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Demencia Senil
Demencia Senil
INTRODUCCIÓN
En este trabajo nos hemos dado a la labor de investigar acerca de uno de los
tantos tipos de alteraciones de la memoria que afecta a las poblaciones, en
especial a individuos de la tercera edad: la Demencia Senil. Abordaremos dicha
enfermedad de manera rápida y consistente desde la parte teórica y su
evolución, así como su desarrollo, abarcando el aspecto biológico, estudio de la
población que afecta, su diagnóstico y su tratamiento, incluyendo las
recomendaciones para el enfermo y su familia.
TEORÍA
A inicios del siglo XIX, Alzheimer demostró que ciertas lesiones observadas
en la demencia senil no podían ser atribuidas a arterioesclerosis y describió la
presencia de placas seniles; y fue hasta 1907 que describió un tipo de
demencia pero más precoz, en una mujer de 55 años de edad que desde hacía
más de 4 años presentaba un cuadro demencial y en cuyo cerebro él encontró,
además de las placas seniles, otras lesiones macroscópicas que llamó
“degeneración neurofibrilar”. Así se empezaron a profundizar en las placas
seniles, la degeneración neurofibrilar, degeneración granulovascular, que
fueron consideradas acompañantes histológicas de la demencia senil no
arterioesclerótica.
Por otro lado; Arnold Pick entre 1892 y 1904 estudió una serie de cerebros
que presentaban atrofia cortical circunscrita, sin tener en cuenta que no
examinó desde el punto de vista microscópico (células globosas y las
inclusiones argirófilas); ahora conocida como la enfermedad de Pick, ésta es
más frecuente en mujeres y se caracteriza por cambios progresivos del
carácter y de la conducta social, junto con deficiencias del intelecto, la memoria
y el lenguaje. Al igual, que se acompaña de apatía, euforia y ocasionalmente,
de fenómenos extrapiramidales.
DEMENCIA SENIL
EVOLUCIÓN DE LA ENFERMEDAD
POBLACIÓN
ASPECTOS BIOLÓGICOS
EXÁMENES COMPLEMENTARIOS
Biometría hemática, pruebas de función tiroidea, renal, hepática, niveles de
vitamina B12, pruebas serológicas para sífilis, Serología para VIH,
electroencefalograma, TAC, resonancia magnética, investigación de tóxicos,
metales,(hierro, cobre, aluminio, fármacos).
SÍNTOMAS
El DMS-IV clasifica los síntomas de la demencia en
2.- Funcionales:
Dificultad para caminar, comer, asearse, vestirse, realizar las tareas del hogar y
en general las de la vida diaria.
3.- Conductuales:
Reacciones catastróficas, cuadros de furor, episodios maníaco-depresivos,
violencia, apatía, vagabundeo, trastornos del sueño, lenguaje obsceno,
alucinaciones, ideación delirante, robos, paranoia, trastornos del juicio,
conductas paradójicas, trastornos sexuales, inadaptación social, trastornos de
personalidad, acatisia.
TRATAMIENTO
Debido a que la demencia senil es una enfermedad progresiva, el tratamiento
no sólo está dirigido al paciente, sino también al entorno familiar, por lo que es
importante realizar un diagnóstico temprano y retardar la progresión de la
enfermedad, aunque no existe una forma comprobada de prevenirla, existen
algunas prácticas que se pueden incorporar en la rutina diaria, particularmente
si existen antecedentes familiares de demencia.
Medidas preventivas
Manejo de la familia
Tratamiento farmacológico
Ayuda profesional
Los familiares y los profesionales médicos pueden trabajar juntos para mejorar
la calidad de vida de un paciente demencial. Llegará un momento en el que la
familia requiera ayuda profesional para el cuidado del enfermo, por lo que es
importante localizar dichos servicios.
Médico: se encargará de forma permanente del enfermo no
necesariamente debe de ser el especialista que realizó la evaluación
inicial; será el médico de cabecera el encargado de prescribir y vigilar la
acción de los medicamentos que recete, tratar las enfermedades
agregadas que se presenten y aclarar dudas.
Enfermería: además de la atención del médico, se necesitan los
servicios de una enferma titulada que se pueda localizar en todo
momento y que podrá advertir los cambios que se presenten en el
paciente y su enfermedad. Otra de sus funciones es adiestrar a la familia
en cuestiones prácticas como la manera de manejar las reacciones
catastróficas del enfermo, su alimentación, su aseo y movilización.
CONCLUSIÓN
Este trabajo se realizó con el objetivo de dar a conocer información acerca de
la enfermedad mencionada con anterioridad una y otra vez; le Demencia Senil,
para que las personas interesadas en este tema puedan informarse de manera
breve e interesante. Podemos concluir además que esta enfermedad es
conocida en la mayor parte del mundo, así como estudiada por diferentes
ramas de estudio como la medicina, la psicología, la genética, la biología, ya
que estas ramas están muy tomadas de la mano para el estudio, la prevención
y el posible y muy amplio mejoramiento del paciente con este tipo de
enfermedad.
Con este trabajo aprendimos que la demencia senil es una de las
enfermedades degenerativas más comunes entre los adultos mayores, y
además una de las más perjudiciales, ya que impide llevar a cabo condiciones
tan cotidianas como comer, vestirse e ir al baño. Al no poder realizar estas
actividades, la persona prácticamente no puede valerse por sí misma y por lo
tanto dependen de otras. Por esta razón creemos que esta enfermedad es tan
terrible y debe de ser tomada en cuenta, dado que, a veces no conocemos la
magnitud de estas enfermedades, descartándolas de una vida social.
A medida que aumenta la proporción de personas ancianas en la población,
aumenta la carga de la enfermedad de Demencia y Alzheimer sobre los
individuos, las familias de los pacientes y la sociedad.
Por todos estos motivos es una necesidad real e imperiosa informar a las
personas tanto familiares, como externas para poder hacer frente a esta
pesadilla a la que cada día se enfrentan nuestros ancianos y lógicamente todos
sus familiares.
REFERENCIAS
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y otras demencias del anciano. Barcelona (España): Psiquiatría Editores, S.L. pp 10-13.
Mace, N. L., & Rabins, P. V. (2004). Cuando el día tiene 36 horas: una guía para cuidar a
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Nogales-Gaete, J., Donosos, A., & Verdugo, R. (2005). Demencias. Tratado de Neurología
Clínica. Santiago: Universitaria.
Rocha , G., Arévalo, M. E., Céspedes, M., & Aguilar, J. (2006). Demencia senil. Revista
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