Está en la página 1de 2

Bueno, son las 5:25 de la mañana, intentando plasmar sentimientos y emociones en un

intento de ¿libro? (si es que llega a ser libro), pareciera simple el sentimiento de culpa o de tristeza
de una persona, pero no lo es, muy por el contrario, si no fuera por esos sentimientos “oscuros”
no estaría escribiendo a estas horas de la madrugada perdiendo el tiempo cuando debería estar
estudiando e intentado titularme de la universidad, me parece paradójico que estas emociones
hayan tenido algo de peso como para empezar esto, pensándolo bien, no quisiera que fuera así,
todas las personas esperarían que uno estuviera bien mentalmente, estudie una carrera en la
universidad, tenga novia o novio, y un largo etc, cosas triviales, sin embargo, no es como si la
gente no quisiera eso ¿verdad? Todos quieren ser felices, tener alguna pareja amorosa, cumplir
sus sueños, otro largo etc. Pues mi caso no es así, no quiero solo estar feliz, quiero vivir diferentes
emociones, rabia, sorpresas, tristezas y porque no, la misma felicidad, hoy mismo quisiera estar
feliz, pero no puedo… Simplemente no puedo, ni siquiera puedo sentir verdadera felicidad cuando
estoy con amigos o familiares, ¿Es esto lo que llaman depresión? Para que sepan, ni si quiera se de
que va a tratar esto, ¿Depresión?, ¿Una biografía?, ¿Un desahogo? O solo una pequeña perdida de
tiempo. Nunca he escrito algo por mi cuenta, y solo me limitare a contar lo que tenga que contar,
quizás una historia, o cosas de mi vida, lo que sea.

-Daniel. Introducción

Comencemos así, imagen una persona normal de 20 años más o menos, con una familia
normal, va la universidad normalmente, sale con amigos normalmente, y tiene hobbies como
cualquier otra persona normal. Con el paso del tiempo siente un gran peso en sus pensamientos,
“¿Estará bien la carrera que escogí?”, “¿De verdad quiero estar con este amigo?”, “¿Quiero pasar
tiempo con mi familia realmente?”, etc. La persona no le presta atención a estas pocas preguntas
que le surgen y sigue su vida como si nada pasara, sin embargo, ese peso no se va de su mente, y
cada vez mas le surgen mas preguntas con la que tiene que batallar. “¿Y si no sigo yendo a
clases?”, “¿Y si mejor busco otros amigos?”, “¿No me hará daño mi propia familia?”, esta persona
se responde a si misma de manera vaga respectivamente: “Si no voy a clases, mi familia me
regañará”; “Ya no sé como sociabilizar con otras personas, mejor seguimos siendo amigos como
siempre”; “No hay manera en que mi familia me haga daño”.

Pobre alma incauta, nuestro protagonista solo se excusa, muy en el fondo lo sabe, solo son
excusas…

5 años después: A esta persona no le ha ido bien en la universidad, ha reprobado materias


y siente que no avanza en sus estudios. Sus amigos no lo apoyan y además hacen bromas sobre su
deplorable vida universitaria el cual simplemente se ríe con ellos mientras se siente un poco
traicionado por sus amigos. Cada vez mas discute por cosas triviales con su madre y otros
familiares, a veces piensa que fue son discusiones estúpidas, pero aun así decidió mantener su
postura firme, aun cuando sabe que se equivocaba. Nuestro protagonista empieza a cuestionarse
sobre lo que hace, sobre sus actos, pensamientos y emociones, “¿Para que sigo estudiando?”,
“¿Por qué no mejor me encierro en mi cuarto?”, “Si tan solo pudiera mantenerme solo viviendo”
…” ¿Y si mejor dejo este mundo…?”.

Como pueden haber intuido, nuestro protagonista es Daniel, el cual se siente afligido por
los pensamientos que ha tenido. Y se lo que pueden haber pensado algunos: “Es muy joven para
pensar algo así”, “solo se está ahogando en un vaso con agua”, “solo termina la universidad y
listo”. Esta bien, lo comprendo, puede ser cierto, pero el caso de él es así, después de todo, no
todos somos iguales, ¿o sí?

Volvamos con Daniel, ahora un Daniel de 25 años, como saben, esta teniendo unos
pensamientos un tanto… suicidas para ser mas directos.

También podría gustarte