Está en la página 1de 10

DANZA DE LOS CONCHEROS

Los concheros son grupos de danza ritual en México. Este fenómeno cultural tiene
raíces mexicanas sincréticas (tanto prehispánicas como cristianas) y está
vinculado a diversas fiestas religiosas. Entre los nombres que se le dan a esta
danza se encuentran: «danza de los concheros», «danza de la tradición», «danza
azteca o mexica» o «danza de la guerra» y regionales. Entre las fiestas más
importantes están la del Sacromonte (inicia el baile en enero o marzo), la Santa
Cruz en Chalma (una semana después del 3 de mayo), Santiago Apóstol (el
domingo más cercano al 25 de julio, en Tlatelolco), San Miguel (29 de septiembre)
y el ciclo se termina con la danza a la Virgen de Guadalupe en el atrio y los
alrededores de la Basílica de Guadalupe, el 12 de octubre.

HISTORIA Y CARACTERÍSTICAS
Monumento al danzante conchero en el centro de la ciudad de Santiago de
Querétaro, cuya fundación está envuelta de leyendas íntimamente vinculadas con
las tradiciones concheras
Están fuera y adentro de todas las mesetas suelen llamarse concheros los del
segundo círculo los copiaban y así sucesivamente, hasta formar una especie
de ola. Para cuando el paso establecido había llegado al último círculo, el primero
ya había establecido otro paso En el centro de esos círculos se encontraban los
músicos que tocaban el huehuetl y el teponaztli.
Los jóvenes y ancianos podían participar. Conforme se destacaban sus
habilidades se podían dividir en conchero primero de la derecha, conchero primero
izquierdo y alférez. El alférez era el encargado de cargar el estandarte.
Era como una manera de honrar a los dioses. Antes de iniciar la danza se
bendecían los cuatro puntos cardinales. Debido a la religiosidad del momento,
aquel que no hacía correctamente las cosas era castigado. Hoy en día, quien
congrega al grupo recibe el nombre de Capitán o Jefe de Danza. Los principales
danzantes son investidos simbólicamente como Primera y Segunda Palabra.
Tanto los capitanes de danza como las Primeras Palabras piden disculpas a todos
al final de la danza por algún error cometido de manera involuntaria. Entre los
Capitanes más importantes de 1995 a la fecha se cuentan La Nanita, el Jefe
Sonora, el Jefe Ortíz, el Capitán Andrés Segura y el Jefe Aranda.
La danza mexica ha recobrado su espacio en la explanada que está frente a la
zona arqueológica del Templo Mayor. Entre los grupos importantes que ocupan
ese espacio están los Tlacuilos que practican danza guerrera. También se pueden
encontrar grupos de danza en los pueblos cercanos a la capital de México (Distrito
Federal). Son famosos los de Zapotitlán.

VESTUARIO
La vestimenta era determinada por el rango social al que pertenecía cada
persona. Los macehuales, que eran de bajo rango, portaban ropa hecha a base
de ixtle. Los pillis en cambio, tenían el privilegio de usar la tilma, una prenda hecha
principalmente de algodón que tenía dibujos referentes a su rango y que se
amarraba al hombro. Usaban también perforaciones en la nariz, boca y/o lóbulos
de las orejas. También usaban tocados de plumas, llamados copilli, que podían
ser de cotinga, de quetzal, de águila o de halcón.
Actualmente, la vestimenta suele variar de unos grupos a otros, pero casi siempre
consta de un faldellín, rodilleras, muñequeras, pectoral y un penacho de plumas.
Las plumas ahora son de faisán, de pavo real, de gallo, artificiales o de avestruz.
La tela del vestuario suele ser brillante y de colores muy vivos. Se utilizan los
ayoyotes, también conocidos como tenabaris, en los tobillos, una sonaja en la
mano derecha (ayacaxtli) o el estandarte. Todos los danzates llevan una cinta que
rodea la cabeza a la altura de la frente (izcualmecatl). Esto protege la
individualidad y la armoniza con el grupo como un pequeño círculo dentro de otro
gran círculo, en una metáfora universal.
DANZA DEL VENADO
La danza del venado es una danza de los pueblos indígenas Yaquis y Mayos que
se asientan principalmente en los estados de Sonora y Sinaloa en México, esta
danza es una dramatización de la cacería del venado cola blanca, mismo que es
visto como una deidad en la cultura de estos pueblos, por parte de los paskolas
(cazadores).1Se considera que la música y la letra de la danza del venado debían
haber transitado con muy pocos cambios desde la época prehispánica hasta la
actualidad.
INSTRUMENTACIÓN
La "baa-wehai" o bueja (tambor de agua), es un recipiente grande de barro,
madera, metal o plástico, esta se queda fija en el asiento, y es llenada de agua
hasta el borde, en esa agua se coloca una jícara que flote, esta tiene un pequeño
orificio para sujetarla con un cordón, y así poder controlarla fácilmente con la
mano izquierda. Sin que flote a la deriva. La jícara se puede percutir por la parte
convexa por medio de un pequeño trozo de madera, cubierto de una hoja seca de
maíz, que se sujeta con un cordón de ixtle, llamado "baa jiponia" y se toma con la
mano derecha.
También están los "hirúkiam" o frotadores hechos de varas de Brasil con algunas
ranuras (una es delgada y larga y la otra es lisa y más pequeña), para frotarlos
hay que poner una jícara con el corte hacia la tierra que funcionará como caja
acústica, y sobre el lado convexo, se coloca uno de los extremos de la vara larga
ranurada, mientras que en el otro extremo se sujeta con la mano izquierda y con la
mano derecha se hace el frotamiento con la vara pequeña lisa a manera de güiro,
produciendo un sonido parecido a la respiración agitada del Venado.
Son dos músicos de "hirúkiam", el primer músico domina los cantos primitivos y
los entona en lengua yaqui. Los instrumentos del danzante, producen sonidos con
sabor a tierra, agua y aire, ya que son completamente silvestres y naturales, que
impactan profundamente en los espectadores.

INSTRUMENTOS MÚSICALES
La danza del venado, también conocida como “Maaso Yiihua” (En lengua Yaqui),
va acompañada del sonido de algunos instrumentos musicales como por ejemplo:

INSTRUMENTOS DANZA DEL VENADO


Tambor de agua (Baa-wéhai) Dos raspadores de madera (Hirúkiam) Canto de uno
o dos de los ejecutantes de los raspadores Flauta de carrizo (Bacacusia) Tambor
de doble parche (Cúbahi) Los latidos del venado son representados por el tambor
de agua, que al momento de su muerte el tambor de agua deja de sonar.
VESTUARIO
El Venado, animal principal de la danza de este nombre, se cubre la cabeza con
un paño blanco que se amarra fuertemente hasta la altura de los ojos, dejando
caer las puntas de la tela hacia atrás. Sobre la cabeza,y sujetada con correas bajo
la barbilla, se ajusta una cabeza de venado disecada, adornada con cintas de
color, mascadas o flores de papel o naturales. En el cuello lleva rosarios o collares
de chaquira blanca con medallas. El torso queda desnudo. De la cintura a la rodilla
se lía un rebozo azul, a guisa de enagüilla, y se lo sujeta con una ancha faja de
lana azul o negra. Sobre la faja se coloca el "grijuútiam" (cinturón de pezuñas de
venado) o un cinturón con grandes cascabeles colgantes. En las manos lleva dos
grandes sonajas de bules llamadas “Senasos”. Dependiendo de la festividad en la
que se ejecute la danza puede haber otros personajes co pascolas y los coyotes o
cazadores.

Los Paskolas llevan la cabeza descubierta y lucen un mechón de cabellos, que


llaman "vela", sujeto con una cinta de color enrollada en la parte superior de la
cabeza. En el cuello llevan collares de chaquira blanca y negra con medallas.
Sujeta a la cabeza llevan una máscara de madera, decorada en blanco y negro,
con bigote, barba y cejas de ixtle. Esta máscara se la pone detrás de la cabeza, y
se la colocan en la cara cuando bailan determinados pasos. El torso queda
desnudo. De la cintura para abajo se lían un sarape de color gris o café, de lana,
sujeto a la cintura con una faja de lana azul o roja cuyos extremos se amarran
arriba de la rodilla, dándole al sarape el aspecto de pantalones de montar. Sobre
la faja, en la cintura, usan cinturones de cascabeles o "grijuútiam". Llevan
enrolladas en los tobillos dos tiras de "tenabaris". En la mano derecha llevan una
sonaja de discos de bronce montados entre dos pequeñas tiras de madera y que
hacen sonar golpeándola contra la mano izquierda.

Los danzantes que hacen de Coyotes se cubren con un sarape, que llevan sobre
la espalda. Se adornan la cabeza con penachos de pluma de águila que les cubre
la frente y caen hacia la espalda, semejantes a los que usan los indios pieles rojas
de Nuevo México. En la mano izquierda llevan practicado varios cortes siguiendo
el hilo del carrizo, para hacerlo más flexible y sonoro.

MÚSICA
Instrumentos empleados en la Danza del Venado de las etnias yaqui y mayo.
La Danza comienza con la música que toca la flauta de carrizo y un tambor,
entonces aparece el venado con el sonido de las sonajas, su actitud es imitativa a
los movimientos del animal, es entonces cuando inicia una batalla, donde el
venado fulminado por la flecha inicia una lucha con la muerte, aunque le faltan las
fuerzas y se desvanece, se levanta trémulo, en ese momento se escucha el
tambor que representa los latidos del corazón del Venado.
LA DANZA DE LOS TLACOLOLEROS

Tiene un antecedente. Antiguamente, en Chilapa se ejecutaba una danza con el


nombre de «Zoyacapoteros» nombre que se le dio debido a que los ejecutantes de
la danza usaban como vestuario una capa elaborada con zoyate de palma. En la
actualidad esta danza ha dejado de ejecutarse. La danza de los Tlacololerso es
originaria de Chichihualco Guerrero y utiliza varios de los elementos de la danza
de los zoyacapoteros como algunos sones y prendas del vestuario.

Los tlacololeros son los hombres que se dedican al cultivo del Tlacolol. En la
danza participan 14 tlacololeros cada uno con un nombre distinto:

El Maizo, El Salvador, el Tlacololero, el tepachero, el tecorralero, el teyolero, el


jitomatero, el chile verde, el ventarron, el Rayo seco, el colmenero, el frijolero, el
xocouotillo y la perra maravilla.

En algunas partes se desconocen todos estos nombres y se les llama en general


«tlacololeros». Cada personaje representa una parte de la siembra del tlacolol,
tiene una función y una jerarquía.

El vestuario del tlacololero varía dependiendo de la zona donde se efectúe el baile.


En Chichihualco y Zumpango del Río los tlacololeros usan una camisa hecha de
ixtle o yute material con el que fabrican los costales. También utilizan chaparreras
de cuero, botas, una máscara hecha de madera que representa el rostro de un
hombre, un sombrero de palma que decoran con flores de Cempoalxochitl
mascadas o paliacates que sirven para cubrirse del sol y sostener la máscara y el
sombrero. También utilizan un chirrión o látigo que dentro de la danza y el
recorrido hacen sonar en el aire imitando el trueno de un rayo.

En Chilpancingo el vestuario y el modo de ejecutar la danza cambia un poco, por


ejemplo, los tlacololeros de chilpancingo no adornan sus sombreros con flor de
Cempoalxochitl y utilizan máscaras de varios colores y formas.
LA DANZA DE LOS DIABLOS

En Guerrero existe una tradición cuyo origen se encuentra en los intercambios


culturales y sociales de las poblaciones africanas que arribaron al país como
resultado del comercio de esclavos provenientes de África hacia América y como
parte de las huestes españolas.

El origen de esta tradición ha sido identificado por especialistas y estudiosos en el


virreinato o época colonial, pues esta danza era un ritual dedicado al dios africano
Ruja, al cual los esclavos le pedían ser liberados del yugo español.

A través del intercambio cultural la ceremonia se transformó y adquirió influencias


de corte católico, pero también pasó a formar parte de una de las tradiciones
indígenas más importantes de la región de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca,
principalmente en el municipio de Cuajinicuilapa, el cual fue declarado Sitio de
Memoria de la Esclavitud de las Poblaciones Afrodescendientes.

Esta danza, que también es conocida como Juego de los Diablos, se realiza
principalmente el 1 y 2 de noviembre en el marco de la celebración del Día de
Muertos en México, aunque también se ejecuta en los días de San Nicolás y en el
día de la virgen de Guadalupe.

Los participantes de la danza usan máscaras con barbas y flecos hechos con
crines y colas de caballo y portan ropas de harapo. El grupo, conformado por
cerca de 12 personas, va precedido por el “Diablo Mayor” o “Tenango”, que
representa el papel de capataz o patrón, y la “Minga” o “Bruja”, que es
personificada por un hombre que usa ropas consideradas de mujer mientras carga
un muñeco.

Estos dos personajes dirigen la comparsa y marcan el ritmo de la danza con un


cencerro y un chicote.

Se cree que es posible que los diablos representen los espíritus de los muertos
que vuelven para visitar a sus familias y los altares que les fueron colocados;
mientras que otras creencias señalan que los diablos tienen un papel importante
como intermediarios entre la vida y la muerte, pues se encargan de proteger a los
vivos al impedir que los muertos visiten el mundo en otros días que no sea el Día
de Muerto.

El grupo de danzantes está acompañado de tres músicos que tocan la charrasca


(una quijada de burro o caballo que se usa a manera de güiro), el bote (un
instrumento que posee un parche de cuero y que emula el rugido de un tigre), el
violín y la armónica.
Este tipo de música es conocida como “la chilena”, un género que resultó de la
mezcla de la música traída por marineros chilenos en el siglo XIX y de las
tradiciones de los afrodescendientes. Actualmente se encuentra nutrida por
influencias de ritmos, armonías y estilos provenientes de otras regiones de México
y comunidades indígenas.

Otra de las expresiones culturales representativas de la Costa Chica de Guerrero


y Oaxaca, que es resultado de los intercambios culturales de las poblaciones
africanas, es el son o fandango de artesa, un baile que se practica arriba de una
pieza de madera que es tallada en forma de animal y que recuerda a los caballos
o las vacas.

El conjunto musical que da ritmo a este baile, el cual hasta mediados del siglo XX
tenía un papel importante en las festividades locales, incluye el violín, la jarana,
guitarra y cajón. Es probable que el origen de esta tradición provenga de
Senegambia, región en África de la que fueron traídos a México algunos africanos
durante los primeros años de la conquista.

No solo este tipo de tradiciones espectaculares recuerdan y evidencian la


participación social, influencia e intercambio cultural africanos en la región de la
Costa Chica, sino que diversas expresiones culturales dan cuenta y visibilizan la
importancia de las y los afrodescendientes en México, como la gastronomía, la
medicina tradicional, los vocablos y diversos saberes y formas de entender el
mundo.
ESPUELEROS.

Danza de los EspuelerosDanza de los Espueleros


Esta danza, por las características de su vestuario, pone de manifiesto la
representación de los hombres del campo, en particular los que se dedican al
manejo del ganado vacuno. Con toda seguridad surge en los ranchos y potreros
de los grandes señores, posiblemente represente al grupo de trabajadores al
servicio de los hacendados extranjeros y comuneros. Sus asalariados o
trabajadores tenían la obligación de cuidar el ganado vacuno de su hacienda.

Su sombrero es de palma, tal y como lo usan los hombres del campo; sencillo y
ancho, sin cubrir la cara (evitan la máscara). La camisa es de manta amarilla y de
mangas largas, con las faldas sueltas. Una reata de lazar terciada al pecho.
Cuelga del hombro izquierdo un machete de cinta envainado que todo campesino
lleva consigo (por las dudas). Sobre el calzón de manta amarilla de uso diario
llevan puestas unas chaparreras de cuero o de gamuza. Calzan zapatos, a los que
van fijas unas espuelas que, al andar, producen tintineo de sus rondanas.

Por último, vemos que cada danzante lleva terciado al brazo una pequeña varita
en cuya punta tiene bien fijo un gorguz, con el cual pincha al simulado torito en un
pasaje del bailable hasta dominarlo. También cuenta con tres o cuatro elementos
chuscamente vestidos, quienes no necesitan preparación ni ensayo previo, puesto
que su actuación es distinta a la de los demás danzantes. A éstos se les llama
huesquixtles o bufones; su misión es muy fatigosa, ya que son los encargados de
retirar a la gente aglomerada en torno a los danzantes para que hagan sus
ejecuciones.

El torito simulado entra en acción directa y activa en uno de los pasajes del
bailable, cuando éste embiste con porfía a uno de los danzantes quien a base de
vueltas escabulle las embestidas hasta que, después de fatigosa lucha, domina
por fin al cornudo animal.

Esta danza se acompaña con música de violín. Se localiza en la zona Centro del
estado: Chilpancingo, Tixtla y Chilapa, principalmente.
GACHUPINES.
Danza de los GachupinesDanza de los Gachupines
La granada ensartada con su color rojo vivo está al final de la punta de aquel palo
largo, delgado y resistente. Ahí un indio la sostiene y la hace girar pasando al
centro del círculo que ex profeso han formado sus compañeros. Son evoluciones
marcadas por el ritmo de aquella música mezclada hispano–mexicana que se
asienta en nuestra época colonial donde las novedades de teatro y danza estaban
a la orden del día para evangelizar aquel puñado de hombres rebeldes que se
resistían a dejar atrás sus ritos y costumbres indígenas llenas de religiosidad.

Los gachupines son adoptados por nuestra gente mestiza que desea ridiculizar a
aquellos que se han introducido en todos los cambios de su vida cotidiana. Los
representan vistiendo saco y pantalón de casimir negro, gorra o cachucha a la
usanza española; se colocan una máscara con los rasgos de la raza blanca; la
mayoría lleva un cigarro prendido en la boca y en la mano un paliacate para poder
espantar los mosquitos existentes en estas tierras cálidas del sur (actualmente ya
se ha establecido como un adorno especial de la danza, que además les sirve
para dar giros con sus manos, cambiando el pañuelo de gran colorido al ritmo del
suave violín que los acompaña durante el desarrollo de evoluciones contrastadas).
Junto a ellos, el huesquixtle (el chistoso), que juega con la multitud observadora y
distrae a los chiquillos que boquiabiertos gozan de las danzas de su pueblo que se
representan de tiempo en tiempo.

Las regiones Norte, Centro y la Costa Chica disfrutan frecuentemente de estos


bailes.

Durante la evolución ante la roja granada cada uno toma la punta del listón de
color que le corresponde para ir cruzando entre los demás, al mismo tiempo que
van trenzando el palo que la sostiene; finalizan al son del violín, que llora en el
rasgueo y tallar de sus cuerdas. ¡La conquista se ha dado!

Se baila en las regiones Centro, Norte y Costa Chica del estado.

También podría gustarte