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Cowell Academy.

(Larry Stylinson)
by Fer_Tommo

–¿De qué serviría que te tatuaras un triángulo si nadie tuviera tu relleno?

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Cowell Academy. (Larry Stylinson)

Louis Tomlinson.

Pensaba que su vida no podía ser peor, que al tener que ingresar contra su voluntad a esa odiosa
academia no provocaría otra cosa diferente que no fuera recibir burlas de las personas que ni
siquiera se habían tomado el tiempo de conocerlo. No quería convivir con ese tipo de personas,
no quería socializar con ellos, no quería recibir más ofensas de las que ya había recibido en su
vida por el sólo hecho de haberse declarado homosexual abiertamente.

Él era un chico que solía reaccionar agresivo ante las ofensas, y eso le traia demasiados
problemas. Su relación con sus padres era muy buena, y por mucho tiempo había estado seguro
que no necesitaba otros amigos que no fueran ellos.

Estaba cansado de todo, y lo único que necesitaba era cualquier cosa que lo sacara de la rutina.
Quería acabar con la aburrida vida que llevaba, sin tener que seguir soportando personas de las
cuales él no estaba interesado en conocer ni que lo conocieran.

No tenía duda alguna, no entraría a esa academia, y no le importaba que sus padres hubieran
hecho un gran esfuerzo por conseguirle una beca en el prestigioso lugar. Ellos eran profesores, y
conocían bien al alumnado, chicos de familias millonarias que pintaban ser los futuros
empresarios del país.

Harry Styles.
Su vida era un desastre, y él estaba orgulloso de eso.

Tenía apenas 17 años y ya había logrado hacer todo lo que cualquier chico tonto de su edad
hubiese deseado. Tenía un físico inigualable, y su arrogancia y prepotencia lo hacían ser aún
más interesante que atractivo.

Le gustaba la buena vida, autos de lujo, casas de lujo, ropa de lujo, todo lo que el dinero le
permitiera comprar.

Estaba seguro de que las relaciones sinceras entre humanos eran una total mentira, que no había
amor entre personas, que al final del día todos eran mierda, y él no sentía la necesidad de
convivir con la gente, al fin y al cabo, no lo necesitaba porque tenía otras cosas que lo hacían
tener felicidad momentánea.

No tenía motivos grandes para estudiar en Cowell, y sabía que ahí se toparía con un montón de
niñatos estúpidos que intentarían caerle bien, pero si estaba ahí era porque necesitaba
esconderse por un tiempo y qué mejor que una academia alejada del mundo para hacerlo.

La academia Cowell era un lugar para alumnos con educación arriba a las escuelas comunes. Ahí
trataban de hacer que los chicos se disciplinaran en busca de un futuro prodigioso. Era difícil el
acceso, pues sólo alumnos con un buen nivel económico eran capaces de pagar las colegiaturas
mensuales en la academia.

Las instalaciones eran rusticas y enormes, como si se hubiese tratado de un castillo en el pasado.
Había largos pasillos donde se encontraban los dormitorios de la mayoría de los alumnos, pues el
colegio se encontraba situado en el bosque de Chesire, Londres, y el programa educativo exigía
que los chicos vivieran ahí durante el ciclo escolar.

¿Qué pasa cuando la corrupción llega a lo corruptible? ¿Cuándo dos personas totalmente
distintas se dan cuenta que juntos se complementan?

Harry no quería conocer a Louis, no lo tenía en sus planes, no planeaba hacer amigos, no
planeaba agradarle a alguien, y de repente, llega ese chico, que no es diferente a cualquier
persona estúpida, pero con su sola presencia cambia todo. Llega por la puerta trasera y sin
avisar, revoluciona todo, y lo vuelve loco, a un grado de que todo se vuelva muy literal.

"Cualquier persona en su sano juicio se habría vuelto loco por ti, Louis."

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Nota de Autor

Chicos, sé que a muchos de ustedes les ha desconcertado demasiado esta edición que se le está
dando a Cowell Academy, y merecen una explicación.

La única razón por la cual esta fic está siendo editada es porque sé que ahora soy más capaz de
hacer un mejor trabajo a como lo hice antes.

La idea es cambiar SÓLO la manera en la que está escrito, o sea la ortografía y la gramática,
pues no es ninguna novedad de Cowell tenía una escritura horrible. Y bueno, creo que ahora he
aprendido mucho más sobre la escritura y podré darles un trabajo de mejor calidad.

También he cambiado pequeños detalles, pero he tratado de mantener exactamente la misma


historia, porque ese es el principal propósito, DARLE UNA MEJOR ESCRITURA A ESTA
HISTORIA.

Otra de las razones de esta edición es porque sé planea que una editorial apoye mi trabajo, y
presentarles cowell sin editar me daría mucha vergüenza JAJJAJA la verdad.
No sé si me he explicado bien, pero en conclusión:

Lo único que cambiará del Cowell Academy que conocen es la MANERA EN LA QUE ESTÁ
ESCRITA Y PEQUEÑOS DETALLES QUE YO VEO NECESARIOS.

Espero compresión y si quedó alguna duda intentaré responder los mensajes de preguntas que
me hagan en esta sección.

También cabe aclarar que si ya has leído esta fic antes, probablemente no vayas a leer una
historia diferente, así que no se sientan obligados a leerla de nuevo, y si lo quieren hacer, pues
gracias por darme la oportunidad.

Les mando un beso y un abrazo a todos, y cualquier cosa estaré a sus ordenes.

-Vale x

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Capítulo 1

Capítulo 1

Era de madrugada y hacía demasiado frio para si quiera soportarlo. Llevaba su mochila con
algunas cosas básicas colgada en la espalda y la abrazaba como si ésta pudiera protegerlo de
algo. Caminaba por una larga carretera que parecía interminable, pero después de que había
cruzado el bosque entero para llegar a ésta, nada le parecía aterrador.

Llevaba más de dos horas caminando para alejarse de la academia donde sus padres dormían
con tranquilidad en el dormitorio que les habían asignado como familia. Louis era becado, y por lo
tanto no tenía derecho de tener un dormitorio para él solo. Había escrito una nota y la había
colocado con cuidado en la cabecera de la cama de sus padres, explicándoles brevemente el
porqué de sus actos.
"Esto no es lo que quiero para mí. Iré a casa de la abuela y buscaré trabajo en Londres.
Disculpen esto, pero yo no nací para convivir con humanos."

No le había sido muy difícil tomar la decisión de huir antes de que todo comenzara. Estaba
seguro que si se quedaba ahí sería lo mismo de siempre, cada día la misma mierda sin mucho
sentido.

El primer día de clases estaba por llegar, la mayoría de los alumnos ya se encontraban en sus
dormitorios y Cowell estaba completamente preparada para iniciar un nuevo ciclo escolar. Eran
las 6 de la mañana y los alumnos, junto con profesores, tenían que estar a las 9am en el
comedor, pues ahí les darían la bienvenida presentando a todo el personal académico.

Louis miró el reloj sobre su muñeca y pensó que probablemente sus padres despertarían en
cualquier momento y entrarían en pánico al darse cuenta de que se había ido. Se sentía mal
consigo mismo por hacerles eso, pero ellos habían sido los primeros en enseñarle que tenía que
defender sus intereses.

Caminó por algunos minutos más, en completo silencio y sin dejar de pensar en lo mucho que
anhelaba llegar a algún lugar donde pudiera tomar un autobús hacia Londres. La carretera estaba
rodeaba de bosque y el clima era insoportable.

Miró a lo lejos un auto acercarse, le pareció extraño, pues en todo el tiempo que llevaba por ahí
no había visto pasar un solo auto. Paró y esperó a que el auto se acercara más para poder
mirarlo con mayor precisión. Tal vez sería una buena oportunidad para que lo ayudaran a llegar a
Londres.

Entre más se acercaba, más se daba cuenta que se trataba de un gran auto, y distinguió un
escudo sobre la delantera que le llamó la atención. Levantó la mano mostrando el pulgar,
buscando con eso llamar la atención del conductor y que se detuviera.

El automóvil llegó hasta él y se detuvo. Tenía los vidrios polarizados y era imposible reconocer a
la persona que se encontraba adentro. Louis dio un suspiro y se acercó hasta éste, golpeando
levemente la ventana esperando una respuesta.
-¿Hola? -Volvió a dar un golpecito y al instante el vidrio de la ventana de copiloto comenzó a
descender-. Perdón por molestar, pero... -Decía y al mirar al chico de quien se trataba arrastró su
voz luciendo como idiota. Era un chico hermoso, con un cabello alborotado y rostro perfecto. Éste
fumaba un cigarrillo y lo miraba con un poco de desagrado en los ojos, pero no decía una
palabra-. Pee-ro pensé que tal vez podías brindarme tu ayuda.

El chico rizado mantenía sus manos en el volante y el auto aún se encontraba encendido. Miró a
Louis por algunos segundos, de manera extraña, como si lo estuviese analizando su interior con
la mirada. -¿Qué necesitas? -Le preguntó y sintió un escalofrió al escuchar su voz, grave y lenta.

-Quería saber hacia cuál dirección vas, resulta que debo llegar a cualquier pueblo donde pueda
tomar un autobús y no sé cuánto más tenga que caminar para conseguirlo. -Su voz tartamudeaba
por su nerviosismo. El chico lo miraba fijamente sin ninguna expresión en la cara, llevaba el
cigarrillo a su boca e inhalaba durante segundos.

Tardó en responder, antes terminó el cigarro y se tomó el tiempo de apagarlo contra el cofre del
lujoso auto, como si fuera cualquier baratija que podía arruinar sin problemas. -En realidad yo voy
de camino a una academia, de hecho creo que -miró su reloj-, que voy tarde por algunas cuantas
horas. ¿Pero a quién le importa?

-¿Vas a la academia Cowell? -Preguntó interesado, no conocía otra academia que estuviera
escondida en medio de esa solitaria carretera.

-A ver, espera. -Dijo y comenzó a buscar entre los papeles que se encontraban regados por su
auto, cogió uno y leyó el contenido-. Sí, academia Cowell es a donde voy. -Parecía desinteresado
de todo, con una actitud ligera y sin mucha preocupación. Pasaron algunos segundos y tomó otro
cigarrillo de su chaqueta para encenderlo sobre sus labios y comenzar de nuevo a fumar-. Así
que... voy para allá.

-Ya te has pasado. -Mencionó Louis con una sonrisa, encontraba cómica la situación-. Vas para la
otra dirección.

El rizado abrió los ojos como plato y miró hacia atrás. -Maldita sea. ¿Tú vas para allá?
Louis dudó algunos segundos. Ese chico era demasiado hermoso como para no tomar la
oportunidad de conocerlo más a fondo. De repente Cowell había dejado de ser la academia de
sus pesadillas para convertirse en el lugar donde vería todos los días al chico de sus sueños. -Sí.
-Le dijo sintiendo un nudo en su estómago.

-Pues entonces entra, yo te llevo para allá. -Movió algunos papeles del asiento de copiloto para
darle espacio a Louis de entrar mientras mantenía un cigarrillo en su boca. Inhalaba y sacaba el
humo por su nariz con total facilidad, tenía gestos muy delicados, y sin embargo su rostro lucía
como el de un chico duro.

Se quedó en silencio, observando el lugar hacia donde el chico apuntaba. No podía ser tan
estúpido como para mandar su plan a la mierda por un desconocido. -Es que... creo que

El rizado interrumpió rodando los ojos. -Chico, ¿no has visto la hora? Es tarde, y ambos
necesitamos llegar ahí. -Louis lo volvió a pensar, una vez más sentía su cabeza colapsar entre el
debate de subirse al auto o no. No respondió-. Bien, entonces me voy. -Mencionó el chico
desviando su mirada hacia la carretera, como si estuviera a punto de arrancar.

-Bien, voy contigo. -Abrió la puerta y entró al auto. Su corazón latía con fuerza y ni siquiera estaba
seguro de lo que estaba haciendo. Lo tendría que intentar, de cualquier forma, ya no había vuelta
atrás, y probablemente acababa de cometer el peor error de su vida.

-Entonces nos vamos. -El chico formó en sus labios una sonrisa cínica y arrancó el auto hacia la
dirección indicada por Louis. No le había prestado nada de atención a éste, no se había tomado
el tiempo de mirarlo, y tampoco le interesaba hacerlo. En su mente sólo mantenía algunos
pensamientos relacionados con los negocios que su padre le había pedido que supervisara
estando dentro de la academia. Sacaba el cigarrillo de su boca por algunos segundos y después
lo volvía a meter. Su cuerpo no se encontraba a un 100% ese día, pues la noche anterior había
estado en una fiesta hasta la madrugada.

Condujo en silencio, sin dejar de fumar y pronto sintió una mirada sobre él, el chico en el asiento
de copiloto lo miraba constantemente intentando disimularlo.
Por otro lado Louis se sentía nervioso con la presencia de aquel misterioso chico rizado, que
parecía no tener la más mínima intención en socializar con él. Era un buen momento, Louis sabía
que tenía que hacer amigos en esa academia, y pensó que podía intentarlo justo en ese tiempo
que conviviría con éste. -Soy Louis... -Le dijo con un tono de voz bajo provocado a su timidez.

Reaccionó al instante sacando el cigarrillo de su boca y mirándolo. -¿Perdón?

-Soy Louis. -Repitió esta vez dando un respiro profundo antes de hablar-. Supongo que seremos
compañeros en clases.

Él elevó las cejas fingiendo interés y aceleró la velocidad. Su manera de conducir era demasiado
arriesgada para la raza humana. -Ese es un nombre muy común.

Louis podía esperar cualquier respuesta menos esa. Intentó reír pensando que el chico trataba de
hacer un chiste. -Sí, supongo. -Lucía demasiado incómodo. Esperó a que el chico rizado
respondiera, pero éste no hizo otra cosa que mostrar un desinterés sin cuidado a su persona.

No lo miraba, no hacía ninguna pregunta, no trataba de romper con el momento incomodo que
vivían, no hacía absolutamente nada más que inhalar a su cigarrillo y conducir a toda velocidad.

Tal vez haber abandonado su plan había sido el peor error que había cometido en mucho tiempo,
pero ya no tenía otra opción, y por desgracia, tendría que aceptar cualquier cosa que se viniera
en el futuro a causa de su estúpida idea de que ese chico podría ser su amigo.

Se sentía un poco ofendido y molesto, pero sabía que la gente con dinero siempre era igual de
prepotente como se estaba mostrando ese rizado. Y tenía que aceptarlo.

Cruzaron unas cuantas palabras más donde Louis le indicaba hacia dónde ir para llegar hasta la
academia y cuando por fin llegaron a ésta, el chico estacionó su auto en el primer lugar disponible
que encontró, sin importarle que se tratara del estacionamiento para profesores, pues los
alumnos no tenían permiso de llevar auto, ya que sólo podían salir de ahí los fines de semana.

Louis no quería lucir como un idiota, pero sabía que lo más probable era que el chico rizado no
hubiese leído eso en el reglamento y si no mencionaba nada lo metería en problemas. -No sé si
alguien te dijo que no puedes traer automóvil a la academia. -Dijo y antes de terminar éste salió
del coche cerrando la puerta tras él. Dio un suspiro, no podía comprender su actitud. Abrió la
puerta de su lado y salió del auto de igual manera.

El rizado miraba la academia detenidamente desde su lugar. No había dejado de fumar ni por un
momento. -Está linda.

Caminó hasta el chico y paró a su lado -¿Linda? A mi más bien me parece tenebrosa. -La
academia era un lugar viejo pero muy lujoso, con pisos de mármol y paredes de cantera con
muros de hasta 3 metros de altura. El clima era muy frio por estar situados en medio del bosque,
y éste rodeaba el lugar por completo, cosa que provocaba oscuridad absoluta por las noches.

Dejó salir una risita y Louis se quedó impresionado con lo distinto que lucía su rostro cuando
sonreía. -Bueno, gracias por ayudarme a llegar. Te debo una... - Intentó recordar su nombre pero
no lo logró, le dio un golpecito en el hombro y comenzó a caminar hacia adentro de la academia.

-Oye, espera. ¿Realmente dejarás ahí tu auto?

Se detuvo, miró su auto y se encogió de hombros algo confundido. -¿Tiene algo de malo?

-No autos, está en las reglas.

Rió de nuevo, y Louis por algunos momentos pensó que se burlaba de él. -Vamos, chico. ¿Tengo
cara de que me importa una mierda las reglas? No. -Elevó las manos como gesto de desinterés y
entró por completo a la academia.

Se quedó boquiabierto, sintiéndose como el peor idiota del universo. Una vez más había cometido
un error sin sentido. Estaba de vuelta en la academia, y ya había amanecido. Ya no tenía
oportunidad de echarse para atrás, no había tiempo para ejecutar su patético plan de huida.

Dio un suspiro rendido y lo aceptó, tendría que estudiar en ese lugar al menos hasta que lograra
convencer a sus padres de que lo dejaran irse.
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Capítulo 2

Capítulo 2

Entró al dormitorio que compartía con sus padres y al cerrar la puerta dio un enorme suspiro. En
ese momento se sentía como el peor idiota del universo. Sus padres aún dormían, y aprovechó
eso para retirar la nota que les había dejado. Ya no tenía sentido si quiera que sus padres se
enteraran de que había intentado huir, y que lo hubiera logrado si no fuera por su estúpida cabeza
débil frente a un hermoso chico.

Miró su reloj, quedaban menos de 2 horas para que dieran las 9am, y al menos tenía que hacer
algún esfuerzo por arreglarse y dar una buena primera impresión frente a sus compañeros.

-¿Louis? -Escuchó la voz de su madre mientras caminaba hacia el baño para tomar una ducha -.
Oh, Louis, me alegra mucho ver que estás animado y listo para intentarlo. -Sus padres sabían lo
que él pensaba sobre esa academia, y durante el último mes no había hecho otra cosa diferente a
discutir con ellos sobre el tema.

Sonrió falsamente al mirarla. -Sí... Estoy listo para recibir todas las ofensas de ese montón de
hijos de papi. -Rodó los ojos.

-Si estás con esa actitud será lo primero que pase.

-Podré soportarlo. -Dijo por última vez y entró al baño cerrando la puerta con fuerza tras él.
Intentaba hacer que sus padres se dieran cuenta de lo mucho que odiaba estar ahí, y que no le
hacían ningún bien obligándolo a asistir a esa escuela.

Mientras se duchaba no podía dejar de pensar en el chico de la carretera, y de lo mucho que


había logrado en él con tan sólo unas palabras huecas y sin interés. Ese chico era probablemente
el chico más guapo que había visto en su vida, y su actitud arrogante lo arruinaba todo, arruinaba
su hermoso rostro y su glorioso cuerpo.

Su mente estaba apoderada de esos misteriosos ojos verdes, y por cada segundo que pasaba se
daba cuenta lo mucho que deseaba conocerlos, quería entenderlos, descifrar el por qué a su
actitud cerrada a las personas, o al menos a él en especial.

Terminó de ducharse y se colocó el uniforme que su madre le había dejado preparado desde la
noche anterior. Odiaba tener que utilizar ese horrible uniforme. Llevaban una camisa rojo tinto
acompañado de pantalones de vestir ajustados y zapatos negros. Era ropa demasiado elegante
con la que tenían que vestir hasta las 6pm por obligación.

Se miró al espejo de arriba hacia abajo y después por toda la parte trasera. Tenía que aceptar
que el rojo de la camisa resaltaba el azul de sus ojos y provocaba que su piel luciera más blanca.
No le desagradaba por completo como lucía vistiendo eso, incluso pensó que se veía más guapo
a lo común. Se acomodó el cabello, se roció un poco de loción y salió listo para enfrentar las
estupideces que probablemente sus padres dirían al verlo vistiendo ese uniforme.

-¡Oh, por Dios! -Escuchó apenas puso un pie fuera del baño. Su madre fingía emoción extrema -.
¡Hijo, te ves guapísimo! -Lo miraba con mucho orgullo por todos lados, como si no pudiera creer
que por fin Louis pertenecía a esa comunidad.

Su padre de igual manera lo miró. -No cabe duda de que ya eres todo un chico Cowell.

Louis no sentía mucha emoción al escuchar esas palabras, incluso se molestaba porque sabía
que sus padres eran conscientes de lo mucho que él odiaba estar ahí, y era como si no quisieran
su felicidad, como si lo estuvieran castigando por algo, obligándolo a estudiar en esa escuela.

-Voy un poco tarde. -Mencionó, se había tardado bastante en la ducha y apenas tenía unos
minutos para llegar hasta el comedor -. Tengo que irme, y ustedes también.

-Esta mañana sólo conocerán al director Simon, a los profesores los conocerán mañana a partir
de que comiencen las clases normales. -Aclaró su madre.

-Qué bien. -Dijo sarcástico y fue hacia donde se encontraba su mochila para colgársela en la
espalda y tratar de salir del dormitorio sin despedirse de sus padres.

-Hijo, que tengas un buen día. -Mencionó su padre haciéndolo frenar -. No sabes lo feliz que nos
haces porque intentes esto, te aseguro que te gustará este lugar, y te servirá mucho para tu
futuro.

-No lo hago por ustedes, lo hago porque ya no tuve otra opción. -Salió del dormitorio antes de que
sus padres pudieran decir algo más. Sentía que ese jueguito del hijo enojado se le estaba
saliendo de las manos, pero de alguna manera u otra tenía que lograr salirse de ahí.

La academia no era lo mismo que había sido las últimas semanas que Louis llevaba viviendo ahí,
pues sus padres siendo profesores estaban obligados a tomar cursos de capacitación antes de
comenzar el año escolar. Ahora la academia estaba llena de ruido y alumnos caminando por
todos los pasillos. Él había tenido mucho tiempo para explorar el lugar, y sabía perfectamente
dónde se encontraba el comedor.

Caminó cruzando con decenas de miradas que lo apuntaban como "el chico nuevo". Intentó
ignorar eso y continuó caminando fingiendo tranquilidad. Llegó hasta el comedor principal y se
sentó en el primer lugar disponible que encontró. En esa academia la gente se movía por
manadas, y era complicado socializar con ellos porque no acostumbraban a recibir muchos
estudiantes nuevos.

Louis se tomó el tiempo de apreciar a la clase de gente con la que tendría que tratar todo el año.
Las chicas llevaban el uniforme perfectamente planchado, sin una sola arruga o mancha. El
cabello perfecto, todas con éste recogido por reglamento. Sus bolsos parecían bolsos de miles de
dólares, y su apariencia física era hermosa en la mayoría. Por otro lado los chicos también lucían
demasiado bien, y esto le llamó más la atención a Louis, uniforme perfecto, bolsos perfectos,
rostros perfectos. Todo en esa academia aparentaba ser perfecto, y eso era el gran problema de
todo, que él no lo era.
Su apariencia física lo ayudaba a disimularlo levemente, sin embargo su mochila y sus zapatos no
eran como la de todos en ese lugar, estaban gastados y viejos. Louis era probablemente el único
alumno becado en esa escuela, y los demás no tardaban en darse cuenta.

Había varios susurros relacionados con él, las chicas lo miraban y susurraban cosas entre ellas.
Algunos de los chicos sólo le daban miradas de disgusto y volvían a su mundo. Era horrible tener
que estar ahí, pero no tenía otra opción que fingir que no le importaban todas esas miradas.

Pensó que el rizado, al tratarse de un alumno de nuevo ingreso también, estaría pasando por la
misma situación que él, y que tal vez hacerse un poco de compañía serviría. Lo buscó con la
mirada entre las decenas de estudiantes, y en ninguna de las otras mesas pudo distinguir algún
cabello rizado tan peculiar.

Por cada segundo que pasaba se sentía más incómodo al tener que estar solo. Bajó la mirada y
suspiró pesadamente tratando de darse ánimos a sí mismo.

-Buenos días, permítanme su atención. -Escuchó desde una tarima que se encontraba al final del
enorme comedor, y automáticamente todo el lugar hizo silencio, como si estuvieran entrenados
para reaccionar así. El hombre que había hablado se trataba del director Simon Cowell, persona a
la cual Louis había conocido antes por sus padres. El hombre tenía una presencia inigualable,
siendo completamente respetable frente a sus alumnos -. Bienvenidos a la academia Cowell. Es
un placer tenerlos aquí. -Louis agradeció intensamente por haber terminado con ese incomodo
momento que vivía antes de eso-. Como verán, este año hemos recibido algunos alumnos
nuevos, cosa a la cual no están muy acostumbrados. Espero que este año sea igual de intachable
como lo han sido todos en la historia de esta academia.

El hombre continuaba hablando, y Louis ya ni siquiera prestaba atención a sus palabras, seguía
buscando entre la multitud al rizado. Sintió un leve empujón y automáticamente miró para
descubrir de lo que se trataba.

-Lo siento. -Mencionó muy bajo una chica que lucía muy apresurada. Se había sentado en la
misma mesa que Louis y al parecer llegaba tarde-. He estado más de 30 minutos buscando este
estúpido comedor. Este lugar es enorme, tiene patios por todos lados. -La chica lucía como un
desastre comparada con todos los demás estudiantes. Tenía el cabello rizado y muy despeinado,
la piel muy blanca y los ojos muy grandes.

Louis no respondió, le dio una sonrisa falsa y volvió su atención a lo que decía el director.

-Entonces, espero que no tengamos muchos problemas con la disciplina. -Decía el hombre con
demasiada seriedad-. Y por el día de hoy, como todos los años, tendrán el día libre para terminar
de organizar sus cosas en los dormitorios y convivir con sus compañeros. Por mi parte es todo,
gracias por su atención y deseo que tengan una buena estancia aquí en Cowell. -Apenas terminó
de decir una oleada de aplausos se escuchó por todo el comedor, el hombre bajó de la tarima y
se retiró.

De nuevo la soledad y el momento incómodo. La gente ahora buscaba especialmente a los chicos
nuevos para poder juzgarlos por sí mismos. ¿Con quién suponían que iba a convivir si no conocía
a nadie?

-No te preocupes, después se aburren de criticar. -Mencionó la chica que se había sentado junto
a él. Louis la miró algo confundido-. Los dos últimos años he estado cambiándome de escuela
constantemente y me he dado cuenta que la gente pasa los 3 primeros días hablando de mi
horrible peinado. Después lo superan y te dejan en paz.

Esa chica parecía ser muy agradable, y él no se encontraba en la posición de poder escoger las
personas con las que se juntaría. Tenía que aprovechar que ya hablaba con alguien y no dejar ir
esa oportunidad. Le dio una sonrisa. -Pues bueno, espero que pronto se cansen de criticar mi
horrible... -Pensó algunos segundos-, mi horrible mochila, supongo.

La chica comenzó a reír, tenía una sonrisa hermosa. -Soy Fer. -Le tendió su mano.

-Soy Louis. -Apretó la mano de ella con amabilidad. Al menos ya tenía alguna amiga.

-Un gusto, Louis.

Se quedaron en una especie de silencio incomodo donde ninguno de los dos sabía qué decir.
Miraban alrededor con nerviosismo y buscaban en su cabeza algo que matara la incomodidad.
-Entonces dices que no conoces muy bien la escuela, ¿verdad? -Preguntó Louis después de
algunos segundos.

-Aggr, no. He llegado ayer por la noche y no he tenido tiempo de recorrerla. Es horrible.

-Bueno, mis padres son maestros aquí y llevo viviendo unas semanas en esta prisión gótica.
Puedo mostrarte los lugares más importantes si quieres.

-Sí. -Sonrió gustosa-. Sería de mucha ayuda.

-Pues entonces hagámoslo. -Sonreían constantemente por incomodidad. Se levantaron de la


mesa y salieron del comedor sintiéndose un poco más seguros de no tener que soportar todas las
miradas solos.

Caminaban en silencio por el pasillo, Louis miraba hacia todos lados tratando de encontrar al
rizado por alguna parte.

-Y... Cuéntame de ti. La gente que es callada siempre es interesante. -Mencionó la chica
haciéndolo volver a la realidad.

-Bueno, creo que te decepcionaré. -Rió un poco-. Yo no soy interesante. Tengo 18 años, estoy
aquí porque mis padres me han obligado, y soy pésimo con las relaciones entre humanos.

Ella estalló en una risa que provocó que algunas personas en el pasillo los miraran extrañados. -
"Entre humanos" -Continuó riendo.

Louis no había encontrado lo gracioso de lo mencionado. -Hablo en serio, no soy bueno. -sonrió.

-Pues a mí no me has parecido así. Eres agradable. -Dejó de reír y trató de ponerse seria.
-Supongo... pero bueno, ¿y tú qué? Cuéntame de ti.

Fer pensó por algún tiempo. -Soy buena para las relaciones entre humanos. -Ambos comenzaron
a reír-. Y bueno, me gusta observar a la gente. Es una buena manera de conocerlos. -No habían
dejado de caminar, y ya habían llegado a uno de los jardines principales.

-¿A sí? -Fingió sorpresa-. A ver, mírame y dime quién soy en realidad.

Le dio un golpecito en el hombro y continuó caminando. -No me refería a eso, sino a que me es
fácil notar detalles que otros no notan. -Frenaron y miró detenidamente a su alrededor-. Por
ejemplo, ese chico de allá, el castaño de ahí, ¿Lo ves?

Louis buscó y al momento cruzó miradas con un chico que los observaba detenidamente. Sintió
sus mejillas ponerse coloradas y desvió la mirada. -¿Por qué no me has avisado que me miraba
para no verlo?

-Te mira como si le gustaras. O como si le parecieras muy guapo. -Dijo con un tono de voz alto,
logrando que el chico lograra escuchar. Éste también se volvió colorado y fingió no saber de lo
que hablaban, mirando a su grupo de amigos y entrando a la conversación.

Louis estaba colapsando. Su rostro estaba completamente colorado ante la escena tan
vergonzosa que esa chica lo había hecho pasar. -¿¡Qué te ocurre!? -Dijo bajo llevándose a la
chica del brazo para alejarse de ese chico que lo miraba.

-Pues sólo he dicho la verdad. Creo que le has parecido guapo. -Comenzó a reír.

-Estás loca, ¿cómo haces eso?

-¿Qué tiene? Es la verdad.

-No tenías que decirlo en voz alta, me has hecho pasar una vergüenza.
Fer abrió la boca sorprendida. -¿A ti también te gustó?

-¡No! -La situación se le estaba saliendo de control, pero le parecía graciosa la actitud de la chica.

-¿Y no te importa que ese chico te haya mirado así? ¿Qué tal que le gustas?

-No le gusto, supéralo. -Rodó los ojos.

-¿O sea que no te importa que sea un hombre?

Dudó algunos segundos en decir la verdad, pero ella parecía una buena chica, y además de todo,
no estaba dispuesto a ocultar lo que era. Sería mejor decir las cosas desde un principio. -¿Le
encontrarías algo de malo si así fuera?

-Claro que no.

-Ni yo. Ese chico era lindo, lo acepto. -Fue su manera de decir que le gustaban los hombres.

Ella volvió a tapar su boca y brincó emocionada. -¡Esto parece irreal! Es el primer día y ya
conseguí un amigo gay. -Abrazó a Louis y siguió brincando.

Le parecía muy cómica la situación, y le era imposible sentirse molesto, era chica era muy
graciosa, y gracias a ella su primer día de clases no había sido tan malo como pensaba.

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Capítulo 3

Capítulo 3

Caminaba por los pasillos revisando las listas pegadas sobre la puerta de cada salón. El día
anterior había pasado demasiado rápido, y ahora era tiempo de iniciar las clases comunes y
conocer a los que serían sus compañeros definitivos de clase, al igual que a sus maestros.

Había salido de su dormitorio 40 minutos antes de comenzar las clases para asegurarse de no
tener que entrar al salón cuando todos ya estuvieran dentro. Revisaba una lista, luego otra, y otra,
hasta que logró encontrar su nombre en uno de los salones del fondo. Buscó en esa misma lista
alguna chica con el nombre de “Fer”, pero en ésta no se encontraba nada parecido.

Suspiró, tenía tan mala suerte que ni siquiera le había tocado con su única amiga en la academia.

Entró al aula y como era de esperarse fue el primero en llegar. Se sentó al fondo y acomodó sus
libros sobre un casillero vacío. No le agradaba demasiado llamar la atención, prefería pasar
desapercibido ante sus compañeros. No buscaba ser el chico popular, o al menos alguien a quien
todos conocieran su nombre.

Algunas personas comenzaron a llegar, y éstas parecían que ni siquiera lo habían notado. Louis
tomó el libro de texto que tendría que usar para esa clase y comenzó a hojearlo sin mucho
interés. Realmente no podían creer que estuviera sentado en ese salón de clases, cuando
apenas unos días antes se había jurado a sí mismo que no pasaría por eso, que no entraría en
ese colegio, y que no soportaría las humillaciones de cualquiera de sus compañeros.

Su mente se concentró en el libro, y pronto perdió la consciencia sobre el tiempo al sentirse


verdaderamente interesado por lo que leía.
—¡Louis, Hola! —Escuchó y al instante elevó la mirada para descubrir de quién se trataba. Fer
entraba al salón con una mochila a punto de explotar por los libros—. Qué gusto verte aquí, es
bueno tener amigos en el salón. —Llegó hasta Louis y se sentó en el escritorio junto a él.

—¿Qué haces aquí? —Mencionó con una sonrisa. Le daba alegría saber que no estaría solo—.
He revisado la lista del salón y no había ninguna chica con un nombre parecido al tuyo.

Acomodaba sus libros sobre la parrilla bajo la silla. —Resulta que Fer es mi segundo nombre, y
aquí en Cowell sólo utilizan el primero, que es Laura. —Terminó y volvió su mirada hacia Louis—.
Pero odio ese nombre, nadie me dice así, sólo las personas que no me agradan. Así que limítate
a decirme Fer.

Louis lanzó una carcajada. —¿Por qué no puedo decirte Laura? Es un gran nombre. —Decía
divertido con el mero propósito de molestar a la chica.

—Porque no me agrada, me hace sentir como una... —Calló de repente en el momento en el que
desvió la mirada hacia la puerta y notó a uno de sus compañeros. Parecía totalmente
sorprendida, y al momento de reaccionar escondió su rostro entre sus brazos mirando hacia el
escritorio.

—¿Fer? ¿Pasa algo? —Buscó hacia donde la chica había mirado por última vez y miró a varios
chicos que recién entraban al salón. Todos estos lucían demasiado bien, fuera chica o fuera
chico—. ¿Los conoces?

—Maldita sea... ¿Por qué en este mismo salón? —Susurró muy bajo aún sin elevar el rostro.

—¿Quiénes son? ¿Por qué no te agradan? —Louis continuaba mirando hacia esos chicos. Un
moreno con rasgos árabes era quien más resaltaba de todos. Parecía un chico malo, utilizaba
cadenas colgando al cinturón del uniforme, y llevaba la barba sin afeitar de varios días. Junto a él
se encontraba otro chico, rubio y con rostro más ingenuo al del moreno. Y como era de
esperarse, varias chicas los rodeaban con actitud coqueta.

—¿Ves al chico de ahí? El de barba y cadenas. —Había elevado levemente su mirada, pero aún
intentando enconder su rostro. Louis asintió—. Lo odio, es una de las personas a quienes más
detesto en este mundo.

Louis comenzó a reír tras la exageración de la chica. —¿Le tienes miedo o lo detestas? Porque
ahora estás actuando como si le temieras.

Fer reaccionó y por orgullo levantó la mirada al instante. —Tienes razón. —Dijo segura—. No hay
ningún problema con que ese chico esté aquí. Sólo fingiré no conocerlo.

Él sonrió y volvió a desviar su mirada para continuar mirando a las personas que integraban su
grupo. En cierta manera esperaba que el rizado de la mañana anterior estuviera entre ellos, y con
suerte, pudieran al menos hablar de vez en cuando. —Mira quién está ahí. —Dijo tomando el
brazo de Fer para que ella volteara.

—¿Quién?

—El chico de ayer, el que me miraba. —El mismo chico castaño se encontraba sentado en uno
de los escritorios de enfrente junto con otras personas, él constantemente miraba a Louis, hasta
que se dio cuenta que ellos lo observaban e intentó ser discreto.

—¿Sabes? Ese chico me asusta un poco. Es demasiado lindo para ser tan tímido y callado.
—Dijo la chica sin dejar de observarlo—. Normalmente uno espera que los chicos así tengan
demasiado autoestima.

—No lo conocemos, Fer. No sabemos nada sobre él.

—Le gustas y no se ha atrevido a hablarte, es obvio que es tímido. —Rodó los ojos.

—No, no sabemos si me observa porque le gusto o porque le parezco raro. —Ambos dejaron salir
una leve risita.

—Pues deberíamos preguntarle. —Antes de que Louis pudiera reaccionar a las palabras de la
chica, ella ya estaba cometiendo un gran error que seguramente lo haría pasar un ridiculo—.
¡Hey, tú! —Gritó mirando al castaño. El chico los miró confundido—. Sí, tú. ¿Puedes venir un
momento?

Louis desvió la mirada al tornarse completamente colorado. Su corazón se había acelerado, no


sabía cómo mierda había terminado siendo amigo de alguien tan impulsivo.

El chico se levantó de su asiento y caminó hacia ellos con una sonrisa nerviosa, pero intentando
parecer tranquilo. —¿Sí? ¿Necesitan algo? —Había sonado ligeramente nervioso. De cerca era
realmente muy hermoso, con un cabello café y unos ojos color miel. Lucía como un chico
demasiado bueno, amable y caballeroso.

—Hemos notado que observas a Louis. —Louis sintió otro golpe en el estómago y su rostro se
volvió más rojo.

El chico tomó asiento frente a ellos con una sonrisa en el rostro. —Bueno, disculpen por eso, no
ha sido mi intención.

—Louis se ha sentido muy incómodo por tu mirada. —Ella se divertía con lo que estaba pasando.

—Fer, ya déjalo. —Intervino el chico después de controlar su nerviosismo, y por primera vez miró
al castaño directamente—. Hola, soy Louis. Perdón por la actitud de Fer, es un poco extraña.

Él sonrió y estrechó la mano de Louis—. Soy Liam. —Parecía más seguro, y miraba a Louis de
una forma que lograba intimidarle.

—Deja de observarlo, te lo vas a acabar. —Mencionó Fer provocando que los chicos soltaran sus
manos y volvieran a ponerse ligeramente colorados.

—¿Tú eres nuevo, Liam? —Preguntó en chico tratando de romper con el momento incómodo.

—No, he estado algunos años aquí en Cowell. —Sonrió—. ¿Y a ustedes cómo les ha parecido el
colegio en estos pocos días? —Intentaba ser amable, hablar con ellos, crear una amistad.

—A mí horrible. —mencionó mirando al moreno a lo lejos —. Pensé que sería algo mejor.

Una chica llegó apurada hasta ellos y se sentó junto a Liam antes de que pudieran seguir
comentando sobre la academia. —Perdón, Liam, se me ha hecho un poco tarde. —Respiraba
agitadamente y apenas podía sostener todos los libros que cargaba. Se acercó hacia el chico y le
dio un beso en la mejilla, después se percató de que éste hablaba con los nuevos—. Oh, hola,
chicos. —Les saludó con un gesto de mano—. Soy Bárbara, pero pueden decirme Barbie. —Era
una chica preciosa de mejillas redondas y rosadas. El cabello lo tenía castaño claro y muy rizado.
Era pequeña de estatura y muy delgada.

—Soy Fer.

—Louis.

El profesor entró al aula y todos los alumnos tomaron asiento e hicieron silencio por respeto.
—Buenos días. —Comentó el hombre parado frente al pizarrón y mirando a todo el grupo—. Soy
Charlie, soy su profesor de historia y seré quien represente este grupo durante el año escolar.

Mientras el hombre hablaba la puerta se abrió, y el chico del cabello rizado entró
descaradamente, interrumpiendo la clase sin vergüenza alguna. —Disculpe, se me ha hecho
tarde. —Mencionó con su voz lenta y grave. Llevaba el uniforme arrugado, como un desastre. Su
rostro lucía demasiado cansado y bajo sus ojos colgaban unas enormes ojeras, como si hubiese
tenido una fiesta apenas horas antes.

Louis sintió su corazón latir con fuerza. Los sollozos de la gente se hicieron presentes, él era un
chico que llamaba demasiado la atención sin siquiera intentarlo.

El profesor rodó los ojos. —Es el primer día de clases, y por lo que veo usted es nuevo y no
conoce las reglas. Después del maestro ya nadie entra, y tiene falta automáticamente. Pero se la
pasaré esta vez porque seguro no lo sabía.
El rizado asintió sin mucho interés y colocó sus libros en el primer lugar vacío que encontró.
—Prometo que no volverá a pasar.

—De acuerdo. ¿Cuál es su nombre?

—Soy Harry, Harry Styles. —Por fin Louis sabía el nombre de ese hermoso chico.

—Muy bien señor Styles, pase frente el grupo y preséntese ante sus compañeros.

Harry suspiró pesadamente e hizo sin ánimos lo que el profesor le pedía. Pasó frente a todos y se
quedó ahí por algunos segundos en silencio. Notó en el fondo al chico que había conocido la
mañana anterior, y sintió un poco de estrés al pensar que tendría que fingir ser su amigo sólo por
el tiempo que habían pasado juntos. —Me llamo Harry Styles. —Habló alto, todos tenían su
atención sobre él. Era un chico hermoso, pero lo que más atraía de él era su mirada fría y
misteriosa. Nadie en la escuela sabía nada de él, ni se le veía entre clases o en los recesos,
nadie era amigo del chico nuevo y todos querían saber más sobre éste.

Intentó volver a su asiento. —Espere, señor Styles. —Habló el profesor haciéndolo quedarse
parado frente el grupo—. Al presentarse me refería a que nos diera a conocer un poco más sobre
usted. Aquí todos tratamos de ser amables con todos, somos una comunidad.

—Yo no necesito que nadie sea amable conmigo. —Dijo el rizado y de repente el ambiente se
tensó—. Si yo quisiera ser su amigo ya lo estuviera intentando. Pero no me interesa, soy un chico
amante de la soledad.

El aula entera se quedó en silencio. Las chicas estaban sorprendidas con Harry, mientras que los
chicos sólo pensaban que se trataba de un imbécil tratando de hacerse el interesante.

Por otro lado Louis sentía que cada que Harry abría la boca era para arruinar más y más la
imagen que tenía sobre él. Era un patán, un egocéntrico sin humildad.

—Bien, joven. Me gusta su sinceridad. —No se encontraba muy convencido—. Pero bueno,
sigamos con las presentaciones. ¿Algún voluntario?
El chico moreno que a Fer le intimidaba se puso de pie. —Soy Zayn. —Habló desde su lugar—.
Zayn Malik, pero acá la mayoría ya me conoce. —Este chico también tenía una actitud arrogante,
pero de una manera menos natural a la del rizado—.Soy el capital del equipo de futb...
—Mencionaba cuando entre sus compañeros notó a Fer, y automáticamente su mirada cambió
poniéndose seria.

Louis miró a la chica confundido, y ésta sólo desvió la mirada.

—Del equipo de futbol. —Retomó la palabra dando un respiro y evitando mirar a la chica. Volvió a
sentarse sobre su lugar. Varios en el salón habían notado la situación entre Malik y la nueva.

—Gracias, Zayn. ¿Alguien más?

Fer se puso de pie. —Soy Fer. —Mencionó mirando directamente al moreno, como si con eso
quisiera demostrar que no le tenía miedo—. Y odio las mentiras. —Volvió a sentarse.

—Un dato muy interesante, el siguiente.

Uno de los chicos sentados junto al moreno se levantó. —Soy Niall. —Tenía una enorme sonrisa
encantadora—. Espero poder llevarme bien con todos aquí.

Las presentaciones siguieron, y Louis no hizo otra cosa que observar directamente a Harry. El
rizado lo notaba, pero no le molestaba, le mantenía la mirada intentando intimidarlo, y terminaba
lográndolo en cuestión de segundos.

No quería tener que fingir ser amable con Louis. No planeaba hacer amigos en ese colegio. Se
consideraba una persona que no había nacido para tener amigos.

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Capitulo 4

Capítulo 4

La clase de historia le estaba pareciendo eterna al rizado. No podía seguir sintiendo la mirada de
ese chico encima. Le molestaba, era como si estuviese tratando de arrebatarle la soledad que
tanto disfrutaba. Podía soportar las miradas de las chicas, pero la de ese chico en especial le era
demasiado molesta.

Por otro lado Louis ni siquiera era consciente del paso del tiempo. Llevaba observando al rizado
durante toda la clase, y ya había notado varias cosas que el chico hacía constantemente, como lo
era apretar el hueso de su nariz para después sorberla, mover las manos con ansiedad, chupar
su labio inferior y arrancarse pedazos de piel seca sobre éste con los dientes.

El timbre sonó y Harry salió del aula con demasiada prisa, recogiendo rápidamente sus libros y
yéndose sin mirar a nadie. Louis se sintió algo frustrado, él quería al menos saludar al rizado,
utilizar el pretexto de agradecerle una vez más por haberlo llevado hasta Cowell, preguntarle
cómo le estaba pareciendo la escuela, y si las cosas resultaban bien, invitarlo a pasar el receso
con ellos.

Se levantó de su pupitre y esperó a que Fer terminara de coger sus libros para irse juntos. Ella
miró hacia donde se encontraban Zayn y sus amigos, y le hizo una seña a su amigo para que
esperaran hasta que ellos salieran.

—Ya está, vámonos. —Mencionó apenas los vio salir del salón. Actuaba como si estuviese
huyendo de todos ellos en general y no sólo del moreno.

Salieron del aula y caminaron en silencio hasta la cafetería central.


Louis miraba hacia los lados constantemente, pensando que existía la posibilidad de encontrarse
con el rizado, pero como era costumbre, éste desaparecía de la nada. Después miró a Fer y notó
su extraña actitud, caminaba intentándo esconderse de los demás alumnos, miraba hacia abajo y
cubría su rostro con uno de los libros.

—¿Sabes? Comienzo a creer que te da pena caminar conmigo. —Comentó Louis con una
sonrisa—. Si quieres me puedo poner una bolsa de papel en la cabeza para evitar vergüenzas.

Fer lo miró y al instante dejó salir un suspiro, relajándose. —No, Louis. Claro que no es eso. El
problema es que no quiero encontrarme con Zayn por aquí, no estoy lista para eso. —Ella no
estaba sonriendo como comúnmente, no tenía esa alegría en los ojos que transmitía con una
mirada. Parecía asustada, como si el asunto de Malik fuera algo realmente serio.

—¿Qué ocurre con ese chico? —No estaba seguro si preguntarle era buena idea—. Puedes
confiar en mí y en que no diré nada.

Ella negó al instante bajando la mirada. —No es que no confíe en ti, es sólo que realmente no es
algo que disfrute contando. —Louis asintió al entenderla—. Mejor tú cuéntame, ¿qué ocurre entre
el castaño de la clase y tú?

—¿Liam? —Fingió sorpresa y Fer asintió con una sonrisa. Al menos eso le ayudaba a olvidar el
tema de Zayn—. No, pues nada. ¿Por qué lo preguntas? —Hacía su mayor intento por no
enrojecerse y delatarse, Liam le parecía adorable.

Entraron a la cafetería y tomaron charolas para servirse el desayuno.

—¡Es evidente que quiere follarte! —Gritó y al instante algunas personas postraron su atención
sobre ellos—. Mierda, debería aprender a hablar más bajo. —Esta vez sí se había avergonzado.

Louis comenzó a reír y decidió no darle mucha importancia a las miradas de los curiosos. —Creo
que podré acostumbrarme a las vergüenzas que me haces pasar. —Llenaron sus charolas y
fueron directamente hacia una mesa vacía. Tomaron asiento y prosiguieron con su plática—.
Además, el hecho de que me mire mucho no significa que quiera follarme, no al menos en mi
mundo.

—¿En tú mundo? —Dio una mordida a la manzana que había cogido—. ¿Qué significa eso en tu
mundo?

—Que quiere conocerme. —Dijo pensando en la razón por la que él miraba tanto al rizado.

—¿Y para qué quieres conocer a alguien? Pues para follar, listo. Al final todo se resume a eso.

Lo pensó mientras daba leves mordiscos a su comida. Tal vez Fer tenía razón, pero la manera en
la que lo decía le quitaba todo lo mágico al asunto. —Es extraño viéndolo de esa manera.

—No, digo, ese chico es precioso, cualquiera quisiera tener su mirada encima. —Lo señaló con la
mirada, Liam se encontraba sentado a unas cuentas mesas de ellos—. Acéptalo, debe ser muy
halagador que alguien tan guapo te mire.

Louis miró hacia Liam y cruzaron miradas por algunos segundos. El castaño sonrió tímidamente y
Louis intentó devolverle el gesto mientras maldecía a Fer en su interior por no haberle advertido
que lo miraba. Liam sonreía y parecía un pequeño, era adorable antes que ser caliente.

—Igual él no es el que me interesa. —Volvió su mirada hacia su comida sin darse cuenta del error
que acababa de conocer.

Fer abrió los ojos excesivamente y lo miró con una enorme sonrisa. —¿¡Es el rizado de la clase,
cierto!? ¡Sabía que no estaba imaginando las miraditas que se echaban! —Louis no contestó y
mantuvo la mirada sobre su charola. Dio una mordida a su sándwich y continuó en silencio—.
Contéstame, hombre, sí estás interesado en alguien pero no en Liam, entonces eso significa que
te gusta este chico raro, el grosero de la clase de historia.

—No es grosero. —Fue lo primero que se lo ocurrió decir, aunque sabía que lo que ella decía era
verdad—. Bueno, un poco, pero tal vez sólo lo utiliza como escudo a su timidez.
—¿Te gusta o no?

—No, Fer, no me gusta Harry. —Rodó los ojos y continuó comiendo.

—Te sabes su nombre y es el primer día de clases, te gusta. —Tenía una sonrisa enorme de
oreja a oreja—. Pero en cierta manera te entiendo, está buenísimo y es el típico chico que levanta
interés por su arrogancia.

—Debo admitir que es guapo, sí, pero es un hijo de puta. Como se comportó hoy en clases define
al típico niño rico y creído, eso le quita todo lo hermoso que es.

—Meh, a mí me sigue pareciendo sexy, y acepta que a ti también.

Louis la miró y cuando estuvo a punto de decirle otra cosa alguien interrumpió.

—Hola, chicos. ¿Podemos sentarnos? —Era Barbie, la amiga de Liam, la que se había
presentado con ellos antes de comenzar la clase. Liam estaba junto a ella y los miraba sonriente.

Fer miró a Louis cuestionando y éste asintió al instante por educación. —Claro, adelante, tomen
asiento.

Los chicos se sentaron frente a ellos, no llevaban charolas con comida. —Estábamos allá al fondo
y los vimos un poco solos. Pensamos que tal vez era una buena idea convivir más con ustedes
para conocernos mejor. —Mencionó el castaño mirando directamente a Louis.

“¿Y para qué quieres conocer a alguien? Pues para follar, listo. Al final todo se resume a eso.”
—Me parece una buena idea. —Mencionó Fer dándole un golpecito discretamente a Louis para
recordarle la charla que recién habían tenido—. ¿Así que quieres conocer a Louis, eh?

El chico no hacía otra cosa que maldecir en su interior y rogaba porque su piel no se tornara
rojiza. Liam le agradaba, incluso también le gustaba, pero la manera en la que lo miraba llegaba a
parecerle acosadora. Tal vez todo se debía a que no estaba acostumbrado a ser pretendido por
un chico como él.

—Claro, ¿por qué no? Parece un chico interesante. —Respondió el castaño y Louis le agradeció
con una sonrisa.

Los chicos comenzaron a hablar sobre un tema que no logró tener la atención de Louis, él
aprovechó para buscar entre toda la multitud de alumnos a Harry. Tenía que estar por algún
lugar, hablar con alguien, o al menos tomar un desayuno como la gente común solía hacerlo.

Volvió su mente hacia el día en el que lo había conocido en la carretera junto al bosque, la
manera en la que fumaba y su actitud tan misteriosa. Era un chico fascinante sin duda alguna, y
le frustraba demasiado el hecho de que no se dejara conocer.

No estaba prestando atención a la plática hasta que escuchó el apellido “Styles” y


automáticamente su cabeza volvió a ellos.

—Escuché que su familia lo está escondiendo aquí en Cowell porque asesinó a alguien.
—Mencionó Barbie logrando que Louis frunciera el ceño al estar en total desacuerdo.

—¿¡Harry!? —Intervino en su defensa, como si estuviera obligado a hacerlo—. Lo dudo, sólo son
estúpidos rumores que crea la gente para divertirse. Yo creo que él es una buena persona.

Los chicos parecieron sorprendidos. —¿Buena persona? —Habló Liam—. Hoy no ha hablado por
más de 1 minuto en clase y ya dejó claro la clase de estúpido arrogante que es. Verás que en
menos de una semana será el mejor amigo de todos ellos. —Señaló hacia la mesa donde se
encontraba Zayn y su grupo de amigos, que reían extremadamente y molestaban a los chicos de
primer grado que pasaban cerca de ellos.
Fer miró hacia donde indicaba Liam, y al instante se topó con el moreno, que de igual manera
sintió unos ojos encima de él y la miró. Él bajó la mirada al principio, pero después de unos
segundos hizo una sonrisa sínica y se levantó de la mesa para caminar hacia ellos.

—Maldita sea.... —Susurró la chica mirando hacia otra parte y rogando porque Zayn no fuera a su
mesa. Apretó el brazo de Louis con fuerza, como si temiera y supiera que éste podría protegerla.

Louis notó lo que pasaba y pasó su brazo sobre el cuello de la chica para darle más confianza.

—¡Laura, hermosa! ¿Qué tal? Qué gusto verte por aquí. —Mencionó el moreno llegando hasta
ellos acompañado de su amigo Niall. Fer fingió no haberlo escuchado—. Hey, guapa, te estoy
hablando, mírame. —Se acercó aún más hacia ella y le acarició la mejilla.

—Sueltame. —Echó su cuerpo hacia atrás y cerró fuertemente los ojos tras el tacto de Zayn.

—¿Y eso por qué? ¿No me dirás que sigues enojada conmigo por lo que pasó el año pasado,
verdad? —Mantenía su sonrisa en el rostro y se divertía con la situación.

—Lárgate, no perderé mi tiempo hablando con un imbécil como tú. —Fingió valentía, pero
claramente se notaba lo mucho que le temía a ese chico.

—¿Por qué mejor no me das un beso como los de antes? Anda, sé que también lo deseas. —La
tomó a la fuerza he intentó besarla.

—Te ha dicho que te largues. —Intervino Louis levantándose de la mesa y empujándolo hacia
atrás—. ¿No logras comprender algo tan simple o qué? —Le molestaba demasiado la gente
abusiva, y en esos momentos Zayn estaba actuando como un patán con Fer.

Todos los presentes en la cafetería hicieron silencio al notar lo que estaba pasando. Zayn era el
capitán del equipo de futbol y por lo tanto él tenía el poder social en la escuela. Se escucharon
susurros que cuestionaban lo que pasaba y esperaban ansiosos porque Zayn hiciera algo.
El moreno comenzó a reír con ironía. —Qué tierno, su novio la defiende. —Los amigos de éste
comenzaron a reír—. Te acabas de ganar tu pase al infierno, maldito metido. —Empuñó la mano
ágilmente y Louis no pudo reaccionar de otra manera diferente a cerrar los ojos y esperar el
golpe.

—Hey, hey, hey, Malik. Tranquilo. —Se escuchó y el golpe no llegó. Louis abrió los ojos y se
encontró con el rizado justo frente a Zayn, evitando que lo golpeara—. No te vas a atrever a
golpearlo, ¿verdad? —Parecía que su pregunta había sido una amenaza en la forma en la que lo
había mencionado.

Louis no tenía idea de dónde mierda había llegado Harry, pero en su interior estaba muriendo
porque lo estuviera defendiendo.

—Este imbécil se lo ganó, y quítate de mi puto camino si no quieres ser quien reciba los golpes.
—Lucía demasiado molesto, y más susurros se escuchaban en la cafetería. Lo estaban
humillando ante todas las personas en el colegio.

—Él sólo estaba defendiendo a la señorita. —Se acercó hacia Zayn y lo amenazó con la
mirada—. Deberías asegurarte de que tus padres utilicen otros apellidos si te quieren mantener a
salvo... Malik. —susurró cuando se encontró lo suficientemente cerca para que sólo el moreno
escuchara.

—¿Qué dices? —Zayn reaccionó con los ojos muy abiertos, mirando al rizado con confusión, éste
sólo sonrió como ganador.

—Dile a tu padre que Los Valencia le mandan saludos y lárgate.

El moreno aún mantenía los ojos como plato, se dio la vuelta y salió de la cafetería sin decir una
sola palabra. Nadie comprendía lo que estaba pasando.

Harry negó con una sonrisa y después miró hacia Fer para guiñarle el ojo. Pasó junto Louis y se
detuvo quedando muy cerca de su oído. —Mi deuda está cubierta, ahora ya no te debo nada.
—Le dio una sonrisa arrogante—. Intenta no meterte en problemas, que es la primera y última vez
que me meto en algo por ti.

Louis respiró con dificultad al sentir su aliento caliente sobre él, y sentía el corazón a punto de
salirse de su pecho.

El rizado lo miró por última vez y salió de la cafetería con naturalidad.

—¿Qué ha sido eso? —Preguntó Fer sin reaccionar a lo que acababa de pasar.

—Ese chico es demasiado sexy. —Comentó Barbie boquiabierta.

—Es sólo un imbécil más que quiere demostrar que tiene el poder. —Liam rodó los ojos y se
levantó molesto de la mesa.

Louis se mantuvo en silencio, ese rizado lo estaba volviendo loco.

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Capitulo 5

Capítulo 5

El horario de clases había terminado, y Louis se encontraba en el jardín trasero con sus nuevas
amistades, que no hacían otra cosa que hablar de temas sin importancia. Estaban recostados
sobre el césped disfrutando el tiempo libre, Louis intentaba hacer su mayor intento por participar
en la plática y no parecer tan distraído como lo había estado todo el día después del incidente con
Malik en la cafetería.

Estaba un poco harto de la manera en la que ese chico había llegado a su vida apoderándose de
su mente en cuestión de segundos. Era frustrante saber que probablemente nunca podría tener
una conversación decente con ese chico, pues estaba dejando muy en claro lo que había dicho
en clase, a él no le interesaba hacer amistad con nadie en esa academia, y no había motivo
alguno para que Louis fuera la excepción.

—¿En qué piensas? —Mencionó Liam sacándolo de sus pensamientos, él había notado lo
ausente que Louis se encontraba de la plática.

Le dio una sonrisa y negó con la cabeza. —En nada.

Las chicas detuvieron su conversación y se centraron en los chicos. —Sí. —Mencionó Barbará—.
Pareciera que buscas a alguien.

—Styles... —Susurró Fer mirando hacia abajo con una sonrisa traviesa.

Liam la miró algo molesto. —¿Por qué siempre todo se debe de tratar sobre Styles? Louis ni
siquiera lo menciona, ya supérenlo. —Se notaba claramente celoso.

—No, no estoy buscando a Harry. —Habló Louis con el mismo tono de molestia. Sabía que lo que
decían las chicas era verdad, pero no quedaría como imbécil delatando lo mucho que le gustaba
un chico que lo ignoraba completamente.

Fer alzó las cejas y apuntó discretamente hacia uno de los pasillos. —Pues hablando del rey de
roma... —Harry caminaba sin prisa, con toda naturalidad. Tenía el móvil en sus manos y enviaba
mensajes sin importarle lo que estuviese pasando a su alrededor.

Louis se levantó del césped al instante y dio un respiro profundo. Sus amigos lo miraban
confundidos. —Tengo que agradecerle por lo de hoy. —Mencionó tratando ocultar su nerviosismo
al tener que hablar con el rizado, sin embargo no perdería su oportunidad. Se dio media vuelta y
caminó hacia el chico.

Las chicas comenzaron a reír y a comentar lo mucho que se notaba su interés por Styles,
mientras que Liam sólo rodaba los ojos y evitaba el tema.

Caminó lo más rápido posible para alcanzarlo, Harry era un chico alto y sus pasos eran largos.
—¡Hey, Styles! —Gritó cuando estuvo a punto de alcanzarlo. Éste escuchó su nombre y al
instante reconoció esa voz, continuó caminado sin siquiera mirarlo—. Harry, espera. —Le dijo al
llegar a su lado.

El rizado frenó dando un suspiro de frustración, guardó su móvil en su bolsillo y miró a Louis
desconcertado. —¿Qué necesitas ahora?

—No había tenido tiempo de hablar contigo desde...

Interrumpió al mismo tiempo que prendía un cigarrillo en sus labios. —¿Puedes ir al punto?
Tengo algo de prisa.

Fue un golpe duro a su orgullo, pero decidió continuar. —Quería agradecerte por lo que hiciste
hoy en la cafetería, realmente lo aprecio.

—No lo he hecho por ti. —Exhaló el humo de su boca—. Sino porque ese Malik no me agrada y
quería un pretexto para humillarlo. —De nuevo su sinceridad extrema se veía más como
altanería.

—Aun así, gracias. —Le dio una sonrisa y Harry se limitó a encogerse de hombros y continuar
fumando. Estando tan cerca del rizado le era muy fácil mirar detalladamente lo verde de sus ojos,
su piel, sus rizos colgando en su hermoso rostro, todo. Ese chico era precioso, y había más de mil
razones suficientes para tener pensamientos impuros—. ¿Por qué no vienes conmigo?
—Mencionó y Harry pareció confundido—. Digo, tengo algunos amigos que tal vez te agradarían,
supongo que siempre es bueno tener compañía.

El rizado comenzó a reír con ironía, cada movimiento de ese chico podía tomarse como burla.
—A ver, ¿Louis? O bueno, como sea que te llames. —Le dijo siendo grosero—. Tú y yo no somos
amigos, ¿de acuerdo? Y el hecho de que me hayas ayudado a llegar hasta aquí o que te haya
salvado de una golpiza no significa que tengamos que fingir interés en ser amigo del otro. ¿Claro?
—Miró al Louis de arriba hacia abajo con arrogancia y posteriormente lanzó su cigarrillo al
suelo—. Ahora, si me disculpas, tengo asuntos pendientes. —Fingió una sonrisa y se fue del
lugar. Era difícil de notar, pero Harry era especialmente grosero con Louis porque no quería que
éste se le acercara mucho por temor a no poder frenarlo.

Louis se quedó en silencio sin poder comprender cómo era que se había dejado humillar tanto por
ese estúpido chico bonito. En su opinión, Styles tenía razón, no había nada que pudiera significar
una amistad entre ellos, ni nada que los obligara a ser amables. Harry ya lo había dejado claro,
no le interesaba una mierda tener si quiera una plática con Louis, y él tenía que aceptarlo.

Regresó hacia el lugar donde se encontraban sus amigos y se sentó junto a ellos pensativo.

—Lo bueno es que no buscabas a Harry... —Susurró Fer mirando a Barbie con diversión.

—Sólo le agradecí por lo de la mañana, y tal vez tú también tendrías que hacerlo. —No estaba de
muy buen humor para soportar bromitas. Se quedó en silencio, no le importaba que Liam lo
estuviera mirando como solía hacerlo, le había dejado de importar que se dieran cuenta de su
interés por Styles, que de igual manera, todo se había ido a la mierda tras las palabras que ese
chico le acababa de decir.

—Genial.... —Susurró Fer con ironía al mirar a Zayn y sus amigos llegar hasta el jardín. Rodó los
ojos y miró hacia otro lado—. En todos los malditos lugares me lo tengo que venir a encontrar...

Malik y el chico irlandés iban junto con sus respectivas novias, y nos les importaba dar
espectáculos sexuales frente a todos sus compañeros. Se sentaron a unos metros de los chicos,
la novia de Zayn había tomado asiento sobre las piernas de éste, y se besaban sin cuidado
alguno.

—Podemos irnos si quieres. —Le dijo Louis, a él también le aterraba la idea de tener a Malik tan
cerca, sobre todo porque ahora lo quería golpear.
—No, no importa. —Levantó la mirada y al instante la cruzó con el moreno, que la observaba aun
sin dejar de besar a la chica, sin embargo su expresión no era de maldad, sino, de tristeza.

—¿Por qué él te observa tanto, Fer? —Le preguntó Barbie apenas notó las miraditas que se
echaban.

—Porque es un imbécil. —Mencionó rápidamente.

—Pareciera que no puede evitarlo, algunas veces te mira como si le dolieras. —Le dijo Liam
atento al moreno.

Louis no prestaba atención a la situación, no podía evitar pensar en lo que Harry le había dicho, y
se sentía como un imbécil, pero no estaba en su poder controlarlo. Esos ojos verdes y ese olor a
tabaco se habían apoderado de su cabeza en todos los sentidos.

—Lo hace para molestar. —Mencionó ella sin ánimos—. Dejen de mirarlo que lo va a notar y no
quiero problemas.

Era evidente que algo había ocurrido entre ellos, sin embargo ninguno de los dos era capaz de
contarlo públicamente.

18 meses antes.

Era un invierno en la ciudad de Manchester, Laura Fernanda se encontraba en unas vacaciones


con su familia, visitaban a su abuela que vivía en esa ciudad.

Ella aprovechaba los tiempos que tenía libre para salir a caminar por la ciudad y conocer lugares
turísticos. Su padre le había dado un par de libras extra con la condición de que regresara a casa
de la abuela antes de las 6pm para tener una cena familiar.

Durante toda la tarde había tenido la sensación de que alguien la observaba, sin embargo no
quería que su paranoia terminara arruinando uno de sus únicos días libres. Visitó algunas zonas
arqueológicas y posteriormente caminó hacia la estación de trenes para regresar a casa de su
abuela.

Todo estaba bien, su mente estaba ocupada en otra cosa, y nunca pensó que ese día fuera a
convertirse en el peor de su existencia.

Cruzaba un callejón no muy transitado, volvió a sentir la sensación de alguien observándola, y


cuando miró hacia atrás se encontró con un hombre que iba directamente hacia ella, volvió su
vista hacia enfrente y de igual manera otro hombre la acorralaba por ahí. Intentó correr o al
menos gritar, pero apenas los hombres llegaron hasta ella, colocaron sobre su nariz una tela que
contenía un líquido que la hizo quedar completamente inconsciente.

Sintió un enorme nudo en su garganta formarse tras el recuerdo y bajó la mirada para evitar que
sus amigos notaran algo. Tener a Zayn cerca significaba desenterrar recuerdos que se
encontraban mejor bajo tierra. —Creo que mejor vámonos. —Dijo levantándose del césped y
mirando por última vez al moreno.
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Capitulo 6

Capítulo 6

—No es necesario que todos me acompañen. —Mencionó Fer cuando sus amigos se levantaron
del césped. Desvió la mirada lo más posible para no tener que seguir cruzando miradas con el
moreno. Aunque su historia fuera del pasado seguía doliendo—. Sólo voy por algo a la cafetería,
¿me acompañas, Barbie?

Louis se sintió algo molesto pero no lo mostró, era obvio que el plan de Fer era dejarlo a solas
con Liam.

—Claro que sí. —Mencionó Barbará—. ¿Quieren algo, chicos?

—Gracias, yo estoy bien. —Liam llevaba una enorme sonrisa y volvió a sentarse en el césped.
No le quedó de otra, no podía ser tan grosero como para irse del lugar y dejar al castaño ahí solo.
—Igual. —Tomó asiento, las chicas les dieron una sonrisa y se fueron del lugar con risitas
emocionadas al dejarlos solos.

Louis trató de relajarse, pensar que no tenía nada de malo que un chico intentara algo con él.
Liam era guapo y muy buena persona, pintaba a ser alguien perfecto, sin embargo algo dentro de
su cabeza lo rechazaba. Él quería algo distinto, algo más intenso, algo que no sólo significara
amor y sonrisas. Quería luchar para obtenerlo, que valiera la pena.

—¿Te ha gustado la academia? —Preguntó Liam con una timidez que era difícil de ignorar.

—Sí, supongo. Aun no tengo motivos para quejarme. —Algo que tenía que reconocer era que en
ese colegio no eran diferentes a ningún otro colegio donde hubiera estado antes, a excepción de
su nivel económico claramente elevado. Le dio una sonrisa amistosa.

—Eso es bueno. —Intentaban no cruzar miradas para no intimidarse, e incluso el ambiente podía
ser patético, pero tierno.

Se quedaron el silencio. Un silencio demasiado incomodo que hacía a Louis pedir a gritos poder
levantarse e irse de ahí para terminarlo. Quiso decir algo para romper la tensión cuando Liam lo
interrumpió.

—¿Hay alguien que te esté esperando fuera de esta academia?

Louis no comprendió. —¿A qué te refieres?

—Sí, digo —balbuceaba—, ¿tienes novia o algo así fuera de la academia?

Todo se volvió aún más incómodo. —Oh, entiendo, am, no. —decía nervioso—. Es decir, no
tengo, estoy soltero desde hace 18 años.
Liam comenzó a reír, Louis tenía 18 años exactos. —Qué alivio escuchar eso.

Las indirectas que lanzaban eran demasiado, Louis estaba algo incómodo, pero intentaba lucir
tranquilo y sin darle mucha importancia a las palabras de Liam.

—¡Payne! —Se escuchó un grito que los hizo voltear al instante hacia éste—. Qué gusto ver que
ya has encontrado novio, chico. —Mencionaba el moreno acercándose hacia ellos junto con su
grupo de amigos.

—Maldita sea... —Susurró—. ¡Lárgate, Zayn! Ocupa tu tiempo en cosas productivas. —Quiso no
darle mucha importancia para no crear problemas.

Louis se tensó un poco, sabía que ese chico se la tenía jurada.

Llegó hasta ellos con una sonrisa burlona. —¡Oh, vamos, Liam! ¿Me dirás que no te gusta el
nuevo?

—Claramente te lo quieres follar, amigo, lo miras con ojos llenos de lujuria. —Mencionó el
irlandés y a su término se escuchó una carcajada de todos sus acompañantes.

Liam se levantó con furia del césped y se acercó intimidantemente al chico rubio. —¿¡Por qué no
mejor te vas a hacer reír a la gente que le interese escucharte!? —Lo empujó hacia atrás
tomándolo por sorpresa.

Louis nunca se hubiera imaginado que Liam reaccionara así frente a los problemas, normalmente
parecía un chico indefenso y tranquilo. —Hey, Liam, para. —Se levantó y lo jaló lejos de Niall—.
No te pongas así por idiotas como estos, no pasa nada. —Realmente quería evitar que los
problemas se hicieran más grandes. Una cosa era el abuso verbal, y otra muy diferente era pasar
a los golpes físicos.

—¡Owwww, qué tierno! Defiende a su novio. —Intervino Zayn con prepotencia y burla en la
mirada.
Para ese entonces las demás personas en el patio se habían percatado de lo que estaba
pasando.

—Cállate, Malik. —Le dijo mirándolo directamente. Quería controlar sus impulsos, pero ese chico
lo sacaba de sus casillas—. Apenas te conozco y ya comienzas a hartarme demasiado. —Se
acercó demasiado hacia él para tratar de intimidarlo.

—¿Qué? ¿Quieres besarme? —Le preguntó riendo cínicamente y se acercó hacia sus labios,
Louis lo empujó con rabia hacia atrás—. ¡Pues tienes que saber que aquí no hay espacio para
más homosexuales como tú! —Gritó y se escucharon risitas de los curiosos que veían la escena
desde lejos—. ¡Con Payne bastaba!

Estaba enfurecido por sus palabras y tenía que defenderse —¡Prefiero ser un maldito homosexual
que un imbécil que no es capaz de usar el cerebro! —Apenas terminó de decir sintió un golpe
estrellarse con fuerza extrema en su mejilla, tomándolo por sorpresa y provocando que cayera al
piso.

—¿¡QUÉ TE PASA, IMBÉCIL!? —Liam intentó defender a Louis, sin embargo el irlandés lo
detuvo.

—No te metas, el problema es entre ellos.

—¡LEVANTATE! —Le gritó el moreno a Louis que yacía sobre el suelo intentando reaccionar,
pues sentía la cabeza aturdida por el golpe.

Los murmullos de las personas eran ya gritos calentado la situación para que la pelea se hiciera
más intensa y tuvieran un espectáculo para disfrutar.

Louis se levantó del suelo escupiendo sangre de la boca y aprovechó el primer momento que tuvo
para agarrar al moreno golpe tras golpe. Y de pronto ambos chicos se defendían como podían del
otro, dando puñetazos a cualquier lugar que les fuera posible.
Llegó corriendo uno de los prefectos acompañado por su ayudante y se encargaron de separar a
los chicos. —¿¡Qué está pasando aquí!? —Gritó el hombre molesto. Los alumnos que miraban la
pelea huyeron del lugar, Louis y Zayn se mantuvieron en silencio, mirándose con rabia—. ¡SE
VAN YA MISMO A LA OFICINA DEL DIRECTOR Y LE EXPLICAN POR QUÉ LOS HE
MANDADO! —señaló furioso el pasillo que los llevaba hasta el lugar indicado.

-------------------

Harry se encontraba afuera de la oficina del director Simon, que lo había mandado a llamar horas
después de su encuentro con Louis en el jardín. No le extrañaba que le llamaran, pensó que
seguro se trataba de algo sobre los negocios que tenía su padre con la escuela.

La secretaría del hombre le indicó que pasara a la oficina, y éste apagó el cigarro que yacía en su
boca para poder entrar.

—Buenas tardes, director Cowell. —Mencionó al abrir la puerta y entrar.

—Hola, Harry. Pasa, por favor. —Habló el hombre levantándose de su asiento y señalando la silla
frente a su escritorio.

Ambos tomaron asiento y Harry esperó alguna explicación a su llamado. —¿Puedo ayudarlo en
algo? —Ese hombre contaba como cliente de su familia, por lo tanto tenía que darle un buen
trato.
—Quiero saber si tú conoces a Louis Tomlinson. —Fue directo, sin rodeos.

Harry se sintió demasiado confundido. —Compartimos aula, ¿por qué? —Obviamente lo conocía,
ese chico llevaba protagonizando los escándalos de los primeros días.

—¿Y qué piensas de él? —Le preguntó con una sonrisa.

—Pues me da completamente igual. —Sonrió confundido.

—¿Entonces él no es tu amigo? —Harry negó al instante con la cabeza. El hombre sonrió


satisfecho con la respuesta del chico—. Veras, Harry, acabo de tener a ese chico aquí hace unos
minutos porque protagonizó una pelea en medio del jardín.

Se encogió de hombros. —¿Y qué tengo que ver yo en todo esto?

—Aquí en Cowell no nos gusta tener esa clase de alumnos, tú lo sabes. Tenemos la mejor
reputación del país, y no permitiré que ese chico becado arruine todo. Y tú me ayudarás.

Se levantó de la silla sorprendido. —Esto ya no me está gustando, yo no tengo absolutamente


nada qué ver aquí.

—Tendrás que hacerte su amigo y llevarlo hacia el mundo raro y aislado en el que tú vives. —Le
ordenó—. Nadie se mete contigo, Harry. Y si ese chico se hace tu amigo dejaran de meterse con
él. ¿Me explico?

Harry negaba con la cabeza y caminaba de un lado a otro. No dejaría que ese chico buscapleitos
le arruinara su solitaria estancia en esa academia. —¡No voy a hacer eso! ¡No soy la niñera de
nadie!

—Me la deben, Styles. Tu familia y tú me deben este favor, que es algo mínimo comparado con lo
que yo hago por ustedes. —Harry se mantuvo en silencio ante la falta de argumentos para
defenderse contra eso. El director Simon tenía razón, tenía que ser agradecido con él si no
querían que se cayeran los nexos que existían entre ellos—. No creo que a tu padre le agrade
enterarse que te has negado a algo tan simple como encargarte de ese chico idiota.

Suspiró frustrado. No podía arruinar los negocios de esa manera. Al final del día Louis era sólo un
chico más, y no sería tan difícil mantenerlo tranquilo. —De acuerdo. —Acababa de perder todo su
orgullo—. Me encargaré de bajarle los humos a ese chico.

—Muy bien, me alegro de que recapacitaras. Cierra la puerta cuando estés afuera. —Señaló la
salida de la oficina.

El rizado se puso de pie y salió del lugar intentando no azotar la puerta por el coraje. Louis era
probablemente la persona que más irritante le parecía en la academia entera. Era el único que le
hablaba sin temor, el que seguía insistiendo después de varios rechazos. Tenía una voz aguda y
molesta, y su carácter era explosivo en una manera estúpida. Realmente no quería tener que
convivir con él, así que buscaría alguna forma de mantenerlo tranquilo sin tener que estar juntos.

Caminaba por los pasillos de la academia realmente molesto. Miró en una esquina a Louis junto
con la chica que siempre estaba junto a él. Ella le limpiaba cuidadosamente la sangre que aun
chorreaba por su ceja y parte del labio.

Se acercó hacia Louis y lo tomó fuertemente del brazo sin antes decir nada.

—¿¡Oye, qué mierda te pasa!? —Intervino Fer.

Harry jalaba a Louis con violencia, obligándolo a ir con él. —Vendrás conmigo. —Dijo sin siquiera
mirarlo, y a Louis no le quedó otra opción que aceptar, pues no podía aun reaccionar a que el
rizado le estuviera hablando.
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Capitulo 7

Capítulo 7

Salieron por la puerta principal de la academia, atravesando el lugar entero y adentrándose hacia
el oscuro bosque frente a ésta.

—¿¡Qué mierda te ocurre!? —Le gritó Louis zafándose de su agarre y estirando el brazo para
desentumirlo.
Harry lo miró con una sonrisa irónica y continuó caminando para adentrarse más hacia la
oscuridad, como si quisiera que nadie se diera cuenta de que estaba ahí con Louis. Sacó un
cigarrillo de su bolsillo y lo encendió. Inhaló con fuerza sintiendo sus músculos relajarse y su
cabeza liberarse un poco de la tensión. Había comenzado a fumar más que antes, pero realmente
no le importaba una mierda depender del tabaco. —¿Quieres? —Le ofreció el cigarro.

Louis estaba un poco perdido en el humo que salía de la boca del menor. —¿Me puedes explicar
qué mierda te pasa?

A pesar de la oscuridad en el bosque, Louis podía distinguir claramente lo hermosos que eran los
labios del rizado, y le gustaba verlo fumar, chupar ese cigarrillo y exhalar el humo lentamente.

Harry no hacía otra cosa diferente a fumar y mirar al chico de arriba hacia abajo. Quería
estudiarlo por completo. Louis era un chico atractivo a pesar de ser un imbécil. Era de esos chicos
que pensaría seriamente en tirarse estando en una noche de fiesta, como solía hacerlo todos los
fines de semana.

Notaba la mirada del rizado sobre él, y se sentía extremadamente incomodo ante eso. No era
halagadora la forma en la que Harry recorría su cuerpo con los ojos, incluso era molesto, pues
parecía que lo miraba como a un trozo cualquiera de carne. Se dio la vuelta y comenzó a caminar
de vuelta a la academia.

—¿Adónde vas? —Preguntó el rizado frenándolo con un brazo mientras que con el otro sacaba el
cigarro de su boca.

—Pues mira, creo que no tengo necesidad de perturbarme la cabeza contigo. —Le dijo y Harry
dejó salir una risita—. Te encuentro en la carretera en medio del bosque y te ofreces a traerme
aquí, después te desapareces, finges no conocerme, me salvas de una pelea con Malik, y hace
apenas un rato dices que no somos amigos. —Hablaba molesto—. Ahora me tienes aquí, en
medio del bosque y no haces nada más que mirarme sin decir una sola palabra. Eres
imprescindible, y no quiero descifrarte.

—Pues yo sí quiero descifrarte a ti. —Le dijo mirándolo directamente con esos enormes ojos
verdes—. Abre la boca.
Louis sintió nerviosismo extremo al escuchar eso. —¿Qu-éé? —Balbuceó nervioso.

—Que abras la boca, quiero probarte. —Mencionó con tono autoritario y se acercó a
sobremanera hacia el rostro de Louis, que temblaba ante la sensación de tener al rizado tan
cerca.

Pensó que estaba imaginando lo que pasaba. —¿Qué dices?

—Maldita sea, sólo abre la boca. No pasará nada, sólo mantén la boca abierta y la lengua pegada
a la mandíbula para evitar que te quemes. —Acercó el cigarro hacia el rostro de Louis.

Seguía sin entender, pero Harry le hacía sentirse completamente sumiso a sus órdenes. Abrió la
boca e hizo lo que éste le pedía.

Harry metió su cigarro lentamente hacia la boca de Louis por la parte donde se encontraba el
fuego, después él mismo se acercó hacia el filtro del cigarro y colocó sus manos cubriendo el aire
que se colaba entre los rostros de ambos. En resumen, El cigarro de Harry estaba adentro de la
boca de Louis, preparado para inhalar su aire interno.

Inhaló lentamente para evitar que el chico reaccionara preocupado a la sensación. Louis sintió
que quedó sin respiración ante eso, pues Harry había inhalado el aire que respiraba. El rizado se
separó rápidamente y sacó el cigarro de ambas bocas. Volvió a acercarse hacia Louis cuando se
aseguró de que éste ya había recuperado el aire y exhaló el humo muy cerca de su boca para
que esta vez fuera él quien lo fumara.

Louis inhaló todo sintiendo el sabor de Harry sobre su lengua. No entendía por qué el rizado
hacía eso, pero era fascinante y le hacía tener un cosquilleo en su entrepierna. Exhaló.

—Sabes bien. —Le dijo el menor. Se separó del chico y comenzó a fumar comúnmente. Louis
parecía petrificado ante lo que acababa de ocurrir. Nunca antes había hecho eso con alguien,
pero se sentía increíble—. Si te he hecho venir es por una razón. —Comentó después de algunos
segundos y el mayor se dedicó a prestarle completa atención.
—Dime. —Sentía que continuaba temblado pero evitaba mostrarlo.

Inhalaba y exhalaba constantemente el cigarrillo. —No quiero saber que vuelves a meterte en
problemas. —Le dijo.

Louis se extrañó por completo. —¿Por qué? Digo, no quiero ser grosero, pero a ti te tiene que
importar una mierda lo que yo haga.

Comenzó a reír burlonamente. —Claro que me importa. No quiero terminar golpeando a toda la
escuela sólo por defenderte, no es mi estilo. Yo suelo arreglar mis problemas de otras maneras.
—Le guiñó el ojo.

—Nadie te ha pedido que me defiendas. —Se sintió ofendido, como si Harry estuviera haciéndolo
menos.

—No necesito que alguien me lo pida. —Elevó las cejas—. Yo hago lo que quiera, Tomlinson,
entiende eso, soy libre de hacer lo que se me dé en gana. —Mantenía a sonrisa en su boca,
aunque en el fondo sabía que sí estaba obligado a hacer eso.

—Pues no lo hagas. —Le ordenó sin sentirse intimidado por primera vez ante ese chico—. Nadie
te lo ha pedido y no lo necesito. No necesito que me defiendas, sé arreglar mis propios asuntos.
Como dijiste antes, no somos amigos, no existe ninguna relación entre nosotros como para que te
veas obligado a eso.

Harry le apretó la mandíbula con una mano. —Entiende, niño. Nadie me dice qué hacer, y si yo
quiero asegurarme de que nadie en la escuela te toque, lo haré. Que te quede claro. —Lo soltó
con fuerza y caminó de vuelta a la academia—. No me hagas odiarte, Tomlinson, no te conviene.
—Le dijo y pronto desapareció entre los árboles, dejando al mayor completamente solo y
confundido.

¿Qué mierda acababa de pasar con la actitud de Styles?


--------------------

A la mañana siguiente Louis ya se encontraba listo para volver a clases. Estaba un poco
adolorido por la pelea con Malik, pero no dejaría que eso lo intimidara.

Su madre lo miraba con coraje, y él ya lo había notado pero no decía nada. La mujer no podía
creer que su hijo llevara apenas 2 días en la academia y ya fuera conocido por los escándalos
que había protagonizado.

—Me voy, se me hace un poco tarde. —Dijo tomando su mochila.

—No, señor. Aun no te vas. No hemos hablado de lo que pasó ayer. —Mencionó su madre.

El profesor Tomlinson estaba terminando de atarse la corbata. —Tu madre tiene razón, Louis,
antes tenemos que hablar. ¿Sabes lo molesto que está el director Cowell por lo que hiciste? Sé
que Zayn es un ignorante prepotente, lo he escuchado entre los demás profesores, pero no dejes
que eso te haga meterte en problemas, hijo.

Rodó los ojos. Aun no lograba recuperar el buen humor después de lo que había pasado con
Harry la noche anterior y la pelea con Malik. —Yo les dije que esta maldita escuela no era para
mí.
—¡PUES VAS A TENER QUE APRENDER A ADAPTARTE! —Gritó su madre tras explotar por la
actitud de su hijo—. ¿Sabes lo que pasaría si te echan de esta academia? ¡NO VOLVERÁS A
TENER UNA OPORTUNIDAD COMO ESTA! ¡SE TRATA DE TU FUTURO, LOUIS!

Realmente no quería volver a escuchar esos sermones de siempre. —Tengo que irme, se trata de
mi “futuro” —Fue sarcástico y se dio media vuelta para salir.

—Louis, detente. —Ordenó su padre pero el chico ignoró por completo sus palabras y salió del
dormitorio azotando la puerta.

Él no tenía la culpa de lo que había pasado con Malik, y no recibiría regaños que no merecía. No
quería estresarse más, y tenía que poner una buena cara para llegar a su primera clase del día.

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Capitulo 8

Capítulo 8
Harry no había llegado al salón y la clase de biología estaba por comenzar. Louis no prestaba
atención a lo que Barbará le decía, pues dentro de su cabeza sólo vagaban los recuerdos de lo
que había pasado la noche anterior en el bosque. Era estúpido, y lo sabía, pero no había podido
quitarse la escena de su cabeza.

—Buenos días, jóvenes. —El maestro entró al aula e intentó cerrar la puerta.

—Espere. —El rizado llegó corriendo y lo detuvo para evitar que lo dejara afuera—. Lo siento, en
serio, se me ha hecho un poco tarde. —El hombre rodó los ojos y le permitió la entrada.

Louis mantenía la mirada baja e intentaba controlarse para no mirarlo.

El rizado entró sintiendo todas las miradas sobre él, sin embargo nunca le había dado mucha
importancia a esos asuntos. Fue directo hacia su lugar y dejó sus cosas.

—Espere, joven Styles. —Lo llamó el maestro—. El director Cowell me ha pedido que lo cambie
de lugar hacia acá. —Caminó hasta el lugar donde Fer solía sentarse, junto a Louis—. Aquí, por
favor.

—Pero este lugar está ocupado. —Balbuceó Louis y sin poder evitarlo más, cruzó miradas con
Harry—. Fer se sienta ahí, no sé por qué no ha venido el día de hoy. —Se acomodó en el pupitre
y ocultó sus manos, pues temblaban por la sola idea de compartir escritorio con el rizado.

Harry lo miraba con expresión de desagrado, como si estuviera molesto todavía por lo que el
director le había pedido. Ahora además tenía que sentarse junto a Louis y escuchar su irritante
voz todo el tiempo.

—No hay problema, ella se irá al lugar antiguo del joven Styles, y no se discute. —Se dio la vuelta
y volvió hacia el pizarrón.

No le quedó otra más que seguir las órdenes del profesor y cambiar sus cosas a lado de Louis.
Se sentó y rodó los ojos. Era demasiado incomodo tener que compartir el espacio con ese chico.
Louis se tensó e hizo el mayor espacio posible entre el rizado y él.

—Ahora sí, comencemos con la clase. —Habló el hombre tomando un plumón de su escritorio y
escribiendo el título de la lección sobre el pizarrón—. “La reproducción humana” —leyó en voz
alta—. Este será el primer tema que veremos, y estoy seguro que ustedes ya son expertos en
eso. —Algunos alumnos comenzaron a reír—. Pero yo quiero saber qué es exactamente lo que
piensan, así que para mañana quiero un ensayo sobre su opinión. —Se escucharon quejas por la
fecha de entrega, sobre todo por tratarse básicamente de la primera clase del año escolar—. El
trabajo será en parejas, así que no será mucho trabajo, no tardarán más de una hora de su
“valioso” tiempo haciéndolo. —Mencionó con ironía mientras tomaba de su escritorio una lista que
contenía los nombres de todos los alumnos de la clase.

Ni siquiera era capaz de prestar atención a lo que el hombre decía, no podía pensar en paz al
tener a Harry a su lado. Ese chico le intimidaba demasiado, y realmente no quería tenerlo como
compañero de pupitre ni por un momento más. Pensó en Fer, y en lo extraña que era su ausencia
en la clase, él la había visto por última vez la noche anterior, y ella se veía completamente bien.

El profesor comenzó a nombrar las parejas para los ensayos sin tener mucha atención por parte
de los chicos. —Zayn y Fer serán otro equipo. —Louis abrió los ojos como plato al escuchar eso y
automáticamente pensó en que sería horrible para su amiga tener que pasar tiempo con ese
chico—. Harry, tú estarás con Louis. —Ahora se preocupaba por sí mismo. Sintió su cabeza
palpitar y su estómago revolverse.

Miró de reojo al rizado, éste parecía completamente desinteresado de la clase y mandaba


mensajes por su celular.

La clase continuó como cualquier otra clase que antes hubiera tenido. Sin embargo esta vez ni
siquiera tenía idea de lo que hablaba el profesor, pensaba en lo incomodo que sería tener que
hablar con Harry sobre sexo para poder redactar un ensayo entre los dos. Estaba hecho mierda y
buscaba maneras en las que podría ocultar los pensamientos impuros que llegarían a su cabeza
por el sólo hecho de tener que hablar con Harry sobre esos temas.

Intentó prestar atención a la clase para que el tiempo pasara más rápido, pero cada movimiento
del rizado lo hacía volverse a desconcentrar. Era un chico que hacía de todo excepto quedarse
tranquilo por más de 1 minuto. Movía las piernas de arriba hacia abajo, su mano no dejaba de
tocar sus labios, y mandaba mensajes cada 5 minutos, como si fuera un chico con una vida social
muy activa y necesitara mantenerse en contacto.

En Cowell tenían un sistema educativo diferente a la mayoría de los colegios del país. Ahí sólo
tenían 3 clases por días, cada una duraba 2 horas y entre ellas tenían descansos de 30 minutos.
No cambiaban de aula, eran los maestros quienes se desplazaban de salón, lo que significaba
que Louis compartiría pupitre con Harry durante todas las clases, y lo más seguro era que
reprobaría todo si seguía prestando más atención al chico que al maestro.

Cuando la clase por fin terminó, las dos horas se le habían pasado como un día completo. Liam
se acercó hacia él y lo esperó a que guardara sus libros para salir juntos al receso. Louis lo miró
con una sonrisa para agradecer.

Harry tomó su mochila y se puso de pie sin dejar de mirar la pantalla de su móvil.

—Oye, ¿a qué hora podemos vernos? —Lo llamó Louis haciendo que el chico le prestara
atención mirándolo confundido—. Es decir, el proyecto, ¿a qué hora podemos reunirnos para
hacerlo? —Estaba algo nervioso al tener los ojos del rizado encima.

—¿Cuál proyecto? —Lucía completamente confundido, al parecer no tenía idea de lo que Louis
decía.

—El que nos acaban de encargar, sobre la reproducción humana... —El móvil de Harry comenzó
a sonar.

—Ah, de acuerdo. A las 6 en mi dormitorio, edificio B cuarto 95. Llega puntual, no tendré mucho
tiempo. —Mencionó apresurado y al instante se dio la vuelta contestando el móvil y saliendo del
aula.

Louis elevó las cejas, sin embargo no estaba tan sorprendido, pues ya conocía la actitud de ese
chico.
—Seguro tiene muchos amigos y por eso no tiene tiempo de nada. —Mencionó Liam sarcástico
con una sonrisa.

—Seguro. —Le sonrió de vuelta y tomó su mochila. Salieron del salón y Louis aprovechó para
buscar con la mirada entre la multitud, tratando de encontrar a Fer—. ¿Sabes qué ha pasado con
Fer? Me pareció muy extraño que no haya venido a clases.

Liam negó al instante. —No tengo idea, tal vez no se sintió bien para venir.

Caminaban directo hacia la cafetería. —Supongo que fue eso.

—Oye, cambiando de tema un poco, ¿te has enterado de la fiesta que habrá el sábado?

Negó al instante. —No, creo que no me han invitado. —Sonrió.

Comenzó a reír y se acercó un poco más hacia Louis. —Nada de eso, todos los alumnos están
invitados. Es la fiesta de bienvenida que Cowell organiza todos los años. Te puedo asegurar que
son buenísimas.

—No lo sé, igual no me gustan las fiestas. —No era por ser antipático, en realidad decía la
verdad. No le gustaba ir a fiestas o tomar alcohol como a la mayoría de los chicos de su edad, no
le gustaba bailar, ni la música que ponían, no le gustaba el ambiente sexual que se creaba en ese
tipo de eventos, donde comúnmente las personas buscaban alguien para pasar la noche.

—Deberías ir, sería un placer que me acompañaras. —Entendió por dónde iba el asunto, Liam le
estaba proponiendo salir.

Se sintió un poco nervios, pero de igual manera muy alagado, era bueno saber que un chico tan
guapo como Liam estaba interesado en él. Además de todo, no podía perder nada intentándolo,
igual, era imposible que Harry le diera atención, tendría que superarlo y olvidarlo. ¿Quién mejor
que Liam para distraerlo del rizado?
—Supongo que puedo intentarlo, tal vez tengas razón y sea divertido. —Le dio una sonrisa que al
instante contagió al castaño.

---------------------

Estaba en su habitación con una migraña que apenas le permitía abrir los ojos. Estaba bajo
mucho estrés por el sólo hecho de tener que estar en la misma aula que Zayn Malik.

No había podido asistir a clases, sin embargo ya comenzaba a sentirse mejor y pensó que no
sería tan necesario ir a un doctor.

Escuchó a alguien golpear su puerta y al mirar el reloj se dio cuenta que probablemente era
Louis, pues era su hora de receso y seguro iría a averiguar por qué no había asistido a clases. Se
levantó de la cama abrochando su bata y tratando de peinarse un poco con los dedos. —Un
momento, por favor... —Aun no despertaba por completo, caminó hasta la puerta y abrió
arrepintiéndose al instante—. ¿¡Qué-é mierda haces aquí? —Balbuceó y se cubrió el rostro con
las manos para evitar que el chico la viera de esa manera.

—Quería comprobar que estuviera bien. —El moreno entró al departamento sin siquiera pedir
permiso, aprovechando que Fer estaba más preocupada por cubrir su cara—. ¿Por qué no has
ido a clases?

Ella lo miró confundida, y sintió enojo por tener que estar pasando una situación tan incómoda por
culpa de la imprudencia de Zayn. —¿Qué mierda te importa? Largo de aquí. —Intentó empujarlo
hacia la puerta, Zayn sólo cerró los ojos tratando de controlar sus impulsos y se opuso a salir—.
¡LARGO, MALIK! ¡Sal de aquí!
—Necesito hablar contigo. —Colocó la palma de su mano sobre la puerta para evitar que Fer la
abriera.

—No, no lo necesitas, sal de una maldita vez. —Intentó volver a abrir, sin embargo esta vez Zayn
reaccionó de manera agresiva.

—¡Sí, sí lo necesito! —Dio un respiro profundo para tranquilizarse—. Y no tienes idea de lo difícil
que es hacer esto, por favor.

—Yo no quiero escuchar tu mierda. —Le dijo y se dio media vuelta—. No lo necesito, si no lo
necesité hace un año, muchos menos ahora.

—¿¡Por qué carajos no te callas y me dejas hablar!? —Ella dio un suspiro y se sentó sobre la
cama—. Nunca pude explicarte lo que... —volvió a ser interrumpido por la chica.

—¡Sabía que sería sobre eso! ¡Pues no! ¡No pudiste porque yo no te lo pedí! ¡Ni te lo estoy
pidiendo! ¡Así que por favor vete, Zayn! —gritó levantándose de la cama y empujando al chico
hacia la puerta.

—¿A qué le tienes miedo? ¿¡Por qué mierda no quieres escucharme!? ¡Mierda! ¡Te extraño! ¿De
acuerdo? —Por primera vez Zayn no tenía una actitud arrogante, parecía sincero con lo que
decía.

Fer quedó sorprendida ante lo dicho por el joven, pero después de unos segundos recordó que
sus palabras ya no tenían ningún valor para ella. —Es una lástima. Yo no. —Mencionó sin mirarlo
a los ojos. Tenía la cabeza a punto de explotar, nunca pensó que él le diría esas cosas, perdiendo
todo su orgullo.

—Discúlpame por lo que pasó ayer con tu amigo... pero es que te juro que no puedo evitar arder
cuando te veo con alguien que no sea conmigo... —comentó cabizbajo.

—No quiero volver a saber que te metes en mi vida.


—Lo necesito.

—¡Por dios, Zayn! ¡No me vengas con esas idioteces! ¿¡Cuándo mierda has necesitado algo de
mí!?

—Me di cuenta de algo.

—¡Me da igual, vete de una vez!

—Te quiero.

—Lárgate. —Ni siquiera había escuchado las últimas palabras, esta vez era ella la que se
comportaba arrogante, pero se sentía con el derecho a hacerlo.

Zayn estaba perdiendo todo el control. Le era realmente muy difícil decir eso, y el hecho de que
la chica lo rechazara sin siquiera tomar en cuenta sus palabras le enfurecían. Se acercó a ella
violentamente, tomándola de la barbilla y obligándola a besarlo. —Te enseñaré a respetarme.

Ella se soltó en cuanto pudo y comenzó a golpearlo en el pecho. —¡MUERETE, MALDITO!


¡LARGATE! —gritó abriendo la puerta y obligándolo a salir. Cerró la puerta prácticamente en la
cara del chico.

Se escuchó un gran golpe por parte de Zayn sobre la puerta, se estaba volviendo loco con lo que
sentía, pero no era capaz de encontrar algo que ayudara a recuperarla.
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Capitulo 9

Capítulo 9

El día de clases estaba por terminar. Por fin Louis podría encerrarse en su dormitorio y tratar de
olvidar la horrible tensión que se le juntaba en el cuerpo por tener al rizado sentado a su lado.

La clase de matemáticas estaba por terminar, él estaba muriendo de hambre y durante todo el
tiempo no había prestado nada de atención. Sentía la mirada de Liam sobre él y trataba de
evitarla para fingir que ni siquiera la notaba. Liam era un buen chico, pero comenzaba a estresarle
demasiado el hecho de que éste fuera tan insistente.

Fer no se había aparecido por el salón en todo el día, y Zayn había desaparecido después de la
primera clase. Estaba algo preocupado y de igual manera deseaba ir hacia el dormitorio de su
amiga para comprobar que todo estuviera bien.

El timbre sonó dando por terminadas las clases, y como era de esperarse, todos los alumnos
automáticamente comenzaron a guardar todos sus libros, ansiosos por salir de ese salón.
Louis miró a Liam y le dio una sonrisa, como era de costumbre, el chico lo esperaba para salir
juntos del aula.

—Oye, Louis. —Escuchó un llamado y al instante reconoció la voz, sin embargo pensó que se
trataba de una imaginación—. Creo que tendremos que adelantar el trabajo e ir ya mismo a mi
habitación a hacerlo. —Decía el rizado recogiendo su mochila tranquilamente, sin mirar a Louis.

El chico pensó en miles de ideas relacionadas con las últimas 7 palabras de Harry. —¿Maa-a-
ande? —Balbuceó pareciendo un idiota.

Harry lo miró frunciendo el ceño. —El trabajo, Louis. No puedo verte a la hora que antes dije, me
han cambiado los planes y si te veo a esa hora tendrá que ser rápido y mal hecho, ¿Quieres
hacerlo ahora mismo?

Desvió su mirada y comenzó a reír en silencio, era increíble lo erótico que sonaba ese chico con
sólo unas cuantas palabras. —Está bien. —Volvió a mirarlo poniéndose serio. Se encontraba
algo nervioso, pero realmente la emoción superaba todo. Estaba ansioso por tener la oportunidad
de conocer qué era lo que escondían esos ojos verdes tan cerrados al mundo.

—De acuerdo, date prisa entonces.

—Vámonos. —Tomó sus cosas y caminó hacia la salida del salón sintiendo los pasos del rizado
tras él. Miró a Liam y rápidamente buscó algo para decirle que justificara el hecho de que fuera a
irse con otra persona—. Voy a aprovechar para hacer el trabajo de biología, ¿nos vemos al rato,
Li?

—No sabía que los humanos comunes le daban explicaciones a sus compañeros de clases.
—Habló Harry mirando divertido la situación—. Qué extraño, debería aprender a socializar más,
así no me sorprenderían este tipo de cosas.

Liam lo miró con desagrado y posteriormente volvió su mirada hacia Louis. —De acuerdo, suerte.
—Le regaló una sonrisa y barrió su mirada hacia Harry—. Cuídate, Louis. No te ha tocado el
mejor de la clase.
El rizado lanzó una carcajada y salió del aula sin darle mucha importancia al chico. Louis le regaló
una última sonrisa a Liam y salió tras Harry.

Caminaban en silencio por los pasillos dirigiéndose hacia el dormitorio del menor, no le pareció
extraño cuando miró a éste prender un cigarrillo en su boca. Era costumbre mirarlo haciendo ese
tipo de cosas, los cigarros caracterizaban a Harry en todos los sentidos.

—¿No te metes en problemas por fumar en la academia? —Preguntó y al instante obtuvo la


mirada del rizado sobre él.

—Sí. —Dijo con ironía—. Pero los problemas no me impedirán hacer lo que deseo. —Hablaba y
lograba hipnotizar a quien fuera que tuviera enfrente. Lo hacía lento y con un tono de voz muy
gruesa y masculina. Su mirada no era muy distinta, fría, difícil de descifrar.

—Me gustaría ser un poco más como tú y mandar a la mierda las reglas. —El rizado formó una
sonrisa en sus labios e inhaló del cigarro—. Por desgracia algunos nacemos con el sentido
común que les falta a otros.

—“Li” debe estar loco por tu sentido común extremo.

Louis frenó mirándolo confundido. —¿Eh?

—Liam, el chico ese del salón.

—¿Qué tiene? —comenzó a caminar de nuevo. Habían llegado hasta uno de los edificios donde
Louis no había estado antes.

—Nada, sólo comento. —Mantenía una sonrisa burlona y chupaba el cigarrillo extrañamente.
Louis nunca había visto a alguien que fumara de esa manera—. Él no me agrada ¿sabes? Y eso
es demasiado extraño, normalmente todas las personas me son indiferentes, pero este chico
simplemente me molesta la existencia.
Louis se sentía cada vez más confundido. —¿Y eso por qué? Ni siquiera lo conoces.

—Su actitud, es demasiado marica. ¿Me explico?

Eso había sido demasiado. —No tienes derecho de hablar así de alguien a quien no conoces,
quedas como imbécil fracasado. —Le había molestado lo que Harry había dicho, y ni por un
segundo dudó en defender a su amigo.

Comenzó a reír al mismo tiempo que se detenía frente a la puerta de uno de los dormitorios y
sacaba una llave de su bolsillo. — Hey, tranquilo. —Su actitud plagada de arrogancia era
demasiado molesta—. No me interesa agradarle a nadie, o quedar bien ante las personas. Digo lo
que pienso y si eso me trae problemas o no es lo que menos me importa. —Mantenía el cigarro
en la boca y luchaba contra la puerta al tratar de abrirla.

—Bueno, al menos él tiene amigos. Tú no, dime entonces quién es mejor. —Sonrió de igual
manera, quería regresarle un poco de su mierda a Harry.

Comenzó a reír y a negar con la cabeza. —Qué imbécil eres, Tomlinson. Todos en la academia
desean ser mis amigos, hasta tú. —No pudo defenderse ante eso, tenía razón—. Si yo no tengo
amigo es porque yo así lo quiero. No necesito la mierda de nadie más en mi vida, conmigo me
basta. —Dio un suspiro cuando logró abrir la puerta.

¿Cómo era posible que alguien fuera tan desagradable y deseable a la vez?

—Bueno, ¿entonces si no te gustan las personas por qué mierda estás aquí? ¿No sería más fácil
irte a vivir a una cueva? —Entró a la habitación junto con Harry y quedó boquiabierto al descubrir
lo enorme que era ésta. Era incluso más grande que la que él tenía que compartir con sus padres.

Harry notó la sorpresa del chico y comenzó a reír. —¿No me digas que “Li” aún no te ha llevado a
su habitación? —Se quitó el sweater del uniforme y lo aventó hacia el sofá. Su dormitorio era
más bien un apartamento con varias habitaciones.
—Imbécil. —Rodó los ojos y continuó observando—. He estado varias veces en habitaciones de
estudiantes y ninguna se le parece un poco a esta.

Fue hacia la cocina del departamento y sacó de la nevera dos latas de soda, después regresó y le
entregó una a Louis. —Cuando eres tan genial como yo tienes esos privilegios. —Lo miró
divertido.

Louis volvió a rodar los ojos, abrió la lata de soda y le dio un trago. —Igual no has respondido mi
pregunta, ¿qué haces aquí en Cowell si no te gusta convivir con personas? —El rizado señaló el
sofá para que tomara asiento.

—Verás, —Dio media vuelta y se adentró en su habitación sin cerrar la puerta. Comenzó a
quitarse la camisa del uniforme, mostrando su piel desnuda y su abdomen perfectamente
trabajado—. Me gusta esconderme. Y esta academia en medio del bosque es perfecta. —Miró a
Louis y notó la manera en la que lo observaba. Sonrió.

Desvió la miraba intimidado porque Harry hubiese notado su acoso. —¿Esconderte? —Balbuceó.

—Sí. Esconderme, Louis. —Se colocó una camisa de manga corta y volvió hacia la sala—.
¿Nunca lo has intentado? Es divertido. —El mayor negó con la cabeza. Tomó asiento en el
mismo sofá en el que Louis se encontraba sentado—. Deberíamos comenzar con el trabajo,
recuerda que no tengo mucho tiempo.

—De acuerdo. —Sintió su temperatura elevarse por los nervios.

—Toma el portátil de ahí. —Señaló hacia la mesa de centro y Louis obedeció tomando la
computadora que se encontraba sobre ésta—. Bien, ahora escribe.

—¿No deberíamos antes hablar sobre el tema y llegar a una conclusión? —Abrió un documento
en blanco.

—No, Louis. Eso es para perdedores que quieren hacer bien el trabajo. —Sonrió le guiñó el
ojo—. Ahora escribe. —Aclaró su garganta y tomó de su soda—. “La reproducción humana”. Es
sólo follar con alguien. Listo. —se levantó del sofá metiendo la mano a su abdomen y
acariciándolo con pereza, caminó hacia la cocina y abrió la nevera en busca de algo para
comer—. Maldita sea, muero de hambre. ¿Tú no?

Louis se quedó boquiabierto. Se levantó del sofá y trató de seguir a Harry. —No creo que nos
acepten así el trabajo, no tiene más de 10 palabras.

—Lo harán. Ahora cierra la computadora y acércate.

Suspiró, tratar con Harry era demasiado agotador, no se podía tener una conversación madura
con éste. —Bien. —Dejó la computadora sobre la mesa y se dirigió hacia la cocina. Apenas entró
a esa habitación sintió cómo Harry le llenaba la cara de algún líquido cremoso, atacándolo por
sorpresa y provocando que le entrara a los ojos—. ¿¡POR QUÉ MIERDA HAS HECHO ESO!?
—Gritó y talló sus ojos.

No respondió al instante y se quedó mirándolo durante segundos. —Maldición, había tenido


extrañamente esta imagen todo el día en la cabeza—. Lo observaba de manera extraña—.
Quería ver cómo te veías con líquido blanco en el rostro. —Lo que le había lanzado era crema
batida levemente derretida.

Ni siquiera lograba comprender a qué mierda se refería Harry, pero de nuevo las decenas de
imágenes eróticas sobre este chico aparecían en su cabeza. Se estaba volviendo un maldito
depravado. —Eres muy raro, ¿sabes? —Comenzó a limpiar su rostro con sus manos—. Maldita
sea, ahora voy a quedar todo pegajoso.

—Es natural. —Le dijo cínicamente y se dio media vuelta mirando el reloj—.Oh, Louis, no me
gustaría ser grosero, pero tengo que irme.

Abrió los ojos como plato. —¿Qué? Pero ni siquiera hemos terminarlo el trabajo.

—Yo me encargaré de terminarlo, pero después, ahora tengo que salir. —Lo tomó de la espalda y
comenzó a llevarlo hacia la puerta del departamento—. Gracias por venir, blah, blah, sí, adiós.
—Hey, espérate, ¿qué mierda? —Apenas tuvo tiempo de tomar su mochila cuando Harry ya lo
había echado del departamento.

—Lo siento, juro que tengo cosas que hacer. —Cerró la puerta en su cara.

Eso había sido lo más extraño y grosero que había vivido en su vida. Harry cada vez actuaba más
extraño, pero dentro de su cabeza, le parecía adorable y excitante. Quería saber más de ese
chico.

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Capitulo 10

Capítulo 10
Despertó, no sabía exactamente cuánto tiempo había estado inconsciente, sólo despertó en una
habitación totalmente desconocida, amarrada a una silla de los brazos y los pies.

Le fue imposible no entrar en pánico, comenzó a gritar pero fue imposible, le habían cubierto la
boca de manera que evitaba que pudiera escucharse algún sonido salir de ésta. Se movía
desesperada por lograr desatarse, sin embargo sus intentos fueron en vano. Sus lágrimas
descendían por su rostro, para ese entonces nunca había sentido el miedo en su máxima
expresión.

Su corazón se alborotó más cuando comenzó a escuchar pasos dirigirse hacia la habitación
donde ella se encontraba. Esperó asustada, su frente comenzaba a desprender gotas de sudor.
Realmente estaba muriendo de la angustia, y dentro de su mente se decía una y otra vez que su
vida había llegado a su fin.

—¿Estás segura que es ella? —Por fuera de la habitación preguntó una voz, grave y lenta, no
parecía de una persona adulta, sino que se escuchaba más como de algún joven.

Ellos se encontraban por fuera de la habitación, pero las paredes de madera que los separaban
filtraban todo el sonido.

—Sí, jefe, estoy seguro que ella es la que buscábamos. —Contestó una voz masculina madura.
No entendía por qué la buscaban, ¿quién era ella para esas personas? ¿Por qué la querían?
—¿Qué le hacemos, jefe?

—Por ahora sólo avisen a los Malik que la tenemos, que nuestra amenaza no era falsa. —Se
volvió a escuchar la voz joven, al parecer él era el jefe—. Que agradezcan que no nos hemos
metido con alguien directamente de su familia.

Fer se sorprendió al escuchar el apellido de su novio. ¿Era zayn la razón por la que ella estaba
secuestrada por esos hombres?
Louis estaba demasiado nervioso para controlarse, o si quiera para escuchar la palabras de su
amiga. Harry no había llegado y la clase estaba por comenzar, y como era de costumbre, seguro
llegaría tarde. El rizado había quedado de llevar el ensayo terminado, Louis quería al menos tener
la oportunidad de leerlo para saber qué sería lo que iban a presentar.

Harry llegó apresurado al salón seguido por el profesor que lo miraba negando con un gesto.
—Se ha salvado por unos segundos, Styles. —Le dijo y éste sólo sonrió sin dejar de caminar
hacia su asiento junto a Louis.

—He madrugado. —Ese día se veía más guapo que nunca. Llevaba sus rizos alborotados
cubriendo parte de su frente, y a pesar de llevar el mismo uniforme que siempre, le lucía mejor
que antes. Llegó hasta Louis y le dio una pequeña sonrisa, seguida de un guiño de ojos.

El maestro fue hacia su escritorio y tomó asiento mirando hacia los alumnos con curiosidad.
—Espero que todos hayan hecho el ensayo que les pedí. —Mencionó—. Estoy ansioso por saber
sus opiniones sobre un tema tan delicado como la sexualidad.

Louis miró a Harry con preocupación. —Dime que lo has traído. —Susurró muy bajo.

—Claro, Tomlinson. —Esa mañana tenía una sonrisa enorme en el rostro—. Los chicos
responsables siempre hacen su tarea. —Volvió a guiñarle el ojo y pronto desvió su mirada hacia
el profesor, levantando la mano para obtener la palabra.

—¿Dime, Styles?
—A mi compañero y a mí nos gustaría ser los primeros en exponer nuestro ensayo. —Mencionó
intentando no reír y Louis abrió los ojos como plato al escucharlo.

—Oh, bien. —Parecía impresionado, normalmente no solía tener alumnos que se ofrecieran a ser
los primeros—. Adelante, los escuchamos.

El rizado se puso de pie y Louis no tuvo otra alternativa que seguirlo. Se encontraba muy
nervioso, no le gustaba tener que hablar frente a la clase, mucho menos tener que ser el primero.
Además de todo, no tenía ni idea de lo que hablaba ese ensayo, pues la tarde anterior no habían
escrito nada coherente que pudieran presentar. —¿Qué haces? —Le preguntó al menor entre
dientes mientras caminaban hasta el pizarrón.

—Vamos a presentar. —Sonrió, parecía que la situación le divertía a sobremanera. Se colocaron


frente a sus compañeros, el aula estaba en completo silencio y todos los ojos estaban postrados
sobre ellos. Harry llevaba una hoja de papel que desdobló mientras aclaraba la garganta—. “La
reproducción humana” —Comenzó a leer en voz alta, Louis estaba a punto de desmayarse por
toda la presión y el nerviosismo que sentía—. Louis y yo estuvimos varias horas discutiendo el
tema, nos peleamos, reímos, lloramos. —Todos los alumnos se miraban entre ellos, demasiado
confundidos por lo que el rizado decía—. Y al final de todo llegamos a la conclusión de que la
reproducción humana es sólo follar con alguien. Listo, gracias por su atención, vámonos, Louis.
—Lo tomó del brazo y trató de regresar a su lugar. Los estudiantes habían roto en risas por lo
mencionado por el chico.

—¡STYLES, TOMLINSON! ¿QUÉ ES ESTO? —Habló el profesor, molesto por la clase de broma
que estaban haciendo—. ¡Deben estar bromeando si piensan que les aceptaré eso como trabajo!

Louis estaba totalmente boquiabierto, y no podía entender por qué mierda había dejado que Harry
“terminara” el ensayo.

—¿Qué tiene, profesor? —Mantenía una sonrisa de ganador—. Es la verdad, al final el producto
terminado sale por el mismo lugar por donde entraron los ingredientes. —De nuevo los alumnos
comenzaron a reír por lo dicho—. ¿Tú qué piensas, Louis?

No sabía qué hacer o cómo responder. Sentía las mejillas totalmente enrojecidas, nunca antes
había hecho un ridículo más grande. —Ta-tal vez tengas razón. —Balbuceó.
El salón entero estaba inundado en carcajadas, a excepción del profesor y Liam, que estaba
demasiado extrañado de que Louis se prestara a ese tipo de bromas estúpidas.

—¡SALGAN YA MISMO DE LA CLASE! —Señaló la puerta, parecía más enojado que antes—.
¡NO TENGO HUMOR PARA SUS BROMAS, Y ESTÁN REPROBADOS EN LA CALIFICACION
DE LA SEMANA ENTERA!

Harry se encogió de hombros con una sonrisa y volvió hacia su lugar para tomar su mochila.
Louis imitó la acción sin tener otra alternativa.

—Louis no ha dicho nada, profesor. —Mencionó Liam pensando que la situación no era justa,
Louis apenas había dicho unas palabras.

Harry miró a Liam con desagrado. No le agradaba que se metiera en asuntos que no le
importaban, sobre todo si éstos tenían algo que ver con Louis. —¿Por qué no mejor te preocupas
por ti mismo y dejas de meterte en donde no te llaman? —Le dijo humillándolo frente a todos sus
compañeros. Después miró a Louis esperando que él lo siguiera y salió del salón.

El mayor continuaba sin saber qué hacer. Cada vez que Harry abría la boca, terminaba
metiéndolo en problemas. No quería que se hiciera algo más grande, así que salió del aula con la
mirada baja, no se atrevía a mirar a Liam después de que él había tratado de defenderlo y sólo
había recibido los malos tratos de Harry.

El profesor azotó la puerta tras ellos y Harry rompió en risas

—¡Eres un imbécil! ¡Ahora estaremos en problemas si el prefecto nos ve fuera de clases! —Louis
era como el estudiante perfecto a pesar de sus constantes peleas, sus padres eran maestros y
siempre había estado bajo mucha presión gracias a eso. La cabeza le palpitaba y no podía dejar
de pensar en la humillación tan grande que acababa de tener. Él no le veía nada gracioso al
asunto.

Harry intentó controlar su risa. —Cálmate, Tomlinson. —Mantenía la sonrisa burlona—. Vamos a
mi dormitorio, ahí nadie se dará cuenta de que nos han sacado de clases. —Le hizo una seña y
comenzó a caminar a través del pasillo.

Dudó en seguirlo, pero realmente no tenía otra opción. Si los veían por los pasillos se meterían en
problemas, y tampoco podía volver hacia su dormitorio y arriesgarse a que alguno de sus padres
estuvieran por ahí. Rodó los ojos y siguió al rizado sin intercambiar palabras.

Caminaron cuidándose de no toparse con algún profesor o prefecto, y cuando llegaron hasta el
departamento del menor entraron sintiendo tranquilidad. Harry mantenía su sonrisa, como si no
pudiera superar lo que había dicho en clases.

—Siéntate. —Le dijo a Louis siendo –extrañamente- amable—. ¿Quieres algo de beber? —Louis
asintió sentándose en el mismo sofá de la tarde anterior. Fue hacia la nevera y sacó dos latas de
cerveza.

—¿Alcohol entre clases? No sé por qué no me sorprende. —Estaba molesto y no se prohibiría


mostrarlo. Harry había sido un imbécil.

Llegó hasta el sofá y de igual manera se sentó, subiendo los pies a la mesa de centro y
lanzándole a Louis una de las cervezas. —¿Te ha gustado el ensayo que escribí? Dime que no
ha sido hermoso. —Era sarcástico, extrañamente le gustaba ver a su compañero enojado. Abrió
la lata y dio un sorbo.

Barrió la mirada hacia otra dirección. —La has cagado, hombre. Mis padres me matarán si se
enteran de esto, que obvio pasará.

—¿Por qué, eh? ¿No me digas que tú no piensas lo mismo? ¿No me digas que eres de esos que
piensa que para follar debe haber amor? —Louis bajó la mirada, era exactamente ese tipo de
personas. Harry comenzó a burlarse—. ¿¡Lo eres!? ¿¡En serio, Tomlinson!? —Parecía
impresionado y su tono de voz era demasiado burlesco—. ¡Nunca lo imaginé de ti! ¡Creía que
eras de esos que le dan a todo lo que se mueve! —Louis negaba con la mirada mientras seguía
mirando hacia al suelo—. Entonces yo supongo que sigues siendo virgen, ¿eh?

Subió la mirada rápidamente con los ojos muy abiertos, ¿cómo mierda se atrevía a preguntarle
eso de una forma tan natural? —Pues... Se podría decir... —mencionó avergonzado. Pasaba
lentamente su dedo por la boquilla de la lata de cerveza, apenas le había dado un pequeño
trago—. Pero bueno, si no lo he hecho es porque no he querido, he tenido varias oportunidades.

—¡Ja, claro, Louis! —Mencionó con sarcasmo.

—Es en serio, puedo follar con quien sea si me lo propongo. —Más que cualquier otra cosa,
estaba dando una indirecta para el rizado.

Esta vez Harry no se burló. —Entonces te propongo un trato. —El mayor lo miró interesado—.
Apostemos algo... El primero a en follar a alguien de la academia gana.

Una apuesta relacionada con el sexo era exactamente la definición de situación en la que nunca
se vería expuesto, sin embargo, quería hacerlo, quería tomar el reto del rizado y aprovechar esa
situación para acercarse más hacia él. —Hecho. —estrechó su mano contra la de Harry,
indicándole sellar el trato.

—Sólo hay tres reglas. —Comentó mirando la mano del castaño con una sonrisa coqueta—. No
prostitutas, no pedir el favor y no Liam.

Louis retiró su mano antes de que Harry la pudiera tomar. —¿No prostitutas? ¿Por qué mierda
habría una prostituta en la academia? ¿Y Liam qué tiene de malo? —preguntó ingenuo.

—No Liam. Eso sería injusto, se nota que ese chico quiere que le des, ¡si por él fuera en el mismo
salón de clases! —Louis empezó a reír. Harry tenía razón, Liam sería una presa fácil, y por ahora,
tenía justo enfrente a quien quería como presa.

—Está bien, nada de Liam. —volvió a estrechar su mano contra la de Harry. Éste la tomó y
cerraron el trato.
—Que gane el mejor. —mencionó Louis.

—O el más hijo de puta. —Guiñó el ojo—. Y por cierto, cabe recordar que no somos amigos.

Louis sonrió. —Obvio no, no sería amigo de alguien como tú.

Ambos chicos se miraron por un tiempo sin borrar la sonrisa de su rostro. No eran conscientes
que a partir de ese momento comenzaban una guerra con la que sería imposible parar sin dañar
a terceros y a ellos mismos.

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Capitulo 11

Capítulo 11
—¡Hey, Louis! —Escuchó un grito mencionando su nombre cuando caminaba por el jardín trasero
de la academia. Era un sábado por la mañana, y los chicos tenían todo el día totalmente libre.

Los días en Cowell pasaban rápido, las tareas y los horarios tan largos de clases hacían que el
tiempo se fuera volando en un abrir y cerrar de ojos. Ya habían pasado 5 días desde que el ciclo
escolar había comenzado, y para Louis todo en esa academia continuaba siendo tan nuevo como
el primer día.

Su relación con Harry se había convertido en algo lleno de miradas y sonrisas, sin embargo no
solían hablar entre clases, mucho menos fuera de éstas. El rizado continuaba siendo el chico
misterioso del principio, había ocasiones en las que no se presentaba a clases enteras, o veces
que simplemente recibía una llamada y tenía que salir del salón por urgencia. Era un chico raro, y
claramente ocultaba algo, sin embargo nada de eso importaba, pues el efecto que había hecho
dentro de Louis ya era demasiado profundo para sacarlo con facilidad.

Se giró para encontrarse con la voz que lo había llamado y sonrió al mirar a su amiga. —Hola,
Fer. —Ese día se sentía de buen humor, caminó hasta la chica y la saludó con un beso en la
mejilla.

—¿Cómo estás? —Le preguntó ella mientras juntos caminaban hacia una banca en medio del
jardín—. No me has contado cómo te fue con tus padres por lo del ensayo de biología, ¿te han
castigado con la fiesta de esta noche? —Fer utilizaba lentes redondos de sol y mascaba goma
abriendo la boca más de lo necesario.

Recordó la fiesta de bienvenida que había olvidado por completo. —Mierda, no tenía idea de que
esa fiesta sería hoy. —Pensó por algunos segundos—. Bueno, igual mis padres no me han dicho
nada, creo que no se han enterado, si lo hubieran hecho estaría encerrado en un calabozo o algo
así.

Ella comenzó a reír. —Qué bien que no te han castigado, sería una lástima que le tuvieras que
cancelar la cita a este bombón... —Susurró señalando con la mirada hacia uno de los pasillos y
sonriendo traviesamente.
Louis miró hacia donde Fer se refería. Liam caminaba con una hermosa sonrisa hacia ellos.
Llevaba ropa demasiado fina y elegante, pero al parecer ese era su estilo de vestir casualmente.

—Oh, no... viene hacia acá... —Mencionó entre dientes con una falsa sonrisa.

—¿Qué tiene de malo? Es agradable.

—Sí, pero, no sé, me incomoda.

—Porque no es Harry.

Intentó responder algo, sin embargo guardó silencio cuando Liam llegó hasta ellos.

—Hola, chicos. —Olía demasiado bien, era un chico con demasiada clase comparada con todos
los demás alumnos, era amable, respetuoso, guapo, era todo lo que cualquier persona quería en
su vida, sin embargo Louis continuaba estando algo inseguro sobre éste.

—Hola. —Le dijo con una sonrisa un poco tímida y desvió la mirada.

—Hola, Liam. —Mencionó Fer e hizo espacio entre ella y Louis para que Liam se sentará con
ellos.

—Gracias. —Sonrió y tomó asiento—. ¿Irán esta noche a la fiesta de bienvenida? —Claramente
le importaba una mierda saber sobre Fer, Louis era lo que le importaba tener como compañía esa
noche.

—Yo he quedado con Barbie de vernos en su departamento para arreglarnos juntas, ustedes
debería ponerse de acuerdo para llegar juntos, nosotras los veremos ahí... —De nuevo otro de
sus intentos por juntar a Liam y a Louis, le parecían adorables juntos, y quería que fueran una
pareja formal. Además sabía que Louis estaba -claramente- interesado por Harry Styles, y dentro
de su cabeza había algo que le hacía tener miedo de ese chico, aunque no se pudiera explicar
qué.
—Esa sería una buena idea, ¿qué opinas tú, Louis?

Louis rodó los ojos hacia otro lado y respondió sin dar mucha importancia a la conversación. —Sí,
supongo. —Igual desde antes ya había quedado de ir a esa fiesta con Liam, y no podía cancelar
de último momento.

Su corazón comenzó a palpitar fuerte cuando lo vio caminar por el pasillo. Harry se veía
extremadamente hermoso vistiendo ropa casual y no el horrible uniforme. Llevaba jeans negros y
una camisa blanca, nada fuera de lo normal, y sin embargo lucía mejor que cualquier otro chico
en el jardín. Estaba hablando con una chica rubia, y era demasiado extraño verlo en compañía de
alguien. Sintió una mirada sobre él y en cuando notó que Louis lo observaba, le guiñó el ojo y
cambió su actitud hacia la chica, ahora parecía que coqueteaba con ella, y el mayor no tardó en
encontrar el sentido a lo que el rizado hacía; estaba tratando de ganar la estúpida apuesta que
había hecho días atrás.

—Liam —habló interrumpiendo la charla entre el chico y Fer—, ¿me acompañarías por un jugo a
la cafetería? —Si Harry quería jugar de esa manera, él jugaría mejor.

La chica pareció sorprendida. —¿¡Qué!? ¿Me van a dejar aquí sola?

Trató de decir algo y Louis lo interrumpió. —Sí. —Tomó al castaño de la mano y miró a Fer con
una sonrisa traviesa, merecía eso después de todas las situaciones incomodas en las que lo
había metido.

Liam se había ruborizado levemente, Louis lo estaba tomando de la mano y eso era extraño, pero
tampoco le molestaba en lo más mínimo.

Harry notó lo que ocurría, y tan pronto notó que los chicos caminaban tomados de la mano, dejó
de prestarle atención a la chica y no despegó su mirada de ellos.

—¿Quieres hablar de algo en especial o sólo querías alejarte de Fer? —Le preguntó Liam con
una sonrisa.
Louis no respondió al instante, se estaba encargando de que el rizado pudiera ver todo lo que
ellos hacían. —Am, no. Sólo quería estar contigo. —Le sonrió fingiendo timidez. Estaban
caminando directamente hacía Harry y la chica rubia.

Bajó la mirada algo sonrojado. —¿Entonces sí quieres ir esta noche conmigo a la fiesta?

Se detuvo cuando estuvieron lo suficientemente cerca para que Harry pudiera escuchar su
conversación. Louis se había encargado de fingir no saber que él estaba ahí, pues ni siquiera lo
miraba. —Claro que me gustaría ir contigo, Liam. —Su tono de voz había sido alto y claro, se
movía de una manera en la que el castaño se volvía loco.

—¿Cómo... en una cita?

Al escuchar eso el rizado tiró el vaso de jugo que mantenía en la mano, mojando los zapatos de
la chica con la que hablaba.

Louis evitó prestar atención y continuó con su mirada sobre Liam. Quería reír por lo que le había
pasado a Harry, pero eso sería demostrar que estaba haciendo eso para que él se diera cuenta
que saldría con Liam. Sentía la mirada de Harry sobre él. —Sí, como en una cita. —Era un
experto fingiendo—. Te espero a las 8 en el dormitorio de mis padres, #53, en la zona de
profesores. —Estaba seguro de que Harry había escuchado.

—Bien, yo pasaré por ti entonces.

Estaba satisfecho por lo que había hecho, y la ansiedad de saber qué sería lo que Harry haría lo
estaba consumiendo. Claramente se había notado afectado al escuchar que Louis iría con Liam, y
seguro terminaría apareciéndose en la fiesta para tratar de arruinar su “cita”.
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El día continuó y no fue nada especial. Pasó la mañana entera con Fer, para después
encontrarse con sus padres y tener un almuerzo juntos. Después de eso se había quedado en el
dormitorio fantaseando con lo increíble que sería ganar esa apuesta, pero con Harry.

Cowell había dejado de ser tan horrible desde el momento en el que ellos habían creado esa
especie de conexión. Louis estaba seguro de que algo estaba ocurriendo entre ellos, pero al
mismo tiempo se decía a sí mismo que seguramente se trataría de algún estúpido sueño dentro
de su cabeza.

Quería quedarse toda la noche en el dormitorio, y tenía demasiada flojera de ir a la fiesta con
Liam, pero no sería tan hijo de puta para cancelarle. Comenzó a arreglarse a las 7pm, sus padres
estaban obligados a estar en el salón donde se haría la fiesta desde temprano, pues ayudarían
con la organización del evento, y posteriormente quedarse ahí toda la noche para asegurarse de
que ninguno de los chicos metiera alcohol o droga.

Se dio un baño de agua caliente, escogió la ropa que usaría y se peinó cuidadosamente. Quería
verse bien esa noche, resaltar un poco la belleza que tenía. Al terminó vistió jeans skinny hasta
los tobillos y una camisa azul marino de manga larga.

Estaba rociándose perfume cuando escuchó golpes en la puerta. Miró el reloj, faltaban 30 minutos
para la hora acordaba con Liam, pero automáticamente dedujo que se trataría de alguno de sus
padres.

Fue hacia la puerta y abrió con una tranquilidad que se esfumó al darse cuenta que el rizado era
quien había tocado —¿Harry? ¿Qué haces aquí? —Estaba demasiado sorprendido, y le ponía
nervioso que el chico hubiese ido hasta su dormitorio.
—He venido a pasar tiempo con mi NO amigo. —Dijo mientras entraba al dormitorio, llevaba
puesta la misma ropa de la mañana, sin embargo había añadido una chamarra de cuero negro.
Fumaba como era de costumbre.

—Pero ya tenía planes para esta noche. —Balbuceó. Harry miraba todo en el dormitorio—. No
puedes quedarte, además vas a dejar apestando a cigarro y mis padres me van a matar.

—¿¡Planes para esta noche?! —Fingió sorpresa y comenzó a acercarse peligrosamente hacia
Louis—. ¿Quién puede ser más importante para ti que yo? —Susurró y Louis pudo respirar todo
el tabaco que fumaba el chico—. Hemos hecho un trato, Louis... No puedes follar con Liam...

—No-no voy a follar con él, Harry. Por Dios. —Echó su cabeza lo más atrás que pudo. Ese chico
le ponía demasiado nervioso—. Además, ¿qué mierda estás haciendo aquí? ¿No deberías estar
buscando alguna vagina para ganar la apuesta? —Lo alejó de él y comenzó a caminar de un lado
a otro, intentando bajar sus nervios.

Harry lo siguió tomándolo de la cintura para evitar que se alejara. —Planeabas hacerlo, vi la
manera en la que le hablabas esta mañana, ¿quieres tirártelo? —Le hablaba suave y se pegaba a
su cuello, rozando sus labios a la piel del mayor.

—¿Qué estás intentando, Styles? —Cerró los ojos, nervioso. Antes los brazos de Harry era
totalmente sumiso.

—Ganar la apuesta... —susurró y al momento Louis lo alejó con fuerza.

—Pues aquí no lo conseguirás.

La puerta volvió a ser golpeada, esta vez era obvio que se trataba de Liam.

Louis miró a Harry con los ojos muy abiertos y colocó su dedo en su boca pidiendo que no hiciera
ruido. —Maldita sea... —susurró extremadamente bajo.
—No abras la puerta. —Ordenó y Louis lo miró aún más confundido—. Vente conmigo. —Le dijo.

Sintió su corazón acelerarse, la manera en la que Harry lo miraba y le pedía eso era suficiente
para mandar cualquier otra cosa a la mierda. —No es tan fácil, he quedado con él desde antes...

El rizado lo tomó de la mano. —Vente conmigo. —Repitió—. Te ruego, no te vayas con él y


quédate esta noche conmigo. —Eso había sido suficiente para colapsar su cabeza. Harry lo jaló
hacia la ventana y abrió tratando de no hacer ruido. Si querían salir de la habitación sin que Liam
se diera cuenta tenían que hacerlo por la ventana, y no era muy grande la altura que tenían que
brincar.

No estaba muy seguro, pero al final, terminó haciendo exactamente lo que el rizado le pedía.

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Capitulo 12

Capítulo 12

No podía dejar de pensar en lo hijo de puta que era por haberle hecho eso a Liam, quería detener
todo y volver a su dormitorio para arreglar las cosas, o al menos para que no se hicieran más
graves.

Las luces y la música de la fiesta podía escucharse a lo lejos, Louis y Harry habían salido de
Cowell por la puerta principal, dirigiéndose hacia el bosque.

—¿Adónde vamos? —Preguntó el mayor cuando la inseguridad comenzaba a carcomerlo. No le


temía a Harry, sino a sí mismo, sabía que le sería muy difícil estar con el rizado en un lugar tan
íntimo como el bosque. De nuevo se sentía como un completo imbécil, y al menos Liam no lo
hacía sentir así.

Harry lo miró notando su expresión preocupada, sonrió. —¿Qué crees que esté haciendo Payne
en estos momentos? —Una vez más sacó un cigarrillo y lo prendió en su boca—. Yo creo que
está llorando en el baño, pobre, seguro le has roto el corazón. —Parecía divertido y llevaba
maldad en la mirada.

—Soy un hijo de puta... —Desvió la mirada negando con la cabeza. Nunca antes le había hecho
algo tan bajo a un amigo—. Seguro después de esto no me vuelve a hablar.

Comenzaron a adentrarse hacia el bosque, cada vez entrando más hacia la oscuridad. Harry miró
a Louis y le ofreció cigarro, que el mayor pronto negó. —No deberías preocuparte por eso, no
dependes de la compañía de ninguna persona para ser feliz. —Esa había sido la frase más
aplicada en la vida de Harry Styles hasta ese momento.
Bajó la cabeza y decidió quedarse en silencio, Harry no entendía lo que se sentía el
remordimiento, claramente no era capaz de sentirlo por nada o nadie.

Caminaban en una sola dirección, sin saber realmente hacia dónde se dirigían. Dentro del bosque
apenas se podía ver por la luz que la luna les proporcionaba, y sin embargo estar ahí era
demasiado aterrador, al menos para Louis. Comenzaron a escucharse ruidos detrás de unos
arbustos y se acercó más hacia Harry, pensando que así estaría un poco más protegido, sus
brazos se rozaron levemente.

El rizado sonrió al verlo asustado por un insignificante ruido, pero de alguna manera le gustaba
que el chico lo buscara como protección, era algo extraño, algo que nunca había experimentado
con alguien. No pensó más y actuó por instinto, colocó su brazo sobre los hombros del mayor y
lo atrajo más hacia él, no le molestaba ayudar a que éste se sintiera más seguro.

—¿Sabes, Tomlinson? —Habló exhalando el humo de su boca—. Lo he estado pensando y he


llegado a una conclusión.

El abrazo de Harry se sentía como el mismo cielo, no era cualquier sensación, ni mucho menos
excitación sexual, era algo dentro de su cabeza que lo hacía sentir totalmente protegido.
—¿Cuál? —Disfrutaba cada partícula del olor del chico: cigarrillos y loción fina.

Se detuvo y lo miró sonriendo. —Creo que somos amigos. —Louis de igual manera sonrió
mientras sentía un hormigueo en el estómago—.Y eso me gusta.

—Eso es raro, pensé que Harry Styles no tenía amigos, que era demasiado genial como para
necesitarlos.

El rizado comenzó a reír y lo soltó del abrazo. Había llegado a una especie de lago pequeño no
muy alejado de la academia. Se sentó sobre una gran roca a las orillas del lago. —Entonces
siéntete muy afortunado —Inhaló una última vez antes de tirar el cigarro al piso y apagarlo con el
zapato—, me agradas y eso es demasiado extraño.
—Es porque no nos conocemos mucho, por eso nos agradamos. —Le dijo—. Normalmente las
personas comienzan a juzgar mientras más saben del otro, me ha pasado demasiado. —Habló
refiriéndose a su gusto por las personas de su mismo sexo. Harry era un chico, y normalmente los
chicos era quienes más juzgaban a los homosexuales—. Puede que cuando nos conozcamos a
fondo dejemos de agradarnos.

Se confundió un poco. —¿Lo dices por mí o por ti?

—Por mí. —Miró hacia sus zapatos.

—¿Qué puede haber de malo en ti que me haga pensar que eres mala persona? Igual, si lo
fueras, ¿a quién mierda le importa? Yo soy un hijo de puta y aun así tengo a gente babeando
detrás de mí.

—Tengo “esa” típica cosa que hace a la otra gente odiarme sin conocer nada de mí.

—¿Eres político? —Intentó gastar una broma, Louis sólo negó con la cabeza y continuó con la
mirada baja—. Vamos, Louis. No creo que sea tan malo, puedes decírmelo, lo más probable es
que me importe una mierda, como todo.

No quería decirle por miedo a que eso arruinara la extraña amistad que habían creado, sin
embargo estaba completamente seguro de que Harry terminaría enterándose de cualquier
manera. —Antes prométeme que no harás ningún comentario ofensivo, y que si no respetas mi
decisión simplemente te alejarás y ya.

El rizado comenzó a reír. —Ya, mierda, no seas dramático, sólo dilo. Si me dices yo te diré algo
sobre mí, algo que probablemente también te hará alejarte de mí, y podremos ir por la vida
fingiendo no conocernos.

Dio un suspiro. —De acuerdo. Lo que pasa es que me gustan los... —Se detuvo.

—¿Los qué, Louis? ¿¡LOS OSOS, LOS GATOS, LOS LAPICES, LOS TELEFONOS?! ¿¡QUÉ!?
—Harry solía ser la persona más impaciente del mundo.
—Megustanloshombres. —Mencionó tan rápido que apenas se le logró entender. El rizado rodó
los ojos—. ¿¡Qué!?

—¡Pues que eso ya lo sabía! ¡Pensé que se trataría de algo más interesante! —Louis bajó la
mirada, estaba muy avergonzado con lo que estaba pasando, aun no era capaz de aceptarse
completamente—. Eso no tiene nada de malo, Lou. Además ¿cómo mierda pensaste que no lo
notaría si utilizas esos pantalones tan ajustados?

Miró su ropa y se defendió al instante. —¡Mis pantalones no tienen nada de extraño!

Harry comenzó a reír. —¡De acuerdo, tranquilo! —Le dijo—. Es sólo que yo pensé que sería algo
más grave, comparado con lo que te diré, lo tuyo es lo más mínimo.

—Dímelo entonces. —Quiso cambiar de tema rápidamente, se sentía incómodo hablando de su


orientación sexual. Harry parecía un saco de secretos, y saber algo sobre éste le emocionaba
demasiado.

Dejó de reír, tornándose serio. —Acércate. —Mencionó levantándose de aquella roca. Louis hizo
lo que le pedía sosteniéndole la mirada. Harry metió la mano hacia su pantalón y sacó una
pequeña bolsita para colocarla sobre las manos de Louis, sin dejar de mirarlo a los ojos—. Míralo
por ti mismo y dime, ¿quién hace el mayor daño aquí?

Louis bajó la mirada hacia sus manos y le sorprendió lo que miró, no sabía qué decir. —¿Qué es
esto? —Sabía lo que tenía la bolsa, no era un imbécil, sin embargo quería confirmarlo por la boca
de Harry.

—Cocaína. —Le dijo.

La bolsa contenía al menos 3 gramos de cocaína y se notaba rebajada.

—¿La inhalas, Harry? —Éste no respondió—. ¿Eres adicto a esta mierda? —No lo preguntaba
por morbo o por hacerlo sentir mal, sólo era que se sentía preocupado, él sabía muy bien las
consecuencias que podrían tener las personas cocainómanas, y lo mucho que afectaba a su vida,
incluso podría destruirlas por completo. Harry era muy cerrado, y tal vez su gusto por las drogas
se derivaba a que tras ese hermoso rostro se encendía una vida horrible—. ¿Por qué la inhalas?

—Porque me gusta. —Mencionó, no tenía ninguna expresión en el rostro, era imposible saber lo
que pasaba por su cabeza en esos momentos.

—Eso no justifica el mal que te haces inhalando esta porquería. —Mencionó y al instante Harry se
dio media vuelta y comenzó a alejarse—. ¡Hey! ¿Qué haces? ¿Adónde vas?

Se detuvo y volvió a mirarlo, se notaba un poco molesto. —Yo no te juzgue, Louis. No tengo el
derecho de hacerlo, ni tú conmigo.

Se acercó hacia él. —No te estoy juzgando. —Lo miraba directamente mientras que al mismo
tiempo entrelazaba sus dedos, entregándole de vuelta la bolsa con la droga—. Es sólo que no me
gustaría ver cómo te haces daño. Sin embargo es tu decisión, y no me alejaré por eso.

Esas palabras había perforado su cabeza, una vez más, Louis le mostraba algo que nunca antes
había experimentado; la sensación de sentirse comprendido.

Se alejó y volvió a la roca donde anteriormente se encontraba sentado.

El mayor continuaba pensando en lo grave que podía llegar a ser la situación de Harry, y
realmente quería comprenderlo, saber qué era lo que pasaba y las razones por las cuales decidía
salirse de su realidad mediante la cocaína.

El rizado sacó su billetera y tomó una de sus tarjetas de crédito. Vació un poco de droga sobre
ésta y la acomodó de forma lineal para después darle leves golpecitos con las uñas para
suavizarla. —Ven. —Mencionó sin dejar de mirar el polvo blanco. Louis se acercó inseguro—.
Inhala lo más profundo que puedas, te va a doler al principio, sobre todo porque es la primera
vez, pero después te gustará. —Hablaba suave, como si estuviera tratando de convencerlo
mediante la seducción. Tomó la mano de Louis y lo acercó más hacia él.
—No puedo, Harry. —Dijo y sin embargo no hizo el menor intento de alejarse.

—Claro que puedes, tú puedes hacer lo que quieras. —Acercó la tarjeta hacia la nariz del mayor.

Pensó en lo qué dirían sus padres si se enteraban de eso, además de todo, él no quería caer en
ese tipo de cosas, no lo necesitaba, no necesitaba de drogas en el cuerpo para estar feliz o poder
disfrutar. —Pero esto no es lo que quiero.

Alejó la tarjeta al instante. —De acuerdo. —Dijo e inhaló la cocaína preparada, colocando un
dedo que cubría un orificio de su nariz. Hizo expresión de dolor y cerró los ojos con fuerza, como
si la sensación fuera demasiado dolorosa, había inhalado la mayoría del polvo sobre la tarjeta.
Recargó su cabeza sobre el hombro de Louis mientras se recuperaba.

—¿Estás bien? —Lo sostuvo por las mejillas y se sintió muy preocupado. Nunca antes había visto
cómo alguien inhalaba droga y no tenía idea de las reacciones que la gente solía tener.

Harry esperó algunos segundos más y después asintió con la cabeza. —Todo bien. —Le dijo y
recuperó su postura y apretó su nariz con las manos.

—¿Seguro?

—Sí. —Le doy una sonrisa—. ¿Nos vamos?

—¿Adónde?

—Pues a la fiesta. —Su actitud había cambiado de un momento a otro, parecía más animado y
energético.

—No puedo, Liam estará ahí.


—¿Y? Tú estarás conmigo y “Liam” no podrá acercarse. —Comenzó a caminar de vuelta a la
academia. Era extraño, Harry no actuaba muy distinto a como solía actuar entre clases a pesar de
recién haber inhalado cocaína—. Esto apenas comienza, Lou.

—Pero no quiero ir, entiende.

—¿¡Y por qué mierda no!? —Gritó sobre exagerando las cosas, se había vuelto agresivo sin
ningún sentido.

—Pues porque...

Intentó decir y el rizado lo interrumpió violentamente. —Tú vienes conmigo y me importa una
mierda si “Liam” nos ve juntos o no, eso lo hubieras pensado antes. —Lo tomó del brazo
fuertemente y comenzó a jalarlo hacia la academia.

Se quedó en silencio y no quiso decir nada más, Harry estaba bajo el efecto de la droga y no
quería provocarlo.

Efecto a corto plazo de la cocaína: Agresividad.

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Capitulo 13

Capítulo 13

—¿Qué te ocurre, Liam? —Preguntó Barbará después de varios minutos en silencio. Liam había
llegado a la fiesta solo y actuaba ausente, como si algo dentro de su cabeza lo tuviera más
entretenido que la realidad—. Si no quieres estar aquí podemos irnos, no tengo ningún problema.

Eran de las pocas personas que se encontraban sentadas, la mayoría de los alumnos bailaban y
disfrutaban del gran ambiente que se había creado.

—No es eso... —Mencionó desviando la mirada y volviendo a ponerse ausente.

—¿Te sientes mal o algo así?

—No... es sólo que... —Hizo silencio por algunos segundos—, estoy preocupado por Louis.

—¿Y eso por qué? —Rodó los ojos. Comenzaba a molestarle la manera tan obsesiva que Liam
había tomado hacia ese chico que parecía no darle la misma importancia.

Se sintió arrepentido al instante, no valía la pena hacer que Barbie se molestara con Louis por un
asunto que era sólo entre ellos dos. —Nada. —Le dijo al mismo tiempo que entonaba una sonrisa
falsamente—. ¿Quieres ir a bailar?

Se quedó en silencio y asintió con una sonrisa, sin estar muy segura de que Liam le estuviera
diciendo la verdad. Sin embargo decidió no insistir con el tema y trató de alegrarlo haciendo que
se divirtiera esa noche y olvidara cualquier cosa que pudiera haber pasado entre Louis y él.
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Se encontraba en la barra de bebidas con la mirada baja, lo que menos quería era estar en esa
fiesta, sin embargo Louis le había insistido que fuera, ya que no quería pasar su tiempo solo con
Liam, y para su desgracia, no encontraba ni a Liam ni a Louis. Se quedó en ese espacio
rogándole a Dios por no encontrarse con Zayn o alguno de sus estúpidos amigos.

Como siempre no tuvo suerte. —Hey... —Escuchó una voz que se sentaba a su lado.

La música se escuchaba mucho más bajo en ese lugar, así que no era necesario gritar o hablar
fuerte.

Fer reconoció la voz al instante, su piel se erizó pero intentó actuar indiferente. —Te he dicho que
no me hables... —No tenía muchos ánimos de pelear, mucho menos con Zayn.

El moreno se mantuvo en silencio, lucía estresado, como si estuviese buscando la manera de


hablarle a la chica sin que ésta se molestara —Sabes que lo necesito, necesito que me expliques
qué pasó ese día, que intentes recordar quiénes te hicieron eso. —Su voz tenía sinceridad.

Zayn hablaba de algo que había ocurrido un año atrás, algo que la chica había decidido enterrar
en la parte más profunda se su mente. No había querido hablarlo con nadie que no fuera parte
de su familia, y mucho menos explicarle a Zayn lo que en realidad había pasado. Después de eso
tan sólo se encargó de desaparecer de su vida, intentó no volverlo a ver y fingir que nunca había
existido.

—Sólo olvídalo. —Mencionó—. No entiendo por qué insistes tanto... ¿Qué ganarías con saber
qué pasó? ¿O quién lo hizo? Nada. —Intentó levantarse e irse del lugar, pero Zayn volvió a
detenerla tomado su brazo.

—Sólo quiero que sepas que no paso un sólo día de mi vida sin sentir esa culpa, me come. Tú
eras todo para mí, los que te hicieron eso lo sabían, por eso intentaron hacerte daño. —La miró a
los ojos—. Es verdad que ahora las cosas son muy distintas, y no te estoy pidiendo que regreses
conmigo, sólo que digas que me has perdonado.

Ella dio un gran suspiro, seguía sin mirarlo a los ojos. —Yo no te tengo que perdonar nada a ti, sé
que tú no querías que eso ocurriera. Recuerdo que uno de los hombres mencionó que tú eras
sólo el hijo de la persona a la que en realidad ellos querían fastidiar, y fastidiándote a ti lo
dañaban a él. Supongo que hablaban de tu padre.

—¿Entonces por qué me dejaste de la manera en la que lo hiciste? —Esa pregunta heló la
sangre de la chica, verlo ahí, con los ojos cristalizados y la voz rota, provocaba que también se
rompiera, quería abrazarlo y decirle que empezaran de cero, pero no podía—. Sabes que yo no
tengo nada qué ver en los negocios de mi padre, no tengo la culpa de haber nacido en la familia
que nací.

—Por mí, lo hice por mí. —Se vio en la necesidad de mentir—. No quería seguir con alguien
como tú. —Las palabras le raspaban al salir de su garganta—. Eso fue suficiente para darme
cuenta que una vida cerca de ti implicaría vivir con miedo, y no tengo ninguna necesidad de eso.

Zayn se quedó en silencio, ella tenía razón, durante toda su vida había tenido que llevar una vida
rodeada de muertes e inseguridad, y no era justo que la metiera en eso. —Necesito saber quién
te hizo esto, y te juro que me ocuparé de vengarte con mis propias manos.

—¡No lo sé! —Gritó, no podía soportar que la presionaran con eso—. ¡No logro recordar nada de
lo ocurrido ese día! ¡Sabes perfectamente que me tenía demasiado dopada, por favor no insistas!
—Fer no mentía. En verdad no recordaba nada de lo sucedido aquel día, rara vez le llegaban
pequeños recuerdos, pero no eran claros, sólo podía escuchar voces o recordar algunas cosas.

—Lo que te hicieron fue algo directamente para mí, mi padre no ha querido involucrarme en nada
de eso, pero sé que me corresponde a mí dar la cara.
Negó con la cabeza y dio un suspiro. —¿Sabes? Haz lo que quieras, yo encontré una salida
olvidándome de todo eso, tú deberías hacer lo mismo. —Se levantó yéndose del lugar sin decir
una sola palabra más. No entendía las razones de Zayn para insistir tanto con un tema tan
complicado.

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—¡Louis, hablo en serio! —Gritó con una enorme sonrisa—. ¡Quiero ir a esa fiesta y bailar!

Estaban a punto de llegar hasta el jardín trasero de Cowell, que era donde se estaba llevando a
cabo la fiesta.

—Harry, por favor. —Lo sostenía del brazo para evitar que continuara caminando—. Si algún
maestro te descubre en este estado nos meteremos en problemas. —Su actitud estaba
demasiado eufórica y podía levantar sospechas, llevaba una bolsa con cocaína en los bolsillos y
hacían revisión en la entrada del lugar. Apenas pusieran un pie en ese lugar, automáticamente
estarían en problemas.

—¡Quiero ir, Louis! ¡Quiero comer algo! —Más que drogado parecía ebrio, se le encimaba
demasiado al mayor y reía constantemente.

—De acuerdo. —Dio un suspiro pensando rápidamente algo para controlarlo—. Vamos a mi
dormitorio y ahí te daré comida. —No estaba seguro de que fuera la mejor idea, pero igual sus
padres regresaría tarde de la fiesta, y tendría tiempo de que el efecto de la cocaína se le bajara al
rizado.

Harry sonrió elevando las cejas. —¿Intentas seducirme?

—No, intento controlarte. —Lo tomó del brazo y comenzó a jalarlo hacia el pasillo que los llevaba
a su dormitorio.

Cedió tranquilamente. —Está bien, sólo porque realmente tengo mucha hambre.

Louis dio un gran respiro, al menos Harry ya no se comportaba agresivo. Se encargó de jalarlo
hasta su dormitorio en silencio. No podía dejar de pensar en lo que Liam estaría pensando de él.
Se sentía muy culpable, y de haber sabido que terminaría lidiando con Harry y sus drogas, nunca
se habría ido con éste.

Después de caminar durante varios minutos, llegaron al dormitorio y el mayor abrió la puerta
como pudo. Soltó a Harry y éste entró caminando directamente hacia la nevera. —Maldita sea,
tengo demasiada hambre... —susurró.

Efecto a corto plazo de la cocaína: Apetito excesivo.

—Toma lo que quieras. —Le dijo cerrando la puerta y yendo hacía uno de los sofás. Se sentó y
dio un gran suspiro. Qué noche estaba teniendo. Harry sacó de la nevera una charola que
contenía sándwiches preparados y cortados a la mitad—. ¿Vas a comerte todo eso?

—¡AMO LOS SÁNDWICHES! —Gritó aventándose a un lado de Louis y tomando uno de éstos
para comerlo como si se tratara de la mejor comida del mundo—. Mierda, son los mejores
sándwiches que he probado en la vida. —Comenzó a pasarlo por toda su cara—. ¿Te gustan los
sándwiches, Lou?
Louis rió al verlo tan drogado. —Claro, Harry. —Continuaba riendo, no había escena más
adorable que el rizado comiendo tan emocionado—. Su forma triangular es hermosa, los hace
muy estéticos.

Harry se detuvo en seco y lo miró con desagrado. —¿Triangular? ¿Qué tienen qué ver los
triángulos con los sándwiches? —Miró su comida molesto y le dio mordidas deformando la forma
que llevaba apropósito.

—Yo amo los triángulos. —No podía quitar a sonrisa de su rostro, tratar con la versión de Harry
drogada era hermoso.

—¡No, Louis! ¡Los triángulos son feos! —Volvió a dar una gran mordida a su sándwich. Louis le
sonrió y se mantuvo en silencio, mirando atentamente la manera en la que éste comía—.
¿Quieres?

—Sí. —Dio una mordida pequeña y después volvió a sonreírle, Harry dio una mordida enorme y
ambos comenzaron a reír sin dejar de mirarse y masticar. Repitieron la escena una vez más.

El rizado volvió a acercar la comida, esta vez lo hizo lentamente y sin dejar de mirarlo a los ojos,
acercó su cara junto con el sándwich. Pronto bajó la comida y acercó su boca a la del castaño.

Louis se sintió nervioso con eso, sin embargo no hizo el más mínimo intento por
alejarse. Mantenía los ojos muy abiertos y no estaba seguro de lo que estaba tratando Harry de
hacer.

Soltó la charola con comida sin importarle crear un desastre y tomó al mayor de las mejillas para
terminar con el espacio que los separaba. Estaba deseando besarlo con todas su fuerzas y ni
siquiera se tomó el tiempo de hacer que le beso se diera naturalmente, al instante de juntar sus
labios metió la lengua en la boca de Louis con desesperación. Extrañamente no sentía esa
sensación como un beso por placer.

Louis estaba totalmente congelado y no era capaz de reaccionar a lo que estaba pasando.
Sentía la saliva de Harry combinarse con la suya y mantenía los ojos abiertos durante el beso.

—¿Qué pasa? ¿No quieres besarme? —Susurró entre el beso y se encargó de profundizarlo
más. La ingenuidad de Louis lo hacía desearlo más. Se separó levemente y lo cargó por la cintura
para subirlo sobre su cadera y poder tomarlo con mayor facilidad. Le besaba con desesperación
cuando comenzó a bajar por su cuello marcando su territorio, succionando la piel de esa zona y
dejando chupetones.

—Sí... —Apenas pudo mencionar—. Pero estás demasiado drogado, no sabes lo que haces.
—Decía cuando sintió la mano de Harry apretar su entrepierna por encima de la ropa y dejó salir
un gemido ahogado. Pasó sus manos alrededor del cuello del rizado y dejó que hiciera lo que
quisiera con él.

—Y también muy caliente... —Jadeó comenzando a desabrochar el pantalón de Louis.

Efecto a corto plazo de la cocaína: Alto deseo sexual.

Nunca antes se había encontrado en una situación tan comprometedora como la que estaba
viviendo, y realmente no sabía mucho sobre sexo, no tenía idea de muchas cosas diferentes a lo
que había visto en el poco porno que alguna vez miró.

Volvieron a besarse la boca, esta vez Harry abrió los ojos para poder mirar la expresión que hacia
Louis mientras metía sus manos dentro del pantalón del mayor. Mordió su labio inferior con fuerza
y se sintió el sabor a hierro colarse entre su saliva.

La puerta fue golpeada y ambos pararon al instante, mirándose con expresión preocupada.

—¿Son tus padres? —Preguntó muy bajo.


—Ellos tienen llave, no habrían tocado. —Se levantó de Harry y comenzó a acomodarse la ropa.
Estaba temblando por la excitación combinada con los nervios y la adrenalina.

—Entonces no abras... —Susurró tomándolo de la cintura y volviéndolo a sentar sobre sus


piernas para besarlo esta vez lentamente.

La puerta volvió a ser golpeada. —Maldita sea, tengo que abrir. —Le dijo y se levantó caminando
hacia la puerta. Limpió la saliva que Harry había dejado sobre su rostro.

El rizado dio un suspiro frustrado y se acomodó la ropa.

Abrió la puerta y sintió toda su excitación desaparecer para convertirse en nerviosismo extremo.
Liam lo miraba con confusión.

—Hola. —Le dijo y Louis no respondió, mantenía los ojos muy abiertos—. Perdón si es muy tarde,
sólo quería asegurarme de que estuvieras bien, me preocupé de que no hayas estado hace rato.

—Perdón. —Habló muy bajo y salió del dormitorio entrecerrando la puerta para evitar que Harry
se diera cuenta de que se trataba de Liam—. En serio, Li, lo siento mucho.

—No te preocupes, supongo que habrás tenido tus motivos. —Parecía desanimado—. Pero me
alegro de que estés bien, en serio.

—¿Quién es, Louis? —Se escuchó la voz del rizado y la puerta se abrió. Harry miró a Liam con
una sonrisa cínica—. Ah, eres tú, qué raro.

Liam abrió los ojos excesivamente y pronto su mirada se entristeció.

—Espera. —Mencionó Louis rápidamente—. No es lo que tú piensas, puedo explicártelo.


—¿Explicar qué, Lou? —Volvió a intervenir Harry, tomándolo de la cintura y acercándolo hacia él
para besarle el cuello—. ¿Qué le vas a decir? ¿Que has decidido venirte conmigo porque yo no
soy un marica aburrido?

Liam se dio media vuelta y se fue sin mencionar una sola palabra.

—Liam, espera. —Intentó alcanzar, sin embargo Harry no se lo permitió—. ¡Imbécil! ¿¡Por qué
mierda hiciste eso!? —Lo empujó lejos de su cuerpo, lo que le había dicho a Liam era demasiado.

Lo tomó del mentón apretándolo con fuerza. —¡Tenía que saberlo! ¿¡O me vas a negar que lo
que dije no es verdad!?

—¡NO TENÍAS DERECHO DE METERTE!

Lo soltó agresivamente. —¡ENTONCES VE TRAS ÉL! ¡PERO A MÍ NO ME VAS A TRATAR


COMO A ESE IMBECÍL! ¿¡DE ACUERDO!? ¡YO NO NECESITO DE TI PARA PASAR UNA
BUENA NOCHE! —Harry cambiaba drásticamente de humor, y con la más mínima provocación
se volvía completamente posesivo y agresivo.

—Vete a la mierda. —Le dijo.

Harry se encogió de hombros con ironía. —Tú te lo pierdes. —Dio vuelta y se fue.

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Capitulo 14

Capítulo 14

Golpeó la puerta del dormitorio y respiró profundamente. Había pensado demasiado en si ir o no


era una buena idea, sin embargo ya se encontraba ahí y tendría que afrontar las cosas.

Había pasado toda la mañana del domingo encerrado en su dormitorio, huyendo de sus propios
pensamientos y evitando a toda costa salir para encontrarse a Liam, Harry o Fer, que
probablemente todos estos lo odiaban en esos momentos.

Sin embargo la persona que más le preocupaba era Liam. Se había sentido extremadamente
culpable desde el momento en el que Harry le había dicho esas horribles cosas.

La puerta del dormitorio se abrió y la expresión del chico cambió al instante. Liam había abierto
con una sonrisa que se borró al momento de mirar a Louis. —Hola. —Le dijo desviando la mirada,
lucía molesto, y tenía todas las razones.

—Liam. —Le dio una sonrisa nerviosa. Estaba colapsando en su interior, principalmente porque el
departamento del rizado se encontraba en uno de los pasillos cerca de ahí, y lo que menos quería
era encontrárselo en esa situación—. ¿Estás ocupado?

Se quedó observándolo de una forma intimidadora. Liam se encontraba aseado y perfumado, con
el mismo estilo elegante que siempre utilizaba, —No. —Respondió y al instante recordó todos
sus modales y su educación—. Disculpa, Louis, pasa. —Hizo espacio por la puerta para permitirle
la entrada. Se sentía un nervioso ante la presencia de ese chico.
—Gracias, Li. —Entró al dormitorio y pronto volvió su mirada hacia el castaño, encontrándose con
unos ojos que lo miraban de manera totalmente distinta a la mirada de Harry. Liam lo miraba con
ternura, con inocente timidez que demostraba que su interés en él no era precisamente por su
cuerpo, sino por algo más profundo, más verdadero—. Vine porque te debo una explicación.
—Aclaró la garganta y retiró su mirada del chico, caminó hacia el sofá para tomar asiento, Liam
imitó la acción con interés a sus palabras—. Lo de anoche fue asqueroso de mi parte.

—No, Louis. —Lo interrumpió—. No es necesario, ¿sabes? Me ofendería si supiera que lo que
Styles dijo fue una mentira, pero en cierto punto acepto la realidad. —Bajó la mirada y respiró
hondo, claramente le afectaba la situación.

—No, no es eso. Te juro que no. Es sólo que Harry... —Hizo silencio y pensó en lo que estaba por
decir.

—Harry te gusta. —Mencionó Liam y Louis lo miró con los ojos muy abiertos, sorprendido porque
el castaño pudiese haber adivinado todo tal simple—. Digo, no es muy complicado de entender, la
manera en la que lo miras...

Desvió la mirada y rascó su nuca con nerviosismo. Liam no merecía que le diera ilusiones falsas
o mentiras. —Eso creo.

—Está bien. —Le dio una sonrisa falsa y pronto cayeron en un silencio incómodo. Liam parecía
perdido en su mente—. Sólo te pido que cuides mucho lo que hagas. —Le dijo y Louis lo miró con
confusión—. Sé que tú puedes hacer lo que quieras, pero hay algo en ese chico que no me
agrada, algo que me da demasiada desconfianza.

Harry daba absolutamente todos los motivos necesarios para desconfiar por completo de él, y
Louis estaba consciente de aquello. —No puedes juzgarlo, no lo conoces. —Se sintió como un
estúpido, pero las palabras habían salido de su boca sin avisar.

—Eso es, exactamente eso. Nadie lo conoce, nadie sabe nada de él.
De nuevo un balde de verdades había sido lanzado contra Louis. Liam tenía toda la razón y eso le
hacía sentir molesto, como un total imbécil. —Bueno, Liam, esa es tu opinión y la respeto. —Se
levantó del sofá y caminó hacia la puerta—. Pero sé cuidarme solo, no tienes que preocuparte.

—No lo digo en mal manera. —Habló el castaño yendo hacia él—. Me preocupo por ti, que es
otra cosa. Sabes que si algún día me necesitas, yo estaré incondicionalmente para ti.

Louis lo miró y le fue imposible no sentir un cosquilleo en su estómago. Liam era una persona
increíble que se merecía el mundo a sus pies. —No sabes lo mucho que aprecio tu amistad. —Le
dijo con una sonrisa—. Eres increíble, Li.

Liam se acercó lo suficiente para poder acariciar la mejilla del chico tiernamente. —Para mí es un
placer.

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—Harry, hablo en serio, no me parece seguro que estés aquí junto a un Malik. —Mencionó una
chica de cabello rizado y ojos verdes, su parecido a Styles era demasiado notorio. Cogió su bolso
de uno de los sofás y volvió a los brazos del chico.

—Ya te dije que no te preocupes por eso. —Caminaba abrazado de la chica hacia la puerta de su
departamento—. Stephanie, Malik ni siquiera se atreve a mirarme a los ojos. Él sabe
perfectamente que no vale la pena mencionar ese tipo de temas aquí en Cowell. —Salieron con
toda tranquilidad y comenzaron a dirigirse hacia el estacionamiento donde estaban los hombres
que se encargarían de llevarse a la chica.

—No lo sé. ¿Estás seguro que no quieres que avise a papá acerca de esto? Me preocupa.
—Podían hablar de esos temas con toda naturalidad, los pasillos de Cowell estaban
completamente vacíos un domingo por la tarde—. Recuerda que si esa familia se entera de que
tú fuiste el autor del secuestro de la chica esa se desatará una guerra entre cárteles.

Harry comenzó a reír. —Por Dios, Steffie, ese idiota ni siquiera se habla con la chica. No tiene ni
puta idea de nada, es obvio que no tiene la capacidad que se necesita para estar involucrado en
el negocio. —La abrazó con más fuerza, caminaban por los pasillos donde se encontraban los
dormitorios de los hombres—. Estoy seguro de que él no me vincula directamente con los V, tal
vez piense que sólo soy un empleado más.

No lucía muy segura, se quedaba pensativa durante segundos y su expresión dejaba en claro su
preocupación. —De acuerdo, Harry. Igual estaré muy pendiente de ti, y lo sabes.

—Con que no digas nada de esto a papá todo estará bien. No me quiero ir de aquí.

Lo miró sorprendida, con una sonrisa que atravesaba su rostro. No había persona que lo
conociera más que Stephanie, y sabía que lo que probablemente eso significaba. —¿Por qué?

—Por nada. —Sonrió al mismo tiempo que se alejaba de la chica para poder prender un cigarrillo
en su boca.

—¿¡Cómo se llama!? —Estaba demasiado emocionada.

Una de las puertas de los dormitorios se abrió en ese instante. —Ya sabes, Lou, cualquier cosa
puedes contar conmigo. —Mencionó Liam mientras ambos chicos salían del dormitorio con una
sonrisa.

La atención de la chica junto con la de Harry se postró directamente hacia los chicos.
—Sí, Li, muchas gracias. —Le dio un abrazo y al instante sintió una mirada ajena sobre él. Miró
al rizado de arriba hacia abajo y pronto notó a la chica junto a éste—. Am, ¿hola? —Se separó de
Liam al instante.

Por otro lado Harry sonrió de forma burlesca al mismo tiempo que elevaba las cejas y tiraba su
cigarrillo al suelo. —Qué intenso eres, Tomlinson. —Reía cínicamente—. Por lo que veo no
pierdes el tiempo, ¿al no obtener algo de sexo anoche has decidido venir con tu gato a que te dé
al menos sus miserias? —Stephanie abrió extremadamente los ojos y miró a Harry confundida.

—¿Por qué no te callas, imbécil? —Mencionó Liam intentando ir hacia el rizado, que no dejaba de
reír. Louis lo frenó tomándolo por la cintura, tenía que evitar más problemas.

—Bieennn, creo que este no es mi asunto. —Habló dirigiéndose hacia Harry—. Nos vemos,
querido, te llamaré pronto. —Le dio un beso sobre la mejilla y se dio media vuelta yéndose del
lugar.

Louis continuaba deteniendo a Liam por la cintura y evitaba mirar a Harry. Tenía el corazón
latiendo fuertemente. —Tal vez deberíamos irnos. —Susurró muy bajo.

—Suéltalo. —Le ordenó Harry mirándolo directamente, había dejado de reír para cambiar a su
modo agresivo que solía tomar de vez en cuando.

Louis hizo lo que le pedía y bajó la mirada.

Liam se giró hacia él cuando se dio cuenta que esa situación afectaba a éste más que a cualquier
otra persona. Dio un respiro profundo para tranquilizarse. —Vamos, Lou, vayamos por algo de
beber.

Asintió con la cabeza y trataron de irse de ahí, Louis continuaba con la mirada baja para no
encontrarse con los ojos del rizado.

Harry tomó a Louis por la muñeca con fuerza. —Tú te quedas. —Dijo con autoridad. No entendía
cuál era su necesidad de comportarse así, pero todo lo estaba haciendo por instinto, le quemaba
por dentro mirar a Louis con ese imbécil.

—¡Suéltame! —Lo empujó lejos de su cuerpo—. ¿Qué te pasa, Harry?

—Te dije que te vas a quedar aquí. —Su mirada era intimidante—. ¿Qué parte no has entendido?

Louis lo miró negando con la cabeza, había deducido que el rizado se encontraba bajo el efecto
de la cocaína. —Mira cómo te pone esa mierda, Dios mío... —Rodó los ojos y se fue a pesar de
las palabras del menor.

Liam lo miró con desagrado para después seguir a Louis por el pasillo.

Harry reaccionó. No podía continuar poniéndose de esa manera por un simple y estúpido chico no
diferente a los demás. Acomodó su cabello y trató de ignorar el nudo que quemaba dentro de su
garganta. Quería ir a buscar a Louis y traerlo de vuelta aunque fuera a la fuerza.
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Capitulo 15

Capítulo 15

Apenas pudo librarse de la compañía de Liam, lo hizo. Le inventó una tremenda historia sobre
que tenía que regresar a su dormitorio para encontrarse con sus padres y hablar sobre temas
personales. Realmente no quería estar con Liam paseando por la academia con la preocupación
de volverse a encontrar con Harry y que la situación de hacía tiempo volviera a ocurrir.

No podía sacarse de la cabeza ese momento, y tampoco la idea de ir a buscarlo y pedirle


disculpas por haberse ido de esa manera con Liam. Era estúpido, pero no podía dejar de pensar
que era él quien le había faltado el respeto al otro yéndose con otra persona en su cara. Para
Louis la situación con Harry se había vuelto más seria desde que se habían besado.
Caminaba de regreso a su dormitorio cuando notó a su amiga dentro de la biblioteca, y pensó que
sería el mejor momento para hablar con ella sobre lo que había pasado la noche anterior, pues al
igual que a Liam, a ella también la había dejado plantada.

Entró a la biblioteca con la actitud más positiva que logró mostrar.

Ella leía junto a uno de los estantes, notó la presencia de Louis y al instante volvió su mirada
hacia el libro, actuando con indiferencia hacia el chico.

—Hey, Fer. —Susurró respetando las reglas del lugar donde se encontraban.

Rodó los ojos y cambió la página del libro sin mucho interés. Era una persona muy expresiva con
los gestos, y claramente estaba molesta. —¿Qué quieres? —Continuaba sin mirarlo.

—¿Crees que podamos hablar?

Cerró el libro con fuerza y elevó la mirada. —¿¡Qué crees que estamos haciendo en este
momento, idiota!? —Casi gritó y las demás personas dentro de la biblioteca los miraron con
desagrado.

—Shhhhhh.... —Tomó a la chica de un brazo y comenzó a jalarla hacia afuera del lugar—. Me
refiero a un lugar abierto, aquí no puedo hablar con paz.

Fer dejó el libro sobre la primer mesa que encontró y dejó que Louis la llevara hasta afuera de la
biblioteca. Mantenía la mirada desviada y los brazos cruzados como expresión de molestia.
—Dime qué quieres.

—Perdón por lo de ayer. —Ya se encontraban afuera y podían hablar con mayor libertad.
Caminaron hasta una de las bancas que más cerca que se encontraba y tomaron asiento—. En
serio, sé que me he pasado, pero si te contara lo que pasó...
Dejó salir un suspiro al momento en el que descruzaba sus brazos. —Ah, no importa, Louis...
—Cambió de expresión y rápidamente bajó la mirada. Lucía cansada—. Si estoy enojada no es
por ti, en serio.

—¿Qué pasa? —Le parecía extraño ver a la chica de esa manera—. ¿Tiene algo que ver con
Zayn?

Tardó algunos segundos en responder, como si estuviera pensando seriamente en lo que estaba
por decir. —Hay algo que no sabes de mí. —Le dijo mirándolo a los ojos—. Hace un año fui
secuestrada.

Louis abrió los ojos como plato y tapó su boca con una expresión exagerada. —¿¡Secuestrada?!

—Zayn.

—¿¡Zayn!? ¡Espera, qué! ¿Zayn que tiene qué ver en esto? —En esos momentos se encontraba
más confundido que nunca, y realmente estaba muy interesado por saber las cosas que habían
ocurrido.

—Fue por Zayn, yo salía con él en ese tiempo. —Desvió la mirada dando un suspiro.

—¿¡SALÍAS CON ZAYN!?

—Sí. Y al parecer lo que me hicieron fue una simple venganza para su familia.

La información que estaba recibiendo era demasiada para su cerebro. —¿¡Una venganza!?

—MALDITA SEA, LOUIS, ¡¿ESTÁS SORDO O QUÉ!? —Gritó mirándolo desesperada—. Deja de
repetir todo lo que digo. —Le fue imposible contener la risa al ver la expresión de su amigo tras el
grito.
—Perdón, Fer. —De igual manera sonreía—. Es que esto es demasiado, me duele el cerebro.

—Mira, para que entiendas mejor te contaré algo que sólo lo sabremos tú, yo, y Zayn. ¿De
acuerdo? —El chico asintió con la cabeza—. Bueno, lo conocí en Londres hace dos años. Él era
el chico perfecto ante mis ojos, su físico me mató desde el primer día que lo vi.

—A mí también. —Interrumpió Louis y ella lo miró molesta—. Hay que admitirlo, es bastante
guapo. —Se encogió de hombros.

Sonrió y negó con la cabeza. —Salimos durante 8 meses, todo marchaba perfecto, increíble, yo
pensaba que duraríamos mucho tiempo más.

—¿Y entonces qué pasó?

—Entonces ocurrió el secuestro. Un día que yo estaba en Manchester con mi abuela, y ese
mismo día descubrí que la familia de Zayn estaba vinculada con la mafia rusa. —La expresión de
Louis se mostró más sorprendida que nunca—. Y que estaban tratando de adueñarse del
mercado en Inglaterra, y eso enfureció a las mafias que dominan por aquí, o algo así.

—Mierda... —Susurró, mantenía los ojos muy abiertos—. No sé qué haría yo si me pasara algo
parecido, debió ser horrible descubrir que tu novio era un delincuente. ¿Los que te secuestraron
también eran mafiosos?

—Por lo que supe sí, creo que fue un ajuste entre cárteles.

—¿Y qué hizo Zayn? ¿Cómo reaccionó con todo eso?

Desvió la mirada respirando profundamente. —No tengo idea. Después de eso no volví a hablarle
hasta entrar aquí en Cowell. Los primeros meses me buscó demasiado, pero mis padres lo
amenazaron de denunciar a su familia con las autoridades si continuaba insistiendo. Y entonces
se alejó.
—¿Y sabes si regresaron el ataque a esa mafia que te secuestró?

—No. —Negó con la cabeza—. Hasta ahora ellos no saben exactamente quién fue quien lo hizo.

—¿Por qué no se lo dijiste?

—Porque no lo sé, no lo recuerdo. Tengo muy pocos recuerdos claros sobre esos momentos.

—Tal vez tu mente se cerró a ello. Y con toda razón. —Acarició la mejilla de la chica y le dio una
sonrisa intentando animarla—. Fue horrible lo que tuviste que pasar. Pero estoy muy orgulloso de
ti y de que al final hayas tomado la decisión de alejarte de toda esa mierda de gente.

Se abrazó con fuerza a su cuerpo. —A veces debemos perder para ganar, Lou. —Le dio un beso
sobre la mejilla y se quedaron en esa posición durante algunos momentos. Ambos tenían mucho
que pensar e información que almacenar en sus cabezas.

-----------------------

El lunes llegó y realmente no había persona en la academia que estuviera feliz con ello, al fin y al
cabo ¿a quién le gustan los lunes?

Louis no estaba muy feliz con la idea de tener que volver a clases y compartir el asiento con su
rizado favorito. Si antes le parecía incómodo, ahora después de lo que habían pasado el fin de
semana, sería mil veces peor.

Ese día había exagerado con su puntualidad en la clase. Había llegado 50 minutos antes de la
hora común en donde todos los alumnos solían llegar. Entró al aula y tomó asiento con
tranquilidad, al menos tendría algún tiempo para pensar sobre las posibles soluciones que podía
darle a sus terribles problemas.

Comenzaba a hacer demasiado calor gracias a ese asqueroso uniforme que estaba obligado a
usar. No podía si quiera pensar, necesitaba que alguno de sus amigos llegara pronto al salón
para romper con ese eterno silencio.

Sacó su móvil y mandó un mensaje a Fer para hacerle presión y que llegara pronto.

“¿Puedes venir al salón? Estoy aburrido.” Envió el mensaje y esperó una respuesta.

“¿Cuál es tu problema? ¡Falta demasiado para que comiencen las clases!”

“¡Por favoorrrrrr, ya vente!”

“Ay, te odio, llego en 20 minutos.”

Sonrió por haberse salido con la suya, y cuando estuvo a punto de mandarle una respuesta,
escuchó la puerta del salón abrirse.

Era extraño, era lo más extraño que había pasado en mucho tiempo, pero Harry estaba llegando
temprano. Entró al salón y colgó su abrigo en el perchero, después cruzó miradas con Louis y
pudo sentirse la tensión que se creó entre ellos.

Louis sintió su corazón acelerarse y rápidamente bajó la mirada. No podía tener tan mala suerte
como para que le ocurriera eso.
Harry fingió no darle mucha importancia, entró con tranquilidad hasta llegar a su asiento y se
sentó sin atreverse a mencionar alguna palabra. Se creó un silencio demasiado incomodo en el
lugar, el rizado movía de abajo hacia arriba su pierna con rapidez y provocaba que todo el
escritorio se moviera junto con él.

—¿Puedes dejar de hacer eso? Me incomoda. —Mencionó Louis con un tono de voz bajo.

—Pues a mí me molesta tu cara y no por eso te pido que te la quites. —Respondió a la defensiva
y al momento Louis frunció el ceño, antes de parecerle ofensivo lo que había escuchado, le
parecía gracioso y comenzó a reír levemente, con la mirada desviada. Harry imitó su risa—.
Perdón —Le dijo al darse cuenta que había actuado grosero.

Louis lo miró y sonrió de oreja a oreja, sintiéndose como un estúpido al instante. Apenas
escuchaba la voz de ese chico, y ya sentía que su mundo era cientos de veces mejor. —Sí, creo
que sí merezco que me pidas disculpas.

—No me intimida tu cara, —rodó los ojos sin borrar la sonrisa— lo he dicho sin pensar, Lou.

—No me refería a eso. Me refería a lo que me dijiste ayer que me viste con Liam. —El rizado
intentó decir algo, sin embargo Louis no se lo permitió al continuar hablando—. Creo que no me
merecía que prácticamente me llamaras “puta” frente a Liam y a la chica con la que estabas.

—Lo sé, y te juro que no tengo idea de por qué lo hice. Fue muy estúpido de mi parte tratarte de
esa manera. —Bajó la mirada, ese día lucía distinto, como si realmente estuviera demasiado
arrepentido—. Es sólo que no me gusta verte con Liam, pero no entiendo por qué. Lo detesto,
detesto que se te acerque. Es algo que me sale por impulso antes que por otra cosa.

Louis sonrió sintiendo mariposas en el estómago, sólo a él se le ocurría tener un corazón latiendo
en otro cuerpo. Tenía que aceptarlo, Harry le provocaba sensaciones que nunca había podido
sentir, su olor a tabaco le parecía excitante a pesar de siempre haberlo odiado, sus cambios de
humor tan repentinos y drásticos, su vicio por tocarse la boca constantemente, su cabello rizado,
todo. —Tal vez sea porque él sí tiene amigos y tú no. —Mordió su labio y miró a Harry con una
sonrisa traviesa.
Rodó los ojos y se acercó hasta el mayor con naturalidad. —Sí, Lou, seguro es eso. —Por
primera vez le dio la razón y posteriormente se acercó hacia su boca para besarlo sin mucha
humedad, como un beso sincero, sin ser exagerado o caliente.

Harry era imprescindible, y definitivamente eso no era algo que Louis hubiese podido esperar de
su parte, sin embargo esta vez sí logró controlarse y seguirle el beso como se merecía. Enredó
sus manos en el cuello de éste y acarició sus bellos rizos.

Y ahí estaban, besándose como un par de estúpidos, o al menos así era para el rizado, que le
parecía extraño besar a un chico sin buscar llevárselo a la cama en ese momento. Era una
estupidez que se sentía bien.

—Esto es raro, ¿sabes? —Mencionó entre el beso Louis.

—Sí. Debería denunciarte por acoso, estás obsesionado conmigo. —Comentó Harry dándole un
beso corto para finalizar y separándose con una enorme sonrisa—. No puedes ir por la vida
besando a personas en los salones de clases, Lou. —Le dijo al mismo tiempo que sacaba su
móvil para comenzar a mandar un mensaje, su rutina diaria.

—Tú eres el que me ha besado.

—Mientes. —Decía mirando a la pantalla de su móvil.

—¡No lo hago! —Le arrebató el teléfono a Harry y al momento en el que éste quiso recuperarlo,
Louis aprovechó para volverlo a besar. Había adquirido un poco más de confianza para hacer
eso.

Harry reaccionó tomando a Louis de la cintura y acercándolo con deseo hacia él, le mataba ese
chico. Posó su lengua en los labios del mayor y éste pronto abrió más la boca, otorgándole el
permiso de besarlo con mayor humedad.

La puerta del salón se abrió y los chicos se separaron como si hubiese habido un resorte entre
ellos.

Fer se quitó el sweater y lo colgó junto al abrigo de Harry. —Maldito Louis. No puedo creer que
me hayas hecho venir tan temprano, te odio. —Mencionó y al momento de elevar la mirada abrió
los ojos más de lo común—. Vengo en mal momento, ¿cierto?

Harry y Louis actuaban demasiado sospechosos, Harry mandaba mensajes desde su móvil
moviendo los dedos con rapidez y evitando mirar a los chicos. Louis evitaba reír a toda costa.

—Creo que sí. —Sintió un golpecito en la pierna por parte de Harry—. Créeme que en estos
momentos te odio más yo. —Pegó su frente al escritorio y no pudo contener su risa.

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La clase de literatura era eterna. La maestra hablaba de su maldito libro favorito, al cual a nadie le
importaba una mierda, todos los alumnos estaban a punto de quedarse dormidos cuando una
pregunta los despertó un poco. —Y díganme ustedes... ¿Cuál es su libro favorito? —habló
elevando su tono de voz para despertar a los chicos.

Nadie hablaba, porque realmente nadie en esa aula leía tanto como para tener algún favorito.

La mano de Harry se encontraba posada en el pupitre, la de Louis se encontraba a unos cuantos


centímetros de ella, cualquier roce hacia que los vellos de Louis se erizaran, cada que eso
ocurrían ambos chicos sonreían pero no se miraban ni decían nada.

Fer llevaba un tiempo observándolos, le parecían encantadores, su timidez era hermosa, y


realmente quería darles un pequeño empujón, ayudarlos. —Yo tengo un favorito, maestra.
—habló elevando la mano, haciendo que todos los compañeros se voltearan a mirarla.

—Oh, y dígame, señorita ¿cómo se llama ese libro? —preguntó interesada y aliviada de que por
fin alguien decidiera participar.

—No lo sé. Pero trata de dos personas que se gustan. —Volteó hacia Louis y Harry—. Pero
ninguno de los dos se lo dice, tal vez porque no lo saben, o tal vez porque no lo aceptan....
—Louis abrió excesivamente los ojos y desvío la mirada—. Así que como un escape, ambos se
masturban pensando en el otro, todas las noches.... —miró a la maestra y sonrió.

Se escucharon risas de parte de los compañeros.

—Oh, supongo que debe ser un buen libro.... —Mencionó la mujer al no saber cómo reaccionar
ante el comentario de su alumna—. ¿Alguien más que quiera contarnos sobre su libro favorito?
Pero por favor, que no tenga nada que ver con la masturbación.

Fer miró a Louis sonriendo, éste le lanzó una mirada asesina, su cara se encontraba
completamente roja.

Liam desde su lugar veía toda la escena, no pudo evitar sentirse mal ante eso.

Por otro lado Harry le daba vueltas a las palabras de Fer. "Tal vez porque no lo saben, o
simplemente porque no lo aceptan" Sí que le gustaba, ese chico parecía un dios. No había duda
de las tremendas ganas que tenía de hacerlo suyo. Y al parecer no sería difícil tenerlo. Sí, eso es
lo que haría, tenía que follarse a Louis para terminar con esa especie de "adicción" que Louis le
hacía tener. Seguramente era eso, sólo quería sexo. Nada más. Sonrió un poco y se dedicó a
prestar atención a la clase.
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Capitulo 16

Capítulo 16

—Vamos. —Mencionó Fer mirando a Louis, lista para salir del aula de clases.

La clase de bilogía había terminado después de 2 eternas horas donde no hacían otra cosa que
escuchar a la maestra hablar sobre libros y más libros que realmente a nadie le interesaban.

Esta vez Harry no fue el primero en salir, se quedó en su silla y se acomodó de una manera en la
que parecía estaba acostado. Continuaba mandando mensajes desde su móvil con toda
tranquilidad, sin importarle una mierda lo que pasaba a su alrededor.

—Muerdo de hambre. —Le dijo Louis a la chica mientras guardaba los libros en su mochila—.
¿Crees que podamos conseguir una hamburguesa en esta academia? —Era demasiado lento al
guardar, la mayoría de los alumnos ya habían salido del aula.

—Sí, Louis, pero apúrate. —Rodó los ojos y se encontró con la mirada de Harry sobre ella. Era
intimidante, algo en ese chico le hacía sentir nervios y no sólo se trataba de su enorme belleza.

—Ya, vámonos. —Miró al rizado y le dio una sonrisa como despedida, éste imitó la acción para
después volver su mirada hacia la pantalla del móvil.

Caminaban hacia la salida del salón cuando Fer sintió una mano detenerla. —Hey, ¿podemos
hablar? —Era Zayn, sus amigos ya se habían ido y él se encontraba solo.

Harry elevó la mirada, no quería perderse esa escena.

—Noo-no. —Balbuceó la chica y miró a Louis pidiendo auxilio.

—Por favor, será un minuto solamente. —La jaló hacia él sin intentar ser brusco.

—Te ha dicho que no, supéralo. —Intervino Louis, de igual manera jalando a la chica hacia atrás
de su cuerpo y mirando a Zayn de manera intimidante—. Espero que esta vez sí logres entender
lo que eso significa.

Harry comenzó a reír bajo. Le parecía demasiada cómica la manera en la que Louis actuaba ante
los problemas, era un buscapleitos en todos los sentidos. Era pequeño y muy delgado, tenía una
carita de ángel que hacía pensar que no mataba ni a una mosca, y en realidad era un chico que
reaccionaba agresivo ante cualquier situación. Le recordó al perro chihuahua que había tenido
durante toda su infancia.

Zayn lo ignoró por completo. —Vamos, Laura, es sólo un momento. —La llamó por su primer
nombre como solía hacerlo cuando salían.

—No, creo que no lo lograste comprender. —Comenzó a reír con ironía, tratando de ser burlesco.
—Mira, Tomlinson. —Lo miró por primera vez apuntándolo con el dedo, había dejado de lado su
actitud positiva—. Comienzas a cansarme demasiado. Así que te recomiendo que te mantengas
al margen si no quieres que termine moliéndote a golpes. —Todo su enojo por la indiferencia de
la chica quería descargarlo en Louis.

El chico fingió sorpresa excesiva. —Bueno, inténtalo. —Dijo guiñando un ojo.

—Hijo de puta. —Mencionó Zayn tomando a Louis por el cuello de la camisa y acercándolo a él
con fuerza.

Harry sonrió de oreja a oreja y se dio cuenta que era tiempo de intervenir. Louis no le temía a
nada, y eso le gustaba demasiado. Se levantó de su pupitre y caminó hacia los chicos sin borrar
la sonrisa de su rostro. —Oh, vamos, Louis, ¿no querrás meterte de nuevo en una pelea con este
chico? —Tenía una orden de parte del director y tenía que cumplirla, si hubiera sido a su
conveniencia hubiera dejado que los chicos se rompieran la cara—. Suéltalo, Malik.

—Aléjate, Styles. —Habló el moreno sintiendo cómo su sangre se calentaba.

—Suéltalo. —Repitió esta vez con una actitud seria y autoritaria.

Zayn no podía meterse en problemas con Harry, y lo sabía. No estaba seguro, pero por lo que
sospechaba Harry trabajaba para un cártel que tenía un tratado de paz con su familia, y no podía
arruinarlo por una simple pelea escolar. Perdió todo su orgullo, pero al final terminó soltando al
chico.

—¿Y a ti quién mierda te metió en este asunto? —Mencionó Louis. Estaba cansado de que el
rizado lo tratara como si fuera algo incapaz de defenderse por sí solo.

—Yo. —Le dijo con una sonrisa cínica acercándose hacia él y apretando su mentón con los
dedos.
—Vete a la mierda. —Rodó los ojos y miró a Fer, que se encontraba en una esquina del aula
mirando todo con preocupación—. Vámonos. —Le intentó dar una sonrisa a la chica cuando sintió
unos brazos tomarlo con fuerza, abrazándolo de una manera que le impedía el movimiento.

—Aquí los que nos vamos somos tú y yo, dejemos que ellos arreglen sus problemas. —Mencionó
el rizado empujando a Louis con su cuerpo hacia la salida. Lo tenía agarrado fuertemente para
evitar que el chico le impidiera que salieran del lugar.

Salieron del salón luchando entre ellos, y Harry cerró la puerta dejando a Fer y a Zayn solos
adentro, seguro les estaba haciendo un gran favor.

—¡Harry, suéltame, maldita sea! —Gritaba mientras el chico de rizos lo obligaba a caminar por
toda la academia—. ¡Sueltameeeeeeeeeeee!

Los alumnos miraban la escena y susurraban cosas divertidos, Harry sólo les sonreía intentando
hacer el asunto menos incómodo.

Después de un largo camino de gritos y forcejeos por parte del mayor, llegaron hasta el baño de
hombres, Harry abrió la puerta y metió a Louis a la fuerza al mismo tiempo en el que se
aseguraba que no hubiera nadie ahí adentro. Cerró la puerta tras ellos colocándole el seguro.

—¡Ya deja de moverte! —Gritó soltando a Louis y moviendo los dedos de arriba hacia abajo,
buscando que se le desentumieran por haberlo agarrado con tanta fuerza.

—¡Eres un imbécil! —Estaba más enojado que nunca—. ¿¡Por qué mierda has hecho eso!? Harry
lo ignoró por completo—. Tengo que volver y sacar a Fer de ahí, te has pasado. —Caminó hacia
la puerta del baño y el rizado lo frenó tomándolo por la cintura.

—Tú no vas a hacer eso. —Le dijo levando las cejas con ironía y manteniendo una sonrisa
burlesca—. ¿Por qué es tan difícil que te mantengas tranquilito por algo de tiempo, eh? —Lo
acercó más a su cuerpo, está vez de manera lenta, había comenzado a meter sus manos dentro
de la camisa de Louis–. ¿Qué es lo que tengo que hacer para mantenerte dopado, Louis?
–Susurró casi en la boca del chico.
Louis se quedó completamente quieto. Tener a Harry tan cerca le provocaba sensaciones por
todo su cuerpo, éste lo mantenía abrazado de una forma en la que acariciaba toda la piel de su
abdomen, y tener su boca tan cerca sólo lo incitaba a besarlo. De pronto se había olvidado por
completo de lo enojado con estaba con él por la situación de Fer. –Déjame... –Susurró el chico
entrecerrando los ojos por las caricias de Harry.

Sonrió de oreja a oreja. Le había parecido graciosa la manera tan simple en la que podía calmar a
ese chico con un solo roce. Louis temblaba a causa de sus caricias, y deseaba hacerlas más
profundas, besarlo con humedad y hacerlo suyo ahí mismo, sin importar que se encontraban en
uno de los baños de la escuela. –¿Estás seguro que eso es lo que quieres que haga? —Susurró
acercándose peligrosamente hacia los labios del mayor.

–Ssí-sí —Apenas pudo mencionar.

Harry lo soltó de pronto y se alejó de él. —Bien. —Mantenía su sonrisa, su plan era dejar a Louis
con las ganas para que al final éste fuera quien terminara buscándolo—. ¿Qué vas a hacer hoy?

Lo miró confundido. —¿Mande?

—Te espero en mi departamento a la 5. —Guiñó el ojo y se dio la vuelta para salir del baño.

—No salgo con idiotas. —Mencionó rodando los ojos, girándose hacia los lavabos para echar
algo de agua fría sobre su cara.

—¿Sí? Qué lástima, porque no te estoy preguntando. Nos vemos a las 5. —Salió del lugar antes
de que el mayor pudiera oponerse de nuevo.

Apenas Harry salió del lugar, Louis no pudo ocultar más su sonrisa. Tal vez Harry era un idiota,
pero su arrogancia lo hacía adorable, su forma de ser, su autoridad insolente al ordenar todo, era
increíble.
---------------------

Salió del baño sintiéndose victorioso, una vez más había conseguido lo que quería en cuestión de
segundos. Tenía a Louis a sus pies, y estaba deseoso de poder aprovecharse de todo lo que eso
implicaba.

Su sonrisa se borró de su rostro cuando miró a ese chico que tanto detestaba acercándose hacia
la puerta del baño sin prestarle mucha atención.

—Hey, hey, hey. —Se colocó frente a ésta para negarle la entrada—. ¿Adónde crees que vas?

Liam elevó las cejas y desvió la mirada con un suspiro. No soportaba tener que encontrarse con
Harry en todos los estúpidos lugares a los que iba. Intentó volver a entrar al baño, y nuevamente
el rizado se lo impidió. —¿Qué mierda te pasa? ¡Aléjate! —Estaba perdiendo la cordura ante
alguien tan arrogante como le parecía Harry Styles.

—Louis está ahí adentro. Tienes que esperar a que salga. —Sonrió cínicamente cruzándose de
brazos.

—¿¡A ti qué mierda te importa!? ¡Tú no me vas a estar negando a dónde sí y a dónde no entrar!
—Trató de empujarlo, sin embargo el rizado reaccionó rápidamente empujándolo primero.

—¡Ya te dije que no vas a entrar ahí! —El ambiente comenzaba a tensarse—. Y por si no te has
dado cuenta, yo te estoy negando entrar a Louis desde hace tiempo... —Le gustaba utilizar
detalles de la vida personal para lastimar a una persona. Harry sabía perfectamente que Liam
quería algo con Louis, y que éste no le hacía caso por estar con él—. Pero no te preocupes, sólo
es cuestión de que yo me lo folle primero y después te lo entrego para que tú hagas lo que te
plazca con él. Intentaré no echarlo mucho a perder.

Liam sentía su sangre hervir. No podía permitir que ese imbécil hablara de esa manera sobre
Louis. Estuvo a punto de darle un puñetazo cuando la puerta del baño se abrió.

—Eh... ¿Qué pasa aquí? —Salió Louis notando el ambiente tan tenso por el que pasaban los
chicos.

Harry sonrió tomándolo por la cintura. —Nada, es sólo que Liam quiere entrar al baño—. Miró al
chico con su misma expresión arrogante de siempre—. Vas, Payne, entra ahora.

No quería armar más problemas, y tampoco los tendría por defender a una persona que al
parecer no le importaba una mierda que Styles hablara así de él. Entró al baño sin decir nada
más y cerró la puerta con un golpe.

Louis se sentía confundido. —¿Qué pasó? ¿Por qué estaba enojado? —Le preguntó al rizado.

Acarició la barbilla del chico. —No lo dejaba pasar, tú estabas ahí adentro y no dejaría que tuviera
el privilegio de tenerte a solas. —Sonrió para después darse media vuelta e irse con toda la
naturalidad, sin despedirse o dar alguna otra explicación.

Continuó sin entender lo que había pasado, pero al final dejó de darle importancia, tenía que
rescatar a Fer de la situación donde Harry la había metido.
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Capitulo 17

Capítulo 17

—Lo detesto, maldita sea, es un idiota. —Mencionó Fer mientras volvían al salón de clases para
tomar la siguiente materia. Había pasado todo el receso repitiendo una y otra vez lo mucho que
odiaba a Harry por haberla dejado encerrada con Malik—. La próxima vez que lo vea voy a
golpearle la cara.

—Él pensó que estaba ayudando. —Intentó una vez más justificar al rizado.

—¡Si ese idiota vuelve a intentar ayudarme, le arrancó los ojos!

Louis comenzó a reír al verla tan enojada y sobre exagerando las cosas. Al final Harry no había
provocado que ocurriera nada entre los chicos, ellos sólo habían tenido una de esas típicas
conversaciones de disculpas y rechazos. Fer no debía estar tan molesta con Harry, él
seguramente había hecho eso sin la más mínima intensión de perjudicar, pues seguro no tendría
ni idea de lo que había pasado entre esos dos.
El aula comenzó a llenarse de alumnos. Harry era extremista a la hora de su llegada, lo hacía o
muy temprano, o muy tarde, así que Louis no se preocupó al no verlo en el salón.

—¿Lou, sabes qué es lo que le pasa a Liam? —Preguntó la chica señalando al castaño
discretamente—. No se ha acercado en todo el receso, y ahora actúa como si no nos conociera.

Miró al chico y recordó la situación del baño. Liam se había mostrado muy molesto, y lo más
seguro era que se tratara de algo que Harry había dicho. Tenía que disculparse por cualquier
cosa que éste hubiera hecho, y la clase comenzaba dentro de 7 minutos. —La verdad es que no
tengo idea. —Le dijo poniéndose de pie—. Pero creo que debo de hablar con él. —Caminó hacia
ellos y notó que Bárbara, la chica con la que Liam se encontraba, había rodado los ojos al verlo
acercarse. Se sintió muy extrañado, pero no dejó que eso le afectara—. Hola. —Dijo con una
sonrisa mirando a los chicos.

Éstos tardaron algunos segundos en responder, se miraron entre ellos con expresión de
desagrado. —Hola. —Mencionó Liam con actitud cortante y sin siquiera mirarlo.

—¿Puedo sentarme? —Señaló un pupitre vacío que se encontraba a su lado.

—Tú puedes sentarte donde quieras. —Se dio la vuelta dándole la espalda al mayor junto con el
pupitre. Eso había sido algo demasiado grosero de parte de Liam, y era extraño, él nunca era
maleducado, y si estaba molesto seguro era por algo grave.

Dio un suspiro e intentó de nuevo, sintiéndose como un idiota por la indiferencia del chico.
—Liam, ¿podemos hablar? —Cambió su actitud positiva por algo serio.

Liam lo miró encogiéndose de hombros. —¿Para qué?

—No lo sé, sólo necesito hablar contigo....

El chico dio un suspiro levantándose de su silla de pronto. —Sí, pero el que necesita hablar aquí
soy yo. Camina. —Le ordenó dirigiéndose hacia la salida del aula.
Louis se sintió más confundido, pero al menos podría saber a qué se debía la actitud del chico.
Salieron del salón quedándose en el pasillo, donde podían hablar con la seguridad de que nadie
los escuchaba. —¿Me vas a decir que te pasa entonces?

Liam comenzó a caminar de un lado a otro, colocó las palmas de sus manos sobre su rostro y
suspiró. —Necesito que te alejes de Harry. —Le dijo siendo directo.

Elevó las cejas sintiendo demasiada confusión. —¿Qué? ¿De qué hablas? —Días antes había
hablado con Liam y él aceptaba que Louis estuviera tratando a Harry en una relación diferente a
la amistad—. ¿Por qué debería hacerlo? —Intentó escuchar razones antes de hacer reclamos.

No le resultaba fácil decir lo que decía. —Él está jugando contigo, no quiero que te lastime.

—No sé de lo que hablas, Liam. —Comenzaba a sentirse molesto por las opiniones de ese chico,
él no conocía a Harry, no tenía derecho a opinar.

—¡Por Dios, Louis! ¡Sabes perfectamente que sólo quiere follarte! —Le frustraba que el mayor
actuara como si esa relación tuviera algún futuro. Harry lo miraba como un pedazo de carne, y
éste continuaba haciéndose el desentendido, pensando que existía la más mínima posibilidad de
que su relación fuera por otra cosa diferente al sexo.

Bajó la mirada tragando saliva. —¿Y tú no? —Las palabras de Liam le habían dolido.

—¿¡Qué!? No, Louis, ¡claro que no! —Se acercó hasta él intentando tocarlo.

—Hablas de él sin siquiera conocerlo. —Echó su cuerpo hacia atrás, evitando que el castaño lo
tocara—. Ese es el mayor problema de la sociedad, siempre habla sin conocer.

—¡Al mirarte te desnuda con los ojos! ¡No es necesario ser un genio para saber lo que trama!

Louis comenzó a reír irónicamente. —No puedo creer que seas tú quien me diga estas cosas. En
serio, me has tomado por sorpresa. —Se acercó hacia Liam mirándolo directamente—. Pero
sabes qué, no voy a dejar de verlo, porque al final, yo también quiero que me folle, que me la
meta entera. —El coraje le hacía decir cosas estúpidas, buscaba devolverle a Liam un poco de la
mierda que le había echado—. No me molestaría ser su juguete sexual, ¿no has visto al chico?
Es hermoso.

Liam negó con la cabeza, estaba completamente decepcionado de Louis. —Sólo no quiero que
cuando se aburra de ti vengas a llorar conmigo.

Tal vez sus palabras lo hacían enojar, sin embargo esta última frase le había dolido demasiado.
—No pensaba hacerlo igual. —Susurró con la mirada baja.

—¿Qué pasa aquí? —Preguntó el rizado extrañado. Había llegado al aula para entrar a la
siguiente clase cuando se había percatado de que Louis hablaba con ese idiota con una actitud
extraña—. ¿Todo bien, Louis? —Colocó su mano en la espalda del chico y después miró a Liam
tratando de intimidarlo con la mirada, si se había atrevido a dañar a Louis lo mataría.

—Igual me alegra que lo digas, Liam, al menos ya sé que no puedo contar contigo en nada.
—Había ignorado por completo la presencia del rizado.

Dio un suspiro y negó al instante. —Discúlpame por eso, no fue lo que quise decir. —Intentó
acercarse hacia Louis, sin embargo Harry lo frenó sin dejar de mirarlo intimidadoramente.

El mayor miró a Harry y sonrió. —¿Nos vamos? —Éste asintió y trató de jalarlo hacia el salón de
clases—. No, espera. ¿Podemos ir a otro lado? No quiero estar aquí.

Harry miró a Liam con odio. Seguramente si Louis no quería estar ahí era por algo que éste había
dicho. —De acuerdo. —Le dijo dándole una sonrisa—. Ve por tus cosas, yo te espero aquí
afuera, creo que tengo algo que hablar con Payne.

Louis asintió entrando al salón.

Liam no le temía a Harry, lo miraba directamente esperando a que dijera algo. —¿Qué es lo que
quieres?

—¿¡Qué le has hecho, imbécil!? —Se acercó hasta él tomándolo del cuello de la camisa. No
podía soportar la idea de que Liam dañara a Louis de cualquier forma.

—Sólo le dije la verdad. —Tenía seguridad en la mirada, no se dejaría intimidar por el rizado—.
Que tú sólo lo querías por sexo.

—Y por lo visto no te funcionó, ¿eh? —Sonrió con cinismo. La mejor manera de derrotar a un rival
era burlándose de él.

—Me he dado cuenta que él es igual que tú. Él también sólo te quiere por sexo, y nada más.

Fue como una puñalada para el rizado, y no pudo explicarse por qué. Él también quería a Louis
sólo por sexo, no podía existir otra razón para quererlo cerca, y sin embargo las palabras de ese
chico le habían dolido en algo que pensó nunca se manifestaría; su corazón.

—Vámonos, Harry. —Escuchó la voz de Louis a sus espaldas y rápidamente soltó al chico. Miró a
Louis intentando darle una sonrisa. Lo tomó de la mano y comenzó a caminar lejos del aula de
clases, en silencio, dando pasos rápidos, como si quisiera huir de sus propios demonios internos.

Liam había notado la manera en la que la mirada de Harry cambiaba al decirle que Louis sólo
quería sexo con él, y entonces su temor creció más ¿eso significaba que Styles realmente no sólo
deseaba en cuerpo de Louis, sino que otra cosa tambien?

Suspiró y dejó el tema. Al final de cuentas, él había cumplido con avisarle a Louis lo que sabía.
Volvió al salón cuando el maestro llegó y le ordenó entrar para tomar la clase.
Louis y Harry caminaban hacia el flat del menor. El camino estaba inundado de un silencio
incómodo. Las palabras de Liam vagaban por la cabeza del rizado, quería distraerse y dejar de
pensar en esas tonterías que tanto le perturbaban. —¿Qué ocurrió? —Le preguntó a Louis no
muy convencido si realmente quería saber la respuesta o no.

—Nada. —Fue cortante y desvió la mirada.

—Quiero que sepas que si ese chico se atreve a hacerte daño, sólo tienes que decirme y yo me
encargaré de que se arrepienta. —Dijo con las mejores intenciones.

—Sé defenderme solo, Harry.

—Eso lo sé. —Se sentía demasiado incomodo hablando de eso—. No llevamos ni dos semanas
de clases y ya tenemos dos faltas. —Quiso cambiar de tema con urgencia.

Louis lo miró con una sonrisa. —Somos rebeldes.

Harry lo acercó hasta él y le robó un beso. —Demasiado rebeldes. —Sonrió.

Llegaron hasta el departamento y el más alto sacó la llave, abrió y esperó a que Louis entrara,
para después entrar él y cerrar la puerta.
Por alguna extraña razón, Harry se sentía nervioso, sabía perfectamente que podía ocurrir algo
por encontrarse los dos solos en el dormitorio, ya había demasiada tensión sexual, y aunque
deseara a Louis con fuerza, las palabras de Liam no dejaban de atormentarle.

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Capitulo 18

Capítulo 18

—¿Quieres tomar algo? —Preguntó Harry sintiéndose demasiado extraño. No había podido sacar
las palabras de Liam de su cabeza.

Louis se encontraba sentado sobre el sofá mirando la televisión, cambiaba los canales sin
siquiera mirar qué era lo que pasaban, en realidad no estaba ahí para mirar televisión. —No,
gracias. —Le dio una sonrisa y volvió su vista al aparato.

—Cambias tan rápido que ni siquiera miras qué hay. —Llegó hasta el sofá arrebatándole el
control remoto y se sentó a su lado. Comenzó a cambiar de canal un poco más lento,
deteniéndose en cada uno y prestando toda su atención hacia la tv.

El mayor se mantuvo en silencio, y pronto su vista se plasmó en Harry. Lo miraba muy atento,
cada partícula en ese rizado era fascinante, y si Liam tenía razón con lo que le había dicho sobre
que Harry sólo lo quería para sexo, valdría la pena si quiera pasar un poco de tiempo junto a él.

—¿Te gusta Skins? —Se escuchó la voz del rizado sacándolo de sus pensamientos, volvió su
vista hacia la televisión y sonrió.

—Sí. —Le dijo mientras se acomodaba en el sofá para estar más cómodo. Skins era una de sus
series favoritas.

El capítulo ya iba cerca de la mitad, trataba de "Effy" esta vez, era el capítulo 8 de la tercera
temporada. Habían ido a un campamento, Katie lo había organizado, al parecer solamente para
restregarle en la cara a Effy que ella era quien salía con Freddie. Effy había rechazado a Freddie
por miedo a los sentimientos que comenzaba a tener por él, así que después de eso su situación
era pesada e incómoda porque ambos ya estaban enamorados. Al final del capítulo, cuando
todos están drogados después de una gran fiesta, Freddie y Effy se encuentran y terminan
rindiéndose ante el otro, haciendo el amor en medio del bosque.

Ni Louis ni Harry mencionaban palabra alguna. Miraban la televisión interesados y de vez en


cuando reían por lo que pasaba. Podían estar en silencio y ya no se sentía incomodidad.

—Effy es demasiado estúpida. —Mencionó Louis cuando la serie se puso en comerciales.

Harry dejó salir una risita. —¿Por qué? A mí me parece fascinante, además de que es muy
hermosa.

—No, es demasiado estúpida. —Hablaba muy serio y levemente enojado—. Todos estos
problemas se hubieran podido evitar si ella no hubiera sido tan orgullosa y hubiera aceptado a
Freddie desde el principio.

—“Nadie me rompe el corazón.” —Citó una de las frases más famosa de la chica. Mantenía una
enorme sonrisa, le gustaba poder tener una conversación tranquila con una persona, y más si se
trataba de Louis.
—¡Ja! —Sonrió irónicamente—. Pues mira cómo terminó, más enamorada que nadie.

—Pero creo es comprensible. Ella nunca había amado a nadie, ni había sido amada realmente.
Obtenía todo lo que quería en un instante, y cuando llegó ese chico siendo distinto a todos los
demás, obviamente se asustó por lo que podía llegar a sentir por él.

Se encogió de hombros y asintió con la cabeza. —Bueno, en eso sí estoy de acuerdo, es normal
temerle al amor. —Volvió su mirada hacia la tv.

Harry se quedó mirándolo. Tenía demasiada ansiedad por conocer más a ese chico, quería saber
su pasado, quería saber todo lo que estuviese relacionado con Louis, y lo sentía más como una
necesidad que como cualquier otra cosa. —¿Tú le temes al amor?

Louis volvió su mirada hacia él y lo pensó por algunos segundos. —No realmente. Nunca he
estado enamorado, y nunca me han lastimado, supongo que es por eso. ¿Y tú? —Harry rió
irónicamente y negó con la cabeza—. ¿Por qué la risa?

—Porque hablas del amor como si fuera algo real. Como si fuera algo importante, no le temo al
amor, pero tampoco me interesa tenerlo, es un estorbo en todos los sentido, además, no me creo
capaz de amar a alguien, me sentiría como un imbécil.

Louis se sintió confundido por lo que estaba escuchando. Era la primera persona a la que
escuchaba expresarse así de un sentimiento tan importante como era el amor. —¿Nunca has
sentido amor por alguien? ¿Ni por tus padres?

Su risa se hizo más exagerada. —¿Amor por mis padres? —Decía con ironía—, ¿Eso es posible?
Es decir, los quiero, pero no los amo. —La relación que tenía con sus padres nunca había sido de
afecto, los veía rara vez por año, e incluso sentía más afecto por algunos sirvientes que se habían
encargado de cuidarlo durante su infancia.

Harry nunca había sido enseñado a amar.

—¿Y has tenido alguna relación seria? —Estaba fascinado de que el chico se estuviera abriendo
a él.

—No.

—¿En serio? Qué extraño, cualquiera se volvería loco queriendo salir contigo. —Le dio una
sonrisa y rápidamente sintió sus mejillas colorarse, estaba hablando por él.

—Me gustaría conocer a alguien que no vea lo bueno de mí, sino, vea lo malo y aun así piense
que valgo la pena. —Se quedaron en silencio durante algunos segundos, sólo se escuchaba la
televisión, sin embargo ninguno de los dos ya prestaba atención a ella—. Pero créeme, cuando
alguna persona me conozca a fondo, dudo que quiera seguir en el mismo país que yo.
—Mencionó haciendo sonreír a Louis, sacó un cigarrillo del bolsillo de su pantalón y lo colocó en
su boca—. ¿Te importa? —preguntó refiriéndose a que fumara en un lugar cerrado.

Louis negó con su cabeza —No, adelante. —Le gustaba verlo fumar. El rizado prendió el cigarro
e inhaló con profundidad—. ¿Te refieres a tus vicios? ¿Las drogas, el cigarro, esas cosas?
¿Crees que esa es la razón por la cual la gente no quiere estar contigo?

—No, Lou. —Volvió a llamarlo por ese extraño sobrenombre que había adoptado sin sentido
alguno y exhaló el humo—. En parte tiene algo que ver, pero no es exactamente por eso. —Louis
se mantenía embobado en la forma en la que el humo salía de la boca del rizado, haciendo que
éste notara su mirada—. ¿Quieres ver cómo hago un círculo con esto?

Louis sonrió y asintió emocionado. —Sí, hazlo.

Inhaló profundamente e hizo una mueca extraña al exhalar, que provocó que el humo saliera en
forma circular. —¿Ves? Soy genial. —Habló engreído y al mismo tiempo encantado de poder
hacer algo que sorprendiera a Louis.

—Serías 100% genial si pudieras hacer un triángulo de humo. —Le dio una mirada retándolo.

Rodó los ojos sin borrar la sonrisa. —¿Cuál es tu problema con los malditos triángulos?
—Recordó la noche en la que comían sándwiches y Louis había hecho un comentario relacionado
a éstos— No entiendo por qué te gustan, es la figura geométrica más fea.

Dejó salir una carcajada, en realidad ni él sabía por qué le gustaban los triángulos. —Cállate y
hazlo, Styles.

—Lo voy a intentar, pero no prometo nada. —Dio una inhalada profunda y pronto comenzó con
las muecas, intentando crear una figura triangular—. Maldita sea, es imposible. —Volvió a inhalar
y a tratar de nuevo, no se rendiría tan fácil, si Louis quería un triángulo, él le daría un maldito
triangulo.

Un impulso incontrolable llegó hasta el mayor al mirarlo haciendo esas graciosas muecas, se
acercó hasta él y colocó sus manos alrededor de las mejillas del chico, para comenzar a besarlo
en un instante.

Harry se separó rápidamente del beso. Louis lo había tomado de sorpresa y no había tenido
tiempo de exhalar el humo, provocando que lo tragara sin intención. Comenzó a toser.

—Lo siento. —Lucía muy preocupado y colocó su mano sobre la espalda de Harry intentando
ayudarlo, en realidad no sabía qué hacer.

Continuó tosiendo hasta que sintió que podía respirar con calma, el humo se le había ido por los
pulmones. —Te has pasado—. Había comenzado a reír tras ver la expresión de preocupación
que Louis mantenía—. Tendrás que darme algo para recompensar que casi me hayas matado—.
Se acercó hacia el mayor y tomó su boca sin avisar. Louis le devolvió el beso con una sonrisa en
los labios. Chupaba el labio inferior del chico y había comenzado a meter sus manos dentro de la
camisa de Louis. Se separó del beso y volvió a fumar—. ¿Quieres? —Acercó el cigarro hacia la
boca del mayor.

Louis asintió con una sonrisa, y pronto Harry volvió a inhalar, esta vez más profundo, para
después acercarse hacia Louis y pasarle todo el humo a su boca, de manera lenta, cuando sus
labios estaban a punto de rozarse. Sintió un millón de sensaciones ante eso, era incluso más
íntimo y satisfactorio que un simple beso. Exhaló el humo.

Harry apagó el cigarro en un cenicero que se encontraba sobre la mesa, volvió hacia Louis y se
mantuvo mirándolo por algunos segundos. Algo en ese chico lo estaba volviendo loco. Colocó sus
manos en la cintura de Louis y lo pegó a su cuerpo, comenzó a besarlo húmedamente, metiendo
su lengua a la boca del otro.

Louis recargó su cabeza sobre el sofá y enredó sus manos en el cuello del menor.

Pronto las manos del rizado comenzaron a explorar el cuerpo de Louis, tocaba su piel y sentía su
corazón acelerarse, era una de las pieles más suaves que había tocado. Su boca comenzó a
bajar por todo el cuello del mayor, dejando un camino de chupetones y leves mordidas.

Louis sacaba leves gemidos de su boca frente a las sensaciones que Harry le hacía sentir. Sintió
la necesidad de tocarlo de igual manera. Bajó sus manos hacia el cuerpo del rizado y comenzó a
retirar la camisa de éste. El rizado se separó y le permitió quitarla por completo, para después
volver a subir hacia sus labios y continuar besándose.

El más bajo comenzó a acariciar los pezones de otro lentamente, haciendo que éste abriera la
boca excesivamente al sentir sus suaves manos sobre él. Harry comenzaba a volverse loco.
Nunca un hombre le había excitado tan rápido como Louis le había puesto. Sentía la enorme
necesidad de liberar su erección, pero se sentía apenado al estar excitado tan rápido.

Tenía que lograr que Louis luciera más urgido que él.

Bajó sus manos hacia la entrepierna de Louis y comenzó a presionar su miembro, haciendo que
éste dejara salir un gran gemido ante eso.

Sonrió victorioso y comenzó a desabrochar el cinturón de su compañero, lo hizo demasiado


rápido para ser verdad. Bajó el pantalón del chico para después comenzar a estimular el miembro
por encima del bóxer.

Louis encajó sus dedos sobre la espalda de Harry, cada vez quería más.

Se miraron por unos segundos mientras Harry masturbaba a mayor, después volvieron a besarse.
La saliva de Louis era gloria para Harry.
—Quiero sentirte dentro. —mencionó gimiendo entre el beso, con la voz demasiado ronca por la
excitación.

Eso definitivamente sacó a Harry de su cordura. Lo levantó por la cintura junto con él, y sin dejar
de besarse comenzó caminar hasta su habitación. Al llegar ahí, lo acostó sobre la cama y se
subió encima de él, colocando sus piernas al rededor del cuerpo de éste. Comenzó a mover sus
caderas lentamente, haciendo que hubiera demasiada presión sobre el miembro de Louis.
Seguían besándose, el mayor desesperado comenzó a desabrochar el pantalón de Harry, y para
poder hacerlo más rápido se separó de sus labios.

Harry seguía moviéndose arriba de Louis, observando detenidamente como a éste le encantaba
que lo hiciera.

Metió la mano dentro del bóxer de Harry para acariciar su piel trasera. Después movió su mano
hacia el frente del chico y comenzó a tocar su miembro, claramente estaba muy duro.

Pronto las palabras de Liam volvieron a la cabeza del rizado. "Él también sólo quiere el sexo" y
aunque se negara a creerlo, Louis le estaba demostrando que era cierto por su manera de actuar.
Una especie de miedo le llegó.

¿Qué tal que cuando tuvieran sexo él dejaba de buscarlo? Louis era alguien... raro de explicar
para Harry, le gustaba pasar el tiempo con él, aunque no estuvieran tocándose o besándose, lo
disfrutaba.

Tenía que mantenerlo más tiempo con él.

De detuvo levantándose de encima de Louis y se bajó de la cama. Comenzó a acomodar su ropa


con la mirada desviada. Se sentía como el mayor idiota sobre la tierra.

—¿Qué pasa? —preguntó el mayor desde la cama intentando recuperar el aliento.


—No puedo continuar. —Estaba muy apenado, estaba pasando por algo que nunca antes le
había ocurrido.

Se sentó sobre la cama, miraba al menor muy confundido. —¿Por qué? —Sintió miedo—, ¿no te
gusto? ¿Es eso?

Harry se acercó a él. —Sí, sí lo haces, y es por eso que prefiero esperar. —Acarició el cabello de
Louis y después dejó un beso sobre su frente—. Vístete y sal de aquí, por favor. —Se dio la
vuelta y caminó hacia el baño de la habitación, encerrándose con seguro en la puerta, como si
estuviera huyendo de sus deseos. Realmente se sentía la persona más idiota sobre la tierra.

Louis estaba demasiado sorprendido, pero en cierta manera sabía que tenía que hacer lo que
Harry le había pedido. Salió de la habitación y comenzó a acomodarse la ropa, no se sentía
humillado, pero sí demasiado extrañado.

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Chicos, sé que no les gusta que los capitulos sean tan cortos, pero realmente estoy alargandolos
lo más posible, los originales y sin editar son muy pequeños, y no puedo agregar más cosas
porque sé que no les va a gustar que cambie aunque sea lo más mínimo.

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Capitulo 19

Capítulo 19
Harry se encontraba sentado en el sofá, moviendo su pierna izquierda rápidamente de arriba
hacia abajo gracias a la ansiedad. Había tenido que llamar a su hermana para que lo visitara en la
academia y poder contarle lo que le estaba pasando en la cabeza.

Apenas escuchó unos golpes en la puerta, se levantó y corrió para abrir.

—¿¡Qué pasa, Harry!? ¡Vine lo más rápido que pude! —Habló la chica demasiado asustada
mientras Harry la jalaba del brazo para que entrara al departamento, después cerró la puerta tras
ella y se quedó en silencio, mirándola con expresión preocupada—. ¿¡Harry!? ¡Dime! ¿¡Es algo
que tiene que ver con Malik!? ¿¡Te hizo algo!?

—¡No! Ese idiota no se atreve a tocarme un pelo. —Rodó los ojos y comenzó a caminar de uno
lado a otro por todo el departamento. Mordía sus uñas con nerviosismo mientras su hermana se
sentaba en el sofá y lo miraba esperando a que éste explicara la urgencia de verse—. Me ha
pasado lo peor que le pude pasar a una persona. —Mencionó el rizado con vergüenza.

—¿Qué pasó? —Lucía demasiado preocupada.

—Estuve a punto de follarme un tío. —La expresión de la chica cambió por completo.

—¿Debe ser una broma, cierto? —El rizado negó con la cabeza—. ¡Pero si siempre lo haces!
¿¡Que no se supone que hace mucho decidiste ser bisexual!? —Se mostró alterada, ella
realmente había pensado que se trataba de algo grave por el tono de voz con el que el chico la
había llamado.

—¡Déjame terminar! —Rodó los ojos y se encogió de hombros—. El problema fue que ya lo tenía
en mi cama, así, en ropa interior, ¡rogándome porque me lo follara con esa hermosa carita de
ángel que tiene! —Movía las manos demasiado y hacía gestos exagerados—. ¡Pero no pude
hacerlo, no pude tener sexo con él!

Stephanie hacía su mayor intento por no soltar una carcajada. —¿Por qué? ¿Qué pasó? ¿No te
excitaste?
—¿Que si no me excité? ¡No habían pasado más de 3 minutos de estarnos besando cuando yo
ya la tenía muy dura! —Escondió su rostro entre sus palmas. Después tomó un poco de aire para
tranquilizarse y se sentó en el mismo sofá que su hermana.

—No te preocupes por eso, Harry. —Le dio una palmadita en el hombro mientras escondía su
sonrisa burlona—. Seguro el tipo es un experto en la cama y sabe cómo moverse, cómo excitar
rápido a sus acompañantes, no te perturbes con eso. —Se fue por los motivos más lógicos.

La miró entonando un puchero. —Él es virgen, ¡apenas sabe cómo besar!

Stephanie abrió los ojos como plato. —Bueno, entonces sí que es raro.

Harry se había sentido demasiado frustrado después no poder continuar con Louis, había tenido
que hacerse la paja, y aunque lo intentara, no podía dejar de hacerlo pensando en él. Pero el
simple hecho de que se hubiera negado a follárselo le preocupaba. ¿Por qué mierda? Si ya lo
tenía a su disposición, como siempre. —Esto es horrible.

—¿Y qué pasó después? ¿O por qué no pudiste follártelo si dices que estabas muy excitado?

—No pude continuar. —Bajó la mirada con vergüenza.

—¡Te corriste antes de empezar! —Gritó haciendo un gesto exagerado por la sorpresa.

—¡NO! —Se volvió a poner de pie y comenzó de nuevo a caminar de un lado a otro—. Tuve
miedo.

—¿Miedo? —Frunció el ceño demasiado confundida—. ¿Miedo a qué, Harry?

—Tal vez a lastimarlo. Verás, él es virgen y sería muy doloroso siendo básicamente su primera
vez. —comentó Harry muy bajo, mirando hacia cualquier lado que no fuera su hermana. Frente a
ella podía mostrar su lado débil sin problemas, sin embargo ese era un tema que nunca había
tratado con nadie ni siquiera consigo mismo.
Comenzó de nuevo a vagar la misma idea que había sospechado la última vez que había hablado
con su hermano. —¿Estás seguro que es eso? Es decir, te tiras vírgenes seguido y lo que menos
te importa es si les duele o no.

—Sí, tiene que ser eso, ¿qué otra cosa podría ser?

—Tal vez... —Tenía miedo de mencionar su idea—. Tal vez ese chico te gusta.

El rizado rodó los ojos. —Obviamente me gusta, yo no tengo sexo por lastima.

—Hablo de... hablo de que sientas cosas por él. —Susurró y esperó entusiasmada por la
respuesta. Le emocionaba demasiado la idea de pensar que su hermano pudiera estar
enamorado.

—¿¡Qué!? —Gritó Harry—. ¡Eso es estúpido! ¡Lo único que siento por él son unas tremendas
ganas de que me chupe el pene! Eso es todo.

Sonrió de oreja a oreja, el rizado confirmaba sus sospechas con la actitud. —De acuerdo, yo sólo
di una posibilidad.

—Pues no. No puede ser. ¿Y sabes qué? ya sé lo qué voy a hacer, voy a follármelo hasta que me
aburra para después dárselo a Liam y olvidarme de este asunto. —Hablaba seguro de sí mismo.

—¿Quién es Liam?

—Nadie, Stephie. —Se acercó a ella y la tomó del brazo para levantarla del sofá y comenzar a
caminar hacia la puerta—. Gracias por venir, eres un amor, te quiero. —Abrió la puerta y sacó a
la chica como si llevara mucha prisa.

—¡Espera, Harry! ¿Estarás bien? —Detuvo la puerta antes de que su hermano pudiera cerrársela
en la cara.

—Sí, lo estaré, estaré muuuyyyyy bien. —Comentó éste haciendo señales eróticas con sus
brazos y caderas.

Rió. —De acuerdo, adiós. —Rodó los ojos y le dio un corto beso en la mejilla para después irse.

Harry cerró la puerta y dio un leve golpecito contra ésta. En su cabeza no dejaba de maldecir a
Louis. ¿Por qué mierda había tenido que actuar confirmando lo que Liam le había dicho?

El sólo hecho de pensar que Louis pudiera estar utilizándolo sólo por sexo le enfurecía, pero al
mismo tiempo le hacía sentir una nostalgia sin mucho sentido. Si lo que Louis quería era jugar, él
jugaría mejor.

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Liam se encontraba en la biblioteca buscando un libro de García Márquez que tenía planeado leer
en su tiempo libre.

Había decidido sacarse de la cabeza cualquier cosa que tuviera que ver con Louis y comenzar a
trabajar, realmente no le veía mucho sentido a seguir insistiendo con algo que no tenía futuro
alguno. Y aunque le frustrara la idea de ver a su amigo haciéndose daño con el idiota de Styles,
él ya había cumplido con avisarle.

No encontraba el maldito libro por ningún maldito estante. Sus ánimos no estaba muy bien como
para además estresarse por eso. Cuando por fin encontró la sección de García Márquez,
comenzó a buscar "Amor en tiempos de cólera" y estuvo casi 10 minutos buscando, para
después rendirse y preguntar con la bibliotecaria.

—Todos los ejemplares del Amor en tiempos de cólera están ocupados. ¿Algún otro libro que
pueda interesarle? —Mencionó la mujer amablemente tras mirar la información en su
computadora.
Liam negó con la cabeza dando un suspiro frustrado. Ahora tenía que pensar otro libro para leer.
Qué bien. —Bueno, gracias.

Miró a su alrededor, buscando el nombre de algún autor que le agradara, pero la mayoría ya los
había leído o no eran de su tipo. Él quería Amor en tiempos de cólera, ninguno más.

Terminó rindiéndose sin remedio, tal vez tendría que encontrar otro entretenimiento, como mirar
la televisión o navegar en internet.

Cuando caminaba hacia la salida del lugar, se encontró a su compañero de clases, Niall, que
llevaba un libro en las manos y leía mientras caminaba, mirando el libro con todo el interés
posible, como si realmente estuviera disfrutando demasiado la lectura. Chocó contra Liam al no ir
atento en el camino. —Oh, discúlpame.... —No recordó su nombre—. ¿Charlie?

—Liam. —Habló éste molesto mientras rodaba los ojos, no por el incidente con Niall, sino, por
notar que ese rubio era quien tenía el libro que él quería.

—Sí, Liam. —sonrió—. Perdón, no iba mirando.

—Oye... —Se le quedó viendo al libro que el chico llevaba en sus manos—. ¿Ya lo has
terminado? —Lo señaló con su índice.

Niall miró el libro y comenzó a reír. —Oh, no. —Dejó salir una carcajada—. Ni siquiera lo he
comenzado, estoy leyendo la introducción. —A Liam no ese parecía gracioso, o tal vez era su
humor lo que no le permitía reír.

—De acuerdo, gracias. —Se dio media vuelta intentando irse del lugar. Estaba siendo cortante
con ese chico, pues realmente no le interesaba tener amistad alguna con él. Niall era del grupo de
amigos de Zayn Malik, por lo que implicaba automaticamente que era un hijo de puta igual que
éste.

—Pero si quieres te lo puedo dar —Habló el irlandés con una gran sonrisa, haciendo que Liam se
frenara y lo mirara algo confundido, pues las pocas veces que había cruzado palabras con él
había sido muy grosero.

—¿En serio? —Preguntó incrédulo.

—Sí. —Ofreció el libro al castaño, sin borrar la adorable sonrisa de su rostro.

—Oh, gracias, te lo agradezco. —Tomó el libro y le regaló una sonrisa. Niall se quedó
observándolo, de manera extraña, atenta, y esto fue algo que logró incomodar al castaño— Bien,
tengo que irme. —Volvió a sonreírle, inseguro por su mirada.

—No es nada, adiós. —Ambos chicos seguían con sonrisas de estúpidos.

—Adiós. —Continuaban parados en el mismo lugar.

—Adiós. —Liam comenzó a reír rodando los ojos y se fue del lugar. Eso le había parecido
realmente adorable, nunca se había percatado de lo tierno que era ese irlandés cuando no se
encontraba con su novia o sus amigos.

Sonrió, al menos ya tenía el libro que quería.

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Los días pasaron demasiado rápido, era jueves por la noche y Louis se encontraba en su
habitación rodando en la cama. Estaba muy inquieto y sentía demasiada ansiedad por todo el
cuerpo.

Harry no había asistido a clases en toda la semana después de lo que había pasado entre ellos
en su dormitorio días antes. Louis no podía dejar de torturarse pensando que lo hacía porque no
quería verlo, pues al final de todo, Harry había sido quien decidió no continuar cuando estuvieron
a punto de tener relaciones.
La verdad era que no había dejado de pensar en las últimas palabras que había tenido con Harry.
Sonreía cada vez que le venían a la cabeza, pero después la inseguridad regresaba a su cuerpo,
y ésta superaba cualquier otro sentimiento.

Realmente le gustaba demasiado ese rizado, aunque actuara extraño en algunas ocasiones, le
encantaba y estaba dispuesto a esperar hasta que él estuviera listo para que ocurriera algo entre
ellos.

No podía dejar de preguntarse por él, no se había atrevido a ir a su apartamento, pues pensaba
que eso definitivamente lo haría verse como un urgido. Y aunque lo estaba, no mostraría lo
necesitado que estaba de Harry Styles.

Por otro lado, su situación con Liam empeoraba cada vez más, ya ni siquiera le hablaba o lo
saludaba. Lo había comenzado a ignorar por completo. Pero tampoco tenía problema con eso, no
lo necesitaba porque tenía a Fer, y ella lo entretenía lo suficiente como para olvidarse de que
Liam existía.

Eran casi las 12 de la noche cuando su móvil sonó, lo cual le pareció muy extraño. No solía recibir
muchas llamadas, y menos en esas horas. Pensó que podría tratarse de su amiga y no dudó en
levantarse de la cama para coger la llamada.

Era un número desconocido.

—¿Hola? —Preguntó confundido.

—Alista tu maleta, Lou, mañana nos iremos a Ibiza en cuanto las clases terminen. —Escuchó
decir a esa voz grave y gruesa que le lograba erizar la piel—. Y no acepto un no por respuesta,
adiós, Louis. —Por el otro lado de la línea se escuchaba la voz del rizado acompañada de mucho
ruido, como si se encontrara en alguna especie de fiesta o reunión.

—¿¡Ibiza!? ¿Harry, para qué iríamos a España? —La llamada se cortó, o tal vez Harry
simplemente había colgado.
Louis sonrió, le encantaba la manera tan extraña de ser de Harry. Le parecía una idea fantasiosa
que ni siquiera tomó como algo serio. Sería imposible que estuviera hablando en serio, ir a Ibiza
no era tan simple como Harry lo había hecho sonar.

Llevaba días sin verlo, y ahora sólo llamada por unos segundos con esa estúpida idea. Era un
chico raro, y aun así Louis no podía evitar sonreír como estúpido al pensar en él.

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Capitulo 20

Capítulo 20

En cuanto notó al rizado entrar al salón de clases sintió una sonrisa enorme formarse en su
rostro. Lo había echado de menos durante los pocos días que éste había faltado.

Harry lo miró y le regresó la sonrisa haciendo un saludo con la mano.

Louis caminó hasta él y se quedaron mirándose durante algunos segundos, con una pequeña risa
a punto de salir por parte de ambos. —¿¡Ibiza!? ¿Hablas en serio, Styles? —Fue lo primero que
recordó. La llamada que le había hecho la noche anterior había sido demasiado extraña.

—¿¡Louis, no me digas que no has preparado tu equipaje!? —Contestó el rizado fingiendo


alteración. Miraba a Louis directamente a los ojos y sin borrar su sonrisa.
—¡Pues obvio no! ¡No puedes ir por la vida así! ¿¡Qué le voy a decir a mis padres!? —Después
de la extraña e inesperada llamada de Harry, Louis había sufrido un colapso de nervios. Era
simple. No podía viajar fuera del país con alguien que conocía por poco menos de un mes. No
porque no le tuviera confianza al rizado, sino, porque era obvio que sus padres no se lo
permitirían.

Era viernes por la mañana, la clase de matemáticas estaba por comenzar.

—¡Louis! ¡Pero ya tengo los boletos! —Hizo un berrinche fingido. Mentía, viajarían en un vuelo
privado.

—¡Pero es muy raro! —Comenzó a reír, si en realidad Harry estaba hablando en serio, tendría
que darle una explicación más clara—. A ver, Harry... ¿Para qué mierda quieres ir a Ibiza?

—No es que yo quiera, tengo unos asuntos que tratar por ahí

—¿¡Entonces!? ¿Para qué quieres que yo vaya? —Se cruzó de brazos y se recargó contra el
escritorio.

—¡Porque eres mi amigo! ¡Me gustaría ir de viaje con MI AMIGO!

Louis dejó salir una risita. —¿Harry Styles tiene un amigo? —Preguntó saliéndose del tema,
aunque no quisiera reír, no lo podía evitar.

—Louis... —Rodó los ojos y comenzó a caminar alrededor del salón—. ¡Anda! ¡Sólo estaremos
fuera el fin de semana! El regreso está programado para el domingo en la tarde. —Los demás
alumnos en salón no les prestaban la más mínima atención.

El mayor moría de ganas de acompañarlo. Deseaba hacerlo, poder conocer a Harry en una
versión distinta a como se comportaba en la escuela, sería una mejor forma de conocerlo con
profundidad. —Está bien, pero tú tienes que hablar con mis padres.
Harry hizo una pausa dramática y lo miró confundido. —¿¡Hablar con tus padres!? ¿¡Para qué!?

—Para que les expliques a dónde iremos. —Sonrió y comenzó a contar con sus dedos—. Con
quién iremos, a dónde llegaremos, quién estará con nosotros, cuándo regresáremos. Cosas que
mis padres preguntarán por obvias razones. —Louis nunca había sido una persona de muchos
amigos, y ese sería su primer viaje fuera del país sin sus padres. Era casi imposible que lo
dejaran ir, sin embargo no quería rechazar la oportunidad sin intentarlo.

El rizado elevó las cejas y después miro su reloj, tenían 15 minutos antes de que comenzara la
clase. —Está bien, aún tenemos tiempo, vamos a buscar a tu madre. —Tomó del brazo a Louis y
lo sacó del salón comenzando a caminar hacia la sala de profesores.

—¿¡Qué!? ¿Ahora? —Mantenía los ojos muy abiertos y trataba de seguirle el paso a la misma
velocidad.

—Sí, ahora.

Después de un corto camino recorrido llegaron hasta el gran lugar donde los profesores podían
pasar su tiempo libre, Harry tocó la puerta y esperó a que la profesora Tomlinson, o alguien que
más, abriera.

—Esto no es buena idea... —Susurró Louis y el menor le dio un golpecito con el codo para que
guardara silencio.

Efectivamente, madre de Louis fue quien abrió la puerta.

—Profesora Tomlinson, ¡Qué gusto verla! —Mencionó Harry sonriente, con una actitud que
agradaba a cualquiera. Era un experto manipulando personas, y su manera encantadora de
actuar era imposible de ignorar.

—Joven Styles... —Intentó sonreír, mirando a su hijo algo confundida—. Igualmente, ¿en qué les
puedo ayudar? —Volvió su mirada hacia el rizado.

—Verá, profesora, mi familia y yo viajaremos este fin de semana a España —Comenzó a hablar
con toda naturalidad, como si hablara para alguien a quien conocía de toda la vida—. Habrá una
exposición sobre la fotosíntesis y nos gustaría invitar a Louis con nosotros, claro si usted nos lo
permite. —Continuaba sonriendo, tenía calculados todos sus movimientos y palabras para
obtener ese permiso.

La mujer se encontraba algo extrañada. Louis estaba completamente rojo, esperado y rogando
porqué su madre no dijera alguna tontería. —¿Y tú qué dices, Louis? ¿Te gustaría acompañar a
la familia de Harry? —Preguntó ella, mirándolo.

Louis no esperaba esa pregunta, tardó en responder. —Eh, pues ss...sí. —balbuceó y Harry rodó
los ojos.

—Oh, entonces está bien, sólo te pido, Harry, que le digas a tu madre que me llame en cuanto se
encuentren con ella. Louis les dará el número. —El mayor abrió los ojos excesivamente, era
imposible que hubiese dicho lo que él había escuchado, era imposible que su madre lo hubiera
dejado ir de esa manera, tan fácil y sin hacer tantas preguntas. No se trataba de cualquier viaje,
se trataba de salir del país para ir a un lugar donde hablaban un idioma distinto al suyo.

—No se preocupe, señora Tomlinson. Mi madre le marcará todos los días para avisarle cómo
está Louis. —Sonrió, su actitud lo hacía lucir como el chico más honesto del mundo.

—Está bien. —Le devolvió la sonrisa—. Ahora vayan a su clase, que está por comenzar—. Miró
su reloj—. Hijo, utiliza tus recesos para hacer el equipaje, no queremos que se les haga tarde. ¿A
qué hora salen?

—A las 8pm, esta noche. —Mencionó el rizado.

Louis continuaba en completo silencio, sin poder creer lo que estaba escuchando.

—De acuerdo, dense prisa, el timbre está por sonar.


Harry agradeció con una sonrisa y terminó tomando a Louis por la espalda para dirigirlo hacia el
salón de clases. El mayor parecía aún no procesar lo que había pasado.

—Fácil. —Habló el rizado cuando ya se encontraban afuera del aula de clases. Se detuvieron en
la puerta, no entrarían hasta que el profesor llegara.

—Eso ha sido muy raro... —Susurró Louis con la mirada perdida.

—No, es normal. Suelo convencer muy fácilmente a las personas. —lo miró sonriendo para
después bajar su mano por la espalda de Louis hasta llegar a su trasero, dejándola reposando
contra éste. Louis se retorció ante eso y se alejó un poco, después le dio una mirada molesta
indicándole que no lo hiciera—. ¿No lo crees, Lou? —Sonrió mientras mordía su labio.

¿Qué podía decir? Harry tenía razón, esa sonrisa hacía pensar a cualquiera que ese chico era
tierno y lindo, cuando en realidad era un enfermo engreído. —No hagas eso... —Bajó su mirada
avergonzado, con una sonrisa tímida—. Alguien nos puede ver.

—¿Y qué tiene? —Lo acercó más hacia su cuerpo—. Serías un héroe por ser el primer chico en
la escuela que habla conmigo. —Sonrió engreído y Louis lo alejó rápidamente, riendo y negando
la cabeza.

—Eres un maldito engreído.

Harry negó con la cabeza al mismo tiempo que sonreía enormemente. Era algo que no podía
evitar, tener a Louis cerca de él lo hacía sentirse bien. —Cuando terminen las clases pasarán por
nosotros y nos llevarán al aeropuerto, ¿podrás tener el equipaje para esa hora?

—Sí, no te preocupes, yo me las arreglo. —Éste seguía sin poder creer que pasaría todo el fin de
semana con la familia de Harry, en un país el cual nunca había visitado.

—¿Te importa si te veo después? Tengo unos asuntos que resolver antes de irnos. —Se acercó
hasta él asegurándose que nadie los estuviera viendo, y depositó un beso sobre la frente del
chico.

—¿No entrarás a clases? —Comenzaba a preocuparle la situación de Harry, no había asistido a


más de 3 clases en la semana entera.

—No necesito nada de lo que me puedan enseñar esos inútiles. —Sonrió burlonamente para
después acariciar la mejilla de Lou. Esas acciones las hacía sin pensar, por alguna razón le
gustaba tocar constantemente al más bajo, no tenía ni idea de por qué, pero eso era lo que
menos le importaba ahora. Lo importante era que aprovecharía ese fin de semana para tirarse a
Louis y terminar con toda la mierda que revolvía su cabeza. Estaba seguro que después de eso
su interés por ese chico disminuiría demasiado.

—Vas a reprobar todo.

—¿A quién le importa? —Preguntó elevando los brazos en señal de duda. Louis negó con la
mirada rodando los ojos—. Nos vemos en la tarde, adiós.

—Está bien, adiós. —Le dijo sin dejar de mirarlo, con una sonrisa de completo enamorado.

Harry le dio una última mirada y se fue del lugar perdiéndose entre los pasillos de esa gran
academia.

Louis suspiró profundamente. Tenía que tranquilizar los sentimientos que comenzaban a
mafinestarse por ese chico. Le volvia loco, le atormentaba, era totalmente encantador con su
actitud engreída, y no podía esperar a que el viaje comenzara, estaba demasiado ansioso de
pasar su fin de semana junto a él, aunque al mismo tiempo sentía demasiado.

El profesor llegó hasta el aula y no le quedó otra opción más que entrar a tomar clases.
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Fue extraño, cuando llegaron al aeropuerto no tuvieron la necesidad de pasar por la zona donde
revisan el equipaje, no tuvieron que hacer fila alguna, ni siquiera cargar las maletas y entrar al
aeropuerto.

Entraron en la camioneta por la parte de atrás y los llevaron hacia una especie de "cochera", por
así decirlo, para aviones.

Los padres de Louis le habían hecho una simple llamada pidiéndole que se comportara con la
familia Styles y que mostrara su lado más educado, éste sólo asintió a todas sus órdenes, no
quería que se retractaran en un último momento. Les aseguró que se portaría muy bien, y que no
daría ningún problema.

A veces se sentía muy extraño estando con Harry, es decir, algunas veces lo trataba con un trozo
de plástico y otras era demasiado adorable, comenzaba a pensar que ese chico tenía problemas
psicológicos. Pero al final de cuentas su famosa frase volvía a su cabeza “Vale la pena si estás
con él”.

Cuando bajaron de la camioneta, ya en la pista de despegue, varios hombres vestidos


completamente de negro se acercaron a Harry, éste los miró y después corrió su mirada hacia
Louis, los hombres se retiraron y pusieron distancia, únicamente siguiendo a los chicos. Eso era
otra cosa extraña de Harry Styles, parecía que siempre ocultaba cosas. ¿Qué eran todos esos
"asuntos" que lo hacían faltar a clases? ¿Por qué motivos contaba con tan poco tiempo libre?

—¿Ellos viajarán con nosotros? —Preguntó el mayor refiriéndose a los hombres de negro que los
seguían. Entraron caminando a una grandísima bodega en donde habían 3 aviones un poco más
chicos de los normales, aviones que eran privados.
—Sí, acostúmbrate a ellos, estarán así todo el viaje. —Mencionó Harry dándole una sonrisa.

—¿Qué quieres decir?

—Verás, Lou. —De nuevo el sobrenombre—. En Cowell no es necesario tenerlos, pero fuera de
la academia mis padres me obligan a tener guardaespaldas, es por mi seguridad. —Llegaron
hasta uno de los aviones y pronto unas personas comenzaron a subir los equipajes de los chicos.
Harry no hacía otra cosa diferente a observar que el trabajo se hiciera correctamente, sin mover
un solo dedo.

—Oh, está bien, aunque tal vez sea un poco incómodo, tú sabes, tenerlos todoooo el día tras
nosotros, no me sentiré libre de hacer lo que quiera. —Mencionó Louis muy bajo. Realmente
sería algo incómodo, nunca había tenido la necesidad de caminar junto a alguien que necesitara
llevar protección, pero al mismo tiempo estaba seguro que era algo normal, pues claramente la
familia de Harry era de mucho dinero. Nunca le pasó por la cabeza algún mal pensamiento.

El rizado se acercó hacia él y lo tomó de la cintura. —No te preocupes, Lou, podemos hacer lo
que quieras frente a ellos, su trabajo es cuidarme, no juzgarme. —Juntó sus labios y le dio un
leve beso, donde apenas pudo sentir su saliva.

—Está bien. —Continuaba nervioso, si Harry actuaba así frente sus empleados... ¿Cómo actuaría
frente a su familia?—. Oye, Harry, ¿dónde está tu familia? —Se separó de Louis y dio unas señas
a sus empleados para que abrieran las puertas del avión.

—Depende. —Miraba a los hombres chasqueando los dedos para que hicieran su trabajo con
mayor velocidad, como si tuviera urgencia absoluta por entrar.

—¿Depende? ¿De qué? —Buscó su mirada.

Los hombres les dieron la señal de que el avión ya estaba listo para abordarlo, Harry le cedió el
paso al mayor y éste subió a ese hermoso y lujoso transporte.

Era –obviamente- muy distinto a cualquier avión que Louis hubiera abordado antes, éste apenas
tenía 10 asientos, todos eran grandes y estaban forrados en piel, junto a ellos se encontraba una
mesa para bebidas, entre otras cosas.

Harry le indicó que se sentara mientras él iba hacia la cabina del capitán para dar las últimas
órdenes. Después de unos minutos regresó y se sentó junto a Louis. —Depende a quién te
refieras. —Habló respondiendo la pregunta en la que se habían quedado—. Por ejemplo, mi
madre está en Dubái, mi hermana en Londres, mi padre.... Creo que por ahora está en Indonesia,
pero no estoy seguro, o creo que en México, la verdad no lo recuerdo. Y mi primo, Matty, que es
como mi hermano, se encuentra en Nueva York. —Hablaba con tanta naturalidad que era difícil
creerlo, su familia estaba regada por todo el mundo como si se tratara de la cosa más normal.

—¿Y todos se juntarán para viajar a España? —Harry dejó salir una risita, Louis era más ingenuo
de lo que pensaba.

—Lou, no viajarán con nosotros, era sólo una mentirita para que tu madre aceptara que vinieras.
—Le dio una sonrisa y después apretó un botón que se encontraba junto al asiento.

Una mujer salió de la cabina principal y se acercó hacia los chicos. —Buenas noches, joven
Styles, ¿en qué puedo ayudarlos? —Al parecer era la aeromoza del avión.

—Tráeme dos whiskys. —Ordenó, la mujer asintió y se retiró.

—¿¡Entonces quién viajará con nosotros!?? —Parecía preocupado, su madre lo mataría en


cuanto se enterara que Harry había mentido y que en realidad estaban solos.

—Hall y Carlo. —Señaló el rizado a sus guardaespaldas que se encontraban sentados en los
asientos de atrás. Quería reír al ver la reacción del mayor.

—¡Harry! ¡Mi madre me matará por tu culpa! ¡Prometiste que tu madre la llamaría! —Hizo un
puchero acomodándose en el asiento, si Harry no le daba alguna solución, era capaz de bajar del
avión antes del despegue.

La aeromoza regresó con las bebidas, le entregó una a Harry y la otra a Louis. —¿Hay algo más
que les pueda servir?

—Tenga. —Mencionó el menor mientras le daba su móvil—. Llame al número que dice "MDL" y
finja que es mi madre y que está muy feliz porque dejaron viajar a Louis con nosotros.

La mujer tomó el móvil algo extrañada pero pronto obedeció. —De acuerdo, joven. —Se dio la
vuelta y volvió hacia la cabina.

—Listo. —Sonrió como ganador, y miró a Louis esperando a que éste lo felicitara.

Rodó los ojos con una sonrisa y se giró hacia la ventana. Harry lo hacía hacer cosas que nunca
habría hecho con cualquier otra persona. Nunca se había imaginado engañando a sus padres de
esa manera.

El piloto les dio la orden de abrochar sus cinturones cuando estuvieron listos para el despegue y
éstos lo hicieron sin mencionar alguna otra palabra, mirando por la ventana todo el paisaje.

Pronto ya estaban en el aire, eran las 8 de la noche, el sol se había escondido por completo.
—Harry. —Habló Louis girándose hacia él—. ¿Por qué no asististe a clases toda la semana?
—Mencionó y recargó su cabeza contra el asiento.

—Asuntos. —Le dijo mientras tomaba una revista y comenzaba a hojearla—. Nada importante.
—Lo miró y sonrió para darle confianza.

—Bien, creía que había sido por mí, después de lo que pasó en lunes en tu habitación... —Harry
interrumpió.

—No, no fue por eso. —Aclaró al instante—. Tú no tuviste nada qué ver, es sólo que estaba
ocupado, perdón por no haber avisado.

—Está bien. —Volvió a sonreírle sin evitarlo—. Fue extraño no verte en clases.
—No me digas que me extrañaste... —Se giró hacia Louis y lo acercó a sus labios colocando las
manos en sus mejillas, comenzó a besarle de una manera lenta, y esté amaba sus besos
inesperados. Lo acercó aún más hacia él y el beso se convirtió en algo más profundo, mordía sus
labios constantemente, y gracias a eso el sabor a hierro se hacía presente—. No sabes con las
ganas que me he quedado desde el otro día, Louis. —Le dijo al separarse, para después dar un
sorbo a su bebida.

Le dio una sonrisa insegura y contestó. —Yo también.

Se volvió a acercar hacia él, esta vez deteniéndose en su oído. —No te preocupes, en este viaje
no te salvarás. No regresarás virgen a Cowell. —El cálido aliento contra su piel hizo que todo mi
cuerpo vibrara. Louis estaba feliz por poder ocupar el lugar de “juguete” para ese chico, y también
estaba dispuesto a disfrutar ese viaje con todo lo que implicara.

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Capitulo 21

Capítulo 21

El viaje pasó demasiado rápido. Acompañarse el uno al otro provocó que las horas de vuelo
pasaran como minutos. No habían hablado mucho, pero tampoco habían pasado de un simple
faje. Se habían besado más de lo que esperaban hacerlo durante las 2 horas de vuelo.

Louis no entendía por qué se sentía así de vulnerable frente a Harry, realmente era algo que no
era capaz de comprender tan simple, pero le gustaba la manera en la que lo hacía sentir cuando
lo celaba o actuaba posesivo por él, le gustaba sentir que Harry lo necesitaba y lo quería sólo
para él.

Cuando llegaron a Ibiza, una camioneta fue quien los recogió en el aeropuerto. Era una
camioneta demasiado lujosa, con los asientos forrados en piel y los vidrios de las ventanas
polarizados. Había dos hombres vestidos de negro los que conducían la camioneta, mientras que
otros dos, que eran quienes los habían acompañado en el viaje, subían a otro auto para conducir
tras ellos.

—Nos llevarán a la casa donde nos quedaremos, ¿está bien? —Habló el rizado mientras subían a
la camioneta, Louis asintió y se mantuvo en silencio, continuaba sintiéndose incomodo al tener
que llevar tanta seguridad.

Durante el camino Harry hablaba con los hombres de asuntos que Louis no lograba comprender,
y fingía no prestar atención mirando por la ventana. Utilizaban códigos extraños para referirse al
negocio. Al mayor no le quedó otra opción que hacerse el desinteresado.

Después de varios minutos de camino, llegaron hasta un condominio donde había casas enormes
y demasiado lujosas. Eran mansiones, casas que caracterizaban en todo el sentido la palabra
“riqueza”. La casa de la familia Styles se encontraba en una zona más privada, y tuvieron que
pasar por varios anillos de seguridad para llegar hasta ésta.
Louis no se sentía inseguro, se sentía maravillado con todo eso, con ese mundo de lujos que
nunca había vivido. Miró por la ventana cuando la camioneta se estacionó, era una casa blanca,
demasiado alta y con una fuente de agua en la entrada. Quería sacarle fotos, o hacer algo, quería
sacar una prueba de que había estado en ese hermoso lugar.

Harry bajó rápidamente de la camioneta y al ver que Louis no hacía lo mismo, se acercó hasta el
lado de su puerta y la abrió. —Que no se te haga costumbre, si no le abro las puertas a las
mujeres, mucho menos a ti. —Sonrió y le entregó su mano para ayudarlo a bajar. Quería reír al
verlo tan sorprendido con el lugar—. ¿Te gusta?

Sacudió su cabeza para volver a la realidad, tomó la mano del menor y bajó de la camioneta con
una sonrisa. —Sí, es muy bonita. —Harry le mantuvo la sonrisa durante algunos segundos, para
después, sin soltarlo de la mano, caminar hacia adentro de la casa.

Las paredes eran muy altas y de éstas colgaban cuadros hermosos, el piso era muy blanco, la
decoración y los muebles dejaba en claro lo lujosa que era la familia que poseía esa casa.

—¿Quieres cenar algo? —Habló el rizado señalando la puerta de la cocina.

Había pasado parte del viaje comiendo bocadillos, y eso le había matado el apetito. —No, estoy
bien. —Le dio una sonrisa.

Dos guardaespaldas se habían quedado en la puerta, mientras que otros dos esperaban
indicaciones del rizado para subir el equipaje.

—Muy bien. Lou, ven, te mostraré tu habitación. —Lo jaló hacia las escaleras de la enorme
residencia, y juntos subieron a la planta alta.

Louis observaba atentamente los cuadros de arte colgados en las paredes, no había ninguna
fotografía de personas. —¿Y quién vive aquí? —Preguntó sin intentar ser entrometido.

—Nadie, la casa normalmente se encuentra vacía, es sólo utilizada para vacaciones. —Abrió una
puerta de las habitaciones— Tú dormirás aquí. —Mencionó y le cedió el paso.

Entró a la habitación, observando todo de arriba hacia abajo, llevaba una expresión de sorpresa
extrema. Ese lugar era igual de hermoso que el resto de la casa, contenía una cama enorme, con
sabanas de seda color blanco, estaba amueblada precioso, y tenía un balcón que le daba vista
directa al mar. —Wow... —Susurró Louis, sus ojos brillaban.

—¿Así que debo de tomarlo como que sí te gustó, eh? —Elevó las cejas y lo tomó de la cintura
acercándolo hacia él.

—Me encanta, Harry. —Contestó éste mirándolo divertido y enredando sus manos en el cuello del
más alto. Le gustaba eso, sentirse completamente débil contra Harry, éste era más alto,
obviamente más fuerte, mientras que Lou era pequeño y el cuerpo del rizado lo cubría por
completo con un abrazo.

Harry pensó que lo que estaba pasando era demasiado raro, pero sin explicarse por qué.
Disfrutaba eso, demasiado. Disfrutaba estar abrazando ese pequeño y curveado cuerpo, amaba
su olor, era un olor inocente, algo adorable que lo volvía loco. Su piel era muy suave, muy tersa.
Por esos segundos no pasaba la idea de hacerlo suyo, no tenía ni siquiera la más mínima
intención de tocarlo sexualmente.

Le parecía muy tierno, todo lo que para él era normal, a Louis lo impresionaba demasiado. Le
agradaba esa persona ingenua que se había conseguido como conquista de fin de semana. Le
agradaba tanto, como para incluso pensar que se trataba de algo que no duraría sólo un par de
días.

De todos los besos que había dado, los labios de Louis eran los únicos que lograban darle vida.

Se quedó observándolo, tratando de adivinar qué era lo que tenía ese chico de diferente a todos
los demás hombres con los que había estado.

Louis se sonrojó y bajó la mirada. —¿Qué pasa, Harry? ¿Por qué me miras? —Le gustaba la
manera en la que sonaba su nombre cuando salía de la boca del mayor.
—Hay algo de ti que me resulta adictivo —Le dijo—, tal vez sean tus labios —Se acercó
quedando a unos milímetros de distancia de esos delgados y deseables labios—, o tu piel.
—Susurró y acarició su mejilla con la nariz. Después lo soltó y caminó hacia la ventana para
abrirla y dejar que el aire entrara, comenzaba a calentarse demasiado la habitación—. O tal vez
sea todo eso junto, no lo sé, pero me gusta.

Louis lo miraba sorprendido, y sentía demasiadas ganas de besarlo. —Tal vez...

Harry negó con la cabeza manteniendo su sonrisa. Era patética la manera en la que ese chico lo
hacía sentirse. Por primera vez en mucho tiempo se sentía feliz consigo mismo. —Debes
descansar, mañana tienes que tener toda la energía posible para conocer Ibiza.

—Tienes razón, tengo mucho sueño. —Louis seguía con una sonrisa en sus labios, no
despegaba su sonrisa de Harry.

—Yo también, creo que es por eso que digo tantas tonterías. —Su broma falló, él continuaba
mirándole con brillo en los ojos, con su maldita y encantadora sonrisa—. Mandaré a un hombre
que te suba el equipaje. Buenas noches, Lou. —Caminó hacia la puerta y el mayor fue tras él.

—Buenas noches. Harry. —Se quedaros mirándose por un tiempo, el rizado se encontraba
recargado contra el marco de la puerta, esperando y rogando porque Louis le diera cualquier
señal pidiendo que se quedara junto a él esa noche. Sin embargo éste no decía nada.

De pronto, antes de que Harry pudiera decir adiós, un beso salió del más bajo, un beso que se
quedó marcado en su mejilla y en sus labios, un beso; sencillo, simple y patético. En el que
mostró todas sus debilidades: Harry.

Salió de la habitación cerrando la puerta, y le fue imposible no sonreír. Al menos sabía que Louis
estaba muriendo por él, y que sería fácil manipularlo a su gusto.

Tenía que hacer su mayor intento por ocultar muy profundo que a él le estaba pasando lo mismo.
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Sábado en la mañana.

Cowell solía convertirse en un lugar solitario los fines de semana. La mayoría de alumnos salían
de la academia para dirigirse a visitar a sus familias, o simplemente para ir a la cuidad y hacer
compras. Sin embargo, Liam había decidido pasar el fin de semana dentro de la academia,
quería relajarse, tomarse un tiempo libre en donde no pensara en nada más que en sus
prioridades.

Despertó y lo primero que hizo fue tomar un baño, para después salir directo a la cafetería central
y tomar un desayuno ligero. Se sentía demasiada tranquilidad en el lugar, no había más de 5
personas en la enorme cafetería que entre semana estaba atascada de alumnos.

Fer había ido a Manchester a visitar a su abuela, como costumbre, mientras que Bárbara se
encontraba de vacaciones en Grecia con su familia. Y Louis, por lo que se había enterado estaba
en España con Harry, y realmente comenzaba a darle igual, se había dado cuenta de que no
valía la pena, de que era un chico vacío y egocéntrico como todos los de esa academia.

Mientras comía tomó el libro de García Márquez y comenzó a leer. Pronto su desayuno dejó de
importarle al meterse demasiado a la historia de amor que leía. La historia que el autor narraba
era hermosa, apasionada y prometía durar para siempre.

—¿Puedo sentarme? —Se escuchó una voz sacándolo de su lectura y miró hacia arriba para
descubrir de quién se trataba.

Niall Horan estaba parado justo enfrente de él, con una charola que contenía demasiada comida
para una sola persona. —Oh claro. —Mencionó Liam e hizo espacio para que el chico se
sentara.

—Gracias. —Mencionó éste sonriendo, para después tomar asiento—. ¿Así que tú no sales, eh?
—Elevó las cejas sin quitar la sonrisa.
Sentía confusión, no entendía por qué ese chico continuaba intentando ser amable, cuando
nunca antes lo había sido. —No, he decidido pasar el fin de semana aquí en la academia, ¿tú?

—Sí, yo sí acostumbro salir, pero esta vez mis amigos han estado ocupados, y mi novia fue a la
semana de la moda en París, me toca quedarme solo. —El chico bebía un frappe, sacaba y metía
la pajilla de su boca.

—Oh... —Susurró Liam sin saber qué otra cosa decir. No se conocían, no había mucho de qué
hablar.

—¿Y qué piensas del libro? ¿Te ha gustado? —Niall señaló lo que castaño llevaba en sus manos,
lo había mirado leyendo antes de llegar hasta él.

—Sí, es muy bueno de hecho, amo la forma en la que describe los sentimientos el autor. —Liam
apreciaba demasiado la literatura, era un fanático en todos los sentidos.

—Me gusta más la película, la he visto demasiadas veces, lo cual es extraño porque me hace
llorar cada vez que la veo. —Dejó salir una sonrisa y continuó comiendo con naturalidad. No
sentía vergüenza alguna al confesar que una película de amor lo hacía llorar.

Liam se quedó mirándolo, pensando en lo distinto que era ese chico a como él pensaba que era.
—Nunca he visto la película. —Confesó provocando que el rubio lo mirara sorprendido.

—¿Es en serio? —El castaño asintió con la cabeza—. Entonces al menos ya sé que no pasaré mi
noche del sábado viendo vídeos pornográficos y haciéndome la paja, veremos la película. —Liam
no pudo evitar reír ante la forma tan inusual en la que Niall le había propuesto juntarse.

No lo dudó ni por unos segundos, sentía ganas de conocerlo más. —Será agradable, aunque
pienso que hacerte la paja sería más divertido que ver una película romántica con una persona
que apenas conoces.

Niall sonrió de oreja a oreja mientras asentía con la cabeza. —Tienes razón, deberías de darte
cuenta del favor que te estoy haciendo, así que más vale que lleves muchas palomitas de maíz.
—Se puso de pie—. A las 8pm, apartamento 49D ¿De acuerdo? —Tomo la charola que contenía
su comida.

—De acuerdo. —Liam también sonrió, ese chico era interesante.

—Hasta entonces. —Se dio media vuelta sin borrar su sonrisa y se alejó del chico, saliendo de la
cafetería.

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Los rayos de sol entraron por su ventana pegándole directamente en el rostro y despertó. Nunca
antes había dormido tan bien como esa noche, definitivamente esa cama era mágica.

Estiró su cuerpo para terminar de despertar, frotó sus ojos con sus manos y sonrió. Eso era el
paraíso, se sentía del mejor humor posible, y tenía demasiadas ganas de volver a ver al rizado.
Sentía mariposas en su estómago por sólo pensar en él.

Giró su cabeza hacia el mueble junto a la cama, encontrándose con una nota, al parecer
proveniente de Harry. La tomó entre sus manos y por impulso la llevó hacia su rostro, inhalando
el olor a tabaco que se había incrustado en el papel, ese olor era demasiado caracterizador al
rizado.

La abrió para leer su contenido.

"Louis, sé que es extraño que te deje una nota, pero cuando entré a tu habitación te veías tan
dormido que no tuve ganas de despertarte. Quise avisarte que por desgracia no podré pasar el
día de hoy contigo, ya que tengo que ir a atender los asuntos por los que vine aquí. Estaré fuera
toda la mañana y parte de la tarde, pero en la noche vendré por ti, quiero llevarte a un lugar que
seguro te encantará. Les ordené a mis hombres que estuvieran atentos a tus necesidades, así
que puedes pedirles lo que quieras. Te llevarán a conocer la ciudad, y por favor, no te molestes
en pagar nada, ellos tienen la orden de pagar todo lo que quieras, siéntete libre de comprar lo que
desees. María, la cocinera de la casa, está esperando tus indicaciones para prepararte el
desayuno. Disfruta mucho el día, me gustaría disfrutarlo contigo, pero sabes que me es imposible.
No veo la hora para que se haga de noche y poder estar contigo. Un beso.

-Harry"

Louis enterró su rostro en la almohada suspirando, eso le parecía realmente maravilloso. Harry le
parecía realmente maravilloso.

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ASK ask.fm/larryisintheair

@xPsychedelicDreamsx me hará una entrevista y será con preguntas que ustedes hagan, si
tienen alguna pueden mandárselas a ella por mensaje directo, y ella me las preguntará
directamente, pueden ser preguntas tanto de las fics, como personales. Un beso xx

PD: El rumor de que los triagulos serías reemplazados por cuadrados es falso, lo que yo dije en
mi ask fue sarcasmo. :)

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Capitulo 22

Capítulo 22
Escuchó una camioneta estacionarse y rápidamente corrió hacia la ventana para comprobar que
se tratara del rizado. Miró a Harry bajar de ésta acompañado de dos hombres vestidos de negro y
sintió su estómago hacerse un nudo, sentía demasiada emoción de poder pasar tiempo con él.
Volvió corriendo hacia el baño para terminar de alistarse, pues el rizado le había dicho en aquella
carta que pasarían tiempo juntos cuando regresara.

Había estado todo el día paseando por la ciudad, Ibiza era un lugar hermoso. Harry había dejado
todo listo para que sus hombres le dieran un gran día a Louis, desde un tour todo pagado, hasta
una comida en uno de los restaurantes más lujosos de la ciudad y definitivamente ese día había
sido uno de los mejores.

Salió del baño después de haber tomado una merecida ducha y se vistió lo mejor que pudo para
la ocasión, colocándose unos skinny jeans negros con una camisa de botones blanca cerrada
hasta el pecho. Se miró al espejo y sonrió, estaba satisfecho por cómo se veía esa noche.

Peinó su cabello un poco con sus dedos para después rosearse una de las nuevas lociones que
había comprado ese día especialmente para Harry. Volvió a mirarse al espejo y dio un gran
suspiro, Harry se lo había advertido, ese día pasaría algo.

Se encontraba nervioso y en cierta manera algo dentro de él no quería que pasara nada entre
ellos, no porque no lo deseara, sino porque sabía perfectamente que después de eso Harry se
olvidaría de él, no era ningún secreto que estaba ocupando únicamente el puesto de conquista
para un fin de semana.

Él no quería eso, ¿por qué? Porque por desgracia ya se encontraba enamorado, y el error no
había sido dejarse enamorar de esa forma tan prematura, sino, no haber pensado en las
consecuencias que eso les traería, y es que cuando te enamoras existe la posibilidad de que te
hieran, pero no le interesó, simplemente porque nunca lo había vivido.

"Valdrá la pena, aunque sea por estar con él un poco" pensó para sí mismo mientras asentía con
la cabeza. No tenía que tomarse las cosas tan en serio, pues realmente lo único que quedaba era
esperar a que el destino dictara lo que pasaría con ellos.

Salió de la habitación dirigiéndose hacia la planta baja. Mientras bajaba por las escaleras sintió la
mirada encima de dos guardaespaldas que se encontraban en la puerta principal, trató de
ignorarlos y continuó caminando.

Entró a la sala y se encontró con el rizado recostado sobre el sofá, mantenía los ojos cerrados
mientras fumaba un cigarrillo, como si estuviera demasiado cansado. —Hola. —Mencionó
nervioso, ese chico continuaba poniéndole nervioso.

Harry levantó la cabeza abriendo los ojos. Su expresión de cansancio cambió al instante, dejando
salir una gran sonrisa al mirarlo, apagó el cigarro rapidamente. —Hola, Lou. —El mayor se
acercó hacia él.

—¿Cómo te fue? —Preguntó y sin poder evitarlo acarició los rizos del chico.

—Bien. —Sonrió sin dejar de mirarlo, alcanzó su mano y lo acercó más hacia él—, algo cansado.
—Tomó a Louis por la cintura y lo sentó sobre sus piernas.

—Mm-me alegro. —Balbuceó por el nerviosismo. No esperaba que Harry lo sentara sobre sus
piernas, y tener su rostro tan cerca hacía que sintiera ganas de temblar. Se sentía como un idiota,
pero realmente nunca antes había vivido situaciones así.

—¿Cómo la has pasado tú? —Harry colocó sus brazos abrazando el cuerpo de Louis.

Sonrió de oreja a oreja al recordar el día tan increíble que Harry le había hecho vivir, que aunque
no hubiese estado con él, lo había dejado todo preparado para que fuera inolvidable. —Eres
maravilloso. —Mencionó sonrojado, encajando su rostro en el espacio entre el cuello y los
hombros de menor.

—¿Te ha gustado Ibiza? —Estaba entusiasmado por lo que le acababa de decir el chico. Por
alguna razón, le gustaba escucharlo decir eso, se sentía bien poder utilizar su dinero en algo que
no fuera drogas o alcohol, sino, haberlo gastado para sacarle una sonrisa a Louis—. ¿Crees que
me merezco un premio por eso? —Susurró acariciando la espalda del chico. Éste sólo dejaba
salir risitas nerviosas pero no decía nada.
Lo miró divertido y dio un pequeño y corto beso en sus labios. —Listo. —Susurró y desvió la
mirada sin dejar de sonreír.

—¿¡Qué!? ¿¡Sólo eso!? —Fingió enojo mientras se quejada.

—Sí. —Volvió a sonreírle e intentó pararse de las piernas del rizado, éste se lo impidió
apretándolo más contra él con sus brazos.

—No, no te vas de aquí hasta que me pagues todo lo que hice para que la pasaras bien el día de
hoy. —Lo tomó del cuello y comenzó a besarlo como si en realidad necesitara de esos delgados
labios, metió sus manos entre el cabello del castaño y disfrutó del sabor de su boca.

Por otro lado, Louis lo abrazó por la cintura y dejó que Harry se hiciera cargo de la situación,
dejándose por completo a merced del éste, recargando todo su cuerpo a él.

Harry quería más, quería acabar con toda esa mierda que Louis le hacía sentir, lo quería apagar
de manera urgente. Había pasado todo el día pensando en que Louis lo esperaba en esa enorme
casa, no había podido concentrarse lo más mínimo en los negocios por los cuales había viajado
hasta ahí, su cabeza le exigía tener a Louis, y su cuerpo se lo pedía con acciones. Profundizó el
beso metiendo su lengua a la boca del mayor, disfrutaba esa saliva como si se tratara de la
misma cocaína que tanto le satisfacía.

—Quiero hacerte mío. —susurró entre el beso, comenzando a sentir una enorme necesidad por
tocar su piel.

—Ya soy tuyo. —Habló de igual manera Louis, después comenzó a bajar por las mejillas del
rizado para dejar chupetones por todo su cuello—. ¿No te das cuenta? —susurró dejando
marcada la piel de Harry por sus labios.

Esas últimas palabras hicieron que el rizado sintiera un calambre recorrer su cuerpo y llegar hasta
su corazón. Sintió como si su mundo se hubiera parado, las palabras resonaban una y otra vez
sobre su cabeza, no podía permitir que algo tan patético como unas simples palabras de amor le
siguieran afectando tanto. —Deberíamos irnos. —Habló levantando al mayor de sus piernas para
después ponerse de pie—. Vamos, Louis, te prometí que te llevaría a un buen lugar y se hace
tarde. —Elevó un poco la voz, estaba algo frustrado por lo que comenzaba a sentir, era algo
nuevo, algo que nunca en la vida pensó si quiera experimentar.

Louis lo miró confundido y se acercó a él colocando sus manos sobre los hombros de éste, no
podía dejar que lo volviera a dejar con las ganas. —Podemos quedarnos, quiero estar contigo.
—Comenzaba a sentir que Harry buscaba pretextos para evitar tener sexo con él, pero por otra
parte todo le indicaba que también se encontraba necesitado de su cuerpo. Había algo en la
actitud del chico que no lograba comprender.

—No. —Lo alejó intentando no ser violento—. Vamos. —Tomó su mano y comenzó a caminar
hacia la puerta de la casa. Miró a sus guardaespaldas y les dio la señal de que era tiempo de irse.

Subieron a la camioneta por las puertas traseras. Esta vez únicamente llevaban con ellos a un
chofer, mientras que otros tres guardaespaldas los seguían en otro auto, Harry previamente les
había pedido privacidad.

Los autos arrancaron con velocidad, llevaban las ventanas arriba y el aire acondicionado
congelando todo. Durante el camino se podía sentir un ambiente pesado, claramente se notaba
que Harry se hacía mierda la cabeza y evitaba intercambiar miradas con Louis, escondió su rostro
mirando hacia la ventanilla, no le prestó nada de atención a mayor, incluso fingió ir ocupado en el
móvil.

Louis prefirió mantenerse en silencio, cada vez que Harry se ponía en esa situación provocaba
que él se sintiera mal. No entendía sus razones para tener esos cambios tan repentinos, y al
mismo tiempo le molestaba demasiado.

El rizado sacó de su bolsillo del pantalón una pequeña bolsita con notoria cocaína adentro, sus
manos temblaban como si se tratara de alguna medicina que le salvaría la vida, metió el dedo
para sacar un poco de ésta y comenzó a inhalarla sin siquiera medir la cantidad que se metía al
cuerpo, una y otra vez.

—Deberías tener cuidado con eso... —Susurró Louis al mirar como el chico apretaba su nariz
mientras su cuerpo aceptaba la droga.
Harry comenzó a reír con sarcasmo. —Tú deberías tener cuidado conmigo, yo estoy bien, ¿tú
podrás estarlo? —Lo miró con una actitud poco normal, pues una vez más, la droga mostraba una
versión distinta del menor.

—No entiendo por qué no debería de estarlo, estoy contigo y eso es suficiente... —Susurró
mientras intentaba tomar su mano, sin embargo Harry lo evitó al instante.

—Tú nunca entiendes nada... —Rodó los ojos y volvió a mirar hacia la ventana, actuaba como si
estuviera molesto con Louis.

—Entonces hazme entender, ¿qué ocurre contigo? ¿Por qué cambias de humor de un momento
a otro? —Lo miró en busca de una respuesta.

—Se llama “droga”, Louis. Conócela. —Le lanzó la bolsa de cocaína a la cara.

Eso había sido extremadamente grosero, sin embargo no dejaría que el viaje se arruinara por una
estúpida pelea. —No me refiero a eso, me refiero a las veces que de pronto quieres estar
conmigo y de repente ya no. ¿Qué es lo que te impide quererme?

Harry lo miró negando con la cabeza para después comenzar a reír. —No sabes nada de mí, sólo
estás conmigo por esto. —Abrió los brazos refiriéndose a la camioneta, marcando los lujos que
poseía. Durante toda su vida esa había sido la única razón por la cual las personas se le
acercaban: su dinero.

—¿¡Qué!? —Se sintió demasiado ofendido—, ¿Cómo mierda dices eso? ¡Yo nunca te pedí este
viaje! Y si vine no fue porque realmente me interesara, ¡sino porque quería pasar tiempo contigo!
—Sintió sus ojos cristalizarse y respiró profundamente, no podía dejarse caer tan simplemente.
Ya no podía con la actitud de Harry, él no merecía esos insultos. Esta vez fue él quien se volteó
hacia la ventanilla.

Y entonces volvió a experimentar algo que nunca había sentido, la culpa. Quería retirar sus
palabras, había sido un error decirle eso, Louis no tenía la culpa de que él no fuera lo
suficientemente inteligente para darse cuenta de que lo que le estaba pasando no era nada malo,
sino, era el comienzo de algo conocido como “amor”. —Discúlpame, Lou —Lo tomó del brazo
intentando que el mayor lo mirara—, no quise decir eso. —Seguía insistiendo. La camioneta se
detuvo frente a una discoteca muy grande, la gente hacia filas enormes para entrar—. Vamos,
Lou, hemos venido a divertirnos, no quiero que estés molesto conmigo... —Esta vez lo tomó de la
barbilla haciéndolo voltear—. Anda, pequeño. —Le dio un beso en los labios, haciendo que miles
de emociones despertaran en el cuerpo de Louis.

—Vamos. —Dijo separándose de Harry y bajó de la camioneta. No estaba dispuesto a permitir


que las estúpidas palabras del rizado le arruinaran la noche entera, al fin y al cabo, él podía
pensar lo que quisiera—. ¿Una discoteca? —Preguntó mirando el lugar con cara de desagrado,
no era el tipo de persona que disfrutaba ir a esos lugares.

—Sí. —Harry sonrió al escuchar su voz—. La mejor de Ibiza, se acaba de inaugurar y está
agarrando demasiada fama por toda la cuidad. Adivina de quién es... —Lo miró emocionado,
estaba demasiado orgulloso de su nuevo árbol de dinero.

Se encogió de hombros. —Tuya, supongo... —Continuaba sin muchos ánimos, no dejaría que
Harry lo tratara mal y después fingiera que nada había pasado—. Pero a mí no me gustan las
discotecas.

Dejó salir un suspiro y lo acercó hacia él. —¿Qué tengo que hacer para que me perdones por lo
que dije? —Acarició su mejilla—, lo mencioné por impulso, no pensé, como siempre. Discúlpame,
Lou, en serio que quiero que hoy sea una buena noche contigo. —Le hablaba lento, él sabía la
manera en la que tenía que tratar a las personas para que cedieran.

Mandó a la mierda su orgullo y lo abrazó por el cuello. —Maldita sea, Harry. Me pones mal.
—Sonrió y le dio un beso rápido—. Está bien, entremos, pero promete que será una noche
inolvidable.

Sonrió, había sido más fácil de lo que había pensado. —Te lo juro, bonito. —Le dio un beso para
después separarse y tomarlo de la mano—. Vamos, ¡entremos! —Caminaron hacia la discoteca y
no fue necesario hacer ninguna fila, los guardaespaldas de Harry se habían encargado de hacer
espacio entre la multitud para que los chicos entraran sin problema, una vez más, Louis se sentía
como rey junto al rizado.
La noche pasó rápidamente, bailaron y bailaron durante gran parte de ésta, pero no se podía
definir como una “gran” noche, pues Louis buscaba en su cabeza cualquier pretexto que pudiera
utilizar para irse de ahí. Harry ni siquiera le estaba dando atención, estaba tan ahogado en el
alcohol y sus drogas que parecía no estar consciente de que había llevado a Louis como pareja,
ni siquiera se había dado cuenta cuando éste había vuelto a la mesa, no soportaba el cansancio,
y tampoco tomaría ninguna droga que le diera energías.

Le dio un sorbo a la soda que había pedido horas antes y miró su reloj, eran las 4am. Comenzó a
observar el lugar, todos ahí estaban ebrios o drogados, o en el caso de Harry, ambos.
Rápidamente localizó a más de 5 personas que traficaban pastillas en el lugar. Ese negocio era
un suicidio a largo plazo.

Ignoró sus pensamientos y volvió hacia la pista de baile para intentar pedirme a Harry que se
fueran, sin embargo no pudo decirle nada al momento de llegar hasta él.

—Tengo algo para ti. —Susurró el rizado tomando a Louis por la cintura y acercando
excesivamente sus caderas, la droga lo estaba poniendo demasiado caliente.

Eso le puso demasiado nervioso, la música estaba muy alta y lo único que él quería era dormir.
Era de madrugada y no estaba acostumbrado a desvelarse tanto. —¿Qué es? —Preguntó
nervioso.

—Mierda, qué bueno estás. —Harry se acercó a su cuello y comenzó a inhalar todo su olor.
Acercó su mano hacia el rostro de Louis ofreciéndole una pastilla color azul fosforescente que
claramente era algún tipo de droga—. Es para que te prendas más. —Intentó meterla a la boca
del menor.
—No —Se alejó evitándolo—, yo no tomo drogas. —Dio un suspiro y pensó que lo mejor era
alejarse del rizado, parecía demasiado subido de copas y no pasaría por un mal momento gracias
a eso—. Le diré a alguno de tus hombres que me lleven de vuelta a la casa, ya me harté de estar
mirando cómo te ahogas en estas mierdas.

—¡Tú no te vas a ningún lado! —Gritó al mismo tiempo que volvía a acercarlo hacia su cuerpo,
esta vez un poco más violento y comenzó a tocar a Louis por encima de la ropa, sin quitarle los
ojos de encima—. ¿Quieres que te dé atención? Pues te voy a dar todo lo que me pidas... —Lo
tomó del brazo y les hizo una seña a sus hombres, después comenzó a caminar hacia la zona
donde se encontraban las oficinas de la discoteca, entró junto a Louis a la primera que encontró y
cerró la puerta con seguro. Acabaría con esas ansias malditas que Louis le estaba provocando.

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Capitulo 23

Capítulo 23

—Maldición, Niall, no creí que hablabas en serio cuando mencionaste que esta película te hacia
llorar... —Habló el castaño saliendo del baño con una gran cantidad de papel higiénico para
ofrecérsela al irlandés. No llevaban ni la mitad de la película cuando éste ya no podía respirar
correctamente por el llanto.
—¡Te lo advertí! —Le arrebató el papel y comenzó a sonarse la nariz—. ¡Es que es muy triste!

—¡Niall, pero no ha ocurrido nada! —Liam lo miraba confundido, realmente no sabía qué hacer
para controlar la situación.

—¡Lo sé, pero como sé lo que ocurrirá me hace ponerme mal! —Hizo su mayor intento por no
reír, ese chico estaba siendo demasiado dramático. Habían tenido que pausar la película mientras
se tranquilizaba—. ¡No te burles, Liam! —Hizo un puchero avergonzado.

Negó con la cabeza y no pudo controlar más su risa. No reía porque estuviera llorando, sino por
lo graciosa que lucía su cara gracias a esto, además, Niall había estado minutos antes sonriendo
de oreja a oreja mientras comía demasiadas palomitas de maíz. Era una situación graciosa. —Lo
siento. —Tomó aire y trató de controlarse—. ¡Es que eres muy gracioso! —Dejó su risa salir una
vez más.

—¿¡Gracioso!? —Actuaba ofendido, sin embargo se le escapaban sonrisas constantemente—.


¡Sólo soy sensible, eso es todo!

—Ya, está bien, no te enojes. —Se acercó hasta él y ayudó limpiando sus lágrimas—. Es sólo
una película, no te preocupes. —Lo abrazó sin ninguna mala intención, con el simple propósito de
hacerlo sentir bien.

—No tienes corazón. —Niall comenzó a sorber moco de su nariz torpemente, llenando parte de la
espalda del castaño.

—¡Hey, eres un asco! —Intentó separarse al darse cuenta, sin embargo el irlandés se lo impidió
abrazándolo con fuerza.

—Eso te pasa por haberte burlado de mis sentimientos. —Comenzó a reír mientras pegaba su
rostro a los hombros de Liam y lo embarraba más.

—¡Sueltameeee! —Gritó comenzando a reír, tenía que aceptar lo divertido que era ese chico.
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Louis intentó no mostrar el miedo que sentía al estar con Harry tan drogado a solas en una oficina
ajena. Intentó alejarse lo más que pudo de él, yendo hacia atrás del escritorio.

—¡Vamos, Louis, sólo una! ¡Te prometo que te hará sentir bien! —Habló el rizado volviendo a
ofrecerle la pastilla, se balanceaba de un lado hacia otro intentando mantenerse de pie.

Dio un suspiro profundo, nunca había sentido tanto enojo hacia Harry como esa noche. —Ya te
dije que no quiero. —Caminó hacia la puerta—. Llévame a la casa, quiero dormir.

Harry lo frenó por la cintura, abrazándolo por la espalda y susurrando en su oído lentamente.
—Está bien, no te la tomes, pero no te vayas...

—¿Para qué quieres que me quede? Igual le haces más caso a tus malditas drogas que a mí.
—Louis rodó los ojos y poco a poco se fue relajando lo suficiente para dejarse voltear por Harry y
quedar mirándolo directo a los ojos, éste comenzó a caminar sin soltarlo hasta que la espalda de
Louis chocó contra la pared.

—¿Seguro que no te la vas a tomar? —Volvió a subir la pastilla hacia el rostro Louis y éste se
quedó en silencio, a esas alturas podía esperar todo de Harry—. Vamos a hacerlo más tentador.
—Abrió su boca y sin dejar de mirarlo colocó la pastilla sobre su lengua, después se acercó a
éste y comenzó a besarlo húmedamente, haciendo que la pastilla quedara en boca del menor.
Se separó y le tapó la boca con la mano—. ¡Trágala! —Ordenó.

Comenzó a tratar de zafarse del agarre de Harry, sin embargo éste lo mantenía acorralado contra
la pared y el asqueroso sabor que soltaba la pastilla al derretirse por la su saliva lo terminó
obligándolo a tragársela.

Después de unos segundos, Harry lo soltó sonriendo de oreja a oreja, había conseguido lo que
quería.

—¡Eres un idiota! —Gritó escupiendo los residuos de sabor que le quedaba en la boca, para
después limpiar su lengua con la manga de su mano—. ¿¡Qué mierda era eso!?

Harry comenzó a reír irónicamente, sin dejar de mirarlo con burla. —Cálmate, bonito, que eso
sólo era éxtasis, no causa adicción, no te harás como yo.

Lo miró con odio y al instante se alejó de su cuerpo para intentar abrir la puerta, Harry se lo
impidió colocando la mano sobre ésta. —Déjame salir. —Exigió sintiendo la boca del mayor besar
su nuca—. ¡MALDITA SEA, HARRY! ¡DEJAME SALIR DE UNA PUTA VEZ, NO ESTOY
JUGANDO! —Se encontraba demasiado enojado para seguir soportándolo.

—No sabes cómo me excitas cuando te enojas. —Susurró al mismo tiempo que rodeaba la
cintura de Louis con sus brazos y comenzaba a besarle el cuello más húmedamente.

Se giró mirándolo enojado y trató de empujarlo hacia atrás. Harry lo acorralaba con el cuerpo, lo
tenía a su merced. —¡Déjame ir, esto ha sido suficiente por hoy! —El menor comenzó a tocarlo
por encima de la ropa, sin quitarle la mirada de encima, Louis era mucho más pequeño
físicamente, y le era muy fácil controlarlo.

—¿Y qué me vas a hacer si no? —Le preguntó y pronto juntó sus labios a la boca de Louis para
comenzar a besarlo con desespero, le gustaba demasiado ese chico, y tener cocaína en el
cuerpo lo hacía sentir muy caliente—. Necesito estar contigo... —Susurró sin separar sus bocas.
Louis comenzó a seguirle el beso, algo dentro de él comenzaba a despertar de manera anormal,
como si una llama se prendiera en su interior sin razón alguna. Sintió adrenalina y mucho deseo
sexual, de pronto todo el cansancio había desaparecido y tenía extrema confianza en sí mismo.
Abrazó a Harry por el cuello. —¿Qué me hiciste? —Habló entre el beso al mismo tiempo que
dejaba salir pequeñas risitas. La droga ya estaba haciendo efecto—. Harry... —Gimió.

Esa última frase volvió loco al menor, quería tenerlo gimiendo su nombre. Lo cargó por la cintura
hasta llegar al escritorio que se encontraba en esa oficina y Louis se apoyó fuertemente por el
cuello de Harry. Tiró todo lo que se encontraba encima de esa pequeña mesa y sentó a menor
sobre éste, abriéndole un poco las piernas para colorase entre ellas mientras Louis lo abrazaba
con las mismas.

De nuevo comenzaron a besarse, liberando toda la frustración que tenían ambos por sentirse.
Harry metió su lengua a la boca del mayor, violando cada espacio de ella, sentía al chico muy
liviano y accesible, no se oponía a nada.

Se separaron unos segundos y se miraron a los ojos, Harry pudo notar todo el deseo con el que
lo miraba, abrió la camisa de Louis de un sólo jalón, sin siquiera importarle tirar todos los botones
de esta. Volvió a juntarse a sus labios mientras le retiraba por completo la camisa para poder
tocar su piel desnuda. —Me encanta tu cuerpo —Susurró mientras tocaba el suave abdomen del
castaño—, de hecho me encanta todo de ti. —Bajó hacia los pezones del chico y comenzó a
chuparlos como si se tratara de caramelos.

Louis comenzaba a dejar salir leves gemidos combinados con risas. —Sólo métemelo ya. —Le
dijo apretando el miembro del rizado con fuerza.

Harry lo hizo soltarlo al instante y comenzó a reír por verlo tan atontado gracias a la droga.
— Tranquilo, Lou, te aseguro que lo haré, pero antes debo de estimularte. —Estaba haciendo su
mayor intento por controlarse, él estaba deseoso por penetrarlo en ese momento, sin embargo
sabía que tenía que pasar por un proceso para evitar lastimarlo. Siguió besando esos labios que
tanto le gustaban, bajó su mano y comenzó a desabrochar los pantalones de Louis, metiéndola
dentro de ellos y acariciando su miembro.

—¡Harry! —Gimió abriendo la boca para tragar aire.


Eso era justo lo que el menor quería escuchar. —¿Te gusta? —preguntó mientras con una mano
masturbaba a Louis y con la otra bajaba los pantalones junto con la ropa interior del mismo.

—S-sí-sí... —Jadeó retorciéndose ante las caricias que las grandes manos del rizado le ofrecían.

—Maldición, ¿por qué te pusiste estos pantalones? —Tuvo que dejar de masturbarlo y utilizar
ambas manos para deshacerse de la ropa del chico.

Louis comenzó a desabrochar la camisa de Harry mientras le besaba el cuello, sin embargo sus
torpes manos no lograban desabrochar un solo botón. Era la primera vez que se metía
estimulantes al cuerpo y no podía controlarlos con facilidad.

Terminó con los pantalones del menor y comenzó a ayudarlo a desabrochar su camisa.
—Tranquilo, guapo, no dejes que la droga te afecte tanto. —Sonreía mientras se retiraba la
camisa, sintiendo demasiada excitación al ver la manera en la que Louis observaba su
abdomen—. ¿Te gusta?

Lo miró con una sonrisa y rápidamente volvió su vista hacia el abdomen del chico. Comenzó a
tocarlo con sus suaves manos, lentamente, como si se tratara de algún tesoro.

Harry echó la cabeza hacia atrás y disfrutó de esas caricias, hasta el sólo tacto de Louis lo hacía
sentirse en el cielo. Pronto una lengua chupar sus pezones, lo hacía muy torpemente y sin mucho
control, sin embargo era suficiente para excitarlo más y más.

Louis se encontraba muy atontado, actuaba como si su cabeza le pesara demasiado, estar
sentado sobre el escritorio le ayudaba demasiado a mantenerse con poco control. Seguía
besando el abdomen de Harry, disfrutando cada centímetro de esa piel. Llegó hasta el borde del
cinturón y comenzó a jugar con él, miraba hacia arriba encontrándose con Harry mordiendo su
labio y repagándole las caderas a su rostro.

—Vamos, Louis, deja de jugar. —Mencionó tomándolo del pelo y acariciando su cabeza—. ¡Hazlo
ya!
—No. —Louis no entendía qué era lo que Harry le pedía, continuaba riendo y al sentirse
confundido decidió volver hacia los labios del mayor.

Mientras se besaban, Harry comenzó a desabrochar sus pantalones y bajarlos lo suficiente para
liberar su erección. —Vamos, pequeño... chúpalo. —Susurró entre el beso mientras tomaba la
mano de Louis para colocarla sobre su miembro. El menor se detuvo y lo miró con los ojos muy
abiertos, claramente asustado—. ¿Qué ocurre? —Harry se sentía un poco inconsciente por la
mezcla de la droga y el alcohol.

Bajó la mirada y negó con un gesto. —No sé hacerlo. —Confesó.

Eso le pareció demasiado tierno al rizado, acercándose más a él y besando sus mejillas. —Está
bien, ya aprenderás. —Llegó hasta sus labios y volvió a besarle, sabía que tenía que ir lento, pero
estaba ansioso por hacerlo suyo en ese instante. Tomó su miembro con una mano y con la otra
el de Louis. Los juntó y comenzó a masturbarlos sintiéndose en el cielo ante esa simple
sensación.

Louis abrazó a Harry por la espalda, encajó sus dedos en ella cuando sintió que el placer lo
mataría. —Ha-Harry, para. —Rogó retorciéndose en sus brazos.

El rizado bajó la mirada hacia el pene de su acompañante, notando como el líquido preseminal
comenzaba a salir y rápidamente lo limpió con su dedo mientras besaba a Louis. Darse cuenta
que el chico se encontraba muy excitado le daba confianza para continuar.

Louis tomó el miembro de Harry y comenzó a jugar con él. No intentaba darle placer, más bien,
jalaba el pellejo para ver hasta dónde podía llegar, tomaba los testículos y los separaba con sus
manos... podía compararse con un niño que jugaba con un juguete nuevo.

Harry lo miraba sonriendo al mismo tiempo que buscaba algún condón en su bolsillo. —Mierda...
—Susurró y se alejó de Louis, comenzó a abrir todos los cajones de esa oficina, buscando
desesperadamente algún condón. No podía creerse tan estúpido para haber olvidado algo tan
necesario.

—¿¡Qué haces!? ¡Vuelve aquí! —Exigió Louis cuando lo vio separase. Él masturbaba su miembro
muy lento, apenas lo movía.

—¡Necesitamos un condón, Lou! No puedo "metértela" sin protección. —Buscaba por cada
espacio de esa oficina, pero no encontraba nada diferente a documentos tras documentos—.
Maldita sea, ¿qué hacemos? —Miró al mayor con preocupación, estaba demasiado excitado para
frenar a esas alturas.

Éste se bajó del escritorio y se acercó a Harry, se abrazó de su cuello y pegó todo su cuerpo al
chico, asegurándose de crear fricción entre sus miembros.

Harry pasó sus manos por la espalda de Louis hasta llegar a su trasero, comenzó a tocarlo
bruscamente, haciendo que sus dedos quedaran marcados sobre la piel de esa zona, no podía
controlarse, esa era la parte más caliente del cuerpo de Louis. Lo abrazó con más fuerza y poco a
poco fue tratando de introducir sus dedos por la entrada del chico, acariciándolo con deseo.

—A la mierda el sexo seguro. —Susurró el mayor en su oído para después dar un lengüetazo
sobre éste.

Había sabido controlarse hasta el momento, pero esas últimas palabras lo habían mandado a la
mierda todo. Lo giró violentamente haciendo que la espalda de Louis quedara pegada contra su
pecho, caminó sin separarse hasta que chocó contra el escritorio y apoyó la mejilla de Louis
sobre la madera fría, dándole una vista espectacular de su espalda y trasero. Lo tocaba como si
se tratara de un jugoso trozo de carne, y constantemente daba nalgadas moderando su fuerza.

Louis gimió cerrando los ojos. Estaba algo asustado, pero no quería parar.

Harry lamió su dedo anular y lo posó sobre la entraba de Louis, después se acercó al oído de
chico. —Esto te dolerá un poco al principio, pero te prometo que después te encantará. —Él sólo
asintió para que Harry siguiera, mordiendo su labio y preparándose para lo que venía. Sintió un
dolor arder dentro de él, como si alguien le estuviera tratando de romper las caderas
separándolas, gimió de dolor, haciendo que Harry parara—. ¿Te duele? —Al instante sacó su
dedo de Louis, no lo lastimaría.

—No, sigue. —Le estaba doliendo demasiado, pero intentaba hacerse el fuerte.
Volvió a hacerlo, pero esta vez con más cuidado, metiendo y sacando su dedo lentamente, al
mismo tiempo que masturbaba el miembro de Louis con la otro mano. —¿Qué tal ahora?
—Preguntó cuando lo sintió relajarse.

—Sí, ahora está bien. —Mencionó entre jadeos y esta vez fue él mismo quien comenzó a mover
su cuerpo de atrás hacia adelante, buscando que el placer aumentara.

Harry sacó el dedo y lo sustituyó con su erección —Aquí vamos, Lou. —Entró a él demasiado
lento y con mucho cuidado. Louis abrió la boca y tragó aire, apretó los ojos fuertemente y esperó
a que el dolor bajara—. ¿Estás bien? —Preguntó cuando ya se encontraba completamente
adentro.

Louis tardó en contestar, no quería arruinar las cosas, sin embargo el dolor le parecía
insoportable. —No, me duele mucho, Harry. —Su voz se hizo hilo gracias al dolor. Ni la droga, ni
la excitación, lograban hacer que ese dolor disminuyera.

Harry salió rápidamente de él. —Está bien, Louis, no haremos nada si tú no puedes. —Por
primera vez en la vida sintió esa tediosa necesidad de decirle a alguien que lo esperaría. Negó
con la cabeza, preguntándose a sí mismo qué mierda era lo que le estaba pasando.

Louis se levantó y se dio la vuelta para mirarlo. No permitiría que Harry continuara negándose a
tener relaciones con él. —No, sólo hazlo, Harry, quiero que me duela, sólo quiero sentirte.
—Hablaba mientras volvía a sentarse sobre el escritorio, enredando las piernas sobre el cuerpo
del rizado, haciendo que quedarán completamente juntos, el erecto pene de Harry rozaba su
entrada.

—No quiero que te lastimes, Louis. —Harry cerró los ojos y mordió sus labios, evitando la
tremenda necesidad de violarlo ahí mismo.

—Te ruego que lo hagas... —Susurró abrazándolo con fuerza y abriendo más las piernas.

Las palabras de Louis eran órdenes para él, volvió a colocar su miembro listo para entrar, esta
vez en una posición diferente. —Dime si quieres que pare. —Lo miró a los ojos y volvió a
introducirse en él de manera lenta, poniendo el máximo cuidado.

—Sólo sigue... —Louis encajó su rostro en el cuello del menor. Intentó concentrarse sólo en el
placer y no en el dolor que esto le provocaba.

Pronto el rizado comenzó a moverse de adelante hacia atrás, ayudándose por la cadera de Louis.
Éste ya comenzaba a gemir por el placer. —¿te gusta, bonito? —volvió a preguntar mientras daba
chupetones a su cuello.

—Mmhmmm... —Gimió levantando la cabeza y encontrándose con esos hermosos ojos verdes
que brillaban de placer. Comenzaron a besarse los labios desesperadamente.

Chapoteos y gemidos resonaban en toda la habitación, no paraban ni por un segundo de


moverse, sentir el cuerpo del otro los estaba llevando a la gloria.

Harry embestía a Louis rápidamente, y como siempre le pasaba cuando estaba con Louis, sintió
como poco a poco un cotilleo le hacía saber que estaba a punto de venirse. Hizo su mayor
esfuerzo por aguantar lo más posible.

Siguió moviéndose con fuerza mientras sentía al mayor gemir en su boca.

—Harry, me voy a venir... —Habló muy fuerte Louis mientras tocaba su miembro y lo masturbaba.

—Termina para mí. —Retiró la mano de Louis y fue él quien lo masturbó—. Vamos, pequeño,
córrete en mi mano.

No paso más de un minuto cuando un líquido caliente se liberó dentro de Louis, haciendo que
éste se extrañara demasiado por esa sensación, Harry no había podido controlar más su cuerpo,
y ni siquiera le había dado tiempo de salir del mayor.

Louis se dio cuenta de lo que había pasado y terminó viniéndose sobre la mano de Harry,
sintiendo miles de sensaciones recorrer su cuerpo.

Se quedaron unos minutos más en esa posición, hasta que el rizado se incorporó y salió
lentamente de Louis, manchando todo el escritorio de su semilla. Respiraban pesadamente
intentando recuperarse por el orgasmo.

—Dios... —Susurró sorprendido por lo que acababa de pasar—. El gerente del lugar se extrañará
mucho cuando entre y descubra lo que pasó aquí. —Miró a Louis con una sonrisa.

—Oh... Podemos huir antes de que se dé cuenta que fuimos nosotros. —Contestó con una
sonrisa traviesa—. Él tiene la culpa por no cerrar con llave.

Harry se acercó a sus labios y lo besó por unos segundos. —Has estado maravilloso —Susurró
separándose y quedando a muy corta distancia.

—Pero si yo no he hecho nada. —Contestó enredado sus dedos a los rizos de Harry.

—Tienes razón, he estado maravilloso. —Fue engreído como siempre, pero esta vez lo hizo de
otra forma, sintiendo la enorme necesidad de agradecerle a Louis por lo que había pasado—.
Pero en serio, gracias, Louis. —Volvió a darle una sonrisa.

—¿Por qué?

—No lo sé, por estar conmigo. —Se quedaron unos segundos en silencio, Louis quería
contestarle cualquier otra cosa que expresara que él se sentía igual—. Creo que deberíamos
salir de aquí, el olor a sexo comienza a abrumarme. —Harry dio un corto beso en los labios del
mayor para después separarse de él y ayudarle a bajar.

Comenzaron a vestirse, ambos actuaban como si les diera pena estar desnudos frente al otro,
cuando minutos antes se besaban todo el cuerpo.

—Oh no... —Comentó Louis mirando a Harry con los ojos muy abiertos.
—¿Qué pasa? —Preguntó éste mientras se colocaba la camisa.

—Olvidé que yo tenía esto... —Sacó un condón de su bolsillo.

Harry comenzó a reír y se acercó a él, quitándole el condón y sonriendo en su boca. —Ahora
tendremos que usarlo, no podemos dejarlo inútil. —Una sonrisa se formó en los labios de Louis,
luego se abrazó al cuerpo de Harry.

—Entonces salgamos de aquí ya, vamos a la casa y dejo que lo uses...

Harry lo miró divertido y terminó de acomodarle la camisa. Salieron de la oficina dejándola


extremadamente sucia, igual no importaba, Harry era el dueño de ese lugar, podía hacer lo que
quisiese.

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Capitulo 24

Capítulo 24

Siempre me ha fascinado la capacidad que tienen las personas de ejercer poder absoluto sobre
otras. Logran que esas personas dejen todo por ellos, su trabajo, su familia, sus amigos, todo.

Harry Styles era un gran ejemplo de ello. Y yo de esas personas que dejaban todo. Tal vez
nunca tuve nada, pero si lo hubiera tenido, lo dejaría por estar con él.

Despertamos al día siguiente en una habitación que no era la misma en la que había dormido la
noche del viernes, eso quería decir que era la de Harry. Miles de recuerdos de la noche anterior
vinieron a mi mente cuando noté que nos encontrábamos completamente desnudos, sonreí como
estúpido. Nunca en mi vida había sentido esa sensación que Harry me hacía sentir.

Él dormía profundamente, acerqué mi mano a su cabello y comencé a jugar con esos rizos, que
después de todo lo que había ocurrido la noche anterior, habían quedado completamente
deshechos.

Pensé un rato, no lograba entender qué era lo que me gustaba más de él, por un lado odiaba su
personalidad, pero después deduje que era la mejor cualidad de ese hombre. Estaba consciente
de lo que yo era para él, sólo un ligue de temporada, pero no importó, estaba dispuesto a hacer
que funcione, porque creí estar enamorado y cuando crees estar enamorado estás dispuesto a
aguantar y hacer todo lo posible hasta que se convierta en amor.

Noté cómo comenzaba a moverse, estirándose, poco a poco abrió sus ojos y se sorprendió
cuando me encontró acostado a un lado de él.
—Hola. —Mencionó Louis con una sonrisa nerviosa.

Harry se quedó unos segundos mirándolo con expresión confundida, después miró su cuerpo y se
dio cuenta de que ninguno de los dos tenía ropa. Louis se sintió incómodo y se alejó levemente.

—¿Cómo estás? —Preguntó el rizado siendo serio.

—Pues respiro y veo, así que supongo que bien. —Intentó dar una broma, que claramente no le
pareció graciosa al menor, éste continuó mirándolo de manera extraña, se veía molesto, pero no
exactamente con Louis—. ¿Harry, ocurre algo? —Tenía la horrible costumbre de hacer preguntas
que lo hacían arrepentirse al instante.

—Soy un imbécil. —Comentó escondiendo su rostro en una almohada.

Louis sintió un nudo en el estómago y al mismo tiempo nostalgia, estaba seguro que Harry se
refería a lo que habían hecho la noche anterior. —No lo eres... —mencionó e intentó acariciar su
hombro, él lo esquivó en cuanto sintió su tacto—. A mí me pareces perfecto. —El nudo se hizo
más grande, no mentía, para él, Harry Styles era el estereotipo de perfección.

Harry lo miró y, dudoso, acarició sus mejillas con las yemas de sus dedos. —Lo siento mucho,
Louis, no pude controlarme. —Le dijo mirándolo a los ojos.

Lo confirmó, sí hablaba de la noche anterior. —Fue increíble, me has regalado la mejor noche de
mi vida. —Le mantuvo la mirada firme, algo en ese chico le decía que se sentía realmente mal, tal
vez confundido. Pero es que Harry era tan extraño, muy impredecible.

—Sí, ha estado bueno, pero aun así fue un error.


—¿Un error? —Preguntó con ironía levantando las cejas, comenzaba a sentirse ofendido—. ¿¡Me
das por el culo y luego dices que fue un error!? —No quería parecer un imbécil, sin embargo
escucharlo decir eso le molestaba demasiado. Para Louis había sido algo maravilloso y no
permitiría que nadie, ni siquiera Harry Styles, se atreviera a decir que eso había sido un error.

—No me refiero a eso—. Habló al instante intentando arreglar lo que acababa de decir—. Sino a
que no utilizamos condón, no quiero que te pase nada.

Una enorme sonrisa se formó en el rostro del mayor, al mismo tiempo que bajaba la mirada
sintiéndose avergonzado por su reacción prematura.

Realmente Harry se sentía muy mal, como si cualquier cosa que hiciera no pudiera arreglar el
gran peligro en el que había expuesto a Louis con eso. El no haber usado condón había hecho
que lo lastimara más de lo normal, sin mencionar las miles de infecciones a las que estaban
expuestos gracias a eso. Sentía como si fuera su propia culpa, como siempre, él era el
responsable de todas las cosas malas que pudieran ocurrir.

—No importa, Harry, yo te pedí que lo hicieras. —Mantenía la mirada baja.

—Porque estabas drogado. —Poco a poco iba encontrándo más motivos para culparse. ¿Cómo
se había atrevido a darle droga a Louis? ¿Por qué joderle la vida de la misma manera en la que él
estaba jodido?

Louis comenzó a reír en voz baja y a negar con la cabeza. —Ya me había olvidado de eso, eres
un imbécil.

Harry se contagió de su sonrisa y se sintió un poco más seguro, se acercó hacia él. —Nunca
permitas que nadie te haga nada de lo que yo te hice ayer —Levantó su cabeza para que lo
mirara—, sólo yo. —Sonrió y Louis le dio un leve golpecito en el pecho—. Promételo. —Le pidió
con seriedad, el simple hecho de imaginar que alguien le pudiera hacer daño a Louis, le carcomía
por dentro.

—Te lo prometo, Harry. —Sonrió avergonzado e intentando no reír, su piel se encontraba


enrojecida.

—¿Qué me prometes? Tienes que dejarlo muy claro. —Lo tomó de la cintura para acercarlo más
hacia él. Le gustaba cuando Louis actuaba de esa manera, ingenua e inocente, lo volvía loco y
sus ganas por besarlo aumentaban. No tenía idea de qué era lo que tenía ese chico que tanto le
gustaba.

—No tener sexo sin condón.

—¿Qué más?

—No permitir que nadie me dé droga a la fuerza.

—¿Qué más?

—No tener sexo en una oficina ajena. —Hacían su mayor esfuerzo por no reír.

—¿Qué más? —Louis lo miró confundido, se le habían acabado las ideas—. No besar a nadie.
—Le dijo el rizado al mismo tiempo que se acercaba hacia sus labios y susurraba a milímetros de
éstos— Sólo a Harry. —Comenzó a besarlo, escuchando sus risitas mientras lo hacía, sintiendo
una sonrisa marcada entre el beso. Pasó sus manos alrededor del cuello de menor y él lo tomó
tan fuerte de la cintura que hacía que sus dedos quedarán marcados en su piel.

Estuvieron besándose por algunos segundos hasta que Louis decidió montarse sobre el cuerpo
de Harry abrazarlo con las piernas, de igual manera comenzó a frotarse contra él para crear
fricción, incitándolo a hacer algo más caliente. Estaba haciéndose cargo de la situación,
moviéndose contra el rizado con fuerza y constantemente mordiendo sus labios, jalaba su cabello
y enredaba los dedos en sus rizos.

Harry intentó no reír, le parecía adorable la manera en la que Louis intentaba ser sexy y
calentarlo. Le gustaba verlo actuando así, siendo tímido y callado la mayoría del tiempo, mientras
que en la cama era controlador y confiado. —¿No deberías estar adolorido después de lo de
ayer? —Mencionó entre el beso, sintiendo la lengua del chico adentrarse a su boca.
—Tal vez... —Susurró de igual manera y se movió con más fuerza.

Harry lo separó mirándolo divertido. —¿En serio quieres más después de lo de anoche?
—Mantenía una sonrisa mientras esperaba la respuesta.

Louis desvió la mirada sintiéndose avergonzado por su actitud. —Disculpa.

Lo quitó de encima y se levantó de la cama tomándolo de la mano. —Vamos. —Lo levantó junto a
él prácticamente cargándolo, le resultaba muy fácil, era muy pequeño y delgado—. Tenemos que
tomar un baño.

Louis sonrió de oreja a oreja y ocultó su rostro en el pecho de Harry mientras se dirigían hacia el
baño, ambos necesitaban una ducha.

No puedo decir qué era, ni cómo se le llamaba, o el porqué, sólo puedo decir lo que se siente, lo
que me hacía sentir estar con él.

--------------------------
El timbre de su departamento lo hizo despertar, encontrándose con una extraña imagen, Liam se
encontraba dormido junto a él, los dos tenían toda la ropa, hasta los zapatos.

Se extrañó demasiado pero al instante recordó lo que había pasado la noche anterior, se había
hecho tan tarde que habían terminado tumbándose sobre la cama y quedando dormidos después
de conversar sobre estúpidos temas.

Se levantó de la cama con todo cuidado y sonrió de oreja a oreja, sin poder creer en la situación
que se encontraba, realmente la había pasado demasiado bien con ese chico. El timbre se volvió
a escuchar y rápidamente salió hacia la sala cerrando la puerta de la habitación para evitar
despertar a Liam con el ruido.

Antes de abrir la puerta de su departamento, se acomodó el cabello y la ropa para evitar parecer
en una situación incómoda. —¿Zayn? ¿Qué mierda hace aquí? —Mencionó al abrir y encontrarse
con su amigo, rascó su nuca y después frotó sus ojos para despertar mejor.

—Bueno, digamos que son 2 de la tarde, ¿no me digas que te desperté? —Zayn lo miró algo
confundido, después esquivó al irlandés y entró al departamento— ¿Qué mierda ocurrió aquí?
—Casi gritó refiriéndose al gran desorden que estaba hecho el lugar. Palomitas por todos lados,
el Xbox conectado, todos los juegos para éste regados, miles de papeles sucios por todo el piso,
una caja de pizza casi vacía en la mesa.

—¡Cállate, no hables tan fuerte! —Mencionó Niall y al instante miró hacia la puerta de su
habitación, quería evitar que Zayn despertara al chico que yacía durmiendo en su cama.

—¿¡Qué!? —Sonrió el moreno con picardía—. ¿A quién tienes aquí, eh? —Mantenía una sonrisa
traviesa mientras comenzaba a caminar hacia la habitación del irlandés.

—No, a nadie. —Se colocó frente a la puerta para evitar que entrara.

—Según yo sé, tu novia está con las otras chicas en Francia... —Lo miraba demasiado divertido,
mientras que Niall se ponía completamente colorado—. ¿A quién te follaste anoche, Niall?
—Volvió intentar abrir la puerta.
—¡Liam está aquí! —Fue lo único que pudo decir para evitar que Zayn entrara a la habitación, la
expresión del chico cambió al instante.

—¿¡Te tiraste a Payne!? —Preguntó con los ojos muy abiertos, alejándose levemente del
irlandés.

Un grito pronunciando su apellido terminó por despertarlo, dándose cuenta que no se encontraba
en su cama y mucho menos en su departamento. Entró en pánico pero se tranquilizó cuando notó
que llevaba toda la ropa encima, se sentó sobre la cama y se dedicó a escuchar la conversación
proveniente por fuera de la habitación de donde se encontraba.

—¡Cállate, idiota! —Niall tapó la boca de Zayn con su mano—. No, no tuve sexo con Liam, por
Dios, mente enferma...

Liam se sintió nervioso, era la voz de Niall la que estaba escuchando, que probablemente
hablaba con Malik.
—¿¡Entonces qué mierda hace aquí dormido!? —Comenzó a reír y fue hacia el sofá para tomar
asiento, continuaba confundido por la presencia de Liam Payne en el dormitorio de su amigo.

—Anoche se hizo muy tarde y terminamos dormidos, eso es todo.

Liam recordó lo que había pasado la noche anterior, dándose cuenta que lo que decía el irlandés
era verdad.

—¿Seguro? —Preguntó el moreno elevando las cejas.

—Seguro. —Afirmó Niall, se sentía demasiado frustrado—. ¿Qué quieres? ¿A qué has venido?
—Quería ocultar su enojo, sin embargo no se esforzó lo suficiente.

—¡Niall, no te enojes! ¡Es normal que haya dudado! Tú lo harías si llegas a mi departamento y
encuentras, no sé, ¡a Styles dormido en mi cama!

Niall lo miró y al cabo de unos segundos suspiró... —Ese no es el problema, Zayn, el problema no
es contigo... —Zayn era su mejor amigo, cualquier cosa que le pasara tenía la confianza de
decírselo.

—¿Entonces qué ocurre? —Le indicó que se sentará en el mismo sillón que él, Niall rodó los ojos
y se acercó hacia éste, sentándose y recargando su rostro en el sofá.

—Ese chico me llama la atención... —Habló muy bajo y con tono de culpa.
Se sorprendió demasiado con la confesión del rubio, sin embargo intentó guardar absoluta calma.
—Está bien, Niall. —No sabía qué otra cosa decir en esas situaciones.

—¡No, obviamente no está bien! ¿¡Sabes lo frustrante que es que me atraiga de esa manera un
hombre!? —Lo miró desesperado, después tapó su boca con la palma de su mano, recordando
que Liam se encontraba en la habitación junto a ellos. Se puso de pie y caminó hacia la
habitación rápidamente.

Liam escuchó los pasos y se echó a la cama, fingiendo que aún dormía. En su interior estaba
demasiado extrañado por lo que acababa de escuchar.

Niall abrió la puerta y se acercó a él cuidadosamente. —Liam, oye, despierta... —Habló


moviéndolo lentamente y con mucho cuidado.

Liam abrió lentamente los ojos, fingiendo apenas despertar, después intentó mirarlo a los ojos
pero no lo logró, le incomodaba después de lo escuchado. —Oh, Niall, debe ser muy tarde, tengo
que irme. —Se puso de pie y tomó su chaqueta rápidamente—. Gracias, ha sido muy divertido,
adiós. —sonrió mirando al suelo y salió corriendo, tropezando con todas la cosas regadas en la
alfombra. De salida se topó con Zayn, lo miró pero no supo qué decir, salió corriendo del
departamento.

—Eso ha sido demasiado extraño.... —Susurró Niall saliendo de la habitación, miraba a Zayn
confundido.

—Sí... Seguramente llevaba prisa... —Ambos chicos se mantenían mirando la puerta del
departamento, confundidos por lo que acababa de pasar.

—En fin... —Niall se acercó a Zayn, tenía un terrible dolor de cabeza y hacía su mayor intento por
controlarlo—, no has venido aquí a hablar de mi homosexualidad por Payne, dime ¿cómo te fue
con tu familia? —Volvió a tomar asiento junto al moreno.

La mirada de Zayn se iluminó y sonrió de oreja a oreja. —¡No sabes, Niall! ¡Recibí una gran
noticia! —Era extraño mirar a ese chico con una actitud tan positiva, su sonrisa demostraba lo
feliz que se encontraba—. ¡Hablé con mi padre y me dijo que encontraron unas pistas sobre los
hombres que secuestraron a Fer!

Niall lo miró sorprendido, Zayn llevaba más de un año dedicando la mayor parte del tiempo libre
buscando todo tipo de información sobre los supuestos secuestradores de su ex novia. —¿Cómo
cuales pistas? ¿¡Ya saben quién lo hizo!?

—Aún no lo saben, ¡pero tienen en la mira a una persona que puede que trabaje para ellos! —El
moreno se veía realmente feliz, no porque eso le diera una oportunidad de recuperar a la chica,
sino porque sabía que al fin se sentiría tranquilo consigo mismo al saber que haría justicia.

—Wow, Zayn, ¡me alegro mucho por ti! ¡En serio que sí, hombre! —Le dio una palmada en el
hombro y sonrió con sinceridad.

—No tienes idea de lo mucho que esto me emociona, por fin podré hacer justicia con este maldito
tema. —Niall estaba consciente de lo mucho que el moreno había anhelado ese momento.

—Lo sé y me alegro de que esto esté pasando, en serio, Zayn. Sólo queda esperar a ver qué
pasa.

—Sigue la mejor parte. —Su rostro se iluminó—. Hacer que esas personas paguen, te juro que
me encargaré de regresarles toda la mierda que ellos me hicieron pasar.

Niall asintió, sabía que Zayn tenía razón en estar molesto, las personas que habían secuestrado
a Fer le habían arruinado la vida de cierta manera e hiciera lo que hiciera, él lo apoyaría.

Se haría justicia.
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Capítulo inédito.

Capítulo inédito.

Por Harry.

Entré al cuarto de baño y solté a Louis, me adentré hacia la regadera para prender el agua
caliente y esperar a que estuviera en su punto perfecto. Volví a mirar a Louis, él parecía algo
nervioso. —¿Qué sucede? —Pregunté y se encogió de hombros—, ¿te da miedo el agua?
—Sonreí tratando de gastar una broma, Louis bajó su mirada sonrojado.
—N-no... —Balbuceó y lo único que apareció en mi mente fue lo hermoso que se veía con sus
mejillas sonrojadas, ese chico lograba volverme loco en todos los sentidos.

Volví hacia el agua y metí mi mano a la regadera para asegurarme que ésta ya estuviese caliente.
—Quítate la ropa, el agua ya está caliente. —Le dije, ambos sólo llevábamos la ropa interior, que
era lo único que no nos había dado pereza colocarlos después de la noche que habíamos vivido.
Louis levantó el rostro, mirándome con los ojos muy abiertos, como si lo que estuviera diciendo
fuera algo prohibido—. Por favor, Louis, ni que no hubiera visto ya ese gran trasero que te cargas.
—Volvió a sonrojarse, esta vez de manera excesiva y sonrió nervioso, en mi mente sólo pasaba
la idea de tomarlo contra la pared y hacerlo mío hasta que me rogara que parara. Sonreí y negué
con la cabeza, tenía que mantener mis ideas enfermas muy escondidas. Me quité la ropa
interior—. ¿Listo, Louis?

—Ya voy. —Miró su ropa interior y se la sacó lentamente, me miraba constantemente, sintiendo
vergüenza, su piel enrojecida estaba provocando que miles de pensamientos aparecieran en mi
cabeza, manifestándose directamente en mi pene.

Abrí la puerta de la ducha y me adentré a ella. —Ven aquí, bonito. —Dejé que el agua cayera
sobre mis rizos y todo mi cuerpo, después extendí mi mano hacia él y la tomó dando un suspiro,
parecía inseguro.

Nos metimos a la regadera y lo coloqué abajo del agua, haciendo que su piel se erizara al
sentirla. Sonreí un poco y pasé mis manos alrededor de su cintura. Me estaba volviendo loco ver
el agua resbalar por su cabello, sus hombros, su abdomen y sobre su parte baja. Estaba
disfrutando de manera excesiva esa escena y sentí que no podía resistir más tiempo sin tocarlo.
Junté sus labios con los míos y comencé a acariciar su abdomen, lo besaba con desespero, como
si existiera alguna prisa.

—Haa-arry... —Gimió entre el beso y nos tuvimos que separar por falta de oxígeno. Lo miré con
deseo y lamí mis labios, pegué mis caderas con las de él y sonreí a sentir que él estaba
deseando lo mismo que yo, su miembro se encontraba erecto.

—¿Qué quieres que te haga esta vez? —Pregunté sin pudor alguno y él bajó su mirada
intentando no hacer tan notoria su urgencia por sentirme adentro.
—No-oo lo sé. —Me encantaba escucharlo balbucear. Le di un beso sobre los labios y lo giré
recargando mis caderas sobre su trasero, mordiendo suavemente su oreja. Tomé el shampoo y
coloqué una generosa cantidad en mis manos para luego las frotarlas sobre la cabeza de Louis,
masajeando su cabello y limpiándolo a la vez—. Harry... —Volvió a gemir y sonreí al escuchar su
voz tan desesperada, se retorcía ante mi tacto y empujaba su cuerpo contra mis caderas,
haciendo que mi pene entrara levemente por la piel de sus glúteos.

—Dime, bonito. —Comencé a besar su cuello y bajé mis manos hacia su abdomen, lo junté más
hacia mi cuerpo y comencé a frotar mis caderas contra sus glúteos, sabía lo que quería.

Louis se giró hacia mí. —Por favor... —Rogó y al instante comencé a besarlo con ansias, podía
sentir el sabor del shampoo combinado con su saliva. Él enredó sus dedos en mis rizos y me
siguió el beso de la mejor manera que pudo. Llevé mis manos a su trasero y lo levanté con
facilidad, recargándolo en la pared de la bañera para darme soporte, enredó sus piernas en mi
cadera y mi pene quedó rozando su entrada.

Empecé a besarlo con más fuerza metiendo mi lengua en su boca. Bajé una de mis manos para
que mis dedos juguetearan en su entrada, dándole leves caricias a esa parte débil. —¿Te gusta?
—Podía sentirlo temblar ante eso.

—Harry, por favor... —Se escuchaba demasiado necesitado y yo sonreí de oreja a oreja. Adentré
mi dedo anular en su entrada, sintiendo como se abría paso en él mientras lo penetraba con mis
manos. Louis se tensó y me abrazó con más fuerza, era difícil moverme rápidamente por la
posición en la que nos encontrábamos.

Después de un par de minutos inserté otro dedo, los metía y sacaba, los abría dentro de él
haciendo diferentes movimientos con ellos. No dejaba de mirarlo, me gusta ver las expresiones
de placer que hacía al sentirme. —¿Quieres más?

—Sí, más. —Jadeó moviéndose arriba de mí e inserté el tercer y último dedo en él—. Más, Harry.
—Susurró, mantenía sus ojos cerrados y su labio inferior estaba completamente blanco, pues lo
mordía con sus dientes para evitar sacar demasiado gemidos.

Mi erección no podía esperar más, la sentía palpitar con fuerza, rogando por sentir a Louis.
—¿Listo para lo mejor? —Pregunté en cuando abrió los ojos y me estiré como pude para tomar
un condón que yacía junto a la puerta de la regadera.

Louis me lo arrebató y rápidamente lo abrió con la boca, para después colocármelo y ser él
mismo quien colocaba mi pene en su entrada, yo estaba encantando al verlo actuar de esa
manera.

Me miró esperando que fuera yo quien continuara. Fui entrando a él con lentitud, no quería
lastimarlo como la noche anterior. —Maldición... —Gimió por placer e inserté más mi erección.
Cuando ya estaba completamente adentro de él esperé para que se ajustara a su cuerpo.
Cuando sentí que estaba listo, salí de él hasta que mi pene quedó metiendo sólo la punta, para
luego entrar con fuerza de nuevo—. ¡DIOS, HARRY! —Encajó su rostro en mi cuello.

Repetí esa acción una y otra vez, sentía mis testículos golpear su piel, sin embargo esta vez no
sólo quería darme placer a mí mismo, sino que también quería hacerlo sentir a él. Lo sostuve más
contra la pared mientras lo embestía con fuerza y comencé a masturbarlo con velocidad, quería
verlo terminar, quería sentir lo mucho que le excitaba mi cuerpo. —Vamos, Louis, quiero verte
terminar. Dime que te gusto... —Le decía con un tono de voz sucio al mismo tiempo que pegaba
mi boca a sus mejillas y le daba leves lengüetazos. El agua continuaba cayendo por nuestros
cuerpos.

Movía más rápido mi mano y la apretaba suavemente para darle más placer, minutos después el
líquido preseminal comenzó a salir de su miembro.

Louis mordió mi hombro fuertemente mientras se venía en mi mano salpicando en mi abdomen


todo su semen y no fue necesaria otra cosa que ver su rostro durante el orgasmo y escuchar sus
deliciosos gemidos para terminar viniéndome adentro de él, esta vez sin sentir culpa alguna, pues
estábamos utilizando protección.

Cuando nuestras respiraciones se relajaron lo suficiente, salí de Louis soltando sus piernas para
que se parara por sí mismo, él comenzó a reír y recargó su cuerpo contra el mío, continuaba
intentando recuperar el aliento.

Volví a tomar el shampoo lavando esta vez mi cabello, tomé la esponja y le coloqué jabón para
después tallar mi cuerpo sin dejar de mirar a Louis, terminé y fui hacia su cuerpo para, de igual
manera, enjabonarlo. Louis levantaba las manos y me dejaba trabajar con facilidad, él mantenía
una hermosa sonrisa.

Nos enjuagamos y posteriormente cerré la llave del agua. Tomé dos toallas y enredé mi cintura
con una, miré a Louis y le sequé el cabello para después abrazarlo por la cintura con la otra,
cubriendo todo su cuerpo con el mío.

Él reía ante mis caricias y acariciaba mis mejillas pasando sus manos por detrás mí.

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Hoy, mientras editaba este capítulo, me di cuenta que realmente había algo mal con mi mente
cuando escribí esta fic hace dos años, pero creo que ahora estoy peor.

-Vale x

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Capitulo 25

*Capitulo extremadamente corto porque la primera parte de éste contenía una innecesaria
discusión entre Fer & Zayn*

Capítulo 24

El fin de semana había pasado demasiado rápido para los chicos. Era domingo por la mañana y
éstos tenían que volver a Cowell antes del anochecer. Harry había prometido a Louis que lo
llevaría a desayunar a su restaurante favorito en todo Ibiza, y como era de esperarse, el chico se
encontraba emocionado de poder pasar tiempo con el rizado.

—Harry, ¿puedes darte prisa? —Habló el mayor con un tono de voz elevado, tocando la puerta
del baño en donde habían pasado gran parte de la mañana explorando sus cuerpos. El sexo con
Harry era demasiado tentador y tenerlo cerca sin besarlo o tocarlo era un desperdicio de tiempo.

Harry se encontraba en el baño arreglando su cabello, era un chico demasiado egocéntrico y le


gustaba lucir bien. — ¡Espera un poco Lou! Tú tienes la culpa, has dejado mis hermosos rizos
completamente deshechos. —Gritó el menor desde adentro del baño.

Louis sonrió y mordió su labio al recordar esos momentos, fue hacia la cama y se acostó sobre
ésta, comenzó a rodar en ella para entretenerse mientras se iban, estaba seguro de que Harry
tardaría mucho tiempo en estar listo.

Su teléfono celular comenzó a sonar y al instante pensó que se trataría de su madre para
preguntar acerca de la hora de su regreso a Cowell. Contestó sin mirar el identificador. —¿Hola?
—¡Louuuuisssss! —Escuchó un grito que aturdió su oído y automáticamente reconoció la voz. Se
sentó sobre la cama algo preocupado, la chica sonaba en problemas.

—¿Fer?¿¡Qué mierda ocurre!?

—¡Necesito que vengas a mi dormitorio en este instante! ¿Dónde estás? —Sonaba desesperada.

—No estoy en Cowell, ¿qué ocurre?

—¡¿Qué!? Mierda, Louis, realmente necesito verte. ¿Dónde estás? ¿Vas a tardar mucho?

Harry salió del baño inundando toda la habitación del olor del perfume que acababa de rociarse.
Miró a Louis con una sonrisa y éste le devolvió el gesto. —En Ibiza, con Harry. —Lo miró
mordiendo su labio mientras el rizado sacaba una camisa limpia de su maleta y se la colocaba
encima sin dejar de mirar a Louis.

—Maldita sea. ¿¡Qué haces con ese idiota en España!? —Louis no respondió, dejó salir una risita
bajando la mirada—. Ah, da igual. —Se escuchó un suspiro por parte de la chica.

—Pero qué pasó, ¿por qué estás tan alterada?

—Es Zayn...

Suspiró rodando los ojos, Harry no le quitaba la mirada de encima ni por un segundo, le gustaba
observar a Louis, sin embargo esta vez actuaba de esa manera porque no le gustaba que
estuviera hablando con alguien por teléfono, se encontraba con él y por lo tanto toda su atención
debía ir únicamente hacia él. —¿Qué ocurre con Zayn? —Lo escuchó decir y sintió curiosidad por
lo que se decía en esa llamada.

—Me ha mandado un mensaje diciendo que ha encontrado a los culpables de mi secuestro.


Louis abrió los ojos y dejó de prestarle atención al cuerpo de Harry para concentrarse
completamente en su conversación telefónica. —¿¡Qué dices?! —Preguntó sorprendido y la
curiosidad del rizado aumentó, cualquier cosa que escuchara sobre Zayn Malik podría servirle en
sus negocios—. ¿Cómo lo ha hecho?

—No tengo idea, el mensaje sólo decía algo así. Me preocupa, Louis, y me preocupa demasiado.

—¿Y eso por qué? ¿No deberías sentirte feliz de que por fin podrán atrapar a los culpables de tu
secuestro? —Harry lo miró con los ojos muy abiertos y Louis no se dio cuenta gracias a que en
ese momento tenía la mirada desviada—. Es decir, eso es bueno para toda la sociedad.

—¡Cállate, idiota! Styles puede estar escuchando, recuerda que no quiero que nadie lo sepa.
—Miró a Harry y al instante fingió una sonrisa, notó que éste lucía preocupado—. Si me
preocupa es porque sé que la manera de arreglar las cosas para Zayn no será por la forma legal,
al final del día era una estúpida guerra de mafias y ese tipo de conflictos se arreglan de la misma
manera, o peor.

—No entiendo nada, creo que necesitas tranquilizarte. —Bajó el volumen de su voz para evitar
que el rizado continuara escuchando.

Harry sintió impotencia, no se podía quedar de brazos cruzados. Cualquier cosa de la que pudiera
estar hablando Louis le perjudicaba a él y a toda su familia. Tenía que hacer algunas llamadas
que le aseguraran que la información que tenía Malik era falsa.

—¡Es que no sé, tienes que venir ya!

—No tardaré mucho, llegaré por la tarde a Cowell y al instante voy para tu departamento, ¿de
acuerdo?

—Por favor, intenta apresurar las cosas.

—Sí, no te preocupes, todo va a estar bien. Nos vemos en la tarde y me cuentas mejor las cosas.
—De acuerdo, Lou, te esperaré. Adiós.

Cortaron la llamada y Louis miró su celular por algunos segundos, estaba preocupado por su
amiga.

—¿Qué pasó? —Preguntó el rizado con una notoria preocupación en la mirada.

Louis sonrió sintiéndose extrañado, sin embargo dedujo que era una reacción natural después de
haberlo escuchado hablar de esa manera. —No, no es nada, no te preocupes. —Se levantó de la
cama y caminó hacia él—. Vamos, Styles, “Tu restaurante favorito de Ibiza” nos espera.
—Mencionó con una sonrisa al mismo tiempo que lo tomaba de la mano intentando llevarlo hacia
la puerta de la habitación.

Harry se quedó en silencio, tenía la mirada ausente. No aceptó caminar junto a Louis—. No,
espera. —Mencionó sacando su móvil de un bolsillo de su pantalón, no podía perder el tiempo, la
situación podría ser más grave de lo que se escuchaba—. Creo que tendremos que volver ya
mismo a Cowell, acabo de recordar que tengo algo qué hacer antes de mañana —Le dijo mirando
hacia la pantalla de su teléfono y escribiendo un mensaje—, avisaré al piloto que tenga el avión
listo, prepara tu equipaje porque salimos en 30 minutos.

—¿Qué? —Lo miró confundido.

Harry terminó de mandar el mensaje y al instante marcó un número. —Vamos, Louis ¡apúrate!
—Gritó mientras esperaba a que le contestaran la llamada. Parecía como si estuviera
desesperado—. ¿Hola, Robert? Habla Styles. —Comenzó a caminar de un lado a otro por toda la
habitación—. Necesito que me consigas en este momento una información sobre... —Miró a Louis
y calló al instante, éste continuaba mirándolo confundido. Tapó la bocina del teléfono con la
palma de su mano—. Lou, por favor, es urgente, te prometo que te traeré de regreso pronto, pero
ahora ve a tu habitación y prepara tu equipaje.

—De acuerdo. —Se encogió de hombros y no tuvo más remedio que aceptar, tenía que
acostumbrarse a Harry Styles y su extraña forma de vida. Se dio la vuelta saliendo se la
habitación.
Volvió a la llamada. —Tenemos un problema. —Mencionó yendo tras Louis y cerrando la puerta
en cuanto éste salió de la habitación, al parecer quería evitar que lo escuchara.

Suspiró, todo se había ido a la mierda y él no podía hacer nada contra eso, Harry era una
persona ocupada y él tenía que respetar sus tiempos. De igual manera no era tan malo volver a
Cowell antes de tiempo, su amiga lo necesitaba y al menos podría verla antes de la tarde.

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Capitulo 26

Capítulo 26

Llegaron a Londres después de pocas horas de que Louis había recibido la llamada de su amiga
y los guardaespaldas se encargaron de llevarlos hasta la academia. Harry había ido en silencio
durante todo el camino y Louis prefería no mencionar nada, no quería que las cosas terminaran
como la vez que iban de camino hacia la discoteca en Ibiza.

—Vamos, Louis. —Mencionó el rizado bajando del auto cuando se estacionaron justo en la
entrada a Cowell. Se colocó junto a la puerta del mayor y esperó a que bajara—. Te acompañaré
a tu dormitorio.

Louis tomó la pequeña maleta que contenía sus cosas y bajó del automóvil. Comenzaron a
caminar hacia adentro, notaba la extraña actitud del rizado, sin embargo no se atrevía a
preguntarle el porqué. —¿Tus guardaespaldas se quedarán? —Habló al observar que los
hombres bajaban el equipaje del rizado.

—No, sólo llevarán las cosas a mi dormitorio y después regresarán a su otro trabajo, ellos sólo
trabajan de guardaespaldas cuando lo necesito. —Le quito su equipaje de las manos y fue él
quien se hizo cargo de llevarlo, sabía que no había necesidad de actuar de esa manera con
Louis, pero disfrutaba demasiado poder servirle, poder hacer algo que al chico le agradara.

—Oh, de acuerdo. —Le dio una sonrisa. Los hombres de Harry se desviaron en dirección al
dormitorio de éste—. ¿No deberías ir con ellos?

—Vamos a tu dormitorio, quiero hablar con tu madre, ¿está bien?

—Está bien. —Sintió confusión—. ¿Pero para qué la necesitas?

—Para hacerle saber que te he follado sin condón, te he drogado, y por si fuera poco, he hecho
todo eso en una oficina ajena. —Le dijo con sarcasmo mientras Louis abría los ojos más de lo
normal y miraba a su alrededor para asegurarse de que ningún otro alumno que caminara por ahí
los hubiese escuchado.

—¡Harry, hablo en serio! —Le dio un leve golpecito en los hombros.

—Y yo también, Louis. —Fingía seriedad sin dejar de caminar directamente hacia el


departamento del mayor—. Alguien tiene que sancionarte por eso.

Louis se detuvo cruzándose de brazos. —¡No le dirás eso a mi madre!

Quiso reír, le parecía extraño que él le estuviera creyendo algo que obvio no era cierto. Lo tomó
del brazo obligándolo a seguir caminando. —¡Tengo que! Si no te ponen un alto ahora no sé a
dónde serás capaz de llegar conmigo.

—Tienes que estar bromeando. —Caminaba arrastrado por el rizado, lucía molesto—. Mi mamá
no se puede enterar de nada de lo que pasó entre nosotros.

—Tienes que aprender a no pedirle a un drogadicto borracho que te la meta sin condón. —
Llegaron hasta su dormitorio y el rizado metió su mano al pantalón de Louis en busca de la llave.

—¡Harry! —Lo alejó con un empujón.

—¿Qué? ¡Necesito esa llave! —Quería dejar salir una carcajada, mirar a Louis molesto le daba
mucha ternura. La razón por la cual estaba ahí era porque quería agradecer formalmente a la
madre de Louis por haberlo dejado viajar con “su familia”, estaba interesado de que la familia del
chico lo tuviera en un buen concepto.

—¡Pues pídemela, no sólo me metas mano como si nada! —Sacó la llave y rápidamente abrió la
puerta de su dormitorio.

—¿Me vas a decir que no te gusta que te meta mano? —Sonrió con picardía y trató de volver a
tocarlo.

Louis lo volvió a alejar. —Gracias por el viaje, ya te puedes ir. —Le arrebató el equipaje al menor
al mismo tiempo que entraba al dormitorio y trataba de cerrar la puerta.

—¡Hey, hey, hey! —Detuvo la puerta rápidamente colocando su mano sobre ésta—. Te he dicho
que tengo que hablar con tu madre... —Entró al lugar tomándolo por la cintura, asegurándose de
meter su mano bajo de ropa del chico, cerró la puerta con una patada y lo recargó contra la
pared—. ¿Pensabas dejarme afuera? —Susurró en sus labios—, ¿no te ibas a despedir de mí?

—No hablarás con mi madre. —Intentó soltarse del agarre del rizado y con eso únicamente
provocó que éste lo tomara con más fuerza. Harry lo miró durante algunos segundos a los ojos y
sintió la enorme necesidad de unir sus labios en un beso lento, suave, sin ser agresivo ni comerle
la boca, lo único que buscaba era el sabor de su saliva—. Mis padres pueden vernos. —Susurró
el mayor entre el beso al mismo tiempo que lo profundizaba más metiendo su lengua y
abrazándolo por el cuello.

—¿Y qué? No tienes una idea de lo mucho que eso me excita... —Sonrió y bajó sus manos hacia
el trasero de Louis.

—¡Harry! —Lo echó hacia atrás—. Dios, eres demasiado molesto... —Rodó los ojos y el rizado lo
miró con una sonrisa al mismo tiempo que mordía su labio inferior. Comenzó a caminar por el
dormitorio, yendo hacia la habitación de sus padres y asomándose dentro de ella—. No están, no
puedes hablar con mi madre, vuelve después. —Mantenía una postura molesta.

—Qué triste. —Hizo un puchero falso para después acercarse hacia él, lo volvió a tomar de la
cintura sin dejar de mirarlo a los ojos con una sonrisa. Louis intentaba no devolverla, pero
claramente se podía notar que aguantaba sus ganas por reír—. No te enojes... —Le dijo
recargando su rostro sobre el cuello del mayor.

Se formó una sonrisa en sus labios y depósito un besito sobre la mejilla de Harry. —Tengo que ir
con Fer. —Mencionó devolviéndole el abrazo.

Harry se tensó al instante y lo miró. —¿Puedo ir contigo? —Se escuchaba incomodo, pero no
tenía otra alternativa, sus hombres no le habían llamado para informarle si habían averiguado
algo o no y comenzaba a desesperarse por la información.

—¿Qué? Pues si quieres... —Contestó confundido.

—Bien. —Sonrió y volvió a juntarse a su cuello, Louis colocó sus manos sobre los hombros del
rizado, su cabeza apenas llegaba a su cuello, pues Harry era aproximadamente 15 centímetros
más alto que él.

—Gracias.

—¿Por qué?

—Ese viaje, todo ha sido maravilloso.

—Te prometí que no volverías virgen a Cowell, tenía que cumplirlo. Harry Styles siempre cumple
lo que promete, excepto por lo de llevarte mi restaurante favorito de Ibiza... —Intentó decir otra
cosa, sin embargo Louis lo interrumpió al instante.

—Hablando de eso, ¿no se supone que tenías cosas que hacer aquí en UK?

Harry se encogió de hombros. —Eh, sí. —contestó después de unos segundos—. Pero puedo
pasar un poco de mi tarde contigo sin ningún problema. —Louis miró hacia arriba encontrándose
con el rostro del menor, éste bajó un poco la cabeza encontrándome con sus labios y volvió a
besarle, esta vez más relajado por saber que sus padres no se encontraban en el dormitorio. Se
separó con una sonrisa al poco tiempo—. Lou, hay algo que tengo que pedirte. —Se notó
nervioso, le preocupaba la reacción que Louis pudiera tener con lo que estaba por decirle.

—¿Sí? —Se separó del abrazo mirándolo con interés.

—¿Podríamos... —Miró hacia el suelo, sus manos sudaban e intentaba ocultar lo nervioso que se
encontraba—, mantener...esto...en...secreto? —Rápidamente lo miró para notar su reacción.

Louis mantenía una enorme sonrisa. —¿”Esto”? —Elevó las cejas.

—Sí, esto, tú y yo.


—“Tú y yo”... claro, Harry.

—Gracias. —Se sintió aliviado con lo bien que Louis había tomado las cosas. A él en realidad le
importaba una mierda lo que la gente pudiera decir acerca de que saliera con un hombre, ese no
era el problema. Sin embargo estaba convencido de que en el momento en el que la gente
comenzara a vincular a Louis con él, automáticamente lo metería en muchos problemas y sería
difícil explicarle el porqué. En el negocio de su familia se acostumbraba a trabajar individualmente
para evitar que otros pagaran por los errores de uno mismo, y el hecho de tener a un Malik cerca,
observándolo y sabiendo las personas con las que se relacionaba, era demasiado peligroso,
sobre todo si esa familia estaba por averiguar que la familia de Harry había sido quien secuestró a
la chica años antes.

Quería mantener a Louis completamente a salvo.

—¿Vamos a casa de tu amiga ya? —Le preguntó después de algunos segundos, algo dentro de
él no le dejaba de recordar lo peligroso que podría ser que relacionaran a Louis con él, pero
tampoco estaba dispuesto a alejarse.

—Sí, vámonos. —Le dio una sonrisa y entrelazó sus dedos para comenzar a caminar hacia la
puerta.

—Lou... —Frenó—. No podemos —Miró hacia sus manos.

—Oh, sí, discúlpame. —Lo soltó y antes de abrir la puerta se acercó para darle un último beso—.
Listo, ahora sí, vamos. —Sonrió y salió del lugar, el rizado tan sólo se dedicó a seguirlo.

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En la sala se podía apreciar perfectamente la incomodidad que pasaban los 3 jóvenes. Fer
estaba totalmente confundida por la presencia de Harry en su dormitorio y no se sentía con la
confianza de hablar acerca de lo que pasaba con Zayn si éste estaba ahí escuchando todo.

—¿Así que... Ibiza, eh? —Preguntó la chica intentando abrir un tema de conversación. Harry no
había hecho otra cosa diferente a observar los muebles

—Sí. —Asintió el rizado con la cabeza sin tratar de ser muy amable.

—¿Y cómo les ha ido?

—De maravilla... —Contestó Louis mirando a Fer, ella le dio una mirada indicándole que se
deshiciera del chico.

—Qué bien... —Fingió interés, tampoco hacía mucho esfuerzo por parecer amable frente al rizado

—Oye, Harry, creo que si tienes cosas que hacer puedes.... —Intentó decir antes de ser
interrumpido por el rizado.

—¿De qué está hecha esta mesa? —Comenzó a tocar detenidamente la mesa de centro sobre la
sala del departamento de la chica.

—No lo sé.... —Mencionó confundida y miró a Louis buscando ayuda cuando Harry comenzó a
olfatear la mesa.

—Oh. Qué lástima. —Sonrió y volvió a sentarse sobre su lugar en el sofá. La incomodidad y el
estrés de Fer subían cada vez más, quería asesinar a Harry por estar ahí, pero más a Louis por
haberlo llevado. Estaba a punto de correrlos a ambos cuando el chico rizado recibió una llamada
que provocó que tuviera que salir del departamento para tomarla—. Disculpen. —Salió del
departamento y contestó la llamada al instante—. ¿Me tienes noticias? —Fue lo primero que
preguntó al contestar.

—Sí, joven, necesito verlo. —Respondió una voz gruesa por el otro lado de la línea—. Voy de
camino a su colegio, ¿lo puedo ver dónde siempre?

—De acuerdo, voy para allá en unos minutos. —Colgó el teléfono y volvió a entrar al dormitorio—.
Tengo que irme, ha sido muy divertido hablar con ustedes —Fue sarcástico, miraba a Louis con
una sonrisa traviesa—, pero tengo cosas que hacer. Nos vemos después. —El mayor asintió
devolviéndole la sonrisa y Harry salió del lugar como si llevara demasiada prisa.

—¿¡Por qué mierda venía Styles contigo!? —Preguntó la chica en cuanto el rizado cerró la puerta.

Se encogió de hombros. —No lo sé, me dijo que quería venir, no podía decirle que no. —Sonreía
como idiota.

—Dios, ¿cuándo se casan? —Rodó los ojos y subió sus pies al sofá.

—No, en realidad no estamos saliendo. —Recordó que Harry le había pedido discreción.

—Sí, Louis, sí. ¿Entonces para que fueron a Ibiza? ¿A los museos? Por Dios, son las personas
más incultas que conozco, así que no me vengas con eso.

—Te lo juro, fuimos a una exposición sobre la fotosíntesis. —Sintió ganas de dejar salir una
carcajada tras recordar la estupidez que Harry le había dicho a su madre para que lo dejara
acompañarlo.

—¿Qué mierda? —Comenzó a reír—, eso es raro, Lou. —Sonrió y cambio de tema, dándole un
gran alivio al castaño—. Pero en fin, a lo importante, ¿qué crees que deba hacer con Zayn?
Pasaron las siguientes horas hablado sobre lo ocurrido entre Zayn y Fer y al final decidieron que
lo mejor era mantenerse alejados de eso, lo que menos querían era meterse en problemas con
una familia mafiosa, igual si Zayn lo hacía, era su problema, no el de Fer.

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Capitulo 27

Capítulo 27
De nuevo el lunes llegaba, como todas las semanas los alumnos debían asistir a clases y dar lo
mejor de ellos para obtener buenas notas. Harry Styles no era la excepción, había estado
faltando demasiado y tenía que aprovechar el poco tiempo que tuviera disponible para asistir al
mayor número de clases que le fuera posible.

Llegó al aula un poco más temprano de lo inusual y como era de esperarse fue el primero en
llegar. Pensó que tal vez Louis llegaría temprano y podrían pasar algún tiempo juntos antes de
que los demás compañeros llegarán al salón y tuvieran que fingir que no pasaba nada entre ellos.

"Ellos" resonó esa palabra en su cabeza, Harry había dejado de ser “yo” para convertirse en
“nosotros”. Ahora no sólo tenía que temer por su seguridad, sino que también que asegurarse que
Louis no se enterara de nada de en lo que él andaba metido. Sabía perfectamente que lo juzgaría
y lo dejaría, como era de esperarse de cualquier persona con un poco de sentido común.

En esos momentos no quería perderlo y no le importaba tener que mantener muy oculto su
secreto. No le preocupaba lo que pudiera pasar en un futuro con Louis, pues estaba seguro de
que llegaría un punto en donde se aburriría de él y dejaría de ser necesario tener esa
preocupación de que se enterara de algo. Al mismo tiempo sentía una ligera sensación de miedo,
él tenía la ligera sospecha de que no se aburriría tan pronto de ese hombre, todo en él le parecía
fascinante, sobre todo demasiado tierno, Louis no era como esas putas con las que había salido
antes, ni mucho menos como esos jóvenes a los que se los había follado con sólo una noche de
conocerlos. Louis era diferente, era delicado, era real.

Estaba sentado sobre su pupitre y comenzaba a sentirse demasiado desesperado de que Louis
no apareciera. Sacó su móvil y le dejó algunos cuantos mensajes con la esperanza de que éste
los leyera y se diera prisa, realmente estaba muriendo de ganas por darle un beso para comenzar
bien el día.

Ya no se encontraba preocupado por Malik, de hecho ya había arreglado todo. Sus hombres le
habían informado que Zayn tenía en la mira a uno de los hombres que trabajaban para él y no le
había sido mucho problema arreglar el asunto. Para hacer enojar más a la familia Malik había
decidido mandar a matar al hombre y enviar su cuerpo hacia la residencia en donde vivían los
Malik con una nota que decía "lástima, estuviste muy cerca de saber quién soy".

No sentía culpa por lo que estaba haciendo, incluso reía al recordar la situación. Durante toda su
vida había sido educado con esa manera de arreglar los problemas, si alguien le estorbaba no se
pensaba dos veces las cosas antes de pagar a alguien por deshacerse del “problema”. Le habían
querido presentar a un sicario que operaba con flores envenenadas, sin embargo no le había
parecido tentadora la oferta, pues no tenía la necesidad de que ese hombre muriera de manera
discreta, quería que el “regalo” de la familia Malik llegara totalmente deshecho.

La familia de Harry era muy peligrosa, sus negocios sucios los habían posicionado en uno de los
mejores puestos como una de las organizaciones más poderosas en Inglaterra y gran parte de
Europa. Harry se sentía orgulloso de su padre. Sin embargo el único inconveniente que tenía era
que gracias a eso no podía tener amigos y su familia no podía estar junta en público, había
pasado la mayor parte de su vida con sus sirvientes y guardaespaldas, tal vez esa era la razón
por la cual era tan frío, tal vez esa era la razón por la cual actuaba tan posesivo con Louis,
simplemente no quería perder a la única persona que comenzaba a importarle realmente.

La puerta se abrió y un grupo de mujeres entró al salón susurrando entre ellas sobre la presencia
de Harry. Él era callado y misterioso, normalmente provocaba demasiado interés de las personas
hacia él, pero en realidad ninguna de esas chicas le interesaba, por ahora no quería conocer a
nadie porque ya tenía a Louis y eso lo mantenía satisfecho. Las chicas constantemente lo
miraban y reían sonrojadas, Harry se limitó a rodar los ojos y desviar la mirada, si Louis llegaba o
no ya lo le serviría de nada, pues de igual manera no podrían hacer nada frente a esas chicas.

Después de unos minutos más entró al aula el moreno acompañado su grupo de amigos,
incluyendo a Niall y sus respectivas novias.

Harry se mantuvo observándolo con una enorme sonrisa al notar la expresión que el chico
llevaba, claramente ya estaba enterado sobre el cuerpo del hombre en su casa. Una vez más,
Harry había ganado sin siquiera tener que involucrar su nombre en el asunto.

Los chicos se sentaron en sus respectivos asientos, esa mañana hasta Niall Horan parecía no
estar pasándola bien, pues su mirada parecía apagada a pesar de que su novia se encontraba
junto a él hablándole sobre algo que ni siquiera tenía idea sobre lo que trataba, pues mantenía su
cabeza perdida en otro asunto. Se encontraba algo nervioso, temía que después del fin de
semana vivido Liam lo mirara con su novia, que aunque lo había mirado cientos de veces con
ella, ahora comenzaba a tener otro significado. No había pasado nada entre ellos y aun así el
irlandés sentía la horrible necesidad de acortejarlo y demostrarle que estaba interesado en él, sin
embargo tener a su novia cerca besándolo cada 5 segundos no le ayudaba en nada.

La clase estaba por comenzar y aún faltaban alumnos por llegar a la ésta. Fer había llegado
minutos antes y no había hecho otra cosa que ir hacia su escritorio con una actitud antipática y
recostarse recargando el rostro sobre su pupitre, no quería ver a nadie ni hablar con nadie.

Harry comenzaba a preocuparse por Louis, pues apenas quedaban algunos minutos para
comenzar. Volvió a tomar su móvil y cuando estuvo a punto de marcarle la puerta del aula se
abrió y Louis entró acompañado de Liam Payne, éstos no se hablaban o se miraban, tan sólo
entraron al salón y cada uno tomó camino diferente.

El rizado sintió un fuego quemar su estómago al verlos llegar juntos, era como si una enorme
necesidad de gritar se apoderara de él, nunca había sentido algo tan grande provocado por algo
tan estúpido.

Louis se acercó hacia él con una sonrisa. Llegó hasta Harry y se sentó a su lado sintiendo la
necesidad de besarlo y al instante recordando que tenía que ser discreto con él. —Hola.
—Mencionó muy emocionado por verlo, con una sonrisa tímida.

Harry lo ignoró por completo, miraba la pantalla de su móvil y fingía no haber escuchado al chico.
Quería gritarle por haber llegado con Liam, sin embargo estaba consciente de que tenía que
controlarse por discreción, sobre todo porque Malik se encontraba en el salón de clases.

El mayor notó que algo le ocurría a Harry, pasó su mano por debajo del escritorio y buscó la
mano del rizado, la encontró y entrelazó sus dedos mirándolo con una sonrisa.

Harry se separó de él y subió su mano fuera del escritorio rápidamente. —No. —Le dijo y desvió
la mirada para no tener que verlo.

—Harry, ¿qué pa... —Intentó decir antes de ser interrumpido.


—¿¡Qué mierda estabas haciendo con Payne!? —Habló entre dientes haciendo su mayor
esfuerzo por no gritar, su enojo era demasiado evidente.

Negó con la cabeza rápidamente. —No estaba con Liam, tan sólo me topé con él en la entrada y
ya, fue obra del destino. —No mentía.

Harry se volteó a mirarlo y comenzó a reír con ironía. —¿¡Me crees estúpido o qué! —A pesar
de no estar gritando su voz lograba intimidar demasiado al mayor. Los chicos se sentaban en la
parte de atrás del salón y nadie se había percatado de la discusión que tenían.

Louis se encogió de hombros, por algunos segundos pensó que se trataba de alguna broma de
Harry, era imposible que estuviera tan enojado por semejante estupidez. —No te creo un
estúpido, pero estás actuando como uno. No estaba con Liam, entiéndelo.

—Oh, vete a la mierda. —Susurró desviando su mirada. Hacía su mayor intento por controlar
esos celos enfermizos que sentía, sin embargo no lo estaba logrando—. Si quieres estar con él
sólo dilo, mierda. No vas a tenerme a mí como un plato extra, si estás conmigo tendrás que
aprender a respetarme.

—Harry, no... —Le dijo y trató de acariciar su mejilla, el menor lo evitó con rapidez.

—Te dije que no me tocaras en público. —Le dio una miraba llena de odio y se sentó de una
manera en la que le daba la espalda.

Dio un enorme respiro, no podía permitir que estuviera enojado con él por esa estupidez. —No te
enojes, te juro que no estaba con Liam. —Le dijo como último intento, no sabía que sus palabras
sólo hacían enojar más al rizado.

La profesora entró al salón de clases obligando a que esa estúpida discusión tuviera que
detenerse, pidió silencio y todos los alumnos lo hicieron. A los pocos minutos comenzó a explicar
un tema.

De nuevo Louis no pudo concentrarse durante toda la clase por culpa del rizado, le frustraba
demasiado que estuviera molesto con él.

Por otro lado, Harry tampoco pudo concentrarse. Pasó toda la clase observando la manera en la
que Payne constantemente volteaba a mirar a Louis. Tenía que hacer un gran esfuerzo por no ir
hacia él y molerlo a golpes por estar mirando a alguien de su pertenencia, porque Louis ya le
pertenecía y no dejaría que ningún idiota como Liam lo alejara de su lado.

Cuando por fin la clase terminó, Harry salió lo más rápido que pudo del aula, no quería que
ocurriera otra cosa que terminara provocándolo mandar a la mierda el poco autocontrol que aún
le quedaba.

Louis se puso de pie y lo siguió rápidamente por el pasillo sin siquiera tomar sus cosas, quería
arreglar el asunto de rizado. —¡Harry, espera! —Gritó tras el chico mientras éste fingía no
escucharlo y aceleraba el paso—. ¡Harry! —Volvió a elevar la voz haciendo esta vez que sí se
detuviera—. ¿Sigues molesto por lo de esta mañana? —Preguntó parando a una corta distancia
del rizado y bajando su mirada—. No me gusta que estés enojado conmigo.

—¿Por qué estabas con Liam? —Le preguntó, continuaba sintiendo demasiada rabia y
necesitaba tomar algo que lo relajara.

Lo miró desesperado. —Maldita sea, que no estaba con Liam, entiéndeme. ¿Qué es lo que te
pasa?

—Dime si yo no te soy suficiente y es por eso que buscas a alguien más.

Louis miró a su alrededor para asegurarse de que nadie los estuviera viendo. —No necesito a
nadie más, tú me eres más que suficiente. —Susurró acercándose hacia él—. No hagas esto,
Harry, a mí sólo me gustas tú.

No pudo controlarse más y de alguna manera necesitaba descargar toda la ansiedad que sentía.
Tomó a Louis violentamente por la cintura y se adentró al primer salón que le pasó por la vista. Lo
recargó contra la puerta al mismo tiempo que la cerraba. Comenzó a besarlo desesperadamente,
dejado muy en claro las ganas que tenía de sentir que Louis era sólo suyo. No se tomó el tiempo
de dejar que el beso se calentará, rápidamente metió su lengua a la boca del más bajo, apenas
dejándolo respirar. Louis enredó sus manos en las caderas de Harry y comenzó a atraerlo
provocando que se frotara contra él. Si esa era una buena manera de dejar de pelear haría lo
que estuviera en sus manos.

Harry comenzó a bajar por las mejillas de Louis con su boca al mismo tiempo que desabrochaba
su propio pantalón desesperado. El placer sexual podría sustituir la necesidad de droga tan
grande que sentía en esos momentos.

El más bajo dejaba salir leves gemidos al sentir la caliente boca de Harry sobre su suave piel.
Éste frotó su cadera fuertemente contra el cuerpo de Louis cuando su erección ya se encontraba
afuera, prácticamente rogándole al mayor por sentir sus pequeñas y suaves manos sobre su
miembro.

Louis se dio cuenta que si quería contentarlo tendría que esforzarse mucho por darle el mayor
placer posible. Se separó de Harry y lo giró haciendo que ahora éste fuera quien quedara
recargado sobre la puerta. Lo miró con la respiración agitada y sin quitarle la mirada de encima
comenzó a bajar hacia su pene. Se hincó frente a Harry y tomó su miembro, éste elevó un poco
las caderas y recargó su cabeza en la puerta, disfrutando las sensaciones que el mayor le daba
tan sólo con su mano.

Sintió la húmeda boca de Louis rodear su miembro, haciendo que se sorprendiera demasiado,
miró hacia abajo y notó cómo Louis le estaba haciendo un perfecto y magnífico sexo oral,
chupaba su miembro de la punta hasta los testículos mientras que con una mano lo masturbaba
suavemente, succionaba en el momento perfecto logrando que el pene del chico llegara hasta el
fondo de su garganta, tenía la respiración muy controlada para evitar sentir arcadas. Sacó el
miembro de Harry de su boca y comenzó a frotarlo sobre su cara tratando de alcanzarlo con la
lengua. Lo estaba haciendo demasiado bien, lo que en realidad era muy malo en otro sentido.

Harry lo empujó lejos de él y se dio la vuelta acomodándose la ropa y cerrando sus pantalones.

Louis lo miró desde el piso muy confundido y antes de que pudiera decir algo el rizado se acercó
violentamente a él y lo tomó de la barbilla apretándola con sus dedos. —En este momento me
vas a decir quién mierda te ha enseñado a hacer eso. —Mencionó y con su agarre provocaba que
sus dedos quedaran marcados sobre la piel de Louis.
—¿Qué? ¡Suéltame, me estás lastimando! —Intentó soltarse, cada vez se sentía más confundido
por la actitud del rizado ese día.

—¡Contesta mi maldita pregunta! —Gritó mientras lo apretaba más fuerte, tenía la necesidad de
lastimarlo físicamente como un impulso incontrolable.

—¡Nadie, maldita sea, nadie! —Gritó de igual manera.

—Fue Payne ¿¡verdad!? ¿Es por eso que llegaste tarde, porque se la estabas chupando a ese
hijo de puta? —Realmente lo estaba lastimando demasiado con su agarre.

—¡NO! ¡Suéltame, Harry! —Lo aventó lo suficientemente fuerte para lograr que lo soltara—.
Tienes que superarlo, ¿de acuerdo? ¡NO-ESTABA-CON-LIAM!

—¿Sabes qué? ¡Haz lo que quieras, folla con quien quieras, chúpasela a quien tú quieras, bonito,
pero a mí no te me vas a volver a acercar! —Le gritó mirándolo con furia—. ¡En serio, Louis, no
vuelvas a buscarme! —Se dio media vuelta y salió de aquel salón azotando la puerta.

Louis se quedó más confundido que antes e intentó asimilar lo que había pasado. Él decía la
verdad, no había estado con Liam, sólo se lo había encontrado en la puerta del salón, Harry no
tenía motivos para reaccionar de esa manera y ahora tenía lograr que lo entendiera, no quería
estar peleando con él por esas tonterías.

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Capitulo 28

Capítulo 28

Terminó el receso y el mayor regresó para tomar la segunda clase, sólo quería que Harry llegara
para hablar con él y arreglar el estúpido problema que habían tenido, no podía estar enojado por
esa mierda.

Louis estaba seguro de que era obvio que no había hecho nada con Liam, incluso habían dejado
de hablarse completamente, ya ni siquiera hacían el intento por saludarse cuando tenían la mala
suerte de encontrarse. Era simple, Louis y Liam habían dejado de dirigirse la palabra y Harry no
tenía motivos para sentir celos por ese chico.

Entró al salón y miró a su alrededor buscando al rizado, éste no estaba y el timbre no tardaría
mucho en sonar. Fue hacia su escritorio y tomó asiento quedándose en completo silencio, no
había cruzado palabras con Fer en todo el día y tampoco quería hacerlo, su mente se encontraba
completamente concentrada en el asunto de Harry.

El profesor de la siguiente clase entró al aula y cerró la puerta tras él, Styles no había llegado.

Louis dio un suspiro frustrado, no le quedaba otra opción que esperar hasta que esa clase
terminara para ir a buscar a Harry. Se acomodó en su asiento y trató de al menos ocultar su falta
de interés en la clase.

Definitivamente ese chico lo estaba volviendo loco, su actitud era demasiado extraña. Al principio
había pensado que él sólo se ponía de esa manera cuando estaba bajo el efecto de las drogas,
sin embargo esa mañana había actuado agresivo estando completamente sobrio y eso
comenzaba a preocuparle demasiado, tal vez eso significaba que Harry era agresivo por
naturaleza y no por aquellas sustancias.

Volvió a dejar salir un suspiro y colocó sus manos apretando su sien. Miraba la boca del profesor
moverse pero no escuchaba nada de lo que decía. Pensó en lo mucho que realmente quería
conservar a Harry, no estaba dispuesto a dejar que lo poco que había logrado construir entre ellos
terminara por una estúpida escena de celos. No estaba seguro de que habían terminado
simplemente porque no sabía si antes habían comenzado.

Sintió una mirada encima de él y rápidamente buscó a esa persona. Liam se encontraba
embobado en él y al momento en el que Louis lo miró, éste desvió la mirada de nuevo hacia el
profesor. Louis rodó los ojos sintiéndose molesto, tal vez Harry sí tenía motivos para sentir celos
de Liam por la forma en la que lo miraba.

Intentó actuar como si nada estuviera pasando, sentía la mirada de Liam encima y la ignoraba por
completo, no le daría motivos para que continuara mirándolo. Pronto se percató de que Payne no
era la única persona que lo observaba, miró hacia Niall y se dio cuenta de que este chico lo
miraba con desagrado, como si estuviera molesto con él.

Dio un profundo respiro y se dedicó a mirar solamente hacia el profesor. No entendía por qué ese
chico irlandés lo miraba de esa manera cuando nunca habían cruzado palabras entre ellos.

Durante las dos horas de clases se repitió esa acción miles de veces, Liam lo miraba y
posteriormente lo hacía el irlandés. Ahora estaba seguro de que esas miradas eran una de las
principales razones por las cuales Harry desconfiaba de Liam.

Miró al castaño molesto, indicándole que dejara de mirarlo. Culpar a Liam de sus problemas con
Harry era más fácil que afrontarlos. No quería que lo viera, no quería ni siquiera que le hablara
nunca más. Si eso le traía problemas con Harry no lo quería en su vida.

Notó cómo la expresión del irlandés se volvía más tensa al momento en el que ordenó a Liam que
dejara de mirarlo. Louis comenzó a sentirse molesto, ¿a este chico qué mierda le importaba?
Dejó su mirada fija en el chico rubio, dándole a entender que no le tenía miedo y que si tenía
algún problema podía decírselo. Si ese chico quería problemas, Louis se los daría, quería
descargar en alguien todo el coraje que sentía por su situación con Harry, que igual éste no se
encontraba ahí para detener sus peleas.

Liam notó la situación que se estaba dando entre Louis y Niall y rápidamente intentó llamar la
atención del irlandés para pedirle que frenara.

La clase siguió de la misma manera, los chicos se daban miradas de odio constantemente.

Después de casi una hora el timbre sonó haciendo que los alumnos comenzaran a salir del salón
de clases. Louis se levantó de su escritorio, y sin dejar de mirar al rubio, caminó hasta él. No
estaba dispuesto a soportar miradas de ese tipo y para su fortuna Zayn ya había salido del salón
dejando solo al irlandés.

Fer miró a Louis y al instante sintió confusión por la manera en la que se acercaba hacia Niall,
después miró a Liam y ambos se encogieron de hombros preguntándose acerca de lo que
pasaba.

—¿¡Estás enamorado de mí o por qué me miras tanto!? —Preguntó el mayor quedando a una
corta distancia de Niall e intentando amenazarlo con la mirada.

Niall sonrió burlonamente. —Sí, seguro que es eso. —No tenía problemas en tener que romperle
la cara a Louis, a él también le desagradaba demasiado ese chico.

Sentía adrenalina y quería pelear con alguien. No pensó dos veces antes de empujar a Niall con
fuerza hacia atrás, provocando que éste se golpeara contra la pared en la cabeza. Louis sonrió.

El irlandés rápidamente reaccionó incorporándose para después acercarse hacia el castaño y


tratar de golpearlo en el rostro. —¡Niall, no! —Mencionó Liam colocándose frente al chico y
rogándole con la mirada para que se detuviera—. No vale la pena, te lo juro.

Niall respiraba con fuerza y tras las palabras de Liam desvió su mirada para tranquilizarse. —Yo
no soy el del problema, es este imbécil. —Le dijo.
—Lo sé, está bien. —Hacía su mayor intento por evitar cualquier pelea que pudiera darse entre
los chicos. Miró hacia Louis— Detente, aquí nadie quiere pelear.

—¡No, detente tú! —Gritó esta vez yéndose contra Liam—. ¡Estoy harto de ti y de tu maldito
acoso!

—¿Qué mierda te pasa, imbécil? —Intervino Fer colocándose frente a Louis pensando que se le
tiraría a los golpes a Liam—. Louis, estás actuando como idiota.

Liam frunció el ceño confundido por lo que acababa de escuchar, sin embargo no dijo nada y dio
un paso hacia atrás.

Louis ignoró completamente a la chica y se volvió de nuevo contra Liam. —¿¡Por qué mierda no
dejas de mirarme!? ¡Estoy harto de eso, supérame! ¡NO QUIERO NADA CONTIGO! —Estaba
dejando salir todo su enojo por Harry contra alguien que no tenía la culpa de nada.

—Tú no vas a hablarle así. —Intervino el irlandés moviendo a Liam de enfrente para quedar de
nuevo mirando directamente a Louis.

—Estoy hablando en serio, Liam. ¡Deja de mirarme, eso no va a hacer que quiera follar contigo!
—Ignoró a chico y continuó insultando al castaño.

—¿¡Qué no me has escuchado!? —Gritó Niall aventándolo hacia atrás, las últimas palabras de
Louis habían terminado de hacerlo perder el control—. ¡Te dije que no le hables así! —Volvió a
empujarlo.

El chico dio un respiro profundo mientras le regresaba una mirada de odio, si quería pelea se la
daría. Reaccionó dándole un puñetazo al irlandés en la ceja y éste rápidamente se defendió
golpeándolo contra el labio, provocando que la sangre comenzara a salir con rapidez de la boca
de Louis, lo había golpeado con mucha fuerza.

—Chicos, no. —Fer se acercó e intentó separarlos, sin embargo Louis reaccionó de manera
agresiva y la aventó contra la pared.

Liam volvió a intervenir yendo directamente hacia el irlandés, que parecía el más sensato de los
dos. —No, Niall, para, no importa, vámonos por favor. —Rogó muy cerca del oído del chico y lo
tomó del brazo haciendo que sus músculos se relajaran—. Por favor, déjalo.

Louis los miraba con rabia mientras escupía la sangre derramada en su boca. Sólo esperaba que
Liam se quitara de enfrente para continuar la pelea.

—Esta vez te salvaste —Le dijo el chico rubio aún sin borrar el enojo de su rostro—, la próxima
no creo que tengas tanta suerte. —Se giró hacia Liam y éste lo obligó a caminar fuera del salón
para evitar que la situación volviera a salirse de control.

Dio un puñetazo contra uno de los escritorios y después suspiró profundamente para tratar
controlarse. Miró hacía Fer y antes de que pudiera decir algo la chica interrumpió.

—Eres un imbécil. —Le dijo molesta y salió del salón azotando la puerta.

Se encogió de hombros sin darle mucha importancia. Le daba lo mismo que toda la academia lo
odiara siempre y cuando no se tratara de Harry.

--------------------

Liam caminó sin soltar a Niall del brazo directamente hacia el baño. Ninguno de los dos hablaba,
el castaño porque seguía pensando en las palabras de Louis, y Niall porque no sabía qué decir
para disculparse por la estúpida situación en la que lo había involucrado, se sentía como un
imbécil, pero las palabras de Louis hacia el chico le habían llenado el cuerpo de rabia. Un hilo de
sangre descendía desde su ceja por todo su rostro, colocó su dedo índice en la herida evitando
que sangrara más.

Entraron al baño cerrando la puerta tras ellos. Niall tomó un papel para después humedecerlo con
agua y tratar de limpiar su herida.

Liam se acercó a él y le arrebató el papel. —Yo lo hago, tú siéntate ahí. —Ordenó señalando la
barra donde se encontraban los lavabos.

Niall no dejó de mirarlo y rápidamente obedeció. Se sentó junto a un lavabo y esperó a que el
chico terminara de limpiar su herida. Liam trataba de mantener una distancia prudente al hacerlo,
limpiaba toda la sangre sobre el rostro del chico al mismo tiempo que se sentía incómodo por la
forma en la que éste lo miraba. —Siento que te hayan hecho esto sólo por defenderme. —Habló
intentando matar el momento incómodo. Tiró el papel a la basura y tomó otro para volver a
mojarlo y continuar limpiando.

—No importa. —Niall sentía un gran coraje al ver que Liam se encontraba tan afectado por las
palabras de Louis, podía notarlo por lo apagados y tristes que lucían sus ojos—. ¿Por qué miras
tanto a ese chico?

Liam se detuvo y lo miró. —No lo sé. —Negó con la cabeza y rápidamente volvió a concentrarse
en la herida de Niall.

—¿Entonces por qué no sólo dejas de hacerlo?

—Tampoco lo sé, lo hago sin darme cuenta. —Mintió, sabía perfectamente sus razones para
mirar tanto a Louis, sentía una atracción absoluta hacia él.

—¿Te gusta? —Preguntó bajo, temeroso por la respuesta. Aún continuaba sin entender por qué
sentía tanto interés en ese castaño.

Liam se detuvo y miró, después se alejó un poco. —No lo sé. —Volvió a mentir.
Niall lo acercó hacia él lentamente tomándolo de la cintura, Liam no supo cómo reaccionar al
sentir las manos del irlandés sobre su cuerpo. —¿Podría ayudarte a averiguarlo? —Preguntó a
unos cuantos centímetros de la boca de Liam, sus respiraciones ya se combinaban y cualquier
movimiento podría hacer que se besaran.

—¿Cómo? —No se alejó del chico.

—Quédate quieto. —Niall cerró los ojos y lentamente terminó con la distancia que los separaba,
posando sus labios en los de su compañero.

Liam mantenía los ojos abiertos sin creer lo que estaba pasando.

Pronto la boca de irlandés comenzó a moverse dando un leve masaje a los labios del castaño,
éste seguía sin seguirle el beso. Niall lo acercó más hacia él colocándolo entre sus piernas y
colocando sus manos rodeando su cuello. Comenzó a besarlo más desesperado porque Liam lo
correspondiera, sintió la necesidad de probar su saliva y metió la lengua dentro de la boca del
castaño. Aun así no obtuvo respuesta de Liam.

—¿Qu-é haces? —Balbuceó el chico entre el beso.

—Vamos, Liam, sólo bésame... —Rogó y sus palabras provocaron que el castaño reaccionara
alejándose de él.

—No puedo. —Comentó negado con la cabeza—. Lo siento, no puedo. —Limpió la saliva que
Niall había dejado sobre sus labios y salió del baño rápidamente.

Niall se quedó adentro con la respiración agitada, dándose cuenta de la tontería que acababa de
hacer por un estúpido impulso incontrolable.
-----------------

Llegó hasta el apartamento de Harry rogando porque éste se encontrara adentro. Tocó el timbre
para después recordar la sangre que salía de su labio y rápidamente intentó limpiarla antes de
que el rizado pudiera darse cuenta de lo que había pasado.

La puerta del departamento se abrió y Harry salió con un cigarro prendido en su boca. Lo miró y
después se dio media vuelta adentrándose de nuevo al dormitorio, dejando la puerta abierta para
que Louis hiciera lo que quisiera libremente. Entró y cerró la puerta tras él.

Harry caminó hacia su computadora y se sentó en su escritorio para seguir con lo que hacía.

Louis se acercó dudoso, no sabía cómo empezar. —Harry.... —Lo llamó pero no obtuvo
respuesta—. Maldita sea, Harry. Deja de ignorarme. —Mencionó elevando la voz. El rizado sólo
apretaba el teclado de la computadora mientras en la pantalla unos números aparecían, Louis no
tenía ni la menor idea de qué se trataba—. ¡HARRY! —Gritó esta vez.

—¡Estoy trabajando, Louis! Mierda... —Susurró molesto sin siquiera mirarlo. Mantenía el cigarrillo
en su boca y constantemente inhalaba.

Louis rodó los ojos y pronto se acercó a Harry. Pasó una pierna por encima de él para después
sentarse sobre las piernas del chico, quedando mirándolo de frente.

Harry lo miró confundido, el cuerpo de Louis le impedía mirar la computadora y seguir trabajando.
—¿Qué mierda?
Louis tomó el cigarro de la boca del rizado y le dio una fumada. —¿Ahora sí me harás caso?
—Preguntó y exhaló el humo muy cerca de la boca de Harry.

—No estoy de humor para tus jueguitos, Louis. Quítate, estoy ocupado. —Intentó bajarlo de su
cuerpo—. Además, te dije que no volvieras a buscarme. —Claramente el rizado estaba más
tranquilo comparado a la mañana.

—No lo haré hasta que me digas que ya no estás enojado. —Comenzó a moverse de manera en
la que hacía gran presión sobre la entrepierna del chico y tiró el cigarro al suelo aplastándolo con
el zapato.

El rizado se tensó un poco pero mantuvo su postura. Lo miró y notó la herida que llevaba sobre
su labio. —¿Qué te ha pasado? —Elevó su mano y tocó la herida haciendo que Louis cerrara los
ojos al sentir su tacto.

—Me he peleado con Horan. —Contestó rápidamente.

—¿Niall Horan?

—Sí. —Recargó su cabeza sobre el cuello de menor.

Harry se rindió y lo abrazó por la cintura, era imposible estar peleado con alguien tan hermoso
como lo era Louis. —¿Y eso por qué, bonito?

—Se ha molestado porque le he gritado a Liam. —Volvió su mirada hacia Harry—. Le advertí que
dejara de mirarme, no quiero que lo haga si me mete en problemas contigo. —Habló con un
puchero en la boca y colocó sus manos en los hombros del chico para jugar con sus rizos.

Harry sonrió y lo abrazó aún más fuerte. —¿Me disculpas por haberte gritado así en la mañana?
No quería hacerlo pero me puse verdaderamente celoso por una tontería. Realmente lo siento.
—Sus palabras eran sinceras, Louis se acercó a sus labios y lo besó. Rápidamente se detuvo al
sentir dolor sobre su herida.
—Mierda. —Tocó su labio haciendo una expresión de dolor.

Harry le dio una sonrisa y después lo besó delicadamente para evitar lastimarlo de alguna forma.
Se separó y terminó con un corto beso sobre la frente de Louis. —¿Ya me vas a decir cómo le
hiciste para saber hacer un oral perfecto? —Le preguntó divertido, Louis se sonrojó un poco y
bajó la mirada.

—¿En serio te ha gustado? —Hablaba con timidez sin dejar de enredar sus dedos en los rizos de
Harry.

—Sí, das las mejores mamadas del mundo. —Harry exageró un poco—. Todo lo que haces lo
haces perfectamente bien. —Habló mientras sonreía sobre la frente del mayor para después darle
otro besito sobre ella—. Pero dime cómo fue que aprendiste si hace días me dijiste que no
sabías.

—He visto un tutorial en internet... —Susurro sin subir la mirada y Harry comenzó a reír como loco
al instante—. ¡Harry! —Mencionó molesto cuando el rizado comenzó a burlarse de él.

—Lo siento, Lou, es que eso es demasiado gracioso. —Continuaba riendo al mismo tiempo que
recargaba su cabeza sobre Louis—. No se llaman “tutoriales”, se llama pornografía.

Louis hizo un puchero molesto y lo miró esperando que dejara de burlarse. —Cállate.

Después de unos minutos Harry recuperó la postura y lo besó húmedamente, Louis le parecía
adorable.

Sonrió y le siguió el beso sintiéndose feliz de que a menos el chico ya no estuviera enojado con
él.
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Capitulo 29

Capítulo 29 .

—¿Esto será bueno para tu salud? —Preguntó el rizado al mismo tiempo que acariciaba el
cabello de Louis suavemente, éste se encontraba recostado en su pecho, ambos completamente
desnudos y con las piernas enredadas a las del otro.

Louis alzó la mirada encontrándose con esos hermosos ojos verdes y sonrió. —¿A qué te
refieres?

Se acomodó en la cama sin soltar a Louis. —Es decir, llevamos 3 días seguidos teniendo sexo,
¿no te lástima demasiado? —El mayor dejó salir una carcajada mientras que Harry alzaba las
cejas confundido. Tenía sus razones para preocuparse, tenían desde el sábado follando cada
que se les presentaba la oportunidad y eso alteraba demasiado su estilo de vida.
Después de que Louis le contara a Harry sobre los “tutoriales” que había visto sobre cómo hacer
sexo oral, éste le había pedido que le mostrara todo lo que había aprendido con el mero propósito
de terminar en la cama una vez más. No podía evitarlo, el cuerpo de Louis le volvía loco y
provocaba que su mente dejara de pensar en drogas para pensar únicamente en él.

Se encontraban acostados sobre la cama, no había pasado mucho tiempo desde que se habían
recuperado del recién orgasmo.

—Pues no, no me duele nada. —Mencionó Louis con una sonrisa traviesa, le parecía tierno que
Harry estuviera preocupándose por eso.

—Creo que deberíamos parar. —Habló el rizado con actitud seria—. Realmente no quiero que
esto se nos vuelva una rutina y comencemos a tener sexo sólo por obligación. —Tomó a Louis de
la cintura atrayéndolo más hacia su cuerpo, después lo tomó de la barbilla para que lo mirara—.
No quiero que te aburras de mí tan fácil. —Dijo y era verdad, lo sentía. No quería que esa especie
de relación se convirtiera en una rutina, en algo común que después dejara de ser innecesario.

Louis subió un poco hasta llegar a los rosados labios del rizado. —No creo que algún día me
llegue a aburrir de esto. —Susurró para después besarlo generosamente.

¿Qué tal que en este caso era Harry quien se aburría primero? El rizado luchaba contra sus
fantasmas internos que seguían atormentándolo haciéndole saber que algún día todo ese jueguito
que tenía con Louis terminaría. Estaba subiendo, él sabía perfectamente que por cada minuto que
estuviera con Louis subía cada vez más alto. Y mientras más alto estuviera más fuerte sería la
caída, al final del día conocía las leyes de la física “todo lo que sube tiene que bajar”, y Louis lo
hacía subir muy alto.

Sonrió antes de alejar a Louis de sus labios. —Puede, sólo digo que no quiero que esto termine
pronto. —Se sentía como un imbécil tras esas palabras, sin embargo salían de su boca antes de
que pudiera procesarlas.

—¿Y qué es "esto" para ti? —Se acurrucó más contra el cuerpo del menor y desvió la mirada.

—No lo sé... —Se quedó pensativo durante algunos segundos—, pero me gusta. —Sonrió—. ¿Y
para ti qué significa esto? —Sintió un poco de nervios al hacer aquella pregunta, por muy tonto
que sonara le importaba demasiado lo que Louis pudiera estar pensando acerca de su situación.

Se mantuvo en silencio largos segundos, pensaba en lo que podía decirle al rizado. Mil veces
pasó por su cabeza la idea de decirle que lo amaba, pero no sabía cómo empezar, qué palabras
utilizar y mucho menos qué podía pensar Harry sobre ese sentimiento tan prematuro. —Tampoco
lo sé, siendo honesto, nunca había tenido algo parecido con alguien... Nunca me había sentido
tan bien estando con una persona y nunca me había sentido tan “bonito” como cuando tú me lo
dices. —Sus mejillas se sonrojaron un poco al pronunciar eso. Él no mentía, cada palabra que
salía de su boca estaba llena de verdad.

Louis nunca había salido con alguien, ni mucho menos tenía sexo como lo hacía con Harry, pero
lo más importante, nunca había sentido lo que sentía cuando estaba con Harry.

El rizado lo miró y le dio una sonrisa, después lo levantó suavemente de su cuerpo para poder
salirse la cama. Comenzó a colocarse la ropa mientras Louis lo miraba aún acostado con las
sábanas cubriendo su piel desnuda. —Yo también me siento bien estando contigo. —Se colocó
los jeans y al terminar caminó hacia uno de los cajones junto a la cama. Tomó una bolsita que
contenía cocaína y con ésta formó dos líneas delgadas. Inhaló una y esperó a que su nariz dejara
de arder.

—¿Todo bien? —A Louis no le gustaba mucho eso, le preocupaba demasiado todos los vicios
que Harry mantenía, simplemente no quería que le ocurriera algo a su salud por causa de la
droga. Miró al rizado por unos segundos.

—¿Quieres? —Le preguntó el mayor señalando la raya sobrante de cocaína.

—Noup. —Fingió una sonrisa al mismo tiempo que negaba con su cabeza. En cierta manera
comenzaba a molestarle que Harry le insistiera tanto con las drogas.

—Vamos, bonito, un poco. —Se acercó hacia el rostro del chico y lo acarició con su nariz.

—No, Harry, no quiero. —Se levantó de la cama y comenzó a buscar su uniforme para vestirse—.
Tengo que irme, mi madre debe estar preocupada por mí. —Comentó tomando una de las
camisas que usaban con el escudo de Cowell bordado en el pecho, se la colocó y notó que le
quedaba como un camisón.

Harry comenzó a reír, se levantó de la cama y se acercó a él. —Creo que esa no es tu camisa,
Lou... —Habló mientras lo abrazaba por la cintura con una sonrisa. Le había parecido demasiado
sexy la forma en la que se le veía a Louis su ropa, porque obviamente esa era la camisa de
Harry. Le quedaba demasiado larga provocando que las mangas cubrieran sus manos y la tela
resbalaba por sus hombros.

—Tienes razón.... —Sonrió y al instante enredó sus manos al cuello del rizado, dejándose
controlar por éste—. Pero me gusta porque huele a ti... —Comenzó a besarlo de una forma
demasiado caliente, las manos de Harry pronto comenzaron a bajar hasta llegar al trasero de
Louis para acariciarlo con rudeza en esa zona.

—Harry, tengo que irme. —Susurró Louis entre el beso, justo cuando sintió que la situación los
podía llevar a otros extremos. Tal vez Harry había tenido razón en lo que le había dicho antes,
estaban teniendo sexo en cada ocasión posible y eso podía afectar su relación en un futuro, pues
la única manera en la que habían aprendido a arreglar sus problemas era con contacto físico.

Harry comenzó a bajar sus besos por todo el cuello y las mejillas del castaño. —Está bien, bonito.
—Hablaba al mismo tiempo que dejaba fuertes chupetones en la piel de Louis—. Sólo que hay
una cosa que quiero pedirte... —Tardó en dejar de besarle.

—Dime. —Lo alejó de manera en la que podía mirarlo a los ojos, pensó que se trataría de algo
serio.

—Quiero que dejes de ver esos tutoriales en internet. —Mencionó con seriedad y Louis comenzó
a reír pensando que se trataba de una broma—. Hablo en serio. —dejó de reír y lo miró
confundido—. No quiero que veas más vídeos pornográficos. —De pronto su actitud había
cambiado, ya no era nada amigable.

Intentó entonar una sonrisa, trató de no sonar molesto. —Bueno, Harry, en todo caso si yo veo
pornografía o no, no debería ser algo que te importe.
—Sólo quiero que dejes ese vicio y ya. Punto final, no voy a discutir contigo sobre eso. —Se dio
media vuelta y caminó hacia su closet en busca de alguna camisa.

—¿Así que quieres que deje ese "vicio"? —Preguntó Louis alzando las cejas con ironía, tomó sus
jeans y comenzó a colocárselo encima—. Y dime... ¿cuándo te he pedido yo que dejes todos tus
vicios? —Se había sentido ofendido por lo que Harry le pedía, no porque le importara mucho la
pornografía, sino porque Harry tenía 1000 veces más problemas de "vicios" y Louis nunca le
había pedido nada parecido ni planeaba hacerlo.

—¡No estamos hablando de mí, sino de ti! —Mencionó el rizado con un tono de voz elevado.

—¡Pues entonces hablemos de ti! —Se sintió muy molesto y no hizo el mínimo intento por
controlarlo—. ¡Lo que yo hago es natural, mientras que tus malditos vicios van a terminar
matándote! —Buscó sus zapatos y se los colocó rápidamente, quería salir de ahí lo más rápido
que le fuera posible.

Harry se acercó violentamente hacia él y lo aventó contra la pared para después acorralarlo con
su cuerpo. —Quiero que te quede algo claro. —Lo amenazó con la mirada.

—¡Quítate! —Louis trató de empujarlo hacia tras para salir, sin embargo no logró nada, Harry era
más fuerte y grande que él.

Lo detenía por los brazos tan fuerte que llegaba a lastimarlo. —Tú a mí no me vas a ordenar
nada. —Su actitud era demasiado intimidante—. Y si yo te digo que vas a dejar de ver
pornografía ¡ES LO QUE VAS A HACER! —Gritó.

—¡Maldita sea, suéltame! —Volvió a exigir tratando de liberarse de los brazos del rizado.
Comenzó a patearlo y a intentar liberarse como le fuera posible, Harry se acercó a su boca y
comenzó a besarlo prácticamente violando con su lengua cada espacio de ésta—. ¡Déjame!
—hablaba Louis entre el beso sin dejar de luchar por liberarse.

La boca del rizado se suavizó y comenzó a besarlo más lentamente provocando que Louis poco a
poco se tranquilizara y le siguiera el beso.
Continuaron besándose por unos minutos más, algo tenía esa boca que hacía que Harry la
deseara incluso más que a la droga.

Se separó dando una leve mordida a los labios de Louis y recargó su frente contra la de él. —No
quiero que mires a nadie que no sea yo. —Confesó dejando en claro que todo ese egocentrismo
que presumía era sólo un escudo para ocultar sus inseguridades—. No quiero que te guste nadie
que no sea yo, ni que te excites viendo cómo se hacen una paja. —Colocó su rostro en el cuello
de Louis, aunque le costara trabajo decir cosas como esas tenía que hacerlo—. Sólo quiero ser
yo, ser el único que te despierte las ganas de follar, sobretodo que sólo quieras hacerlo conmigo.

Louis se quedó pensando en todo lo que decía Harry, tenía razón en molestarse porque él mirara
pornografía, igual era como engañarlo de una manera indirecta. —Está bien, Harry, no volveré a
hacerlo si es lo que quieres. —Susurró y lo abrazó por la cintura.

—¿Lo prometes? —Levantó su mirada para mirarlo a los ojos.

—Si tú me prometes que no volverás a lastimarme físicamente. —Miró hacia sus muñecas, tenía
marcados los dedos del rizado por la manera en la que lo había agarrado al acorralarlo contra la
pared.

—Lo prometo.

—De acuerdo, entonces yo también lo prometo. —Volvió a besarle—. Ahora me tengo que ir...
¿Hablamos después?

—Sí, adiós, bonito. —Le dedicó una sonrisa y besó su frente.

—Adiós. —Comentó Louis mientras tomaba su mochila y salía de la habitación de Harry para
dirigirse a la salida del lugar.

Era la segunda vez en la que Harry lo lastimaba físicamente y las dos veces habían sido por
estúpidos celos. Sin embargo en vez de que Louis se preocupara por eso tan sólo sonrió. Con
eso al menos se había dado cuenta de que Harry sentía, aunque sea un poco, amor por él, que le
importaba ser el único hombre en su vida y eso le parecía genial.

No importaban todas las veces que tuviera que soportar sus maltratos, estaba bien, le gustaba la
manera en la que dolía.

--------------------

Tenía que hablar con Niall, aclarar lo que había sucedido esa mañana en el baño de chicos.
Había pasado gran parte de la tarde pensando en cómo explicarle que no estaba preparado para
llevar una relación con alguien, estaba seguro de que Niall lo quería para eso. La forma en la que
lo había celado y defendido no lo hacía encontrar otra buena razón.

Se sentía un poco mal en haberle negado el beso, pero no lo había hecho de mala manera, más
bien no quería ilusionar al irlandés regresándole el gesto. Por ahora sólo quería seguir siendo su
amigo, realmente le había caído muy bien y quería continuar frecuentándolo sin sentirse en la
necesidad de involucrarse en una relación sentimental.

Llegó hasta el dormitorio del rubio y tocó el timbre algo nervioso. Al cabo de unos segundos salió
Niall con un short únicamente, mostrando su abdomen desnudo. Se encontraba bastante
colorado y sudado.

Le sorprendió demasiado ver a Liam, se puso muy nervioso y comenzó a balbucear. —Eh, ho-
oola, Liam —Tan sólo asomó su cabeza por la puerta. Al parecer no quería que viera hacia
adentro del apartamento.

—Hola, Niall, ¿estás ocupado? —Preguntó Liam por la actitud nerviosa del joven.

—Sólo hacía....ejercicio.

—Bien. —sonrió—. Quería hablar contigo, ¿puedo pasar?


Antes de que el irlandés pudiera contestar la pregunta, una voz femenina se escuchó desde
adentro de una de las habitaciones. — ¡Bebé, vuelve a la cama!

Liam lo miró sorprendido, mantenía los ojos muy abiertos. Quería irse corriendo de ahí por el
horrible momento incomodo que acababa de crearse.

—No, espera... te lo puedo explicar. —Habló el irlandés rápidamente, su nerviosismo había


aumentado.

—No-oo, no pasa nada. —Liam también comenzaba a balbucear un poco. Por alguna razón eso
le había afectado. Trató de comportarse normal—. Yo soy un inoportuno, adiós. —Se dio media
vuelta y se fue rápidamente del lugar.

Niall dio un leve golpe a la puerta con su puño y después volvió a entrar cerrando la puerta tras él.
No tenía por qué preocuparse, Liam le había dejado muy claro que no le interesaba tener algo
con él y aun así no podía dejar de preguntarse las razones por las cuales quería hablar con él. Se
sentía como el mayor idiota en la tierra.

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Capitulo 30

Recomiendo a los nuevos lectores no leer nada de los comentarios porque está plagado de
spoiler.

Capítulo 30
Las cosas seguían siendo exactamente las mismas para Louis y Harry; sexo por las tardes
acompañado de peleas estúpidas y celos enfermizos de parte de ambos. Ahora no sólo era Harry
el que se celaba de todo, sino que Louis también le molestaba la forma en la que el rizado se
desaparecía para ir a atender "asuntos" los cuales nunca le quería decir de qué se trataban. Aun
así seguían disfrutando excesivamente los momentos que pasaban juntos, para ambos estar un
tiempo a solas en los brazos del otro, besándolo o simplemente mirándolo, era algo maravilloso.

A Harry le asustaba demasiado la situación, él estaba convencido de que lo más normal en una
relación era que poco a poco el éxtasis del principio desapareciera, que pronto comenzaran a
aburrirse de los besos del otro, de su cuerpo, incuso de su compañía. Sin embargo a medida que
más tiempo estaba con Louis las ganas de estar con él crecían. Ya no le gustaba solamente
disfrutar de los placeres que su cuerpo le otorgaba, ahora comenzaba a disfrutar demasiado
simplemente mirar la televisión, comer, dormir, hacer cualquier cosa, pero en compañía de ese
chico. Él no era de esas personas las cuales creían en el amor, simplemente le parecía patético
que una palabra pudiera definir algo tan "grande y poderoso" como la gente lo describía. Era
estúpido. Pensaba mucho sobre el tema y estaba convencido de que ese sentimiento era algo
ficticio y aun así le encantaría escuchar a Louis decirle que le amaba, le encantaría que alguien, y
qué mejor que Louis, sintiera algo así por él.

Harry había crecido en un ambiente donde era difícil saber lo que es el amor. De niño nunca
había recibido atención de parte de sus padres o de cualquier otra persona que no fueran sus
empleados, caso en el que ellos recibían dinero a cambio de cuidar a Harry, así que para él tener
una persona como Louis que se interesara tanto por su bienestar y que realmente disfrutara estar
con él era la mejor sensación que se podía sentir en el mundo. Y si eso era amor, le gustaba
estar enamorado.

Por otro lado Louis no podía dejar de atormentarse, necesitaba urgentemente saber que lo que
sentía por Harry era mutuo, realmente quería escucharlo. Sin embargo sabía perfectamente que
presionar a Harry en ese sentido podría ser malo para su relación y él no estaba dispuesto a
perderlo, estaba dispuesto a esperar que el sentimiento creciera en el rizado naturalmente.

Su madre y él habían tenido problemas desde aquel viaje a Ibiza, Louis comenzaba a distanciarse
demasiado de ellos, ya ni siquiera comían juntos como antes. Literalmente pasaba todas sus
tardes estando con Harry, podían hacer cualquier cosa y él se sentía en el cielo. También con
Fer y obviamente con Liam las cosas habían dejado de ser las mismas, Louis se había
distanciado demasiado, evitaba a toda costa hablar con personas que no fueran Harry para evitar
problemas con éste. No quería que por algún ataque de celos estúpidos terminara jodiendo la
relación que llevaban, de igual manera no le molestaba tener a Harry como única compañía.

A veces se ponía a pensar en lo que era él para Harry, es decir, llevaban saliendo casi tres
semanas, pasaban todo su tiempo libre juntos, se trataban como novios pero.... ¿Se podría decir
que eran novios? Había decidido que ese día hablaría con él sobre eso, era hora de que esa
relación se convertirá en algo serio. Tenía que pedirle a Harry que le explicará si esa relación
podía tener un futuro o no, pero sobre todo, tenía que decirle que lo amaba y esa idea le
emocionaba demasiado al mismo tiempo que lo ponía a temblar.

----------------------

Niall había dejado de estar tranquilo con su vida. Desde que había ocurrido lo del beso con Liam
en el baño había dejado de ser él para convertirse en una persona completamente desconocida.
Ya no podía pasar ni un sólo momento sin pensar en Liam y en aquel beso, quería repetir esa
escena una y otra vez, realmente moría de ganas por besarlo, abrazarlo, de decirle que quería
estar con él.

La escuela se le había vuelto un infierno, mirar a Liam caminar tranquilamente por los pasillos
mientras que él tenía la cabeza echa mierda por su culpa le perturbaba. La relación que llevaba
con su novia cada vez se volvía más pesada y molesta, ya ni siquiera podía tener sexo con ella
sin dejar de pensar en Liam, porque de hecho eso era lo que hacía, tenía sexo con esa chica
solamente para imaginar que a quien estaba penetrando era al castaño.

Comenzaba a sentirse como un enfermo, pero más que nada le emocionaba la idea de sentirse
así por alguien, de la misma manera en la que siempre había imaginado que el amor se sentía.

Ya lo había hablado con Zayn y éste lo apoyó diciendo que él estaba ahí para ser su amigo, no
para juzgarlo sobre de quién le gustaba o no, eso era lo de menos.

Era patética la situación porque ya ni siquiera hablaba con Liam, desde ese maldito y perfecto
beso habían dejado de hablar, sin embargo ese día había decidido que era tiempo de hablar con
él, de contarle lo que le hacía sentir y de encontrar una solución juntos.
Terminaron las clases del día y fue directamente hacia su departamento. Se arregló para verse lo
mejor que pudo, se puso una de sus más caras y mejores lociones y cuando decidió que ya
estaba listo caminó hasta llegar al dormitorio de Payne, que se encontraba a unas cuantas
puertas del suyo.

Llegó hasta éste, dio un respiro profundo y se tomó algo de tiempo para tranquilizarse, su corazón
estaba a punto de salirse de su pecho. Tocó la puerta y esperó.

Escuchó unos pasos acercarse hacia la puerta y ésta pronto se abrió. —Eh, hola, Niall.
—Mencionó Liam al abrir el departamento y encontrarse con el chico irlandés. Vestía ropa casual
y llevaba el cabello muy despeinado, como si hubiese estado acostado.

—Liam. —Sonrió de oreja a oreja sin poder evitarlo—. ¿Puedo pasar?

Frunció el ceño algo confundido, Niall había llegado justo cuando él estaba por tomar una siesta y
eso lo ponía de mal humor. Además de todo, ellos no habían hablado en días y no veía motivos
para que lo buscara. —¿Para qué?

Los nervios comenzaban a inundar el cuerpo del irlandés al notar que el castaño no se
encontraba muy feliz con su visita. —Necesito hablar contigo. —Respondió cuando al fin pudo
hablar.

—¿Sobre qué? —Liam mantenía su actitud apática.

—Por favor. —Mencionó mirándolo a los ojos esperando que al menos le diera la oportunidad de
disculparse por lo del beso—. Será rápido, te lo juro. Es importante, bueno, al menos para mí.

El castaño dio un gran suspiro e hizo espacio para que Niall pasara por la puerta y éste rápido se
adentró al lugar con actitud nerviosa. —Te escucho. —Caminó hasta el sofá y tomó asiento
indicándole a Niall que hiciera lo mismo.
—Quiero saber por qué dejamos de hablar... —Susurró tomando asiento algo nervioso, tratando
de mantener una distancia prudente con Liam.

—Pues... —Fingió pensar durante algunos segundos—, prácticamente tú y yo nunca hablamos,


sólo fue un fin de semana que los dos necesitábamos a alguien con quien pasar el rato, pero
nunca fuimos amigos. —No buscaba herirlo, tan sólo decía la verdad. Ellos no habían compartido
más de 1 semana de “amistad”.

—Tienes razón.... —Se detuvo y dio un suspiro—, pero para mí tú sí fuiste algo en mi vida.

Liam se tensó un poco y recordó lo que había escuchado el día que había dormido en el
departamento del irlandés. Tragó saliva e intentó actuar naturalmente. — Y para mí igual, fue
divertido, Niall, pero eso fue todo. —Rogaba a Dios porque Niall no se le ocurriera decir algo que
los comprometiera a otras cosas distintas a una amistad—. Es decir, no le veo mucha
importancia. —No estaba preparado para eso, aunque él no quisiese, las palabras de Louis le
habían afectado mucho. Estaba en una etapa donde tenía que aprender a aceptar que las cosas
con Louis nunca habrían funcionado y lo que menos necesitaba era involucrarse
sentimentalmente con otra persona.

—Creo que después del beso que te di sabes perfectamente de lo que hablo. —Confesó el
irlandés con la cabeza baja.

—Ah, eso, no ha pasado nada, de todo modos me dejaste muy claro que sólo eran ganas de
sexo, lo noté... —Encontró una buena manera de reclamarle por aquella vez—. A la media hora
que fui a tu apartamento estabas follándote a alguien. —Sonó con un tono de voz molesto,
después suspiró pesadamente al reaccionar de lo que acababa de decir.

—Lo sé. —Las palabras del chico lo hacían sentirse más culpable de lo que se sentía por esa
ocasión—. Pero no fue eso, te lo juro, Liam.

—Fuera eso o no fuera, a mí no tiene por qué importarme, Niall. En serio no pasa nada, está
olvidado. —Le dio una sonrisa y después una palmada sobre el hombro de irlandés.

—Maldita sea... —Rodó los ojos—, te estoy dando todas las indirectas posibles para que te des
cuenta... —Desvió la mirada y se puso de pie del sofá.

Liam lamió sus labios y tragó saliva. —No, está bien, no hay nada que entender. —Mencionó
nervioso—. Ya te dije que no hay nada de qué preocuparse.

—¡Sí, mierda, Liam! —Alzó la voz al mismo tiempo que posaba sus ojos únicamente en él—, me
gustas, y me gustas demasiado, ¿sabes?

—Está bien. —El castaño bajó la mirada y se mantuvo en silencio, no sabía qué decir ante esas
palabras.

—Es extraño porque nunca me había sentido así por una persona. —Rompió el silencio y esperó
la respuesta del chico, sin embargo éste no hablaba, seguía mirando al suelo y mantenía los ojos
cerrados—. Me gustas tanto como para decirse que estoy...

Liam interrumpió. —¡No! —Reaccionó pareciendo asustado—. ¡No, no puedes! No... No digas
nada de lo que después te vas a arrepentir.

La expresión del irlandés cambió por completo, no podía creer que Liam hubiera reaccionado de
esa manera. —¿Por qué? ¿Porque somos hombres?

—No, no es eso... —Dio un suspiro y volvió a desviar su mirada.

—No esperaba eso de tu parte, Liam, ¡te juro que no! —Comenzaba a alterarse cada vez más.

—¡No es por eso! —Se dio cuenta de la forma en la que habían sonado sus palabras e intentó
arreglar las cosas—. No tiene nada qué ver con eso.

El irlandés frenó dramáticamente. —¿¡Entonces!? Dime entonces por qué no puedo quererte,
¿qué me detiene a hacerlo? —Lo miró a los ojos esperando una respuesta.
—Pues... porque eso no es amor. Seguramente es curiosidad o algo así. —Intentaba hacer que
Niall reaccionara de lo que estaba diciendo, para él eran barbaridades absolutas. Niall Horan no
podía sentir cosas por él.

—Yo sé perfectamente que es lo que siento por ti, ¿sabes por qué? —Volvió a sentarse junto al
castaño y continuó con más calma en la voz—. Porque nunca le había hecho el amor a alguien
pensando que te lo hacía a ti.... —Esperó una respuesta, Liam seguía sin mencionar una sola
palabra, no levantaba la cabeza y movía sus manos dejando en claro su nerviosismo—. Podemos
intentarlo, Liam... —No se daría por vencido tan fácil, quería al menos escuchar una rechazo—.
Voy a contárselo a mi novia, ella lo entenderá, Zayn lo acepta, podemos intentarlo, por favor....

—Es que... realmente no puedo... —Negó con la cabeza y se levantó del sofá intentando huir
hacia su habitación.

—¿¡Por qué?! —Lo detuvo del brazo—. Dame tus razones y lo aceptaré, pero las necesito
escucharlas. —Se levantó junto a él y quedó muy cerca de su rostro.

—Niall....

—Dímelas. —Lo tomó de la barbilla para que lo mirara, le hablaba suave para mostrarle que
comprendería cualquiera que fuesen esas razones.

Liam negó con la cabeza y sintió como sus ojos se cristalizaban, no pasó mucho tiempo cuando
una lágrima resbaló por su mejilla, Niall la limpió con su pulgar y esperó. —Porque estoy
enamorado de alguien más... —Confesó y fue como una puñalada para el irlandés—. Porque
ahora sólo te necesito como amigo. —Lo abrazó con fuerza—. Porque ahora no necesito nada
más que alguien que me apoye y me diga que voy a olvidar a Louis, que él no vale la pena.

Niall se mantuvo en silencio sin devolverle el abrazo, sentía demasiada rabia por lo que estaba
escuchando, pero ésta no era hacia Liam, sino hacia Louis. —Tranquilo. —Habló mientras lo
rodeaba con sus brazos, envolviéndolo en un fuerte abrazo—. Todo va a estar bien. —El castaño
recargó su rostro contra el cuello del irlandés, era la primera persona a la que se lo decía, la
primera persona que sabía que estaba enamorado de Louis.
Niall por otra parte no pudo hacer otra cosa que aceptarlo, pero estaba decidido a esperar, en su
cabeza sólo mantenía la idea de que tenía mucho tiempo para enamorar a Liam. Estaba
dispuesto a lograr enamorarlo día tras día para lograr que él se olvidara de Louis. No sentía prisa,
Liam no se iría a ningún lado, pues en ciclo escolar apenas estaba comenzando.

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Capitulo 31

Capítulo 31.

-¿Harry, puedes ponerte serio? -Exigió Louis cuando el rizado comenzó a cantar a todo volumen
mientras caminaban por los pasillos de la academia. Eran las 6 de la tarde y habían salido para
ir hacia la biblioteca a buscar algunos libros de filosofía que utilizarían para hacer un proyecto.

Louis se encontraba algo nervioso, quería aprovechar ese momento juntos donde forzosamente
tenían que hablar de algún tema mientras caminaban. Quería contarle acerca de sus sentimientos
hacia él y dejar en claro lo que significaba estar juntos.

Harry dejó salir una carcajada y continuó cantando la extraña canción en alemán que había tenido
en la cabeza durante todo el día. -¿Por qué, eh? ¿No te gusta cómo canto? -Le dio una sonrisa al
mismo tiempo que lo acercaba hacia él y le besaba el cuello. La academia se encontraba casi
vacía a esa hora, dándoles la total libertad de actuar libremente. Se separó de Louis y lo abrazó
por detrás empujándolo con su cuerpo hacia delante para caminar.

Louis sonrió y colocó sus manos sobre los brazos del rizado que rodeaban su cintura. -Cantas
asqueroso. -Habló con una sonrisa mientras rizado colocaba su barbilla en el cuello del mayor.

-Canto hermoso, ¿por qué no lo aceptas, Lou? -Esta vez dio una leve mordida a su cuello.

Louis giró un poco la cabeza sin despegarse del cuerpo del rizado y comenzó a besarlo
lentamente, colocó una de sus manos en la barbilla de su "novio" y comenzó a darle caricias
durante el beso. -Haces cosas mejores con la boca. -Mencionó al separarse, mantenía una
sonrisa traviesa.

-¿En serio? -Elevó las cejas y pronto volvió a besarle-, todo lo que yo hago lo hago perfecto. -
Dejó una mordida sobre el labio del mayor y después se separó. Louis sonrió y pensó que tal vez
era el mejor momento para hablarle de lo que tanto le preocupaba-. Vamos, bonito, consigamos
ese maldito libro y volvamos al departamento... No puedo esperar un momento más para estar
contigo... -Harry se separó de su cuerpo y comenzó a caminar un poco más rápido, éste tan sólo
suspiró y lo siguió, tendría que esperar un poco más.

Caminaba a sus espaldas mirándolo fijamente. No podía entender por qué se sentía tan nervioso
al pensar que tenía que hablarle de sus sentimientos. Normalmente hubiera corrido hasta la
biblioteca para coger el libro y volver a toda velocidad al departamento para pasar la tarde entera
follando, sin embargo esta vez sabía que en cuanto llegaran al departamento tendría que hablar
con él, estaba decidido y no esperaría un día más.

Después de algunos minutos caminando en silencio llegaron a la biblioteca y el rizado comenzó a


buscar en los estantes algún libro que le sirviera para su proyecto. Louis se mantenía un poco
ausente y pensativo, fingía mirar en otro estante de libros.

-¿Bebé, qué piensas de esto? -Preguntó Harry captando la atención del mayor, ya era costumbre
que él lo llamara por apodos de ese tipo.

Louis giró la cabeza y observó el libro que Harry sostenía en sus manos. Se acercó a él y se lo
quitó para comenzar a hojearlo sin mucho interés. -Creo que sí, supongo que tiene la información
necesaria para el proyecto. -Se lo devolvió al chico y éste le dio un corto beso sobre la frente
antes de volver a tomar el libro.
-De acuerdo, entonces lo tenemos. -Sonrió y lo tomó de la mano para salir de la biblioteca.

Caminaron hacia la salida del lugar y Harry se vio en la horrible necesidad de soltarlo de la mano.
Él tenía unas tremendas ganas de tomar la mano de Louis, quería caminar tomado de su mano
sin importar lo que dijeran de ellos. Sin embargo era consciente de que eso era algo muy
arriesgado, sabía que al estar con Louis automáticamente lo envenenaba y por más que quisiera
mandar todo a la mierda, tenía que ser discreto, sobre todo en ese lugar donde se encontraba un
Malik.

Volvió a mirar al mayor mientras caminaban y de pronto se dio cuenta de lo mucho que lo
debilitaba estar con él. Le volvía loco en todos los sentidos, le gustaba que el olor de la loción de
Louis se quedara en su ropa aun cuando él ya no estaba, amaba cada instante que pasaba con él
y cada palabra que salía de su boca. Le hacía sentir enfermo, pero eso no le importaba, estaba
seguro de que lo que sentía por ese chico no era algo sano. Mil veces le rogó a Dios porque ese
sentimiento fuera algo mutuo.

Louis adelantó el paso y el rizado no tuvo problemas en caminar tras él, le gustaba mirarlo
caminar, la manera en la que sus caderas se movían, la vista de sus brazos por la parte trasera,
todo. Sintió una mirada encima de él y se dio media vuelta, miró a Harry y le regaló una sonrisa
antes de detenerse y esperarlo para volver a caminar juntos. Se le notaba algo diferente, actuaba
nervioso, no era algo muy extraño en él, sin embargo ese día en especial se sentía un aire
extraño, incomodo.

Harry pasó su brazo por encima de los hombros del chico al darse cuenta de que no había
personas alrededor de ellos, sentía un cosquilleo en el estómago al saber lo mucho que
arriesgaba, pero no podía esperar más sin tocarlo.

-Harry... -Susurró Louis después de algunos segundos de camino en total silencio.

-¿Dime, bebé? -Caminaban en dirección al apartamento del rizado.

-Necesito que hablemos sobre algo importante. -Harry lo miró alzando las cejas.

-Pues habla, te escucho.


-Es algo serio. -Se detuvo mirándolo algo preocupado, a Louis sí le daban demasiados nervios al
tratarse de ese tema.

-¿No me digas que estás embarazado? -Preguntó fingiendo preocupación para después obligarlo
a continuar caminando-. Te dije que utilizar condón era muy importante, pero ahí estabas de
caliente rogándome porque no me detuviera.

-Harry, no estoy bromeado. -Su actitud se volvió algo molesta y fue entonces cuando Harry se dio
cuenta de que se trataba de algo muy importante.

Sintió algo de preocupación, sabía que esas palabras no tendrían que tratarse de algo simple.
Miró a su alrededor y lo primero que encontró fueron los baños para caballeros. Tomó a Louis de
la mano y lo jaló hasta éstos, no esperaría hasta llegar a su dormitorio.

-Cierra la puerta con seguro. -Habló al entrar al lugar y comenzó a mirar dentro de los inodoros
para asegurarse de que estuvieran solos. Cuando lo comprobó fue directamente hacia el mayor y
le dio un gran y necesitado beso, acarició sus mejillas y se separó con una sonrisa. Lo levantó por
la cintura para sentarlo sobre el lavabo, haciendo que el rostro de Louis quedara, por primera vez,
más alto que el suyo-. Ahora sí, bonito, ¿de qué querías hablar? -Se mantenía muy cerca de su
rostro y con eso provocaba que Louis se sonrojara levemente.

-¿No podías esperar hasta llegar a tu departamento? -Preguntó el mayor con un tono de voz bajo,
mirando hacia sus piernas avergonzado.

Sonrió de oreja a oreja, amaba cuando Louis tomaba esa actitud. -No -Se acercó hasta él y le dio
un beso sobre la mejilla-, así que habla. -Se colocó entre sus piernas abrazándolo por la cintura,
Louis recargó su frente sobre uno de los hombros de Harry-. Estoy esperando...

Lo miró con una sonrisa tímida y pronto volvió a bajar la mirada. -Es que me da pena. -Subió su
rostro y antes de que el rizado pudiera decir algo comenzó a besarlo húmedamente. Enredó sus
manos en el cuello del chico mientras que éste le acariciaba la espalda por debajo de la ropa.
Harry suspiró al tocarlo, su piel siempre estaba tibia y suave, era, en definitiva, la mejor piel que
algún día había tocado. Profundizó más el beso metiendo su lengua para jugar con la del mayor,
podía sentir su sonrisa marcada en sus labios durante todo ese tiempo.

-¿Cómo es que le haces, eh? -Preguntó al mismo tiempo que besaba sus mejillas comenzando a
dirigirse hacia su cuello. Le encantaba marcarlo, dejar cientos de chupetones por toda su piel. Era
como un recordatorio de que Louis era sólo suyo.

-¿Qué? -Echó la cabeza hacia atrás para darle más espacio.

-Que te desee tanto, que siempre quiera estar contigo. -Mencionó con una sonrisa y al instante
Louis lo separó de su cuello obligándole a mirarlo.

Se acercó hacia su boca y lo besó demasiado lento, demasiado tierno. No había sabor a hierro,
sólo estaba su sabor, el sabor de ambos mientras se combinaba al rozar sus lenguas.

Se separaron después de varios minutos, Harry lo miró con una sonrisa al mismo tiempo que
acariciaba su mejilla y Louis se frotaba contra ésta como un minino. -¿De qué querías hablarme,
Lou? -Volvió a tomar sus labios de la misma manera y Harry lo separó al instante, dándose
cuenta que estaba evitando hablar-. ¿¡De qué querías hablarme, Louis!?

-¡Escúchalo! -Le dijo mediante un grito-, ¡lo estoy diciendo con mis besos! -Volvió a besarlo
lentamente y entonces Harry lo comprendió todo, él lo amaba, Louis decía que estaba
enamorado.

Sintió un millón de sensaciones recorrer su cuerpo, sin embargo esta vez no llegaron a su
entrepierna, sino a su corazón. Nunca antes había escuchado esas palabras, mucho menos que
alguien se las dijera, necesitaba escucharlas, necesitaba escuchar la voz de Louis diciéndole que
lo amaba. -Dilo, bonito. -Habló y siguió besándolo-. Necesito escucharlo... -Era él quien no dejaba
que Louis se separara del beso y aun así su cuerpo comenzaba a llenarse de desesperación al
no escucharlo-. ¡Mierda, dilo! -Temblaba y pensó que si en esos momentos hubiese tenido los
ojos abiertos habría derramado algunas cuantas lágrimas. Ni él podía entender por qué le
afectaba tanto esa situación.
-Mira qué tenemos aquí, Niall. -Se escuchó una voz tras ellos junto con el sonido de la puerta.

Harry se separó rápidamente de los brazos de Louis, encontrándose con la persona que menos
tenía que verlos en una situación como esa. Zayn Malik y Niall Horan habían entrado a los baños
sin ninguna intensión de encontrar esa escena.

Niall alzó las cejas con ironía y dejó salir una sonrisa burlona. -Así que es esto de lo que Liam
hablaba... -Mencionó mirando directamente a Louis.

Ambos chicos se quedaron callados después de mirarse entre ellos con preocupación. Louis bajó
la mirada, sabía que Harry podía hacerse cargo de la situación sin su ayuda, confiaba en él.

-Lárguense de aquí. -Ordenó el rizado. Su cuerpo comenzaba a sentirse muy caliente por la rabia.
La mirada burlona de esos chicos lo estaba sacando de control y hacía su mayor intento por no
molerlos a golpes. Estaba enojado consigo mismo por haber sido tan estúpido como para exponer
a Louis de esa manera.

-Me sorprende que un miembro de Los Valencia esté en estas cosas. -Habló Zayn sin borrar su
sonrisa arrogante, él sabía que Harry estaba involucrado con esa familia y no desperdiciaría ese
momento para humillarlo-. Sería una lástima que se enteren de que te comes a besos con los
chicos de tu academia...

-¡No metas a ellos en nada de esto! -Lo amenazó con la mirada acercándose hacia él.

-¿Por qué, eh? -Zayn se acercó de igual manera buscando intimidarlo-. ¿Qué pasaría?
¿¡Matarían a Louis para deshacerse del problemita!?

Louis los miraba con confusión, no tenía idea de lo que estaban hablando.

Harry cerró los ojos y tragó saliva, tenía que arreglar la situación, no podía exponer a Louis de
esa manera ni permitir que lo vincularan con él. Ya era tarde y arreglar las cosas de una mala
manera sería su única opción. Estaba convencido de que si no hacía algo, la voz de que Harry
estaba con Louis se correría rápidamente entre sus enemigos y automáticamente su vida
comenzaría a correr peligro estando dentro y fuera de Cowell. -Louis no es ningún "problemita" -
Sabía que le haría daño con lo que estaba a punto de decir-, para mí él sólo es un cuerpo más
con el que puedo tener sexo cada que se me antoje. -Miró a Louis de reojo, éste lo miraba con los
ojos muy abiertos, sorprendido por lo que escuchaba. Harry tragó saliva, sentía que las palabras
quemaban su garganta al salir. Lo estaba haciendo por Louis, para mantenerlo afuera de todo su
mundo de mierda en el que se movía, lo hacía por su seguridad-. No es nada importante. -Sonrió
falsamente, por dentro sentía su corazón desgarrarse, quería tomar a Louis e irse de ese lugar,
irse a donde sea que pudiera estar juntos sin temor.

-Qué tierno, Styles. -Comentó el moreno acercándose hacia Louis-. ¿Ya escuchaste? -Lo tomó de
la barbilla para hacerlo mirar a Harry, para hacer que se diera cuenta de que la situación era
verdadera. Louis tenía los ojos llorosos y realmente lo miraba con mucha confusión. Una lágrima
cayó por su mejilla provocando que Zayn estallara en risas-. ¿¡No me digas que pensabas que
estaba enamorado de ti!? -Preguntó sin dejar de reír, Louis se soltó de su agarre y volvió a bajar
la mirada. Cerró los ojos para evitar que las lágrimas continuaran saliendo, se sentía muy
humillado.

-Déjalo. -Harry sentía que no podía controlar más su enojo. Le estaba matando mirar a Louis
llorar por su culpa y no poder hacer nada para evitarlo por la estúpida presencia de Malik. Esa fue
la primera vez que lo vio llorar y lo estaba haciendo por su culpa. Quería protegerlo tanto que él
mismo era quien lo dañaba.

-¿Por qué? -Preguntó Zayn con una risa-. Si tú te puedes divertir con él ¿por qué yo no puedo
hacerlo? -Comenzó a desabrocharse el pantalón y al instante sacó su pene. Tomó a Louis de la
nuca y lo acercó hacia su miembro muy violentamente. Por alguna razón Louis no hacía nada por
defenderse, tenía la esperanza de que fuera Harry quien lo salvara de esa situación-. ¡Chúpalo! -
Ordenó acercando a Louis a sus caderas y frotándole todo su miembro en la cara, éste sólo cerró
los ojos y la boca fuertemente-. ¡Hazlo, maldito maricón! -Su agarre le lastimaba demasiado al
mayor.

-¡Déjalo, maldita sea! -Gritó Harry al mismo tiempo que empujaba al moreno lejos de Louis, no
había podido controlarse más-. ¿Estás bien, bonito? -Se acercó hacia el chico, desesperado e
intentando hacer cualquier cosa para ayudarlo.

Louis lo miró con odio, sin embargo antes de que pudiera decir algo el rizado fue golpeado por
Malik fuertemente, provocando que cayera al suelo aturdido por el golpe inesperado.
-¡Zayn, basta! -Intervino Niall frenándolo antes de que éste pudiera volver a golpear a Harry-.
¡Basta, tú no eres así! ¡Déjalo ya! -Rogó el irlandés provocando que Malik reaccionara. Se
acomodó la ropa mientras respiraba agitadamente. Niall tomó a Zayn del brazo para obligarlo a
salir de ahí y cuando ya se encontraban en la puerta se detuvo para mirar a Louis-. Date cuenta
de que realmente hay alguien que te quiere y tú le estás haciendo daño por salir con esta basura.
-Mencionó y al instante se fue sin dejar de jalar junto a él al moreno.

Los baños se quedaron en silencio, sólo se podían escuchar los sollozos de Louis que mantenía
su rostro escondido entre sus brazos.

Harry tardó algunos segundos en reaccionar, el golpe casi lo había hecho perder la consciencia.
Se levantó del suelo como pudo y limpió la sangre que chorreaba de su boca, se acercó a Louis e
intentó abrazarlo.

-Suéltame... -Mencionó el mayor con un hilo de voz mientras echaba al chico hacia atrás.

-Louis, no fue cierto lo que dije. -Habló el rizado recargándose contra la pared para intentar
estabilizarse.

-Pero lo dijiste. -Lo miró, tenía los ojos cristalizados pero había dejado de llorar.

-Tenía que hacerlo, bebé. -Volvió a intentar abrazarlo.

-¡SUELTAME! -Gritó Louis empujándolo con fuerza hacia atrás-. ¡Unos minutos antes te estaba
diciendo que te amaba! -Sintió cómo sus lágrimas volvían a descender por su rostro, no quería
llorar pero tampoco podía controlarse-, ¿y después llegan ellos y dices eso? -Se bajó de los
lavabos y su cuerpo se tambaleó levemente a causa de que las lágrimas no lo dejan ver con
claridad-. ¿Qué clase de persona eres? ¡Pensé que eras valiente y te importaba una mierda lo
que pudieran pensar de ti!

-¡Todo lo dije por una razón!


-¿¡Cuál maldita razón!? -Harry pensó, ¿qué era peor? ¿Que Louis lo odiara por ser parte de una
familia de malditos mafiosos o por las palabras que había dicho? Decidió quedarse en silencio y
negó con la cabeza-. No hay razón ¿cierto?... -El rizado no volvió a contestar-. De acuerdo, me
queda claro entonces. -Caminó hasta la puerta y salió del baño sin decir nada más.

Harry sentía la rabia quemar su cuerpo, no pensaba en ninguna solución, sólo pensaba en la
manera en la que haría a Malik pagar por lo que había hecho. Dio un suspiro y recargó su cabeza
contra una pared, tenía que ser justo, Louis no merecía nada de lo que podía provocarle estando
con él. Él era Harry y siempre estaba solo, solo para evitar hacer daño a las personas que quería.

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Capitulo 32

Capítulo 32

—Louis... ¿Te ocurre algo?

¿Cómo explicar lo que ocurría? ¿Había acaso las palabras necesarias para describirlo?

Dio un suspiro y negó con la cabeza. Realmente no encontraba alguna palabra que pudiera
definir su estado de ánimo en esos momentos. Era raro, era como si dejaras de respirar para ti y
comenzaras a hacerlo para otra persona, una persona estúpida que no tiene nada que ver
contigo, una persona que probablemente le importe una mierda que tú le quieras regalar hasta el
aire que te mantiene vivo. Dejas de vivir para ti y comienzas a vivir para él, pero cuando te das
cuenta que lo que sientes no lo siente por igual esa persona se te rompe el mundo.
¿Cómo mierda era que se había ilusionado tanto en tan poco tiempo? Él siempre había sabido lo
que era para Harry, estaba consciente de todo además de que era algo obvio, no podían tener ni
una sola conversación tranquila sin necesidad de pelear, peleas que se solucionaban con sexo,
eso, sólo sexo.

La forma más fácil de explicar lo que sentía era esta: cuando alguien está en la oscuridad se
acostumbra, sus ojos se adaptan a la falta de luz y vive tranquilo porque no tiene una idea de lo
qué es la luz, pero cuando alguien llega y prende la luz... Se sorprende, lo ve como la mayor
maravilla en el mundo. El problema es que cuando la vuelven a apagar sus ojos ya no están
acostumbrados a estar sin luz y se queda ciego, ciego porque le falta eso, la luz que llego a su
vida para después irse sin explicación... Y Harry era una especie de interruptor en su pared.

Se había enamorado de una mentira que al mismo tiempo era lo único real que tenía en la vida.

Es simple, no esperas que esas cosas sucedan, no previenes que te rompan el corazón. En cierta
manera se sentía estúpido, estúpido por querer tanto a una persona con la que no llevaba
saliendo ni por más de un mes, es más, ni siquiera se podía decir que "salían".

Louis lo quería demasiado, no estaba seguro si lo que sentía era amor, simplemente porque
nunca en la vida había amado a alguien de la manera en la que Harry lo hacía “amarlo”. Tal vez
Harry fue el primero, Harry había sido el primero en todo o más bien el único. Sus palabras le
habían dolido a sobremanera, no había ni un minuto del día en el que dejara de pensarlas. Sin
embargo lo que más le mataba era que después de eso no había vuelto a clases. Habían pasado
4 días desde lo ocurrido ese día en el baño y Harry no había dado señales de vida, su dormitorio
estaba cerrado con llave y nadie respondía la puerta.

—¿Estás seguro? Luces mal, de hecho desde hace días que luces apagado, como si algo en tu
cabeza no te dejara sonreír. —Mencionó la chica sacándolo de sus pensamientos.

Se encontraban en uno de los recesos entre clases, habían pasado todo aquel tiempo en silencio,
observando a la gente, recostados en el césped del jardín principal. Louis no quería hablar, no
tenía ni la menor gana de explicarle a nadie lo que había ocurrido con Harry. Además que él
mantendría su promesa, lo mantendría en secreto hasta que Harry estuviera listo para decirle al
mundo, si es que aún había algo qué decir. Todo eso se había ido a la mierda, Harry Styles se
había ido a la mierda.

—Sí, todo bien, Fer. —Le dio una falsa sonrisa y comenzó a observar todo el panorama del
jardín, dentro de su cabeza sabía que tenía la pequeña esperanza de encontrarse a Harry
caminando por ahí.

—Es fácil decirlo, tan fácil como darse cuenta que no estás bien. —Se acercó hacia Louis y pasó
su brazo por los hombros del chico, le dio un fuerte abrazo y luego se separó—. No es necesario
que me lo digas, yo estoy contigo. —Besó su frente y volvió a su lugar inicial. A pesar de que su
amistad había estado mal durante los últimos días, Fer no era una chica rencorosa y sabía que
Louis lo necesitaba.

Tal vez era muy notorio que no se encontraba bien, sus ojos estaban algo hinchados, en ellos se
podía ver perfectamente el cansancio y la tristeza que llevaba. —Te quiero. —Le dijo y pasó su
brazo por los hombros de ésta, ella lo miró con una sonrisa y recargó su cabeza en el pecho de
Louis. Se mantuvieron en esa posición y en silencio durante algunos segundos—. ¿Qué ha
pasado con Malik? —Preguntó Louis después de un tiempo, el chico moreno estaba junto con a
su novia besándose a medio patio escolar, Zayn la tocaba por todo el cuerpo, parecía que no
estaban conscientes de que estaban en público. Louis sentía mucho asco de sólo verlo y recordar
lo que ese chico había provocado entre Harry y él.

—Nada. —Se encogió de hombros—. Recuerda que me dejó claro que no volvería a molestarme.
—Hizo silencio durante un tiempo, no dejaba de observar al chico y a manera en la que tocaba a
su novia—. ¿Por qué me atrae una persona que sé que no es buena?

Louis pensó en aquella pregunta, Harry no era una persona buena, claramente se podía notar.
Era un drogadicto, tenía ataques de violencia, era grosero con las personas y rompía corazones
sin siquiera importarle una mierda dejar deshecho a la persona.

Negó con la cabeza al mismo tiempo que desviaba su mirada. —Porque esperas estar
equivocado y cada que comete un error no haces caso, pero cuando se porta bien contigo y te
hace sentir esas sensaciones que sólo él puede provocarte, quedas con la esperanza de que
cambie, que se convierta en alguien bueno, que cambie por ti.

Fer lo miró algo confundida. —Eso ha sonado muy personal, Lou.....


—Simplemente es la verdad.... —Susurró y recargó su cabeza contra la de la chica.

Tenía razón, eso era algo muy personal.

Continuaron en silencio, aunque no quisieran era imposible no observar la escenita que Malik
estaba dando, era algo repulsivo.

—Qué asco... —Habló Fer desviando su mirada, parecía molesta—. Creo que lo hace apropósito,
¿por qué mierda está aquí? ¡Está casi enfrente de mí!

—Así es él. —Recordó lo que había hecho cuando los descubrió a Harry y a él en baño, lo
odiaba. Si las cosas estaban mal era por su maldita culpa—. Es asqueroso, repulsivo, no tiene
valores, se nota que nunca lo educaron de pequeño.

Fer dejó salir una risita. —Tienes razón.

Louis estuvo a punto de reír cuando recordó algo. —Oh, no, mierda. —Se levantó del césped
rápidamente—. Me he dejado el móvil en el salón de clases, iré rápido. —La chica asintió y Louis
salió corriendo hacia el aula donde había visto por última vez su teléfono.

Tenía la cabeza ausente todo el tiempo, no podía creer que hubiese sido tan estúpido como para
olvidar su móvil y no haberse dado cuenta hasta casi 30 minutos después. Todo en su cabeza
giraba alrededor de Harry y eso le estaba afectando en su vida diaria, aunque intentara no pensar
en el rizado, éste siempre terminaba volviendo a su cabeza. Quería abrazarlo, sentir ese cabello
sobre sus dedos, tener su saliva en su boca, que sus ojos lo observaran de la manera
controladora que lo hacían siempre.

Llegó hasta el aula de clases, la puerta estaba entre abierta y la luz estaba prendida, supuso que
algún alumno debía estar por ahí, pues no faltaba mucho para que la siguiente clase comenzara.
Entró y se encontró con la persona que más y menos deseaba ver al mismo tiempo.
Él se encontraba ahí, sentado mirando a la pantalla de su móvil. Llevaba puesto el uniforme de
Cowell, su mochila con sus útiles estaban ahí. Al parecer había vuelto para clases. Elevó la
mirada y miró a Louis en silencio durante algún tiempo.

Fue extraño, cuando se veían sentían cómo su cuerpo se debitaba ante la presencia del otro,
dejaban de ser fuertes.

Louis dio un gran respiro y se acercó hacia su escritorio para tomar su móvil rápidamente. Quería
salir pronto de ese salón. Harry no dejó de mirarlo en todo ese tiempo, no parecía el Harry
normal, tenía unas grandes ojeras y los ojos muy rojos. Su cabello estaba muy despeinado, nada
que ver con el joven atractivo que en realidad era.

Llegó hasta su lugar y comenzó a buscar su móvil por todas partes, miró a Harry de reojo por
impulso y se dio cuenta de que éste tenía en una de sus manos su celular y en otra una bolsa
llena con cocaína, ésta última la apretaba fuertemente con la mano empuñada.

—Dámelo. —Ordenó intentando parecer fuerte—. Mi móvil, dámelo, Harry.

El rizado lo ignoró, encendió la pantalla del teléfono y comenzó a revisar los mensajes. —Vamos
a ver con quién has estado de puta estos días que yo no he estado... —Abría cada mensaje y los
leía en voz alta de manera burlona.

Louis intentó arrebatarle el teléfono de las manos. —¡Dámelo, maldita sea!

Harry se levantó de la silla y comenzó a evitar a Louis mientras subía el móvil para que éste no lo
alcanzara. —Oh, creo que te has portado bien, bebé. —Lo tomó de la barbilla y lo acercó a su
boca intentando besarlo.

—¡DÉJAME! —Louis reaccionó de manera agresiva empujándolo hacia atrás.

—¡Maldición, Louis! ¡Supera de una maldita vez lo que dije, era una estúpida mentira! —Gritó
mirándolo a los ojos—. ¡Ya no sé cómo explicarte lo importante que eres para mí! —Harry parecía
desesperado, como si estar peleado con Louis le afectara más de lo que pensó que algo podía
dolerle.

—Mentiroso... —Susurró dándole la espalda.

Dio un suspiro, estaba haciendo su mayor intento por no actuar violento, por saber pedir perdón
de la manera correcta. —No puedo decirte que estoy seguro de lo que estoy a punto de decir
—Harry se escuchaba algo nervioso, sus rodillas temblaban y trataba de continuar con lo que
decía, lo había estado pensando mucho durante sus días ausentes—, pero si de algo estoy
seguro es de que te quiero. —Louis lo miró sorprendido—. Y no sé si la frase "te amo" sea
suficiente para expresar todo lo que siento por ti, es por eso que no lo digo. —Se quedó en
silencio, no tenía ni la puta idea de por qué había dicho eso, sin embargo cada palabra que había
salido de su boca era verdad.

Negó con la cabeza, una vez más las palabras que Harry había dicho a Malik volvían a su
cabeza. —Vete a la mierda... —susurró y se dio media vuelta para salir del salón.

Había intentado ser razonable, realmente lo había hecho pero Louis lo sacaba de quicio con
rapidez. —¡Vamos a arreglar esto ahora mismo! —Mencionó Harry molesto, tomándolo de la
cintura muy violentamente y acercándolo a él. Le había costado mucho trabajo expresarle sus
sentimientos para que Louis los rechazara de esa manera.

—Suéltame. —Pidió de buena manera, no quería hacerlo enojar más porque ya se había dado
cuenta de que el chico no se encontraba en sus 5 sentidos.

Uno de los tantos problemas que causa inhalar cocaína es que vuelve violento al consumidor, no
le permite pensar en las consecuencias de sus actos y claramente Harry había inhalado una gran
cantidad, se notaba en sus movimientos y su manera de hablar.

Comenzó a desabrocharle el pantalón a Louis mientas él luchaba por liberarse. —Te daré lo que
te gusta y tendrás que dejar de ladrar. —Habló el rizado tomándolo por el cuello con fuerza al
mismo tiempo de que le besaba las mejillas de manera grotesca, con mucha saliva.

Entró en pánico una vez más, Harry ya no lo hacía sentir seguro. —-¡HARRY, DÉJAME! —Dio un
golpe en la entrepierna del rizado con la rodilla y gracias a eso pudo soltarse de sus brazos.
Corrió hacia una esquina del salón, estaba temblando—. ¡ERES UN MALDITO DROGADICTO!
¡TE ODIO! —Explotó, no podía controlarse más, tenía que liberar toda esa rabia que le hacía
sentir ese chico cuando se comportaba de esa manera gracias a la droga—. ¡¿POR QUÉ NO TE
LLENAS EL CUERPO DE PASTILLAS Y TE MUERES!?

—¡Cállate, mierda! —Se acercó hacia Louis y antes de que éste pudiera seguir hablado Harry
empuñó su mano y le dio un fuerte golpe contra la mejilla. Había utilizado todas sus fuerzas al
golpearlo.

Reaccionó del golpe y trató de reponerse, pero más que haber sentido dolor físico, le dolía más el
corazón porque Harry le hubiera golpeado. Estaba sin habla, su corazón latía con fuerza y su
vista se encontraba nublada por el aturdimiento que el golpe le había provocado. Comenzó a
llorar sin remedio. —Dijiste que no volverías a lastimarme... lo prometiste. —Susurró con un hilo
de voz, fue lo primero que se le ocurrió decir.

Harry se quedó en silencio e intentó decir algo para reponer el daño que había hecho.

La puerta del salón de clases se abrió. —¿Pasa algo? —Preguntó Liam cuando entró al aula y
notó la extraña situación. El receso había terminado y pronto el salón comenzaría a llenarse de
alumnos. Harry lo empujó y salió de ahí casi corriendo. Liam lo siguió con la mirada y después
notó que Louis se encontraba tratando de cubrir sus lágrimas. Se acercó a él—. ¿Lou, estás
bien? —El chico se encontraba temblando y escondía su rostro entre sus brazos—. ¿¡Qué
ocurrió!? —Notó que una de las mejillas de Louis estaba hinchada y de color rojo, claramente
había recibido un fuerte golpe.

—N-ono, nada, estoy bien... —Respondió muy nervioso y trató de salir del salón, sin embargo sus
lágrimas le impidieron ver y terminó cayendo al piso.

—No, no estás bien. —Liam se acercó y lo ayudó a levantarse—. Vamos, salgamos de aquí. —Lo
rodeó con sus brazos y salieron del salón, Liam sabía que Louis no se encontraba bien como
para tomar clases. Aunque no se hablaran en esos momentos, trataría de ayudarlo.
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Capítulo 33

Capítulo 33.

Especial "Harry Styles"

Existen muchos tipos de droga en el mundo, demasiados.

De todos tipos, colores, formas, aromas, que causan efectos distintos y tienen diferente grado de
maldad en cuanto entran al cuerpo.

Harry Styles convivía con todas.

Al venir de una familia de narcotraficantes se le hacía muy fácil conseguir la sustancia que él
quisiera, su padre lo había metido a Cowell para usar su apartamento como bodega para meter
grandes cantidades de todo tipo de droga. Simon Cowell, el director, lo aceptaba, estaba más que
feliz con la cantidad de dinero que los Styles depositaban a su cuenta sólo porque les permitiera
utilizar su colegio como bodega.

Los padres de Harry no estaban enterados de que su hijo consumía drogas, pero era algo de
esperarse, las tenía a su merced para el momento que él quisiese.

Su hermana y única amiga Stephanie lo sabía, no estaba muy feliz con eso, sin embargo cuando
trató de hablar con él sobre el daño que eso podría provocarle a su cuerpo y mente Harry la había
ignorado por completo. Después cuando se dio cuenta que sería imposible convencerlo de que no
las consumiera, le rogó que por nada en el mundo consumiera las drogas sintéticas, al menos las
naturales eran menos dañinas. Harry aceptó únicamente para mantenerla tranquila, no se
cohibiría de probar todas las maravillas que el mundo de la droga podría ofrecerle.

Comenzó a fumar marihuana a los 12 años, estaba en séptimo grado y comenzaba a entrar a la
edad más difícil, la adolescencia. Al principio sólo lo hacía cuando se sentía estresado o solo, los
sirvientes y guardaespaldas no eran una buena compañía para un pequeño que apenas
comenzaba a descubrir todo acerca de la vida. Después de un tiempo se vio en la necesidad de
hacerlo diario, prácticamente seguido. Se le volvió una adicción fácil de satisfacer.

A la edad de 14 años su padre se dio cuenta de la adicción de Harry por la marihuana, habló con
él y le explicó que un buen magnate del narcotráfico nunca se dañaba en cuerpo utilizando esas
sustancias dañinas, sólo disfrutaban del dinero que recibían a cambio de ellas. Harry le dijo que lo
hacía para calmar su ansiedad y su padre, intentando ser un buen hombre por ayudar a su hijo, le
recomendó el tabaco.

Harry comenzó a fumar demasiado tabaco, dejó las drogas por un tiempo y a la edad de 15 se
podía decir que era un fumador compulsivo. Comenzó a sentir que el cigarro ya no le era
suficiente.

Su vida a partir de ahí se compuso de fiestas cada fin de semana, alcohol, tabaco y mujeres,
mujeres con las que tenía sexo una noche y no las volvía a ver jamás. Estaba viviendo la vida de
ensueño para todos los adolescentes de su edad, pero para él se sentía en el mismo infierno.

Cuando cumplió 16 años estaba muy entusiasmado porque tendría una reunión con sus padres,
que llevaba sin ver casi dos años. Éstos nunca llegaron, Harry estaba en el aeropuerto muy
emocionado porque los vería y en vez de eso recibió una cajita de madera que decía:

"Feliz cumpleaños, hijo. No hemos podido asistir por asuntos importantes, pero te mandamos
este regalo, esperemos que te guste.

Atte: mamá y papá."

La caja contenía las llaves de un lujoso automóvil y una tarjeta sin límite de crédito para que
pudiera comprar todo lo que desease sin tener que pedir el dinero que administraban sus
guardaespaldas.

Eso no lo alegró, lo único que él quería era recibir un abrazo de sus padres o al menos leer un
"Te queremos" en aquella tarjeta. Esa noche para cubrir el sufrimiento que llevaba dentro del
cuerpo decidió salir a divertirse y se convirtió en una de las noches que más marcaron la vida de
Harry Styles. Celebraba su cumpleaños con desconocidos mientras la música sonaba aturdiendo
sus oídos, él había decidido pagar la cuenta de todos los que se encontraban en la discoteca sin
remordimiento alguno, sabía que a su padre le importaría una mierda el dinero que gastara. La
estaba pasando de lo mejor, conoció a un chico, su nombre era Nick, era divertido y lo hacía
sentir como si lo conociera de mucho tiempo. Cuando sintió que su cuerpo no podía más, trató de
irse a casa y antes de que pudiera salir del lugar Nick le dijo que él tenía algo que lo haría
prenderse más y disfrutar de más tiempo de la fiesta. Harry dudó por unos minutos, pero después
recordó que no importaba lo que le ocurriera, que igual a nadie le afectaría. Nick lo llevó a los
sanitarios de la discoteca y sacó una bolsa con cocaína, no era la primera vez que Harry veía esa
sustancia, sin embargo nunca la había probado, al ser una droga sintética estaba consciente de
que eso podía provocarle mucho daño y al principio de negó. Volvieron los pensamientos que le
decían que a nadie le importaba una mierda su salud y en un arranque de adrenalina combinada
con la rabia que sentía por la indiferencia de sus padres inhaló una gran cantidad de cocaína, a
partir de esa noche se vio en la necesidad de hacerlo seguido.

Actualmente era la única droga sintética que Harry había consumido.


La cocaína es un polvo blanco muy fino que se obtiene de las hojas de la planta "coca" y se
mezcla con otras sustancias. El efecto de la cocaína inhalada produce euforia caracterizadas por
locuacidad y aumento de la sociabilidad, aceleración mental, hiperactividad y deseo sexual
intenso, pero después de toda esa euforia vivida te lleva a una resaca y depresión absoluta.

La primera vez que inhaló la cocaína no sólo fue la primera vez que consumió drogas sintéticas,
sino que también fue la noche que tuvo su primera experiencia sexual con un hombre, Nick, el
amigo que no tenía ni dos horas de conocerlo y que después de eso no volvió a ver. Le gustó, le
había parecido fascinante pero no lo suficiente para considerarse completamente homosexual.
Su sexualidad no era algo que le preocupara, para él eso era igual en todos los sentidos, sexo
con una mujer o sexo con un hombre.

Comenzó a variar sus conquistas, ahora no solo buscaba mujeres, sino que también hombres. Le
gustaba el sexo, era una forma de no sentirse solo, le gustaba la manera en la que algunas
personas lo tocaban haciéndolo sentir que lo querían, aunque no fuera ningún tipo de amor, a él
le gustaba sentirlo así, cerrar los ojos e imaginar que lo tocaban con cariño.

Un tiempo de su vida vivió en Florencia, Italia, con su padre. El hombre le enseñó lo que tenía
que saber sobre la mafia, comenzó a sentir que eso era lo que él quería para su vida, ser un
mafioso como su padre, vivir las experiencias que su padre vivía, tener los enemigos que su
padre tenía. Después de unos meses dejó de ser el simple hijo de un mafioso para convertirse en
uno de ellos.

Él era el que se encargaba de cerrar los tratos con los comerciantes de menor edad, así era más
fácil conseguir un buen negocio. A Harry le encantaba hacer eso, sentir el poder, jugar a ser Dios,
se dio cuenta que si el decidía que alguien tenía que morir, moría ese mismo día con una sola
orden a sus hombres.

Después llegó a Cowell, él planeaba seguir con su rutina de siempre, sexo para no sentirse solo,
evitar hablar con personas, llevar su vida de siempre. Pero todo ese plan se había ido a la mierda
en el momento que Louis llegó a su vida.

Desde el primer momento en que lo vio pudo saber que ese joven tenía algo diferente a los
demás, era, tal vez, el sólo hecho de que fuera tímido únicamente con él mientras que con todas
las demás personas fuera un gran hijo de puta. Eso le gustaba a Harry, le gustaba sentir que era
especial para Louis.

Las cosas comenzaron a cambiar mucho para él cuándo comenzó a convivir más tiempo con
Louis, ya no sólo le gustaba sentirse especial para el chico, sino que estaba convencido de que
Louis era especial para él. Le ilusionó la idea de encontrar el amor con alguien, pero más que
nada, le ilusionó saber que había, aunque sea una persona en el mundo, que lo quería, que no lo
dejaría solo y que disfrutaba perder el tiempo con él.

No podía permitir que alguien que no fuera él lo mirara, lo deseara, hablara con él y se lo quitara.
Porque Louis era suyo, era completamente suyo. Louis era lo único que tenía en la vida y
realmente le rogaba a Dios porque él no se diera cuenta de la mierda de persona que Harry era y
lo dejara.

Ahora ya no estaba solo, ahora tenía a alguien que le demostraba que el amor no era sólo un
mito inventado por las personas que se sentían solas y querían justificar su estupidez, ahora
sabía que todas las canciones de amor tenían sentido.

Él no tenía eso es sus planes, simplemente se había presentado en su vida y era bueno porque al
menos sentía que ésta ya tenía un sentido.

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Entró a su departamento muy apurado, parecía como si alguien lo persiguiera. Cerró la puerta de
una patada y corrió hacia la habitación en donde mantenían todas las drogas, la habitación que
servía como bodega.

Su cuerpo temblaba, realmente necesitaba algo para calmarse. El alcohol y el cigarro habían
dejado de satisfacerlo, ya ni siquiera la cocaína tenía un buen efecto en él, pues utilizarla tan
seguido lo hacía acostumbrarse a esa sensación y no sentiría tan bien como los primeros años de
consumo.

Comenzó a buscar algo de marihuana para relajarse, ésta le servía para controlar su ansiedad.
Abría las enormes bolsas repletas de droga y en su búsqueda de algo de hierba se encontró con
una plantilla de láminas de LSD.

El LSD, también conocido como ácido lisérgico, es una droga con una presentación muy peculiar.
Son laminitas en forma de cuadritos que se colocan sobre la lengua y en un tiempo determinado
comienzan a hacer efecto. Hacen alucinar cosas, sonidos, sensaciones que no son reales, tener
visiones que te sacan completamente de la realidad.

Negó con la cabeza y lanzó con rabia la bolsa con el LSD al suelo, se recargó contra la pared y
cubrió su rostro con sus manos, se sentía patético al estar haciendo eso. Él no necesitaba ningún
tipo de droga, él lo que necesitaba era a Louis, a nada más que a Louis.

Estaba cayendo, nunca había imaginado necesitar a una persona más que a una droga. Louis lo
había hecho sentir en el cielo y él lo había arruinado todo, en su estúpido intento por protegerlo
de Malik o de cualquier persona que pudiera hacerle daño había terminado jodiendo todo. Lo
había lastimado, no sólo emocionalmente, sino que también lo había hecho físicamente. ¿Cómo
es que podía lastimar a lo único que le daba sentido a la mierda de vida que llevaba?

Sintió un dolor físico apoderarse de su cuerpo, su cabeza parecía que estaba a punto de explotar.
Cerró los ojos fuertemente y trató de no llorar, no quería hacerlo, no quería llorar por alguien, no
quería llorar por Louis ni por nadie más, no quería sacar todo el dolor que sentía por ser la
persona que era, no quería dejarse caer ni aceptar que le dolía la situación, Harry siempre había
sido una persona fuerte y no permitiría que una persona ajena llegara a cambiarlo todo.

No podía dejar de atormentarse por haberlo golpeado, Louis era algo tan delicado, no se merecía
estar enamorado de alguien como él. El mismo Louis lo había dicho, Harry era un maldito
drogadicto que seguramente terminaría muerto de una sobredosis y nadie se daría cuenta de que
faltaría, encontrarían su cuerpo meses después, cuando la academia comenzara a apestar a
muerto, ese era su único destino.

Una lágrima salió de su mejilla y al sentir lo húmedo sobre su piel dio un gran golpe a la pared
con su puño. Después fueron dos, y tres, y cuatro... Comenzó a golpear la pared desesperado por
deshacerse de todo el dolor que sentía adentro, ese dolor extraño que nunca antes había sentido,
era como un dolor combinado con miedo, miedo de perder a Louis.

Mandó a la mierda todo, tenía que aliviar su dolor. Limpió las lágrimas que salían de sus ojos y se
agachó para tomar la bolsa que contenía las láminas de LSD. La abrió y cuando estuvo a punto
de cortar una de éstas para consumirla miró hacia una esquina de esa habitación y se quedó
observando una pequeña maleta negra que se encontraba ahí.

Harry sabía perfectamente lo que contenía, pero nunca, ni siquiera cuando más drogado se
encontraba, se había atrevido a consumir lo que yacía dentro de ella.

La heroína, considerada una de las drogas más fuertes, terminales y peligrosas, está compuesta
de morfina y opio, sustancias anestésicas que logran aliviar el dolor físico. Combinadas crean un
efecto de sedación. En cantidades grandes puede llegar a sedarte el cuerpo completo,
provocando que tu organismo deje de funcionar causando una muerte por sobredosis. Una vez
consumida esa droga por primera vez es extremadamente difícil dejar de utilizarla, pues es
considerada una de las únicas sustancias adictivas imposibles de dejar.

Dejó la bolsa del LSD y caminó hacia donde la heroína se encontraba, abrió la maleta algo
dudoso y se encontró con un montón de jeringas acompañadas de dos tipos de polvos, uno café,
que era la heroína artificial, con menor efecto pero mayor toxicidad, y la heroína blanca, que era
muy parecida a la cocaína, ésta causaba efectos más fuertes.

Tomó la bolsa que contenía la blanca y una jeringa, caminó hacia la cocina y tomó una cuchara y
un encendedor, colocó un poco de agua en la cuchara y con el encendedor predio fuego para
calentar el agua que yacía en ésta. Cuando notó que estaba lo suficientemente caliente colocó
una cantidad de heroína y la disolvió sobre el agua. Esperó un poco a que las dos sustancias se
combinaran y después llenó la jeringa con la mezcla obtenida.

Pasó la aguja por la piel de su brazo y al instante se detuvo, no podía hacerse eso, por Louis, por
él, por ellos que podían tener un futuro juntos.

Lanzó la jeringa al piso.


No podía seguir autodestruyéndose, ya no. Él quería vivir, quería hacerlo por Louis, quería dejar
de depender de la droga, quería cambiar, quería ser bueno, quería ser una persona decente,
quería ser todo lo que Louis Tomlinson merecía.

"¡ERES UN MALDITO DROGADICTO! ¡TE ODIO! ¿POR QUÉ NO TE LLENAS EL CUERPO DE


PASTILLAS Y TE MUERES?"

Recordó las palabras de Louis y se dio cuenta de que éste ya no lo quería, lo había dejado de
querer por ser un maldito drogadicto que sólo le jodía la vida.

Las lágrimas volvieron a descender por su rostro, sin él no tenía sentido y pronto su famosa frase
de "a nadie le importa una mierda si estás bien o no" volvió a su mente. Volvió a sentir el dolor
pulsante en su cabeza.

Pensó que era estúpido sufrir por algo cuando tenía todas las herramientas para terminar con el
dolor de manera satisfactoria.

Tenía que aliviar su dolor.

Tomó la jeringa de nuevo y sin pensarlo inyectó sobre la vena que pasaba por su muñeca una
dosis de heroína, se tiró al suelo y se colocó en posición fetal para recibir el efecto.

Una oleada de éxtasis recorrió su cuerpo llevándolo a un placer absoluto, se sentía como en un
orgasmo pero sin eyacular. Su cuerpo se fue relajando, se sentía en el cielo, sus músculos ya no
dolían, su cabeza se había calmado y todos los pensamientos negativos ya no estaban. El dolor
había desaparecido por completo, lo tenía sedado, era algo increíble cómo con tan poca cantidad
de heroína se había sentido en el cielo. Cerró los ojos y se concentró en disfrutar el momento.
Bendita droga.

Escuchaba la risa de Louis, su voz, ¡hasta sentía que podía olerlo! Definitivamente su cielo era
Louis. Sí, él lo era.

"No sé si la frase "te amo" sea suficiente para describir lo que siento por ti"

"Escúchalo, te lo estoy diciendo con mis besos"

"–Creo que esa no es tu camisa, Lou...

–Lo sé, pero me gusta porque huele a ti."

"–¿Podemos...mantener esto en secreto?

–¿"Esto"?

—Sí, esto. Tú y yo.

–Claro, tú y yo, Harry..."


"–Quiero hacerte mío...

—Ya soy tuyo, ¿qué no te das cuenta?"

"–Soy Louis.

—¿Louis? Un nombre común.

–Lo sé... ¿Cómo te llamas tú?

—Llámame como desees."

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Capitulo 34

Capítulo 34

Liam se mantuvo en silencio y esperó hasta que Louis dejara de llorar. No preguntó nada, no
preguntó por qué lloraba o qué era lo que había ocurrido, sólo esperó, se quedó con él y le prestó
sus piernas para que recargara su cabeza y llorara todo lo que quisiese.

Después de que se había encontrado con esa extraña imagen en el aula de clases, se había
llevado a Louis a su dormitorio para que nadie más se diera cuenta de que lloraba. No quería que
pasara otro mal momento a causa de las preguntas y miradas que le harían los compañeros.

En ocasiones sentía la necesidad de acariciar la cabeza de Louis para darle consuelo, sin
embargo hacía su mayor intento por controlar esos impulsos, sabía que eso podía
malinterpretarse como si estuviera aprovechándose de la situación. Se quedó quieto, escuchaba
los sollozos del chico mientras pensaba en las cosas que probablemente habían pasado para
poner a Louis de esa manera. Él parecía muy afectado.

Pensó en Harry y en su presencia en el salón de clases cuando se había encontrado a Louis en


ese estado, era obvio que tendría que ver algo con él el asunto. Según por lo que sabía Liam,
esos dos no estaban saliendo y solamente eran amigos, pues nunca los había visto tomados de
la mano o demostrando algún tipo de afecto en público. Dedujo que lo más seguro era que Louis
se había enamorado del imbécil de Styles mientras que él sólo lo ilusionaba y se aprovechaba de
la situación.
Por otra parte Liam sentía mucha atracción por Louis, le gustaban muchas cosas de él y no podía
borrar la idea de lo mucho que le gustaría que Louis le diera la oportunidad de demostrarle que el
amor correspondido era lo mejor. Él podía corresponderle a todo el amor que Styles había
rechazado.

El asunto con Niall era completamente diferente, a Liam nunca le pasó por la cabeza que ese
chico pudiera sentir atracción por él, es decir, salía con las chicas más guapas del colegio, llevaba
con su novia casi dos años, mientras que a él sólo lo conocía por un pequeño tiempo que habían
pasado juntos. Simplemente no podía asimilar eso con "amor", pues tal vez Niall sólo estaba
confundido y quería probar algo nuevo, y estaba bien, Liam no lo juzgaría, pero no podría formar
parte de su aventura, no por ahora que su corazón le pertenecía a la persona que lloraba sobre
sus piernas por un hombre que no era él.

Después de casi dos horas Louis dejó de llorar, Liam se agachó un poco para mirarlo y se dio
cuenta que se había quedado completamente dormido con la boca entreabierta. Sonrió sintiendo
ternura y después poco a poco lo levantó de sus piernas para levantarse del sofá y recostar a
Louis sobre éste con mayor comodidad. Lo acomodó cuidadosamente para que Louis pudiera
descansar, entró a su habitación por una manta y luego regresó para cubrirlo con ella. Lo miró
dormir por algunos segundos y no pudo evitar sonreír, ese chico era hermoso en todos los
sentidos.

Después se preparó algo para cenar y se quedó cerca de Louis por si llegaba a despertar no se
sintiera confundido al estar solo en un dormitorio que no era el suyo. Sin embargo Louis no
despertó durante horas, de vez en cuando se movía y susurraba cosas que el castaño no lograba
entender, realmente se veía como si estuviera muy afectado.

Gran parte de la tarde Liam la gastó mirándolo, tratando de entender qué era lo que le sucedía,
por qué lloraba tanto y por qué se veía tan agotado. Louis se giró en el sofá mientras dormía,
permitiéndole a Liam mirar su mejilla, gran parte de ésta estaba con un leve color entre azul y
morado que apenas comenzaba a brotar, su piel estaba hinchada como si hubiera recibido un
gran golpe.

Su corazón se aceleraba con el sólo hecho de pensar que Styles pudiera haberlo golpeado,
aunque en cierto modo le parecía imposible, ya que él conocía a Louis y sabía que no se dejaría
golpear tan fácil por un imbécil como Harry. Realmente intentó encontrar alguna justificación para
eso, sin embargo todo apuntaba a que Styles era el culpable de ese morete en el rostro de Louis.
No soportó más y dejó de mirarlo, pensó que si seguía torturándose terminaría en el apartamento
de Harry e iniciaría una pelea a golpes aún sin confirmar que él fuera quien había golpeado a
Louis. Entró a su habitación y dejó la puerta entreabierta para estar al pendiente de él. Prendió la
televisión y trató de concentrarte en el programa que trasmitían. El sueño venció su mente y
terminó quedándose dormido después de varios minutos.

-------------------------

Harry despertó al día siguiente en el mismo lugar en donde había ingerido la heroína. El efecto
que causaba esa droga en las personas duraba aproximadamente de 5 a 8 horas, sin embargo al
rizado había logrado doparlo por completo llevándolo a un sueño absoluto.

Se sintió muy bien al despertar, por esos momentos no había tenido nada de dolor ni físico ni
mental, su cabeza había expulsado todos los malos pensamientos y momentos, haciéndole
pensar unicamente en las cosas buenas. ¿Qué cosas buenas podía tener Harry en su vida que
no fuera Louis?

Fue hacia la ducha y se adentró rápidamente a ésta sin siquiera esperar a que el agua se
calentara. Comenzó a pensar en lo que había hecho la tarde anterior, no entendía por qué las
personas siempre hablaban de la heroína como si fuera la peor cosa del mundo, a él le había
parecido magnifica. No le causaba ningún tipo de dolor, nada de efectos secundarios, ni tenía
peligro de cometer alguna una tontería al encontrarse drogado. Simplemente relajaba en manera
excesiva, calmaba la mente y los músculos, lo hacía sentir en el cielo al mismo tiempo que lo
inducia a dormir tranquilamente. Esa droga no podía ser tan mala.

Salió de la ducha y se arregló para ir a clases, estaba dispuesto a buscar a Louis y pedirle perdón
por todo el daño que le había provocado, decirle que lo amaba y que no quería perderlo,
explicarle la situación que tenía con Malik y su familia, pero claro, sin mencionar nada sobre Fer,
porque seguramente eso terminaría alejándolo por completo. Para después de todo eso hacerle
el amor hasta dejarle en claro lo mucho que lo necesitaba para estar bien.

Estaba feliz, realmente sentía demasiada emoción en pensar que las cosas volverían a estar
bien, que volverían a pasar sus tardes completas besándose y gastándose bromas ofensivas
como cotidianamente lo hacían, estaba seguro de que Louis lo perdonaría y esa se convertiría en
una de sus peleas continuas sin importancia alguna.

Cuando se encontraba listo para ir a clases recordó que él seguía teniendo el móvil de Louis, lo
tomó del bolsillo de los pantalones que llevaba el día anterior y lo revisó sin pensarlo, no
esperaba encontrar algo malo, tan sólo lo hizo por costumbre.

Se sintió extrañado cuando se dio cuenta que el móvil de Louis tenía más de 20 llamadas
perdidas de su madre, era demasiado extraño y comenzaba a preocuparse. Salió de su dormitorio
y corrió hacia el salón de clases esperando encontrar al mayor en ese lugar, entró al salón y se
encontró con la madre de Louis hablando con Fer, ambas lucían muy preocupadas.

—¡Harry!! —Corrió la profesora Tomlinson hacia él en cuanto el rizado entró al aula—. Dime que
Louis está contigo.

Harry sintió un nudo en el estómago y su cabeza comenzó a palpitar. Pensar que algo le pudiera
haber pasado a Louis lo volvía paranoico. —No-ono, no lo he visto desde ayer en la última clase.
—Balbuceó cuando apenas pudo hablar, seguro que el hecho de que Malik se hubiera enterado
de que tenían algo estaba relacionado con eso.

La mujer se recargó contra la pared y dio un suspiro, parecía agotada, como si no hubiera
descansado en toda la noche. —Creí que estaría contigo, ayer no volvió después del colegio. Ni
siquiera me coge el móvil. —Susurró.

—Yo tengo su teléfono. —Habló nervioso, comenzaba a sentirse impotente. Tenía que comenzar
a llamar a toda su gente para que buscaran a Louis hasta por debajo de las rocas, podía estar en
extremo peligro—. Lo ha dejado en mi mochila sin darse cuenta.

Se quedaron el silencio un tiempo, Harry trataba de no colapsar por el miedo, miles de ideas de
que alguien pudiera haber raptado a Louis para hacerle daño a él inundan su cabeza, seguro el
nombre de Louis Tomlinson ya rondaba por todos sus enemigos por culpa de Zayn.

—Liam... —Susurró Fer después de unos minutos.

Harry la miró preocupado y pensó en que el día anterior cuando él se había ido Louis se había
quedado con Liam. Existía la gran posibilidad de que hubieran pasado la noche juntos. El miedo
se esfumó y el coraje apareció, de nuevo los celos excesivos comenzaban a controlarlo.

—¿Liam Payne? ¿Tú crees que esté con él? —Preguntó la madre de Louis esperanzada. Louis
era un chico cerrado últimamente y ella no conocía muy bien a sus amistades, pues éste
únicamente hablaba sobre Harry.

—Pues sí, supongo, si no está con Harry seguramente esta con Liam. —Sacó su móvil y
rápidamente marcó el número de Liam, esperó algunos segundos—. No contesta, deben estar
dormidos.

—Bien. —Mencionó asintiendo con la cabeza, eso le hacía sentir un poco más tranquila—. Yo
tengo que ir a dar una clase, entonces si Louis regresa por favor díganle que se comunique
conmigo.

—Sí, está bien, cualquier cosa yo le aviso, profesora Tomlinson. —Fer le dio una sonrisa tratando
de tranquilizarla un poco más. La mujer agradeció y después salió del aula apurada. Harry miraba
al piso y apretaba sus nudillos con fuerza. Sacó un cigarro y lo prendió en su boca mientras
cerraba los ojos excesivamente fuerte, había comenzado a temblar sin sentido alguno. —Harry,
espera, ¿qué ocurre? —Se acercó hacia él y trató de ayudarlo, parecía como si éste estuviese a
punto de caer en cualquier momento—. ¿Estás bien?

—¡DEJAME EN PAZ! —Gritó alejando a la chica violentamente. Respiraba agitadamente e


inhalaba con profundidad a su cigarro—.Tengo que salir de aquí... —Se dio media vuelta y salió
del salón. Mandó al demonio las clases y se dirigió al apartamento de Payne, Liam se
arrepentiría por el resto de su vida de haberse atrevido a ponerle una mano encima a Louis.

Imágenes eróticas de Louis teniendo sexo con Liam invadieron su mente, lágrimas de coraje
salieron de sus ojos y trató de comportarse normal para evitar que los alumnos que yacían en los
pasillos de Cowell se dieran cuenta. Louis era suyo y se lo dejaría claro a cualquiera que se
interesara por él. Era sólo suyo y no permitiría que llegara Payne pensando que podía tener si
quiera sus palabras.

-------------------------

Se sentía demasiado incómodo al haber despertado en el dormitorio de Liam, no podía ni siquiera


entender cómo era que había dejado que la situación se descontrolara tanto y terminara
durmiendo ahí.

Liam se encontraba en la cocina preparando el desayuno, Louis ni siquiera se atrevía a mirarle a


los ojos después del ridículo que había hecho el día anterior al llorar como idiota frente a él. Sin
embargo se sentía liberado en cierta manera, lo necesitaba pues en su apartamento no podía
llorar porque sus padres se darían cuenta de que algo ocurría, tampoco podía hablarlo con nadie,
llevaba semanas cargando esa frustración y tenía que liberarla antes de que explotara dentro de
su cuerpo.

Se encontraba en el baño mirándose al espejo, el golpe de Harry seguía marcado en su mejilla y


al cerrar los ojos podía recordar ese momento. No había llorado por el golpe, había recibido
golpes peores y de muchas más personas, lloraba por las palabras de Harry, por la manera en la
que Harry lo hacía sentir a pesar de ser un maldito imbécil.
“No sé si la frase ‘te amo’ sea suficiente para describir lo que siento por ti".

A pesar de todo realmente deseaba arreglar las cosas con él, pero buscando una solución, no
podía simplemente volver con él, antes tenían que hablar, definir su situación y llegar a un
acuerdo para controlar los celos excesivos y sobre todo, las drogas.

Pensar eso le hizo recordar a Louis en el lugar que se encontraba, no podía permitir que Harry se
enterara de que había pasado ahí la noche, que aunque no había hecho nada malo, le traería
demasiados problemas con el rizado si llegaba a enterarse.

Salió del baño y caminó hacia la cocina para agradecerle a Liam lo que había hecho por él, se
había comportado como un gran amigo. Dio un gran suspiro antes de comenzar a hablar.
—Liam... —Susurró muy bajo, el chico se encontraba frente a la estufa cocinando.

Liam lo miró y sonrió. —Buenos días, Lou. —Se giró de nuevo hacia la estufa y continuó con su
trabajo.

Louis se quedó en silencio y bajó la mirada, realmente le avergonzaba demasiado mirar a Liam
después de lo que había pasado. —Quería darte las gracias por dejarme quedar aquí, no
entiendo qué me pasó, no entiendo por qué me puse tan mal. —Mentía, sabía perfectamente por
qué se había puesto así, sin embargo no quería provocar alguna discusión entre Liam y el rizado,
ni tampoco quedar como un idiota que no era capaz de defenderse gracias a la vulnerabilidad que
el amor le daba.

Liam apagó la estufa y después caminó hacia Louis sin decir una sola palabra, lo envolvió en un
fuerte abrazo que al principio éste no supo cómo reaccionar, pero no pasó mucho tiempo para
que le correspondiera el gesto, los brazos del chico se sentían muy bien. Liam lo hacía sentir a
salvo de todo, de Harry, de Zayn, de su madre, de las drogas de Harry, todo, absolutamente de
todo.

Se separó un poco para mirarlo a los ojos. —No importa, no importa nada que no seas tú. —Le
dijo con toda sinceridad.
Louis bajó la mirada tras escuchar esas palabras, se sentía mal por Harry, que aunque no
estuviera haciendo nada malo sentía mal al estar abrazando a alguien que no era él. Se alejó de
Liam y caminó dentro de la cocina. —¿Y por qué no has ido a clases? —Intentó abrir cualquier
otro tema de conversación.

—Porque quería quedarme contigo. —Se empeñaba en hablar de eso, de dejarle claro a Louis
que lo quería.

—Lo aprecio mucho, en serio que lo hago pero tengo que irme. —Le dio una sonrisa tímida y
salió hacia la sala buscando su mochila. El timbre de la puerta se escuchó varias veces en un
solo segundo, como si la persona que timbraba estuviera desesperada porque abrieran—. ¿Liam,
dónde está mi mochila? —Preguntó mientras levantaba todos los cojines del sofá, Liam había
salido de la cocina para atender la puerta.

—Oh, está en mi habitación, pasa por ella. —Mencionó sin borrar la sonrisa y colocó la mano
sobre la manija para abrir la puerta.

—Bien. —Louis se adentró en la habitación sin siquiera imaginar quién era la persona que había
timbrado.

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Capitulo 35

POR FAVOR NO SPOILERS EN LOS COMENTARIOS, LO DIGO PORQUE YO ME ACORDÉ


DEMASIADO DE DDT MIENTRAS LO LEÍA Y CASÍ ME AVIENTO POR LA VENTANA, EL
DOLOR ES MUY REAL.

Capítulo 35

El corazón comienza a palpitar de manera excesiva, dándole a conocer que está vivo. Siente una
herida enorme abrirse en su cuerpo, pero no deja rastro de que está ahí. Duele demasiado, pero
no se siente como un dolor físico, es algo más mental, algo que se impregna a tu cuerpo como
una plaga, algo que sabes que tendrá que pasar mucho tiempo para que desaparezca. Un mal de
amor.

"Liam... Si no está con Harry eso significa que está con Liam"
En menos de 5 segundos esas palabras habían logrado que sintiera una especie de colapso en el
cuerpo. No quería pensar, quería sacar de su mente todas aquellas imágenes que sólo hacían
que se sintiera como si algo que no fuera humano se apoderara de su cuerpo, algo que sólo
buscaba destruir, terminar con todo lo que le causaba dolor. Y por desgracia, Louis le causaba
dolor.

Su cuerpo temblaba, apenas podía caminar, ponía todas sus fuerzas para controlar su llanto; muy
pocas veces en la vida había sentido la necesidad de liberar el dolor con lágrimas. Él no quería
llorar porque no hubiera obtenido lo que quería, o porque sus padres hubieran faltado a alguna
fecha importante en su vida, ni siquiera lloraba porque le había pegado a Louis o porque se había
dado cuenta que nadie le quería en este mundo. Los celos se sentían distintos, era rabia
acompañada de miedo, un miedo diferente al común, un miedo que le hacía encontrar sus
propios demonios con tal de acabar con aquello que le perturbaba.

Sólo quería sacar toda esa rabia que se apoderaba de su cuerpo, sacar todo lo que le hacía
daño, él ya no quería sentir eso.

Pensaba y era ilógico, ni siquiera existía la posibilidad de que alguien como Louis le quisiera tanto
como él había comenzado a quererlo.

La gente no suele enamorarse de las personas rotas y sin vida... ¿Qué podía ofrecerle Harry
comparado con todo lo que Liam Payne podía darle? Dinero. Sí, sólo eso. Dinero, dinero sucio y
sin ningún valor ético, nada importante.

Llegó hasta el dormitorio de Payne y tocó el timbre con desesperación, una vez tras otra durante
algunos segundos. Limpió cualquier residuo de lágrima que amenazara con salir de sus ojos y
esperó a que abrieran la puerta. Dentro de su mente pasó la idea de que preferiría que Louis
hubiera sido asesinado por alguno de sus enemigos, que encontrarlo en ese dormitorio con
Payne.

La puerta se abrió al poco tiempo y Liam salió con una sonrisa que se borró automáticamente al
mirarlo. —Haa-Harry, hola. —Balbuceó y entrecerró la puerta lo suficiente para que sólo se
pudiera ver su rostro.

—Hola, Liam. —Por alguna extraña razón se sentía demasiado nervioso, hablaba cabizbajo y con
un volumen bajo de voz. Era el miedo—. Me ha mandado la profesora Tomlinson para
preguntarte si su hijo Louis está aquí contigo, ella está muy preocupada. —Le dijo y cerró los ojos
fuertemente, no quería escuchar esa respuesta. Apretaba su propio puño controlando sus
impulsos de entrar a ese lugar y buscar a Louis por sí mismo.

Liam se quedó en silencio y suspiró. Harry abrió los ojos y notó que se encontraba algo nervioso,
preocupado. Liam no sabía cómo responder y por cada segundo que pasaba el rizado sin
obtener una respuesta de su parte sentía miles de espadas clavarse en su espalda. Dio un último
respiro para controlarse.

—Liam, podrías dármela tú, no la veo por ningún lado. —Escuchó y en menos de 5 segundos su
cabeza se encontraba totalmente envenenada, la voz de Louis había salido por detrás de la
puerta, dejándole en claro que efectivamente ellos estaban juntos.

Pudo sentir con toda claridad cómo su corazón se rompía en miles de pedazos, cómo un demonio
se apoderaba completamente de su mente y cómo sus ojos se cristalizaban por completo
provocado por la rabia. Apretó más fuerte su puño, llegaba incluso a lastimarse a sí mismo.

Liam lo miró con los ojos muy abiertos y tragó saliva en seco. —Harry... —Intentó decir antes de
ser interrumpido por el mayor.

—¿Liam? —Se volvió a escuchar la voz de Louis, esta vez más cerca—. ¿Liam, quién es? ¿Qué
ocurre? —Louis llegó por detrás del castaño y abrió la puerta por completo. Harry no pudo
siquiera subir la mirada para verlo, no podía mirarlo, si lo hacía terminaría moliendo a golpes a los
dos por haberse burlado de esa forma de él. Ese sentimiento de celos lo tumbaba como si
estuviera sedado por la droga, lo dejaba inconsciente y alguien que no era él se apoderaba de su
mente incitándolo a hacer cosas malas. Louis mantenía los ojos muy abiertos, sabía que tenía
que hacer algo antes de que el rizado reaccionara de manera agresiva. —Harry... —Volvió a
escuchar su voz y trató de controlarse, realmente estaba poniendo todo su esfuerzo por no
explotar—. Harry... —Louis volvió a mencionar mientras se acercaba hacia él y tocaba su hombro.

Eso fue suficiente. Lo alejó de él violentamente, subió la mirada y posó sus ojos sobre los de
Louis. Su corazón palpitaba con tanta fuerza que amenazaba con salírsele del pecho. Lo miró
con asco, con odio, con toda esa rabia que sentía tras su supuesta traición.
Liam decidió intervenir, no permitiría que Harry volviera a lastimar a Louis, podía notar el miedo
con el que éste lo miraba. —Pues sí, ahora puedes irte y decirle a la profesora Tomlinson que
Louis ha pasado la noche aquí, que no hay motivos para preocuparse. —Mencionó con firmeza
hacia el rizado.

—¡Hijo de puta! —Mandó su intento por controlarse a la mierda. Se lanzó sobre Payne en
cuestión de segundos y le dio un fuerte golpe en el labio, lo suficientemente fuerte para tronárselo
y hacer que sangrara a chorros. Él rápidamente reaccionó y le golpeó el abdomen sofocándolo,
se podía decir que nunca había recibido un golpe tan fuerte como ese. Harry apenas podía
mantenerse parado al haber perdido todo el aire tras el golpe, dobló su cuerpo a la mitad y trató
de reponerse.

—¡LEVANTALE! —Gritó Liam—. ¡Vamos, Styles! ¿¡Quieres descargarte con alguien por no ser
capaz de hacer feliz a alguien tan maravilloso como Louis?! ¡Pues aquí me tienes! —De un
segundo a otro Liam se había convertido a otra persona—. ¡No permitiré que le hagas daño a
Louis, antes te mato!

Harry recuperó su postura, aún no podía respirar correctamente.

—¡Para, Harry, para! —Louis se posó frente al rizado para evitar que la pelea continuara—, por
favor, mi amor, detente. —Lo envolvió en un abrazo fuerte pensando que eso lo tranquilizaría un
poco—. No pasa nada, guapo, todo está bien. —Le hablaba bonito y con ternura, conocía las
debilidades de Harry.

Volvió a respirar su olor, sintió todo el calor de su cuerpo, sus manos sobre su piel lograban un
efecto mayor a cualquier droga, lo tenía a su merced. —Maldito seas, Louis... —Susurró con un
puchero y lo abrazó de igual manera.

Liam los miraba con los ojos muy abiertos, presenciar esa escena no era fácil cuando él también
estaba enamorado de Louis.

—Está bien, amor, tranquilo... —Juntó su boca con la de Harry y terminaron con el espacio que
separaba sus labios, se besaron con absoluta necesidad de la saliva del otro. Harry lo abrazaba
con fuerza siendo agresivo sin darse cuenta, quería sentirlo muy cerca de él.
Se separó de él y relamió sus labios cuando sintió que su sabor comenzaba a faltarle.
—Vámonos de aquí. —Le dijo y lo tomó de la mano para llevarlo a su dormitorio que se
encontraba a pocas puertas de ahí.

Louis miró hacia atrás y se encontró con Liam, le dio una sonrisa mientras negaba con su cabeza
y volvió su mirada hacia enfrente, le dolía hacerle daño. Había decidido hacer eso a pesar de
tener a Liam enfrente para evitar que la pelea se hiciera más grande. No sabía si Harry estaba
drogado y temía por la seguridad de Liam. Ni siquiera trató de explicarle al rizado lo que había
pasado, ni por qué estaba con Liam es su apartamento, por ahora sólo quería evitar que se
lastimaran a golpes. Se sintió culpable, Liam no merecía eso, ahora Harry lo odiaría y él no quería
que le hiciera daño.

Entraron al dormitorio del rizado y se quedaron en silencio, se podía escuchar el sonido del
corazón agitado de ambos chicos.

Harry aún temblaba y al sentir absoluta necesidad caminó hacia un cajón y sacó una bolsa con
cocaína, inhaló una gran cantidad y se recargó contra la pared cerrando los ojos fuertemente.
Sentía la droga un poco trabada.

Louis suspiró, de nuevo la maldita cocaína. —No ha sido nada de... —Intentó decir y Harry
reaccionó de manera agresiva una vez más.

—¡VAMOS, DIMELO! ¡Dime que se quedaron dormidos mientras veían una película! —Gritó con
furia y Louis dio un paso hacia atrás al sentir miedo—. ¡O MEJOR AÚN, QUE NO TIENES NI
IDEA DE CÓMO TERMINASTE AHÍ!

—¡Maldita sea, Harry, no es eso! —Louis no había hecho nada malo, no merecía esos gritos—.
¿¡Cuántas veces tengo que decirte que Liam sólo es mi amigo!?

—¿¡Y yo qué soy entonces, imbécil!? —Lo miró con los ojos cristalizados y bajó la mirada cuando
sintió que sus lágrimas comenzaban a descender, los malditos celos lo estaban volviendo loco.

—No lo sé... —Fueron las primeras palabras que vinieron a su mente, tenía miedo, Harry recién
había inhalado droga y era cuando más violentó se ponía—. No tengo idea de lo que signifiques
para mí, ya no.

Harry comenzó a reír irónicamente mientras negaba con la cabeza. —¿¡No lo sabes, bonito!?
—Esperó una respuesta de Louis y éste negó con la cabeza—. Pues yo te haré darte cuenta de lo
que soy para ti. Se acercó rápidamente hacia él y lo atrapó entre sus brazos impidiéndole el
movimiento—. ¡Date la vuelta y déjame demostrártelo!

Una vez más sentía demasiado miedo. —Ya no, Harry —Rogó haciendo un puchero—, suéltame
por favor. —No era la primera vez que tenía que pasar por una situación así a causa de los celos
y la cocaína.

—Vas a darte cuenta de que yo soy tu único dueño, el único que puede hacerte sentir en el cielo.
—Comenzó a desabrocharse el pantalón mientras que con la otra mano sostenía a Louis
violentamente, lo recargó contra la pared y lo apretó con su cuerpo, evitando que éste pudiera
zafarse. El efecto de alto deseo sexual provocado por la droga estaba llegando a su cuerpo.

—Amor, por favor, suéltame. —Ya había entrado en pánico, no quería que Harry continuara
echando a perder la imagen que tenía sobre él, no quería tener otro motivo para dejarlo o para
dejar de quererlo—. Por favor, Harry, no lastimes a las personas que te quieren. —Se movía
tratando de liberarse del agarre del chico, sin embargo le era imposible, éste lo tenía sujeto con
muchas fuerzas y su cuerpo era más grande que el de Louis.

—¿Entonces ahora me quieres? —Sacó su miembro rápidamente y comenzó a estimularlo—.


¿También me querías cuando te dejabas follas por el imbécil de Payne o se te olvidó el amor?
—Louis no respondió, no podía ni siquiera creer lo que Harry parecía a punto de hacer—. Pues ya
mismo me vas a decir qué es lo que soy para ti, bebé. —Estaba cegado por la rabia, por todos
los celos y por la droga en su organismo. Actuaba por instinto y sin pensarlo, quería que Louis
recibiera el mismo dolor que él había recibido al encontrarlo en ese departamento.

Lo tomó de la cadera y lo tiró al suelo, después se sentó arriba de él, evitando aún más que el
mayor pudiera liberarse. Comenzó a desabrochar el pantalón de Louis y lo bajó junto con su
bóxer dejándolo apenas a una altura en la que liberaba los glúteos del chico. Con sus piernas
detenía las manos del Louis.
Se dio cuenta que iba en serio, sintió las manos de Harry tocar su piel trasera con violencia, de
una manera asquerosa. —¡Déjame! —Gritó y comenzó a moverse como loco por debajo del
rizado—. ¡Déjame, Harry! —Rogaba y trataba de quitárselo de encima.

Harry le giró la cabeza con agresividad para poner callar su boca comenzando a besarlo de una
manera muy húmeda, metía su lengua a la boca de Louis sin importarle lastimarlo o dejarlo sin
respiración. Continuaba estimulando su miembro con una mano y con la otra tocaba la entrada de
su novio con deseo. —A ver si la esto te quita las ganas de andar de puta con Payne, bonito. Te
voy a dar lo que quieres y tendrás que quedarte satisfecho. —Le decía sin importarle sus suplicas
porque se detuviera.

—No hagas esto, Harry... —Continuaba rogando, había comenzado a llorar por la desesperación.

Colocó las manos de Louis debajo de su cuerpo mientras las agarraba con una de sus manos,
mantenía sus piernas sobre las del chico para evitar que continuara tirando patadas y con su
mano libre separó los glúteos de Louis para deleitarse de la vista. Relamió sus labios y terminó
con la espera, simplemente lo hizo, lo penetró profundamente.

Louis sintió un dolor punzante partir su cuerpo en dos, abrió la boca excesivamente y lágrimas de
dolor cayeron de sus ojos. Harry le había metido todo su pene en un instante, no lo había
estimulado ni se había encargado de humedecer la zona, Louis no se encontraba excitado y eso
le había dolido demasiado.

—Ahora sí dime —Comenzó a embestirlo violentamente—, ¿¡qué soy para ti!? ¡DIMELO!
—Gritaba mientras lo tomaba de la cintura y lo azotaba con más fuerza contra su cuerpo para
penetrarlo más profundo.

—Me duele... —Respondió Louis con un hilo de voz, apenas pudo hablar, el dolor que sentía era
algo inhumano, demasiado destrozador, eso no era sexo, eso era una agresión, sentía como si le
estuvieran partiendo la cadera con las manos. Entrecerraba los ojos, pensaba que el dolor lo
tumbaría por completo.

Harry lo miró a los ojos, esos ojos que lo miraban con miedo y tristeza a la vez, esos ojos que
lloraban de dolor, un dolor que él le estaba causando. Los mismos ojos que antes lo habían
mirado con mucho amor.
Se detuvo y salió rápidamente de Louis, reaccionó, regresó a la realidad y se dio cuenta de lo que
acababa de hacer.

El mayor aprovechó ese momento para salir de abajo del cuerpo del rizado, se abrochó el
pantalón mientras temblaba y se arrastró hasta una esquina, estando ahí comenzó a llorar como
un loco, dejando salir fuertes llantos sin importarle que Harry lo estuviera mirando. Nunca se
había sentido tan lastimado como lo estaba sintiendo en esos momentos.

¿Por qué cada que trataba de demostrarle a Louis lo importante que era para él lo arruinaba
todo? No podía creer lo que había hecho, no podía ser cierto, no, no lo había hecho. Intentó decir
algo y al instante calló, era un momento muy tenso.

Louis aún estaba muy asustado, temblaba demasiado. Se levantó del piso y se acomodó la ropa,
había quedado una pequeña mancha de sangre en la alfombra del dormitorio.

Harry cubrió su boca con una de sus manos y se dio media vuelta. Tenía la cabeza a punto de
explotar y unas ganas inmensas de vomitar se apoderaron de su cuerpo. Sentía asco por sí
mismo.

Comenzó a caminar hacia la puerta de salida, seguía estando en shock y no sabía qué hacer,
sólo quería olvidarse de todo, olvidarse de que Harry Styles existía y de lo mucho que lo amaba.
Sus lágrimas deterioraban su vista haciendo que chocara contra un mueble, una jeringa cayó al
suelo. Se agachó para recogerla y un miedo más grande del que ya sentía invadió su cuerpo.
Limpió sus lágrimas para poder ver mejor el contenido de esa jeringa, después miró el mueble y
se encontró con una cuchara y un encendedor junto con una bolsita que contenía un polvo
blanco. Él no era imbécil, sabía las cosas básicas sobre la drogar, no le era difícil saber qué
significaba eso. —¿¡Dime que no has estado haciendo esto!? —Susurró muy bajo mirando a la
jeringa con los ojos muy abiertos. Harry se mantuvo en silencio—. Harry, dime por favor que esto
no es tuyo. —Se giró para mirarlo—. ¡Maldita sea, responde! ¡Dime que no consumes heroína!
—La heroína no, rogaba porque Harry no fuera adicto a eso, él sabía lo peligrosa que podía ser
esa sustancia. Por un momento se olvidó del daño tan tremendo que Harry le acababa de hacer.
Hay personas que no importa lo mal que se comporten contigo, tú nunca vas a poder dejar de
quererlas. —¡MIERDA, CONTÉSTAME!
Harry agachó la mirada, continuaba tratando de asimilar todo lo que estaba pasando. —No quería
que me doliera, no quería que me dolieras.... —Susurró y escondió su rostro entre sus brazos,
sintió una lágrima resbalar por su mejilla—. No podía con la culpa por haberte golpeado por te
amo, Louis... Pero no sé cómo quererte y lo estoy arruinando todo... Tú llegaste a deteriorar el
sistema, los monstruos no están diseñados para amar.

El silencio volvió, Louis sentía que caería en cualquier momento, era imposible todo el dolor que
esa persona le causaba al mismo tiempo que le decía que lo amaba y lo necesitaba. No podía
dejar solo a Harry, no ahora que estaba metido en la heroína, tenía que ayudarlo a salir, no
permitiría que Harry se hiciera tanto daño.

El rizado se acercó lentamente hacia Louis, éste lo miró con miedo y él volvió a atraparlo con sus
brazos. Esta vez no lo hizo violentamente, sólo lo abrazó, lo abrazó como si alguien se lo quisiera
arrebatar de sus brazos.

Louis comenzó a llorar más fuerte y le devolvió el abrazo. —No quiero que te pase nada...
—Dijo entre jadeos provocados por el llanto.

—Perdón, bebé. Perdón, perdón, perdón, perdón, perdón. —Él también lloraba y mantenía su
rostro escondido sobre el cuello del mayor—. Perdón, Lou, perdón. —Lo abrazaba por la cintura y
respiraba agitadamente—. No quiero perderte, no puedo estar sin ti, quédate conmigo, por favor,
no me dejes, yo te amo, te necesito demasiado, Lou, por favor. —Hablaba demasiado rápido y
apenas se escuchaban sus palabras.

—Tranquilo, estoy aquí. —Mencionó cuando por fin recuperó la voz—. No pasará nada, juntos
vamos a arreglarte, ya no necesitarás nada de drogas. —Louis también temblaba, pero al menos
estaba más tranquilo que Harry—. Nunca te voy a dejar... —Por primera vez él fue quien tuvo que
mostrarse fuerte.

Harry se separó del cuello de Louis y lo besó, esta vez muy lentamente, sintiendo cada partícula
de su saliva, disfrutando de las sensaciones que le regalaba su boca. Después de un tiempo se
separó y trató de sonreír. —Tienes que casarte conmigo, Lou... —Lo miró acariciando su rostro.

Louis sonrió y negó con la cabeza. —Amor, tienes 17 años, eres muy joven. —Volvió a abrazarlo
mientras lo pegaba a su cuerpo.
El miedo había desaparecido, Harry ya no era el mismo chico violento y drogado de hacía unos
minutos. —Pero cuando cumpla 18, ¿nos casaremos, verdad? —Parecía como un bebé cuando
tienen sueños sobre "qué serán cuando sean grandes"—. El primero de Febrero del próximo año
tú y yo nos casaremos sin importar qué.

—Sí, amor, cuando cumplas 18 nos casaremos. —Lo abrazó y después sólo lo besó, lo besó por
un largo tiempo. Louis lo iba a sacar de las drogas, no permitiría que arruinaran su vida, porque al
arruinar la vida de Harry, se la arruinaban a él también.

Estaba dispuesto a soportarlo, lo haría porque lo amaba.

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PREGUNTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

-QUIEN ESTA MÁS IDIOTA?

a) harry por violar a lou.

b) louis por quedarse con el aún así.

c) yo por escribir esta historia.

d) ustedes por leerla

e) eleanor por ser eleanor.

(No podía quitar esto, es épico)

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Capitulo 36

Capítulo 36

2 semanas después.
—¿Te falta mucho para llegar? —Preguntó el rizado por el otro lado de la línea. Le había
conseguido un chofer a Louis para que lo llevase a donde él le pidiera. Era sábado, pero ellos
habían decidido pasar el fin de semana en Cowell.

Rodó los ojos y mordió su labio con una sonrisa al darse cuenta de lo ansioso que estaba su
novio por verlo. —No, Harry, ya estoy por llegar. Sólo me falta escoger la comida, termino de
hacer las compras y regreso a la academia.

Los últimos días los habían pasado haciendo el mayor esfuerzo por parte de ambos para poder
llevar su relación en paz. Actuaban como un par de enamorados que nunca habían pasado lo que
esos chicos habían vivido apenas unas semanas atrás. Estaban seguros de que fingir que nada
había pasado los ayudaría a borrar esos horribles momentos de su cabeza. La estaban llevando
bien, en paz. Louis pasaba todo el día con Harry para así asegurarse de que éste no consumiera
ningún tipo de droga, pues cuando estaban juntos realmente el rizado no sentía esa necesidad.

Eso los mantenía felices a ambos, poder estar juntos sin pelear, poder pasar un tiempo agradable
no necesariamente teniendo sexo o algo parecido. Podían estar simplemente charlando o
mirando la televisión, a Louis le gustaba ayudar a Harry con las tareas y pasar la tarde con él,
para en la noche regresar al dormitorio de sus padres y soñar con Harry. No era la mejor relación
en la vida, pero los hacía feliz y eso era suficiente.

Esa tarde de sábado Louis había salido de Cowell para ir a la cuidad a rentar algunas películas y
comprar algo para comer. El rizado había aceptado que fuera solo porque en realidad tenía que
supervisar por teléfono algunos negocios que había tenido descuidados por causa de la presencia
continua de Louis en su dormitorio.

—Está bien, pero no tardes. Apenas te has ido hace unas horas y ya te extraño. —Escuchó el
mayor y automáticamente bajó la cabeza sonrojado.

—No me extrañes, me tendrás ahí toda la tarde, noche y el día entero de mañana. —Buscaba
entre los pasillos del supermercado algunas frituras para comprar—. Amor, ¿qué marca de
frituras es la que más te gusta? —Frente a él tenía decenas de frituras distintas, de todas marcas,
tipos, sabores y colores. No sabía cuáles escoger, realmente quería comprarlas todas.

—Hmmm... ¿Frituras? Me gustan de todos, escoge tú, Lou...

Louis estuvo a punto de volver a presionarlo para que le diera cualquier marca cuando notó un
estilo de frituras que hicieron que sus ojos brillaran, tenían una perfecta y hermosa forma
triangular. —¿No importa que sean en forma de triángulos? —Antes de escuchar la respuesta de
Harry ya había tomado 3 paquetes de los más grandes en existencia.

—¿Esto es en serio, bonito? —Harry no entendía la obsesión del mayor por las formas
triangulares, le parecía demasiado cómico y tierno a la vez.

—Sí, Harry, son las frituras perfectas. —Caminó hacia la caja registradora y comenzó a sacar del
carrito todo lo que compraría, llevaba prácticamente todo el supermercado, todo lo que veía y le
parecía interesante lo compraba. El dinero había dejado de ser un problema ya que Harry no le
permitía pagar nada y el chofer tenía la orden de cubrir todos los gastos efectuados por Louis.

—Amor... —Harry intentaba no reír, sin embargo realmente le parecía demasiado gracioso la
obsesión de Louis por los triángulos. Se mantuvo en silencio pensando algunas cosas y de pronto
una estúpida, pero grandiosa idea llegó a su cabeza. Sonrió de sólo pensarlo, tal vez era lo mejor
que se le había ocurrido en mucho tiempo—. ¿Te gustan mucho los triángulos?

—Sí, supongo. —Pagó sus compras y se dirigió con las bolsas del súper hacia el auto en el que
lo esperaban para llevarlo de regreso a Cowell. Llegó hasta éste y entregó las bolsas al chofer
para que las guardara en el maletero, después se subió y siguió hablando con Harry—. Espero
que este no vuelva a ser uno de esos momentos en donde haces preguntas extrañas sobre los
triángulos, ya te dije que me gustan sin motivo alguno.

Se escuchó una risita de parte del menor. —No, Lou. ¿Te gustan demasiado? —Volvió a
preguntar.

Louis frunció el ceño un poco, no entendía muy bien las preguntas de Harry, estaba seguro de
que algo tramaba. —Pues sí, te he explicado miles de veces que su forma es perfecta... y
triangular....
Volvió a reír. —De acuerdo, mi amor. Entonces te espero, no tardes.

—Sí, Harry. De hecho ya voy en el auto de regreso a Cowell.

—De acuerdo.

—De acuerdo...

—¿Entonces....? —No quería colgar el teléfono, realmente no quería dejar de escuchar la voz de
Louis.

—Entonces....

Dejó salir una carcajada. —Lou, no pasaré por esa discusión. —Mordió su labio con una sonrisa,
realmente sí quería pasar por esa discusión.

—Tenemos que hacerlo, Harry. Todas las "parejas" lo hacen. —Mencionó Louis entre risas.

—Ay, en serio que no entiendo cómo logras convencerme de hacer cosas tan ridículas, pero está
bien... —Habló fingiendo molestia—. Cuelga tú....

—No, cuelga tú.... —Sonrió como un tonto y recargó su cabeza contra la ventanilla del automóvil.

—No... Tú....

—Tú, Harry.... —El chofer lo escuchaba y hacia su mayor intento por no dejar salir una carcajada.
El rizado explotó en risas contagiando al mayor. —Mierda, somos patéticos, Lou.

—Lo sé...

Quedaron en un silencio durante varios segundos, tan sólo se escuchaban sus respiraciones a
través del teléfono.

—Dios, Lou... —Susurró el rizado—. Te amo tanto. —Su voz se escuchaba seria, el silencio
volvió del otro lado de la línea—. Siento como si hubieras llegado a mi vida para salvarme de la
destrucción.

—Y yo como si hubieras llegado a mi vida para quitarme la virginidad... —Bromeó un poco Louis,
se escucharon las risitas de Harry.

—Ha sido un placer quitarte la virginidad.

—Y ha sido un placer salvarte de la autodestrucción.

De nuevo los silencios y las respiraciones.

—Cuando llegues a Cowell no te bajes del auto. —Mencionó el rizado.

—¿Mande?

—Que no te bajes del auto, estaré esperando en la entrada.

—No entiendo, Harry, ¿para qué?

—Me acompañarás a un lugar.


Hizo un puchero, pensó que seguramente Harry saldría con que tenía cosas qué hacer como a
veces lo hacía. Seguía sin saber qué eran esos asuntos los cuales lo mantenían ocupado todo el
tiempo, sin embargo había decidido no hacer preguntas sobre algo que probablemente no quería
saber. —¡Pero íbamos a comer frituras triangulares mientras veíamos películas! —Bufó sacando
lo inmaduro que llevaba adentro.

Volvió a reír. —Sí, amor, será algo rápido y regresaremos a ver todas las películas que quieras.

---------------------------

No pasaron más de 30 minutos cuando un automóvil negro se estacionó en la entrada de Cowell.


Harry se encontraba esperando mientras fumaba un cigarrillo, había comenzado a evitar fumar
frente a Louis por petición del mismo. Apagó el cigarro tirándolo al piso y aplastándolo con su
zapato, después subió al auto, entregó un papel al chofer con una dirección y miró a Lou con una
sonrisa. Él comía las frituras triangulares y se acercó feliz hacia Harry para saludarlo con un beso.

—Quítate. —Ordenó mirándolo de manera divertida—, ¡Tienes toda la boca manchada de frituras!
—Lo alejó evitándolo que lo besara.

Louis tenía todo el borde de la boca llena de morusas de aquellas frituras con sabor a queso,
también sus dedos estaban del color de éstas. —Y tú hueles a cigarro así que estamos a mano.
—Volvió a acercarse y esta vez Harry no le impidió que lo besara, juntaron sus labios creando un
sabor a frituras y tabaco, el sabor perfecto para definirlos.
Se separó después de pocos segundos. —Qué asco, frituras triangulares. —Habló fingiendo
desagrado, sin embargo no podía borrar la sonrisa de su rostro.

—Qué asco, cigarro... —Imitó el tono de voz del rizado y ambos comenzaron a reír. Lou bajó la
mirada—. ¿Quieres? —Ofreció la bolsa de frituras.

—No, mi amor, gracias. —Sonrió y pasó su brazo por encima de los hombros de Louis, haciendo
que éste quedara recostado sobre él.

Se encogió de hombros y continuó comiendo sus frituras. —¿Adónde vamos, Harry?

El menor se encontraba en su celular mandando mensajes y utilizando la calculadora, pues no le


había dado tiempo de terminar con lo que tenía que hacer para esa tarde. —Vamos a ir a... —no
prestaba mucha atención a lo que decía por estar mirando el móvil—, a un lado, Lou. Tú dedícate
a comer tus cosas esas. —Le dio un corto beso en los labios y volvió sus ojos hacia la pantalla.

—Ay. —Louis dejó salir una risa e hizo lo que su novio le pedía.

Estuvieron 40 minutos más viajando, el mayor ya se había acabado dos bolsas de frituras
mientras que Harry lo miraba en silencio, fascinado por la manera en la que el chico disfrutaba
esa comida.

—Harry, creo que he comido demasiado... —Susurró mientras acariciaba su abdomen y dejaba
salir un bostezo. Habían llegado a su destino, el automóvil se había estacionado en una parte de
la cuidad que Louis no conocía.

—¿¡En serio!? Te juro que si no me lo dices, no me doy cuenta. —Fingió asombro


sarcásticamente y abrió la puerta para salir del auto—. Vamos, amor, llegamos.

—Tú tienes la culpa. —Rodó los ojos molesto y bajó del auto—. Si tan sólo me hubieras dicho
"Bonito, deja de comer frituras, te va a doler el estómago" nada de esto estaría pasando. —Una
vez más imitó la voz del rizado y miró todo a su alrededor.
Harry reía mientras miraba cómo éste se quejaba por el dolor de estómago, Louis lo fulminó con
la mirada y él le mandó un beso al instante. —Ya, bonito, ven —Habló estirando su mano para
que el mayor se acercara.

Louis la tomó y Harry entrelazó sus dedos. Comenzaron a caminar hacia una especie de tienda.
Se sentía muy bien poder estar así en público, en el lugar en donde estaban nadie los conocía,
eso les daba la total libertad de actuar como desearan.

Leyó un cartel colgado por fuera de la tienda mientras se adentraban a ella y al instante supo de
qué trataba todo eso. —¿¡Tatuajes!? —Preguntó Louis y al estar adentro lo confirmó, se trataba
de un lugar donde ponían tatuajes.

—Exacto. —Mencionó Harry mirándolo con una sonrisa.

Un hombre calvo, muy grande y llenó de tatuajes que se encontraba tras el mostrador se acercó
hacia ellos. —¿Usted es el señor Styles? —Preguntó mirando a Harry y éste asintió con la
cabeza—. Muy bien, joven. Ya le tenemos listo lo que nos pidió, acompáñeme. —Les cedió el
paso a los chicos hacia lo que al parecer era una de las habitaciones donde tatuaban a las
personas.

Harry se vio en necesidad de obligar a Louis a caminar junto a él cuando éste no se movía,
miraba al hombre con miedo. —Oye, ¿qué hacemos aquí? —Louis habló entre dientes, caminaba
inseguro. Se adentraron a la habitación, había muchas cosas preparadas para hacer un tatuaje.

—Vamos a nadar con delfines, Lou... —Mencionó sarcástico guiñándole un ojo.

El hombre calvo interrumpió. —Mire, joven, aquí está el diseño que pidió. —Les mostró una hoja
de papel que contenía dos triángulos en ella. Uno de éstos era más grande que el otro y estaba
totalmente hueco, mientras que el otro era un poco más chico y relleno—. Si se da cuenta un
triángulo complementa al otro, encajan perfectos entre sí. —Dobló la hoja juntando las figuras
para mostrarles a los chicos lo que decía. Era verdad, el triángulo más pequeño era el relleno del
grande.
Louis sintió un millón de sensaciones brotar en su estómago, no podía creer lo que veía. Su
corazón comenzó a palpitar con fuerza y apretó el brazo del rizado con emoción.

—Me agrada, creo que me pondré el grande. —Apuntó hacia el triángulo hueco, después miró
hacia Louis y sonrió enormemente al notar lo sorprendido que se encontraba.

—¿¡Un triángulo!? —Estaba boquiabierto, continuaba sin creer lo que estaba pasando.

Harry asintió. —Ahora siempre te llevare conmigo. —Susurró y le acarició la mejilla—. Siempre
que sienta que no puedo más y quiera volver a drogarme, miraré hacia mi muñeca y recordaré
que tú existes, y entonces la vida dejará de ser mala en ese momento. —Lo miraba a los ojos
mientras hablaba.

Sonrió, no sabía cómo responder, no sabía qué palabras decir para manifestar lo mucho que lo
amaba en esos momentos.

—¿Entonces el otro triángulo va para su acompañante? —Preguntó el hombre refiriéndose a


Louis.

—No, mi novio no se pondrá ninguno.

Louis miró a Harry confundido. —¿¡Qué!? ¡No, Harry! ¡Yo quiero el otro! —Habló emocionado—.
Yo tengo que ponerme el otro.

Negó con su cabeza al instante. —No, Louis, no quiero que lo hagas sólo por compromiso, te juro
que no es necesario. —Intentó hacerlo cambiar de opinión—. Si te he traído fue para darte la
sorpresa, no para que te sientas comprometido a ponerte el par.

—¡No, Harry! ¡Yo Quiero hacerlo! —Sonrió y dio un brinquito emocionado—. Además... ¿De qué
serviría que te tatuaras un triángulo hueco si nadie tendría tu relleno?
Sonrió de oreja a oreja y bajó la mirada. Cada vez le parecía más maravilloso ese chico. —¿Y no
tendrás miedo?

—Contigo no. —Se acercó hasta él y lo besó.

Ambos estaban completamente seguros de lo que sentían.

Louis era -definitivamente- la persona más especial en la vida de Harry, en realidad la única. Se
merecía llevarlo tatuado en la piel, sabía que pasara lo que pasara nunca lo olvidaría porque él
había sido la persona que le había enseñado que el amor existía, que la vida no era tan mierda y
que valía la pena estar vivo. Louis había llegado a su vida para revolucionarla... y él estaba
convencido que lo recordaría para siempre.

Louis podía definir a Harry como "perfecto" pues no conocía nadie más guapo y hermoso que él,
tal vez sólo era el amor, pero él había sido su primer amor, cosa que nunca se olvida.

Los tatuajes que se pondrían simbolizaban que ninguno de los dos estaba completo sin el otro, y
esa era la verdad, así lo sentían, no podían imaginar la vida sin el otro.

Harry había escogido un triángulo porque recordaba a la perfección que la primera vez que había
besado los labios de Louis ellos se encontraban hablando sobre triángulos. Era estúpido y cursi,
pero era algo que llevaba muy marcado en el corazón.

--------------------
—¿Sabes?.... Mi mamá va a matarme... —Mencionó el mayor mirando el nuevo tatuaje que yacía
sobre su muñeca. No había dolido tanto como algunas personas decían, de hecho le habían dado
demasiadas cosquillas, tantas que no había podido dejar trabajar bien al tatuador.

Iban en el auto de regreso a Cowell, era un poco tarde pero los chicos seguían teniendo toda su
energía.

—Sí... Creo que esto es lo más tonto y apresurado que hemos hecho... —Ambos miraban sus
muñecas, esa definitivamente había sido una decisión que habían tomado sin pensar mucho—.
¿Te arrepientes? —Preguntó el rizado después de algunos segundos, continuaban sin despegar
sus ojos de los tatuajes.

—No, ¿tú? —Respondió Louis.

—Creo que al mismo tiempo ha sido lo mejor que he hecho en mi vida. —Se volteó a mirarlo y lo
acercó a él mientras lo tomaba por la cintura—. En serio que eres lo mejor que me ha pasado.
—Susurró acariciando la nariz de Louis con la suya.

Se sonrojó por completo y bajó la mirada. —Eres demasiado cursi y haces que me intimide.
—Escondió su rostro en el cuello de Harry—. Sólo juegas a ser un chico malo.

El rizado sonrió y subió la cabeza de Louis para comenzar a besarlo húmedamente al mismo
tiempo que lo tocaba por encima de la ropa, lo cual era algo incómodo para el chofer—. ¿Y cómo
te gusto más? —Susurró entre el beso.

—Romántico y ridículo. —Dejaba salir risitas.

—Esta noche seré un poeta entonces...—Le demostraría lo especial que era para él,
definitivamente que lo haría.
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*Para encontrar fotos de los tatuajes pueden buscar "cowell academy" en google, instagram,
twitter o weheartit, seguro lo encuentran :)

besos.

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Capitulo 37

Capítulo 37

La situación comenzaba a salirse demasiado de control. Harry ya no podía aguantar las ganas de
hacerle el amor a Louis sin importar el lugar donde se encontraban, cada vez que él lo tocaba
sentía la enorme necesidad de más y más, Louis era la droga más adictiva que había probado en
su vida.

Faltaban aproximadamente 20 minutos para llegar a Cowell y el chofer que conducía el automóvil
no se encontraba muy cómodo ante esa situación comprometedora que los chicos estaban
creando en la parte trasera del auto.

Louis había subido a las piernas de Harry mientras que al mismo tiempo se movía de manera en
la que creaba fricción en la entrepierna del rizado para elevar más su temperatura, le gustaba
provocarlo con ese tipo de acciones.

Harry sabía que si llegaban a Cowell tendría que despedirse de Louis, ya que éste tenía que
llegar a dormir al dormitorio de sus padres, ellos aún no estaban enterados de la relación que los
chicos llevaban, sin embargo al parecer comenzaban a sospecharlo y por esa razón no le
permitían pasar la noche en el dormitorio del rizado.

Estando en Cowell Harry nunca lograba concentrarse al momento de estar con Louis, siempre
había algo que le recordaba todas aquellas drogas que almacenaba en su apartamento, a unas
puertas de su habitación. Aunque Harry confiara plenamente en Louis, seguía sin tener el valor
para decirle sobre el trabajo de su familia, estaba convencido de que nadie aceptaría salir con un
hijo de mafiosos como él lo era.

El tema de Malik también le preocupaba demasiado, Zayn había estado buscando respuestas
sobre el secuestro de su ex y si llegaba a enterarse de que la familia de Harry lo había hecho
solamente para divertirse estaban expuestos a que una guerra se desatara, desde una simple
pelea a golpes, hasta que le hicieran algo a Louis en forma de venganza. Zayn había amado a
Fer de la misma manera en la que ahora Harry amaba a Louis, o al menos eso era lo que el
rizado pensaba.

Decidió dejar de pensar en cosas negativas y concentrarse en el chico que se encontraba


jugando con su lengua, riendo y tocando su abdomen. Algo que le parecía gracioso a Harry era la
forma en la que Louis actuaba siempre que estaban en situaciones como esa, hacía cosas para
excitarlo de forma rápida para después actuar tímido y tierno cuando ya éste sólo quería partirlo
en dos. Así era Louis Tomlinson, y así le encantaba.
Esta vez dejaría que Louis hiciera lo que desease. —¿Puede detenerse en la siguiente
gasolinera, por favor? —Mencionó el rizado al hombre que conducía el auto, separó a Louis de su
cuerpo e hizo que él se sentara de nuevo sobre el asiento que le correspondía.

El chofer sólo asintió con la cabeza.

Louis sonrió y recargó su cabeza contra el hombro de Harry, sus labios se encontraban muy
hinchados por la cantidad de besos que se habían estado dando. —No quiero llegar a la
academia... —Susurró al mismo tiempo que entrelazaba sus dedos—. Quiero quedarme contigo
toda la noche.

—Sí, yo también. —Respondió sin mucho interés, desvió su mirada hacia la ventanilla, por más
que deseara dejar de pensar en la situación de su familia, continuaba perturbándose la cabeza
con eso—. Me gustaría que pudiéramos irnos a otro lugar donde nadie nos conociera. —Louis lo
miró algo confundido, después se acercó a su mejilla y depositó un corto beso, haciendo volver a
sonreír—. Pero por ahora me conformo con tenerte toda la noche para mí.

Se quedó pensativo, no estaba muy seguro de lo que diría, sin embargo sabía que en algún
momento tendrían que pasar por eso. —Creo que si lo habláramos con mis padres sería más
fácil... —Se encogió de hombros y desvió su mirada temiendo por la reacción de su novio.

Harry lo tomó de la barbilla haciendo que volviera a mirarlo. —¿Tú quieres que lo hablemos con
tus padres?

—Pues, sí. —Respondió muy bajo.

Sonrió de oreja a oreja al escuchar esas palabras. —¿No crees que eso es demasiado
formalismo? —Continuaba sonriendo mientras hablaba.

Negó con la cabeza, se sentía un poco intimidado. —Pues... Eso lo sé, ¡pero nos casaremos!
Recuérdalo, tonto. —Rodó los ojos mientras le daba un golpecito en la frente y volvía a
recargarse contra su hombro—. No pueden enterarse de lo nuestro un día antes de la boda,
Harry.
—Tienes razón, mi amor. ¿Cómo olvidarlo? El día que cumpla 18 será lo primero que hagamos,
¿entendido? —Lo miró fingiendo autoridad—. Seremos los primeros en la fila del registro civil, si
es necesario nos quedaremos ahí a acampar desde un día antes.

Louis dejó salir una carcajada. —Entendido—. Sonrió y se acercó de nuevo a su boca para que
antes de que Harry pudiera separarse, besarlo húmedamente. Al parecer Louis también moría de
ganas de sentirlo, pues lo dejaba muy claro con sus acciones—. Seguro todos en la escuela
creerán que me has embarazado y por eso nos casaremos tan jóvenes. —Bromeó al separarse
del beso y comenzó a mover sus dedos lentamente, dirigiéndose hacia la entrepierna de Harry.

—Sí, bebé, seguramente... —Le dio una pequeña sonrisa.

El mayor sonrió y bajó su mirada hacia el pantalón de su novio, sus dedos llegaron hasta el
cinturón y comenzó a desabrocharlo mientras que Harry lo veía indicándole que parara con la
mirada, no quería hacer más incómoda la situación de lo que ya era.

Louis negó con una sonrisa malvada y adentró su mano al pantalón del rizado, tomándolo por
sorpresa y provocando que dejara salir un gemido ahogado al sentir la mano del chico sobre su
miembro.

El chofer abrió los ojos sorprendido y evitó hacer cualquier ruido o movimiento, sólo continuó
manejando en silencio y sintió una gran tranquilidad cuando distinguió a unas cuantas millas una
gasolinera, se desvió del camino para llegar hasta ésta.

Louis no sabía si reírse o continuar con lo que hacía. Comenzó a mover su mano lentamente,
abrazando con su palma el pene de Harry y masturbándolo de una magnifica manera, a esas
alturas él ya conocía los gustos del menor.

Harry mordía su labio con fuerza para evitar que los gemidos continuaran saliendo, entrecerraba
los ojos mientras que con una mano apretaba el brazo de Louis.

El automóvil de estacionó al llegar a la gasolinera. —Señor ya hemos llegado, ¿quiere que


compre algo? —Preguntó el hombre señalando el minisúper que se encontraba a unos cuantos
metros del auto.

—Sí. —Apretó la muñeca de Louis fuertemente para evitar que siguiera moviéndola—. Compre
alguna bebida sabor espagueti y no regrese hasta que la tenga.

Louis comenzó a reír al entender a lo que Harry se refería.

—De acuerdo, joven. —Al parecer el hombre también lo había entendido. Salió del auto y cerró la
puerta tras él.

Harry miró al mayor culposamente. —Ahora sí me vas a pagar eso. —Lo acercó hacia él
levantándolo y sentándolo sobre sus piernas, Louis se adaptó rápidamente al cuerpo del chico y
comenzaron a besarse con pasión, ahora sí podían hacer lo que deseasen en el automóvil.

-------------------------

Tiempo atrás.

Continuó en silencio, no quería que los hombres la escucharan despierta. Llevaba 3 días en esa
oscura habitación y éstos habían sido un total infierno para la chica. La habían alimentado apenas
dos veces en las 72 horas que llevaba secuestrada y su cuerpo se encontraba demasiado débil.
Tenía la cara llena de moretones por los constantes golpes que le daban sin piedad alguna, el
cabello crispado y la ropa sucia y desacomodada, en una ocasión esas personas se habían
divertido con su cuerpo, sin embargo no habían pasado a algo más que los toqueteos gracias a
que las suplicas de la chica habían logrado que aquella voz grave y juvenil les ordenara a los
hombres que se detuvieran.

Hasta ese momento sólo lograba diferenciar la voz de 3 personas diferentes y había uno en
especial era el que más miedo le causaba. La misma voz gruesa que la había salvado de una
violación era la misma voz que hacía que sus vellos se erizaran al escucharla. Ese hombre no la
golpeaba como los otros dos, sin embargo era él quien les ordenaba a los otros qué hacerle a la
chica.

Ella no podía entender qué era lo que le había hecho a ese hombre para que la lastimara de esa
manera, para que estuviera matándola de una forma lenta y agonizante, golpes tras golpes
acompañados de maltratos verbales.

Muchas veces lo escuchó decir que todo eso no lo hacía por ella, sino por Zayn, su novio. Le
explicó que ella era una idiota por salir un Malik sin conocer la historia que iba tras ese apellido.
Le decía que era una estúpida por haberse enamorado de él, de la persona equivocada, que era
una idiota por creer que él le quería, porque si hubiera sido así, él le hubiera contratado un
ejército para que la cuidara. Sin embargo para esos hombres había sido muy fácil raptarla.

Ese hombre más que hacerle algún daño físico, se encargó de destruirle la cabeza y el corazón
con sus palabras.

-------------------------
La boca de Harry estaban llevando a Louis directamente al orgasmo, succionaba su miembro
dándole un perfecto sexo oral mientras que con sus dedos jugaba en la entrada del mayor,
haciendo que éste gimiera constantemente por placer.

Louis continuaba arriba de las piernas de Harry, a diferencia de que ahora ninguno de los dos
tenía ropa alguna. Empujaba su cadera hacia la boca de rizado, penetrando hasta parte de su
garganta. Los vidrios del auto se encontraban totalmente empañados por el vapor que los
cuerpos calientes de los chicos generaban.

Harry bajó su mano hacia su propio miembro y comenzó a estimularlo cuando sintió la necesidad
de atenderse. Louis notó eso y le ayudó levantando sus caderas para darle más comodidad. —Si
sigues así terminaré en tu boca, Harry... —Gimió echando la cabeza hacia atrás y mordiendo su
labio inferior.

Se separó del miembro del mayor y subió hacia su boca para besarlo. El auto era un lugar
incómodo, Harry era demasiado alto y la única manera de que pudieran hacer algo era que Louis
se mantuviera arriba de sus piernas todo el tiempo.

—Lou... —Susurró mediante un gemido—, ya no aguanto, déjame hacerlo de una vez.

Louis sonrió y se separó de los labios del rizado. —¿Qué, Harry, follarme? —Estaba seguro de
que eso era lo que quería, pero quería escucharlo de sus labios.

—No... —Volvió a tomar su boca—. De hacerte el amor y pasar el resto de mi vida contigo.

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Sentía que como si su cuerpo estuviera dando sus últimos movimientos, estaba convencida de
que no podría soportar un día más en ese infierno, había perdido todas las esperanzas de salir
con vida de ese lugar en donde estaba metida. Era increíble la manera en la que se había
debilitado en tan pocos días.

El joven de voz gruesa le había dicho que Zayn no quería pagar el rescate que pedían por ella,
sin embargo ella estaba convencida de que esas personas ni siquiera habían pedido algún
rescate, que en realidad sólo esperaban el momento perfecto para matarla.

Estaba a punto de cumplir los 5 días en ese lugar, tenía mucha sed y también hambre. Sentía que
no le quedaban ni siquiera lágrimas por llorar. Había ocasiones en las que los hombres la
grababan llorando y decían que esos videos eran para demostrarle a Malik que seguía viva.
Podía recordar muy levemente las caras de los empleados que seguían las órdenes del joven,
pero la de éste no tenía ni el más mínimo recuerdo, era como si le hubieran borrado de la
memoria su rostro. También su voz no era clara, sólo recordaba lo gruesa que era y eso le era
suficiente para perturbarle cada que escuchaba la voz de alguien parecida.

Esa noche pensaba demasiado acerca de la muerte, pues estaba segura de que no volvería a ver
nunca más la luz del sol. Nunca le había dado miedo morir, sino que le daba miedo el sufrimiento
que podría provocarles a sus seres queridos gracias a eso. No quería que sufrieran más y
realmente rogaba porque pudieran encontrar su cuerpo para que no vivieran con la esperanza de
que algún día ella regresaría.

Pensaba en Zayn y le dolía aún más. Cada palabra que ese hombre le había dicho estaba metida
en su mente convenciéndola de que Zayn no la quería, porque si lo hiciera la hubiera protegido, le
hubiera advertido sobre su familia.

Estaba a punto de quedarse dormida, tenía días que no podía hacerlo, pero ese día en especial
se sentía algo más tranquila para conciliar el sueño. Sus ojos se cerraban lentamente sacándola
de la realidad y llevándola a un mundo donde el dolor no existía.

Voces fuertes se escucharon entrar al lugar, muchos balazos se desataron y se escucharon las
sirenas del automóvil de los policías. Pronto se incorporó mirando todo muy asustada tras
escuchar tantos balazos, pensó que su hora había llegado y que moriría en los próximos minutos.

Un hombre entró a la habitación donde se encontraba, ella cerró sus ojos y comenzó a rogar
porque no la lastimaran más. El hombre la envolvió en un abrazo y le dijo que todo estaría bien.

Se dio cuenta de todo, la policía había logrado rescatarla.

El policía le colocó una manta cubriendo su cuerpo y la levantó en sus brazos para sacarla de ahí,
ella no tenía las fuerzas suficientes para caminar y se encontraba en estado de shock.

Decenas personas se encontraban en ese lugar revisando cada habitación de esa casa y
buscando a los secuestradores. Extrañamente el lugar se encontraba vacío cuando la policía
había llegado.

Salieron de la casa y la llevaron directamente hacia uno de los automóviles de la policía. Fer
intentaba recobrar el sentido de la razón y poder asimilar todo lo que estaba pasando. Sentía
como si estuviese a punto de desmayarse en cualquier momento.

Rápidamente dos médicos corrieron hacia ella y comenzaron a revisarle todo el cuerpo, ella se
quedó en silencio, abría los ojos como podía y miraba todo. Pudo verlo, se encontraba a unos
metros de la casa hablando con la policía. Él notó que la chica lo veía y le regresó la mirada
directamente a los ojos con una sonrisa de ganador.

Comenzó a gritar mientras decía que él era quien la había secuestrado, su cuerpo temblaba y
trataba de soltarse de los médicos para correr lejos de ese chico. Sintió una aguja atravesar su
piel y pronto comenzó a ver todo más borroso, le habían administrado un calmante para liberarla
del estado de shock.
Distinguió la figura de ese chico acercarse hacia ella y no pudo ser capaz de moverse o hablar.
—Tranquila, hermosa —Sintió las manos de éste acariciar su cabeza—, ya todo estará bien, he
sido yo quien se dio cuenta de que te tenían secuestrada y he llamado a la policía. —Continuaba
sonriendo.

Se alejó un poco y la luz del faro que alumbraba la calle dio directo en su rostro, permitiéndole a
la chica ver su cuerpo, su cabello, su cara, su sonrisa... y esos hoyuelos que se marcaban
excesivamente en sus mejillas. Distinguió a la perfección ese rostro.

-----------------------

Louis daba pequeños brincos sobre Harry. Los chapoteos que se escuchaban gracias a eso eran
demasiado altos. Harry lo sostenía por la cintura mientras lo miraba a los ojos. El mayor había
tomado el control total de la situación, era él quien controlaba la velocidad en la que el pene de
Harry entraba y salía de su cuerpo. Juntó su frente sudorosa con la del rizado y se detuvo un
poco cuando sintió que éste ya se había venido dentro de él. Hacía tiempo que habían mandado
a la mierda el uso del condón y el sexo seguro.

Comenzó a masturbar su propio miembro hasta que llegó a un tremendo orgasmo, manchando el
abdomen del rizado con su semilla. Se mantuvo unos segundos más en esa posición, trataba de
reponerse del orgasmo cuando sintió la boca de Harry besarlo de nuevo.

Respiraba pesadamente y aún no estaba lo suficientemente bien como para devolverle el beso.
—Eres increíble. —Se escuchó decir a Harry—. Eres lo mejor.

Louis sonrió y lo abrazó recargando su rostro en el cuello de su novio, después se levantó y


provocó que Harry saliera de él. Se quedó recostado sobre el cuerpo del menor. Otra vez más no
sabía cómo contestarle, nunca había recibido esas palabras de parte de alguien, no sabía cómo
expresar lo que sentía. —Te amo. —Fue lo único que vino a su mente. Lo dijo y lo sentía, no eran
palabras falsas ni tampoco las decía sólo para llenar el silencio, realmente lo amaba.

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Despertó temblando como loca, ese sueño le había hecho recordar la cara de su secuestrador.
Cubrió su boca con su mano y comenzó a llorar. Había estado durmiendo en el mismo edificio
que él, había estado tomando clases en el mismo salón que él.

Era Harry. Harry Styles.

Harry la había secuestrado, Harry quería lastimar a Zayn, Harry la había torturado.
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Capitulo 38

Capítulo 38

—La luz de la habitación de mis padres está encendida, eso quiere decir que ya llegaron.
—Mencionó Louis mientras escondía su rostro en el cuello de Harry, éste lo mantenía abrazado
por la cintura. Lo recargó contra la pared apretándolo con su cuerpo y le dio una sonrisa algo
cansada.

Habían llegado a Cowell apenas minutos atrás, era muy tarde, pasaban de las 4 am, la hora en la
que los padres de Louis le habían dado como límite para regresar.

—No quiero que te vayas. —Susurró Harry apretándolo más contra su cuerpo.

Sonrió y subió sus manos hacia el cuello del rizado para después besarlo lentamente. Esa noche
se sentía más enamorado que nunca, sabía que ya no había vuelta atrás, Harry tenía todo el
poder de destruirlo en segundos, pues ahora él era el único dueño de su mente y cuerpo. —Nos
veremos mañana, ¿cierto? —Preguntó al separarse del beso, relamía sus labios para limpiar los
restos de saliva que habían quedado.

El pasillo estaba muy oscuro y silencioso, era el lugar perfecto para despedirse después del
hermoso día que habían tenido.

Hizo un puchero. —Falta mucho para la mañana. —Volvió hacia los labios del mayor y depositó
un beso corto.

—Hay veces que me impresiona demasiado lo meloso que puedes llegar a ser. —Mencionó Louis
pegando todo su cuerpo contra el de Harry y apoyando su barbilla en el hombro de éste, estaba
parado sobre los pies del chico para poder alcanzarlo.

—Cierto, qué asco. —Mordió la oreja del mayor mientras dejaba salir una pequeña risa—. Oye,
¿qué hacen tus padres un domingo por la mañana?

Se separó y lo miró confundido. —Pues normalmente nada. Desayunan aquí y después salen a
caminar a los jardines o se quedan en el dormitorio a descansar.

Harry se quedó pensativo durante algunos segundos. —¿Y crees que quieran ir a desayunar con
nosotros a la cuidad? —Preguntó no muy seguro—. Es la ocasión perfecta para hablarles sobre
nosotros.

Louis sonrió de oreja y volvió hacia su hombro. —¿Así que era en serio lo de hablar con mis
padres? —Alzó las cejas sin borrar la sonrisa—. Está bien, Harry, yo les aviso.

—Entonces mando a un chofer por ustedes a las 9:30am, ¿de acuerdo?

—¿No vendrás en el mismo automóvil que nosotros?

El menor negó con la cabeza. —No puedo, amor. A las 7am tengo que estar en la cuidad, mejor
nos vemos en el restaurante.

—¿¡A las 7 am!? —Gritó y al instante reaccionó cubriendo su boca con la palma de su mano, no
era una buena hora para andar gritando en los pasillos—. ¿¡Que mierda!? No vas a dormir más
de 4 horas. ¿Por qué no me dijiste para no entretenerte tanto y que hubieras podido dormir
temprano? —Le preocupaba demasiado que Harry descansara tan poco, pues no era la primera
vez que sabía que éste tenía que trabajar desde muy temprano cuando siempre se acostaba
demasiado tarde.

Comenzó a reír. —No hay problema, lo vale si estoy contigo. Es más, si por mí fuera me quedaría
despierto contigo toda la noche. —Louis rodó los ojos y volvió a abrazarlo—. Entonces nos vemos
mañana, recuerda, 9:30am.

—Sí, Harry. —Se separó del abrazo y sacó la llave para abrir la puerta de su dormitorio, después
miró al rizado y le dio un beso rápido—. Buenas noches.

—Buenas noches, bonito. —No le permitió separarse tan rápido, lo tomó de la cintura y
profundizó el beso—. Te quiero. —Se separó y dejó otro beso sobre su frente.

—Yo también. —Sonreía sin poder evitarlo. Entró a su apartamento cerrando la puerta tras él.

Harry suspiró pesadamente y sonrió al mismo tiempo que negaba con su cabeza, no podía creer
que ahora su vida fuera tan linda gracias a una simple razón como lo era Louis. Sabía que él
tenía razón, era un maldito meloso, pero eso no le importaba, pues se sentía muy bien actuando
así con él.

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Miró su reloj y sintió que la presión se elevaba. —¡Mamá, son más de las 9:20! ¿¡Podrías
apurarte!? —Gritó y comenzó a caminar de un lado a otro. El tiempo se acababa y el chofer que
Harry mandaría estaba por llegar.

—¡No me presiones, Louis! Además, aun no entiendo por qué debemos ir a desayunar con Harry.
¡Él es tu amigo, no el nuestro! —Habló la mujer con toda tranquilidad mientras se colocaba la
base de maquillaje sobre su rostro y lo esparcía sin prisa alguna.

—¡Sólo... apúrate! —Respiró profundamente mientras se sentaba sobre el sofá y trataba de


tranquilizarse. Comenzaba a ponerse demasiado nervioso al saber lo que pasaría en ese
desayuno. Quería que todo saliera perfecto para impresionar al rizado. Él ya se encontraba listo
desde hacía tiempo, llevaba pantalones color azul marino y una camisa blanca de botones.
Mocasines negros y el cabello algo alborotado, sin ser muy formal.

El timbre se escuchó provocando que Louis se tensara más, miró su reloj, eran las 9:22 y al
instante dedujo que se trataba del chofer que había llegado unos minutos más temprano.

Se puso de pie y caminó hacia la puerta. —¡Mamá, dile a papá que ya han llegado por nosotros y
apúrate! —Abrió el dormitorio y se extrañó demasiado cuando se encontró con su amiga, Fer
llevaba los ojos muy rojos e hinchados, parecía como si no hubiera dormido en toda la noche—.
¿Fer, estás bien? —Preguntó olvidándose por completo de la presión que sentía por el asunto de
Harry, mirar a su amiga así le preocupaba demasiado.

—No lo creo. —Le contestó y al instante se lanzó hacia los brazos de Louis para abrazarlo
fuertemente.

Louis le devolvió el abrazo algo confundido y se quedaron en esa posición durante algunos
segundos. No quería decir o preguntar nada, esperaba a que la chica estuviera lista para contarle.
Abrió los ojos y notó que el hombre que Harry había mandado caminaba hacia él, se separó de
Fer y lo saludó con un movimiento de mano.
—Buenos días, joven Tomlinson. Estoy listo con el automóvil para cuando ustedes me lo
indiquen. —Habló el hombre quedándose a cierta distancia de los chicos. Louis asintió.

—¿Vas a salir? —Preguntó la chica confundida, era extraño que Louis tuviera un chofer.

—Sí, voy a ir a desayunar a la cuidad, ven con nosotros, por favor. —Le dio una sonrisa
intentando convencerla, para él también era importante que su única amiga en la academia
supiera acerca de su relación con Harry.

Fer lo pensó, salir de la academia sería una buena idea para olvidarse de los fantasmas de su
pasado que tanto la atormentaban, además no estar ahí podría darle un poco de tranquilidad
momentánea, le aterraba pensar que podía estar en el mismo lugar que Harry Styles. —Está
bien. —Asintió y le dio una sonrisa.

Los padres de Louis salieron del apartamento apresurados. —Bien, vámonos. —Mencionó la
profesora Tomlinson tomando su bolsa y cerrando el dormitorio con llave—. Hola, Fer, ¿irás con
nosotros? —Se acercó a la chica y la saludó con beso sobre la mejilla.

—Sí. —Respondió intentando actuar normal para ocultar frente a los padres de Louis lo
atormentada que en realidad se sentía.

Caminaron hasta el estacionamiento y subieron a una camioneta muy lujosa color negro con los
vidrios polarizados. Arrancó y salieron de Cowell, el chofer los llevaría directamente al restaurante
indicado por el rizado.

El camino hacia la ciudad fue rápido, Louis se mandaba mensajes con su novio mientras que sus
padres hablaban de temas sin importancia. Fer se mantenía en completo silencio, observaba un
escudo extraño bordado sobre los asientos de la camioneta, estaba segura de que los había visto
antes.

—¿A qué restaurante iremos, hijo? —Preguntó el señor Tomlinson provocando que Louis dejara
de mirar la pantalla del móvil.
—No tengo idea, papá. Harry no me dijo nada de eso. —Mencionó con toda tranquilidad y Fer lo
miró con los ojos muy abiertos.

—¿¡Harry!? —Preguntó casi gritando, su corazón comenzó a latir con mucha rapidez.

—Hmm, sí. —Louis se sintió extrañado por la actitud de la chica—. ¿Hay algún problema con que
él desayune con nosotros?

No respondió, sólo miró hacia la ventana y tragó saliva, estaba metida en un gran problema y no
estaba segura de poder soportar la presencia de ese chico.

-------------------

Después de 45 minutos la camioneta se estacionó en un lujoso restaurante. Los padres de Louis


se miraron entre ellos algo sorprendidos, sin embargo a él le pareció completamente normal,
estaba acostumbrado a Harry Styles y su vida de lujos.

Bajaron del automóvil y esperaron a que el chofer se asegurara de que ya tuvieran su mesa
reservada lista. Louis miraba todo el restaurante analizando cada detalle cuando se encontró con
un automóvil lleno de hombres que los observaban desde lejos, dedujo que Harry los había
mandado para cuidarlos a él y a su familia.
Algo tenía ese chico que lo hacía desconfiar de todo, era extremadamente cuidadoso con la
seguridad. Continuaba sin entender qué era a lo que le temía tanto Harry, por qué actuaba tan
paranoico en algunas situaciones, por qué siempre había hombres cuidándolos, por qué nunca
había querido contarle nada de su familia o de su trabajo. Le parecía extraño.

La actitud de Fer comenzaba a preocuparle, ella estaba muy callada lo cual era extraño en su
persona. Notó cómo sus piernas temblaban mientras esperaban a que les entregaran la mesa.

Les dieron la orden de entrar al restaurante y dos meseras los guiaron hasta un patio privado, el
cual era hermoso, tenía un jardín precioso y una fuente enorme, estaba lleno de flores y las
mesas eran estilo rústico, era un lugar perfecto.

Louis sonrió al darse cuenta lo hermoso que era Harry al querer sorprender a sus padres, pues
era obvio que había mandado a arreglar todo para una ocasión especial.

Tomaron asiento y les entregaron los menús. —¿Desean algo de beber? —Preguntó una de las
meseras amablemente.

Las únicas personas en ese patio eran ellos, las meseras y dos hombres parados en la esquina,
al parecer eran más seguridad.

Los padres de Louis comenzaron a ordenar las bebidas mientras que éste sacaba su móvil y
llamaba al rizado. Miró a Fer mientras esperaba en la línea, ella seguía muy rara. Louis subió su
mano y tomó la de la chica para después darle una sonrisa intentando tranquilizarla.

—¿Diga? —Respondió aquella voz gruesa y hermosa que tanto amaba el mayor.

—Hola, Harry. —Sonrió bajando la mirada.

—Hola, mi amor, ¿cómo estás?


—Muy bien. Sólo llamo para decirte que ya estamos en el restaurante, ¿te falta mucho para
llegar? —Se sentía impaciente por verlo.

—No, bebé, llego en 5 minutos. —Sonrió al escucharlo—. Dime algo, ¿hay personas adentro del
patio privado además de ustedes?

Miró a su alrededor. —Sí, hay dos hombres vestidos de negro en una esquina y dos meseras que
son las que están atendiéndonos. Nadie más.

—Está bien, amor. Estoces todo está como lo pedí.

Sonrió tras sus palabras. —Sí... eres demasiado —bajó un poco el tono de voz evitando que sus
padres le escucharan—, increíble.

—No es nada, Louis. Te mereces eso y más.

—Date prisa, ya quiero verte.

—Está bien, nos vemos allá, te amo.

—Yo igual, adiós. —Colgó la llamada y abrió el menú para poder ordenar algo. Los precios eran
excesivos y el menú estaba en italiano, le era imposible saber qué pedir.

—Louis ¿cuándo nos vas a explicar todo esto? —Habló su padre llenando el silencio, el hombre
se encontraba desconcertado.

—Cuando Harry llegue. —Contestó cortante y continuó fingiendo que leía el menú.

—No entiendo que tiene qué podría decirnos ese chico, ¿qué tiene que ver Harry en todo esto?
—Preguntó la señora Tomlinson.
—Todo, mamá, todo aquí tiene que ver con Harry. —Miró a Fer, movía mucho sus piernas de
arriba hacia abajo y sudaba frio, como si estuviera horrorizada. Se acercó hacia ella y susurró
muy bajo: —¿Qué ocurre?

—Nada. —Contestó y desvió su mirada.

—No me mientas, sé que te ocurre algo, ¿tiene qué ver con Malik?

Ella lo miró y cuando estaba a punto de decir algo la puerta del patio se abrió y apareció el rizado
acompañado de dos guardaespaldas. Automáticamente Louis dejó de prestar atención a la chica
para mirar a su novio, éste llevaba unos pantalones negros muy ajustados, una camisa de
botones azul claro y botas cafés.

Sonrió y por unos segundos sintió la necesidad de levantarse a besarlo. Reaccionó y se lo


prohibió a sí mismo, no dejaba de mirarlo con una enorme sonrisa.

—Buenos días. —Mencionó el rizado sentándose en la silla frente a Louis. Le miró y sonrió
tímidamente, él también parecía nervioso por lo que iban a hacer.

—Buenos días, Harry. —Respondió el señor Tomlinson dejando el menú sobre la mesa y
poniéndose serio—. Muy bien, antes que nada quiero que me digan el motivo de esta salida, creo
que Jay y yo ya estamos cansados de tanto misterio. Vamos directo al punto para poder disfrutar
con toda tranquilidad de este desayuno.

Harry miró a Louis con una sonrisa y alzando las cejas. —¿Lo decimos de una vez? —Le
preguntó y éste se encogió de hombros algo nervioso. Volvió su mirada hacia el padre de Louis y
notó a Fer, se sorprendió un poco por la presencia de la chica pero después lo pasó por alto y
decidió continuar—. Verá, señor Tomlinson... no sé si ustedes estén enterados de la orientación
sexual de su hijo. —Decía mirando a ambos padres.

El hombre asintió algo confundido. —Sí, lo sabemos perfectamente. — Ellos sabían sobre eso
desde que Louis tenía 16 años y lo habían aceptado desde ese entonces. No le veían la pena en
intentar cambiar algo que ni siquiera era “cambiable”.
—Pues entonces creo que ya lo saben, es decir, soy muy obvio, su hijo y yo nos la pasamos
juntos y.... —Miró a Louis directamente a los ojos—, creo que cuando lo miro dejo muy en claro lo
enamorado que estoy de él. —El ruido de unos cubiertos caer al piso arruinaron el momento.

Todos se voltearon a mirar a Fer, que era quien había provocado ese ruido. Ella los miraba
sorprendida. —Louis, dime que eso no es cierto. —Su voz se hizo hilo, apenas podía hablar.

—¿Perdón? —No lograba entender a lo que ella se refería.

—¡DIME QUE LO QUE STYLES DICE NO ES CIERTO! —Gritó levantándose de la silla y


azotando la servilleta contra la mesa, había entrado en pánico y parecía que comenzaría a llorar
en cualquier momento.

Louis se confundió demasiado, se puso de pie y trató de caminar hacia ella para tranquilizarla, sin
embargo antes de que eso ocurriera, la chica se fue hacia los baños del restaurante corriendo.

Los señores Tomlinson también se encontraban demasiado desconcertados con todo.

—Déjalo, Lou —Habló Harry poniéndose de pie—, yo hablo con ella, tú quédate aquí con tus
padres. —Hizo una seña a uno de sus hombres y fueron directo hacia donde la chica había salido
corriendo.

Louis dio un suspiro y volvió a sentarse de nuevo sobre la silla. Trató de encontrar una razón para
justificar la reacción de Fer, sin embargo era algo completamente extraño. Ella sabía que a él le
gustaba Harry y también sabía que salía con éste constantemente, no había razón para que
reaccionara de esa manera.

—¿Qué demonios pasa, Louis? —Preguntó su padre.

Tardó en responder. —No tengo idea... —Lo miró e intentó tranquilizar un poco el ambiente—.
¿Por qué no vamos ordenando? Tengo mucha hambre. —Abrió el menú y comenzó a fingir leerlo.
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Harry caminó acompañado de uno de sus hombres hacia el baño, estaba molesto porque esa
estúpida chica hubiera arruinado el momento en el que hablaba con los padres de Louis. Se negó
a creer que Fer hubiera recordado que había sido él quien la había secuestrado, le parecía
imposible.

—Avisa al chofer que prepare una camioneta para llevarse a esta idiota de aquí. —Ordenó al
hombre que lo acompañaba y entró al baño.

Ella estaba sentada con la espalda contra la pared, tenía el rostro escondido entre sus brazos.
Escuchó la puerta abrirse y subió la mirada encontrándose con Harry. Se puso de pie y trató de
salir del baño lo más rápido que pudo.

—¿¡Adónde vas!? —La tomó del brazo apretándola con demasiada fuerza.

—¡Suéltame! —Gritó, el miedo la tenía completamente débil. Eso era como una pesadilla para
ella.

—¡Tú no te vas a ir de aquí! —La lanzó contra la pared sin importar lastimarla y comenzó a reír
con cinismo.

—¡Déjame salir, maldito enfermo! —Lo miraba con odio—. ¿¡Crees que no sé quién eres!?

Harry se acercó lentamente hacia ella sin borrar la sonrisa de su rostro. —Vaya... hasta que tu
estúpido cerebro logró recordarlo... —La acorraló contra la pared y la tomó de la barbilla muy
fuerte—. Yo sólo te voy a advertir una cosa. —Él era una persona completamente distinta cuando
Louis no se encontraba mirándolo—. Lo que te pasó a ti no es nada comparado con lo que le
puede pasar a tu familia, a Liam, o a Zayn, o a cualquiera que llegue a hacer algo que separe a
Louis de mi lado. —Ella sabía perfectamente que Harry no mentía, sabía de lo que era capaz—. Y
tú no dirás nada simplemente porque no te arriesgaras que pueda hacer algo contra ti o contra
alguno de tus seres queridos. —La soltó con fuerza y se dio media vuelta caminando hacia la
puerta—. Ya estás advertida, serás la responsable si alguien a quien quieres muere.

—¿Por qué haces esto? —Preguntó mirando hacia el suelo, tenía lágrimas en los ojos y estaba
muy aterrada—. ¿Es por Zayn?

Harry se detuvo y la miró dejando salir una carcajada. —Zayn Malik es lo más idiota que existe,
aún no ha logrado descubrir que fui yo quien te torturó. —Hablaba como si se sintiera orgulloso
de eso—. Así que no, no es por él. —Abrió la puerta del baño—. Afuera del restaurante hay un
automóvil esperando para llevarte a Cowell, ve con ellos sin despedirte de Louis y de su familia,
no me hagas utilizar otras medidas, sabes que no me es difícil obligarte a hacer las cosas.

Fer se mantuvo en silencio, quería gritarle mil cosas a Harry, sin embargo sabía que él tenía todo
el poder en ese lugar, sabía que no bromeaba, que era un chico peligroso con el que era mejor no
meterse en problemas. Salió del baño e hizo lo que éste le pedía.

Harry sonrió satisfecho al mirarla irse para después sacar su móvil y hacer unas llamadas
realmente importantes.

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Después de unos minutos Louis se preocupó porque Harry no volviera con Fer, se puso de pie y
caminó hacia el baño. Tenía que asegurarse de que todo estuviera bien, tal vez su amiga se
sentía mal físicamente y tendrían que llevarla hacia algún médico.
Caminó hasta el baño y cuando ya se encontraba lo suficientemente cerca de éste se detuvo. La
puerta estaba entreabierta y se escuchaba la voz de Harry que al parecer hablaba por teléfono.

—Sí, necesito que me investigues todos los datos de la familia de "Fernanda" no sé su apellido ni
nada más, sólo sé que estudia en Cowell en el mismo grado escolar que yo. También quiero los
de "Liam Payne", urgente. Esas personas comienzan a estorbarme demasiado y entre más rápido
los desaparezcamos del mapa será mejor. Los quiero muertos pronto.

Louis había escuchado esa frase a la perfección.

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Capítulo 39

Capítulo 39
Louis había escuchado esa frase a la perfección.

Tapó su boca y trató de hacer el menor ruido posible, no entendía por qué Harry decía eso.

Se quedó en el mismo lugar escuchando toda aquella conversación tan extraña y tratando de
entender las cosas.

—Sí, necesito todo lo antes posible. Cuando tengas la información necesito que me la lleves a
Cowell. —Continuó hablando el rizado. Louis automáticamente pensó que eso se trataba de una
broma, que él realmente nunca se atrevería a hacerle ese tipo de daño a una persona—.
Exactamente, es la misma chica a la que secuestramos hace un año. —Sintió su corazón
paralizarse, tenía que estar alucinando todas esas palabras—. Sí, sólo tienes que buscar su
expediente, recuerda que se llama "Fernanda", busca en los papeles y tendrás el apellido, es la
chica de Zayn Malik.

Continuaba sin emitir un solo ruido. Un nudo se formaba en su garganta y sentía ganas de gritar.
No entendía qué mierda era lo que pasaba, era completamente imposible que Harry estuviera
involucrado en lo que Fer le había contado acerca de los Malik, era imposible que Harry hubiera
sido uno de esos monstruos que Fer describía, porque Harry no era malo, alguien que le daba
tanto amor no podía ser al mismo tiempo alguien que causaba daño a la sociedad.

—Está bien, espero tu llamada, quiero eso lo antes posible. Estamos en contacto. —Reaccionó,
Harry había terminado la llamada. Al instante trató de ocultarse para evitar que el rizado se diera
cuenta de que había estado ahí escuchando, sin embargo fue demasiado tarde cuando la puerta
del baño se abrió por completo y éste lo miró confundido—. ¿¡Louis, qué haces aquí!? —Le
preguntó con una actitud seria, aún parecía molesto por el asunto de Fer.

—Vi-vine a ver qué pasaba con ustedes. —Balbuceó y desvió la mirada intentando actuar como si
no hubiera escuchado nada.

Harry lo miró de arriba hacia abajo. —¿Cuánto llevas aquí?

—Acabo de llegar. —Contestó rápidamente y entró hacia el baño fingiendo buscar a su amiga,
fue la única reacción que llegó a él—. ¿Dónde está Fer?

Lo miraba dudoso, detectaba algo extraño en la actitud de Louis. —Dijo que se sentía mal, se ha
regresado a la academia. —Se acercó hacia el menor y tomó su mano entrelazando sus dedos
entre sí. Louis por instinto alejó la mano y lo miró con miedo. Harry se sintió confundido—. ¿Qué
ocurre, amor? Tus padres nos esperan, vamos. —Volvió a tomar la mano de Louis y lo jaló fuera
del baño para comenzar a caminar de vuelta hacia su mesa.

Louis lo pensó, no sabía qué hacer o cómo reaccionar. No sabía qué decirle a Harry ni sabía
cómo exigir una explicación a lo que había escuchado. Tenía la cabeza hecha mierda y
continuaba negándose a sí mismo que fuera verdad. —No. —Mencionó y dejó de caminar, tragó
saliva y bajó la mirada—. No quiero estar con ellos.

Harry elevó las cejas confundido y lo tomó de la barbilla obligándolo a mirarlo. —¿Qué ocurre,
bonito?

Negó con la cabeza, sentía como si estuviera a punto de soltarse a llorar. No quería que todo lo
que tenía con Harry se fuera a la mierda, no quería ver la realidad ni mucho menos afrontarla.
—Sólo... Sólo quiero estar contigo, con nadie más. —Susurró acercándose hacia el rizado, lo miró
a los ojos y trató de convencerse de que Harry era una buena persona, que había una explicación
a todo lo que había escuchado.

—Pero bebé... —Acarició su mejilla haciéndole sentir en el cielo con su mano, necesitaba sentirlo
más que nunca—, cuando termine el desayuno nos iremos a donde tú quieras, prometo cancelar
todos mis compromisos para pasar la tarde contigo. —Intentó besarlo y Louis echó la cabeza
hacia atrás para continuar hablando.

—No, Harry. —Desvió la mirada, sus ojos comenzaban a cristalizarse—. Quiero estar contigo ya
mismo. —Recargó sus manos sobre el pecho del mayor—. Por favor... Por favor, por favor, por
favor. Sácame de aquí.

Harry parecía muy preocupado por la actitud de Louis, pensó que tal vez sus padres le habían
dicho algo malo sobre su relación mientras él estaba arreglando el asunto de Fer. —De acuerdo,
pequeño. Haremos lo que tú quieras. —Lo abrazó por la cintura fuertemente y depositó un beso
sobre su cuello

Le encantaba cuando lo abrazaba de esa manera, podía cubrirlo completamente con su cuerpo y
se sentía totalmente protegido estando con él, protegido hasta de sus propios pensamientos.
Respiró su aroma, sintió el calor de su piel contra la suya y cerró sus ojos fuertemente.
—Vámonos...

Comenzaron a caminar, Louis continuaba completamente abrazado al cuerpo del menor y dejaba
que éste lo guiara a donde quisiese. Llegaron hasta la salida del restaurante y Harry pidió porque
le preparan un automóvil rápido.

—Por favor dile a los padres de Louis que hemos tenido que salir de urgencia —Comenzó a
decirle a uno de los guardaespaldas que siempre lo acompañaban—, porque mi tía abuela ha
tenido un accidente o algo así. Atiéndelos lo mejor que puedas y diles que he dejado la cuenta
pagada por más de 400 libras para que pidan lo que ellos gusten. —Terminó de dar las últimas
indicaciones y se subió al auto sin dejar de abrazar al mayor, que continuaba con el rostro
escondido sobre su pecho. Una vez más el automóvil iba conducido por un chofer mientras que
los chicos yacían en los asientos traseros.

“—Esas personas comienzan a estorbarme demasiado y entre más rápido los desaparezcamos
del mapa será mejor. Los quiero muertos pronto.”

Recordó esas palabras y al instante se soltó a llorar sin control alguno. Le resultaba
completamente desgarrador lo que había escuchado, era como si su mundo hubiese dado un giro
repentino hacia otro sentido, como si de pronto se destruyera desde los cimientos todo lo que él
había estado creyendo los últimos meses.

¿Cómo puedes llegar a pensar algo así de una persona que sólo te da amor?

Se abrazó a Harry con fuerza sin dejar de sollozar y se dedicó a convencerse a sí mismo que
nada de lo que estaba pasando era real.

El rizado comenzó a acariciar con ternura su cabello. Se acercó a su rostro y limpió sus lágrimas
con cortos besitos, besaba toda su cara hasta llegar a sus labios y detenerse a apenas unos
milímetros de éstos. Louis los tomó con necesidad, los necesitaba urgentemente y lo besó por un
largo rato sin mover mucho la boca.

Harry se separó y lo miró a los ojos, aún continuaba acariciándole el cabello. —¿Qué ha ocurrido,
mi amor? —Preguntó sin mucho miedo, estaba seguro de que se trataba de algo relacionado con
la opinión de sus padres acerca de la relación que llevaban.

Negó con la cabeza y bajó la mirada, no estaba listo para hablarle sobre eso. —Nada, Harry, sólo
quédate conmigo. —Se recargó contra su pecho y trató de dejar de llorar. Ni siquiera él se
explicaba por qué actuaba así frente algo tan grave como en realidad lo era todo.

Probablemente lo que más le afectaba era pensar y darse cuenta de que había sido un ciego todo
el tiempo, es decir, Harry tenía demasiado dinero, conseguía drogas fácilmente, su familia nunca
estaba junta, era paranoico y sobreprotector, tenía miles de guardaespaldas cuidándole, siempre
tenía "asuntos" que atender a los que Louis no podía asistir y todo eso hacía demasiado evidente
que andaba metido en algo no muy limpio, en algo ilegal.

Cerró sus ojos y dejó de pensar, por ese momento sólo quería pensar en que todo eso había sido
una pesadilla, que nada de lo que había escuchado era real. Fingir que no ocurría nada era
mucho más fácil que aceptarlo, y no sería la primera vez que aplicaría esa ley con Harry.
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Fer estaba llegando a Cowell, continuaba temblando por tener que ir en un automóvil conducido
por uno de los hombres que trabajara para Harry Styles. Estaba en completo silencio y evitaba
hacer el menor ruido posible, miraba a través de la ventana para que el paisaje la hiciera salir un
poco de la realidad.

Pensaba y encontraba algo rara la situación, ella no recordaba que al chico le dijeran "Harry"
durante su secuestro, ese hubiera sido un nombre difícil de olvidar gracias a que su abuelo se
llamaba así. Estaba completamente segura de que lo llamaban “Edward” y no dudaba ni por un
segundo, llevaba ese nombre muy adentro de la cabeza, sin embargo tampoco era algo que
quería averiguar. Estaba asustada y lo único que deseaba era que el semestre terminara para
cambiarse de colegio y no seguir teniendo que convivir ni con Harry, ni con Zayn.

No le parecía justo que Louis no supiera nada sobre Harry ni sobre su verdadera identidad. Lo
que más le parecía injusto era que ella no le podía contar nada, advertirle sobre la persona con la
que estaba saliendo, pero estaba segura de que sería aún más injusto que gracias a que ella
abriera la boca, Harry pudiera hacerle daño a alguien de su familia o amigos. Por lo tanto se
mantendría callada.

El auto se estacionó en la entrada de la academia y antes de que ella pudiera bajar se dio cuenta
de que Zayn y Niall paseaban por aquellos rumbos. Dio un suspiro y bajó del automóvil lo más
rápido que pudo. Comenzó a caminar con velocidad dirigiéndose a cualquier otro lado.

Zayn la miró al bajar del auto y automáticamente notó algo que le llamó demasiado la atención,
un escudo en la parte trasera del automóvil. —¡Hey, Fer! —La llamó y sin dejar de observar aquel
escudo comenzó a dirigirse hacia la chica.
El auto arrancó saliendo de la academia.

Se detuvo y dejó salir un gran suspiro, no podía continuar actuando así con Zayn, tenía al menos
que ser amable sin necesidad de ser amigable. —Maldita sea... —Susurró, su día ya había sido
demasiado malo para arruinarlo más con la presencia del moreno.

Zayn llegó hasta ella, la miraba demasiado confundido. —¿¡Qué hacías en ese auto?! —Preguntó
alterado, miraba hacia donde el auto se había ido, intentando mirarlo una vez más para
asegurarse de que ese escudo no hubiera sido una imaginación.

—¿Qué? —Preguntó sin ánimos y rodó los ojos—. ¿Qué mierda te importa, Zayn? —Se giró y
trató de continuar caminando.

—¿¡Qué hacías en el automóvil de un Valencia!? —La tomó fuertemente del brazo para evitar
que se fuera—. ¿Con quién estabas?

—¿Un Valencia? —No entendía nada de lo que Zayn decía. En esos momentos sólo pensaba lo
mucho que quería ir a su habitación y dormir lo que restaba del día.

Parecía demasiado alterado y al instante dedujo que tendría algo que ver con Harry. —¡Sí!,
¿¡Estabas con Harry Styles!? —Le aterraba demasiado la idea de que ese chico estuviera
involucrando a Fer en alguno de sus negocios, pues por lo que él sabía, Harry trabajaba para esa
familia.

—A ver, Zayn. Tranquilízate, no sé de qué mierda estés hablando. Ni siquiera sé qué sea un
Valencia.

—El auto en el que ibas. —Mencionó y dio un respiro para tranquilizarse—. Le pertenece a la
familia Valencia, tiene el escudo atrás. Dime por favor cómo llegaste hasta él. —Rogaba porque
Fer le diera respuestas. A pesar de que él no estuviera muy metido en los negocios podía
reconocer a la perfección ese escudo. La familia Valencia era el "Cartel Valencia", uno de los
enemigos más grandes de la familia Malik. Era una organización anónima, nadie sabía qué familia
o familias se encontraban tras ella. Era poderosa, pero sobretodo peligrosa.
—Pues sí, me ha traído una persona que trabaja para Harry Styles. —Asintió—. Y aun no
entiendo qué mierda tiene que ver ese apellido.

—De acuerdo, gracias. —Mencionó y se dio media vuelta. Había confirmado sus sospechas,
Harry sí trabajaba para esa organización, sin embargo le parecía extraño que éste pudiera
disponer de otros empleados como si fuera el jefe. El hecho de que utilizara los autos con el
escudo era sospechoso, eso significaba que no se trataba de cualquier empleado sin importancia.
Tenía que averiguarlo todo sobre ese chico, llamar a sus hermanos y pedirles que le consiguieran
toda la información. Había algo que no le terminaba de agradar y tenía que descubrirlo.

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—Joven Styles... —Habló muy bajo el chofer tratando de despertar a Harry cuando llegaron a la
academia. Los chicos se habían quedado dormidos en el transcurso de regreso a Cowell, Harry
prácticamente no había dormido nada la noche anterior y Louis sólo quería dormir para olvidarse
de todo—. Joven Styles, hemos llegado.

El rizado abrió lentamente sus ojos y se acomodó en su asiento. Recuperó su postura y trató de
despertar por completo. —Gracias, retírate por favor.

El hombre asintió saliendo del auto.

Louis estaba dormido recargado en el pecho del menor, respiraba lentamente y mantenía la boca
entreabierta. Harry sonrió al mirarlo y se quedó durante un tiempo embobado en el chico.
Comenzó a pensar las cosas profundamente, tenía que hacer algo o todo se le vendría abajo, si a
Fer se le ocurría abrir la boca lo más probable sería que Louis se alejara de él y realmente que no
quería perderlo. Prefería deshacerse de todas esas personas que se mostraban como un peligro
para su relación antes de permitir que Louis se fuera de su lado.

Otra opción que rondaba por su cabeza era la idea de contarle toda la verdad, hablarle acerca de
su familia y los negocios a los que se dedicaban. No esperaba que Louis los comprendiera, pero
al menos sería una forma de demostrarle que confiaba en él lo suficiente para involucrarlo en
eso. No importaban las cosas que tuviera que hacer para tener a Louis por siempre, él las haría
sin pensarlo dos veces.

—Mi amor... —Susurró mientras movía suavemente a Louis esperando a que se despertara—.
Lou, ya llegamos... —Le hablaba lento y con mucho cariño, no quería asustarlo o despertarlo de
mala manera. Para él, Louis era lo más pequeño y delicado en el mundo.

Louis abrió los ojos acostumbrándose a la luz y sonrió al ver la cara de Harry tan cerca de la
suya, se estiró un poco. Tenía los ojos hinchados y un poco de saliva seca manchaba su boca.

Harry acercó su dedo y lo limpió sonriendo al mismo tiempo, le parecía hermosa la manera en la
que Louis despertaba.

—Harry... —Susurró entreabriendo los ojos, estaba más dormido que despierto—. ¿Podemos ir a
tu dormitorio? Estoy muy cansado y quiero seguir durmiendo. —Volvió a recostarse sobre el
pecho del rizado.

—Sabes que siempre haremos lo que tú digas. —Le dio una sonrisa y miró a través de la
ventana, notó que Zayn Malik observaba el automóvil detenidamente y le pareció demasiado
extraño, era imposible que hubiera notado que ellos se encontraban ahí, pues los vidrios estaban
polarizados. —Espera un poco. —Detuvo a Louis cuando éste estuvo a punto de abrir la puerta
para salir.

—¿Qué pasa, Harry? —Miró hacia donde Harry miraba.


—Sólo un poco... —La novia de Zayn ya había llegado e impedía que Malik pudiera concentrarse,
al final terminó yéndose con ella—. Listo, bebé, vámonos. —Abrió la puerta y rápidamente salió
del auto, caminó hacia el otro lado y pasó un brazo por encima de los hombros de Louis. Éste
entrecerraba los ojos y apenas se movía muy suave.

Caminaron hasta el departamento del rizado y entraron sin haber dicho ni una sola palabra en
todo el camino.

Louis caminó directamente hacia la cama y se lanzó a ella mientras que Harry iba hacia la cocina
para llenar dos vasos con jugo de naranja y después ir hacia la habitación con el mayor. Dejó las
bebidas sobre la mesita de noche y comenzó a quitarse toda la ropa a excepción de la ropa
interior. Después se acercó a Louis y se sentó a un lado de él, le quitó los mocasines y comenzó
a acariciarle la espalda mientras lo observaba.

El castaño se giró quedando boca arriba y se miraron por unos largos segundos sin decir una
palabra, las miradas lo decían todo, ambos se encontraban completamente asustados y ninguno
de los dos quería perder al otro. Louis se levantó quedando sentado sobre la cama y muy cerca
de Harry, se acercó más a él y comenzó a besarlo muy lentamente al mismo tiempo que pedía
permiso para adentrar su lengua, éste rápidamente se lo otorgó y lo abrazó por la cintura.
Cuando comenzó a escasear el oxígeno tuvieron que separarse, Harry aprovechó eso para
levantar la camisa de Louis y quitarla por completo, sentir su piel contra la suya era lo que más
necesitaba.

Volvieron a unir sus labios y Harry se subió más a la cama, se recostó y Louis se recostó sobre él.
Enredaron sus piernas y continuaron besándose, esta vez un poco más apasionados.

—Te quiero tanto... —Susurró el rizado entre el beso—. Maldición, no sé qué haría sin ti.

Pasaba sus manos por toda la espalda del chico dándole caricias. —Yo tampoco, te adoro.
—Comenzó a bajar por el cuello de Harry mientras él sólo levantaba un poco la cabeza y dejaba
salir leves suspiros.

—Quiero irme lejos de aquí, Lou, por favor, vámonos juntos... Muy lejos. —Louis se detuvo tras
escuchar sus palabras y lo miró directamente a los ojos—. Olvidarnos de todos y de todo. No
necesitamos a nadie más, sólo tú y yo. —Tomó sus mejillas y lo acercó a pocos milímetros de su
rostro—. Si te tengo a ti no necesito nada más, no necesito dinero, ni drogas ni alcohol, sólo a ti.
Estoy asustado, Louis ¿Qué voy a hacer si algún día te pierdo? —No mentía, tenía demasiado
miedo, ya no podía imaginar una vida sin ese chico.

—Llévame de vuelta al principio, donde no había problemas, donde sólo éramos dos
adolescentes tratando de conseguir sexo con el otro, donde lo único que queríamos del otro era
su cuerpo. Por favor, hazme sentir en esos tiempos. —Comenzó a besar desesperadamente la
piel de Harry, bajando por toda ésta y lamiendo cada espacio del rizado—. Quiero que me folles
hasta que me olvide de todo lo que me atormenta, que me des duro y mi mente se pierda en un
orgasmo. —Llegó hasta la entrepierna del rizado y comenzó a tocar su miembro desesperado,
logrando que Harry se pusiera extremadamente duro en segundos.

Las palabras de Louis lo había hecho perder el control, verlo tan caliente y rogándole porque lo
follara lo ponía demasiado mal.

Matar el tiempo teniendo sexo y durmiendo no era un muy buen plan para olvidarse de lo que a
ambos les atormentaba. Pero se sentía bien y por ahora eso les era suficiente.

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¿Se dan cuenta que quedan exactamente 10 capítulos para entrar en el infierno (después de ti) y
conocer al maldito de Valentin Binicci? Yo no estoy preparada mentalmente, no sé ustedes. *NO
HAGAN SPOILERS A LAS QUE NO HAN LEIDO, RECUERDEN*

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Capitulo 40

Capítulo 40

Días después.

—¡ENTRA RÁPIDO! —Gritó Zayn al abrir la puerta y al instante jaló del brazo al irlandés para
adentrarlo a su dormitorio. Se veía eufórico, feliz, parecía que había descubierto lo mejor en su
vida y quería comunicárselo a su amigo lo más pronto posible.

—¿¡Qué mierda, Zayn!? —Lo miraba confundido y al mismo tiempo con una sonrisa nerviosa.

—He descubierto todo. —Le dijo con brillo en la mirada. No había asistido a clases durante 3 días
desde que había visto a Fer bajar de ese automóvil. Se había obsesionado con el tema y no
había descansado hasta que tuviera las respuestas necesarias para sentirse tranquilo. Antes de
todo eso Zayn sabía que Harry era empleado para la familia Valencia, pero no le había dado
mucha atención pensando que se trataba de cualquier dealer que se encargaba de vender droga
en esa academia. Nunca se había percatado que el apellido “Styles” era el que en realidad
utilizaban los principales miembros de esa organización, la organización Valencia.

—¿Y entonces....? ¿Qué ha sido? —Esperaba a que el moreno continuara hablando, éste no
respondía, tomó la computadora portátil y comenzó a buscar algo en ella pareciendo no prestar
atención al irlandés—. ¿¡Zayn!?
—Cállate y ven aquí. —Tomó asiento sobre el sofá y le ordenó sentarse a su lado para mirar el
contenido en la computadora. Niall dejó salir un suspiro y caminó hacia Zayn para sentarse junto
a él y tratar de entender algo de lo que había en la pantalla, sintió confusión, no entendía nada ni
podía deducir una sola cosa—. He faltado estos días porque fui a Ibiza. —Mencionó el moreno
antes de que Niall pudiera preguntarle algo acerca de lo que miraba en la computadora.

—¿Así que faltaste a clases para ir a la playa? Muy bien, Malik, muy bien. —Rodó los ojos y trató
de levantarse del sofá.

—Idiota, déjame terminar. —Lo detuvo y señaló la pantalla de la computadora con su dedo—.
Aquí, ¿ves este lugar? —En la pantalla se veía la fotografía de lo que al parecer era una
discoteca lujosa.

—Sí, ¿qué tiene? —Observó cada detalle intentando encontrar algo extraño, sin embargo para él
era una simple discoteca más, no muy diferente a las que había en Londres.

—Esta discoteca de encuentra en Ibiza.

Niall encogió sus hombros y elevó las cejas. —¿¡Y a mí qué mierda me importa!? Porque en
serio, Zayn, no estoy entendiendo nada.

—Maldición, Niall, escucha. —Continuó con su explicación—. Este lugar fue comprado por Harry
Styles “Cox”. —Mencionó y al instante una sonrisa se formó en su rostro.

—¡Oh, wow! ¡Harry tiene una discoteca en Ibiza, es tan interesante! —Habló con extremo
sarcasmo.

—Y se pone mejor... mira esto. —Puso zoom a la pantalla enfocándose únicamente en la puerta
del lugar—. ¿Recuerdas esto? —Señaló lo que parecía un escudo rojo con dos fechas negras
cruzadas entre sí, al borde llevaba un número 5 en romano.

Niall se puso serio y observó aquel escudo durante un largo rato. —Es el mismo escudo que tenía
el automóvil en el que viajaba Fer el otro día. —Mencionó sin dejar de observar la pantalla.

—Exacto... Ahora mira esto. —Cambió de ventana y abrió otra fotografía, esta vez mostrando a
un hombre de aproximadamente 45 años, al parecer habían tomado esa foto cuando el hombre
estaba desprevenido, pues no lucía su rostro muy claro—. ¿Sabes quién es él?

—Hmmmm... —Observó fijamente la fotografía—. No, no tengo idea.

—Es Albert Valencia, líder del cartel Valencia.

—De acuerdo, Zayn, ya no estoy entendiendo nada. —Mencionó al mismo tiempo que estiraba
sus manos por detrás de su cabeza y rascaba su nuca.

—¿Reconoces ese escudó que tiene tatuado en el brazo izquierdo? —Le dio zoom a la fotografía,
era el mismo escudo que aparecía en la discoteca y en el automóvil.

—Está bien, ya lo tengo, pero... ¿qué tiene que ver en todo esto Styles? Es decir, ¿por qué una
discoteca que está a su nombre tiene ese escudo?

—¿Pues...? —Esperó respuestas de Niall y éste sólo se encogió de hombros—. ¡PUES QUE
HARRY STYLES EN REALIDAD ES UN VALENCIA! —Gritó.

Niall hizo una pausa dramática y lo miró elevando las cejas. —¿Cómo estás tan seguro de que no
es un empleado de esa organización únicamente? ¿Qué te hace pensar que él forma parte de
esa familia?

—Conseguí imágenes, grabaciones, documentos y algo mejor... —Los ojos de Zayn brillaban de
emoción, había esperado demasiado por ese momento—. ¡También conseguí una declaración
por parte de un ex empleado suyo!, Harry es un Valencia y no hay duda, él no sólo trabaja con
ellos, ES PARTE de éstos. Le llaman Edward Valencia, sólo utiliza el nombre de Harry para cubrir
su identidad.
—Sí, está bien. —Intentó recolectar toda la información que acababa de recibir y procesarla—.
Harry Styles, o debería decir Edward Valencia, pertenece al cartel de los Valencia, ¿ahora qué
más?

—Revisé los documentos del caso de Fer, ¿recuerdas que hubo un hombre que llamó a la policía
y gracias a eso ella fue liberada? —Niall asintió con la cabeza—. Pues su nombre era Harry
Styles... Cox. —Elevó las cejas con una sonrisa.

Niall abrió los ojos como plato y se quedó boquiabierto. —¿Harry Styles tiene algo que ver con el
secuestro de Fer? —No podía creer lo que estaba escuchando, sobre todo porque mirar a Zayn
tan tranquilo lo hacía dudar, normalmente hubiera esperado otra reacción muy diferente cuando
se enterara de eso.

—En esa época mi familia estaba tomando demasiado poder en la zona que les pertenecía a Los
Valencia, se creó una gran competencia para ver quién sería el nuevo líder del narcotráfico en
Inglaterra, pero esa familia no jugó limpio, comenzaron a matar a nuestros hombres, dos primos
murieron y ocurrió lo de Fer.

—¿Estás diciendo que esa familia fue quien secuestro a Fer? ¡Pero si ella no tenía nada que ver
con ustedes, ni siquiera estaba enterada! —Gritó y se puso de pie del sofá comenzando a
caminar por toda la sala. Conocía esa historia de principio a fin.

—Pero no lo hicieron por Fer, sino por mí, para distraer a mi padre. ¿Qué no recuerdas que
durante esos días todos los empleados de mi padre estaban únicamente concentrados en
encontrarla? —Niall asintió—. Fue ahí cuando los Valencia ganaron territorio perdido.

—Wow... esto sí que no me lo esperaba... —Susurró el irlandés frotando su rostro con las palmas
de su mano—. ¿Pero por qué Fer no ha dicho nada? ¿Por qué se ha callado eso todo este
tiempo?

—Supongo que por miedo, seguro Styles la tiene amenazada. O tal vez la drogaron de una
manera en la que no era consciente de diferenciar rostros durante su secuestro, no sé.

Asintió y miró al moreno. Lo pensó durante algunos segundos, las cosas se pondrían mal si éste
decidía tomar venganza. —¿Qué piensas hacer? —Preguntó.

Zayn se quedó pensativo. —El día que me enteré estaba a punto de lanzar una bomba al cuarto
de Styles o algo así —Hablaba con tranquilidad, no parecía alterado, incluso sonreía
constantemente—. Pero antes de hacer cualquier cosa llamé a mi padre. Él me dio una mejor
idea, algo que le dolería más que cualquier asesinato a un miembro de su familia. —Sonrió de
oreja a oreja, Niall estaba muy atento—. Le haré exactamente lo mismo que él me hizo, de una
manera menos agresiva, pero con las mismas consecuencias.

—¿Eh? —Pareció no comprender—. No puedes hacer eso, Harry Styles no tiene novia. ¿Cómo
planeas hacerle algo parecido?

Sonrió con maldad y susurró: —Louis Tomlinson....

Niall negó al instante. —No podemos hacer eso, recuerda que Styles nos dijo que Louis era sólo
un cuerpo más para él. No podemos involucrar a alguien que no tiene nada que ver.

—Mintió. Él sabía no podía arriesgarlo de esa manera, es obvio. Edward Valencia no es ningún
imbécil, él sabía que existía la posibilidad de que yo me enterara de quien era en realidad.

Niall se quedó pensando un tiempo más... —Aun así, Zayn, no puedes hacerle nada sin antes
estar seguro de que entre ellos existe una relación... Además, Louis seguramente no sabe nada
sobre lo que es en realidad Harry, no lo merece. —Decía pensativo, no le parecía justo.

—Fer tampoco tenía nada qué ver y mira todo lo que le hicieron. —Cambió de actitud, se volvió
más agresivo—. Y aquí es donde entras tú como parte del plan.

Lo miró confundido. —¿Yo?

Zayn asintió. —Tú lograrás que Liam Payne te cuente lo que sabe sobre ellos, Liam y Louis son
muy buenos amigos... seguro él sabe algo.
—Aja, sí claro, Zayn, y obviamente Liam me contará todo... —Habló con sarcasmo al mismo
tiempo en que rodaba los ojos.

—No, no lo hará a excepción que... —Se levantó del sofá y caminó hacia un cajón del mueble que
se encontraba junto a ellos—, que no esté consciente de lo que pueda decir. —Mostró un frasco
que contenía un líquido transparente, muy parecido al agua.

—Estás imbécil... —Reaccionó al instante negando con la cabeza—. No drogaré a Liam


solamente para conseguir tu información, Zayn. —Se giró dándole la espalda.

—No lo drogarás solamente para conseguir mi información... también.... —Comenzó a acercarse


hacia Niall bajando su tono de voz—, te lo puedes tirar si tú quieres... Él se encontrará muy...
accesible a todo. —Sonrió.

—Eres un idiota si piensas que voy a hacer eso...

—Oh, vamos, Niall. Te puedo asegurar que él no se dará cuenta de que lo drogaste, pensará que
está ebrio o algo así. Asegúrate de darle alcohol cuando esté consciente. —Zayn lo tomó de los
hombros y lo giró para que lo mirara—. En serio necesito eso, por favor, es la única manera de
que pueda hacerle justicia a Fer, a mí mismo, a mi familia.

Niall suspiró pesadamente y rodó los ojos. —Antes tienes que contarme exactamente lo que
harás con Tomlinson si resulta ser cierta su relación con Styles. —Mencionó rendido, Zayn tenía
razón, él tenía todo el derecho de tomar venganza.

El moreno sonrió y comenzó a contarle todo su plan con detalles.

[...]
-----------------------------

—Amor, ¿estás libre hoy? —Preguntó Harry mientras salía del baño con una toalla enredada en
la cintura y el cuerpo aún mojado. Se encontraban en el dormitorio del rizado.

—¿Libre para qué? —Preguntó Louis desde la cama, él seguía desnudo sobre ésta y las sabanas
cubrían todo su cuerpo desnudo.

Desde que Louis había escuchado la conversación de Harry por teléfono había comenzado a ser
un adicto al sexo, ya ni siquiera le gustaba salir de la habitación, era la manera perfecta de no
pensar en lo que había escuchado. Iban a clases y volvían al departamento, habían dejado de
comer juntos, mirar la tv juntos, hacer algo diferente al sexo, pero juntos. Ahora su relación
estaba basada en sexo y nada más. Louis se encontraba completamente seguro que lo que había
escuchado no era verdad y había decidido quedarse con esa idea, no mencionaría nada de eso a
Harry.

—Necesito ir a la ciudad y me gustaría que me acompañaras. —Respondió el rizado mirándose


frente al espejo y arreglando sus rizos—. Será algo rápido, bonito.

—Oh —Alzó las cejas con ironía—, ahora sí me consideras para acompañarte a tus " asuntos".

Harry lo miró confundido. —Hmmm... Vamos a ver a mi hermana. —Volvió a mirarse en el


espejo—. Y quiero presentarle a mi novio, eso es todo.

Louis sintió su corazón acelerarse al escuchar eso. Él tenía la idea de que Harry no lo
consideraba nada importante y por eso no le había hablado nada sobre el trabajo que tenía. Sin
embargo el simple hecho que quisiera presentárselo a su hermana dejaba en claro que sí era
alguien importante. —¿Hablas en serio? —Preguntó levantándose de la cama y caminando hacia
él. Se quedó muy cerca del cuerpo del rizado, depósito un besito en su espalda y pasó sus manos
alrededor de su abdomen para abrazarlo.

Harry se giró mirándolo a los ojos. —Obviamente, mi hermana es la segunda persona más
importante en mi vida y muero porque te conozca. —Tomó la boca de Louis y comenzó a besarlo
lentamente.

—¿Sí? ¿Y quién es la primera? —Preguntó el mayor entre el beso.

—Tú, mi amor. —Pasó sus manos alrededor de la cintura de su novio y continuaron besándose
durante un largo rato.

Ambos sabían que esa relación no estaba bien, pero también era conscientes de lo bien que se
sentía, estando juntos, y aunque buscaran alguna solución, todo indicaba que no terminarían
nada bien.

¿Qué haces cuando sabes que algo está extremadamente mal pero aun así es lo más perfecto
que hay en tu vida?

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Chicos, sé que se sienten las ganas de hablar de lo que pasará en un futuro, pero por favor, NO
LO HAGAN, no al menos en los comentarios, es molesto para algunas personas que recién
comienzan a leer. Si alguien quiere un spoiler, pídalo por mensaje privado o algo así. (Además de
que es divertido ver cómo algunos se mueren de curiosidad por saber lo que pasará cuando
algunos de nosotros ya sabemos todo) #BitchesBeLike.

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Capítulo 41

Capítulo 41.

—¡Hola! —Mencionó Niall con una sonrisa nerviosa. No podía creer que estuviera en la puerta del
dormitorio de Liam una vez más. Se sentía como un imbécil, pero tenía que ayudar a su amigo sin
alternativa alguna.

Liam parecía confundido, lo miraba de una manera en la que dejaba claro que le parecía extraño
que el irlandés lo estuviera buscando. —Hmmm... Hola... —Le dijo tratando de ser amable—.
¿Puedo ayudarte en algo? —Niall había aparecido sin avisar.

—Sí, ¿puedo pasar? —Preguntó elevando sus brazos para mostrar dos bolsas que contenían
cerveza y frituras—. Pensé que tal vez podíamos pasar un tiempo juntos, claro, como amigos.

Continuaba mirándolo extrañado, ellos no habían cruzado palabras en varios días y la última
conversación había sido muy comprometedora. —Claro, pasa. —Mencionó y dio espacio al
irlandés para que se adentrara al dormitorio. Liam, aunque no estuviera seguro, estaba tratando
de demostrarle que podían ser amigos sin necesidad de involucrarse en nada sentimental.

Respiró profundo y entró al lugar. Aun no entendía cómo mierda era que había aceptado hacer lo
que estaba por hacer. Él sabía todo lo que su amigo había hecho para poder dar con los
secuestradores de Fer, y ahora que los había encontrado haría lo posible por ayudarlo aun
sabiendo que le harían daño a un inocente que probablemente no tenía ni idea de lo que pasaba
con Styles. Y era por eso que rogaba en su interior porque Liam le dijera que Louis y Harry no
tenían ninguna relación sentimental.

Liam se sentó en un sofá y esperó a que el chico imitara la acción.

Era estúpido, se sentía extremadamente nervioso, como si una voz interna le estuviera
recordando constantemente que lo que haría era algo muy malo. —¿Cómo has estado?
—Preguntó sentándose junto al castaño y dejando las bolsas sobre la mesa de centro.

—Muy bien, supongo. —Se sentía demasiada incomodidad entre los chicos—. ¿Y tú, todo bien?

—Sin ti —Le dijo mirándolo a los ojos—, pero ya me acostumbre. —Liam bajó la mirada
sonrojado al escuchar aquellas palabras y Niall se dio cuenta al instante del error tan grande que
acababa de cometer, tenía demasiadas ganas de contarle a ese chico acerca de lo que pasaba
en realidad, sin embargo ese no era el propósito principal de su presencia en ese dormitorio, tenía
que lograr que Liam lo mirara como un amigo a quien podía confiarle cosas, no como un
pretendiente frustrado como en realidad era—. Es decir, estoy muy bien, Liam. —Suspiró y tragó
saliva.

—Me alegro... —Susurró el castaño con la mirada baja y un silenció incomodo inundó el lugar, no
tenían muchos temas en común con los que pudieran matar los momentos incomodos, ellos no
habían formado mucha amistad antes de que Niall se sintiera atraído por Liam.

—Oye... ¿cómo va todo con Louis? —Preguntó impulsivamente y al instante cerró los ojos
sintiéndose como un idiota, sólo quería averiguar lo que Zayn necesitaba y salir corriendo de ahí
lo antes posible.
—¿Louis? —Lo miró con confusión, el ambiente se tensaba cada vez más—. Igual. —Le dijo y
buscó alguna manera de abrir algún tema diferente para conversar—. Nada nuevo con él. ¿Qué
tienes ahí? —Señalaba las bolsas que el irlandés había llevado.

—Oh, cierto, casi lo olvido. —Tomó las bolsas y comenzó a sacar todo rápidamente gracias a los
nervios, sus manos temblaban y eso provocó que tirara varias cosas al suelo.

Liam comenzó a reír y al instante se acercó para ayudarlo. —Relájate, Niall, estás muy tenso.
—Dijo, quería ser amigable e intentar pasar una tarde tranquila con su “amigo” —. Mejor tomemos
una cerveza. —Levantó las cervezas del suelo y las colocó sobre la mesa al mismo tiempo que
abría una de éstas y le daba un gran trago, en realidad él también necesitaba relajarse.

Niall se acomodó en el sillón e imitó al castaño, tomó una cerveza y comenzó a beber sin dejar de
observarlo. En esos momentos sólo pensaba en lo mucho que detestaba a Zayn por haberlo
involucrado en esa situación. —Lo siento, no sé qué me ocurre el día de hoy. —Le dijo.

Continuaba con una sonrisa en la cara. —Debes estar muy cansado, las clases han estado muy
pesadas esta semana.

—Supongo que sí. —Sonrió de igual manera y mantuvo sus ojos fijos en aquel chico durante
algunos segundos, realmente no podía pasar mucho tiempo cerca de él sin sentir esas horribles y
tediosas ganas de tocarlo. Aclaró la garganta y desvió su mirada—. ¿Podrías darme una
servilleta?

Liam asintió al instante. —Claro. —Se levantó del sofá y caminó hacia la cocina dejando al
irlandés solo en la sala de estar.

Pensó que era el mejor momento para hacer lo que le ayudaría a obtener más información. Miró
hacia la cocina asegurándose de que Liam no lo mirara al mismo tiempo en el que sacaba el
frasco con droga que Zayn le había entregado. Sentía su corazón latir muy fuerte, no tenía idea
de lo que estaba haciendo y pensaba que en cualquier momento Liam lo podía descubrir. Miró el
frasco y se dio cuenta de que Zayn no le había dicho la cantidad que tendría que utilizar. Escuchó
unos pasos venir desde la cocina y al sentirse acorralado optó por abrir el frasco y echar una
generosa cantidad a la cerveza del castaño.
—Aquí tienes. —Mencionó Liam al llegar de vuelta hasta él y le entregó las servilletas. Tomó su
cerveza y comenzó a beberla al mismo tiempo que se sentaba de nuevo junto al irlandés.

—Gracias... —Susurró Niall sin dejar de observar la manera en a que el chico bebía. Acababa de
cometer el error más estúpido de su vida.

------------------

Llevaban varios minutos de camino tranquilamente. Estando juntos no tenían mucha necesidad
de hablar. Louis iba recostado sobre el pecho de Harry en completo silencio mientras viajaban en
el automóvil de camino a Londres, que era donde se encontrarían con la hermana del rizado.

Harry se sentía extraño. Esa tarde sólo tenía a un hombre a su favor, pues todos los demás
estaban en Londres asegurándose de que en el hotel donde éste se reuniría con su hermana
estuviera todo en orden. Se sentía muy inseguro de una manera en la que nunca se había
sentido, como si algo dentro de su cuerpo le dijera que las cosas no andaban bien. El hecho de
que su hermana hubiera convocado una junta urgente significaba que algo estaba saliendo mal.
No sé podía explicar qué era, pero estaba demasiado incómodo y lo único que quería era llegar al
hotel para sentirse rodeado de escoltas que se asegurarían de mantenerlos a salvo, tanto a él
como a Louis.

—¿Dónde vive tu hermana, Harry? —Preguntó Louis de repente rompiendo el silencio y sacando
al rizado de sus pensamientos, había estado recordando lo que Harry le había dicho sobre su
familia en el viaje a Ibiza, sin embargo no había logrado entender mucho sobre ésta.

—No tiene una residencia fija, ella más bien se dedica a viajar. —Contestó el menor y sacó una
cajetilla de cigarros de su bolsillo, fumar le ayudaría a relajarse y calmar sus estúpidos nervios—.
¿Te importa si fumo, amor? —Preguntó, había comenzado a pensar en Louis antes que en él
mismo y sabía que a su novio no le gustaba mucho el olor del tabaco.

—No. —Sonrió al mismo tiempo que se abrazaba más fuerte al cuerpo del chico—. Entonces ella
sólo viaja...

Prendió el cigarrillo y abrió la ventana para evitar que el humo se encerrara. —Sí, ella no es de
las personas que se mantiene en un solo lugar, no lo soporta. —Inhaló y se alejó un poco del
rostro de Louis para exhalar el humo. No le gustaba arruinar el delicioso olor corporal del mayor
con el olor del cigarro.

Se alejó del pecho de Harry para mirarlo a los ojos. —Quiero. —Le dijo—. Dame un poco.

—¿Esto? —Elevó el cigarro algo confundido, no estaba acostumbrado a que Louis le pidiera, era
por eso no le había ofrecido desde un principio.

Asintió rápidamente. —Pero dámelo de tu boca. —En todo ese tiempo no había dejado de
observar ese hermoso pedazo de carne que adornaba el rostro del rizado.

Harry sonrió e inhaló profundamente del cigarro, después tomó a Louis de las mejillas y lo acercó
hacia él. Comenzó a exhalar lentamente todo el humo pasándolo a la boca de mayor.

Louis inhaló y mantuvo el humo algunos segundos dentro de su cuerpo, después exhaló y se
terminó uniendo sus labios a los del rizado para besarlo generosamente. Al hacer eso él sentía
que Harry era completamente suyo, pues podía llegar a sentir eso más íntimo que un beso,
estaba inhalado el mismo humo que había estado dentro del cuerpo del rizado y eso sí que se
sentía bien.

Harry lo abrazó por la cintura y formó una sonrisa durante el beso. A pesar de todo eso no podía
dejar de sentirse inseguro, tal vez había sido muy imprudente que llevara a Louis con él sabiendo
que las cosas andaban mal.

---------------------

—¡Vamos, Niall, baila conmigo! —Gritó Liam mientras subía el volumen del estéreo al mismo
tiempo que comenzaba a moverse como loco. Parecía otra persona, estaba demasiado eufórico y
no dejaba de reír, la droga le había hecho efecto muy rápido y parecía que había tomado más de
15 cervezas por la manera en la que actuaba.

Suspiró negando con su cabeza. —Maldita sea. —Bufó, Liam se encontraba demasiado drogado
y él tendría que controlarlo antes de que se lastimara o algo parecido—. Bien, Li, creo que es
hora de que te calmes un poco.

—¡No, Niall! —Comenzó a reír con una carcajada y al instante se subió en la mesa de centro para
comenzar a bailar de una forma demasiado extraña, brincaba y abría las piernas demasiado,
después repetía la acción miles de veces sin dejar de reír.

—No, Liam, ven —Extendió su mano para ayudarlo a bajar. Sentía como si toda la situación se le
estuviera saliendo de control y comenzaba a estresarse demasiado—. Por favor, ven. —Repitió y
esta vez sí logró captar la atención del chico.

Liam se acercó a él con una sonrisa traviesa y tomó su mano suavemente, después intentó bajar
de la mesa, sin embargo sus torpes y drogadas rodillas se doblaron provocando que cayera
encima del irlandés. Comenzó a reír como loco cuando se encontraban tirados en el suelo
mientras que Niall se sentía cada vez más incómodo por la situación. —Perdón. —Le dijo sin
dejar de reír escandalosamente.

Niall dio un suspiro y se quitó al chico de encima para levantarse. —Tienes que tranquilizarte,
estás actuando como loco.

—Diooss... estoy tan caliente... —Susurró el castaño aun recostado sobre del suelo del dormitorio
al mismo tiempo que comenzaba a acariciar su abdomen.

Niall abrió los ojos como plato y trató de sacar cualquier especie de pensamiento pervertido que
había entrado a su cuerpo dirigiéndose directamente a su entrepierna, una vez más recordaba las
palabras de Zayn:

“—Podrás aprovechar para tirártelo, él estará muy accesible a todo.”

—No, vamos, Li. —Extendió su mano una vez más hacia el chico, esta vez para levantarlo del
piso—. Tal vez si te metes a la ducha con el agua fría se te baje un poco toda esta euforia.
—Intentaba hacer las cosas bien, hacer cualquier cosa que borrara todas esas tremendas ganas
que sentía de aprovecharse del chico en ese estado.

—¿Qué crees que esté haciendo Louis en estos momentos? —Ignoraba las palabras del irlandés,
desabrochó su camisa y comenzó a acariciar su propia piel.

No podía dejar de mirarlo, se estaba volviendo loco ante esa escena. —Pu-pues no sé,
seguramente está con Fer. —Niall mencionó lo primero que había venido a su mente, trataba de
desviar la mirada y no ver a Liam, que casi se estaba masturbando en sus ojos.

—¿Con Fer? —Preguntó y comenzó a reír histéricamente—. No lo creo... seguramente se la está


montando con Styles... —Bajó su mano y comenzó a tocar su entrepierna por encima de la ropa.

Esas últimas palabras había sido demasiado importantes, había dado en el blanco sin siquiera
intentarlo. Sacó su móvil y activó la grabadora de voces. —¿Con Harry? ¿Por qué debería estar
montándosela con él? —Se aseguraba de que todas sus preguntas fueran demasiado
incriminatorias tras las respuestas—. ¿Harry y Louis son novios, Liam?

—¿Que si son novios? —Dejó salir una carcajada— ¡Se la pasan follando! ¡Hasta aquí se
escuchan los gemidos y eso que el dormitorio de Styles está a varias puertas!

—¿Y tú crees que estén enamorados? —Preguntó Niall y se acercó hacia él.

Liam se puso serio y comenzó a pensarlo. Continuaba en el suelo sin dejar de acariciarse a sí
mismo. —Tal vez. —Mencionó, su expresión había cambiado por completo—. Los he escudado
más de una vez decirse "te amo". —Le dolía recordar esos momentos.

—De acuerdo, Li. Está bien. —Niall terminó con la grabación y la envió directamente al móvil del
moreno. Había cumplido su trabajo pero no podía irse de ahí todavía, no podía dejar a Liam tan
drogado como se encontraba—. Ven, levántate. —Volvió a ofrecerle su mano y antes de que
pudiera decir otra cosa más, el castaño reaccionó alterado.

—¿¡Qué es eso!? —Gritó con terror y se levantó rápidamente. Señalaba hacia una esquina de la
habitación.

—¿Qué? —Intentaba encontrar a lo que el chico se refería, sin embargo claramente no había
nada raro, era obvio que Liam lo estaba alucinando todo.

—¡ESO, NIALL! —Volvió a señalar hacia el mismo lugar y se abrazó del cuerpo del chico con
fuerza—. ¿¡QUÉ ES ESOO!? —La droga que Zayn le había dado a Niall para el castaño era un
polvo llamado PCP diluido en agua para hacerlo más soluble en la bebida del chico.

El PCP también es conocido como “polvo de ángel” y es una droga estimulante que se encarga
de abrir la mente y distorsionar las imágenes visuales, causa euforia y crea alucinaciones que te
llevan a un viaje jamás vivido.

—¡Liam, tranquilo no hay nada! —Intentó calmarlo pero le fue inútil, lo abrazó con fuerza. Él
también estaba entrando en pánico al no poder tranquilizarlo.
—¿¡NIALL, QUÉ ES ESO?! —Preguntó una vez más, su cuerpo temblaba de pies a cabeza.
—¡Niall, ayúdame! —Comenzó a actuar como si quitara cosas de su ropa, como si sintiera que
algo se le estaba subiendo encima—. ¡AYUDAME! —volvió a exigir esta vez comenzando a llorar.

No sabía qué hacer, nunca había estado en una situación como esa y no tenía ni la maldita idea
de qué era lo que le había dado al chico. —De acuerdo, tranquilízate, Li, no pasa nada. —Se
alejó de él y corrió hacia el teléfono para llamar a Zayn—. Tranquilo, Liam, tranquilo. —Liam cada
vez se ponía peor y comenzaba a lastimarse a sí mismo “luchando” contra las cosas que
alucinaba—. ¡Contesta, imbécil, CONTESTA!

—¡Niall, eres increíble! ¡Esa grabación que me has enviado ha... —Zayn contestó la llamada y
mencionó al instante antes de ser interrumpido por su amigo.

—¿¡QUÉ ERA ESO QUE LE DI A LIAM!? —Gritó frenando las palabras del moreno.

—Una simple droga, ¿qué ocurre, Niall?

—¡Se ha puesto muy mal, está teniendo alucinaciones! ¡No lo puedo controlar, Zayn, está muy
asustado y está temblando! ¡Dime qué hacer!

—De acuerdo, eso es normal, seguramente es la primera vez que consume drogas. —Mencionó
con toda tranquilidad—. Quédate con él y no lo dejes, si te ve alterado pensará que lo que ve es
real, tú ríete o abrázalo, haz que se le olvide del porqué está alterado. —Niall colgó la llamada al
instante y corrió hacia Liam.

Lo abrazó fuertemente mientras él trataba de alejarlo y lo golpeaba con la mano que tenía libre.
—¡DEJAME! —Continuaba gritando y tratando de liberarse.

—¡Mírame! —Gritó separándose un poco para que Liam lo pudiera ver—. ¡Mira, soy Niall! ¡Soy
yo y no hay nada que te pueda hacer daño porque estoy contigo! —Liam paró y se quedó
mirándolo sin dejar de llorar. Tenía los ojos llenos de lágrimas y la respiración muy agitada, Niall
podía sentir los latidos alterados de su corazón al estar tan cerca de él—. Soy yo... —Susurró en
un tono de voz muy bajo.

—Eres tú... —Le dijo y en un cerrar y abrir de ojos tomó los labios de Niall y comenzó a besarlo
con desespero—. Eres tú... —Volvió a susurrar abrazando el cuerpo del irlandés y tocando toda
su piel.

—¿Qué haces, Liam? —Preguntó sin seguirle el beso, estaba demasiado extrañado por lo que
estaba pasando.

—Algo que debí haber hecho hace mucho, bésame por favor... —Rogó.

Niall ya no pudo controlarse más, él también moría de ganas de que esa situación pasara, ya no
podía negarse. Lo levantó provocando que Liam saltara a su cintura y abrazara su cuerpo con sus
piernas. Sin dejar de besarse comenzó a caminar hacia la habitación, entró y lo recostó sobre la
cama, colocándose encima de él y bajando su boca por el cuello del castaño.

La ropa comenzaba a estorbar demasiado.

--------------------

Los chicos llegaron al hotel donde la hermana del rizado los estaría esperando. Entraron a un
estacionamiento subterráneo y bajaron del automóvil dirigiéndose al hotel rápidamente. Louis
había notado la manera en la que el rizado actuaba ese día, parecía paranoico y observaba todo
con miedo. Mandaba decenas de mensajes y ya había fumado más de 7 cigarros en menos de 1
hora. No había querido preguntarle nada para no empeorar las cosas.

Él también se encontraba algo nervioso, pero en su caso era comprensible. Era la primera vez
que conocería a alguien de la familia Styles y eso le aterraba, el hecho de pensar que a esa chica
no le fuera a agradar la idea de que su hermano estuviera enamorado de un hombre le ponía mal.
Trató de relajarse y tomó la mano del chico al mismo tiempo que daba un profundo suspiro.

—¿Qué ocurre, mi amor? —Le preguntó Harry al momento en el que se adentraron al elevador,
iban sin guardaespaldas y el chofer se había quedado esperando en el auto. Harry ya había
avisado de su llegada para que les mandaran algunos hombres a escoltarlos.

—Nada, es sólo que estoy nervioso. —Confesó algo avergonzado y lo miró con una sonrisa
nerviosa.

—¿Por qué, bonito? Ya te dije que si tú estás conmigo yo me voy a encargar de que nada malo te
pase. —Le dio un beso sobre la frente—. No te preocupes por eso.

—En realidad me preocupa que no le agrade a tu hermana... —Susurró y Harry comenzó a reír
histéricamente—. ¡Hablo en serio!

—¿Amor, a quién mierda no le vas a agradar? —Continuaba riendo—. Si tú eres adorable. —Le
dio un beso sobre la mejilla.

Louis rodó los ojos y dejó su drama.

Las puertas del elevador se abrieron y comenzaron a caminar por el pasillo del hotel. Notó cómo
una chica estaba parada afuera de una habitación fumando un cigarro, era muy parecida a Harry
hasta en el vicio del tabaco. —¡Hermanito! —Gritó y abrió sus brazos para un abrazo.

Harry comenzó a caminar más rápido jalando a Louis junto a él. —¡Stephanie! —Habló con una
sonrisa cuando llegaron hasta la chica, se abrazaron y ella le besó la mejilla. Después de un
tiempo se separó de los brazos de su hermano y miró a Louis tratando de sonreír—. Hola. —Le
dijo y se podía notar lo confundida que estaba por su presencia.

Louis se sintió intimidado. —Hola. —Contestó y se acercó hacia ella para saludarla con un beso
en la mejilla.

—Él es Louis, hermana... él es mi novio. —Mencionó Harry, sus ojos brillaban de felicidad al
mencionar esas palabras.

Pareció muy sorprendida. —Vaya, estoy muy feliz que hayas encontrado alguien que te calme,
Harry. —Habló dándole un leve golpe en el hombro.

—El único... —Susurró y lo abrazó dejando un beso sobre su frente.

Louis miró hacia adentro de la habitación donde se suponía la chica se hospedaba. Ahí estaba
lleno de personas que hablaban muy fuerte y discutían sobre un tema, muchas de éstas tenían la
misma vestimenta que los guardaespaldas de Harry. —¿Pasa algo ahí? —Preguntó.

Harry miró hacia la dirección a la que su novio señalaba y se percató de la extraña que parecía la
situación. —Stephie, ¿qué está ocurriendo?

—Malik ha...

—¡Espera! —Harry la frenó y señaló con la cabeza "discretamente" hacia Louis. Después se
volteó a mirarlo—. Bebé, ¿podrías esperar en el auto?, no quiero que este asunto te incomode.
En el automóvil está el chofer, él se hará cargo de tu seguridad, mi amor. —Le dijo.

Louis se sintió ofendido, tenía que ser una broma. —Está bien. —Asintió, Harry se veía muy
preocupado, así que sólo asintió con la cabeza y se dio media vuelta, pensó que si se quedaba
más tiempo ahí terminaría reclamándole.

Una vez más lo había sacado de sus asuntos como si se tratara de alguien ajeno a su vida, como
si Louis no fuera lo suficientemente importante para saber los problemas que tenía.
Estaba muy enojado, volvió a subir al elevador y sacó su móvil para mandar un mensaje a su
madre avisando que volvería algo tarde. El elevador llegó hasta el estacionamiento y la puerta se
abrió. Louis salió sin levantar la mirada de la pantalla del móvil.

Sintió unas manos tomarlo por detrás violentamente y por los primeros segundos pensó que se
trataba de una broma de Harry. Lo tomaron con mucha fuerza y él comenzó a tratar de zafarse al
sentirse agredido. No había nadie cerca que pudiera ayudarle, el automóvil con el chofer estaba
estacionado lo suficientemente lejos de ahí para que el hombre pudiera percatarse de lo que le
estaban haciendo a Louis. Le colocaron una tela en la nariz con un líquido que provocó que en
cuestión de segundos quedara completamente inconsciente.

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-9 capitulos.

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Capítulo 42
Capítulo 42

Habían pasado a la habitación del hotel después de que Louis se había ido. El motivo de la
preocupación de esas personas era que habían recibido la advertencia de que Zayn Malik estaba
investigando el nombre de "Harry Styles" y su relación con el Cartel Valencia.

En realidad Harry Styles sí era su verdadero nombre, él utilizaba el nombre de Edward Valencia
ante sus enemigos para evitar que éstos afectaran su vida personal, pues en ese negocio nadie
estaba a salvo ni por una sola hora del día. Cambiarse el nombre era un típico truco de los
mafiosos para proteger su identidad.

Stephanie hablaba pero él de repente dejó de escucharla. Fue extraño, fue como si de pronto le
echaran un balde de agua helada que lo hizo darse cuenta del gran error que acababa de
cometer. Su corazón comenzó a latir con mucha fuerza, y durante algunos segundos no supo qué
hacer o cómo reaccionar. —Louis... —Susurró muy bajo.

—¿Perdón? —Su hermana lo miraba confundida, Harry había cambiado de actitud de un minuto a
otro—. ¿Qué pasa con Louis?

—Mierda, lo dejé ir solo. —Sus ojos mostraban extrema preocupación, se levantó del sofá
rápidamente y corrió hacia la puerta para salir de la habitación—. Soy un imbécil. —Decía.

—Hey, tranquilo. —Corrió tras él y dos hombres de seguridad los siguieron para escoltarlos—. No
entres en pánico, Harry, sólo lo has dejado solo durante unos minutos, recuerda que en el
automóvil está el chofer con él. —Intentaba tranquilizarlo, sin embargo ella también comenzaba a
preocuparse, la situación no estaba bien como para exponerse de esa manera.

Caminaban con paso apresurado por el pasillo, no querían hacer un alboroto para evitar que la
seguridad del hotel interviniera. Harry sacó su móvil y llamó a Louis rogando porque éste
respondiera, después de unos segundos la contestadora sonó dándole a entender que habían
cortado la llamada, lo cual era muy extraño porque Louis nunca solía hacer eso.
Llegaron hasta el elevador y el tiempo que tardaba en abrirse le pareció eterno, el miedo
comenzaba a abrumarlo y estaba seguro de que no tardaría mucho en entrar en pánico total.
—¡Maldición, ábrete mierda! —Gritó apretando decenas de veces el botón pensando que con eso
se abriría más rápido.

—Harry, cálmate. ¿Por qué no lo llamas de nuevo? —Las puertas se abrieron y al instante se
adentraron al elevador.

—Me están colgando la llamada. —Le dijo y marcó una vez más recibiendo la misma respuesta,
apenas la llamada entraba alguien por el otro lado de la línea colgaba—. Mierda, esto no está
bien. —Comenzó a sudar y a mover demasiado los pies. Le aterraba el simple hecho de pensar
que alguien le podía hacer daño a Louis por su culpa.

—No te preocupes, seguramente está molesto porque lo has excluido de la reunión hace rato.

La puerta del elevador se volvió a abrir llegando al estacionamiento y el rizado automáticamente


corrió hacia donde yacía su automóvil. Abrió la puerta y se dio cuenta de que ahí sólo se
encontraba el chofer. —¿¡Dónde está Louis!? —Preguntó, sentía cómo su garganta se iba
cerrando poco a poco por el miedo. Definitivamente algo malo había pasado.

—El joven Louis no ha venido por aquí desde que se fue con usted. —Mencionó el hombre y al
instante Harry empuñó su mano y dio un fuerte golpe al automóvil, dejando una pequeña
abolladura sobre éste.

Sin duda el terror lo había derrotado. ¿¡Cómo había sido tan estúpido para dejar que Louis
anduviera solo aun sabiendo lo peligrosa que era su situación? Sintió un mareo acompañado de
unas tremendas ganas de vomitar, él estaba muy consciente de todo lo que le podría pasar a
Louis si realmente alguien lo hubiera secuestrado con el mero propósito de dañar a Edward
Valencia.

—No debes entrar en pánico, vamos adentro del hotel, seguramente Louis se ha quedado en la
recepción. —No había muchas esperanzas, pero ella sabía que tenía que mantenerse fuerte para
no alarmar más a su hermano. Lo tomó de la mano y comenzó a jalarlo de nuevo hacia el hotel
dirigiéndose a la recepción. Hizo una seña a las escoltas que los seguían para que comenzaran a
buscar a Louis por todos y cada uno de los pasillos de ese lugar, no había tiempo que perder, si
Louis realmente había sido raptado por alguien probablemente ya estaba siendo torturado.

Harry no hablaba ni mostraba algún tipo de expresión en su rostro, caminaba de la mano de


Stephanie en la dirección a donde ésta lo jalaba. Intentaba hacerse la idea de que había alguna
explicación que no implicara que Louis estuviera en peligro, sin embargo en su interior sabía lo
que estaba pasando, sabía que al llevarlo con él lo había expuesto a extremo peligro.

Entraron a la recepción y el rizado se dirigió rápidamente a la chica que atendía el mostrador.


—Necesito que me diga si ha visto a un chico de cabello castaño, 170cm, delgado, salir de este
hotel. —Habló mirando fijamente a la recepcionista de una manera tan poco común que llegaba a
intimidarla.

—Hace 30 minutos salieron unas personas, fueron las últimas que vi pasar por la puerta.
—Respondió nerviosa al ver al rizado con esa actitud agresiva. Era imposible que alguna de esas
personas se tratara de Louis, éste había estado con Harry 15 minutos antes de esos momentos.

—Maldita sea... —Comenzó a sentirse más nervioso, sacó su cajetilla de cigarros y prendió uno
en su boca, su mano temblaba mientras lo hacía, tenía la cabeza a punto de colapsar, no sabía
cómo reaccionar ante lo que estaba ocurriendo, no sabía qué sería lo que haría para traer de
vuelta a Louis sano y salvo. La presión era enorme, todo estaba en sus manos, la vida de Louis
colgaba de un hilo y él tenía que salvarlo.

—Joven, está prohibido fumar aquí adentro. —Mencionó la recepcionista aun temerosa por la
presencia del chico.

Inhaló profundamente sin dejar de mirarla a los ojos y después exhaló el humo hacia ella. —Yo
puedo hacer lo que yo quiera. —Le dijo y se dio media vuelta sin apagar su cigarrillo. Comenzó a
caminar rápidamente por los pasillos del hotel, buscaba a Louis por cada rincón y comenzaba a
apretarse las manos justo como lo hacía cuando sentía la necesidad de consumir droga para
tranquilizarse.

Stephanie lo siguió a pesar de estar siendo completamente ignorada por el chico. —Harry, tal vez
deberías mantener la calma y pensar con la cabeza fría. —Habló después de haber estado más
de 10 minutos recorriendo el hotel de arriba para abajo—. ¿Por qué no le hablas a papá y le
explicas lo que está pasando? —Harry se detuvo de pronto, no había mencionado una sola
palabra en todo ese tiempo, recargó su frente contra la pared y comenzó a golpearla con el puño,
estaba explotando, necesitaba encontrar a Louis—. ¡Harry, basta! —Intentó frenarlo—. ¡Detente!

—¿¡CÓMO MIERDA QUIERES QUE ME TRANQUILICE SI SOY UN IMBÉCIL QUE DEJÓ QUE
LOUIS SE FUERA SOLO Y AHORA NO SÉ DÓNDE MIERDA ESTÁ!? —Lágrimas de rabia
descendían por sus mejillas, tenía un enorme nudo en la garganta, estaba seguro de que las
cosas se pondría peor en cualquier momento.

—¡Seguramente Louis se fue hacia la academia pensando que tú tardarías mucho aquí!
—Stephanie buscaba alguna explicación que pudiera mantener tranquilo a Harry. Ella también
estaba consciente de lo mal que estaban las cosas, sin embargo lo único que quería era
tranquilizar a su hermano—. Debes actuar correctamente, Harry. No te dejes derrumbar tan fácil,
se fuerte por él.

El rizado negó con la cabeza y volvió a recargarse contra la pared. —Tengo que encontrarlo,
Stephie... Si le hacen algo por mi culpa no podré perdonarme jamás... —Su tono de voz se
suavizó, hablaba entre susurros.

—Lo encontraremos, llamaré a papá y le diré que ponga a todos sus hombres a buscarlo, pero tú
tienes que ir a Cowell y asegurarte que no se fue para allá, habla con sus amigos y sus padres de
una manera indirecta, sabes que no pueden enterarse que él desapareció, si lo hacen llamarán a
la policía y eso no nos conviene, Harry... —Al instante la chica sacó su móvil y comenzó a mandar
indicaciones a sus hombres por mensajes.

Harry lo pensó por unos segundos, entrar en pánico no le servía de nada, tenía que empezar a
buscarlo y golpear una pared no era la mejor manera. Si la policía se metía en ese asunto todo se
complicaría, la familia Styles estaba acostumbrada a hacer todo por su propia cuenta. —Me voy
para la academia —le dijo—, necesito que en menos de 5 minutos estén todos los hombres que
trabajan para nosotros buscando a mi novio. —Mencionó en forma de orden, se dio la vuelta y
caminó de vuelta al estacionamiento para ir a Cowell lo más rápido posible.

Era difícil tratar de pretender que esa situación no lo estaba matando, sentía un dolor punzante
taladrar su cerebro, miles de ideas sobre lo que le podía ocurrir a Louis lo torturaban.
Pero tenía que encontrarlo sobre todas las cosas, tenía que traerlo de vuelta sin un solo rasguño.

-------------------------

Habían estado un gran tiempo besándose y acariciando cada parte de su piel. Aunque la
situación hubiera comenzado con besos muy húmedos y demasiados toqueteos, después todo se
había calmado, al parecer comenzaban a notar lo que estaban a punto de hacer.

Ambos tenían la necesidad de tocar más allá de la entrepierna del otro, pero una especie de
miedo y nerviosismo se los impedía. Liam fue el que comenzó a tocar de más, pasó su mano
lentamente por el miembro de Niall, sus labios seguían juntos y las camisas de ambos ya no
vestían sus cuerpos. Se podía notar que los dos ya se encontraban con una gran erección.

El castaño comenzó a tocarlo más fuerte mientras se movía contra él para crear fricción entre sus
caderas. Liam se encontraba recostado en la cama mientras que Niall estaba encima de sus
caderas sintiendo como éste lo tocaba y se movía de una manera que lo volvía loco.

Sabía que eso estaba muy mal, aprovecharse de la situación estaba sumamente mal, sabía que
Liam se encontraba consciente, pero aun así las drogas lo tenían un poco atontado. No quería
detenerse, pero realmente no podía concentrarse gracias a la culpa que sentía.

—Vamos, Niall...tócame... —Susurró en la boca del irlandés mientras tomaba la mano de éste y la
posaba en su entrepierna—. Quiero sentir tus manos sobre mí, necesito sentir tus manos sobre
mí... —Liam se notaba muy excitado. Comenzó a desabrochar el pantalón de Niall al mismo
tiempo que metía la mano dentro de éste para acariciar su miembro directamente. Niall trató de
hacerlo de vuelta, sin embargo había una especie de recordatorio en su cabeza que no lo dejaba
concentrarse. Liam se separó de él y lo miró confundido—. ¿Ocurre algo? —Notaba al irlandés
incómodo con la situación.
Se quedó en silencio observándolo y después se levantó de encima de él para bajarse de la
cama, se acomodó la ropa y comenzó a buscar su camisa. —Perdón, no puedo hacer esto. —No
se atrevía a mirarlo a los ojos.

Liam se levantó de la cama y comenzó a caminar hacia él. —Yo veo que sí puedes. —Mencionó
mientras tocaba la erección del chico y volvía a unir sus labios húmedamente—. No tienes que
hacer ningún esfuerzo, sé que lo deseas al igual que yo.

—Estás muy borracho y no sabes lo que haces. —Habló entre el beso y al instante dejó salir un
gemido cuando sintió la mano del castaño apretar su miembro con violencia.

—Hace tiempo me dijiste que estabas enamorado de mí... —Continuaban besándose y se


separaban durante segundos para respirar—. Demuéstrame que no mentías...

Niall lo abrazó por la cintura y comenzó a besarlo con más confianza, si Liam le pedía que le
demostrara lo que sentía por él, lo haría. Mandó a la mierda todos sus pensamientos que le
decían que no lo hiciera y elevó a Liam haciendo que éste quedara con las piernas alrededor de
su cuerpo y apoyando todo el peso en su cadera.

Llevó al chico de vuelta a la cama y los besos se volvieron más profundos y apasionados. La
habitación estaba inundada por sus gemidos y sentían sus cuerpos vibrar por la necesidad de
sentir al otro. —¿Esto es lo que quieres que haga? —Susurró al mismo tiempo en que
comenzaba a desabrochar con rapidez los pantalones del castaño—. ¿Quieres que te demuestre
lo que siento por ti?

—Sí... —Gemía mientras descendía por las mejillas del irlandés y dejaba chupetones por toda la
piel de éste—, quiero sentirte dentro de mí... —Decía sin pudor alguno, la calentura combinada
con la droga lo estaban llevando a un estado de inconciencia.

Niall lo levantó un poco para poder quitarle los pantalones junto con su ropa interior, después
tomó su propio miembro junto con el de Liam y los encerró con las palmas de sus manos. Gimió y
comenzó a masturbarlos al mismo tiempo. —¿Te gusta? —Sonrió al escuchar los gemidos de
parte de su compañero. Liam sólo asintió con la cabeza mordiendo su labio inferior.
—Vamos, Niall... sólo hazlo de una buena vez. —Rogó cuando comenzó a sentir que Niall
acariciaba su entrada tímidamente—. Adéntrate en mí...

—No tengo un condón... —Susurró sin dejar de besarlo, pasó sus manos por la cadera Liam y lo
juntó a su cuerpo violentamente provocando que su pene golpeara la entrara del chico.

—No importa una mierda... no quiero terminar sin haberte tenido dentro. —Sentía que su
excitación no tardaría en llevarlo al orgasmo.

—Entonces termina para mí... —Habló tomando el miembro de Liam con fuerzas al mismo tiempo
que lo masturbaba como mejor podía.

El castaño cerró los ojos y comenzó a suspirar ante eso, recargó su cabeza contra la cama y
disfrutó lo que Niall le estaba regalando. La situación era extremadamente erótica, cualquiera de
los dos podía tener un orgasmo en cualquier segundo.

Inconscientemente los dedos de Niall comenzaron a penetrar a Liam mientras que con su otra
mano lo masturbaba, realmente quería mirarlo correrse en su mano. —Vamos, quiero ver cómo
terminas... —exigía mientras lo penetraba con más dureza, movía sus dedos en todas las
direcciones posibles dentro del chico.

—Yaaa... —Gimió cuando sintió venir su orgasmo, se corrió manchando todo su abdomen y parte
de la mano del irlandés. De pronto alguien tocó la puerta violentamente sacándolos de su
momento erótico, parecía que era una emergencia por la forma en la que lo hacían.

—Liam, alguien ha tocado la puerta. —Susurró, no podía concentrarse sabiendo que alguien
estaba esperando afuera del departamento—. ¿Qué hacemos?

Volvieron a golpear la puerta una vez tras otra, lo hacían con fuerza. —¡Abre la maldita puerta!
—Se escuchó por fuera del departamento, esa voz sólo podía ser de una persona, nadie más
tenía una voz tan grave y lenta.

Respiró profundamente, continuaba moviendo sus caderas al respirar, necesitaba recuperarse del
orgasmo. —¿¡Qué mierda está haciendo Styles aquí!? —Preguntó apenas sintió que recuperaba
el aliento.

—No lo sé... pero parece que está muy enojado. —El miembro de Niall continuaba muy duro, él
no había logrado llegar al orgasmo antes de la interrupción del rizado.

La puerta volvió a ser golpeada de manera violenta, si no la abrían rápido probablemente Harry la
tumbaría.

—Maldita sea. Espera aquí, veré que es lo que quiere. —Se levantó de la cama enredándose en
una sábana y fue directo hacia la puerta. Niall sólo se acomodó la ropa y esperó adentro de la
habitación. Abrió la puerta y al instante gritó—. ¿¡Qué mierda quieres!? —Se sentía frustrado e
incómodo, no le veía razón a que Harry estuviera molestándolo.

Entró al departamento empujando a Liam y comenzó a buscar desesperadamente con la mirada a


Louis. Había ya buscado en dormitorio de sus padres, en el dormitorio de Fer y ahora sólo
quedaba la posibilidad de que estuviera con Liam—. ¿¡DÓNDE ESTÁ LOUIS!!? —Preguntó
después de unos segundos, ya no quedaba ni un poco de tranquilidad, estaba más nervioso que
nunca y quería desquitar su frustración con cualquier persona que le pasara por enfrente—.
¡Habla, imbécil! ¿Dónde está?

—¿¡Louis!? ¡Qué mierda voy a saber yo, lárgate de aquí!

Harry lo miró y notó lo alborotado que Liam lucía, dejándole ver claramente que había estado
sudando, además de que estaba desnudo y sólo cubría su cuerpo con la sábana de una cama.
—¿¡Está aquí, cierto!? —Sintió su cabeza hacerse mierda—. ¡MALDICIÓN, LOUIS! —Gritó y
comenzó a abrir las puertas del dormitorio azotando todo, esa tarde no había ingerido droga y a
pesar de eso se comportaba con violencia.

Llegó hasta la habitación de Liam y se encontró con Niall recargado contra la cómoda. —Aquí no
está. —Mencionó Niall cuando Harry se quedó mirándolo confundido, él también estaba envuelto
únicamente en una sábana—. ¿Tanta desconfianza le tienes a tu novio para pensar que está
follando con otro? —Preguntó acercándose hacia Harry con una leve risita. El rizado se quedó en
silencio, acababa de reaccionar de la estúpida escena que acababa de hacer. No respondió y
desvió su mirada avergonzado—. Vaya... entonces es cierto lo que dicen por ahí... —Sonreía de
oreja a oreja, disfrutaba burlarse de ese chico—. Sí que estás enamorado de Tomlinson... Pero
no te preocupes, Harry. Seguramente está dejándose follar por algún tío bueno por allí... Igual,
tantas veces que folla contigo ya lo han de tener aburrido, no creo que seas tan interesante para
mantener a alguien a tu lado por más de un mes. —Sonrió.

Harry se acercó violentamente y cuando estuvo a punto de golpearlo su móvil sonó. Tenía una
llamada entrante y el localizador de llamadas decía "Lou <3"

—Te vas a morir... —Susurró amenazando a Niall para después darse media vuelta y salir de ese
apartamento y tomar la llamada con rapidez—. ¿¡Louis!? ¿¡Dónde mierda estás, mi amor!?
—Preguntó al responder la llamada—- ¿Por qué mierda no me tomas el teléfono? ¡NO SABES
LO PREOCUPADO QUE HE ESTADO, MALDITA SEA, LOUIS, QUÉ MIERDA TIENES EN LA
CABEZA! —De nuevo sintió las lágrimas de coraje a punto de descender, sin embargo también
estaba muy feliz de por fin tener noticias de Louis—. No vuelvas a hacer eso, bebé... —Dio un
suspiro y se tranquilizó.

—No te perturbes, Edward... ¿o debería decirte Harry? —Se escuchó una voz poco familiar que
definitivamente no era la de Louis, la sangre de Harry se heló por completo y no pudo mencionar
palabra alguna—. Tranquilo, tu "bebé" está dormidito y no le haremos nada malo... sólo le
enseñaremos las consecuencias de salir con un Valencia, porque... él sabe que eres uno de ellos,
¿cierto? ... —La llamada se cortó.

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(Creo que este capítulo los deja en las mismas que el anterior xd)

Upsssss, mañana subo nuevo, no se alteren.

-8

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Capitulo 43

Capítulo 43

Despertó en un hospital, tenía cables conectados por todo su cuerpo, trató de levantarse y al
instante su abdomen dolió demasiado, volvió a recostarse y miró a su alrededor. Trató de razonar
las cosas que habían pasado antes de entrar en pánico, trató de recordar cómo había llegado
hasta un hospital.

Harry estaba sentado en una silla junto a la cama donde yacía Louis, mantenía su cabeza
recostada a ésta y dormía profundamente. Sus rizos se encontraban pegados a su frente y ojos
gracias a la humedad en su rostro como si hubiese estado llorando hasta quedarse dormido.

La habitación en donde se encontraban estaba completamente oscura y el único sonido que se


escuchaba era el leve pitido que hacía la máquina que controlaba los latidos del corazón de
Louis.

Cerró los ojos con fuerza y trató de omitir de su cabeza todos aquellos recuerdos que
comenzaban a llegar. De pronto sintió un horrible dolor en su costilla y emitió un gemido de dolor,
tragó saliva sintiendo cómo su corazón se aceleraba con fuerza. Miró a Harry y al instante sintió
su estómago revolverse, quería soltarse a llorar en esos momentos.

No sabía cómo lidiar con ese dolor, cómo tratar de soportar lo que estaba pasando, que más que
ser un dolor físico, era algo que le taladraba el corazón directamente, algo que se lo rompía en
miles de pedazos. Se quedó en silencio mirando al rizado y comenzó a crearse decenas de
preguntas que atormentaban su cabeza.

¿Qué es lo que seguía ahora? ¿Qué pasaría después de todo lo que le habían hecho la noche
anterior? ¿Qué pasaría él y con Harry? ¿Qué pasaría con sus estúpidos y soñadores planes?
¿Qué pasaría con ellos sin el otro?

Su corazón latía con fuerza y él llegaba a sentir que se le saldría de la boca, no tenía problema,
no lo quería si éste era el causante de todos sus problemas.

Una lágrima resbaló por su mejilla y sentir esa humedad fue suficiente para darse cuenta de que
no se trataba de un sueño. Su boca temblaba y él sentía cómo se iba desvaneciendo por cada
milésimo de segundo que pasaba. Pensaba en la muerte, eso le era más simple que pensar en la
realidad; Harry Styles no era real, Edward Valencia no era real, su amor, ni nada había sido real.

Se sentía como el imbécil más grande de la tierra, él ya sabía la verdad de Harry y lo único que
había hecho era fingir que no estaba enterado. Al volver con Harry antes lo había hecho para
volver a sentir aquellas sensaciones que sólo él lograba provocarle, sentirse querido estando a su
lado. Sin embargo, ¿cómo es que alguien que se supone "te quiere" no te cuenta nada de sobre
su vida?

Era obvio, Louis no era nadie importante para él, nunca le habló sobre su verdadero nombre,
sobre el trabajo de su familia, sobre la rivalidad que tenía con la familia Malik, no había
mencionado absolutamente nada.
Negó con su cabeza y una vez más se sintió como idiota, pensar en eso le ayudaba a recordar
las palabras que Harry había mencionado cuando Malik los encontró en el baño semanas atrás
"Louis es sólo un cuerpo más para mí, nada especial" Harry se lo había dicho en la cara y éste
continuaba estando seguro de que lo amaba. Había sido un estúpido, se había dejado engañar
por alguien a quien realmente no conocía.

Miró al rizado fijamente, quiso acariciarle el rostro y al instante se contuvo, ¿¡cómo es que alguien
tan hermoso y tierno es capaz de hacer todo lo que él hizo durante su maldita vida!? ¿Cómo
podía existir una persona tan cruel y malvada que al mismo tiempo le entregaba todo el amor que
nunca nadie le había entregado?

Su corazón se aceleraba cada vez más y sus lágrimas salían con mayor fluidez, trataba de no
hacer ruido, no quería que Harry despertara pues no quiera enfrentarlo, no quería perder la
imagen que tenía sobre él. Quería quedarse así por siempre, verlo dormir tranquilamente a su
lado, escucharlo respirar y sentir los latidos de su corazón cerca de su cuerpo, quería que todo
fuera como antes, quería volver a fingir que nada era lo que en realidad era.

Harry lo había engañado, los había engañado a todos.

18 HORAS ANTES.

Despertó en una habitación desconocida, tenía sangre seca por toda la cara y sobre la sábana de
la cama había una mancha de la sangre que al parecer había salido de su boca y nariz. Intentó
levantarse y al instante y dolor increíble lo tumbó tras un grito incontrolable. Miró su abdomen
buscando algo que le explicara ese dolor y se dio cuenta de que tenía la piel de esa zona
extremadamente hinchada y con algunas partes moreteadas. Respiraba con mucha dificultad,
estaba convencido de que ese dolor terminaría desmayándolo una vez más.

No recordaba cómo había llegado hasta ahí, la última imagen que tenía en su cabeza era cuando
estaba en el hotel donde se encontrarían con la hermana de Harry. Comenzó a entrar en pánico
pensando que lo más probable era que estuviera ahí sin Harry porque a éste le hubieran hecho
un daño mayor. Todo se deterioraba, su vista, su oído, todo, estaba entrando en un estado de
shock y hacía su mayor intento por no desvanecerse.

No recordaba absolutamente nada acerca de lo que había pasado antes, no tenía idea de la hora
o del día que era. Miró a su alrededor y notó que en la mesa junto a la cama había una
computadora portátil encendida con una imagen en la pantalla donde decía “Esto es para ti”.

Estaba demasiado aterrado, miraba hacia todos lados con pánico, tenía la ligera sospecha de que
no se encontraba solo en esa habitación. —¡Harry! —Gritó con un puchero en sus labios—.
¿¡Harry, dónde estás? —El miedo de que le pudieran haberle hecho algún daño al rizado lo
estaba matando. Nadie respondió y tuvo que aceptar la idea de estar solo en ese lugar.

Trató de levantarse, sin embargo sus costillas le impedían moverse, era un dolor demasiado
grande y buscaba cualquier manera de llegar hasta esa computadora. Colocó su mano en su
rostro para quitar la humedad sobre ésta y se dio cuenta de que su nariz continuaba sangrando,
le dolía tanto que incluso llegó a pensar que la tenía rota.

—¡Ayuda! —Volvió a gritar y con todas sus fuerzas arrastró su cuerpo hasta que logró llegar a la
computadora, eso era lo único que parecía le daría respuestas acerca de qué estaba pasando.

Fue sólo cuestión de dar un click para que un millón de información sobre Harry apareciera en la
pantalla confundiéndolo demasiado. Al principio se negó a leer restándole importancia, pero si
estaba ahí tenía que haber una razón clara, y al parecer esa información era la respuesta.

Comenzó a leer todo lo que decía y al cabo de unos minutos ya se encontraba en un mar de
lágrimas, esa información se sentía como un millón de puñaladas en el estómago. Era
información clara y precisa, sustentada con pruebas como videos donde mostraban la verdadera
identidad de su novio.

Edward Valencia no era un simple mafioso, que decir eso ya era demasiado, Edward Valencia era
hijo de uno de los narcotraficante más buscados por varios gobiernos de todo el mundo,
perteneciente al Cartel Valencia, el cartel más sanguinario de Inglaterra. Contaba con varios
delitos como tráfico de drogas, secuestro, delitos contra la salud, tortura, posesión de droga,
lavado de dinero, entre otros. Era buscado por organizaciones como la DEA en Estados Unidos y
la INTERPOL en el resto del mundo. Se desconocía su apariencia física exacta, sin embargo se
tenían retratos hablados de testigos protegidos u victimas del chico.

Louis dejó de leer y tragó saliva sintiendo como si su garganta estuviera cerrada. Su vista se
nubló más y negó con su cabeza, se negaba rotundamente a creer lo que estaba leyendo. Había
dejado de temer por Harry para comenzar a temerle a él.

Tenía que salir de esa habitación antes de que alguien vinculado a su novio lo encontrara, o en
todo caso, volvieran por él. Tenía que ir a Cowell y pedirle a sus padres porque lo sacaran de ese
colegio en ese instante, porque se fueran todos juntos muy lejos en donde nadie pudiera
encontrarlos.

Su cuerpo le dolía demasiado y eso no le impidió ponerse de pie, el dolor era absoluto y lo estaba
matando. Sus costillas parecían arder en su interior y tan pronto dio tres pasos cayó al suelo
inconsciente. No estaba respirando y la falta de oxígeno hacía que su cerebro no funcionara
adecuadamente.

Eso fue lo último que recordaba acerca de su estancia en esa habitación de hotel.

El sol entró por la mañana dándole directamente al rostro y despertándolo del profundo sueño en
donde había caído la noche anterior mientras observaba al rizado dormir. Miró todo con confusión
y lo primero con lo que se encontró fue con una chica sonriente vestida de enfermera que
revisaba los cables conectados a su cuerpo.

—Buenos días, joven Tomlinson. —Mencionó con una gran sonrisa, como si llevara conociéndolo
de mucho tiempo—. Me alegro de ver que ya está mejor, conozco a alguien que le alegrará
demasiado esta noticia. —Sus palabras eran sinceras, sonreía de oreja a oreja.

Louis se fue acostumbrando a la luz, talló sus ojos y se estiró lo suficiente sin hacer esfuerzos, no
quería que su cuerpo doliera más de lo que ya dolía en esos momentos. No respondió, cerró sus
ojos y respiró profundamente para estabilizar su cuerpo.

Los hombres de Los Valencia lo encontraron en un hotel de la misma zona en donde se


encontraban la madrugada del día en el que había desaparecido. Tenía varias costillas rotas al
igual que el codo izquierdo provocado por los golpes que le habían dado y una lesión pequeña en
la cabeza. Su sangre mostrada grandes cantidades de escopolamina, una droga capaz de
controlar la voluntad de la víctima, pues se trata de una sustancia que tiene el poder de suprimir
la memoria y la voluntad de las personas por un corto período de tiempo.

Al momento en el que le comunicaron a Harry que habían encontrado a Louis, éste ordenó que se
lo llevaran al mejor hospital de Londres sin importar que eso llamara la atención de las
autoridades por tratarse de un posible asalto. Estaba decidido a hacer lo que estuviera en sus
manos para arreglar lo que él mismo había provocado.

Los padres de Louis creían que ellos habían salido de viaje por una corta llamada que Harry les
había hecho esa madrugada.

La enfermera continuaba haciendo las revisiones, Louis actuaba sin ánimo alguno, dejaba a la
chica trabajar tranquilamente, tenía los ojos entrecerrados y la respiración muy lenta, como si
estuviera a punto de quedarse dormido.

Pronto recordó a Harry, estaba seguro de que él sabía que estaba ahí, pues durante la
madrugada lo había visto dormir a su costado. Se quedó en silencio tras decidir no preguntar
acerca del chico, igual que él no estuviera en esa habitación era lo mejor que le había pasado en
todas esas horas.
—Le mandaré el desayuno en unos momentos. —Mencionó la chica al terminar con la revisión—.
También avisaré a sus familiares que está despierto. —Louis sintió una gran esperanza al pensar
que sus padres se encontraban ahí en ese hospital.

La enfermera salió de la habitación dejándolo completamente solo y eso le dio oportunidad de


observar el lugar con mayor claridad. Ese hospital no pertenecía al gobierno, era más bien un
hospital privado y demasiado lujoso que sus padres no podrían pagar con facilidad. Louis ni
siquiera recordaba cómo había llegado ahí.

—¿Se siente lo suficientemente bien para comer? —Preguntó la chica al regresar a la habitación
al paso de unos cortos minutos. Llevaba una charola con comida en las manos.

Louis miraba hacia la nada, esa pregunta era sumamente estúpida, él se sentía hecho mierda.
—No quiero nada. —Contestó en tono de voz bajo.

—¿No se siente bien? ¿Quiere que le llame al doctor para que venga a revisarlo?

—No, lo que quiero es que llame a mi madre. —Continuaba mirando hacia nada. Realmente lo
único que necesitaba en eso momentos era ver a su madre, ella lo consolaría de todo lo que
estaba viviendo, pues era probablemente la única persona en la tierra que nunca le había mentido
al decirle que lo quería.

La puerta de la habitación se abrió y él entró causando el mismo impacto de siempre, la


enfermera se quedó embobada viendo cómo se quitaba el abrigo y lo colgaba en el perchero.
Llevaba un termo con café en la mano y apenas miró a Louis una enorme sonrisa se formó en sus
labios. —¡Mi amor, por fin despertaste! —Mencionó Harry con demasiada emoción al mismo
tiempo que corría hacia Louis y lo tomaba entre sus brazos fuertemente.

—¡Ahhhhhh! —Dejó salir un grito de dolor cuando sintió que el alma se le escapada tras ese
agarre tan brusco.

—Perdón, bebé. —Se alejó rápidamente mirándolo con preocupación—. Dios, no sabes lo feliz
que estoy porque ya estés bien. —Harry realmente parecía demasiado feliz. Había pasado las
últimas horas haciéndose mierda la cabeza y torturándose a sí mismo porque hubieran lastimado
a Louis por su culpa que verlo sano era como tocar el cielo—. Te quiero demasiado. —Le dijo con
una sonrisa y tomó su mano para entrelazar sus dedos.

Louis sólo desvió la mirada y trató de no echarse a llorar en ese instante. No respondió a las
palabras del rizado, ni siquiera se tomó el tiempo de darle una sonrisa de agradecimiento.

La enfermera pudo notar la tensión que existía entre los chicos y se dio cuenta de que su
presencia en la habitación sobraba. —Los dejo para que se sientan más cómodos, Harry. —Al
parecer ella era ya lo conocía—. Si necesitan algo sólo aprieten el botón rojo junto a la cama.
—Miró a Louis y después le dio una sonrisa al rizado.

—Gracias, Tracie. —Asintió y la enfermera salió. Louis continuaba sin mirar a Harry, alejó su
mano de él y se cubrió todo el cuerpo con las sábanas—. ¿Ya desayunaste, bonito? —Abrió la
charola y tomó un cubierto para tomar un bocado y llevarlo hasta la boca de Louis, él lo ignoró por
completo y Harry comenzó a aceptar lo que estaba pasando, no era nada extraño que Louis
estuviera molesto por lo que había pasado—. ¿Ocurre algo, mi amor?

Louis cerró fuertemente sus ojos, era el momento. Ya no había remedio, tenía que terminar con
todo eso, tenía que terminar con Harry de una vez por todas. —Quiero ver a mi madre.
—Mencionó cortante sin mirarlo.

Harry sonrió. —Bueno, pero te llevaré a verla únicamente si antes desayunas. —Pensó que se
trataba de una simple broma de parte del mayor y volvió a acercar la comida hacia su boca.

—¡Mierda, no! ¡No quiero tu maldita comida! —Gritó esta vez mirándolo a los ojos—. ¡Sólo quiero
irme de aquí! —El rizado se sorprendió y dejó la comida sobre la mesa. Louis volvió a desviar la
mirada al instante, tenía los ojos cristalizados.

—¿Qué es lo que ocurre, bebé? —Preguntó con un tono de voz tranquilo y comprensivo.

—¡No me llames así! —Parecía como si las palabras de Harry le ofendieran. Estaba
completamente seguro de que todo en ese chico era una mentira, incluyendo sus palabras de
amor—. ¡No te atrevas a volver a llamarme de esa manera! ¿De acuerdo?
Sintió confusión, él estaba seguro de que la droga que le habían dado a Louis durante el
secuestro sería suficiente para que él se olvidara de todo lo que en realidad había pasado. Harry
planeaba decirle que habían tenido un accidente automovilístico de regreso a Cowell. —Está
bien, Louis. Si no te gusta ese apodo lo puedo omitir.

Se quedaron en un silencio absoluto. No se miraban ni hacían el intento por hablarse. Harry


comenzaba a ponerse demasiado nervioso al darse cuenta de que Louis sabía lo que había
pasado.

Louis trató de controlarse, pero realmente tenía que hablar, tenía que dejar salir toda su
frustración acerca de lo que había pasado, no podían simplemente fingir que nada había ocurrido.
—Harry... —Mencionó llenando el silencio, su voz se escuchaba débil.

Tardó en responder, temía por lo que podía venir. —Dime, Lou.

—Yo te amo demasiado... —Le dijo y lo miró a los ojos. Parecía que en cualquier momento se
rompería en llanto—. Creo que merezco una explicación acerca de toda esta mierda.

—Fue un error haberte dejado solo cuando te fuiste al automóvil, fui un imbécil...

Negó con la cabeza. —Eso no importa, Harry. No se puede comparar una costilla rota con un
corazón roto... y tú me has mentido todo este tiempo... —Se estaba esforzando demasiado por no
caer una vez más a los pies de Harry, su mirada le perturbaba, lo hacía querer mandar todo a la
mierda y volver a besarlo en ese instante—. Eres de todo, pero nada de lo que yo te creía...
—Hizo referencia al Cartel Valencia.

Y entonces Harry comprobó que Louis recordaba todo y que lo más probable era que para esos
momentos él ya sabía acerca de su verdadera identidad. —Creo que eso tiene una explicación.
—Le dijo. A él no le gustaba hablar de su familia, era algo de lo que se avergonzaba, durante el
paso del tiempo se había dado cuenta que las personas se alejaban de él cuando sabían su
procedencia y amaba a Louis, no quería que él se alejara también—. Estoy seguro de que podrás
comprender las cosas.
—¿Qué me vas a decir? ¿Pensabas decírmelo después de la "boda"? porque tú querías "casarte"
conmigo.... ¿Lo recuerdas?

—No quería... quiero, lo necesito, lo deseo, eres lo que más quiero en esta vida y no quiero
separarme nunca de ti. —Decía firmemente, tenía que utilizar las palabras correctas que
mantuvieran a Louis a su lado. La situación tendía de un hilo y él tenía que sostenerlo.

—Y yo también quería eso... —Louis continuó hablando en pasado. Se encontraba recostado en


la cama mientras Harry lo veía desde la orilla de ésta—, pero eso no se puede... no puedo estar
con una persona que no confía en mí lo suficiente para decirme algo tan importante como por
ejemplo, que es buscado por la Interpol.

—Lou... ¡yo no quería perderte, por eso no te lo dije nada! —Comenzaba a perder el control, tenía
un horrible dolor en la frente por toda la presión.

—¿¡No querías perderme?! ¡Pues felicidades, has hecho exactamente eso! —Grito con ironía—.
¡Harry, ni siquiera me dijiste tu verdadero nombre! ¡Nuestra relación ha estado basada de puras
mentiras! ¡Estoy enamorado de una persona que ni siquiera es real y te juro que no puedo
continuar con esta mierda! —Comenzó a llorar.

—No lo digas. —Ordenó Harry mirándolo a los ojos, sus manos temblaban, no quería soltarse a
llorar, no quería mostrar lo que realmente era: débil. Ya no se veía como el hombre fuerte y
violento que normalmente aparentaba ser.

—Nosotros sólo somos una mentira... ¡tú eres una mentira! ¡Me enamore de un chico que era
bueno, él me quería y me hacía reír! —Louis no podía controlar las lágrimas que salían de sus
ojos—. También me molestaba algunas veces, pero él era como mi triangulo, yo era su relleno.
Yo le prometí que lo cuidaría, que no permitiría que la droga lo acabara, ¡pero ese chico no existe!
Y este que tengo aquí enfrente no me gusta porque me miente y yo no lo quiero más en mi vida....
—Desvió su mirada y escondió su rostro tras las palmas de sus manos, respiró hondo tratando de
dejar de llorar.

—Tú eres lo único real en mi vida, eres lo único importante para mí. —Harry de pronto se
comportó como nunca antes lo había hecho. Su mirada rogaba por el perdón de Louis. Estaba
explotando su cabeza para saber cómo actuar y poder recuperarlo—. ¿Cómo querías que te
contara sobre mi familia? Tú eres lo que más he querido en la vida, de hecho, ¡eres lo único que
he querido! Antes de ti ni siquiera sabía el significado de las palabras "te quiero". —Se quedó en
silencio mientras trataba de controlar su llanto, no derramaría una sola lágrima—. Y es que no me
puedes dejar, Louis... —Hizo un puchero—, Discúlpame por no saber amarte de la manera
correcta, perdón. Te juro por Dios que estoy haciendo mi mayor esfuerzo desde el primer día en
que te conocí, quiero mejorar por ti, quiero dejar todo esto por ti, quiero ser otra persona y todo
eso lo quiero vivir a tu lado, no me quites esa oportunidad.

—Ahora esto ha terminado. —Respondió de una forma muy indiferente—. Tu vida ha dejado de
ser mi problema, arréglatelas tú solo, ahógate en las drogas o sigue traficando para tener todo el
poder del mundo y a mí déjame en paz.

Las palabras de Louis habían sido demasiado dolorosas, Harry sintió como si estuviera a punto
de caer y tardó varios segundos en poder hablar. —Tú dijiste que era para siempre... —Parecía
un niño asustado y realmente lo estaba, las palabras de Louis lo estaban torturando.

—Y tú no dijiste nada, eso fue el problema.

La puerta de la habitación se abrió, era un doctor que venía a llevarse a Louis para hacerle unos
estudios antes de poder darlo de alta. —Disculpen, lo esperan en la sala de rayos x.

Harry se dio la vuelta hacia la ventana y comenzó a respirar con dificultad. Quería gritar, quería
llorar, hacer cualquier cosa que no permitiera que Louis continuara diciendo eso. —Está bien,
pueden llevárselo.

Subieron a Louis a una camilla y lo sacaron de la habitación.

No llevaban ni medio camino cuando Louis rompió en llanto absoluto, ya no podía soportarlo,
tenía que dejar salir todo el dolor que llevaba en el cuerpo. Escondió su rostro entre sus brazos.

—¿Se encuentra bien, joven Tomlinson? —Habló en doctor tratando de ser discreto.

—Harry nos engañó... —Susurró y continuó llorando el resto del camino.


Ahora el triángulo estaba roto.

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Capítulo 44

Capítulo 44

Liam se encontraba en su habitación. Había pasado el último día encerrado en ese lugar para
intentar razonar acerca de lo que había pasado con Horan ese fin de semana. No podía
explicarse por qué mierda había hecho algo así, es decir, él sabía que lo que hacía estaba mal,
siempre lo había sabido y aun así no había hecho el mínimo intento por detenerse, en realidad él
había sido el que decidió seguir con las cosas a pesar de que Niall intentó parar.

No tenía una maldita idea de lo que haría cuando volviera a ver al irlandés, había actuado como
una especie de persona urgida de sexo y eso le avergonzaba demasiado, además, sabía que
para Niall él no era solo un polvo de fin de semana, estaba consciente de que el chico lo quería
para más que eso.

Ni siquiera se atrevía a salir de su dormitorio, temía encontrárselo.

Llevaba más de media mañana en la cama y aun no lograba encontrar una solución para las
posibles consecuencias que le traería lo que hizo. Sin embargo sabía que tendría que pagarlo y
ya se estaba haciendo una idea.

Su móvil comenzó a sonar y al instante entró en pánico pensando que se trataría de Horan. Se
levantó de la cama rápidamente y corrió hacia donde su teléfono yacía conectado para mirar el
localizador, éste marcó un número desconocido y Liam contestó al instante, pensando que
probablemente se trataba de algo importante.

—¿Hola? —Contestó, del otro lado de la línea se escuchaba la respiración de una persona pero
nadie respondía—. ¿¡Hola!?

—Liam... —Reconoció al instante esa voz en el momento de escucharla.

—¿Louis? —Se extrañó demasiado de recibir una llamada de ese chico, su voz se escuchaba
triste y preocupada—. ¿Louis, ocurre algo? ¿Todo está bien?

El mayor tardó en responder, era como si pensara demasiado en lo que estaba por hacer.
—Necesito que vengas por mí...

Sintió más confusión y dedujo que si Louis estaba haciendo eso era por algo realmente
importante. —¿Dónde estás? —Preguntó al mismo tiempo que comenzaba a buscar su ropa.
Tomó un pantalón y se lo colocó con dificultad.

—Estoy en St Mary's Hospital... —La voz de Louis continuaba escuchándose extremadamente


apagada y se notaba la dificultad con la que hablaba.

—¿¡Qué mierda haces en un hospital?

—Te explico cuando llegues. Por favor, te ruego que no digas esto a nadie, eres el único que
puede ayudarme a salir de eso. —Sintió miedo por Louis, él estaba seguro de que Styles estaba
metiendo en cosas sucias y podía haber embarrado de ese chico.

—Está bien, voy para allá, tranquilo. —Cortó la llamada y terminó de vestirse para después salir a
toda velocidad de la academia.

No pasaron más de 5 minutos cuando Liam ya iba de camino a Londres.

Durante todo el camino pensó en lo estúpido que era, Louis lo había estado ignorando y evitando
los últimos meses y ahora que necesitaba algo, Liam era el primero en ayudarlo.

Nunca se había puesto a pensar en el daño que uno mismo se puede llegar a hacer. Cuando
estás interesado en una persona no importan las opiniones de los demás, sólo la tuya, ni siquiera
la de esa persona. Es decir, tú sabes que esa persona no está interesada en ti y aun así haces
todo lo posible por agradarle, por sacarle al menos una media sonrisa. Estás con él y cuando
pasa algo, cualquier cosa estúpida, logra mantenerte feliz por la próxima semana de tu vida. Es
estúpido, sí, pero no interesa, pues si tú te sientes bien con eso no tienes por qué dejar de luchar
por lo que te hace sonreír, aunque sea sólo un poco. Todo lo vale por verlo sonreír.

¿Cómo es posible que el ser humano necesite eso para sentirse bien? ¿Cómo es que algo tan
mierda como es el rechazo de una persona no es suficiente para darte cuenta que te haces
daño?

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Después de una larga hora de estudios a su cuerpo, lo volvieron a llevar a su habitación para que
descansara. Louis no se sentía seguro estando en ese hospital, obviamente era demasiado caro
y no permitiría que Harry lo pagara. Tenía que cambiarse a uno de gobierno lo más pronto
posible, no podía permitir que la cuenta continuara creciendo por cada minuto que pasaba ahí.

Tampoco quería volver a tener la misma discusión que había tenido con Harry. Era doloroso
darse cuenta que con la única persona que se sentía completamente seguro era la persona que
más daño podía hacerle en el mundo. Y es que de eso es exactamente de lo que se trata el amor,
de abrirle tu corazón a una persona dándole a entender que puede dañarlo con cualquier acción,
porque tú eres vulnerable a él y cada quien es responsable de la persona que elige para que lo
dañe. Louis escogió a Harry, pero en este caso no era justo porque él estaba engañado por una
imagen falsa que el rizado había inventado.

Había decidido llamar a Liam porque él era la única persona que no estaba embarrada de esa
mierda, también sabía que él era un buen amigo y que siempre lo apoyaba aun sabiendo que no
estaba bien. Rogaba a Dios porque Harry no se diera cuenta de eso, que Liam llegara pronto y se
fueran antes de que éste regresara de donde quiera que estuviese.

—Disculpa... —Habló bajo a la mujer que se encontraba arreglando su habitación, no era la


misma que había tenido en la mañana cuando despertó, esta era un poco más vieja y seria.

—Dígame, joven. —Lo miró atenta.

—¿Podría pedir que me envíen la cuenta y mi pase para que me den de alta?

La mujer pareció sorprendida. —No puedo hacer eso, joven. El doctor no ha dado indicaciones de
que usted ya puede ser dado de alta. Aún se encuentra delicado y tendrá que esperar unos días
más aquí.

—Eso lo sé, pero necesito cambiarme de hospital, no sé cuántos días aquí sea capaz de pagar.
—En realidad no planeaba cambiarse de hospital, de hecho sólo quería regresar a Cowell, sabía
que si sus padres no estaban ahí con él era porque no estaban enterados de nada. Prefería que
siguieran creyendo que él estaba bien, regresar a Cowell y fingir que tenía una leve lesión por una
caída o algo así, para después, en la primera oportunidad, irse lejos de esa academia.

—Veré que puedo hacer por usted. —Continuaba extrañada— De todas maneras su cuenta ya
está siendo cargada a la tarjeta de una persona... —Se detuvo para mirar la tablilla junto a la
cama, ésta contenía la información sobre Louis—. Edward Valencia, él es quien está pagando
todo esto.

Louis sintió un puñetazo al escuchar de nuevo ese nombre que prácticamente había arruinado su
relación, su amor y hasta la parte más importante de su vida. Tragó saliva y agarró un poco de
aire. —No quiero que carguen nada a esa cuenta, absolutamente nada. Yo no conozco a esa
persona, así que por favor tráigame el recibo y yo le mismo le pagaré. —Actuó un poco más
estable, sin embargo en realidad por cada momento que pasaba se sentía más débil, tanto
emocional como físicamente.

—De acuerdo, iré a recepción para que le preparen todo para su cambio de hospital. Si necesita
algo no dude en apretar el botón.

Louis asintió y la miró salir. Recargó su cabeza contra la almohada para poder descansar un
poco. Aunque intentara sacar de su mente lo que había pasado los recuerdos le inundaban la
cabeza en cuestión de segundos, tampoco quería llorar más, era tiempo de tomar las riendas de
su vida, sacar a Harry, Edward, o como sea que se llamara, de su cabeza. Tenía que hacerlo, no
estaba en cuestionamiento, era una necesidad vital, sacarlo de su vida y poder encontrar
tranquilidad.

Comenzó a tallar sus ojos con sus manos, abrió un poco la vista inconscientemente, miró el
triángulo que yacía tatuado en su muñeca y al instante sintió que todo su esfuerzo por sanar se
iba a la mierda.

Era estúpido luchar tanto por no llorar cuando una simple cosa, como un maldito triangulo, le
recordaba todos los momentos que había pasado junto a Harry. Esos malditos y perfectos
momentos en los que había sido más feliz que nunca en su vida. Y es que esas cosas como el
amor no se planean, simplemente suceden.

Solo quería olvidarse de todo y volver a tenerlo, deseaba volver a tenerlo, pero era algo
imposible, al final el único que saldría perdiendo seria él. Ya lo había entendido, Harry y él nunca
podrían estar juntos sin que se presentaran peleas o situaciones peligrosas que los terminaban
separando. Tenía que dejar de fingir que eso no era una mierda, que no era cansado y que
disfrutaba esa situación, porque en realidad su relación era agotadora,

Alguien golpeó la puerta dos veces, pidiendo permiso para entrar. Louis se limpió las pocas
lágrimas que tenía al borde de sus ojos y se acomodó en la cama. —Adelante. —Mencionó y la
puerta se abrió mostrando a Liam con una expresión demasiado preocupada.

—¡Louis! —Estaba alterado, entró a la habitación y cerró la puerta tras él al instante—. ¿¡Qué
mierda te ocurrió!?

—Hola, Li... —Le dio una pequeña sonrisa, era bonito finalmente sentir un poco de tranquilidad.
Liam lo hacía sentir seguro.

Continuaba con una expresión preocupada, lo miró durante segundos mientras su expresión se
suavizaba. Louis trató de darle otra sonrisa y ésta se rompió al instante. Liam caminó hacia él y lo
envolvió en un suave abrazo donde su cuerpo se sentía como algo digno a ser santificado, era
increíble la tranquilidad que le daba ese chico en cuestión de segundos.

Al principio Louis aceptó que lo abrazara de manera natural, sin embargo él no hizo el intento por
devolver el abrazo. Liam colocó sus manos alrededor de la espalda del chico y éste sintió cómo
el calor de su cuerpo se le impregnaba hasta los huesos. No pasaron más de 5 segundos cuando
Louis comenzó a acariciar el cuello del menor y a atraerlo más hacia él, sentía la necesidad de
tenerlo muy cerca.

Los brazos de Liam no se sentían absolutamente nada parecido cómo se sentían los brazos del
rizado, era muy diferente. Cuando Louis abrazaba a Liam se sentía protegido, querido y tranquilo,
mientras que con Harry ni siquiera había palabras para describir las sensaciones que le
provocaba sentir los latidos de su corazón combinarse con suyos. Sentía pasión por él, sentía
amor, mucha lujuria, necesidad de hacerse uno solo, sentía nerviosismo, sentía felicidad, y todas
esas sensaciones juntas eran como sentirse en el cielo.

Harry era el equivalente de probar el cielo estando en la tierra.


Después de varios segundos, Liam se separó de Louis sin dejar de mirarlo. —Oh, Louis...
—Susurraba observando todos los moretones que el mayor tenía en la cara—. ¿Qué ha ocurrido?
—Subió su mano y comenzó a acariciar al chico.

Louis se sintió incómodo con las manos de Liam, le hacía sentir como si estuviese haciendo algo
incorrecto. Él aún se sentía propiedad de Harry y esas caricias eran como un engaño. Se quedó
en silencio. ¿Qué contestas cuando te encuentras en una situación como la de él? No podía
simplemente decir que le habían fracturado las costillas a golpes gracias a que Harry estaba
metido en negocios ilegales y lo había involucrado a él como una carnada. —No lo sé... —Le
dijo, era verdad. No entendía qué era lo que había ocurrido, sólo ocurrió, esas cosas no son
comunes, sólo “ocurren”—. Harry.... —Susurró y se vio en la necesidad de respirar hondo para
evitar que las lágrimas comenzaran a salir una vez más, continuaba sintiéndose muy mal y tener
que hablar de eso le afectaba. Bajó la mirada y tragó saliva secamente.

—Está bien, Lou, no pasa nada. —Liam notó que no era un tema fácil de hablar, se sentó en la
silla donde Harry había dormido durante la noche anterior y lo miró en espera de que estuviera
listo para contarle.

Tardó en comenzar a hablar, sin embargo al final lo hizo, ya no valía la pena ocultar algo que
había terminado. —Yo lo amo, Liam... —Estaba muy avergonzado, sentía mucha pena de amar a
una persona como Harry Styles—. Y ya es demasiado tarde, no puedo hacer nada para luchar
contra eso.

Bajó la mirada tratando de sonreír, escuchar eso le partía el corazón. —Lo sé... y no pasa nada,
no tiene nada de malo amar a alguien. —Intentó apoyarlo y esta vez sí sonrió por completo.

Louis negó con un gesto al instante. —No, no está bien porque él no es una buena persona...

—Dime que él no te ha hecho esto. —Su expresión cambió, pareció molestarse en un segundo y
trató de decir en un tono de voz tranquilo, sin embargo no lo logró.

—No, no. —Aclaró Louis al instante—. Alguien lo hizo para advertirme de que estaba saliendo
con un.... —Se detuvo un momento, no estaba seguro si decirle a Liam sobre la verdad de Harry
era correcto—. Harry es hijo del líder del cartel de Los Valencia. —Suspiró y desvió su mirada.
Liam elevó las cejas demasiado confundido. —¿Qué? ¿Cartel Valencia? —Louis asintió y éste
tensó más su rostro—. Dios mío, Lou... ¿Cómo es posible que permitan que alguien así estudie
en la misma escuela que nosotros? —No era difícil saber de quiénes estaban hablando, el cartel
Valencia era famoso en Inglaterra por sus constantes menciones en los noticieros.

Louis se encogió de hombros. —La gente como él son quienes controlan el mundo.

Se quedó en silencio, parecía que no podía creer lo que acababa de escuchar. Miró a Louis y
notó sus ojos llorosos y cansados, tenía unas grandes ojeras. —¿Y tú cómo te sientes con todo
esto? ¿Estás bien? Y no me refiero a físicamente, porque es claro que no lo éstas. Me refiero a tu
alma, ¿cómo está tu alma, Lou?

Sintió un nudo formarse en su garganta y sus ojos cristalizarse como si se hubiera abierto una
llave de agua. Tragó saliva y trató de mantenerme estable y sin llorar. —Muy confundido.
—Respondió, en realidad se sentía extremadamente dolido, muy débil y roto. Sólo quería dormir y
olvidarse de absolutamente todo.

—Está bien no estar bien, Lou... —Liam al parecer había notado su esfuerzo por no llorar.

Bajó la mirada y sintió una lágrima descender por su mejilla. —Es que no es fácil, Liam...
—Agarró aire y comenzó a hablar más fuerte—, no es fácil enterarse de que la persona a la que
más quieres ha sido una mentira, ¡Harry Styles ni siquiera es real! Siento como si mi vida hubiera
sido una mentira total en los meses que pase con él, pero también siento que fue lo más real que
he vivido y esa sensación me carcome por cada segundo que pasa.

—Obviamente no es fácil, pero pronto aprenderás a aceptarlo.

—Es sólo que todo lo que hice cuando estaba con él tenía sentido, amaba cada instante que
pasaba con Harry y me enferma la idea de que todo tenga que terminar. Lo amo más que nada
en esta maldita vida, las personas como Harry saben cómo enfermar a alguien de amor. —Había
comenzado a llorar, lo hacía sólo por frustración.

—¿Te gustaría olvidarlo? —Preguntó Liam y esa pregunta tomó a Louis por sorpresa.
Olvidar a Harry sería como destruir lo que él era y, probablemente, lo que sería siempre.

—Necesito hacerlo... —Mencionó y al hacerlo sintió su corazón romperse más de lo que ya se


encontraba, él no quería olvidarlo, sin embargo era una necesidad.

—Entonces yo te ayudaré a que lo hagas... No dejaré que él te vuelva a lastimar... —Tomó su


mano y entrelazó sus dedos con los de Louis, le dio una sonrisa sincera.

La puerta fue golpeada y los chicos se separaron por instinto. Liam caminó hacia la puerta para
abrirla.

Louis estaba seguro de que se trataría de la enfermera, que probablemente volvía a entregarle el
recibo del hospital. Para su sorpresa, se trataba de Harry.

Increíblemente el chico no armó un escándalo cuando miró a Liam, tan sólo entró a la habitación
y se acercó hacia Louis como si en esos momentos él fuera lo único que existía en su cabeza.
Llevaba en las manos una caja muy fina con un moño rojo en una esquina, era claramente un
regalo.

—¿Cómo estás, mi amor? ¿Cómo te sientes? —Louis notó los ojos del rizado demasiado
enrojecidos, esto no era provocado por el llanto, sino por las drogas, pues en la comisura de sus
labios tenía un poco de polvo blanco, cocaína.

Era una mierda darse cuenta lo débil que era Harry, él pensaba que la droga lo podía sacar de
cualquier problema y, por desgracia, Louis no estaba dispuesto a compartir su vida con una
persona autodestructiva. Él realmente necesitaba ayuda profesional.

La enfermera entró a la habitación con un talonario de pagos dándole la facilidad a Louis de irse
en cualquier momento y hacer después el pago en un banco. —Muy bien, joven Tomlinson, ahora
ya se puede ir. —Mencionó entregándole los papeles y sonriendo.
Harry lo miró muy confundido. —¿¡Qué mierda crees que haces!? Tú no estás bien, no te puedes
ir de aquí. —Las malditas drogas ya comenzaban a afectarlo—. ¿¡Por qué mierda pides esto!?
—Le arrebató el talonario—, ¡sabes que yo soy el que paga todos tus gastos! —Gritó alterado.

Louis decidió ignorarlo, no era momento de pelear con él, no pelearía con una persona que no
estaba en todos sus sentidos nunca más. —¿Nos vamos? —Preguntó mirando a Liam y éste se
acercó al instante para ayudarle a levantar de la cama. Después le pasó un cambió de ropa y lo
ayudó a vestirse.

—Te estoy hablando, imbécil, contéstame. —Volvió a hablar el rizado, comenzaba a actuar cada
vez más agresivo—. ¡No te vas a ir de aquí hasta que yo te diga que puedes hacerlo! —Actuaba
posesivo como había sido en un pasado.

Se apresuró con lo que hacía y tomó el brazo de Liam para apoyarse al caminar. —Vámonos...
—Susurró muy bajo al castaño. Necesitaba salir de esa habitación lo más rápido posible antes de
que Harry explotara.

—¡Maldita mierda, Louis! ¡DEJA DE IGNORARME Y CONTESTA! —Lo tomó del brazo y lo jaló
hacia él muy violentamente, tanto que le llegó a lastimar demasiado gracias a la fractura de sus
costillas.

Louis dejó salir un gemido de dolor y cerró los ojos fuertemente.

—Suéltalo. —Exigió Liam y lo alejó de sus brazos—. Ya deja tu mierda y déjalo en paz a él. —Lo
miró retándolo y Harry lo pasó por alto.

Volvió a dirigirse hacia Louis. —Te voy a decir una cosa, bonito. —Su mirada llegaba a despertar
mucho miedo—. Si te vas con él vas a atenerte a las consecuencias... —Claramente se veía que
hablaba en serio y un escalofrío recorrió el cuerpo de Louis, sin embargo volvió a caminar hacia la
puerta pasando por alto sus palabras—. ¡MIERDA, LOUIS, ESTOY HABLANDO EN SERIO! ¡SI
TE VAS CON ÉL TE JURO POR DIOS QUE VA A PASAR ALGO MUY MALO! ¡NO ME
OBLIGUES A HACER COSAS QUE NO QUIERO HACER! —Harry parecía fuera de sí, como si
cualquiera que fuera la droga que había ingerido hubiera apago completamente su sentido
común.
Dio un gran respiro para agarrar valor. —Haz lo que quieras... —Susurró tratando de ser fuerte,
en realidad estaba muriendo de miedo.

Harry volvió a detenerlo esta vez de una manera menos agresiva, sonreía sínicamente. —De
acuerdo, entonces si quieres jugar, jugaremos. —Le entregó violentamente la caja de regalo que
llevaba en las manos y salió de la habitación.

Louis tragó saliva. Obviamente estaba hablando sólo por asustar, él estaba drogado y su enojo
pasaría después, estaba seguro de que Harry no se atrevería a hacerle algún daño. —Salgamos
de aquí. —Miró a Liam y juntos salieron del hospital.

A pesar de lo lento que caminaba Louis, no pasó mucho tiempo para cuando llegaron al
estacionamiento y subieron al automóvil de Liam. Éste se encargó de que recostar el asiento de
Louis para que fuera más cómodo. —Deberías descansar... —Susurró al sentarse en el lugar de
conductor, miraba al frente, encendió el auto y condujo, para Louis era raro que él condujera,
estaba acostumbrado a los choferes de Harry.

—Sí... —Le dijo con una débil sonrisa—, trataré de dormir. —Se giró mirando hacia la ventana.

Notó que la caja que le había dado Harry seguía en sus manos. La abrió para descubrir de qué se
trataba y se encontró con dos anillos completamente forrados de oro, tenían sus iniciales
marcadas acompañados de un triángulo hueco y otro vacío, también contenía una tarjeta con la
frase "Tú tienes que casarte conmigo...".

Comenzó a sollozar y pronto ya estaba llorando, recordar esos sueños que habían creado juntos
le hacían mierda el corazón y se daba cuenta de una cosa: no estaba dispuesto a olvidar a Harry
aunque estar con él implicara arruinar su vida.

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-6. TENEMOS QUE TERMINAR ESTA SEMANA QUE VIENE SÍ O SÍ. X

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Capitulo 45

Capítulo 45.

Salió rápidamente de la habitación de Louis. No podía continuar ahí en el estado que se


encontraba si quería evitar decir o hacer algo que empeorara su situación con el mayor.

Hacía tiempo que él había vuelto a las drogas y se había encargado de convencer a Louis de que
había dejado de consumirlas. Cuando su relación se convirtió en una monotonía basada en sexo,
comenzó a preocuparle que se estuvieran desmoronando, que Louis se aburriera de él y lo dejara
después de un tiempo.

La droga le hacía mucho bien, sentía como si su mente se calmara por completo, como si pudiera
apagar cualquier tipo de recordatorio de que el dolor existía, la droga lo hacía sentir casi tan bien
como Louis lo hacía.

Bajó hacia la terraza del hospital y prendió un cigarrillo, el tabaco le ayudaba a bajar el efecto de
la cocaína. Se sentó sobre la escalera por donde salían las personas hacia ese gran jardín y
escondió su rostro recargándolo contra sus piernas.

No podía creer lo que estaba pasando, por una parte su cuerpo se encontraba bañado de rabia y
coraje hacia las personas que se habían atrevido a lastimar a su pequeño, pero por otra parte
también quería matarlo a él. ¿¡Cómo mierda es que se había atrevido a irse con Liam!? ¡¿Por qué
le había hecho eso aun sabiendo el odio especial que tenía el rizado hacia esa persona?!

Harry temblaba e inhalaba profundamente de su cigarrillo. Louis lo sabía, él estaba


completamente consciente de lo que Harry era capaz de hacer cuando alguien le molestaba y aun
así no se había detenido cuando éste lo amenazó, le había dado una advertencia que ese chico
había pasado por alto, y ahora tanto él como Liam tendrían que atenerse a las consecuencias.

Sacó su móvil de los bolsillos de su pantalón y marcó el número telefónico de su padre. Hacía
meses que no hablaba con él, pero esta vez lo necesitaba demasiado, no había otra persona en
la tierra con una mente tan enferma y brillante como la de ese hombre y Harry estaba seguro de
que podría ayudarlo.

Tardaron varios segundos en responder la llamada. —¿Harry? ¿¡Hijo, cómo estás!? —Contestó
una voz madura con falsa emoción. Harry había olvidado la voz de su padre y escucharla de esa
manera le molestaba demasiado—. ¿A qué debo el placer de tu llamada?

Rodó los ojos y mordió su lengua para evitar decir algo de lo que después se arrepentiría. —Hola,
padre. Te he llamado porque necesito un favor. —Fue directo, no tenía la necesidad de fingir
alegría porque no la sentía.

—Oh, bueno. Dime, hijo, ¿a qué puedo ayudarte? —Al parecer el señor Styles entendía cómo
funcionaba esa familia, no había necesidad de ponerse a hablar sobre sus vidas personales,
entre ellos todo se basaba en negocios relacionados con el cartel al que pertenecían.

—Padre, necesito que le demos un pequeño susto a un idiota que está tratando de quitarme a mi
novio. —Dijo y extrañamente sintió algo de nervios, hasta ese momento nunca le había dicho
nada a su padre acerca de sus preferencias sexuales, pero tampoco veía motivos para ocultar
algo de lo cual estaba completamente seguro: quería pasar el resto de su vida con Louis y su
padre tendría que saberlo en algún momento.

—¿Estás bromeando, cierto? —La voz de su padre se escuchó tensa.

Harry estaba molesto por la situación de Louis y necesitaba sacar esa frustración con cualquier
persona, no fingiría, no trataría de actuar como si sintiera un poco de cariño a ese hombre por el
cual antes había sentido tanta admiración. —Te estoy diciendo que necesito que le dejes claro a
un idiota que no puede acercarse a MI NOVIO. —Marcó un énfasis en las últimas dos palabras
para dejarlo muy claro—. ¡A la persona que me follo todas las noches y gran parte del día!
—Elevó la voz y algunas personas que rondaban por aquel lugar lo miraron confundidas por sus
palabras.

—Mierda, Harry, ¿¡y me lo dices de esta manera!?

—¿¡Me vas a ayudar o no!? Porque si no lo piensas hacer dímelo de una vez y dejo de perder mi
tiempo hablando contigo. —Siempre había sido un chico caprichoso, sus padres lo consentían en
todo lo que les pedía pensando que con eso repondrían todo el tiempo que no pasaban con él.

La llamada se quedó en silencio durante algunos segundos unos segundos para posteriormente
escuchar un suspiro de parte del señor Styles. —Está bien, envíame los datos de la persona y yo
me encargaré de lo demás.

Sonrió satisfecho, una vez más lograba lo que se proponía sin hacer algún esfuerzo. —Perfecto,
ya te he dicho, un susto será suficiente, sólo para que escarmiente que conmigo o con mi chico
no se puede meter.

—Considéralo hecho, hijo. Esperaré un correo con los datos, hasta pronto.

El rizado colgó la llamada sin siquiera molestarse a decir adiós y al instante comenzó a escribir
un email a su padre con toda la información que tenía investigada sobre Payne. Se sentía muy
bien de una manera extraña, saber que le harían algo dañino a ese chico lo excitaba a
sobremanera y lo hacía querer más. Era como si el dolor ajeno satisficiera sus deseos de la
misma manera que la droga lo hacía.

Sintió una mirada encima de él y le fue difícil concentrarse al momento de tratar de enviar el
correo electrónico. Subió su cabeza y se encontró con una pequeña niña que lo miraba
atentamente, se veía de menos de 6 años de edad, tenía el cabello rubio y largo, era muy linda y
sin embargo lograba intimidar al rizado.

—¿Puedo ayudarte en algo? —Preguntó terminando de enviar el mensaje y la miró con


confusión. —Ella no respondió, tan sólo lo miraba de una manera extraña mientras se enrulaba el
cabello con sus dedos. Harry elevó los hombros y se sintió un poco más incómodo—. ¿Estás
perdida? —Preguntó.
—¿Por qué te dibujaste un triángulo en la mano? —Se acercó hasta él y apuntó hacia su muñeca
tímidamente—. ¿Te gustan mucho?

Harry miró hacia donde la pequeña apuntaba y sonrió al instante, ese triángulo le traía miles de
recuerdos hermosos que valían la pena tener en la cabeza. —Por Louis. —Le dijo sin borrar la
sonrisa de su rostro.

—¿Louis te lo dibujo? —Tomó asiento junto a Harry con la confianza que sólo un niño podía
tenerle a un completo desconocido. Miraba hacia la muñeca del rizado confundida.

—No exactamente.

Arqueó las cejas, confundida. —¿Entonces?

—Pues me lo he dibujado para siempre recordarlo, para tenerlo siempre en mi piel.

—¿Y por qué? —Ella realmente parecía muy interesada en saber acerca del tema, no había
dejado de mirar la muñeca del chico y éste le ofreció su brazo para que pudiera mirarlo con mayor
facilidad.

—Porque lo quiero mucho y merece la pena recordarlo.

—¿Louis es tu hermano?

Harry sonreía de oreja a oreja, estaba encantado de hablar con esa pequeña que parecía tan
interesada en él. —No, Louis es mi novio.

La niña tapó su boca con sus manos haciendo una expresión de sorpresa. Harry sonrió y bajó la
mirada—. ¿¡Louis es tu novio!? —Susurró acercándose hacia su oído como si el tema que
discutían fuera algo prohibido o impresionante.
—Sí... —Asintió mirándola con picardía, hablaba de igual manera mediante susurros como si se
tratara de un secreto que sólo ellos dos podían saber—. ¿Y sabes que es lo peor de todo?

—¿¡Qué!? —Tenía sus ojos abiertos muy grandes, para ella eso era algo extremadamente
extraño pero no incorrecto.

—Que le doy besitos.... —Mencionó con complicidad—. ¡En la BOCA! —Los dos taparon sus
bocas, Harry fingía sorpresa.

—¿¡En la boca!? —Preguntó impresionada y el chico asintió—. ¿Y cómo es él? —Sus ojos
brillaban, miraba a Harry con una sonrisa traviesa.

Apagó su cigarrillo y tardó en responder, nunca le habían preguntado eso, no porque él no


quisiera hablar de él, sino porque realmente no tenía a nadie a quien contarle su felicidad con
Louis. Tenía a su hermana, pero normalmente ella estaba perdida en sus propios asuntos.
—Pues es... agradable, supongo. —Le dijo, no sabía qué otras palabras utilizar sin ser vulgar, se
trataba de una pequeña niña de 6 años quien se lo preguntaba.

—¿Es bonito?

—Lo es. —Sonrió de nuevo—. Es muy bonito, es mi bonito.

—¿Y lo quieres mucho?

—Tal vez no sea cuestión de "querer"... —Lo pensó y por algunos unos segundos se olvidó por
completo de que hablaba con una pequeña niña desconocida—, porque yo puedo querer
extremadamente mucho fumarme un porro o... no sé, comerme una barra de chocolate, pero a
Louis no le quiero de esa manera. Lo que siento por él no es un verbo que se pueda definir, él es
parte de mí y aunque me lo niegue, yo soy parte de él también. Es como sentir que esa persona
es tu mundo completamente entero. Y es que me he puesto a pensar y me he dado cuenta que
no hay vida sin él. Me di cuenta que he estado en un mundo donde sólo pasan los días sin
sentido alguno, pero después de él... simplemente he comenzado a vivir. Y sí, lo sé, suena
extremadamente tonto y cursi, pero es la verdad. No encuentro otras palabras para expresar lo
que él significa para mí.

La pequeña lo miraba atenta, sin embargo su rostro mostraba demasiada confusión.


—Entonces... ¿lo quieres o no?

Comenzó a reír y asintió al instante. —Lo adoro.

Sonrió y volvió a cubrir su boca con su mano. —¿Y él también te adora?

Harry estuvo a punto de responderle cuando se dio cuenta de que algo no andaba bien.
—Espera... ¿no se supone que eres muy pequeña para estar sola en un hospital?

—No estoy sola, mi papá y mi hermano están en la habitación con mi madre. Mi papi también
adora a mi mamá, pero él llora mucho cuando lo dice y a comparación tú sonríes, eso me hace
sentir confundida.

Harry se mantuvo en silencio y trató de entender la situación, si la madre de esa chica estaba en
ese hospital seguramente no se trataba de nada bueno. Tragó saliva y fingió una sonrisa.
—Seguramente la quiere tanto como yo a Louis, pero el amor siempre se manifestará de maneras
distintas.

—Eso creo... —Le dijo sin dejar de enrular su cabello con sus dedos.

Harry le dio una última sonrisa antes de levantarse y sacudir su pantalón de la parte trasera.
—Muy bien, hermosa, me ha gustado mucho hablar contigo pero tengo que irme.

—¡¿Vas a ir a ver a Louis!? —Preguntó muy entusiasmada.

—No, voy a ir a conseguir un poco de coca, ya sabes, me hace bien.

—¿Coca cola? Esa soda te va a poner gordo y Louis ya no te va a querer.


Lanzó una carcajada y negó con su cabeza. —Él ya es gordo, así que qué más da. —Volvió a
darle una sonrisa y se alejó de la pequeña, le había parecido adorable esa charla tan inocente y
sincera.

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—Permíteme, Lou. —Mencionó Liam saliendo rápidamente del automóvil para ayudarlo a bajar de
éste, habían llegado a Cowell después de esos horribles días fuera de la academia.

Louis no se detuvo y bajó del auto antes de que Liam llegara para ayudarlo. —No es necesario,
estoy bien. —Sonrió falsamente, llevaba la caja con los anillos en la mano, la sujetaba con
demasiada fuerza como si temiera que alguien pudiera llegar a quitárselos.

—Está bien. —Liam le devolvió la sonrisa.

Louis bajó la mirada, se sentía incómodo de sentir los ojos del chico sobre él todo el tiempo.
—Bueno, creo que iré a mi dormitorio. —Se encogió de hombros y sonrió nervioso—. Gracias por
todo, Li... —Caminó hasta él y le dio un rápido abrazo.

—¿Seguro? puedo acompañarte, no hay problema. —Trató de tomarlo de la mano y Louis se


alejó al instante.
—No, no te preocupes, está bien. —No se atrevía a mirarlo a los ojos—. Nos vemos mañana en
clase, ¿de acuerdo?

Liam asintió con una sonrisa. —De acuerdo, nos vemos.

Louis comenzó a caminar hacia otra dirección digiriéndose al pasillo que lo llevaba directamente
hasta los dormitorios de los profesores. Lo único que deseaba desde hacía días era estar de
vuelta en su cama, cubrirse con sus cobijas y no despertar jamás.

Cuando llegó a su dormitorio sacó la llave de sus bolsillos y abrió la puerta lentamente, se movía
y sentía dolor tras la fractura de sus costillas, él no estaba bien y aun así había decido no ir a otro
hospital, estaba dispuesto a fingir que nada había pasado. Tenía una actitud demasiado decaída,
se movía muy lentamente y tenía una expresión que mostraba su dolor físico y emocional. Entró
al apartamento haciendo un esfuerzo al cerrar la puerta tras él.

Su madre se encontraba en la sala leyendo y al mirarlo entrar se sorprendió demasiado.

Louis la miró y trató de darle una sonrisa. —Hola, mamá... —Le dijo con la voz apagada y al
instante se dio vuelta dirigiéndose hacia su habitación.

La señora Tomlinson se puso de pie con una actitud molesta y frenó a su hijo al instante.
—¿¡“Hola, mamá”!? ¿¡Eso es lo único que vas a decir!? —Casi gritó.

—Hola, mamá, ¿cómo estás?

—¡Louis, no estoy jugando! ¡Te desapareciste todo el fin de semana, no puedes hacer eso y
regresar fingiendo que nada pasó! —La mujer se mostraba muy alterada, Harry sólo le había
llamado para avisarle que habían salido de viaje y en esos momentos fueron cuando éste se
encontraba demasiado alterado por la desaparición de Louis, así que ella notó al instante algo
extraño. Después de eso Harry no le volvió a coger el teléfono—. ¡Las cosas no se hacen de esa
manera, Louis! ¡No puedes simplemente mandar a Harry para que me llame AVISANDOME que
no llegarás a dormir!
Se encogió de hombros. —Lo siento, mamá... —Su voz era demasiado baja, no se sentía con
fuerzas para discutir.

—¿¡“Lo siento”!? Mierda, Louis... —Tranquilizó un poco su tono de voz cuando notó la extraña
actitud de su hijo y después dio un suspiro—. Llama a Harry para que venga, quiero hablar con
ustedes. —Louis bajó la mirada y no mencionó ni una palabra—. Vamos, tengo que dejarles
claras las reglas.

—No, mamá... sólo déjalo ¿quieres?, te prometo que no volverá a pasar... —Susurró—. De ahora
en adelante no volveré a salir con él, así que no es necesario que lo llame. —En su voz se podía
escuchar lo mucho que le dolía mencionar esas palabras.

Elevó las cejas un poco sorprendida y rápidamente dedujo que había pasado algo malo entre
ellos. —Lou... ¿estás bien? —Él mantenía la mirada en el piso, una lágrima recorrió su mejilla y
sorbió la nariz—. Ay, no... ¿Qué ocurrió, amor? —Lo rodeó entre sus brazos, no podía seguir
molesta con él al mirarlo de esa manera.

—Termine con él... —Le devolvió tan fuerte como pudo el abrazo a su madre, en esos momentos
era realmente necesario sentirla.

Ella se separó de él y lo miró, limpió las lágrimas con sus dedos. —Entonces si tú lo terminaste es
porque ya no lo querías a tu lado, si tú lo has hecho así es porque pensaste que era lo mejor para
ambos.

—O tal vez porque sabía que ya no funcionaría... aunque yo lo quiera demasiado.

—¿Se pelearon o algo así?

—Pasó algo, algo estúpido y sin mucho sentido. —Mintió, no le quería dar preocupaciones a su
madre.

Intentó darle una sonrisa pero le era imposible al mirar a su hijo tan deprimido, era extraño saber
que Louis estaba sufriendo por amor la primera vez en su vida. —¿Y él cómo lo tomó? —Ella
había sido testigo del amor tan grande con el que ese chico miraba a su hijo.

—No lo sé... él es tan raro que lo tomó de muchas maneras. —Louis decía la verdad, primero le
había pedido que no lo dejara, después fue a comprar anillos de compromiso, después ingirió
drogas, después actuó como si nada pasara y finalmente actuó violento y lo amenazó—. Me ha
dado esto. —Le mostró a su madre la caja que contenía los anillos.

La tomó y mostró una expresión de excesiva sorpresa al ver lo que contenía. —¿¡Te ha pedido
matrimonio!? —Sacó un anillo y comenzó a examinarlo.

Eran dos anillos para hombre, eran algo diferentes al resto porque éstos eran dorados y
normalmente los anillos de compromiso solían ser plateados. En el borde llevaban las iniciales de
ambos marcadas "HS & LT" junto con sus triángulos.

—“Somos especiales...” —Susurró su madre al leer la leyenda grabada en cada uno de los
anillos. Louis se acercó a ella para comprobar que lo que leía existiera y hasta ese momento se
percató de esa frase dentro de cada anillo.

Entonces comprendió el color de los anillos, comprendió la razón por la cual eran distintos a
cualquier otro anillo de compromiso, ellos eran especiales.

—Hace tiempo... —Le dijo—, prometimos que en cuanto él cumpliera 18 años nos casaríamos, yo
creía que Harry lo decía bromeando. Seguramente compró esto sólo para retenerme a su lado
cuando le dije que ya no quería seguir.

—No, querido. Para que alguien pueda grabar estas palabras en un objeto tan pequeño se
requiere mucho tiempo. —Lo miró a los ojos—. Harry seguramente había mandado a hacer esto
desde hace mucho tiempo.

El corazón de Louis comenzó a palpitar aún más rápido. —No lo creo, madre. Él tiene mucho
dinero, puede conseguir lo que él desee en cuestión de segundos.
—Si hay algo que tengo completamente claro —tomó la mano de Louis y comenzó a meter el
anillo en su dedo—, es que él te quiere más que a él mismo, lo cual es extraño, pero eso es lo
que los hace especiales, el hecho que seas lo único que tiene. —Se acercó a él y besó su
frente—. No dejes que una tonta pelea arruine lo que ustedes tienen, evidentemente tienen
magia, mi amor. —Le dio una última sonrisa y entró a su habitación.

Louis se quedó unos momentos más en ese lugar, observó el anillo en su dedo y sonrió un poco,
ellos eran especiales.

------------------------

El lunes había llegado una vez más.

Louis había asistido a clases como todos los lunes, después de ese horrible fin de semana no
tenía ganas, ni cerebro, para pensar en las materias pero aun así había decidido que era una
buena forma de distraerse. No podía moverse mucho, pero hacía el intento por ocultarlo frente
sus compañeros.

Ya iban a mitad de la mañana, la primera clase había terminado. Fer no había parado de
preguntar sobre que lo ocurría, mientras Zayn Malik y Niall Horan lo miraban detenidamente
provocándole un estrés mayor.

Harry no había asistido a la primera clase y eso fue algo bueno, si hubiese asistido habría tenido
que sentarse en el mismo pupitre que Louis y eso hubiera tensado demasiado la situación.

Durante el receso, Liam también había estado con él, pero Louis sólo se mantuvo en silencio y
dejó que Fer fuera la de las preguntas, después regresaron al salón de clases para tomar la
segunda materia del día y para su sorpresa Harry se encontraba allí adentro, no llevaba el
uniforme de la escuela, se veía muy sucio y llevaba un cigarrillo prendido en la boca.

El rizado los miró entrar y sonrió de oreja a oreja. —Hola. —Mencionó directamente a Louis. No
era una situación extraña, solía aparecerse de esa manera constantemente.

Los chicos lo ignoraron y caminaron hacia el otro extremo del aula. Liam miró a Louis de reojo
haciéndole saber que él estaba ahí y que no tuviera miedo.

La maestra de matemáticas entró al aula y rápidamente olió el fuerte aroma a tabaco. —¡Styles,
apaga inmediatamente eso! —Varios compañeros ya habían llegado a tomar clase y se
percataron de la situación—. ¡Te estoy hablando! ¡Apaga eso ya mismo! —Por obvias razones
estaba extremadamente prohibido fumar adentro de la academia, mucho más adentro de los
salones.

Harry sólo miraba a la mujer con una gran sonrisa, inhalaba constantemente del
cigarro. —¿Quiere?

—¡Styles, no estoy bromeando! ¡O apagas eso o te vas de aquí!

Sonrió por última vez antes de levantarse de su asiento y caminar directamente hacia Louis
ignorando completamente a la profesora.

Cuando Louis notó que iba directo hacia él, trató de hacerse para atrás, pero la pared se lo
impidió. Harry lo tomó de la barbilla fuertemente haciendo que lo mirara a los ojos.

Todos los compañeros en el salón observaban la imagen muy confundidos.

—Déjame. —Ordenó Louis y tragó saliva, no podía actuar de mala manera si lo que quería era
mantener a Harry tranquilo.
—¡Tú decides cuándo terminar con esta mierda! —Gritó, ya era demasiado tarde para mantenerlo
tranquilo—. Yo sólo te aviso que el tiempo está corriendo y por más segundos que pasen, las
cosas se hacen más peligrosas para ti... —Miró hacia Liam—, y tal vez para él también. —Sonrió.

—¡Suéltame! —Lo aventó hacia atrás con toda su fuerza y a pesar de que sintió un terrible dolor
en el abdomen, fingió estar bien—. ¡Drogadicto de mierda! —Tomó su mochila y salió del salón.

Liam lo siguió, obviamente sabía que eso no debía ser fácil para Louis y que no lo podía dejar
solo.

Louis caminaba demasiado apresurado por los pasillos de Cowell, sintió que sus ojos se
cristalizaron y casi cayó al suelo gracias a la falta de visión.

—¡Hey, Lou, espera!, ¡espera! —Gritó el castaño corriendo tras él.

No se detuvo hasta llegar al baño de hombres y adentrarse a éste. Cuando estaba ya allí adentro
comenzó a dar patadas contra la pared. Quería liberarse de toda la frustración y coraje que traía
adentro del cuerpo gracias a Harry. —¡Maldito, maldito, maldito! ¡Lo odio, maldito sea, lo odio!
—Gritaba desesperado, nunca antes había sentido tanto desprecio dirigido a una persona.

—¡BASTA, LOUIS! —Liam trataba de frenarlo, si no lo hacía seguramente el prefecto escucharía


esos golpes y los sancionaría. —Mierda, Louis, tienes que tranquilizarte...

—¡Es un idiota! ¡Es un maldito idiota! —Gritó para después dar un puñetazo a la pared y recargar
su cabeza contra está.

—Sí, Lou. Lo sé, ¡pero tranquilo!

—¿¡Cómo mierda quieres que esté tranquilo!? —Lo miró con demasiado coraje, respiraba
agitadamente y trataba de no soltarse a llorar más.

—Ss-sólo tranquilo. —Balbuceó Liam.


Louis comenzó a reír sarcásticamente. —Debería irme de aquí, debería ahogarme en las drogas
igual que Harry y mandar todo a la mierda. ¡OLVIDARME DE TODO!

—No lo hagas... —Rogó acercándose a él, sus ojos se encontraban cristalizados. Escuchar y
mirarlo actuar de esa manera le partía el corazón.

—¿¡Por qué!? ¿¡Por qué mierda no debería de hacerlo!? ¡Igual a nadie le importa! ¡Harry es la
principal persona que quiere lastimarme! ¿¡Así que qué más da!?

—No... Harry ya no importa más... —Cada vez se acercaba más hacia Louis.

—Sí importa... —Ahora su mirada transmitía tristeza.

—No, no importa.... Ahora sólo somos tú y yo... —Susurró cuando ya se encontraba rosando con
su nariz la nariz del mayor. Louis se quedó quieto, estaba demasiado confundido—. Se valiente y
atrévete a quererme.... —Dijo y terminó con el espacio que separaba sus labios, Louis trató de
alejarse pero al cabo de unos segundos su lengua ya se encontraba en la boca de Liam dándole
un necesitado y húmedo beso.

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-5 señores. ¿Alguien aparte de mí aún no se considera listo para DDT?

—Vale xx

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Capitulo 46

Capítulo 46

—Necesito sentir más de ti... —Susurró Liam apretando fuertemente a Louis contra su cuerpo.
Pasaba sus manos por todo el mayor y lo besaba con demasiado desespero. Quería sanar el
dolor del chico como le fuera posible.

Louis profundizó el beso y pasó sus manos por detrás del cuello de Liam. Sabía que eso era lo
único que podía ayudarle a sobrevivir, besar a una persona que no fuera Harry era una "buena"
manera de olvidarse del dolor que sentía por todo lo que estaba pasando. Tal vez sentir otros
labios posarse sobre los suyos lo ayudarían a sacar de su mente cualquier tipo de dolor que
sentía en el cuerpo.

Si el sexo le había funcionado cuando quería olvidarse de los problemas que tenía cuando estaba
Harry, ¿Por qué esta vez no le funcionaria?
Liam actuaba demasiado necesitado, metía su lengua demasiado profunda a la boca de Louis,
paseaba sus manos por todo el cuerpo de éste y comenzaba a colarse por debajo de la ropa del
mayor para sentir su piel. Louis sólo estaba necesitado de algo que le ayudara a desconectarse
del mundo real, y el sexo siempre le había servido para eso.

Él se había enamorado en un pasado de Harry por su extraña forma de ser, ¿entonces quién era
para cambiarlo?

Sin separarse del beso, Liam comenzó a caminar hacia adelante para poder recargar a Louis
contra el lavamanos. Colocó sus manos en la barbilla de éste y lo acercó más hacia él. Al parecer
su intento por actuar como el amigo comprensivo que Louis necesitaba se había ido a la mierda.
Tomó a Louis de la cintura y lo subió al lavamanos sin dejar de besarlo.

No era la primera vez que Louis se encontraba en esa situación, antes había estado con Harry en
ese mismo lugar, y tal vez era eso lo que no lo dejaba concentrarse en darle un buen momento a
Liam. Éste colocó sus manos debajo de las piernas de Louis y comenzó a acariciarlo mientras se
posicionaba entre ellas. Parecía que quería ir directo al sexo, sin tiempo para besarse o tocarse.
Así funcionaban las cosas en la vida de Louis últimamente y eso no le molestó.

—Perdón, bebé. Perdón, perdón, perdón, perdón, perdón. —Harry también lloraba y mantenía su
rostro escondido sobre el cuello del mayor—. Perdón, Lou, perdón. —Lo abrazaba por la cintura y
respiraba agitadamente—. No quiero perderte, no puedo estar sin ti, quédate conmigo, por favor,
no me dejes, yo te amo, te necesito demasiado, Lou, por favor. —Hablaba demasiado rápido y
apenas se escuchaban sus palabras.

—Tranquilo, estoy aquí. —Mencionó cuando por fin recuperó la voz—. No pasará nada, juntos
vamos a repararte, ya no necesitarás nada de drogas. —Louis temblaba, pero al menos estaba
más tranquilo que Harry—. Nunca te voy a dejar... —Por primera vez él fue quien tuvo que
mostrarse fuerte.

Harry se separó del cuello de Louis y lo besó, esta vez muy lentamente, sintiendo cada partícula
de su saliva, disfrutando de las sensaciones que le regalaba su boca. Después de un tiempo se
separó y trató de sonreír. —Tienes que casarte conmigo, Lou... —Lo miró acariciando su rostro.
Louis sonrió y negó con la cabeza. —Amor, tienes 17 años, eres muy joven. —Volvió a abrazarlo
mientras lo pegaba a su cuerpo.

El miedo había desaparecido, Harry ya no era el mismo chico violento y drogado de hacía unos
minutos. —Pero cuando cumpla 18, ¿nos casaremos, verdad? —Parecía como un bebé cuando
tienen sueños sobre "qué serán cuando sean grandes"—. El primero de Febrero del próximo año
tú y yo nos casaremos sin importar qué.

—Sí, amor, cuando cumplas 18 nos casaremos. —Lo abrazó y después sólo lo besó, lo besó por
un largo tiempo. Louis lo iba a sacar de las drogas, no permitiría que arruinaran su vida, porque al
arruinar la vida de Harry, se la arruinaban a él también.

Recordar eso fue como recibir un puñetazo en el abdomen. Louis le había prometido tantas cosas
a Harry y ahora estaba ahí... dejándose tocar por alguien que no era él, tratándose de engañar
pensando que después de ese simple polvo la mierda de vida que llevaba desaparecería,
tratando de convencerse de que no estaba completamente loco por Harry Syles, tratando de
pensar que casarse con Harry e irse a la mierda juntos no era lo que más necesitaba y quería en
su vida.

Tratando de engañarse y pensando que todo estaría bien sin él.

—Yo no lo necesito... —Susurró entre el beso con Liam—, yo no lo quiero.... —Comenzó a besar
más lujuriosamente al menor. Éste no se detuvo, tan sólo le siguió el juego—. Voy a estar feliz sin
él, porque él no me puede seguir rompiendo el corazón, ¿voy a estar bien, Liam? —Su tono de
voz comenzaba a elevarse, necesitaba escuchar una respuesta pronto antes de volverse loco. No
había dejado de besar a su compañero en todo ese tiempo. Liam apresuró sus movimientos y
comenzó a estimular el miembro de Louis por encima de la ropa, tratando que con esa acción
dejara de hablar y se concentrara en lo que pasaba—. Dime que voy a estar bien... —Rogó,
sentía que sus ojos ya se habían cristalizado y que comenzaría a llorar en cualquier momento.

El chico no respondía, y no lo hacía simplemente porque no tenía la respuesta para Louis.


Aunque él quisiera ayudarlo a que se olvidara de Harry, todo lo que hacía parecía que era en
vano, Louis no podía dejar de pensar en el rizado, incluso en esos momentos la única persona en
su cabeza era Harry Styles.
—Vamos a terminar con esto de una vez. —Se separó de Louis y habló seguro, comenzó a
bajarse los jeans y sacó su propio miembro para estimularlo. Después fue el turno de Louis, le
quitó los pantalones y volvió a unir sus cuerpos en un acto desesperado por ayudarlo a olvidar.

Olvidar de esa manera era demasiado incorrecto.

Louis se abrazó fuertemente de la espalda de Liam y dejó salir un gemido cuando sintió que éste
enterraba todo su pene a su cuerpo. Fue demasiado doloroso, él no estaba acostumbrado a
tener un sexo tan rudo, es decir, normalmente era estimulado o se encontraba realmente excitado
para no sentir tanto dolor.

Liam esperó unos segundos para que su pene pudiera adaptarse al cuerpo de Louis, después lo
tomó de la cadera y se dio vuelo para comenzar a embestirlo, primero lento y después con más
velocidad.

—Harry... Harry, Li, quiero olvidarlo... —Susurraba mientras sentía el miembro del menor entrar y
salir de su cuerpo—, dime que lo hare... —Su voz se escuchaba entrecortada. Estaba abrazado
con fuerza a la espalda de Liam y ya había dejado sus dedos muy marcados sobre ésta.

—Shhhh... —Continuaba sin saber qué contestar, tomó la boca de Louis y lo calló a besos, sus
palabras lo estaban desconcentrando demasiado. El sabor salado de las lágrimas de Louis se
hizo presente al unir sus lenguas.

—¿¡POR QUÉ NO ME CONTESTAS!? —Gritó empujándolo lejos de él cuando sintió que las
manos de Liam comenzaban a acariciar su cabello exactamente como lo hacía Harry. Era
imposible y eso le frustraba, era imposible dejar de pensar en el rizado cuando todo lo que Liam
hacía le recordaba a Harry—. ¡CONTESTAME, LIAM! ¡DIME QUE TODO VA A ESTAR BIEN!
—Las lágrimas descendían por su rostro y miraba al chico como si éste fuera el culpable de todo.

—NO PUEDO ¡¿DE ACUERDO!? —Ya no tenía más paciencia, le parecía agotador intentar
ayudar a alguien que simplemente no ponía nada de su parte—. ¡No puedo prometerte que las
cosas se solucionaran!! ¡Lo intento, Louis, te juro que yo he tratado de hacerte sentir bien! ¡Pero
no es mi maldita responsabilidad lograr que te saques de la cabeza a ese puto mafioso de
mierda! —Gritó, sentía el corazón muy acelerado y respiraba agitadamente.
Louis se quedó en silencio tras esas palabras, miraba a Liam confundido y con los ojos inundados
de lágrimas.

Liam se dio la vuelta y acomodó su ropa.

Esas palabras eran dolorosas, pero también eran reales. Liam no tenía ni un poco de culpa por lo
que estaba pasando, él ni siquiera tenía algo que ver. Tal vez era que Louis necesitaba a alguien
a quien reclamarle todo lo que no era capaz de reclamarle a Harry. —Disculpa... —Le dijo y bajó
su mirada—. No sé qué me pasa, tú no te mereces esos gritos.

—Sólo quiero que te sientas mejor... si lo que quieres es sexo, pues está bien, tengamos sexo, si
lo que quieres es que te deje en paz, ¡está bien, te dejo en paz! —Negaba con la cabeza y
continuaba dándole la espalda al mayor—. ¡SÓLO NECESITO VER QUE ESTÁS BIEN, LOUIS!
No importa si es conmigo o con Styles, ¡pero que estés bien! —Caminaba por toda la habitación y
se giró para mirarlo—. ¿Qué es lo que necesitas hacer para lograr estar bien?

—Tal vez necesite es irme... —Mencionó Louis, continuaba con su mirada en el suelo. Ya no
quería que nadie lo mirara llorar—. Tal vez debería volver a mi plan del principio, huir de Cowell y
no tomar clases aquí, olvidar todo lo que pasó estos meses.

El silencio inundo el lugar, Liam se recargó contra la pared y se quedó unos minutos sin decir
nada, parecía muy pensativo.

—De acuerdo, Louis, si eso es lo que quieres, eso haremos. —Le dijo el menor mirándolo con
certeza.

—No, Liam, no es necesario que tú...

—¡Sí, Louis! ¡Sí! ¡Sí es necesario! A partir de ahora no volverás a estar solo ¿de acuerdo?
—Había dejado de hablarle bonito, lo que Louis necesitaba era alguien que le hiciera abrir los
ojos, no alguien que lo consolara—. Cada que tengas ganas de llorar por Styles o por cualquier
otra cosa yo estaré ahí contigo, no hay necesidad de involucrarnos sentimentalmente, porque yo
estoy completamente consciente de que tú no estás preparado y eso no es justo ni para ti, ni para
mí. Así que ya lo dije, nos iremos los dos y todo estará bien. —Ordenó.

Louis tardó en responder. —Está bien.

—Sí, está bien.

—¿Entonces no más Harry? —Lo miró, en sus ojos podía verse todo el dolor que sentía tras
mencionar esas palabras.

Liam se acercó y comenzó a acomodarle la ropa. —No, no más Harry, Lou. —Cuando terminó de
subirle el pantalón lo envolvió en un abrazo.

—No más Cowell. —Correspondió al abrazo recargando su mentón contra el hombro del castaño.

—Nada de Cowell.

—Nada de dolor.

—Nada de dolor. Nos iremos y no recordaremos nada de esto.

—No Harry...

—No, Lou, ya no más Harry...

-------------------------

Los días pasaban demasiado rápido, Louis trataba de mantenerse estable yendo a la mayoría de
clases, mientras que Harry sólo aparecía de vez en cuando para armar alguna escena extraña,
dejando muy en claro su constante y mayor uso de drogas.
Qué es más doloroso... ¿Darte cuenta que la persona que más quieres se está autodestruyendo o
saber perfectamente que esa persona puede destruirte con una simple acción?

Tratar de simular que nada pasaba era más doloroso que mostrar el verdadero dolor.

Liam le había avisado días antes que tenía listo unos boletos de avión que los llevarían a
América, ahí vivirían temporalmente en Indiana mientras que las cosas con Louis se calmaban.
Ya estaba decidido, se irían juntos del país sin decir nada, ni siquiera a sus padres. Sabía que
Harry podía investigar en todas partes hasta dar con ellos y eso sería muy peligroso, pero
estaban dispuestos a correr ese riego.

Ese día era viernes y el vuelo hacia Indiana salía el sábado por la mañana. Quedaban apenas
unas horas en las que tenían que dejar listo su equipaje y arreglar todos sus asuntos pendientes
en esa academia.

Louis le había dicho a su madre que saldría con Liam de viaje sólo durante el fin de semana,
planeaba ya estando en América llamarle y avisarle que no volvería por un tiempo, esa era una
buena manera de no discutir con ella frente a frente por esa decisión.

Con Fer no se había atrevido siquiera a dirigirle un saludo, cada segundo que pasaba con ella lo
abrumada preguntándole sobre qué le pasaba, y lo que Louis menos quería era hablar de su
situación con Harry.

¿Qué diría? ¿Que lo habían golpeado para después decirle que su novio era un mafioso y que
estaba enterado de que había sido él quien le había hecho tanto daño a ella y a su relación con
Zayn? ¿Que además de todo, él ya sabía que Harry la había amenazado de hacerle daño a su
familia y aun así no había hecho nada más que tener sexo con éste? No, definitivamente no diría
nada de eso.

Aunque no estuviera totalmente convencido de que irse con Liam sería la mejor manera de
olvidarse de todo. Era lo único que tenía, así que tenía que tomarlo.
Mientras hacia su equipaje para estar listo y dejar todo, notó que la caja con los anillos que Harry
le había entregado una semana antes se encontraba intacta en el mueble junto a su cama.

Pensó, de Harry sí tenía que despedirse, era necesario. Simplemente era algo que si no hacia lo
llevaría cargando por todos lados y la frase "el amor no se olvida, se lleva a donde sea" no
ayudaba mucho en esos momentos.

¿Cómo le haces para despedirte de la única persona que te ha hecho sentir vivo? ¿Cómo puedes
dejar ir a alguien que significó tanta felicidad en tu vida? Primero te destruyes el corazón, y
después, cuando ya no queda nada qué sentir, lo dejas ir...

Tal vez era hora de dejar toda la mierda dramática que tenía y terminar con todo de una vez.
Buscar a Harry y devolverle los anillos, darle las gracias por los recuerdos y desearle suerte. Era
lo único que podía hacer.

Dio un gran respiro y tomó los anillos. Salió de su apartamento y se dirigió directamente al
dormitorio de Harry. Era momento de terminar todo, cerrar un ciclo para comenzar otro. Se sentía
fuerte, valiente, capaz de hacer lo que estaba por hacer.

Cuando ya se encontraba en ese lugar, tocó el timbre sin siquiera darse cuenta de lo que estaba
a punto de hacer. Quiso huir, olvidarse de esa estúpida idea y volver a su dormitorio, sin embargo
ya era demasiado tarde.

—Hola, Harry. —Le dijo en cuanto el rizado abrió la puerta, sentía cómo su lengua se trababa al
hablar.

Harry lo miró de arriba hacia abajo y no mencionó ni una palabra, dejó la puerta abierta y caminó
de nuevo adentro de su dormitorio sin darle mucho interés a la visita de Louis. Se sentó sobre el
sofá y continuó observando la televisión, parecía extraño, como si estuviera ido.

El departamento se veía extremadamente sucio, todo olía muy mal, hasta Harry. Llevaba barba,
lo cual era algo extremadamente extraño en él. Louis entró algo indeciso y trató de llamar la
atención del rizado. —Harry... —Susurró—. ¿Estás bien?
—No. —Contestó sin apartar la mirada de la televisión—. Me he drogado con algo demasiado
fuerte y me está matando.

Louis sintió pánico. —¿Qué? No, Harry, ¿qué te has metido? —Corrió hasta él y comenzó a
revisar todo lo que estuviera cerca intentando encontrar algo que le dijera qué sustancia había
ingerido.

—Se llama amor, me he drogado con amor. La droga más dañina en el mundo. —Dejó salir una
carcajada y dio un sorbo a la cerveza que mantenía en sus manos—. Pero bueno, eso a ti no te
importa, ¿cierto? —Louis bajó su mirada—. Así que dime, ¿qué quieres aquí, bonito?

—Quería darte esto. —Una vez más la cabeza de Louis se hacía mierda con tan sólo mirarlo.
Extendió su mano y le mostró los anillos.

Harry se puso serio en cuanto los miró, su expresión se tensó a sobremanera. —No, Louis, eso
es tuyo. —Negó con la cabeza y se levantó del sofá.

—No, esto no me pertenece, Harry. No sé qué haré con ellos, así que por eso te los regreso.
—Un nudo enorme se formó en su garganta, cerrándola y quitándole las palabras de la boca.

—¿Tú no... los quieres? —Lucía asustado, miraba a Louis con terror absoluto.

Louis bajó la mirada y tragó saliva en seco. Ahora la televisión era solo un ruido insignificante que
llenaba el silencio. Era momento de decirlo todo. —Simplemente no puedo soportar otra
decepción... —habló mirando al suelo—, ¡no puedo soportar ver cómo te estás matando con
todas esas cosas! ¡No puedo ver cómo te lastimas a ti mismo con las drogas! Yo no planeo pasar
mi vida con alguien que está TAN metido en eso, que cualquier día puede decidir mandarme a
matar o mandar a matar a mi familia o amigos, ¡así como lo has hecho cada que quieres arreglar
un problema!

—¿Cómo quieres que esté? —Preguntó—, si he perdido todo lo que me importaba en la vida...
—¡ESO NO ES UNA JUSTIFICACION, HARRY! —Elevó la voz de una manera que logró tensar
aún más el ambiente, tomó un respiro y se tranquilizó—. Sólo he venido a entregarte esto, no
quiero discutir más contigo, ya no lo soporto. Me estás matando....

—¡TÚ ERES EL QUE ME ESTÁ MATANDO A MÍ! —Gritó acercándose a Louis se una manera
poco común.

—Basta, Harry... sólo tómalos —Cerró sus ojos fuertemente apretando los parpados.

—¡No, no estoy dispuesto a perderte tan fácil, Lou! —Los ataques de nervios de Harry
comenzaban a hacerse presentes, estaba entrando en pánico—. ¡TÚ ME PROMETISTE QUE ME
SACARIAS DE ESTO! ¡Y EN VEZ DE ESO CON TU RECHAZO ESTÁS PROVOCANDO QUE
ME QUIERA HUNDIR COMPLETAMENTE! ¡TÚ LO PROMETISTE, LOUIS!! ¡TÚ PROMETISTE
CASARTE CONMIGO! ¡ME DIJISTE QUE ME AMABAS Y ACEPTASTE SER EL RELLENO DE
MI TRIANGULO! ¿¡POR QUÉ MIERDA ME HACES ESTO!? —Estaba fuera de sí, tenía los ojos
enrojecidos y las venas del cuello saltadas.

—¡DIJE QUE PARES! ¡No dejaré que me hagas sentir culpable cuando es tu culpa que todo se
haya ido a la mierda! ¡Tú no confiaste en mí! ¡Tú no me contaste nada! ¡Te hiciste pasar por una
buena persona! ¡Cuando en realidad estás más jodido que todo el país junto!

—¡MIERDA, LOUIS, TÚ LO PROMETISTE!

—¡PUES RETIRO MI PROMESA! ¿¡DE ACUERDO!? NO ME CASARÉ CONTIGO, NO TE


SACARÉ DE LAS DROGAS, ¿¡SABES POR QUÉ?! Porque no puedo, no puedo y no quiero, ya
no hay tiempo ni ganas. Creo que lo mejor que puedes hacer es olvidarte completamente de que
conociste a una persona llamada Louis Tomlinson. —Tenía sus ojos completamente cristalizados
pero no lloraba.

Por otro lado Harry ni siquiera había notado que estaba hecho un mar de lágrimas. —¿Me
quieres? —Preguntó haciendo que Louis lo mirara con los ojos muy abiertos—. ¡Contéstame,
Louis, ¿¡ME QUIERES ¡? ¿Me amas? ¡Dime si todo lo que me dijiste alguna vez fue cierto!

Mentir era una buena forma de convencerse a sí mismo de que todo terminaría. —Creo que sólo
estaba confundido... —La mirada de Harry se cambió por completo—. Creo que sólo fue una
experiencia nueva porque me hacías sentir placer. —Louis ni siquiera podía decirlo con los ojos
abiertos, mantenía sus ojos cerrados y hablaba rápidamente—. Pero me he dado cuenta que el
sexo puedes encontrarlo en todos lados, y el placer no significa amor.

—¿¡Qué!? Mierda Louis ¿¡qué mierda dices!? —Estaba completamente arruinado, las palabras
de Louis habían taladrado su cerebro—. Puede que el placer no signifique amor, pero tus besos
lo significan, tu piel lo significa, ¡tus caricias y hasta tus malditas palabras falsas lo significaron!

—¡ENTONCES LO SIENTO! Pero ya no puedo estar contigo, ni aquí en Cowell, ¡ya no queda
nada que podamos salvar! ¡Tú sabias perfectamente que no podemos estar juntos! ¿¡QUÉ HARÍA
TU FAMILIA SI SE ENTERA DE ESTO!? ¿¡TUS ENEMIGOS Y TUS COLEGAS!? Dios, Harry... tú
sabías que nunca podríamos estar en un lugar sin sentir que alguien nos pudiera estar
observando y en cualquier momento nos podrían matar... ¿¡Qué clase de mierda de vida sería
esa!?

—La vida que me hacías olvidar completamente cuando estabas conmigo...

Louis se quedó en silencio, después de un tiempo comenzó a negar con la cabeza y dejó los
anillos sobre la mesa. —Esto ha terminado, Harry. Eso es todo lo que tenía que decir. —Se dio la
vuelta y trató de salir del lugar.

Harry se acercó rápidamente hacia él y lo frenó del brazo muy fuertemente. —Tendrás que
rogarme para que te haga esto más fácil.... No te libraras de mí, Louis... te juro que no me
olvidaras nunca... —Sus palabras llegaban a dar miedo simplemente por el odio en sus ojos—.
¡Aléjate de Payne si no quieres que todo esto termine en una tragedia!

—¿¡Qué vas a hacer, eh!? —Trató de zafarse, pero una vez más Harry fue más fuerte que él—.
¿¡vas a matar a Liam o qué!? ¿¡Vas a matar a cada persona que se acerque a mí!?

—No bebé, yo no me ensuciaría las manos con nadie... —Lo fue soltando lentamente—, que no
seas tú... —Se dio la vuelta con una sonrisa y se encerró en su habitación dejando a Louis
completamente alborotado.
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Bueno, estos días han sido muy difíciles para todos nosotros. Es por eso que quiero dedicar esta
frase de mi novela al chico que de un día para otro decidió dejarnos.

“¿Cómo le haces para despedirte de la única persona que te ha hecho sentir vivo? ¿Cómo
puedes dejar ir a alguien que significó tanta felicidad en tu vida? Primero te destruyes el corazón,
y después, cuando ya no queda nada qué sentir, lo dejas ir...”

Espero que todos estén muy bien y que podamos aceptar que ha sido por su bien, por su propia
felicidad. No sé por qué digo esto, pero realmente quería mencionarlo y expresar que estoy junto
a ustedes en esto.

Un beso xx

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Capítulo 47

Capítulo 47

Sábado 7:30 am

Liam se encontraba en su habitación dando una última revisión a su equipaje. Se aseguró de


llevar todos sus documentos como el pasaporte y su visa americana, al igual que los boletos de
avión. Estaba listo para irse y Louis recién le había mandado un mensaje avisándole que ya
estaba en esperándolo en el automóvil. Habían decidido no salir juntos por si llegaban a
encontrarse con Harry Styles o cualquier otra persona.

Tomó sus maletas, trataba de no llevar un equipaje muy grande ya que prefería dejar la mayoría
de sus cosas en Cowell y continuar pagando la colegiatura para que no le quitaran el dormitorio
dentro de la academia por si algún día se veía en la necesidad de volver.

Salió del apartamento e intentó no hacer ningún ruido, era sábado por la mañana y lo más
probable era que todos ahí estuvieran durmiendo, sin embargo no se arriesgaría a despertar a
alguien y tener que dar explicaciones acerca de sus maletas y su manera de salir de la academia.

Cruzó todo el jardín principal hasta llegar a la puerta de la academia. Miró a su alrededor para
asegurarse de que nadie lo estuviera mirando y dio un suspiro al mismo tiempo que cerraba sus
ojos. Él no tenía nada que perder en Cowell y aunque se sintiera culpable de dejar todo así, de
esa manera tan irresponsable, no le importaba, haría lo que le fuese posible por ver a Louis estar
bien. Estaba convencido de que eso se trataba el amor.

—¿Liam? —Escuchó a sus espaldas una voz con ese acento irlandés que últimamente le parecía
muy familiar.

Tragó saliva, llevaba evitando a Niall toda la semana, pues no se sentía lo suficientemente
valiente para mirarlo a los ojos después de lo que había pasado días antes en su habitación. Se
dio media vuelta lentamente con una falsa sonrisa. —Hola, Niall. —Intentó esconder su equipaje y
fue inútil, el chico ya lo había notado.

—¿Saldrás de viaje? —Preguntó señalando las maletas con un movimiento de cabeza.

—Bueno, sí, sí, supongo —balbuceaba—, será algo rápido. —Sonrió nervioso y al instante desvió
su mirada sintiéndose como un idiota.

—Bien. —Le regresó la sonrisa, él también parecía incomodo al igual que el castaño. Llevaba
ropa deportiva y estaba sudado, dando a entender que había salido a correr.
Liam lo miró, tenía la necesidad de contarle lo que en realidad estaba a punto de hacer. No veía
justo irse diciendo mentiras. —Niall... Hay algo que tengo que decirte. —Mencionó, lo consideraba
muy buen amigo y sentía mucha pena por nunca haber podido corresponder a su amor como
hubiese querido.

La expresión del irlandés se tensó, pudo deducir gracias a los ojos de Liam que no se trataba de
nada bueno. —¿Qué ocurre?

—Antes que nada déjame pedirte perdón por lo que pasó la semana pasada en mi habitación, yo
estaba muy... —Hablaba avergonzado cuando Niall interrumpió.

—Oh, déjalo, no importa, estoy consciente que sólo fue un momento de calentura y listo, ya fue.
—Intentó darle una sonrisa que se rompió al instante. Realmente no quería escuchar a Liam
decir que se arrepentía de lo que había hecho con él.

Sintió un remolino de palabras subir por su garganta y terminó diciendo toda la verdad. —Me voy
a ir de Cowell, no creo volver en mucho tiempo. —Le dijo y cerró sus ojos fuertemente.

—¿Perdón? —Frunció el ceño confundido y esperó a que Liam se explicara.

—No pienso volver de este “viaje”.

—¿Por qué, Li? —Elevó el tono de su voz—. Por favor dime que no tiene nada que ver con lo que
pasó entre nosotros...

—Entre nosotros no pasó nada —Le dijo—, ni siquiera se le puede llamar sexo, yo estaba ebrio y
eso no fue algo real. —No quería lastimarlo pero tampoco quería que éste continuara haciéndose
ilusiones de algo que nunca pasaría.

Niall bajó la mirada, las palabras del castaño dolían. —No me volveré a acercar a ti, lo juro, pero
no te vayas, por favor... —Susurró, no le importaría rogarle como último recurso—. Si yo soy el
culpable de tu decisión te juro que haré el sacrificio de no acercarme a ti, no te vayas.
—No, no, no, Niall. —Liam intentó arreglarlo—. No es por ti, esto no tiene nada que ver contigo,
absolutamente nada.

—¿¡Entonces por qué te vas?!

—Porque Lou me necesita. —No le mentiría, no sentía ningún remordimiento por estar yéndose
para ayudar a la persona que amaba y no le importaba que los demás lo supieran.

—¿“Lou”? —Preguntó, parecía molesto e impresionado por lo que acababa de escuchar. Liam
asintió con la cabeza—. ¿¡Estás tratando de decirme que te vas con Tomlinson!?

—Sí. —Asintió y tomó su equipaje que yacía sobre el suelo—. Y en todo caso no creo que eso
deba ser algo que te importe, no es tu asunto. —Se dio vuelta y trató de irse.

—¡Sí, Liam, sí es mi asunto! —Lo frenó tomándolo del brazo—. ¡Sí es de mi incumbencia porque
todo lo que haces tú me importa, porque todo lo que dices o te pasa me afecta! —Su mirada
estaba llena de desesperación, él sabía que Louis estaba metido con Styles y eso podía ser muy
peligroso para Liam si se iba con ese chico—. ¡No puedes venir aquí y decirme que "te vas" así
de simple! ¡No es justo!

—¿¡Por qué no es justo, eh, Niall!?

—¡Porque no es justo que dañes a las personas que te quieren! —Sus ojos se cristalizaron
completamente y miró hacia otro lado para evitar que Liam lo notara. Trató de tranquilizarse
dando un fuerte respiro—. Mierda, Liam... ¿Te das cuenta de lo que puede pasar si tú te vas con
Tomlinson?

—Sí, sí lo sé, pero tampoco me voy a reprimir por miedo a lo que pueda pasar. Eso sería dejar
que Styles ganara sin siquiera darle una pelea.
—Él es alguien muy peligroso, tú no sabes lo que...

—Sí, Niall, sí lo sé, y no me importa. —Interrumpió sintiéndose completamente seguro de lo que


decía.

Se hizo silencio durante algunos segundos, Niall miraba a Liam y buscaba desesperadamente las
palabras que lo ayudaran a convencerlo para que no se fuera. —No puedes hacer eso... —Volvió
a rogar.

—Perdón, Niall, en serio. —Se acercó a él y colocó su mano sobre el hombro del chico.

—¿Entonces es un hecho?

—Sí.

—¿Y estás consciente de que al hacer esto dañarás a muchas personas?

—Sí.

—¿Eso no cambia nada?

—No, lo siento mucho.

—De acuerdo, Liam. —Se alejó de él y comenzó a negar con la cabeza mientras reía
irónicamente—. ¿¡Entonces ahora qué?!

—Ahora me voy. Suerte, Niall. —Lo envolvió en un sincero abrazo y el chico se rehusó a
devolverle el gesto, pero al cabo de unos segundos se rindió y lo apretó contra su cuerpo lo más
fuerte que pudo.
—No lo hagas, Li... Por favor... —Susurró escondiendo su rostro en el cuello del castaño—.
Tengo miedo, Liam, tengo miedo de que algo pueda pasarte, te estás llevando a alguien que
pertenece a Styles y eso es como echarte una soga al cuello.

—Voy a estar bien, Niall, no te preocupes, te prometo que lo estaré.

—Te amo. —Sus palabras habían salido de su boca sin avisar, en esos momentos no podía
pensar en otra cosa—. Mierda, eso es lo único que puedo decir. —Lo abrazó con más fuerza e
hizo su mayor intento por no soltarse a llorar. Liam se encontraba en silencio, no tenía ni idea de
qué decir o hacer—. Sólo te pido una cosa... —Se separó y lo miró a los ojos.

—Dime.

—Dame un maldito beso. Un beso real, un beso que me haga sentirte, un beso que me haga
recordarte por siempre. —Sentía sus labios palpitar, nunca había deseado tanto hacer algo como
en ese momento deseaba besar los labios de Liam.

—No sé si sea correcto, Niall... —Susurró, sin embargo no hizo ningún intento por alejarse.

—Sólo uno, por favor. —Rogó y esta vez ya no pudo controlarse más, se acercó a la boca del
castaño y lo besó lentamente. No hubo necesidad de meter lengua durante el beso, sólo era un
contacto entre sus labios. Niall chupaba el labio inferior de Liam dándole un leve masaje—. No
quiero olvidarte nunca... —Le dijo entre el beso y Liam colocó sus manos rodeando el cuello del
irlandés sin dejar de besarlo.

------------------------
Louis llevaba más de 10 minutos esperando en ese automóvil y Liam aún no se aparecía. Estaba
sumamente asustado y se sentía completamente roto. Quería dormir y no despertar hasta que se
encontraran ya en América para no poder arrepentirse de lo que estaba a punto de hacer.

Las amenazas de Harry no le ayudaban mucho y su miedo porque él se atreviera a hacerle algún
daño cada vez subía más. Por el tiempo que llevaba conociéndolo estaba completamente
consciente de que sería capaz de hacer cualquier cosa sólo por ganar la partida.

Era extraño, pero el amor se había remplazado por un miedo enorme que inundaba su cuerpo
con tan sólo recordar el nombre de "Harry Styles"

Estaba convencido de que irse era la única manera de huir de eso. Tenía que alejarse de Harry
antes de que las cosas para ellos terminaran mucho peor. Eso no era amor, el amor no dolía de
esa manera, no asustaba, no amenazaba, no obligaba, lo que ellos tenían era otra cosa, algo
extraño y difícil de definir.

Sacó su móvil y escribió un mensaje a Harry, necesitaba hacerlo.

"Quisiera no tener que escribirte esto por un mensaje, sino poder decírtelo en la cara, pero tú
mismo sabes que me es imposible hablar contigo. Sólo quiero darte las gracias por todos los
buenos momentos que pasé junto a ti. Te juro que fueron muy buenos, que fueron los mejores. Te
deseo lo mejor, Harry. "

Quiso escribir al final del mensaje la frase "te amo" pero era algo completamente incorrecto. Lo
mandó y recargó su cabeza contra la ventana del automóvil, eso era cada vez más difícil.

Su móvil vibró y rápidamente abrió el mensaje en respuesta al último que acaba de mandar.
"¿Dónde estás? Quiero verte, necesito arreglar esta mierda, necesito que todo vuelva a ser como
antes."

"Yo no, realmente no quiero volver a nada de eso. No quiero pasar tardes enteras encerrados en
tu habitación por miedo de cometer el más mínimo error que te vuelva loco.”

"Podemos hacer lo que quieras, lo que TÚ quieras, pero juntos, por favor."

"Déjalo, Harry, ya es tarde. No insistas, no hay nada que puedas hacer para volver a tenerme."

"¿Estás seguro?"

"Sí."

“Haría cualquier cosa que tuviera en mis manos para tenerte, aunque sea algo incorrecto o ilegal,
deberías sentir miedo de este amor tan grande que te tengo.”

Borró el último mensaje y no respondió. Cerró sus ojos fuertemente y trató de relajarse, las
amenazas de ese hombre lo estaban volviendo loco.

Estuvo a punto de llamar a Liam para preguntarle qué pasaba con él cuando la puerta del auto se
abrió y éste entró un poco alborotado. —Disculpa, Lou, me he entretenido en algo. —Louis se
quedó mirándolo, llevaba los labios muy hinchados y unas manchas rojas por debajo de los ojos
dándole a entender que había llorado.

—¿Todo bien? —Preguntó sin dejar de observarlo.

—Sí, todo bien. —Le dio una falsa sonrisa—. ¿Tú?

—Sí... —Sabía que Liam mentía.

—De acuerdo, ¿estás listo ya? ¿Todo tu equipaje está en el maletero?

—Sí...

—Entonces vámonos, no queremos perder el avión ¿cierto?

—Cierto. —Sonrió y se colocó el cinturón de seguridad en cuanto Liam encendió el automóvil.


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Harry esperó a que Louis contestara su mensaje, sin embargo la respuesta nunca llegó. Aunque
tratara de dejar sus amenazas de lado, el miedo de perderlo para siempre comenzaba a inundar
su cabeza impidiendo que encontrara otra manera de mantenerlo a su lado. Lo que sentía por
Louis era un sentimiento completamente enfermizo, antinatural.

Él sabía las oportunidades que le estaba quitando a un hombre tan maravilloso como Louis al
obligarlo a estar con él, Harry era una mala persona, una persona que seguramente terminaría
muerto o en la prisión, mientras que Louis todavía tenía la oportunidad de tener un futuro.

La situación de las drogas en la vida de Harry se hacía cada vez más grave, ya no solo fumaba
tabaco o inhalaba cocaína, además de que lo hacía en grandes cantidades, había comenzado a
calmar su mente fumando otras hierbas con un efecto más prolongado a la marihuana, tales
como la salvia. Lo más grave del asunto es que esa hierba muchas veces lo hacía entrar a un
estado en donde las cosas malas que pasaban en su vida se hacían más graves y terminaba
teniendo alucinaciones que le causaban grandes daños psicológicos.

Pero en todo caso, ¿qué otro daño podría tener Harry? ¿Qué más le podía pasar? Él había
entrado a una mentalidad completamente suicida desde que se había separado de Louis. Las dos
semanas que habían pasado desde eso habían sido como un gran infierno difícil de llevar,
simplemente no quería perderlo, no quería que lo dejara, no quería perder la única felicidad en su
vida.

Recibió una llamada de su padre y la negó al instante. Volvió a llamar y volvió a negarla. La
acción se repitió tres veces más hasta que Harry no soportó y terminó respondiendo el teléfono.
—¿¡QUÉ QUIERES, PADRE!? —Gritó, en esos momentos tenía varias sustancias cruzadas y su
agresividad estaba en su éxtasis.
—Qué raro que estés de mal humor... —Mencionó su padre con un tono de voz burlesco.

—Sólo dime qué mierda quieres....

—Tranquilo, hijo, eres muy joven para estar tan amargado—. Se escuchó una risita—. Pero eso
no es lo importante, sólo llamaba para avisarte que esta misma tarde se hará lo que me has
pedido.

—¿Eh? —Su cabeza estaba concentrada únicamente en Louis y todo lo demás le daba igual.

—Que hoy le daremos una lección al tal "Payne", mis hombres lo están observando en estos
momentos. Me han avisado que está en el aeropuerto de Londres.

—¿Qué es lo que le harán? —Hablar de eso con su padre era lo más natural que podía existir
para Harry. Ni siquiera le perturbaba la idea de que lastimaría a una persona que no tenía
ninguna culpa de lo que pasaba.

—Unos cuantos golpes, nada grave, hijo. Le dejaremos claro que no se acerque a ti... o a tu
amigo.

—Está bien, pero por favor que no sepa que yo tengo algo que ver en eso, me meterían en
problemas.

—¿Y cómo se supone que lograré eso? ¿No se supone que ya es muy obvio que tú quieres
deshacerte de él?

—No me importa como lo hagas. Sólo hazlo y ya.

—Será un trabajo discreto entonces.

—Bien. —Colgó la llamada y volvió a su estado de relajación provocado por la droga.


Louis.

Louis, Louis estaba con Liam.

Se levantó del sofá al instante y comenzó a sentir que su corazón palpitaba con fuerza, estaba
seguro de que Louis estaba con Liam en esos momentos y su cuerpo se inundó de miedo, de
nuevo sintió ese temor oprimir su pecho, el mismo que sintió la vez que se llevaron a Louis
secuestrado, sin embargo esta vez sería totalmente su responsabilidad si algo le pasaba, y él no
estaba ahí para protegerlo.

-------------------------

10:30 pm

Ya habían documentado equipaje, su vuelo saldría en 1 hora. Todo estaba listo, a partir de ese
momento todo terminaría, Louis tendría que dejar por completo su vida y aprender a vivir sin
Harry.

Miraba a todos lados con la esperanza de que el rizado pudiera ir a buscarlo para pedirle que se
quedara con él, y era sumamente estúpido porque sabía que terminaría cayendo rendido a sus
pies, como siempre lo había hecho.

Liam había estado demasiado serio durante todo ese tiempo, apenas mencionaba palabras y
tenía la mirada muy perdida. Parecía que algo más importante ocupaba su mente.

Los chicos se encontraban sentados en la sala de abordaje, esperando a que los llamaran para
abordar el avión, ninguno de los dos mencionaba alguna palabra, se miraban rara vez y con eso
sólo sonreían falsamente para intentar ocultar su verdadera inseguridad.

—Liam... —Mencionó Louis después de varios minutos, rompiendo el silencio.

—Dime. —Él ojeaba una revista lentamente y mascaba chicle abriendo constantemente la boca.

—¿Estás seguro de que quieres hacer esto? —Preguntó entre dientes.

Liam lo miró elevando las cejas. —Si estoy aquí es porque estoy seguro. ¿Tu situación es
diferente?

—No —Respondió al instante—, yo también estoy seguro. —Sonrió y se acomodó en su silla.

—¿Entonces por qué la pregunta?

—Es sólo que te noto muy raro. —Confesó, era verdad, Liam no actuaba como comúnmente lo
hacía, era muy notorio que algo le estaba ocurriendo—. ¿Está todo bien?

—Sí, Louis. Todo está bien. —Susurró y volvió su mirada hacia la revista.

—Pero... —Intentó decir cuando su móvil comenzó a sonar.


—Contesta.

Rodé los ojos y no le quedó otra opción que tomar la llamada. —¿Hola?

—¿¡En dónde estás!? —Reconoció esa voz al instante. Harry sonaba demasiado alterado, pero
no era extraño en él, probablemente estaba ahogado en las drogas como comúnmente.

—¿Qué quieres ahora? —Susurró, no quería que Liam se diera cuenta de que hablaba con él.

—¡¿DÓNDE MIERDA ESTÁS!?

—¿¡Qué te importa, Harry!? ¿¡Por qué no paras esto de una maldita vez!? —Se levantó y caminó
lejos del castaño para poder hablar con mayor confianza.

—¡DIME POR FAVOR QUE NO ESTÁS CON PAYNE EN EL AEROPUERTO! —Mencionó y


Louis sintió un escalofrió recorrer su cuerpo—. ¡LOUIS, MALDITA SEA, DIME QUE NO ESTÁS
CON LIAM!

Colgó la llamada rápidamente, le asustaba que Harry continuara gritándole, tenía demasiado
pánico y esas amenazas lo estaban sacando de sí. Dio un profundo respiro, después de que se
subiera a ese avión toda esa mierda terminaría.

—Louis, ese es nuestro vuelo. —Escuchó a Liam sacarlo completamente de sus pensamientos—.
¿Algún problema? —Preguntó refiriéndose a la llamada que acababa de recibir.

—No. —Suspiró y le regaló una sonrisa tratando de fingir que todo estaba bien.

Caminaron hasta la fila donde se encontraba toda la gente que viajaría en su mismo vuelo.
Continuaban sin hablar mucho entre ellos. Tal vez sólo estaban esperando a salir de Londres
para sentirse seguros.
Cuando tocó su turno en la fila, Louis fue el primero en mostrar su boleto y pasaporte, lo dejaron
pasar y esperó a Liam con una sonrisa nerviosa.

Liam de igual manera mostró sus documentos y durante esos momentos Louis notó cómo el
hombre que los revisaba hacía una seña a un hombre de seguridad que se encontraba en una
esquina del lugar, éste se acercó hacia los chicos.

—¿Ocurre algo? —Preguntó Louis sin dejar de observar al extraño hombre de seguridad.

—Tendrás que acompañarlo. —Mencionó el empleado del aeropuerto a Liam al mismo tiempo
que le entregaba sus documentos al hombre de seguridad.

—¿¡Qué, por qué!? —Fue demasiado extraño, Liam estaba seguro de que no había ningún
problema con su pasaporte o su boleto de abordaje—. ¡Viajé la semana pasada y no tuve ningún
problema, debe haber un error, revise de nuevo!

—Tendrás que acompañarme. —El hombre tomó a Liam del brazo y comenzó a jalarlo junto a él.
Algunos otros pasajeros miraban la escena con curiosidad.

—Espera, iré contigo. —Aclaró Louis saliéndose de la fila y colocándose a un lado de Liam, los
hombres se miraron entre ellos en señal de duda—. ¡Vamos! ¡Arreglemos este problema rápido
que tenemos que tomar un avión! —Exigió.

Comenzaron a caminar por un pasillo oculto del aeropuerto que los sacó directamente hacia la
pista de aterrizaje, era como si los estuvieran sacando del lugar con un propósito. Louis miraba
todo atentamente, algo raro sentía en el ambiente, no era normal que los sacaran a la pista, no
estaba permitido por motivos de seguridad.

El hombre que los acompañaba sacó su móvil e hizo una llamada en claves para evitar que los
chicos supieran de qué estaba hablando y eso fue suficiente para que Louis pudiera darse cuenta
de lo que en realidad estaba pasando.

Sintió cómo su corazón comenzaba a palpitar con fuerza, no había problema con el pasaporte de
Liam, no los llevaban a aclarar ese asunto y ese hombre en realidad no trabajaba para el
aeropuerto.

Todo giraba en torno a Harry y sus amenazas, querían a Liam.

Louis no supo qué decir o hacer, miró a su alrededor y se dio cuenta que había 3 hombres
armados que los seguían. Los estaban llevando a uno de los lugares donde se guardaban los
aviones privados como en el que habían viajado Louis y Harry para ir a Ibiza.

Tragó saliva y trató de pensar con la cabeza fría. Les sería imposible huir o gritar por ayuda, el
ruido de los aviones era demasiado fuerte.

—Liam, tenemos que volver al aeropuerto... —Susurró entre dientes. Estaba entrando en pánico y
al mismo tiempo intentaba convencerse a sí mismo de que Harry no se atrevería a hacerle daño.

Lo miró confundido. —¿Qué ocurre?

Tardó en responder, negaba con su cabeza. —Harry. —Le dijo sintiendo mucho dolor al
mencionarlo, él era el motivo por el cual estaban a punto de sufrir un atentado.

—¿Harry? ¿Qué ocurre con él?

—Él te quiere hacer daño. Estos hombres trabajan para él. —Cerró los ojos fuertemente y tomó
su mano—. No había ningún problema con tu pasaporte, ellos iban directamente por ti.

Liam dejó de caminar y lo miró por unos segundos. —No ahora, Louis. —Mencionó con rabia—.
Esto no es justo. —Podía notarse su miedo al mencionar aquellas palabras. Apretó la mano de
Louis y se dio media vuelta ignorando completamente a los hombres. Estaba dispuesto a volver al
aeropuerto sin importar qué.

—¡Hey! ¿¡Adónde van!? ¡No es en esa dirección! —Mencionó el hombre que los guiaba y Liam
apresuró el paso.
—Cuando te diga que corras, lo harás ¿de acuerdo? —Susurró muy bajo. La adrenalina
comenzaba a llegar a sus cuerpos.

—¿¡Qué!? ¡No!

—Sólo hazlo, Lou...

—¡No, Liam! —Estaba muriendo en el miedo, era imposible que pudieran volver a la sala de
abordaje, los hombres de Harry los tenían rodeados.

—¡HAZLO, MIERDA!

—¡NO!

Louis sintió una mano detenerlo por detrás y pronto dos hombres más aparecieron frente a ellos.
Para esos momentos ya sabían lo que les esperaba y no tenían nada que perder.

—Suéltalo. —Habló Liam algo nervioso al notar que tenían sujeto a Louis—. Ya no queremos
viajar, sólo olvide lo del pasaporte. —Apenas podía hablar, su voz se hacía hilo con tan sólo mirar
las armas que esos hombres portaban.

—Creí que ya sabían de qué se trataba esto. —Comentó uno de ellos y explotaron en risas.

Louis tragó saliva, sentía que su corazón se detendría en cualquier momento, pero tenía que
mantener la calma y hacer todo lo que esos hombres ordenaran, conocía a Harry.

—¡Déjenos pasar! —Gritó Liam y empujó a uno de los hombres con fuerza.

—¡Liam, detente! —Trató de tranquilizarlo, comportarse de esa manera sólo empeoraría las
cosas y en esos momentos su vida colgaba de un hilo que Harry Styles controlaba.

-----------------------

Escuchó un disparo tronar en el aire, no podía procesar todo lo que estaba pasando.

Su vista se nubló y un dolor demasiado intenso aturdió su mente haciéndolo caer directamente
contra el suelo, golpeándose la cabeza fuertemente. Comenzó a quedar inconsciente.

Sintió algo húmedo mojar sus manos, trató de mirarlas y notó que el líquido tenía un color rojo
intenso, evidentemente era sangre.

Perdió completamente la razón en ese momento y no pudo saber qué más pasaba.

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-3

—Vale xx

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Capitulo 48

Capítulo 48

La situación en la que se encontraba era cada vez más grave, no sólo por estar arrestado por la
ley, sino que todo en su cabeza comenzaba a deteriorarse, dejándolo en un estado de shock
absoluto donde no era capaz de reaccionar a lo que había pasado.

—Necesito que me cuentes qué fue exactamente lo que pasó. —Pidió una vez más el policía que
llevaba interrogándolo por poco más de dos horas. Comenzaba a desesperarse, pues no había
logrado conseguir mucha información de parte de Louis.

Estar en una interrogación policiaca no era parecido a como el chico lo había visto en la
televisión, era incluso más aterrador. Se encontraban en una habitación muy pequeña que
únicamente contenía dos sillas y una mesa, la luz era muy baja y las paredes estaban pintadas de
color gris, era como si todo eso estuviera diseñado para asustar más a sus reos.
—Yo no sé nada... —Susurró, tenía la mirada perdida y muy poca fuerza al hablar.

El hombre dio un leve golpe de frustración en la mesa y después dio un profundo respiro. —Mira,
chico, sólo quiero que me expliques qué fue exactamente lo que pasó. No te haremos nada, sólo
necesitamos saber lo que ocurrió para poder comenzar con las averiguaciones necesarias.
Estamos hablando de la muerte de una persona.

—Fue un asalto. —Habló sin cambiar su actitud, sus ojos se encontraban cristalizados pero no
lloraba—. Eso es todo lo que recuerdo, me golpearon en la cabeza y caí al suelo inconsciente,
cuando desperté ya estaban ustedes ahí.

—¿Un asalto? —Alzó las cejas sin poder creerlo—. ¿¡Estas tratado de decirme que todo lo que
pasó fue por un asalto!?

—Sí... —Louis estaba consciente que lo que ocurrió no había sido un asalto. Sabía quién había
mandado a esos hombres, sabía por qué los había mandado, sabía absolutamente todo y aunque
quisiera, no podía decir la verdad.

12 horas antes.

Rogó a Liam porque se tranquilizara, él sabía que si no cooperaban con esos hombres las cosas
saldrían peor. Eran mafiosos, no tenían leyes ni moral, no les importaba hacer daño a otras
personas con tal de ganar más dinero. Sin embargo sus suplicas fueron en vano, Liam se puso
aún más agresivo y los hombres se molestaron, Louis trató de hablar con ellos explicándoles que
seguro sería un error, les rogó que por favor los dejaran ir, pero ellos me dijeron que el señor
Edward Valencia los había mandado a dejarle claro a Liam Payne que se alejara de Louis
Tomlinson. Liam no comprendía nada de lo que pasaba, él estaba convencido de que se trataba
de una equivocación.

Los hombres intentaron llevarse a Louis del lugar y eso provocó que Liam reaccionara de una
peor manera, estaba perdiendo el control de su ira. Actuaba como loco, nunca se había mostrado
tan agresivo.

En todo caso su actitud era comprensible, él sabía que esos hombres iban tras él y que lo más
seguro era que terminarían matándolo, y lo único que quería era sobrevivir a ese ataque,
realmente quería hacerlo.

Comenzó a golpear a un hombre y lo hizo de una forma en la que quedó inconsciente. Los otros
dos hombres también comenzaron a pelear con Liam y Louis trató de ayudarlo, sin embargo éste
recibió un golpe tan fuerte en la cabeza que lo aturdió por completo deteriorándole la vista y el
oído. Se dejó caer al suelo, continuaba escuchando gritos y maldiciones acompañados del ruido
que hacían los aviones, no lograba ver exactamente lo que estaba pasando, pero era claro que
Liam no había dejado de pelear con los hombres.

Louis pudo darse cuenta cuando el hombre que había quedado inconsciente despertaba, trató de
avisarle a Liam cuando vio que éste lo apuntaba desde el suelo con su arma. Intentó gritar,
intentó salvarlo y avisarle de lo que estaban a punto de hacer, sin embargo su boca se quedó
muda por el terror y sólo fue capaz de escuchar el ruido del gatillo pegar contra el metal de la
pistola, dándole a entender que había disparado.

Se hizo un silencio penetrante, se veía como los hombres le gritaban al que había disparado, pero
aun así no se escuchaba nada, ni siquiera el ruido de los aviones. Tapó su boca, mantenía sus
ojos fuertemente cerrados, pues no se atrevía a mirar lo que había pasado. Temblaba de pies a
cabeza y no sabía cuánto tiempo podría mantenerse así.

—¡No lo podemos dejar vivo, nos ha visto la cara! —Escuchó el grito de uno de los hombres.

De pronto todas las alarmas del aeropuerto de encendieron, el balazo había sido muy ruidoso y
seguramente había logrado escucharse en la zona de abordaje.

Louis miró cómo un hombre se acercaba hacia él y le daba un fuerte golpe en la cabeza con la
pistola, para después salir corriendo de la escena a toda velocidad.

Un dolor pulsaste se apoderó de su cabeza, poco a poco comenzó a perder la razón y sus ojos se
iban cerrando. Sintió humedad mojar su mano y la levantó para mirar de qué se trataba, se dio
cuenta de que la sangre de Liam se había comenzado a esparcir por todo el suelo. Le habían
disparado, y seguramente lo habían matado.

—No sé por qué siento que no estás siendo honesto conmigo. —Mencionó el policía mirándolo
directamente—. No veo motivos para que esos hombres hayan matado a tu amigo y a ti apenas
te hayan tocado.

La policía llegó a la escena segundos después, encontraron a Louis inconsciente y esperaron a


que llegara una ambulancia para que lo atendiera. El chico no había recibido ningún golpe grave y
no necesitaba ser hospitalizado. Lo llevaron a la comisaría al ya ser mayor de edad. Después
llamaron a sus padres y avisaron a los padres de Liam, pues tenían que estar ahí para recibir el
cuerpo de su hijo y dar algunas declaraciones.

Ahora sí, todo estaba hecho una total mierda. —Liam se puso muy agresivo, se resistió al asalto y
los hombres se pusieron nerviosos. Eso es todo lo que te puedo decir. —Le mantenía la mirada
para demostrarle que no se sentía intimidado.

Dejó salir un gran suspiro. —Mira, Louis, puede que ahora estés asustado y te niegues a hablar,
pero tienes que estar consciente que han matado a tu amigo y necesitamos saber quién lo ha
hecho o por qué, sus padres merecen saber las respuestas.
—Yo no sé nada, a mí me golpearon y Liam seguía vivo en esos momentos. —Mintió, una vez
más protegía a Harry por algo que no estaba bien—. No sé supe qué más pasó.

Miró a Louis fijamente y se dio cuenta de que tal vez el chico no mentía, además de que era
normal que estuviera en ese estado, pues acababa de pasar un horrible y perturbador momento.
—Está bien, puedes irte, pero tendremos que mantenerlos en contacto, si recuerdas algo tendrás
que decírmelo. —Se levantó y fue hacia la puerta para abrirla.

—De acuerdo. —Respondió levantándose de la silla y salió acompañado del policía.

Caminaron en completo silencio por un largo pasillo hasta llegar a la sala de esperas donde se
encontraban sus padres.

Su madre lo miró y corrió para abrazarlo. Fer también estaba con ella, lloraba, lloraba demasiado,
seguramente ya estaba enterada de lo de Liam. La mujer lo envolvió en un abrazo que Louis se
negó a regresar. —Oh, hijo, no sabes cuánto lo siento. —Acariciaba el cabello de su hijo
buscando darle consuelo—. Ni tú ni Liam merecían lo que les pasó.

Louis no contestó. Mantuvo los ojos abiertos durante el abrazo pero no miró a nadie. No quería
escuchar a nadie decirle lo mucho que lo “sentían” como si sus malditas palabras pudieran
arreglar algo.

—Necesito ir a Cowell —Susurró secamente, llevaba una actitud fría y poco común.

—Sí, mi amor. —Se separó del abrazo antes dejando un beso sobre la mejilla del chico—. Vamos
a ir a la academia pero antes iremos al velorio de Liam para apoyar a su familia. —Habló su
madre cariñosamente.

—No iremos a ese lugar, no pondré un pie ahí. —Se dio media vuelta, no quería continuar
escuchándola.

—¿Qué? ¿Por qué, Lou? —Lo miró muy confundida.


—Tengo que ir a Cowell. —La verdad era que no era tan fuerte para afrontar lo que estaba
pasando. No era tan fuerte para mirar a los padres de Liam llorando por su hijo, sabiendo que
realmente lo habían matado por su culpa. No era tan fuerte para caer en la realidad, y tampoco
quería serlo.

Estaba enojado con el mundo entero, sentía rabia en cada parte de su cuerpo. Quería llorar y
gritar sacando todo el coraje que sentía. Nunca se había sentido tan miserable como ese día,
nunca había tenido tanta necesidad de mandar todo a la mierda y cortarse las venas. Nunca
había odiado a una persona tanto como en esos momentos odiaba a Harry Styles, porque lo
odiaba, le repugnaba, y se daba asco a sí mismo por aun así continuar enamorado de una
persona tan inhumada como él.

—Tú tienes que despedirte de él...

—¡LLÉVAME A COWELL! —Gritó girándose de nuevo hacia su madre sin dejarla terminar lo que
decía. La mujer se sorprendió demasiado, sin embargo creyó entenderlo, no podía pedir que su
hijo se encontrara estable después de lo que había pasado.

—De acuerdo, Louis, iremos a Cowell. —Respondió.

Fer habló con la madre de Louis durante algunos momentos para después irse en otra dirección.

Comenzaron a caminar hacia el auto en completo silencio.

------------------------------
Louis estaba parado justo frente la puerta del dormitorio de Harry. Su cabeza estaba a punto de
explotar, el hecho que llevara reteniendo todas las lágrimas dentro de su cuerpo hacía que
sintiera que en cualquier momento podía caer al piso. No podía hacer nada, ni siquiera caer,
antes de haberle roto la cara a Harry por lo que había hecho. Quería golpearlo con todas sus
fuerzas, hacerlo pagar por lo que le había hecho a Liam, hacerlo pagar por todo el dolor que le
había provocado, por haber arruinado su relación, por haber destruido todo el amor que sentía
por él.

Se sentía como un zombie, no sentía un solo sentimiento en su cuerpo que no fuera rabia. Tenía
la cabeza caliente y la única cosa en la que pensaba era en la venganza.

¿De cuántas maneras es posible que alguien te demuestre lo mierda de persona que es y que tú
sigas completamente enamorado de él? Eso no era normal, no era natural destruirse de una
manera tan satisfactoria como la que Louis había encontrado con Harry.

Tal vez lo que más le molestaba era que Harry después de haber mandado a matar a Liam no
había sido lo suficientemente valiente para darle la cara, no se había atrevido a llamarlo o a
preguntar si quiera si él estaba bien.

Harry era la mierda más grande sobre la faz de la tierra, y Louis estaba enamorado de él. Harry lo
había tratado mal desde el principio, y Louis estaba enamorado de él. Harry lo había golpeado, y
Louis estaba enamorado de él. Harry lo había violado, y Louis estaba enamorado de él. Harry
había mandado a investigar a sus amigos, y Louis estaba enamorado de él. Harry era un
drogadicto, y Louis estaba enamorado de él.

No se molestó en golpear la puerta del apartamento. Sacó la llave que Harry le había entregado
meses atrás, cuando su relación estaba en su éxtasis de malditas mariposas y corazones, y entró
al lugar sin decir una sola palabra. Comenzó buscándolo en la cocina, después en la sala de
estar, en el baño y finalmente llegó hasta la habitación principal, trató de abrir la puerta pero ésta
se encontraba cerrada con llave.
Y entonces no pudo controlarse más. —¡ABRE! —Gritó dando un fuerte golpe con el puño de su
mano—, ¡ABRE LA MALDITA PUERTA, HARRY! —Comenzó a patear la madera mientras
descargaba toda la rabia que sentía—. ¡ABRE LA PUERTA, MALDITO COBARDE! ¡No sabes
cuánto te odio!

Mientras dejaba salir su frustración golpeando la puerta también dejó que sus lágrimas salieran
por primera vez en toda esa pesadilla que había vivido aquel día. Liberar su cuerpo de tanto dolor
le hacía bien.

Continuó golpeando hasta que sintió que sus fuerzas comenzaban a agotarse. Su llanto se hizo
más intenso y las lágrimas le impidieron la vista. —Mierda, sólo ábreme, Harry... —Dijo entre
sollozos mientras se recargaba contra la puerta de la habitación y se dejaba caer al suelo—.
Necesito verte... he pasado por lo peor que alguien puede llegar a pasar... y lo único que quiero
es ver tu rostro, que tus brazos me abracen y me digas que todo va a estar bien... —Hacía un
puchero enorme y la voz se le cortaba por el llanto. Recargó su cabeza contra sus rodillas y
continuó llorando—. Por favor... quiero verte. —Absorbía mucho moco y apenas podía hablar. El
Louis frío de minutos antes se había ido a la mierda, estando ahí se sentía demasiado vulnerable
y aceptaba su realidad, el amor que sentía por Harry era tan grande que incluso lo que había
pasado no era capaz de matarlo—. No importa todo el daño que has hecho... Yo te voy a seguir
queriendo como un idiota... Nada va a cambiar las cosas que hiciste y obviamente nada podrá
estar bien de nuevo, pero sólo por esta vez finjamos que todo está bien, que tú me quieres y yo te
quiero. Finjamos que nos casaremos y tendremos una bonita y larga vida juntos.

La puerta se abrió lentamente revelando a un hombre con los ojos completamente hinchados y
rojos. Harry se veía totalmente acabado. No era únicamente el llanto lo que había puesto a Harry
en ese estado, era también todo el alcohol y la droga que había ingerido las últimas horas a
causa de la culpa tan grande que sintió después de que su padre le llamara para informarle lo que
había sucedido en el aeropuerto.

Louis miró hacia arriba y sus miradas se quedaron conectadas por unos segundos. Y fue ahí
cuando se pudo comprender el gran amor que yacía entre ellos, esos chicos se miraban como si
tuvieran enfrente su mundo entero. Estaban enamorados de una manera tan intensa y enfermiza
que no sabían cómo llevarlo.

Harry mordía su labio inferior y miraba a Louis con mucha culpa y arrepentimiento. Se agachó
quedando hincado frente al chico y acarició su mejilla tímidamente, sentir la piel de su bebé de
nuevo era simplemente recordar que estaba vivo. Lo envolvió en un abrazo fuerte sin pedir
permiso, parecía que trataba de lograr que sus cuerpos se hicieran uno solo.

Louis lo abrazó por la espalda y recargó su cabeza en el cuello del rizado. Comenzó a llorar de
una manera demasiado exagerada, sin embargo real. Ya no lo hacía en silencio, ahora todo el
departamento estaba inundado del ruido de su llanto. —¡Dime por favor que hay una explicación
para esto! —Rogó—. ¡Dime que tú no tienes nada que ver con lo que pasó! —Lo apretaba con
fuerza contra su cuerpo—. Por favor, Harry... ¡Dime que tú no lo hiciste!

—Te juro, mi amor, que yo no quería que esto sucediera. —Harry temblaba demasiado, estaba
asustado de ver a Louis llorando de esa manera y lo peor del asunto era saber que él era el
causante de cualquier dolor que éste pudiera estar sintiendo. Quería arreglar las cosas de
cualquier manera pero no era capaz de hacerlo.

—¡No, tú no tienes nada que ver en esto! Por favor, Harry... Tú no eres un asesino... —Sabía que
era la verdad, pero prefería convencerse a sí mismo de una mentira que le daría un poco de
tranquilidad. —Tú no, Harry, no lo eres...

—¡Yo no podía soportar la idea de que tú no me amaras! ¡Me estoy muriendo, Louis! ¡Esto que
siento por ti me está matando! —Colocó su mano en su pecho y se dio un golpe contra éste—.
¡Ya no puedo con este amor, ya no puedo amarte de esta forma o voy a terminar muerto! —Su
tono de voz se escuchaba desesperado, Harry decía la verdad, por cada día que pasaba sentía
que se volvía más loco. Comenzaba a temer por su vida en una forma realista, tenía miedo de un
día perder a Louis y darse cuenta de que ya no podría continuar viviendo.

—¡Pero si eres lo que más he querido en la vida, Harry!

—Yo lo sé, mi amor... —El rizado se separó del abrazo y miró a Louis a los ojos. Limpió sus
lágrimas con mucho cuidado y besó sus parpados.

Louis comenzó a hablar. —Cuando llegaste a mi vida me llenaste de fe, todo se volvió perfecto.
—Comenzó a decir de una manera más calmada, respiraba hondo constantemente para
mantener la calma—. El sexo no tenía nada que ver con todo lo que sentía por ti. Todo es por ti,
Harry, todo lo que pasa, todo lo que siento, incluso todo lo que hago es por ti. Mi corazón está
palpitando sólo por ti.
Harry se acercó a su boca y comenzó a besarlo con un gran desespero, los días que había
estado sin besarlo habían sido como siglos. Louis colocó sus manos en las mejillas del rizado y
sintió la humedad de sus lágrimas. —Eres lo único que me mantiene vivo, Louis... —Le dijo entre
el beso—, eres lo único que puede salvarme. ¿¡Cómo es que te atreviste a decirme que no me
amabas!? —Lo abrazó con mucha más fuerza y pegó su frente contra la de éste.

—No quiero que hablemos de eso... No me hagas recordar lo que pasa en el mundo real...
—Volvió a la boca del rizado y esta vez lo besó un poco más húmedo—. Esta noche sólo quiero
sentirte... Sólo quiero recordar esos días en los que éramos tú y yo y nada más importaba.

—Sólo somos tú y yo, Louis... —Susurró Harry mientras comenzaba a deslizar sus manos por el
abdomen del mayor. Su boca fue viajando por las mejillas de Louis hasta llegar a su cuello y dejar
marcas por toda esa piel.

—Por siempre. —Gimió Louis ante las caricias del rizado—. ¿Lo recordarás?

Harry sonrió y asintió con su cabeza sin dejar de besarlo. —Quiero hacerte mío...

—Ya soy tuyo... —Recordó que esas palabras las habían vivido unos meses antes, cuando iban
de camino a la discoteca en Ibiza. Sonrió al recordar esos tiempos donde todo les valía una
mierda y lo único que querían era follar—, ¿que no te das cuenta? —Repitió exactamente lo
mismo que ese día.

—No sabes cuánto te he extrañado, no vuelvas a dejarme, Louis, no lo soportaría. —Habló


mientras lo tomaba de la cintura y lo levantaba junto con él. Lo abrazó demasiado fuerte y lo
cargó dirigiéndose hacia adentro de la habitación. Lo acostó sobre la cama y se colocó por
encima de él.

Continuaron besándose hasta agotar su oxígeno, Harry se separó y aprovechó la oportunidad


para quitar su camisa y después ayudarle a Louis con la suya. Volvió a él pero esta vez besó su
cuello, su pecho y su abdomen, le gustaba dejar chupetones por todo el cuerpo del mayor.
Louis mordía su labio haciendo que quedara blanco por apretarlo tan fuerte. ¿Cómo es que Harry
podía hacerlo sentir en el cielo únicamente con besos? —Quiero sentirte dentro de mí... —Gimió
levantando sus caderas, rogando por la atención de Harry en su latente erección.

Harry sonrió y subió a su boca. Metió su lengua en la boca de Louis y comenzó a masajear la
cavidad bucal del mayor con demasiada lujuria. Sus manos comenzaron a jugar con el cinturón
del chico.

Las manos de Louis se encontraban en la parte trasera del rizado, una adentro del pantalón y otra
por afuera, amaba tocarlo. Sonrió al escuchar un gemido salir de la boca del chico cuando metió
las dos manos dentro de su ropa y comenzó a acariciarlo más violentamente. —Harry... Harryyy...
Harry, Harry, Harry.... —Decía disfrutando las caricias que la boca del rizado le regalaban—.
Nosotros somos especiales... —Su voz estaba llena de excitación y su miembro le dolía
demasiado al estar aún bajo su ropa.

Harry tomó las manos de Louis y las aprisionó contra la cama justo a un lado de la cabeza de
éste. Después se quedó mirando ese triángulo que llevaba Louis en la muñeca. Su mirada se
llenó de tristeza, era imposible olvidar todo lo que estaba pasando. Comenzó acariciando con las
yemas de sus dedos la muñeca de Louis, no despegaba la mirada de ese tatuaje. Bajó su cabeza
y comenzó a besar el triángulo negro en la piel de Louis. Lo besó por un largo rato, después se
separó un poco y frotó su nariz contra el mismo. Olfateaba todo el olor de su piel y besaba miles
de veces ese bendito triángulo.

Louis se encontraba en silencio mirando cómo Harry le hacía el amor a su mano. Era una escena
hermosa.

Lo miró y trató de sonreírle, pero le fue imposible mantener su sonrisa por más de dos segundos.
—Somos especiales porque ambos nos necesitamos para estar completos. —Juntó su muñeca
con la de Louis haciendo que los triángulos de ambos quedarán encajando perfectamente entre
ellos, completando el uno con el otro—. Yo te amo. —Le dijo mirándolo a los ojos y entrelazó sus
dedos—. Nunca había amado a alguien como te amo a ti.

Mintió, él nunca había amado a nadie, todo nació ahí, entre ellos dos.

—Demuéstramelo... —Susurró Louis comenzando a desabrochar los pantalones de Harry


desesperado—. Por favor, quiero sentir tu amor... ¡Sólo necesito sentir tu amor!

Harry le ayudó a bajar su propio pantalón y después lo levantó un poco para retirar el de Louis.
—Lo haré, bonito... —Su voz ya se escuchaba ronca por la excitación y una erección yacía entre
sus piernas.

—Una vez más, Harry... —Louis rogaba y se frotaba contra la pierna del rizado demasiado
fuerte—. Sólo una vez más antes de que toda esta fantasía termine...

Harry masturbó su miembro unas cuantas veces antes de comenzar a penetrarlo con rudeza.

Y ahí estaban otra vez, el sexo era la única manera en la que ellos sabían expresar su amor
mientras que en sus acciones únicamente expresaban egoísmo y odio, ganas de venganza y
poder.

Por último:

Harry había mandado a matar a Liam, y Louis estaba enamorado de él.

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2capitulooooooOOOOOOOOOOOOoooooooooooooooOOOOOOOOOOOOOOOOOOOssssssss
ssSSSSSSSSSSSSSSS. Ah.

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Capitulo 49

PARA ESTE CAPITULO ES IMPORTANTE REPRODUCIR LA CANCION "ANGELS" DE "THE X


X"

LINK: http://www.youtube.com/watch?v=_nW5AF0m9Zw

Capítulo 49

Desperté entre sus brazos, el rayo de luz del amanecer entró por la ventana dándome
directamente al rostro y haciéndome despertar. Abrí poco a poco los ojos y di un gran respiro al
darme cuenta del lugar en donde me encontraba.
Intenté estirarme un poco para despertar mejor y al instante Harry me impidió el movimiento
apretándome con fuerza hacia su cuerpo, él continuaba dormido y sin embargo era consciente de
que no debía soltarme. Su piel rozaba contra la mía, su respiración golpeaba mi oído, sentía los
latidos de su corazón vibrar en mi pecho.

Me giré de modo en el que quedara mi rostro frente al suyo y estuve observándolo en completo
silencio. Cuando él dormía no parecía el monstruo que en realidad era, no parecía el joven
drogadicto y violento de siempre, mientras dormía parecía el Harry que vivía en mi imaginación, el
Harry del cual me había enamorado.

Lo que sentía por Harry era como un amor atómico, había algo en éste que me hacía darme
cuenta que en cualquier momento explotaría matando todo a su paso. Me estaba volviendo loco y
me alegraba no ser el único, sabía que a Harry le pasaba igual. Estábamos viviendo algo que
ninguno de los dos era capaz de controlar.

Comencé a acariciar su cabello lentamente, respiraba todo su aroma y me sentía en el cielo.


Había vivido esa escena decenas de veces, yo siempre volvía a sus brazos sin importar el daño
que él hiciera. Y realmente no era necesario explicar por qué lo hacía, nadie podría comprenderlo
porque incluso yo tampoco lo hacía. No era necesario explicar por qué estaba tan locamente
enamorado de Harry Styles, porque sería absurdo.

Creía en él, en sus palabras, en su amor, en la manera en la que me miraba, en todo lo que él me
dijera para retenerme a su lado, estaba enamorado de un chico que lo único que podía
prometerme era la destrucción de mí mismo.

Y si ellos pudieran comprender por qué lo amaba tanto, estarían tan enamorados de él como yo lo
estaba.

Él tocó mi corazón, tocó mi alma, lo logró sin siquiera hacer un esfuerzo y con una simple sonrisa.

Lo miraba dormir y parecía tan vulnerable, realmente quería grabarme esa escena en la cabeza
para siempre, despertar a su lado todos los días de mi vida. Sin embargo eso no estaba a mi
alcance, por desgracia era algo imposible.
No había podido dormir en toda la noche pensando en que estaba a punto de hacer con mi vida,
en cómo haría para reparar el gran desastre que Harry Styles había hecho en apenas unos
meses. Tenía que ponerme de pie y rescatar lo que aún me quedaba.

Había llamado a mi única amiga, Fer, a media noche sin importarme la hora. Tenía la necesidad
enorme de explicarle todo lo que había pasado, tanto con Harry como con Liam, le hablé acerca
de todo, de mis sentimientos, de mis planes, de mis miedos y de mis esperanzas. Ella no pareció
muy sorprendida y estuvo de acuerdo en ayudarme. Sonaba muy convencida por lo que juntos
haríamos para salir de esa pesadilla que ambos estábamos viviendo. Yo no era el único que
necesitaba desaparecer de ese mundo.

Lo que estaba a punto de hacer era demasiado grave pero necesario, yo le había prometido que
nunca le haría daño, y sin embargo estaba por hacerle algo de lo cual le sería muy difícil salir,
pero confiaba que él sería lo suficientemente fuerte para poder continuar tras mi partida.

Era algo necesario, algo vital. Tenía que hacerlo si quería seguir sano y salvo.

Harry había sido claro con las cosas que era capaz de hacer con tal de retenerme a su lado,
había demostrado su poder y lo fácil que le era conseguir lo que quería. Yo podía quedarme con
él, pero eso no sería justo para las personas que me rodeaban, y que por desgracia, saldrían muy
comprometidas si algo malo volvía a pasar por mi culpa.

No podía permitir que alguien más muriera en nombre de ese amor tan enfermizo que había
nacido entre nosotros.

Liam estaba muerto y eso era más que suficiente para demostrar que un amor que mata no es
algo bueno. Harry era un asco, era una mierda y yo lo odiaba, lo odiaba demasiado. Era increíble
lo mucho que esa persona me había hecho llorar en tan poco tiempo.

Lo odiaba, lo detestaba, detestaba sus brazos, detestaba su respiración en mi piel, su hermosa


boca y las caricias que me regala, detestaba lo que era, detestaba el apellido de su familia y lo
que implicaba, detestaba que me hiciera llorar. Y sin embargo lo que más detestaba de él era
que me hiciera amarlo tanto.
Me perdí en él.

Hacía unos meses no conocía el significado de la palabra dolor, para después de sentirlo éste
fuera el único recordatorio de que nuestro amor existía. El dolor que él me provocaba me hacía
darme cuenta de que me amaba.

Entramos a un juego enfermizo y difícil de llevar, donde no teníamos la inteligencia suficiente para
ganarlo, y ahora, con todo el dolor de mi corazón, tendría que deshacerme de él, terminar con
eso, con todo ese juego demoniaco y perturbador que encerraba nuestro amor.

Ahora no sólo me iría de su vida, no sólo desaparecería, estaba por irme de su mundo. Yo para él
estaría muerto en todo el sentido de la palabra.

Iba a morir para poder vivir.

Y eso no me importaba, no me interesaba tener que morir y lastimar a todos mis seres queridos,
estaba entrando en una especie de depresión que no me dejaba mirar por las demás personas.
No sabía qué era exactamente lo que estaba a punto de hacer, pero lo haría. Ya no podía perder
nada más, le haría daño a mi familia, a mis amigos, y hasta a mis conocidos, pero al paso del
tiempo todos se olvidarían de Louis Tomlinson y la cicatriz sanaría.

Era momento de seguir, aprender a vivir sin él. Las personas no podrían entender nunca lo que
había nacido entre nosotros ni el porqué de nuestra relación basada en dolor, pero ¿cómo podría
odiar a alguien quien me dio tanto amor?

Se levantó de la cama sin importarle si despertaba a Harry al hacerlo, no podía continuar tan
cerca de él sin sentir nostalgia y unas tremendas ganas de llorar. Era lunes y tenía que asistir a
clases para poder distraerse en otros temas.

Limpió las pocas lagañas que tenía al borde de sus ojos, se colocó la primera camisa que
encontró a su paso, ésta pertenecía a Harry y le quedaba grande por obvias razones. Miró sus
pantalones a unos cuantos metros de donde se encontraba y fue hasta ellos para terminar de
vestirse y poder salir.

Harry abrió los ojos al no sentir a Louis junto a él. Lo miró sorprendido, como si no pudiera creer
que éste se encontrara a su lado, y sonrió con mucha sinceridad. —Hola, bebé... —Susurró con la
voz adormilada, demasiado suave y pasiva para relacionarla con él.

Lo miró e intentó darle una sonrisa. —Hola, Harry. —Respondió y al instante desvió su mirada
hacia su móvil, tenía decenas de llamadas de su madre.

El rizado se quedó mirándolo por varios segundos, por alguna razón éste ya no podía ni siquiera
soportar su mirada encima de él. Se sentía de alguna forma agredido, como si esos ojos en vez
de darle amor, lo lastimaran.

No era fácil estar cerca de él estando consciente. La noche anterior cuando había llegado a él
estaba completamente deshecho, había perdido a un gran amigo y saber que Harry era el
culpable de eso hacía que le doliera más. Era por eso que había vuelto a sus brazos, era por eso
que siempre lo hacía, porque estando con él se olvidaba por completo de lo que en realidad era,
de lo que hacía y de lo que había hecho.

—Tenemos que ir a clases... —Fue lo primero que pudo decir. Harry estaba aún recostado en la
cama y no le quitaba los ojos de encima—. ¿Por qué no te arreglas y nos vamos? —Tragó saliva
y una vez más intentó sonreírle. Tenía el rostro de Liam impregnando en su mente y esto le
recordaba la clase de monstruo que tenía enfrente. Ese sería el último día que tomaría clases en
Cowell—. Vamos, Harry, levántate. —Se acercó hacia él e intentó levantarlo tomándolo del brazo,
Harry era demasiado pesado.

—Quiero seguir durmiendo. —Le dijo con un puchero falso.


—No puedes, tienes que levantarte y yo tengo que ir a cambiarme, no puedo ir así a clases.

—Me levantaré si antes de das un beso. —Mencionó y la mirada de Louis se tensó.


Probablemente sus besos eran los culpables de todo.

Se acercó hacia su frente y antes de que pudiera dar un corto beso sobre ésta, él levantó su
mirada y tomó sus labios con un movimiento lento y “tierno”. Sintió pánico y mucha rabia, ni
siquiera él podía explicarse cómo era que la noche anterior habían tenido relaciones tan
tranquilamente y ahora no soportaba un simple beso. Se separó rápidamente de él y se giró hacia
otra dirección, limpió con su mano los restos de la saliva del rizado en su boca.

—Listo, vamos... levántate, vamos a llegar tarde. —Continuaba mirando hacia otra dirección.
Rogaba a Dios porque Harry no continuara negándose y por primera vez sus rezos hicieron
efecto.

—Nos vemos en el salón, mi amor. —Él se levantó de la cama y le dio un leve abrazo por detrás
para después adentrarse al baño—. Te amo.

—Yo también... —Louis dejó salir un suspiro y se sentó sobre la cama. Tenía que lograr que lo
recordara como alguien quien amaba estar con él, alguien quien lo amaba con todo el corazón.

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Fue un día poco común para los alumnos en Cowell, hacía más de 40 minutos que la primera
clase debía haber comenzado, sin embargo ningún maestro se había presentado y el prefecto les
acababa de avisar que las clases se tendrían que suspender porque el director Simon tenía un
aviso que dar en el auditorio principal.

Un ambiente demasiado pesado se podía sentir en toda la academia. Todos los alumnos se
preguntaban acerca de lo que estaba pasando y del porqué de esa inusual reunión a la que el
director los había convocado. Todos los grados escolares tenían que asistir, desde los más chicos
hasta los más grandes.

Fer parecía la única no sorprendida con todo el asunto. Caminaba en silencio por los pasillos
dirigiéndose al auditorio, llevaba una mirada fría y los ojos muy enrojecidos. Ella sabía de qué
trataba todo eso y aunque le doliera demasiado, ya no quedaban lágrimas para llorar. La noche
anterior había recibido una llamada de parte de Louis. Ahora comprendía todo, ya no se sentía
molesta, ni triste, nada. Se encontraba en un estado neutral, como si aún no fuera capaz de
reaccionar a todo eso.

Louis le pidió un favor y ella no dudó en ayudarlo. No lo hizo por él, sino por Liam, ayudaría a
Louis a escapar de Harry Styles sólo por Liam, porque sabía que Liam eso era lo que quería y no
lo pudo completar. Así que ella lo haría por él, para que su muerte no fuera en vano.

Se sentía muy mal físicamente. Su cabeza estaba a punto de explotar y su cuerpo se sentía muy
cansado, necesitaba ser fuerte y soportar su última tarde en ese lugar para evitar levantar
sospechas de lo que estaba a punto de hacer. Ella no tenía nada que perder en Cowell y alejarse
de Malik y de Styles era probablemente su mayor anhelo.

Bárbara se encontraba en Londres con la familia de Liam, ella había sido su mejor amiga de toda
la vida y la noticia de su muerte le había afectado demasiado.

Fer llegó hasta al auditorio y se sentó en el primer lugar vacío que encontró. Sacó su móvil para
escuchar música y se colocó los audífonos, hacer eso le ayudaba demasiado a perderse en sí
misma y dejar de vivir en el mundo real. No había notado a nadie conocido en ese auditorio hasta
que miró a Zayn y a Niall a unos cuantos asientos de ella. No hizo nada más que ignorarlos.

Cuando el lugar se encontró completamente lleno de alumnos, el director Simon se paró en la


tarima y esperó a que hicieran silencio.

Louis y Harry entraron al auditorio tomados de la mano y les fue imposible pasar desapercibidos,
todos los estudiantes se dieron cuenta y comenzaron a susurrar sobre esa escena, era la primera
vez que se mostraban así en público, pero a esas alturas ya no importaba nada, mucho menos la
opinión de la gente.

Fer notó cómo el irlandés los miraba demasiado extrañado, al parecer no esperaba ver a Louis en
Cowell. Niall y Zayn comenzaron a secretarse un poco, el moreno intentaba tranquilizar a su
amigo. Fer miró a Louis e intercambiaron miradas, le dio una sonrisa de apoyo y Louis sólo
asintió.

—Buenos días. —Mencionó el director Cowell y el lugar se quedó en completo silencio al instante.
Hablaba con un micrófono para que su voz se escuchara clara—. Sé que es muy extraño que yo
los mande a hablar y aún más extraño que cancele clases. Sin embargo hoy es un día distinto, un
día que merece romper la rutina. Fue realmente necesario hacer esto. —Todos se encontraban
en silencio, escuchando atentos al director—. Quisiera decir que tengo una buena noticia, pero no
lo es, de hecho es una de las peores noticias que hemos recibido en todos los años de la
academia Cowell.

Louis miró a Harry con miedo, él sabía de lo que estaba hablando el director, éste le dio un
sonrisa de apoyo y apretó su mano con fuerza para después susurrar muy bajo: —Todo estará
bien, bonito...

—El sábado a mediodía dos compañeros nuestros fueron asaltados, uno de ellos está aquí —El
ambiente se tensó por completo, se escuchaban susurros entre los estudiantes—, y el otro de
ellos no lo está.

Louis bajó la mirada.

Fer bajó la mirada.

Niall miró a Zayn con mucho pánico pero no habló, sólo se podía notar que él ya comenzaba a
sospechar algo.
—Perdimos un estudiante, un amigo, un familiar, una excelente persona. —Mencionó el hombre y
Niall sintió que su corazón estaba a punto de saltarle del pecho. Apretó con fuerza el brazo del
moreno—. Liam Payne de onceavo grado no logró sobrevivir a un ataque de asaltantes, recibió
un balazo en la cabeza y murió al instante.

Una oleada de palabras inundó todo el auditorio, los alumnos parecían completamente
sorprendidos y sin embargo Niall sólo sintió que todo se volvía silencio y dejaba de escuchar por
completo. Miró a Zayn confundido, tenía que tratarse de una broma.

El moreno le hablaba intentando darle todo su apoyo, éste tampoco sabía cómo reaccionar o qué
hacer, sabía que su amigo había desarrollado una especie de amor hacia Payne.

Niall desvió su mirada y miró hacia Fer, ella limpiaba una lágrima de su mejilla. Miró hacia Louis,
él se encontraba en la misma posición de antes, sólo miraba hacia enfrente y mantenía sus dedos
entrelazados con los de Harry, ninguno de los dos hablaba, tan sólo se mantenían en silencio
mirando cómo sus compañeros reaccionaban a algo que ellos habían provocado.

—El día de hoy estaremos de luto en nombre de Liam. Les pido que oren por su alma y por el
consuelo de su familia. —Se volvió a escuchar la voz del director—. Démosle un gran aplauso a
Liam, porque siempre fue uno de los mejores, y lo seguirá siendo.

La gente se puso de pie y comenzó a aplaudir, muchos de éstos lloraban y se abrazaban entre
ellos.

Niall se quedó sentado, recargó sus codos en sus rodillas y tapó su boca, aún no podía creer lo
que le estaban diciendo. Él y Harry eran las únicas personas sentadas en todo el auditorio, todos
lo demás aplaudían de pie, incluidos Louis y Fer, que constantemente se miraban con
complicidad.

Louis se acercó al oído del rizado cuando sintió que ya no podía soportarlo más. —Vámonos de
aquí. —Le dijo y Harry se levantó al instante sin soltar su mano y jalándolo fuera del auditorio. A
él también le afectaba mentalmente todo lo que estaba ocurriendo, aunque no lo mostrara, la
culpa lo consumía.
Niall no les quitó la mirada de encima en todo ese rato y cuando miró que ellos se salían del lugar
se levantó y fue tras ellos.

—Hey, Niall, ¡espera! —Zayn intentó frenándolo corriendo tras él.

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Louis y Harry caminaban en silencio por el pasillo de Cowell, ninguno de los dos hablaba.

El rizado sostenía la mano del mayor y lo miraba constantemente. —¿Te ocurre algo? —Preguntó
después de varios segundos. Louis continuaba con su actitud indiferente desde que había
despertado.

—No. —Le dijo sin atreverse a mirarlo, no era fácil fingir que todo estaba bien cuando en realidad
todo estaba hecho mierda.

Harry frenó y atrajo a Louis por la cintura hacia él. —¿Si no ocurre nada por qué estás tan raro?
—Preguntó mientras pegaba su boca al cuello del chico. Éste cerró los ojos fuertemente al
sentirlo.

—Ya te dije que nada, Harry. —Levantó su cabeza y esperó a que Harry lo mirara.
Harry le dio una sonrisa no muy convencido, estaba seguro de que Louis tenía algo, pero no
insistiría con el tema, pues seguramente tendría que ver con el asunto de Payne y eso era algo
que no quería escuchar.

Se acercó lentamente a sus labios, muy lentamente, como esperando a que Louis le otorgara el
permiso de besarlo. Relamió su boca antes de juntarla con la de Louis. Cuando por fin lo besó, lo
hizo muy lento y con todo el cuidado posible, como si tuviera miedo de lastimarlo de alguna
manera. —Te quiero demasiado, Lou. —Expresó entre el beso.

Louis colocó sus manos alrededor del cuello de Harry, le era imposible no rendirse ante esos
labios que daban más amor de lo que lastimaban.

Niall miraba la escena mientras se acercaba a ellos. Cada minuto que pasaba su coraje
aumentaba demasiado. Su cerebro se negaba a aceptar que Liam estuviera muerto y necesitaba
descargar toda su rabia contra la persona culpable de todo lo que ocurría. Llegó hasta ellos y se
fue directamente contra Louis. Lo empujó demasiado fuerte haciendo que cayera al suelo.

Harry trató de defenderlo pero Zayn llegó por detrás y lo sostuvo de los brazos evitándole el
movimiento.

El irlandés comenzó a golpear a Louis en la cara con toda su fuerza y por alguna razón éste no
hacía nada por defenderse.

—¡Hey, suéltalo! —Gritó el rizado moviéndose como loco, intentando zafarse de Zayn para poder
ir con Louis y defenderlo.

—¡MALDITO! —Gritaba Niall golpeándolo con la mano empuñada y con todas sus fuerzas—.
¡Eres un asco, eres un maldito cerdo! —Louis se encontraba en el piso mientras Niall estaba
arriba de él moliéndolo a golpes—. ¡Eres un maldito hijo de puta! ¡Te odio, imbécil! —Aumentó la
fuerza de sus puñetazos, el rostro de Louis sangraba a chorros por la nariz y la boca—. ¡¿POR
QUÉ ME HICISTE ESTO!? —Dejó que por primera vez sus lágrimas salieran, estaba muy
alterado.
Harry estaba demasiado desesperado y no había dejado de tratar de liberarse del moreno.
—¡LOUIS, MIERDA, POR QUÉ NO HACES NADA! —Miraba al mayor sin hacer el más simple
esfuerzo por devolverle los golpes a ese chico, o al menos intentar liberarse. Louis se estaba
dejando golpear por Niall porque sabía que lo merecía.

—Liam... ¡Por tu culpa Liam está muerto! —El llanto no lo dejó continuar, pronto paró de golpear a
Louis y se tiró al piso doblándose y dejando que sus lágrimas salieran sin control—. Lo han
matado por tu culpa... —Escondió su rostro con sus palmas de las manos—. ¡Yo lo quería, Louis!
Yo quería darle todo el amor que tú le negaste...

Zayn soltó a Harry y corrió hacia Niall, lo abrazó mientras él lloraba. Comenzó a susurrarle
palabras muy bajas al oído del irlandés intentando tranquilizarlo.

Harry llegó hasta Louis y con las mangas de su camisa limpió la sangre que salía de su boca.
Actuaba muy alterado y sólo quería comprobar que estuviera bien.

—Está bien, Harry, está bien... —Habló entre dientes Louis, Harry temblaba y trataba de limpiar
cualquier gota de sangre que saliera del chico—. Llévame a tu apartamento amor. —Mencionó
intentando calmarlo para evitar que las cosas se volvieran más violentas. Apenas podía hablar,
sentía como si Niall le hubiera roto la nariz y el dolor físico que sentía era increíblemente fuerte.

—Voy a matarlo. —Habló cerrando los ojos y apretándolos excesivamente—. Voy a mandarlo con
su maldito Liam.

—No, Harry, mírame, estoy bien. —Lo tomó del mentón y lo obligó a que lo mirara—. Estoy bien,
Harry, sólo vámonos.

Se levantó y después ayudó a Louis a levantarse, lo abrazó por la cintura y lo ayudó a caminar.
Quería cerrar su mente para evitar matar a Niall ahí mismo por atreverse a hacerle daño a su
bebé.

—Ustedes nunca va a poder ser felices. —Mencionó el irlandés a sus espaldas—. No saben la
pena que me da su relación. —Louis se giró y lo miró directamente—. No sabes la pena que me
das tú, Louis... al tener que estar con esa persona. —Se refirió a Harry.

Se giró de nuevo y comenzó a caminar junto con el rizado sin darle importancia a las palabras de
ese chico.

De nuevo un silencio los invadió.

Cuando iban a medio camino, el móvil de Louis vibró, revisó el mensaje que le había llegado de
parte de Fer.

"He arreglado todo ya, mañana iremos a "visitar" a mi tía abuela a Manchester y tendremos un
accidente automovilístico en donde moriremos al instante. Todo está planeado de manera en la
que parecerá demasiado real, recuerda que si quieres que esto funcione no tienes que hablarlo
con nadie. Suerte con Harry, despídete con él de una manera que no note que es una despedida.
Te quiero, Lou."

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MAÑANA EL FINAL :C

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Capitulo 50 (El fin de temporada)

Canción: Goodbye my lover

Interprete: James Blunt

Capítulo 50 (FINAL TEMPORADA)

—Distráeme, no quiero pensar en lo que pasó, si lo hago terminaré volviendo y mataré a ese
maldito por atreverse a tocarte. —Mencionó Harry apretando el brazo del mayor con fuerza.
Realmente decía la verdad, tenía que controlarse de la mayor manera posible para evitar crear un
desastre ahí mismo en la academia.

Caminaban directo hacia el dormitorio de Harry, Louis acababa de recibir un mensaje que
marcaba el fin de una etapa.

El fin de Harry.
—Sólo no pienses en eso... —Susurró rodando los ojos y comenzó a caminar con más velocidad.
Estaba cansado de vivir con ese maldito miedo a que Harry pudiera reaccionar agresivo en
cualquier momento.

Se mantuvieron lo que resto del camino en silencio, el rizado continuaba notándose muy enojado
mientras que Louis trataba soportar todo el dolor que sentía por los golpes de Niall. Su rostro
continuaba sangrado e intentaba hacer lo posible para que Harry no se diera cuenta.

Llegaron al dormitorio y Louis fue directamente hacia el sofá. Se mantuvo en completo silencio
mientras su mente huía del lugar, era tiempo de despedirse de Harry ahora que estaban juntos
sin pelear. Tendría que pensar en algunas palabras que escondieran la realidad y sabía que no le
sería tan difícil, igual no sería la primera vez que se despedía del rizado pensando que no lo
volvería a ver en la vida.

Harry caminó hacia una alacena en la cocina para tomar unas gasas y desinfectante. Después
fue de nuevo hacia la sala y tomó asiento junto a Louis para comenzar a limpiar la sangre de su
rostro. —Ese imbécil se las va a ver conmigo, Louis. Te juro que eso no se queda así... —Mojaba
las gasas con el desinfectante y las pasaba suavemente por las partes dañadas de la cara del
mayor.

—No importa, amor, da igual. —Mencionó sin ánimos. Mantenía la mirada baja pues evitaba mirar
a Harry directamente. Se sentía muy débil con todo lo que estaba pasando y no podía sacar el
rostro de Horan de su cabeza. Le perturbaba demasiado saber que éste estaba sufriendo por
alguien a quien él había rechazado y ahora estaba muerto por su culpa.

—Claro que importa, si te hacen daño es como si a mí me mataran. —Louis hizo una mueca de
dolor cuando el rizado intentó limpiar su ceja—. Disculpa, Lou. —Continuó limpiando con mayor
cuidado.

Louis elevó su mirada y postró sus ojos en su novio. —Harry... —Le dijo y al instante se quedó en
completo silencio, lo miraba como si realmente tuviera la necesidad de decirle algo.

Éste le dio una sonrisa y se detuvo. —Dime.


—Mañana iré con Fer a Manchester. —Dijo entre dientes.

Harry frunció el ceño y rápidamente negó con la cabeza. —Claro que no iras, bonito. —Continuó
negando con su cabeza, esa última frase había sonado como una orden.

—No te estoy pidiendo permiso, simplemente iré. —Se puso de pie alejándose del rizado—. Es
importante. —Cerró los ojos con fuerza y tragó saliva. Al saber lo que pasaría después de ese
viaje le era mucho más difícil hablar.

—Te dije que no, es muy peligroso. —No parecía molesto, simplemente actuaba como
comúnmente solía actuar: posesivo.

—Creo que es más peligroso estar contigo y aun así lo estoy. —Le dijo e inconscientemente
sonrió, sabía que esa última frase podía llegar a dañarlo.

Lo miró confundido, no podía entender por qué Louis actuaba de esa manera cuando él estaba
intentando arreglar las cosas. Esas palabras eran como puñaladas a su corazón, pues se daba
cuenta que ese chico ya no era el mismo al que había conocido meses atrás. Se puso de pie y
caminó hacia él. —No me importa, te dije que no y punto. —Trató de seguir limpiando a Louis
manteniendo su postura de mando, sin embargo éste lo empujo antes de que pudiera tocarlo—.
¡¿Ahora qué te ocurre!? —Gritó frustrado, realmente estaba haciendo su mayor intento por no
caer en la monotonía de siempre: peleas solucionadas con sexo.

—¡Tú no eres mi dueño, Harry! No me puedes tratar como alguien de tu pertenencia, te dije que
no te estoy pidiendo permiso y eso es todo. ¡Me enfermas! —Louis tenía una actitud pesada, al
parecer se había cansado de fingir, tenía todo el derecho de odiar a Harry por todo el daño que
éste había hecho.

—¿Sabes acaso lo peligroso que es que salgas de la ciudad tú solo? ¿ESTÁS CONSCIENTE DE
ESO?

—Estoy consciente de que me puedes mandar a matar, o que tus "enemigos" pueden hacerlo.
—Lo miraba directamente a los ojos, retándolo.
Elevó las cejas con cierta molestia y tardó en continuar hablando. —¿¡Cómo mierda se te ocurre
decir eso!?

—O me lo vas a negar...

Respiró profundamente y negó con su cabeza. —Sólo cállate... —Harry ya no quería pelear con
él, y aunque pusiera de su esfuerzo para salvar las cosas, parecía que Louis no tenía la misma
idea.

—Está bien, pero mañana acompañaré a Fer. —Dijo firmemente y se dio media vuelta.

—¡No te irás a ningún lado porque si lo haces haré lo esté en mis manos para evitarlo! —Lo tomó
fuertemente del brazo y para evitar que se fuera, había mandado a la mierda sus intentos por
controlarse.

—¡Me iré y si no te gusta me vale una mierda!

Lo tomó violentamente del mentón para obligarlo a mirarle a los ojos. —Te dije que no, ¿cómo
hago para que entiendas?

—¡Suéltame! ¡Me estás lastimando! —Gritó Louis intentando soltarse de su agarre, los dedos de
Harry se marcaban en su barbilla por lo fuerte que lo apretaba—. ¡Harry, suéltame, estás
enfermo!

Reaccionó y al instante terminó con su agresión. —Perdóname, Lou, perdón. —Trató de tocarlo
pero éste lo evitó rápidamente.

—¡Déjame, no me vuelvas a tocar nunca más en tu vida! —Gritó con mucha rabia, ésta no estaba
provocada únicamente por esa última agresión, sino por todo lo que había hecho Harry. Su odio
hacia ese chico crecía por cada segundo que pasaba a su lado, sin embargo el amor no
desaparecía, se mantenía intacto.
—Perdóname, Lou me descontrolé, no sé qué me pasó, no te quiero lejos, amor. Discúlpame.
—Parecía sincero con sus palabras.

—¿Cuántas veces más, eh, Harry? Ya estoy cansado de eso, te juro que ya no puedo... —Desvió
su mirada y se tomó algunos segundos para tranquilizarse. Sentía un nudo enorme en la garganta
asfixiarlo.

—Voy a cambiar, te lo juro, sólo dame tiempo... —Se acercó a él y esta vez sí pudo abrazarlo.
Louis sentía su interior derrumbarse por éste, otra vez estaba ahí, cayendo en sus redes,
sintiendo el palpitar de su corazón que no cesaba—. Voy a dejar cualquier tipo de drogas por ti....
Te lo juro, mi amor, nada me inspira a ser mejor más de lo que tú lo haces...

Recargó su rostro sobre el cuello de Harry y cerró los ojos demasiado fuerte. Escucharlo hablar
así hacia que quisiera quedarse con él por siempre. No había cosa que más deseara en el mundo
que lograr olvidarse de todo ese odio que sentía por el rizado y poder pasar su vida entera a su
lado, sin rencores o remordimientos. —¿Me lo prometes? —Preguntó mirándolo a los ojos.

—Sí, Lou, te lo juro. —Mencionó y posteriormente se acercó para besarlo de una forma que
sentía su cuerpo desvanecerse ante esas caricias, lo amaba tanto que su piel vibraba al tenerlo
cerca.

—Pero tienes que dejar de tratarme así, me hieres, no sólo físicamente, sino que también
sentimentalmente. —Susurró separándose del beso y relamiendo sus labios.

—Lo haré, voy a cambiar...

—Igual acompañaré a Fer, ¿de acuerdo?

Tardó en responder, mordía su labio inferior y lo miraba con culpabilidad. —Está bien, bebé.
Perdón por haber reaccionado así.
—Ya no importa, Harry... —Volvió a su boca para besarlo durante varios minutos, lo hacían muy
lentamente y sin ninguna prisa. Las manos del mayor abrazaban el cuello de Harry al mismo
tiempo que jugaban con sus rizos.

—Espera, amor. —Se separó del beso y caminó hacia un mueble para abrir los cajones, sacó
algo y lo escondió entre sus manos. Después volvió a abrazar a Louis—. Tienes que hacerlo,
bonito... Por favor.... —Rogó mientras colocaba en las manos del mayor la cajita que contenía los
anillos de matrimonio.

Louis se separó del abrazo y elevó su mano para mirar la caja. Si hacía eso podía dejar a Harry
convencido de que lo amaba. —De acuerdo, Harry. —Le dijo con una sonrisa nerviosa, no estaba
convencido si aceptar esa proposición en esos momentos era la mejor idea, pero igual ya no
había nada más que se pudiera joder.

Harry se sorprendió y sonrió de oreja a oreja. —¿Hablas en serio? —Sus ojos brillaban y su voz
irradiaba emoción. Sentía ganas de llorar, pero por primera vez no eran lágrimas de tristeza o
rabia, eran lágrimas de felicidad absoluta.

—Sí, lo haremos. —Sonrió y acarició el rostro del rizado. Tomó el anillo y se lo puso, después
tomó el de Harry y se lo entregó—. Ahora eres mi prometido—. Hizo una pausa y agregó;
—Aunque estés loco.

—Por ti lo estoy.

----------------------------
Pasaron lo que restó del día en el dormitorio de Harry, éste estaba demasiado emocionado con la
noticia de la boda. Eso era lo que había soñado desde la primera vez que se di cuenta de que
estaba enamorado de Harry y ahora por fin se haría realidad.

Louis durmió con Harry esa noche, quería pasar todo el tiempo que le fuera posible a su lado
antes de irse. Quería que cuando se fuera llevara todos y cada uno de sus momentos juntos,
quería recordar por siempre a Harry, porque aunque fuera la persona la cual más daño le hizo,
también era la persona que más felicidad le regaló.

La mañana del día siguiente llegó, ambos chicos estaban acostados en la cama, Harry dormía
pasivamente mientras que Louis apenas había logrado dormir unas cuantas horas, estaba muy
nervioso e inseguro por lo que se venía. La habitación se encontraba aún oscura, el sol no había
terminado de salir.

Recibió un mensaje en su móvil de parte de Fer, donde le avisaba que ya se encontraba en el


auto esperando. Louis no llevaría maletas ni nada, pues si lo hacía podía levantar sospechas.

Lo que haría había sido una decisión demasiado apresurada pero necesaria y a pesar de que al
principio sería muy difícil, estaban dispuestos a vivirlo.

Se levantó de la cama y entró al baño para tener una rápida ducha y colocarse ropa limpia.
Después salió del baño y lo observó cómo el rizado dormía. Su corazón latía muy fuerte, no
quería dejarlo o hacerle daño. No quería hacer lo que estaba a punto de hacer.

Se acercó a Harry y lo miró por varios minutos. Después acarició su mejilla, provocando que éste
despertara al sentir su mano.

—Harry, amor, ya me voy... —Susurró y sintió su garganta cerrarse, le estaba costando


demasiado trabajo hablar.

—De acuerdo, bebé. —Mantenía sus ojos cerrados y hablaba pesadamente, estaba más dormido
que despierto—. ¿A qué hora regresarás?

Sintió un dolor pulsante en su pecho y por poco pensó que no podría continuar hablando. —En la
tarde. —Dijo.

—¿Entonces cenarás conmigo?

—Sí, mi amor. —Volvió a acariciar su rostro.

—Bien, cuídate, pequeño, te quiero.

Louis se acercó a su boca y Harry le dio un rápido beso, después se giró y continuó durmiendo. Él
se quedó muy cerca del rizado por unos segundos más. Sentía como si al dejarlo tendría que
dejar su alma, su corazón. —¿Harry? —Susurró para asegurarse de que siguiera despierto.

—¿Mmmm? —Ronroneó el menor.

—Te amo. —Su corazón palpitaba con fuerza, nunca había estado más seguro en su vida.

—Yo también, Lou.

—Realmente lo hago demasiado.

Harry se giró y lo miró. —Yo también, lo sabes. —Sonrió y volvió a besarlo, esta vez un poco más
lento y tierno—. Te voy a extrañar mientras estés con Fer. —Expresó al terminar el beso.

—Yo también, no sabes cómo te voy a extrañar.... —Una lágrima recorrió su mejilla y se levantó
rápidamente para evitar que Harry lo mirara—. Adiós, amor.

—Adiós, Lou.
Salió de la habitación y se recargó contra la pared, eso era cada vez más difícil, sentía que no
podía respirar con facilidad. Salió del apartamento y fue directo hacia donde Fer lo estaría
esperando. Subió al automóvil y no mencionó ni una palabra. Ella tampoco lo hizo, sabía que
Louis no estaba pasándola bien.

Fer comenzó a conducir fuera de Cowell mientras que Louis miraba por la ventana y recordaba
todos los momentos que había vivido en ese lugar, le era difícil dejar todo eso.

-----------------------------

El sol ya comenzaba a salir y los chicos habían estado en carretera por más de una hora.
Llegaron a un lugar en donde unas personas los estaban esperando, no había nada de población
alrededor, se encontraban completamente solos en medio de la nada.

Fer estacionó el automóvil y se mantuvo en silencio. Cerró los ojos y respiró profundamente. —No
he llamado a nadie de mi familia, no he tenido el valor para hacerlo.

—Tú no tienes que hacer esto. —La acarició del brazo—. Este es mi problema y yo puedo
continuar solo. —Mencionó Louis al mirar lo mal que lucía su amiga.

—No. —Levantó la mirada y negó con su cabeza—. Estamos juntos en esto, será en nombre de
Liam todo lo que hagamos. Sé que mi familia estará mejor si me alejo, Harry Styles me tiene en
su lista negra.

Louis sintió un calambre recorrer su cuerpo, la chica tenía toda la razón. Harry podía lastimar a
cualquier que no le agradara, y Fer era una de las principales personas a las que odiaba. —¿Y
ahora qué sigue entonces? —Preguntó después de unos segundos en silencio.

—Le entregaremos a estas personas el auto y ellos se encargarán de lo demás. —Ambos


miraban hacia los hombres que los esperaban—. Después uno de ellos nos llevará al aeropuerto
en donde nos sacaran del país clandestinamente. Son delincuentes, a eso se dedican, a
desaparecer personas ilegalmente.

—¿Y cómo los has conseguido?

—En Londres hay una discoteca llamada Stinners que en la parte de arriba está llena de
personas que hacen trabajos sucios, asesinos a sueldo, narcotraficantes, y todo ese tipo de ratas.

—Bien, terminemos con esto de una vez. —Asintió Louis dando un gran respiro y saliendo del
automóvil. Después comenzó a caminar hacia los hombres.

Fer lo siguió.

—Buenos días. —Mencionó uno de éstos al encontrarse frente a los chicos. Eran parecidos a las
personas que trabajaban para Harry.

—Hola. —Contestó Fer cortante.

—Necesito que me entreguen sus carteras, llaves, pertenencias que hagan que los puedan
reconocer. Lo que ustedes traerían normalmente en los bolsillos.

Los chicos comenzaron a sacar todo lo que traían y se lo entregaron al hombre. Miraban a todos
lados temiendo que pudiera pasar alguna persona que se diera cuenta de lo que estaban por
hacer.

—Listo. —Mencionó Louis entregando lo que le habían pedido.

—¿Eso no me lo entregará? —Señaló las manos del chico donde yacía el anillo que Harry le
había entregado la tarde anterior.

Se quedó en silencio mirando su anillo.

Fer se dio cuenta de lo que pasaba e intentó ayudar. —No, eso no es neces...

—Sí, tenga. —Interrumpió el chico y se sacó el anillo para entregárselo al hombre. Después miró
a Fer y ella le dio una mirada de consolación.

—Muy bien, todo está listo, acompáñenme. —El hombre les abrió camino y se dirigieron hacia
otro auto. Ahora era cuando los sacarían del país—. Nosotros nos encargaremos de hacer que su
auto aparezca en medio de la carretera destrozado, meteremos dos cuerpos que se estarán tan
destrozados que será imposible practicarles una autopsia para deducir su identidad. Les
colocaremos encima sus pertenencias y con eso los darán por muertos. Tengan en cuenta que no
pueden volver a Londres nunca más, frente a la ley ustedes ya no existirán.

—¿Cuerpos de otras personas? —Preguntó Louis confundido y miró a Fer con pánico.

—Tranquilo, chico, no mataremos a nadie. —EL hombre comenzó a reír—. Tenemos contactos
en la morgue que nos venden cuerpos de personas que acaban de morir, nosotros sólo nos
encargaremos de que queden irreconocibles.

Todo estaba listo, después de eso no volverían a saber absolutamente nada de lo que pasara en
Inglaterra. Dejarían el país y dejarían sus vidas.
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Harry se encontraba en su apartamento arreglando los últimos detalles para la cena que le había
preparado a Louis. Él nunca había hecho eso antes, de hecho le parecía ridículo cuando sabía
de una pareja que lo hacía. Sin embargo esta vez realmente había sentido la necesidad de
complacer a Louis, de darle a entender lo mucho que lo amaba sin necesidad de tener sexo o
besarse excesivamente.

"Hacer el amor" muchas personas en cuanto escuchan esa frase piensan en sexo, mientras que
él sentía que le hacía el amor con tan sólo mirarlo.

El hecho de que Louis hubiera aceptado casarse con él lo ponía extremamente feliz. Con sólo
pensar que después de eso pasarían la vida juntos se le iluminaba la mirada y cualquier recuerdo
de dolor que tuviera en el cuerpo desaparecía. Ya no importaban las veces que tuvo que llorar
porque sus padres no asistieron a sus cumpleaños o Navidades, ni las veces que escuchaba
como su padre mandaba a matar personas que le "estorbaban". Tampoco las millones,
MILLONES, de veces que la gente se alejó de él porque se enteraron que era hijo de un mafioso.

Ya no importaban porque estaba Louis.

Terminó de acomodar las velas y colocó una lujosa botella de vino en la mesa. Después corrió
hacia su habitación y se colocó un traje, sí, un traje sin importar que fuera algo demasiado formal.
Él quería ser perfecto para Louis, porque así sería la única persona que éste quisiera tener en su
vida, así como Louis lo era para Harry.
Se acomodó el moño que llevaba en el cuello y después peinó con sus dedos levemente su
cabello. No podía dejar de sonreír, estaba extremadamente feliz y tenía que expresarlo.
Respiraba hondo constantemente y cubría su boca negando con su cabeza, por primera vez
sentirse como un idiota enamorado le gustaba.

Se escuchó el timbre de la puerta y le pareció extraño ya que Louis no necesitaba timbrar. Dedujo
que había olvidado su llave, se roció un poco de perfume y después salió de la habitación para
abrir la puerta. —¿Stephanie? —Preguntó sorprendido al encontrarse con su hermana afuera de
su apartamento—. ¿¡Qué demonios haces aquí!?

Ella parecía desesperada, se podía notar la preocupación que llevaba en el cuerpo. —¿¡Por qué
no me contestas el celular!? —Entró al departamento gritando. Esa situación era bastante
extraña, ella siempre solía ser una persona tranquila y todo lo pasaba por alto.

—¿¡Qué!? ¡Pues porque no tengo pila o no sé, simplemente lo olvidé! ¿Qué ocurre? —Frunció el
ceño, sin embargo no le dio mucha importancia a la actitud de la chica.

Stephanie talló su cara con sus manos y se quedó un rato con los ojos cerrados, después miró el
departamento y su mirada cambió por completo, ahora se veían aún más angustia. —¿Por qué
está todo así? —Preguntó refiriéndose a las velas, el vino y los detalles. Miró a Harry y notó su
atuendo.

El rizado sonrió de oreja a oreja y bajó su mirada. —Louis ha aceptado casarse conmigo... —Su
voz era muy suave y sus ojos brillaban de felicidad.

La chica sintió una apuñalada al escucharlo. Sus ojos se cristalizaron y desvió su mirada al
instante. —Harry tienes que acompañarme... —Su voz se hizo hilo.

—¿Eh? ¿Para qué? No puedo, Louis está por llegar y como ves... estoy algo ocupado.

—Harry, tienes que venir conmigo... es algo importante.


Harry la miró y se dio cuenta de que no se trataba de algo sin importancia, ella estaba muy
alterada y le preocupaba verla de esa forma. —Stephie, si voy contigo dejaré plantado a Lou...
¿cómo le hago?

—Louis estará en donde iremos...

—¿Lou? —Alzó las cejas confundido—. ¿Por qué él estaría allá? Espera... ¿Qué ocurre
Stephanie? ¿¡Por qué toda esta extraña situación!? —Sintió un nudo en su garganta.

—Sólo necesito que me acompañes, por favor no me hagas más preguntas, sólo ayúdame
haciendo esto más fácil. —Ella mantenía su mirada en el piso y su voz temblaba.

Harry tomó su abrigo rápidamente y salió del departamento junto con su hermana.

Su mayor infierno estaba por comenzar y él no tenía ni la menor idea.

------------------------------

Los dos jóvenes llegaron a un lugar extraño, de pisos brillantes, blancos, y las luces de los focos
eran de un azul verdoso apagado y terrorífico, los pasillos eran estrechos y se respiraba el olor de
la muerte tan fuertemente como el del aromatizante de pisos.
Harry no quería hacer ninguna pregunta por la situación en la que su hermana se veía. Supuso
que sería algo sobre problemas con enemigos de la familia o que seguramente la policía había
agarrado a algunos de sus hombres. No le dio mucha importancia porque esos eran problemas
con los que había tenido que lidiar toda su vida.

Era un lugar raro. Era oscuro y parecía un hospital pequeño o un matadero limpio, Harry sentía
las secuelas de las drogas aun estando sobrio y era algo que llevaba semanas sintiendo, los
pisos del lugar se elevaban impidiendo pisar bien y las paredes estrechas lo asfixiaban cual bolsa
de plástico.

Caminaron por los fríos pasillos hasta llegar a una sala en donde las personas esperaban y
mordían sus uñas hasta llegar a la cutícula, leían revistas del siglo pasado o mascaban chicle
ruidosamente puesto que el silencio no dejaba escuchar otro sonido. Era la sala de espera.

Miró a Stephie, ella se veían más preocupada cada vez. Tragó saliva y se sentó junto con ella en
unos asientos. Había un silencio demasiado incómodo y asfixiante. En el ambiente se podía notar
que no pasaba nada bueno, la vibra del aire era pesada y se sentía en la nuca la sensación de
una espina clavada.

Estuvo sentado ahí por unos minutos más cuando miró a los padres de Louis entrar al lugar.

Bien, ahora sabía que algo malo, tal vez demasiado malo, estaba ocurriendo y que eso implicaba
a Louis.

La madre de Louis pasó a un lado de Harry pero no le dirigió ni una palabra, eso aumentó el ritmo
de su corazón y el ritmo de sus lentas pero lamentables pesadillas. —¿Puedes explicarme que
está pasando? —Habló Harry entre dientes a su hermana. Ella cerró los ojos y se mantuvo en
silencio, como si fuera fácil siquiera respirar.

El padre de Louis hablaba con una persona, era como una especie de doctor, se veía muy
decaído y con la cara desafilada, sus ojos estaban muy hinchados y aun así intentaba mostrarse
estable. Firmó unos papeles y después le dio las gracias al hombre. Se acercó hacia Harry.
—Hola... —Susurró demasiado bajo. La madre estaba en una esquina del lugar evidentemente
llorando, sorbiendo una y otra vez por sus fosas nasales y haciendo arcadas que sólo ponían los
pelos de punta.

—¿“Hola”? ¿Eso es todo lo que me va a decir? ¡Mierda! No sé qué carajos pasa, esto me hace
sufrir, ¿por qué tanto misterio? —Harry comenzaba a sospechar lo peor. Sentía un nudo en su
garganta cerrarse cada vez más y movía su pierna izquierda rápidamente de arriba hacia abajo.

El padre de Louis miró a Stephanie. —¿No se lo has dicho? ¡Quedamos en que tú se lo dirías!
—Mencionó molesto, liberando toda su rabia contra la chica.

Ella comenzó a llorar desesperada mordiéndose el labio inferior, negaba con su cabeza y trataba
de recobrar el aliento para hablar. —No pude... —Susurró y abrazó a Harry con fuerza—. No
puedo ser yo la persona que le haga esto...

Harry se levantó de la silla alterado. —¿Alguien me dirá que sucede? —Algo comenzaba a
perturbar su cabeza—. ¡Maldita sea, estoy perdiendo la cabeza, hablen!

—¡Louis, Harry! Lou... —Gritó la madre de Louis acercándose hacia ellos. Limpió las lágrimas de
su rostro e intentó calmarse.

—¿Qué pasa con él? —Su corazón palpitaba con fuerza.

—Tuvieron un accidente cuando iban de camino hacia Manchester... —Susurró Stephanie tocado
el hombro de Harry.

No reaccionó, miró a todos lados y tragó saliva. Lo que escuchaba tenía que tratarse de una
maldita broma. —¿Y dónde está? ¿Cómo está? ¡DÓNDE ESTÁ! —Su cordura dejó de funcionar.

La madre de Louis comenzó a llorar una vez más y escondió su rostro en el cuello de su esposo.

—No lo lograron, Harry... —El padre de Louis era el que se veía más estable—. Ambos murieron
al caer por un acantilado cuando conducían... —Su voz se fue quebrando—. Sus cuerpos
quedaron irreconocibles pero tenían sus identificaciones y pertenencias. Hemos venido aquí para
recoger sus cuerpos y que nos los entreguen para velarlos, las personas que están allá son los
padres de Fer. —Señaló discretamente a una pareja que lloraba en una esquina del lugar.

Harry mantenía una cara de no entender la situación. Comenzó a reír histéricamente. —Dios ¿de
qué van eh? —Preguntó y continuó riendo. Los padres de Louis se miraron entre ellos al no saber
qué más hacer—. ¿Dónde está Lou? ¡La cena se enfriará! —Cambió de actitud drásticamente y
elevó su tono de voz.

—Harry, Louis está.... —Intentó mencionar Stephanie pero fue interrumpida por el rizado.

—¡No! —Gritó con mucha rabia—. ¿Basta, quieres? ¡NO! —Sus ojos se cristalizaron, comenzaba
a caer en la realidad—. ¿¡Por qué me hacen esto!?

Su hermana bajó la mirada y comenzó a llorar más fuerte. —Tienes que ser fuerte, Harry...

—Vamos, Harry, este no es el lugar... —Mencionó el padre de Louis tratando de tranquilizarlo


para que dejara de gritar.

—Esto es lo que les ayudó a reconocer sus cuerpos... —Susurró Jay enseñándole una bolsa de
plástico que contenía la cartera de Louis con sus identificaciones, las llaves de su apartamento en
Cowell y el anillo de compromiso que Harry le había dado.

El rizado le arrebató la bolsa, su interior ardía, sus ojos se apagaban y las secuelas seguían cada
vez empeorando. —¿Por qué tienen esto? ¿¡Cómo lo consiguieron!? ¡Él lo debería tener,
seguramente él está esperándome en Cowell! —Gritaba y los miraba a todos con odio—.
¡VÁYANSE A LA MIERDA TODOS! ¡Louis me está esperando en mi apartamento porque vamos
a cenar juntos! ¿Saben por qué? —Su voz se quebró y sus ojos se le inundaron—. Porque aceptó
casarse conmigo... —Sonrió un poco—. Porque a pesar de todo él me sigue amando tanto como
yo a él. —Se dio la vuelta y salió del lugar. Limpio una lágrima que salía por su mejilla y subió a
su auto.

Estaba completamente seguro de que Louis lo estaba esperando en Cowell y que seguramente
estaría muy enojado con Harry por no estar ahí a tiempo para cenar. Louis se ponía de malas
cuando no comía a sus horas.

Condujo a toda velocidad de vuelta a la academia, paró en un supermercado y compró una bolsa
de frituras triangulares para Louis, estaba seguro de que con eso lo contentaría por la tardanza.
También compró un gran moño color rojo y se lo colocó alrededor del paquete de frituras. Sería
demasiado perdedor regalarle un ramo de flores, pero los frituras eran algo a lo que Louis no se
podía resistir.

Miró hacia el asiento de copiloto y notó la bolsa transparente que contenía las pertenencias de
Louis. Su estómago se revolvió pero trató de mantenerse estable, no podía permitirse caer por
una simple mentira que habían inventado esas personas sólo para hacerle daño.

Después de unos minutos de viaje llegó a Cowell y corrió hacia su dormitorio. Llevaba las frituras
en una mano mientras que en la otra llevaba la bolsa transparente con las pertenencias de Louis.

Abrió el departamento y entró. Todo estaba exactamente como lo había dejado él al irse. Su
sangre comenzaba a helarse y su corazón palpitaba de una manera que parecía que se le saldría
del pecho en cualquier momento. —¡Amor, ya llegue, Lou! —Gritó sonriendo y esperando a que
Louis saliera con su cara de anciano molesto por su tardanza.

Pero eso no ocurrió.

—¿¡Louis!? ¡Bebé, ya estoy aquí! ¡He traído tus frituras favoritas! —Comenzó a buscar en todas
las habitaciones, Louis no estaba. —¿¡BONITO!?

Comenzó a sentir que su cuerpo dolía, su cabeza dolía, su alma dolía, incluso su corazón dolía.
Soltó las frituras y pudo escuchar cómo se rompían al caer al suelo, o tal vez sólo era el sonido de
su corazón romperse.

—¿Louis? —Continuó insistiendo y sus lágrimas comenzaron a salir cual llave de agua abierta.
Se recargó contra la pared y dio un profundo respiro cuando sintió que caería en cualquier
momento.
Louis tenía que estar ahí, le había prometido que volvería para la cena y Harry había tardado
mucho preparándola. Louis no podía estar muerto, era imposible. Todo el lugar olía a él, todo en
ese lugar significaba a Louis.

Los tiernos besos con Louis, la caricias con Louis, las risas con Louis, las miradas con Louis, las
peleas con Louis, los llantos con Louis, las comidas con Louis, el olor excesivo a suavizante de
ropa de bebé de Louis, la vida con Louis.

La muerte sin Louis.

Se dejó caer al piso, cubrió su rostro con sus manos y trató de convencerse a sí mismo que nada
de eso estaba pasando. Miles de torbellinos internos lo desgarraban sin piedad y lo tumbaban
cada que deseaba pararse, la histeria le revolvía el estómago.

Sus lágrimas no podían dejar de descender por su rostro. Se puso de pie y corrió a mi habitación,
abrió el cajón de calcetines para sacar y encender un porro para tranquilizarse, lo fumó todo
sentado al pie de la cama, el efecto de la marihuana le empezó a rodear cual demonio y sus
sentidos no lo dejaban reaccionar, se encontraba muy mal.

"No lo lograron Harry" Esas palabras se hacían presentes en su cabeza y lo quemaban


lentamente, sentía cómo cientos de gusanos le comían el cerebro y el alma, cómo las paredes se
reían y bailaban burlonas de su patética situación.

Su bebé no podía estar muerto, no ahora que todo iba a estar bien, no ahora que se casaría, no
ahora que le había prometido dejar las drogas por él.

Se recostó en la alfombra colocándose en posición fetal. No quería pensar, pensar le dolía. No


quería darse cuenta de que lo que ocurría no era una pesadilla. Quería a Louis, lo quería con él
en ese momento, lo necesitaba.

Tenía razones para buscarlo, tenía necesidad de verle. Tenía razones para no querer aceptar lo
que pasaba. Comenzó a rogar porque volviera, comenzó a rezarle a Dios para que por favor no le
quitara la única felicidad que había tenido en la vida.
Le rogó a Dios porque no se lo quitara, no podía hacerle eso. No podía quitarle a Louis, porque
era como quitarle la vida y dejarlo consciente.

Necesitaba reducir el dolor que comenzaba a sentir en el cuerpo, no podía aguantar un segundo
más sintiendo cómo su corazón se debilitaba.

Se puso de pie y caminó hacia la bodega que contenía las drogas, él sabía que no estaba bien
cruzar sustancias, pero en ese momento no le importaba, únicamente quería reducir el dolor.

Mis lágrimas apenas le dejaban ver. Esta vez no lo pensó tanto, sólo tomó una fuerte dosis de
heroína y la preparó para después inyectársela sin importar que fuera demasiada o que la jeringa
estuviera limpia. Sólo lo hizo, inyectó esa sustancia en su cuerpo y al instante sintió una oleada
de placer recorrer su cuerpo, se tiró al piso.

Su mente se tranquilizó y por algunos momentos se olvidó de lo que había pasado. Todo su
cuerpo se relajó y se sintió en el placer absoluto.

Comenzó a reír un poco y cuando estuvo a punto de cerrar los ojos se dio cuenta que Louis lo
miraba desde el marco de la puerta de aquella bodega.

—¡Lou! —Gritó emocionado e intentó levantarse para abrazarlo, sin embargo al instante cayó al
piso, las drogas lo tenían demasiado sedado para caminar.

Louis se acercó hacia él y acarició su mejilla. —Hola, mi amor... —Le dijo muy suave.

—¡Amor, tus papas están muy preocupados! ¡Ellos piensan que tú estás muerto! Tienes que
llamarles y decirles que estás bien. —Le dijo preocupado, aún yacía en el piso sin poder moverse
mucho—. Louis, tienes que decirle a tus padres que estás bien....

—Harry... —Louis continuaba acariciando su mejilla.


—Diles que no estás muerto, Lou... —Comenzó a llorar y el mayor limpió sus lágrimas con la
manga de su camisa—. Amor, te necesito... Sin ti me muero, no puedo seguir, soy un idiota, soy
débil, no sé cuidarme. Bonito, quiero que tú me cuides y que cuando seamos viejos tú me tengas
con el cariño de siempre aunque esté arrugado y feo y sigas haciéndome el amor y contándome
tus cosas, no puedo estar sin eso ¡no puedo permitírmelo! —Se abrazó con fuerza a los brazos
de Louis, lo sentía tan real que incluso podía olerlo. Las alucinaciones que la heroína le
provocaba lo hacían utilizar su imaginación al máximo.

—Tienes que seguir sin mí, Harry... —Louis se miraba tranquilo, intentaba darle consuelo
acariciándolo con mucho amor.

—No puedo, Lou... Te necesito conmigo... Diles que no estás muerto... —Rogó abrazándolo con
más fuerza—. Diles que estás aquí conmigo y que aquí te quedarás.

—Pero yo tengo que irme...

—¿Recuerdas que nos casaríamos? —Preguntó y Louis asintió—. ¿Cómo se supone que lo
haremos si tú no estás aquí?

—Tendrás que esperar amor...

—¡NO QUIERO ESPERAR! ¿Qué debo esperar si sólo sé esperarte a ti?

—A que todo vuelva a comenzar.

—¿De qué hablas, Louis? —Cada vez sentía que la desesperación crecía más y su cuerpo se
sentía caliente, no había frescura en ese viaje, era terrorífico.

—Encuéntrame... Nunca me olvides, yo no lo haré, te lo prometo.

—¿Estarás conmigo aunque no te pueda ver?


—Sí... Sólo tienes que buscarme...

—Yo te amo, Louis. Quiero darte las llaves de mi vida, quiero cocinarte para ti, salir contigo,
contarte mi vida y mi historia, darte mi fuerza, mi debilidad, mostrarte la gloria, te quiero dar mi
libertad...

—Tranquilo, Harry... Siempre voy a estar contigo... —Tomó su muñeca y le mostró el triángulo
que llevaba tatuado, después le mostró el suyo. Los juntó para que encajaran entre ellos. —¿Lo
ves? Voy a estar contigo siempre, aunque no me puedas ver, me podrás sentir.

Lloró más fuerte y lo pegó demasiado a su cuerpo. —No quiero, Lou. No voy a poder, no te vayas
por favor.

—Yo ya me fui, Harry... Sólo recuérdame... —Se acercó a sus labios y lo besó tiernamente y sin
prisas. Después de un tiempo se separó y se puso de pie. Comenzó a caminar hacia la puerta y
antes de salir se dio la vuelta y lo miró. —Triángulos... ¿Lo recordarás? —Sonrió como sólo él
sabía hacerlo.

—Por siempre, Louis... Porque somos especiales... —Mencionó sin dejar de mirarlo.

—Por siempre, Harry... —Volvió a sonreírle y de pronto desapareció del lugar.

Harry aún seguía en la habitación que utilizaban como bodega para drogas. Se había inyectado
una fuerte cantidad de heroína que había provocado que al instante cayera al piso y comenzara a
tener alucinaciones.

Hablaba entre dientes mientras poco a poco su cabeza comenzaba a apagarse. Pronto se quedó
en silencio y dejó de llorar, también de moverse.

Ahora sólo se encontraba en su viaje de narcóticos que lo están llevando directamente a una gran
sobredosis. Comenzó a jurar que se mudaría a la costa y era tanta la emoción que podía sentirlo.
CITA:

Todo tiene un final feliz. Así que si un día llega un final que no es feliz.... Recuerden siempre que
ese no es el final.

TWITTER LouisandHarry_v

ASK ask.fm/larryisintheair

Bienvenidos a Despues de ti. :))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))


Siento si hay muchas faltas de ortografía, no me ha dado tiempo de editarlo despues de editarlo
por primera vez (Sí, tengo que darle dos ediciones porque se me van muchos errores al momento
de escribir.)

=================

Despues De Ti (Segunda Temporada)

No me queda otra cosa que agradecer a todos ustedes que me dieron la oportunidad demostrar
que podía hacer un mejor trabajo. En mi opinión, mejoré Cowell en la ortografía, gramática y
algunas otras cositas. ¿Ustedes qué piensan? Sean sinceros, igual no me enojo :))))))

En fin, cabe recordar que la segunda temporada llamada "Después de ti" ya está disponible en mi
perfil (Fer Tommo) y a partir de mañana podrán comenzar a leerla.

De nuevo, muchas gracias por esta oportunidad y espero que hayan disfrutado esta edición tanto
como yo. Ya entramos a los terrenos pesados y dolorosos, así que hay que prepararnos
psicologicamente para DDT.

Nuevos lectores, les doy la bienvenida.

Un beso enorme.

-Vale xx

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