1.-Muestra tu orden mental.

En la forma de escribir se refleja la personalidad y la actitud de una

persona. Según el tipo de sintaxis y ortografía que emplees, dejarás ver si tienes las ideas claras o
si, por el contrario, tus razonamientos son dispersos y confusos. Alguien que redacta con buena
ortografía demuestra su orden mental y su serenidad.

2.-Es un buen ejemplo para los demás. Si evitas los errores ortográficos, te convertirás en un
ejemplo de referencia para tus lectores. El hecho de no difundir planteamientos equivocados
ayuda a conservar la autenticidad y esencia de nuestra lengua.

3.-Aporte de seguridad al escritor. Si sabes que cuentas con las herramientas necesarias para
expresarte de forma correcta, tendrás seguridad a la hora de enfrentarte a la elaboración de un
texto.

4.-Respeto al interlocutor. El hecho de escribir sin faltas de ortografía denota que damos el valor e
importancia que merece a la persona que nos está leyendo. Aunque sea un texto breve, tiene que
estar igual de cuidado con una redacción más extensa.

5.-Carácter profesional del texto. Si utilizas palabras que demuestran tus conocimientos y tu
adecuación al entorno profesional en el que buscas asentarte, tus textos ganarán validez. Una
estructura ordenada de ideas y una buena exposición te convertirá en un profesional confiable y
serio