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ISSN: 1130-5274
clin-salud@cop.es
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
España
Esteve Díaz, Nuria; Román Avezuela, Nuria; González Moliner, Manuel; Fraile Fraile, Juan Carlos;
García-Cabeza, Ignacio
Psicoterapia de la Psicosis: De la Persona en Riesgo al Paciente Crónico
Clínica y Salud, vol. 21, núm. 3, 2010, pp. 285-297
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
Madrid, España
Abstract. The authors review the psychotherapy interventions used most in psychotic
patients, stressing, firstly, those conducted in the early phases of the disease, the most clas-
sical interventions during periods of stability, and, finally interventions related with psy-
chosocial rehabilitation of the psychotic patient. Within the early phases of the disease, a
distinction is made between high-risk subjects and those who have already had a first psy-
chotic episode. The efficacy and the current intervention model in each of the most conven-
tional psychotherapies: dynamic, cognitive-behavioral, family, and group therapies, are
described. Special emphasis is placed on adaptation to the patient’s needs in each interven-
tion model. Finally, the psychosocial interventions that have demonstrated their efficacy are
indicated, that is to say, assertive community therapy, social skills training and supported
employment programs.Key words: psychosis, psychotherapy, early intervention, psychoso-
cial rehabilitation.
Cabeza y González de Chávez, 2009; M González características clínicas que permiten identificar suje-
de Chávez, García Cabeza y Fraile, 1999). tos con gran probabilidad de desarrollar psicosis en
Revisaremos a continuación las intervenciones el futuro. Tres son las definiciones más influyentes
psicoterapéuticas más utilizadas en pacientes psicó- de este concepto.
ticos distinguiendo por un lado aquellas que se rea- La más extendida es la de “riesgo ultra-alto”, des-
lizan en fases tempranas de la enfermedad, las inter- arrollada por el grupo de trabajo PACE (Personal
venciones más clásicas en periodos de estabilidad y Assessment and Crisis Evaluation) en Melbourne y
por último y brevemente intervenciones relaciona- que incluye la edad (entre 14 y 29 años) y criterios
das con la rehabilitación psicosocial del enfermo de al menos uno de los siguientes grupos: (1) Grupo
psicótico. de Síntomas Psicóticos Atenuados (haber experi-
mentado síntomas durante el año previo que no
alcanzan el umbral); (2) Grupo de Síntomas Psi-
Intervención en fases tempranas cóticos Breves Limitados e Intermitentes (en inglés
BLIPS), que se corresponden a episodios psicóticos
La detección e intervención precoz en la esquizo- francos de menos de una semana de duración; (3)
frenia, así como el tratamiento de los primeros epi- Grupo de Rasgo y Estado como Factor de Riesgo
sodios psicóticos han despertado un gran interés a la (tener un trastorno esquizotípico de la personalidad
vez que han generado no pocas dudas y controver- o un familiar de primer grado con un trastorno psi-
sias, motivado probablemente por la falta de conoci- cótico y haber sufrido durante el año previo un dete-
miento que en la actualidad existe sobre muchos rioro significativo en el funcionamiento global)
aspectos de esta patología. (Yung, et al., 2003; Yung, Phillips, Yuen y Mc
El auge en cuanto a número de estudios y progra- Gorry, 2004).
mas de intervención precoz en psicosis se asienta en El grupo de Reconocimiento y Prevención de
la evidencia de que la demora en el inicio del trata- Hillside (Hillside-RAP) en Nueva York, en función
miento en pacientes que han sufrido un primer episo- de sus estudios de evolución, modifica estos crite-
dio se asocia a peor respuesta al tratamiento farma- rios y plantea dos categorías: pacientes de “alto ries-
cológico, mayor severidad de síntomas positivos, go clínico” (CHR) y pacientes con “psicosis esqui-
negativos y depresivos y peor funcionamiento global zofrenia-like” (SLP). Los primeros se clasifican
(Francey, et al., 2010; Marshall, et al., 2005; Perkins, como de alto riesgo clínico negativo (que cursan con
Gu, Boteva y Lieberman, 2005). Estudios de neuroi- síntomas negativos atenuados: aislamiento social,
magen también indican que un periodo prolongado abulia y deterioro del rol o funcionamiento académi-
de enfermedad no tratada produce anormalidades co) y positivo (adolescentes con Síntomas Psicó-
estructurales cerebrales más pronunciadas (Francey, ticos Atenuados). El grupo esquizofrenia-like inclu-
et al., 2010; Keshavan y Amirsadri, 2007). ye a personas con síntomas psicóticos que no llegan
Revisamos seguidamente las técnicas psicotera- a cumplir criterios DSM-IV para la esquizofrenia
péuticas eficaces empleadas en estos momentos de (Cornblatt, 2002)
la enfermedad, diferenciando pacientes de riesgo, en Por último, en Europa el grupo alemán de Colonia
los que todavía no se ha producido el debut de la sin- define un cluster con los 10 “síntomas básicos” de
tomatología psicótica, de los que padecen un primer mayor valor predictivo: interferencias en el pensa-
episodio. miento, perseveración, presión o bloqueos, altera-
ción en el lenguaje receptivo (comprehensivo, no
verbal), disminución de la capacidad para diferen-
Intervenciones psicoterapéuticas en pacientes ciar entre ideas y percepciones o fantasía y recuer-
de alto riesgo dos verdaderos, ideas ocasionales de referencia, des-
realización, alteraciones perceptivas visuales o audi-
La definición de sujetos de alto riesgo procede de tivas (Klosterkotter, Hellmich, Steinmeyer y
numerosos estudios de investigación que detectan Schultze-Lutter, 2001).
Son escasos los estudios que se han llevado a Intervenciones psicoterapéuticas en primeros
cabo sobre la eficacia de una intervención psicote- episodios psicóticos
rapéutica en estos sujetos. La terapia cognitivo
conductual es hasta la fecha la única cuya utilidad El objetivo fundamental que se persigue a la hora
ha podido ser demostrada. En el estudio realizado de practicar intervenciones en estas primeras fases
por PACE, se comparan un grupo control referido de la enfermedad es evitar la cronificación del
a un programa de gestión de casos (psicoterapia paciente, para ello es sumamente importante reducir
de apoyo, terapia familiar, asistencia con aloja- al máximo el periodo de la enfermedad sin tratar
miento y programa de formación/empleo) con un (PNT), poniendo en marcha intervenciones específi-
grupo de tratamiento que además recibió dosis cas lo antes posible. Los tratamientos psicológicos
bajas de risperidona y terapia cognitivo-conduc- han demostrado ser de gran ayuda a la hora de
tual modificada. Aunque la intervención farmaco- potenciar los efectos de los farmacológicos, para tra-
lógica y psicológica retrasa la aparición de la psi- bajar sobre contenidos delirantes que de otro modo
cosis, no demuestra que reduzca la incidencia ni tienen un alto riesgo de permanecer imperturbables
tampoco existen diferencias en la tasa de transi- y para amortiguar el impacto que las propias expe-
ción ni el nivel de sintomatología o funciona- riencia psicóticas o algunos abordajes, como los in-
miento entre ambos grupos (Jane Edwards y gresos hospitalarios, tienen en los pacientes. Aunque
McGorry, 2002; McGorry, et al., 2002; Phillips, et las guías nacionales e internacionales en general
al., 2007). abogan por abordajes psicoterapéuticos que inclu-
El estudio EDIE (Early Detection and Interven- yan terapia cognitivo-conductual, intervenciones
tion Evaluation Trial) en Reino Unido confronta psicoeducativas y familiares, en general la puesta en
terapia cognitiva y elementos de gestión de casos marcha de programas integradores son las que han
con un grupo control en donde sólo se utilizó esto puesto de manifiesto mayor eficacia (Bravo et al,
último. Aunque es menor el número de pacientes 2009).
en el grupo de intervención que desarrollan psico- La terapia cognitiva persigue entre otros objetivos
sis, no alcanza niveles significativos. El segui- que el paciente sea capaz de tener un mayor control
miento a tres años sí encuentra diferencias en la sobre los síntomas psicóticos, educarle sobre la
transición a la psicosis cuando se controlan algu- naturaleza de los mismos, que pueda identificar pen-
nos síntomas cognitivos (incontrolabilidad de pen- samientos negativos o molestos y que sepa en qué
samientos no deseados y miedo al rechazo y criti- contextos surgen, así como aprender manejos alter-
cismo) y, reduce significativamente la prescripción nativos ante situaciones estresantes y favorecer una
de antipsicóticos (Morrison, et al., 2007; Morrison, pronta y adecuada recuperación (Bravo et al, 2009).
et al., 2004) En distintos estudios la terapia cognitiva mejora sín-
El OPUS danés mide la tasa de transición de tomas positivos persistentes, sobre todo en estadios
personas con un trastorno esquizotípico de la per- precoces, alucinaciones auditivas, sentimientos de
sonalidad a psicosis, encontrando que una inter- desesperanza, puede ayudar a mejorar la adaptación
vención integradora retrasa o inhibe su aparición a la enfermedad, la adherencia al tratamiento, e
frente al tratamiento estándar (Nordentoft, et al., incluso a reducir el abuso de sustancias (Penn,
2006). Waldheter, Perkins, Mueser y Lieberman, 2005;
En líneas generales, las conclusiones a las que Scott, Chant, Andrews y McGrath, 2006; Tarrier,
podrían llevarnos estos estudios es que parece exis- 2005).
tir cierto beneficio en la detección e intervención en No todos obtienen tan buenos resultados. En
sujetos de alto riesgo. La combinación de tratamien- Australia, dentro del programa EPPIC, la Psicotera-
tos farmacológicos y psicológicos es la que mejores pia de Orientación Cognitiva para la Psicosis
resultados obtiene, no siendo eficaces aquellas inter- Temprana (COPE) sólo encuentra diferencias signi-
venciones que sólo incluían fármacos (McGlashan, ficativas en que existe mayor tendencia a la integra-
et al., 2006). ción de la psicosis frente al grupo control que tiende
yecto Parachute, encuentra diferencias significativas 1984) y, sobre todo, a raíz de la publicación en 1998
en el funcionamiento global durante el primer año de las primeras recomendaciones PORT (Schizo-
incluso cuando se compara con un tratamiento con- phrenia Patient Outcome Research Team) para el
vencional de alta calidad (Cullberg, Levander, tratamiento de la esquizofrenia, donde son excluidas
Holmqvist, Mattsson y Wieselgren, 2002), y a los como forma eficaz de tratamiento para la psicosis
tres años una evolución significativamente mejor (Lehman y Steinwachs, 1998). Previamente Mc
tanto a nivel sintomático como funcional, reducien- Glashan ya centra la aproximación psicodinámica
do los costes del tratamiento, probablemente debido en el tiempo presente más que en el pasado, combi-
al menor número de hospitalizaciones (Cullberg, et nando estrategias de apoyo e introspección (Mc
al., 2006). El modelo finlandés adaptado a las nece- Glashan, 1994).
sidades del paciente ofrece unos espléndidos datos Coincidiendo con la publicación de las primeras
en el seguimiento a cinco años con menos psicopa- recomendaciones PORT se crea un grupo de estudio
tología, menos hospitalizaciones, mejor ajuste y de las terapias dinámicas que pone énfasis en una
menos incapacidades (Alanen, 2003). serie de puntos necesarios para que éstas sean aplica-
bles y eficaces: exclusión de las aproximaciones más
clásicas, incidiendo en el presente sobre el pasado;
Intervenciones clásicas en la psicoterapia utilizando las interpretaciones con extrema cautela,
de la psicosis: estado actual con objetivos concretos como afianzar el proceso de
individuación, la estabilización de los límites del Yo
Aunque por cuestiones didácticas vamos a descri- y la identidad e integrando las experiencias psicóti-
bir individualmente cada uno de los cuatro grandes cas y, llevadas a cabo siempre por terapeutas experi-
enfoques psicoterapéuticos (dinámico, cognitivo mentados (Bachmann, Resch y Mundth, 2003). En
conductual, familiar y grupal), la tendencia en nues- general estas intervenciones se esfuerzan en entender
tros días, como al fin y al cabo sucede en el resto de al paciente en su contexto biográfico integrando las
las patologías, es hacia enfoques integradores, vivencias psicóticas, afirmando los límites del Yo y
encontrando cada vez más puntos en común entre ayudando al proceso de individuación (García
todos los abordajes que diferencias (Alanen, 2003). Cabeza y González de Chávez, 2009) y existen algu-
En el caso de las psicosis no cabe duda que las inter- nas evidencias sobre su eficacia (Mojtabai,
venciones precoces son pioneras, como hemos Malaspina y Susser, 2003), sobre todo en aquellos
comentado, pero también son cada vez más utiliza- pacientes más estables (Hauff, et al., 2002).
das en otros momentos de la enfermedad, sobre todo Los abordajes cognitivo-conductales son los que
en aquellos países donde mayor es el esfuerzo en el más han evolucionado en los últimos tiempos, desde
tratamiento psicológico. Cada uno de dichos trata- posturas centradas en el abordaje de los síntomas
mientos presenta sus peculiaridades: por ejemplo, en (positivos, negativos, depresión, ansiedad) hasta
el modelo finlandés adaptado a las necesidades, pri- modelos globales centrados en la persona como en
man intervenciones individuales y familiares la terapia personal de Hogarty (Hogarty, Flescher,
(Alanen, 2003); en el sueco, las intervenciones Ulrich y Carter M, 2004), con un enfoque orientado
comunitarias (Cullberg, et al., 2002; Cullberg y a la respuesta emocional y cognitiva ante el estrés
McGorry, 2006); en el danés, las intervenciones para dotar al individuo de estrategias de afronta-
asertivas y psicosociales (Petersen, et al., 2005) o miento o, la centrada en la persona de Chadwick
tendencias más cognitivistas en los países anglosa- (Chadwick, 2006).
jones (McGorry, et al., 2002). Numerosas publicaciones apoyan la utilidad de
En los últimos años las terapias de orientación los abordajes cognitivo-conductuales. Entre ellas
dinámica han sufrido distintas críticas que han limi- cabe destacar el metaanálisis de Rector (Rector y
tado su uso. Comenzando con el estudio de Boston Beck, 2001)), la revisión de artículos de Dickerson
donde no se encuentran diferencias entre psicotera- (Dickerson, 2004)) y las recomendaciones de la
pias de apoyo y orientadas al insight (Gunderson, Revisión de Programas Psicosociales (Dixon,
Dickerson y Bellack, 2009). Estas últimas abogan más breves y que permiten el trabajo en equipo, más
por la utilidad de la terapia cognitivo conductual seguro y gratificante, primordial dentro del modelo
tanto en el tratamiento de síntomas negativos como finlandés adaptado a las necesidades (Lehtinen,
positivos resistentes a psicofarmacoterapia. Sin 1993). Hoy en día los modelos que se consideran efi-
embargo, en un reciente metaanálisis sobre estudios caces son intervenciones prolongadas, más de seis
de intervenciones específicas, cuando se compara la meses, que van más allá de la mera psicoeducación y
terapia cognitiva conductual con abordajes psicoe- combinan con ésta, apoyo emocional, intervención
ducativos no detecta diferencias en cuanto a preven- en crisis y estrategias de afrontamiento de los sínto-
ción de recaídas y mejoría de síntomas negativos y mas de la enfermedad y problemas relacionados,
sí en los síntomas positivos (Lynch, Laws y reduciendo la tasa de recaídas, rehospitalizaciones y
McKenna, 2010) disminuyendo la carga familiar, (Dixon, et al., 2009;
En cualquier caso y como ya hemos comentado Patterson y Leeuwenkamp, 2008; Pharoa, 2007).
las terapias cognitivas han sufrido una importante Comparada con las anteriores las terapias de
evolución y aunque los síntomas siguen siendo un grupo, aunque eficaces en la psicosis (Kanas, 1996;
importante foco de tratamiento, Turkington y cols. Stone, 1996), han sido menos estudiadas entre otras
definen cuáles deben ser las etapas clave que la tera- causas por la dificultad intrínseca en la investigación
pia cognitivo-conductual debe incluir en el momento de las mismas., las limitaciones en cuanto a la teori-
actual: 1) desarrollo de una alianza terapéutica basa- zación y conceptualización de la complejidad gru-
da en la perspectiva del paciente; 2) desarrollo de pal, la gran variedad de grupos y la singularidad de
explicaciones alternativas a los síntomas de la esqui- cada uno de ellos (González de Chávez, 2008). De
zofrenia; 3) reducir el impacto de síntomas positivos hecho, la mayoría de estudios randomizados los
y negativos; 4) ofrecer alternativas al modelo médi- encontramos en la aplicación grupal de intervencio-
co para facilitar la adherencia al tratamiento nes cognitvas, de habilidades sociales o el Trata-
(Turkington, Kingdon y Weiden, 2006). Chadwick miento Integrado (Tost, et al., 2008). Sin embargo,
va un paso más allá y describe un modelo de inter- pensamos que sólo cuando se utiliza un abordaje
vención cognitiva que define como basado en la per- ecléctico y adaptado a las necesidades se obtiene el
sona donde la relación terapéutica, entendida desde verdadero beneficio de la psicoterapia grupal. Así
un punto de vista rogeriano, ocupa un lugar principal nosotros proponemos un modelo flexible e integra-
en el proceso terapéutico; incluye también la medita- dor, que partiendo del ambiente socializador que
ción con conciencia plena y define el insight meta- supone el grupo, del apoyo, consejo y técnicas de
cognitivo, para conceptualizar el estrés y articular los afrontamiento del “aquí y ahora” permita cuando el
procesos de cambio y; el concepto de self como grupo adquiere la suficiente cohesión, los pacientes
esquema y proceso. Abandona elementos clásicos de están estabilizados, con buena tolerancia a la de
la terapia cognitiva y define la exploración terapéuti- ansiedad y viviendo escasas experiencias psicóticas,
ca de la denominada “Zona de Futuro Desarrollo” la utilización de las mismas con fines terapéuticos,
donde con el apoyo de un terapeuta implicado y llegando en las fases más avanzadas a un abordaje
experimentado, el paciente tolera el estrés, desarrolla dinámico de la problemática del paciente, mante-
insight metacognitivo y alcanza la auto aceptación a niendo siempre presentes estrategias de apoyo,
través del desarrollo y fortalecimiento futuro en cua- afrontamiento e interpersonales (García Cabeza,
tro dominios, fuentes de estrés (el significado de los 2008; García Cabeza y González de Chávez, 2009;
síntomas, la relación con la experiencia interna, el M González de Chávez, et al., 1999)
esquema y el self simbólico) (Chadwick, 2009).
Al igual que las terapias cognitivo-conductuales
las terapias familiares han sufrido una enorme evolu- El paciente psicótico en la comunidad
ción, aunque en este caso a lo largo de décadas. Los
modelos de intervención psicoanalíticos se vieron El mantenimiento del paciente psicótico en el
rápidamente desplazados por modelos sistémicos, ámbito ambulatorio y comunitario es un objetivo
principal en su tratamiento. Aunque de un modo Training” (CAT) (Velligan, et al., 2000). Además
algo artificioso hemos distinguido aquí las ya cualquier intervención comunitaria de rehabilitación
mencionadas intervenciones psicoterapéuticas clá- psicosocial incluye programas psicoeducativos para
sicas de otras intervenciones psicosociales más pacientes y familiares. En general psicoterapias y
ligadas a la rehabilitación. Haremos una breve rehabilitación comparten muchos objetivos con len-
mención, ya que merecen un capítulo aparte, aque- guajes, énfasis y contextos diferentes (Harding y
llas que han demostrado fehacientemente su efica- McCrory, 2008).
cia y que aparecen citadas en todas las recientes Sea como fuere, centrándonos en abordajes reha-
recomendaciones del tratamiento de la esquizofre- bilitadores dirigidos básicamente a la funcionalidad
nia: tratamiento comunitario asertivo, entrena- encontramos que la Terapia Asertiva Comunitaria
miento en habilidades sociales, rehabilitación cog- disminuye el uso de sustancias, la hospitalización y
nitiva y empleo (Dixon, et al., 2009; Patterson y posiblemente también el riesgo de exclusión social
Leeuwenkamp, 2008; Silverstein, Spaulding y (Dixon, et al., 2009; Patterson y Leeuwenkamp,
Menditto, 2006) 2008). 25 años de práctica y numerosos estudios
Definíamos como artificiosa esta división porque, controlados avalan la eficacia del entrenamiento en
por ejemplo las técnicas cognitivo-conductuales for- habilidades sociales (Benton y Schroeder, 1990;
man parte de algunos de los programas integrados Liberman y Kopelowicz, 2005) y el apoyo al empleo
más conocidos para el entrenamiento en habilidades se ha mostrado eficaz en 16 estudios randomizados
sociales y de rehabilitación cognitiva: el “Social and (Killackey, 2009). Por último y aunque es evidente
Independent Living Skills” (Liberman, Mueser y la eficacia de la rehabilitación cognitiva en la mejo-
Wallace, 1986), el “Integrated Psychological ría de resultados en tests neuropsicológicos, no lo es
Therapy” (IPT) (Brenner, Hodel, Roder y Corri-gan, tanto en lo referido a su capacidad para incrementar
1992), el Cognitive Enhacement Therapy” (CET) la funcionalidad del paciente en el día a día
(Hogarty, et al., 2004) o el “Cognitive Adaptation (Patterson y Leeuwenkamp, 2008).
Extended Summary
The psychopharmacological approach to the schi- rehabilitation of the psychotic patient, are all revie-
zophrenic patient, although useful, or even essential wed in the following article.
in many cases in order to reduce psychotic Within the effective psychotherapeutic techniques
symptoms, is not in itself a remedy to cope with used in the early phases of the disease, we can dis-
their vulnerabilities, conflicts, problems or interper- tinguish those interventions in patients at risk in
sonal or biographical tensions, nor does it serve to which no clear onset of the psychotic symptoms has
analyze or modify perceptive styles or defense occurred and those psychotherapeutic modalities
mechanisms. Furthermore, its generalized use has used in individuals who have already suffered a first
also shown lack of efficacy in some patients. All of psychotic episode.
this leads us to reflect on the need for psychothera- The definition of at high-risk subjects comes from
peutic interventions that address the limitations of the many research studies, the most extended of
an exclusively pharmacological approach. In this which is that developed by the Melbourne PACE
sense, the combination of antipsychotics with other group. This study included age (from 14 to 29 years
types of therapeutic approaches mutually influences old) and criteria from at least one of the following
and strengthens both methods. groups: (1) Attenuated Psychotic Symptoms Group
The psychotherapeutic interventions most used in (having experienced symptoms that did not reach
psychotic patients (as distinguished from those the threshold during the previous year); (2) Brief
carried out in the early phases of the disease), the Limited Intermittent Psychotic Symptoms Group
more classical interventions in periods of stability (BLIPS, which corresponds to frank psychotic epi-
and finally interventions related with psychosocial sodes lasting at least one week); (3) State plus Trait
group as Risk Factor (having a schizotypal persona- family members. The techniques aim to increase
lity disorder or a first degree family member with a their knowledge about the disease, dismantle myths
psychotic disorder and having suffered significant and encourage their clarification. The information
deterioration in global functioning in the previous given should be reviewed and updated periodically,
year). Other definitions come from the Hillside adapting it to the cultural and intellectual levels of
Recognition and Prevention program and the all the members. It is essential in the first stages to
German Colonial policy. try to free the family members from blame and to
Few studies have been conducted on the efficacy inspire hope for the future. Some studies have found
of psychotherapy intervention in these subjects. Up that relapses decrease up 20% when family mem-
to now, cognitive behavioral therapy has been the bers are included in the treatment.
only therapy where utility could be demonstrated, The family intervention deals with intra-family
with no efficacy being found in those interventions dynamics, gathering the explanations that each
that only include drugs. Along general lines, there family member gives for the patient’s behavior, and
seems to be some benefit in the detection and inter- tries to solve the existing conflicts. It analyzes the
vention in high-risk subjects, although integrated most common emotions that appear after the first
and flexible programs aimed at early detection and episodes, gives support and information, among
intervention, attending to each case specifically, many other interventions. Family intervention shor-
need to be created. tens hospitalization time and avoids relapses.
Psychological therapies have been shown to be McGorry demonstrated the principles that should
very helpful when reenforcing the effects of phar- be taken into account in initial treatment of a first
macological treatments. They work on delusional psychotic episode. Although he emphasized the
contents that otherwise would have a high risk of importance of drug treatment and the achievements
remaining undisturbed over time and so soften the obtained through cognitive-behavior therapy, this
impact that psychotic experiences, or indeed some should all form a part of an integrated treatment of
approaches, such as hospitalization, have on the the “biological, social and psychological” aspects.
patients. The national and international guidelines This integral therapy should adapt the objectives fle-
support psychotherapeutic approaches that include xibly to the patient’s needs and take the different
cognitive-behavioral therapy, psychoeducational phases of the disease into account. The main biolo-
and family interventions, although in general, the gical intervention is pharmacological treatment for
initiation of integrated programs is more effective. symptomatic improvement. The aim of the psycho-
Cognitive therapy aims, among other things, to logical interventions would be to explain what the
enable the patient to have greater control over their disease consists of to the patient, giving support and
psychotic symptoms, educating them about their confidence regarding recovery and explaining why
own nature. It also aims to help the patient identify it is necessary to take the medication and what its
negative or unpleasant thoughts and to know the effects are. The social aspects should include wor-
context in which they arise, to learn alternative king with the family and the social network of the
managements when there are stressful situations, patient and helping the patient in daily problem sol-
and favoring fast and adequate recovery as much as ving.
possible. Cognitive therapy reduces persistent posi- Although for didactic reasons we are going to
tive symptoms, auditory hallucinations and feelings describe each one of the four large psychotherapeu-
of hopelessness. It helps to improve adaptation to tic approaches individually (dynamic, cognitive-
the disease, treatment adherence, and even to reduce behavioral, family and group approaches), the pre-
substance abuse. It also shows a significant impro- sent tendency is towards integrated approaches.
vement in post-traumatic stress symptoms and suici- More and more points are being found in common
dal ideation. than differences between all of the approaches.
The application of psychoeducational techniques In recent years, several criticisms have been
should be focused both on the patient and their aimed at dynamic orientation therapies, which have
limited use of this type of therapy. In particular we Compared with the therapies already described,
may mention the publication of the first Patient group therapies, although effective in psychosis,
Outcome Research Team (PORT) recommendations have been studied less. In fact, most of the randomi-
for the treatment of schizophrenia, in which dyna- zed studies found are about group application of
mic therapies are excluded as an effective treatment cognitive interventions, social skills or Integrated
form. Coinciding with these recommendations, Treatment. However, we consider that the true bene-
PORT created a study group for dynamic therapies, fit of group psychotherapy is only obtained when an
which stressed a series of points that are necessary if eclectic, flexible approach that is adapted to needs is
these therapies are to be appropriate and effective. adopted.
These included exclusion of the more classical We therefore propose a flexible and integrated
approaches, stressing the present over the past, using model. This model uses the socializing setting pro-
the interpretations with extreme caution, and with vided by the group, which gives support, advice and
specific objectives such as reinforcing the process of coping techniques in the “here and now.” When the
individuation, stabilization of the limits of the self group has acquired sufficient cohesiveness, when
and the identity and integrating the psychotic expe- the patients are stabilized, have good tolerance to
riences. These always had to be performed by expert anxiety and have few psychotic experiences, this
therapists. In general, these interventions are inten- model permits the use of these techniques with the-
ded for understanding the patient within his/her bio- rapeutic purposes. In the final phases, the model rea-
graphical context, integrating the psychotic expe- ches a dynamic approach to the patient’s problems,
riences, reinforcing the limits of the self and helping though it always maintains the support, coping and
in the individuation process. Indeed, there is recent interpersonal strategies.
evidence of its efficacy, and even more so in stabili- In summary, with regard to the psychosocial
zed patients. approach, we know that Assertive Communitarian
Cognitive-behavioral approaches are those that Therapy decreases the use of drugs, hospitalization
have evolved the most in recent years, going from and possibly also the risk of social exclusion, that 25
positions focused on the approach of symptoms, years of psychiatric rehabilitation and many con-
moving towards global models focused on the per- trolled studies support the efficacy of social skills
son. Many publications support the utility of cogni- training and that employment support has been
tive-behavior approaches. In 2006, Turkington et al. shown to be effective in 16 randomized studies.
defined which key stages should be included in cog- Cognitive rehabilitation techniques show improve-
nitive-behavior therapy at present: 1) developing a ment in the neuropsychological test results, although
therapeutic alliance based on the patient’s perspecti- to a lesser extent in those regarding the patient’s
ve; 2) developing alternative explanations of schi- day-to-day functionality.
zophrenia symptoms; 3) reducing the impact of the
positive and negative symptoms; 4) offering alterna-
tives to the medical model to facilitate medication Referencias
adherence.
As with cognitive-behavior therapies, family the- Alanen, Y. (2003). La esquizofrenia: sus orígenes y
rapies have also undergone enormous evolution. su tratamiento adaptado a las necesidades del
Nowadays, the models that have been shown to be paciente. Madrid: Fundación para la Investiga-
the most effective are those of prolonged interven- ción y Tratamiento de la Esquizofrenia y otras
tions, more than six months, which go beyond mere Psicosis.
psychoeducation and which combine emotional sup- Bachmann, S., Resch, F. y Mundth, C. ( 2003).
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Manuscrito recibido: 04/09/2010
Revisión recibida: 23/09/2010
Manuscrito aceptado: 28/09/2010