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Covid. ¿Nació en un
laboratorio?
Existen indicios cientí cos que parecen no compadecerse con la tesis o cial hasta ahora mantenida por
la OMS.
Y
a hemos superado el primer
FIRMAS BLOGS aniversario de
LA ILUSTRACIÓN la aparición de este agente
LIBERAL
biológico que no solo ha causado más de dos millones cien mil muertos,
sino que ha dado lugar a la aparición de un nuevo y desastroso orden
económico mundial. Seguimos sin saber cómo nació esta criatura letal para nuestra
especie.
El Grupo de París
Por especial requerimiento del Gobierno de los Estados Unidos, la OMS se vio obligada
a enviar una comisión de cientí cos expertos a la ciudad china de Wuhan donde según
todos los inicios se originó la pandemia: a partir de este viaje de supuesta
investigación exhaustiva debería aclararse el origen del mutante vírico supuestamente
procedente de alguna especie animal desconocida; las conclusiones han sido
realmente descorazonadoras.
Durante 2020, primer año del desastre pandémico, poner reparos a la versión o cial del
origen de la enfermedad a través de una zoonosis era considerado como “teoría
conspiratoria”: en la actualidad esta situación está cambiando.
Para que se tratara de una zoonosis sería necesario encontrar dos eslabones que
serían clave para establecer la cadena de transmisión del animal al hombre; en las
verdaderas zoonosis existe un reservorio del patógeno, que en el caso de los
coronavirus suele encontrase en el grupo de los murciélagos, un agente intermedio en
que el virus muta y pasa a ser capaz de infectar al hombre y nalmente a nuestra
propia especie como receptora del mutante peligroso. En el caso de la Covid no se han
encontrado ni el reservorio ni el huésped.
Signi cativa sobre todo si se tiene en cuenta que en las últimas pandemias similares
las evidencias de especies reservorio y huésped se encontraron de manera casi
inmediata, en la Sar-Cov 1 el reservorio eran ciertos murciélagos, como cabía esperar, y
el huésped intermedio más importante se localizó en la civeta, que se había infectado
en un alto porcentaje de la población estudiada. En el Mers, último coronavirus
patógeno para el hombre anterior al que ahora nos está asolando, los huéspedes eran
los camellos, que también estaban afectados en porcentaje signi cativo.
Existen otros indicios cientí cos que parecen no compadecerse con la tesis o cial
hasta ahora mantenida por la OMS; se re eren a aspectos bioquímicos menos
sencillos de explicar, como el lugar en el que actual virus mortal lleva incorporado el
“cortador” bioquímico que permite a su corona insertarse en las células a las que
ataca; no es momento de detenernos en tales detalles, pero sí de considerar que se
suman a los datos estadísticos para aumentar la solvencia de las objeciones
planteadas por el “Grupo de París”.
Ante la fortaleza de los argumentos del “Grupo de París”, la OMS no ha tenido más
remedio que “dejar abiertas todas las posibilidades respecto a las investigaciones
sobre el origen de la pandemia”. No es fácil pronosticar si llegaremos a saber la
verdad, al menos a corto plazo, pero al menos, los disidentes no están siendo tachados
de fanáticos ni de alarmistas.
Porque nadie está hablando de “cientí cos locos creando y liberando monstruos”,
sino de la posibilidad de una desgraciado accidente y de la necesidad de investigación y
de transparencia para que no pueda repetirse algo parecido.
QUIERO COLABORAR
* Por la emergencia del coronavirus, quedan anulados hasta nuevo aviso todos los eventos como mesas
redondas, debates o programas en directo.
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Del autor
Temas: Coronavirus
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