Está en la página 1de 13

Sartre, Levinas y los judíos.

Fenomenología del antisemitismo y ontología del judaísmo 105

Sartre, Levinas y los judíos.*


Fenomenología del antisemitismo y
ontología del judaísmo

Gérard Bensussan

Resumen
Este texto propone una lectura cruzada o paralela de dos ensayos casi contemporá-

Revista de Estudios sobre Genocidio. Año 9, volumen 13, Buenos Aires, noviembre de 2018, ISSN 1851-8184 / ISSN-e 2362-3985
neos: las Reflexiones sobre la cuestión judía de Sartre (1946) y Ser judío de Levinas,
que data de 1947. Estos textos no tienen el mismo alcance ni han conocido en su
tiempo el mismo eco ni la misma notoriedad. El ensayo de Sartre fue una suerte de
best seller; el estudio de Levinas es un texto muy breve, publicado en una revista
que se encontraba en pleno declive. Leer estos textos en conjunto permite descubrir
algo así como un síntoma de pensamiento judío. Después de haber presentado estos
textos de modo analítico, el autor se propone determinar algunos de sus contenidos,
especialmente en torno a dos aspectos absolutamente decisivos: la identidad y la
historicidad; desvelando, por un lado, una fenomenología sartreana de la pasión anti-
semita y, por otro, el esbozo de una contraontología judía según Levinas.

Palabras clave: Levinas, Sartre, identidad, antisemitismo, judaísmo, contraontología,


pasión

Abstract
This article proposes a parallel reading of two almost contemporary essays: Sartres’s
Reflections on the Jewish question (1946) and Levinas’s Being Jewish (1947). These
texts don’t have the same scope and did not bring about, in their time, the same echo or
the same notoriety. Sartre’s essay was a kind of best-seller; Levinas’s text is too short and
appeared in a journal that was in full decline at the time. Reading these texts together en-
ables to discover a sort of symptom of Jewish thought. After presenting these texts ana-
lytically, the author determines some of its contents, particularly on two absolutely crucial
aspects: identity and historicity, revealing, on the one hand, a Sartrean phenomenology
of anti-Semitic passion; and, on the other, the glimpse of a Jewish counter-ontology by
Levinas.

Keywords: Levinas, Sartre, identity, anti-semitism, Judaism, counter-ontology, passion

* Artículo publicado originalmente en Les Temps Modernes, 2011/3, Nº 664, pp. 137-150. Traducido al español por
Fernando Escobar.
Sartre, Levinas y los judíos. Fenomenología del antisemitismo y ontología del judaísmo 107

Quisiera proponer aquí algunos linea- y también del lado de la opinión filosófi-
mientos de una lectura cruzada o más ca, si puedo decirlo así)– según la cual
bien paralela de dos textos casi contem- este texto estaría vencido, caduco en sus
poráneos: las Reflexiones sobre la cues- contenidos y, a fin de cuentas, obsole-
tión judía de Sartre (1946) y Ser judío de to. Hay evidentemente (¿y cómo podría
Levinas, publicado en 1947. Ambos tex- ser de otro modo?) elementos perfecta-
tos no tienen la misma importancia ni co- mente excluidos y cumplidos en el análi-
nocieron en su tiempo la misma resonan- sis sartreano de las escorias. Pero se tra-
cia ni la misma notoriedad. El ensayo de ta de lo más superficial, de lo más socio-
Sartre fue una suerte de best seller; el es- lógico e igualmente de lo más marxista o
tudio de Levinas es un texto muy breve marxisante (marxisant) del análisis. Algu-
publicado, además, en una revista que nos fragmentos de esta Vulgata: “no en-
para entonces estaba en pleno declive. contramos demasiado antisemitismo en
Añadiré que leer ambos textos en conjun- los obreros”,1 o incluso, “la revolución so-
to, para intentar revelar algo parecido a cialista es necesaria y suficiente para su-
un síntoma de pensamiento judío, obliga primir el antisemitismo”.2 Dejaré comple-
referirnos a sus huellas y trazos posterio- tamente de lado este aspecto del texto
res, especialmente a las autorrectificacio- pues, según mi parecer, no amerita más

Revista de Estudios sobre Genocidio. Año 9, volumen 13, Buenos Aires, noviembre de 2018, ISSN 1851-8184 / ISSN-e 2362-3985
nes de Sartre durante sus conversaciones discusión. Pero más allá de él, quisiera
de 1980 con Benny Lévy y, tratándose de señalar al menos dos puntos dignos del
Levinas, por una parte a los textos con- más grande interés en la analítica política
temporáneos o anteriores a Ser judío (que de Sartre:
se escalonan desde 1935 hasta 1947) y,
por otra parte, a los textos escritos en su 1. Un cierto número de elementos muy
totalidad entre los años 50 y 60 y que po- estimulantes sobre el hombre de las
demos leer especialmente (pero no to- masas,3 la comunidad latente4 y la inteli-
dos) en Difícil Libertad. En esta suerte de gencia como amenaza. Sartre, en la es-
archipiélago textual, pienso precisamen- tela de Durkheim, que distinguía la “soli-
te en “Ser occidental”, de 1951, cuyo tí- daridad mecánica”, típica del mundo ru-
tulo llamará por sí solo a un paralelo con ral y arcaico, de la “solidaridad orgánica”,
Ser judío. propia de las sociedades industriales mo-
Después de presentar estos textos dernas, califica la comunidad preconiza-
de forma analítica, intentaré volver sobre da por el antisemitismo de “primitiva” e
aquello que acabo de llamar “síntoma de inarticulada. Aunque se trata totalmente
pensamiento judío” con el fin de determi- de una comunidad efectiva, fusional y fra-
nar algunos contenidos, particularmente ternal, una comunidad de iguales, una co-
en torno a dos aspectos absolutamente munidad sin judíos, donde “la igualdad es
decisivos: la identidad y la historicidad. el fruto de la indiferenciación de las fun-
Comenzaré desde las Reflexiones ciones” (Durkheim). Es la muchedumbre
de Sartre y desde la opinión largamen- (foule) de las manifestaciones antidreyfu-
te dominante –y desde cualquier posi- sianas y antisemitas las que describe Sar-
ción (quiero decir del lado de la opinión tre en estas páginas, la “masa” analizada
judía contemporánea, se verá por qué, por Elías Canetti en Masa y poder.

1
Jean-Paul Sartre, Reflexiones sobre la cuestión judía, Buenos Aires: De Bolsillo, 2004, p. 32.
2
Ibid., p. 140.
3
Ibid., p. 21.
4
Ibid., pp. 27-28.
108 Gérard Bensussan

2. Este análisis de la comunidad sin ju- lo señala implícitamente Levinas en la pri-


díos está sustentado5 por un análisis bien mera línea de su Ser judío –y agrego que
perspicaz del antisemitismo que revela esto es uno de los trazos de fuerte dife-
la forma de una lucha de los “ciudada- renciación entre los dos textos–, el térmi-
nos contra los poderes”, de la “rebelión no mismo de “cuestión” (judía) es el in-
permanente”6 y colectiva en busca de una dicio. El ser judío que medita Levinas es
comunidad purificada y solidaria. Encon- cualquier cosa que la Shoah ha vuelto im-
traríamos en las Reflexiones segmentos perdonable, irreversible, insalvable.
analíticos muy pertinentes para tematizar Podemos considerar esta ausencia de
eficazmente algunos elementos ideológi- Auschwitz como una debilidad insigne del
cos un tanto invariables, de notorio anti- análisis de Sartre –y sin duda es cierto–.
semitismo, de la mayor parte de los so- Hay ahí un límite considerable del análi-
cialistas franceses del siglo XIX hasta la sis desplegado en las Reflexiones, pero
izquierda antisionista de hoy día. me parece que estas consideraciones crí-
ticas, de tipo históricas (la objeción en Le-
No faltan los elementos problemáticos vinas será más bien ontológica, se verá
en este levantamiento preliminar y un tan- por qué), están muy lejos de agotar la in-
to burdo de las debilidades y méritos del contestable riqueza de los abundantes
Revista de Estudios sobre Genocidio. Año 9, volumen 13, Buenos Aires, noviembre de 2018, ISSN 1851-8184 / ISSN-e 2362-3985

texto sartreano de 1946; es necesario re- análisis de Sartre. Esta riqueza, hecha de
cordarlo. Pienso en lo que a su modo se- mezclada minuciosidad y amplitud, es de
ñaló Georges Bataille en una recensión tipo fenomenológica. Todos aquellos que
casi inmediata, aparecida en mayo de han conocido a Sartre han dado cuenta
1947 en la revista Critique: la ausencia de ese extraordinario talento suyo para
sobrecogedora de Auschwitz. Sin verda- describir eidéticamente las situaciones,
deramente medirlo, Bataille le da su ple- las cosas o las personas que él encontra-
na importancia. Tal vez es el primero, se- ba. Había en él una capacidad espontá-
gún mi conocimiento, en acordar a este nea para el ejercicio de una fenomenolo-
sintagma su potencia de mal epónimo: gía ingenua y salvaje que jamás abando-
“como las Pirámides o la Acrópolis, Aus- nó. Raymond Aron ha reunido estas ca-
chwitz es el hecho, es el signo del hom- racterísticas recordando de Sartre el “filo-
bre. La imagen del hombre es insepara- sofar acerca de un vaso de cerveza”. En
ble, de ahora en adelante, de una cámara las Reflexiones, Sartre habla de los judíos
de gas”.7 El antisemitismo que Sartre tie- que él veía, que frecuentaba, todos aque-
ne a la vista, con un inaudito talento des- llos que, en efecto, solo se reconocen
criptivo y literario, es verdaderamente un como tales, judíos, en la mirada del otro8
antisemitismo anterior a la Shoah; es el (autrui). En 1980, explicará a Benny Lévy
antisemitismo de los años treinta, de la que no había consultado ninguna obra
Francia anterior a Vichy, aquella del caso de historia para escribir su texto, que más
Dreyfus y de la Tercera República. Como bien había escrutado la Erlebnis9 de los

5
Ibid., p. 28.
6
Ibid., p. 29.
7
Georges Bataille, Œuvres complètes, Tomo II, París: Gallimard, 1970, p. 220.
8
Una generación de intelectuales judíos franceses se reconocerá en el retrato del judío “inauténtico”. Raymond Aron
se comprendía él mismo como un “judío desjudaizado” que solo se tiene por tal, judío, porque el mundo lo determi-
na así y asume su judaísmo por dignidad, pero sin sentirlo auténtica o profundamente.
9
N. T. Al ser el concepto de Erlebnis una noción operativa central en la tradición fenomenológica desde Husserl, el
lector puede profundizar e informarse más sobre ella en §36 de Edmund Husserl, Ideas relativas a una fenomeno-
logía pura y una filosofía fenomenológica I, Fondo de Cultura Económica, 2013, pp. 154-156. Para efectos de esta
nota, cabe decir que dicho concepto ha sido traducido al castellano como “vivencia”.
Sartre, Levinas y los judíos. Fenomenología del antisemitismo y ontología del judaísmo 109

judíos que hasta entonces era la suya, de puesto que consiste en el impulso mismo
la cual se sentía próximo, y que escribió que le convoca a una elección activa de
su ensayo en tres semanas. Y cuando fue sí mismo, escribe Sartre.12 Es necesario
llevado a encontrarse con otros judíos, poder volver aquí sobre las nociones de
“reales” si se quiere, simplemente admite elección y proyecto que el existencialis-
estar equivocado –al menos parcialmen- mo sartreano ha convocado cada vez sin
te– en las Reflexiones y, entonces, pudo discernimiento, y que en la ocurrencia, en
pasar a otras modalidades de compren- el caso preciso del afecto antisemita, po-
sión del asunto. Hay en esta mutación de seen contrariamente una consistencia pa-
la mirada fenomenológica de Sartre, y en sional muy remarcable. Este lado de pa-
la ductilidad de los análisis, una honradez sión, de pasividad, de patología del anti-
muy profunda y notable. Igualmente, aña- semitismo se observa principalmente en
diré que las Reflexiones contienen inme- tanto “compromete a la persona entera”13
diatamente un llamado a la asunción au- y también en “lo que viene al cuerpo por
téntica de su condición de judíos para los el espíritu”,14 por ejemplo, la repugnan-
judíos “inauténticos”, un llamado a “pen- cia (dégoût) física inspirada cada vez por
sarse como judíos”; pero si es verdad los judíos. Y esto no levanta ciertamente
esta conminación, entonces, de seguro un proyecto de sí (soi), aunque sí lo hace

Revista de Estudios sobre Genocidio. Año 9, volumen 13, Buenos Aires, noviembre de 2018, ISSN 1851-8184 / ISSN-e 2362-3985
entra en contradicción con otros pasajes acerca de la influencia de la pasión. Sin
de la obra. duda, hay aquí –en estas notaciones ex-
La profundidad y riqueza de las Re- traordinariamente estimulantes– elemen-
flexiones tiene en su mirada fenomenoló- tos de disonancia, incluso de incoheren-
gica lo esencial –haciendo del ensayo de cia, una suerte de contradictio in adjecto
Sartre un texto en muchos aspectos clá- entre proyecto y pasión, por ejemplo. Es-
sico–. Pero es necesario precisar un pun- tas contradicciones casi literales no son
to: la fenomenología de las Reflexiones no raras en el texto, al contrario, le dan una
concierne al judaísmo, a la “cuestión ju- suerte de tensión viva y marcan la ener-
día”, sino al antisemitismo (y esto, según gía de lo pensado, aunque jamás termi-
mi punto de vista, no es una objeción). nan de ser golpeadas por cualquier des-
Hay en el texto de Sartre un conjunto de crédito. La temática de la pasión antise-
reflexiones sobre la “cuestión antisemita”, mita, del antisemitismo como “un com-
una fenomenología incisiva del antisemi- promiso del alma [...] tan profunda y total
tismo con sus afectos y su política, toda- que se extiende hasta la fisiología, como
vía vigente si intentamos descifrar un cier- es el caso de la histeria”,15 es fundamen-
to número de aspectos del antisionismo tal. La pasión antisemita, como totalidad
contemporáneo, por ejemplo. Este texto sincrética, totaliza igualmente al judío.
se presenta como una fenomenología ex- Ella lo esencializa según “el espíritu de
traordinaria de la pasión10 antisemita disi- síntesis” que la caracteriza.16 Para el an-
mulada y razonablemente articulada bajo tisemitismo, el judío es una totalidad que
una “totalidad sincrética”.11 Sin embargo, funciona de modo inverso en relación a
el antisemitismo es una pasión curiosa, la totalidad sincrética que se representa

10
Ibid., p. 16.
11
Ibid., p. 10.
12
Ibid., pp. 15-16.
13
Ibid., p. 31.
14
Ibid., p. 10.
15
Ibid., p. 10.
16
Ibid., p. 32.
110 Gérard Bensussan

en la pertenencia a una tierra, a una na- de conviene partir [...] es el antisemitismo


ción, a una comunidad, a un grupo pri- quien hace al judío”.23 “El judío está en
mitivo, orgánico y depurado de todo ele- situación de judío porque vive en el sen-
mento disolvente del todo. El antisemi- tido de una colectividad que lo tiene por
ta es “el hombre de las masas”,17 lo dije judío”.24 Esta famosísima tesis, que releva
al comienzo, habitado por “la nostalgia lo que Albert Memmi llamaba las filosofías
de la impermeabilidad”. 18 La nación es de la mirada, ignora irreprochablemen-
un todo; el judío, un contra-todo. Aun se te la positividad del judaísmo como reli-
puede levantar aquí un cierto número de gión, como tradición, como cultura, como
contradicciones entre el espíritu de sínte- pensamiento e igualmente como colecti-
sis y la explicación de la historia, especial- vidad. Hizo falta, sin duda, haber encon-
mente por los individuos.19 Pero son ac- trado las vastas comunidades orientales,
cesorias –lo repito–, llevadas por el movi- como fue el caso de Rosenzweig y Kafka,
miento vivo del análisis en su oleaje pro- para que emerja esta cuestión compleja
pio. La perspectiva explicativa de conjun- en su multidimensionalidad. Tal vez toca-
to se sostiene desde aquello que Sartre mos aquí el límite metodológico de la in-
denomina “virtud metafísica”20 del antise- vestigación de 1946 señalada por el mis-
mitismo. Levinas no vacila algunos años mo Sartre en sus conversaciones de 1980
Revista de Estudios sobre Genocidio. Año 9, volumen 13, Buenos Aires, noviembre de 2018, ISSN 1851-8184 / ISSN-e 2362-3985

antes para hablar de una “filosofía del con Benny Lévy. Pero sostengo que la
hitlerismo”,21 de una esencia espiritual del famosísima tesis contiene un manojo de
antisemitismo, de una autentica metafísi- cuestionamientos sobre la identidad que
ca del antisemitismo, consciente al mis- simplemente no se pueden eludir, como
mo tiempo de que la expresión llamaría es recurrentemente el caso en muchas
la atención. Aunque este postulado com- críticas (judías) que se pronuncian so-
partido es esencial. bre un antagonismo puro y simple: para
En el libro de Sartre se impone la te- Sartre no habría identidad judía; para un
sis más famosa, aquella que permanece buen número de sus lectores judíos, ha-
como una suerte de resumen precipitado bría una identidad positiva y consistente.
y pobre según el cual la mirada del otro Yo destaco que Levinas, en 1947, le da
(autrui) constituye al judío como tal. La cautelosamente la razón en este punto:
mirada del otro antisemita constituye al ju- “(Sartre) tal vez tiene razón en discutir al
dío como forma sustancial o esencia.22 “El judío una esencia propia”.25 Esta línea ar-
judío –se puede leer en un célebre pasa- gumentativa fue retomada en los textos
je– es un hombre que los otros tienen por ulteriores de Levinas bajo el término de
judío; he ahí la simple verdad desde don- incondición. La incondición es el equiva-

17
Ibid., p. 21.
18
Ibid., p. 17.
19
Ibid., p. 34.
20
Ibid., p. 35.
21
N. T. En 1934, a pocos días de que Hitler asumiera al poder, Levinas publicó un pequeño artículo en la revista
Esprit, titulado: Quelques réflexions sur la philosophie de l’hitlerisme. (Algunas reflexiones sobre la filosofía del hitler-
ismo, Fondo de Cultura Económica, 2006.)
22
Ibid., pp. 36-37.
23
Ibid., p. 64.
24
Ibid., p. 68.
25
Emmanuel Levinas, “Être Juif” en Confluences, Nº 15, 1947, p. 260. N. T. También se puede encontrar una edición
más reciente en Cahiers d’études levinassiennes, Nº1, 2002, pp. 99-106. Este año 2015 el artículo se publicó en
Francia en formato de libro.
Sartre, Levinas y los judíos. Fenomenología del antisemitismo y ontología del judaísmo 111

lente antagónico de la situación.26 Se verá sumida por aquellos que son llamados
cómo en el sentido mismo de aquello que demócratas, tercer protagonista del cua-
puede ser compartido por ambos pen- dro general de las Reflexiones junto al an-
samientos –sobre la metafísica del anti- tisemita y el judío –figura, en un sentido
semitismo o, aquí, sobre la identidad– la casi dramatúrgico, como lo es el autodi-
fractura se reconstruye en profundidad. dacta en La náusea. Los demócratas son
Cuando Sartre escribe, por ejemplo, que los descendientes de aquellos que lucha-
“la situación del judío es tal, que todo lo ron en la época de la Revolución francesa
que hace se vuelve contra él”, 27 se con- para la emancipación de los judíos–. Su
sidera, más allá del enunciado mismo, a filosemitismo se funda en la negación de
Kafka y a la identidad indesignable del ju- los judíos en nombre de su pertenencia
dío, es decir, a su extrañeza ética en el sen- común a la humanidad en tanto que indi-
tido de Levinas (no tanto el Levinas de Ser viduos concretos, con su cultura, su reli-
judío, sino aquel de Humanismo del otro gión y sus prácticas. Algo más, un cierto
hombre, más penetrante sobre esta cues- número de secuencias analíticas del en-
tión que el texto de juventud). Lo ganado sayo de Sartre parecen ir a veces en di-
en este punto sobre la identidad –llevada rección de los demócratas. Sin duda, hay
a cabo por la fenomenología del antise- en las Reflexiones una inclinación ten-

Revista de Estudios sobre Genocidio. Año 9, volumen 13, Buenos Aires, noviembre de 2018, ISSN 1851-8184 / ISSN-e 2362-3985
mitismo– no puede ignorarse, salvo para diente ideológicamente hacia el asimila-
defender la posición de una no-alteridad cionismo ligado a la filosofía de la historia
del judaísmo, de una identidad substan- hegeliana que claramente informa, más
cial del judío tan positiva y evidente como o menos, a la dialéctica. Sartre no vacila
aquella de los bretones o de los sajones. en afirmar que si no hay más antisemitis-
Lo ganado contiene, en la hipótesis ase- mo, que si los judíos son tomados como
gurada fenomenológicamente, una esen- hombres y no como judíos, entonces, es-
cia inhallable del judío –lo que de ningún tarían desde hace mucho tiempo asimi-
modo implica un consentimiento a los lados. Pero su pensamiento está cruza-
motivos y a las causas transportadas por do por vibraciones nerviosas, sensibles,
la hipótesis misma–. y la crítica de los demócratas no está en
El texto de Sartre permanece sorpren- absoluto debilitada cuando las tensiones
dentemente vivo y acabado para cons- intratextuales se transforman cada vez en
tituir un núcleo de muchas tesis impor- contradicciones lógicas. Sartre continúa
tantes que ameritan ser recordadas. En hasta sugerir una suerte de colusión en-
el plano fenomenológico –acabo de de- tre el antisemitismo y el asimilacionismo
cirlo–, la hipótesis de una identidad eva- democrático. Reconociendo al hombre
nescente del judaísmo. En el plano polí- en el judío, el demócrata solamente ve al
tico, un análisis del antisemitismo como hombre y olvida al judío. El antisemitis-
ideología de rebelión permanente y de mo solo ve al judío y rechaza su humani-
nostalgia de una comunidad compac- dad, el demócrata solo ve la humanidad:
ta de iguales solidarios. Siguiendo en el el sujeto abstracto y universal reconoci-
plano político, la puesta en cuestión del do por los derechos del hombre y del ciu-
paradigma de la asimilación republicana, dadano, tachando su judaísmo (judéité)
poco habitual en la época e igualmente de judío. Uno les reprocha a los judíos el
poco habitual en el contexto del huma- ser judíos, el otro le reprocha el conside-
nismo progresista defendido por el exis- rarse como judíos y no como hombres.
tencialismo sartreano. La figura está re- Uno quiere exterminar a los judíos, el otro

26
Jean-Paul Sartre, ob. cit., pp. 62-63.
27
Ibid., p. 132.
112 Gérard Bensussan

quiere asimilarlos. Ambos sostienen un desagradable y recurrentemente (“es el


mundo sin judíos.28 antisemitismo quien hace al judío”). Esto
Contrariamente avanzan algunas lectu- exigirá una estrategia de lectura totalmen-
ras precipitadas, insuficientemente aten- te distinta, totalmente organizada en tor-
tas a las fuertes tensiones que cruzan el no a lo que he llamado las tensiones vivas
texto, sin lugar a dudas encontramos un del texto (que no solamente recogen una
reconocimiento demasiado audaz –en contradictio in adjecto global, pero testifi-
este momento de la historia de los judíos can un pensamiento que se liga con pro-
en Francia (retorno desde los campos, si- bidad a comprender lo que es el judaís-
lencio sobre el exterminio)– de la exterio- mo en los incontestables límites que he
ridad judía, de la extrañeza ética de los indicado, más allá de la fenomenología
judíos, de una alteridad irreductible a su del antisemitismo que es el corazón del
constitución por la mirada del otro (autrui). libro. Es esto lo que permite comprender
Este reconocimiento se tuerce acompa- igualmente la movilidad de las posiciones
ñado de un reconocimiento igualmente de Sartre. Lo muestra un punto decisivo)
remarcable de la legitimidad de una po- donde se juega en otro lugar la desco-
sible reivindicación judía de autenticidad nexión con Levinas. Se trata de la cues-
–problemática, por otro lado, irreconcilia- tión de la historia y de las estructuras de
Revista de Estudios sobre Genocidio. Año 9, volumen 13, Buenos Aires, noviembre de 2018, ISSN 1851-8184 / ISSN-e 2362-3985

ble con la tesis que sostiene que es el an- la historicidad judía. Entre 1946 y 1980
tisemita quien hace al judío, yo no vuelvo Sartre cambia su posición completamen-
sobre estas contradicciones–. La crítica a te. En las Reflexiones, la tesis es cien por
la ideología republicana francesa, figura- ciento hegeliana: los judíos son un pueblo
da por el demócrata, entra evidentemen- sin historia. En lugar de una historia, los
te en conflicto con el asimilacionismo pre- judíos han atravesado o son atravesados
sente en algunos otros pasajes. Pero ella por una errancia de veinte siglos que los
[la crítica]29 produce nada menos que un obliga a una esterilidad cultural (evidente-
llamado a la autenticidad, a la reivindica- mente Sartre no se interroga sobre la Bi-
ción, incluso en el desafío –para que el blia, el Talmud o la Cábala). Los judíos no
judío asuma en cierto modo el despre- poseen ni “una obra colectiva específica-
cio que se le ha cargado, a riesgo de pri- mente judía” ni “una civilización propia-
varse del sustento de los demócratas en mente israelita” ni tampoco “un misticis-
cuanto [el judío]30 se atreve a “pensarse mo común”.31 Desprovistos de subjetivi-
como judío”–. Esta separación discrimi- dad y originalidad, ellos escapan de toda
nadora auténtico/inauténtico, tomada de definición clásica de tipo nacional, étni-
Heidegger, supone que los judíos tienen ca o cultural: “la comunidad judía no es
o han tenido elección en la asunción de ni nacional ni internacional ni religiosa ni
posibilidades que se les achacan, lo que étnica ni política: es una comunidad cuasi
discute fuertemente Levinas, vamos a de- histórica”.32 Se podrían considerar simple-
cirlo. Es necesario poner en juego la te- mente estas proposiciones bajo sus as-
sis de una posible reivindicación de la au- pectos más convenidos y recobrar el ori-
tenticidad judía por los judíos, y frente a gen en un Renan, por ejemplo. Pero hay
los antisemitas y frente a los demócratas, una diferencia importante: Sartre nunca
contra la tesis a la cual el libro es reducido ha tocado ni de cerca ni de lejos la me-

28
Ibid., pp. 53-54.
29
N. T. Corchetes propios.
30
N. T. Corchetes propios.
31
Ibid., p. 80.
32
Ibid., p. 135.
Sartre, Levinas y los judíos. Fenomenología del antisemitismo y ontología del judaísmo 113

nor traza de antisemitismo, ni siquiera in- menos histórica de todas las sociedades, pues
consciente o involuntariamente; la última solo puede guardar memoria de un largo marti-
frase del libro lo testifica con claridad (“Ni rio, es decir, de una larga pasividad.35
un solo francés estará seguro mientras un

judío, en Francia y en el mundo entero,
pueda temer por su vida”). Por lo tanto, su La fuerza de Rosenzweig radica en to-
proposición sobre la esterilidad civil y po- mar a Hegel al pie de la letra para volver-
lítica de los judíos en la historia no le impi- lo contra él mismo. Sartre, en un pasaje
de mostrarse sensible, como poniéndose de los Cuadernos para una moral,36 con-
en la paradoja metahistórica del judaís- temporáneo de sus Reflexiones sobre la
mo. Él subraya, en efecto, sin demorarse cuestión judía, afirma: “Si hay una histo-
realmente, el lado altneu, antiguo-nuevo, ria, es aquella de Hegel. No puede haber
de los judíos: el judío “aún no es históri- otra”. 37 Sartre tiene totalmente razón –y
co” y, sin embargo, es “el más antiguo de Rosenzweig formuló un postulado pare-
los pueblos; es lo que le da este aire per- cido del cual extrajo otros efectos y otras
petuamente viejo y siempre nuevo. Tiene consecuencias– , pero no tiene razón en
una sabiduría, pero ninguna historia”. 33 el sentido en que lo creyó. Esto es exac-
Sartre se acerca aquí en algo a un pen- tamente el punto central de la inversión

Revista de Estudios sobre Genocidio. Año 9, volumen 13, Buenos Aires, noviembre de 2018, ISSN 1851-8184 / ISSN-e 2362-3985
sador como Franz Rosenzweig –del cual operada con conocimiento de causa en
se puede garantizar que ignoraba hasta 1980 una vez que su apuesta (enjeu) es
la existencia–, que poderosamente había plenamente reconocida: o bien Hegel, o
teorizado en contra de Hegel, a saber: la bien una historia judía. Citaré tres breves
extrahistoricidad del judaísmo, extrahis- pasajes de las conversaciones (entre-
toricidad que guarda los efectos propia- tiens) de 1980: “justo cuando he dicho
mente históricos. Sin duda, habría ahí un que no hay historia judía, yo pensaba la
acercamiento sugerente. Pero es necesa- historia bajo una forma bien definida”, a
rio ver bien que la extrahistoricidad judía, saber, por supuesto, su forma hegelia-
si ella constituye uno de los motivos esen- na; “es necesario pensar que la historia
ciales de La estrella de la redención, 34 puede ser otra cosa (que Hegel) si se
solo es entrevista marginalmente por Sar- quiere decir que hay una historia judía”;
tre. Él parece acercarse al rechazo a He- “la filosofía de la historia no es la misma
gel, pero se excluye demasiado rápido de si hay una historia judía o si no la hay.
esta proximidad y lo recupera: Ahora bien, hay una historia judía, es
evidente”. 38 Entre la ontología histórica
— de Hegel y la posibilidad de pensar una
Es verdad, como dice Hegel, que una colectivi- historia judía extrahistórica, no hay mu-
dad es histórica en la medida que ella tiene me- cho de compromiso realizable –y esta-
moria de su historia, la colectividad judía es la mos ahí, de modo sobrecogedor, en el

33
Ibid., p. 79.
34
Franz Rosenzweig, La Estrella de la Redención, Salamanca: Sígueme, 1997.
35
Ibid., p. 62.
36
N.T. Para dar noticias sobre este trabajo de Jean Paul Sartre, cito la breve pero esclarecedora referencia que Carla
Cordua hace de aquel en su libro La gerencia del tiempo. Ensayos sobre Sartre: “Cuadernos para una moral de
Jean-Paul Sartre fue publicado póstumamente en el año 1983 por la misma casa editora que se encargó de las
obras del autor durante casi toda su carrera de escritor. (Cahiers pour une morale, Paris: Gallimard, 1983; 603 pp.)
Se trata de notas redactadas entre 1947 y 1949 y contenidas en los dos únicos cuadernos que quedaron de varios
que Sartre llenó cuando preparaba la moral [sic] destinada a completar la filosofía de El ser y la nada.” (Carla Cor-
dua, La gerencia del tiempo, Universidad de los Andes, 1994, p. 71).
37
Jean-Paul Sartre, Cahiers pour une morale, París: Gallimard, 1983, p. 31.
38
Jean-Paul Sartre/Benny Lévy, La esperanza ahora, Madrid: Arena, 2006, p. 73.
114 Gérard Bensussan

corazón de toda la problematización ro- zweig, el cristianismo como una cate-


senzweigniana–. goría ontológica, es decir, temporal –la
Podemos observar en otro lugar que proximidad ontológica es aquí muy dife-
es desde este punto central que la inter- rente a la perspectiva fenomenológica de
vención de Levinas desplaza las apues- las Reflexiones–. El cristianismo constitu-
tas. Primeramente, sustituye cuestión por ye efectivamente el fundamento común
ser. La significación de este gesto es cla- de todas las manifestaciones históricas
ro: Levinas no considera en absoluto al del mundo occidental (políticas, cultura-
judaísmo como una cuestión por resol- les, estéticas); funda, según el título del
ver desde un refugio en el mundo natu- pequeño texto de 1951, el ser occiden-
ral, histórico, geográfico,39 pasando con- tal. Levinas denomina a este fundamento
siguientemente por una fenomenología o la esencia dialéctica del mundo, ella mis-
una sintomatología del antisemitismo. El ma llevada más propia y profundamente,
judaísmo constituye una categoría del ser y casi inventada, desde la esencia dia-
y del tiempo: ser judío consiste en ocupar léctica del cristianismo. El cristianismo
“un lugar en la economía del ser”.40 Este como ontología del mundo retoma e inte-
lugar lleva tradicionalmente el nombre gra el paganismo de la cosmología grie-
de profetismo y significa, sinceramente, ga. En un pequeño texto de 1935, muy
Revista de Estudios sobre Genocidio. Año 9, volumen 13, Buenos Aires, noviembre de 2018, ISSN 1851-8184 / ISSN-e 2362-3985

una interrupción evidente del mundo en ensombrecido por la gran oscuridad del
la evidencia de sus asignaciones. Ahora hitlerismo, La actualidad de Maimónides,
bien, Levinas añade, aunque desilusio- el judaísmo es diferenciado fuertemen-
nadamente, que esta interrupción profé- te de todo paganismo entendido gene-
tica ha sido ella misma interrumpida por ralmente como “impotencia radical para
su absorción en el cristianismo: “en me- salir del mundo”, que vuelve a “tener en
dio de los pueblos cristianos y democrá- el mundo sus cimientos definitivos”, 42 o
ticos llegados a su madurez” “el mensaje incluso, en otro texto pequeño de 1938,
ha caído en el dominio público” y “los mi- a “complacerse en la condición natural,
sioneros” han sucumbido ante aquellos estar al mismo nivel con las cosas”.43 Las
que tenían a cargo para “misionar”.41 La definiciones del antisemitismo articula-
asimilación bajo todas sus formas –Re- das ontológicamente, contenidas des-
pública, Revolución– triunfa por medio igualmente en estos textos de antes de la
del cristianismo. En adelante, el judaís- guerra, consuenan efectivamente con la
mo es una idea, un cuerpo doctrinal que comunidad sin judíos evocada por Sar-
ya no pertenece a los judíos y del cual tre, pero según un registro casi cosmo-
puede hacerse una síntesis, el objeto de lógico. “La aspiración del mundo a su
un saber. ¿Cómo pasar de la ciencia (del propia apoteosis, a su beatificación en la
muerto) a la existencia viva? ¿Cómo ser naturaleza”44 y en la historia, agrega el
judío? Responder a esta cuestión exis- texto de 1938, despliega su esencia tem-
tencial requiere comenzar por compren- poral en una diferencia marcada cada
der igualmente, como lo hiciese Rosen- vez más entre cristianismo y judaísmo –la

39
Emmanuel Levinas. “Être Juif”, ob. cit., p. 254.
40
Ibid., p. 254.
41
Idem.
42
Emmanuel Levinas, “L`actualité de Maïmonide” en Paix et droit. Organe de l’Alliance israélite universelle, Nº 4, 1935,
p. 7.
43
Emmanuel Levinas, “L’essence spirituelle de l’antisémitisme” en Paix et droit. Organe de l’Alliance israélite univer-
selle, Nº 5, 1938, p. 4.
44
Ibid., p. 4.
Sartre, Levinas y los judíos. Fenomenología del antisemitismo y ontología del judaísmo 115

cual demandará tareas y recursos cada sentaría como lugar estructural de la inte-
vez más específicos–. rrupción y de la elección. Es necesario se-
“La ontología cristiana”45 se da como ñalar aquí que todo el análisis de Levinas
una comprensión del mundo, de los otros es llevado y apoyado por la memoria viva
y de las cosas “a partir del presente”. Este y oscura, y totalmente reciente, del exter-
primado del presente, fundamental en el minio. Es esencialmente desde este pun-
análisis levinasiano, asegura el primado to de vista que se formulan las críticas ex-
de una presencia en el mundo por don- plícitamente dirigidas a Sartre, y se puede
de la cosmología se hace política u onto- entender la objeción de Bataille, aunque
política. El efecto de presencia del cristia- llevada a otro nivel de cuestionamiento:
nismo se redobla en una capacidad para
devenir religión de Estado con el fin de —
asegurar en el presente una función sin- Si Sartre deja [al judío] una existencia desnuda
crónica –igualdad, intercambiabilidad, re- como a todos los otros mortales y la libertad de
hacerse una esencia –sea huyendo, sea asu-
versibilidad, simetría, todo aquello que el
miendo la situación que le es efectuada –, se
pensamiento ulterior de Levinas determi- está en derecho de preguntar si esta existencia
nó como justicia, pero justicia precedida desnuda no admite diferenciación alguna. ¿La
siempre de una ética–. Este esquema se “facticidad” judía es otra cosa que la “factici-

Revista de Estudios sobre Genocidio. Año 9, volumen 13, Buenos Aires, noviembre de 2018, ISSN 1851-8184 / ISSN-e 2362-3985
prefigura en 1946 en torno a la articula- dad” de un mundo que se comprende desde
ción problemática del cristianismo como el presente?46
temporalización del presente y del judaís- —
mo que le antecede como más antiguo
que toda presencia. La ontología cristia- La inquietud de no estar en sí mismo en
na es el concepto clave que permite com- el mundo, que arriesga reforzar fuerte-
prender la presencia ininterrumpida de la mente al antisemita en su antisemitismo,
historia misma y la interrupción profética la fuerza y la impaciencia de salir, cuan-
de la mundaneidad histórica, el cristianis- do de todos modos son asociados, en
mo posiblemente paganizable y el judaís- Levinas, a la irremisibilidad fundamental
mo como desmundanización; y de golpe del ser-judío, a la imposibilidad de –en
la oposición multisecular entre los dos y adelante radical– huir de su condición:
sus prolongamientos en los análisis del “El recurso del antisemitismo hitleriano al
antisemitismo (la “nostalgia de la imper- mito racial recordó al judío lo imperdona-
meabilidad” perfectamente puede diluci- ble de su ser. No poder huir de su condi-
darse desde “el estar al mismo nivel con ción. Para muchos, aquello ha sido como
las cosas”). Según Levinas, Sartre y Hei- un vértigo”.47 Así, Hitler habría recordado
degger se levantan explícitamente des- que no se abandona el judaísmo y que
de esta ontología (la cosa, el proyecto, la suerte patética de ser judío devino una
el despliegue de las posibilidades), pues fatalidad, la fatalidad de estar-clavado
demanda una relación con el ser deter- (être-rivé).48 Tratándose de la subjetividad
minado esencialmente como acción. En ética, Levinas habló más tarde de incon-
cambio, el judaísmo, el ser-judío, se pre- dición (incondition) de rehén. Esta noción

45
Emmanuel Levinas, “Être Juif”, ob. cit., p. 261.
46
Ibid., p. 260.
47
Idem.
48
N. T. Esta noción levinasiana ha sido traducida al castellano como “ser engarzado” y “estar clavado”. Se puede
encontrar principalmente esta noción en Emmanuel Levinas, De l’evasion, Librairie Générale Française, 2011, pp.
94-96. [De la evasión, Arena libros, 1999, pp. 79-80.]
116 Gérard Bensussan

de incondición toma el contrapié exacto ticidad, de elección, de posibilidades, de


de la situación49 sartreana, lo he dicho, o una situación en la que el Dasein aún po-
incluso de la resolución50 heideggeriana. dría asumir o no su tener-que-ser–. Aquí
El nazismo y la Shoah obligan a repensar podría leerse una segura concordancia
el judaísmo fuera de toda esencia. No con las descripciones sartreanas (“la si-
hay para Levinas, como para Sartre, iden- tuación del judío es tal que todo lo que
tidad judía asignable a una consistencia hace se vuelve contra él”),52 pero al precio
ontológica propia. Si se toma en serio de una invalidación de las categorías de
–como lo hace Levinas– a la ontología autenticidad e inautenticidad. En el fondo,
cristiana del mundo y del presente que en el occidente cristiano, el judío nunca
se desplegaría a lo largo de la historia, in- ha tenido la elección en tanto que judío,
cluida la historia de la filosofía moderna, pues, en su ser judío, fue íntimamente re-
entonces, sería necesario poder hablar mitido a una inautenticidad ligada a la le-
de una contraontología judía. Después tra y extranjero al espíritu. Es el judaísmo,
de Auschwitz el judaísmo se ha de pen- en tanto que tal, el que fue decretado in-
sar como una existencia desnuda librada auténtico –basta leer los escritos teológi-
a la incondición de un estar clavado. En cos de juventud de Hegel, en particular El
efecto, el nazismo mismo no abandonó espíritu del cristianismo y su destino, para
Revista de Estudios sobre Genocidio. Año 9, volumen 13, Buenos Aires, noviembre de 2018, ISSN 1851-8184 / ISSN-e 2362-3985

a los judíos –al Dasein judío, como dice comprender este punto decisivo–. Para
Rosenzweig– a la “facticidad judía”, 51 el judío, en la perspectiva levinasiana, en
sino a la posibilidad de escogerse en la todo caso, la elección de la autenticidad
inautenticidad, de escoger escapar de sí es la elección del cristianismo, no sola-
mismo por la conversión, por ejemplo. mente como religión ni como elección de
Ya sabemos las tres secuencias que de- la conversión, sino como ontología gene-
letrea, según Raul Hilberg, la historia de ral. “Toda [la originalidad de] la existen-
larga duración del antisemitismo: “usted cia judía consiste en romper con un mun-
no puede vivir entre nosotros como judío” do sin origen y simplemente presente. Se
(conversión) / “usted no puede vivir entre pone de entrada en una dimensión que
nosotros” (relegación) / “usted no puede Sartre no puede percibir”.53 Sin embargo,
vivir” (exterminación). Las dos primeras es esto lo que el autor de las Reflexiones
conminaciones dejan aún un pequeño habrá comprendido en 1980.
lugar para escaparse por la conversión y Desde entonces, ser judío es entrar en
la elección de la dimisión inauténtica; la una interrupción mesiánica del presen-
última, no. te, del mundo y de su representación,
En Levinas hay una suerte de desespe- es decir, esencialmente de la historici-
rada ironía al hablar del estar clavado y dad de las grandes ontologías de la his-
de la irremisibilidad del ser judío –como toria. Al igual como Rosenzweig invirtió a
si la experiencia del exterminio del ser ju- Hegel, Levinas invierte –precisamente en
dío, de su aniquilación en el sentido es- este punto– a Sartre y a Heidegger rea-
tricto, Vernichtung, que consiste en anular propiándose de la totalidad de los con-
o aniquilar un ser por lo que él es como textos de sus pensamientos. Con toda ra-
ser, volviese insignificante las nociones zón, fenomenología del antisemitismo y
de proyecto, de compromiso, de auten- ontología o contraontología del judaísmo

49
N. T. Cursivas propias.
50
N. T. Cursivas propias.
51
Ibid., p. 260.
52
Jean-Paul Sartre, “Reflexiones sobre...” ob. cit., p. 132.
53
Emmanuel Levinas, “Etre Juif”, ob. cit., p. 263.
Sartre, Levinas y los judíos. Fenomenología del antisemitismo y ontología del judaísmo 117

comparten una misma arista: el judaísmo ten momentos donde la filosofía es una
no es simplemente una cuestión (affaire) inconveniencia”.55 El ser judío o la cues-
de judíos y antisemitas, es propiamen- tión judía constituye uno de esos “mo-
te una tarea (affaire) del pensar, que con- mentos” donde la filosofía no encaja más
voca al mundo, la identidad, la historia, en la filosofía y donde le hace desplazar
y excede a toda filosofía estricta.54 “Exis- sus límites.—

Revista de Estudios sobre Genocidio. Año 9, volumen 13, Buenos Aires, noviembre de 2018, ISSN 1851-8184 / ISSN-e 2362-3985

54
N. T. La frase completa es así: “En tout état de cause, phénoménologie de l’antisemitisme et ontologie, ou contre-
-ontologie du judaïsme, partagent un même axe: le judaïsme n’est pas simplement une affaire de Juifs et d’antisé-
mites, c’est proprement une affaire de pensée qui convoque le monde, l’identité, l’histoire et excède toute philoso-
phie stricte.”
55
Emmanuel Levinas, “L’essence spirituelle...”, ob. cit., p. 3.

También podría gustarte