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Dios es SOBERANO

Introducción.-

La palabra está llena de promesas de Dios para muestras vidas. Vemos pasajes en donde Dios promete prosperidad,
abundancia, salud, bienestar y bendición. Creemos y confesamos la palabra, Sin embargo cuando las cosas no son
como esperábamos, cuando ocurren imprevistos, una enfermedad inesperada, un accidente, la pérdida de un ser
querido o una crisis económica difícil pensaremos que Dios se olvidó de nosotros, que mintió y reclamaremos esas
promesas como si Dios nos hubiera traicionado y fallado.

Debemos entender que nosotros no dominamos a Dios, nosotros no podemos decirle que hacer o que no hacer,
porque él es Dios!!!! Si no comprendemos sobre su soberanía, que sus planes y designios eternos están por encima
de nuestra pequeña interpretación de las cosas, viviremos con fe hasta que algo que no concuerda nuestros planes
nos haga sentir frustrados.

Hacemos una cadena de oración por un ser querido y damos gracias a Dios si se sana, pero si la persona se muere,
¿será que Dios no nos escuchó? ¿Nos falló? ¿Dejó morir a nuestro familiar? Bajo esta apreciación diríamos que Dios
es Dios todopoderoso solo cuando hace lo que nosotros queremos, pero Dios decide de acuerdo a su eterna
voluntad y soberanía.

Dios es soberano

¿Qué es ser soberano? La palabra soberano significa autoridad, señor, rey, monarca, excelente, majestuoso,
magnificente, opulento, espléndido, dueño absoluto.

La soberanía de Dios está representada por la decisión que él toma de poner su santa y perfecta voluntad o
potestad. El padre eterno, el altísimo, nuestro Señor del Cielo y de la tierra, tiene todo el poder, es un poder que es
ilimitado para hacer lo que él crea conveniente. Él siendo un ser independiente, puede hacer lo que le place. Nadie
tiene la autoridad para impedirlo, nadie puede obstaculizarlo. Dios tiene todo tan planeado, que por eso ya está
escrito el apocalipsis, ya está como termina la historia final y nada escapará de sus propósitos.

Leer los siguientes pasajes sobre la soberanía de Dios: (Salmos 135:3,6 – Isaías 46:10; 43:13; 45:9-13 – Daniel 4:35 –
1º Crónicas 29:11 – Apocalipsis 4:11 –

El caso de Job

Uno de los libros más antiguos de la Biblia es el libro de Job, este es uno de los llamados libros poéticos debido a su
estilo literario. El libro de Job narra la historia de un hombre justo, prospero que amaba a Dios, pero Satanás se
presenta delante de Dios para decirle que Job realmente no lo amaba, que era lógico que lo obedecía solo porque
Dios lo había prosperado, pero que si le quitaba todo, seguramente Job los maldeciría. Comenzamos a ver la
soberanía de Dios desde un principio, recuerden que si él es soberano, nada se escapa de su voluntad, Dios permite
que satanás le quite todo e incluso una enfermedad en su cuerpo, pero no tenía permiso de tocar su vida.

Luego de varios capítulos en donde sus amigos y el mismo Job tratan de darle explicación o buscar un porque a su
desgracia, en el capítulo 38 aparece Dios mismo en un torbellino a preguntarle ciertas cosas a Job y demostrar así la
ignorancia del ser humano ante la grandeza de Dios. Termina el libro con una prosperidad mayor en la vida de Job,
pero no solo material sino con una revelación de la soberanía eterna de Dios: Job 42:1-6

El ejemplo de Jesús

Jesús es nuestro ejemplo máximo y vemos como oraba siempre pidiendo la voluntad del padre (Mateo 6:9,10; Lucas
22:42) Es mas todo lo que Jesús hacía o decía era de acuerdo a la voluntad del Padre (Juan 5:19; 12:49)
A veces olvidamos esa soberanía de Dios y quisiéramos que las circunstancias de la vida sean como nosotros
queremos, pero esa sería nuestra voluntad y no la suya.

Nosotros somos hijos de Dios, desde que recibimos a Jesús él nos da el derecho legal de ser hijos de Dios (Juan 1:12)
Por lo tanto debemos orar, creer pero por sobre todo confiar en la soberanía y el buen juicio de nuestro padre, aun
cuando las cosas no sean como nosotros las queremos, sabiendo que él lo hace para nuestro bien.

El mejor ejemplo creo que es la relación de padre a hijos en lo natural. Si mi hijo Eliezer me pidiera las llaves del auto
para ir a dar una vuelta, no puedo dárselas, porque no tiene la edad suficiente ni carnet de conducir. Él puede llorar
y creer que soy un padre malo, pero en realidad estoy cuidándolo. Nuestros hijos quisieran todo el día mirar TV, no ir
a la escuela y comer solo golosinas, si dejáramos que ellos hicieran lo que quieren, estaríamos siendo unos pésimos
padres, por eso nosotros debemos enseñarles cuales son las reglas básicas de orden, responsabilidad y normas de
vida. Nuestros hijos no comprenden muchas de nuestras decisiones, porque nosotros como adultos pensamos en
muchos aspectos y tenemos una vista más amplia.

Siempre damos gracias a Dios cuando el responde nuestro pedido de oración, y hasta contamos el testimonio. Pero
lo hacemos siempre que él contesta con un SI, pero a veces Dios contesta con un NO o con un AUN NO ES EL
TIEMPO, y nosotros pensamos que hay algo mal, que Dios se equivocó, no me escuchó o no estuvo cuando lo
necesité. Como padres muchas veces diremos no a nuestros hijos y es porque los amamos, ellos a veces no
comprenden porque decimos que NO, o porque tomamos ciertas decisiones, pero deben confiar que los amamos y
es para su bien.

De la misma manera el padre celestial tiene una vista mucho más amplia, el conoce el cuadro completo, él tiene una
mirada eterna de nuestras vidas, y todas las cosas que sucedan, sean malas o buenas en nuestras vidas, debemos
confiar que tienen que ver con lo mejor para nosotros, eso es lo que expresa el apóstol Pablo (Romanos 8:28-39)

Confiemos en Dios

Sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6), y confianza es poner toda nuestra fe en que Dios, nuestro padre
tiene cuidado de nosotros. El problema es que a nosotros nos gusta tener el control de todo, pero cuando perdemos
ese control, se nos mueve el piso y nos llenamos de ansiedad y temor. Jesús dijo que nos afanemos por el día de
mañana y que si él tiene cuidado de las aves, ¿acaso no valemos más nosotros? (Mateo 6:25-34) Quizás en estas
ocasiones en cuando más es probada nuestra fe en Dios.

1 Pedro 5:6,7 - Salmos 23 – Isaías 43:1,2 -

Conclusión.-

Hoy estamos en este tiempo de pandemia, ¿será que se le escapó de las manos a Dios esta situación? Para nada
todas las cosas serán para su plan eterno y su divino propósito.

Si estás pasando por un momento difícil o no entiendes porque Dios no respondió tu oración, tal vez si lo hizo, solo
que no dijo SI…el te ama, sabe que es lo mejor para tu vida, si confiamos en el, podemos estar seguros que su
voluntad es lo mejor para nosotros porque él si conoce el fin de la historia….y es gloriosa!!!

Tomemos un tiempo para de dar gracias a Dios, confiar en su soberanía y que él cuidará de sus hijos amados.

Abrazo grande

Pr Damián Delari

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