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GLOMERULONEFRITIS CRÓNICAS

María Ramos Cebrián(1), Alejandro Zarauza Santoveña(2)

Servicio de Nefrología Pediátrica. Hospital infantil San Joan de Déu. Barcelona.


(1)

(2)
Servicio de Nefrología Pediátrica. Hospital Infantil Universitario La Paz. Madrid.

Ramos Cebrián M, Zarauza Santoveña A. Glomerulonefritis crónicas.


Protoc diagn ter pediatr. 2014;1:315-32.

RESUMEN

• Las glomerulopatías crónicas son un grupo heterogéneo de cuadros anatomoclínicos de


pronóstico muy diverso. Suelen tener origen inmunológico y pueden ser primarias o secun-
darias a enfermedades sistémicas (infecciones, autoinumunidad…).
• En la evaluación de un niño con patología glomerular crónica es fundamental la toma de la
presión arterial, el análisis del sedimento urinario, la cuantificación de la proteinuria y la
estimación del FG.
• La biopsia renal es un método diagnóstico fundamental en muchos casos, aunque hay cua-
dros en los que no es necesaria, al menos inicialmente (síndrome nefrótico corticosensible,
síndrome nefrítico autolimitado, microhematuria aislada sin otros datos de alteración glo-
merular…). Para un correcto diagnóstico se precisa un número adecuado de glomérulos, y
estudiar microscopía óptica, electrónica e inmunofluorescencia.
• La nefropatía IgA es la glomerulonefritis primaria más frecuente. La forma clínica de pre-
sentación más frecuente es la hematuria recurrente con o sin proteinuria.
• La glomeruloesclerosis focal y segmentaria se manifiesta en el niño, en la mayoría de los
casos, como síndrome nefrótico corticorresistente. A pesar de los diferente tratamiento
inmunosupresores su pronóstico en malo evolucionando a la insuficiencia renal terminal
en la mayoría de los pacientes.
• La nefropatía membranosa es rara en la edad pediátrica, y más frecuentemente asociada a
infecciones o enfermedades autoinmunes. Clínicamente se presenta con proteinuria (con
o sin síndrome nefrótico) con alta incidencia de remisiones espontáneas.
• La glomerulonefritis membranoproliferativa es poco frecuente en nuestro medio. Cuadro
clínico similar a otras glomerulopatías pero asocia hipocomplementemia persistente. La
evolución a largo plazo es hacia la IRT, con alta probabilidad de recidiva tras trasplante.
• La GNRP constituye el estadio más agresivo de lesión glomerular, pudiendo ser la evolución
de cualquier glomerulopatía primaria o secundaria. La clínica es extremadamente grave y
evoluciona en poco tiempo a la IRT, recomendándose diagnóstico y tratamiento precoz.

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Protocolos • Glomerulonefritis crónicas

1. INTRODUCCIÓN Tabla 1. Indicaciones generales de biopsia renal en


niños con sospecha de enfermedad glomerular
El término glomerulonefritis (GN) comprende • P roteinuria moderada-nefrótica persistente
•H  ematuria microscópica/macroscópica recidivante
un amplio abanico de entidades anatomoclí-
asociada a:
nicas que afectan fundamentalmente al glo- – I ncidencia familiar
mérulo renal. La lesión glomerular se produce – P roteinuria significativa
–H  TA/deterioro del FG
en la mayoría de las ocasiones por un meca-
• I nsuficiencia renal aguda progresiva (sospecha GNRP)
nismo inmunológico y puede obedecer a en- • S índrome nefrótico corticorresistente y síndrome nefrótico
fermedades renales específicas (GN primarias) del primer año de vida
o ser secundaria a enfermedades sistémicas. • S ospecha de enfermedad sistémica (lupus eritematoso,
vasculitis…)
• S índrome nefrítico agudo de evolución atípica (no
El cuadro clínico de las GN es igualmente am- recuperación del FG o no normalización del complemento
plio, desde mínimas alteraciones del sedimen- en 4-6 semanas)
FG: filtrado glomerular; GNRP: glomerulonefritis rápidamente
to urinario (hematuria, proteinuria) a síndro-
progresiva; HTA: hipertensión arterial.
me nefrótico y síndrome nefrítico.

La evaluación del niño con sospecha de enfer- Para un buen rendimiento diagnóstico de la
medad glomerular debe incluir el examen del biopsia, es preciso que la muestra contenga
sedimento urinario; la determinación de la un número adecuado de glomérulos (mínimo
proteinuria y/o albuminuria de forma cuanti- 5-7) y procesarlas para microscopía óptica
tativa, bien en orina de 24 horas o mediante la (MO), electrónica (ME) e inmunofluorescen-
determinación del cociente proteína : creatini- cia (IF).
na, albúmina : creatinina en un muestra aisla-
da de orina (preferentemente la primera orina El pronóstico a largo plazo es muy variable,
de la mañana); la presencia de hipertensión desde afecciones benignas con mínimas alte-
arterial (HTA) y la estimación del filtrado glo- raciones a patología glomerular grave con pro-
merular (FG). En función de la sospecha clíni- gresión a enfermedad renal crónica (ERC). En
ca, será preciso realizar estudios etiológicos general, la cuantía de la proteinuria, la presen-
específicos (microbiológicos, inmunológicos…) cia de HTA o el deterioro del FG son signos clí-
para determinar un origen idiopático o secun- nicos de mal pronóstico. De la misma manera,
dario de la enfermedad. algunos datos histológicos pueden ayudar a
orientar el pronóstico.
La biopsia renal es el procedimiento funda-
mental para el diagnóstico de la enfermedad El objetivo del tratamiento de estos pacientes
glomerular. Se trata de una prueba invasiva, es evitar la progresión hacia la enfermedad
por lo que es importante sopesar riesgos y be- renal crónica (ERC). Incluirá una combinación
neficios e indicarla cuando la intensidad de los de medidas generales (seguimiento y control
síntomas sugiera que el resultado histológico de la presión arterial y factores de riesgo car-
puede ofrecer información relevante sobre el diovascular), control de la proteinuria con inhi-
pronóstico y guiar el tratamiento. Las indica- bidores de la enzima conversora de la angio-
ciones generales se resumen en la Tabla 1. tensina y/o antagonistas del receptor de

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angiotensina II y tratamiento inmunomodula- 2.1. Clínica


dor/inmunosupresor en función de la patolo-
gía concreta. La nefropatía IgA tiene varias formas de presen-
tación clínica, desde mínimas alteraciones uri-
narias asintomáticas hasta daño renal agudo.
2. NEFROPATÍA IgA
La forma de presentación más frecuente (60-
La nefropatía IgA (GNIgA) es la glomerulone- 80%) es la hematuria macroscópica recurren-
fritis primaria más frecuente y la principal te. Episodios de hematuria macroscópica in-
causa de enfermedad renal crónica secundaria dolora, de color pardo, como té cargado (a
a patología glomerular primaria en pacientes diferencia de la hematuria procedente de vías
de todas las edades. Se caracteriza anatomo- urinarias que es de color rojo vivo) que aparece
patológicamente por un depósito difuso y ge- de forma simultanea o 2-3 días después de
neralizado de IgA en el mesangio glomerular. una infección de vías respiratorias superiores.
En biopsias renales en niños es la segunda La presión arterial puede ser normal o elevada.
causa de enfermedad renal después de la ne- El cuadro clínico cede espontáneamente en
fropatía por cambios mínimos. El 80% de los menos de una semana. Estos episodios se re-
casos se diagnostican entre los 15 y los 65 piten con frecuencia en los primeros años de
años, y un 10% en menores de 15 años. la enfermedad y posteriormente la frecuencia
es irregular. En los intervalos asintomáticos,
Aunque clásicamente esta nefropatía se ha puede existir microhematuria y proteinuria
asociado a un curso benigno, la progresión a moderada.
enfermedad renal terminal en adultos ocurre
en el 15-40% de los casos tras 20-25 años de La segunda forma de presentación (26% de los
diagnóstico. En niños, menos del 1% desarro- casos) es la microhematuria con o sin protei-
lla insuficiencia renal a los diez años de evolu- nuria. Normalmente se diagnostica de forma
ción y hasta un 7% tienen remisiones espon- incidental en un examen rutinario de orina.
táneas. Alrededor de un 20-30% de estos casos tienen
episodios de hematuria macroscópica a lo lar-
La patogenia de la enfermedad es desconoci- go de su evolución.
da, pero se piensa que está en relación con la
producción de una molécula de IgA1 con de- El síndrome nefrítico agudo se presenta en al-
fectos de glucosilación (IgA1gal). rededor del 10% de los casos, indistinguibles
de las formas de GN postinfecciosa aguda ex-
Aunque la nefropatía IgA se considera una en- cepto por el periodo de latencia entre el proce-
fermedad esporádica, la presencia de la mis- so infeccioso que precede a las manifestacio-
ma en varios miembros de la familia sugiere nes clínicas que es más corto en la GNIgA. Un
una predisposición genética independiente de 10% de los casos debutan como síndrome ne-
factores ambientales. frótico. Alrededor de un 8% presentan daño
renal agudo o rápidamente progresivo con
oliguria, edemas o HTA con alteraciones histo-

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lógicas de proliferación extracapilar en más El tratamiento debe individualizarse depen-


del 50% de los glomérulos. diendo de los factores de riesgo. En estos pa-
cientes se monitorizaran la proteinuria, fun-
2.2. Abordaje diagnóstico ción renal, y HTA, dado que no hay marcadores
inmunológicos específicos para el seguimien-
El diagnóstico de sospecha se basa en la clínica to de la enfermedad.
y los hallazgos analíticos, pero el diagnóstico
de confirmación se establece con la biopsia Estudios observacionales, realizados en niños,
renal. A pesar de ello, la biopsia renal no está muestran una relación entre el nivel de protei-
indicada, a no ser que se asocie proteinuria nuria y la evolución de la enfermedad, sugi-
moderada persistente o insuficiencia renal. riendo un buen control de la enfermedad
cuando la proteinuria es menor de 0,5 g/
En el estudio con MO existe una proliferación día/1,73 m2. Marcadores de mal pronóstico
de células mesangiales con expansión de la son la HTA, la disminución del FG al inicio de la
matriz mesangial. Estas lesiones pueden mos- enfermedad y las alteraciones histológicas de
trar una distribución focal y segmentaria o di- proliferación extracapilar, junto con fibrosis
fusa. En ocasiones hay proliferación extracapi- intersticial y atrofia tubular.
lar. Con IM directa se evidencian los depósitos
de IgA granular en el mesangio, predominan- No todos los pacientes precisan el mismo tra-
temente IgA polimérica de subclase IgA1, pue- tamiento y va a depender de los factores de
de haber depósitos de IgG, Ig M y complemen- riesgo clínicos e histológicos expuestos previa-
to C3 de menor intensidad. En casos graves se mente.
puede observar proliferación celular extraca-
pilar con semilunas con afectación tubuloin- En los casos en los que no hay HTA, la función
tersticial y vascular. renal es normal, la proteinuria es leve y no hay
datos de cronicidad en la biopsia, no hay que
Analíticamente, los valores de IgA están eleva- dar ningún tratamiento farmacológico.
dos de forma mantenida pero inespecífica en
un 30-50% de los casos. Los valores de comple- • Se recomienda tratamiento con antipro-
mento (C3, C4) pueden estar normales o dis- teinúricos, IECA o ARA-II, en pacientes con
cretamente elevados. proteinuria persistente moderada (>0,5 g/
día/1,73 m2) con función renal normal, y
2.3. Tratamiento hallazgos histológicos leves o moderados
en biopsia. No está indicado el uso de in-
El objetivo del tratamiento va dirigido a la des- munosupresores en estos casos.
aparición de los depósitos mesangiales de IgA,
la mejoría de la histología, la remisión clínica • Los corticoides están indicados en pacien-
de hipertensión, proteinuria y hematuria, así tes con actividad clínica, como es hema-
como a enlentecer la progresión de la enfer- turia con proteinuria mayor de 1 g/
medad renal crónica. día/1,73 m2 a pesar de tratamiento ópti-
mo antiproteinúrico, así como en pacien-

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tes con hematuria y función renal altera- 2.4. Púrpura de Schönlein-Henoch


da (con FG >50 ml/mit/1,73 m2) o
cambios en la biopsia renal como prolife- La púrpura de Schönlein-Henoch (PSH) es una
ración o esclerosis glomerular. En pacien- enfermedad sistémica que a nivel histológico
tes con enfermedad renal crónica grave y renal es superponible a la nefropatía IgA, lo
datos de cronicidad como atrofia tubular que sugiere que ambas patologías tienen una
o fibrosis no estaría indicado su uso. patogenia similar. Es la vasculitis sistémica
más común en la infancia, el 90% de los casos
• Una pauta sería utilizar prednisona 1 mg/ ocurre en edad pediátrica.
kg/día durante dos meses seguido de re-
ducciones mensuales de 0,2 mg/kg/día Se caracteriza por las siguientes manifestacio-
durante los cuatro meses posteriores. nes clínicas:

• Micofenolato mofetil. Dado sus escasos • Afectación de la piel en forma de púrpura,


efectos secundarios y su beneficio obser- simétrica y de predominio en los miem-
vado en algunos pacientes asiáticos, se bros inferiores.
podría valorar su utilización en pacientes
seleccionados, pero no es un tratamiento • Afectación articular en forma de artral-
de primera línea. gias y artritis predominantemente en ro-
dillas y tobillos.
• Anticalcineurínicos. A pesar de que pue-
den reducir la proteinuria, no está indica- • Afectación digestiva: dolor abdominal
do su uso, debido a la nefrotoxicidad. que puede acompañarse de hemorragia
digestiva. Complicaciones poco frecuen-
• En los pacientes en los que la Nefropatía tes son la invaginación, la perforación, la
IgA evoluciona como una GMN rápida- pancreatitis.
mente progresiva con formación de se-
milunas en más de un 50% de los glomé- • Afectación renal en el 30-50% de los ca-
rulos, se recomienda el uso de corticoides sos. La hematuria macro- o microscópica
y ciclofosfamida como si se tratara de una en la manifestación más frecuente, aso-
vasculitis ANCA positiva. ciada o no a proteinuria, en el 79% de los
casos. Solo el 21% de los que tienen afec-
• Amigdalectomía: no debe realizarse ruti- tación renal desarrollarán síndrome ne-
nariamente por no existir evidencia de frótico o nefrítico. Las manifestaciones
beneficio. renales en el 80% de los casos aparecen
durante las primeras cuatro semanas,
• Aceite de pescado (omega 3), antioxidan- aunque pueden preceder al resto de las
tes (vitamina E): no se ha demostrado un manifestaciones extrarrenales. Solo del 1
efecto beneficioso claro con ninguno de al 3% progresarán a la insuficiencia renal
ellos. terminal.

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En anatomía patológica, la nefritis secundaria Se aconseja tratamiento antiproteinúrico con


a la PSH se caracteriza por la presencia de le- IECA o ARA-II en formas clínicas con persisten-
sión mesangial con diferentes grados de hiper- te proteinuria >0,5-1 g/día/1,73 m2.
celularidad mesangial aislada hasta una glo-
merulonefritis con presencia de semilunas y es En aquellos pacientes en los que persiste la
indistinguible de la encontrada en la GNIgA. proteinuria >1 g/día/1,73 m2 y que presentan
un filtrado glomerular mayor de 50 ml/
El pronóstico en estos niños es en general bue- min/1,73 m2 tras tratamiento con IECA o ARA-
no en ausencia de enfermedad renal. II se aconseja tratamiento como la nefropatía
IgA con tratamiento esteroideo. No existen
La gravedad de la enfermedad va asociada a datos de cuándo debe comenzarse el trata-
la existencia de proteinuria con síndrome ne- miento esteroideo ni durante cuánto tiempo
frótico e insuficiencia renal y que se corres- se debe administrar el tratamiento con IECA o
ponde con las lesiones histológicas en biop- ARA-II. El pronóstico de estos pacientes es
sia renal de hipercelularidad endocapilar y bueno a largo plazo.
semilunas en más del 50% de los glomérulos.
(Clase IV y V de la Clasificacion anatomopato- Hay pocos datos del tratamiento inmnosupre-
lógica ISKDC). sor y no está clara su eficacia en la nefropatía
por PSH. Debe considerarse en aquellos pacien-
Tratamiento tes con proteinuria, disminución del filtrado glo-
merular y con alteraciones graves en la biopsia
El tratamiento de la PSH es sintomático, con (semilunas epiteliales). En ellos pueden estar
reposo relativo durante el brote, hidratación y indicados tratamientos con metilprednisolona
analgésicos. Se recomienda la utilización de IV, ciclofosfamida u otros inmunosupresores
antiinflamatorios no esteroideos (AINE) si hay tras la realización de biopsia renal.
dolor articular y/o abdominal.
Normalmente el seguimiento es ambulatorio,
No hay evidencia de que un inicio temprano aunque existen unos criterios de hospitaliza-
de tratamiento con corticoides se asocie a dis- ción: dolor abdominal grave, hemorragia del
minución del riesgo de desarrollar enferme- tracto gastrointestinal, dolor articular invali-
dad renal ni reducción del riesgo de invagina- dante, alteración neurológica, incapacidad de
ción, por lo que su uso no está indicado asegurar la hidratación oral, insuficiencia re-
inicialmente y se reservaría para los casos con nal, hipertensión y síndrome nefrótico.
dolor abdominal grave o que no responde a
AINE. El pronóstico en estos niños es en general bue-
no en ausencia de enfermedad renal.
Al igual que en la nefropatía IgA, el tratamien-
to de la afectación renal está dirigido a dismi- Si bien en la gran mayoría de los pacientes con
nución de la proteinuria para disminuir la pro- afectación renal esta aparece en el primer
gresión de la enfermedad renal. mes, dado que dichas alteraciones pueden
presentarse hasta seis meses después del pri-

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mer brote, se recomienda controlar la evolu- nia, obesidad, disminución nefronal en


ción con sedimentos de orina para seguimien- riñón en prematuros o en pacientes con
to de hematuria/proteinuria, no siendo retraso de crecimiento intrauterino…),
preciso prolongarla durante más tiempo en el asociada a infecciones (VIH, parvovirus
caso de no aparecer alteraciones, dado que el B19, VHC), drogas (heroína, interferón, li-
97% de los pacientes con afectación renal la tio…), enfermedades hereditarias, neo-
presentan en este periodo. plasias y otras glomerulopatias (LES, GNI-
gA, vasculitis, diabetes, GN membranosa,
nefroangiosclerosis), y formas heredita-
3. G
 LOMERULOESCLEROSIS SEGMENTARIA rias en relación con trastornos genéticos
Y FOCAL (nefrina, podocina, ACTN4, TRPC6, WT1,
CD2AP). Habitualmente, las formas que
Es una entidad clínico-patológica, primaria o tienen un patrón de herencia autosómica
secundaria, que responde a diversas etiologías recesiva (nefrina, podocina, CD2AP, fosfo-
y mecanismos patogénicos, pero con una le- lipasa C épsilon) tienen un inicio en la
sión histológica común: la afectación como edad pediátrica y las AD (LMX1β, ACTN4,
esclerosis del glomérulo de forma focal (por- TRPC6, INF2) en el adolescente y adulto
centaje variable de glomérulos) y segmentaria joven.
(una parte del glomérulo).
3.1. Anatomía patológica
Es la lesión más frecuente en el síndrome ne-
frótico en el adulto (35%). En el niño se en- La clasificación histopatológica de la GEFS in-
cuentra en un 7-15% de los casos de síndrome cluye la forma clásica y las variedades colap-
nefrótico. Un 30-60% de los pacientes progre- santes, del segmento apical (“tip lesión”), pe-
san inexorablemente a la ERC en los 5-10 años rihiliar y celular. Es importante señalar que no
tras el diagnóstico. Tienen una recurrencia del existe acuerdo sobre si estas variedades repre-
20-25% tras el trasplante renal. sentan o no formas de evolución de la misma
enfermedad.
Se clasifican en:
3.2. Clínica
• Primaria o idiopática, que frecuentemen-
te se presenta con síndrome nefrótico. Las formas primarias tienen similitudes histo-
lógicas y clínicas con la GN por cambios míni-
• Secundaria, que se asocia con proteinuria mos. En la mayoría de los casos presentan sín-
no nefrótica y con cierto grado de insufi- drome nefrótico (90%) que no responde a
ciencia renal. Se incluyen las formas aso- tratamiento con esteroides y puede acompa-
ciadas a reducción de la masa renal fun- ñarse de hematuria (50%), HTA (25-50%) e in-
cionante. Esta categoría representa una suficiencia renal (25-50% de los casos). Las
respuesta adaptativa a la hipertrofia glo- formas secundarias cursan con proteinuria en
merular o hiperfiltración (nefropatía por rango no nefrótico y suelen evolucionar más
reflujo, displasia renal, oligomeganefro- lentamente a insuficiencia renal.

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3.3. Abordaje diagnóstico 3.5. Pronóstico

Se sospechará en niños con síndrome nefróti- La eficacia del tratamiento varía en función de
co corticorresistente. La biopsia renal nos dará la historia natural de la enfermedad. Las for-
el diagnóstico de confirmación. mas primarias y las genéticas suelen evolucio-
nar progresivamente a ERC. Los casos con pro-
3.4. Tratamiento teinuria no nefrótica tienen un curso más
favorable, con una preservación de la función
El tratamiento en las formas secundarias es el renal del 85% en diez años. Si el debut es en
tratamiento de la enfermedad de base y la in- forma de proteinuria masiva, la probabilidad
munosupresión no suele estar indicada. de ERC a los diez años es del 50%. Se estima
que el porcentaje de remisión en las formas
Incluye las medidas generales del tratamiento que debutan con síndrome nefrótico es menor
de las glomerulonefritis con IECA y ARA-II para al 10%. Un mejor pronóstico en estas formas
reducir la proteinuria y enlentecer la progre- lo marcarían la normalidad de la función renal
sión de la ERC, y el tratamiento de la HTA. y una proteinuria no nefrótica al comienzo.

En las formas primarias, la forma de presenta-


ción más frecuente es el síndrome nefrótico, 4. NEFROPATÍA MEMBRANOSA
por lo que habitualmente se inicia el trata-
miento con esteroides sin practicar biopsia La nefropatía membranosa (NM), principal
renal. Con este tratamiento, se consiguen re- causa de síndrome nefrótico en adultos, es
misiones entre el 20 y el 25% según las series. una entidad infrecuente en la edad pediátrica.
En los pacientes corticorresistentes en los que Constituye menos del 5% del total de biopsias
tras la realización de biopsia renal se establece renales en la mayoría de las series pediátricas,
el diagnostico de GEFS, se han utilizado múlti- siendo responsable del 1,5-2,5% de los síndro-
ples opciones terapéuticas con inmunosupre- mes nefróticos infantiles (hasta el 4-5% de los
sores y esteroides. síndromes nefróticos corticorresistentes).

No existen tratamientos específicos que ha- La etiopatogenia de la enfermedad es de ori-


yan demostrado una eficacia probada en esta gen inmunológico, caracterizada por la pre-
entidad. Se han utilizado glucocorticoides, de sencia de depósitos subepiteliales de inmuno-
forma más prolongada de la que emplearía- complejos, presumiblemente formados in situ
mos en el SN por cambios mínimos, asociados por la reactividad de anticuerpos circulantes
o no a ciclofosfamida o clorambucil. La ciclos- frente a antígenos expresados por el podocito.
porina es el inmunosupresor usado más fre- Recientemente ha habido importantes avan-
cuentemente. Tacrolimus, micofenolato, ces al identificarse alguno de los autoantíge-
ACTH, galactosa a altas dosis y rituximab, nos podocitarios implicados en la NM idiopá-
también han sido empleados en varias series, tica, como el receptor de la fosfolipasa A2
con resultados variables. (PLA2R). Se hallan anticuerpos frente a la
PLA2R hasta en el 70-75% de las NM idiopáti-

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cas en adultos. Su correlación en niños, esca- revela la presencia de depósitos subepiteliales


samente estudiada aún, parece ser mucho electro densos y con IF se observa un patrón
menor. Se han identificado algunos aloantíge- granular fino con reactividad frente a IgG y C3.
nos relacionados con casos excepcionales de Los datos de afectación tubulointersticial
NM neonatal (anticuerpos maternos frente a (atrofia tubular, fibrosis intersticial) indican
la endopeptidasa neutra fetal que pasan la ba- cronicidad y mal pronóstico.
rrera placentaria) o en los primeros meses de
vida (anticuerpos frente a la albúmina sérica La presencia de depósitos subendoteliales y
bovina). Esta respuesta inmunológica puede mesangiales, y la positividad en la inmu-
ser desencadenada por diferentes estímulos. nofluorescencia para otras inmunoglobulinas
o C1q son altamente sugestivas de NM secun-
Mientras en el adulto la mayoría de las NM daria (especialmente nefritis lúpica).
son idiopáticas, en la infancia predominan las
formas secundarias (35-75% según series y 4.2. Cuadro clínico
áreas geográficas), destacando la relación con
la infección por el virus de hepatitis B (VHB) en La presentación clínica más habitual (40-70%
áreas endémicas (Tabla 2). de los casos) es el síndrome nefrótico. Un 15-
40% de los casos presentan proteinuria asinto-
4.1. Anatomía patológica mática. La microhematuria es frecuente y la
HTA al comienzo de la enfermedad es rara. El
El dato histológico fundamental es la presen- FG es normal al inicio del cuadro.
cia de depósitos múltiples, granulares finos, a
nivel subepitelial. En MO estos depósitos pue- El pronóstico de la NM es muy variable, siendo
den ser evidenciados por tinción con tricrómi- en adultos similar la proporción de pacientes
co de Masson o por la aparición de proyeccio- que alcanzan la remisión completa de los que
nes espiculares de la membrana basal presentan proteinuria persistente o de los que
glomerular (spikes) con tinción de plata. La ME desarrollan ERC. En niños la evolución parece

Tabla 2. Etiología de la nefropatía membranosa


NM primaria NM secundaria
Asociada a anticuerpos antiRreceptor de Infecciones: hepatitis B y C, sífilis congénita, malaria, VIH, TBC, virus de Epstein-
fosfolipasa A2 Barr
Asociada a anticuerpos antialbúmina sérica Enfermedades sistémicas: LES, AR, síndrome de Sjögren, tiroiditis autoinmune
bovina
NM neonatal aloinmune por anticuerpos frente Fármacos: penicilamina, sales de oro, AINE
a la endopeptidasa neutra
Otros: neoplasias, sarcoidosis, trasplante de progenitores hematopoyéticos,
NM postrasplante renal, NM asociada a nefritis intersticial y anticuerpos
antimembrana basal tubular…
AINE: antiinflamatorios no esteroideos; AR: artritis reumatoide; LES: lupus eritematoso sistémico; NM: nefropatía membranosa;
TBC: tuberculosis; VIH: virus de la inmunodeficiencia humana.

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ser mejor, con altas cifras de remisión comple- • Los pacientes asintomáticos con protei-
ta (50-75%), y escasa evolución a la ERC. nuria no nefrótica y FG normal, dado el
alto porcentaje de remisiones espontá-
Los factores de mal pronóstico identificados neas y la baja incidencia de ERC, se reco-
en adultos incluyen la HTA, la cuantía de la mienda tratamiento conservador, con
proteinuria o la alteración del FG al diagnósti- antiproteinuricos IECA o ARA-II.
co, datos que no han sido claramente corrobo-
rados en series pediátricas. La presencia de • Los pacientes con síndrome nefrótico y/o
datos de cronicidad en la biopsia (esclerosis alteración del FG, además de las medidas
glomerular, daño tubulointersticial) sí parece expuestas en el apartado anterior, se re-
conferir un mal pronóstico a cualquier edad. comienda tratamiento con corticoides e
inmunosupresores.
4.3. Abordaje diagnóstico-terapéutico
En los pacientes con síndrome nefrótico, dado
No existe un consenso basado en la evidencia que se inicia corticoterapia empírica antes de
para el tratamiento de la NM debido a las es- realizar una biopsia, en la práctica la gran ma-
casas series pediátricas. Las pautas se basarán yoría de los niños con NM ya han recibido cor-
en las recomendaciones para adultos. ticoides al diagnóstico. Algunas series pediá-
tricas describen hasta 30-40% de remisiones
Dada la alta frecuencia de NM secundaria en con tratamiento con corticoides.
Pediatría, se debe descartar y corregir una po-
sible patología de base. El estudio diagnóstico En pacientes corticorresistentes, el tratamien-
se ha de hacer guiado por la clínica: to de primera elección sería con los agentes
alquilantes: ciclofosfamida (2 mg/kg/día du-
• Anamnesis (fármacos, infecciones, estu- rante 8-12 semanas) o clorambucil (0,15-0,2
dio tiroideo, antecedente de trasplante, mg/kg/día) asociado a prednisona en días al-
síntomas de enfermedad sistémica) que ternos. No se debe exceder la dosis total acu-
guiará el estudio. mulada de ciclofosfamida de 168 mg/kg para
evitar la toxicidad gonadal. En una serie pediá-
• Serología VHB, VHC, VEB. Mantoux. Otras trica se ha descrito hasta un 80% de remisión
pruebas como serología VIH, sífilis, mala- del síndrome nefrótico con tratamiento con
ria… en función de sospecha clínica. ciclofosfamida.

• Estudio inmunológico básico: ANA, ANCA, Los inhibidores de la calcineurina (ciclosporina


complemento. y tacrolimus) administrados en adultos pre-
sentan una eficacia similar a los alquilantes.
El tratamiento de las formas secundarias es el Existe muy poca experiencia publicada en ni-
de la enfermedad de base. Una vez descarta- ños, donde se emplearían como alternativa en
das causas secundarias podemos esquemati- los casos refractarios. El uso de micofenolato
zar el tratamiento diferenciando dos grupos de mofetilo (MMF) no se ha estudiado en ni-
de pacientes (Figura 1): ños, siendo ineficaz en adultos. El rituximab

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Figura 1. Algoritmo de manejo diagnóstico-terapéutico en nefropatía membranosa

DIAGNÓSTICO HISTOLÓGICO
DE NEFROPATÍA MEMBRANOSA

SÍNDROME NEFRÓTICO o
ALTERACIÓN DEL FG

PACIENTE ASINTOMÁTICO CON


PROTEINURIA NO NEFRÓTICA
Prednisona / metilprednisolona
60 mg/m2 o 2 mg/kg
4-6 semanas

IECA / ARA-II
Vigilar factores de riesgo
cardiovascular

Respuesta No respuesta

Ciclofosfamida (2 mg/kg/día)
Corticoide días alternos
durante 8-12 semanas
40 mg/m2 o 1 mg/kg
+ corticoides días alternos
3-6 meses
Si no responde: ciclosporina
o tacrolimus

(anticuerpo monoclonal anti-CD20) se ha usa- nes predominan las GNMP idiopáticas y en la


do recientemente en casos adultos refracta- edad adulta son más frecuentes las formas
rios, con esperanzadores resultados. secundarias (Tabla 3).

Se trata de una glomerulopatía infrecuente en


5. GLOMERULONEFRITIS nuestro medio (4-7% de las biopsias renales).
MEMBRANOPROLIFERATIVA
5.1. Anatomía patológica
El término glomerulonefritis mebranoprolife-
rativa (GNMP) o mesangiocapilar define un El patrón histológico de la GNMP con MO se
patrón histológico de lesión glomerular carac- caracteriza por la hipercelularidad y el aumen-
terizado por proliferación mesangial con en- to de la matriz mesangial, engrosamiento de
grosamiento de la membrana basal glomeru- la membrana basal y la presencia de depósitos
lar. Esta lesión puede producirse por múltiples electrodensos. Es típica la imagen de la mem-
causas que comparten una patogenia común brana basal glomerular desdoblada en “dobles
en la que juega un papel central la activación contornos” con tinción de plata, debido a la
del sistema del complemento. En niños y jóve- interposición de material mesangial y células.

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Tabla 3. Causas de glomerulonefritis membranoproliferativa secundaria


Infecciones crónicas Bacterianas: endocarditis infecciosa, shunt ventriculoatrial
Víricas: hepatitis C, hepatitis B, VIH
Parásitos: esquistosomiasis, malaria
Enfermedades del sistema Autoinmunidad: LES, sínrome de Sjögren, vasculitis, crioglobulinemia mixta
inmunitario Déficits congénitos o adquiridos de reguladores del complemento, SHU atípico
Neoplasias Gammapatías monoclonales (enfermedad depósito cadenas ligeras), leucemias, linfomas
Otras Hepatopatía crónica, lipodistrofia parcial, anemia falciforme, glomerulopatía postrasplante…
LES: lupus eritematoso sistémico; SHU: síndrome hemolítico-urémico; VIH: virus de la inmunodeficiencia humana.

La GNMP clásicamente se ha clasificado en Recientemente se ha propuesto una nueva


función de la localización de los depósitos in- clasificación de las GNMP según la naturaleza
munológicos por ME en tipos I, II y III (Tabla 4). de los depósitos inmunes (Tabla 5).

La GNMP tipo II se denomina enfermedad por Los casos en los que hay depósitos exclusivos
depósitos densos (EDD), por la presencia de de C3 se caracterizan por la activación de la vía
depósitos electrodensos intramembranosos alternativa de la cascada del complemento y
en la ME de numerosos componentes del com- se denominan globalmente nefropatías C3,
plemento, pero no de inmunoglobulinas. Su término que comprende, según la morfología
etiopatogenia es diferente, por medio de la de las lesiones la EDD y la glomerulonefritis C3
activación de la vía alternativa de la cascada (GNC3). Esta clasificación, basada en la pato-
del complemento. Se caracteriza por la pre- genia, parece más precisa desde el punto de
sencia frecuente del factor nefrítico C3NeF vista clínico, ya que las GNMP “clásicas” resul-
(anticuerpo que estabiliza la convertasa tarían de la interacción antígeno-anticuerpo
C3bBb impidiendo su degradación y perpe- mantenida (infecciones crónicas, enfermeda-
tuando la activación de la vía alternativa) o des autoinmunes…) y las nefropatías C3 se
por déficits congénitos o adquiridos del factor basarían en la activación inadecuada de la
H (regulador de dicha vía). cascada del complemento (defectos congéni-

Tabla 4. Clasificación morfológica de la glomerulonefritis membranoproliferativa


Tipo I II III
Patrón histológico Proliferación mesangial. Variable, solo 25% tiene Parecido a tipo I, pero menos
Dobles contornos patrón típico celularidad y depósitos
subepiteliales
Localización depósitos Mesangiales y subendoteliales Intramembranosos y Mesangiales, subendoteliales,
mesangiales subepiteliales
Complemento sérico C3: N/↓; C4: ↓ C3: ↓; C4: N C3: ↓; C4: N; C5-9: ↓
Acs. circulantes ICC 50% C3NeF 80% –
Inmunofluorescencia C3 +/- IgG, C1, C4… C3 aislado C3 +/- IgG, C1…
Acs.: anticuerpos; ICC: inmunocomplejos circulantes.

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Tabla 5. Clasificación inmunohistoquímica de la glomerulonefritis membranoproliferativa


Depósitos aislados de C3 Depósitos mixtos (C3, IgG, otras…)
Nefropatías C3 Glomerulonefritis membranoproliferativa
Activación vía alternativa del complemento Activación complemento mediada por Igs (vía clásica)
Depósitos intramembranosos Patrón GNMP Patrón GNMP típico Patrón típico + depósitos subepiteliales
EDD GNC3 GNMP tipo I GNMP tipo III
EDD: enfermedad de depósitos densos; GNC3: glomerulonefritis C3; GNMP: glomerulonefritis membranoproliferativa.

tos o adquiridos de los factores reguladores). dro, la hipoalbuminemia o la HTA. La evolución


Las nefropatías C3 (especialmente EDD) pare- a IRT parece ser más rápida en la GNMP tipo II
cen tener una progresión más rápida a ERC y (EDD). La probabilidad de recidiva postras-
una mayor probabilidad de recidiva postras- plante renal es alta, se estima en el 20-30% de
plante renal. las GNMP tipo I y hasta en el 80% en la tipo II.

5.2. Cuadro clínico 5.3. Evaluación diagnóstica

La GNMP es típica de niños y adultos jóvenes, Deberá incluir un despistaje de causas secun-
y su presentación clínica es muy variable. darias según la clínica (más frecuentes en
adultos):
Entre un 40 y un 60% de los casos debutan con
un síndrome nefrótico con hematuria, y puede • Estudios microbiológicos y serológicos:
asociarse insuficiencia renal. El 30% presentan VHB, VHC, VIH, esquistosomiasis, Plasmo-
únicamente proteinuria moderada y/o micro- dium.
hematuria. Es frecuente la HTA al diagnóstico
y en la mitad de los casos deterioro del FG. • Autoinmunidad: ANA, anti-DNA, antiSS-
Suele asociar una anemia desproporcionada Ro, ANCA, crioglobulinas, inmunocomple-
para el grado de disfunción renal. Algunos sín- jos circulantes.
tomas extrarrenales se pueden asociar a la
EDD idiopática, como degeneración macular • Estudio del complemento: C3, C4, C3NeF.
retiniana o lipodistrofia parcial que incluso En caso de nefropatía C3 incluir niveles de
pueden preceder al cuadro renal en el tiempo. factor H, factor I, anticuerpos anti-FH y
anti-FI, factor B, MCP. Se recomienda am-
En el 80-90% de los casos existe hipocomple- pliar con estudio genético de los regula-
mentemia persistente (con disminución de C3 dores de la vía alternativa (CFH, CFI, MCP/
y/o C4 en función de la vía de activación del CD46, CFHR1-5, CFB, C3).
complemento afecta).
• Otros estudios (proteinograma, HbS,
El curso evolutivo es progresivo hacia la ERC biopsia médula ósea…). Examen oftalmo-
(50% a los diez años), influenciada por la pre- lógico en la EDD para descartar afecta-
sencia de insuficiencia renal al inicio del cua- ción retiniana.

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5.4. Tratamiento ción renal grave, se debe iniciar tratamiento


inmunosupresor similar a lo descrito para las
Existe muy poca evidencia disponible acerca formas idiopáticas, y una vez estabilizado el
del tratamiento de la GNMP primaria, aunque cuadro renal tratar la infección.
parece que el tratamiento inmunosupresor en
los casos de síndrome nefrótico o insuficiencia
renal progresiva retrasa la evolución de la en- 6. GLOMERULONEFRITIS RÁPIDAMENTE
fermedad, mejorando el pronóstico a largo PROGRESIVA
plazo.
El término glomerulonefritis rápidamente
Al igual que en otras glomerulopatías, en las progresiva (GNRP) hace referencia al síndro-
formas leves con proteinuria moderada y FG me clínico producido por una grave agresión
estable se recomienda tratamiento hipoten- glomerular, caracterizado por un deterioro
sor y antiproteinúrico con IECA o ARA-II. agudo del FG que, sin tratamiento, evoluciona
en pocas semanas o meses a la insuficiencia
En los pacientes con síndrome nefrótico y/o renal terminal. No es una entidad específica o
insuficiencia renal se han publicado buenos aislada, sino que representa el estadio más
resultados con tratamiento con corticoides agresivo de lesión glomerular, pudiendo co-
días alternos durante periodos prolongados rresponder a la forma más grave de evolución
(prednisona 40 mg/m2 en días alternos duran- de cualquier glomerulopatía primaria o se-
te 6-12 meses), pero los resultados no son con- cundaria.
cluyentes al carecer de ensayos clínicos. El tra-
tamiento combinado con ciclofosfamida oral, Se trata de una presentación rara en la edad
MMF o ciclosporina, asociados a dosis bajas pediátrica. Según datos del Registro Español
(0,15-0,2 mg/kg) de corticoides en días alter- de Glomerulonefritis de la Sociedad Española
nos, puede utilizarse como alternativa en es- de Nefrología, se diagnosticó GNRP en el 3,6%
tos pacientes. de las 831 biopsias renales practicadas a me-
nores de 15 años en el periodo 1994-2008.
En la GNMP, especialmente la tipo II o EDD y Hay una clasificación clásica en función de los
GNC3, se están estudiando nuevos protocolos posibles mecanismos inmunológicos implica-
terapéuticos que incluyen: plamaféresis (es- dos (Tabla 6).
pecialmente si hay déficit de factores regula-
dores del complemento o anticuerpos anti- 6.1. Anatomía patológica
FH/FI) o eculizumab (anticuerpo monoclonal
frente al complejo de ataque a la membrana Dada la agresividad del cuadro, la biopsia re-
C5-C9). nal resulta fundamental para el diagnóstico
preciso y para guiar el tratamiento, por lo que
GNMP asociada a infección crónica por VHC: la se debe realizar precozmente. El hallazgo his-
actitud dependerá del grado de afectación re- tológico principal es la presencia de fibrina y
nal. En los casos más leves, la prioridad ha de células rellenando el espacio de Bowman,
ser tratar la infección. En los casos de afecta- dando la característica imagen en “semilunas”

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Tabla 6. Clasificación patogénica de la glomerulonefritis rápidamente progresiva


Tipo I Tipo II Tipo III
Depósitos lineales de Ac. anti-MBG Depósitos granulares de IC Pauciinmune
• S in/con hemorragia pulmonar • A sociada a infecciones (postinfecciosa, • A NCA+: poliangeítis microscópica,
asociada (síndrome de Goodpasture) endocarditis bacteriana) granulomatosis de Wegener, vasculitis
• A sociada a NM • A sociada a enfermedades sistémicas renal
(LES, vasculitis, PSH, AR, HTA maligna, • I diopáticas (ANCA -) <5%
neoplasias…)
• A sociada a GN primarias (GNMP,
Nefropatía IgA)
• I diopáticas (excepcionales)
Ac. anti-MBG: anticuerpos antimembrana basal glomerular; ANCA: anticuerpos anticitoplasma de neutrófilo; AR: artritis reumatoide; GNMP: glomerulo-
nefritis membranoproliferativa; HTA: hipertensión arterial; IC: inmunocomplejos; LES: lupus eritematoso sistémico; NM: nefropatía membranosa; PSH:
púrpura de Schönlein-Henoch.

(crescents en inglés). Para el diagnóstico se mento es un hallazgo casi constante. La gran


precisa la presencia de semilunas en al menos mayoría de los pacientes presenta un claro
el 50% de los glomérulos observados. A mayor deterioro del FG al diagnóstico. La proteinuria
número de semilunas observadas y mayor ta- es frecuente, aunque es raro el síndrome ne-
maño (circunferenciales si engloban todo el frótico, posiblemente por la disminución con-
glomérulo) peor pronóstico. También pueden comitante del FG que limita la excreción de
verse datos de necrosis vascular. proteínas.

El patrón en la inmunofluorescencia orientará Es frecuente la aparición de síntomas sistémi-


hacia la etiología del proceso. Así, depósitos cos, expresión de la enfermedad de base (sín-
lineales de IgG en la membrana basal indican drome constitucional, exantema, síntomas
GN por anticuerpos anti-MBG; los depósitos respiratorios…). La coexistencia de GN y hemo-
granulares de varias inmunoglobulinas y/o rragia pulmonar aguda se denomina síndro-
fracciones del complemento orienta hacia una me pulmón-riñón y es muy rara en la edad
patogenia mediada por inmunocomplejos; y pediátrica. Se asocia en general a la GN por
la escasez de depósitos inmunológicos signifi- anticuerpos anti-MBG (síndrome de Goodpas-
cativos nos indica un patrón pauciinmune típi- ture) pero puede verse también en pacientes
co de las GNRP asociadas a ANCA. con vasculitis asociada a ANCA.

6.2. Cuadro clínico Sin tratamiento, la evolución natural de la en-


fermedad progresa en pocas semanas-meses
Puede presentarse como síndrome nefrítico a la insuficiencia renal terminal. La velocidad
agudo (instauración brusca de hematuria ma- de esta progresión podría estar relacionada
croscópica, oliguria, HTA y edemas) o, más fre- con el número de glomérulos con semilunas o
cuentemente, con un curso más larvado y pro- la gravedad de insuficiencia renal al diagnós-
gresivo. La hematuria macro- o microscópica y tico.
la presencia de cilindros hemáticos en el sedi-

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6.3. Evaluación diagnóstica El tratamiento inmunosupresor está indicado,


con la excepción de los pacientes con anticuer-
Dada la gravedad del cuadro, es preciso obte- pos anti-MBG en diálisis, con 100% de glomé-
ner un diagnóstico preciso lo antes posible. La rulos con semilunas concéntricas y sin sínto-
constatación de un curso clínico agresivo jun- mas extrarrenales, dada la prácticamente nula
to a los posibles síntomas extrarrenales detec- probabilidad de respuesta al tratamiento. Se
tados nos debe alertar de la probabilidad de divide en dos fases:
estar ante una GNRP.
Fase de inducción
Las pruebas complementarias, guiadas por la
clínica, nos permitirán clasificarla en uno de Se basa en el uso de corticoides y ciclofosfamida.
los tres grupos etiológicos e iniciar tratamien-
to de forma precoz. Conviene recordar que Los corticoides a dosis de 1 mg/kg/día durante
puede existir solapamiento entre los distintos 3-4 meses, con descenso lento posterior. En los
cuadros (entre el 20 y el 30% de los adultos con casos de mayor actividad de enfermedad (ne-
enfermedad por anticuerpos anti-MBG pre- cesidad de diálisis, anticuerpos anti-MBG, sín-
sentan simultáneamente ANCA+). tomas graves extrarrenales…) se puede iniciar
la pauta con tres bolos de metilprednisolona
• Estudio inmunológico: C3, C4, inmunog- IV (15 mg/kg) durante tres días consecutivos,
lobulinas totales. ANA, ANCA, anti-MBG. y posteriormente continuar con la pauta oral.

• Inmunocomplejos circulantes. C3NeF. La ciclofosfamida se asocia a los corticoides,


en dosis de 2 mg/kg/día durante 12 semanas.
• Estudios microbiológicos: hemocultivo.
ASLO, cultivo faríngeo para S. pyogenes. Si existiera toxicidad por ciclofosfamida o con
mala respuesta al tratamiento inductor, se
6.4. Tratamiento puede optar por un ciclo de rituximab (cuatro
dosis semanales a 375 mg/m2/dosis).
Su mal pronóstico justifica la urgencia de tra-
tar precoz y agresivamente, en cuanto el diag- Durante esta fase se puede utilizar plasmafé-
nóstico de sospecha se ha establecido, sin es- resis con recambios plasmáticos en tres situa-
perar al resultado histológico de la biopsia. ciones: necesidad inmediata de hemodiálisis,
anticuerpos anti-MBG o hemorragia pulmo-
Tratamiento de soporte en la insuficiencia re- nar activa.
nal aguda (control de la PA, del balance hídrico
y electrolítico, corrección de alteraciones me- Fase de mantenimiento
tabólicas). Si se requiere tratamiento sustituti-
vo, la hemodiálisis/hemodiafiltración es la Necesaria en las GNRP asociadas a ANCA y en la
técnica de elección, a través de acceso venoso tipo II, por el riesgo de potenciales recidivas que
central para poder llevar a cabo recambios empeoren el pronóstico renal. No se recomien-
plasmáticos. da en las GN con anticuerpos anti-MBG por la

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baja frecuencia de recidivas en esta entidad, así Mención especial a la Dra. Julia Vara Martín,
como en los pacientes dependientes de diálisis que ha realizado la revisión externa de este
que no respondieron a la inducción y que no capítulo.
tienen manifestaciones extrarrenales. El trata-
miento de mantenimiento se inicia una vez fi- Los criterios y opiniones que aparecen en este
nalizadas las 12 semanas de ciclofosfamida, y capítulo son una ayuda a la toma de decisiones
se recomienda prolongarlo al menos 18 meses. en la atención sanitaria, sin ser de obligado
cumplimiento, y no sustituyen al juicio clínico
El fármaco con el que existe mayor experien- del personal sanitario.
cia es la azatioprina, otras alternativas son el
tratamiento con micofenolato, ciclosporina y
metrotrexato.

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