectivamente. Este aparente deseo de hacer que los planetas se configuren con
sus compañeros de secta es probablemente una de las razones por las que los planetas
ocupan las casas que ocupan de acuerdo a los gozos. Por ejemplo, si el Sol tuviese su
gozo en la casa 10 mientras que Jupiter tuviese su gozo en la casa 11, entonces el Sol no
se configuraría con Jupiter, sino que en su lugar los dos quedarían en aversión el uno
con el otro. Por consiguiente, parece haber un tipo de necesidad conceptual para poner
los planetas en las casas que ocupan y asegurar así que las configuraciones estén
presentes.
Adicionalmente, el autor del esquema de los gozos también parece haber tenido ya
alguna noción general de la naturaleza o condición cualitativa de los aspectos, en tanto
que el modelo está armado de modo que las dos luminarias se configuren por sextil con
los respectivos benéficos y por cuadratura con ambos maléficos. Esto queda en
consonancia con la convención general de que el sextil es un aspecto más fácil o
favorable, mientras que la cuadratura es más difícil o desfavorable. A menudo se piensa
que las cualidades de los aspectos estaban parcialmente derivadas de la configuración de
los planetas en el Thema Mundi, como lo delineó Firmicus Maternus, aunque los gozos
pueden dar una justificación alternativa y simultánea para la razón de que los sextiles
llegaran a ser tomados o vistos como positivos y las cuadraturas como negativas.
Este serio problema conceptual en los argumentos de Tolomeo parece implicar que su
explicación no fue la razón original de la asociación de los planetas con cada una de las
dos sectas. Parece confirmarse por el hecho de que otros autores tales como Porfirio
presentan lógicas alternativas para explicar la secta, la que puede tener que ver con la
frecuencia con que los planetas surgen o se ponen bajo los rayos del Sol. De acuerdo
con esta idea, Jupiter y Saturno se relacionan con la secta diurna porque ellos se ponen
bajo los rayos del Sol con relativamente poca frecuencia, en cambio Venus y Marte
pasan relativamente más tiempo cubiertos por los rayos del Sol. Entonces, como
resultado de su comportamiento astronómico, Jupiter y Saturno tienen más que ver con
la visibilidad y la luz, y Venus y Marte tendrán más que ver con la ocultación y la
invisibilidad. Esta alternativa lógica parece hacer un mejor trabajo al explicar como
cada uno de los planetas pudo ser asociado con su respectiva secta inherentemente antes
que solo funcionalmente, y por lo tanto puede representar algo más aproximado a la
racionalidad original tras las asignaciones de los planetas a cada una de las sectas.
DIAGRAMA 5: CONFIGURACIÒN DE
LOS COMPAÑEROS DE SECTA
Durante el curso de nuestras discusiones Dykes señaló una noción adicional que parece
estar integrada dentro del esquema de los gozos. Este esquema de los planetas de
acuerdo a sus gozos esta parcialmente asociado con la revolución o rotación diurna, ya
que las casas mismas se basan en este ciclo en el que los planetas surgen, culminan, se
ponen, y luego anti-culminan cada día. Cuando los gozos son vistos en este contexto,
parece haber una progresión donde los planetas diurnos se alejan del Ascendente hasta
la casa 9, mientras que los planetas nocturnos se están alejando del Descendente hacia la
casa 3. Esto parece sugerir simbólicamente una suerte de progresión, donde cada uno de
los planetas de las respectivas sectas se vuelve más y más diurno o nocturno,
dependiendo de en que lado del horizonte el planeta se encuentre (ver Diagrama 6)
En el lado diurno del horizonte, la progresión comienza con Saturno, el que parece ser
el menos diurno de los tres planetas que comprenden la facción diurna. El siguiente en
orden es Jupiter, que representa una progresión hacia un estado más diurno. El último y
final es el Sol, donde se completa la progresión, ya que hemos alcanzado lo que es
fácilmente el más “diurno” de los planetas en la carta – la encarnación misma del día
mismo.
Del otro lado del horizonte, el lado nocturno, comenzamos con Marte, el que como
Saturno parece estar algo fuera de lugar en términos de la cualidad del planeta
comparado con sus otros compañeros de secta. Siguiendo en orden de aparición está
Venus, del que se puede decir que es más nocturno que Marte, y entonces representa
una progresión hacia un estado más nocturno. Finalmente llegamos a la Luna, que es el
más nocturno entre los planetas en la carta, y la secuencia queda completa.
DIAGRAMA 6: PROGRESIÒN DE
LA SECTA
Reconozco que el nivel de pensamiento simbólico que esto requiere combinado con la
falta de respaldo textual explicito puede dificultar la validación o aceptación de estos
argumentos sobre los orígenes de la secta como enteramente plausibles. No obstante,
sospecho que este arreglo es demasiado sugestivo como para ser una mera coincidencia,
especialmente ya que resuelve un claro obstáculo conceptual respecto a la secta que
incluso Tolomeo no pudo solucionar enteramente en el siglo segundo.
En 2010, Dorian Greenbaum y Micah Ross propusieron que el uso del Ascendente,
Mediocielo, y por consiguiente del resto de las casas en la tradición Helenística fue
originalmente motivado en parte por el uso de los decanos en la anterior tradición
Egipcia. Finalmente plantean un convincente escenario para el desarrollo del uso de las
cuatro casas angulares, aunque su argumento no explica de donde derivan los
significados de las otras 8 casas restantes. Este es el hueco que creo que puede ser
llenado en parte con los regocijos.
En la tradición Helenística parece haber habido en circulación un texto sobre las doce
casas que fue atribuido a Hermes Trismegistus, en vista de que tenemos varias
referencias y alusiones a el en los últimos autores. Por ejemplo, durante el primer siglo
Thrasyllus cita a Hermes como fuente de los significados de las casas en su Tabla.
También en el primer siglo, Doroteo comienza su discusión sobre los significados de las
casas anunciando que provienen del “honorable (y) tres veces grande, Hermes, el Rey
de Egipto.” En los siglos 6 o 7 Retorio mencionó al pasar que “Hermes”
deliberadamente designó a la casa 12 como teniendo relación con el tópico del parto.
Firmicus Maternus abrevó en un texto sobre la delineación de casas similar al usado por
Retorio, aunque en su propio pasaje paralelo sobre la casa 12 se refiere más en general a
ciertos “hombres sabios” (prudentissimi viri) que asociaron aquella casa con el
nacimiento. Nuevamente, Antíoco cita un astrologo anterior Timeo, que se dice que
citaba a Hermes el mismo como el autor de un esquemas especifico de casas ventajosas
(chrēmatistikos).
Todas estas referencias parecen indicar que hubo un texto muy influyente sobre las
casas escrito alrededor de la primer tradición Helenística, y que este fue adjudicado a
Hermes Trismegisto. Ya que lo cita Thrasyllus en el primer siglo de nuestra era, esto
significa que debe haber sido escrito algo antes, quizás en el primer siglo antes de
Cristo. Esto lo haría no solo uno de los textos más influyentes que conocemos en la
tradición Helenística, sino que también lo haría uno de los primeros textos sobre las
casas de los que se tiene noticia.
Sin duda, no obstante, el texto de Hermes no fue el único texto primario sobre las casas.
Hubo otro texto en circulación muy temprano que se adjudica a Asclepios, y este texto
aparentemente despliega un singular grupo de significaciones para las primeras ocho
casas-signos-completos. Este sistema fue llamado octatopos, o sistema de ocho lugares.
El octatopos fue atribuido a Asclepios por el autor anónimo del Papiro de Michigan, y
Asclepios también es mencionado por Valens como contribuyente a la doctrina de las
casas. Schmidt ha señalado que muchos de los posteriores tratamientos sobre las casas
parecen representar una síntesis de los sistemas de ocho y doce casas.
En cambio, los astrólogos Helenísticos parecen haber derivado los significados de las
casas a partir de consideraciones tales como la angularidad de la casa o su posición en el
esquema de las tríadas angulares, la configuración del signo ascendente o la carencia al
respecto, y la significación simbólica de la casa en términos astronómicos visuales.
Algunas de las significaciones básicas de las casas pueden derivarse de este modo. Pero
hay una cuarta, poco explorada consideración: los gozos planetarios.
Cuando los astrólogos Helenísticos discutían los significados de las casas a menudo
parece plantearse una conexión entre los significados de las casas y los gozos de los
planetas. Esto se demuestra con especial explicitud recurriendo a Valens:
[La casa de] Dios da indicaciones respecto del padre; Diosa sobre la madre;
Buen Espíritu para los hijos; Buena Fortuna para el matrimonio; Mal Espíritu
para el sufrimiento; Mala Fortuna sobre los accidentes; el Lote de la Fortuna y el
Horoskopos sobre la vida y el vivir; [El Lote de] Espíritu sobre la mente
(Intelecto); Medio cielo para la acción; [el Lote de] Eros sobre el deseo; [el Lote
de] Necesidad sobre los enemigos.
Una de las cosas de las que me di cuenta a lo largo del curso de esta serie de
descubrimientos es que la naturaleza sistemática de los gozos y la forma en que se
combinan diferentes otros conceptos astrológicos implican que el esquema estaba
operando como una especie de construcción fundacional. Esto es parecido a la manera
en que el Thema Mundi parece actuar como una construcción teorética destinada a
explicar los orígenes de las regencias de domicilio, la naturaleza de los aspectos y otros
conceptos. De hecho, Firmicus Maternus dice explícitamente que los astrólogos
anteriores deliberadamente concibieron el Thema Mundi como una herramienta
educativa para transmitir algunos de los conceptos básicos de la astrología. Si esto es
verdad, no sorprendería entonces encontrar otros esquemas deliberados o construcciones
conceptuales también embebidos en la tradición.
Una de las consecuencias del descubrimiento sobre la interconexión de los gozos con
varios otros conceptos es que implica que los significados de las doce casas NO fueron
determinados primero para luego asignarles los gozos a estas casas más tarde,
basándose en alguna suerte de afinidad percibida entre la casa y el planeta. Más bien,
fue al revés. Yo diría que parece ser más factible que los gozos fueron desarrollados
primero, a partir del elaborado sistema que he delineado en este documento, y que las
significaciones de las casas fueron derivadas posteriormente de los gozos en parte. Esto
explicaría porqué a algunas de las casas se les asignaron los nombres que se les dieron:
Porque los planetas asociados con estas casas por medio de los gozos estaban jugando
un significativo papel en la formación del significado de las casas.
En la generación de los significados de las casas a través de los gozos parece haber
habido un profundo énfasis sobre la división de la carta en dos mitades, con un
hemisferio sobre la tierra y otro debajo.
Todo lo que está sobre el horizonte aparece siendo tomado como parte del reino del Sol,
al que el autor de este esquema parece haber asociado con el “espíritu” (Psuchē). Esta es
la razón de porqué la casa 11 es llamada del Buen Espíritu, y la 12 del Mal Espíritu.
Astrólogos sucesivos tales como Valens o Firmicus asociaron al Sol con el concepto de
espíritu, que ellos decían que tenía que ver con el alma y la mente o intelecto. Al
contrario, todo bajo el horizonte fue considerado como parte del reino de la Luna, que el
autor de los gozos asoció con el concepto de fortuna (Tuchē). Esta es la razón de que la
casa 5 se llame la casa de la Buena Fortuna, y la casa 6 se llame la casa de la Mala
Fortuna. Valens asociaba la fortuna con el cuerpo (Soma) y la encarnaciòn física del
nativo.
Una de las potenciales implicancias de esta división entre un hemisferio solar arriba de
la carta y uno lunar debajo es que todo lo que está arriba tiene que ver con el alma y las
cosas relativas a la mente, mientras que todo lo que queda en el fondo de la carta tiene
que ver con el cuerpo y cuestiones materiales. Esto puede seguramente ser parte de un
tipo de división Hermética entre el espíritu y el cuerpo. La consecuencia de esto es que
las significaciones específicas que son atribuidas a las casas habrán de concernir ya al
alma o al cuerpo dependiendo de en que lado del horizonte se encuentren.
Esto nos aporta dos principios teoréticos fundamentales para generar significaciones a
partir de casas específicas en donde un planeta tiene su gozo:
1. Está la casa encima o bajo del horizonte? Si está arriba, entonces tendrá que ver
con el alma. Si está abajo, tendrá que ver con el cuerpo.
2. El planeta asociado con la casa es un benéfico o un maléfico? Si es un benéfico,
entonces la casa señalará cosas buenas. Si es un maléfico, entonces indicará
cosas malas.
Por ejemplo, miremos a la casa 5, que se llama la casa de la Buena Fortuna. Como la
casa 5 está bajo el horizonte, sabemos que habrá de significar asuntos concernientes al
cuerpo. También sabemos que ya que se asocia con el benéfico planeta Venus, las
significaciones serán positivas. De aquí arribamos a la conclusión que la casa 5
significaría cosas positivas que se relacionan con el cuerpo. Coincidentemente, la casa 5
llego a ser una de las casas que significan a los hijos primariamente.
La casa 6 es la casa de la Mala Fortuna. Como está bajo la tierra, se relaciona con el
cuerpo. Al estar asociada con el maléfico planeta Marte, por lo tanto debe significar
algo malo. Luego, la casa 6 indica las cosas negativas relativas al cuerpo, y es la casa
que llegó a ser asociada con las lesiones físicas y accidentes.
La casa 11 es la casa del Buen Espíritu. Está sobre la tierra, entonces se relaciona con la
mente y el alma. Se la asocia con Jupiter, un benéfico, luego debe significar algo bueno.
Entonces la casa 11 indica las cosas buenas relativas a la mente o el alma. Uno de los
significados primarios con los que la casa 11 llegó a estar asociada fue el tema de la
amistad, que era vista por filósofos tales como Aristóteles como la afinidad entre el
alma o el espíritu de dos personas.
La casa 12 es la casa del Mal Espíritu. Está sobre la tierra, entonces es algo relativo al
alma o a la mente. Sin embargo, está asociada con el maléfico planeta Saturno, y debe
significar algo negativo. Luego, la casa 12 significa cosas malas que conciernen al alma
o a la mente. Este es el porque de que llegara a ser asociada con enemigos, así como con
otras cosas tales como el sufrimiento, que podría caracterizarse como una aflicción del
alma.
Mientras que este esquema no puede usarse para generar todas las significaciones de las
casas, si parece dar una convincente justificaciòn para algunos de los principales
significados de las casas que coinciden con los gozos planetarios. Es notable que la
mayoría de los gozos planetarios no coincidan con las casas angulares, dado que las
casas angulares son de las que es más fácil derivar significados, de acuerdo al
significado simbólico de su ubicación astronómica. Por ejemplo la casa 10 es el sector
más elevado y visible del tema, y se dice que representa la reputación pública del
nativo. Esto queda en oposición a la casa 4, que es el punto más bajo y más oculto del
tema, y se dice que significa asuntos relativos a la vida personal tales como el hogar. El
significado simbólico de los ángulos es bastante directo de esto modo, pero es un poco
más difícil derivar significados de las otras casas de acuerdo a su ubicación
astronómica, y aquí es donde Yo creo que los gozos entran en acción.
El único ángulo que contiene uno de los gozos planetarios es la casa 1, que es la casa
donde Mercurio se regocija. Los astrólogos Helenísticos usaron casas-signo-completo,
y en las casas-signo-completo, la casa 1 siempre habrá de estar parcialmente sobre la
tierra y parcialmente bajo el horizonte; esto es porque el grado Ascendente marca
meramente el signo que se vuelve casa 1. De esta forma, Mercurio se sitúa en el punto
de encuentro entre los dos hemisferios, donde el reino diurno del espíritu y el reino
nocturno del cuerpo se unen. No sorprende, entonces, que de la casa 1 usualmente se
diga que significa tanto el cuerpo o vitalidad física como el espíritu (pneuma) del
nativo.
Pero como podemos saber con seguridad que los gozos ya estaban presentes en el texto
de Hermes cuando la única evidencia que tenemos consiste en que algunos nombres de
las casas fueran mencionados? Creo que la respuesta yace en uno de los significados por
los que Thrasyllus cita a Hermes.
Según Thrasyllus, Hermes dice que uno de los significados de la primera casa es
“hermanos.” Esta atribución no tiene mucho sentido en el contexto de la tradición
posterior que tendía a relacionar el tópico de los hermanos a la casa 3. Pero SI tiene
sentido cuando consideramos que Mercurio tiene su gozo en la casa 1, y que uno de los
significados corrientes de Mercurio son los hermanos. De esto podemos concluir
provisionalmente que los gozos estaban sin duda en el texto de Hermes, y que algunos
de los significados de las casas fueron derivados de los gozos. Si el texto de Hermes fue
de hecho uno de los primeros textos sobre las casas, entonces es posible que esta fuera
también la fuente de la doctrina de los gozos planetarios.
Conclusión
Espero haber demostrado en este documento que el esquema de los gozos planetarios
representa una deliberada y muy elaborada construcción, que reúne y motiva las
siguientes cuestiones:
Mientras que gran parte de esta discusión es difícil de validar textualmente ya que
estamos discutiendo un modelo conceptual que solamente es referido o aludido
implícitamente en muchos de los textos, siento que la naturaleza sistemática de este
modelo y la forma en que conecta consistentemente diferentes técnicas y conceptos
testifica en contra de que sea un accidente.
Las implicancias de este descubrimiento son de largo alcance, dado que parece que el
esquema de los gozos planetarios ofrece una justificación para un número de conceptos
astrológicos fundamentales y técnicas que han estado en uso entre los astrólogos desde
la antigüedad. Y también añade otra dimensión al debate que ha tenido lugar
recientemente en las comunidades astrológicas y académicas respecto de los orígenes de
la astrología Helenística. Espero que todo esto arroje alguna luz y signifique una
contribución substancial a ambos lados del debate.
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