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En el mundo real, aunque el comercio viene explicado en parte por las diferencias de
productividad de trabajo, también refleja diferencias en los recursos de los países. Una
perspectiva realista del comercio debe considerar la importancia, no solamente del
trabajo, sino también de otros factores de producción, como la tierra, el capital y los
recursos minerales.
¿En qué punto de la FPP se sitúa la economía? Depende de los precios. La economía se
sitúa en el punto en el que se maximiza el valor de la producción. El valor de la
producción de la economía es:
La FPP tiene la forma cóncava. La forma cóncava nos dice que el coste de oportunidad
en términos de alimentos de fabricar una unidad más de tela aumenta a medida que la
economía va produciendo más tela y menos alimentos.
la producción dados los precios, este es el punto que se encuentra sobre la recta isovalor
más alt posible. En este punto, el coste de oportunidad de la tela en términos de
alimentos es igual al precio relativo de la tela Pt/Pa.
Esta relación se muestra con la curva TT. Tal como está dibujada TT se sitúa más afuera
que AA, indicando que, para cualquier nivel de precios de los factores dado, la
producción de tela siempre utilizará una ratio mayor de trabajo-capital que la
producción de alimentos. Cuando se cumple esta condición, decimos que la producción
de alimentos es intensiva en capital mientras que la producción de tela es intensiva en
trabajo. La definición de intensidad depende de la ratio de trabajo respecto al capital
utilizada en la producción. Por tanto, un bien no puede ser a la vez intensivo en trabajo
y en capital.
Puede elegir cuánto trabajo y capital quiere por unidad de producto producida. Por
tanto, los productores no se encontrarán con requerimientos fijos de factores
productivos sino con posibilidades de elecciones.
Las curvas TT (CC) y AA (FF) se llaman curvas de demanda relativa de los factores.
relativos de la tela, Pt/Pa; cuanto mayor sea el coste relativo del trabajo, mayor será el
precio relativo del bien intensivo en trabajo.
Si la economía produce ambos bienes, la ratio entre la tasa salarial y la tasa de rentas
del capital tiene que ser igual a (w/r). Esta ratio implica, pues, que las ratios entre el
trabajo y el capital empleadas en la producción de tela y alimentos tienen que ser
(Lk/Kt)1 y (La/Ka)1. Si el precio relativo de la tela aumentase hasta el nivel indicado
por (Pt/Pa)2, la ratio entre la tasa salarial y la tasa de rentas del capital aumentaría hasta
(w/r)2, al ser la tierra ahora relativamente más barata, las ratios trabajo-capital
empleadas en la producción de tela y alimentos disminuirán por tanto hasta (Lt/Kt)2 y
(La/Ka)2.
Un aumento del precio de la tela en relación al de los alimentos incrementará la renta de
los trabajadores en relación a la de los propietarios del capital. Un cambio como este en
los precios relativos aumentará de modo inequívoco de los trabajadores y disminuirá el
poder adquisitivo de los propietarios del capital, al aumentar los salarios reales y reducir
las rentas reales en términos de ambos bienes.
Cuando Pt/Pa aumenta, la ratio del trabajo respecto al capital aumenta tanto en la
producción de telas como en la de alimentos. Pero, en una economía competitiva, los
factores de producción se remuneran en función de su producto marginal (el salario real
de los trabajadores en términos de tela es igual a la productividad marginal del trabajo
en la producción de tela, y así con todos los factores). Cuando la ratio del trabajo
respecto al capital aumenta en la producción de cualquiera de los bienes, el producto
marginal del trabajo en términos de ese bien aumenta. (Trabajadores: su salario real es
mayor en términos de ambos bienes).
Por otra parte, el producto marginal del capital cae en ambas industrias, por lo que los
capitalistas se encuentran con que su renta real es menor en términos de los dos bienes.
Cambios en los precios relativos tienen fuertes efectos sobre la distribución de la renta.
Un cambio de los precios de los bienes no solo cambia la distribución de la renta, sino
que la cambia siempre hasta el punto de que los propietarios de un factor de producción
ganan, mientras que los propietarios de otro empeoran.
Vamos a analizar cómo afectan los cambios en los recursos (la oferta total de un factor)
a la asignación de factores entre los distintos sectores y los correspondientes cambios de
las cantidades producidas. ¿Cómo emplea la economía las horas adicionales de trabajo?
En la asignación de trabajo y capital en los distintos sectores: la ratio trabajo-capital en
el sector de tela es mayor que en el sector de los alimentos, por lo que la economía
aumenta la utilización de trabajo respecto al capital, asignando más trabajo y capital a la
producción de telas. A medida que el trabajo y el capital pasan del sector de los
alimentos al de la tela, la economía produce más tela y menos alimentos.
aumento de la oferta de trabajo. La FPP se desplaza hasta TT2, lo que significa que la
economía puede producir más tela y menos alimentos que antes.
Cuando aumenta Pm, el factor trabajo se desplaza del sector de la alimentación al sector
de las manufacturas, y la producción de manufacturas aumenta, mientras que la de
alimentos disminuye. (Esta es la causa de que w no aumente tanto como Pm: al
aumentar el empleo en las manufacturas, disminuye el producto marginal en ese sector).
Los efectos del aumento del precio de las manufacturas, aumenta el precio relativo de
las manufacturas (Pm/Pa)1 a (Pm/Pa)2. El nivel de producción, que se sitúa siempre
donde la pendiente PP es igual a la relación de los precios cambiada de signo, cambia de
1 a 2. Como consecuencia del aumento del precio relativo de las manufacturas, la
producción de alimentos disminuye y la de manufacturas aumenta.
Puesto que el aumento del precio relativo de las manufacturas determina el aumento de
la producción de manufacturas con relación a la de alimentos, podemos dibujar una
curva de oferta relativa poniendo Qm/Qa en función de Pm/Pa.
Dos economías
Diferentes dotaciones de recursos: nuestro país tiene una ratio L/K mayor que el
extranjero.
Dado que nuestro país tiene una relación entre trabajo y capital mayor que el extranjero,
nuestro país es abundante en trabajo y el extranjero es abundante en capital
Puesto que la tela es el bien que utiliza intensivamente el trabajo, la FPP de nuestro país
está más desplazada hacia afuera, con relación a la del extranjero, en la dirección de la
tela que en la dirección de los alimentos.
Puesto que el comercio lleva a la convergencia de los precios relativos, será igual el
precio de la tela respecto a los alimentos. Sin embargo, puesto que los países difieren en
la abundancia de sus factores, dada una ratio entre el precio de la tela y el de los
alimentos, nuestro país producirá una mayor ratio de tela y alimentos que el extranjero:
nuestro país tendrá una mayor oferta relativa de tela. Por tanto, la curva de oferta
relativa de nuestro país se sitúa a la derecha del extranjero.
Si la apertura al comercio estuviera relacionada con una reducción del precio relativo de
las manufacturas, los cambios en la oferta y demanda relativas se revertirían y la
economía se convertiría en una exportadora de alimentos y una importadora de
manufacturas. Al abrirse el comercio, una economía exportará el bien cuyo precio
relativo haya aumentado e importará el bien cuyo precio relativo haya disminuido.
Cuando nuestro país y el extranjero comercian entre sí, sus precios relativos convergen.
El precio relativo de la tela aumenta en nuestro país, se reduce en el extranjero y se
establece un nuevo precio relativo mundial de la tela en algún punto entre los precios
relativos anteriores al comercio.
La economía exporta el bien, cuyo precio relativo aumenta. Así pues, nuestro país
exportará tela mientras que el extranjero exportará alimentos.
Los factores de producción utilizados intensamente en la industria que compite con las
importaciones se ven perjudicados por la apertura al comercio. La apertura al comercio
amplía las posibilidades de consumo en la economía de forma que existe una forma de
hacer que todo el mundo mejore. La especificidad de los factores a determinadas
industrias es sólo un problema temporal: los efectos de la distribución de la renta
derivados de que el trabajo y otros factores son inmóviles representan un problema
temporal y transitorio. Por el contrario, los efectos que tiene el comercio sobre la
distribución de la renta entre la tierra, cuando son móviles el trabajo y el capital son
permanentes.
Cuando nuestro país y el extranjero comercian, los precios relativos de los bienes
convergen y causa la convergencia de los precios relativos del trabajo y el capital Existe
realmente una tendencia hacia la igualación de los precios de los factores.
Cuando nuestro país y el extranjero comercian entre sí, de una forma indirecta ambos
países están intercambiando factores de producción. Nuestro país permite al extranjero
el uso de una parte de su abundante trabajo, no mediante la venta del trabajo
directamente, sino mediante el intercambio de bienes producidos con una relación
elevada de trabajo y capital por bienes producidos con una baja relación trabajo-capital.
Los bienes que nuestro país vende requieren para su producción más trabajo que los
bienes que recibe a cambio; es decir, hay más trabajo incorporado en las exportaciones
de nuestro país que en sus importaciones. Así, nuestro país exporta su trabajo,
incorporando en sus exportaciones trabajo-intensivas. Las exportaciones del extranjero
incorporan más capital que sus importaciones y, en consecuencia, el extranjero está
exportando indirectamente capital. En el mundo real, los precios de los factores no se
igualan. Aunque algunas de estas diferencias pueden reflejar diferencias en la
cualificación del trabajo, son demasiado grandes para ser explicadas solo con esta razón.
Hay tres supuestos cruciales para la predicción de la igualación de los precios de los
factores que en realidad no son ciertos:
1. Ambos países producen ambos bienes: la igualación de los precios de los factores
se produce solo sí los países implicados son suficientemente similares en sus dotaciones
factoriales relativas. Los precios de los factores no se igualan necesariamente entre
países con relaciones radicalmente diferentes entre capital y trabajo, o entre trabajo
cualificado y no cualificado.
2. Las tecnologías son iguales: la proposición de que el comercio iguala los precios de
los factores no se mantiene si los países tienen diferentes tecnologías de producción.
La esencia del modelo Heckscher-Ohlin es que el comercio está impulsado por las
diferencias de la abundancia de factores en los distintos países. El modelo lleva a la
predicción natural de que el comercio de bienes es sustituto del comercio de factores
productivos y que, por tanto, los bienes intercambiados entre países deberían incorporar
estas diferencias de factores. Se trata de una predicción muy potente que se puede
contrastar empíricamente pero el éxito empírico de estas constataciones es muy
limitado.
Los trabajadores de EEUU trabajan con más capital por persona que los trabajadores de
otros países. Se podría esperar que EEUU fiera exportador de bienes de capital-
intensivos e importar bienes trabajo-intensivos. Sin embargo, no fue este el caso durante
los 25 años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Las exportaciones de EEUU eran
menos capital-intensivas que sus importaciones. Este resultado es conocido como la
paradoja de Leontief.
Explicaciones de la paradoja:
EEUU y sus socios comerciales utilizan las mismas tecnologías (no es probable).
Otro indicio de las importantes diferencias de tecnología entre los distintos países viene
de las discrepancias entre los volúmenes observados de comercio y los que prevé el
modelo H-O. Se puede utilizar el modelo H-O para hacer predicciones sobre el volumen
de comercio de un país en función de las diferencias de la abundancia de factores de ese
país respecto al resto del mundo.
Se puede resolver el puzle del comercio ausente si se permite que haya diferencias
tecnológicas entre países. Si los trabajadores en EEUU son mucho más eficientes que
los de China, entonces la oferta de trabajo efectiva en EEUU es mucho más grande,
comparada con la de China, que lo que los datos sugieren, y de aquí que el volumen
esperado de comercio entre China, abundante en trabajo, y EEUU, escasos del mismo,
sea menor.
Si se parte del supuesto de que las diferencias tecnológicas entre países pueden adoptar
una sencilla fórmula algebraica es posible utilizar datos sobre el comercio de factores
para estimar la eficiencia relativa de la producción en distintos países.
Los cambios a lo largo del tiempo se ajustan a las predicciones del modelo H-O. El
cambiante patrón de las exportaciones a EEUU provenientes de Europa Occidental,
Japón y las cuatro economías asiáticas milagrosas (Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong
y Singapur) que pasaron rápidamente de ser economías bastante pobres en 1960 a ser
economías relativamente ricas en la actualidad, con una población activa muy
cualificada.
En el panel a: el patrón de las exportaciones de los tres grupos en 1960, las economías
milagros estaban especializadas en la exportación de bienes con baja intensidad de
trabajo cualificado, e incluso las exportaciones de Japón estaban inclinadas hacia esos
bienes.
El modelo H-O sigue siendo fundamental para entender los efectos del comercio,
especialmente sus efectos en la distribución de la renta.