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Final Fundamentos

Lo Social-asistencial (Castel)
Castel hace referencia a la “sociedades sin lo social” entendiéndose como una configuración
específica de prácticas que no se encuentran en todas las sociedades, porque lo social aparece
como sistema de regularización instituidos para salvar la brecha entre lo político y el sistema
económico.
Una sociedad sin lo social, es totalmente regida por las regularizaciones de la sociabilidad primaria, es
decir sistemas que vinculan a los miembros de un grupo sobre la base de pertenencia familiar, de
vecindario y de trabajo, tejiendo redes de interdependencia sin la mediación de instituciones
especificadas, redes que llevan al individuo a reproducirse los mandatos de tradición y la costumbre.
Características de lo social-asistencial
● Es una construcción del conjunto de prácticas de función protectora o integrativa, y más tarde
preventiva. Se puede hablar de sociabilidad secundaria, ya que se trata de sistemas
independientes de los grupos de familiares, de vecindario, de trabajo.
● Estas prácticas se presentan siempre, aunque sea un bosquejo de especialización, núcleos de
una profesionalización futura.
● Se bosqueja también una tecnificación mínima. El funcionario estaba obligado a diferenciar
entre los que van a intervenir y entre los que no
● De entrada, se plantea la localización de estas prácticas, y de inmediato introduce
una escisión entre las prácticas institucionales y entre los que no.
● Se ven dos criterios para rechazar o aceptar a los necesitados; el de pertenencia comunitaria
y el de la ineptitud para el trabajo.
El criterio de la incapacidad física no era lo único que abría las puertas a la asistencia. Se sumaba al
de pertenencia comunitaria para delimitar el campo de lo social-asistencial.
Los dos ejes de la asistencia (Castel)
En el occidente cristiano, la instrumentación de la caridad permitió construir la forma culturalmente
dominante de esta exigencia de la limitación del campo de la asistencia, reformular de una manera
específica los criterios de acceso a ella.
Se delimita la zona de la asistencia, o por lo menos, su núcleo en la intersección de estos dos ejes:
● La relación de proximidad que debe existir entre el beneficiario del socorro y la instancia
que lo dispensa. El indigente tiene más posibilidades de obtener socorros cuando es conocido y
reconocido, entra en la renta de vecindad que expresan una pertenencia mantenida a la
comunidad. Se conforma así que el ejercicio de la asistencia es, en la medida de lo posible, un
analogon de la sociabilidad primaria.
● El criterio de la ineptitud para el trabajo. La pobreza, e incluso la indigencia completa, no
otorgan títulos suficientes para beneficiarse con la asistencia. Son principalmente objeto de
ayuda a quienes no pueden subsistir a sus propias necesidades, ya que son incapaces de
poder trabajar. El reconocimiento de la incapacidad para trabajar es el criterio discriminativo
esencial para ser auxiliado.
El núcleo de la asistencia se constituye en la intersección de estos dos ejes. Su extensión depende
del sentido, que no es inmutable, asignado a cada uno de estos criterios. Pues las definiciones sociales
de la relación de proximidad y la aptitud o la ineptitud para el trabajo cambian. Encontrarse en el centro
de una ayuda posible es asociar una incapacidad completa para trabajar con una máxima inserción
comunitaria.
Hay que interpretar las prácticas asistenciales reales, no a partir de una aplicación
mecánica de estos criterios, sino como una ponderación de los vectores. Así una fuerte saturación
de uno de los ejes, puede compensar, un déficit del otro.
Tipos de pobreza (Castel)
● La simulación de la invalidez, constituye una primera estrategia para burlar el modelo
ideal de la asistencia
● El pobre vergonzante, presenta un caso típico más sutil. Pueden ser asistidos
aunque no sean físicamente incapaces de trabajar. Son indigentes que han recibido una buena
educación y han ocupado un lugar honorable en la sociedad, pero cayeron y ya no pueden
mantener su rango.
● El mendigo válido, su emergencia es más o menos contemporánea a la del pobre vergonzante.
Forman una categoría identificada como tal, y le plantean problemas a la sociedad. No todos
son culpables de no poder trabajar y pueden ser asistidos sin mendigar, con la condición de que
pertenecieran a la iglesia.
A veces se condena al mendigo como alguien que se presenta como beneficiario potencial de la
asistencia cuando le cabe la obligación de trabajar. En otros casos se reconoce o sospecha que
él no es el culpable de su situación y se le abre la puerta de socorro. Pero no siempre con la
tolerancia de la que se beneficia el pobre vergonzante.

Origen y contexto donde hace su aparición el trabajo social. ( banda Gallego) El TS nace
en Londres, Inglaterra, aunque su expansión fue inmediata, sobre todo a USA. En Inglaterra, a lo largo
del siglo xix se produce un espectacular aumento de la población producido por los nacimientos. La
consecuencia más inmediata de esto son los hacinamientos de la población en los barrios más
periféricos de las ciudades, conocido en inglaterra con el nombre de slums.
La población tiene una cobertura mínima para hacer frente a las necesidades más importantes, a través
de las Leyes de los Pobres. El gasto en el socorro de los pobres había aumentado a lo largo del primer
tercio del siglo xix. ya que el socorro en las iglesias era fácil de obtener, era común despedir a la gente
en épocas malas y así ahorrarse salarios. Ello acentuará el descontento por este estado de cosas y
ocurre el giro que se le va a dar al Nuevo derecho de Pobres, que se concretara en la ley de pobres de
1834, convirtiéndose en debate de las políticas sociales en Gran Bretaña, ya que muchos no estaban de
acuerdo.

La influencia maltusiana (Banda Gallego)


La actitud dominante en los primeros años del trabajo social era maltusiana. Mathus identificaba a la
pobreza como falta de previsión, pero la justifica como instrumento de progreso y laborista. Era un
adversario declarado de la beneficencia pública, así como también de las leyes de los pobres, ya que
estas incrementan la población sin incrementar simultáneamente la producción de alimentos para
sostenerla, y el gasto de las personas que acudían a un socorro recaía en el conjunto de la sociedad.
Estas leyes crearon a los pobres, que luego la sociedad tenía que mantener.
El pobre no puede culpar a nadie de su pobreza, sólo a sí mismo. Era pobre por su culpa y
no merecía ayuda. Ayudarlo podía desanimar y desalentar a otros a tratar de redimirse de su propio
esfuerzo. Estaba en contra de crear fábricas con el objeto de darles empleo, ya que esto sería una
competencia para los trabajadores independientes que se dedicaban a lo mismo.
Las investigaciones realizadas por Charles Boot demostraron que el pauperismo no era
verdadero problema, sino la pobreza, y la completa incapacidad de algunas personas de vivir por sus
propios medios por diversos motivos ajenos a ellos. Desmiente la teoría de que la pobreza es culpa del
individuo y que el sufrimiento humano era producido por salarios insuficientes, enfermedades,
depresión, etc. Contribuyó a popularizar la idea de que la mejor moral de los pobres dependía de sus
condiciones económicas y de vida, idea contrario al principio individualista.

Los factores que influyen en el trabajo social (Banda Gallego)


Los movimientos de investigacion y reforma social
Las reformas sociales y la incipiente profesión del trabajo social son muy profundas. Los interés de los
sociólogos de Chicago confluyen con los de los trabajadores sociales y con las reformistas sociales de
la época al considerar la ciudad como una especie de conflictos que debía ser objeto de observación.
La ciudad, se convierte en el principal laboratorio de las ciencias sociales.
Entre los sociólogos de Chicago subyace siempre la creencia de que la sociedad puede mejorar si
se combinan bien los diagnósticos atinados de los problemas sociales con el reformismo social y con
la defensa de los ideales de la democracia.
La investigación llevada a cabo por la escuela de Chicago nace íntimamente vinculada al trabajo
social y al periodismo de investigación.
En los inicios de la escuela de Chicago se pueden percibir los deseos de los sociólogos de contribuir a
mejorar la sociedad y la sociología es ante todo considerada como la ciencia de los ideales sociales.
El nacimiento de las ciencias sociales
Tanto en el trabajo social como todas las disciplinas que se mueven en el ámbito de las ciencias
humanas o sociales,están construyendo su propia identidad. Fueron los progresos en las ciencias
naturales, los que inspiraron el desarrollo inicial de las ciencias sociales.
La acción interventiva del estado
El estado va tomando cada vez más fuerzas para regular los interés contradictorios que emanan en
la sociedad. Se producen múltiples causas para esto:
● El aumento demográfico y la concentración de población en grandes núcleos urbanos
● El desarrollo de nuevas técnicas industriales para ofrecer servicios de utilidad general que
llevaran a una municipilaxion de servicios
● La progresiva responsabilidad de la administración pública en la satisfacción de
necesidades colectivas para mejorar los niveles de vida de la sociedad
● La decisiva influencia del movimiento obrero en el proceso de progresiva afirmación
del derecho del trabajo
● La crisis del dogma liberal de la autonomía como única fuente de regularización de las
condiciones de trabajo.
La práctica del TS incluye tres atributos: cuidado, tratamiento y protección, todo ofrecido por mujeres. La
combinación de ciencias sociales y altruismo hace del trabajo social uno de los principales instrumentos
a través de los cuales el Estado gobierna y proporciona el bienestar de los ciudadanos
El movimiento de las organizaciones de caridad (COS) y Richmond (Banda gallego y Martinelli)
El objeto de los capitalistas es la explotación de la fuerza de trabajo, para obtener más capital, y por el
otro, requiere de la dicha fuerza para expandir sus capitales, significa que el capitalismo que si bien el
mismo priva a los trabajadores de sus libertades, necesita brindarle necesidades básicas.
El trabajo social surge a través de la triple alianza, ESTADO, BURGUESÍA e IGLESIA, a partir de la
misma se conformó un bloque político con el fin de cubrir las manifestaciones de los trabajadores
europeos. El surgimiento de la C.O.S fue el resultado de esta unión, dando el origen a los primeros
asistentes sociales ejecutores de las prácticas sociales
En esta alianza, la iglesia otorga las formas de intervención, el estado la razón de porqué tiene que
hacerlo y por último, la burguesía el poder ideológico. La sociedad de organización de caridad tiene
como objetivo mejorar las condiciones de los obreros, infiltrándose en la vida de estos.
La primera COS fue fundada en Londres, en 1869 con el nombre de Sociedad para la
organización del socorro caritativo y represión en la mendicidad.
En sus orígenes, al menos en USA, las organizaciones sociales de caridad no eran
agencias de beneficencia, ya que no proporcionaban asistencia y eran oficinas de información
e investigación.
El término con el que es reconocida la figura de todas aquellas personas que trabajaban
dentro de estas organizaciones era variado; visitador de pobres, visitador amigable, vigente de caridad,
visitador voluntario, pero todas designaban una misma figura. La mayoría eran mujeres que, con el paso
del tiempo, se convirtieron en profesionales de la ayuda.
Los voluntarios tenían que ayudar con ropa, con comida, a encontrar trabajo, en la educación, asesorar
en la higiene corporal y de la casa, como comprar barato y cocinar, así como también ahorrar, cuidar de
la salud, detectar el fraude e influir moralmente para cambiar la vida del indigente.
Las oficinas de las organizaciones sociales de la caridad fueron depósitos de informes preparados por
las visitadoras amigables que tomaban como base u observación de los que pedían limosna y el
interrogatorio que se les hacía.
Los trabajadores sociales estaban convencidos de que el trabajo social no era solo el trabajo de
casos, sino que iba más allá.
Las organizaciones sociales de caridad, que empezaron con una actitud moralista,
estrecha e individualista se convirtieron en propagandista de unos mejores niveles de vida, prestando
atención a los salarios y al desempleo tanto como a la bebida, la pereza o la imprevisión. Se
convirtieron en maestros de una forma de vida más sana para la sociedad.
Mary E. Richmond fue una de las pioneras del Trabajo Social y la primera que sistematiza
conocimientos propios del TS en USA, junto con otros trabajadores sociales, decide realizar una
encuesta para conocer mejor a las familias asistidas por su organización.
Según Richmond, el trabajo de casos era una técnica especializada cuyo objetivo radica en lograr una
mejor integración del ser humano individual que ha de habitar. Richmond dotó al TS de contenidos
sistematizados, fue su inventora conceptual.
El TS para Richmond era hacer cosas diferentes para las personas. ¨Pensaba que sin investigación no
es posible realizar el trabajo social. Las causas de las pobrezas debían buscarse en el individuo , pero
también en la sociedad en la vivía, ya que su ámbito social influía notablemente. El objetivo era educar a
través del programa de participación que permitiese al cliente compartir con el TS la responsabilidad de
las decisiones a tomar, educar democráticamente, entendiendo por democracia un hábito cotidiano.
Defiende que el TS no es solo un trabajo educativo para qué la gente se adapte a la sociedad en la que
vive, sino un proceso de investigación permanente para conseguir avances y reformas sociales para el
progreso de la sociedad.
El objetivo del TS era educar a la población, investigar y realizar denuncias sociales
injustas, había que dedicar tiempo para conocer con profundidad la historia de cada cliente, comprender
su situación, así como también, rescatar sus capacidades y desarrollar su personalidad.
Los asentamientos y Jane Addams.
El primer asentamiento fue creado por el matrimonio Henrieta y Samuel Barnett en Londres de 1884.
Convirtieron la rectoría en un centro social para la comunidad, llamado Toynbee Hello. Este tiene tres
objetivos; la educación y el desarrollo cultural de los pobres y el despertar general del interés popular de
los jóvenes en la legislación social, los problemas sociales y sanitarios.
El settlement era una asociación de personas con diferentes opiniones y diferentes gustos; su unidad
es la de la variedad, sus métodos son los espirituales, más qué materiales, se propone la penetración, y
su confianza reside en la unión.
El logro fundamental de los settlements inglés fue procurar centros para el desarrollo del Ts y la
educación para adultos, así como la oportunidad para que las personas conozcan la cruda realidad de
la sociedad.
Uno de los legados más importantes que dejó la era progresista fue el nacimiento de los
asentamientos norteamericanos.
En 1889, Jane Addams junto con Ellen Gates Starr, fundaron la Hull House en Chicago, que sirvió de
modelo para muchos otros asentamientos en USA. En 1991 se sumó Florence Kelly y la Hull House se
convirtió en un centro de investigaciones sociales.
Jane Addams fue representante del movimiento progresista en USA, que intentan superar los efectos
de la deshumanización como consecuencia de la rápida industrialización, con una gran variedad de
reformas sociales, políticas y económicas.

La racionalización de la asistencia (Martinelli)


La tarea de racionalizar la asistencia se impuso en en la segunda mitad del siglo xix, creando la
primera práctica de servicio social y entendiendo que solo impidiendo la manifestaciones, interviniendo
la sociedad, está se iba a poder desarrollar. La asistencia cumple tres funciones, la primera economía,
ya qué va a mejorar las condiciones de vida de los obreros para que estos no mueran, y así garantizar
la expansión del capitalismo, La segunda era una función ideológica, ya que esta asistencia intenta
descubrir los objetivos de los obreros para convencerlos de que la vida capitalista era la que tenían que
sostener. La última función es el control racional y escrito, ya que llevaban un control de las familias
para saber quienes eran estas personas, las condiciones de vida de cada uno, y esta información era
brindada al burgués, para que este conozca cómo vivían sus trabajadores y quienes eran los que
reciben esta intervención.

El proceso de profesionalización del TS (Travi y Martinelli)


El proceso de profesionalización del Trabajo Social, se produce en la década del siglo xix y principios
del siglo xx en Estados Unidos y Europa.
EL TS surge en una época de grandes transformaciones de tipo económico; como el paso de una
economía agraria a una economía industrial y la consolidación de un modo de producción capitalista;
sociodemográfica, con el aumento de la población a partir de la inmigracion masiva; culturales, que se
manifiestan en los cambios de las costumbres y políticos, con la consolidación de un estado capitalista
monopólico, en simultáneo con el auge del movimiento reformista progresista.
Estrategia que elaboraron los trabajadores sociales para respuestas a los problemas
fueron:
● creación de las sociedades de organización de caridad
● creación de servicios sociales en ámbitos como educación y hospitales
● creación de centro vecinales
● participación activa en la modificacion y creacion de leyes de proteccion social
● desarrollo de las primeras investigaciones sobre condiciones de vida, primeras
investigaciones y desarrollo teórico-metodológico vinculados con la intervención profesional
La profesionalización constituye el punto de inflexión y ruptura a través del cual el TS, nacido
como profesión basada en el ejercicio de ayudar, se convierte en una práctica profesional con
reconocimiento público y académico y en una nueva disciplina de las ciencias.
Los principales ejes de ruptura son:
1. Su fundamentos, valores, fines últimos y filosofía qué lo inspira
2. su interpretación acerca de los problemas sociales y la pobreza
3. su concepción con los sujetos
4. la incorporación de los marcos teóricos más avanzados desarrollados por la ciencias sociales de
la época
5. la presencia de agentes profesionales con formación académica
6. cambios en la forma de ayuda, organizacion y prestacion de servicio
Según Martinelli, el proceso de profesionalización se dio tanto en USA y en Europa pero con diferencias.
En europa, que es donde surge el trabajo social, en el momento que se profesionaliza
coincide con la primera guerra mundial y el gobierno bolchevique, ocurrian revueltas obreras,
revoluciones proletariadas. La iglesia católica tenía un importante papel en el trabajo social y sus
asistencia, influía en que el capitalismo es malo y el socialismo también En USA, el papel religiosos no
estaba muy claro, la iglesia no interfiere, ya que sus referentes tenían una mirada laica, el contexto
norteamericano no es un contexto problemático como el de europa, era optimista, con un clima de
reforma social y fuerza progresista.

El trabajo social en América Latina:


En Chile la primera escuela de trabajo social fue fundada en 1925 por Alejandro del Río, tiempo
después se creó la Escuela Elvira Matte de Cruchaga. El motivo de dichas creación fue para dar
respuestas a los problemas de Seguridad social, viviendas, condiciones de trabajo, salud publica,
salarios.
Esto ocurre en un contexto de luchas de clases, disputas de obreras fiscales y crisis en el estado para
la elaboración de un definido proyecto de clases dominantes.
La iglesia tuvo su importante papel con la EMC; su objetivo era formar visitadoras sociales católicas,
que más allá de la profesión, tenga una vocación.
En el año 1927, se creó la primera Escuela de Servicio Social en Uruguay en la Facultad de
Medicina. La centralización de la política asistencial fue una condición necesaria para enfrentar la
cuestión social “científicamente”. Una vez que la política asistencial quedó en manos de la “ciencia”,
es que se inicia la tecnificación de esta política social. El factor premoridante para la creación de esta
escuela fue la medicina ya que si la asistencia pública es el producto de la laicización de la caridad, ya
no es el sacerdote el responsable por el servicio, la responsabilidad ahora está en manos de los
médicos, y son estos con la “enfermeras visitadoras” los que a través de la ciencia y la asistencia
médica llevan a la creación de esta primera Escuela.
El 7 de mayo de 1928 el Consejo Directivo del Museo aprobó el informe de los doctores sobre la
creación de la Escuela de Servicio Social. Se formalizó dentro del Museo la idea de crear dicha Escuela,
aunque la misma no llegó a materializarse hasta junio de 1930.
El 23 de junio de 1930 el Museo Social Argentino agrega a la nómina de sus actividades, la
inauguración de su primera escuela; la Escuela de servicio Social en Argentina bajo la dirección del
doctor Alberto Zwanck.
En el discurso correspondiente, el Doctor Tomas Amadeo, presidente del Museo, puntualizó “los
tres fines de las Escuela de Servicio Social; fines industriales, fines de previsión y beneficencia y
fines desinteresadamente culturales”.
La Escuela otorgaba a sus graduados el título de Asistente social y recibió dos clases de alumnos;
regulares y oyentes, los cuales estaban sujetos a distintos requisitos de ingreso y exigencias
académicas, del mismo modo que abonaban por los cursos aranceles desiguales.
El surgimiento del Servicio Social en Brasil se remonta a los primeros años de la década del 30’ como
fruto de la iniciativa particular de varios sectores de la burguesía fuertemente respaldados por la Iglesia
Católica y teniendo como referencia el servicio social europeo.
En 1936, se creaba en Sao Paulo la primera Escuela de Servicio Social inspirada por la Acción
Católica y la Acción social. iniciándose una nueva etapa en la práctica de la Asistencia Social. Esta
escuela nació bajo una inspiración católica y dentro de un movimiento de reconquista burgués. Las
selectas generaciones que se educaban en las aulas de Asistencia Social tenían un encargo casi
expreso de la Encíclica papal porque gran parte de la tarea realizada por obras sociales de la Iglesia
estaba justamente orientada a la “reforma de costumbre”.
En el caso de Río, la primera escuela católica responde también a un proceso semejante al de Sao
Paulo.
En abril de 1937, el Estado de Perú aprobó la Ley 8530, por lo cual se creaba la ESSP, la
primera Escuela de Servicio Social en Perú, esta depende del ministerio de salud pública trabajo y
previsión social.
Los años agitados que vivió Perú en la década del 30 con la reorganización de la estructura de clases, y
los gobiernos de dictadura que lo presidieron son lo que explican la creación de la Escuela de Servicio
Social del Perú. Su fundación está asociada a las peculiaridades de un bloque dominante aferrado a su
estirpe señorial e incapaz de responder a la exigencias de un periodo de creciente emergencia de los
sectores populares de la vida política del país.

L a Escuela de Servicio Social en Argentina:


En 1924, se implementó el Curso de Visitadoras de Higiene Social, dependiente de la Cátedra de
Higiene de la Facultad de Ciencias Médicas de la Uba. Abierto a mujeres que deben constituirse en
auxiliares: “ocupándose de las minucias para las cuales el médico no tiene tiempo, difundiendo las
normas de higiene y de prevención de enfermedades transmisibles, pero, además, debiendo enseñar el
orden y la economía doméstica”.
Fue el discurso médico higienista el que tematiza la pobreza en términos de enfermedad social y
activo un arsenal de tecnologías para su tratamiento, como la inspección de domicilios, el
otorgamiento de subsidios a cambio del estricto cumplimiento de las prescripciones o, la certificación
del estado de necesidad para la obtención médica gratuita. Los problemas sociales de los sectores
necesitados impulsaron naturalmente a las Visitadoras, las cuales comenzaron a traspasar el campo
estrictamente médico interviniendo en diversas actividades de asistencia social.
Es así, como siguiendo el derrotero del higienismo se encuentra el proceso de
profesionalización del Trabajo Social en Argentina.
El 7 de mayo de 1928 el Consejo Directivo del Museo aprobó el informe de los doctores
sobre la creación de la Escuela de Servicio Social. Se formalizó dentro del Museo la idea de crear dicha
Escuela, aunque la misma no llegó a materializarse hasta junio de 1930.
El 23 de junio de 1930 el Museo Social Argentino agrega a la nómina de sus actividades, la
inauguración de su primera escuela; la Escuela de servicio Social bajo la dirección del doctor Alberto
Zwanck.
En el discurso correspondiente, el Doctor Tomas Amadeo, presidente del Museo, puntualizó “los
tres fines de las Escuela de Servicio Social; fines industriales, fines de previsión y beneficencia y
fines desinteresadamente culturales”.
La Escuela otorgaba a sus graduados el título de Asistente social y recibió dos clases de alumnos;
regulares y oyentes, los cuales estaban sujetos a distintos requisitos de ingreso y exigencias
académicas, del mismo modo que abonaban por los cursos aranceles desiguales.

L a sociedad de beneficencia (SB)


Por decreto el 2 de enero de 1823 se creó la Sociedad de Beneficencia (SB), qué se gestó en el marco
de las “reformas rivadavianas”, este las cuales la diferenciación del Estado y la Iglesia fueron decisivas
a la hora de la concepción de la nueva figura institucional.
El sistema asistencial de la SB fue problematizado en una clave propicia a la funcionalización de la
asistencia respecto del mercado de trabajo: una población asistida dibujada por un conjunto de
instituciones cerrada, definida por la asociación mecánica entre inmoralidad y misera, en un mundo en
donde la moralidad y el trabajo eran vistos como instrumentos de movilidad social ascendente.

L a Fundacion Eva Peron:


Oficialmente en 1948 se crea la Fundación Eva Perón, que ya venía desenvolviéndose desde antes
como “Obra de ayuda social Doña Maria Eva Duarte de Perón”. A través de esta fundación, el
peronismo buscó alcanzar el “consenso pasivo”, la participación voluntaria que no precisan de un apoyo
activo del gobierno. Se distinguen dos formas primordiales de acción de la FEP: la ayuda social directa
y las prestaciones a través de establecimientos asistenciales. Además de la asistencia, las otras dos
áreas básicas de acción fueron la educación y la salud, esta última de tres formas: a través de las
campañas sanitarias; de la construcción de hospitales y centros de salud, y de los campeonatos
deportivos.
El poder alcanzado por la Fundación, redujo significativamente las actividades desarrolladas por la
Sociedad de Beneficencia, ya que la antes mencionada decía proporcional “ayuda social”.
Luego de la muerte de Eva, la FEP continuó sus actividades, pero en 1955 se creó el Ministerio de
Salud y Asistencia Social, y la asistencia social continuó desarrollándose en diversos ámbitos
institucionales. En octubre de 1955 el gobierno de facto promulgó el Decreto 556, estableciendo el
cierre y liquidación de bienes perteneciente a la FEP, que pasaron a integrar el Patrimonio Nacional o
de las Provincias.

E l Trabajo Social en Rosario y sus cursos.


La escuela del MSA, es el antecedente inmediato de los cursos de rosario y sus orígenes,
en la iniciativa de Luisa Benitez, directora del Liceo Nacional de Señoritas (LNS).
El 14 de abril de 1942 son inaugurados los Cursos de Asistentes Sociales, bajo la dirección de Benitez.
En sus dos primeros años de existencia, la formación profesional se desenvolvió como una actividad
del Liceo.
La creación de los Cursos de Asistentes Sociales contó con el pronto respaldo de las autoridades
provinciales y nacionales. A escasos años de su inauguración, los cursos pasaron a contar con el
reconocimiento oficial, en un primer momento de la provincia y posteriormente del Estado Nacional,
de este último obtuvieron la nacionalización de los títulos que otorgan. Los respectivos
reconocimientos se establecieron formalmente en el año 1944.
Si la experiencia de profesionalización en Argentina surge con un marcado carácter laico, tanto en el
MSA como en Rosario, no significa que los aspectos religiosos no se encuentran presentes en ningún
momento.. Aunque la profesión no es gestada en en el seno de la iglesia, su influencia se encuentra en
su discurso. La idea de vocación o de la misión que le toca cumplir a los alumnos que eligieron la
profesión es un claro ejemplo, ya qué pretende conciliar el carácter profesional con el dogma cristiano,
para que el asistente social desempeñe su profesión guiado por la moral cristiana, una conciliación entre
virtud de la caridad cristiana y un modo de ganarse la vida.
El Dr. Zwanck se refería al servicio social como: “toda obra humana tendiente al bien, hecha con el
propósito del bien mismo, sin esperar de ella ni lucro, ni honor, ni recompensa. El servicio social es obra
esencialmente de amor, basada en el segundo mandamiento -Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
D esarrollismo.

Estela Grassi:
La influencia en el desarrollismo marcó una etapa decisiva que se expresó en la introducción de
un nuevo “método”, el “Desarrollo de la Comunidad” en el cambio de nombre de la profesión.
Desde entonces, todo profesional “aggiornado” pasó a ser “trabajador social”, en lugar de
“asistente social”, nombre ideológicamente teñido de beneficencia.
Participación y desarrollo se convirtieron en los términos fundamentales con las que se expresaba el
discurso desarrollista. El primero pretendía garantizar, por un lado, el consenso que asegurara el éxito
de los planes propuestos por los técnicos; y por otro, cierta democratización, por lo menos formal, al
tener en cuenta los intereses y las características culturales de las comunidades a desarrollar, reforzará
al mismo tiempo el primero.
Pero a su vez la participación tuvo un contenido más pragmático, que se expresó en las concepciones
del “esfuerzo propio” y la “ayuda mutua”, la “autoconstrucción”, etc. Al requerirse a los sectores
interesados su participación y aporte en trabajo, se reducía el costo de los planes en lo que a este
aspecto se refiere. Bajo la fuerte crítica al asistialismo paternalista y bajo la consigna el viejo proverbio
“dadle un pez, pero enséñale a pescar”, se pretendía contrarrestar el carácter dádiva de la asistencia
tradicional, reemplazandola por el esfuerzo propio en la resolución de sus problemas, bajo la “dirección
técnica” de los “expertos”.
El viejo prejuicio de la necesidad de “educar” a los pobres, porque en la “ignorancia” está la causa de la
pobreza, se revistió de un nuevo lenguaje, se “legitimó” a través de los cientistas sociales y tomó la forma
de “obstáculos al desarrollo” que se interponen en forma de “pautas” tradicionales, que era necesario
reemplazar por una actitud abierta al cambio y al modernismo.
Habiéndose constituido la Organización y Desarrollo de la Comunidad, como el objetivo fundamental de la
labor de los trabajadores sociales y siendo ésta la orientación teórica con la que se formaron
profesionales de este período, se prueba una vez más que su labor se dirige básicamente al nivel
ideológico y que en él se realiza su función objetiva de legitimación y control.
Dos elementos caracterizaron la época: el compromiso que debía asumir el Estado con el
desarrollo nacional, al que se consideraba el resultado de la acción y el esfuerzo conjunto de la
comunidad y el gobierno; y la planificación económica, educativa, de la acción comunitaria, familiar.
FAMILIA TRADICIONAL vs. FAMILIA MODERNA: Todo el aparato estatal se dirigió a esos objetivos: las
instituciones de bienestar social, los tribunales de menores y de familia, etc. La metodología y las técnicas
variaron sustancialmente. El caso social se hizo adecuado y las técnicas de grupo y de desarrollo de la
comunidad se tornaron las herramientas más útiles para los técnicos sociales. La planificación familiar y la
paternidad responsable fueron las armas con que el modernismo enfrentó al tradicionalismo, en el ilusorio
ámbito privado. La posibilidad de modernizar a la familia, pasaba por incentivar a las mujeres al cambio,
sacarlas de los límites de lo privado y hacerlas participar del desarrollo. EL DESARROLLO DE LA
COMUNIDAD Y LOS AGENTES DE CAMBIO: La Unión Panamericana y la ONU, fueron las usinas
generadoras de planes y expertos; allí se generaban las consignas, a partir de las cuales se capacitaba a
los técnicos de base. La influencia de estos organismos fue decisiva en la formación de amplias cámaras
de trabajadores sociales latinoamericanos, a los que, por sus características profesionales y su lugar en
las instituciones, se consideró “agentes de cambio” por excelencia.
“El asistente social, por la naturaleza de su profesión, está dedicado a los principios de organización de
la comunidad y capacitado para efectuarlos. Además, está situado en uno o varios puestos que le
constituyen en un elemento estratégico para la iniciación o facilitación de esfuerzos de mejoramiento
comunal. Tiene la responsabilidad de contribuir a dichos esfuerzos con toda su capacidad”.
Caroline Ware propone para un “estudio sistemático” de una comunidad , una detallada etnografía, que
incluye desde la situación geográfica, hasta la estructura familiar, social, económica, sistema de valores,
relaciones entre los sexos, etc.. Entre las técnicas para la obtención de la información necesaria, incluye
la entrevista con líderes representativos o con personas el pueblo, la observación cuidadosa y detallada
de acuerdo a objetivos precisos y la observación principiante.
Si antes los asistentes social se habían ocupado del individuo con problemas a partir de él
llegaron a su familia, la impronta de ésta época fue llegar a la familia desde la comunidad y por lo
tanto, el trabajador social con ésta y con grupos. El aspecto asistencial es dejado de lado y
reemplazado por la “acción preventiva”, que más allá de atender los “desajustes”, buscaba evitar
los mismos a partir de motivar a la comunidad a modificar pautas y actitudes, adecuándose a los
nuevos tiempos.
El desarrollo de la comunidad requería de planificadores y ejecutores de campo. La capacitación técnica
exigida para actuar a nivel comunitario, no resultaba, entonces, incompatible con las exigencias ya
tradicionales en este profesión. Exigencias que son esencialmente compatibles con la “condición
femenina” definida socialmente y subjetivamente asumida por mujeres. Los asistentes sociales han sido
siempre cargas en los que la competencia profesional por ocuparlos, fue lo suficientemente fuerte como
para que no basten “la mística ni la vocación de servicio”, sino para los que se requiere precisamente,
vocación de éxito, prestigio y poder personal.
Para las corrientes desarrollistas del trabajo social, la capacitación técnica se tornó una exigencia
que debía estar acompañada por estos valores, pero que no podía ser reemplazada totalmente
por ellos. El cambio en los objetivo explícitos de la profesión, la jerarquización del rol profesional
y la apertura de espacios laborales atrajo varones, lo que su vez propició fuertemente desde
algunos centros de formación, sobre todo para el trabajo en áreas rurales o alejadas de los
centros urbanos.
Las exigencias técnicas y las nuevas funciones, no derivaron, sin embargo, en una sólida
formación académica.
La profesión encontró su variable de ajuste, y fue capaz de interpretar las exigencias
externas, para poder seguir cumpliendo su función objetiva en el control y la legitimación del sistema.
Noberto Alayón:
La misión de Maidagán de Ugarte:
Creado el Instituto de Servicio Social el 7/9/1959, siendo presidente Arturo Frondizi. Concluía así una
etapa iniciada inicialmente en 1957, dándose origen a un relevante centro de formación en Servicio
Social, que se constituyó en bastión profesional de la época “desarrollista”.
El gobierno argentino había solicitado en 1957, a la Administración de Asistencia
Técnica de las Nacionas Unidas una misión de asesoramiento técnico sobre la enseñanza de
Servicio Social. El 10/10/57 asume tal función la experta chilena Valentina Maigadán de Ugarte,
habiéndose encomendado el estudio, reorganización y correlación los programas de enseñanza en
las Escuelas de Servicio Social existentes en el país.
Las tareas específicas que le eran encargadas fueron las siguientes: 1. Revisar los programas de las
Escuelas de Servicio Social. 2. Promover una relación más estrecha entre las diferentes Escuelas de
Servicio Social. 3. Interpretar el Servicio Social como una profesión.
En base a ello pudo comprobar que, en general, todas las Esc. S.S. Tenían programas
de enseñanza teórica mucho más extensos que los destinados al adiestramiento práctico y se
daba mayor importancia y tiempo a las disciplinas afines del S.S. Que a las propias de la profesión.
Ella dio como recomendaciones se requería principalmente a lo siguiente:
1. Un cuerpo docente de asistentes sociales que asumieron en las Escuelas de
Servicio Social la responsabilidad de la enseñanza teórica y práctica de la profesión y un grupo de
supervisoras.
2. Los programas de estudios teóricos y de adiestramiento práctica se desarrollarán en horarios de tiempo
completo.
3. Las instituciones de bienestar social públicas o privadas aceptasen la
organización de Centros de Práctica para los alumnos de las Escuelas de Servicio Social. Señala
Maidagan de Ugarte que las denominacio nes de “Instituto de Servicio
Social” de “Trabajador social” tenían como objeto diferenciar y dar un nivel profesional a la
enseñanza que por la intensidad y duración de los estudios y prácticas, era totalmente
distinta a la que se impartía hasta ese momento. Se tuvo en cuenta tambi ñe
́ qe el título de El
Trabajador Social favorecía a los varones para que ingresaran a la carrera.
El Instituto de Bolívar:
Fue un instrumento que logró desnudar la inviabilidad de las viejas concepciones
asistencialistas.

R econceptualización.
No existe un período histórico que se denomine “reconceptualización” solo se da en el campo del
“saber”, enmarca en un espíritu general del antiimperialista, un rechazo hacia los conocimiento que
venían de Norte América.
Los conceptualizadores critican mucho a los métodos clásicos del trabajo social. Moljo:
El afán de la reconceptualización era cambiar las estructuras, acabaron por
desconocer no sólo las especificidades del Trabajo Social, sino al propio Trabajo Social; todo
era “militancia”.
Los objetivos de la carrera estaban directamente ligados a los objetivos del nuevo gobierno popular, se
trataba de la liberación de los pueblos. Así este objetivo se transforma en el objetivo del Servicio
Social, por lo cual no es para asombrarse que durante este breve período que abarca de 1973 a 1976
se haya identificado militancia con Práctica profesional.
La finalidad del Servicio Social era contribuir a la transformación de la sociedad a
través de una praxis liberadora en y desde el pueblo, en el cual el hombre se hace hacedor de
su historia. Los objetivos son: concientización, capacitación, participación, organización
popular, gestión popular, movilización popular, politización, entre otros.
En el caso de la Esc. Servicio Social de Rosario, también comenzaron a producirse los cambios dentro
del plan de estudios; que contó con una importante participación del claustro estudiantil y docente. Los
estudiantes tenían un entusiasmo transformador. Había ya
una clara identificación entre la militancia y el trabajo social.♥ Durante este proceso se contrataron
nuevos docentes en las áreas contextuales. Así, aparecían disciplinas como “Tercer Mundo”,
Investigación, Teoría de la Dependencia, entre muchas otras.
Era un momento de efervescencia, se tomaban las instituciones; en el caso de la
escuela de Servicio Social, se levantaban las aulas, se hacían asambleas too el tiempo y los bombos
retumbaban dentro de la escuela hasta que eran tomadas por un sector del peronismo.

Servio:
El surgimiento de la reconceptualización en Argentina aconteció durante el gobierno autoritario de Juan
Carlos Onganía, simultáneamente al auge del método de Organización y Desarrollo de la Comunidad del
Trabajo Social, La radicalización de la juventud se canalizó, en gran parte, en la militancia dentro de
distintos grupos, entre los cuales no estaban incluidos los partidos políticos.
Los canales de ingreso a la militancia fueron principalmente los ámbitos
universitarios y religiosos, pero también los grupos de estudio, que se formaban fuera de la universidad
y donde se estudiaba el marxismo y se revisaba la historia argentina.
La radicalización de la juventud se encauza en la participación de las fuerzas armadas.
La Iglesia Católica también daba un giro hacia la izquierda, a partir de los cambios
Institucionales Introducidos por el Papa Juan XXIII y por el Concilio Vaticano II. En América Latina, los
obispos del Tercer Mundo se declararon a favor de los pobres y manifestaron la necesidad del
compromiso activo para reformar la sociedad. En Argentina, el movimiento de sacerdotes por el Tercer
Mundo y laicos que lo acompañaban, militaron en las zonas más pobres, particularmente las villas de
emergencia, promovieron la formación de organizaciones solidarias e impulsaron reclamos y acciones
de protesta.
El peronismo atrajo a muchos jóvenes sin experiencia política previa y a corrientes
de la izquierda que pretendían ser la vanguardia de la clase obrera, ciertamente peronista.
El trabajo y las prácticas pre-profesionales de Servicio Social en el ámbito comunitario, que
durante el onganiato experimentaron su apogeo, fueron el escenario
donde estudiantes y graduados de nuestra profesión convivieron con jóvenes militantes y con
sacerdotes tercermundistas, quienes constituyeron una vía importante para que grupo profesional
comenzará a radicalizar sus posturas, descartando ciertos supuestos, incluso aquellos emanados de la
corriente desarrollista.
El contacto de nuestra profesión con la tradición marxista también fue propiciada por
los grupos de estudio que se formaban fuera de las aulas, donde el marxismo ingresaba principalmente
por medio de divulgadores. Es decir, los principales canales de la iniciación estrictamente académicos.
Si bien las Escuelas de Servicio Social fueron modificando sus planes de estudio, las fechas y
contenidos de los mismos difieren notablemente entre unas y
otras, y no podemos afirmar que las nociones en base al marxismo hayan estado presentes en la
formación profesional de todas las Escuelas de Servicio Social.
Grupo Ecro y Tradición Marxista en el Trabajo Social: Los trabajadores sociales que
escribieron en aquel momento en las publicaciones de la Editorial ECRO, accedieron de modo
acotado a la obra de Marxista.
Sin embargo, a la hora de sostener sus argumentos, en la búsqueda de nuevos fundamentos y
horizontes para la profesión, los autores de ECRO también recurrieron a obras que nacieron del
contexto latinoamericano: Pichón Riviere y Paulo Freire.
El trabajador social que optaba por el cambio, no como agente de cambio, sino como uno de los
agentes de cambio, debía centrar su esfuerzo en la desmitificación de la realidad, con el objetivo de
superar la totalidad social por otra que no siga prestando la contradicción estabilidad-cambio.
Alayón:
La significativa que tuvo el proceso de Reconceptualización en el desarrollo del
Trabajo social latinoamericano, torna imprescindible y absolutamente actual la necesidad de recuperar el
análisis del mismo, tanto en su génesis como en la influencia posterior que se Verificó en la formación y
en la práctica profesional de las y los trabajadores sociales.
Impregnó al conjunto de las ciencias sociales y también, en particular, a nuestra profesión,
se hablaba de la sociología de la liberación.
Los procesos de cambio progresivo o de retroceso en las disciplinas no son un producto meramente
endógeno de cada profesión. Se generan y se articulan con la dinámica
social y política específica que se registra en un momento histórico determinado.
Los trabajadores sociales comenzamos a identificar y reconocer el origen de la desigualdad social en
las relaciones de dominación vigentes en la sociedad, cuestionando las
propuestas de la integración al medio de los “desadaptados” o “marginados” propias de aquel
pensamiento modernizador y de las concepciones teóricas funcionalistas, propuestas provenientes de la
óptica de entender lo justo y adecuado para el modelo imperante.
El principio de causación individual era atribuido a quienes padecían de problemas sociales,
desconectando la relación existente entre el funcionamiento global de la sociedad y la presencia de los
llamados: males sociales.
Las instituciones eran y son espacios de lucha
La reconceptualización expresa con fuerza un proceso de plegamiento de los saberes y de los
poderes de una época; plegamiento que no es privativo del Trabajo Social.
Dilucidar el Movimiento de Reconceptualización será, en este sentido, y a la manera
de un caleidoscopios, reconstruir los soportes sobre los que se asienta la época histórica en la que se
inscribe.
La reconceptualización puede considerarse como una disconformidad política con el saber académico
instalado, y como una crítica negativa tanto al ejercicio profesional como a los arreglos institucionales
en que tal ejercicio tiene lugar. Disconformidad y crítica que
emergen al calor de la irrupción de nuevos discursos contestatarios, nuevos gobiernos, y de nuevos
movimientos sociales y políticos que son a la vez expresión y resultado de un tiempo de profunda y
extensa radicalización política que invita al Trabajo Social a la remoción de sus perspectivas
ideológicas, de sus fundamentos teóricos y de los senderos metodológicos hasta ese momento
transitado.
¿Cuales son las condiciones?
–Mayo francés: proclama que la universidad debía convertirse en el centro de la revolución contra el
capitalismo. Una revuelta revolucionaria de sujetos no necesariamente sometidos a la explotación
económica, sino fundamentalmente a la enseñanza.
– La autodefinición del marxismo como socialismo científico por oposición al
socialismo utópico: La reconceptualización en Argentina es tributaria de esta tendencia del pensamiento,
aun cuando para Marx la verdad o la falsedad de una teoría de la sociedad no pueden deducirse del
grado en que se ligue a ciertos intereses.
– La teoría de la dependencia: Impugnación al optimismo propio del desarrollismo, la teoría de la
dependencia tiene una profunda influencia en la arena social y política en general,
y en la vida académica en particular. Es la dominación imperialista la que impide el desarrollo
de los países del Tercer Mundo.
En síntesis,el movimiento de Reconceptualización tiene como condiciones de
existencia y de posibilidad de su discurso a una década rica en teorías y corrientes críticas,
constatamos, de pretensiones revolucionarias que atravesaron no solo a la práctica política, sino
también a la vida científica y cultural.
La Reconceptualización en Argentina: En el seno de nuestra profesión, la toma de la palabra estuvo a
cargo de la Generación del 65 y del Grupo ECRO, de trayectorias y composición heterogéneas, en un
campo ya convulsionado tanto por el optimismo de la perspectiva desarrollista como por las feroces
advertencias anticomunistas realizadas por algunas voces provenientes del sector conservador de la
profesión.
La reconceptualización asume a pleno la lucha por otorgar un sentido y una
direccionalidad al trabajo social.
Existían dos concepciones teóricas importantes:
–Concepción de sujeto significado desde la ideología de la transparencia → supone
que a mayor explotación, mayor conciencia; y supone que lo real se ve directamente, y el
conocimiento científico es garantía de una práctica transformadora.
–Concepción materialista mecanicista de la historia → hace de la dialéctica un sinonimo de
contradicción.
–Concepción instrumentalista del Estado → herramien perpetuamente controlada por la clase
dominante.
– Una identificación entre los procesos de la práctica social y su devenir histórico y los
objetivos profesionales del trabajo social → transformación social.

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