La comprensión de la historicidad

*¿Qué es la hermenéutica?:
La Hermenéutica, del griego ἑρμηνεύειν que significa “la expresión de un pensamiento”, es una rama de la
filosofía que se dedica a la interpretación de textos, ya sea para encontrar el sentido o significación de las
expresiones empleadas, o para descifrar el pensamiento que se intenta transmitir a través del escrito. Si bien
existieron varios antecedentes y precursores que se interesaban por la interpretación y significación de los textos,
no fue hasta principios del siglo XX cuando se estableció y se definió como una materia que formaba parte de la
filosofía. Con filósofos como Heidegger o Gadamer se hicieron grandes aportaciones a su teoría y método
estableciéndola como una forma de comprender la experiencia humana en relación la verdad. Además de
desarrollar importantes conceptos dentro de la misma, como el de historicidad.
*¿Que es la historicidad?:
El humano diferencia su comportamiento de otros seres vivientes porque, a diferencia de ellos que tienen ya un
comportamiento y forma de ser dado y programado de manera natural, él mismo construye su ser y su actuar,
crea su propia visión del mundo. El ser humano, como un ser autoconsciente, desarrolla dentro de sí la
historicidad como una visión y entendimiento particular de sí mismo y de su entorno. Esto terminará por marcar
la forma en que interpreta y actúa en su mundo.
Por ello mismo es que cuando hablamos de historicidad no hablamos de un comportamiento o una forma
de ser en específico, sino de algo que cambia constantemente a lo largo de la historia y de lado a lado. Cada
humano en cada periodo de tiempo y en cada lugar ha desarrollado una historicidad que lo ha hecho vivir y
entender su entorno de cierta manera. El concepto de historicidad es, pues, un concepto ontológico y tiene su
justificación en la medida en que la filosofía formal de la historia destaca los problemas ontológicos.
*W. Dilthey (1833 – 1911), y la historicidad:
Dilthey hizo grandes esfuerzos por continuar el proyecto filosófico de la fundamentación de las ciencias del
espíritu. Para ello, él destacó la importancia de interpretar al hombre no sólo dentro de la ciencia natural, sino
también por describirlo en su realidad histórica, es decir, tratar de comprender al hombre en la experiencia
particular de su vida.
Dentro de su filosofía sobresalía el concepto de vivencia (Erlebni), que es entendido como la actitud
individual que toman los hombres tanto para sí mismos como para el mundo y que acontece a cada momento de
su vida. Cada vivencia es distinta en cada hombre, pero en grupos tienden a manifestarse ciertas estructuras
psíquicas similares que permiten la creación de concepciones del mundo en un determinado punto histórico. De
esta manera, desde esta perspectiva, se pueden explicar las distintas formas en las que ha pensado, creado y
actuado el humano a lo largo de la historia ¿Cuál de éstas es la que más se acerca a la verdad? Todas y ninguna,
ya que cada una de ellas es tan válida como la otra al partir y crearse desde una vivencia particular que la dota de
un sentido para sí misma. El deber del filósofo, en lugar de buscar una verdad detrás de ellas, es comprendelas
desde su realidad histórica, desde la historicidad que envuelve a los pensamiento y experiencias que se pretenden
estudiar.
* M. Heidegger (1889 – 1976) y la historicidad:
Desde una perspectiva hermenéutica, Heidegger retoma el concepto de historicidad como una característica
humana para desarrollar su filosofía. Partiendo del planteamiento de “conocer todas las cosas por lo que son” él
trata de mostrar que no es suficiente con deshacernos de prejuicios o banalidades, ya que la visión teórica desde
la que se pretende abordar o buscar el fenómeno originario resulta ser de igual manera un impedimento. Para
Heidegger, el mismo hecho de vivir es ya estar sumergido en una visión teórica que estructura la realidad y el
mundo de determinada manera. Por lo que, por el simple hecho de ser humanos, ya estamos imposibilitados a
acceder a una vivencia originaria. De ahí su profunda relación con la Hermenéutica, ya que en Heidegger ésta va
más allá de la interpretación de cierto texto o cierta palabra. La Hermenéutica se lleva a cabo en cada momento
por todo humano existente en su propio vivir, ya que mientras él exista siempre su modo de ser, pensar, actuar y
reaccionar serán siempre una interpretación de un fenómeno que, paradójicamente, no puede saber qué es.
De lo anterior se extrae que la vida humana no es temporal porque antes ya hubiera un recipiente, el
tiempo, en el que fue echada, sino porque la existencia humana misma es productora de tiempo. Lo mismo
ocurre con la historia. Sólo hay historia porque el hombre es productor de historia. Dondequiera ha de dar paso
la antigua categoría, cualquiera que pudiera ser, al nuevo existencial impuesto por lo humano. En el centro del
mundo no está ya la cosa, sino el humano.
*H. Gadamer (1900 – 2002) y la Hermenéutica:
Discípulo de Heidegger, Gadamer heredó muchas de sus visiones filosóficas, resaltando enormemente en la
consolidación de la Hermenéutica contemporánea.
Él marca una diferencia a la forma en que se estudiaban y analizaban los textos optando por reconstruir
el sentido del texto mismo en lugar de las vivencias intelectuales del autor. Lo que el autor pensaba no es
relevante, el sentido del texto siempre supera al autor. También hay que asumir que después de nosotros, otros
entenderán los textos de una manera muy distinta por el simple hecho de pertenecer a otro periodo histórico, a
esto lo denomina condición histórica. De ahí se sigue que toda interpretación es también histórica. Comprender
nuestra historicidad es fundamental para la interpretación de cualquier texto porque además es la que, en primer
lugar, la posibilita.
Según Gadamer, nosotros estamos siempre sumergidos en el acontecer de una tradición que condiciona
nuestra forma de comprender y vincularnos con nosotros mismo, el mundo y la historia a través de los
denominados prejuicios, que a su vez condicionan, de igual manera, la forma en que interpretamos los textos.