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SVAYAMVARA

Había una vez una princesita que era muy buena para silbar. «No silbes», le decía su madre.
«No silbes», la reprendía su padre. Pero la niña era realmente buena para silbar, de modo
que siguió haciéndolo. Pasaron los años y la niña se convirtió en mujer. Para ese entonces
la princesa silbaba de modo inigualable. Sus padres se lamentaban. «¿Qué hombre va a
querer casarse con una silbadora?», decía su madre llena de congoja. «Bueno, haremos
nuestro mejor esfuerzo —dijo el padre—. Ofreceré la mitad de mi reino y la mano de la
princesa en matrimonio a cualquier varón que logre vencerla en el silbido». El ofrecimiento
del rey fue proclamado por todos los rincones del reino, y pronto el palacio estuvo
abarrotado de pretendientes silbadores. Aquello era abrumadoramente ruidoso. La mayoría
de ellos eran terribles; había unos cuantos que eran buenos, sin embargo la princesa era
mucho mejor que todos ellos y los derrotaba con facilidad. El rey se sentía descorazonado,
cuando la princesa le dijo: «No te preocupes, padre. Por favor permíteme hacerles una
pequeña prueba y probablemente algo bueno saldrá». Dicho esto, se presentó ante los
pretendientes y les preguntó: «¿Todos ustedes creen que su derrota fue justa?» «No,
creemos que fue magia o algún tipo de truco», respondieron todos excepto uno que dijo:
«Sí, a mí me pareció justo haber perdido». La princesa sonrió, miró a su padre y señaló al
hombre diciendo: «Si él me quiere, lo tomaré como esposo».

Referencias:
NAMJOSHI, Suniti (2019) Fábulas feministas y otros textos, México, Ed. Paraíso Perdido

https://www.legisver.gob.mx/equidadNotas/publicacionLXIII/Copia%20de%20Suniti
%20Namjoshi%20-%20F%C3%A1bulas%20feministas%20y%20otros%20textos
%20(2019).pdf

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