Pro 18:14 El ánimo del hombre soportará su enfermedad;
Mas ¿quién soportará al ánimo angustiado?
Tema del Mensaje: Anímate en el tiempo de angustia. Pregunta: ¿Cómo está tu ánimo actualmente? ¿te sientes abatido(a) o desganado(a) o quizás frustrado(a) porque tal vez no has podido afrontar esta situación como a lo mejor esperabas? Hasta hace unos seis o siete meses atrás aproximadamente, no teníamos ni siquiera la remota idea que estaríamos confinados en nuestros hogares. La mayoría, acostumbrados al acelerado ritmo de la faena, bajo ciertas presiones, la llegada de esta pandemia, sumado a esto, los problemas cotidianos en conjunto, han podido generar un alto nivel de tensión, que, de alguna manera, nuestro organismo percibe como una agresión, utilizando el estrés como un mecanismo de defensa. A veces nos sentimos a merced de nuestros estados de ánimo, es decir, el estado de ánimo es como yo me encuentro en ese momento, está asociado al humor. Las circunstancias del momento pueden de alguna manera, afectar nuestro estado de ánimo, si estoy contento, voy a estar de buen humor; pero, si estoy irritable, por supuesto que voy a estar malhumorado. Es importante tener en cuenta, que, el estado anímico que tenga una persona, no tiene nada que ver con las emociones. Las emociones es algo inherente del ser humano (éstas hallan cabida en el alma) y las manifestamos a través de sensaciones que nos invaden, motivado a una experiencia, puede ser agradable o desagradable (puede referirse a que nos tomen por sorpresa en algo, como una buena o mala noticia). El estado de ánimo se ve afectado por la incidencia de tres factores claves presentes: El ambiente o entorno social. Esto puede ser atribuido a la situación país que en los actuales momentos estamos atravesando, a los problemas cotidianos (carencia de servicios públicos, restricción en el horario para salir a la calle, hiperinflación, entre otros.) Nuestro estado físico. Ésta se ve influenciada por la salud física y la alimentación, estos cumplen un rol importante en nuestro estado de ánimo. (Cuando sufrimos una pérdida de algún ser querido o la separación entre las parejas, por lo general, el estado anímico sucumbe a la persona en una condición que se aísla, y hasta pierde el apetito.) Nuestro estado mental. De igual manera, nuestros pensamientos también pueden influir significativamente en nuestro estado de ánimo. El Sal. 94:11” Jehová conoce los pensamientos de los hombres, Que son vanidad” Gn.6:5 “y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.” Es a través de nuestro estado de ánimo, que se manifiesta el carácter, y más si las circunstancias del momento no son las más apropiadas, lo que puedas sentir y hacer va a definir lo que realmente somos. Dios, de alguna u otra manera, ha permitido en nuestras vidas, no solo esta pandemia, sino aunado a eso, la situación política de Venezuela, que ha arrastrado consigo otros problemas; y esto, con la intención de que se manifieste lo que realmente hay en los corazones de los hombres. EJEMPLO BÍBLICO: Gn.4:3-8 Abel y Caín. “Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.”
Volviendo al verso que nos atañe, dice: El ánimo del hombre
soportará su enfermedad; La palabra soportar significa sostener o llevar sobre si una carga o peso. Tolerar o llevar con paciencia. El Señor Jesucristo tuvo ánimo, porque no solamente soportó las humillaciones y los maltratos, sino que, además, cargó el peso del pecado sobre su espalda. Y sigue diciendo el texto: Mas ¿quién soportará al ánimo angustiado? El apóstol Pablo dijo a los Corintios en 2Co.2:1-4: “Esto, pues, determiné para conmigo, no ir otra vez a vosotros con tristeza. Porque si yo os contristo, ¿quién será luego el que me alegre, sino aquel a quien yo contristé? Y esto mismo os escribí, para que cuando llegue no tenga tristeza de parte de aquellos de quienes me debiera gozar; confiando en vosotros todos que mi gozo es el de todos vosotros. Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas, no para que fueseis contristados, sino para que supieseis cuán grande es el amor que os tengo.” ¿Cómo podemos tener buen ánimo en el tiempo de angustia? Debemos echar toda nuestra ansiedad sobre él. 1Pe.5:7 “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”. Permanecer firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que nuestro trabajo en el Señor no es en vano. 1Co.15:58 Nuestros pensamientos, sino vienen del Señor, pueden desarticular nuestro estado anímico, por tanto, es necesario, primeramente: Buscar el consejo, ya sea el divino, a través de la oración; o el humano, Pro.20:18 “Los pensamientos con el consejo se ordenan;”
Un personaje de la biblia que manifestó estados de ánimos:
David. Fue perseguido por un rey, sufrió de intentos de asesinatos, sus hijos lo traicionaron, algunos de ellos murieron o mataron a sus hermanos, etc. Cada experiencia refleja que su vida fue dura. Tenemos una muestra de esto en los salmos que escribió. Sal.42:11 “¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.”