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UNIVERSIDAD CATOLICA DE HONDURAS NUESTRA SEÑORA

REINA DE LA PAZ

LICENCIADO´
José Hidalgo

INTEGRANTES.
Lorena Valdez
Brendy Lemus
Elida Sahuanga.

Tegucigalpa 6 /02/2021
La confirmación Según A. Hamman

LA CONFIRMACIÒN

INTRODUCCÒN

En este trabajo se tratará de desarrollar, tres temas importantes que menciona el autor
sobre la confirmación.

La parte histórica, teológica y el problema de la pastoral.

Se abordará desde los orígenes del cristianismo explicando cómo fueron sus inicios, Se
mencionará algunas citas bíblicas que resaltan la acción del Espíritu Santo sobre las
personas que se disponen a recibir el sacramento de la confirmación, así mismo es
importante mencionar los aportes de algunos padres de la Iglesia como por ejemplo
Juan Crisóstomo, Teodoro de Mopsuestia.

A través de este trabajo se podrá observar que el sacramento de la confirmación es el


sello del Espíritu Santo, es la gracia que infunde a la persona y la impulsa a ser testimonio
en su acción evangelizadora.

Por último, resaltar que los confirmados son ligados más perfectamente a la Iglesia, son
dotados de una fuerza especial del Espíritu Santo y así obligados más estrechamente
como verdaderos testigos de cristo a difundir y defender la fe, con la palabra y con la
acción.
La confirmación Según A. Hamman

I. EL PROBLEMA HISTÓRICO DEL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN.

Dentro del amplio estudio de la teología sacramental


encontramos desde las sagradas escrituras, referencias
que evocan las interrogantes que nos ofrece el autor,
este problema histórico surgirá desde los principios de la
iniciación cristiana, tal como los Hechos de los Apóstoles,
Las epístolas de san Pablo dirigida a los efesios y a los
hebreos. Este primer libro nos narra dos elementos: el
bautismo y la imposición de las manos, y estos eran
otorgados en una misma celebración. Por otro lado, los
Hechos nos presentan la total libertad del Espíritu que no está ligada a un rito, la cual
Lucas no demora en introducir la acción del Espíritu Santo en torno o al mandato de
Cristo. (Hch 1,2b)

Es por eso que difícilmente se pueda afirmar un sacramento separado del bautismo,
por la redacción del autor sagrado (Lucas), y es así que el estudio, investigación, exegesis
de este relativo comienzo, se vuelva extenso y de muchos comentarios.

Historia antigua.

En los orígenes cristianos el rito de iniciación abarca el baño de agua y la comunicación


de espíritu, desde el siglo III se multiplican las conversiones, acrecienta el número de
bautizados, la mortalidad infantil, y esto sitúa a la iglesia frente a dos posibles
soluciones:

 O delegar el poder ordinario del obispo en los sacerdotes, que hasta entonces
bautizaban con el Obispo, a riesgo de expresar menos claramente la unidad
visible de la comunidad eclesial.

 O reservar la consumación (unción o imposición de las manos) al obispo, jefe de


la iglesia local, a riesgo de romper la unidad sacramental.
La primera solución fue adoptada por Oriente y España; la segunda por Roma. Estas
opciones diferentes son más importantes que el rito que las expresa, sometido a
cambio.

a) En Oriente.

Los textos canónicos, litúrgicos y mistagógicos atestiguan a la vez la unidad de la


iniciación bautismal y una cierta fluidez de los elementos que la componen (unciones,
signación, imposición de manos), La Didascalia de los doce apóstoles nos proporciona el
documento más antiguo. En ella, el bautismo comprende una unción iniciada por el
La confirmación Según A. Hamman

obispo, encontramos de nuevo el mismo ritual en las ocho catequesis de Juan


Crisóstomo, por mencionar algunas de ellas, la finalidad de la catequesis, la espera del
gran don del bautismo, insistencia sobre la necesidad de no jurar nunca, el bautismo
como desposorio y la alegría de la Iglesia por los nuevos bautizados.

Las catequesis bautismales de Teodoro de Mopsuestia, verosímilmente


contemporáneas, hablan de una doble unción pre-bautismal: la primera con signación
de la frente, la segunda, iniciada también por el obispo, es proseguida por sus asistentes.
Cirilo nos ofrece, hacia la misma época, la liturgia de Jerusalén, en las catequesis
mistagógicas. En éstas no se hace mención de la imposición de manos. En Oriente
encontramos por primera vez la fórmula: «Sello del don del Espíritu Santo», a mediados
del siglo V.

b) Occidente:

El primer testimonio nos llega no de Roma, sino de África. Tertuliano nos ofrece una
descripción de la iniciación cristiana. La inmersión bautismal va seguida de una unción
con el santo crisma, que expresa la identificación del bautizado con Cristo, ungido por
su Padre.

Hacia la separación del bautismo y la confirmación.

Al contrario de Oriente, la Iglesia de Roma reserva el sello del Espíritu al obispo, jefe de
la Iglesia local. Pero las Iglesias occidentales estuvieron lejos de adoptar uniformemente
esta práctica, ni siquiera en Italia.

En el bautismo, se introduce la forma de bautizar a los niños, sin esperar a la imposición


de manos del obispo, las razones son múltiples: mortalidad infantil, bautismo de los
clínicos, multiplicación de las parroquias rurales, sin pilas bautismales. Este uso es,
primeramente, más un caso especial que una regla.

Jerónimo llega más lejos: puesto que no es posible salvarse sin haber recibido el Espíritu,
el bautismo confiere el Espíritu Santo "lo cual es difícilmente impugnable. Jerónimo no
quiere ver en el rito reservado al obispo más que una simple ceremonia honorífica,
destinada a señalar su autoridad.

Lo cierto es que la separación entre bautismo Y confirmación aparece como una


«evolución secundaria» limitada geográficamente.

Los términos de confirmar, confirmación comienzan a ponerse en la Galia, en los


concilios de Riez de Orange, no y expresan un rito caracterizado sino la intervención
terminal del obispo. Expresa menos un gesto que un elemento personal; se sitúa en el
plano de las personas no del ritual, que permanece intacto en el desarrollo de los ritos.
La confirmación Según A. Hamman

c) La Edad Media
La separación progresiva de la confirmación respecto del bautismo obliga a dotar a
aquélla de una estructura litúrgica autónoma, cuando no es dada durante la vigilia
pascual o pentecostal. El obispo la utiliza en su iglesia, en el curso de la semana
pascual o durante sus visitas pastorales, que empiezan a multiplicarse a tal
efecto.

Para san Buenaventura el confirmado es «Un combatiente de primera línea que


proclama audaz y abiertamente su fe» Santo Tomás ve en la confirmación,
principalmente, el sacramento que lleva al bautizado a la edad adulta de la vida cristiana.

a) Los tiempos modernos.

los reformadores rechazaron la confirmación en términos enérgicos, todos están de


acuerdo en reconocer que no puede tratarse de un sacramento, Lutero dirá: “No
hallamos ningún motivo para contar la confirmación entre los sacramentos” frente a
estas alegaciones de la reforma, el concilio de Trento se contentó con recordar y definir
que la confirmación, es un verdadero sacramento, que imprime carácter y cuyo ministro
ordinario es el obispo.

El concilio vaticano II no habla ya del obispo como ministro “ordinario” sino “originario”.

II. EL PROBLEMA TEOLOGICO


En varias ocasiones litúrgicos y teólogos contemporáneos se han quejado de la carencia
de una teología de la confirmación de la falta de interés que contrasta con el resurgir de
la confirmación entre los anglicanos, y todo esto se debe a la complejidad de los
problemas históricos que hemos estado analizando. Rara vez se ha planteado el porqué
de la separación de los ritos.

Santo Tomas hizo observar la diferencia que existe entre


bautismo y confirmación a lo que concierne a su necesidad.

Los fundamentos de una teología de la confirmación.

Para elaborar una teología de la confirmación se necesita tener


en cuenta tres problemas.

Porque con el fuego de esas tres iluminara el esfuerzo de


reflexión.

1. Espíritu Santo e Iglesia


Toda teología de la confirmación supone a la vez una
pneumatologia y una eclesiología, no yuxtapuesta sino
La confirmación Según A. Hamman

coordinadas, pues para la fe, la Iglesia es la Iglesia del Espíritu, y el Espíritu el Espíritu de
la Iglesia, no un Espíritu sometido a la Iglesia o condicionado por ella, sino que le da
existencia y que se expresa en ella. El Espíritu Santo no es concebible fuera de la Iglesia,
ni la Iglesia fuera del Espíritu Santo, lo cual hizo decir a san Ireneo, donde está la Iglesia
allí está el Espíritu Santo y donde está el Espíritu santo allí está la Iglesia.
La Iglesia es creación del Espíritu Santo en ella el Espíritu da y se da, en la palabra en los
sacramentos, y no da, ni se da al individuo, sino en la medida en que se da a la iglesia.

1. Espíritu Santo y bautismo

La controversia anglicana a propósito de la confirmación ha querido como observa Botte


reducir a dilema siguiente: el Espíritu Santo interviene en el bautismo o no interviene,
en el primer caso la confirmación es inútil, en el segundo si es necesaria, dilema que no
solamente linda con el sofisma, sino que denota una singular advertencia a la acción del
Espíritu a través de toda la red sacramental. Y de hecho toda la iniciación bautismal
desde su preparación hasta su consumación es obra del Espíritu nada se opera fuera de
él.

3 Bautismo y confirmación

La historia de la confirmación ha hecho surgir vacilaciones, incertidumbres, cambios que


denotan una conciencia de la complejidad del problema y la dificultad de reducir la
iniciación a un denominador común.
Bautismo y confirmación el Espíritu Santo opera los dos sacramentos
separados bautismo y confirmación deben manifestar su unidad fundamental y el
cristiano debe descubrir que son teológicamente inseparables.

La sacramentalidad de la confirmacion.
La confirmación plantea tres problemas a la teología sacramental.

❖ Institución por cristo:

En ninguna parte de la escritura se dice que cristo instituyo el sacramento de la


confirmación, ningún testimonio de los hechos ni de las cartas apostólicas se refiere a
una institución de la imposición de manos que da el espíritu, la tradición no lo afirma
tampoco hasta el siglo III.

Desde el siglo IV los padres para dar un origen apostólico a la confirmación invocan los
hechos de los apóstoles y más especialmente el episodio de los samaritanos y el de los
efesios la institución global por cristo del bautismo de agua y de espíritu en el origen por
el baño y la imposición de manos.

❖ El ministerio.
La confirmación Según A. Hamman

hemos visto que los apóstoles imponían las manos a los samaritanos bautizados por el
diacono Felipe durante los primeros tres siglos, el obispo jefe de la iglesia local, bautiza,
impone las manos o da la unción asistido de sus presbíteros y de sus diáconos en una
verdadera celebración.
En el siglo IV con la extensión de la iglesia se vio muy difícil mantener la unidad
sacramental y la unidad eclesial en el oriente, en el momento que se constituyen las
parroquias, se le delego a los sacerdotes de manera permanente toda la acción
bautismal incluida la unción al sacerdote, pero se mantiene la unidad y el carácter
episcopal, el sacerdote utiliza para la unción el santo crisma consagrado, por el patriarca
en este caso el obispo.
Las falsas decretales de Isidoro y el decreto de Graciano reservan la confirmación al
obispo lo cual ha prevalecido en la iglesia latina en el concilio vaticano II queriendo tener
en cuenta el derecho oriental tanto como el occidente se concretó con afirmar que el
obispo es el ministro original de la confirmación.

❖ Efectos de la confirmacion:

El concilio de Trento no se pronunció a este respecto, pero vamos a ver unos estados.
Estado de cuestión: las variaciones de la administración y del signo de la confirmación
(unción crismal, imposición de manos) estos repercuten en la interpretación de los
efectos, principalmente en occidente. Para la iglesia oriental que conserva la unidad
original, la unción crismal sella el bautismo con el don del espíritu.

Hay concepciones que han abierto paso.


Que mantienen una unidad moral o ideal con el bautismo y ve en la confirmación el
remate, el sello del Espíritu, puesto sobre el sacramento de la iniciación cristiana.
Que reconoce la distancia que separa confirmación y bautismo y ve en ella una gracia,
una fuerza, una ordenación a una misión de testimonio, de acción evangelizadora.
Y estos textos los encontramos en el magisterio, el cual deja muy amplio espacio a la
interpretación teológica.
Si podemos ver estas posiciones oficiales no son uniformes en ellas encontramos como
efecto de la confirmación.
El don del Espíritu Santo mencionado por Inocencio IV.
El aumento del Espíritu Santo y la fuerza Inocencio III decreto de los armenios.
El decreto de los armenios parece haber percibido el problema porque primeramente
afirma que la confirmación es aumento a la gracia y consolidación de la fe.
Más adelante explica el efecto de este sacramento, es permitir al cristiano confesar
valerosamente el nombre de cristo.
El concilio de Trento no aporta ninguna precisión, el vaticano II por el contrario expone
un aspecto nuevo en los textos.
La confirmación Según A. Hamman

Por el sacramento de la confirmación los confirmados son ligados más perfectamente a


la iglesia, son dotados de una fuerza especial del espíritu santo y así obligados más
estrechamente como verdaderos testigos de cristo a difundir y defender la fe con la
palabra y la acción (este texto refiere a Cirilo de Jerusalén y Santo Tomas.) desde el
concilio de Trento es afirmado sin vacilación que la confirmación imprime carácter.

Ensayo de explicación teologica.


Todo esfuerzo de reflexión sobre la confirmación debe de tener en cuenta diversos
factores.
La unidad fundamental de la iniciación cristiana en los primeros siglos que expresaba
una sola realidad coherente.
La existencia y la legitimidad de un doble modo de admiración, unificado y diversificado
en oriente y occidente.
La razón teológica que ha hecho mantener el uso oriental de una parte y ha provocado
la rotura en occidente de la otra.
El concilio vaticano II no se ha contentado con desear que la administración ponga de
manifiesto más claramente el vínculo íntimo de este sacramento en toda la iniciación
cristiana, sino que en la línea de una teología ecuménica.
Lo que dice la constitución Lume Gentium. Por el sacramento de la confirmación los
confirmados son ligados más perfectamente a la Iglesia, son dotados de una fuerza
especial del Espíritu Santo y así obligados más estrechamente como verdaderos testigos
de cristo a difundir y defender la fe, con la palabra y con la acción.

a. Un vínculo eclesial
b. Profundizamiento de la gracia bautismal
c. Testigos que defiendan a fe con la palabra y la acción

III. EL PROBLEMA PASTORAL

Toda pastoral debe tener una raíz


teológica y armonizarse con la
práctica tradicional de la Iglesia. De lo
contrario, en vez de servir a la
economía sacramental, se expone a
servirse de ella, No se trata, de
preguntarnos cómo concebir la
confirmación para que sirva lo mejor
posible, sino de interrogar a la Iglesia
y hallar, en la concepción que ella nos
dé, la ocasión de revisar determinadas
prácticas de nuestra pastoral.
La confirmación Según A. Hamman

En la Confirmación, somos ungidos, con el aceite. Y, de hecho, a través del aceite


llamado ‘santo crisma’, somos conformados, con la potencia del Espíritu, a Jesucristo,
que es el único verdadero “ungido”, el “Mesías”, el Santo de Dios.

El término “confirmación” nos recuerda también que este sacramento ratifica la gracia
bautismal: nos une más firmemente a Cristo, afianza nuestra relación con la Iglesia y nos
concede una fuerza especial del Espíritu Santo para difundir y defender la fe, para
confesar el nombre de Cristo y no sentir jamás vergüenza de la cruz.

La edad de la confirmación.

El Directorio para la pastoral de los sacramentos, de 1951, tomó posición respecto a la


edad de la confirmación.

Este directorio ponía en evidencia dos puntos:

1. La edad de la confirmación se sitúa aproximadamente en la edad de la razón,


esto es, hacia los siete años.

2. El orden por respetar o por restablecer es: bautismo, formación y eucaristía. Esta
directriz toma posición contra la costumbre de hacer que la primera comunión
preceda a la confirmación.

La comisión central del Concilio, el 16 de enero de 1962. El informe deja constancia del
enfrentamiento de dos tendencias la confirmación hasta la edad de doce o quince años,
y la otra, que parece tener las preferencias de la autoridad, mejor apoyada en motivos
teológicos, históricos, jurídicos, insiste en que se mantenga la edad de siete años como
la más indicada para recibir la confirmación, aun cuando recomienda que este
sacramento vaya precedido de la eucaristía.

El sacramento de la confirmación en relación al fin fundamental, es que los niños y


jóvenes puedan responder plenamente al don que están recibiendo y que descubran en
él, la acción del Espíritu Santo.

Consideraciones teológica y canónica.

El código de derecho canónico, aun cuando reconoce esta praxis de la antigüedad


cristiana, autoriza, por razones de conveniencia, a retardar la confirmación hasta la edad
de la razón por este motivo se ha podido llamar a la confirmación «el sacramento de la
vida consciente, a continuación, se menciona tres puntos que determinan la
confirmación.
La confirmación Según A. Hamman

1. El sentimiento del niño o del joven de estar preparado, de poder tomar una
decisión personal. Si la preparación se hace de modo conveniente el candidato
debe ser capaz de decir si quiere tomar un compromiso personal.

2. La capacidad del niño o del joven de situar el paso que hace en un camino de fe.

3. El reconocimiento de este compromiso por la comunidad cristiana. Así como ésta


debe invitar, interpelar, mantener la tensión de una llamada, así también debe
poder acoger la respuesta de los jóvenes, reconocer si su vida está animada de
un Espíritu evangélico.

El ministro de la confirmación

Los obispos son los sucesores de los apóstoles y han recibido la plenitud del sacramento
del orden. Por esta razón, la administración de este sacramento por ellos mismos pone
de relieve que la Confirmación tiene como efecto unir a los que la reciben más
estrechamente a la Iglesia, a sus orígenes apostólicos y a su misión de dar testimonio de
Cristo

Para que el aspecto eclesial sea percibido realmente, es necesario que la administración
del sacramento conserve a la vez un carácter comunitario y solemne.

Los padrinos.

Es una costumbre muy antigua de la Iglesia dar, en la medida de lo posible, un padrino


a cada confirmado como a cada bautizado

El Código recomienda asimismo que no haya más de uno o dos confirmandos por
padrino.

El Directorio para la pastoral de los sacramentos toma posición contra los padrinazgos
colectivos, costumbre de muchos lugares: es deseable que no se dé un padrino o una
madrina común a todos los confirmandos, sino que se elija un padrino o una madrina
para cada uno, que pueda seguir a su ahijado y ayudarle a perseverar en la fe.

➢ La persona que se elija como padrino debe ser alguien que se admire y respete
y que vive activamente su fe católica.

➢ El padrino debe ser alguien en quien confiar y se sienta cómodo al solicitar ayuda,
especialmente con respecto a tu vida espiritual.
La confirmación Según A. Hamman

➢ El padrino o madrina debe ser alguien que, a través de su ejemplo, te muestre lo


que significa ser católico.

Celebración

La celebración de la debe tener un carácter festivo, debería ser organizada confirmación


anualmente, en las parroquias urbanas, y por sectores.

Lo ideal sería que su administración se situase en el curso de la misa; allí la confirmación


encaminaría directamente a la eucaristía dada en una misma celebración.

Tanto para el confirmado como para la comunidad, la celebración de la confirmación


debe proporcionar la mejor ocasión de cobrar conciencia de la presencia y de la acción
del Espíritu Santo en la Iglesia.
La confirmación Según A. Hamman

CONCLUSIONES

Después de haber leído y analizado este tema del sacramento de la confirmación


concluimos mencionado que la finalidad de la confirmación es re afirmar los vínculos
con Dios y con el Espíritu Santo, dichos vínculos se pactaron primeramente en la primera
comunión y con la confirmación se reafirma este compromiso de seguir en el camino de
la fe de anunciar la presencia de Dios Trinidad y de denunciar todo aquello que este en
contra de nuestros principios cristianos.

Si bien es cierto la Iglesia tiene una historia Espiritual. Solo el Espíritu Santo otorga una
vida espiritual verdadera a creyentes en forma personal y es por eso que el estudio en
torno al sacramento de la confirmación nos lleva a los pensamientos de muchos
teólogos y famosos santos que nos ofrecen una herencia verdadera de transformación
y de revelación divina, por su vínculo con Cristo, de pertenencia plena, y por su intimidad
con el Espíritu Santo, en todos los aspectos de existencia y de su actividad,
especialmente en la misión.

La rectitud y fidelidad al mandato de Jesús, desde las Sagradas Escrituras y la continuidad


a través del tiempo solo testifican lo solemne del sagrado sacramento de la
confirmación, dándole énfasis en los concilios tales como el de Trento, arremetiendo
contra los reformadores y llegando a una conclusión en el concilio vaticano II

Tomando como punto de partida el origen del sacramento de la confirmación, es posible


concebir este sacramento como aquella acción simbólica, en virtud de la cual la Iglesia
suplica, a favor de una persona bautizada, una eficacia especial del Espíritu Santo.

La tradición parece inclinarse a ver en este sacramento la plenitud del bautismo, en el


sentido de que en la confirmación el bautizado recuerda su bautismo, actualiza su íntima
unión con Jesús y confirma la orientación de toda su vida a Cristo.
La confirmación Según A. Hamman

ACCIÒN PASTORAL

Nuestra acción pastoral es desarrollar un retiro para las personas de preconfimacion, se


llevará a cabo el día 21 de marzo de 2021 en el horario de 9 de la mañana a 4 de la tarde
en la Parroquia el Calvario.

TEMA.

El sello de la confirmación.

Objetivo.

Brindar a los jóvenes una formación cristiana, que crezca en ellos el deseo de una unión
más íntima con Cristo y una familiaridad más viva con el Espíritu Santo teniendo como
ejemplo personajes de las Sagradas Escrituras.
Inicia.

De 9 a 9:30 dinámicas de bienvenida

De 9: 30 a 10 introducción a los temas a desarrollar.

La Confirmación es uno de los sacramentos que la Iglesia católica ofrece en el camino


existencial del creyente para que la gracia de Dios se haga presente y vivificante en él. En este
sacramento se celebra el don de Espíritu que, para el cual ustedes se están preparando para
reafirmar su fe que iniciaron en el bautismo y para configurarse con Jesucristo y realizar la
misión que les espera después de recibir la gracia del Espíritu Santo.

Con estas citas bíblicas que van a reflexionar les ayude a configurarse con algunos de estos
personajes.

De 10 a 11:30 Trabajar personal mente los personajes de del Antiguo.

Isaías 42,1-9

2 Samuel. 2, 1-21 David ungido rey en Hebrón

1 de Reyes 19,1-21 Elías en el monte Horeb.

11:30 a 12 compartir sobre las reflexiones de las citas bíblicas.

12 a 1: 30 almuerzo

1:30 a 2 dinámicas.

En la tarde se trabajará son citas bíblicas del Nuevo Testamento referentes al Espíritu
Santo.
El fundamento del sacramento de la Confirmación se encuentra en el ejercicio del ministerio
de Jesús, quién actuó gracias a la unción e inspiración del Espíritu Santo, gracias a este don,
Jesús amó sin límites, dio misericordia y entregó su vida en la cruz para salvar a la humanidad,
en total obediencia a su Padre.
La confirmación Según A. Hamman

2 a 3 de la tarde

Jn. 14,33

Lc. 3,21-22

Mt. 12,32

Lc. 1,35

Mt,18

3 a 3: 30

Nuevamente compartir en grupo lo reflexionado personal mente

El compromiso personal de la experiencia vivida.


Después de haber vivido una jornada de reflexión, oración y encuentro con ellos mismos y con
Dios, se les invita a los jóvenes a realizar su compromiso apostólico y a ser evangelizadores en
sus comunidades eclesiales, en sus familias y en todos los ambientes que frecuenten, que sean
anunciadores de la buena nueva de Cristo.

Les ofrecemos las siguientes preguntas que les ayudaran a concretizar su compromiso.

¿Qué estoy dispuesto a ofrecer al Señor?

¿Estoy dispuesto apoyar a otras familias en la formación de la fe, en medio de nuestra realidad
que estamos viviendo?

¿Me gustaría difundir la fe católica, realizando temas de los sacramentos y en específico de la


confirmación, y publicarlos en las redes sociales?

➢ Facebook.
➢ YouTube.
➢ WhatsApp.
➢ Messenger
➢ Instagram.
➢ TikTok.
La confirmación Según A. Hamman

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