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MUNDO
La batalla por el desarrollo del 5G y su despliegue en el mundo es el último punto de tensión entre Estados Unidos y China
(Reuters)
La Guerra Fría del siglo XXI es una disputa por el control de la tecnología del 5G, la
quinta generación de banda ancha que permitirá una interconexión entre máquinas y
personas como nunca antes se vio en la Historia de la Humanidad. Estados Unidos y
China se enfrentan por el liderazgo de esta cuarta revolución industrial que
determinará cuál será la potencia preponderante de los próximos 50 años.
5G es la primera red construida para servir a los sensores, robots, vehículos autónomos y
otros dispositivos que se alimentarán continuamente de grandes cantidades de datos
entre sí. Algo que permitirá a las fábricas, comercios, grandes construcciones e incluso
ciudades enteras funcionar con menos intervención humana en el funcionamiento diario.
También permitirá un mayor uso de las herramientas de realidad virtual e inteligencia
artificial. Se cree que la interconexión podría llegar a ser 100 veces más rápida que la
que tenemos ahora con el 4G.
Pero lo que es bueno para la vida cotidiana también es bueno para los servicios de
inteligencia y los ciberataques. El sistema 5G es una red física de conmutadores y
enrutadores. Pero depende más de las capas de software complejo que son mucho más
adaptables y se actualizan constantemente, de manera invisible para los usuarios, al igual
que un iPhone se actualiza automáticamente mientras se carga durante la noche. Eso
significa que quien controla las redes, controla el flujo de información y puede
cambiar, redirigir o copiar datos sin que el usuario tenga idea de lo que está
sucediendo. Quien controle la red, controla el conocimiento.
En la Casa Blanca de Donald Trump existe la convicción de que debe haber un solo
ganador en esta carrera tecnológica, y el perdedor debe ser desterrado. "La carrera por
el 5G está en marcha y Estados Unidos debe ganar¨, dijo el presidente en un discurso
reciente. Durante meses, la Casa Blanca estuvo trabajando en una orden ejecutiva
que prohíbe a las compañías estadounidenses utilizar equipos de origen chino en
redes de telecomunicaciones críticas. Eso va mucho más allá de las reglas existentes,
que prohíben tales equipos solo en las redes gubernamentales. El nerviosismo por la
tecnología china existe desde hace mucho tiempo en Estados Unidos, alimentado por el
temor de que los chinos puedan insertar una "puerta trasera" en las redes de
telecomunicaciones e informática que permitan a los servicios de seguridad de ese país
interceptar las comunicaciones militares, gubernamentales y corporativas de todo el
planeta. El ciberespionaje chino en compañías y oficinas del gobierno
estadounidense, son constantes. Está manejado por piratas informáticos que trabajan
para el Ministerio de Seguridad de Beijing. Y ese aparato de espionaje, a su vez, tiene
acceso irrestricto a la información que manejan sus empresas tecnológicas. Donde entren
empresas líderes chinas como Huawei, entran los espías de ese país. "Es importante
recordar que las relaciones de las empresas chinas con el gobierno chino no son
como las relaciones de las empresas del sector privado con los gobiernos en
Occidente", explicó al New York Times, William Evanina, director del Centro Nacional de
Contrainteligencia y Seguridad de Estados Unidos. "La Ley de Inteligencia Nacional de
China de 2017 requiere que las compañías chinas apoyen, brinden asistencia y
cooperen en el trabajo de inteligencia nacional chino, donde sea que operen".
Por supuesto, China está operando en todos los frentes por mostrar que está a la
vanguardia del 5G. A fines de marzo, el operador de telefonía móvil China Unicom
presentó en la Feria Internacional de Chongqing un video en 3D de 360 grados que
provocó la admiración de las decenas de miles de empresarios y funcionarios que
asistieron. Las imágenes fueron cuatro veces más nítidas que el contenido de mayor
resolución disponible en Netflix. La transmisión en vivo de miles de millones de bits de
datos digitales por segundo fue 20 veces más rápida de lo que las redes de teléfonos
celulares actuales con tecnología 4G pueden suministrar. China Unicom estaba
mostrando una tecnología 5G diseñada por Huawei.
Dentro de esta guerra tecnológica hay tres batallas fundamentales. La primera, es para
proporcionar el equipo en el que se construyen las nuevas redes; la segunda es para
desplegar ampliamente los servicios que incluye los nudos de conexión y routers; por
último, el desarrollo de todo un paquete: el software, los dispositivos, los servicios y los
procesos industriales. Estados Unidos ya perdió la primera carrera y, tal vez, pierda la
segunda, pero no se puede dar el lujo de quedar atrás también en la tercera, que es la
que trae los principales beneficios económicos. Desde ya, la comisión de comunicaciones
del gobierno de Washington prohibió a las empresas chinas construir una infraestructura
de red "esencial" dentro de Estados Unidos así como los componentes de Huawei en
todas las redes del país. "Las compañías de tecnología estadounidenses tienen el
derecho de negarse a cooperar con las solicitudes del gobierno para espiar, demandar si
están siendo presionadas y divulgar cualquier espionaje a los medios", explicó Timothy
Heath, investigador de defensa internacional de Rand Corporation. "Las empresas
chinas no tienen esas opciones. Están obligados por ley a colaborar con cualquier
solicitud del gobierno chino". La administración Trump maneja ese mismo
argumento para empujar al resto del mundo a evitar la expansión de Huawei 5G y
amenaza con romper los lazos de inteligencia con cualquier nación que se resista.
Por ahora, de acuerdo a la información pública, hay tres competidores serios a nivel
internacional en condiciones de construir las redes 5G: China, Estados Unidos y Corea
del Sur. Los operadores en los tres países (más uno en Suiza) afirman haber introducido
los primeros servicios 5G a un número limitado de clientes de teléfonos móviles, y se
espera que Japón lance pronto su servicio de prueba. Pero las redes de Estados Unidos,
ofrecidas por Verizon en 22 ciudades, están teniendo una cobertura irregular. En las redes
sociales hay muchas burlas hacia la compañía por esas fallas. El resto de los operadores
de telefonía móvil no muestran signos de ofrecer cobertura nacional 5G antes de 2021.
China lleva, de acuerdo a los técnicos, uno o dos años de adelanto en estos desarrollos.
El gobierno de Beijing le asignó prioridad absoluta y cuenta, como en todos los proyectos
que emprende en el mundo, con financiación propia. De todos modos, Estados Unidos
mantiene la vanguardia en la búsqueda de formas innovadoras para hacer que el Big Data
funcione para las empresas y los consumidores. Esto, principalmente, gracias a los
gigantes de la tecnología como Google y Amazon, que gastan miles de millones de
dólares en investigación, y un próspero ecosistema de nuevas tecnologías. Esto hará que
la inversión en 5G aumente exponencialmente en poco tiempo. Llevaría a otro nivel
videojuegos y entretenimientos; contenidos educativos y publicitarios; y los refrigeradores,
relojes, edificios, estantes de tiendas, etc. que envían datos de sensores a servidores
distantes que ejecutan aplicaciones de inteligencia artificial. El impacto económico de
estos servicios sería mucho más significativo que la construcción de equipos y la
instalación de redes. Se espera que las aplicaciones de 5G generen 4 billones de
dólares a nivel mundial solo en los primeros dos años. En contraste, el mercado
mundial total proyectado para la instalación de redes 5G durante los próximos cuatro años
es significativamente menor, de 57.000 millones, según la empresa de investigación de la
industria IDC. Quizás, mantener el dominio en las aplicaciones permitirá a Estados Unidos
seguir siendo el principal factor de influencia tecnológica del mundo. "Piense en lo que
Estados Unidos ganó económica, política y militarmente al ser el primero en dominar las
tecnologías de Internet y cómo China tuvo que luchar para ponerse al día", dice Heath de
Rand Corp. "Es probable que el 5G se desarrolle de manera similar". Finalmente, Estados
Unidos puede terminar agradeciendo a China, y particularmente a Huawei, por instalar las
tuberías principales de la red que acelerarán los negocios que más le interesan. Pero la
guerra continuará y será cada vez más cruenta. El resto del mundo sufrirá las
consecuencias.
2.- ¿Por qué China y Estados Unidos luchan por la primacía de la 5G?
4.- Explique la posición de los siguientes países o continentes frente a Huawei: Alemania, Gran
Bretaña, Polonia, Asia y América Latina.
5.- Dentro de la guerra tecnológica que se vive en la actualidad, hay tres batallas fundamentales.
Explique cuáles son.
6.- ¿Cuáles son los tres países competidores en condiciones de construir redes 5G?